Revista Llegás. Edición 168

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12/ 2012 #168 aĂąo IX www.revistallegas.com.ar

teatro

mĂşsica bares restaurantes buenos aires noche letras cine



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Dunamis. Entre el desastre y la esperanza, muestra de fotografías y videos de RES, continúa en el Parque de la Memoria, Costanera Norte-Rafael Obligado 6745. Lunes a viernes, de 10 a 17, sábados y domingos, de 12 a 18. Gratis La Feria del Libro Lunfardo y Tanguero celebra su novena edición hasta el 30 de diciembre en la Academia Porteña del Lunfardo, Estados Unidos 1379. Lunes a viernes, de 14 a 21; sábados y domingos, de 16 a 21. Gratis La Magia de la Navidad, programa festivo del Gobierno de la Ciudad, instala un parque para chicos en Figueroa Alcorta y Callao y celebra conciertos en iglesias o el ballet Cascanueces en el Obelisco. Gratis.

OBRA DE TAPA Carolina Santantonin es ilustradora y diseñado-

SUMARIO

ra gráfica formada en la Universidad de Buenos Aires y diversos talleres. Dirige desde 1995 junto a Javo Veraldi el estudio plantabajac.com.ar, cuyos trabajos publica en un libro durante 2004. Tres premios ACE a la mejor portada de cd y seleccionada para Publicación Print: El mejor

diseño gráfico de América Latina y Witcel Conqueror Splash, realizó exposiciones de pintura, ilustración y fotografía, conformó el proyecto Cubeteado más puré, y ahora integra el colectivo Anuario de Ilustradores, a cuya última edición pertenece la obra de tapa.

4-5 ARTE “Enviudé de mi mismo”, se sincera el artista Luis Felipe Yuyo Noé durante una entrevista en la galería Rubbers.

6-7 BARES Es Tiempo de Gitanos, es momento de tapas y flamenco. Y todo acá, en pleno Palermo, y olé.

8 CINE De la pantalla del videojuego a la del cine, estreno de Ralph, el demoledor en vísperas de la temporada de fichines en la costa.

10-11 LETRAS Entrevista con Hernán Casciari y Christian Basilis por soñar con una revista literaria que cumple su segundo año: Orsai.

Sin título Del VI Anuario de Ilustradores (2012) Técnica mixta, 30 x 40 cm. anuarioilustradores.com.ar

12-14 MUSICA Diez discos imprescindibles de 2012, de Dirty Projectors a Silva, y siete recitales para despedir el año, de Madonna a Lucas Martí.

15 BUENOS AIRES En fuga huye hacia el fin de año, que llega casi sin avisar, y se topa con una barba suicida en Nochebuena.

16 NOCHE Si zafan del apocalipsis maya, festejen el final de año en un evento multidisciplinar de La Oreja Negra.

18-22 TEATRO Federico León charla acerca de Las multitudes, un proyecto sobre los orígenes de la humanidad con 120 actores, antes del repaso a las mejores obras de la cartelera en 2012, de ¿Qué te he hecho para que me trates así? a La mujer puerca. Visitá www.revistallegas.com.ar / En Facebook: Revista Llegás

? QUIENES SOMOS

Editor Responsable Gustavo Gaona EDITOR DE CIERRE Armando Camino EDITOR Juan Ignacio Crespo DISEÑO Daniela Sawicki COLABORAN EN ESTE NUMERO Luz Marchio (arte), Ana Claudia Rodríguez (bares), Dominique Schilling (buenos aires), Mercedes Cabrera (letras), Martín D’Adamo (noche), Martín Caamaño (música), Juan Ignacio Crespo y Leandro Ibáñez (teatro). TIRADA DE ESTA EDICION 16 mil ejemplares Anuncios de teatro y bares Ricardo Tamburrano 15 5958 7489 ricardotamburrano@gmail.com Publicidad: Esteban Gallego. www.egmediabrokers.com.ar Tel: 3965-3748. llegás a buenos aires es una publicación mensual de distribución gratuita, Propiedad de GyH Contenidos Srl, Chile 1507, Piso 2. CP. 1100, CABA. Fundada el 5 de agosto de 2004. Se distribuye en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Registro de marca 2519629. Registro de la propiedad intelectual exp. 347083. ISSN 1668 – 5326. La programación de las agendas puede sufrir cambios por parte de los organizadores. llegás no se responsabiliza de los mismos.


ARTE

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el secreto del paisaje

| armando camino

YUYO NOÉ, VIAJERO ETERNO, COMPARTE SU MIRADA Y SIGUE EN EL TREN. “El camino no es en línea recta sino en circunferencia”, dice En SU ÚLTIMA MUESTRA, EN CONSECUENCIA. Es lunes por la tarde en la galería Rubbers. Estoy recorriendo la muestra En consecuencia. Espero ansiosa que llegue ese hombre con apodo tan orgánico: Yuyo. Quién sabe por qué le dicen así. Repaso las preguntas que tengo preparadas pero es inútil; cada cuadro genera nuevos interrogantes. Luis Felipe Noé, Yuyo, no podría hacer nunca una obra que derive en una respuesta cerrada. Veo figuras perdidas en abstracciones y abstracciones que se vuelven figuras. Recorro así cada cuadro hasta que me encuentro con el texto de la muestra y leo: “Ella gravitó en mí como persona y como artista, en consecuencia a ella le dedico con todo mi amor la muestra de las obras realizadas este año”. El tiempo se detiene en esta frase. Acá, donde concluye mi recorrido, empiezan las preguntas. -Yuyo, estoy frente a sus obras que son impactantes, realmente, pero tengo que confesarle algo: no dejo de pensar en el texto que escribió. También recuerdo el inicio de este viaje por la pintura, allá en 1957, con esos dibujos que hizo durante la luna de miel en la Quebrada de Humahuaca. ¿Dónde se encuentra ese recorrido hoy?

-Yo digo siempre que cuando un artista comienza es como si existiera un tren. Uno está siempre en el mismo tren pero el tren va cambiando de paisajes, va teniendo etapas distintas. Siempre uno está en lo mismo y siempre se cambia, pero hay una cosa que es importante: el camino no es en línea recta sino en circunferencia. Hay gente que me ha dicho de mi exposición que es como si hubiera reunido muchas cosas de distintos períodos míos, distintas etapas de mi vida. Pero yo no lo veo así. Creo que siempre soy yo. “Ahora mismo estoy un poco cansado de tanta división en lo local. Esas cosas me aburren mucho” -En el texto habla de Nora Murphy, quien fue su compañera durante cincuenta y cinco años. ¿Qué lugar ocupó el amor en todo este camino? -Mirá, Nora gravitó mucho en mí. Ella era dos años y medio mayor que yo. Yo era casi un adolescente cuando comenzamos. Ella era muy sensible a las cosas sociales, era trabajadora social, aparte de profesora de inglés. Como te dije, ella gravitó en mí como persona y, al mismo tiempo, me libe-

ro de una cantidad enorme de cosas, es decir, empecé a mandar a la mierda a una cantidad de cosas cuando la conocí. Por otro lado, como toda pareja, teníamos nuestras crisis. Yo decía que en realidad la pareja no existía, que dos siempre serán dos. Y ahora que he enviudado me doy cuenta de que no es así. Siento algo profundo. Hay algo vivo que han quitado de mí. Hay una parte mía que se fue. De alguna manera enviudé de mi mismo. -Es muy lindo lo que dice y creo que está ligado a lo anterior. La única certeza en nuestro viaje es el viaje en sí. Como bien dijo, la pintura es un viaje, como así también la poesía y la música. Son diferentes lenguajes que tratan de decir cosas utilizando distintas materias. Creo que en ese decir el artista siempre dialoga con otros. Y usted, ¿con quién dialoga? -Mirá, yo dialogo con todos mis otros que tengo dentro. -¿Eso es porque es geminiano? (risas) -Sí (risas), yo me siento como un ómnibus lleno de gente. Creo que uno aprende a conocerse en el ejercicio ficcionado. Los animales andan en el mismo mundo que nosotros pero no llaman a las cosas con un nombre. Nosotros siempre estamos nom-


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brando las cosas y entonces empezamos a crear otra realidad: la realidad del lenguaje sobre la realidad de las cosas. Lo que pasa es que nos acostumbramos a los códigos establecidos socialmente. Pero yo creo que el campo del arte es el campo que rescata la posibilidad ficcional. En ese sentido, la definición de poesía que más me gusta es la de Aldo Pellegrini que dice que la poesía trata de decir con palabras lo que la palabra no puede decir. -Es decir, con la misma materia… -Exacto. -¿Y en el caso de la pintura? -Ya Friedrerich, un pintor romántico alemán, había dicho antes que la pintura trata de decir lo que las palabras no pueden decir. Y en poesía es justamente recrearlas o redefinirlas, crearles una nueva situación en la ellas mismas implican otras cosas. -Hablemos del caos. -Mirá, yo creo que la mejor definición no está definida. Es lo que no se puede predecir en principio. El caos para mi es sinónimo de vida. Y lo contrario al caos es la muerte. -¿Qué aspecto de la vida le inquieta hoy? -Poder seguir en el tren. Este viaje continúa y estoy mirando algunas cosas de escritura que dejé paradas. El título del libro es El striptease de la diosa pintura y es un modo de ver la pintura desde el romanticismo. Primero se vistió en el renacimiento y luego se fue sacando elementos hasta terminar en el arte conceptual. De alguna manera, es ver cómo se plantean las nuevas situaciones.

