02-10-2016

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Contenido Consejo editorial Jorge Rodríguez Gómez Felipe Saldivia Gustavo Borges Revilla

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“El Chúo” Torrealba

Mancheta y demás

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Jesús Castillo

La última vez

Montaña gourmet

asesor editorial

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direCtora Mercedes Chacín

— perfil

editor jefe Carlos Cova

direCtora de arte Edarlys Rodríguez

— mitos

Coordinador de fotoGrafÍa

Reinaldo González

Coordinadora 2.0

— CróniCas ofiCinesCas

Yanira Albornoz

Web y redes Kay Yam Hung Bárbara Baralt

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redaCCión Nathali Gómez Moscoso Gustavo Mérida Ander de Tejada Marlon Zambrano

— miradas

El blues del regreso a clases

— el menjurje

— Ciudad

— músiCa

Ariana Dao

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— boleros que Curan el alma

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ilustrador

— sexodiversidad

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Alfredo Rajoy

La amenaza

Teatro y cine

fotóGrafo

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Volvió la teta

Debe continuar

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diseñadora Lisbeth Montell

Michael Mata

CorreCtor

— entrevista

Rodolfo Castillo

loGÍstiCa Idania Bracamonte Daniela Fernández Edi Cordero

Colaboran en esta ediCión Clodovaldo Hernández, Ángel Méndez, Naile Manjarrés, Reinaldo Iturriza, Rodolfo Porras, Humberto Márquez, Indira Carpio, Carlos Hernández, Enrique Hernández, Jessica Mena, L. “Razor” Balza, Julietnys Rodríguez y Andrés Palacios. Archivo Ciudad CCS. Fotografía de portada: Michael Mata.

impresión

www.epaleccs.info epale.ciudadccs@gmail.com

@epaleccs

— Ciudad

— CruCiverbo’s

— poesÍa o nada

Crucicentrifugado

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— el rumor de las bolas

Complejo Editorial Alfredo Maneiro Imprenta Nacional.

— CrÍtiCa y media

— la bitáCora de amón-ra

@epaleccs

Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114 Distribución: 0212-8085843 Depósito Legal: pp201202dc4166

Una publicación de la

Revista GRatuita CirCula los domingos Con el diario Ciudad CCs búsCala de lunes a viernes en nuestra sede: esq. san jaCinto, edif. gradillas “C”, piso 1, al lado de la taquilla úniCa de serviCios muniCipales y en la librería-bar el teCho de la ballena, edif. gradillas “a”, planta baja, bulevar del eterno retorno

Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014 y 2015. Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014.


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(anti) PERFiL


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“el Chúo” torrealba Más MatacuRa quE EL MatacuRa el seCretario ejeCutivo de la mud es la Carta que se juega la oposiCión para mantener una Conexión Con las zonas populares. por lo mismo, la Clase media que predomina en la alianza antiChavista no termina de tragárselo. exmilitante del pCv y el mas, se ConvenCió en los 90 de que la demoCraCia adeCopeyana lo hizo de maravilla, y por eso luCha para restaurarla POR cLodovaLdo HERnándEz• clOdOheR@yahOO.cOm / IlUSTRacIóN aLFREdo RaJoY

¿Usted diría que Jesús Torrealba, “El Chúo”, es un hombre del pueblo? ¿En su opinión, representa al venezolano de las zonas populares? Si se le pregunta a un bolivariano dirá que no, que es un impostor, un disfraz. Personas con otras opiniones políticas responderán que sí lo es, no solo porque nació y creció en barrios pobres sino porque sigue teniendo la esencia del ser nacional. Bueno, la discusión podrá parecer absurda, pero lo cierto es que cuando la MUD (Mesa de la Unidad Democrática) lo escogió para ejercer la secretaría ejecutiva, en sustitución de Ramón Guillermo Aveledo, estaba precisamente haciendo una apuesta por una conexión más irme con la gente pobre.

transcurridos unos pocos meses ya se notaba que aquello no iba a resultarle fácil. La gente ya no era la misma de antes, no quería marchar ni ir a bailoterapias en una autopista ni tocar cacerolas todas las noches. Por lo visto, no bastaba con poner a un tipo feo en el timón para transformar a la coalición en una especie de PSUV antichavista. Sin embargo, poco más de un año después de su arribo al puente de mando, este profesor de Historia egresado del Instituto Pedagógico de Caracas y periodista graduado en la Universidad Central de Venezuela tuvo su primera medición electoral y, gústele a quien le guste, salió victorioso: la MUD derrotó ampliamente al chavismo en las legislativas del 6 de diciembre de 2015.

Aveledo, un atildado socialcristiano, tenía en su haber una gran experiencia en la lidia política cuartorrepublicana, pero le faltaba un cable a tierra con el populacho. En la MUD pensaron que esto podía arreglarse con un señor como Torrealba, que nació en Los Magallanes de Catia y militó en el PCV (Partido Comunista de Venezuela) y en el MAS (Movimiento al Socialismo). Además de esos remotos antecedentes ñángaras y semiñángaras, el hombre dirigía un programa de radio y televisión llamado Radar de los barrios. Esa credencial, supuestamente, lo caliicaba para saber cómo se bate el cobre en las zonas marginales.

Por supuesto, aunque ese resultado haya tenido muchas causas ajenas al secretario, El Chúo lo tomó como un aval para su currículum. Cada vez que alguien dentro de la MUD lo cuestiona, saca a relucir el 6D, una batalla en la que él —en su versión— fue el gran mariscal. Bueno, en verdad tiene derecho a hacerlo porque si la MUD hubiese perdido esas elecciones seguro le hubiesen cobrado la factura a él, por ser el marginal de la partida, y hace rato que ya no estaría en el cargo.

La gente de clase media del subgénero los “nariz pa’rriba” dio un respingo, pues El Chúo tiene algo de eso que tan despreciable les resulta en los dirigentes revolucionarios: el color de la piel, la pinta y una cierta dosis de ordinariez. Pero todos comprendieron que era necesario tener ese tipo de anzuelos para cumplir la siempre acariciada meta de “enamorar chavistas”.

Torrealba no pertenece al sector de la oposición que alguna vez militó en el chavismo. Es decir, no es un saltador de talanquera. Sin embargo, en medios revolucionarios se le considera también como un renegado porque nació en una familia de sindicalistas perseguidos por la policía política de la democracia adecopeyana, es decir, por la gente con la que ahora come en el mismo plato.

saLtataLanquERa no, REnEgado sí

Torrealba llegó al cargo en septiembre de 2014, anunciando que la Según lo ha explicado el interesado, el proceso fue gradual. Tan temMUD se convertiría en una organización de masas volcadas a la prano como en 1974, cuando apenas tenía 16 años y renunció a la micalle. Prometió realizar manifestaciones por docenas, pero apenas litancia comunista por estar en desacuerdo con la ortodoxia marxista

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y pasó al MAS. Luego se separaría también de ese partido, no se sabe bien por qué, si es que hubo alguna razón. En los años 90, durante el segundo gobierno de Rafael Caldera, trabajó en la Oicina Central de Estadística e Informática (OCEI, antecesora del Instituto Nacional de Estadística, INE) y allí se convenció de que, contrario a lo que se decía en infames campañas de prensa, la democracia había gobernado muy bien. Entendió que buena parte de las denuncias que se hacían sobre pobreza extrema, analfabetismo, desnutrición, deserción escolar, etcétera, eran meras calumnias. Esa es su explicación de por qué se declaró doliente de la IV República y, por tanto, antichavista. Abogados defensores, que preirieron no ser identiicados, indicaron que a El Chúo no se le puede considerar un traidor a su propia familia, pues su padre, Laureano Torrealba, abandonó la militancia en el PCV y aceptó las carantoñas de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), la central obrera que dirigía Acción Democrática. “El hijo lo que ha hecho es seguir los pasos del viejo. Es una cuestión de herencia”, dicen quienes lo justiican. Los que se ijan en los detalles propios del márquetin político dicen que a quien sí traicionó El Chúo fue a sí mismo, cuando se rasuró el bigote. Al parecer, el mostacho había sido parte de su rostro desde joven, pero se lo habría quitado en 2014, atendiendo a recomendaciones de asesores de imagen, para diferenciarse “del principal producto de la competencia”. Él niega tal especie y dice que fue una petición de su hijita, para ese entonces de 6 años.

una cRiatuRa MEdiática En los inicios de la Revolución, Torrealba no tenía partido ni trayectoria como líder político, pero quería encontrar una forma de lucha a favor de la restauración de la democracia vieja. Así que creó la Fundación Radar de los Barrios y la vinculó, rápidamente, a las organizaciones que comenzaron a formarse para enfrentar al gobierno del comandante Hugo Chávez, aquella liga de terror denominada Coordinadora Democrática. Como la oposición al proceso bolivariano era (y sigue siendo) muy mediática, la fundación de Torrealba mutó en programa de radio y de televisión. El de radio germinó en la emisora RCR, del grupo 1BC, el mismo de RCTV. El espacio televisivo echó raíces en la antigua Globovisión, la de Mezerhane, Zuloaga y Ravell (no hacen falta más comentarios). Desde esas dos tribunas El Chúo logró igurar y darse a conocer en el mundillo de la oposición. Adicionalmente, aprovechó un reposo de Leopoldo Castillo para ser el ancla suplente del programa Aló Ciudadano. Su empeño por no bajar el nivel de antichavismo rabioso de Castillo lo llevó a ser más papista que el Papa, o tal vez pueda decirse más Matacura que el Matacura, pues.

