contenido
Consejo Editorial
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Mercedes Chacín
Tareck El Aissami
Mancheta y demás
Editor Jefe
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El lugar más frío de Caracas
Simplemente, Clodo
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Wahari: un rebelde con causa
Alí resiste
Jorge Rodríguez Gómez Felipe Saldivia Gustavo Borges Revilla
— perfil
Directora
Carlos Cova
DirecTORa de Arte
Edarlys Rodríguez
— mitos
COORDINADOR DE FOTOGRAFÍA
Jesús Castillo
Asesor Editorial
Reinaldo González
— Caracas, monte y culebra
Coordinadora 2.0
Yanira Albornoz
Web y redeS
Joseph Castellanos Gaizka Orta
— música
Redacción
Nathali Gómez Moscoso Gustavo Mérida Ander De Tejada Marlon Zambrano
DiseñO
Lisbeth Montell Carlos Hernández Vicmairis Aguilera
Ilustrador FotOGRAFÍA
CORRECTOR
Rodolfo Castillo
Idania Bracamonte Daniela Fernández Edi Cordero
Colaboran en esta edición
Clodovaldo Hernández, José Roberto Duque, Humberto Márquez, Mercedes Sanz, Miguel Posani, Rodolfo Porras, Andrés Eloy Hernández, Indira Carpio, L. “Razor” Balza, Jessica Mena, Henry Rojas, Julietnys Rodríguez, y Neptalí Segovia. Archivo Ciudad CCS. Fotografía de portada: Maryori Cabrita.
Impresión
Complejo Editorial Alfredo Maneiro Imprenta Nacional. www.epaleccs.info epale.ciudadccs@gmail.com
Comercialización y Ventas: 0212-8080323/0426-5112114 Distribución: 0212-8085843 Depósito Legal: pp201202dc4166 Una publicación de la
@epaleccs
— miradas
O te pierdes o te encuentras
Pichones de sibarita
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Andrés Antillano
Teatro y cine
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— gastronomía
— crítica y media
En plenitud de mis azules
— poesía o nada
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— minicrónicas
LOGÍSTICA
— boleros que curan el alma
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— entrevista
Michael Mata Enrique Hernández Maryori Cabrita
— ciudad
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— libremente
Alfredo Rajoy
— EL MENJURJE
— crucicultura
Crucigrama
— el rumor de las bolas
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— la bitácora de amón-ra
@epaleccs Revista Gratuita Circula los domingos con el Diario Ciudad CCS búscala de lunes a viernes en nuestra sede: esq. san jacinto, edif. gradillas “c”, piso 1, al lado de la taquilla única de servicios municipales
Premio Nacional de Periodismo “Simón Bolívar”, 2014 y 2015. Premio Municipal de Periodismo “Guillermo García Ponce”, 2014.
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PERFIL
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Tareck El Aissami el nuevo sospechoso habitual
El aparataje de inteligencia del imperio y sus aliados satanizan al vicepresidente ejecutivo, relacionándolo con lo peor: narcotráfico, corrupción, terrorismo y crimen organizado. Además, desde la maquinaria mediática dominante se intenta ocultar o relativizar sus logros, incluyendo la captura y deportación de 75 capos de la droga POR Clodovaldo Hernández • clodoher@yahoo.com / ILUSTRACIóN l. “RAZOR” BALZA
Tareck El Aissami ya superó a Diosdado Cabello en el rol de “sospechoso habitual” de las fuerzas imperiales y de la derecha local: todo lo perverso y retorcido se le atribuye, desde una conspiración terrorista para dominar el mundo hasta la propiedad, con dinero mal habido, de toda clase de bienes. Se le acusa de lo peor: narcotráfico, corrupción, terrorismo, relaciones con el crimen organizado. Y le lleva una ventaja al anterior inculpado de todo: su ascendencia árabe, siria para más señas.
políticas antidrogas de los países latinoamericanos funcionan mejor cuando no está presente la DEA. ¿Por qué será? Los datos son irrefutables, o al menos así lo parecen, porque quienes manejan los hilos mediáticos, cualquier cosa, hasta la más notoria, puede negarse. Así, si usted lee los “reportajes” publicados por los grandes medios, y su correlato en las redes sociales, encontrará una explicación para el aparente contrasentido: el tipo detuvo y deportó a esa cantidad de lacras para hacerse pasar por “bueno” y, además, para convertirse él mismo en el capo de tutti capi. Es un razonamiento que convierte en sospechoso a todo aquel que haya actuado o esté actuando correctamente, pero ¿eso qué le importa a la maquinaria mediática?
Para satanizarlo mejor, aparte de relacionarlo con todo lo malo, la maquinaria de opinión pública dominante también se dedica a ocultar o relativizar todo lo bueno. Por ejemplo: durante su gestión como ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz (2008-2012), batió las marcas de deportación de capos El Aissami también puede anotarse en su haber como ministro la del narcotráfico a Estados Unidos, tanto en cantidad como en la puesta en marcha de la Policía Nacional Bolivariana, de la Gran Misión a Toda Vida Venezuela y de la Universidad Nacional de importancia de los reos. la Seguridad. Diego Pérez Henao, alias Rastrojo; Maximiliano Bonilla Orozco, alias El Valenciano; Ramón Antonio del Rosario Fuentes, alias Otro aspecto en el que se oculta todo lo positivo que hizo el actual Toño Leña; Daniel Barrera, alias El Loco Barrera, fueron cuatro de vicepresidente ejecutivo de la República durante su gestión como los 75 pesos pesados capturados y enviados a EEUU o Colombia, titular de Interior, Justicia y Paz es el relativo a la emisión de docusegún las normas internacionales, durante la gestión del abogado y mentos de identidad. La abogada y profesora universitaria María Alejandra Díaz dijo que “Tareck pudo sanear un organismo por el criminólogo egresado de la Universidad de Los Andes. que ninguno de los venezolanos dábamos un centavo: la famosa En ese tiempo, el gobierno venezolano logró tantos éxitos en materia DIEX (Dirección de Identificación y Extranjería). Todo el mundo de lucha contra la droga que la subsecretaria de Estado para Asuntos en este país había tenido al menos una novedad con ese organismo. Latinoamericanos, Roberta Jacobson, se “preocupó” y se vio obliga- Él, a través de la persona que estuvo a cargo de lo que hoy es el da a sugerirle a su jefa, la secretaria de Estado Hilary Clinton, que no Saime (Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Exfuese a cometer el error de prodigarse en los elogios, que se limitara tranjería), saneó esa instancia. Diseñaron una política para impea decir que por acá se estaba cumpliendo con el deber. Claro, tenían dir la falsificación de las cédulas y pusieron en marcha el pasaporte que evitar que se pusiera en evidencia un hecho muy concreto: las biométrico, que fue un avance enorme”. Caracas, 26 de febrero de 2017.
Edición Número Doscientos diecisiete. Año 05. ÉPALE CCS
04 Díaz señala que no parece, precisamente, una casualidad que una semana antes de la medida contra el Vicepresidente comenzaran las denuncias sobre la venta de pasaportes dentro del país, y luego hayan montado la olla de la venta de pasaportes en Irak para fines terroristas. En las acciones contra El Aissami, el componente racial está a flor de piel. Si el Vicepresidente se llamara Antonio Pérez o Juan López, tal vez nadie diría, con intenciones de descalificarlo, que es hijo de un pequeño comerciante. Pero como se llama Tareck Zaidan El Aissami Maddah, a menudo comienzan las habladurías diciendo que su papá llegó a Venezuela a vender mercancía a plazos. “Es hijo de un cuotero, ¿cómo es que ahora es multimillonario?”, se preguntan los escribidores de las redes sociales, haciéndose eco de las versiones según las cuales el Departamento del Tesoro le confiscó costosas propiedades en EEUU. Por supuesto, si el personaje fuese de derecha, ese origen humilde no sería un baldón, sino una honra. Se diría que procede de una familia de inmigrantes emprendedores y muy honrados. La combinación de árabe y de izquierda es más que suficiente para que el aparataje mundial de inteligencia teja cualquier maraña de intrigas, en las que aparecen mencionadas todas las organizaciones y los personajes que Estados Unidos y sus aliados han declarado enemigos: Saddam Hussein, Muamar Gadafi, Osama Bin Laden, Hezbolá, Hamás, Al Qaeda y el Estado Islámico. En el mezclote suelen añadir que el padre del Vicepresidente ha sido siempre militante radical, por lo que fue detenido, incluso, luego de los sucesos del 4 de febrero de 1992. En ese tiempo, la casa familiar fue allanada. De hecho, no es El Aissami el primer funcionario venezolano de alto nivel sobre el que se aplican sanciones derivadas de supuestos lazos con organizaciones terroristas, pues ya antes han ocurrido intentos de detener y amedrentar al defensor del Pueblo, Tarek William Saab, de ascendencia libanesa, quien ya ha sido retenido varias veces en aeropuertos por tener alertas de Interpol.
Ya en la Gobernación, ha intentado reagrupar a las fuerzas revolucionarias que se habían dispersado con el desastre moral y administrativo de su antecesor. Irónicamente, Isea, prófugo de la justicia venezolana, radicado ahora en EEUU, es una de las fuentes de las denuncias que manejan en el Norte contra El Aissami —
andanzas delictivas de Rafael Isea, otrora subalterno de confianza del comandante Hugo Chávez. Para superar los efectos de esa traición, el Presidente designó a otro de sus jóvenes cuadros. El nombramiento de El Aissami como candidato no estuvo exento de polémica, pues él es merideño (nació en El Vigía, en 1974), estudió bachillerato en el Liceo Militar Jáuregui, en Táchira, y fue dirigente estudiantil de la ULA, en su estado natal. Sus vinculaciones con Aragua se limitaban a una etapa previa a su carrera universitaria, cuando vivió en Cagua. Pese a ese hándicap, el candidato revolucionario ganó las elecciones de diciembre de 2012.
