Revista Llegás, mayo 2013.

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05/ 2013 #172 año IX www.revistallegas.com.ar

teatro

arte música bares buenos aires día noche letras cine


Iº Jornada del Área de Comunicación, Artes Escénicas y Artes Audiovisuales Coordinan: Mónica Berman y Maximiliano de la Puente Sábado 18 de mayo Facultad de Ciencias Sociales (UBA) Sede Constitución: Santiago del Estero 1029

ARTES ESCÉNICAS: Intervención: teatro comunitario, teatro foro, teatro político, circo social, danza social / comunitaria Práctica comunicacional: críticas/ reseñas/ difusión (gráfica, radio, televisión, internet-redes sociales, blogs, etc.); agentes de prensa; crowdfunding (desde la comunicación) Medios, dispositivos, nuevas tecnologías Reflexiones sobre el público / Formación de espectadores Artes escénicas / semiótica Artes escénicas / cultura popular

ARTES VISUALES: Intervención: cine documental Práctica comunicacional: críticas / difusión (gráfica, radio, televisión, internet- redes sociales, blogs, etc.), políticas de comunicación audiovisual Cine digital, cine expandido La cadena de exhibición y distribución del cine de ficción y documental argentino. Artes audiovisuales / semiótica Artes audiovisuales / cultura popular

Acreditación 8:30 a 9hs. 9hs Apertura de la jornada. 9:30 a 16 Lecturas de ponencias en comisiones. Inscripción libre y gratuita. Se entregan certificados de asistencia.

+ info en facebook: Área de Comunicación, Artes Escénicas y Artes Audiovisuales FSOC – UBA En Twitter: Artes_Fsoc. Convoca y organiza: Área de Comunicación, Artes Escénicas y Artes Audiovisuales dependiente de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).


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Búsquedas Sonoras, ciclo de música y video experimental, reúne a Lothus y Audioperú en CCEBA Florida 943, jueves 16 de mayo a las 19, gratis. Hernanito, pieza esquizo-industrial con Rodolfo Demarco y Fernando Gonet, continua enTeatro del Abasto (Humahuaca 3549), sábado a las 23:30, $60. Domingo Animal reúne a los músicos convocados por Elefante en la Habitación con los artistas de Anuario de Ilustradores en el espacio Vuela el Pez (Córdoba 4379) durante mayo y junio a las 21 con entrada a la gorra.

OBRA DE TAPA Anatole (Rodrigo P. Salvador García Ignelzi) nació

SUMARIO

en 1979 en Buenos Aires, donde vive y trabaja. Desde 1999 produce series de fotografías que acompaña con música y textos escritos por él mismo. Realizó varias exposiciones individuales y colectivas tanto en Argentina como en el extranjero y participó del grupo performático interdisciplinario Frente Dionisíaco Pyra. Iniciado en 2011, el proyecto Bauiernoss reúne las obras expuestas en la galería Carmen Sandiego durante mayo. A partir de ejercicios psicoanalíticos, busca representar la realidad consciente e inconsciente de cada participante, acentuando la condición de la fotografía como arte de cazar, de testigo involucrado, representando la subversión desde un primer estadio, de autoconciencia en cada partícipe, vitalizando los caminos personales. De la serie Bauiernoss, 2011. Fotografía digital Galería Carmen Sandiego, Tucumán 843 1°B Desde el 16 de mayo. Martes a viernes de 14 a 19 y sábados de 13 a 16.

4-5 ARTE El fotógrafo Andy Goldstein expone en Recoleta Vivir en la tierra tras recorrer 30 asentamientos en 14 países latinoamericanos.

6-7 BARES Las Pizarras Bistró sintetiza en platos innovadores el viaje de ida y vuelta de un cocinero porteño entre América y Europa.

8-9 LETRAS Pedro Mairal escribe en sesenta sonetos la novela El gran surubí, editada por Orsai con ilustraciones de Jorge González.

10-11 MÚSICA María Ezquiaga habla del último disco de Rosal, banda que celebra su décimo aniversario con un recital en La Trastienda.

12 CINE Spring breakers y El gran simulador, vacaciones tras BAFICI. 13-15 BUENOS AIRES Antes del estreno oficial en junio, acá tienen un adelanto del Papa Tour. Mientras, En Fuga sigue huida y pesa la cultura.

16-17 DIA Los extraterrestres aterrizan en una asombrosa galería de San Telmo, donde conviven con una tanguera zombi y tiendas paranormales.

18 NOCHE Rodney Bar reabre para rockeros y noctámbulos en Chacarita 20-28 TEATRO Entrevista al director Ricardo Bartís, con La máquina idiota en proceso, Luis Cano en 4.000 caracteres y críticas de Como si afuera hubiera nada, Aviones enterrados en la playa y Como vibra el suelo. Visitá www.revistallegas.com.ar / En Facebook: Revista Llegás

? QUIENES SOMOS

Editor Responsable Gustavo Gaona EDITOR DE CIERRE Armando Camino EDITOR Juan Ignacio Crespo DISEÑO Daniela Sawicki COLABORAN EN ESTE NUMERO Luz Marchio (arte), Ana Claudia Rodríguez (bares), Mercedes Cabrera (letras), Nazareno Brega (cine), Agustín Munaretto (música) Dominique Schilling y Martín Caamaño (buenos aires), Armando Camino (día), Martín D’Adamo (noche), Juan Ignacio Crespo, Paula Boente y Mara Teit (teatro). TIRADA DE ESTA EDICION 16 mil ejemplares Publicidad: Ricardo Tamburrano (15 5958 7489, ricardotamburrano@gmail.com y publicidad@revistallegas.com.ar) Esteban Gallego (15 5637 5153 y www.egmediabrokers.com.ar) llegás a buenos aires es una publicación mensual de distribución gratuita, Propiedad de GyH Contenidos Srl, Chile 1507, Piso 2. CP. 1100, CABA. Fundada el 5 de agosto de 2004. Se distribuye en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Registro de marca 2519629. Registro de la propiedad intelectual exp. 347083. ISSN 1668 – 5326. La programación de las agendas puede sufrir cambios por parte de los organizadores. llegás no se responsabiliza de los mismos.


ARTE

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con voz propia Tras RECORRER 30 ASENTAMIENTOS EN 14 PAÍSES DE AMÉRICA LATINA, ANDY GOLDSTEIN PRESENTA VIVIR EN LA TIERRA, DONDE LOS VECINOS POSAN EN SUS PROPIOS HOGARES.

Lugares armados para burlar el frío y la lluvia, objetos acumulados por años de no encontrar una respuesta ni una salida. Como sostiene Marta Lamas: “Decir pobreza para calificar estas condiciones de vida es usar un eufemismo que encubre la cruel ausencia de bienes indispensables”. Junto a la ropa apilada, los cacharros, muñecos de peluche y aparatos electrónicos, se encuentran los habitantes de estas chozas con piso de tierra y paredes de cartón. Su mirada, profunda, sin brillo, nos confronta con nuestro propio egoísmo. De alguna manera, esa mirada nos devuelve la visión sobre nosotros mismos. Susan Sontag habla de un sentimiento de impotencia que aparece cuando uno se siente sobrepasado por un espectáculo doloroso; ella lo denomina compasión. Ahora bien, cabe preguntarse: ¿cuál es la respuesta adecuada ante el sufrimiento de los otros?,

¿durante cuánto tiempo recordamos eso que vimos? En cada hogar, la gente se apropia de los elementos, los resignifica y arma así una red de contención. En México, los espacios están abigarrados de objetos, de religiosidad y sincretismo. En Haití, el despojo es la única alternativa: en una carpa, una madre en cuclillas mira a su hijo tirado sobre una alfombra y al lado un botellón de agua. Lo que está lejos ya no se ve con tanta distancia. Las imágenes no reflejan la vastedad uniforme de estos lugares sino la acumulación de la falta en todas sus dimensiones. Estos escenarios de resistencia son los que Andy Goldstein eligió para su proyecto Vivir en la tierra. El fotógrafo argentino recorrió 30 asentamientos en 14 países de América Latina con la propuesta de invitar a los vecinos a posar para las fotos en sus hogares. Cabe destacar que esto sería la con-

tinuación de una serie de retratos llamada Gente en su casa, de 1984, donde se fotografió a diferentes personas (bailarines, porteros, psicoanalistas) dentro de sus viviendas. En principio, la preocupación del artista fue intervenir lo menos posible en escena y dejar que los retratados decidan dónde, cómo y cuándo se iba a realizar las fotografías. El proyecto abarcó diferentes países como Bolivia, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Haití, Honduras, Guatemala, México, Perú y República Dominicana. En cada lugar, se contó una historia particular de alguna de las familias de esta región en la cual, actualmente, existen más de 174 millones de habitantes en condición de pobreza. Partiendo del concepto de aura, de Walter Benjamin, la idea fue captar la primera impresión, es decir, eso que escapa a su propia reproducción. Tras posar un largo rato,


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INFINITO Y NO TANTO

Simone Erwerle (Alemania, 1972) y Manuel Ameztoy (Argentina, 1973) presentan Infinito y no tanto, una propuesta para detenerse a disfrutar del detalle. Fragmentos que se superponen para ampliar las posibilidades de percepción, colores y formas que se enrarecen en cada estrato. Lo real se vuelve aquí un panorama armónico e inquietante. Galería Cecilia Caballero Arte Contemporáneo, Alvear 1761, local 9; del 20 de mayo al 14 de junio, lunes a viernes de 14 a 19

CADA VEZ MÁS CERCA

los retratados se concentraban en algo muy simple: quedarse quietos y es en esa quietud que comenzaban a ser ellos mismos, olvidaban el hecho de ser fotografiados. Por otro lado, inspirado en un texto de Erving Goffman en el que se analiza el comportamiento de las personas y de los grupos como interacciones como si fuera una obra de teatro, Goldstein se detuvo a contemplar cómo se ubicaban los miembros de una determinada comunidad, cómo actuaban las familias delante de alguien que ingresa en la vivienda y los va a fotografiar. Mediante Panorama, una compleja tecnología digital de última generación, se lograron imágenes de gran formato con un alto nivel de información visual y con gran finura de detalles. En este sentido, cada imagen no es una sola foto, sino 12, 15 o 20 fotogramas que están ensamblados a modo de rompecabezas con un software especial.

No hay una alteración de la imagen sino que la misma está tomada por pedazos, y por eso hay foco en todos los elementos. Vivir en la tierra presenta nuestras propias fisuras como sociedad. Lejos de una postura condescendiente, esta serie construye un tejido de voces: las de los retratados. Ellos nos interpelan en cada fotografía con su propia mirada, entonces, surge una y otra vez la pregunta: ¿puede el dolor ser algo ajeno? LUZ MARCHIO

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VIVIR EN LA TIERRA Centro Cultural Recoleta, Sala Cronopios. Junín 1930 Del 3 de mayo al 2 de junio

Ensamblar diferentes elementos en un todo unificado creando un sentido abierto, inconcluso, es la transformación que realiza Pabli Stein, de la galería Blanco, en sus collages. Según Patricia Rizzo, “parece tomar de más de una manifestación (…) la estética propia del videoclip es muy afín a sus composiciones, la fotografía cinematográfica y publicitaria aparecen como referentes y una manifiesta musicalidad asoma en sus narraciones visuales”. Ahora, con doce piezas de collage y un video en dos monitores, continúa elaborando su propio lenguaje dejando de lado la prepotencia del sentido cerrado.

