donia
WAY
Corazรณn de Yucatรกn
de viaje por
Acanceh
Revista mensual
l
No80loctubre 2018
EL MUNICIPIO DE ACANCEH MAPA WAY DE ACANCEH TOPONÍMICOS MAYAS —acanceh LO QUE SE SABE DE ACANCEH LAS PIRÁMIDES DE ACANCEH CAMOTE DE ÁNIMA ¡BOMBA! DOS JOYAS DE ACANCEH LAS FECHAS DEL HANAL PIXÁN DONIA WAY EN CDMX TICOPÓ —la más colonial de las haciendas MOMENTO ¡WAY! TEPICH CARRILLO —La hacienda de don Julián HANAL PIXÁN —Bebidas en el altar EL LIBRO MAYA DE DONIA WAY TOPONÍMICOSMAYAS —petectunich PETECTUNICH —Hacienda gótica HABLALAMAYA HACIENDA KANKIRIXCHE —Inspiradora de leyendas POSTAL DEL MES
Año VI. Octubre 2018. Número 80lDirector: Javier Covo Torres l Consejo Editorial: Javier Covo Torres, Roger Campos Munguía, Roberto Mac Sweeney Salgado, Ileana Reyes Campos, Nancy Walker Olvera lDirección de diseño: Sara Covo Reyes lDirección administrativa: Ileana Reyes Campos l Ventas: María Camila Guerrero e Irene Covo Reyes l Revista mensual, Julio de 2018 Tel: (999)1955843. Email: cobadivulgaciones@gmail.com. Los derechos de reproducción de los textos aquí publicados están reservados por revista way. Reservas de Derechos al Uso Exclusivo No. 77- 2018 - 082012144500 - 102. Domicilio de la publicación: Esquina 55 por 64 Col. Centro. CP 97000. Mérida, Yucatán.
923 15 50
9991 57 50 53
La Casa de donia Way
municipio
ACANCEH
—¡Acanceh tiene todo, donia Way! —Es cierto, y todavía falta mucho por excavar. Está la Pirámide de los mascarones, el Templo de los Estucos y hasta un observatorio maya —Es que lo mayas eran astrónomos; eso todo el mundo lo sabe. —De la colonia tiene casonas antiguas y dos iglesias del siglo XVII: el Templo y exconvento de Nuestra Señora de Guadalupe y el Templo de Nuestra Señora de la Natividad. —¡Y también tiene su historia henequenera! —En Acanceh se da bien el henequén, por eso hay un montón de haciendas. Yo por lo menos he contado dieciocho. —¿Tantas?¿Y cuáles son, que yo nunca he oído de ellas? —Hay unas que se conservan y se pueden visitar, como la de Ticopó y la de Tepich Carrillo. Hay otras que están restauradas con primor como la de Sac Chich, pero es privada; otras están en proceso de restauración y se pueden ver, como Petectunich y Kankirixche. —¿Y las demás? —O queda muy poco o están en mal estado de conservación: San Lorenzo Pelé, Sac-Catzín, Santa Cruz Xomuc, Agua Viva, San Francisco Dzitiná, Santa Gertrudis Tzuc, Santa Isabel, Santo Domingo, Uitzá, Canicab y Yunxul. —De las fiestas de Acanceh ni hablemos donia Way que en un descuido puede uno quedarse comiendo panuchos en la fiesta de la Virgen del Rosario en Tepich, del tres al siete de este mes, o un buen chocolomo en las fiestas de la Guadalupana en noviembre —Maaa, tú puro comer haces, ¿jah? ¡Espérame Camote!
Que este hanal pixán lo pasamos en Acanceh
ACANCEH
Ubicación REGIÓN CENTRO NORTE Cabecera municipal ACANCEH Limites (municipios) Norte Sur Este Oeste
KANASÍN - TIXPÉUAL TECOH SEYÉ TIMUCUY
Pueblos principales
Petectunich - Canicab - Tepich Carrillo Sácchich - Ticopó.