Ya en la Gobernación, ha intentado reagrupar a las fuerzas revolucionarias que se habían dispersado con el desastre moral y administrativo de su antecesor. Irónicamente, Isea, prófugo de la justicia venezolana, radicado ahora en EEUU, es una de las fuentes de las denuncias que manejan en el Norte contra El Aissami. “Es un bandido, traidor, y está refugiado en Washington, entregado al programa de testigos protegidos a cambio de aportar información No todos los adversarios son opositores recalcitrantes. También basura en contra de Venezuela”, dijo El Aissami sobre Isea en 2015. tiene algunos endógenos, entre quienes destacó en su momento el periodista Alberto Nolia, editor y conductor de los siempre hu- Como gobernador no estuvo al margen de las controversias nameantes Los Papeles de Mandinga. Nolia llegó a desarrollar una cionales, pues siempre ha dado de qué hablar, desde asuntos tan especie de obsesión en las denuncias y críticas contra El Aissami, graves como el enfrentamiento con las bandas de El Picure y otros actitud que mantuvo hasta que hizo mutis del escenario mediático, delincuentes famosos, hasta caprichos personales que pretendió darse, como el de jugar como centro-delantero del equipo profesin explicaciones. sional Aragua FC, para el que fue fichado a la edad de 40 años. Al En 2012, El Aissami dejó el ministerio de Interior, Justicia y Paz y final, aunque hubo acto de presentación y pose con la franela aurifue postulado por el Partido Socialista Unido de Venezuela como rroja (con el número 78), la carrera del Gobernador en el fútbol de candidato a la Gobernación de Aragua. En esa entidad, el parti- primera división fue verdaderamente efímera. Está claro que tiene do de gobierno venía de experimentar el trauma derivado de las campeonatos más importantes por jugar. Hasta otros descendientes de “turcos”, como Henry Ramos Allup, denigran de El Aissami por sus raíces árabes. “Ese es un califa, que anda por ahí con una botija llena de oro, comprando gente. Lo único que le falta es un turbante y un camello”, ha dicho el veterano adeco en sus chácharas pletóricas de insultos.
Edición Número Doscientos diecisiete. Año 05. ÉPALE CCS
Caracas, 26 de febrero de 2017.
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el menjurJe
Mañana y el martes sigue la programación de los Carnavales Internacionales Caracas 2017 con el gran desfile de carrozas que arrancará desde la avenida Urdaneta y terminará en el Paseo Los Próceres, para coronar con la música de artistas nacionales e internacionales en concierto.
Que el anuncio de recuperar el liquiliqui como vestido nacional y símbolo del pueblo genere burla en algunos
quédate aquí
Que La Marcha de los Claveles, en honor a Alí Primera, incluya a Caracas
caracas
se ve y se baila
Febrero y marzo están consagrados a homenajear al comandante Chávez con las obras surgidas de los creadores populares. Una muestra artesanal con piezas de cultores de toda Venezuela se exhibe entre los pasillos del Centro Simón Bolívar, en el acceso al Ministerio de la Cultura, donde se encuentran piezas únicas provenientes de muñequeras, constructores de sonido, ceramistas y tejedores de todo el país, artífices del mapa de las identidades y el amor patrio.
En marzo continúa el ciclo de talleres de formación cinematográfica para niños y jóvenes en San Agustín, como parte del programa “CNAC. Cine en Comunidad”. El viernes 3 los niños de la Unidad Educativa Fombona Pachano disfrutarán del Taller de Cine Infantil. El sábado 4 de marzo se repetirá este mismo taller en el Colectivo Unidos de San Agustín, ubicado en el sector Hornos de Cal.
Populismo “Es el término de las élites cuando no entienden lo que pasa”. Rafael Correa, presidente saliente de Ecuador
Caracas, 26 de febrero de 2016.
«
La Compañía Nacional de Danza estrena su pieza Hermética y repone Pascua de Miguel Issa, en funciones de sábado 4 y domingo 5 de marzo en el Teatro Municipal de Caracas, a las 5 de la tarde. Para mayor información las redes son: @fcndanzave y Fundación Compañía Nacional de la DanzaVenezuela en Facebook.
No puede llamarse muerto « Edición Número Doscientos diecisiete. Año 04. ÉPALE CCS
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MITOS
el sitio más frío de caracas POR ander de tejada ILUSTRACIÓN JESSICA MENA
Hace algunos años, el sacerdote Matías Camuña, en una entrevista para Ciudad CCS, narró una serie de hechos que pueden erizar los pelos. Cuando algo así se presenta como ficción, tiene que estar muy bien presentada para lograr estremecer. Pasa, cómo no. Pero la cosquilla, la electricidad que rebota del cuello al coxis, es constante cuando alguien te lo relata como un suceso que vivió.
una fosa común llamada La Peste, en el Cementerio General del Sur, donde se encontraron 70 cuerpos sin identificar. Primero, fueron amontonados. Cuando el conflicto pasó, fueron enterrados. Por ese mismo lugar pasó Matías Camuña con un grupo de antropólogos, incansable en su tarea de desenterrar la Historia. Según sus palabras, “para evitar que le echaran cal a la verdad’’.
Esos días, cuando efectivamente reinó la cal, son difíciles de Al fin y al cabo, ¿cuántos de nosotros hemos tropezado con un desempolvar. Dos años después se abrió una investigación, pero hueso humano al caminar? ¿Cuántos de nosotros hemos olido la al poco tiempo fue detenida y los cuerpos fueron traspasados a muerte tan de cerca? Probablemente pocos. unos nichos sin identificación. No poner un nombre en una lápida parece uno de los tratos más indignos que se le puede dar Las cifras oficiales de El Caracazo, esas que dio el gobierno de a un ser humano muerto. Fallecer en anonimato es un terror coCarlos Andrés Pérez, señalan que hubo 276 muertos tras la re- mún. La identificación de dichos cuerpos sigue siendo una deuda presión policial. Sin embargo, cifras extraoficiales indican que histórica con los pobres del país. Por lo menos en algo han hehubo más de mil. Otras, incluso, se acercan a los tres mil. Lo cho justicia los esfuerzos del pueblo, en conjunto con el gobierno cierto es que el relato que persiste, unificado, a pesar de las dis- de Hugo Chávez: dar a conocer la verdad, en institucionalizar el tinciones de los mismos relatos, señalan que hubo caída tras caí- discurso que califica aquella masacre como lo que fue: un hecho da. Que aquellos días no fueron más que muerte. No por obra y atroz de un gobierno atroz. gracia del Estado..., perdón, de Dios, están los huecos en los bloques de algunos barrios de Caracas. Cosas así hacen sospechar, Cabe destacar que se han iniciado varios procesos de exhumainevitablemente, de la cifra oficial. ción de cadáveres después de aquella de 1990. En 2009 hubo otra, pero no se obtuvieron los resultados que se esperaban. Se sigue Lo que terminó de barrer a este número del imaginario colectivo esperando la justicia. Se sigue esperando despojar a los cadáveres fue la aparición, gracias a un individuo llamado Enrique Ochoa de ese anonimato tan terrible e inmerecido. Hoy, la gente sigue Antich, miembro del Comité de Familiares de las Víctimas, de esperando. Edición Número Doscientos diecisiete. Año 05. ÉPALE CCS
Caracas, 26 de febrero de 2017.
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CIUDAD
simplemente, clodo clodovaldo hernández está sonriente. otro poeta dice que la gente que dice: “otro librito más, ¡qué fastidio!” no lee libros sino revistas POR gustavo mérida • @gusmerida1 / FOTOGRAFÍAs Jesús castillo
Caracas, 26 de febrero de 2017.
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“Abajo Cadenas... ¡y viva Gustavo Pereira!”, dice un poeta militante de los misterios, sin pelos en la lengua. Lleno de poetas, esos seres con jerarquías insólitas, estuvo la presentación del libro Reinventario, de Clodovaldo Hernández, el maestro, que se inventaba a cada rato porque Clodo también le mete a la poesía, cada tanto, cí- Francotiradores de la poesía clico, como suelen ser ellos. Y ellas. “Cada día abre y cierra el ciclo, así que no deberías dejar cabos sueltos. Si mueres durmiendo, ¿qué pasaría?”, se pregunta Hernández y nos pregunta sin amenazas, que es lo que se supone que hacen los poetas. No cree el poeta y dibujante que sea conveniente dejar eso así. “Por eso te digo que el sueño es tu enemigo. Combátelo cuerpo a cuerpo. Vacía tu mente cada noche antes de que te venza”. En una fila de sillas están sentados Enrique Hernández D’ Jesús, Gustavo Pereira y Eduardo Rothe. Clodovaldo encontró en la poesía la forma ideal para escapar de sí mismo, parafraseando a la presentadora del libro de su “amigo, colega, camarada”, Milagros Pérez, quien a su vez parafraseó al Clodo “prolífico, que no es otra cosa que fructífero, productivo, abundante, fecundo, inagotable”. Pérez desconocía que Hernández escribía poesía, aunque son amigos desde la época del antiguo Congreso de la República, que no era bolivariana entonces y que hoy en día mantiene una Asamblea que no existe porque, metáforas aparte, si a la junta directiva anterior se le venció el período el 5 de enero y la juramentación de la actual fue un acto nulo, entonces no hay directiva y, en consecuencia y sin oxímoron, se conocieron en el Congreso que ya no es Asamblea y desconocía que Clodo escribía poesía. Clodovaldo en esa época era joven, delgado, tímido. En esta época también, pero las ausencias le marcan el rostro de la manera en las que su hijo Pedro se afinca para ilustrar la portada de su libro, y sus primeras palabras son: “Antes que nada, debo decir Edición Número Doscientos diecisiete. Año 05. ÉPALE CCS
Los ministros, a veces, echan un buen chiste. Otras no
que mi felicidad es casi completa en este momento. No llega a ser completa porque hay dos personas ausentes, a quienes echamos mucho de menos en la familia y que nos hubiera encantado que estuvieran aquí en este momento: mi mamá, Carmen, y mi segunda madre, mi suegra Rita, quienes se nos fueron casi juntas en 2015 y nos dejaron una abolladura que aún no hemos podido sacarnos del alma. A las dos, les dedico estas palabras”. Y habló aunque leyó, y escribimos aunque oímos: “Tomé la decisión de estudiar Comunicación Social movido por la pena. Sí, me daba pena con mi mamá, que era lavandera y planchadora de ropa ajena y también había sido Caracas, 26 de febrero de 2017.