Martes a viernes de 14 a 21, sábados y domingos de 12 a 21 Entrada libre y gratuita

Bisagra Arte Contemporáneo, Libertador 6091, piso 11 C; hasta el 2 de junio, de lunes a viernes de 14 a 18


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BARES

bistró a la porteña UN LOCAL CHIQUITO de palermo, LAS PIZARRAS BISTRÓ, APUNTA SOBRE UN TABLÓN VERDE PLATOS CON AIRES EUROPEOS, INNOVACIones CON LOS PIES bien PLANTADOS EN EL SUR. Si en los años noventa, despegaba Palermo Soho (las avenidas Santa Fe, Córdoba, Scalabrini y Juan B. Justo acentuaban los límites de su cerco), a finales de la década lo hacía -literalmente- Rodrigo Castilla. Maleta en mano, este porteño cruzó el Atlántico para experimentar qué había en las hornallas de más allá. Y encontró trabajo, muchísimo trabajo; “era la época en que enviabas currículum a diez empresas, y te contestaban de todas”, cuenta ahora, como si se tratara de un espejismo. Primero fueron las cocinas de Mallorca -algunas al borde del mar-; luego practicó en Barcelona: allí cortó, aderezó y guisó para los clientes del hotel Arts y orquestó los platos que cada día alimentaban al personal a cargo de la ciudad (el catering para la Diputación de Barcelona). “La cocina en España tiene un producto buenísimo”, explica, “y eso hace posible la sencillez de unos langostinos crudos con limón y sal, o un pescado con aceite de oliva pasado apenas por la plancha”. Pero la materia prima no bastó para retenerlo en el Sur de Europa. Y a los cuatro años dio un nuevo salto: Rodrigo cambió el clima mediterráneo por la garúa pertinaz de Londres. Allí, locales culinarios hay en todos los barrios y para todos los gustos, porque, sin distracciones de sol ni de playa, los ingleses -que abarrotan los res-

taurantes al dejar la oficina- son el colchón perfecto para cualquier emprendimiento que tenga que ver con el cuchillo y el tenedor. Y él, un latino entre británicos, aprovechó esta exhuberancia para aprender, aprender y aprender. En las valijas, de vuelta, Rodrigo se trajo a Buenos Aires su identidad engordada, que desmenuza cada noche en Las Pizarras Bistró, un restaurante pequeño y acogedor en pleno Palermo Soho, un barrio que, cuando abrió el local en 2008, ya había traspasado (también) su mayoría de edad. “En Argentina no hay mucha diversidad culinaria, pero vamos de a poquito introduciendo las novedades. Y hay mercado, la gente responde bien”, dice optimista. ¿Su fórmula? Comida sencilla, “sin ser milanga y papa frita”, mucha verdura, mucho pescado, y también cerdo, pato o conejo. Su síntesis se despliega en la carta a través de creaciones con nombres larguísimos, como la carrillera braseada con puré de papas y puerros, y salteado de chauchas y espinacas (88 pesos), el solomillo de cerdo con yogur de limón y risotto de cebada (95 pesos), o el lenguado a la plancha con puré de berenjena y tomate asado, y ensalada de lentejas y zapallos asados y albahaca (95 pesos). Las dieciséis mesas congregadas en este espacio chiquito sostienen

primeros platos como el paté de hígado de pato con chutney de peras y granada (una salsa de origen hindú con especias dulces y picantes), por 45 pesos, o una tortilla de papas sobre pan amb tomàquet (la herencia de los días en Catalunya), por 40. La cena, acompañada de vinos que van desde los 80 a los 300 pesos, puede coronar con una sopa de ciruelas con helado de frambuesa (32 pesos), un bizcocho a base de dátiles -sticky pudding- con crema de whisky (por 36), o lo que la pizarra marque ese en día en tizas de colores. El tablón que avisa de la oferta le da un toque cálido al local, aunque, en tono ácido, Rodrigo aclara que fue una opción ecológica para evitar talar ocho mil árboles cada vez que, por la inflación, tuviera que cambiar la carta y sus precios. Y es que este es un restaurante de nombre francés pero adaptado a la cultura argentina. ANA CLAUDIA RODRÍGUEZ

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LAS PIZARRAS BISTRÓ Thames 2296, 4775-0625 De martes a domingo, de 20 a 24 Ambiente, entre bohemia y glamour; atención, buena; recomendación, los pescados


B/R !

BARES Y RESTAURANTES bares@revistallegas.com.ar

DOÑA

Bulnes 802, esq. Humahuaca Reservas: 4862-9278 Doña es una cantina que intenta homenajear a los grandes bodegones de Buenos Aires desde la mirada del presente, rescatando ese espiritu que nosotros recordamos de nuestra infancia.

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ERMAK

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TIEMPO DE GITANOS

El Salvador 5575 . Palermo. Reservas e informes al 4776-6143. Tablao Flamenco. Cena- Show. Al ritmo de las guitarras y mientras las bailaoras desnudan la pasión flamenca sobre el tablao. Disfrute de los mejores platos y de un espectáculo de primer nivel. www.tiempodegitanos.com.ar

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Billinghurst 699 esquina Guardia Vieja. Reservas: 4863-7923 Comedero & Bebedero ubicado en una clásica esquina de Almagro, con un ambiente ideal para relajarse con amigos o en pareja. Exquisitos platos caseros, picadas, tragos, cervezas, vinos y buena música para condimentar.

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filo

Guarda la Vieja!

ASOC. JAPONESA EN LA ARGENTINA

Viernes, shows con cantante ruso Billinghurst 815. Almagro. Reservas e Informes al 4862-0170. Abierto de mar. a dom. de 20 a 1. Auténtica comida de Rusia y Ucrania. Una propuesta de sabor diferente. Pelmeni y Vareniki de papas y hongos, suprema a la Kiev, Pirogki (pancitos rellenos con ciruela, frutilla o manzana).

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LA REINA KUNTI

Humahuaca 3461. Abasto. Reservas e informes al 4863-3071. Delicias vegetarianas de la cocina védica. Un rincón para espiritualistas donde el aire que se respira es más liviano. Chutneys, arroces varios, ensaldas y pastas. Deliveryc atering. Martes a sábados de 10:30 a 0:30.

San Martín 975. Retiro. Reservas 4311-0312 / 1871. Cultura gastronómica ítalo-véneta, lugar de diversión, para mirar y ser visto. Música, siempre. Excelentes las pizzas y la mejor barra de tragos. Más información en: www.provision@filo-ristorante.com

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Independencia 732. San Telmo. Reservas 4300-5848 / 9538. Comida japonesa en uno de sus lugares más tradicionales. Men ruy, tempura, sashimi, sushi y los típicos platos gyoza, katsudon. Lun. a jue. de 12 a 15 y de 19:30 a 23. Vie. de 12 a 15 y de 20 a 0. Sáb. de 20 a 0.

Musetta Caffé

Musetta Caffé. Billinghurst 894, esquina Tucumán. Información y reservas: 4867-4037. Disfrute de los mejores desayunos, meriendas, almuerzos y cenas. Lunes de 10 a 20; martes a viernes de 10 al cierre; sábados de 17 al cierre. Más información en www.musettacafe.com

Guarda la Vieja! Comedero & Bebedero ubicado en una clásica esquina de Almagro, con un ambiente ideal para relajarse con amigos o en pareja. Exquisitos platos caseros, picadas, tragos, cervezas y vinos. La música condimento ideal de la noche. No cobramos cubierto. Pago solo efectivo.

Billinghurst 699 esquina Guardia Vieja. Teléfono: 4863-7923 Abrimos todos los dias. Horario: Domingo a Jueves de 18 a 2 hs. Viernes y Sábado: 18 a 5 hs.


LETRAS

la lira y lo berreta

| armando camino

PEDRO MAIRAL PRESENTA EL GRAN SURUBÍ, SU NUEVA NOVELA ESCRITA EN SESENTA SONETOS Y CON ILUSTRACIONES DE JORGE GONZÁLEZ, UNA JOYA DE LA EDITORIAL ORSAI. Un soneto me manda a hacer Violante;/ que en mi vida me he visto en tal aprieto;/ catorce versos dicen que es soneto,/ burla burlando van los tres delante, escribía Lope de Vega en un intento bastante pedagógico de explicar qué es el soneto. Después de Pornosonetos (Vox, 2005), Mairal vuelve a retomar la tradición de los catorce versos de once sílabas. Pero esta vez, adentro de esa forma poética tan célebre como rigurosa, el escritor derrama rareza, humor, incorrección, lenguaje berreta y todo el barro del Río de la Plata. En seis capítulos de diez sonetos cada uno, El gran surubí narra la historia de Ramón Paz, un poeta que junto a un grupo de amigos se convierte en recluso de una extraña industria pesquera militar y es trasladado a la isla Martín García. La sordidez y la violencia se entremezclan con puteadas, referencias a Tinelli y los Simpsons, y todo eso corre en redondo y sin bozal adentro de los barrotes metálicos del soneto. Claro que ahí adentro también nada el surubí, ese pez gigante, casi mitológico, que con su fuerza de titán de río logra arrastrar la historia siempre un poco más allá. ¿Cómo surge El gran surubí? Desde que se me ocurrió la historia hasta que empecé a escribirla pasó mucho tiempo. La historia la pensé en el 2007, como una idea para una novela. Me acuerdo que dibujé un bagre y al lado unos tipitos de menor tamaño, nadando al costado. La

escala era rara, no sabía si el tamaño del pez era el real o si lo real era el tamaño de los tipitos. Y creo que de ahí saqué la idea de ese pescado gigante de río. Me gustaba la idea de una historia que empezara con unos amigos de fútbol que una noche en una leva los levantan y se los llevan, algo así como el principio del Martín Fierro. ¿Cómo entran en este proyecto Hernán Casciari y Chiri Basilis, los editores de la revista y la editorial Orsai? Un día Casciari y Chiri vienen y me piden que escriba una columna para cada uno de los seis números de la revista Orsai del 2012. Entonces a mí se me ocurrió que podía hacer una novelita por entrega y que podía escribir sobre esa especie de Moby Dick, pero cuando faltaban dos días para entregarles el primer capítulo todavía no me había salido nada y me di cuenta que lo que me costaba era eso de tener que explicar. En la prosa tenés que explicar muchas cosas, como hay espacio no hay nada que te demande sintetizar. Tenés que explicar quién es el personaje, en qué barrio vive, cuál es su background. En cambio, en la poesía no. Aunque parezca paradójico, encerrarme en la cajita del soneto es una liberación porque ya no tengo que explicar nada. Creo que la poesía me ayuda a ubicarme en el espacio de lo incuestionable porque lo que no está lo completás vos, está en tu cabeza.