-Durante la última década se produjeron cambios sustanciales tanto en Argentina como en el resto de Latinoamérica. Existe un resurgimiento de una conciencia de conjunto entre los países de la región y a la vez, en el plano nacional, creo que se planteó una resignificación de nuestra identidad. Ante este nuevo contexto, ¿cuál es para usted el rol de los artistas? -Yo viví intensamente los años 60, 70 y 80, incluso escribí un proyecto que se llamaba El arte de América Latina es la revolución. La revolución que yo admiro es la revolución cultural, el cambio de paradigmas. Creo que, en ese sentido, se está generando un proceso. Creo que hay una relación enorme entre arte y poder. Siempre le han dado importancia al arte de los países más poderosos. En general nos han tratado mal. Los países centrales se creen que lo saben todo y desprecian lo que ignoran. Creo que hoy en día hay cosas que se están invirtiendo. Con respecto a lo local, antes tenía una apreciación feliz, pero ahora mismo estoy un poco cansado de tanta división. Esas cosas me aburren mucho. -¿En qué consistió y en qué consiste este proceso constante de construcción y destrucción en su obra? -Yo creo en la paradoja. Todo lo que es convexo es cóncavo y todo depende de qué lado lo mires. El secreto del paisaje contiene la mirada en cada estación. Algunas veces llega en forma de susurro, otras, de abrazo. Mientras tanto, Yuyo sigue en el tren.

ARS MAGICA

Franco Vico presenta un proyecto de mural-instalación donde reivindica la apropiación mágica de lo real. En este sentido, el artista se convierte en una suerte de chamán o mago que transforma su entorno a través del poder de la imaginación. Pasto Galería, Patio del Liceo, local 43, Santa Fe 2729; 4823-2552. Del 14 de diciembre al 31 de enero; martes a sábados, de 15 a 20

URBAN PAPERS

LUZ MARCHIO

Ese s el título que continúa la saga “urbana” que José Luis Anzizar comenzó en 2012 con Urban Birdwatching. En oposición a los que definen las ciudades como ámbitos duros, grises y desangelados, Anzizar disfruta combinando formas, colores y texturas y coloca su mirada al rescate de lo orgánico y poético dentro de lo concreto. El resultado se plasma en grandes superficies de collage de papel sobre papel, una intensa paleta y la ambigüedad de no saber si se trata de una vista en altura, el detalle de un plano vertical cercano o la vista desde adentro. De esta manera, todas las posibilidades de una urbe en movimiento se presentan a partir de la resignificación del espacio. Elsi del Río Arte Contemporáneo, Humboldt 1510. Hasta el 30 de diciembre; martes a viernes, de 14 a 20; sábados, de 11 a 15


BARES

de lunares y paellas | a. c. r. SI CON EL ESTÓMAGO LLENO EL CUERPO TE PIDE MÁS, ACERCATE AL RESTAURANTE TIEMPO DE GITANOS DE PALERMO. EL COMBO COMIDA ESPAÑOLA Y ESPECTÁCULO FLAMENCO PROMETE.

Un abanico tras otro. Una guitarra floreá. La foto de una mujer con el torso en cuarenta y cinco grados y la muñeca enroscada. Volantes y lunares. Piden unas rabas y una paella. El cliente que da palmas al son de tru-cu-trún. Las sillas del escenario de cuero escarlata. “Te quiero, te quie-e-ee-e-ro” (dicen los parlantes). Jerez del Tío Pepe a 28 pesos (¡pida sangría!). Discos antiguos que atrapan el cante. Muñequitas con peineta. Rojo, verde, amarillo. Una pared entera pintada de Andalucía (es un patio blanco, al aire libre, que da a La Giralda de Sevilla. Las macetas de geranios salen del muro y rodean tu cabeza como un aura). En la barra, un cartel que adelanta “Tertulia”. Y detrás, Osvaldo, el dueño, de negro absoluto. “Hola, ¿cómo estás? ¿Querés tomar asiento?” Después de un minuto en Tiempo de Gitanos, uno llega a la mesa con los sentidos excitados de tanta nota y color. Respira, se recuerda de nuevo que no es un local español (no, es un restaurante de Palermo con aire flamenco) y abre la carta. Lo ibérico salta desde el papel. Pincho de tortilla (24 pesos), pincho de boquerones (32), arroz con calamares (107), papas bravas (29), paella de mariscos (125). Las cazuelas de arroz y frutos del mar salen a pares desde la cocina y varios letreros te aconsejan la bebida de lejos. Cerveza Estrella Galicia (25 pesos).

Hay menús cerrados, el Normal (195 pesos con show incluido), el Especial (225 pesos) y el Premium (255). Tapeo de ahumados, fabada asturiana, paella campera, pantumaca. Los postres están retratados en la lista: torta de Santiago de Compostela (lleva almendras), torta de queso o crema catalana (a base de huevos y leche, y una capa de caramelo quemado). Por separado, podrías cenar a la carta y pagar el espectáculo aparte (55 pesos miércoles y jueves, 85 viernes y sábado). Y cada día la música está en vivo. Baja la intensidad de la luz. El escenario saca pecho. Sube Diego Paqué, un español nacido en el País Vasco, criado en Andalucía y a medio camino entre Barcelona y Menorca. “Soy ciudadano del mundo”. Sonríe. Aterrizó hace unas horas en Buenos Aires. Lleva camisa azul, chaleco negro y agarra la guitarra con la soltura de quien amasa una pizza. El público interrumpe el próximo bocado (el mejillón espera) porque hay expectación. Es el invitado especial. Y Diego Paqué se deshace allí arriba con las canciones de su nuevo disco, María. Aplausos. Más aplausos. “Qué lindo se está en este escenario”, dice Diego Paqué, ya en el mundo real, viendo a los artistas fijos dar palmas y zapateos desde su silla de comensal. Los clientes miran atentos. No expresan pero se nota la emoción en

el ambiente. En la tarima, dos guitarras y dos bailaoras (una rubia, una morocha) sienten el flamenco y lo reparten con sentimiento por la sala. Te lo entregan casi en las manos. De camino al baño, pasás bordeando la veintena de mesas de plato abundante y mantel español. A los lados, imágenes de mujeres flamencas (con el gesto intenso y los hombros muy bajos). De vuelta al lugar, Osvaldo, que se acerca. ¿Todo bien? Sí, hace doce años que abrimos el local. De miércoles a domingo, sí, y sólo por la noche. El show gusta, sí. Hay bastante gente de todo tipo. Cuando abrimos no había nada, aquí en el barrio. Tres restaurantes contados. ¿El nombre? Nos gustaba mucho Kusturica. Y poco a poco, surgió el flamenco y lo andaluz. Es medianoche, solo tres horas más tarde desde que llegaste. Salís de Tiempo de Gitanos contento. Es una linda noche de primavera. ANA CLAUDIA RODRÍGUEZ

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TIEMPO DE GITANOS El Salvador 5575, 4776-6143 De miércoles a domingo, desde 21 Ambiente, andaluz; atención, buena; recomendación, crema catalana


B/R !

BARES Y RESTAURANTES bares@revistallegas.com.ar

DOÑA

Bulnes 802, esq. Humahuaca Reservas: 4862-9278 Doña es una cantina que intenta homenajear a los grandes bodegones de Buenos Aires desde la mirada del presente, rescatando ese espiritu que nosotros recordamos de nuestra infancia.

