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teatro
arte bares buenos aires cine letras mĂşsica noche
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Tema pendiente, joyería contemporánea con material de reciclaje, se expone hasta el 18 de diciembre en CCEBA (Florida 943), gratis Artesanos del sonido, una colección de instrumentos musicales, se exhibe hasta el 22 de diciembre en la Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artess, Rufino de Elizalde 2831, gratis Blues & Jazz en La Munich cierra el ciclo con Mariel Caló el 14 de diciembre en el edificio de la avenida de los Italianos 851, $10
OBRA DE TAPA Pablo Derka, diseñador gráfico, ilustrador indepen-
SUMARIO
diente y artista visual. Estudió en las carreras de Antropología y Diseño Gráfico (UBA) y fue docente de tipografía en la Cátedra Longinotti. De formación artística autodidacta, completada con diversos talleres, ilustró para proyectos editoriales, libros álbum y revistas, además de desarrollar instalaciones de video para festivales y obras de teatro. También participa del colectivo Anuario de Ilustradores, en cuya muestra se enmarca la obra de tapa.
4-5 ARTE Entrevista a Patricio Larrambebere por la muestra Agrupación de boletos tipo Edmondson en el MAMBA.
6-7 BARES La Cabrera, la fama de un secreto a las brasas. 8 BUENOS AIRES Proyecto Calco pega optimismo por todo el mundo. 9 CINE Comedia para despedir el año: Este es el fin y Machete mata.
Sin título Técnica mixta (intervención sobre fotografía de Katherine Squier, 30 x 21 cm, 2013) La Casona de Flores, Morón 2453 7 de diciembre a partir de 18 anuarioilustradores.com.ar pabloderka.com.ar
10-11 LETRAS El brasileño João Paulo Cuenca visita Buenos Aires con El único final feliz para una historia de amor es un accidente.
12-13 MUSICA Rodrigo Amarante visita el país como guitarrista de Devendra Banhart y aprovecha para presentar su primer disco como solista.
14 NOCHE G104 cierra el año el 28 de diciembre con la fiesta Que te valga! 16-23 TEATRO Entrevista a Alberto Ajaka, Lucía Panno en 4.000 caracteres, el festival rosarino Experimenta, y las críticas de Warnes, Arizona y Aún no consigo besar. Visitá www.revistallegas.com.ar / En Facebook: Revista Llegás
? QUIENES SOMOS
Editor Responsable Gustavo Gaona EDITOR DE CIERRE Armando Camino EDITOR Juan Ignacio Crespo DISEÑO Daniela Sawicki COLABORAN EN ESTE NUMERO Luz Marchio (arte), Armando Camino (bares), Agustín Munarettto (buenos aires), Natalia Monsegur (letras), Martín Caamaño (música), Martín D’Adamo (noche), Nazareno Brega (cine), Isabel Arias, Paula Boente y Mara Teit (teatro). TIRADA DE ESTA EDICION 16 mil ejemplares Publicidad: Ricardo Tamburrano (15 5958 7489, ricardotamburrano@gmail.com y publicidad@revistallegas.com.ar) Esteban Gallego (15 5637 5153 y www.egmediabrokers.com.ar) llegás a buenos aires es una publicación mensual de distribución gratuita, Propiedad de GyH Contenidos Srl, Chile 1507, Piso 2. CP. 1100, CABA. Fundada el 5 de agosto de 2004. Se distribuye en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Registro de marca 2519629. Registro de la propiedad intelectual exp. 347083. ISSN 1668 – 5326. La programación de las agendas puede sufrir cambios por parte de los organizadores. llegás no se responsabiliza de los mismos.
ARTE
modelo en movimiento PATRICIO LARRAMBEBERE DETALLA EN UNA ENTREVISTA SUS REFLEXIONES SOBRE QUINCE AÑOS DE CULTURA FERROVIARIA, QUE EXPONE HASTA ENERO EN EL MAMBA BAJO EL TÍTULO DE ABTE.
| jorge miño
El ferrocarril fue una de las bases del modelo que abogaba las ideas de progreso y civilización como emblemas del proceso de modernización en plena expansión capitalista. Un modelo que no solo asignó un modo de conexión entre la población, sino que también desarrolló una estética integral desde los trenes hasta el espacio de las estaciones. El Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA) presenta ABTE. Agrupación de boletos tipo Edmondson. Quince años de cultura ferroviaria, donde se exponen tres lustros de producción y registro de un proyecto abocado a la investigación de la gráfica ferroviaria, su restauración y la producción de obras (acciones, intervenciones, vídeos, performances, gráfica y pintura). A través de la reivindicación de ciertos elementos del pasado, esta agrupación logra dar visibilidad a problemáticas de nuestro presente. En esta oportunidad,
Patricio Larrambebere, comparte su mirada crítica. ¿Me gustaría saber qué significa para vos el tiempo? Uno se da cuenta del tiempo en la medida en que lo va trascendiendo. A mí me interesa mucho lo que deja de rastros el tiempo. Por eso siempre trabajo con cosas que sucedieron en algún momento; con fenómenos gráficos, con acontecimientos. Creo que el tiempo es importante en la medida en que uno tiene noción de lo que pasó. Eso te va marcando el rumbo. A mí me marcó mucho una frase que dijo Luis Felipe Noé: “El arte es una carrera de resistencia”. Me parece que lo importante es no estar apurado y ser constante. Eso te da la posibilidad, en determinado momento, quizás inconsciente, de ver tu obra y encontrar puntos de coincidencia o de coherencia en un interés particular. Particularmente, me interesa
mucho la gráfica, el texto escrito, el cartel, todo lo que tiene que ver con el diseño gráfico de las cosas que fueron y son cotidianas para nosotros. Ligado a esto que estás diciendo, me llama la atención el trabajo que hacen con tu equipo. Me refiero a que el trabajo de reconstrucción habilita la permanencia de ciertas huellas. Creo que en esas huellas se pone de manifiesto la tensión de los diferentes momentos históricos. Eso es algo muy importante y lo tenemos mucho en cuenta con la agrupación. Nosotros no hacemos una celebración del pasado en términos nostálgicos. Por ejemplo, ayer estuvimos arreglando el cartel de la estación Alegre y le dejamos esas marcas del pasado. En este sentido, nos interesa dejar claro el paso del tiempo. Me parece que eso es un gesto, por sobre todas las cosas, político.