señora de servicio, ensambladora de flores de plástico y costurera; y con mi hermano, que pese a tener solo cuatro años más que yo, se había asumido como sostén de hogar desde muy temprano. Me daba pena salir de quinto año de bachillerato y decirles que ‘voy a estudiar Letras porque voy a ser escritor’. No es que pensara que en periodismo me iba a llenar los bolsillos (era ingenuo, pero no tanto), pero al menos parecía una profesión un poco más utilitaria que aquello de Letras”. Pero Milagros Pérez también, en su presentación, habla de ética y coherencia. “Clodovaldo sabía algo muy importante
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“No estamos de acuerdo con bautizar libros con pétalos”, exclamaron pausadamente algunos poetas
de la fuente parlamentaria: la necesidad de cultivar al parlamentario como fuente sin amiguismos y más allá de sus preferencias políticas”. La entrevista que Clodovaldo Hernández le realizó a David Nieves es, en sí misma, una clase. Ese texto de Clodo finaliza así: “Bueno, luego de mucho cavilar, decidí poner acá esta nota con las palabras de Iván (Padilla Bravo) y con un alegato muy mío: yo era un adolescente para ese tiempo, así que solo tengo un conocimiento referencial de los hechos. Sin embargo, para mí lo único cierto es que a Jorge Rodríguez lo mataron los esbirros de la derecha, bajo órdenes de un gobierno supuestamente democrático que practicaba la tortura y toda clase de violaciones a los derechos humanos. Fueron esos los culpables. Buscar responsables entre los revolucionarios es prolongar indefinidamente la sucia victoria que tuvo la derecha con ese ruin crimen”.
Un amigo del poeta levanta la mano, luego se levanta y cuenta que le llamó para avisarle que en el bloque cultural del noticiero de YVKE Mundial fue incluida una reseña sobre este acto de presentación de su libro. “Entonces Clodovaldo me respondió: ‘Oye, chico, ¡así estará de calichoso ese noticiero!’”. Telonero de un libro de humor, juró que jamás iría de nuevo a un acto en el que él pudiese hablar sin llevar sus palabras escritas, luego de hacerlo esa una única vez. Tímido como pocos, ese juramento le hacía sufrir un poco, con las reservas que da ese sufrimiento del que todos, también, tenemos un poco. Laura Nazoa, la hija de Aníbal Nazoa, le dio el mejor consuelo que pudo tener: “No te preocupes porque mi papá era así: nunca iba a un acto sin llevar las palabras escritas”. Y entonces leyó sus abolladuras en el alma. Caracas, 26 de febrero de 2017.
También nos contó cómo empezó todo: “La primera novela que leí fue Las lanzas coloradas, de Arturo Uslar Pietri. Aquel primer párrafo, que dice: ‘¡Noche oscura! Venía chorreando el agua, chorreando, chorreando como si ordeñaran el cielo. La luz era de lechuza y la gente del mentado Matías venía enchumbada hasta el cogollo y temblando arriba de las bestias. Los caballos planeaban ¡zuaj!, y se iban de boca por el pantanero...’. Ese primer párrafo me permitió entender que con la palabra se podía hacer tantas cosas: que lloviera, que fuera de noche, que galoparan los caballos y hasta que la luz fuera de lechuza”.
Tensa Calma
Desde Macondo, que también es Antímano y antes de cerrar el ciclo, Clodovaldo Hernández, otro francotirador de la poesía, dispara: “Por eso te digo: no duermas sin antes salvar lo que puedas del naufragio de los sueños”. Edición Número Doscientos diecisiete. Año 05. ÉPALE CCS
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Caracas, monte y culebra
El inventario POR josé roberto duque @jrobertoduque ILUSTRACIóN alfredo rajoy
Ejercicio en Caracas, con Walterio Lanz: 32 plantas, entre medicinales, alimenticias y de esas a las que se les atribuyen propiedades mágicas, encontradas en un corto recorrido por la avenida Francisco Solano, desde Sabana Grande hasta Chacaíto. Encontramos, aparte de la inevitable pira, retoños de mandarina, lechosa, cambur, chaya (una especie centroamericana que fascinaba a los mayas y aztecas), espinaca criolla, verdolaga, bucare (del que se come la flor en un dulce fascinante), ceiba, almendrón (sus tiernas almendritas), tapiramas, pan de pobre. De las medicinales, yuquilla, flor escondido, cundeamor y corocillo, reguladoras de la tensión arterial y/o destructoras de cálculos renales; pata de vaca, poderoso hipoglucemiante (reduce los niveles de azúcar de manera rápida y violenta); túa túa (una de las plantas más versátiles del trópico: antibiótico, cicatrizante, etc.). De las mágicas y sanadoras
Edición Número Doscientos diecisiete. Año 05. ÉPALE CCS
espirituales, el popular, aunque vejado a punta de burlas, cariaquito morao, la artemisa y la sábila. Todo eso, y algo más, en un recorrido veloz de una hora. Propuesta de taller: reconocimiento de especies medicinales, alimenticias y mágicas. Objetivo: entrenamiento e insumos culturales para la sobrevivencia al margen del mercado de alimentos y de medicinas. Grupos de diez personas se van con su facilitador, armados de cámaras, libretas y curiosidad, a identificar plantas por un sector, calle o parque. Cuando hay alguna planta que no recordamos cómo se llama, pero sospechamos que sirve para algo, entonces comienza la parte interesante de la dinámica: se procede a abordar a las personas de 60 años o más, transeúntes o habitantes de la zona, para ver si conocen o han oído hablar de esa mata. En ese simple gesto el grupo estará, ni más ni menos, re-
Caracas, 26 de febrero de 2017.
montándose en el saber popular y en testimonios directos, probablemente, hasta el siglo XIX. Porque una persona de 60 años (nacida en los años 50) seguramente recuerda lo que sus padres (nacidos tal vez en los años 20 o 30) le dijeron, por referencia de sus abuelos (nacidos de 1900 para atrás). Haga usted mismo el experimento: pregúntele sobre hierbas a cualquier persona de esa edad, en cualquier parroquia caraqueña. Esta recomendación seguramente es inútil: todos hemos oído a nuestros viejos hablar del tema. Los habitantes de las ciudades se deben a sí mismos la propagación de este tipo de ejercicios, los que pudieran servir de inventario y de formación. Saber qué alimentos y medicinas gratis tenemos por ahí, creciendo de manera silvestre y en condiciones inadecuadas, e ir pensando en cómo organizar su conocimiento y difusión.
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BOLEROS QUE CURAN EL ALMA
“Convergencia” POR Humberto Márquez ILUSTRACIÓN Julietnys Rodríguez @julietnys
A Bemba, su bolero preferido En la Escuela de Letras de los 70, El Gallo, un gandul cuyo nombre olvidé porque se volvió ruin y abyecto —igual lo seguimos queriendo—, decía que “Convergencia” era el bolero matemático por aquel verso: ...la línea recta que convergió, porque la tuya al final vivió. Yo no entendí mucho, pero nunca olvidé el comentario. Sin embargo, ya más serio, Antonio Vega reseña en su artículo “Bendita Convergencia” que el bolero nació cuando Bienvenido Julián Gutiérrez fue en busca de Marcelino “Rapindey” Guerra, con un papel en el que tenía escritos unos versos que ni él ni otros compositores habían sido capaces de musicalizar. No se sabe dónde fue ni cómo ni la razón que lo motivó. Esa unión de Bienvenido y Marcelino fue una bendita convergencia. Lo grabó el Cuarteto Caney de Machito Grillo en 1939, en Nueva York, y lo cantó Johnny López. Pero la versión más conocida, por razones de mercadeo, fue la de Pete “el Conde” Rodríguez con Jhonny Pacheco, en pleno apogeo de la Fania. Panchito Riset no se queda atrás. Otro que engrandeció el bolero fue Miguelito Cuní, con arreglos de Emiliano Salvador, en 1958, y con el Niño Rivera en el tres. Con Las Estrellas de Areito vino a Venezuela y no desaprovechó la oportunidad para cantarla con el Sonero Clásico del Caribe, con Pan con Queso en vida. Y menos podemos soslayar una versión que tengo en mis discos con Miguelito Cuní y Pablo Milanés, y la de Omara Portuondo que es merma también. En una de esas, mi comadre Bemba me contó que era su bolero preferido. Y mi amigo Ángel Méndez reseña este bolero-soneado, ópera prima del binomio Bienvenido y Rapindey. Y vuelvo a la “Bendita Convergencia”, esta vez el día de los enamorados en el Café de Chema, en el Celarg: la del guitarrista Carlos Pérez y una hermosa muchacha que no pasa de 26 años que canta con los ojos y un vozarrón que cautiva, que nos mató el piojo en el corazón al entonar: Aurora de rosa en amanecer, nota melosa que gimió el violín. Novelesco insomnio no vivió el amor, así eres tú mujer: principio y fin de la ilusión. Así eres tú en mi corazón, así vas tú de inspiración. Madero de nave que naufragó, piedra rodando sobre sí misma, alma doliente vagando a solas, de playas, olas, así soy yo. Caracas, 26 febrero de 2017.