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ERMAK

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TIEMPO DE GITANOS

El Salvador 5575 . Palermo. Reservas e informes al 4776-6143. Tablao Flamenco. Cena- Show. Al ritmo de las guitarras y mientras las bailaoras desnudan la pasión flamenca sobre el tablao. Disfrute de los mejores platos y de un espectáculo de primer nivel. www.tiempodegitanos.com.ar

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Billinghurst 699 esquina Guardia Vieja. Reservas: 4863-7923 Comedero & Bebedero ubicado en una clásica esquina de Almagro, con un ambiente ideal para relajarse con amigos o en pareja. Exquisitos platos caseros, picadas, tragos, cervezas, vinos y buena música para condimentar.

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filo

Guarda la Vieja!

ASOC. JAPONESA EN LA ARGENTINA

Viernes, shows con cantante ruso Billinghurst 815. Almagro. Reservas e Informes al 4862-0170. Abierto de mar. a dom. de 20 a 1. Auténtica comida de Rusia y Ucrania. Una propuesta de sabor diferente. Pelmeni y Vareniki de papas y hongos, suprema a la Kiev, Pirogki (pancitos rellenos con ciruela, frutilla o manzana).

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LA REINA KUNTI

Humahuaca 3461. Abasto. Reservas e informes al 4863-3071. Delicias vegetarianas de la cocina védica. Un rincón para espiritualistas donde el aire que se respira es más liviano. Chutneys, arroces varios, ensaldas y pastas. Deliveryc atering. Martes a sábados de 10:30 a 0:30.

San Martín 975. Retiro. Reservas 4311-0312 / 1871. Cultura gastronómica ítalo-véneta, lugar de diversión, para mirar y ser visto. Música, siempre. Excelentes las pizzas y la mejor barra de tragos. Más información en: www.provision@filo-ristorante.com

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Independencia 732. San Telmo. Reservas 4300-5848 / 9538. Comida japonesa en uno de sus lugares más tradicionales. Men ruy, tempura, sashimi, sushi y los típicos platos gyoza, katsudon. Lun. a jue. de 12 a 15 y de 19:30 a 23. Vie. de 12 a 15 y de 20 a 0. Sáb. de 20 a 0.

Musetta Caffé

Musetta Caffé. Billinghurst 894, esquina Tucumán. Información y reservas: 4867-4037. Disfrute de los mejores desayunos, meriendas, almuerzos y cenas. Lunes de 10 a 20; martes a viernes de 10 al cierre; sábados de 17 al cierre. Más información en www.musettacafe.com

Guarda la Vieja! Comedero & Bebedero ubicado en una clásica esquina de Almagro, con un ambiente ideal para relajarse con amigos o en pareja. Exquisitos platos caseros, picadas, tragos, cervezas y vinos. La música condimento ideal de la noche. No cobramos cubierto. Pago solo efectivo.

Billinghurst 699 esquina Guardia Vieja. Teléfono: 4863-7923 Abrimos todos los dias. Horario: Domingo a Jueves de 18 a 2 hs. Viernes y Sábado: 18 a 5 hs.


CINE

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cambio de pantalla EL VILLANO RALPH, EL DEMOLEDOR SE ESCAPA DE SU VIEJO VIDEOJUEGO PARA RECORRER, GRACIAS A DISNEY, LOS CINES DEL MUNDO, AL MÁS PURO ESTILO DE PIXAR Y SU TOY STORY. Se termina el año, empieza el verano y muchos afortunados hacen lo que sea con tal de escaparle al asfalto ardiente. Para los nostálgicos del milenio pasado, el imperioso viaje a la costa significaba una única cosa: ¡temporad a de fichines! El verano era el único momento del año en el que casi todo preadolescentes estaba autorizado a perder tanto tiempo como sea necesario frente a un arcade. Afortunados aquellos que vacacionaban en febrero y podían pasar, según el eterno mito climático, muchas más tardes lluviosas encerrados en Sacoa, Enjoy, El disco rojo o Centerplay. Hablar de la memoria es una buena excusa para indagar en aquellos recuerdos nostálgicos pero también para meterse con los 8-bits de capacidad de los primeros fichines. Y esos dos sentidos atribuibles a la memoria son la clave de Ralph, el demoledor, lo nuevo de Disney. Un villano de un videojuego de antaño está harto de esa rutina diaria que lo obliga a ser el personaje impopular de su mundo ficha tras ficha. Sin amigos y en plena crisis existencial después de 30 años de romper todo, Ralph decide salir a recorrer el universo en busca de aceptación, sin darse cuenta que su partida puede ser interpretada como el malfuncionamiento de un arcade legendario que hace años resiste que lo desenchufen. Pero a Ralph lo único que le interesa es convertirse en un héroe y, por una vez en la vida, ser aceptado y mimado como cree tener merecido y necesita. Ralph, el demoledor se mete con los videojuegos para contar las vidas secretas de sus protagonistas, todo eso que hacen cuando no hay ningún niño cerca jugando a los

fichines. Cualquier similitud con Toy Story no es una mera casualidad: John Lasseter, fundador de Pixar, director de las andanzas de Woody y Buzz Lightyear y hoy capanga absoluto de Disney, dio luz verde al proyecto, convocó al director Rich Moore y fue productor ejecutivo de Ralph, el demoledor. Ahora recurre a las mismas artimañas comerciales que Toy Story para vender juguetes, pero adaptadas al mundo de los videojuegos. Son muchas las estrellas invitadas: desde el inolvidable barman del Tapper hasta el Q*bert, pasando por la ranita del Frogger, los fantasmitas de Pac-Man, Paperboy o Ryu y Ken del Street Fighter. Para la obvia secuela, como pasó con Barbie en Toy Story, quedará Mario, de quien se dice que “siempre llega elegantemente tarde”. Rich Moore, debutante responsable de varios de los mejores capítulos de Los Simpsons (Llamarada Moe, Marge vs el monorriel, Itchy & Scratchy: la película o Cabo de miedo), se luce en otro aspecto que cruza lo comercial y lo artístico en la película: el paso del protagonista por los distintos universos de los videojuegos en el film. Ralph es originario de un nostálgico juego de 8-bits ochentoso. Al escapar, se mete en el mundo de los videojuegos de guerra en primera persona, tipo Call of Duty, y el tercer acto de la película transcurre en una especie de Mario Kart afeminado. Adultos aniñados, adolescentes cargados de violencia y pibes todavía inocentones tienen todos vistosos escenarios diseñados. Eso sí, todo siempre en 3D, porque ¿a quién se le ocurriría producir una animación en 8-bits? Es cuanto menos curioso cómo se entremezclaron los caminos de Disney y

Pixar a partir de la llegada de Lasseter a la “vil corporación”, eufemismo utilizado en la película de Los Simpsons (Rich Moore es uno de los animadores). La última película de Pixar fue Valiente, que pasaba como una película “hecha y derecha” del más tradicional Disney de no comenzar con el logo de la lámpara Luxo Jr. Sobre Valiente, en este mismo espacio, durante las últimas vacaciones, podía leerse: “El poderosísimo imaginario de Disney nunca penetró con tanta fuerza el sacro universo de Pixar desde la absorción ejercida por la compañía del ratoncito”. Y esto no implica ningún juicio de valor, al menos no uno negativo, sobre la primera película de la historia de Pixar protagonizada por una mujer. Si Valiente era una de Pixar que parecía una de Disney; Ralph, el demoledor es una de Disney que se parece demasiado una de Pixar. Desde el estilo de narración, la estética o la construcción de los personajes, todo parece en sintonía con el universo de Pixar. Casi todos los grandes animadores de Hollywood salieron de la universidad californiana CalArts y ese origen común podría utilizarse para explicar o entender mejor todos estos cruces de universos. Ya lo dice clarito Ralph, el demoledor: ¿por qué uno debería limitarse a un único rol en la vida estancado mirando siempre el mundo desde el mismo lugar? Tal vez todo este juego de parecidos y diferencias no sea más que una pavada diseñada por un grupo muy exitoso de nerds para divertirse. Pero así también nacieron los videojuegos, ¿no? NAZARENO BREGA