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ALGA TODO Y ESPUMAS
| jorge miño
Exactamente. En cierta medida, me parece que la pintura es un espacio donde uno no solamente construye una imagen, sino que también la pintura como soporte tiene una historia muy fuerte y muy rica. De alguna manera, creo que el abordaje que hacías de la pintura en tu primera etapa de producción tiene que ver con una individualidad y luego fuiste pasando a un concepto colectivo de esta práctica con la conformación de ABTE. ¿Cómo fue ese pasaje? El proyecto empezó en 1998, también con la iniciativa de preservar un material que se estaba perdiendo. Fue el momento en el que se estaba desmantelando el ferrocarril y concesionando los trenes a empresas privadas. La agrupación empezó conmigo y con Javier Martínez. Creo que se fue dando todo de manera muy orgánica. Empezó con un interés muy particular por lo gráfico, en mi caso, y después fue también la necesidad de salir a defender. Como pintor, traté de que no desaparecieran cosas de uso cotidiano y afectivo. El ferrocarril es muy importante en la historia de Argentina: fue la bandera del progreso de la generación del 80, fue ganar la independencia económica durante el peronismo. La historia de Argentina está en paralelo con la del ferrocarril. En ese momento, año 98, sentíamos que teníamos que salir a defender esto desde nuestro lugar como artistas. En este sentido, quisimos dar visibilidad a esta problemática y, de alguna manera, hacer que siga viviendo esa cultura porque es la cultura de muchísimos argentinos. Que eso se pierda es ridículo. ¿Y cuál es la reacción de la gente cuando los ve trabajar? La gente sabe positivamente que los trenes son un patrimonio cultural y económico muy importante. Creo que es muy
importante correrse del ámbito del arte. Yo actúo dentro de ese mundo porque soy artista, pero me parece que el trabajo colectivo sale porque hay mucha gente que se ha prendido a hacer este laburo y que no necesariamente pertenece a las artes visuales. Hay gente que pone el cuerpo para venir con nosotros a arreglar un cartel o que colecciona boletos. En definitiva, son personas que tal vez no sean conscientes de que están participando en una obra de arte. Retomando tu pregunta acerca de la reacción del público en general, me gustaría contarte una anécdota. El otro día me preguntaron si ese espacio del segundo piso del MAMBA iba a permanecer como permanente. Esta instalación tiene un peso tan grande a nivel físico que la gente se pregunta este tipo de cosas. Es muy curioso lo que pasa en la sala. Creo que un trabajo es bueno cuando genera distintas miradas y distintas conclusiones. ¿Cómo crees que será el futuro de ABTE? Hay muchas personas que trabajaron a la par como Gachi Rosati, Javier Barrio, Martín Guerrero, Ezequiel Semo, Aldo Petrella, Federico Fernández, Pablo Marzilio, Alan Semo. En un futuro, me encantaría que la ABTE continuara más allá de mi trabajo y presencia, que tomara independencia de mi labor, que quienes participen lo continúen y le den otras características. LUZ MARCHIO
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AGRUPACIÓN DE BOLETOS TIPO EDMONDSON Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, San Juan 350 Hasta el 15 de enero, martes a viernes de 11 a 19, s$5
Mediante escultura, grabado, dibujo, video y música experimental, Alga todo y espumas presenta una reflexión sobre la soledad desde la mirada de diversos artistas. Este proyecto fue seleccionado a partir de la convocatoria Soledades, lanzada para conmemorar el cuarto aniversario de la publicación de este famoso poema de Luis de Góngora. La exposición, curada por Elvira Amor, incluye obras de los artistas Daniel Basso, Ernesto Ballesteros, Juliana Iriart, Mariana Pellejero, Fabián Ramos, Juan José Souto y Mariano Ullúa, CCEBA, Paraná 1159; hasta el 21 de diciembre, lunes a viernes de 10:30 a 20 y sábados de 10:30 a 14, gratis
FICTIONS
Laurent Thurin-Nal presenta Fictions. Por un lado, Actrices es un trabajo de fotofija con retratos de famosas intérpretes de cine, tomadas en el momento que precede a la acción, en una especie de umbral entre ficción y realidad. A su vez, el proyecto está integrado por Aquellas noches, aquellos días, cuatro trípticos que proponen una dinámica de vaivén entre el público y las imágenes, e invita a una reconstitución personal y creativa. Una propuesta para que cada uno establezca su conexión personal con las fotos y vaya hilvanando su propio relato con sus propios personajes. Alianza Francesa, Córdoba 946; hasta el 21 de febrero, lunes a viernes de 9 a 20/sábados de 9 a 13, gratis
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BARES
secreto con fama LA CABRERA, UNA DE LAS MEJORES PARRILLAS porteñas, OFRECE SELECTOS CORTES, INCLUIDA LA TERNERA DE KOBE, CON VARIADO ACOMPAÑAMIENTO Y BUENA ATENCIÓN DESDE la espera.
Hay lugares con fama, aunque secretos. La Cabrera es uno de ellos. Bajo el lema “uno de los mejores secretos con Palermo”, la parrilla creada por Gastón Riveira en la esquina de José Antonio Cabrera y Thames acapara premios, menciones y, sobre todo, público. Incluso en lunes, no resulta conveniente acudir sin reserva si no se quiere esperar alrededor de 45 minutos. Eso sí, la buena atención del negocio, con dos locales en sendas cuadras contiguas, se percibe desde afuera, ya que los mozos ofrecen aperitivo y picada, Gancia con naranja y salamín con queso, para amenizar la espera, inmejorable arranque. También desde la fila en la vereda se nota la fama internacional de La Cabrera al escuchar conversaciones en diferentes idiomas, quizá fruto de su aparición en múltiples publicaciones de todo el mundo como una de las parrillas de referencia en la ciudad de las parrillas. Una vez dentro, bueno,
o fuera, que también hay terraza, la música ambiental, con predominio de géneros instrumentales como el tango electrónico, y la decoración ecléctica, un estilo rústico de maderas oscuras con toques divertidos como colgantes vacas coloristas y globos aerostáticos, prepara cuerpo y mente para disfrutar de una comida rica y abundante, acorde con su precio. Aproximadamente 200 pesos por comensal si no eligen las propuestas más caras, claro, como la afamada ternera japonesa de Kobe, cuyo bife de chorizo cotiza a 436 (cuatrocientos treinta y seis) pesos el medio kilo. Entre una carta amplia y apetitosa, tienta para comenzar una provoleta de queso de cabra con tomates secos, por ejemplo, y la especialidad para continuar: bife con hueso madurado por doce días a una temperatura de 2 grados centígrados con una humedad del 90%. Más que suficiente, las porciones se sirven con generosidad y, sobre todo, con
una guarnición copiosa y diversa de vegetales asados o condimentados o en puré, así que no se recomienda pedir acompañamiento aparte. Ya no queda ni hueco para el postre, pese a la atrayente oferta. Bueno, si solo necesitan un toque dulce, tranquilos, la cuenta se presenta junto a una torre de chupetines, quizá para acaramelar el pago, único mal trago de la cena. ARMANDO CAMINO
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LA CABRERA José Antonio Cabrera 5099, 4832-5754 Viernes a lunes de 12:30 a 16:30; lunes a jueves de 20:30 a 1 y viernes a domingo de 20:30 a 2 Ambiente, cosmopolita; atención, muy buena; recomendación, bife con hueso madurado por doce días
B/R !
BARES Y RESTAURANTES bares@revistallegas.com.ar
DOÑA
Bulnes 802, esq. Humahuaca Reservas: 4862-9278 Doña es una cantina que intenta homenajear a los grandes bodegones de Buenos Aires desde la mirada del presente, rescatando ese espiritu que nosotros recordamos de nuestra infancia.
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TIEMPO DE GITANOS
Restaurante - Tablao Flamenco El Salvador 5575, Palermo hollywood, tel.4776-6143 12 años con el mejor show flamenco y la cocina española imperdible, para venir con amigos de tapas, aprovecha y presenta el aviso de esta pagina para obtener un 2x1 en entradas al show. www.tiempodegitanos.com.ar
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Billinghurst 699 esquina Guardia Vieja. Reservas: 4863-7923 Comedero & Bebedero ubicado en una clásica esquina de Almagro, con un ambiente ideal para relajarse con amigos o en pareja. Exquisitos platos caseros, picadas, tragos, cervezas, vinos y buena música para condimentar.
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Guarda la Vieja!
ASOC. JAPONESA EN LA ARGENTINA
Viernes, shows con cantante ruso Billinghurst 815. Almagro. Reservas e Informes al 4862-0170. Abierto de mar. a dom. de 20 a 1. Auténtica comida de Rusia y Ucrania. Una propuesta de sabor diferente. Pelmeni y Vareniki de papas y hongos, suprema a la Kiev, Pirogki (pancitos rellenos con ciruela, frutilla o manzana).
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LA REINA KUNTI
Humahuaca 3461. Abasto. Reservas e informes al 4863-3071. Delicias vegetarianas de la cocina védica. Un rincón para espiritualistas donde el aire que se respira es más liviano. Chutneys, arroces varios, ensaldas y pastas. Deliveryc atering. Martes a sábados de 10:30 a 0:30.
San Martín 975. Retiro. Reservas 4311-0312 / 1871. Cultura gastronómica ítalo-véneta, lugar de diversión, para mirar y ser visto. Música, siempre. Excelentes las pizzas y la mejor barra de tragos. Más información en: www.provision@filo-ristorante.com
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Independencia 732. San Telmo. Reservas 4300-5848 / 9538. Comida japonesa en uno de sus lugares más tradicionales. Men ruy, tempura, sashimi, sushi y los típicos platos gyoza, katsudon. Lun. a jue. de 12 a 15 y de 19:30 a 23. Vie. de 12 a 15 y de 20 a 0. Sáb. de 20 a 0.
Musetta Caffé
Musetta Caffé. Billinghurst 894, esquina Tucumán. Información y reservas: 4867-4037. Disfrute de los mejores desayunos, meriendas, almuerzos y cenas. Lunes de 10 a 20; martes a viernes de 10 al cierre; sábados de 17 al cierre. Más información en www.musettacafe.com
Guarda la Vieja! Comedero & Bebedero ubicado en una clásica esquina de Almagro, con un ambiente ideal para relajarse con amigos o en pareja. Exquisitos platos caseros, picadas, tragos, cervezas y vinos. La música condimento ideal de la noche. No cobramos cubierto. Pago solo efectivo.
Billinghurst 699 esquina Guardia Vieja. Teléfono: 4863-7923 Abrimos todos los dias. Horario: Domingo a Jueves de 18 a 2 hs. Viernes y Sábado: 18 a 5 hs.
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BUENOS AIRES
pegá optimismo PROYECTO CALCO TRASLADA MENSAJES POSITIVOS DESDE 2011 POR TODO EL MUNDO PERO buscan AYUDA, ASÍ QUE IMPRIMAN Y COMPARTAN LEMAS COMO “CONFÍA”, “AMIGATE” y “SE PUEDE” .