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MÚSICA
Wahari: un rebelde con causa El cantautor prepara nuevo disco, más cercano al pop rock y la electrónica, con el mismo espíritu crítico POR Mercedes Sanz • @JazzMercedes / FOTOGRAFÍAs jESÚS CASTILLO
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El bandcamp de Wahari es lo primero que aparece en Google. El buscador invita de inmediato a escuchar la música. Si escudriñamos más sobre esta palabra, es un tipo de pez de agua dulce. Una especie de bagre hallado en Venezuela. Además, es también un dios en la mitología piaroa. Pero su nombre está vinculado a otra historia: en yanomami significa viento que sopla desde la noche hasta el amanecer. Así se llama: Wahari, y su apellido, Meléndez, aunque artísticamente solo usa el primero. Hace teatro, su otra pasión, y bandas sonoras. Fue en el año 2014 cuando apareció en público con su primer disco: Se busca ratón, una producción que si la catalogamos estaría dentro del campo de la canción urbana. “Yo no quería sonar como la canción comercial. No tengo íconos dentro de la música o gente que me haya marcado, como pasa con otros cantantes. Oigo de todo, que si pop, jazz, rock. Me gustan Jack Johnson, Jorge Drexler, Macy Gray”, dice el chico de 24 años de edad, cuya labor se centra entre San Antonio de los Altos y Caracas. Y, si lo escuchamos, ciertamente no se parece a nadie. En su propuesta hay folk acústico y los ritmos que él menciona, excepto los caribeños. Hoy quiero despertar y revelar cada centímetro del mundo / Y entregar mi vida sin dudar y sin temer a lo profundo / Asumiendo la verdad de la mierda de un sistema que es absurdo / Descubriendo cada parte de un dolor con odio ya sin rumbo, reza la letra de su reciente tema “Hoy quiero despertar”, envuelto en pop oscuro con texturas electrónicas. Esta es la senda por la que cabalga su segundo álbum, aún sin nombre, y que cuenta con Bolívar Caribano, Kreils, Cangrejo (Seguridad Nacional) y otros músicos. El leitmotiv de la pieza es “la sociedad hostil en la que vivimos”, aclara. Otra de las características de la nueva ola de cantautores es la letra, alejada de motivos, de los lugares comunes que solemos escuchar en los mismos tonos de voz y sonidos. Wahari se ubicaría en la referida escena emergente. Y a pesar de que apenas
está comenzando, ya tiene claro su norte: hacer lo que le nace.
No es canción de protesta
En el primer disco se cuela más la influencia jazzera del joven cantautor, producto de su formación académica. A los 5 años Wahari fue parte del sistema de orquestas en Los Teques; después, estudió teoría y solfeo, armonía, canto lírico, cuatro y más áreas. “No soportaba esas clases de teoría y solfeo. Mis padres me metieron. Lo que no me gustaba era el método de educación en ese momento”, señala, recordando malos ratos; aunque gracias a esas clases “obligadas”, continuó estudiando. Es licenciado en Música, mención Jazz, en la Unearte, Caracas. “Escogí jazz porque no existían las menciones pop ni rock”, explica; pero como dice la consigna: “nada en la vida es casual”. Fue el Caracas, 26 de febrero de 2017.
amplio lenguaje del jazz el que le abrió los oídos a Wahari. Vaya que no es fácil digerir a un Coltrane o un Reinhart, músicos que menciona solamente porque lo atrapan. “A los 14 años descubrí que podía escribir canciones, pero es a los 16 cuando compuse mi primer tema, ‘Maldita sociedad’. Esa fue la revelación, por la que me decidí qué quería ser y hacer como persona y músico”, comenta quien advierte que la crítica social siempre estará presente en sus composiciones. Si hay algo que a Wahari lo atormenta es el mundo que nos rodea. Sin visos de la canción de protesta, hay un cuestionamiento social: “Siempre he estado en conflicto con la sociedad. Vivimos en un mundo sumamente injusto, dominado casi que por 1% de la población. Así sea a través de la metáfora, mis canciones tocarán estos problemas”. Edición Número Doscientos diecisiete. Año 05. ÉPALE CCS
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MIRADAS
Una caravana partió el sábado pasado desde la Plaza de los Museos y tardó 15 horas en llegar. Nosotros elegimos el modo no caravana y tardamos 12; intentamos pescar, nos deslizamos por los Médanos y toda la comida, desde Morón hasta Punto Fijo, es “buld’e sabrosa”. Burda de sabrosa, bien dicho y bien escrito, hay que reconocerlo, le resta “sabrosura” a ese sabor crónico que seguro probó Miranda en 1806 cuando se mojó los pies en esas aguas tranquilas del puerto de Coro y no dejó que se mojara la bandera. El monumento al Generalísimo hoy, apenas 11 años después de inaugurado, está lleno de esa falta de mantenimiento que, a veces, llena a todo este país con ese sabor amargo y también crónico de la falta de mantenimiento que salpica cualquier intento de crónica y, además, cuando esta está escrita de ese modo terrible e imposible —porque así es más fácil— de no hacer, que es como se escribe cuando uno viene —o va—, pues se cree entonces que uno se las sabe todas y es fácil criticar la falta de mantenimiento del Monumento, o la ausencia de esto, o la abundancia de lo otro, como si supiéramos cómo es la realidad de otras realidades.
alí resiste El domingo pasado la familia y los amigos de Alí Primera marcharon hasta su tumba, en un cementerio municipal imposible de adjetivar, bajo el cielo claro de Paraguaná. Allá, el viento nunca dejó de sonar POR gustavo mérida • @gusmerida1 / fotografías maryori cabrita
Tocópero
Las carreteras, autopistas y calles de este país, al menos en los recorridos periodístico-esporádicos —demasiado esporádicos y demasiado periodísticos— que hacemos, se parecen demasiado. Eso hace que manejar por las carreteras venezolanas tenga los sabores y los sinsabores cotidianos. En el policía acostado de Tocópero un grupo de estudiantes, la mayoría mujeres jóvenes, bronceadas y, en breve, recién graduadas, solicitaba dinero en el pote ese plástico de mayonesa o salsa de tomate que los perrocalenteros ligan con agua para rendirla, a veces demasiado. En otro pote, recuerdo que un grupo más o menos grande de gente pidió dinero para ayudar a Globovisión a pagar una de las multas que, con la gente pagándoselas, le daba risa, esa risa triste, burlona y solitaria que da saberse hijo de puta. Pero en Tocópero ellas martillaban con la inocencia que un burócrata en Caracas desconoce, y si el ente que paga mi salario se mantiene firme, sin inventar, errando, resulta que este errante cronista terminará pagando con parte de su salario un trago de alguna cerveza Polar que pase por el gaznate de alguna estudiante recién graduada y contenta; aunque cuando más de tres dijeron, al unísono, “¡Derecho!” al corear la respuesta a “¿Y qué van a estudiar?”, me dieron ganas de agarrar los billetes de 100 que había colocado en el pote de mayonesa ese que, por cierto, me hicieron falta cuando, dubitativo, veía al carrito de chicha a 500, 600 y 800 y a la licorería, porque Lorenzo Mendoza le sigue ganando al pueblo: nadie se cae a chicha.
Salimos a las 8 en punto de la mañana desde Maitana el séptimo día de la semana. Hasta entrar a Falcón, luego de pasar Morón, no hubo nada digno de mención. En la playa Boca de Yaracuy, Pablo Ortiz, un tipo de 74 años, intentaba pescar y no picaba nada. De sonrisa fácil, Ortiz usaba solo la yema del dedo anular de su mano izquierda para sentir si picaban; un ojo, el derecho, estaba maltrecho y del mismo color del mar. Hablamos de los hijos de Alí, del país. Cuando me dijo, sin decirlo, que era verdad lo que dijeron del Vicepresidente, también nos preguntó, sin hacerlo, por qué la gente le cree a los medios que están en contra del Gobierno y sospecha de los que están (estamos) a favor, aunque estos penúltimos hagan bien su trabajo, no mientan y etcétera. Solo un cangrejito (“¡ah!, una jaiba”, dijo Ortiz) se comió la carnada y nunca picó nada. Ya en Falcón, el viento nunca dejó de sonar y Ortiz, como cualquier venezolano de estos tiempos, se quedó intentando que picaran. Otro pescador ya llevaba, en cambio, tres pescados: buscar la papa para luego pelarla. Al lado de la tumba de Alí, el octavo día de la semana, Esteban me contaba cómo su mujer le miraba cuando le preguntaba: “¿Y tú tienes Edición Número Doscientos diecisiete. Año 05. ÉPALE CCS
miedo?”; y él: “Yo no”, y al día siguiente fue y midió la estructura en la que se montaba todos los días y midió 120 pies, y el contrato decía que después de los 80 pies había un bono de 20 bolívares del año 1973 que las estrellas de los sindicatos de aquella y todas las épocas no cobraban precisamente por ser muy, demasiado estrellas. Luego le ofrecieron dos millones y, de haberlos cogido, no hubiese estado allí, al lado de la tumba de Alí, con su camisa rota de tanto tiempo sin uso porque no salió con una camisa roja porque el barrio donde vive “se llama Blanquita de Pérez, ¡imagínate!”.
Amuay
El domingo, el taxista que nos llevó hasta la Casa Museo Alí Primera señaló dónde había sucedido la explosión de la refinería de Amuay, Caracas, 26 de febrero de 2017.
Caracas, 26 de febrero de 2017.
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Entre tantos soles
en agosto de 2012. Nos mostró espacios en los que había estructuras, gente... ya va, ¿gente? Es decir, esa explosión causó la muerte de casi 50 personas e hirió a más de 150. Gente, gente. Y, visto desde Caracas, no hay nada que los recuerde, que les homenajee, porque la mayoría eran funcionarios de la Guardia Nacional; y otra gente pasa por ahí, por ejemplo, a acompañar a la gente que acompaña a Alí en la marcha que se hace todos los años desde hace 32, cuando Alí se murió, o se mató, en un accidente de tránsito en Caracas, en la autopista, cerca de Bimbolandia; y que cuando Servando, uno de los hijos de los que habló Pablo con los pies en el mar esperando que picara algo, pasa por ahí en su moto, se detiene, se persigna y sigue su camino. No hay nada que les recuerde.
Alí Primera, porque todo era canto, cocuy y recuerdos. En el camino hasta Paraguaná los integrantes del equipo de la revista no escuchamos a Alí porque era obvio que alguno tenía que traer consigo algún disco de Alí, tan obvio que ninguno lo hizo. Pero era como llevar chivos para Coro, con el perdón de Alí. Cada tantos y poquísimos metros un cuatro desafinado afinaba los recuerdos, entonaba el cocuy o, cada muchos metros más, esparcía la cerveza. “En la curva, mi amor, estoy en la curva. Tú sabes, estoy en la marcha”, decía al teléfono un tipo de camisa roja que no puedo decir en dónde trabaja y que estaba parado con otros tres tomándose unas frías a un costado de la marcha. Dos. Me tomé dos, bien frías, imposibles de facturar.
El taxista hace perfecto su papel y nos cuenta: “Desde que es Zona Libre, Paraguaná se llenó de hoteles y posadas; antes, la gente dormía en las bombas (estaciones de gasolina) hasta que abrieran las tiendas. Esto se llenaba, sobre todo de maracuchos. Pero todavía no sabemos atender al turista...”. Y, de ahí en adelante, las quejas típicas de cualquier taxista de cualquier parte del país.
