REVISTA WAY_ SEPTIEMBRE

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No79 lseptiembre 2018

Maravillas de Yucatรกn

Revista Corazรณn de Yucatรกn

EL MUNICIPIO DE

WAY ABALร


donia WAY

EL MUNICIPIO DE ABALÁ MAPA WAY DE ABALÁ EL LIBRO MAYA DE DONIA WAY abal - há, abalá LA CIRUELA YUCATECA HACIENDA TEMOZÓN TOPONÍMICOS MAYAS —Temozón ¡BOMBA! CENOTE KANKIRIXCHÉ HACIENDA MUCUYCHÉ Donde se bañó la emperatriz carlota TOPONÍMICOS MAYAS —Mucuyché YUCABULARIO —Anolar HACIENDA UAYALCEH CENOTE YAAL UTSIL HACIENDA PEBÁ la del aire colonial TOPONÍMICOSMAYAS —pebá ENRIQUECE TU YUCABULARIO HACIENDA CACAO TÚ, QUE NACISTE EN ABALÁ Daniel Ayala, el músico de abalá HACIENDA OCHIL y el museo de las haciendas henequeneras TOPONÍMICOSMAYAS —ochil LA POSTAL DEL MES CENOTE CHIHUO - HOL

Año VI. Septiembre 2018. Número 79lDirector: Javier Covo Torres l Consejo Editorial: Javier Covo Torres, Roger Campos Munguía, Roberto Mac Sweeney Salgado, Ileana Reyes Campos, Nancy Walker Olvera lDirección de diseño: Sara Covo Reyes lDirección administrativa: Ileana Reyes Campos l Ventas: María Camila Guerrero e Irene Covo Reyes l Revista mensual, Julio de 2018 Tel: (999)1955843. Email: cobadivulgaciones@gmail.com. Los derechos de reproducción de los textos aquí publicados están reservados por revista way. Reservas de Derechos al Uso Exclusivo No. 77- 2018 082012144500 - 102. Domicilio de la publicación: Esquina 55 por 64 Col. Centro. CP 97000. Mérida, Yucatán.

923 15 50

9991 57 50 53

La Casa de donia Way

E

—Llegamos a Abalá, doni —Queda tan cerca de Mé —Pero las cosas están cam —Yo no sé qué tanta gent de los ciento seis municip —Ese es el plan. Por eso e —Lo que queremos es q creas que se trata de deci geográficos… —¡Ni que fuéramos el IN —Vamos a mostrar dónd cómo se llega, para que d llamando a preguntar. —Supongo que también de su historia, ¿no? —¡Claro que sí, mulix! Y toponimia… —¿Topro quéee? —Toponimia, ninio: es e nombres de los lugares. —Casi todos vienen del m —Eso los hace más inte mejor va a ser verles la car cuando descubran tod históricas y naturales que municipios. ¡Vamos a hace profundo, mi p’urux! —Ese espíritu aventurero de ti, donia hermosa. —Deja de lambisconear y empezamos el recorrido p


El municipio de

Abalá

ia Way érida, que parece mentira que lo conozcamos tan poco. mbiando porque la gente quiere conocer su Estado. te, ninio, pero nosotros por lo pronto vamos a empezar a recorrer todos y cada uno pios de Yucatán… ¡Y los vamos a recorrer en orden alfabético!, ¿ya te fi’aste, jah? empezamos por la “A” de Abalá. que nuestros lectoresconozcan Yucatán desde el corazón de sus municipios, y no ir cuánta gente vive allí, de qué vive, qué religión tienen ni cuáles son sus límites

NEGI, donia Way! de está el municipio y después no nos estén vamos a hablar algo vamos a explicar su

el significado de los

maya, donia Way. eresantes, aunque lo ra a nuestros lectores das las maravillas e esconden nuestros er un viaje al Yucatán

o es lo que me gusta

y agarra tu bulto, que por Abalá.


Región centro norte

Cabecera municipal Abalá

MUNIC

Limites municipios Norte

Mérida Umán

UMÁN

Sur

Muna Sacalum

Este

Tecoh

Oeste

Umán Kopomá

Extensión

293 km2

KOPOMÁ

A MÉRIDA

ABALÁ Ubicación


CIPIO DE ABALÁ MÉRIDA

TECOH

MUNA

SACALUM


El libro Maya

P

Abal-há

arece que en tiempos de los mayas, en este lugar se producía ciruela en abundancia porque su nombre original debió ser ABAL-HÁ, que según la traducción literal del maya quiere decir, lugar de las ciruelas de agua o jugos de ciruelas.