no Es un saLtadoR dE taLanquERa. sin EMbaRgo, En MEdios REvoLucionaRios sE LE considERa taMbiÉn coMo un REnEgado PoRquE nació En una FaMiLia dE sindicaListas PERsEguidos PoR La PoLicía PoLítica dE La dEMocRacia adEcoPEYana, Es dEciR, PoR La gEntE con La quE aHoRa coME En EL MisMo PLato _

El analista político y humorista Alberto Aranguibel esboza una teoría según la cual la manera de hablar del secretario es un síntoma de anomalías de larga data. “Es un personaje de vocalización retardada, al parecer no por impedimentos de naturaleza isiológica sino por asincronía neuronal simple; durante toda su militancia política en el antiguo MAS no se le vio jamás gesticular para decir siquiera esta boca es mía. La verborrea actual tiene que ser, entonces, necesariamente, una suerte de descarga precipitada de contenidos retóricos acumulados por décadas, que brotan de él en la misma forma en que se expelen los llamados desechos sólidos de las máquinas compactadoras. Quizá de esa terrible condición de desfase neurolingüístico, le viene a El Chúo esa gesticulación tan tétrica que le hace fruncir el ceño casi hasta el borde de la lesión y tornar el rostro en réplica viva de un demonio de Tazmania en cautiverio”. La forma de expresarse de Torrealba no es un detalle menor, pues a la clase media (y esta vez no se trata solo de los “nariz pa’rriba”) le resulta un peso difícil de cargar, especialmente cuando es el orador designado en las marchas y concentraciones de la MUD. “¡Ay, no, tanto caminar para oír a El Chúo!”, suelen decir las doñitas fashion que bajan de las urbanizaciones caraqueñas con su zapatos deportivos y sus botellitas de agua mineral.

La vez más reciente que esto ocurrió, en la llamada Toma de Caracas, la escena alcanzó niveles patéticos, sobre todo cuando el popular Chúo, el cable a tierra con los chancletúos, el tipo que tiene el tumbao del barrio, el de la vocecita estridente, salió con aquello de que En los medios del Estado le dieron una mano al reproducir (para el siguiente paso en la lucha por el revocatorio era un cacerolazo. cuestionarlas, claro) los estridentes comentarios que solía hacer. En Fue cuando algunos descontentos cibernéticos viraron sus espadas La Hojilla, Mario Silva lo caricaturizaba acelerando su voz, ya de por digitales contra su propia dirigencia y escribieron aquella etiqueta #MalditaMUD. sí afectada y teatral.

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EL MEnJuRJE

La irma del Acuerdo de Paz en Colombia

El equipo de Sur 21 Café estuvo celebrando su primer año. Y lo celebró con una semana de música y actividad cultural. Abrieron con la voz de Ana Cecilia Loyo y cerraron con la rumba del Sonero Clásico del Caribe.

«

Monte adentro «

18 añOS deSPUéS “Cuando llegó el correo de Milton invitando, por fin, a la premier de su película, dije: ‘Tengo que estar allí’”, afirmó la productora de cine y TV Andrea Gouverneur mientras contaba que alguien, a su vez, contó que el sonido del El irrigador se había grabado con “una Nagra”. Crespo logró resolver que su película se haya estrenado después de 18 años con elegancia, usando dibujos animados. Se trata una comedia donde se presentan situaciones insólitas, como que un habitante (Gabriel Blanco) del pueblo irrigue petróleo por su pene (pipipetrol) o que un alcalde (Toco Gómez) permita que en ese mismo pueblo almacenen desechos tóxicos. Epale CCS fue porque había que estar allí, celebrando con Milton el cine nacional. La cinta está en cartelera.

Gioconda Mota decidió hablar de los medios de comunicación y mirarlos con perspectiva de género. Son diez sesiones, los lunes y los viernes, durante un mes en la sede de Ávila TV. Si estás interesada o interesado en el tema llama al 0212-5651168 o escribe al correo empa@avila-tv.gob.ve para inscribirte.

La hora a la que se tienen que levantar las niñas y los niños para ir al colegio. Así es difícil que el regreso sea feliz.

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Mitos

la última vez POR andER dE tEJada IlUSTRacIóN JEssica MEna

“Pero mira, mira cómo se ve todo allá, llegó la avalancha bolivariana a Caracas... y llegó con un palo de agua, compadre... Miren cómo está la avenida Bolívar, allá, miren, y la avenida México, allá... y las Fuerzas Armadas, allá... y la Lecuna, allá, la Baralt, la Urdaneta... Bueno, hoy es el día de San Francisco, ¿verdad?, esto es lo que llaman el Cordonazo de San Francisco...’’. Así comenzó Hugo Chávez su último cierre de campaña, aquel memorable jueves 4 de octubre, cuando todavía el sabor de la campaña se sentía. Nunca había ido a una marcha de Chávez en la que estuviera dispuesto a caminar. Esa era, en verdad, mi primera experiencia seria en esa tradición política tan importante de los últimos 16 años. Por eso me fui equipado: debajo del suéter, que me iba a proteger de los aires acondicionados a toda marcha en las aulas de la universidad, tenía los ojos de Chávez mirando desde mi propio pecho, en una camisa azul que esperaba ansiosamente ver la luz. Afuera hacía sol, y al salir de clases tuve que quitarme el disfraz de universitario, absolutamente racional, para dejarme llevar por la emocionalidad que me dirigía. Al inal, ese era el único volante posible en un momento como ese: en nuestra cabeza estaba la enfermedad del Presidente, el recorrido incesante que acababa de hacerle a todo el país, la cercanía de las elecciones y ese sentimiento indescriptible que fue capaz de generar. El despojo del suéter, en realidad, fue como remover una máscara que me carcomía la cara.

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El Metro abarrotado de gente. La calle cada vez menos visible. De pronto, el calor intensiicándose. De pronto, el Sol derritiéndose en una nube asomada. Me reuní con unos amigos. Los vi desde lejos. Nos acercamos y caminamos juntos. Dimos una vuelta extraña por el centro de Caracas. Bajamos por la avenida Baralt y cruzamos hacia La Hoyada cuando, de pronto, un trueno sacudió la algarabía de todos. “Mierda’’, pensamos, porque ¿qué más puede uno pensar?, y nos refugiamos en el mercado. Ahí me agarraron la mano. Yo sonreí. Me sonrieron. Supe que estaba feliz. No estaba en una iesta. Estaba en la marcha más multitudinaria de la historia y me olvidé de todo. Ese día no existía otra cosa además de las siete avenidas, la compañía que tenía cerca y el tipo que pronto asomaría su vozarrón por encima de esa heterogeneidad llamada chavismo. Lo demás como que se desvanecía. El fenómeno emocional causado por Chávez era real. No era cuento. Cualquier ser humano metido en ese gentío hubiese terminado llorando a moco suelto. Después, salimos del mercado. Pasamos por debajo de la avenida Bolívar buscando quedar cerca de la tarima, pero salimos detrás de ella. La lluvia arreció. Un río bajaba de unas escaleras. No había sitio para dónde coger. De pronto, un silencio. De pronto, un escándalo. De pronto la voz, esta vez sí, sonando, y yo sonriendo detrás de la tarima sin poder verlo.

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ciudad

piChones de sibarita

montaña Gourmet nuestra seCCión de gastronomía Cambió de paisaje solo para tener donde esCribir más. Caminamos tres horas y media Cerro arriba para Comer. eso es CaraCas y esta es la historia POR MERcEdEs cHacín • @meRcedeSchacIN / FOTOGRaFÍaS MicHaEL Mata

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o ir e sg bl de e la rie u e u p p s A Im Se

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Calidad Ambiente Atención

Paz en la montaña

En construcción. Por aquí pasará el teleférico de carga

Esta crónica empezará por el principio y terminará por el inal. No es una obviedad: hay crónicas que empiezan por el inal y otras que nunca se escriben. No habrá idas ni venidas temporales, eso que llaman en cine lashback. Solo si me pongo nostálgica escribiendo, y eso puede pasar en cualquier momento, los someteré a esos vaivenes… ya veremos. Empezamos a subir a las 9:45 de la mañana por la entrada mentada Sector Gamboa del mágico Waraira Repano, anteriormente conocido como cerro El Ávila. Fueron casi 6 kilómetros subiendo durante tres horas y media hasta la estación teleférico, que está a una altura de 2.150 msnm. Es la segunda oportunidad que hacemos este recorrido. La primera vez llegamos en 5 horas, lo cual quiere decir que he mejorado mi desempeño como excursionista, actividad que inicialmente tenía como objetivo quitarme unos cuantos kilos de más de mi cuerpo que está, justo hasta la coronilla, a 1,53 msnm. Así so-