En el anfiteatro había empezado desde el sábado. La alcaldía de allá, como cualquier otra, deja el mantenimiento para el final y, pocos días antes de la marcha, arreglaron la tumba de Alí, que está en un cementerio en el que casi no hay muertos. La profanación no es exclusiva del Cementerio General del Sur. Incluso, la tumba de Alí, que también resiste, ha sufrido hechos de vandalismo difíciles de explicar, a menos de que quienes lo hicieron no conozcan sus canciones.
La Marcha de Los Claveles
A las 10 y 10 de la mañana arrancó la marcha Desde afuera del anfiteatro (un diminutivo desde el mismo anfiteatro de la Casa Museo quedaría bien, pero con “cangrejito” basta) se Edición Número Doscientos diecisiete. Año 05. ÉPALE CCS
Caracas, 26 de febrero de 2017.
ve un mamotreto oscuro, negro y verde con dos mechurrios cerca y una frase pintada con pintura blanca que dice: “Flexicoker Amuay, el más grande del mundo”. Esta marcha, tan llena de Alí, me recuerda a la de Fabricio Ojeda cuando fue al Panteón, tan llena de Alí, tan llena de gente. De gente. La explosión de Amuay parece que no hubiese pasado. No es lo mismo marchar por calles desconocidas. Vámonos pa’llá, vamos a su encuentro. En el museo de Alí los carajitos jugaban en un parque hasta que la marcha arrancó. Sandino Primera era el chofer de una picó que, lentamente, transportaba a, por lo menos, diez carajitos de todas las edades. “Es la primera vez que no marcho con el cuerpo”, me dice mientras deja el embrague pega’o (o el croche metío) y me aclara que no estaba en neutro, y he ahí que estaba hablando con el hijo mayor de Alí Primera bajo el Sol de Paraguaná acerca del conocimiento del manejo de un carro sincrónico en marchas lentas en medio de la marcha que homenajea a su papá. Una señora, más adelante, mientras pelaba las verduras y lavaba el cilantro, me contaba que desde hace seis años para acá se reúnen en la casa de los suegros de su hija para hacer un cruzado y ver pasar la marcha. “Por más que esté muerto, en los corazones Alí siempre va a estar vivo. Es muy lindo eso, como lo recuerda su familia”, dice con la mirada en el cielo. Sandino tam-
bién habla de la esperanza: “Mientras nos sea útil, bienvenida sea; pero si no nos sirve, pa’ la mierda, se desecha y se construye una nueva. Como decía Alí: ‘Si la esperanza se pierde, construimos una nueva’”. El viento nunca deja de sonar en estas tierras. Un muro dice, gritando, al lado de un espacio donde está una tubería sin tapar, dando esa sensación de territorio bombardeado en tiempos de amenaza de invasión: “15 años sin asfalto (sale dibujada una flechita en dirección a la calle) la calle Araguaney. ¿Dónde está Stella?”. Un fotógrafo cubre la marcha en patineta. El calor de la marcha paraguanera no es calor, porque el viento nunca deja de sonar y suena sabroso. En una esquina la gente del Movimiento Conuco, “una organización cultural principalmente, pero que anda trascendiendo en lo político, asumiendo las comunidades sin discursos abstractos”, tiene algo que tiene que ver con la otra esperanza, porque no vi ni un viejo. Ninguno mayor de 30 años, quise decir. Colores, piel y sudor y zancos que marcan, lento, el paso lento de esta revolución llena de prisas, de necesidades. Marchamos por un espacio tan ancho como la avenida Bolívar pero con terrenos baldíos. Un par de viejitos, hermanos, ven pasar todo desde la sombra. “Somos habitantes del sector Alí Primera desde hace muchos años”. María y Teófilo Sepúlveda. “Fue nuestro hermano, nuestro amigo y nuestro vecino. Mi compadre, porque fue padrino de mi hijo”, dice María, de 67 años. Teófilo aún no tiene pensión y tiene 64 años. Un tipo recoge un clavel, se lo da a ella, olfateo el amor y soy recompensado con cocuy artesanal. Marchar por calles desconocidas que son las mismas, con un viento que nunca deja de sonar; repartieron naranjas que se comen como manzanas, porque no todo es, en la Revolución, como pelar mandarinas y en la curva detienen la marcha pero no se detiene. “¿Eres el hijo de Alí? La gente no le para bola a eso?”, dice Sandino porque la marcha, apurada por las responsabilidades de algunos altos cargos, se dispersó. Y si eso pasa, no habrá esa victoria popular que tanto cantó Alí.
Mi primera vez Pasaron 32 años desde aquel sábado de carnaval del año 1985. Rodábamos para Altagracia de Orituco, estado Guárico, por la Autopista Regional del Centro. Encendimos la radio y se escuchaba una canción de Alí Primera. Les miento si digo cual. No importa. Alí no sonaba en las radios venezolanas. Cuando la canción terminó lo supimos. Dijo el locutor, palabras más, palabras menos: “Era la voz de Alí Primera, quien falleció hoy en la madrugada en un accidente de tránsito”. ¡Qué coñazo! Pedro Chacín, mi hermano, que no podía ver un grupo de gente conversando porque agarraba el cuatro y cantaba, entre otras canciones, las de Alí, pensó devolverse para Caracas. No lo hicimos. Ya en Altagracia nos encontramos con unos amigos en el sector Paural. Era, es, una rutina que no cansa. Encontrarse con los amigos y la familia con la excusa de comer y beber. Allí empezó a charrasquear el cuatro (que aprendió a tocar sin un maestro) y a cantar canciones de Alí. Ednodio Reina, siempre provocando a Pedro con la confianza que da la amistad, quiso chalequear en medio de su dolor, de su estupor. De su tristeza. Menudo peo armó Pedro. Y se regresó el domingo de carnaval para Caracas a despedir al Cantor del Pueblo. *** Pasaron 32 años desde aquel sábado de carnaval del año 1985. Caminaba dentro del Cementerio Municipal de Punto Fijo, estado Falcón. En Paraguaná, la tierra de Alí. Cobijados por un cielo muy azul y muy lleno de nubes, simultáneamente, y consciente de
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que no podría ver la tumba de Alí sino hasta que se fuera el gentío, miro hacia mi derecha y ahí estaba Ednodio Reina. Otra vez, como hace 32 años. Los recuerdos, que se agolparon tres kilómetros atrás, de repente salieron del cerebro y se desparramaron en medio de aquel solazo. “¿Y tú qué haces aquí? Tengo rato caminando y acordándome de aquel día...”. “EsÇ la primera vez que vengo. Alí convoca gente”. “También es mi primera vez”, le dije. Pedro no está, no estaba, pero estuvo ahí llevando sol con nosotros. *** Pasaron 32 años desde aquel sábado de carnaval del año 1985. Paseaba por el Museo Alí Primera cuando los vi. 20 años tenía quien escribe cuando Alí murió y un poco más de 20 tienen tres ex alumn@s de la Universidad Bolivariana de Venezuela que me hacen pensar en la psicometría, la big data y todo lo que alrededor de la manipulación de la información nos tienen preparado los enemigos de la humanidad. Con una amorosa conversa con María Gabriela Rodríguez, Niedlinger Briceño y Jhosy Coronado (y la “serísima” hijita de estos últimos, Jade, como testigo) empezó la nostalgia de saber que caminar sobre héroes y tumbas y sobre recuerdos que transpiran certezas es más importante que medir gustos y exorcizar fantasmas ideológicos. Mientras haya gente amando, como Alí amó al pueblo venezolano con un amor silvestre y puro, habrá Patria para los ojitos de los niños y las niñas que tienen la piel que huele a caramelo. Sigamos. Por Mercedes Chacín
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libremente
O te pierdes o te encuentras Por Miguel Posani @mposani ILUSTRACIÓN JESSICA MENA
Partamos de la creencia que venimos al mundo a vivir esta vida por alguna razón, que todo esto tiene un sentido, o varios. Partamos también de la suposición de que la vida es un proceso que nos debería llevar a conocernos mejor, a rectificar nuestros errores, a ser mejores personas; en otras palabras, a ser más tú y no lo que los demás quieren. Estas, creo, son unas buenas suposiciones. Bien. De aquí podemos inferir que en la vida hay personas que se acercan más con ese objetivo de conocerse, cambiarse y mejorar o estar mejor; lo cual, para mí, es encontrarse, centrarse, ser más uno mismo, más allá de los condicionamientos y manipulaciones sociales, más allá de la alienación del capitalismo, más allá del egocentrismo exacerbado. Encontrarme es comenzar a localizar mi centro, mi equilibrio, mi paz. Es dejar de ser reactivo. También hay personas que, testarudamente, se mueven condicionados, repitiendo los mismos errores, las mismas creencias, miedos, negándose a verse, no aceptando sus responsabilidades; completamente hipnotizados por el deseo polimorfo que se ancla a objetos, marcas, imágenes, prometiendo el apagamiento del deseo de inmediato, placer infantil que se reproduce constantemente en nosotros. Bajo estas imágenes, entonces, nosotros como individuos o seres en constante cambio o aprendemos de nuestros errores, encontrándonos y cambiando, o nos perdemos en el torbellino cotidiano de la inconsciencia de la producción, el consuTal vez en el momento en que mueras te darás cuenta de esto. mo y la superficialidad. Para el budismo esto significa seguir dormido o despertarse.
En esta vida, o te pierdes o te encuentras.
Ejercicio para ver si despiertas Haz dos listas, una en donde colocas tus actitudes, creencias, etc., que te hacen ser más tú mismo, más auténtico y menos condicionado; y en otra columna escribe qué crees que te hace menos auténtico, más extraviado, más reactivo y superficial.
Luego, de la columna de aquello que te hace menos auténtico, escoge lo más sencillo o fácil de cambiar en ti y prueba a modificarla. Seguramente estarás comenzando a cambiar en algo y comenzando a encontrarte.