Vivimos a diario en un mundo convulsionado, agitado y con la adrenalina de estar siempre activos, sin pensar muchas veces qué decimos o por qué. ¿Cuántas veces hemos repetido frases hechas? Seguramente muchas. Lo opuesto es la iniciativa encabezada por el licenciado en Comunicación Social, actor y clown Manuel Mamo Gutiérrez Arana denominada Proyecto Calco. Desde 2011, Gutiérrez Arana arrancó con su soñadora idea de comunicar y transmitir a través de calcos mensajes positivos con palabras y frases como “amigate”, “buscá lo que más queres”, “confía”, “gracias vida”, “hoy es todo lo que hay”, “no podría pedir más nada”, “pensar -, sentir +”, “se puede” o “sorprendete”. El motor inicial era solamente imprimirlos para él y sus amigos, pero le contó la idea a Guido Commenge y apareció la primera tirada oficial de calcos masiva en lugar de la reducida prevista inicialmente. “Mamo necesitaba recordarse a sí mismo un montón de cosas en las que él cree, pero a veces en el trajín de la vida uno se las olvida. Se dio cuenta que a veces nos olvidamos que todo en la vida es posible. No hay mejor manera de encarar la vida que siendo amigos nuestros”, cuenta Martín Commenge, hermano de Guido y también integrante de Proyecto Calco.
En esos primeros calcos no estaban plasmadas las direcciones de las páginas en Facebook o Twitter porque no esperaban tanta repercusión como la que tuvieron. Sin pensarlo, les comenzaron a llegar fotos de los calcos por todas partes del mundo, desde América hasta Asia, Europa e, incluso, Oceanía. Uno de sus primeros objetivos era llegar a África, lo propusieron en su Facebook y, al poco tiempo, alcanzaron también ese continente. Las sorpresas no se detuvieron al superar una vez más sus límites y llegar hasta la Antártida. “Estando en todo el mundo nos surgió la necesidad de llegarle a cada uno en su idioma. Ya teníamos dos calcos en ingles pero sí vos sos islandés, un mensaje positivo en tu lengua te llega mucho más fuerte que uno en inglés. Entonces arrancamos con el proyecto de traductores que se está desarrollando ahora para traducir los calcos a todos los idiomas que podamos para llegarle a cada uno en su lengua”, agrega Martin. A la espera de hallar un nuevo local para su fabricación, cualquiera puede imprimir los calcos, tan solo hace falta pedir los diseños en alta resolución a través de internet. Aunque los calcos se facilitan sin costo alguno, se puede colaborar con donaciones de dinero para financiar la impre-
sión y el crecimiento del proyecto. Luego de comenzar con sólo cuatro modelos, el proyecto dispone ahora de más de quince y no sólo giraron, y siguen girando, por todo el mundo, sino que también estuvieron hace poco en las reconocidas charlas TED (Tecnología Entretenimiento Diseño) en su edición San Rafael. Todos los presentes se llevaron sus calcos y al día siguiente una participante les comentó que le había tocado mucho la recibida con el mensaje “confía”. “Había sido una palabra que necesitaba mucho porque su hijo estaba lejos de ella y ella necesitaba confiar en que todo iba a salir bien, iba a ser para mejor. Ese mismo día la llamó su hijo, que la extrañaba y quería volver a vivir con ella”, destaca Martín Commenge. Relatos así integran los denominados “calcos con historias” y se comparten con los seguidores del proyecto a través de las redes sociales. Entre tanta interconexión gracias a la tecnología, Proyecto Calco pretende, en definitiva, que no nos olvidemos de conectarnos con nosotros mismos. AGUSTÍN MUNARETTO
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facebook.com/ProyectoCalco
CINE
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una sonrisa final EL DESENFADO DE ESTE ES EL FIN Y MACHETE MATA ALEGRA LA DESPEDIDA DE UN AÑO fílmico ESCASO EN COMEDIAS Y ABUNDANTE EN REITERACIONES POR PARTE DE HOLLYWOOD. Llega diciembre y qué mejor que cerrar este 2013 con una sonrisa, más allá de los motivos que nos haya dado el año saliente. Dicen que las estrellas famosas son siempre quienes mejor la pasan y más se divierten. Y sobre esto tiene algo para decir Este es el fin, la mejor comedia que pasó por las salas en un año demasiado pobre de sonrisas en el cine -alcanza con recordar los papelones de Aprendices fuera de línea, Bienvenidos a los 40 y ¿Qué pasó ayer? Parte 3. El productor Evan Goldberg y el actor Seth Rogen, una recurrente dupla guionista, aquí se hacen cargo juntos de la dirección en una película protagonizada por la mayoría de los comediantes de la nueva generación del cine americano, esa que apareció apadrinada por el cineasta Judd Apatow. La gran curiosidad de Este es el fin reside en que todos esos famosos protagonistas de la película se interpretan a sí mismos, o al menos a una estilizadísima versión sobre los lugares comunes creados a partir de la imagen que se tiene de ellos. La excusa argumental es la visita del siempre segundón comediante canadiense Jay Baruchel a su amigo Seth Rogen, que disfruta el éxito hollywoodense. Jay detesta Los Ángeles todavía más que Woody Allen y eso pone la relación entre los dos actores canadienses aún más en crisis, sobre todo porque siente que el éxito de Rogen y los amigos de la fama corrompieron a aquel compinche de su infancia. Seth se desentiende y lleva a Jay a una fiesta en la nueva casa de James Franco, donde a lo largo de la noche se encuentran a Michael Cera, Danny McBride, Paul Rudd, Jason Segel, Craig Robinson y, el más odiado por Jay, Jonah Hill. Todo se complica mucho más para Jay cuando descubre que esa misma noche de
parranda podría ser ni más ni menos que el Apocalipsis. Las películas sobre fiestas que se van al carajo siempre funcionan, pero por lo general en un único nivel, bien directo y efectivo, a partir de un humor subidísimo de tono en lo que podría tener ínfulas de película de aprendizaje o crecimiento. Este es el fin lleva ese modelo mucho más allá. Y no sólo porque se permite más de un chiste desubicadísimo (acá se toman a la chacota drogas, violaciones, religión, muertes y cualquier otro tema tabú), sino porque se permite una reflexión mayor sobre ese crecimiento, la fama y el lugar que ocupan las estrellas de Hollywood. Y la película consigue todo esto sin resignar nada de su absoluta irreverencia. Este es el fin tal vez sea la última gran comedia que consiga esta nueva generación que ya lleva casi una década instalada en Hollywood. Pero qué gran fiesta de despedida consiguieron todos juntos. Robert Rodriguez es un cineasta que parece disfrutar la fama. Desde que estrenó Sin City, tal vez su película más solemne, allá por 2005, el director texmex parece abocado sólo a pequeños proyectos que lo entretengan. Rodriguez tiene la particularidad de encargarse, en muchas ocasiones, de casi todos los rubros técnicos de sus películas. Dirige, escribe, produce, edita y, de paso, se encarga de la música, algo impensado para el tipo de películas que hace Rodríguez, pero tal vez en esta cuestión se encuentre la clave de ese libertinaje absoluto de su cine. Y por eso el cineasta aprovecha y cuando tiene ganas hace películas para los chicos, como la saga Mini Espías, películas con personajes creados por sus hijos, como Las aventuras del Niño Tiburón y la Chica Lava, o usa al cine como lubricante social, como cuando
se juntó con Quentin Tarantino para homenajear al cine clase B en Grindhouse. Esa episódica película estaba separada por pequeños chistes en forma de trailers, uno de ellos tan exitoso que, como un chiste sobre el chiste, Robert Rodriguez transformó en Machete, una película sobre un invencible renegado mexicano. Machete mata es la segunda parte de ese homenaje al homenaje y a nadie debería sorprenderle que, después de tantas vueltas, Rodriguez haya decidido ni más ni menos que llevar la acción a otro plano de realidad. Machete mata transcurre en tierra de nadie, pero no porque buena parte de las escenas se desarrollen en la frontera entre México y Estados Unidos. La película no pareciera pertenecer al mundo real, sino que se inserta en ese eternamente idealizado universo de la clase Z donde todo, lo que sea, es posible con muy poca producción. Y Danny Trejo se mueve dentro de ese microcosmos no como si fuera su amo y señor, sino como si fuera su mismísimo dios. Machete mata tiene mil problemas que afectan al disfrute de la película, de hecho pareciera uno de esos extraños casos donde quienes se muestran del otro lado de la pantalla -la cinta abusa del sinfín de famosos que quiere poner la carita para la foto- parecen divertirse todavía más que quienes están sentados en la platea. Pero vale la pena festejar el desenfado de Machete mata, así como el de Este es el fin, en un Hollywood que cansa repitiendo una y otra vez sus fórmulas para captar el entusiasmo adolescente. Este es el fin y Machete mata son dos buenas razones para alzar las copas y celebrar este fin de año. NAZARENO BREGA
LETRAS
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sueño carioca de oriente EL ÚNICO FINAL FELIZ PARA UNA HISTORIA DE AMOR ES UN ACCIDENTE ES LA NUEVA NOVELA DE JOÃO PAULO CUENCA, YA EN LAS LIBRERÍAS porteñas Y CON PRESENTACIÓN EN DICIEMBRE.