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Mecedores

jar, a su vez, el huevo y que la cáscara salga más fácil. Imaginarán ustedes que no tenía esa facilidad en la montaña. Me quejaba de ello cuando el pichón redactor invitado dijo: “El lado positivo es que lo podemos compartir con los pájaros”. La cáscara, no el huevito. Así fue. Los cotones las desaparecieron en un “nos vEMos En La cRuz” Tres huevitos salcochados, agua, una bolsita santiamén. Dejamos a los pájaros come cásde caramelos de chocolate, buen calzado y cara y seguimos. ganas fueron los nutrientes del trayecto a pie. La primera parada fue en La Cruz, que ahora tELEFÉRico dE caRga dice “Paz”. Nos separamos por primera y úni- En una curva vimos un paisaje no recorca vez. “Nos vemos allá”, fue el acuerdo. Des- dado, la montaña atravesada por los funitino al que llegué en 1 hora y 3,5 kilómetros culares apareció casi como una imagen didespués. Mis compañeros ya estaban des- vina. Había unos 30 hombres y una mujer cansando. Ahí consumimos nuestra primera trabajando en el lugar. Tenían agua. Les provisión: dos huevitos desaparecieron en pedimos. Llenamos los termos. El agua dos estómagos porque el fotógrafo Michael estaba friíta, revitalizadora. Averiguamos aún no lo requirió. Mientras pelaba el huevi- en qué andaban allí y nos ijamos que ellos to pensé en que debí quitarle la cáscara en la fueron los responsables de “abrir” aquecasa. No es fácil pelar huevos en una monta- lla vista. Uno nos dijo: “Estamos consña. Mi técnica para eso, en casa, incluye agua truyendo un teleférico de carga hasta el y mojar los dedos de vez en cuando para mo- Humboldt”. Noticia buena de montaña. mos de minúsculas y así de alta es la montaña que cuida a la sultana. No llevamos mucha comida porque la idea ija era coronar con un Pichón de Sibarita en la estación Teleférico. ¡Y miren que lo logramos!

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09 Restaurante La Cima Dulcería Cheverito Hotel Humboldt

Venta de heladitos

IluStrACIón ChArleto

Cruz del Ávila

Antena Mecedores

Sector Gamboa

Caminamos desde aquí abajito (en la ilustración en amarillo) hasta la cima. No es poca cosa

Seguimos subiendo y dos metros más arriba de donde está escrito en el piso —en amarillo— “3.607”, hicimos la segunda parada. La ingesta de energía estaba prevista ahí, en la casa donde venden los heladitos, para comerlos y para aprovisionarnos de agua. No había agua (porque se estaban llenando los tanques), así que la que nos regalaron metros atrás nos salvó la vida. “Vasitos” les decimos en Altagracia de Orituco a los heladitos. En otras partes se conocen como “tetas”. Siempre hay que chupar, cualquiera sea la presentación, y estos tenían tan cristalizado y duro el hielo que la sinhueso resbalaba sin lograr probar. Había de fresa y tamarindo. Fueron tres de tamarindo. Ahí empezó la subida de la cuesta más empinada del trayecto. Mata contó que ha estado con gente que se devuelve de ahí. Pero como recién habíamos ingerido el huevito, el heladito y la agüita hubo fuerza para continuar. Hasta…

carajos hago aquí y por qué no estoy durmiendo?”), encontramos a Mecedores. Mecedores es un lugar que se hizo famoso en Venezuela. Tal vez en pocos países se sepa con tanta precisión dónde están las antenas repetidoras de las señales radioeléctricas, que permiten que veamos televisión por señal abierta. Nos vino a la mente Chávez y el año 1992. Nos vino a la mente el blackout de 2002. Pensar en Mecedores es pensar en el país y en lo difíciles que han sido estos años para quienes hemos sufrido el poder que tienen los medios de comunicación. Los medios, que deberían facilitarnos la expresión, la comunicación, la interacción, se pueden convertir en máquinas de mentiras, manipulación y muerte. Los ejemplos sobran. Por desgracia nuestro país está inmerso en ese mundo de guerra no convencional, que no por eso deja de ser letal. El capítulo de la guerra civil en Venezuela se ha atizado tantas veces desde los medios que parece un cuento. Por eso queremos que se quede allí, en la más esplendorosa icción.

y Mérida y yo al placer de comer las frutas conitadas (es la manera menos atractiva para mí de comer chocolate, pero esta vez se trataba de revitalizarse y ya) bañadas en chocolate. Para llegar allí transitamos caminos muy verdes, muy planos algunos, fascinantes siempre. La seguridad de que estábamos cerca de nuestra cima nos hizo comer, beber y seguir. Puro trámite de excursionistas. Las voces de niñas y niños nos anunciaron el objetivo logrado. Uno sale de un huequito absurdo, pues nadie sabe que está allí el momento “cumbre” hasta que alguien asoma una cabeza. Se siente bien llegar. La gente que una se encuentra en la estación teleférico Waraira Repano está vestida distinto. Bufandas y suéteres de colores danzan por el lugar. Perfume y talco contra el sudor del esfuerzo.

a coMER

El hambre a esa hora, después de caminar tres horas y media, es anormal. Así que empezamos por el inal y nos zampamos MEcEdoREs un chocolate caliente orgásmico para ser, Después de la empinada cuesta, de la que se La tERcERa PaRada sale como se puede (cuando una está bur- En la tercera, y última, parada Mata sucum- sencillamente, felices por un instante. Y lo da de mamada siempre se pregunta: “¿Qué bió al placer de quitarle la cáscara al huevito fuimos en la Dulcería Cheverito atendida

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Tamarindo cristalizado

por Tatiana Leguizamo, natural de Galipán, pueblo que no visitamos pero al que hay que ir. Compramos alfajores de hechura galipanera y nuestra felicidad se extendió un poco más. Una vez felices seguimos caminando para hacer el pichón salado, porque ya habíamos cambiado el orden empezando por el postre. Caminamos casi a tientas. Buscábamos un lugar para comer caliente e introducir los pies debajo de una mesa. Lo encontramos en una cima. El restaurante se llama igual, La Cima, y ese día estaba empezando con nueva administración. De las 12 mesas habían tres ocupadas. Nos enteramos de varias cosas. Que era un restaurante del Estado (Inparques), pero que pasó a manos privadas. Y que en manos privadas ya tiene seis meses y que en seis meses ha cambiado de manos privadas tres veces. Eso, y que el personal estuviese muy nervioso por unos

Nueva administración

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¿Qué necesidad hay?

Chocolate orgásmico

HoRaRios

Todos los días, excepto los lunes, de 10 am a 7 pm PREcios

Desde Bs. 5000 hasta 20.000. La salchicha polaca cuesta Bs. 5357 y se puede compartir FoRMas dE Pago:

✓ efectivo Cesta ticket

✓ Débito ✓ Crédito

visitantes imprevistos armados con una cámara fotográica, no impidió que comiéramos una rica parrilla. La parrilla para dos personas, que aparece así en la carta, alcanza para tres que coman poquito. O para tres que no vengan de caminar tres horas y media. Así que pedimos también

Premio al esfuerzo

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salchichas polacas para completar la inusual comilona. La parrilla llegó inamente picada, salteada, con cebolla y pimentón y carne de res y pollo. La salchicha polaca está hecha con “cortes de carne de res y de cerdo, aderezada con sal, pimienta blanca y especias naturales”, según reza en la carta. No es barato pero tampoco taaaaan caro. Vaya si tiene con qué pagar y que no le remuerda la conciencia en estos tiempos de crisis. Más acá de La Cima usted puede optar por otras opciones en las distintas luncherías que hay en la estación. Las cachapas y los sánduches se consiguen a precios más solidarios, aunque el chocolate caliente ya va por los casi 1.000 bolos el vasito. Los orgasmos no son gratis (¿o sí?), aunque siempre se puede hacer “cumbre” y ver estrellas a fuerza de pedal y pulmón, a fuerza de amor y ganas. Usted elige.


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cRónicas oFicinEscas

merecer POR REinaLdo ituRRiza @ReINaldOI IlUSTRacIóN JEssica MEna

En cierta oportunidad me reuní con mis compañeros de caravana para contarles que una vez casado habían tenido que pasar diez años hasta que, por in, en 2008, compramos nuestro primer apartamento. Tenía yo 34 años y una niña de 7.

Una lectura supericial de nuestra historia reciente nos llevará a la conclusión de que tales son los efectos indeseados de la bonanza económica que experimentó el país gracias al alza de los precios del petróleo. Un análisis más a fondo nos exige comenzar por el principio: sin la descomunal inversión social del Gobierno Bolivariano, que hizo que Quise transmitirles lo que, estoy seguro, los muchachos de mi gene- millones de venezolanos salieran de la pobreza, cosa que, a su vez, fue ración tenían un poco más claro, no así los más jóvenes: una casa, un posible única y exclusivamente por la irreductible voluntad del pueblo carro o, en general, cualquier bien material no era algo que te caía del venezolano de defender su democracia, nada parecido a la tan mentacielo, y muchísimo menos algo que estarían en posición de obtener por da bonanza hubiera tenido lugar. su cercanía a un ministro. Lo que hoy tantos muchachos desclasados, malcriados y cortoplacistas Por estos días he recordado mucho aquella reunión. Por diversas razo- reclaman como “derecho”, no es más que expresión de la deriva consunes, mi señora madre ha vuelto sobre el mismo comentario en varias mista de eso que a la mayoría del pueblo venezolano tanto le ha costaocasiones: no puede entender esa tendencia que advierte en muchos do construir y defender. jóvenes, recién graduados universitarios, que se creen merecedores, en el corto plazo y sin tener que sortear mayores obstáculos, de todo aque- Tendrían que comenzar por asimilar que no se merecen nada. Mejor llo que a mis padres les costó años de trabajo muy duro y privaciones dicho: para merecer el premio de una vida mejor, tienen que ser dignos de él. Sentir un poco de respeto por la gente común y corriente, la de toda naturaleza. mayoría de la cual no aspira una vida de lujos sino vivir con dignidad. Peor aún, pareciera en aumento la cantidad de jóvenes que abandonan Gente que no tiene tiempo para quejarse porque está ocupada trabasus estudios y se dedican a hacer dinero para poder sufragar lo que, sin jando para resolver sus problemas cotidianos. Gente que no se creyó ninguna discusión, son lujos: teléfonos móviles de última generación, el cuento del individuo que sobresale pisoteando a los demás, porque sabe que el abismo solo podremos evitarlo estando juntos. ropa y calzados de marca, accesorios, iestas, viajes, etc.