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“Somos marionetas de la mente, corta los hilos y despertarás”. Buda
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GASTRONOMÍA
o ir e sg de bl rie pue la e u p s Se A Im
PICHONES DE SIBARITA
empanadas peruanas en el centro POR nathali gómez @laespergesia FOTOGRAFÍAs enrique hernández
Al día unas 200 empanadas vuelan del mostrador. La diferencia del sabor, la presentación y el precio hacen que la comida de este puesto, que siempre está impecable, sea muy solicitada desde hace seis años. A Guillermo se le desborda la pasión por lo que hace. Habla de los ingredientes, la sazón que aprendió de su abuela, de sus experiencias en cocinas del mundo y de lo importante que es la cebolla y el ají dulce para todo guiso. “Me gusta hacer comida económica y que la gente coma bien. Mi abuela no desperdiciaba nada”, cuenta. Al recordar sus inicios con las empanadas dice: “Empecé llorando porque no tenía amasador y tenía que hacer la masa a mano”. Semanas después pudo comprar uno y reducir sus horas de preparación.
Ambiente Atención
Rest. Delicias Limeñas Esq. El chorro
Horarios
Lunes a viernes de 7 am a 12 m Precios
Empanadas Bs. 1300 Papas rellenas Bs. 2000 Alfajores Bs. 1500 FORMAS DE PAGO:
✓ Efectivo ✓ Débito ✓ Cesta Ticket ✓ Crédito ✓ Tarjeta de alimentación “La crisis me persigue”, dice al hablar de los altos precios de los alimentos y la dificultad para encontrarlos. “Me encanta inventar, las mejores comidas son de los países con problemas económicos”, agrega y explica que en momentos como este Caracas, 26 de febrero de 2017.
Av. Fue rzas A rmadas
l au .P Dr . q Es
Según el lugar donde uno se encuentre, al morder una empanada, con sus variaciones idiomáticas, la masa, el relleno y la forma cambian. En Caracas, al pedirla, la primera opción es una medialuna de harina de maíz frita rellena de carne, pescado o queso. Sin embargo, las posibilidades en esta ciudad van más allá. Un pichón de sibarita siempre está a la caza de sabores. Su curiosidad natural lo lleva a probar hasta dar con algo distinto. En esa búsqueda llegué al puesto Delicias Limeñas, donde unas empanadas lustrosas y horneadas, casi sacadas de la fantasía, me aguardaban. Su masa, hecha por Guillermo Sarmiento, chef peruano, las diferencia de las opciones prefabricadas que abundan. El relleno, que puede ser de carne mechada o molida, cazón, tres quesos con espinaca o atún, es generoso y puede ser bañado con crema de ají peruano o pico de gallo.
Calidad
La hoyada
M
Av. Universidad
hay que buscar alternativas y no desperdiciar nada. Además de las empanadas, en el carrito hay alfajores peruanos, muy diferentes a los argentinos (con cobertura de azúcar pulverizada y no de chocolate), tortilla española, sánduches y papas rellenas. De tomar hay jugos naturales y papelón con jengibre y yerbabuena. Este peruano, que se quedó en Caracas porque le gusta, trabaja junto a su esposa, quien también atiende el carrito. Mientras conversamos, se acerca su pequeña hija y responde cuando su padre le pregunta sobre sus platos preferidos: “Me gusta el pescado, el pulpo, el rábano y el aguacate”. Con la figura de la pequeña en la pupila, él solo alcanza a decir: “Que la gente coma bien es mi principal satisfacción”. Edición Número Doscientos diecisiete. Año 05. ÉPALE CCS
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ENTREVISTA
La violencia estudiada Andrés antillano es investigador del instituto de ciencias penales de la Universidad Central de venezuela. Durante años, junto a un equipo de trabajo, se ha dedicado a estudiar la violencia criminal POR Ander de tejada • Fotografías jesús castillo
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Andrés Antillano conoció uno de los sucesos más importantes de la historia contemporánea del país desde la cercanía. A veces pareciera que demasiado cerca. Junto a él, en Parque Central, murió Yulimar Reyes, su amiga y la primera víctima de la represión policial del 27 de febrero (27-F). Fue él quien, en una protesta estudiantil frente a las puertas de la Universidad Central de Venezuela, socorrió a María Verónica Tessari, una periodista fallecida por el impacto de una bomba lacrimógena en su cabeza. Es, además, investigador y personaje de la novela Jaurena. Tiempos del Incendio, de José Roberto Duque. Por sus palabras se sabe. El tiempo fue incendiario.
“Es decir, ¿quién mata? Mata quien no le importa morir, y esto tiene que ver con que no le importa la vida, no tiene nada, ninguna contraprestación, no tiene sentido su vida. Y eso es una cosa que me he encontrado con estos muchachos” _
—Yulimar fue el primer cuerpo que llegó. Yo estuve allí, acompañándola toda la noche, y veía llegar cuerpos y cuerpos y cuerpos. Ahí se podía ver que los disturbios, los saqueos, fueron más reacción a la represión policial que la causa de ello. Había protestas en toda la ciudad, pero no saqueos. La jornada había sido, más bien, muy apasible, a pesar de lo que estaba ocu- más, en Venezuela tuvo otro factor que a rriendo. Mi hipótesis es que los saqueos mí me parece importante y que es la vioson una reacción a la violencia policial. lenta represión del Estado. —¿Por qué terminaron en saqueos?
—A mí me parece que ese es el momento en que los homicidios en Venezuela se disparan. Si tú ves las cifras de los homicidios, Venezuela tuvo siempre, en comparación con otros países de la región, una importante tasa de homicidios. Pero es a partir de 1989, y a partir del 27-F, cuando se disparan las tasas de homicidio. Incluso, aún hoy en día, es el incremento más significativo de la tasa en todas estas tres décadas. Eso se debe a muchas cosas, sin duda. Primero, a los efectos sociales del paquete neoliberal: un proceso masivo de exclusión, de empobrecimiento. La violencia criminal suele ser una respuesta injusta a condiciones injustas. Es injusta porque no actúa sobre los responsables de las condiciones de vida injustas, sino sobre otra gente que vive esas mismas condiciones, que son los otros pobres. En su origen, el resorte que la dispara tiene que ver con condiciones de injusticia social. Pero, ade-
Luego de esto, Antillano agrega: “Se estima un número de más de mil víctimas, que eran muchísimas más de las que habían ocurrido en los diez años anteriores. Eso fue solo en Caracas. Se puede hablar de un número incluso muy superior a esto. Mil víctimas es una consideración muy conservadora. Mil víctimas registradas. Hay que sumar las otras que no fueron ingresadas en ningún tipo de registro, que fueron enterradas en fosas comunes, aquellas víctimas a las que no se les levantó siquiera los datos mínimos. Eso habla de cómo el Estado inaugura la violencia mortal como una manera legítima de resolver los problemas sociales. Inaugura un modelo cultural en que la violencia se legitima como medio para resolver los conflictos. El Estado es el primero que lo autoriza. A mí me parece que eso es lo que pasa en las primeras horas del 27-F: la represión policial dispara una violencia, reactiva, en parte de los sectores populares porque la represión se suma a los factores Caracas, 26 de febrero de 2017.
de empobrecimiento, de desabastecimiento, de decepción frente a las promesas incumplidas de redistribución social. Habían votado antes por el retorno de Carlos Andrés Pérez bajo la premisa de acceder nuevamente a un bienestar que, desde el primer momento, se disipó. Eso hace que la violencia popular pueda ser entendida como una respuesta a estos factores, con el agregado de la represión policial. Que, por cierto, venía en crecimiento”. Más adelante, Andrés hace un pequeño recorrido histórico por la forma de represión del Estado. Primero, en los años 60 recuerda las políticas aplicadas a los movimientos insurgentes de esa década. Entre ellas hubo ilegalización de partidos, guerra sucia, asesinatos y detenciones. Después nombra al francés Pierre Bourdieu para describir el cambio de agenda del Estado en los años 70. Sostiene que, tras la pacificación, se aplica la tesis de enfrentar la desobediencia social, de cómo gobernar a los pobres con una estrategia complementaria que el francés llama “la mano derecha y la mano izquierda del Estado’’: por un lado, el izquierdo, se tiene el ofrecimiento y la aplicación de políticas clientelares, asistencialistas, “para lograr cooptar y absorber el malestar y las demandas populares’’. Junto a esto, continúa Andrés, también está el brazo derecho, que no es más que una creciente represión policial contra las distintas disidencias. De ahí los operativos como el Plan Unión o el Operativo Libertador. “Estas dos estrategias se complementan pero tienden a equilibrarse. Por los momentos de boom petrolero, por supuesto, se privilegia la política redistributiva; pero en la medida que disminuye la renta petrolera, aumenta la represión: cuando el Estado se queda sin recursos para distribuir y garantizar, al menos, la mitigación, el apaciguamiento de las demandas populares, aumenta la represión policial. De esa manera vemos que durante esos años, luego del ciclo de la Venezuela saudita, que termina a finales de la década de los 70, aumenta la represión policial: los detenidos, los muertos a manos de la policía, la población encarcelada”. Edición Número Doscientos diecisiete. Año 05. ÉPALE CCS
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sión urbana, donde vivían los pobres que ni siquiera podían vivir en los barrios de Caracas. Es la pobreza que se reorganiza y se encuentra en el territorio con nuevas formas de protesta, que ya no es la huelga, porque no están en la producción, sino la ocupación del territorio; el cortocircuito del territorio y los saqueos hay que entenderlos en este sentido. Es la apropiación, el ejercicio colectivo del poder, a veces de carácter violento, por parte de los pobres, en el territorio. Es el nuevo rostro de un sujeto preexistente, que es la clase trabajadora en el territorio. Ya no en la fábrica. No es suficiente la fábrica, no es suficiente la tierra, no es suficiente la lucha estudiantil. Son los pobres que genera el neoliberalismo y este ajuste de un capital que ya no es productivo sino cada vez más parasitario. Yo creo que el 27-F es una expresión de ese A continuación amplía un poco más esta nuevo sujeto. Y la insurgencia de ese nueidea: dicho relevo, para él, supone una ma- vo sujeto y sus nuevas demandas”. nifestación de los cambios en el capitalismo. Antes, los obreros, los campesinos y En cierto modo —concluye Antillano— El los estudiantes, por la composición de cla- Caracazo fue la manifestación de la nueva ses y la formación social de entonces, eran imposibilidad de “pactar la gobernabililos encargados de mostrar la indignación y dad de Venezuela”. Fue el agotamiento de el hastío ante el sistema capitalista. El 27-F, los mecanismos convencionales de canaademás de ser la primera demostración en lización y cooptación del pueblo. Fue, sin contra del neoliberalismo, fue el traspaso duda alguna, un hecho desconcertante de la potestad de la queja de un grupo a para el poder. otro. Al final, dadas las nuevas características del capitalismo, eran los pobres más —¿Cómo manejó Chávez la pobres, los excluidos de todo, quienes en- violencia criminal siendo caraban al sistema. los pobres el sujeto político protagonista? “Eso lo condensa muy bien el 27-F, porque —Un déficit de la Revolución Bolivariano empieza en la fábrica, no empieza en na ha sido el problema de la violencia. No Ciudad Guayana sino en Guarenas, que solo porque no la ha sabido manejar, sino era, sobre todo, el gran espacio de exclu- porque las causas persistentes que explican Dado que el Estado ya no tiene la renta —señala Antillano más adelante— y que los reclamos comienzan a consolidarse y a hacerse unísonos y más polítizados, no le queda otra opción que no sea el aumento de la aplicación de la violencia contra el pueblo: “Se trata, incluso, de un equilibrio inestable de fuerzas, donde los dominantes no pueden seguir dominando pero los dominados no tienen la fuerza suficiente para desalojar el proyecto hegemónico. Y los dominantes solo usan la violencia policial indiscriminada como medio de contención y perpetuación en el poder, hasta que aparece la figura de Chávez y la Revolución Bolivariana. Además de ese desenmascaramiento, el 27-F también tiene un significado importante, que es el relevo de las luchas estudiantiles por las luchas populares’’.