ABALA “tu agua tapada” A es el posesivo tú; BAL o BALE

significa cúbrelo, tápalo, como si fuera una urgencia.

A final es HÁ, agua.

“tu cuñado”

A es tú, BAL, BALA es cuñado.

Si el nombre original hubiera sido ABALELA, significaría

Sacerdotes mayas haciendo el s

Nosotros nos quedamos con lo de las ciru registradas las otras interpretaciones porqu


de donia

á, Abala

Way

ABAL es ciruela y HÁ es agua.Lo más seguro es que al nombre maya de este sitio los misioneros le quitaron la hache y quedó en ABALA, que es como hoy lo conocemos.Pero si nos ponemos meticulosos con los escritos de los entendidos en la maya se puede decir que

A significa:

sacrificio de la ciruela en Abalá

uelas, sea el lugar o los jugos, pero dejamos ue con la maya nunca se sabe.

“tu objeto”, “tu cosa” o “esta cosa”, A es tú, BAL o BAAL es objeto LELA quiere decir esto o esta.


La ciruela

—¿Qué comes mulix? ¡Y hasta le pones su chilito!, ¿jah? —Ciruela, donia Way…son deliciosas aquí en Yucatán. —Maa, dame una ninio…veo que tienes chi’ abal y chak abal —Son ciruelas, no eso de abal… —Te explico p’urux: abal es ciruela en maya. Dices chi’ abal en cuando la ciruela es amarilla y chak aval cuando es roja. —Ahhh... — Pero aquí en Yucatán hay muchos tipos de ciruelas , y sus nombres tiene que ver con el color, la consistencia, la forma y el lugar de donde vienen. —¿En serio? —Las comunes son esas, las chi’ abal, y las chak abal, pero también están las sabak’ abal, las ek’ abal, las keke’ abal, y la tuxpana. —Yo he oído hablar de la campechana… —También está la San José y la fundura, quees la que se da en junio y julio, porque le gustan las lluvias. —¿Y cuándo es la época de ciruelas en Yucatán? —Los árboles de ciruela empiezan a tirar sus hojas en febrero y las sueltan todas quedando sólo unos chilibitos porque se preparan para sacar sus flores. Empezamos a ver ciruelas an marzo y abril, pero es en mayo cuando se ponen maduritas y deliciosas, lindo hermoso. Camote emposmado tras una


a yucateca

—Por eso en mayo se ven los ciruelos llenitos en los patios de las casas. —En junio, con las lluvias, terminan de caer todas las ciruelas…ya para julio se acaba la cosecha. —Unas son gruesas y otras no tanto, donia Way. —Unas son tan duras que truenan cuando les metes el diente, otras están llenas de jugo como la campechana, y también las hay carnosas como la ciruela tuxpana. —¡Son deliciosas! —Y curativas, mulix: a ti te van a servir porque son buenas para los nervios retentados, ¿no ves que tienen complejo B? —¡Más complejos tendrás tú, donia Way! Yo lo que tengo a veces son problemitas de panza. —La ciruela te quita el estreñimiento, ¿jah? Y eso por no hablarte de lo buena que es para quitar la anemia, la artritis y el reumatismo. —¡Ya ni me digas más que voy a hacerme un tratamiento completo! —Mejor deja que te haga un pipián, que lleva su poquito se ciruela… —Pero el pipián a esta hora me cae pesado y me deja con amargura, donia. —Entonces ven y te hago loch mientras te preparo unas ciruelas en almíbar que te van a alegrar la vida, lindo hermoso. —Por eso me gusta tanto Yucatán. a pitanza de ciruela tuxpana