K
MAPA TURÍSTICO A
M
ÉR
ID A
UMÁN
KOPOMÁ
MÉRIDA
c donia way
ACANCEH “quejido de venado” o “donde se queja el Venado”
La palabra viene de dos vocablos:
ACAN, quejido CEEH, venado
Lo que se sabe
—¿Qué se sabe de Acanceh, donia Way? —Se sabe que en tiempos de los mayas este lugar fue parte del cacicazgo de Chakán. —Debió ser un lugar importante. —¿Y lo dudas? Nada más hay que ver el tamaño de la ciudad y las ruinas de sus pirámides para darse cuenta. —¿Y cómo fue la historia de Acanceh ya con los españoles a bordo? — En el siglo XVI los españoles, vieron, llegaron y fundaron el pueblo de Acanceh. —Seguro pusieron enseguida su encomienda. —La pusieron y por un rato largo, mi p’urux, porque les duró toda la época colonial.
de
Acanceh Mayita de Acanceh ofreciendo su tributo de nance al encomendero
—Aquí debían vivir bastantes mayas. Por algo construyeron esa iglesota. —Debían vivir y trabajar para los encomenderos, ninio, que era lo que se hacía en las encomiendas. —¿Y se sabe quiénes fueron los encomenderos? — Los y “las”, ninio, no seas discriminatorio porque fueron el capitán Francisco de Arceo y la señora Ana de Arguelles. —Bastante maya debía pagar sus tributos aquí en Acanceh. —Cuidadito si no lo hacían, ¿jah?
las pirรกmides de
acanceh
¡La plaza de Acanceh tiene junto lo moderno, lo colonial y lo maya!
Por eso se llama Plaza de las tres Culturas, chiquito.
“Esos dos edificios que ves son la Pirámide de los mascarones
pero es una chan muestra de lo que fue la ciudad maya de Acanceh ¡Tenía más de 400 edificios!
¿Entonces los Itzáes fundaron Acanceh? ¡Esa no me la sabía, donia Way!
Pero tú ahora concéntrate en lo maya, que es de lo que te quiero hablar.
...y el Palacio de los Estucos”
Por aquí cualquier montículo es una pirámide Acanceh fue fundada por los Itzáes, los mismos que fundaron Chichén, que por eso es Itzá. Itzáes migrantes, en romería desde los lagos de Bacalar, dispuestos a fundar Acanceh.
Llegaron quemados por el sol de Yucatán y dijeron: “Vamos a echarnos una siestecita, y antes de irnos fundamos un pueblo, ¿masinó?”
Vinieron, durmieron y les dio hambre, entonces se metieron al monte...
¡Juega!
vieron un venado y ¡Zas! lo flecharon. Entonces oyeron el quejido del venado y se les ocurrió el nombre de Acanceh ,que en maya es “quejido de venado”
Estas pirámides que ves hoy, entre los comercios, el mercado y la iglesia, se levantaron entre los siglos V y VI d. C., en el período Clásico Temprano de los mayas. La época en que empezó a surgir la gran cultura maya en el petén de Guatemala.
La pirámide de los Mascarones es la pirámide principal, con sus once metros de alto.
Es como escalonada...
Aquí donde la ves, se construyó encima de otra, que era una cosa que se hacía mucho... ¿Ya viste que en las esquinas quedan restos del estuco que tenía la pirámide?
Se llama “de los Mascarones” porque cuando empezaron a escarbar encontraron estos mascarones de estuco. Unos están más conservados que otros, y por la manera como los mayas manejaban la simetría, debieron ser por lo menos ocho. Y no son unos chan mascarones, tienen casi cuatro metros de alto por tres de ancho.
¡Deja tú el ancho; tienen casi 2000 años aquí!
“¿Viste la diadema de tres partes que tienen en la frente? ¿Y los ojos, que se parecen a la letra L?” “Sí, donia; yo nunca he visto eso en las figuras mayas”. “Es que no son mayas, ninio. Son olmecas...”
representación de la germinación del maíz.
orejeras con nudos arriba y abajo.
Lo que si es maya, y lo vi en Kohunlich son las orejeras con sus nudos arriba y abajo.
Yo pensaba que me hablabas de lo que está encima de las orejeras, que dicen que representa la germinación del maíz.
¿Y esta pirámide qué es? Una que restauraron hace poco; y se nota que fue saqueada para usar sus piedras; pero allí se encontraron dos entierros...
...Y la escalinata está bien conservada.
Más allá hay otra ruina que se encontró en el 2007, y resultó ser un observatorio
porque tiene templo circular con un orificio en la parte de arriba.
Debió ser más pequeño , pero servía para marcar el cénit del sol.
