Huaico suplemento 4, jun1985 digi2016

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HUAICO Suplemento 4 - (papel) 1985

REEDICION digital, 2016

Suplemento Revista “HUAICO Lazo Americano”

Año I - Nro. 4

- Buenos Aires -

junio 1985- $a300

EDITORIAL Con este número finaliza la edición del Suplemento como periódico, siendo a partir del Nro. 5 incorporado a las ediciones de la Revista. Los motivos de ésta determinación son bien del conocimiento público, por la crisis económica que padecemos por los dictados del FMI, y que sólo nos salva nuestra forma artesanal y firme voluntad de lucha por la cultura popular. Los aumentos en la impresión y sus materias primas -importadas-, más el alza constante del papel, ejercida por el monopolio en el cual intervine el Estado, hacen imposible la expresión de los sectores populares y convierten la “libertades de prensa y de expresión” en frases huecas, ya que queda en manos de las clases altas y los grupos de poder, sumiéndonos en una masificación idiotizante, en la desinformación y en el neocolonialismo cultural.

"Debemos unirnos, trabajar juntos para defender nuestra cultura, nuestras raíces...” Charla con SIXTO PALAVECINO pág. 2 “Túpac Amaru, venceremos!”, xilografía de Gabriel Morales

El racismo no es un Para tomar conciencia problema de razas pág. 5 La problemática indígena:

Los pueblos indígenas dan nuestra América sureña, continúan siendo sometidos a diversos métodos desarrollados para lograr su exterminio, ante los ojos de una sociedad inclinada a retener informaciones de características variables, superfluas y frívolas, relacionadas con otros problemas más inmediatos y de más constante oscilación. Hay un olvido premeditado acerca de sus problemas, necesidades, de sus vivencias, de la vergüenza que debiera darnos el desconocimiento, la ignorancia de su verdadera existencia como seres humanos. Más allá de toda superficialidad, hay un mundo que se desplaza silenciosamente entre nosotros, ya como integrantes de grandes centros poblados, en las llamadas villas de emergencia, en sus bosques y llanuras, en sus carros y quebradas como en todas las geografías que conforman esta sufrida Rosa de los Vientos de infinitos resplandores humillantes, nuestra llamada civilización. Ese mundo desconocido por los más y ocultado por los menos, está representado por los que tiempo atrás constituyeran sus naciones y hoy permanecen expuestos a ser las víctimas de siempre en cuanto a sus organizaciones sociales negadas o postergadas, sus medios precarios de subsistencia que en los ámbitos oficiales parecerían de imposible solución, su arte, demostrativo de anticipadas visiones, las riquezas cul-

Planteo para la integración pág. 4

1980. Bs.As., 172 pp.

1981. Bs.As., 146 pp.

1983. Bs.As., 146 pp.

Rescatemos las Raíces Aborígenes para cimentar la Auténtica IDENTIDAD CULTURAL; por la Cultura Popular y el Arte al alcance de todos para la Liberación!!!

Hermanémonos!!!