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MÚsica

sWing latino

ariana Dao: “no intento imitar a naDie” algunos CrítiCos la Comparan Con la india, Christina aguilera y otros artistas que han ejerCido influenCia en ella por sus altos registros de voz, pero la joven Cantante asegura tener su propia magia POR ángEL MÉndEz / FOTOGRaFÍa EnRiquE HERnándEz

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13 —¡Cállate!... ¡Cállate!... ¡Deja la gritadera!...

—Participaste en el Latin American Idol.

—Okey. Me encerraré en el baño y no se quejen....

—Sí. Quedé en el puesto 13 de las inalistas. Fue una gran experiencia porque aprendí a moverme en un escenario, a compartir con otros colegas y todo lo que hay que hacer tras bambalinas. Una cosa es lo que ve el público y otra la que se cocina tras el telón. Una aprende a desenvolverse en este medio, que no es nada fácil pero hay que aprender de alguna manera. Hay que estudiar siempre y con disciplina. En el mundo del arte no se termina de aprender. Esa interacción entre colegas te ayuda a madurar.

Buscaba las partituras, la laptop y los audífonos. Allí pegaba cualquier cantidad de lecos que —muy a su pesar— inundaban el ambiente. Al inal, todos entendían que la “niña” estaba labrando su futuro, aunque había una condición: terminar la carrera universitaria. —Y la terminé. Me gradué de abogada, aunque muy poco he ejercido porque lo mío es la música, siempre lo fue. Ariana Isabel Dao Bolívar, mirandina para más señas y con un vozarrón de esos que hacen temblar la tierra. No las ha tenido todas consigo, quizás porque se maneja en un medio “bien rudo”, como ella misma lo señala. La salsa no es juego de carrito, dirían los panas de Cotiza, pero ella se da su lugar y no está dispuesta a dar concesiones. —Sé lo que tengo en la garganta. Ando buscando mi camino y estoy segura que, con la ayuda de Dios y de gente amiga, lo voy a lograr. En verdad Ariana tiene poco tiempo de haberse lanzado al ruedo. La seguimos desde que debutó como salsera en la plaza del Banco Central de Venezuela. Es una chamita, aún no cumple los 30 años. Nació en Los Teques un 9 de septiembre de 1989, y de esos lleva como siete en el ambiente. —Pero yo comencé muy niña porque nací escuchando música. Mi mamá me cantaba cuando yo estaba en su barriga. Imagino que eran canciones de los 80. Ella quería que yo naciera cantando. —Y fue así —Ajá. Mi mamá me inscribió en la Sinfónica Infantil en Los Teques y cuando nos mudamos a La Victoria entré en la orquesta del colegio. Grabé mi primer disco a los 12 años de edad. No recuerdo qué tipo de música, pero era versátil e inédita. Allí me percaté cuál sería mi destino, y me gustaba.

en la sala de mi casa no podía estudiar... me mandaban a callar. “¡Muchacha deja la gritería!”, entonces me encerraba en el baño y practicaba una y otra vez para llegar al tono de La India, Luis Miguel o Christina. Me encantaban los registros altos y no me quedaba quieta. Busqué métodos que me ayudaran a expandir mi registro vocal y hacía ejercicios todos los días, practicaba y no desmayaba. Era contralto y ahora soy soprano ligera. Eso lo logré con estudios, pero no porque yo quisiese imitar a La India o a Marc Anthony, no; lo hacía y lo hago porque es mi meta personal. Me gusta que me escuchen hasta los que no están en la sala.

—¿Tocas algún instrumento? —Me gusta el piano. No llego a Beethoven, pero me sirve, más o menos. Lo toco para las composiciones y para practicar con la voz. Te digo: hay que estudiar todos los días para mantenerse en forma y estar al día. —¿Giras? —Grabé un disco con Universal para ser distribuido en México en 2012 e hice una gira para promocionarlo. También estuve por Argentina, Colombia y Panamá, pero fue en México donde me recibieron de lo mejor, quizás porque fue en ese hermano país donde fue lanzado. Además, a los mexicanos les encanta la salsa. —Hay quienes dicen que intentas copiar a La India. —No puedo negar que ella ejerció en mí una gran inluencia, pero no creo que la imite. Cada quien tiene su estilo, su magia, su voz y creo que es posible que haya algo de similitud en el timbre, pero no trato de imitarla. Te digo, pienso que cada quien tiene su magia y su voz y los críticos están en todo su derecho de opinar, porque cada quien tiene una percepción distinta de las cosas. La India, Christina Aguilera, Luis Miguel, artistas que admiro y admiraré por siempre, pero voy buscando mi estilo, mi propio sueño. —Pero buscabas esos tonos. —Claro. No llegaba, pero me gustaba como lo hacía. Me encerraba en el baño porque

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Recientemente tuvimos la oportunidad de admirar a Ariana en el auditorio de la Cantv. Confesamos nuestro fanatismo, porque Ariana está llena de esa ingenuidad de quienes comienzan y posee el preciado don de aquellos que en cualquier momento despegan para ser inalcanzables. Sin proponérselo crea polémicas en su entorno. En ocasiones la gente no perdona el talento. Cierto que le falta mucho camino por recorrer, pero siempre habrá escollos a ser salvados. —¿Por qué la salsa? —Me gustan todos los géneros. Canto baladas, boleros y hasta rancheras. Para mí la salsa es un estado de ánimo y por eso me agrada. Hay gente que me preiere como baladista y otra como salsera. Intento complacer a todo el mundo, según su ánimo. Fíjate que hay gente que cree que yo abuso de mi voz, pero no es así. Cuando canto me transformo y expongo lo que siento. Si alzo mi voz es porque me ha dado nota hacerlo en determinado momento, no por exhibicionismo ni nada por el estilo. Es lo que siento. —¿Cantante o sonera? —En este país hay una sola sonera y esa es Mariana, a quien respeto mucho porque es dueña de una magia que las demás no tenemos. Soy cantante, lo que no quiere decir que en un momento dado no me atreva a improvisar. Lo he hecho y cuando me ha tocado he salido airosa. Muchas veces no me salen bien las frases, pero lo hago con cariño... jijí.

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MiRadas

el blues del reGreso a Clases bostEzos, Lagañas, coLas, doLoR Y aLEgRía dE REEncuEntRo sE dan cita La PRiMERa vEz. La sEMana dEL REgREso a cLasEs Es EL acontEciMiEnto Más dRaMático Y dEFinitivo dEL año, aunquE todos LLEvan con gaRbo La coRnada POR MaRLon zaMbRano • @maRlONzambRaNO / FOTOGRaFÍaS EnRiquE HERnándEz

Hasta el domingo pasado, Yusmary, la maestra de mi hijo mediano, se exhibía como la Venus renacentista de Botticelli en su peril de wasap, levitando en tangas sobre una montaña de conchas de guacuco en las ásperas orillas de playa Chocolate, en Higuerote. Lo único sospechoso fue el súbito cambio de su mensaje: de un seductor “el que quiere besar, busca la boca”, que mantuvo durante los dos meses exactos de las vacaciones escolares, pasó a un dolorido “limpieza, tarea y mañana la cruel realidad”, como si previera una conlagración inevitable y el dedito abajo del like desaprobatorio de las redes sociales. No había caído en cuenta, inmerso en mi espíritu estoico y ciego ante las múltiples señales del más allá: movimientos espasmódicos y ralentizados de los carajitos del barrio; el repliegue de las hordas infantiles que, hasta unas horas antes, tenían tomados en actitud beligerante los parques y las plazas; melancolía inexplicable entre las guacamayas y los monitos capuchinos del parque Generalísimo Francisco de Miranda; dolor de cabeza y ansiedad en más de una mamá prehistérica; un repentino reacomodo de los clósets donde, hasta el sábado, reinaba la hecatombe; padres como hordas zombis buscando rebajas en las librerías atestadas. Acontecimientos perfectamente atribuibles a cualquier fresco de la crisis y sus síntomas capitalinos o a una escena de una película llamada Gremlins 2: la nueva generación. Fue a las 5:15 de la madrugada del lunes 26 de septiembre, en medio de un estallido de taconazos en los pisos superiores de los apar- Los bostezos evidencian que hasta ayer dormían a pierna suelta

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“¿Nos vamos o nos quedamos?”, parece preguntar una madre rodeada en el Metro

“Es por tu bien”, le dice mamá

tamentos, chillidos agudos como de vampiros estrangulados con collares de ajos, golpetazos de puertas, latigazos, chorros de agua mugiendo como un rumor laborioso, licuadoras rugiendo con nervio salvaje y madres orando en lenguas desconocidas que la dura realidad nos sacó del letargo de los 60 días más felices del año para imponernos la realidad más opresiva y urgente, que será nuestra y cotidiana hasta el mes de julio del año que viene: empezaron las clases, papá.