LETRAS

Orsai, un sueño lúcido A DOS AÑOS DEL NACIMIENTO DE UNA revista LITERARIA SIN PRECEDENTES, HERNÁN CASCIARI Y CHRISTIAN BASILIS REFLEXIONAN SOBRE EL ÉXITO DE su PROYECTO editorial. Tal vez el mayor desafío sea definir qué es Orsai en una sola oración. “Una revista literaria sin publicidad ni intermediarios”, dirán algunos. “No, Orsai es una comunidad de lectores y autores en la que lo único que importa es la literatura”, bien podrían decir otros. En esa discusión imaginaria seguramente estarán quienes lo definan como un experimento que logró trastocar las relaciones tradicionales propias del ámbito editorial; “¡Una experiencia cultural!”, “¡un ideal hecho realidad!”. Ya sea una cosa u otra, es posible que ninguno esté ni enteramente equivocado, ni enteramente acertado, porque Orsai pareciera ser todo lo dicho y mucho más.Sí, Orsai es una revista literaria pero, sobre todas las cosas, es el proyecto con el que Hernán Casciari y Chiri Basilis soñaron durante mucho tiempo. La historia de cómo se gestó es compleja, pero vale decir que surge de su participación en las redes sociales, sus vicisitudes personales y algunas experiencias no del todo felices con la industria editorial. La cuestión es que una noche de larga sobremesa, Hernán y Chiri imaginaron lo imposible: una revista sin publicidad ni subsidios, financiada únicamente por la venta directa a sus lectores y desvinculada por completo de cualquier intención de lucro. Cada vez más entusiasmados, fan-

tasearon con la idea de convocar ilustradores y escritores que solo ellos dos admiraban y, ya que estaban, ¿por qué no?, lograr la mejor calidad gráfica del mercado. Todavía insatisfechos, creyeron que la revista –además de su versión en papel– debería estar disponible gratuitamente en la web para todos aquellos que no pudieran comprarla. Esa noche, ya al borde del desenfreno y para rematarla del todo, acordaron que la inversión inicial correría enteramente a su cargo y se propusieron hacerla aunque no se vendiera. “Uno forma parte de algo más grande y los límites de uno no terminan en uno” “¡Solo a dos dementes se les ocurre un suicidio tan rigurosamente planeado!”, eso es lo que quizás uno hubiera pensado de haber estado presente aquella vez. Sin embargo, el tiempo demostró que no se trataba de una verborrea de trasnochados sino de un sueño de lucidez. Hoy, a dos años de iniciado el proyecto, entre las hojas de Orsai ya pasaron autores de la talla de Leo Maslíah, Abelardo Castillo, Pedro Mairal y Junot Díaz, entre otros tantos. ¿Qué es lo que los motiva para llevar adelante una iniciativa de este tipo?

HC: Antes que nada, siempre está el disfrute, divertirnos con lo que hacemos. El día que esto deje de divertirnos sabremos que la revista llegó a su fin. A mediados de este año pasó algo importante para Orsai y sus lectores. Lo que nació siendo una apuesta de alto riesgo económico finalmente se convirtió en un algo sostenible en el tiempo: ¿cómo vivieron ese recorrido? HC: Sí, el 17 de junio parió la madre, alcanzamos los 5.000 suscriptores y, después de un año y medio, nos volvimos rentables. Lo difícil fue el primer año, tuvimos que poner mucha plata. El segundo año fue más duro, porque no teníamos más fondos para sostenerla y supimos que ese podía ser el final de la revista. Si no llegábamos a los 5.000 suscriptores, cerrábamos todo y nos teníamos que poner a buscar laburo, pero ahí fue cuando propusimos hacer la suscripción adelantada y funcionó. Para nosotros, los lectores son un accionista más de esta cooperativa. Hace unos días arrancó la venta anticipada para los números de 2013 y la respuesta que tuvimos fue una satisfacción muy grande. Recientemente, en la web de Orsai se anunciaron las novedades para 2013, entre las cuales figura la implementación de


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LETRAS libros.llegas@gmail.com

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LANZAMIENTOS

No leer

Las mellizas del bardo

Algo que nunca le conté a nadie

Alejandro Zambra Excursiones

Hernán Vanoli Clase turista

Damián Tullio Tenemos las Máquinas

El volumen editado por Excursiones reúne crónicas y ensayos literarios ya publicados por el escritor chileno en diferentes diarios, suplementos y revistas a lo largo de diez años. Elogios a las fotocopias, recuerdos de lecturas obligatorias, reflexiones sobre el mundo literario. Una teoría sobre la lectura, o sobre el placer de leer y no leer a ciertos autores. Todo con la personal firma de Alejandro Zambra.

Vicky y Naty, dos barrabravas ambiciosas, reciben instrucciones para llevar a cabo una misión pero huyen a los tiros con el cyborg del astro rosarino Lionel Messi. Códigos de amistad, cultura futbolera y ambiente de futurismo. Una novela de Hernán Vanoli que reivindica la literatura pulp, un género como sello de identidad para la nueva editorial porteña Clase turista.

la Editorial Interactiva. ¿En qué consiste y cuáles son sus expectativas sobre Orsai Editorial? HC: Se trata de un sistema de publicación en la que los lectores serán los editores. Los lectores elegirán las obras a publicar y será una decisión por votación. Yo creo que va a ser divertidísimo, va a ser muy lindo y va a generar mucha comunidad. CB: Además, es un experimento que tenemos en la cabeza, pero realmente no sabemos qué va a pasar cuando salga. HC: Será algo entre lectores y autores. Como siempre, sin intermediarios. Va ser un riesgo cooperativo, pero de última si no funciona será un fracaso divertido. Hay quienes creen que lo que está pasando con el proyecto Orsai es representativo de algo mayor, tal vez el signo de una transformación inevitable. ¿Creen que este modelo podría trascender a otros ámbitos, más allá de la industria de la cultura? HC: Yo estoy convencido de que es el embrión de algo mucho más poderoso, de algo que nos va a pasar o que le va a pasar a nuestros hijos. Hay gente que es consumidora de contenidos y hay gente que es generadora de contenidos, y en el medio de todo eso siempre había un buitre, porque en algún punto eso podía ser entendido como negocio. Sin el buitre pero con una comunicación real pueden pasar cosas en todas las áreas, y hoy en día todas las áreas están experimentando todo esto. Es muy loco, debe ser como cuando nació la imprenta. Veníamos de escribir a mano, y em-

pezó a pasar algo, más gente empezó a leer, ya no había una cosa elitista. Yo creo que el primer gran cambio será la banca ética y, por último, lo político. La democracia como está prevista ahora no está funcionando de una manera lógica. CB: Es complejo este tema, yo no estoy tan de acuerdo. Si lo planteamos como un lado bueno y un lado malo, nosotros sabemos de qué lado de la línea estamos. Pero hay que tener en cuenta que ellos también van a disponer de las mismas herramientas, pero igual tarde o temprano un modelo va a prevalecer sobre el otro. En esa transición van a entrar las comunicaciones, un cambio de mentalidad como fue en su momento la imprenta. Es un futuro incierto, pero sin embargo yo sé de qué lado estoy ahora y hacia dónde querría que se convierta. Lo que es indudable es que algo está pasando y está buenísimo. mercedes cabrera

Ya con la muerte pisándole los talones, un padre le revela a su único hijo una verdad difícil de digerir. A partir de ese secreto se trenza una historia de complicidades, herencias denegadas y preguntas sin contestar. Después de todo, ¿la muerte es algo propio o ajeno? Tal vez una de las preguntas más espinosas que se despliegan a lo largo de esta novela firmada por Damián Tullio.

Orsai extendido ¿Qué es Orsai? Según Christian Basilis, la mejor presentación de Proyecto Orsai es la charla TED titulada “Cómo matar al intermediario” y pronunciada por Hernán Casciari. Disponible en tedxriodelaplata.org/ videos/cómo-matar-al-intermediario ¿Cómo obtener Orsai? La revista no se vende ni en quioscos ni librerías, disponible únicamente por suscripción a través de la web de Orsai, editorialorsai.com, desde donde también se puede acceder gratuitamente a todos los números publicados hasta el momento. Orsai Bar. A pocos meses de lanzada la revista, Orsai Bar surge por la iniciativa de un grupo de lectores entusiastas. Lecturas, charlas de escritores, presentaciones de libros, etc. Humberto Primo 471, San Telmo. De miércoles a sábados, a partir de 19.