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HUAICO Suplemento 4 - (papel) 1985 turales que aún nos asombran y estremecen a medida que los hombres de ciencia escarban la tierra, las costumbres milenarias que aún viven en los ancianos hábitos transmitidos a las escasas generaciones que se han ido sucediendo, sus dioses y creencias espirituales. Poco a poco va descubriéndose la historia de comunidades indígenas originarías, que aportaron la sabiduría, la filosofía, la ciencia avanzada de su tiempo, negada o despreciada por quienes las consideran inferiores por el simple hecho de ser diferentes de aquellas implementadas por el hombre llamado blanco que atisbó que su pigmentación lo hacía superior. América no ha dejado de sufrir desde las lejanas horas de la conquista, puesto que en ningún instante ha cesado la actitud y la acción ambiciosa, incivilizada e inhumana, fomentada por otras potencias más poderosas e insensibles que la nuestra siempre en procura de intereses monetarios, de opresión y explotación despiadada contra los antiguos y actuales pobladores de nuestro amplio y dilatado suelo americano. Mal que nos pese, el colonialismo continúa su obra depredadora, atacando los resabios culturales, transformándolos a su antojo para ejercer control sobre los hombres y acallar bajo promesas que jamás han cumplido, los impulsos naturales de liberación. En la música y las vestimentas que nos han impuesto, hay un sutil lavado de cerebro de nuestra juventud que se vuelca inadvertidamente hacia ellas, hacia la imagen y semejanza de aquellos usos provenientes de otros continentes. Afortunadamente, existen hombres empeñosos, asociaciones e instituciones que luchan por la salud y la educación del aborigen, que sufre el marginamiento de su fundamento étnico, sumergido en al desesperado intento de sobrevivir al alto porcentaje de desnutrición y mortalidad, analfabetismo y desubicación social. El despojo de sus tierras, sobre las que deben abonar tributos impositivos sin contar siquiera con los correspondientes títulos de propiedad, el desplazamiento obligado desde zonas donde existen recursos naturales, las aguadas, los bosques, localizaciones minerales y prospección petrolífera, crea situaciones difíciles para poder superar con posibilidades de vida. Incluso las pocas hectáreas donde se les ha permitido afincarse, siempre en forma provisoria, han sido divididas de forma de levantar fronteras con la denominación eufemística de Reducciones con el propósito de dividir a sus pueblos y evitarles la comunicación directa y el vínculo del afecto. Un propósito económico orientado hacia el dividir para reinar, hace que se les explote en el orden laboral, abonándoseles barato lo que producen y cobrándoseles caro lo que necesitan. La influencia de la cultura occidental, con todos sus medios, intenta darles a entender que ese

REEDICION digital, 2016 vieja y quebrantada cultura indígena, la que proviene de sus ancestros, la que se ha arraigado en ellos, es demostrativa del nivel más bajo de desarrollo, en comparación con la que se les ofrece desde los países altamente industrializados. La persuasión, las presiones ejercidas desde todos los ángulos, constituyen una dominación de tipo cultural que no les permite expresarse en libertad y al mismo tiempo, tergiversa y altera toda manifestación en tal sentido puesto que si a ellos agregamos las imperfecciones del sistema educativo, en el que se insinúa la inferioridad del universo indígena respecto del que exhibe el mundo blanco, llegamos a conclusiones que deprimen. Los medios masivos de comunicación, contribuyen a que no se conozca la realidad y exhiben aspectos parciales que hacen más al ámbito folklórico que a la verdadera situación por la que atraviesan. El hambre, la miseria, la falta de instrucción y la salud, constituyen vallados aparentemente infranqueables para los 200.000 indígenas de nuestro país. En los reportajes que hemos realizado a los representantes de las comunidades Chane de Salta, Mapuche de San Carlos de Bariloche, Diaguita de los Valles Calchaquíes, Coyas de Jujuy, Mapuche de Santa Cruz y Neuquén, a los que se han sumado las experiencias obtenidas por estudiosos en los propios reductos Matacos, Pilagas y Guaraníes, se han levantado voces reclamando solidaridad y la intervención de los gobiernos para evitar el exterminio lento y progresivo de sus razas. Han clamado por justicia, su derecho a la vida, a sus tierras, a vivir dentro de una positiva integración, a disponer de su propia identidad como ciudadanos. No obstante esas prédicas, la llamada clase media desconoce que existe y que late un mundo indio en su propio territorio, por lo que urge despejar este panorama de desolación, atendiendo a que entre todos podamos construir el país, la Patria, la Nación, que alguna vez soñamos. Para que tengamos el orgullo y la dignidad necesaria cuando tendamos nuestra mano fraternal y no signifique vergüenza el responder que pese a nuestras dificultades, somos argentinos con mayúscula y que por sobre todo, lo somos porque tenemos sensibilidad hacia nuestros hermanos, no importa la latitud en que se encuentren. Ahora bien, la mujer indígena está más desprotegida aún, pues en la zafra, en las minas, en las cosechas, debe trabajar hombro con hombro con el esposo o con el compañero, para que esta obtenga una mayor producción. A ella no se le pega, porque para la jurisprudencia blanca, no existe. Asimismo hay denuncias referidas a ropas y productos alimenticios esterilizados para evitar la reproducción de la especie, especialmente en Salta, Chaco y Jujuy. El año 2.000 está