Canaima, como detalló la semana pasada el Vicepresidente Ejecutivo Aristóbulo Istúriz.

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Según el psicólogo-orientador y docente de la UPEL (Universidad Pedagógica Experimental Libertador) Wladimir Oropeza “la atmósfera psíquica del comienzo de clases es de mucha incertidumbre, estrés y un tanto de aderezo de desesperanza en muchos y esperanza en otros, por aquello de ‘no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista’. Otros dicen: ‘Todo cambia’, verdad enunciada por Sin embargo, uno no se atreve a resignarse y Buda hace muchos siglos y recordada musicierra los ojos con más fuerza, pretendiendo calmente por Mercedes Sosa”. espantar lo que en la vigilia del sueño aún tiene aspecto de pesadilla. Pero la realidad cien- Para los padres, madres y representantes suele tíica se impone con fuerza descomunal cuan- ser una faena costosa, compleja y deinitiva, do los chamos te soplan al oído, y sobre las hasta nuevo aviso. Para los educadores de vocobijas, la sentencia que marcará para siem- cación un apostolado de las grandes causas, pre tu destino: “Que manda a decir mi mamá para los menos comprometidos una ladilla que ¿a qué hora nos piensas llevar?”, mientras remunerada. Para los alumnos, casi siempre, uno recuerda los versos de Andrés Eloy: “Los un trauma o un reencuentro. niños debieran / dormir a las madres / yo tengo mi niño / para que me cante”. Antes era obligatorio el equipaje nuevo, la lonchera temática, la ristra de útiles muy inútiles, los cuadernos impolutos forrados de a Punta dE caYaPa El país entra en shock: casi 8.000.000 de pe- papel contact unicolor, la raya del pelo por el queñas almas se incorporaron a partir de ese medio y hasta engominado, los pocholines día a las clases en poco más de 30.000 institu- lustrosos y virguitos, la camisa planchada miciones educativas. Eventualidad nada aleato- limétricamente y la peste a colonia mimadito ria que implica para el Estado jornadas como que duraría hasta el viernes, cuando regresael Plan Cayapa Escolar 2016, que permitirá rían de su primera semana triunfal podridos la entrega paulatina de 200 planteles rehabi- a goma de borrar y virutas de lápiz Mongol. litados y la distribución de más de 1.500.000 Pero eso era antes, insistimos, porque esta vez combos de uniformes, más de 7.000.000 de reinaron los largos maratones de bostezos, lacuadernos, más de 5.000.000 de morrales, gañas reforzadas con más lagañas, las suelas más de 20.000.000 de libros de la Colección de los zapatos remendadas, los cinturones reBicentenario y más de 300.000 computadoras tintados donde el árabe de la esquina, camisas


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Los reencuentros son la fiesta del primer día

heredadas de un primo lejano y mucho más grande, los pantalones adquiridos en las ventas de garaje o, directamente, en una acera de la avenida Baralt. “Es sumamente importante posicionar la cultura del reciclaje y de la reutilización de materiales, textos e instrumentos didácticos en todo el sistema educativo como un valor que contribuya a moldear y orientar las acciones educativas y formativas, y sirva, a su vez, para contrarrestar los efectos del consumismo y el despilfarro que marcó la vida de los venezolanos. La escuela constituye el escenario natural para propiciar un cambio cultural de valores y la adopción de herramientas para aprender a enfrentar las nuevas circunstancias. La crisis como una lección permanente para enseñar y cambiar el sentido a muchos actos de nuestra vida cotidiana”, nos comenta Nelson Oyarzábal, antropólogo y educador.

Directo a la molienda, dice una canción de Pink Floyd

gangas, a través de los grupos en redes sociales donde es posible hallar maravillas a costo de emigrante. “De alguna manera, en este año hay un gran cambio porque muchos estudiantes no cuentan con sus útiles nuevos sino los mismos, más que usados, para volver a clases”, agrega Denitze Veludo, coordinadora de Servicios Educativos, Formación y Acompañamiento Pedagógico de Provive (Asociación Provida de Venezuela). Lo conirman, en carne propia, Yumita y Carlitos.

Yuma Dalmagro es mamá sola de tres estudiantes de bachillerato. Le pregunto por anécdotas graciosas, para ponerle color al asunto, y aunque es muy risueña responde agriamente: “Realmente anécdotas graciosas no hay, por lo menos este año solo hay preocupaciones. La verdad, en mi caso ni he podido inscribirlos. Apenas hoy Alfredo terminó de traerme el dinero de Vero y ni buscando REbaJas No le falta razón: este año, a la novedad de hablar de los demás gastos. Me pagaron con la supervivencia física se le añade la supervi- cuadernos mis trabajos de costura; bueno, vencia virtual a través de la caza de ofertas y mejor uno no sigue o termina llorando. Pero,

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como dicen, pa’lante que por los chamos vale el sacriicio”. Carlos Mambel, un administrador que vive en El Junquito y trabaja en Caracas, también la chilla junto a su esposa: “Comienzo de clases muy apresurado, la situación económica para los padres muy fuerte por tratar de comprar uniformes, zapatos, útiles. Mi experiencia es corre para aquí y corre para allá. Buscar un cupo en otra institución, buscar lo mejor. Buscar lo bueno. Buscar lo barato. Hacer lo imposible para conseguir los útiles, hablar con panas que tengan librerías para conseguir precios. Reutilizar lo viejo, mandar a hacer los uniformes. Ver cómo hago porque mi hija estudiará en Caracas y no en El Junquito, que es un trecho más largo y más fuerte para la niña”. El informe de la Consulta Nacional por la Calidad Educativa 2014, concluye: “La familia, la comunidad y la escuela, con todos sus actores (estudiantes, docentes, personal administrativo y obrero), deben asumir responsablemente su participación activa en la gestión educativa, garantizando una buena administración de


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Casi 8.000.000 de estudiantes entonan para un nuevo año

los recursos y los ines esenciales de la educación liberadora y así formar para transformar con calidad. El Estado Docente, en el marco de sus políticas educativas y sus instituciones, debe vincularse con la escuela, la comunidad y la familia a través de las diversas formas de organización que existen: Comunidad Educativa, Consejo Comunal y Consejo Educativo, entre otros”.

doLoR dE PadRE Quizás uno sufre —por la corredera y los gastos—, el Estado echa el resto de último minuto y las maestras se estresan, pero los chamos viven todas las experiencias extremas de su dócil edad: el reencuentro, los compinches del recreo, la fascinación por la cantina, el disparo de taquitos, los compañeritos nuevos, los noviazgos infantiles macerados por la distancia vacacional. Escribía Francisco Umbral: “Más que quebrados y sintaxis, lo que necesita el niño pequeño es sol”. “Es agradable y hasta conmovedor ver el desile de niños llegando el primer día a su jardín de infancia o a sus aulas de educación inicial. Unos entran rápidamente en conianza y se

Menos sintaxis y más sol recomendaba Paco Umbral

PaRa Los PadREs suELE sER una FaEna costosa, coMPLEJa Y dEFinitiva, Hasta nuEvo aviso. PaRa Los EducadoREs dE vocación un aPostoLado dE Las gRandEs causas, PaRa Los MEnos coMPRoMEtidos una LadiLLa REMunERada. PaRa Los aLuMnos, casi siEMPRE, un tRauMa o un REEncuEntRo — adaptan, se ven resueltos, decididos, seguros; pero otros se aferran a las piernas de sus padres, representantes o responsables quienes, con lágrimas en los ojos, hacen lo humana-

Mientras retornan sigue el Plan Cayapa Escolar 2016

mente posible por dejarlos en manos de las maestras y auxiliares, las cuales son especialistas en calmar a los niños... las difíciles de calmar son las madres”, reiere Marcos Milano, docente jubilado luego de 28 años de trabajo, a quien no me atrevo a contarle las veces que he llorado, como padre martirizado, en una esquina aislada al lado de la dirección del plantel. Lo conirma Carlos Hernández, funcionario de la Defensoría Pública que dedicó ocho años de su vida a ejercer la paternidad en solitario, como prueba irrefutable de que los padres también sufren: “Fue la experiencia más importante de mi vida. Saber que dos seres humanos dependían de mí me hizo envalentonarme y echarle bolas. Nunca antes lo había hecho. Hay detalles: saber escoger el blanqueador para las chemises, hacer que se sintieran orgullosos de la merienda que llevaban, afeitarlos un día antes de la nota de citación de la coordinadora, etc.; no se veían importantes pero sí lo eran, y más cuando me di cuenta de que fueron producto de la suerte. El azar y el programa no van, pero en la crianza de los hijos todo es posible”.