Hacienda

—Las cosas son como son y para haciendas yucatecas, la de Temozón, lindo hermoso, ¡fue la más importante de Yucatán! —Y parece que sigue siendo, donia Way… —Apareció en los alrededores de Mérida, donde aparecieron las primeras haciendas. —Déjame ver…Yaxcopoil, Uayalceh, Itzincab … es cierto, todas cerca de Mérida. —Pero Temozón fue de las últimas. La primera noticia que se tiene es de 1655, cuando su dueño era don Diego de Mendoza, que era hasta pariente de Francisco Montejo, el Donia Way y su boxito gust boxito que fundó Mérida. —¿Y siempre fue así como se ve? —¡Cómo va ser! Al principio la hacienda era ganadera…puras vacas, ninio. Pero al poco tiempo pasó a cultivar maíz, tabaco, caña de azúcar y palo de tinte. —¿Y había mucha gente? —Poquísima. Se sabe que en 1782 había unas cincuenta personas. Pero todo cambió con la Guerra de Castas que se desató en Yucatán en 1848. —¿Y eso cómo fue donia Way? —Ese cuento lo dejamos para después porque no acabamos. En esa época Dominga Lara, la viuda de Don José Nicolás Lara, le vendió la hacienda al señor José Rendón Peniche… —Ese nombre me suena, donia… —¿Y cómo no? Si lo conocían como el “Benemérito del Estado”, un título que se ganó por haber construido el primer ferrocarril de Yucatán. —Por Temozón desfila pura gente importante…

Don Carlos Peón Machado


Temozón

—El “benemérito” se la vendió a Carlos Peón Machado, quien después fue gobernador: él puso la hacienda como está hoy y la volvió la llave de su imperio económico, porque para que sepas, mi p’urux, la fortuna de estos personajes era mucho mayor que la de cualquiera de los multimillonarios de la época. —¿Y eso a punta de henequén? —Ma’are sí. Don Carlos Peón se puso a producir de lo lindo lo único que se producía en Yucatán: Henequén, el oro verde que surtía tando la hacienda Temozón de soskil a todo el mundo; por eso Temozón, a principios del siglo XX era una hacienda conocidísima, con 6,642 hectáreas, 640 personas, cenotes, grutas y los equipos más potentes de la península. —¡Temozón sin ton ni son! —Pero todo lo que sube baja y el 25 de abril de 1908 se desató un incendio descomunal que se llevó todo el henequén y de paso los tiempos de gloria de Temozón. —¡Hoy la hacienda se ve como nunca, donia Way! —Así restaurada es una muestra de esos tiempos señoriales. ¿A viste la Casa Principal? Se levanta sobre esa plataforma. Allí están los servicios en un ala, y en la otra el cuarto del patrón. —Y mira esa chimenea… —Todavía se conservan la casa de máquinas con su chimenea, el templo en un extremo… —Y mira!, había hasta estación de tren… —Si, ninio: queda como testigo de aquellos años del oro verde que tanta riqueza trajo a Yucatán.

o, el artífice de Temozón


Toponímicos Mayas Lo que significa el nombre de tu tierra

TEMOZÓN

Temozón quiere decir “lugar del remolino”. La palabra maya viene de dos vocablos: l MOZÓN, remolino

c donia way

TE, aquí


¡

“lunares Tus

!

B

m b a o

tan graciosos

te hacen niña presumir,

recuerda

que sé de uno que a nadie puedo

decir.




C enote K a

Hablar de Yucatán es ha cos lugares en el mundo espejos de agua que so naturaleza. Hoy te quier que tuvimos en uno de l Kankirixché, que se llam fruta amarilla”, que es lo en maya, aunque no se v alrededores.

Donia way con su boxito y Camote, llegan al cenote.

T

empranito en la mañana mi boxito y yo nos alistamos para el paseo: yo me puse mi traje de baño y él su calzonera, hicimos unos sangüichitos, agarramos a Camote y subimos todos al volchito. El cenote no está lejos; por la vía a Campeche tomamos la desviación a Uxmal y seguimos hasta el pueblo Abalá. Llegamos, pero no entramos porque en la glorieta nos desviamos a Mucuyché por una carreterita medio pavimentada. Nos metimos por un caminito entre la selva por el que solo cabe un coche, con tan mala suerte que nos topamos con uno que venía y tuvimos que retroceder un montón hasta encontrar un claro para orillarnos y que pudiéramos pasar los dos. Era muy chistoso ver un coche atrás y otro adelante, y aunque mi boxito tenía retentado su wah, creo que hasta los tolocs se partían de risa. Después retomamos el camino hasta que llegamos a un desvío que, por fin, ma’are, nos llevó al bendito cenote que estaba escondido entre las ceibas.

