«Jueces se puede describir como “gente despreciable que hace cosas deplorables” y como “cuentos perversos sobre personajes disfuncionales”. Conforme la historia se desarrolla, incluso los “héroes”, los jueces, se vuelven cada vez más imperfectos y fracasados. Hacen muchas cosas abominables y sus esfuerzos tienen menos y menos efectos redentores. Es un cuento deprimente, y todo es historia. Por esta razón el lector será una y otra vez llevado a preguntarse: ¿Qué hace esto en la Biblia? La respuesta es importante: ¡es el evangelio! El libro de Jueces nos muestra que “la Biblia no es un Libro de Virtudes”; no está lleno de relatos edificadores. ¿Por qué? Porque la Biblia (a diferencia de los libros sobre los cuales otras religiones se basan) no se trata de seguir ejemplos morales. Se trata de un Dios de misericordia y paciencia que continuamente trabaja en y por medio de nosotros a pesar de nuestra constante resistencia a sus propósitos». Jueces para ti, Timothy Keller