Juntos, otra vez

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boLERos quE cuRan EL aLMa

“tres palabras” POR HuMbERto MáRquEz IlUSTRacIóN JuLiEtnYs RodRíguEz @jUlIeTNyS

Hay boleros que matan y otros que reviven, mas hay otros que incitan al amor, esos que piden anhelantes que se caigan las barreras, que el amor salte triunfante, que la química haga lo suyo, que una picada de ojos y una media sonrisa matadora aceleren las catecolaminas y suena en la rocola... Oye la confesión de mi secreto, nace de un corazón que está desierto. Con tres palabras te diré todas mis cosas, cosas del corazón que son preciosas. Recojan los vidrios, algo va a ocurrir en el lecho del deseo... ese es el bolero “Tres palabras”, escrito por Osvaldo Farrés. Cuenta la leyenda que el bolero “Tres palabras” fue escrito por Osvaldo Farrés para Chela Campos, “la dama del bastón de cristal”. Dame tus manos, ven, toma las mías que te voy a coniar las ansias mías... De algún texto, del que no puedo acordarme, quedó esta cita: “En 1947 (Chela) estuvo en Cuba. Al encontrarse accidentalmente con el compositor Oswaldo Farrés, le requirió: ‘Maestro, por qué no me hace una canción para estrenarla’. Mirándola a los ojos, Farrés le manifestó que no era tan fácil crear una nueva melodía, a lo que Chela replicó: ‘Pero, Maestro, si con tres palabras usted hace una canción’. Y ante tal reto, cuando llegó a su casa se encerró en su recámara y escribió esta preciosa melodía. Después, se la dio a su mujer para que ella le ‘diera el visto bueno’ a lo que había escrito: un bolero antológico que Chela estrenó en La Habana ese mismo año”... y esas palabras son: ¡cómo me gustas! Ahora va mi historia con esa maravilla de bolero, que no voy a contar en su esencia porque no me quiero repetir y porque cada vez que mis escuchas de A mí me pasa lo mismo que a usted perciben en sus oídos lo de la toma del piano por asalto en el Meliá Habana, dicen en coro: “Allá viene Humberto con el mismo cuento otra vez”. Pero solo voy a revivir la esencia. En ese episodio conocí a la bolerista más hermosa del mundo (de la exageración no se preocupen, soy maracucho; y de lo que pensarán mis otras amigas boleristas tampoco, ellas me quieren igual y entienden de lo que soy capaz cuando me gusta una mujer). Vale decir que esa noche, ni otra, pasó nada. Estaba su marido y mi querida esposa Dilcia, más los amigos del alma Leonel, Elena y Emilia. Descorché tres botellas de mi exbodega privada y aquel espectáculo de mujer, tan bella ella, me regaló su CD. Varios años más tarde, al fragor del piano y el saxo, escuché en mis oídos su voz melosa que me decía: ¡Cómo me gustas! Me había quedado dormido frente a la compu... y desperté.

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sobERanías sEXuaLEs

la amenaza POR naiLE ManJaRRÉs IlUSTRacIóN L. “RazoR” baLza

Por ahí, unos que me quieren defender dijeron que yo no era amenaza, me victimizaron con eso de que era “esperanza”; pero se equivocan, soy un peligro. Porque las cosas que en 1989 me hicieron explotar hoy no bastan para salir a buscar mi muerte. Esta vez sé de quien esconde lo que necesito para que deje de pensar. Es el mismo. De quien me cansé porque me follaba... mal, como una bestia que coge para acabar, sin más. Acostumbrado a que por hambre, y no por gusto, me arrodillara a chupar. Es el mismo que me invita a ceder, a claudicar, a pactar, a dormir con el enemigo, a perder la fe en los que están conmigo, para apropiarse de lo que a fuerza ’e sangre, plomo y convicción construimos. El mismo que repite cada día por Twitter, por Facebook, por la prensa que cualquiera, sea de donde sea y como sea, me supera. Que se quiere ir pero ni por el coño se va. Claro, ya probó lo que es follar con una chavista (no de carnet, ni de barril a 100 dólares: chavista de verdad) y no se le olvidará. Como no puede por las buenas me quiere manipular en cada bodega, en cada tienda, donde me dispara precios y ofensas a mansalva para que vuelva, para que regrese con los brazos caídos a odiarme, a repudiar lo que hago, mi trabajo y los sueños por los que decidí trabajar hace más de 17 años. Pero no bastan cuatro años de asedio, yo sí recuerdo lo bueno. No tengo memoria corta, por eso se ensaña, tiene miedo. Y ahí es donde me crezco, sigo escupiendo verdades en la ONU, en la OEA, en la Mnoal, donde sea. Hice nota de cada injusticia y expoliación cíclica, y se las saco en cara, y le denuncio. Sabiendo que de los 17 minerales que codicia, 15 tengo y se los doy a quien me sepa complacer y retribuir, sea negro, sea chino, sea ruso o iraní. Ahí es donde me levanto. Demuestro su decadencia infantil, su prepotente impotencia de ya no ser la principal potencia ni puerta de salida o entrada. En su cara, ante toda su prepotencia mezquina, sigo inspirando a muchas que hoy no le creen nada y se le alzan. Por eso vengo cargada, soy un peligro, una amenaza que ya no es suya. Es rica, y soberana. Pobre, y soberana. En crisis, pero soberana. Sí. Una amenaza, inusual, estrecha, mojada, creativa y extraordinaria.

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cRítica Y MEdia

la trama Cotidiana

tras el disCurso

LA TAREA ESCÉNICA Si alguien camina desde la entrada hacia la zona este, por los espacios abiertos del Teatro Teresa Carreño, cada tanto se topará con un grupo que podría estar ensayando unos pasos de mambo, más allá otro de casino y, así, break dance, teatro, tango, joropo, risoterapia, etc. Si continúa su andar, pasará por un lado de la escalera que sube a otra terraza, que hoy ocupa una de “las Patanas”. Más allá llega a un espacio mitad techado. A la derecha se encuentra con una baranda de cemento armado. Si se asoma observará, en diagonal, a unos 5 o 6 metros por debajo, la Sala de Ensayo Beracasa. Allí, en la puerta, nos encontrábamos un jueves a las 2:30 de la tarde, esperando para mirar el ensayo de un grupo de danza. Desde la puerta de la Beracasa, mirando al frente, en diagonal, cinco metros hacia arriba, advertimos cómo alguien se lanzaba, con intenciones de caer de pie, desde la baranda que mencionamos en el párrafo anterior. El saltador no tenía ningún atuendo que indicara que estaba practicando parkour y mucho menos lo indicó su forma de aterrizar. Intentó levantarse y andar, pero esa de Lázaro tampoco le funcionó. Algo roto en una de sus piernas, o en ambas, se lo impedía. Así que se sentó, de espaldas a nosotros, en el borde de un jardín que estaba a menos de un metro de donde cayó. Su actitud era la de una persona que miraba interesado a uno de los muchos grupos que aprende o ensaya en estos espacios.

Lo observaba atónito. Era evidente que una urgencia propiciada por alguna fechoría lo había impulsado a tal acrobacia. Lo sorprendente era su apariencia relajada, no se le veía nervioso y —más insólito aún— no mostraba dolor. El drama se desarrolló unos minutos después, todo previsible y un tanto adocenado. Chicas acusadoras, guardias nacionales, vengadores anónimos, gritos de indignación, justicieros enardecidos, comentarios de odio, insultos de la víctima, cuentos de celulares, carteras y relojes; conmiseración y demás tópicos innecesarios —pero inevitables— que desencadena presenciar un robo y/o la captura de un delincuente. A este se lo llevaron gateando porque no podía caminar. La actividad que fui a presenciar se suspendió por otra caída: una bailarina en pleno ensayo. Ella sí que pudo expresar su dolor y su susto. Para mí era imposible no vincular ambas caídas y sus respectivas reacciones. Me vino a la mente lo que en el método de Stanislavski se llama “tarea escénica”. La del ladrón no era disimular el dolor, ni pasar desapercibido: era escapar de la policía. La tenía clara. Por eso su gran actuación. Por Rodolfo Porras

SUBVERSIÓN ABORTADA. es parte de la historia. Durante la segunda postguerra mundial, ante una europa devastada por la más atroz conflagración que haya padecido la humanidad y un emergente conflicto este-oeste (comunismo-capitalismo), eeuu (uno de los ganadores de la contienda bélica) buscaba su destino como nación amparándose en el decimonónico Destino Manifiesto y así crear la patente de corso ideal para su expansión imperial a partir de la segunda mitad del siglo XX, sobre todo. el mecanismo para llevar a feliz puerto dicha expansión giraba en torno a hacer de su cultura un lugar común universal; cosa que, en buena medida, consiguieron. la sonrisa de Mona lisa (eeuu, 2003) del director Mike newell aborda un tópico muy particular de la instauración de ese american way of life: la educación superior femenina de los años 50. Solo que la originalidad se queda en mera pretensión, puesto que intenta ser una suerte de mala versión, “modo” progesterona, de la sociedad de los poetas muertos (eeuu, 1989), pero de inferior calidad en cuanto a su postura revolucionaria. En el otoño de 1953 una docente, Katherine Watson (Julia Roberts), ingresa a la prestigiosa (desde el punto de vista de la educación formal, por supuesto) Universidad de Wellesley con el firme propósito de revolucionar la cátedra de Arte: cambiar la práctica conductista de la educación en boga por aquellos años por la duda, el análisis, la crítica. Para ello echa mano de tímidas teorizaciones de los fenómenos artísticos, tan escuetas que lejos de inspirar a la subversión hacen de la trama un bodrio con pretensiones liberales. Además, recae en un recurrente dislate: supuestamente sustentado en una educación femenina de “excelencia” —que más bien va en detrimento del desarrollo personal de la mujer— iza las banderas del feminismo de la forma más banal: la insoportable masculinización de la femineidad; cosa que evidencia, con claridad meridiana, la conducta de la alumna Giselle Levy (Maggie Gyllenhaal). El filme, en su totalidad, es un ramillete de lugares comunes de posturas contra lo establecido. Al final, parece un fresco de travesuras menstruales que quieren defenestrar todo para que todo permanezca igual. Rodolfo Castillo @magodemontreuil