A estas alturas mi p’uruxito estaba arrepentido de la aventura; y como el calor ya estaba pegando duro me costó trabajo llevarlo hasta el hueco donde había unas escaleras de madera. Al Donia way a p principio puso su cara de fó, pero cuando desde arriba vio el agua a su boxito con


ankirixché

ablar de cenotes; en poo existen estas grutas con on un espectáculo de la ro contar la experiencia los más chulos: el cenote ma así por el “árbol de la o que significa el nombre ve ningún árbol así en los

Donia way emocionada le muestra a su boxito las estalacticas.

esmeralda del cenote Kankirixché se le abrieron los ojotes y bajó la escalera corriendo mientras se quitaba la playera. Pobre boxito. Se resbaló en uno de los escalones y empezó a rebotar. Por eso no vio cómo entraban los rayos del sol a la gruta volviéndolo todo como de magia y encantamiento; el agua cristalina espejeaba en las estalactitas del techo de la gruta antes de que mi p’uruxito cayera de panza en medio del cenote, alborotando la paz de este lugar mágico con sus gritos de auxilio. Tuve que echarme un clavado desde los quince metros, nadar hasta él y darle su wascop para que se aquietara y poderlo rescatar porque, ¡se estaba ahogando el ninio!… pero creo que fue un mentecato porque cuando le estaba dando su respiración boca a boca te vi que me guiñó el ojo, aunque él jura y perjura que se estaba muriendo y que le salvé la vida.

Cuando pasó el susto nos sentamos en la plataforma de madera y cuando nos vimos envueltos en esa poesía de luz, piedra y misterio empezamos pellizcarnos para saber si lo estábamos soñando o de verdad estábamos viviendo la magia de los antiguos mayas en el cenote Kankirixché uno de los cenotes más punto de revivir n el boca a boca sorprendentes de todo Yucatán.




Hacienda M

Donde se bañó la em

—¿El plan no era un cenote, donia Way? ¡Yo que vine en traje de baño! —Es la hacienda Mucuyché, mi p’urux. Y no te preocupes que vas a usar tu calzonera y tu toallita. —Es increíble esta hacienda…o lo que queda de ella. ¡Debió ser lujosísima! —Tuvo su cuarto de hora en los tiempos del henequén y de su dueño, don Manuel José Peón. Con decirte que tenían hasta sus propias monedas. —La casa principal estaba rodeada por esos pórticos con arcos conopiales. —Maa, lo tuyo es la arquitectura, ¿jah? Yo creía que eran arcos musulmanes. —No, donia. Es un tipo de arco que termina como en punta y se usó mucho en la arquitectura del gótico tardío de los siglos Donia Way y su boxito en la Casa p XIV y XV. —¡Way! Me aturdes con esos góticos y peor si son tardíos. Además no son los únicos arcos que tiene la hacienda. ¿A viste aquellos? — Donia Way, todavía se puede ver la capilla de la hacienda y hasta puede uno darse cuenta cómo techaban los cuartos con troncos y piedras… —Mejor te cuento el chisme porque aunque no lo creas aquí en Mucuyché durmió la emperatriz Carlota en 1865, cuando vino a conocer el henequén de Yucatán… Arcos conopiales en Mucuyché


Mucuyché

mperatriz Carlota

—¿En serio? —Y se sabe que hasta se bañó en el cenote, p’urux…¡y dicen que con un traje de baño atrevidísimo! —¿Y el emperador Maximiliano no vino? —No, ninio, y mejor porque con traje de baño se hubiera notado que estaba pats. —No te consta donia… —Todo se sabe chiquito, pero mira, ya llegamos al cenote. —Es un espectáculo. Con razón se bañó aquí la emperatriz. —Y eso que no has visto todo: este cenote es semiabierto, pero más allá hay un túnel

principal de la Hacienda Mucuyché

que te lleva a otro cenote que es una belleza; es una gruta cerrada con todo y estalactitas. Casi no hay cenotes como este de Mucuyché. —¿Y qué esperamos para entrar? —Que me digas si te gustó esta hacienda tanto como la de Temozón. —Me gustó a mi y le gustó a Catherwood el famoso explorador artista que hasta le hizo un grabado de la época.