Es extraño. Un escritor de Brasil escribe una historia de ciencia ficción y amor en Japón. Imposible que de ahí no salga algo nuevo y original. Parece que de pequeño, Cuenca se en-
contró con el universo japonés. La televisión brasilera emitía día a día series de acción del país oriental. En esos programas la estructura narrativa era siempre la misma y, al final, un monstruo gigante
luchaba contra un robot controlado por humanos o contra un súper héroe vestido de licra. Los héroes invariablemente destruían la ciudad antes de la derrota del enemigo. El monstruo caía sobre las calles, y era común que utilizasen parte de la ciudad como arma. La ciudad terminaba totalmente destrozada. Ante ese panorama desolador, el pequeño João Paulo se preguntaba: “¿Dónde están las personas que viven ahí?” Era la primera vez que contemplaba la posibilidad de la desaparición y la muerte. “Japón, de cierta forma, es un futuro posible para todos nosotros. Después de la fisura que aconteció en la Segunda Guerra, el país se hundió todavía más en una especie de corte temporal. Japón no sueña, vive el sueño. Los japoneses son soñados por nosotros”. El escenario, entonces, Tokio: una ciudad ultramoderna, luces de neón y bares bizarros. “Una ciudad de personas invisibles, donde la gente viene a ser olvidada”. Ahí, el hijo de un poeta se enamora de una rumana; la rumana, de una bailarina japonesa; la bailarina japonesa espía y responde a las órdenes de Okuda, el poeta. El poeta observa y controla a todos. En esa ciudad donde nadie se ve, Okuda se encarga de armar una red al mejor estilo Big Brother para arruinarle la felicidad a su hijo. Aunque todo lo demás, como en las series, se destruya con ello. Los personajes son también extravagantes: una muñeca-robot hecha a medida que guarda las cenizas de la mujer del poeta en su interior; una camarera rumana perdida y de grandes proporciones; una bailarina exótica, deseada y dedicada al espionaje; un hombre que ama; un misterioso profesor, mano derecha del poeta; y el señor Okuda, hombre poderosísimo, obstinado y cruel. “Okuda es un poeta viejo, premiado, rico. Él simboliza no sólo el poder político de los escritores oficiales, sino también el Japón pre-moderno. Esa contradicción está presente en cada aspecto de la vida japonesa. En el libro, eso se encuentra entre el
L padre y el hijo: lo arcaico y lo moderno”. En el medio, el encuentro de dos personajes: Shunsuku, el hijo del poeta, y Iulana, la rumana perdida. Una extraña historia de amor y sexo que se verá interrumpida por las crueles elucubraciones del padre, por su deseo de poseer, él también, a la rumana. “El amor aquí culmina en una obsesión por la posesión del cuerpo. Hay un sentimiento de cosificación radical del otro. No es casualidad que el libro represente la tragedia y el amor bajo la misma llave. La descripción del accidente del tren es erótica, del mismo modo que el sexo en el libro es descripto como una catástrofe, una escena del crimen, una dolencia”. Jamás hubiese podido suceder esta novela en Río de Janeiro. Pero, ¿qué queda de Brasil aquí dentro? J. P. Cuenca piensa que Brasil se encuentra en la cosificación del cuerpo. La mujer-muñeca dice: “Yo soy este cuerpo y mi deber con este cuerpo es servir a mi maestro”. “Muchas mujeres de mi ciudad, Río de Janeiro, podrían decir lo mismo”. João Gilberto también aparece mencionado en el libro. Parece que J. P. Cuenca lo habría escuchado dos veces en cafés japoneses y que, en una oportunidad, habría abierto un cajón en la casa de un japonés y habría encontrado decenas de disco de él. “Están obsesionados por la música brasilera, aun sin entender ni una palabra de lo que dicen sus letras. De la misma forma como yo estoy obsesionado por el Japón”. El título ayuda. Es una guía. Pareciera que todo lo que cuenta la novela es una excusa para narrar un instante: el accidente. El único final feliz para una historia de amor es un accidente. Tarde o temprano ocurrirá, ya lo sabemos, y no será una casualidad. No será un trágico designio del destino.
Como un vhs rayado, como un loop, las escenas de ese momento se repiten, se modifican, se desarrollan. Escrita por partes y llena de extrañas incongruencias y fallas lógicas, la novela es un trabajo de espejos quebrados, con pedazos de reflejos esparcidos por el suelo, como le gusta decir al autor. “No confío en las narrativas estables de ciertos escritores contemporáneos, su ficción de historias bien contadas, sin imperfecciones de estilo y forma, con textos realistas y esquemáticos, con personajes bien construidos y lenguaje cristalino, de acuerdo con la tradición anglosajona en boga y con los dictámenes de los talleres de escritura que se multiplican en un medio literario cada vez más institucionalizado. El barco está a la deriva, estamos listos para escorar. La orquesta continúa tocando, pero, si uno escucha bien, las cuerdas están desafinadas”. Presenciamos, en los primeros capítulos, la explosión. Esa escena volverá tres veces más. Las dos primeras como advertencia. La última como apocalipsis. Ya se nos había anunciado. No había escapatoria. Era imposible que nuestros personajes encontrasen la felicidad. Desde la primera página vivimos la pesadilla. “¿Por qué la pesadilla? Porque estamos despiertos”, dice Cuenca. NATALIA MONSEGUR
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EL ÚNICO FINAL FELIZ PARA UNA HISTORIA DE AMOR ES UN ACCIDENTE Joao Paulo Cuenca Lengua de Trapo, $200
LANZAMIENTOS
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NOVELAS EJEMPLARES Miguel de Cervantes Mojito Colectivo Editorial, $120
Una veintena de guionistas e ilustradores de Argentina, Brasil, España, México, Francia y Uruguay aceptó el reto del Centro Cultural de España en Buenos Aires de adaptar a historietas las Novelas ejemplares de honestísimo entretenimiento de Miguel de Cervantes Saavedra para celebrar el cuarto centenario de su publicación. Con la coordinación de Alejandro Farías, el libro publicado por la firma uruguaya Mojito Colectivo Editorial reinterpreta las historias cervantinas para situar “las peripecias de los personajes en espacios y tiempos varios, mostrando cómo las doce obras pueden actuar como fuente de inspiración para construir los más diversos universos”, según subraya el director del CCEBA, Ricardo Ramón, en el prólogo de un volumen de casi 250 páginas de la más clásica literatura con un toque contemporáneo
música
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vacío tropical
| paola escobar
EL BRASILEÑO RODRIGO AMARANTE CHARLA SOBRE SU “EXTRAÑO” PRIMER DISCO EN SOLITARIO, CAVALO, TRAS PRESENTARLO EN ARGENTINA COMO TELONERO DE DEVENDRA BANHART. En un artículo ya célebre, el filósofo alemán Walter Benjamin afirmaba que ante la pérdida de experiencia existía la posibilidad, la opción, de hacer tabula rasa y empezar de cero. Algo así es lo que hizo el brasilero Rodrigo Amarante. Luego de que su banda Los Hermanos se separara en pleno pico de éxito y reconocimiento, preparó las valijas y se fue a Los Ángeles para comenzar otra vez. Allá formó un grupo con el baterista de The Strokes -Little Joy-, se unió como guitarrista a la banda estable de Devendra Banhart y editó Cavalo, su inquietante primer disco solista, que el mes pasado presentó en Buenos Aires como telonero del show de Banhart en el Gran Rex. Una vez terminado el concierto, Amarante se encierra en su camarín y, mientras desgaja una mandarina, contesta con parsimonia todo tipo de preguntas. Con Cavalo diste un giro inesperado en tu carrera, dejaste de lado el costado más rockero y eléctrico, ¿por qué? Cuando empecé a componer este disco tenía canciones más rápidas y hasta eléctricas. Pero el ejercicio de buscar por primera vez aquello que yo quería cantar escribiendo solo me terminó llevando para un lugar más de ausencia que de presencia. Yo