MUSICA

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LOS 10 DISCOS DEL AÑO / por Martín Caamaño

Dirty Projectors Swing Lo Magellan (Domino)

Con Swing Lo Magellan los Dirty Projector –grupo de la escena de Brooklyn al mando del genial David Longstreth- no solo alcanzan el punto más alto de toda su carrera sino también el primer lugar indiscutido en el podio al mejor disco del año. Por su parte, Gun has no trigger sin dudas se lleva también el galardón a la mejor canción de 2012. A pesar de ser su disco más preocupado por la idea de canción,

David Byrne & St. Vincent Love this giant (4AD/ Todo Mundo)

Reunión cumbre entre dos freaks que comparten el mismo arrojo de abismarse en los intersticios de la música pop. Ya desde la tapa, en la que se los ve con sus caras deformadas, se presagia el contenido de un disco tan extemporáneo como necesario. Con una sección de vientos como hilo conductor, Love this giant tiene todo los condimentos de las aventuras musicales de sus creadores: ese aire a comedia musical post

Chromatics Kill for love (Italians do it better)

Durante casi una hora y media de música, Kill for love nos sumerge en un viaje que oscila de manera magistral entre el rock y la electrónica. Ya el primer tema es toda una declaración de principios: una versión preciosa y contemporánea de Hey hey, my my (Into the black), clásico de Neil Young. Lo que sigue es el tema homónimo, hit indiscutido, que invita al baile lánguido y despreocupado, con la abúlica y miste-

los Projectors no dejan de lado sus marcas distintivas: esa mezcla de minimalismo, experimentación y desprolijidad que se refleja en la superabundancia de coros, tenebrosos y sentimentales; filosas guitarras eléctricas; ritmos histéricos, incapaces de repetir nunca una misma figura, y melodías deformes que suelen desembocar en la emoción más sincera. Destacan Maybe that was it, un lamento que el oído local puede agenciar con el Spinetta de Invisible; About to die, una suerte de hip-hop intrincado con aires de Elvis Costello y la irresistible The socialist. Sí, en Swing Lo Magellan los Projectors siguen forzando los límites de la tradición pop-rock y hacen suyo el sonido de esta era. apocalíptica que inunda las composiciones de St. Vincent (melodías intrincadas, líneas de guitarras imposibles) se acopla perfectamente al caleidoscopio rítmico y a las atmosferas refinadas de Byrne. Protohits como Who o Ice Age parecen la música funcional de un gimnasio diseñado por David Cronenberg, mientras la delicada Dinner for two y la sinuosa I am an ape destacan antes del gran finale con Outside of the space & time- título que define todo el disco-, un torrente de emoción en una balada como las que ya no se hacen. No hay dicotomías en Love this giant. Lo femenino y lo masculino, lo clásico y lo inminente, la experimentación y lo accesible, se funden en esta pequeña joya. riosa voz de Ruth Radelet sonando sobre una maraña de sintetizadores y baterías electrónicas de leves toques ochentosos. Así quedan establecidas las coordenadas de desconcierto. En Kill for love el rock se vuelve puro gesto y se transfigura para dar paso a un pop electrónico y oscuro. Al igual que Milan Kundera, los Chromatics indagan sobre el placer de la lentitud y en Kill for love se toman su tiempo para recrear climas, atmosferas y estados de ánimo: largos pasajes instrumentales (Broken mirrors) se hilvanan con canciones para la discoteca (Lady) hasta llegar al final con No escape y hacernos sentir que no hay escapatoria posible, que somos cautivos de este disco.

Richard hawley Standing at the sky’s edge (Domino)

En un disco con muchas referencias a la luz solar, Standing at the sky’s edge suena como una soleada mañana invernal. Richard Hawley compuso gran parte mientras paseaba a su perro en Sheffield. Desde el primer tema, huele a obra maestra. Cada canción tiene en sí misma el peso, la entidad (y la intensidad) de un disco entero; además de que casi todas sobrepasan los cinco minutos. Lejos del sonido americano de los 50 y orquestaciones a lo Scott Walker de trabajos anteriores -en especial Coles Corner (2005)-, Hawley vuelve a las raíces con un combo de rasgos britpop con guitarras distorsionadas, voces espectrales y reciclada psicodelia. Seek it, con visos de baladas de Iggy Pop en American Cesar, y sobre todo la monumental Don´t stare at the sun son los dos grandes momentos, donde baja los decibeles y arranca una sonrisa al oyente.

Hot Chip In our heads (Domino)

In our heads tiene de todo: temas para la pista de baile (Nigth and day), melodías luminosas (Let me be him), melancolía dosificada (Look at where we are), aires progresivos (Now there is nothing), relecturas del Prince de los 90 (Ends of the earth) y del Depeche Mode de siempre (These chains) y exotismo intrincado y bailable (Flutes). Uno de los grandes atractivos de esta banda es la suave voz de Alexis Taylor. Eso distingue a Hot chip de otros grupos electrónicos y bailables: en medio de un contexto sonoro tecno emerge alguien que parece haberse confundido de grupo. El efecto se repite en In our heads luego de la extensa introducción instrumental de Motion Sickness, casi inaugurando un nuevo género: música bailable épica.


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Grizzly Bear Shields (Warp Records)

Después del notable Veckatimest, esta banda de Brooklyn encuentra en su cuarto disco la formula precisa para conseguir algo muy difícil de lograr: sonar épicos sin ser barrocos. En Shields no hay paredes de sonido ni pliegues de ninguna clase. Los instrumentos flotan libres entre sí, aportando cada cual su color sin nunca interferirse a lo largo del disco. Hay cierto aire de limpidez en Shields, sobre todo por

El mató a un policía motorizado La dinastía Scorpio (Laptra)

El último coletazo de 2012 nos da la grata sorpresa del nuevo disco de una de las mejores bandas surgidas en los últimos tiempos. Con La dinastía Scorpio, El mató presenta una nueva colección de canciones de amor y amistad con ese cóctel perfecto de rock garaje y melancolía que ya es todo un sello de esta banda made in La Plata. Ya desde el comienzo, con El magnetismo –lo más parecido a un tema folk que hayan hecho,

Lucas Martí Tercer y último acto de noción (Los años luz)

Sí, Lucas Martí lo hizo de nuevo. Una vez más demuestra que es el músico en activo más interesante de estas latitudes –de su generación, el único con genio- sacándole varias leguas a todos los demás. Con Tercer y último acto de noción se cierra la trilogía de los “últimos actos de noción”, donde Martí revela su costado más intimista, experimental y verborrágico. Pero lo que caracteriza a esta última entrega es la mezcla

las voces de sus dos cantantes, Ed Droste y Daniel Rosen. Pero las canciones tienen vocación de grandilocuencia, evidenciada en los arreglos orquestales que pujan por detrás del cuarteto de rock tradicional. De ahí la épica. El comienzo onírico con Sleeping ute es una buena muestra de la atmósfera de todo el álbum. Canciones que se parten en dos pasando del estallido beligerante a la más desoladora introspección. Aunque también hay pérfida linealidad: Yet again o la exquisita Gun-shy, cuyo estribillo tiene tintes de la coda de Paranoid android. Y en todo Shields, los Grizzly Bear parecen haber retomado la posta que dejó Radiohead en Ok Computer, ajustándola a la horma de los tiempos que corren. sin batería y con guitarra acústica, atmósfera que se repite en Noche negra- revelan las intenciones de un leve cambio en su música, mientras que lo mismo de siempre en esta ocasión suena mejor que nunca: Mujeres bellas y fuertes, con su aire a los Strokes de Room on fire, o Chica de oro, sin dudas la mejor canción nacional del año, son un buen ejemplo. Con frases del tipo “las cosas van a estar mucho mejor” o “no tengás miedo”, las letras de Santiago Motorizado pasaron de la paranoia apocalíptica a la arenga esperanzadora “para que todo siga más o menos bien”, como canta en una balada monumental. “Nuevos discos, nuevas drogas”, dice un tema. Bueno, con ustedes la nueva droga de El mató. entre lo analógico y lo digital: las guitarras y la voz de Lucas coexistiendo con las programaciones Midi -un principio constructivo heredado de Se puede, segundo álbum de Varias Artistas-. Que Martí es un compositor notable no es ninguna novedad y este disco es un nuevo muestrario de su talento: la beligerancia emotiva de Trato con el diablo, la plegaria para Gustavo Cerati en A un músico, el exquisito sentimentalismo del zeitgeist en Neo amor, una postal tanguera sobre Buenos Aires (Política) que convive con una preciosa estampa de intimidad (Proyectar) resaltan del resto. “De milagro acá hay muy poco”, canta en Asentado. Tercer y último acto de noción es otro milagro de Martí, y van…

No lo soporto Universo (Pop Art Music)

Tras cuatro años de silencio, No lo soporto regresó al estudio dejando de ser un power trío “de chicas” para transformarse en un quinteto dispuesto a revelar un costado más pop, electrónico y bailable, aunque no menos profundo. “Me encontré bien al resucitar”, cantan en la veloz Energía y poco después rezan la plegaria encubierta “desentiérrame si quieres verme bien” en Si querés (con los hermanos Moura de Virus como invitados). Universo se presenta como el relato de un viaje purificador, de las profundidades de la tierra hasta más allá del infinito. La influencia del sonido de los ochenta (Devo, New Order y Virus) se mezcla con la de bandas actuales como Neon Indian, y en Atado hasta coquetean con cierta impronta rapera, pero también perdura la veta rockera y volada en Instinto y, sobre todo, Elvis y The Beatles.