próximo y con él, se cumplirán 500 años de nuestro descubrimiento sin haber logrado concretar nuestra unidad americana. Las comunidades indígenas reciben promesas que nadie cumple y mientras tanto, el grueso de nuestra población ignora su existencia porque hace años que viene escuchando que ya no hay indios en nuestro territorio. Son casi tres millones en nuestra América. Profundicemos en la búsqueda de la verdad auténtica, de una Latinoamérica unida y en paz pero mientras no prestemos atención a la realidad que ocurre fuera de nuestra Avenida General Paz, que no comprende a la historia que nos contaron y nos enseñaron continuaremos a la deriva, formando parte de un mundo nuevo que avanza hacia nosotros a pasos agigantados y al cual no tendremos nada más que nostalgias y zonas grises para ofrecerle por carencia de resolución en lo atinente a esta problemática. La tecnología salió a la búsqueda de nuevos espacios para el conocimiento. Los satélites rastrean nuestros cielos y fotografían desde alturas inverosímiles, las chapas de nuestros automóviles, pueden descubrir nuestras riquezas, predecir el rendimiento de nuestras cosechas, espiar todo lo que representan nuestros valores de superficie, ahora hasta conocen lo que existe a 2 metros de profundidad en la tierra. Nosotros mientras tanto, hablamos de la problemática indígena porque se trata de nuestros hermanos, a los que debemos solidaridad para que las futuras generaciones nos respeten. Mientras imitemos los estilos europeos, nuestra historia irá empequeñeciendo, sin objetivos, sin destino. Miremos hacia adentro, hasta encontrarnos a nosotros mismos; lograremos descubrir un mundo que aclarará nuestras ideas, aquellas que nos sugirieron al oído, deformadas en su esencia por quienes nos ocultaron siempre la verdad de los hechos, y pretendieron cubrir con mantos de olvido, la acción libertadora de Tupac-Amaru, asesinado hace ya 200 años por reclamar la independencia. El tiempo dirá si fuimos sensibles al infortunio de las razas, al destierro y al exterminio de los que aún sobreviven clamando en el desierto. Juan Carlos Davies

1985. Bs.As., 154 pp.

1990. Jujuy, 166 pp.

CHARLA CON

SIXTO PALAVECINO "Un sueño era llegar a la Radio para cantar y hablar en Quichua..." “Desde años atrás, viviendo en mis pagos, en Salavina, un sueño era alguna vez llegar a la Radio para hablar y cantar en quichua, para ponerme en contacto, o sea, para que escuchen nuestros quichuístas de la provincia, toda la

gente quichuísta del campo. Porque nunca jamás ha habido audiciones en quichua. Y mi idea era hacer eso para ayudar a Domingo Bravo.

una carta y yo le contenté en quichua como se habla en Salavina. Y bueno, este hombre publicaba en el diario “El Liberal”, donde decía que hay cursos de quichua y enseñaba. Así lo he conocido. Hago una chacarera doble en “Nos hemos conocido porque él me escribió una homenaje a él, sin conocerlo, que se llama carta a Salavina sabiendo que yo soy “Penckacu causaj carani” (Avergonzado de quichuísta, músico, cantor y autor en quichua, vivir). Y ahí comenzó todo. entonces me escribió pidiéndome que le haga

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HUAICO Suplemento 4 - (papel) 1985 “Voy a Santiago del Estero a vivir, con mis sueños de llegar a la Radio, y un día venía en el colectivo -y yo tenía la costumbre de hablar en quichua, saludaba, decía cualquier cosa, y se reía el que no sabía y el que sabía a veces me contestaba, pero al que no sabía le traducía-, y me contesta uno del fondo, así muy amable y considerándose corno un amigo. Nos acercamos y nos saludamos, era Felipe Corpos; y de ahí nace la amistad.