Cenote semiabierto en Mucuyché


Toponímicos Mayas Lo que significa el nombre de tu tierra

MUCUYCHÉ

Mucuyché quiere decir “árbol de la tórtola”. La palabra maya viene de dos vocablos:

MUCUY, tórtola

l CHÉ, árbol


Yucabulario

Chucherías del habla yucateca

Anolar

No es chupar, no es succionar. Anolar viene del maya nóol que significa mover dentro de la boca un cuerpo sólido que se desgasta con la saliva. En español no existe una palabra para esta acción.

c donia way

YO AQUÍ, ANOLANDO MI WAYA


Hacienda

—¡Way, qué hacienda! —Al principio toda esta tierra, fue de los mayas de Timucuy, hasta que por obra y gracia de la Conquista en 1652 se le vendió al Capitán Iñigo de Mendoza, un encomendero que además era regidor de la ciudad de Mérida. Entonces se le llamó de Nuestra Señora de la Asunción Uayalceh. —Fue cuando nació la Hacienda… —Nació el primero de febrero de 1653. Ese día los indios Francisco Kuyul, gobernador; Bernardino Pat, alcalde; Catalino Pom, regidor y Gaspar Cocom el escribano, con la presencia de Don Pedro Rosales, defensor de los indios de estas tierras le pidieron permiso al capitán Juan Xímenez de Riviera, para vender las tierras llamadas Uayalceh. —Como quien dice, todo se hizo como dios manda. —Nunca lo sabremos. Lo que te puedo decir es que después el gobernador Don Martín de Robles y Villafaña, firmó el permiso de venta para que el capitán don Iñigo de Mendoza y Magaña se quedara con las tierras. —¿Y cuánto le costó? —Carísima: $50.00 pesos de oro común. —¡Se ganó la lotería el capitán! —Y lo sabía porque desde ese momento hizo crecer la hacienda comprándoles tierra a los mayas que vivían cerca al pueblo de Tecoh. —¡Se volvió nohoch Uayalceh!


Uayalceh

—Y bien nohoch. En 1678, menos de treinta años después, era de las más prósperas en ganado y caballos. —¿Era el mismo dueño? —Ahora era el capitán Don Andrés de Mendoza y Vargas. —¿Y también se dedicó al henequén? —Las haciendas ganaderas se volvieron henequeneras. Uayalceh fue de las grandes, tanto que es de las pocas que sigue funcionando. —En su arquitectura se notan dos estilos. —Toda la hacienda es una plaza donde están la casa de máquinas, la casa principal y la iglesia. La época de la colonia se nota en la casa principal, sobre una gran plataforma con su escalera y sus corredores, sus arcos y su espadaña, todo del estilo español, incluyendo la capilla y su atrio. —Pero la casa de máquinas es otra cosa, donia Way. —Es puro estilo francés del Porfiriato. Se construyó poniendo esa torre tipo campanario. A lado y lado se ven esas arcadas tan bien construidas. —No son como las arcadas de la colonia. —Para nada. Estas muestran la calidad del estilo neoclásico con la que se construían los edificios en los tiempos del porfiriato. —De la época de Porfirio Díaz. —Vas aprendiendo, ninio, Donia Way muestra los arcos coloniales de Uayalceh vas aprendiendo.




C enote Y Yaal Utsil, el buen hijo

—¿Y este cenote, donia Way?...porque es un cenote, ¿no? —Es el cenote Yaal Utsil. —¿Yaal quéee? — Yaal Utsil, mi p’urux. Quiere decir “buen hijo”, en maya. Es un cenote abi —Como el cenote sagrado de Chichén Itzá. —¡Exacto!Te lo digo porque también hay cenotes cerrados, que están en grut semiabiertos, que tienen huecos abiertos al exterior. —Este está al aire libre…¡Y el agua está bien abajo!