sentía que era el momento de sacar cosas y volver a la canción. Entonces empecé a escribir sobre mí, sobre mi experiencia estando aislado, y con eso terminé yendo por el camino de tener menos elementos. Entendí que era más interesante el impacto de la ausencia que el de la presencia. Siento que hoy hay mucha preocupación con la textura más que con el contenido, entonces yo terminé decidiendo que el primer disco tenía que partir de un punto mínimo. ¿Y cuánto influyó el hecho de estar lejos de Brasil en el aire melancólico del disco? Creo que es una consecuencia de eso. Porque como estaba aislado, separado de mi país, de mis amigos, de todo, empecé a mirarme y a verme desde afuera. Yo dejé mi tierra y me dejé también a mí mismo. Hubo una parte mía que se quedó. Entonces, en esa separación yo vi ese doble mío allá, y ese doble me veía también a mí. Veía cómo me estaba presentando en ese nuevo ambiente, donde nadie me conocía. Y me dieron ganas de hacerme las preguntas más difíciles, entrar en contacto con cosas realmente contundentes que pasaban por mi cabeza. Y a través de ellas hacer la reconstrucción de mi identidad, de mi ascendencia, de dónde vengo. Entendí aquello que
yo veía reflejado en los otros cuando los otros me veían fuera de mi contexto. Yo sé que la gente dice: “Ah, el disco es melancólico, es triste”. Pero yo no creo que sea un disco triste. Melancólico, no triste… Puede ser. Yo aclaro esto porque hay gente que confunde las cosas. Pienso que triste es quien no entra en contacto con sus propias tristezas. Entonces yo quise entrar en contacto con aquello que me tocaba y que me toca. Y me siento muy feliz de haberlo hecho. Me gustaría que hablemos del sonido de Cavalo. Suena bajo. Me sorprende en Nada em vão, el primer tema, que en un momento entra un saxo mucho más alto que el resto, como si quisieras demostrar que podría sonar más alto… Sí. ¡Qué bueno! Es porque a lo largo de los años los discos fueron siendo amasados y comprimidos. Por la competición por el volumen todo el mundo está achatando la música. Entonces yo entiendo que alguien tiene que dar un paso atrás. Y resolví que sería yo el que iba a dar ese paso. Me dije: “Mi primer disco va a ser más bajo que los otros. Pero yo voy a poner un punto para mostrar, por comparación, lo que podría
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ser”. Es una opción, un camino, porque la música sin dinámica no tiene gracia. Y eso me llevó a hacer un disco más vacío. En vez de empujar con el sonido, yo lo que quiero es que las personas vengan. Es una tentativa de traer al oyente hacía mí. En Irene dialogas con la Irene de Caetano Veloso. Cavalo tiene mucho de los discos del exilio de Caetano, como ese o Transa. ¿Fueron una referencia a la hora de pensar en este disco? ¿Qué otras referencias tuviste? Claro, sí. Caetano es uno de mis maestros. Uno de los tipos que más me inspiró y con el que crecí. Después se convirtió en mi amigo pero todavía es un maestro para mí. ¿Quién es su Irene? Es su hermana. Y al estar separado de ella, se acuerda de su sonrisa. Entonces yo tomé el personaje de Caetano para representar los amores que tuve y que no pudieron ser realizados. La sonrisa de Irene para mí significa otra
cosa. Es una sonrisa idealizada, no una sonrisa que yo conozco sino una sonrisa que fabrico. Hay muchas referencias. Por ejemplo, Dorival Caymmi. Eso de ver el mar como una entidad de sueño. Henry Macini y las bandas sonoras que él hizo para Blake Edwars. La canción O cometa es un homenaje a la banda de sonido de La pantera rosa. Erik Satie y toda esa cosa de la repetición. La canción cíclica, por ejemplo en el tema Cavalo. La película Sueños de Akira Kurosawa. La letra de Cavalo está inspirada en la escena de la tormenta de nieve. La influencia no viene sólo de la música. Por ejemplo, todo eso del doble viene del poeta Paulo Leminski. Releí a Leminski después de haber hecho el disco y descubrí que la mitad de mis ideas vienen de él. No estoy inventando nada, solo estoy repitiendo. Hay muchas. Algunas son más sutiles y otras más claras, como la de Caetano.
¿Y cómo conjugás el aislamiento y salir de gira con la banda de Devendra? Es una locura. Aprendí mucho. Devendra es la única persona para la que yo toqué como músico sesionista. Fue una liberación increíble. La sensación de servirle a él fue absolutamente liberador en el sentido musical y me dejó más claro eso de servir. Renato Russo (cantante de Legião urbana) una vez dijo algo que cuando yo era chico oí y me tocó mucho: “Hay dos formas de hacer música y arte. Uno para tomar -conseguir dinero, prestigio, etc- y otra para dar, que es más pura”. Y la cuestión es la siguiente: yo quiero ser parte del todo. Entonces mi búsqueda es la de encontrar algo que sirva de espejo imprevisible para aquellos que quieran verse. Ese es el objetivo. Y la consecuencia es este disco extraño que hice. martín caamaño
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Sábado 14
Homenaje a la obra de la escritora brasileña Clarice Lispector con un evento gratuito y multidisciplinario en el que habrá danza, lecturas, muestras de artes plásticas y tocaran en vivo Lisa Casullo y Rosal, entre otros destacados músicos. Desde las 16 en los jardines del Museo de la Lengua (Las Heras 2555).
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Domingo 15
El cantautor despide el año en capital en la prestigiosa sala por la que transitó durante gran parte de 2013 para repasar junto a su banda toda su discografía y los temas de Mundo anfibio, su más reciente trabajo. A las 21 en el Gran Rex (Corrientes 857).
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Sábado 21
El ex Serú Girán presenta su show en formato unipersonal, en el que ejecuta bajo, guitarras o teclados, mostrando sus cualidades como multi-instrumentista y generando un clima de gran cercanía e intimidad con el público. A las 21 en el Gran Rex (Corrientes 857).
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Sábado 28
La banda de Kike Paso cierra el año despidiendo su disco debut, Puertas, y adelantando temas nuevos junto a Mauro Conforti y su grupo, que aprovecha para presentar su segundo disco, el flamante Los anteojos. A partir de las 24 en Mod Club (Balcarce 563).
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que el fin de año te valga UNA FIESTA PARA DESPEDIR EL AÑO con todo EL 28 DE DICIEMBRE EN EL ESPACIO G104, SIN INOCENCIA PERO CON MÚSICA EN VIVO, EXPOSICIONES Y DJ TODA LA NOCHE.
Otro año que se va del planeta Tierra para instalarse en la órbita del pasado. Elecciones legislativas, Argentina al Mundial de Brasil, muertes célebres, ignotos nacimientos, temporales catastróficos, trenes, metrobuses, Papa argentino, y tantos otros ingredientes que condimentan la ensalada anual, algunos se instalarán para siempre en la memoria, y otros serán arrojados al olvido colectivo. Un año que se va con su bagaje a cuestas, y como a pesar de lo malo también existe lo bueno -si se permite esta dicotomía pseudo infantil-, no está mal hacer caso a la denominación de mes de las fiestas que este último tramo del año recibe. Sin embargo, entre Navidad y Año Nuevo hay una semana de muy poco protagonismo en cuanto a actividades se refiere, en la cual tampoco abundan las propuestas recreativas, todo el mundo anda dividiéndose entre los afectos, como si cada fin de año fuera una perpetua despedida de todo lo que nos rodea. Pero atentos, que Buenos Aires siempre tiene algo para ofrecer. En ese período de seis días hay un sábado, que para colmo este año cae en 28 de diciembre, el día de
los Santos Inocentes. Y es esa misma noche en la que el Espacio de Arte G104 (Gascón 104) abre sus puertas para vivir la Que te valga!, una fiesta que incluye exposiciones de arte, bandas en vivo, dos barras de bebidas y varios dj hasta que las velas no ardan. G104, a orillas de las vías del ferrocarril Sarmiento, es mucho más que cuatro caracteres; es un club de música en vivo, una sala de teatro, un espacio polifuncional, un portón blanco con un cubo de arte en su interior. Arte que se festeja tocando, bailando, apoderándose del sonido. Y para la especial velada del 28, nada mejor que las chicas de Oveja sacudiendo con su rockpsico-animal, junto a la perfecta potencia de la otra banda de la noche: Último Sol. En la Que te Valga! la broma del día de los Inocentes es transportarnos al pasado en las naves de los dj rockpoperos de los años 80 y 90. Mientras tanto, en las paredes se exponen las fotos de Marina Rovituso y Martín Darksoul, además de las pinturas rockeras de Martín Gruya. Termina el año y más allá de todo, de la angustia existencial misma, siempre es posible encontrar algún motivo para festejar.