¿Qué otras posibilidades expresivas encontrás en el soneto? Lo lindo de trabajar con una forma tan rígida es que ella dialoga con vos, es como una escritura de a dos porque vos proponés una idea y la forma te dice “bueno, a esta palabra la podés rimar con esta otra”. Es como jugar con el frontón, la forma te devuelve la pelota y te destraba. La prosa es como una especie de salitral donde no hay límites, ni reglas. A mí esa falta de bordes a veces me termina encerrando en una mudez, porque todo se puede decir. La forma sirve para ayudarte a hablar, para ayudarte a caminar. Ya con el rigor de la forma asegurada, con lo que resta te permitís crear un espacio bien lúdico, hasta irreverente, ¿se puede decir que es así? Adentro del soneto vale todo, ahí voy a detonar todo lo que soy, con todas las cosas vergonzantes, la violencia, la misoginia, lo berreta, palabras no prestigiosas, el humor. Como ya lo clásico está dado por la forma, entonces ahí meto lo que venga y que se compacte en la forma del soneto. Después, adentro de esa estructura tan rígida, me divierto con esa tensión que se genera entre el soneto y lo berreta. Me parece que se sacan chispas esas dos cosas. Sí, uno se imagina que te divertiste mucho escribiendo esta novela. Me encantó escribir El gran surubí. Hay


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mucho miedo al humor en la literatura, ¿viste? Como que el humorista está en una escala menor en el prestigio literario. A mí me gusta meter esas cosas, además el humor está en la literatura argentina. Borges a veces es muy gracioso... También me gustó descubrir que tenía todo eso en la cabeza, poder meter toda la experiencia entrerriana, el río, cositas de Juan L. Ortiz, como ese verso que habla de un pajarito parado en un junco. Lo escribí como en un estado de gracia y me ayudó mucho esto de tener que ir entregándole a Orsai. Igual, sabía que no podía dejar pasar demasiado tiempo entre un capítulo y otro porque estaba en un estado raro de escritura, como esos enviones que hay que aprovecharlos. Lo escribí en un mes y medio. Un capítulo, es decir, diez sonetos por semana. ¿Cómo fue trabajar con Jorge González, el ilustrador? Cuando terminaba un capítulo se lo mandaba y él me enviaba de vuelta las ilustraciones que iban para cada soneto. No lo podía creer, me provocaba y me sigue provocando un estado de euforia mirar sus ilustraciones porque es como ver más allá de las palabras que vos escribiste. El laburo de Jorge González le subió la apuesta a las imágenes que de por sí la historia ofrecía, le dio rareza a lo que ya era raro. Lo bueno es que sus imágenes no se pisan con las imágenes que despiertan la lectura. A raíz de esta novela, como de algunos de tus libros publicados anteriormente, además del viaje y la transformación, pareciera que tus historias no pueden transcurrir en espacios netamente urbanos, ¿no? Sí, es raro eso, yo me pregunto qué me pasa espacialmente en la narrativa. Me doy cuenta de que en casi todo lo que escribo

“nos llevaron en fila hasta el vestuario/ 
y llenaron de a poco una planilla/
nos dejaron tomar de la canilla/ después de contestar un cuestionario/ grupo sanguíneo edad nombre de pila/ profesión estatura enfermedades/ estudios y demás formalidades/ nos vieron con linterna la pupila/ nos hicieron quedarnos en pelotas/ nos palparon la verga y el prepucio/ era un médico trucho medio sucio/ de anteojos y gomina y mangas rotas/ nos miraron el culo los sobacos/
y el médico gritó vístanse flacos”

El gran surubí Cap. I Soneto VIII

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hay una transición de un lugar a otro. Casi siempre la ciudad aparece como algo cerrado, medio claustrofóbico y yo creo que tiene que ver con una experiencia personal. Me crié en un departamento hasta que a los once o doce años empecé a ir a Entre Ríos y me explotó la cabeza. De repente me iba con unos gauchos medios antiguos a carnear una vaca muerta en el medio del campo. Fue una conexión con lo material, con los ciclos de vida y muerte, con la naturaleza… meterte de golpe en un mundo más auténtico, primitivo, sagrado, animal. Para mí fue muy fuerte ese paso y me gusta que a mis personajes les pase algo parecido. mercedes cabrera

LETRAS libros.llegas@gmail.com

LANZAMIENTOS POR MARTÍN CAAMAÑO

HISTORIA DEL DINERO

PARA UNA AUTOPSIA DE LA VIDA COTIDIANA

Alan Pauls Anagrama

J.G. Ballard Caja Negra

Primero fue el llanto, después el pelo y ahora le toca al dinero. Con Historia del dinero, el autor de El pasado cierra su caprichosa y lúcida trilogía sobre los años setenta. Una novela de economía hardcore, donde las escenas de sexo explícito son reemplazadas por escenas de dinero explícito.

El fenomenal catálogo de la editorial Caja Negra se sigue ensanchando con libros tan imprevistos como necesarios. Tal es el caso de este volumen que recoge una serie de entrevistas que la emblemática revista contracultural ReSearch le hizo a uno de los escritores que reinventó la ciencia ficción.


música

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| victoria dobaño

“no espero llegar a lo popular, mi idea es ser coherente” MARÍA EZQUIAGA HABLA DEL ÚLTIMO DISCO DE ROSAL, UN FUERTE EN EL CORAZÓN, JUSTO EN EL DÉCIMO ANIVERSARIO DEL ESTRENO DE LA BANDA, EFEMÉRIDE QUE BIEN MERECE UN FESTEJO. La puerta se abre y a primera vista aparece una biblioteca repleta de libros y discos. Frente a ellos, en una mesa está la cantante María Ezquiaga para hablar de Un fuerte en el corazón, nuevo discos de Rosal editado bajo la firma de Sony Music/ PopArt. Martín Caamaño (guitarra), Ezequiel Kronenberg (guitarra), Manuel Caizza (batería) y Francisco Arancibia (bajo) completan una banda que también publicó los trabajos Educación sentimental (2003), Rosal (2005), Su Majestad (2007) y La casa de la noche (2009), al que le siguió el DVD Altas horas, con versiones de Noche, de Lucas Martí, y Hoy todo el hielo de la ciudad, de Luis Alberto Spinetta. Hasta Japón llegó Su Majestad gracias al propietario de Taiyo Records, el músico Ryosuke Itoh. “Es un japónes que hace canciones, le gusta la música argentina y brasilera, en su disquería solo tiene música de esos países”, cuenta María. En el nuevo álbum participan como invitados Axel Krygier, Tomi Lebrero, Darío Jalfin, Juan Pablo Di Leone y Jimena Lopez Chaplin. “Un día volvía de Rosario, empe-

cé a ver carteles y se me vino la imagen de una ciudad que tiene un fuerte alrededor y pensé en fuerte en el corazón. Algo de la ciudad sobrevuela en este disco”, destaca sobre el nombre del trabajo más reciente de su banda. Con la excusa de presentarlo oficialmente y, además, celebrar los diez años de la salida de su primer disco, Rosal ofrece un festivo y completo recital el 17 de mayo, a partir de 21 horas, en La Trastienda Club (Balcarce 460). ¿Qué marca este disco en relación a La casa de la noche? Es lo contrario a La casa de la noche, que era más cerrado, oscuro y metido para adentro. A algunos les pareció más difícil de escuchar en relación a lo anterior. Quizás el resto no lo ve, pero para nosotros fue resultado de una decisión de girar hacia otro lugar, un cambio. Hay muchos músicos que admiraba, que por ahí antes no me daban ni bola, y comentaban “qué bueno que está este disco de Rosal”. Cuando fuimos a grabarlo ya sabíamos exactamente todo lo que íbamos a hacer porque hace

un año lo veníamos demeando, pero igualmente quedaron canciones afuera. ¿Cómo fue ese proceso de selección? Difícil. Las canciones eran bastante sintéticas, lo sabía porque había escuchado el disco de Caetano [Veloso] Zii & Zie, donde todo es más sintético y reducido. Quería hacer canciones con pocas variantes. Al principio se las mostraba a Ezequiel y no se enganchaba, porque las del disco anterior eran re emotivas. Martín las entendía más. Verlas para Ezequiel fue más difícil y, de hecho, cuando se las lleve a Roberto, de la compañía, tampoco le gusto tanto al principio, pero luego sí. Les costó entender que es diferente, al menos así lo noto. ¿De qué manera aparece la fusión de estilos en este álbum? No sé. Sé que soy prejuiciosa, de golpe escucho algo que es re grasa y me doy cuenta que me gusta, pero me cuesta aceptarlo. Trato de ver hasta dónde lo que estoy haciendo es genuino. A veces haces cosas que te dan vergüenza pero está bien, porque salió algo para afuera que querías guardar.


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Trato de no juzgar mucho lo que hago y terminarlo. Todas las actividades artísticas tienen eso, si empezás a dar con un caño y no sacás nada. Prefiero no opinarme tanto ni darme tanta bola. Ese salir para afuera se ve en la autoreferencialidad de discos anteriores, ¿cómo lo ves aquí? Ahora que se cumplen diez años del primer disco y estamos sacando algunos temas viejos, siento que los escribió otra persona, esos tan autorreferenciales no me van a salir más porque ya no disfruto tanto de escribir así. A partir de escribir con Guadalupe [Gaona], se me abrió un mundo en el cual entendí que lo mismo que me pasa con los sonidos puede ocurrir con las palabras. No puedo escribir algo que me pasa y nada más, lo veo muy chato ahora para las letras. Hablas de componer con Guadalupe Gaona, antes lo hiciste con Julieta Ulanovsky y ahora también con Jimena Lopez Chaplin, ¿cómo son esas experiencias? Con cada persona es súper diferente. Con Guadalupe es solo desde las letras, pero tiene un aporte importante al no hacer música conmigo. Quizás comenta “en esta parte no se entiende lo que decís o parece que estás incómoda”. Y ahí me doy cuenta capaz que estaba en un tono muy grave. Con cada uno vas armando una especie de campo en el cual encontrás una forma de relacionarte. Con Jimena es más desde la

música, salen cosas desde cantar e improvisar, no tanto desde lo que decimos. Con Julieta fue siempre más desde el sentido del humor, ella es muy graciosa, todo lo que hace en diseño tiene una frescura y sentido del humor, y salen temas como Bon Bon o Belle de jour. Teniendo en cuenta su cercana relación con artistas como Tomi Lebrero, Lucio Mantel, Pablo Dacal o Darío Jalfin, ¿cómo observas la escena local del indie rock? Todo el mundo dice “tiene difusión pero hasta ahí”, aunque en un momento todo el empuje de esa escena hace que una persona surja. Hoy por ejemplo estuvo Lisandro [Aristimuño] en el programa de Matías Martín, le va re bien y llena un Gran Rex. Comienza a haber un espacio para algunas personas, que alguien de golpe empieza a aparecer y esa persona que ya abrió un camino se convierte en un espacio para los demás. Si uno se pone a pensar en la movida sónica de los 90, el único grupo que quedó es Babasonicos. Está Lucio (Mantel),

Tomi (Lebrero), no sé si Rosal tiene tanto que ver desde la música, pero sí grabamos con ellos y somos cercanos. Es una generación que está empezando a entrar en algún lado. “Ayer estábamos con Tomi en La Oreja Negra, hay un poster de Spinetta y le decía “que hijos de Spinetta somos”, desde el espíritu que él tenía”. ¿Cuáles son tus expectativas respecto al show de La Trastienda? Mi idea es tener un buen show armado porque lo hacemos para la gente, hacer algo que a nivel tanto musical como visual esté acorde y pasen cosas sugestivas e interesantes. Ya hicimos en el disco lo que queríamos hacer, ahora tiene que suceder eso en el show. Antes éramos más para adentro, pero nos dimos cuenta que el show es el público y nosotros. Respecto al disco, no espero llegar a lo que es popular, mi idea es ser coherente, que quien lo vea entienda de qué se trata o pueda ver una coherencia entre show y disco. Es una música bastante elaborada, no es tan simple de recibir pero tampoco es tan complicada. AGUSTÍN MUNARETTO

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rosal en vivo La Trastienda Club, Balcarce 460 Viernes 17 de mayo a las 21 Desde $60

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Domingo 19

Este grupo emergente inglés, que actualmente se presenta en los festivales más importantes del mundo, pisa Buenos Aires en el marco de la gira de presentación de su disco, The Vaccines come of age, que en el 2012 alcanzó el puesto número 1 en los charts británicos. A las 21 en Niceto Club

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Miércoles 22

La incorregible y sensacional Chan Marshall regresa para azotar el escenario con dosis iguales de melancolía y actitud punk. Con una banda renovada, presentará las canciones de su último álbum, el notable Sun, en el que explora una veta más electrónica. A las 21 en el teatro Coliseo (Marcelo T. de Alvear 1125).