Se conoce como el Cerrito de los Venados.
¿Y ahora adónde vamos?
Te dije que ibas a conocer toda la riqueza arqueológica de Acanceh, ninio:
Está en medio de Acanceh, ¡y rodeado de casas!
¿Y por qué se llama Palacio de los Estucos?
Vamos al Palacio de loS Estucos. jala, que queda a la vuelta.
Pero es un Palacio, ninio; tenía varios cuartos que servían para la administración de Acanceh.
Por el friso que se encontró en la parte de arriba, p’urux.
“Se descubrió en 1906 y sólo se conserva la tercera parte, pero es suficiente para hacernos una idea de lo que fue.”
Se ven aves, monos, sapos y hasta murciélagos.
Son figuras con vestimentas, así que no representan animales sino los espíritus que los acompañaban.
Están relacionados con los dioses del cielo, ninio.
El friso está muy elaborado, donia Way.
Que no se le retiente su wah, donia Way, pero me recuerda la decoración el centro de México.
Tengo que reconocerlo, ninio. No todo puede ser maya maya, ¿masinó?
“el Palacio de los Estucos tiene el estilo de Teotihuacán, por eso dicen que Acanceh fue una colonia de los Teotihuacanos del centro de México”.
Acanceh tiene muchas sorpresas, si uno las sabe ver donia Way.
Y queda tan cerca de Mérida que una no entiende como hay gente que todavía no conoce estos ejemplos del arte maya, ninio.
¡
“
!
B
omb a
Cuando miro por la noche
tus ojazos de
Xtabay,
se me eriza todo el cuerpo y corro gritando:
¡Way!
“
dos joyas COLONIALES de
ACANCEH
TEMPLO DE NUESTRA SEÑORA DE LA NATIVIDAD Esta iglesia situada en la plaza principal de Acanceh es un monumento de fines del siglo XVI que acusa remodelaciones en el siglo XVII.
TEMPLO Y EXCONVENTO DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE Se construyó a fines del siglo XVII y se destaca por las dos espadañas que tiene en su portada. En el atrio se conserva hoy un montículo que data de la época prehispánica.
Las fechas del Hanal Pixรกn
CDMX
Donia Way - el boxito y Camote - llegan a Ticopรณ
Ticopรณ LA Mร S COLONIAL DE LAS
HACIENDAS
—¡Es la hacienda Ticopó, ninio! —Déjame ver, donia: yo detecto un estilo medio colonial, lo digo por esos arcos de medio punto en la fachada de la Casa Principal. —Vas aprendiendo, chiquito: Ticopó fue una hacienda que al principio se dedicó al cultivo del maíz y al ganado. —Lo mío es la arquitectura, donia Way. Ya me enteré que La casa principal es de 1788, y tiene todo lo del estilo colonial: un solo volumen con dos niveles; y sus espacios se distribuyen a lado y lado en forma de “C”, que es el típico de la hacienda ganadera.
En la capilla de la Hacienda ticopó
—Maa, me tienes impresionada, ninio… —Todo es simétrico, donia; y la entrada está en el puro centro del edificio: allí están los arcos del pórtico de entrada, la escalera de doble rampa y arriba la espadaña, que coincide con el eje del centro de la hacienda. —De que es colonial, es colonial mi p’urux; pero en los papeles el primer dueño es un señor Ricardo Molina Hubbe, de la época henequenera… —Osea, finales del siglo XIX… —Y se sabe que a principios del XX, en 1918, la hacienda pasa a ser de Avelino Montes. —Aquí también se nota la arquitectura del periodo henequenero. Primero, fíjate que los edificios principales y las casas para peones están bien separados.
Vista panorámica de la Hacienda Ticopó
—mare, es cierto, ¿jah? —Son tres edificios los que forman la Hacienda: la capilla, la casa de máquinas y desfibradora y las bodegas. Y los tres funcionan a través de esta gran plaza. —Pero la casa de máquinas se nota que no es de la colonia, ¿a la viste? —Es del Porfiriato, donia. Y se construyó para lo que era, con vigas de metal, rieles y mampostería. —La idea, ninio, es que fuera resistente, ¿tú sabes el henequén que se sacó de aquí?