De lo contrario no se explica cómo a través del tiempo pasamos a celebrar el día de los Inocentes, cuyo origen bíblico proviene de la matanza de niños por parte de Herodes. La cuestión es festejar, los motivos son secundarios, o al decir de George Bataille, las fiestas tienen su finalidad en sí mismas. El sábado 28 de diciembre allí estará G104 con su portón blanco mágico, guardando alegría en su interior. Tal vez afuera reine el silencio de la resaca continua de la Navidad reflejada en las vías nocturnas del barrio de Almagro, pero no se trata de otra broma del día de los Inocentes. Al atravesar el portón, la luz de la festividad los recibirá, desarticulando el silencio con música, voces y risas porque sí, porque hay una fiesta. Y el que se la pierde, que la inocencia le valga. MARTÍN D’ADAMO
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QUe TE VALGA! Espacio de Arte G104, Gascón 104 28 de diciembre, a las 22 $ 30
TEATRO
“hago teatro para que otro no lo haga por mí” CON UNA PIEZA QUE CUENTA AL DETALLE SU PROPIO PROCESO DE FINANCIACIÓN, ALBERTO AJAKA PONE EN ESCENA SU RIGUROSA OBSESIÓN POR LA PRÁCTICA TEATRAL.
“Me interesan las obras que hablan sobre el teatro” -o algo similar-, dice el personaje de Ajaka en El director, la obra, los actores y el amor, su último trabajo. De alguna manera, Alberto Ajaka, quien hace de Ajaka en su propia creación, es un militante. Pero no la última bastardización del militante rentado, fanatizado, que no discrimina su idea del sentimiento, de la pasión o de sus más elementales intereses. No es un militante transfigurado en un milico, un tipo obligado a defender lo que no entiende; es un militante de la actuación. Del actuar. Una militancia que se grita en su propio trabajo. Se sumerge en ese lugar y prefiere ratificar su práctica a enseñar actuación, porque descree de la figura del maestro. Su propia guarida, la Sala Escalada, es un espacio detenido en el tiempo y, según su propia definición, “sutilmente clandestino”, adjetivo indispensable para que un discurso militante pueda ser tomado levemente en serio. La troupe del Colectivo Escalada irrumpe con vestuarios campestres, saquean el lugar convirtiéndolo en una breve kermés con barbas falsas y payada. Después el director
aparecerá cantando La guitarra de Los Decadentes modificada de los sueños de un futuro rockstar a los más modestos de un teatrista. Pero aún la obra no empieza (o sí) y antes de ingresar a la sala (convencionalmente imaginada), Ajaka aparece arriba de un piano y derrama un monólogo que suponemos biográfico. Hay algo en estos prólogos que recuerdan a American horror story: los actores son como espectros (eso que siempre son los actores diría Ibsen) condenados a repetir para siempre las acciones que realizaban en vida. Una vez dentro del espacio escénico, la obra se toma a sí misma como elemento narrativo, como elemento de ficción. El relato de la creación como mito. Quizás sea más acertado decir el relato de la financiación. Ajaka y su grupo no solo exponen las miserias y sobresaltos en la convivencia forzosa que cualquier compañía teatral padece, sino que explican detalladamente que lo que estamos viendo es un holograma, que ellos quería hacer otra cosa y que para poder montar lo que querían usaron de plataforma el Proyecto Manuales del Centro Cultural Rojas (un ciclo donde el punto
de partida es un manual libremente elegido por el creador). Ajaka declara cuánto dinero ha recibido, pero su estocada distintiva está en usarlo para su propio proyecto, para sus propios fines, que en definitiva son los únicos que importan. Para esto, metió la mano en la pila de libros arrumbada y sacó El manual de director de Leónidas Barletta, creador del Teatro del Pueblo en 1930, considerado el padre eterno del teatro independiente. Ya con la excusa perfecta, Ajaka habla de la otra obra, El hambre de los artistas, la que realmente él quería hacer. Y lo que vemos, pese a que quizás no sea tal cual, es la primera escena de ese espectáculo (o más bien su esbozo). La marcación de sus ensayos le permite trabajar en esa línea desmesurada de representación que él mismo porta y que disemina entre sus actores. Pero los espectros vuelven, y esta vez es el propio Barletta quien aparece conjurado por el trabajo de sus herederos. Todo termina en una especie de caos, y el profeta del teatro alternativo recibe un disparo que opera como un parricidio simbólico, porque ya se sabe, un militante como
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Ajaka tiene que depurar las cuestiones del pasado, sacudirse el polvo y perderse en la niebla del futuro. ¿Pasar del Rojas a tu sala modificó algo en la percepción del espectáculo? -Tuvo algunos cambios, nosotros la hacíamos en la sala Batato Barea, y bueno esto es una casa. Hubo cosas que se resignificaron para mejor, otras que se perdieron. La obra está armada como un collage, hay momentos que mejoran por la cercanía, la vuelve más intima. La obra tiene una singularidad en lo emotivo. Y eso en la cercanía ayuda. Luego sobre cosas que se plantea la obra, como la representación y demás, el marco del Rojas, que era una sala a la italiana, le daba cierta artificialidad y eso estaba bueno. Desde hace un tiempo parece haber una vuelta a que las obras abandonen su estilo de cámara y trabajen con gran cantidad de actores, por ejemplo La máquina idiota de Bartís. ¿A qué atribuís este fenómeno? -Fue una modalidad de trabajo porque nos hemos constituido como una compañía y, de algún modo, toda puesta a futuro tiene que contemplar a todos los integrantes. Me interesa mucho la escena polifónica, porque la escena hoy en día es un montón de barullo que trata de organizarse de alguna forma, y es complejo hacer foco. Yo dirigiendo me divierto teniendo más instrumentos a operar y más complejidad en el espacio a resolver. Yo creo que sigue siendo complejo montar espectáculos con un número mayor que la media de 3, 4 ó 5 actores. Primero porque si tenés más actores van a tener mayor número de familiares y amigos para cubrir las primeras funciones. Cosa que efectivamente es así, pero cuando uno va creciendo, a tus amigos y tus familiares ya los jodiste varias veces y eso ya tanto no ocurre. Para nosotros hoy reclutar amigos ya nos soluciona muy poco. Nosotros hacemos Llegó la música dos veces por semana, con lo cual necesitamos que se retroalimente rápido. Hace poco fuimos a la fiesta nacional del teatro y el instituto no paga más de 10 pasajes y 10 estadías, y nosotros somos 14, y lo tuvimos que resolver. Me parece que lo complicado es encontrar lugar para ensayar, y también tiempo porque generalmente los actores tienen otros trabajos por el cual reciben una paga y ahí te encontrás en la encrucijada de cómo organizar 14 voluntades, y lo hacés ensayan-
do un martes a las 22.30. A mí me interesa la escena polifónica, son escenas corales de 11 protagonistas, todos están en términos de igualdad en términos dramáticos. Y eso es una razón económica simbólica. Necesitamos entre todos morder partes parecida, y estamos haciendo un esfuerzo enorme. Tu personaje, que funciona como un doble tuyo, se refiere a la práctica actoral y teatral siguiendo de algún modo las coordenadas de tu maestro Bartís ¿Te parece que se puede pensar lo actoral por fuera de él? -Yo no creo en la figura del maestro, es una figura poco amorosa, prefiero pensar en términos de faro, en lugares donde uno puede apoyarse. Yo estoy en mi mambo y, por supuesto, soy agradecido y consciente de donde vengo. Los directores trabajan con muchos elencos, y en cuenta a lo que tendría que ver los lenguajes o el pensamiento, creo que nadie descubre nada, “Lo que a mí me importa es la operatoria sobre la escena, si puede ser políticamente revolucionario… mejor. Yo soy artista, no puedo afirmar desde un color político” todo está inventado, en todo caso hay algunas ideas con mayor calidad poética. Yo hago teatro para que otro no lo haga por mí, ese lugar no lo transo, me saldrá mejor o peor. Pero sí estoy contaminado de gente con la que laburé. ¿Y se podrá pegar el salto a otro paradigma que no sea algo planteado hace más de 20 años? -Yo estoy preocupado por los registros de actuación, me parece que también el territorio condiciona. Decidí no trabajar sobre hechos históricos o del pasado, mis obras iban a signarse en la actualidad, eso ya se distancia de esto que vos estás hablando, porque esas obras que están en el pasado, de época, piensan en la construcción del habla vinculado a eso. Mi preocupación es poetizar el habla actual, creo que en Llegó la música eso está como mínimo intentado y a veces logrado. Los personajes hablan como nosotros hoy día, y hay una mecánica dramatúrgica que piensa en esa dificultad específica del modo de hablar actual, y también creo que los cuerpos son los de hoy día. Nosotros trabajamos sobre cierta apatía. Tampoco se puede inventar
mucho, actuar es actuar y, mas allá de los discursos que se lleven adelante sobre eso, en todo caso una actuación resulta o no creíble para el espectador y funciona en esa maquinaria. Mi preocupación es la realidad, y lo que contiene: los fantasmas, los muertos y las sombras, no solo lo físico. Yo no doy clases y actúo, entonces no tengo que convencer a nadie, más que a mis actores, con los que mantenemos la mentira que durante los ensayos me creen para poder avanzar. Luego nos vamos a comer una pizza y cada uno opina. Y luego actuó. Me parece que los discursos hay que ponerlos en juego porque si no la figura del director impoluto que puede opinar sobre la actuación, muchas veces con rigor, es difícil porque luego no se cotejan en lo concreto. Yo me expongo en la obra hago payasadas y en ese sentido nadie me paga una cuota para que le diga cómo tiene que actuar. En todas las críticas y reseñas se habla de tu teatro en términos políticos. ¿Cómo ves en esta época el vínculo medio sacro que tiene el teatro con la política, particularmente con los cuestionamientos al poder y al estado? -Yo me preguntaba si estamos todos tan bien cómo sería la gran comedia del kirchnerismo. Tendría que haber un emergente de tono de comedia, más bien un musical, todos cantando y felices. La situación política actual, no es la misma de 3 o 4 años atrás con la percepción del humor de la gente con respecto a los gobernantes. Creo que hay un agotamiento lógico y natural. Para mí no hay temas sagrados que tocar, pero a mí lo que me importa son las ideas teatrales. Lo que a mí me importa es la operatoria sobre la escena, si puede ser políticamente revolucionario… mejor. Yo soy artista, no puedo afirmar desde un color político. No me interesa. Noticias del futuro. Desde el momento en que tuvimos este encuentro con Ajaka las cosas cambiaron bastante. El hambre de los artistas va a integrar la programación del Centro Cultural San Martín el año que viene, finalmente verá la luz. Sin embargo, porque no hay bien que en mal no devenga, la mano del director y la de sus actores bajarán el interruptor de la sala Escalada, quizás, para siempre. JUAN IGNACIO CRESPO
TEATRO teatro / 4.000 cC
escena de amor en la mitad de una película de Lucía Panno
TRES CHICAS ALREDEDOR DE UNA FOGATA. UNA PARECE QUE SE HA ENAMORADO Y ESTÁ INTENTANDO CONVERTIR EL PRESENTE EN UNA FÁBULA INICIÁTICA PARA EL FUTURO.