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Martes 11 y miércoles 12

Tras girar por todo Brasil y por Europa en el marco del tour Verdade uma ilusão, esta genial cantante y compositora brasileña vuelve después de seis años, para presentar en el país su último trabajo discográfico, O Que você quer saber de verdade. A las 21 en el teatro Gran Rex (Corrientes 857).


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CINE

vacaciones a dos velocidades LA PELÍCULA SPRING BREAKERS, DE HARMONY KORINE, Y EL DOCUMENTAL EL GRAN SIMULADOR, DE NÉSTOR FRENKEL, PERMITEN DESCANSAR DEL ATRACÓN BAFICI SIN ABANDONAR LAS SALAS. Una vez terminado el BAFICI, los críticos y cinéfilos quedamos empachados de cine y, por unos días, no queremos saber más nada de nada con esto de encerrarnos en una sala. Después de diez días de una panzada cinematográfica tras otra (hay cinéfilos golosos que resisten hasta un menú diario de cinco o seis pasos), el cuerpo pide a gritos vacaciones. Y a la hora de buscar cine y vacaciones, no hay nada mejor que hablar de Spring breakers, lo nuevo del petardista Harmony Korine, guionista de Kids y director de Gummo, Julien Donkey Boy, Mr. Lonely y Trash Humpers. Spring breakers es una película de explotación sobre cuatro adolescentes que aprovechan el receso primaveral universitario para salir de reviente en alguna playa de la península de la Florida. La primera mitad se centra en esas mini-vacaciones alocadas de las chicas, repletas de fondos blancos, desnudos, marihuana, cocaína y todo tipo de actitudes o sustancias que inciten al espectador a pensar que “la juventud está perdida” mientras la cabeza niega. Hay algo atractivo en la manera en que Korine filma esta película de explotación. Es muy difícil descifrar qué es eso, porque Korine ametralla con un pastiche estético repleto de colores fluorescentes, movimientos de cámara abruptos, cambios de formato recurrentes y aturdiendo con Skrillex al taco. Tal vez haya algo del dubstep mezclado en esa narración errante de Korine, llena de pedacitos de sampleos, varios loops y transiciones abruptas entre los momentos eufóricos y los bajones angustiantes. Korine busca desorientar de a ratos al espectador desordenando algunos fragmentos de la historia, pero cuando experimenta desde lo visual trata de no ser desafiante. Korine se luce con ese look experimenteen de Spring breakers y hay que reconocerle su habilidad para conseguir que Selena Gomez y Vanessa Hudgens, incuestionables en el top 5 de chicas Disney del momento, protagonicen una película de explotación adolescente sazonada con un par de versiones acertadísimas de canciones de Britney Spears. El gran problema de Spring breakers

EL GRAN SIMULADOR

aparece recién cuando Korine no consigue relajarse y necesita bajar línea hablando de “los jóvenes de hoy” desde un lugar moral, buena parte del tiempo a fuerza de obviedades pavas con disfraz de ironía. Nada de eso impide disfrutar de un final tan ridículo como atractivo, que incluye una especie de glamorosas ninjas en bikini y un homenaje a ese Scarface de Pacino al que aspira el indescriptible gánster rapero Alien, interpretado por James Franco. Spring breakers se parece a esas vacaciones repletas de tedio, pero con algunos momentos de relajo y parranda que hacen que todo haya valido la pena. No hace falta alejarse hasta las playas norteamericanas para conseguir el relax cinematográfico. Entre las sierras de Tandil hay una atractiva cabaña donde transcurre El gran simulador, documental de Néstor Frenkel que se mete en la vida cotidiana

del magnánimo ilusionista René Lavand. No parece hacer falta demasiado para conseguir una gran película frente a tamaño personaje. Hubiera alcanzado con prender una cámara frente al locuaz Lavand y dejarlo hablar de lo que se le antoje mientras deslumbra con su cartomagia, para sazonar todo después con ese gran material de archivo sobre el glorioso pasado del artista. Pero el director de Buscando a Reynols, Construcción de una ciudad y Amateur se esfuerza para conseguir una película profunda y sentida, donde maneja a la perfección la distancia necesaria para que el acercamiento a la intimidad de Lavand no se convierta jamás en una invasión. No hace falta incomodar al maestro preguntándole por su otra mano, cuando alcanza con el material de archivo y con esa conmovedora alegoría leída por el propio Lavand. Al ver las ilusiones en pantalla grande, se puede descifrar qué es lo que pasó en algún truco, pero resulta imposible determinar cómo fue que pasó eso, lo que no hace más que transformar la ilusión en magia, y queda claro que acá no se está hablando de esa engañosa magia del cine porque Frenkel sabe que, a veces, interrumpir un plano es hacer trampa. Una de las grandes virtudes de El gran simulador puede encontrarse en esa relación entre la magia y el cine. Así como es importante que el público crea en el ilusionista, el cineasta también está obligado a demostrarle al espectador que puede confiar en él. El documental refleja esa tensión entre lo verdadero y lo falso inherente a la magia. Pero el momento inolvidable de la película se produce cuando Frenkel, con absoluta honestidad, decide romper con esto y regala uno de esos trucos inolvidables. “No puede hacerse más lento”, diría el gran René, con mucha razón, en un ritmo que contrasta con el frenesí de Spring breakers. Más rápido o más despacio, las vacaciones del cine necesarias todos los mayos post BAFICI para el cinéfilo porteño, este año también pueden tomarse dentro de una sala. NAZARENO BREGA


BUENOS AIRES EN FUGA

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El peso de la cultura Me siento en un café, como Damián, y seguramente como varias personas más que les gusta escribir, aunque en los cafés donde me siento nunca veo a otra persona escribiendo como yo. Levanto la cara, miro, revoleo los ojos para los costados a ver qué hay y solo termino encontrando la mirada de la moza y pidiendo otro café o buen, ahora una medialuna con queso, caliente por favor. Pero ¿te fijás que esté caliente adentro también? Y sí, me siento una hincha pelotas y la persona que no quiero ser pero soy; lo acepté desde que entendí que no puedo tomar Sprite sin hielo, así que soy esa, la que le pide hielo mil veces a la moza, porque nunca en la historia de los mozos lo traen así de una. Entonces tomo un cortado mitad y mitad, más mitad que cortado, con edulcorante, sí ya sé, y me acuerdo de la chiquita que estaba ayer en la farmacia. Mientras esperaba que me prepararan mi menjunje homeopático entró una madre con dos hijos, una mujer y un varón, y los sentó a esperar al lado mío. Ella se fue al mostrador pero yo me quedé mirando a la nena, que debía tener ocho años y sostenía un libro. Me quedé mirándola porque ella se puso a mirar lo mismo que yo: la balanza que había al lado de la puerta de la farmacia. La gente entraba, colgaba su cartera o su tapado -un señor se sacó los zapatos y el cinturón, creo que pensó que estaba en un aeropuerto yanqui- y se pesaba. No se les veía la cara pero no era necesario, porque los hombros subidos, las manos a los costados o el solo hecho de quedarse ahí parados, enfrente a la realidad de la máquina, congelados, los delataba; la desilusión pesando en el cuerpo, el lenguaje propio de la espalda. No faltaron los que le pegaron al reloj gigante –no sin antes mirar para los costados asegurándose de que nadie los estuviera mirando- intentando cambiar el destino de una aguja a veces tan determinante. Muchos, finalmente, le preguntaban al farmacéutico si la balanza andaba bien. La nena seguía mirando, la veía seguir con sus pupilas el recorrido de la aguja; un hombre de gran tamaño pesaba ciento sesenta kilos y eso despertó algo en la chi-

quita, que me miró para ver si yo también me había sorprendido. Sin decir nada volví a mi libro con la certeza de que la nena, como yo, quería subirse al escalón y detonar la aguja de la verdad para después esperar la sentencia en silencio. Se veía que estaba en esa edad cuando el cuerpo está embutido en un corcho y sale por los costados, todavía no había pegado el estirón, me pregunté si sabría cuál era su peso y cuál debía ser según la Organización Mundial de la Salud. Me la imaginaba en el colegio, con sus anteojos, leyendo en el patio sola por que las rubias y flacas no querían ser su amiga.