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NACIMIENTO del ALERO

“El Alero Quichua Santiagueño nace en 1969, el 6 de octubre. La idea la traigo de años atrás, con ese deseo; quería colaborar de esa forma con Domingo Bravo. Yo a Bravo lo admiraba porque era un hombre que no sabía quichua, ha empezado a estudiar y es un lingüísta. Él tenía libros, diccionarios ya, y yo pensaba: Pero los libros no llagan a todos los hogares, los libros llegan a un círculo limitado, a la mayoría no “-Mirá -le digo-, yo se tener una idea, ahora que llegan, paro en cambio con la Radio llega a nosotros nos conocemos, de tener una audición todos los lugares, así lo voy a ayudar a en la radio, conseguir aunque sea cinco o diez Domingo Bravo. minutos para hablar, para cantar y llegar a nuestros quichuístas ya que nunca ha habido «Bueno, yo salgo de allá, calcule, me aceptan una audición. ya, consigo lo que había deseado, y me voy al “-¡He, qué bien!, -me dice, -qué bueno es eso; estoy muy de acuerdo, llevemos adelante tu pensamiento, yo estoy completamente con vos y voy a colaborar en todo lo que esté a mi alcance junto a mi amigo Vicente Salto, que te voy a presentar en otra oportunidad. Vamos a conversar y llevarlo adelante...” “Entonces ya no me sentía sólo. Yo no me animaba a ir a la radio a pedir porque me sentía sólo, hacía pocos años que había venido a .la ciudad. Y me presenta a Vicente Salto. Nos vemos y conversamos la idea que traje de años, y nos ponemos de acuerdo. “-Bueno -les digo-, vamos a la tarde a solicitarlo. -¡No!...,-me dice uno- El otro me dice lo mismo. -¿Nosotros a quién...? Yo ya tenía el conjunto de familia, “Sixto Palavecino y sus hijos”; teníamos tres discos grabados de 1966 a 1969. “Entonces yo me largué solo. A mí ya me conocían, por los discos y muchas veces había actuado con el conjunto, y por eso ellos querían que yo vaya. Voy, y estaba corno director interino Alberto Pérez:

trabajo de Felipe Corpos, con una alegría y la cuento. -Pienso -le digo- que debamos ir a lo de Domingo Bravo, por respeto por todo el trabajo por el idioma quichua -que estaba casi perdido-, para que él venga a la Radio cuando vamos a iniciar el programa, haga la apertura con sus palabras.

“0JALA NAZCAN 50 ALEROS...” "Aquí, la gente que vive en Buenos Aires, que se avergüenzan y no quieren hablar, viven afuera, trabajando, pobres, y no pueden llegar al centro. Es por eso que hay gente que está pensando hacer Aleros en zonas del Gran Buenos Aires -pero no hay fondos-, pero haciendo bailes, peñas, hay que juntar fondos. Pero no tiene que ser comercial. El Alero nació sin fines de lucro. Nosotros hacíamos cualquier cosa, pero poniendo el hombro, poniendo de nuestros bolsillos; alquilábamos, papeles, todo. El Alero nació así, porque nuestra gente representaba a nuestros mayores, porque ellos nunca se cobraban, se ayudaban. Y se llamaba minga (sistema de trabajo comunitario), es una ayuda, una colaboración. Un vecino estaba sembrando e íbamos allí a ayudarle; estaba haciendo el cerco, íbamos nosotros; si tenían que hacer su casita, todos nos reuníamos para ayudarles, pero sin cobrar nada. Y entonces, por esa razón el Alero nació con ese fin, para enseñar, para decir derechos, que tenemos que volver a enseñar a nuestros chicos; que aprendan, que no se pierda todo eso. Es muy difícil, es una lucha muy dura.

El mismo día nos fuimos a La Banda para informarle nuestro pensamiento y lo que había logrado. Dos o tres días después vamos allá, los cuatro y armamos allí la audición en quichua. Y quedamos en hablar a unos amigos para que colaboren. Y ahí nació el Alero.