Silva Claridão (SLAP)

Lúcio da Silva Souza viene de una formación clásica de piano y violín pero en su debut se vuelca a sintetizadores y programaciones para un puñado de canciones pop de corte electrónico. Aunque rigor y nitidez conceptual sonora, propios de la música clásica, se traslucen en el maravilloso Claridão. Sorprende cómo se nutre de la electrónica con sutileza, sin sonar ni demasiado eufórico ni demasiado foráneo. Más allá de que coqueteen con cualquier música extranjera, los brasileños nunca dejan de sonar locales, la identidad está en el cruce. Por eso 12 de Maio puede sonar como un Sufjan Stevens en medio de una batucada o la genial Mais Cedo a un James Blake de Copacabana. Influjo de grupos o djs de último momento como Neon Indian o Shlohmo junto a inflexiones vocales y melódicas como el gran Ney Matogrosso.


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Sábado 15

En el marco de su última gira mundial, el espectacular MDNA Tour, la reina indiscutida del pop regresa a nuestro país para realizar uno de sus recitales característicos a puro hits, una cita que promete ser inolvidable y cierra un año de abundantes y variados shows internacionales para el público porteño. En el estadio de River Plate (Figueroa Alcorta 7597) a las 20.

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15 de diciembre

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Sábado 15

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Jueves 2o

Nueva visita de este dúo de trovadores españoles que ya se convirtieron en un clásico local. Un show de estadio, en el que siguen presentando su último trabajo La orquesta del Titánic, que promete emoción, humor y canciones para todos los gustos. A las 21:30 en el estadio de Boca Juniors.(Brandsen 805).

Luego de tocar en el teatro Gran Rex y en Niceto Club, Aristimuño elige un espacio abierto para seguir presentando su último disco, el notable Mundo anfibio. Junto a toda su band es la despedida de los conciertos en capital hasta el año próximo. En Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131) a las 21.

Esta prestigiosa murga uruguaya llega por primera vez a un teatro tradicional porteño. La excusa es presentar su último espectáculo, La comunidad. Promete ser una noche a puro ritmo, color y baile de la otra orilla del Río de Plata. En teatro Gran Rex (Corrientes 857) a las 21.

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Jueves 2o

La artista brasilera nominada para el Grammy al mejor disco de World Music en 2007 y al Latin Grammy de Artista Revelación en 2006, llega por segunda vez a Buenos Aires para brindar un show exclusivo, presentando su nuevo disco, Caravana Sereia Bloom. A las 21 en Niceto Club (Niceto Vega 5510).

Jueves 20 viernes 21 sábado 22

Esta prestigiosa cantante y compositora uruguaya muestra su particular estilo, lejano a cualquier encasillamiento musical. Acompañada por su banda, presenta temas de sus discos Soy sola y Soy pecadora, y del próximo por venir. A las 20 en Club Atlético Fernández Fierro (Sánchez de Bustamante 764).

Viernes 28

Después de presentar su más reciente disco, Tercer y último acto de noción, con varios recitales acompañado únicamente con su guitarra, Martí regresa a los escenarios junto a toda su banda para despedir el año con temas de toda su vasta discografía. En La Oreja Negra (Uriarte 1271) a las 21.


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BUENOS AIRES EN FUGA

barba suicida

De golpe es fin de año. Casi diciembre y podría jurar que noviembre no existió. Que este año fue más corto que el año pasado y que el tiempo corre más rápido cuantos más Starbucks llegan a Buenos Aires. Ahora también hay Subway y todo se sirve en bandeja para que vivamos nuestras hermosas pero pequeñas vidas veloces. Nada de sentarnos en una esquina a leer el diario impreso, oler los jazmines o boludear, sí, con todas las letras b-o-l-u-de-a-r, porque hay que hacer plata. Entonces nos cansamos de trabajar para pagar el café para llevar, o el taxi si el colectivo no frena porque rebalsa; de caminar, de andar en bici, o de correr para que nos alcancen las veinticuatro horas que tiene el día. Ah, si tan solo tuviera cuarenta y ocho. Pero acá estamos. Llegamos a diciembre con la lengua afuera, corriendo con el último pedazo de aire que nos queda en los pulmones. Compramos regalos y organizamos cenas, amigos invisibles, juntadas en un bar, que hay que ver a todos nuestros amigos, amantes y familiares antes de que se termine el año. Sino, nadie sabe qué puede pasar, pero todos actuamos como si después realmente se cumplieran las profecías mayas. Somos tan lineales, si no es antes del treinta y uno, no vale. Ni hablar de las noches súper estrella de la vorágine. Qué pasa si en Navidad te vas a dormir como si fuera tres de agosto, o si en Año Nuevo enganchás un capítu-

lo de La banda del Golden Rocket en canal Volver y ni cuenta te das de que se hicieron las doce. Y ahí estás, pobre, tirada en un sillón, comiendo fantasías, con un pijama agujereado y sin corpiño arrancando el año. No hiciste la lista de objetivos para el año que viene, ah, pero mirá que si arrancás así te va a ir mal… ¡Hay que ponerle onda! Dicen –decimos- todos. Yo digo que hay que boludear. Comprar, sí, un regalo artesanal para mamá, que se las banca todas, que se bancó tener una cantidad de hijos desmesurada y recién a esta altura de su vida tiene tiempo de rascarse la panza llena de arrugas; o a papá que trabajó tantísimo para que pudiéramos veranear en el mar cuando teníamos vacaciones en enero y en febrero; a algún amigo, o al portero de enfrente que te cuida todas las noches a expensas de los demás; y si tenés hijos, claro, a todos ellos un libro de goma para que puedan leer mientras se bañan. Pero a los demás, nada; a lo sumo un disco de reggae para que escuchen mientras corren, un masaje, una clase de yoga, relajación. Deberíamos cantar el auhm a cada rato y preguntarnos por qué corremos tan rápido si el treinta y uno de diciembre no se va a ningún lado. Este año voy a pasar Navidad con mi familia. Una Navidad adulta porque nadie se reprodujo todavía, entonces voy a proponer que nos emborrachemos con el vino de mi tío y capaz logremos que mamá

pruebe el porro cuando vuelva de misa, porque si no viene Papá Noel es aburrido. Hace dos años volví a tener una Navidad con Papá Noel después de mucho tiempo. Los vecinos le pidieron a mi hermano que les hiciera el acting para los niños, así que se calzó el disfraz del Coto: un mameluco de plástico al mejor estilo bolsa de residuo y barba de algodón pegada con cinta scotch, completamente propensa a una caída temprana. Después de correr por el jardín al grito clásico de ¡ho, ho, ho!, mi hermano frenó en seco para repartir caramelos y ahí nomás su barba empezó a desprenderse. Los pedazos se suicidaban de a uno, casi en orden, y los niños seguían sus recorridos con sus cabezas todavía en crecimiento. Hubo llanto general y mentiras monumentales para olvidar el desastre, que “este Papá Noel está viejito por eso se le cae el pelo” y cosas así que lograron, al menos, minimizarlo. Ayudaron también los regalos que tenían en sus manos. Pero antes de eso, la esperanza con la que miraban a mi hermano disfrazado, la felicidad en esos ojitos brillantes, las manos estiradas para recibir un paquete, la timidez de algunos, ¡hay que verlos!, así da gusto reunirse una vez por año. En cambio, Navidad sin Papá Noel es como un churro sin dulce de leche. Después Año Nuevo. Todo tan rápido. Me pasaría el día contando los segundos para que la vida pase más despacio. dominique schilling


NOCHE

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fiesta o fin del mundo IGNORANDO LAS CONJETURAS MAYAS ACERCA DEL ACABoSE PLANETARIO, LA OREJA NEGRA decide fESTEJAr EL cambio DE AÑO CON LA ESPERANZA DE QUE HABRÁ UN MAÑANA.