Noche de campamento. Tres amigas alrededor del fuego después de comer. Una y Dos están sentadas, Tres, recostada sobre una superficie de lonas y bolsas de dormir. Una: Ella está enamorada. No lo quiere decir por miedo a que la palabra actúe en su contra. Pero lo que actúa en su contra no es la palabra sino esa ensoñación en la que se deja sumergir. No es bueno quedarse mucho tiempo en ese estado. En serio. Hay que hacer algo común, así lo maravilloso muere y puede volver a nacer. Dos: Dale otra porción con salchichita entonces. Una: Está dormida. Lo que digo es que no hay que tenerles miedo a las palabras, no te atacan si vos no las molestás. Dos: Mirá si el día de mañana se casa, tiene hijos, y todo eso… Siempre se va a acordar de esta noche con las chicas comiendo fideos con salchichita. Una: Se va a acordar toda la vida. Dos se acuesta al lado de Tres. Saltan chis-
pas del fogón. Dos: Hoy estuve en la parte fea del camping, donde paran los rosarinos esos que vimos, ¿te acordás? Bueno, fui con uno de ellos. Una: ¿Cómo que fuiste con uno de ellos? Dos: Sí, no importa. La cosa es que en el medio de la montaña hay una casa sin terminar. Se ve que la obra está abandonada hace rato porque está toda rodeada de pastos altos. Me llamó la atención que los tipos habiliten esa zona. Una: ¿Pero acampan adentro de la casa? Dos: No, la casa es un cuadrado de ladrillo sin techo, pega todo el sol en el piso de cemento, te calcinás. Pero las carpas están alrededor. Es raro. Tal vez sea más barato. Una: Para mí lo raro es que no cuentes lo que realmente importa, la anécdota detrás de la anécdota. Dos: No hay anécdota detrás de la anécdota. Silencio. Una: Al final todas se enamoran menos yo. Dos: Yo no estoy enamorada. Tres: Yo tampoco. Una: Ah, estás despierta. Tres: Más o menos. Chispas. Una se acuesta sobre una lona, con los pies cerca del fuego. Dos: No nos podemos quedar dormidas con el fuego prendido. Una: Tranquilas, yo las cuido. Soy la única no-enamorada, me corresponde. Dos: Ayer escuché que las chicas de al lado se quedaron dormidas después de comer y soñaron lo mismo al mismo tiempo. Que había dos lunas. Silencio. Una: ¿Se dieron cuenta qué buena idea tuvieron los que inventaron la bandera de hacerla con los colores del cielo? Como estrategia de marketing, digo, asimilás el cielo a la patria. Dos: Eso pasa con cualquier bandera, todas flamean en los cielos de los países.
Una: Sí, pero si encima cada vez que mirás el cielo sin darte cuenta estás viendo los colores de tu país, como un mensaje subliminal permanente… Dos: Yo, cuando era chica, era muy feliz en el momento del saludo a la bandera. Creo que no pensaba que eso era felicidad, pero lo era. El silencio que se hacía me gustaba. Era como un permiso que me daban para pensar en mis cosas íntimas sin tener que alejarme de los demás. Una: Lo mismo pasa con el fuego, permite el silencio. Dos: Ahora, si una escena, mientras está sucediendo, no se piensa como algo feliz sino que pasa desapercibida, no se puede decir retrospectivamente que fue feliz, ¿no? ¿Se considera feliz sólo el momento en que uno piensa la palabra feliz? Una: No. Tres: Yo preferiría saltearme las escenas felices. Si tuviera un control remoto, directamente lo haría, pasaría a la siguiente, en donde estoy en un acantilado contemplando el paisaje o algo así. Pensar que existe un momento perfecto, separado del pasado y del futuro me da nervios, vértigo, algo en el estómago. Una: No existe algo así. Dos: Sí que existe. Esta es una escena perfecta. Una: Vos porque estás enamorada Dos: Yo no estoy enamorada. Ella está enamorada. Esta es su escena perfecta, la que le va a contar a sus nietos cuando le pregunten cómo fue que se enamoró de su abuelo… Él volvió a Capital, ella se quedó una noche más, con las amigas, en una tensión placentera entre lo que había pasado y lo que estaba por pasar… despidiéndose del paisaje, medio somnolienta… Tres: Hasta que se quedó dormida con el fuego encendido y las demás se distrajeron y el mundo estalló. Una: Creo que ya se durmió. Dos: Ya se durmió.