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la violencia criminal hablan de los límites del proyecto bolivariano. En un primer momento, podríamos trazar una genealogía de cuál ha sido la posición de Chávez y el chavismo frente al tema de la inseguridad y la violencia. Chávez plantea una tesis que yo llamo funcionalismo de izquierda: la inseguridad, la violencia, son provocada por la injusticia social, por los grandes desequilibrios sociales y económicos. No se puede resolver única, centralmente a través de la represión. Esta es una tesis que es cierta pero es insuficiente, y lo demuestra lo que pasa después: durante los años que siguen disminuye la desigualdad, aumenta la cobertura escolar y muchos indicadores sociales, sobre todo hasta el año 2012, 2013. Sin embargo, la inseguridad, y sobre todo el delito violento, aumentan. Como la relación entre injusticia social y delincuencia no resuelve el problema, Antillano señala un cambio en la retórica por parte del discurso oficial que él califica de preocupante: ya la delincuencia no es un problema estructural, del sistema, sino que pasa a ser un problema moral, de valores, en donde coinciden con sectores muy conservadores: “Son tesis conservadoras que encubren la persistencia de factores estructurales que para mí siguen explicando el delito”. Andrés opina que la expresión más acabada de ese discurso es la retórica en torno al paramilitarismo, en donde él dice, responsablemente, no haber encontrado evidencias de ello (en Caracas, recalca, ya que en la frontera el problema es distinto) en los años que lleva trabajando con algunos involucrados en la violencia criminal.
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Antillano estudia el fenómeno de la violencia criminal desde la historia de sus protagonistas: el pueblo pobre
Lo que sí ha encontrado Antillano es un surgimiento de diferencias entre clases: todavía hay individuos que se encuentran al margen de las políticas de Estado, de la participación, que no son considerados en las políticas sociales. Gente, sobre todo desempleada, que usa la violencia de forma ilegítima para responder a la injusticia, a la exclusión que sienten. Y dicha violencia -dice— ha conocido en los últimos años un proceso de organización, de articulación interna para enfrentar a lo que ahora se les dibuja como enemigo: el Estado, la fuerza institucional.
fuera de los alcances de las políticas integradoras que se destinan, incluso, a los mismos pobres, pero que no han atacado el asunto como un problema estructural: “Es decir, ¿quién mata? Mata quien no le importa morir, y esto tiene que ver con que no le importa la vida, no tiene nada, ninguna contraprestación, no tiene sentido su vida. Y eso es una cosa que me he encontrado con estos muchachos”.
Tras años estudiando estos fenómenos junto a su equipo de trabajo, Antillano afirma haber encontrado datos muy importantes, que difunde, y eso me lo indica Por ese lado, señala la importancia de per- claramente, con mucha responsabilidad, sistir en la inclusión de los que se sienten sin especulación alguna: para él, el auCaracas, 26 de febrero de 2017.
mento de los índices de violencia criminal va a la par con la dependencia de la renta petrolera. Cuando esta no está adecuadamente distribuida, distintas partes terminan disputando la vida por obtenerla, porque no es algo que provenga del trabajo sino del vientre que suele ser la tierra. Esto sucede desde el momento de su extracción (Andrés dice que las cifras de homicidios son altas en los sitios de extracción minera o petrolífera) hasta el momento de su distribución en la ciudad. Este es el lugar en donde dicha disputa se recrudece: sea con la violencia policial, en enfrentamientos o en el momento en que la utilización de la violencia se convierte en una forma de revalorización de un sujeto. Edición Número Doscientos diecisiete. Año 05. ÉPALE CCS
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crítica y media
La Trama Cotidiana
TRAS EL DISCURSO
El futuro hace teatro
¿Bueno?... para la vitrina
Es fácil recordar algún espacio de tiempo en el que uno tenía 14 o 15 años. Estaba sentado en el pupitre de algún salón, preparado para presenciar una clase sobre cualquiera de las materias de un bachillerato que considerábamos inútil. De pronto el profesor o la profesora largaba la materia para el carajo y se enfocaba en esa cuerda de adolescentes impacientes, inocentemente convencidos de que sabíamos más que cualquier educador sobre qué se trataba la vida. Entonces se daba la magia, el docente olvidaba el máximo común múltiplo, obviaba el pasado compuesto, La Cosiata o el volumen por presión sobre temperatura para hablarnos, de tú a tú, sobre la vida, el respeto y el incierto futuro que nos esperaba de seguir por ese derrotero de la tontería o la malicia. El acto nos renovaba la fe, nos jurábamos que desde ahora en adelante... y así, de sermón en sermón, fuimos confeccionando un tejido intrincado de números primos, nacimiento de Arturo Michelena, por qué era bueno usar condón, Francisco Pizarro y las masacres en Perú, cuál color se repetía con más frecuencia bajo la falda de Olga y todo los que nos serviría más adelante en la universidad, el trabajo, la casa, los hijos y los viejos amigos. Ese aprendizaje es consecuencia de otros aprendizajes, de gente que se preocupa por sistematizar, optimizar, transferir el saber, el conocimiento, las técnicas, las estructuras de observación y evaluación, con el mero fin de que la memoria cognitiva de cualquier muchacho semisalvaje del bachillerato se libere y tenga la templanza de abordar la vida con la mayor cantidad de felicidad posible. Esta semana terminó el X Festival de Teatro Universitario del IPC. Los futuros profesores, médicos, administrado-
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res, artistas, ingenieros, abogados, nutricionistas, biólogos, filósofos, físicos, trabajadores sociales celebraron su fiesta teatral. Se reunieron para compartir sus investigaciones sobre las artes escénicas y para mirar el teatro que hacen. Sus espíritus se pusieron a tono, como hacen siempre, para poder abordar la vida profesional, política, social, amorosa, cultural con la entereza necesaria para ensamblar el futuro con alegría, conocimiento, inteligencia y sensibilidad. Bien por el Instituto Pedagógico de Caracas, bien por el profesor Raiser Montoya y su equipo organizador, bien por los grupos teatrales e investigadores que constituyeron el evento. Las limitaciones, en vez de un obstáculo, fueron parte de la sustancia que procura la entereza. Por Rodolfo Porras
Caracas, 26 de febrero de 2017.
Para hablar del filme Cuestión de honor (EEUU, 1992), del director Rob Reiner, es necesario hacer una traducción más literal de su título original: A few good men (una versión más acertada vendría siendo Algunos hombres buenos). Su guión, grosso modo, gira en torno a una corte marcial que se les sigue a dos infantes de marina estadounidenses apostados en la base naval de la bahía de Guantánamo, Cuba, por haber dado muerte a uno de sus compañeros tras la aplicación de un código rojo (mecanismo disciplinario extrarreglamentario) ordenado por sus superiores. El motivo de la aplicación de dicho código obedeció a que el occiso había saltado la cadena de mando para pedir su traslado de la base, ya que se veía sometido a repetidas humillaciones de parte de sus compañeros por estar en minusvalía física. A cambio de su traslado se comprometía a suministrar información sobre un hecho irregular ocurrido en la mencionada base. Vista de manera sucinta su temática, es fácil prever una historia llena de terminología propia del Derecho, así como apreciaciones sobre temas recurrentes en el ámbito militar, como la lealtad, el honor, la justicia, la libertad. Por supuesto, dentro de su desarrollo narrativo, que posee ritmos pertinentes según la ocasión, hay indicios suficientes que prevén un triunfo del “bien” sobre el “mal”. Pero es en el punto álgido del filme donde se revela la auténtica razón del mismo. Cuando el abogado asimilado Daniel Kaffe (Tom Cruise) interpela en el estrado al coronel Nathan R. Jessep (un inmenso Jack Nicholson) y le obliga a declarar que fue él quien ordeno el código rojo que acabó con la vida de William Santiago, el discurso agresivo del coronel Jessep deja flotando en el ambiente, sobre todo en el seno de la sociedad estadounidense, el manoseado dilema moral que reza: “El fin justifica los medios”. Si bien el resultado final pretende ser ejemplarizante, el mensaje real es que todo aquello que se haga en favor de la seguridad nacional ha de tener sobre sí un manto de complicidad, un secreto a voces familiar, el pariente retrasado depositado en el ático. Es curioso que en las tropelías hechas por las tropas gringas en las bases colombianas, las oscuras manchas no se han lavado ni se hayan querido lavar. “Algunos hombres buenos” escasean en esas bases. Rodolfo Castillo @magodemontreuil
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minicrónicas
En Plenitud de mis azules Fui recordando sus pupilas. Su alegría. Las palabras de los martes. Las lunas llenas en Macuto. Sus bellas casas que se fueron y que yo en las tardes visitaba. No comprendo la belleza en su instantáneo desaparecer. Le dije una vez a la señora que tal vez había repasado mis andanzas, el sentido de sus jardines y sus patios que daban al mar. Era como una lectura que persiste en la mente. Macuto, esa página perenne, sus tardes que se nombran, que me nombran. Iluminaciones que, poco a poco, el tiempo se niega a apagar. Para mí la belleza era el mar Macuto, el mocho amigo leyendo sus novelas, flotando bajo las aves que lo protegían.