TECNICA VOCAL DEL ACTOR Locución - Oratoria - Neutro Canto Popular y/o Lírico Talleres Intensivos de Verano

Entonces se levantó. Encaró directo hacia la balanza que estaba sola hacía unos minutos con la aguja colgando en el cero, resignada; miró a ver si alguien estaba prestando atención a lo que iba a hacer y después se quedó quieta unos segundos observando el reloj, la balanza al lado de ella parecía altísima, me dio pena su indecisión, tuve ganas de ir y decirle que no pasa nada, que el peso no importa, que lo importante a esa edad es alimentarse bien para poder crecer sana y fuerte, pero mientras yo seguía relamiéndome en una pena ajena e inventada, ella se agachó y con las dos manos apoyó su libro en el escalón. Lo hizo despacio pero después sacó las manos como si pudiera quemarse con fuego, al mismo tiempo que se alejó como si las chispas pudieran alcanzarla. Todo esto lo hizo pendiente del movimiento de la aguja, que tan solo subió a cinco gramos, capaz diez y volvió a cero. Cero gramos pesaba el libro que estaba leyendo. No quise, ni pienso hacerme cargo de todo lo que eso podría significar, solo seguí mirando a ver qué hacía ella. Y ahí fue, agarró el libro con las dos manos, lo miró durante unos segundos y después lo abrazó, abrazó su libro flaco antes de volver a su asiento, acomodarse los anteojos sobre su nariz aplastada y ponerse a leer. Casi instantáneamente la madre le hizo un gesto de “nos vamos” y se la llevó. Antes de cruzar la puerta la nena se dio vuelta y me miró; la vi perderse entre la muchedumbre de Santa Fe. dominique schilling


BUENOS AIRES

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casi una experiencia religiosa LA FIEBRE VATICANA SE INSTITUCIONALIZA EN LA CIUDAD CON EL PAPA TOUR, RECORRIDO TURÍSTICO-RELIGIOSO DESDE JUNIO por LUGARES CLAVES EN LA VIDA DE JORGE BERGOGLIO. Sobre el final de la película Roma de Fellini hay una escena larga y perturbadora. Comienza a sonar una música de corte lúdico que poco a poco, con el correr de los minutos, va ganando en tensión hasta convertirse en una pieza cada vez más tétrica. Estamos en el interior del Vaticano, donde tiene lugar un desfile de modas dedicado especialmente a modelos eclesiásticos. Se aprecian distintos hábitos para monjas, para simples párrocos, hasta llegar a la grandilocuente colección de atuendos papales. Modelos futuristas, lumínicos, recargados, majestuosos. Esta escena, entre otras cosas, exalta el enorme poder de representación de la Iglesia católica. Ahora

bien, nosotros no estamos en Roma pero sí tenemos al papa. Cuando el pasado 13 de marzo, la fumata negra que escupía sin parar esa chimeneíta casi insignificante ubicada en la cima del fastuoso Vaticano se fue aclarando hasta adquirir un tono blancuzco inapelable, nuestro errático destino de gloria ya estaba marcado. El nuevo papa era argentino. A partir de entonces fuimos testigos de una autentica fiebre papal, denominada por la prensa como la papamanía. No pasó mucho tiempo para que ese ardor, más chauvinista y farandulero que religioso, se extinguiera por causa de un diluvio de escalas bíblicas. Pero lejos de extinguirse del

todo, aún perviven las cenizas candentes de la antigua fiebre, aún quedan vestigios de aquella excitación inicial que ahora amenaza con volver reduplicada. Prueba de esto es el inminente Papa tour, un nuevo circuito turístico que a partir de junio se agregará a la agenda de nuestra querida e incansable ciudad. Por estos días, el Ente de Turismo junto con la Dirección de Cultos de Buenos Aires se encuentran delineando los últimos detalles del tour oficial (decidiendo aspectos como la delimitación definitiva del circuito o si el paseo se hará con guía o sólo con folletos), mientras ya hay un hotel aventajado que lanzó su propio recorrido: consta


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de una semana de duración y cuesta casi mil dólares, incluyendo alojamiento y pasajes. El itinerario del Papa tour en todas sus variantes consiste en visitar los lugares más significativos de la existencia de Jorge Bergoglio antes de convertirse en Francisco I. Por lo tanto se trata de un recorrido arbitrario como son arbitrarios todos los recorridos que traza cualquier vida humana. A continuación un adelanto de un posible paseo que, como cantaba Enrique Iglesias haciendo honor a su apellido, “es casi una experiencia religiosa”. El barrio de Flores, donde nació y se crió quien sería el futuro Papa, sin dudas ocupa un lugar privilegiado. La casa natal supone el punto de partida perfecto: una sencilla construcción con ladrillo a la vista, ubicada en la calle Menbrillar 531, en la que ya se puede apreciar una placa colocada por la Legislatura porteña que reza “En esta casa vivió el Papa Francisco I”. Sobre esa misma calle, en el cruce con Francisco Bilbao, se encuentra la modesta plaza Herminia Brumara –que en honor a la verdad es más bien una plazoleta octogonal y algo triste, ahora

con más cemento que vegetación– donde el niño Bergoglio solía jugar al fútbol con sus amigos. Parada obligada es la imponente basílica María Auxiliadora y San Carlos, ya en el barrio de Almagro (en la intersección de las calles Quintino Bocayuva e Hipólito Hirigoyen), un lugar digno de visitarse más allá de que ahí haya sido bautizado el actual Papa. Se trata de una basílica hermosísima, obra de los salesianos, inaugurada en 1910. Si bien ya su fachada llama la atención, sobre todo por la inmensa torre de 64 metros de altura, el interior –con sus diferentes altares, sus grandes vitrales y arañas colgantes– realmente impacta. Es uno de los verdaderos tesoros secretos de la ciudad y no tiene nada que envidiar a muchos de los templos religiosos que solemos admirar cuando salimos de viaje por el mundo. El paseo puede proseguir en los sitios de formación de Francisco I: el colegio Nuestra Señora de la Misericordia (Directorio 2138), escenario de su primera comunión y escuela en la que estudió; la basílica San José de Flores (Rivadavia 6950), en la cual

decidió que sería sacerdote, y el Seminario Metropolitano (José Cubas 3543), en Villa Devoto, donde se ordenó. Es posible que el Papa tour también incluya el paso por el colegio del Salvador (Callao 542), en el que fue profesor o la visita a distintas villas en las que el Papa ayudó con la acción religiosa. Como el título del célebre estándar de jazz Take the “A” train, el viaje por la prehistoria del papa nos invita a hacer el recorrido de la línea A de subtes -lamentablemente ya sin el añadido pintoresco de sus antiguos trenes del 1900- que Francisco I usaba para ir de Flores al Centro, más precisamente a la estación Plaza de Mayo, donde se encuentra la Catedral Metropolitana, el templo católico más importante del país, en la cual Bergoglio ofició misa nada menos que durante catorce años. Sí, estamos muy lejos del Vaticano y un desfile grotesco como el que soñó el maestro de Rímini todavía nos resulta una idea desmesurada. Pero acá, en Buenos Aires, ya se viene el Papa tour. Por algo se empieza. MARTÍN CAAMAÑO


DÍA

encuentros cercanos en san telmo EL MUSEO DEL OVNI FENOMENALIEN ATERRIZA EN LA GALERÍA DEL ASOMBRO, QUE OFRECE EL ESPECTÁCULO ZOMBIE TANGO JUNTO A COMERCIOS PARANORMALES Y PROYECTA MÁS ATRACCIONES. Ya no resulta imprescindible viajar hasta la provincia de Córdoba y subir a la cima del cerro Uritorco para contactar con vida extraterrestre, ahora basta con acercarse hasta el barrio de San Telmo y adentrarse en el número 1295 de la calle Defensa. Ahí, quizá tras abducir al personal de una feria americana, una tienda de discos y otros comercios anteriores, se instalaron los alienígenas a finales del pasado año para exhibirse en el Museo del Ovni FenomenAlien como principal atracción, por el momento, de la Galería del Asombro, una propuesta de entretenimiento ideada por Ger Bernstein. Aunque se presenta como artista plástico formado en Canadá, fundador y docente de la academia de efectos especiales Metamorfosis FX, y promotor del festival Zombie Walk Argentina, quizá sea una criatura de otro planeta oculta, como los reptilianos, bajo la simple identidad de un porteño menor de 40 años con inquietudes paranormales. “Me cansé de vender productos a cine y televisión, estoy peleado con el medio porque bastardea la posibilidad de hacer algo interesante para el espectador por minimizar recur-

sos y no hay visión para transformar un objeto en comercial, aunque enseño para haya profesionales con capacitación internacional. La idea es crear un nuevo concepto de puro entretenimiento para que la genta viva una experiencia en un espacio alternativo sobre una realidad paralela”, dice Bernstein, pero no le crean. Ni caso, oigan, es un asunto digno de The X-Files, así que toca emular a Fox Mulder y Dana Scully, según corresponda, para descubrir que “la verdad está ahí fuera”, bueno, más exactamente, ahí dentro y abajo. Paradójicamente, el primer museo artístico e interactivo de vida extraterrestre, procedente por tanto de un lejano allá arriba galáctico, se ubica en un cercano acá abajo, en un subsuelo de Defensa. Sobre 180 metros cuadrados, divididos en un sinuoso pasillo de tabiques y suelo negros con señales fluorescentes, conviven una treintena de criaturas a tamaño real, incluidos Buzz Lightyear y Alf como personal de bienvenida. Tras unos videos con instrucciones prácticas y apuntes míticocientíficos, del chupacabras a la ecuación de Drake y sus potenciales 10.000 civilizaciones, un recorrido en tinieblas resume

tipos de alienígenas, OVNI e historias vinculadas a través de las reproducciones esculpidas por el propio Bernstein junto a escuetos carteles, una mezcla entre museo pedagógico y parque de diversiones. Aunque se extraña al infantil ET, quizá de paseo calle arriba con Mafalda, hay grises y marcianos verdes, incidente Roswell y Carl Sagan, Guerra de las Galaxias y V de victoria, un poco de todo, vaya, hasta una cita de Stephen Hawking: “Si los extraterrestre visitaran la Tierra, el resultado sería similar a la colonización de América por parte de los españoles”. Sin tiempo para procesar semejante comparación, menos mal, un rótulo a la salida, al más puro estilo Men in black, alerta: “Olvidarás todo lo que viste”. Listo, así no engaña la frase “recomendable para terrícolas de todas las edades” del letrero de la entrada, ahí donde descansa Carlos Gardel, mutante de piel verde y antenas con ojos, sobre un buzón postal. Una vez borrado todo de la memoria, no se preocupen, porque la Galería del Asombro propone otras experiencias para subsanar la amnesia alienígena. Además de tradicionales ilusiones ópticas con es-


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pejos deformados u otros recursos sencillos, el universo de Ger Bernstein incluye Vidas Pasadas, un estudio fotográfico para viajar en el tiempo y captar imágenes de época gracias a decoración y vestuario de antaño; Gabinete de Clonación, una tienda de recuerdos con la posibilidad de lograr una réplica en cera de tu propia mano; y, sobre todo, Zombie Tango, un espectáculo de 15 minutos para 60 personas con la metamorfosis en vivo de una bailarina del

siglo XVIII en un muerto viviente. “Hay millones de show de tango iguales, es una propuesta para turismo joven”, valora Bernstein, cuya iniciativa se completa con comercios y personajes de ficción como el vivero de plantas asesinas del doctor Torzzo, el gabinete de la vidente centenaria madame Culovela, el consultorio odontológico al paso de la doctora Dolores Tortuosa, y la tienda de dulces El Rey del Copo con su tendero zombi Reynaldo Rataplin.