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LANZAMIENTOS
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Arizona
Pensar en Arizona es pensar en lo árido, en lo infinito del paisaje. Pero esta pequeña Arizona hacia donde Julia emprende su travesía, lejos del vacío inmenso, está plagada de encuentros e imágenes. Arizona, ciudad de San Luis. Argentina, con acento español en el cuerpo y la mirada de quién dirige, y con una belleza nueva encontrada en cada frase. Pepa Luna, con su presencia inmensa, es Julia. Junto a Amalia y Laurent, tres mujeres, tres golondrinas, avanzan hacia su destino. ¿Cómo se llama el mapa de una vida?, se pregunta. Y entonces el viaje está también en cada uno, hacía el inte-
aún no consigo besar
Isabelle fantasea con salir por la calle sin sentir el peso aplastante de la mirada de los otros, andar de incógnito, ser una más. Escucha las explicaciones de los médicos que planean convertirla en una hazaña de la ciencia, la contención de la psicóloga, el apoyo de su hija y siente más ganas que nunca de luchar. Heidi Steinhardt lleva a escena en clave de ficción la historia de la primera mujer a la que se le realizó un trasplante de rostro y su esperada aparición pública. La directora de El trompo metálico adaptó un texto de Diego Bagnera, dramaturgo argentino que vive en España desde hace diez años, y tomó el
rior de los más recónditos deseos, donde ser amado, ser libre, ser, es la apuesta. Una mujer sola, que no está sola nunca, pues en ella misma se construye el relato. Aquí se expone nuestra imaginación y nos obliga a reponer paisajes, rostros, situaciones, donde pareciera haber solo un cuerpo y palabras. A partir de una foto, de un recuerdo, ella va a la caza de imágenes que se hacen carne frente a nosotros. Como en manos de una prestidigitadora poética, cada lugar es otro lugar, cada momento es otro momento. Recorremos juntos una ruta incansable, un viaje a través del tiempo, y sus deseos se transforman en los nuestros, y la magia del teatro sucede, porque es allí, hacia Arizona, donde dirigimos nuestras inquietudes acerca del valor del otro, de la necesidad del encuentro, del destino, del mapa de nuestra propia vida. MARA TEIT Dramaturgia: Claudio Lentz Dirección: Marc Fleta Huguet Interpretación: Pepa Luna. Puentes amarillos, Libertad 1230; domingo a 20:30
desafío de trabajar a partir de un caso mediático para articular una puesta centrada en la protagonista y su doloroso relato. De espaldas al público, Isabelle brinda su versión de los hechos y despotrica contra las mentiras de la prensa. Flashbacks y monólogos de los actores son algunos de los recursos elegidos para repasar los detalles de esa noche y los meses de convalecencia hasta la operación. La pelea con la hija, las pastillas para olvidar, el desmayo, el perro y las dentelladas que ella nunca percibió, la tragedia que le devolvió las ganas de sentir. Como protagonista, la actriz Estela Garelli logra mantener la tensión y conmueve con sus palabras aún sin verla a los ojos. Habla con dificultad; las frases salen torpes de esa boca que alguna vez fue de otra y ahora espera el día en que pueda volver a besar a su hija adorada. PAULA BOENTE Dirección: Heidi Steindhart. Interpretación: Estela Garelli, Cristina Maresca, Florencia Naftulewicz, Ernesto Rowe y Mario Sala. El Ópalo Espacio
Teatro en el borde La ruptura de los verosímiles Mónica Berman Editorial Biblos, $75
Con un lenguaje que fluye pero que no pierde rigurosidad teórica, Mónica Berman aporta un libro necesario planteando coordenadas para entender la escena teatral de nuestro tiempo. Su análisis comprende una línea histórica de 1995 a 2004, apenas nueve años que en nuestro país fueron signados por los quiebres, las grietas y los emparches de todo tipo. La autora atraviesa la estructura socio-política y encuentra que en la práctica teatral también se han diseminado estos sobresaltos. No ha quedado aséptica. El libro está dividido por distintos análisis (y rupturas) de espectáculos del off recientes: Open House, La forma que se despliega, Juego de damas crueles, El pánico, El siglo de oro del peronismo, Bizarra, entre otras. En cada una, Berman propone su inevitable mirada de crítica teatral (algo que viene haciendo desde hace bastante tiempo) pero la distancia temporal con respecto estos materiales le permite una reflexión más profunda, más acabada. Para los (noveles) teatristas que reniegan de los textos teóricos y suponen que no hay nada allí para ellos porque son “hombres de acción”, Teatro en el borde es un buen repaso de una las épocas más fructíferas y renovadoras de las artes escénicas locales.
Teatral, Junín 380; viernes a las 21 y sábados a las 19, $100 y 70.
JUAN IGNACIO CRESPO
TEATRO
ritos de masculinización EN UN TALLER MECÁNICO, MARTÍN URRUTY PONE EN ESCENA A TRES HOMBRES sudorosos y ENGRASADOS QUE HABLAN SOBRE EL AMOR Y OTRAS PIEZAS INTERCAMBIABLES: warnes.
“El amor es el amor de la belleza, luego el amor no puede ser bello. Y como lo bello es bueno, tampoco puede ser bueno”. Como casual punto de partida, recordé este fragmento de lo que expone la voz de Sócrates en El banquete, cuya lectura atraviesa la nueva obra de Martín Urruty: Warnes. El universo masculino, por su estética y discurso “faltos de belleza”, había sido marginado dentro de los espectáculos teatrales. Hace algún tiempo fue volviendo a tomar protagonismo y aquí se exhibe con todo su esplendor. Es que Warnes se mete de lleno en un taller mecánico inundado de esa fibra testosterónica. El macho argento emerge entre sudor, alcohol y grasa, y expone sus miserias acerca del amor y la muerte. Para ahuyentar a la muerte parada ante la puerta del taller, tres hombres preparan una fiesta para recibir a su maestro. Y la misma preparación del ritual, que culminará con este maestro arrojándose a las cataratas, convirtiéndose en dios al elegir el momento de su muerte, los va llevando hacia recuerdos oscuros, espacios del pasado que el varón había borrado para lograr seguir camino hacia su ser hombre. Entre
situaciones cotidianas, problemáticas del día a día, reflexionan acerca de la existencia y la construcción de la masculinidad. De a poco logran dar luz a las sombras que falseaban sus sentimientos acerca de su pasado, y aparecen pequeñas verdades incómodas desde una adolescencia que sigue doliendo a estos amigos ya hombres. “Yo creía tontamente que es menester decir la verdad acerca de lo que se elogia, pero por lo visto no es así, y lo que os ha importado es acumular alabanzas hiperbólicas, atribuyendo al amor lo más grande y bello que se pueda encontrar, sin preocuparse de si es verdad”. Aparece Platón otra vez. La construcción social del niño al hombre va de la mano. Y la muerte del maestro implica un traspaso. El discípulo deja de lado la imagen ideal de aquel que lo fue guiando hasta el día de hoy, lo humaniza y llega la hora de tomar las riendas de un destino de “hombre a cargo”. ¿Y la belleza del teatro? Tanto realismo crudo y exacerbado pareciera dejar de lado la idea de lo estético. Pero Martín Urruty construye este relato alrededor de un ritmo musical de taller y un tono popular nos ofrece además el goce de
disfrutar situaciones tensas y terribles. Entre la velocidad y la violencia, entre la cerveza y la saliva y la sangre, todo sucede en una especie de armonía inusitada. Y traspasando la piel sudorosa, de cuero, se escapa un rayo emotivo que se conjuga con la mirada sensible del director. La mujer es otro lugar de conflicto. Ese universo la deja totalmente fuera, no participa, no entiende su mundo varonil. Pero, sin embargo, se remite a ellas ante los miedos, la soledad y otras yerbas y otras miserias. ¿Y qué hace una mujer, entonces, escribiendo sobre esto? Una vez más, y como en su viceversa, intenta comprender. MARA TEIT
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WARNES Club Cultural Matienzo, Pringles 1249 Martes y jueves a 20:30 $50 y 35 Dramaturgia y dirección: Martín Urruty Interpretación: Mariano Agnone, Mariano Clemente, Pablo Navarro, Adrián Verdaguer y Leonardo Volpedo
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festival Experimenta Teatro Pasó el FIBA y la Bienal, y Buenos Aires va dando por finalizada la temporada 2013. Diciembre es ese mes vacío, con sabor a final. Pero a menos de 300 kilómetros, El Rayo Misterioso se hace cargo de ese letargo y por decimocuarta vez presenta el festival de grupos de teatro Experimenta. En Rosario, el valor del trabajo colectivo se evidencia más que nunca y la búsqueda es una sola y hacia un solo sentido: contribuir a la construcción de sujetos artísticos que excedan al individuo. Grupos de todo el mundo llevan adelante espectáculos, talleres, conferencias. El intercambio entre creadores enteros, completos artistas, con trabajos desde diversas culturas, dispuestos a convivir en una de las ciudades más hermosas, compartiendo sus investigaciones y experiencias. Un poco alejados del foco donde todo sucede, logran generar una energía renovadora, sin caretaje ni pretensiones absurdas. El mérito
está puesto en el trabajo. Los grupos invitados llevan más de cinco años trabajando, porque el plan de desarrollo está en generar nuevos lenguajes a partir de compartir experiencias de un cotidiano teatral desde el interior de las prácticas mismas, que han movilizado a generar espectáculos desde un grupo estable, lugar que va desapareciendo poco a poco ante la vertiginosa necesidad de hacer teatro. La programación se completa con seminarios, proyecciones, mesas redondas y tres encuentros: revistas, directores de festivales y críticos. En esta oportunidad nos encontraremos con grupos de diferentes países: Collectif Alluvion Ashl, de Bélgica; Haja Teatro, de Brasil; Kabia, espacio de investigación Gaitzerdi, de España; Cuatrotablas, de Perú; y por supuesto, junto a otros grupos locales, el de Aldo El-Jatib, fundador y director desde hace casi 20 años del movi-
miento organizador. El grupo trabaja sobre un proyecto artístico que demuestra que el arte es, siempre, un modo de vida: escuela de teatro con sala y laboratorio, editorial de libros y revistas, organizando este encuentro y presentando sus dos nuevos espectáculos, Shock Ilión y Dionosos Aut. La diversidad y la calidad van de la mano hacia la búsqueda de un nuevo teatro. Y Buenos Aires, celosa porque El Rayo Misterioso hará nido en nuestros anhelos de participar una vez más y cada vez con más y más fuerza. MARA TEIT
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XIV EXPERIMENTA TEATRO Teatro del Rayo, Salta 2991 (Rosario) Del 7 al 13 de diciembre elrayomisterioso.org.ar/experimenta
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