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EntREvista

volvió la teta una pareja de CiClistas reCorre la Calle y la universidad Central de venezuela para popularizar la venta de las tetas heladas, una tradiCión de nuestro pueblo que evade Constantemente la muerte POR andER dE tEJada / FOTOGRaFÍaS MicHaEL Mata

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Patricia Jiménez y Yasser Ledezma son conocidos en la comunidad universitaria de Caracas por andar siempre en sus bicicletas, ambas con cavas la retaguardia, mientras se deslizan sobre los pasillos que unen a las facultades, vociferan las cinco letras que simbolizan, para una parte de los estudiantes, el momento de sosiego, de tranquilidad, la playa lejana en medio de la cotidianidad. “¡Tetas!”, se escucha de repente. Cuando volteas los ves bajándose del transporte y abriendo la cava, listos para venderte los sabores del día, que varían para que los comensales no se agobien por el fantasma agridulce de la costumbre. Primero, claro, hay que explicar qué es una teta: resulta que no solo es esa fenomenal parte del cuerpo femenino de la que todo ser humano ha chupado, sino que, además, es un helado embolsado en un plástico fino, fabricado artesanalmente, cuya forma de ingerir es a través de un mordisco inaugural que permita que después el hielo, conforme a la potencia de las succiones, vaya saliendo hacia tu boca. Yasser explica que en sus primeras ventas tuvieron que explicar el proceso: algunos querían romper el empaque cual bolsa de mercado mal amarrada; otros, más delicados en su obrar, querían desanudarla y comérsela con cuchara.

“PoR Eso taMbiÉn Es iMPoRtantE daR a conocER quE EsE HELado quE sE EMboLsa, quE tiEnE FoRMa dE tEta, viEnE dE La LucHa dE MuJEREs quE no tEnían, PREcisaMEntE, quÉ daRLE a sus HiJos Y así LogRaban una FoRMa dE soLvEntaR” _

la parte cárnica pero con gran cantidad de vegetales. Luego, con el tiempo, por diferentes cosas, decidimos cambiar a las tetas heladas. Una parte jocosa del asunto es que, como las comidas las llevábamos en bicicletas y las cavas estaban forradas de colores, la gente pensaba que eran helados y siempre nos preguntaban. La intención es dar una educación sobre la buena alimentación, hacer un rescate cultural y entregarlo en bicicleta: un producto hecho en Venezuela, con nuestra propia materia prima, además natural, para poder humanizar un poco la EL inicio dE La HistoRia Patricia (P): “Tetas heladas nace por el ciudad de Caracas. deseo nuestro de emprender y lograr una independencia económica. Comenzamos P: “La teta tiene un contenido histórico bascon las bicicletas vendiendo comidas y lue- tante importante: era el helado que realizago llegamos a las tetas heladas. Vendíamos ban las mujeres para no salir a hacer labores comidas y teníamos un grupo de personas fuera de la casa. Trabajaban dentro de ella que conquistamos a través del paladar. En con la fruta que ellas mismas producían. ese tiempo notamos que todo el mundo nos Con eso se ayudaban económicamente, lopreguntaba si vendíamos helado por la for- grando un ingreso extra para mantener a su familia”. ma en que transportábamos”. Yasser (Y): “Parte de la idea con estas comidas era que fueran almuerzos diferentes. Le agregábamos muchos vegetales porque, básicamente, los menús ejecutivos siempre tienen muchos carbohidratos. Mantuvimos

Y: “Por eso también es importante dar a conocer que ese helado que se embolsa, que tiene forma de teta, viene de la lucha de mujeres que no tenían, precisamente, qué darle a sus hijos y así lograban una forma

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de solventar, aprovechando sus conucos y el clima tropical”. Irónicamente, el helado de las mujeres tiene forma de teta. La pareja quiso rescatar ese sentido cultural de la golosina. Por ende, su negocio tiene un concepto. Ahora está esparcido por la ciudad y no se encuentra solamente en las veredas y en las casitas de los barrios. Recorren toda Caracas, ya que Yasser y Patricia tienen un servicio a domicilio cuyo rango de acción abarca lo que le den las cuatro piernas en la disciplina del pedaleo. Cabe destacar, además, que no tienen problema alguno en admitir que la teta no es invento de ellos sino un patrimonio, como la misma Patricia lo define, del pueblo pobre femenino de Caracas. P: “Para hacer la propuesta más atractiva decidimos combinar las frutas. Dulces con ácidos. Le incorporamos semillas, le colocamos diferentes ingredientes que resultan atractivos. Por ejemplo: flor de Jamaica con piña, algo inesperado para la gente. Las hacemos con jengibre, con hierbabuena, las combinamos con ajonjolí y maní”. Y: “Por lo menos el jengibre tiene muchos beneficios para el cuerpo. Entonces, la intención de estas combinaciones de frutas, las infusiones y las semillas, es darle un aporte nutritivo al helado ya que los industrializados han perdido ese aporte. Es retomar eso y poder ofrecérselo a la persona, para que la chuchería no sea vista como algo negativo: una teta helada puede servirte como una merienda que, al mismo tiempo, te da beneficios para la salud, combatiendo un poco lo que produce la industria”. Patricia y Yasser están yendo constantemente al Mercado Mayor de Coche a comprar lo que necesitan para las tetas. Después van a su casa y las fabrican. Para endulzar utilizan azúcar refinada o estevia. También tienen algunas tetas que son sin azúcar para aquellos que no puedan comerla.


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EL Fin dE La PELícuLa Resulta que los dos, para aquellos que tengan dudas, son una pareja en el sentido romántico. Se conocieron cuando él todavía trabajaba en la administración pública, en el Ministerio de Turismo tras haberse graduado de internacionalista; y cuando Patricia, administradora de empresas de turismo —precisamente—, trabajaba en el crucero que zarpaba de La Guaira y pasaba tres meses en altamar. Cuando se conocieron Patricia zarpó, como si se tratara de una película romántica. Después, cuando tocó tierra, tres meses después, la pareja decidió dejar el duro trabajo de empleado, con sus respectivas limitaciones de tiempo, para dedicarse a algo propio. La película, sostenida

por el turismo, al parecer, tuvo su final feliz. to. La trocha se convirtió, inevitablemente, en La consolidación que vino después estuvo el lugar propicio para vender las tetas. En esta historia se mezclan distintos elementos que la acompañada de la teta helada. hacen una cosa curiosa: la historia de la teta, Tras los respectivos roces con las familias y su valor cultura, la utilización de la bicicleta con lo doloroso que suele ser, al principio, el como medio de transporte y la insistencia de desentenderse de la estructura institucional la pareja en popularizar las dos ruedas para del trabajo, la pareja se enrumbó en su em- lograr una Caracas menos caótica. Eso, a traprendimiendo. Lo hicieron en los tiempos de vés de un helado que no descubrieron aquí, 2013, en pleno paro de universidades, utilizan- aunque probablemente haya estado siempre do la Universidad Central de Venezuela como en nuestras casitas más escondidas. Los dos un trocha para llegar al centro de Caracas. En caraqueños, sin embargo, tuvieron que irse al el centro no vendían mucho. En la universidad interior del país para sorprenderse del poder tampoco. Solo algunos vigilantes les compra- de una teta helada. Ella en Maracay y él en ban cuando pasaban cerca. Después, cuando Coro. Lo que sintieron tras la primera succión la normalidad inconstante de la UCV llegó, la fue el impulso necesario. El resto de la historia pareja no lograba hacer su recorrido comple- está en curso.

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ciudad

Debe continuar POR gustavo MÉRida @GUSmeRIda1 FOTOGRaFÍaS MicHaEL Mata

En la penumbra, todos los rostros invisibles de las casi 50 personas (contadas dos veces), deinían, o no, el desperdigamiento, lo inasible, la locura, lo terrible. El Teatro Nacional, ese viernes 23 de septiembre de este año rápido, se atrevió por segunda vez a ¿cobijar?, ¿recibir? un Congreso de Periodismo Cultural que, por segunda vez, tuvo en las palabras de Mercedes Chacín, una periodista que no se cree cultural, una ponencia, y esta vez se trató de La Crónica (así, en mayúsculas).