“Lo hice todo como para mí y es absolutamente independiente y experimental, sin apoyo ni subsidio oficial. Todavía está en proceso, el 100% se completará en las vacaciones de invierno”, adelanta Ger Bernstein sobre la próxima apertura de museos similares a FenomenAlien dedicados a zombis, ilusiones ópticas y tortura medieval hasta utilizar los 2.000 metros cuadrados de la galería, incluido un teatro con 200 personas de aforo. Pero, aparte del proyecto de un bar temático, aún hay más: “Voy tras el sueño de un gran parque de diversiones. Hoy por hoy funciona, no hay competencia, despierta interés, cada domingo alrededor de 5.000 personas pasean por la galería y 400 entran en el museo, y los visitantes recomiendan”. Que la fuerza te acompañe, caballero Bernstein. ARMANDO CAMINO

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GALERÍA DEL ASOMBRO Defensa 1295 Sábado de 14 a 18 y domingo de 12 a 19 Diversidad de precios en FenomenAlien, Zombie Tango y Vidas Pasadas galeriadelasombro.com


NOCHE

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un puerto sin salida al mar

| armando camino

EL MITICO BAR DE LA CALLE RODNEY RESURGE TRAS DOS AÑOS EN SILENCIO, MANTENIENDO LA MISMA IMPRONTA ROCKERA Y NOCTURNA de antaño JUNTO AL CEMENTERIO DE la CHACARITA. Medianoche del jueves 10 de abril de 2008. Rod Stewart acaba de brindar un multitudinario recital, y sus músicos, lejos de evaluar la opción de descansar, buscan un lugar donde continuar tocando hasta que las velas no ardan. Llegan a una esquina discreta, aparentemente sin mucho movimiento, donde los reciben con los brazos abiertos. Poco a poco, el lugar comienza a llenarse y, entre el bullicio contenido en el pequeño espacio y la zapada que se arma, puede verse a Francis Ford Cóppola, ocupando una silla y pasando platos a las mesas de al lado porque ya ni queda sitio para caminar. La velada se extiende hasta el mediodía del día siguiente. ¿Los Ángeles? ¿Londres? ¿París? Nada de eso. Apenas una postal más del Bar Rodney, en la ciudad de Buenos Aires. Hay cosas que no se explican así nomás. Cualquier erudito en marketing podría cuestionar lo inviable de sacar adelante un bar ubicado frente al inmenso muro lateral del cementerio de la Chacarita, donde abundan fábricas y galpones, escasean las viviendas y el tránsito peatonal es prácticamente nulo. Sin embargo, el Rodney existe desde 1930, cuando abrió como una típica pulpería de aquel entonces, convirtiéndose algunas décadas más tarde en un bar, tal cual se lo conoce hoy en día. ¿Y ese nombre? Queda mejor como denominación de bar, sin embargo Rodney es la calle que, en su cruce con Jorge Newbery, alberga al lugar. Pocos la cono-

cen, es una calle corta, olvidada como su homenajeado, César Augusto Rodney, un diplomático norteamericano que murió en Buenos Aires en junio de 1824, siete meses después de instalarse y a los seis días de cumplir 52 años. ¿Cómo surge una mística? ¿Qué la mantiene? Esto también es difícil de explicar, y quizás no haya que buscar palabras para entenderlo, basta con sentarse allí y contagiarse de esa atmósfera barrial, que también arrastra algo de espectral, porque el muro del cementerio es alto pero las almas no necesitan pasarlo por arriba. Quizás por esto, permanecer ahí un tiempo lleva indefectiblemente a evaluar, aunque sea por un instante, la condición de finitud que nos resulta inherente. Y muchos de sus asistentes así lo viven, trasnochando sin límites, bebiendo, rockeando, como si el mañana no existiera, o de un modo más crudo, percibiendo el mañana escondido detrás de esa gigantesca muralla. Hoy no le temo a la muerte, entonaba el grupo de rock La Portuaria junto a un David Byrne que lavaba copas detrás de la barra, con el clásico fondo de innumerables botellas. Esa misma banda hizo su gran aporte a la consolidación del mito, popularizando la canción El bar de la calle Rodney, que da cuenta de lo singular del antro. Una singularidad que ha estimulado también a servir de locación para varias publicidades y algunas películas; la última, llamada Rodney, de Diego Rafecas, cuya inspiración surgió en el bar.

Frecuentado por importantes artistas como Charly, Pappo, Juanse, o Fabi Cantilo, entre tantos otros, las celebridades saben que allí no deben temer el asedio excesivo ni el amarillismo inoportuno. El Rodney, en ese sentido, es tierra sagrada, improfanable, resguardada. Está claro que el bar arrastra una historia intensa y, a pesar de haber permanecido cerrado los últimos dos años, ahora resurge desde su misma raíz, con parte de la misma tripulación, que vuelve a embarcarse en este buque que navega sin mar sobre el asfalto. En esta nueva fase no hay grandes cambios que temer. A pesar de agregar tangos los miércoles y acústicos los domingos, el antro sigue siendo tan rockero como siempre, el destacado tapeo que se sirve está hecho por las mismas manos y el muro del cementerio permanece inalterable, lo mismo que los alrededores. Da igual el año, la década o el siglo. Allí siempre es tiempo presente, ya que el mañana se esconde detrás de una pared demasiado alta. MARTIN D’ADAMO

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Rodney Bar Rodney 400, 4858-5893 Martes a domingos, desde las 19 Facebook/Rodney.Bar.Sitio.Oficial


LA VERDAD FUGAZ

LA IDEA FIJA

Este espectáculo cuenta con el apoyo de PROTEATRO y BAAL, y la colaboración de Bailarás! Estudio de Danzas, KCH | Karamanian [+] Chiossone Fotografía y ZKYSKY diseño.

4to año de éxito Temporada Despedida Dos Premios Trinidad Guevara (Coreografía e Iluminación) / Nominada rubro Dirección

Actuan: Jorgelina Balerdi, Carolina Barbosa, Marcelino Bonilla, Mariano Botindari, Lucrecia Gelardi, Andres Granier, Miguel Israilevich

Con: Alfonso Baron, Rosaura García, Juan González, Diego Mauriño, Marina Otero Con La Participación Especial De Mariano Mazzei Y Dolores Ocampo

Texto y Dirección: Guillermo Hermida

Dirección: Pablo Rotemberg

Domingo 19hs.

Viernes 21hs. Localidades: $ 70 (estudiantes y jubilados $ 50) Duracion: 60 minutos

Localidades: $70 (estudiantes y jubilados $50)

HIPNOSIS, ENREDADERAS, DESASTRES

COMO SI AFUERA HUBIESE NADA

Texto y dirección: Nacho Ciatti

Texto y Dirección: Guillermo Hermida

Esta obra participó del Proyecto Manual 2da edición del C. C. Rojas (UBA, 2012).

Ganador de “Mejor Dirección” a los Premios Florencio Sanchez Nominada como “Mejor Autor Nacional” a los Premios Florencio Sanchez Invitados al Festival Gam 2013 (Santiago de Chile)

Elenco: José Escobar, Mauricio Minetti, Cecilia Blanco, Paula Pichersky, Laila Duschatzky, Nacho Bozzolo

Actúan: Carolina Barbosa, Luciana Dulitzky, Miguel Forza de Paul, Lucrecia Gelardi, Guillermo Hermida, Miguel Israilevich, Javier Rodríguez, Pablo Robles

Jueves 22hs.

Sábados 23hs.

Entradas $70 gral / $50 estudiantes Duración: 80 minutos

Localidades: $70 (estudiantes y jubilados $50)

Sánchez de Bustamante 1034 Tel. 4863-2848 portondesanchez@yahoo.com.ar - portondesanchez.blogspot.com


teatro

el teatro debe interrogarse a sí mismo

| luis belotti

RICARDO BARTÍS VUELVE AL MITO HAMLET COMO EXCUSA Y TRABAJA EN LA MÁQUINA IDIOTA, DONDE LA ACTUACIÓN FUNCIONA COMO UN ELEMENTO SUPERADOR DE LA POLÍTICA. Tres semanas antes de la entrevista, Ricardo Bartís me cita para comentarme un poco del proyecto que está llevando a cabo: La máquina idiota. Me cuenta cómo surgió la idea a partir de la visita con sus 20 actores al cementerio de La Chacarita; cómo se fue gestando el argumento en esa dialéctica que plantea como forma de trabajo; que del teatro oficial lo llaman para hacer El gran deschave y no sabe ya en qué idioma decirles que no; que quiere hablar más de política que de teatro; que el proyecto va a seguir en situación de ensayo y experimentación (al menos por este año); y de su inicial negativa a los festivales internacionales porque no quiere terminar algo solo porque se lo exigen de afuera. Un libro sobre él debería llamarse Ricardo Bartís, un teatro de la resistencia. Y quizás él sea uno de los pocos que puede hacerlo. Que puede resistir a las formas de producción actual, más cercanas a la obsesión por el estreno que por el trabajo, como él lo llama a la “búsqueda de lenguajes”. Su

lugar en la estructura teatral se lo permite, y él lo lleva a cabo, no solo desde el discurso sino desde la práctica. Y pareciera ser que el director quiere dejar un registro casi documental (aunque sea efímero), ya que estos ensayos con público tienen la particularidad de la cercanía al mito, al mito de verlo dirigir a él, el mito de Bartís como director. Los actores están en la escena, pero están puestos al servicio de la voz del director proveniente de un más allá (del escenario) y que, tocando cierto aspecto narrativo de la obra, lo equiparan al padre muerto: sus órdenes se vuelven un destino imposible de saltear (como recuerda el propio director en Cancha con niebla, Shakespeare hacía ese papel en la representación original). Los personajes de La máquina… son actores muertos, espectros en un limbo burocrático que están levemente ilusionados porque ha surgido la posibilidad de hacer una reposición de Hamlet. Como ya había sucedido en su highlight Hamlet y la guerra de los teatros, Bartís

vuelve a desguazar este ícono del teatro occidental y hacer operar lo teatral en referencia a lo político y a lo social. Claro que ya no estamos en el menemismo. La discusión es otra. -Políticamente, ¿con qué discute La máquina idiota? -El poder se encarga de generar trampas para que no se discuta sobre él. Si uno puede tener una idea más lateral, volviendo a este concepto shakespeareano, que parece tan afín a la actuación o una construcción de una ilusión social o momentáneamente social pero equivalente al estado: el funcionamiento social. Un funcionamiento que esta acotado a la duración de la pieza y a lugares sociales: el lugar del espectador, el lugar del actor, el espacio narrativo. Con reglas que no se pueden violentar porque si no se crearía un inconveniente para ese orden social acordado. Entonces el teatro siempre discute, hay algunos que también discuten pero se afirman muy claramente en su modalidad, en su sentido, en sus