Yaal Utsil

ierto, ninio

utas y cenotes

—Son doce metros. Bajemos por la escalera, ninio. Agarra tu toalla y vamos, que el agua se ve deliciosa. —¡Y azulísima, donia Way! Hasta se pueden ver los peces. —En el fondo de este cenote se han encontrado cacharros de barro y hasta huesos de jaguar. —Yo me quiero echar un clavado desde acá arriba, donia. —Pues allá tú, p’urux. Yo bajo por la escalera, que a mi las alturas me dan mareo. —¡Es delicioso! Entra donia Way, el agua está fresquísima. —Ahurita, ninio. Mira, vete al centro del cenote para que veas las cuevas del pájaro toh. —¡Hay un montón! No tardes donia, que aquí se siente uno parte de la naturaleza. —¡Way! Tengo que ponerme xux con este boxito porque cada vez que se pone ecológico se le da por agasajar.


HACIEND

Pebá, la del a

—Donia Way, ¿esta también fue henequenera? —Todas fueron, boxito, ¿por qué preguntas, jah? —Es que no se ve toda lujosa como otras. Parece que se hubiera quedado en la época colonial. —Lo que pasa es que muchas de las haciendas al principio, en la época colonial, se construyeron para los oficios de la ganadería y después se usaron también para la siembra y cultivo del maíz. —O sea, fueron ganaderas y maiceras. —En la época del henequén las haciendas cambiaron y lo que antes era de estilo colonial, con sus arcos y sus capillas, se volvieron de estilo neoclásico o republicano. —Dejaron de verse como coloniales. —A veces cambiaron del todo; otras veces a lo colonial se le sumó este estilo afrancesado, típico de la época, que era el Porfiriato. —Pero esta hacienda Pebá como que ni le pasó el tiempo porque todo se ve como debió ser en la colonia. —Pebá se construyó primero como una estancia donde venían a descansar sus dueños encomenderos, pero al poco tiempo se convirtió en hacienda maicera y ganadera. Se llamó Nuestra Señora de la Soledad de Pebá. —La casa principal, la capilla y los corrales están puestos como se hacía


DA PEBÁ

aire colonial

en la colonia. —Es que esta hacienda en particular, con todo y los cambios que tuvo en los años del henequén, cuando se construyeron la desfibradora, las bodegas y la casa del administrador, no perdió el lenguaje típico de la arquitectura colonial. —Y se le nota: todas las construcciones son sencillas, tiene sus arcos en el corredor frontal y casi nada de decoración. —Además está la capilla con su atrio, su portada y su campanario. —Más colonial no se puede pedir, donia Way. — Pero entremos aquí en la casa de máquinas, que por dentro es muy distinta de lo que se ve por fuera. —¿Y este espacio? —Es donde quedaba la desfibradora y velo bien, ninio, porque es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura industrial henequenera que se construyó con madera y lámina. —Todo es armónico y equilibrado, además mira el techo de láminas en niveles, ¡y esos arcos! —Son arcos trilobulados sobre esas columnas elegantes de madera. —Tiene algo especial la hacienda Pebá. —¡Sabía que te iba a impresionar, mi p’urux!


Toponímicos Mayas Lo que significa el nombre de tu tierra

PEBÁ

Pebá es una palabra maya que quiere decir l

“llevar un vaso de agua en la mano”

AGUA


Enriquece tu Yucabulario




—La hacienda Cacao, mi p’urux! —Bastante chocolate que debió haber por aquí, donia Way. —La palabra “cacao” viene del maya ka kaw, que nombra el fruto, tan escaso, que hasta se convirtió en la moneda de los antiguos mayas. —¡Cuantas ruinas hay aquí! —Pero en los tiempos fue una hacienda tan importante que hasta tenía sus propias fichas de hacienda que hoy son codiciadas por los coleccionistas de monedas. —¿Quién estaba a cargo de esta hacienda? — José María Ponce, que fue quien emitió las fichas de hacienda en 1889. Tenía alma de empresario porque además de sembrar enormes plantíos de henequén se puso a comercializar la fibra de sisal y con las ganancias montó una fábrica de hielo y una fábrica de chocolate.

Hacienda

...donde nació el prim

Donia Way enseña al boxito la iglesia q

José María Peón fue el empresario que echó a andar la Hacienda Cacao


a

Cacao

mer bolero yucateco

que aún se conserva en la hacienda Cacao

Donia Way y su boxito se hacen una selfie en la hacienda Cacao.