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Porque en eso creemos. La última pregunta fue: “Si tuvieran que hacer una crónica de este congreso, ¿cómo la titularían?”. A ella, la que pregunta, que está sosteniendo su cartera y sacando una cadera en ese espectacular movimiento femenino que distrae y enternece, tampoco se le ve el rostro. A ella, la que contesta (“realmente solo

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asistí a esta ponencia. Para hacer eso bien hay que, necesariamente, haber asistido a todas”), el rostro se le ilumina cuando habla de La Crónica (así, otra vez y siempre, en mayúsculas). Porque fue ella quien, en estos tiempos, retomó ese género maldito (ganas de maldecir, considerando que esta carga semántica saca y/o mete a la gente en sus casillas y/o en sus historias) para agarrarlo por el cuello, tratar de dominarlo y ponerlo a disposición de cualquier perso-


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Cuatro cronistas croniqueaban

na que quiera apretar la realidad y narrarla para que, entre otras cosas, dentro de 100 o 200 años los nietos de los nietos puedan leer cómo estuvimos resistiendo y forjando una historia que empezó a escribirse hace apenas unos 500 años. Mercedes Chacín, con su rostro iluminado, leyó: “Relatar, contar, narrar, dibujar son verbos que pueden abarcar el universo sorprendente de una crónica. Desde aquellas en las que los viajeros de Indias narraban para la colonia española lo que encontraban en esta tierra de gracia, las crónicas se han convertido en un registro de la historia. La crónica periodística también lo es en un ámbito más cercano, más cotidiano. Un ámbito en el que la realidad se transmite más allá de la oralidad, más allá de la palabra hablada. Y en ese devenir se cruza con la literatura y permite al narrador, al periodista, al escritor jugar con la icción sin apartarse de la realidad”.

La soRPREsa dE quE dEtRás dE un caFÉ con duLcEs EXista una vEndE-Paga Es La EsEncia dE La cRónica; EL sosiEgo tRas un oRgasMo Es La EsEncia dE La cRónica; La angustia tRas La EsPERanza Es, Y PoR MucHo, La EsEncia dE La cRónica _

reno, que “cuando lees una semana literatura del Siglo de Oro, terminas escribiendo como los autores del Siglo de Oro; si lees los cuentos de Édgar Allan Poe, terminas escribiendo como él; y así, en esa mímesis perpetua, encuentras tu propia voz, tu estilo de escritura. Eso es tan mágico como la crónica”, esta vez en minúsculas, como corresponde.

Tigrito queda allí, real y icticio”, y que está tan jodidamente bien escrita que no hay antología que se resista. Pero Zambrano también habló de vende-pagas y de noche, de calle y de sudores y no habló de sexo porque era viernes y estábamos en el Teatro Nacional con casi 50 personas, más de la mitad de ellas estudiantes de periodismo. Lo sabemos porque Marlon, enamorado siempre, les pidió que levantaran la mano.

Antes, apenas minutos antes de sentarse en el escenario del Teatro Nacional, por las gargantas de Marlon y Rodolfo desaparecieron sendas cervezas que envidié desde un espreso insensato y desde mis casi 50 años, con mis penumbras, con mis rostros, con mis miserias. La sorpresa de que detrás de un café con dulces exista una vende-paga es la esencia de la crónica; el sosiego tras un orgasmo es la esencia de la crónica; la angustia tras la esperanza es, y por mucho, la esencia de la crónica; y, por tanto, no hay manual, ni guía, ni corsé, que pueda contenerla. Lo mejor es tratar de agarrarla por el cuello (al género Crónica, así, con mayúscula. Agarrarla por el cuello a ella, la crónica, solo es posible si, al mismo tiempo la penetras. Pero, cuando eso sucede, si sucede, no se puede escribir) y tratar de dominarla.

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Marlon Zambrano, barba fresca, enamorado siempre, también leyó la vital crónica del profesor Earle Herrera “El doble destino de una muchacha muerta”. Y sí, es una crónica vital que sucede en un pueblo donde “la realidad salta de una tumba y le tuerce el pescuezo a la icción, la trasciende y la Rodolfo Castillo, nuestro corrector que tam- ¿Si tuviera que poner un título para una anula. Toma su lugar, se hace icción y El bién “le mete a la crónica”, aseguró, parco y se- crónica de este Congreso?... No sé.


por inDira carpio @indira_carpio

s/t

convERsación En un baño Por costumbre se acuesta en la cama a esperar a su marido que llega siempre tarde da las buenas noches bosteza Ella se va al baño aplaca la furia con su mano maestra recostada en la toalla cuando él entra y pregunta: “¿Qué haces aquí?” “Nada”, responde.

tRinos

poesía

Si tE REVUELCA LA oLA procura que sea joven, esbelta, ardiente, te dejará molido el cuerpo y el corazón más grande; cuídate de las olas retóricas y viejas, de las olas con prisa, y la peor de todas, de la ola asesina, la ola que regresa. Fabio Morábito

PoR YoLAndA PAntin (VEnEzUELA)

miguelantonioguevara @miguelgvra

Querer un poema que intuya cuándo es domingo y cuándo no.

REnacuaJos PoR AndREA GibSon (EEUU)

Un renacuajo no sabe que va a crecer. Se limita a nadar, y se igura que los miembros son cosa de ranas. La gente no sabe el poder que tiene. Se limitan a cantar himnos, y se iguran que la salvación es cosa de Dios.

Edición Número Ciento cincuenta y uno. Año 04. ÉPaLE ccs

notas PaRa consERvaR La MEMoRia (FRag.) PoR MiREn AGUR MEAbE (ESPAñA)

Se le cayó una baba sobre la alfombra, y el suelo chisporroteó como los mares del inierno. Miró a los lados, y las paredes se deshicieron como una tumba de barro. Se rascó la espalda, y mis pechos se hincharon como el mundo en primavera.

Caracas, 2 de octubre de 2016.

sEgunda vEz PoR CRiStinA PERi RoSSi (URUGUAY)

En el acto ingenuo de tropezar dos veces con la misma piedra algunos perciben tozudez Yo me limito a comprobar la persistencia de las piedras el hecho insólito de que permanezcan en el mismo lugar después de haber herido a alguien.


instrucciones Comenzando por el cuadro central se sigue el sentido del laberinto, tomando como inicio de la siguiente palabra la última sílaba de la anterior

por anDrÉs palacios cruciverbonay@hotmail.com

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16 Composición musical en varios movimientos 17 Muchos la brincan de aquí para allá o de allá para acá 18 Grupo de frutos unidos en un eje común 19 Enseñanza moral de un relato, fábula, etc. 20 Árbol euforbiáceo de América tropical 21 La ..., alma en pena de mujer que clama, en las noches, por sus hijos 22 Ciudad del Japón 23 Unidad de medida para la frecuencia de una corriente 24 Pigmento verde de las plantas 25 Lugar de difícil salida 26 Unidad de peso equivalente a 1.000 kilos 27 ... Azul famoso vals de Johann Strauss 28 Propio o relativo a la biología 29 Relativo al coma 30 Ciudad del estado Anzoátegui a orillas del río Orinoco

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soluciÓn Del anterior

1 ... Carreño, desaparecido músico y docente venezolano 2 Cadena de televisión multiestatal con sede central en Caracas 3 De varias clases 4 Doblar encorvando 5 El sargento..., jocoso personaje de la serie El Zorro 6 Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de... 7 Fastidioso, empalagoso 8 Ciudad industrial del estado Aragua 9 Calidad de áspero 10 Fiesta popular venezolana que se celebra cada 28 de diciembre en Sanare, estado Lara 11 Ezequiel..., uno de los principales protagonistas de la Guerra Federal 12 Ramo pequeño de lores 13 Poriado, terco 14 Someter, doblegar 15 Dícese del enamorado de sí mismo

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por natHali GÓmez @laespergesia Ilustración: L. "Razor" Balza

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MiNiMaNuaL paRa seR uN fRaCaso eN La CoCiNa Lo primero es asumirlo: no le gusta cocinar y siempre se inclina por la degustación o el lavado de platos. bien sea por flojera, por falta de aptitudes culinarias o porque todo se le quema, no ha podido impresionar a nadie en su cocina ni subir una foto decente al Facebook para presumir. La única buena noticia es que está librado de competir con los demás por quién hace la mejor hallaca. 1. Vaya al grano: búsquese una pareja que cocine. 2. Especialícese en quemado de olla, achicharramiento de rodajas de pan, arroz masacotúo, sopa desabrida o tajadas quemadas. 3. Competir no es el fin último de sus acciones. Estamos claros de que en la cocina usted está detrás de la ambulancia. 4. Si es mujer, exhiba sin pudor su impericia en temas gastronómicos. A veces es sensual. 5. tenga en cuenta que siempre le tocará poner la mesa, lavar los platos o, en el mejor de los casos, degustar. 6. A escondidas cocine cosas solo para usted. no le hable de sus avances a los demás. 7. Como el amor entra por la cocina, usted debe atrapar a su víctima de otra manera. Sea creativo. 8. Cuando le hablen de recetas, desaparezca. ¿Para qué participar de esa farsa? 9. Considere que procesar alimentos es una forma de subsistir. no se las dé de gourmet. 10. deshágase en halagos cada vez que le cocinen algo. Es la única manera de garantizar que vuelva a ocurrir.

TócaTe la de el zancudo loco, ahí

tuit de

MeNtiLibRos oRGuLLo y pRejuiCio este interesante libro lo llevará por los caminos espinosos, llenos de gente bien, de las urbanizaciones del este de caracas.

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Caracas, 2 de octubre de 2016.




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