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lógicas, en lo que se desprende de su oficio, todos los lugares vinculados a la actuación, a la escritura, al precio de la entrada, a lugares de prestigio, a la relación con la crítica, que son inherentes a los sistemas de producción y los lugares que se afirman. Entonces hay un teatro que afirma una lógica que es pensar en términos de las entradas, uno puede ser más cultural o menos cultural, hay modalidades de dirección o de lenguaje. Por ejemplo, en los últimos 10 años le ganó espacio al teatro oficial, empezó a producir obras convencionales. Pero el prestigio que le daba los grandes autores se cruza con la hibridación de la cultura del off, con los actores de ese territorio y, al mismo tiempo, una puesta de renovación de la cartelera comercial. Y esto fue un éxito. -¿Te parece que el teatro independiente perdió su especificidad? -Seguro que debe haber perdido algo, y es ingenuo pensar que las coordenadas se mantienen intactas o tienen que mantener sueños que pertenecen a otras épocas. Hay un sector que cambio de bando, y no esta preocupado por el lenguaje. Hay tres o cuatro de los más importantes directores que ahora son productores con ciertas lógicas de tiempo o de encuadre y no hay necesidad de interrogarse por el lenguaje. Hay que afirmar lo que ya esta garantizado, lo que funciona, pero no está mal… lo que pasa es que eso es

distinto a que haya una preocupación por el lenguaje. -¿Y hay una intención en que los personajes sean actores muertos? -Están muertos metafóricamente, se va a leer, siempre se lee, eso implica por lo menos una voluntad de poner cierto tipo de discusión. El teatro que se hace es tan lineal, donde no hay ningún tipo de interrogación o de pensamiento. Se pensará así la actuación, en el caso que nosotros tomamos, que es la referencia de Hamlet. La referencia shakespereana está tomada “Hay que afirmar lo que ya esta garantizado, lo que funciona, pero no está mal… lo que pasa es que eso es distinto a que haya una preocupación por el lenguaje” como una excusa para pensar sobre algunos temas, uno de ellos es equiparar al actor con el padre muerto, porque ambos operan, son y no son al mismo tiempo. Eso fue un punto de partida. La idea de que los actores estaban muertos no surgió de manera tan conceptual, hay una referencia al cráneo que es Yorick, pero eso está en la obra todo el tiempo. De hecho, podría tomarse como una discusión teórica sobre la actuación, la actuación como un elemento superador de la política y la tragedia, como si Shakespeare anticipara la aparición del estado moderno para

salir del acontecimiento trágico que significa matarse unos a otros. Tenía que surgir la política, superadora de la matanza. Eso nos parece que es interesante en este país, porque hay muchas matanzas sociales que se repiten sistemáticamente. Acontecimientos no necesariamente trágicos, pero que son acontecimientos de la política, de un ejercicio de la política, de lo cual la actuación no puede desprenderse, de imágenes, de considerarla como un cuerpo proyectivo y deseante del campo social, donde las gramáticas sociales podrían proyectarse. Como muestra desesperante de estos tiempos, un actor que tiene un discurso grosero como (Miguel) del Sel podría haber sido gobernador de una de las provincias más importantes de la Argentina, teniendo un discurso misógino, retrogrado, por no decir medieval. Parece que ese componente que es inherente en la actuación funciona de manera profunda. Hay una necesidad en la gente de tener ese tipo de identificación, de ese tipo de movimiento que la actuación otorga o genera. -Pensando lateralmente esto de los muertos, ¿te parece que el teatro está perdiendo algo de su carácter de riesgo? -Habrá variables, se acabó eso de que había lugares donde estaban claramente los imbéciles: ahora uno es imbécil. Uno tiene cierto conservadurismo, eso lo sufre el cuerpo social por entero. Si la referencia es


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teatro

lo móvil, que da lo mismo cualquier lenguaje, que es más o menos igual, que la cuestión es moverse a gran velocidad y con eficacia, el teatro pierde todo elemento… de un contenido donde la afirmación de la actividad pase por otros parámetros que no sean el éxito, la plata, el reconocimiento, los viajes o alguna pelotudez de esa magnitud que empieza a ser el horizonte de una cantidad de gente inteligente y sensible, que pasado cierto tiempo compran la oficina de la eficacia, de la realización y la utilización de saberes que le vienen de prácticas perfortivas, para hacer objetos que van a funcionar culturalmente. Eso me parece una pena, creo que esos saberes y potencias deberían estar al servicio del teatro, de provocar, de desarrollar. -¿Te parece que es una actitud política negarte, por el momento, a ir a festivales, a ensayar casi dos años y seguir haciéndolo? -Esa es mi realidad, además de mis limitaciones. Nosotros somos 20, cada vez que nos reunimos es un quilombo, todo el mundo trabaja de otra cosa porque no tenemos plata y no nos pagan, y está muy bien que así sea. Uno tendría que tener una relación más hostil con el estado, hay que salir de esa cosa pedigüeña, hay que salir de que el estado sea tío bonachón para pedirle unos mangos. -¿Vos decís que el estado no debe apropiarse de cierta cultura? -El estado debería tener políticas proyectivas de otro orden pero no vinculadas al dinero, porque eso ha provocado una confusión, eso nos ha obligado a mentir sistemáticamente, porque no podemos cumplir lo que ellas nos plantean. Desarrollamos nuestro teatro para no ser ahora eso que quieren que seamos; porque no queríamos ser eso hicimos nuestras experiencias, ¿por qué ahora vamos a terminar siendo eso que no queríamos ser? Lugares ordenados, por la cantidad de pedidos y demandas que el estado en su necesidad de legalizarse en relación a una serie de cosas lógicas, y disparatadas algunas otras. El estado tiene una relación por un lado laica y en la creencia del estímulo de lo teatral, pero seguramente ha provocado que haya gente que hace gestiones para los trámites en Argentores y en el Instituto. Como los jefes de prensa, que se han convertido en un negocio,

“El estado debería tener políticas proyectivas de otro orden pero no vinculadas al dinero, porque eso ha provocado una confusión, eso nos ha obligado a mentir sistemáticamente, porque no podemos cumplir lo que ellas nos plantean” en los últimos 20 años, cuando eso antes no existía, o existía en otro territorio cuando la lógica empresarial exigía la lógica de la prensa. ¿Pero qué importancia tiene la prensa en el trabajo? -Es una ciudad con muchos estrenos, quizá parece que sin prensa el espectáculo pasaría desapercibido. -No existís, ¿y cuál es el problema de no existir? Porque no creo que las cooperativas ganen dinero. Porque hay una hipótesis de un público, y me parece que ese público no termina viniendo. Los espectáculos tienen un promedio de 50 o 60, ¿por qué más? Antes ese más le pertenecía a un tipo de teatro y a expectativas que uno no terminaba de tomar como modelo, porque lo que necesitaba eran espacios más reducidos y con otro tipo de contacto porque los lenguajes necesitaban esas hipótesis. Ahora podría haber otras modalidades, yo me refiero a comprar el paquete heredado de un modelo que es tarado, que pone la función por encima del ensayo, que hay que llegar al público y convencerlo de las

bondades del espectáculo, porque eso va a generar algún tipo de situación, algún tipo de acumulación por afuera de los saberes específicos de la actividad. -¿Podrías hacer una síntesis de la práctica teatral de los últimos años? -Por un lado se esclerotizo mucho lo que es la vertiente: los hijos naturales del teatro independiente derivaron hacia una procesión ridícula. Los sectores jóvenes son más vivos, saben que tienen moverse, que lo heredado es peligroso. A veces compran un modelo un tanto exitoso, que puede tener que ver con la hipótesis de tener una momentánea fama, eso puede ser entendible. Lo que me parece que se empieza a debilitar es la estructura interna de la escena, por ejemplo, los lugares de la dirección o de la escritura. Se ha puesto de moda que el que escribe, dirige sus obras, no tiene un director que le diga: “Esto es una porquería, esto es literatura, no es teatro, no hay ninguna situación, no ocurre nada”. Como en ese caso, al dirigir hay una situación de búsqueda, de confirmación de algunas cosas de lenguaje que están inscriptas en el textos, las potencias de actuación, a mi entender, quedan más limitadas, se parecen bastante al teatro tradicional, donde hay una lectura del textos, una definición de los roles, ciertas líneas argumentales psicológicas, para que el actor tenga un panorama de que debe representar en vez de componer. Ese teatro hace un ejercicio de control de las fuerzas que circulan en la escena, hace un ejercicio perverso y reaccionario de las fuerzas. Eso es política, se quiera nombrar o no, es política, es micro político, es un ejercicio de dominio de las fuerzas poéticas de la actuación, que son derivativas, caóticas, evanescentes, como queda muy claro si uno lee Hamlet. El teatro debe interrogarse sobre si mismo porque si no va a afirmar valores medios muertos. JUAN IGNACIO CRESPO Entrevista completa en revistallegas.com.ar

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LA MÁQUINA IDIOTA (ensayos) Sportivo Teatral Thames 1426 Reservas en lamaquinaidiota@gmail.com



TEATRO teatro / 4.000 cC

Audición

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de Luis Cano

DOS EXTRAÑOS SE CONOCEN EN UN BAR DE NOCHE. EN ESTE MONÓLOGO DE LUIS CANO, MIENTRAS EL DÍA SE VAYA ACLARANDO, LAS CONFESIONES SE HARÁN MÁS OSCURAS.

Diga si estoy entendiendo lo que dice. Pero mire cómo tiene el gabán mojado de tanto llorar. Vamos a ver si entiendo (usted habla por la mitad y no pronuncia). Bueno, dice que su mujer habla dormida, no veo qué tiene eso de malo. Dice que lo extraño es que ella habla con usted estando dormida, como si estuviera despierta. Ella habla mientras duerme, su mujer, le habla mientras duerme y le dice que comió un pancito, ¿verdad? Acláreme las cosas, ¿usted la abandonó? En cierto modo usted dice que se mudó, que salió de su casa esta misma noche, en piyama. Que después se puso el gabán encima. Creo que me perdí algo. Dice usted que nunca volverá a verla. En este bar, me dice a mí, un perfecto desconocido, que esta noche se marchó para siempre. Realmente no sé si creerle, usted intenta contar su historia, pero a medida que avanza, y como bebe y tartamudea, no puede contarla bien. Le presto toda la atención que puedo darle en este estado de embriaguez y confusión, pero… ¿se ríe de mí o se está riendo de su propia historia? Hombre, ¿no anda inventando? ¿Puede inventar su historia por pura diversión? Usted es un hombre que viene por la noche a estos bares para inventar historias y engañar a tontos como yo. Lo sigo escuchando, ya que una persona no puede dejar de escuchar, es horrible escuchar, obedecer.

Usted siempre fue extraño para su esposa, sí, y ella no lo extrañará, no se dará cuenta de su ausencia… Por costumbre, su esposa todavía golpeará la puerta del baño antes de entrar. Mientras usted camina en piyama deambulando a lo largo de las vías del tren, en la noche, con la luz de sodio de las calles. Un fantasma. La gente que lo conoció sólo ve en usted lo que quiere. Nadie puede acompañarlo, usted siempre está lejos. Dice que no entiende a la gente y que los demás no lo entienden. Comí el pan del amor, dijo su mujer. ¿Eso dijo? Hace unos minutos, debe haber estirado el brazo en la cama y no lo encontró. Usted escapó en la noche como un ladrón. El gato fue a acostarse sobre su lado de la cama, el que usaba para dormir. Está amaneciendo, no sé, el cartel intermitente no me deja distinguir el cielo. Todavía gris. Va a llover, el aire está cargado de humedad. Debe haber poca gente despierta. Se da cuenta, no hay ruido. Algunos pájaros acusan al que vuelve tarde a su casa. Usted abandonó sin llevar una bolsa, nada. Lo que intenta decir es que hubo esta ecuación: la casa menos usted. Dice que pasó tan rápido como si hubieran retirado su cuerpo de ahí. Dice que la casa es la misma, nada ha cambiado. Los pájaros gritan en las ramas, en busca de insectos que tardaron en volver a su agujero. ¿Qué hace?