—Claro que lo sé, el suficiente para que se conociera en la posteridad como la época del oro verde en Yucatán. —Es una hacienda preciosa y te diría que entráramos, ninio, pero Ticopó tiene un detalle: no está abierta al público. —Nos quedaremos con las ganas, donia Way… —Ven, tomémonos una selfie con la Hacienda de fondo, para que se sepa que al menos la vimos de lejos, ¿jah?
Tcarrillo epich —Casa Vargas—
La Hacienda de
Don Julián
—Llegamos ninio, es la Hacienda Tepich Carrillo —¡Qué hermosa hacienda, donia Way! Es imponente con ese ritmo de arcos coloniales en el segundo piso…porque en lo colonial se le nota lo antiguo… —Comenzó su historia como estancia maicera y ganadera y hoy es un restaurante muy fino y sitio exclusivo de reposo; pero en su época fue una de las más productivas de don Julián Carrillo, quien era dueño de varias fincas y haciendas cercanas a Mérida. —¿Carrillo y hacendado? El Carrillo que yo conozco es otro, donia Way. —Con Carrillo Puerto no te metas, p’urux; yo te hablo de este Don Julián Carrillo que debió ser un empresario talentoso, porque además de ser hacendado henequero, le prestaba dinero a los comerciantes de Mérida. —¿En serio? —Los comerciantes dependían de los hacendados, eso se sabe… —Lo que yo no sabía era que este Don Carrillo… —Sí, y entre sus deudores aparecen apellidos de postín como Arrigunaga, Barbachano, Peón, De Regil y otros. —¡La crema y la nata, donia Way! —Eran los tiempos dorados de Yucatán, lindo hermoso. Para que sepas, debieron existir unas mil haciendas, entre pequeñas, medianas y grandes. —¿Y cuáles fueron las más importantes, donia? —Yaxcopoil, Xtepen, Lepán, Uayalceh, Temozón, Mukuyché, Idzincab, Xkanchakán y SanAntonio Sodzil; y todas están al sur de Mérida, porque era de las zonas privilegiadas para el cultivo del henequén. —Tener una hacienda era como ganarse la lotería… —Más, chiquito, más. Por algo fue una de las clases sociales más ricas de México en la época del Gobierno de Porfirio Díaz. ¿Y qué le hace pensar que soy un prestamista predador?
c donia way
PETECTUNICH quiere decir “piedra redonda”.
Es “piedra redonda” ...
no “cabeza redonda”, mi uinich...
La palabra maya viene de dos vocablos:
PETEC, cosa redonda TUNICH, piedra
Petectunich chan hacendado
la Hacienda
gรณtica
Petectunich
—Mira, esta hacienda se está restaurando, púrux. Pero con lo que queda del casco te puedes dar una idea de lo que era… —¿Idea? ¡Es rarísima, donia Way! —Es antigua, ninio. Tiene más de 300 años… es de la colonia. —Pero la arquitectura que estoy viendo no tiene nada de colonial. ¡Es pura arquitectura neogótica! —Es que aquí seguro construyeron sobre los arcos coloniales estos arcos que parecen de iglesia… —Es genial, donia Way. Arcos góticos, con columnas de corte clásico…una arquitectura ecléctica por los cuatro costados… —¿Ecle…clé? Ecléctica niña, que tiene de varios estilos; muy propio de la arquitectura henequenera. —¡A ver, ilústrame, chiquito! —En la época del auge del henequén no era esta la arquitectura del momento porque ya se empezaban a ver, sobre todo en Europa y los Estados Unidos, los ejemplos de edificios más modernos, democráticos; sin estos garigoleos, estos arcos, estas columnas griegas y estas paredes decoradas con altorrelieves que eran edificios aristocráticos. —¿Y entonces por qué los hacendados no mandaron a construir sus haciendas con el último grito de la moda? Porque por dinero no era, ¿jah? —Es que a los hacendados no les interesaba unos edificios que se vieran “democráticos”… ¡la idea era mostrar poder! —Ya entiendo porque estas haciendas tan ostentosas. —Como esta de Petectunich, que cambió
Petectunich
todo su aspecto colonial por uno que se viera más imponente. —De hecho, p’urux, no sabemos nada de pasado de esta hacienda. —Pero sí se sabe de la historia reciente. Yo sé que su primer dueño fue el señor Manuel Cirerol, que la tuvo hasta 1923… — Cuando pasó a manos de Quintín y Delfina Canto Lara, hasta que en 1966, pasó a ser de la familia Barbachano, y desde 1970 su único dueño fue el Señor Fernando Barbachano Gómez Rul. —Pero mira sus espacios: Hay una gran plaza delimitada por las casas de los peones de planta, la capilla y la casa de máquinas. —Voy tomando nota, p’urux. —La casa de máquinas junto con la bodega, dan lugar se ubica a la entrada al patio, antes de entrar a la casa principal. —Es cierto ninio. —Fíjate bien en las casas de los peones porque son un ejemplo del tipo de arquitectura que se diseñaba para estas personas porque aunque mantenían la idea de casa-habitación, la llenaron de decoración en las ventanillas sobre las puertas y otros detalles en yeso, como frontoncitos y animalitos en relive, todo pintado con gusto y a todo color… —Maa, chiquito, te voy a traer más seguido a estos paseos, ¿jah? —La casa principal es distinta a las demás haciendas que conoces, donia Way, porque dime tú, ¿dónde has visto un corredor así con esos arcos góticos apoyados en haces de columnillas, y teniendo como remate un pretil calado, como este de Petectunich?