—¡Ahora sé por qué se llama Cacao! —Además, por si no lo sabías fue el creador de la famosa Cervecería Yucateca. —Nada más por eso tendríamos que hacerle un monumento a José María. —La hacienda tiene muchas historias, una de ellas cuenta que en el año 1918, en una parranda que se celebró para la comunidad de Cacao, el trovador yucateco Enrique Galaz Chacón compuso su primera canción. —¡La conozco! Es un bolero que se llama…hummm… —Madrigal, mi p’urux. Y se conoce como el primer bolero yucateco. —¡Bendita hacienda, donia Way!


N

Tú, que naci

ació en Abalá donde lo picaron los moscos y también el bicho de la música porque a los diez años ya estaba dándole duro al violín. Estamos hablando de Daniel Ayala Pérez (1906-1975), un chamaco al que en lugar de sangre le corrían calderillas y semicorcheas por las venas, aunque su papá no lo entendía porque hay que ver las peleas que tuvo con su hijo cuando, ya más grandecito se fue a Mérida a seguir con sus estudios de música. “Te vas a morir de hambre”, le decía el señor Ayala y hasta razón tenía porque Danielito tuvo que hacer de ambulante, lechero y hasta limpiabotas para pagarse los estudios en la capital. Terco que era, por eso a los veintiún años entró en el Conservatorio Nacional donde se disparó todo su talento porque tuvo como profesores a los mejores: Carlos Chávez le enseñó composición, Silvestre Revueltas lo adiestró en el violín, por no hablar de José Rocabruna, Manuel Ponce, Francisco Contreras, Candelario Huizar y Julián Carrillo, los músicos mexicanos de su tiempo. Antes de los treinta años, Danielito ya tocaba como segundo violín de la Orquesta Sinfónica de México, que dirigía Carlos Chávez; y cuando se graduó formó el Grupo de los Cuatro, con Salvador Contreras, Blas Galindo y José Pablo Moncayo.

DANIEL el músico


iste en AYALA,

de

Abalá

Abalá

Ya hecho todo un músico de armas tomar empezó a componer en serio: “Tribu” estrenado en el Palacio de Bellas artes, es un poema sinfónico con motivos indígenas escrito en la escala pentatónica de los mayas. Fue el comienzo de obras maestras como “La gruta diabólica”, un ballet fantasía para orquesta de cámara, “El Hombre Maya”, estrenada en Washington, en los Estados Unidos donde ofreció un recital de canciones mexicanas indígenas en la voz de su esposa, la soprano Margarita Lagos de Ayala, y dictó una conferencia titulada “La música maya aborigen”. La “Sinfonía de las Américas” Opus.20 y música de cámara exquisita como el “Nocturno para violoncelo y piano” Op.23 compuesto en Mérida y “Yaax U Há”, un poema sinfónico de 1954. Daniel Ayala fue tan yucateco que en 1940 cuando volvió a su tierra fundó la Orquesta Típica Yukalpetén para que se interpretaran las obras de los compositores yucatecos. Fue uno de los grandes: su nombre está inmortalizado en un edificio del siglo XVII, en el teatro más antiguo de Mérida. Su última obra fue el “Concertino para piano y orquesta de cuerda” una pieza neoclásica de 1974, compuesta un año antes de su último suspiro en la ciudad de Xalapa, donde había fundado el Instituto Veracruzano de Bellas Artes.




Haciend

Ochil y el Museo de las Ha

—No podemos pasar por aquí y dejar de entrar a la hacienda San Pedro Ochil, que tiene una historia muy interesante…y además se come delicioso, mi p’urux. —¿Comida yucateca? —Aquí hubo un asentamiento prehispánico, ninio. Cerca al cenote hay restos de antiguas plataformas con piedras talladas por los mayas. —¡Que montón de haciendas hay en esta zona! —Esta región que colinda con Mérida fue donde se levantaron las primeras haciendas, que al principio fueron maiceras y ganaderas. Se construyeron a lo largo del “Camino Real”, una ruta principal que unía las ciudades de Mérida y Campeche. —¿Por qué aparecieron las haciendas en Yucatán? —En toda América aparecieron estancias agrarias y ganaderas a los pocos años de la Conquista… —En el siglo XVII… —Pero acá en Yucatán aparecieron casi un siglo después porque el suelo no es tan fértil y de agua andamos más bien escasos, p’urux. Estas tierras formaron parte de la encomienda que los nietos y tataranietos Francisco de Montejo heredaron del fundador de Mérida. —Casi se quedan sin herencia, donia Way. —En los finales del siglo XIX a Yucatán se le apareció la virgen porque fuimos los únicos productores en el mundo de la fibra de henequén, el soskil.