Dice que suena un cascabelito porque no tenemos campanario en el barrio. Está amaneciendo. Se escucha el grito de los pájaros locos. Dios cae sobre nosotros. ¿Qué está diciendo? ¿Qué le pasa? Habla de la luz, que su dormitorio tenía una ventana y que la ventana dejaba pasar la luz del sol. Pero que siempre estaba demasiado oscuro. Su esposa hablaba dormida. Le decía Irusta. ¿Es su nombre? Usted cubrió la cara de su esposa con una almohada. Irusta. Usted habla sin mover los labios. No entiendo. Usted no sabía cómo ser un marido, ni siquiera uno malo. Usted habla sin los ojos, Irusta. Habla sin mirar, como si estuviera buscando no sólo palabras. Estamos en un bar, ¿entiende? La almohada sobre la cara de su esposa. Irusta. Oiga, no se puede hablar obsesionado. Tampoco yo soy quién. Irusta, ¿por qué viene a los bares? No se duerma. ¿Se dedica a contar historias? Usted habla gritando. Nadie escucha a nadie, la gente viene a gritar a este bar. En pocas palabras, usted dice mentiras. Leyó su vida en un libro. Ah. Su historia en diferentes lugares. ¿Por qué estamos hablando, casi de madrugada? Yo no quiero saber nada de usted. Es de día y el pajarito sale a volar. Ya durmió en la rama, soñando que era persona. Irusta, ¿está llorando? Es repugnante. ¿Por qué no llora en privado? Irusta, no se quede dormido



TEATRO

Como si afuera hubiese nada

Jimena se casa, Jimena duda. Sus amigos la alientan, sus amigos dudan. Entre champagne y torta de bodas todos se esforzarán por entregarse al festejo, aunque el corazón duela y se crea poco ya en el amor. En Como si afuera hubiese nada, Guillermo Hermida propone una comedia con fuertes dosis de cinismo sobre las ilusiones y los fracasos sentimentales. El autor, que fue nominado a los premios Florencio Sánchez por esta obra, participó también como guionista de televisión en programas como Los únicos,

Como vibra el suelo

Tres personajes atrapados en un loop incesante, donde el tiempo y el espacio pierden su carácter de absoluto para ponerse al servicio de la representación. Claudio Pereira nos arroja a esta experiencia que roza los límites del teatro, poniéndonos a prueba como espectadores, empujándonos a hacernos cargo, incluso, de elegir el final. Artaud decía que el teatro es un desbordamiento pasional, una terrible transmisión de fuerzas del cuerpo al cuerpo. Esta trans-

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Atracción x 4 y Hombres de honor. Hermida elige un elenco efectivo, que conoce los tiempos de la comedia, aunque en algunos casos las frases se vuelven demasiado vertiginosas y las palabras corren atropelladas a buscar la risa del público. El director, que interviene además como actor, aprovecha las variantes de este grupo numeroso, tanto para guiar a cada uno en su tono como para lanzarlos a la composición coreográfica. La fiesta llega de a ratos, se filtra desde el fuera de escena hasta la mesa del balcón que reúne a los personajes. La obra gana atractivo y sutileza en esta reconstrucción. A medida que la noche avanza, los secretos se confiesan y los miedos se bailan. Y cuando el desencanto crece imparable, están los amigos. Será entonces momento de tomarse de la mano, recostarse de cara al cielo y aceptar que muchas cosas maravillosas están aún por venir. PAULA BOENTE El Portón de Sánchez, Sánchez de Bustamante 1034; sábado a las 23, $ 50 y 70

misión no puede reproducirse dos veces. He aquí el momento de goce. Cada repetición reaviva el valor del actor, cuando es protagonizada por lo particular. El gesto pequeño es el que corre riesgo. El tiempo es vulnerable. Las situaciones se cristalizan. Las escenas vuelven una y otra vez (hasta el infinito). Pero es otra la recepción, porque el cuerpo del actor es otro y porque los espectadores sabemos un poco más. Y entonces vibra el suelo y todo se perturba, se quiebra, se deforma y entra en tensión. Es la misma representación la que queda en evidencia, moviendo de eje cualquier idea que uno tramara. Al final de la obra una se pregunta, como Vladimir y Estragón: ¿y nos vamos? Pero, como los personajes de Beckett, tampoco podemos movernos de allí y escapar de la sensación de que el sentido de todo está por llegar en cualquier momento. Mara Teit

Aviones enterrados en la Playa

La mirada de Mauricio Minetti es el punto de partida, nuestro fondeadero. Una especie de vado mágico que nos invita a entrar en este testosterónico sueño de Luis Cano. Personajes suspendidos en un sin tiempo, en un sin espacio. Espectadores suspendidos en las maravillosas imágenes que van trazándose con sus palabras. Las palabras. Eso. Es que allí reside la fuerza de este acto poético. “Después de todo, un autor siempre es alguien perdido en medio de sus textos”, dice Luis Cano. Después de todo, un espectador comprometido es alguien perdido en medio de las imágenes. Historias que se han anclado en la arena de los sueños de Morfeo y que Cano expuso, así, todas juntas, en este muelle al que regresan eternamente cinco seres que han vivido y que desean compartirlo. Soñar con arena, llevar demasiado tiempo en el mismo lugar, alcanzar las olas con las palabras para que la marea las traiga de vuelta. Eterno e irremediable regreso. Destino miserable de quién fondea en sus recuerdos. El pescador, inmóvil pero intenso, saborea cada palabra: “Acá nadie sabe del muelle de antes, acá nadie sabe de nada, ni de la primavera anterior ni del muelle de antes ni de nada” Una celebración a la saudade: no saber. Un sentimiento intraducible. Una manifestación de la poesía capitaneada por su propio autor, cuyo sueño es que el público llegue a ella. Y que logró convertir en realidad. M. T.

Buenavia Teatro Estudio, Córdoba 4773; viernes a las 21, $ 50

Noavestruz, Humboldt 1857; domingo a 21:30, $ 60



T CC

TEATRO teatro.llegas@gmail.com

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CENTROS CULTURALES

CENTRO CULTURAL ADAN BUENOSAYRES Av. Asamblea 1200. Teléfonos: 4923-5876 / 4923-5669 Web: amigosdeladan. blogspot.com CENTRO CULTURAL BORGES Viamonte 525. Teléfono: 5555-5359. www.ccborges.org.ar CENTRO CULTURAL CARAS Y CARETAS Venezuela 330. Teléfono: 11-53546618. www.carasycaretas.org CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN Av. Corrientes 1543. Teléfonos: 5077-8000 int 8313. Web: www.centrocultural.coop CENTRO CULTURAL FRAY MOCHO Juan Domingo Perón 3644. Teléfonos: 4865-9835 Web: fraymochoteatro. blogspot.com CENTRO CULTURAL RECOLETA Junín 1930. Teléfonos: 4803-1040. Web: www.centroculturalrecoleta.org CENTRO CULTURAL RICARDO ROJAS Av. Corrientes 2038. Teléfonos: 4954-5521 / 4954-5523 / 4954-5524. Web: www.rojas.uba.ar/ CIUDAD CULTURAl KONEX Sarmiento 3131. Tel. 4864-3200. Web: www.ciudadculturalkonex.org/

CA

CIRCUITO ALTERNATIVO

ABASTO SOCIAL CLUB Yatay 666. Web: abastosocialclub.wix.com/ yatay666 ACTORS STUDIO TEATRO

Díaz Velez 3842. Teléfonos: 4983-9883. Web: www.actorsstudio.org ANDAMIO 90 Paraná 660. Tel. 4373-5670. Web: www.andamio90. org AUDIORIO BAUEN HOTEL Av. Callao 360. Teléfonos: 4371-0680. BECKETT TEATRO Guardia Vieja 3556. Abasto. Tel. 4867- 5185. Web: http://teatrobeckett.com BELISARIO CLUB DE CULTURA Av. Corrientes 1624. Teléfonos: 4373-3465. Web: www.facebook. com/belisarioclub BOEDO XXI Boedo 853. Teléfonos: 4957-1400. Web: www.teatroboedoxxi.blogspot.com BUENAVIA TEATRO ESTUDIO Av. Córdoba 4773. Reservas al 4771-8901. Web: buenaviaestudio. blogspot.com/ BULULÚ, CLUB DE COMEDIA Av. Rivadavia 1350. Teléfonos: 4381-1656. Web: www.elbululu. com.ar CALIBAN México 1428 PB 5. Montserrat. Teléfonos: 4381-0521/ 4384-8163. Web: www.teatrocaliban.blogspot.com CENTRO ARGENTINO DE TEATRO CIEGO Zelaya 3006. Teléfonos: 6379-8596. Web: www.teatrociego. com CHACAREREAN TEATRE Dirección: Nicaragua 5565. Teléfono: 4775-9010 Web: www.chacarereanteatre.com.ar DEL ARTEFACTO Sarandí 760.

Teléfonos: 4308-3353. Web: www.teatrodelartefacto.com.ar DEL BORDE ESPACIO TEATRAL Chile 630. Reservas: 4300-6201. Web: www.delborde. com.ar DEL CENTRO Sarmiento 1249. Teléfonos: 4383-5644. CELCIT Moreno 431. Tel. 4342-1026. Web: www.celcit.org.ar EL CAMARIN DE LAS MUSAS Mario Bravo 960. Tel. 4862-0655. http://www.elcamarindelasmusas.com EL CUBO Zelaya 3053. Teléfono: 4963-2568. Web: www.cuboabasto. com.ar EL DUENDE Aráoz 1469. Teléfono: 4831-1538 EL ESPION Dirección: Sarandí 766. Teléfono: 4943-6516 Web: www.teatro-elespion.com.ar EL EXTRANJERO Valentín Gómez 3378. Teléfono: 4862-7400 Web: www.elextranjeroteatro.com EL EXCENTRICO DE LA 18º Lerma 420. Teléfonos: 4772-6092. Web: www.elexcentricodela18.com.ar/ EL FINO ESPACIO ESCENICO Paraná 673. Piso 1. Reservas 4372-2428. http://www.teatroelfino. com.ar EL KAFKA ESPACIO TEATRAL Lambaré 866. 48625439. Web: elkafkaespacioteatral.blogspot.com EL PICCOLINO

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Web: www.delpasilloteatro.com.ar TEATRO DEL PUEBLO Av. Roque Sáenz Peña 943. Teléfonos: 43263606. Web: www.teatrodelpueblo.org.ar TEATRO DE LA FABULA Agüero 444. Reservas al 4862-6439. Web: teatrodelafabula. blogspot.com TEATRO ESPACIO ABIERTO Pasaje Carabelas 255. Teléfonos: 4328-1903. Web: www.roxanarandon.com.ar TEATRO GARGANTÚA Jorge Newbery 3563. Teléfonos: 4555-5596. Web: www.teatrogargantua.com.ar TEATRO IFT Boulogne Sur Mer 549. Teléfono: 4962-9420 / 4961-9562. Web: www.teatroift. webs.com TEATRO LA MASCARA Piedras 736. Teléfono: 4307-0566 Web: www.lamascarateatro.blogspot.com Teatro La Tertulia Gallo 826 Tel. 4865-0303 www.teatrolatertulia. com.ar TEATRO PAYRO San Martín 766. Reservas: 4312-5922. Web: www.teatropayro. com.ar TEATRO TALLER EL GRITO Costa Rica 5459. Info: 154.989.2620. TEATRO TIMBRE 4 Boedo 640 timbre 4. México 3554. Tel: 4932-4395. Web: www.timbre4.com VERA VERA Vera 108. Tel.: 4854-3655. Web: www.veraverateatro.blogspot.com


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