En diciembre el tiempo se nos escurre entre los dedos como la arena de la playa que soñamos visitar, independientemente de que podamos hacerlo o no. Además de envolvernos la atmósfera vacacional, el calendario juliano anuncia que es tiempo de balances, festejos y despedidas. Y aunque a veces las conclusiones no sean las más positivas, despedimos lo vivido, nos ilusionamos por lo venidero y lo más importante es que, pase lo que pase, celebramos. Por eso hablamos del período de “fiestas”. Y si de fiestas se trata, el mes de diciembre rompe con todos los récords. Pero esta vez es especial, ya que el antropocentrismo humano ha situado en el día veintiuno de dicho mes el fin del mundo, con acepciones disímiles según las creencias y, sobre todo, con bastante incredulidad. Aunque alguna pizca de sensación de apocalipsis infiltrada en el espíritu festivo es un buen agregado para intensificar cada celebración a la que se asista. Además de los numerosos agasajos y juntadas que surgen del trabajo, los estudios, los amigos y la familia, existen propuestas menos íntimas y que contienen el mismo espíritu del período. Para el caso que luego del 21 de diciembre la Tierra siga girando, ocho días después tendrá lugar la fiesta de fin de año que organiza La

Oreja Negra, una “fábrica de arte, tragos y besos” ubicada en el barrio de Palermo. Desarrollado en un galpón de 300 metros cuadrados, este multiespacio nació hace casi dos años con el objetivo de propagar la cultura y el arte en la ciudad de Buenos Aires. Sus propuestas no se reducen a recitales en vivo; también hay teatro, proyecciones, galería de arte, especialidades culinarias y barra de tragos de autor. Además, cuenta con un estudio de grabación (El Living) y una radio dedicada a difundir la actualidad de la música rioplatense. La cuestión es que La Oreja Negra no escapa al sentimiento de festejo propio del período y ha decidido despedir 2012 nucleando el espíritu de lo que fue el año orejero, con la participación de varios artistas de diversas disciplinas que han pasado por el lugar. Entre ellos, se destacan la Pequeña Orquesta de Trovadores y Trebian, quienes forman parte de la nueva camada de músi-

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Fiesta de fin de año en LA OREJA NEGRA Sábado 29 de diciembre, a las 21 Uriarte 1271, 2053-3263 $ 30 anticipadas, $40 en la puerta

cos de Buenos Aires. También estará presente Sucede, un colectivo artístico difícil de catalogar, pero que ellos definen mejor que nadie como “laboratorio fantasma de arte contemporáneo”, lo que incluye teatro, poesía oral, música, improvisación baile y mucho más. Sumando otras artes y disciplinas, participa del festejo Storyhunter, una red de 2.000 documentalistas que utiliza el videoperiodismo como voz alternativa para contar historias importantes y aún desconocidas que suceden en distintos rincones del planeta. Pero no será lo único que podrá verse en la pantalla, ya que también se pasará el cortometraje Apuntes sobre una historia de amor, dirigido por Daniel Gilman Calderón, que cuenta con escenas que transcurren en La Oreja Negra. Además, durante la noche se proyectarán fotos, videos y recuerdos de lo que sucedió durante el año 2012. Y por si fuera poco, un dj amenizará el encuentro entre copas, charlas y shows. Fiel a su estilo multiartístico, la fiesta de fin de año de La Oreja Negra promete ser un evento intenso y de alta calidad, que esperamos no se vea obstaculizado por un hecho tan impredecible como el fin del mundo. Nos vemos allí, o en el purgatorio.

laorejanegra.com.ar

MARTÍN D’ADAMO



teatro / entrevista

| luis belotti

“una obra es más inteligente que la persona que la hace”

Un proyecto teatral con 120 actores, le permite a Federico León recrear su versión de los orígenes de la humanidad en clave de fábula en Las Multitudes. “Del mismo modo que la carne, la multitud es pura potencialidad, la fuerza no formada de la vida, un elemento del ser. Al igual que la carne, también la multitud se orienta hacia la plenitud de la vida” Toni Negri Sin querer Las multitudes tiene una precuela, involuntaria, imaginada y azaroza, que no se reconocería como tal, pero una precuela al fin. O algo así. Suponemos que su guionista y director, Charlie Kaufman sufriría una gran depresión, si por casualidad se enterara que por una vez, uno de sus cinematográficos delirios hiperbólicos llegó a la realidad, pero no en el cine, si no en el teatro y sobretodo en el universo material y no en el de la ficción. Synecdoche, New York, estrenada en 2008 es el film donde Kaufman retrata la vida

de Caden Cotard (posiblemente el teatrista con más mala suerte del mundo) llevado adelante por Philip Seymour Hoffman que después de perder a su mujer, perder una a una sus funciones biológicas ( deja hasta de salivar por sí mismo) y perder a su hija a manos de una excéntrica tatuadora recibe una beca millonaria por su trabajo destacado en el mundo de las tablas y emprende un proyecto de lo más ambicioso: una obra con miles de actores encerrados en un galpón que reproduce a escala las calles de New York. El ensayo de esto dura más de 20 años, los actores van muriendo, empiezan a tener dobles (y después dobles de los dobles) y el propio Carden tiene un doble, alguien que lo ha estado siguiendo (una especie de actor) durante tres décadas… “El teatro es el origen del pensamiento”sentencia a su analista Cotard, y en esto

también parecería haber un link directo con Las multitudes, que transpira cierto carácter iniciático, algo así como la primera noche de la humanidad, como el origen de toda la especie representado diez grupos imantados entre sí por generación y por género (Los ancianos, Las ancianas, Los adolescentes, Las adolescentes…y así hasta los niños y las niñas). Tanto en el film como con la obra de Federico León, que se presenta en el Centro Cultural San Martín, hay algo que el espectador no puede dejar de pensar ni antes de entrar ni en el momento de su reproducción ¿Cómo se hizo esto?¿Cómo fue el proceso de manejar 120 actores? El término proceso, que parece obsesionar a León (lo replicará hasta el infinito en la entrevista), se presenta sólido en el transcurso de la obra. La obra es en sí misma y es su proceso, este estará presente todo el tiempo;


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verla es preguntarse por él. “El proceso me modificó –dice León- en relación a otros procesos, a llegar a los ensayos con mucha planificación, y en lo personal cuando uno trabaja con 3 o 4 actores piensa que puede dominar todo, y acá era imposible. Tuve que estar más abierto a lo que me proponía la realidad de los ensayos, a tratar de entender esos problemas que no son problemas, son propuestas de la realidad” Las propuestas debieron ser infinitas tomando en cuenta la multiplicidad de actores, pero Federico León consigue al final que cada uno de los grupos funcione como un personaje en sí, un cuerpo paradójico que siente lo mismo pero de diversa forma. El director comenta este fenómeno: “La obra busca encontrar una unidad en esta diversidad todo el tiempo, intentando que toda la variedad se encuentre en un solo lugar, por ejemplo si llora una adolescente, lloran todas las de su grupo y lloran las adolescentes del mundo; este grupo representa a la humanidad, hay algo del uno y el todo”. Lo uno y lo múltiple La universalidad que pretende Las multitudes la encuentra recurriendo al registro de la fábula con amores inocentes, quebrados, desmesurados e ilógicos (el eje de la trama es el amor de Los adolescentes hacia ellas, pero ellas sienten una atracción por Los jóvenes, porque entre otras cosas, tocan la guitarra, y para complicar más las cosas estos últimos se sienten mejor con Las jóvenes, y así…). El espacio es un bosque sugerido y la noche parece que nunca va a terminar. Todos los actuantes son genéricos (a excepción quizás del personaje de Julián Zuker, una suerte de elfo que circula por allí, un niño que contiene todas las edades en su geografía física y lleva adelante varios planes para resolver los conflictos) porque deben representarse a ellos mismo y a algo mayor que los supera y agrupa. También opera en este sentido el vestuario, blanco y neutro, que descontextualiza la puesta y la descentra de cualquier inscripción contemporánea (más allá de algunos signos como las linterna, la música pop y la electrónica que le dan a esta fábula la patina posmoderna justa). De alguna forma todo parecería suceder en un momento prólogo de La Historia, dejando a esta sin sustancia y arrojándonos sin duda a la pregunta por