da

Ochil

aciendas Henequeneras

—¿Sos quéee? —Soskil es la versión en castellano de la palabra maya que nombra la fibra de henequén: tsots ki. El edificio es precioso, y del siglo XVIII . La hacienda no tiene pierde con su portada de estilo morisco. Al final quedó en ruinas pero todavía se pueden distinguir la capilla y la casa de máquinas. —¡Y el patio: tiene chimenea, plantío de henequén, y hasta cenote! —Y eso que no has visto el Museo de las Haciendas Henequeneras, donde hay restos de maquinaria, planos, fotos y libros de contabilidad. —El henequén fue la prosperidad de Yucatán. Me queda claro. —Fue tanta que en el siglo XIX las haciendas henequeneras se multiplicaron por todo Yucatán, sobre todo en la región centro norte, donde están las mejores tierras para cultivar el henequén. —Por allá en 1880, la hacienda Ochil, de la familia Ponce, produjo en cuarenta años tanto soskil que todavía no se tiene idea de la riqueza que había en Yucatán. Fueron los años del “oro verde”, que puso a sus dueños a vivir con un lujo que no tenía el resto del país. Con decirte mulix, que en Mérida tuvimos alumbrado eléctrico antes que la Ciudad de México. —Hoy está viviendo otro auge como parador turístico. —Está preciosa. La restauraron con amor, ninio, porque respetaron su diseño original y usaron las técnicas y los acabados originales. —¿Y la comida? Yo necesito urgente una restauración estomacal, donia. —Maa, chiquito a ti la cultura te entra por la panza, ¿masinó?


Toponímicos Mayas Lo que significa el nombre de tu tierra

OCHIL

Ochil es una palabra maya que quiere decir l

“Lugar del zorro”

zorro trovador

(y yucateco, por supuesto)


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Cenote C

Chihuo hol, “el huec

—Te voy a llevar a otro cenote, ninio. Este queda muy cerca al pueblo de Mucuyché. —Parece que hay bastantes en este municipio de Abalá. ¿TIBURONES? —No es tanto lo mucho sino NO, NINIO. lo bellos, mulix. Ya llegamos: TIBURONES NO es el cenote Chihuo hol y antes que preguntes te digo: sigHAY. nifica “hueco de tarántulas” en maya. Chiwoj es tarántula y Jool es hueco, hoyo —Hay que tener cuidado, donia. Por algo le pusieron el nombre. —Por tarántulas no te preocupes, p’urux; debió haber cientos cuando los mayas le pusieron el nombre, pero ya no debe quedar ni una. —¿Estás segura? Estamos en la selva y cualquier cosa te puede salir de los matorrales. —¡Mira: es el cenote Chihuo Donia Way y el boxito hol! —Pero todavía tiene algo de gruta… —Por eso te digo que es un cenote semiabierto. Una caverna con el techo medio desplomado. —¡Y tiene bañistas. Vamos, donia Way!


Chihuo hol

co de la tarántula”

—¿A lo viste? aquí en la orilla el agua te llega a la cintura. Por eso la gente de Mucuyché viene en familia a refrescarse del bochorno. —Me parece ver a los mayas antiguos haciendo lo mismo en este cenote. —Es que se mantiene intacto. Si te quedas calladito vas a escuchar los sonidos de la selva. Es más, cuando salgas fíjate bien donde pisas porque en estos cenotes semiabiertos no sólo hay aves sino muchos animalitos… —¿Animalitos…como un tigre por ejemplo? —¡No, p’urux! Son pequeñas especies que viven cerca de los cenotes semiabiertos. —Ya me había asustado, donia Way… —De todas maneras ponte o en el cenote Chihuo hol xux, chiquito, porque también puede haber serpientes… —Mejor agarra tu basura y vámonos que se está haciendo de noche… —¡Pero si es mediodía, ninio! Maaa, se me hace que el turismo de aventura no es lo tuyo, mulix…



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