Donia Way y su boxito en plan “dark” frente a la capilla de la hacienda Petectunich
—La verdad…en ninguna parte de Yucatán. Y mejor que no se enteren porque en las noches de luna se pueden aparecer esos chamacos “darketos” buscando vampiros. — ¿Y viste el segundo piso? Tiene un mirador que se usaba para echarle un ojo a las quemas en los plantíos de henequén. —Y ya que sabes tanto. ¿Qué dices de la casa de máquinas? —También tiene su detalle, donia Way: En su fachada principal, la que da a la plaza del poblado estaba el sistema motriz y el área de empaque, y en la parte de atrás, viendo a la casa principal, estaba el tren de raspa… —¿Y no así es en todas las haciendas, lindo hermoso? —¡Para nada: en casi todas es al revés! —Maa, ninio, tú sí que sabes, ¿jah? ¡Y eso que esta hacienda está en restauración! —Pero se puede visitar, donia; se puede visitar.
Hacienda
Kankirixche
inspiradora de leyendas
—Tiene el mismo nombre de un cenote en el municipio de Abalá —Allí estuvimos, ¿jah? En maya Kankirixche quiere decir “árbol de la fruta amarilla” —Algo religioso debe tener, porque se llama Nuestra Señora de Kankirixche. —Tiene todo el aspecto de una hacienda colonial, así que nada tiene de raro lo religioso, ¿ya te fijaste? —O quizá es por el milagro de que esté en pie, porque en el 2000 estaba prácticamente devorada por la selva. —Es cierto. Sé que ya en el 2011 se estaba rescatando, y menos mal porque es una bonita hacienda yucateca. —Ya la Casa Principal está restaurada, donia Way. —¡Y en pleno uso! Aquí se celebran bodas y eventos. —A principios del siglo XX, en el año 1900, con el henequén todavía dando de qué hablar la hacienda era del abogado Marcial Echánove Delgado, que era el marido de la escritora Narcisa Trujillo de Echánove. —El nombre me suena… ¿No escribió unas como leyendas? —¡Eso, mi p’urux! Es la autora de un libro que se publicó en 1950: “Leyendas de Yucatán”. Lo interesante es que ella misma contó que el sentimiento que transmite en ese libro está inspirado en la época en que vivió tres años en esta hacienda Kankirixche. —Yo hasta he visto una foto de la época donde ella aparece en un jardín con lago artificial. —El abogado Echánove Delgado le dejó la hacienda en herencia al señor Quintín Canto Lara, quién la tomó a su cargo en 1955 y por espacio de dieciocho años, cuando la adquirió el capitán Jaime Concha Escobedo, quien desde 1973 la puso al servicio de la ganadería y de la siembra y cultivo de henequén. —¿Pero ya había pasado la bonanza henequenera, no? —Sí, pero algo quedaba porque era a lo que se dedicaban todas las haciendas que quedaban en esta zona de Yucatán. —¿Y de la historia antigua de esta Hacienda se sabe algo? —No mucho, pero con el tiempo irán apareciendo papeles y documentos que ayuden a reconstruir la historia de esta y de muchas de las haciendas de Yucatán.
La postal del mes