los orígenes más remotos. “La obra estuvo muy empapada del yoga, el yoga habla mucho de eso, de la esencia que compartimos, hay algo de la obra que está buscando poner en escena permanentemente eso. Es como un ideal de universo. Se supone que los inicios era así: una armonía y una felicidad permanente. Es como una especie de moraleja encubierta. Con respecto a que pienso yo, intento practicarlo, es un ideal al que voy. Uno forma parte de algo más grande y los límites de uno no terminan en uno y es lo que opino de las obras, una obra es más inteligente que la persona que la hace, es la conjunción de las personas que la hacen, tiene cierta autonomía” “Uno forma parte de algo más grande y los límites de uno no terminan en uno” -¿Cómo fue el trabajo de transmitirle a tantos actores un registro común y generar cierta cohesión en la representación? -Fue muy uno a uno, muchos ensayos parciales. Tenía mucho contacto con todos los grupos, pero no con los 120. Fue muy importante el lugar de la productoras y las asistentes, generó muchas de las dinámicas en el proceso de ensayo, fue casi la primera vez que alguien estaba observándome trabajar, que incidía en la dinámica mía y podía prever un montón de cosas. En un proceso de creación todos entienden lo que están haciendo, porque es común a todos, se apropian de eso y termina siendo algo común. Estamos viniendo casi seis horas por día, casi todos los días. Cuando hicimos el primer ensayo con público ahí sentí que el grupo se había apropiado de la obra. - ¿Y pese a que tus anteriores trabajos (El adolescente; Yo,en el futuro) fueron bien distintos, notás que hay puntos que se tocan con este? -Esto de trabajar con gente diferente se repite en todas mis obras. Gente con diferente formación. Algunos de los actores del grupo de Los ancianos hacía mucho tiempo que no actuaban. También hay algo de buscar a la persona que hay en el actor, qué le pasa al actor cuando actúa. La tensión cuando no te sale bien algo, estoy muy obsesionado con eso. La idiosincrasia de una persona cuando tiene que actuar, en ese tiempo tengo que conocer a la

persona, y tengo que conocerla para saber cuáles son sus artilugios y sus formas. Mi tendencia tiene que ver más con ir en contra de eso. Y concienciar más alguna zona que esa persona padece. Generalmente lo que no le conviene a mi conviene, lo que no quiere mostrar, lo que no le sale bien Sí, todas esas cosas se repiten en los procesos. A mí me produce emoción cuando el actor no domina algo, no es tan consciente. Lo que me conmueve tiene que ver con el tipo que hace el asado, y se le ve la rayita. Yo puedo entrar por ahí, uno entra por el espacio que me deja el otro. En poder ver a la persona cuando actúa, esa tensión que le pasa a la persona actuando, hay actores que tienen un canal muy abierto a lo social, a la mirada del otro, es un canal que se podría cerrar, uno no tiene que explicar lo que le pasa, confiar en el estado. El dramaturgo y director teatral Federico León es una muralla infranqueable cuando se lo intenta hacer llevar su obra a algún lugar que la exceda, pero es innegable que en este momento donde las multitudes se desplazan, se juntan (de forma acéfala, es cierto) y son fuertemente cuestionadas, la producción de un espectáculo tan desmesurado nos dice algo que hay que saber escuchar: las personas deben juntarse si lo creen necesario, formar esa “pura potencialidad, esa fuerza no formada de la vida”, como describe Toni Negri, ya sea para montar una obra, reclamar lo que se les cante o simplemente querer seducir a un grupo de adolescentes. Juan Ignacio Crespo

Mirá la entrevista completa en: revistallegas.com.ar

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Las Multitudes Centro Cultural General San Martín, Sala AB Sarmiento 1551 Viernes, sábado y domingo a las 21, $50; jueves a las 21, $30 Dramaturgia y dirección: Federico León Intérpretación principal: Julián Tello, Giselle Motta y Julián Zuker


teatro

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resumiendo HACIENDO USO DE UNA SUBJETIVIDAD DESCARNADA, EL COLABORADOR DE LLEGÁS LEANDRO IBÁÑEZ DEJA CONSTANCIA DE LO MEJOR DE LA CARTELERA TEATRAL en 2012.

El teatro es vida, impulso efímero en el que la mente se suspende durante un tiempo dado y nos entregamos a las pasiones que suceden delante de nuestros ojos, voces y sonidos que ingresan a través de los oídos, y esa atmósfera irreal que la piel percibe. Film y fotografía son memento mori, pueden ser vistos cientos de veces, memorizar hasta conocer cada detalle; enunciado acabado que transmite, pero no por ello menos muerto, lo que allí vemos, ya sucedió. Las artes escénicas son, en cambio, momento vivo, imposible de retroceder y volver al principio, ni adelantar aquello que es molesto. Cada función es distinta a la anterior, porque su dispositivo así lo requiere; cada actor, cada técnico, cada espectador se encuentran en un tiempo y en un espacio determinados que nunca se repetirá, aunque el texto sea el mismo, y la luces se proyecten

de igual manera, ese instante de vivencia, de conexión, de placer y dolor, nunca volverá a ser idéntico. Porque ninguno de los actores -de un lado o del otro del escenario- sienten lo mismo cada vez; elenco y público son participes de cada función como si fuese la primera. En estos días que nos ha tocado vivir, cada vez mayor es la producción de artes escénicas, y no únicamente en el mundillo del teatro porteño, sino de la cantidad de espacios donde el ciudadano medio participa de la magia de ser parte de una obra de teatro, danza o espectáculo vivo. Hay teatro en la calle, delante de los autos, que durante treinta segundos, malabaristas, artistas y clowns tratan de ganarse la vida regalándole alguna sonrisa a un conductor estresado y hastiado de la rutina. Cada vez más escuelas incluyen talleres de teatro como experiencia lúdica y ca-

nal de expresión a los fines de que niños y adolescentes encuentren su voz interna en ese mundo nuevo del que están aprendiendo, y en el que es tan fácil perderse. Programas como el de Formación de espectadores avanzan en el tiempo, y a pesar de todo revés económico, porque tienen la firme convicción de que la danza y el teatro pueden conducir a un cambio en la manera de ver el mundo de cientos de estudiantes. Porque el teatro es hoy, como lo viene siendo desde la antigua Grecia, un terreno donde las miserias y virtudes más profundas de la humanidad son circunscriptas en un aquí y ahora, para que las almas permeables empaticen con ese suceder, y no se hallen solas en el devenir de su existencia. La oferta teatral de Buenos Aires es amplia y variada, habiendo un espectáculo para cada quien, transitando desde


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obras en las que el espíritu humano queda desprovisto de toda construcción, viéndoselo en estado puro, hasta espectáculos donde la mayor profundidad que se puede divisar es la de la sala donde el público asiste. Obras divertidas para renovar el humor de buena parte de la audiencia, y otras en las que no se comprende la manera en que llegaron a estar en un teatro. Gustos son gustos, dicen por ahí, y la pluralidad de voces es lo valioso de estos tiempos y en esta disciplina que hoy nos reúne. Y como de gustos y subjetividades trata este artículo, arriesgo un breve listado -a modo de reconocimiento- de lo que tuve la buena fortuna de ver, y que han tocado una fibra en mí, y en tantos otros espectadores, que hoy continúa vibrando. Arranco con ¿Qué te he hecho para que me trates así?, de Ana Luz Kallsten, tragicomedia como la vida misma, en la que

la complejidad de los vínculos familiares queda expuesta de manera transparente y cruel, pero con mucho humor. El niño con los pies pintados, de Diego Brienza, fue un descubrimiento inquietante con una original puesta en escena, en la que solo un corazón de lata sería incapaz de movilizarse. En Todo y Agamenón, la primera de Rafael Spregelburd y la segunda de Emilio García Wehbi, han plasmado de manera bizarra y cómica a la actual sociedad de consumo en la que todos estamos sumergidos. Si el destino viene a mi (Mariana Obersztern) y su hermana del Proyecto Manuales, Hipnosis, enredaderas, desastres (Nacho Ciatti), comparten la magia de haber sabido conjugar el eterno interrogante de la existencia de los hombres y mujeres con una estética escenográfica despojada de toda complejidad. Por su parte el espectáculo de danza contemporánea La casa

del diablo, de Pablo Rotemberg, contuvo esa euforia característica que sabe manejar el coreógrafo, mezcla de clásico y moderno. Y para terminar, la grandeza de la mirada de Santiago Loza, que mediante su Pudor de animales de invierno y La mujer puerca nos permitió ver en pequeñísima escala el conflicto y la grandeza del alma humana, regalándonos una visión a la que no estamos acostumbrados, un poco más allá de lo corriente. Nueve producciones que cuentan con la armónica conjugación entre lo que dicen y cómo lo dicen, nueve jugadas apuestas que lograron que el espectador atento salga de la sala de un modo diferente al que ingreso, reafirmando que el teatro es transformación social, y metamorfosis íntima, dinamismo, morir para volver a nacer. LEANDRO IBÁÑEZ


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