En mis reposos de la lucha, sus olas de los años 60 aquietaban los pliegues de vida y sus serenidades me conducían a las tardes inolvidables, los peces grandes, bellos e inmensos que visitaban mis lecturas. Les obsequiaba pan relleno con lechuga, mortadela y sardinas. La costumbre nos llevó a una amistad imborrable. Nadaban y me identificaban en la orilla. Eran como la canción de Perales “Por amor”; supe de los peces y su amor secreto por nosotros. Nadie lo declamaba, nadie pintaba, la tarde llegaba con colores de miel en despedida; la ternura de un encuentro entre los habitantes de las aguas y otro ser en las orillas, disfrutando la mágica escena de las ebulliciones, de mi socialismo, lejano aún.
Todavía recuerdo, como un fresco imborrable, la hermosa manifestación con los trabajadores del puerto y el aeropuerto hacia la plaza El Cónsul, consumando el milagro revolucionario y socialista en la tierra de Vargas, en los inolvidables años 60. Macuto, ese capítulo de novela secreta e inescrita que llevo en la biblioteca mental de mis recuerdos. Supe que el mar comprende e interpreta la lucha de los hombres por la Historia y por la vida.
FOTO JESÚS CASTILLO
Los revolucionarios de hoy en el poder debemos recordar las luchas del hermoso pueblo de La Guaira y sus trabajadores, quienes se atrevieron a señalar Ellos, los peces, tradujeron mi amor y mi el camino al socialismo desde esos tan Desde el mar, sus orillas parecían un barco amistad por Macuto y por ellos. Y mi Fe, tempranos años. de palmeras, flotando sobre su magia, lle- como una persistencia de la memoria, como la constancia de Dalí. vado por el cielo, por el viento. Por Andrés Eloy Hernández
Caracas, 26 de febrero de 2017.
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POR INDIRA CARPIO @indira_carpio
Emira Rodríguez Poeta, cuentista, pintora y artesana venezolana nacida en Porlamar en 1929. Autora de los poemarios Relaciones (1971), La casa de alto (1972), Malencuentro, pero tenía otros nombres (1975, reeditado en 2008 por la Fundación Editorial El Perro y La Rana) y Como sueños ajenos (2001). La noticia de su muerte fue dada a conocer el 15 de febrero de 2017. Moriría en su tierra natal, en la que fue considerada Patrimonio Cultural Viviente del Estado Nueva Esparta.
S/t
De EMIRA RODRÍGUEZ (Venezuela)
danos un rostro danos cómo mirarnos desde este peso tremendo de silencio unas palabras para hablar con [nuestro propio corazón rojo hacia adentro rojo en el aire prendido de la luz rojo el hilo y la tela y los ojos que velan desnudos del poema de aquellas vestiduras sin levadura con los cabellos sueltos y con [tantos extravío suficiente los panes del desierto para esta partícula invariable de vida donde el tiempo nos cerca y un sismo [pronuncia tu encuentro hablando con las cosas confiriéndoles una esencia de luz fugitiva porque ellas permanecen mientras luce alto el sol y es más corta la sombra danos un rostro entonces sin desvaríos y sin ataduras a pie desnudo y despejado el corazón [sintiendo ajena la tristeza un rostro apenas
TRINOS
Poesía venezolana @poesiavene
los hombres que parecían estrellas se fueron al cielo en un caballo — Emira Rodríguez #poesíavenezolana
[oro nomeolvides magnolia grandiflora desparramas pistilos [en tapices violáceos jacarandá luz del amanecer bajo [las ramas nomeolvides diamelas cuarentonas estoy *** [triste tara palo maría cayena nomeolvides nomeolvides flor de caujaro blanca nomeolvides carackas ave del paraíso flor [nomeolvides [de las berberías trinitaria jazmín clavel de muerto lenta serpiente negra nomeolvides [prendido en los chaparrillo morado palo sano con olor de cabellos nardos senos azules lívidos [vainilla con dos insectos cárdenos posados flor nomeolvides clavel de galipán [papagayo diego de noche ixora flor de yeso del hombre prendida en las rodillas floripón estoy triste bajo las ramas [poinsettia [nomeolvides papagayo poinciana durante tantas horas nomeolvides camelia de metales pálidos terciopelo bella de noche putica corona [falcón [de cristo de enredadera clavellina penetrando en la carne última tarde malva noche de insomnio mal amor de febrero ¿o de agosto? no me olvides luz del amanecer rompiendo en botón de (de Malencuentro, pero tenía otros nombres)
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Caracas, 26 de febrero de 2017.
*** (...) La vida hace un esfuerzo inaudito para [dar sentido a las cosas que mueren y sentimos piedad y amor por las paredes ulceradas con sus muros de piedra y de [murciélagos como un a fortaleza herida invocando fantasmas con su propia [elocuencia nosotros teníamos las horas rebeldes y hurgábamos entre los libros apilados los diccionarios y entre los alacranes que buscaban frescura en los ladrillos rojos de los pisos y en los desvanes desvencijados de soledad y ausencia (de La casa de alto)
SOLUCIÓN DEL ANTERIOR
UC I R C POR Neptalí Segovia
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1. Acrónimo de Mercado Común del Sur. 8. Ente rector del Poder Electoral en Venezuela. 11. Amigo, socio, partidario. 12. Látigo al extremo de una vara. 14. Pérdida de la visión. 16. Voz hebrea con significado de “así sea”. 17. Déspota, tirano, autócrata (f., pl.).
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1. Santiago..., poeta gallego. 2. Duodécima letra del alfabeto español. 3. Severidad excesiva. 4. Famoso caudillo mapuche, padre de Lemucaguin. 5. Nombre alemán del río Odra. 6. Georges..., teórico del sindicalismo revolucionario. 7. Gran dios solar egipcio. 8. Salvaje, silvestre, bravío (f.). 9. Limpian, adecentan, acicalan (inv.). 10. Cierto grupo irregular de Colombia. 13. Coche, carro, en inglés. 15. Personaje bíblico, octavo hijo de Jacob. 18. Escuchaban, auscultaban, atendían. 20. Persona que escribe o vende gacetas (f.). 23. Nombre químico del azúcar común. 26. El Ejército Republicano Irlandés. 28. Matrícula vehicular internacional de Uganda. 30. Abra surcos en la tierra con el arado. 31. Aborrecen, detestan, desprecian. 33. Esparces agua sobre una superficie. 34. Super “...” Bros., videojuego de Nintendo. 35. De color entre amarillo y marrón (pl.). 39. Áspero y picante al gusto y al olfato. 43. Nombre griego de la aurora (Mit.). 44. Corroigo, mordisqueo, carcomo (inv.). 47. Símbolo del einstenio. 49. Abreviatura de suroeste.
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19. Prefijo con significado de campo. 21. Pasé la vista por lo escrito. 22. Igualdad de nivel. 24. Siglas de sociedad anónima. 25. Cincuenta y uno en números romanos. 27. Raspar, limar, rallar. 29. El..., ciudad más poblada de África. 32. Cantan la rana y el sapo (inv.).
34. Lugar público para vender o comprar mercancías. 36. Juntaba, reunía, aunaba. 37. Incrédulo, impío, irreligioso (f.). 38. Departamento de..., departamento de Perú en la costa central. 40. Condenada por la justicia (inv.). 41. Nota musical.
42. Navegante cretense, almirante de la flota de Alejandro Magno (s. IV a. de C.). 45. Ida, ir, en inglés. 46. Asistiré, acudiré, concurriré. 48. Pesadas, engorrosas, fatigosas. 50. Lugar con agua y vegetación en un desierto. 51. Sinónimo de humoral (f.).
POR NATHALI GÓMEZ @laespergesia Ilustración: L. "Razor" Balza
MINIMANUAL para sobrevivir a una reunión de condominio
Imaginario
Hay algo peor que montarse en el ascensor con un vecino que pone mala cara: se trata de la inevitable reunión de la Junta de Condominio. Intentará huir, pero en cada piso aparecerá alguien que le recordará, con una amable coacción, que debe participar. Para poder escapar, tendría que mudarse. Y si así lo hiciera, tarde o temprano lo obligarían a ir a la reunión de la junta de ese edificio.
Claro que hay, yo misma soy
pregunta de la semana
TUIT DE
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Caracas, 26 de febrero de 2017.
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hasta cuándo se repetirá en américa latina el mismo libreto: la derecha “víctima” de la izquierda
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1. Aunque no lo quiera, durante la reunión deberá enterarse de los chismes más oscuros de sus vecinos. Si no le interesan lleve audífonos, con discreción. 2. Si quiere escribir una novela sobre las bajas pasiones de los seres humanos confinados en un mismo lugar, es la mejor oportunidad. 3. Los vecinos que tienen más dinero lo recalcarán, de todas las formas posibles, durante la reunión. 4. Su sola presencia tiene un único objetivo: pagar por algo que se dañó o que va a dañarse próximamente. 5. La trabajadora residencial es el punto de partida de las relaciones de poder. 6. Las palabras “propietario” e “inquilino” establecerán diferencias entre reyes y plebeyos. 7. Todo es maniqueo: o hay gente muy buena y sacrificada por el edificio o hay gente muy mala que solo quiere verlo derrumbarse. 8. Si quiere saber cómo argumentar sin tener argumentos, escuche cualquier exposición que allí se haga. 9. Por nada del mundo permita que lo metan en el chat de wasap del edificio. 10. Considere volverse ermitaño.
Mamá, no hay café.