“No hay ningún problema, ojalá nazcan 30 aleros en distintas partes de Buenos Aires. Aunque no hayan quichuístas, porque sin embargo esa gente con el deseo, que también son como nosotros, gente muy nativista, quieren defender lo nuestro, las cosas de la “Primero empezamos con libretos, no sabíamos tierra. que hacer. Yo hacía actuaciones, pero saber hacer una audición..., yo me atenía en Corpos, “Y que vaya un quichuísta que más o menos que era un muchacho preparado y yo en la maneje un poco, que no sea hablante nomás. parte quichua. Vicente Salto también en la Por ejemplo, yo soy una persona quichuaparte quichua, pero ya más elevado; él hablaba hablante nomás, pero no estoy en condiciones un poco distinto que nosotros, porque él decía de enseñar a nadie; ahora, en forma directa sí, que así hablaban sus mayores. Hablaba en por ejemplo, la palabra en quichua y la quichua casi puro, el santiagueño mezclado con traducción, así en esa forma. A nivel de el quichua peruano y el boliviano. Y nosotros enseñanza yo no estoy capacitado, yo soy una persona que tengo nada más que escuela primaria, y por suerte, en la escuelita de allá en el monte. Y soy quichua-parlante, y soy cantor también en quichua.

LA ENSEÑANZA DEL QUICHUA EN SANTIAGO DEL ESTERO

Don sixto en su casa de Santiago del Estero junto a León Gieco, su hijo Rubén y su esposa, Doña Argelia

-¿Qué tal, qué lo trae por acá, Don Sixto? -La misión que me trae, es ésta; quisiera -le digo-, desearía conseguir un espacio radial, aunque sea pocos minutos para hablar y cantar en quichua. -¡Ay! -lamentablemente había una persona que solicitó y se le dio un espacio, y hasta nos dejó mal, porque al ver que no somos quichuístas había sabido emplear palabras que no deben hacerse; nos dejó mal, por eso es bastante difícil nosotros lo vayamos a sacar más. -Mire señor Pérez, nosotros queremos hacer una cosa cultural y si alguna vez sale alguna palabra grosera, usted, me quita el programa... “Y se ríe un poquito, me mira y dice: -Bueno Don Sixto, a Ud. lo conocemos, es una persona seria que tiene su conjunto con sus propios hijos, que nos deleita con sus chacareras; bajo su única, responsabilidad le vamos a ceder un espacio.

quichuizamos el castellano, entonces él lo hacía difícil y se lo titulaba de 'quichua culto'. Y Bravo nos hacía la apertura del programa. “En Santiago Bravo lo ha 11amado 'quichua santiagueño'. El quichua nosotros lo hablábamos solamente, no se escribía, él ha creado la signografía. Algunas sílabas no están de acuerdo con el quichua peruano y el boliviano, por ejemplo dando el quichua peruano va con W, Bravo lo ha hecho con H. Hay diferencias. El santiagueño no es a nivel universal, el quichua peruano sí: todo el mundo, todo estudioso va a estudiarlo así como esta creado, en cambio aquí ya cambia un poco con estas silabas que este hombre ha creado. Es diferente porque lleva mucho castellano, pero la raíz es la misma, porque nosotros nos juntamos con los peruanos, conversamos y nos entendemos. Algunas palabritas no. Y con los bolivianos lo mismo; yo sé también que Ecuador es quichuísta, y no sé qué país más.

“Casi sigue en proyecto, nomás. Muy poco, tal vez una o dos escuelas. A nivel universitario sí, atendido por Domingo Bravo. El Gobierno, por medio de la Dirección de Cultura, nos ha pedido colaboración, que las instituciones den ideas, que cada uno tenga un representante para ir a tratar cómo se puede hacer la enseñanza, cómo se puede encarar. Nosotros hemos puesto ahora, después medio se duermen ellos, qué vamos a hacer... Como les digo, el Alero es tan pobre, nosotros deseábamos que se empiece a enseñar en los lugares quichuas; fíjense Uds., porque los chiquitos hablan quichua, pero ellos también tienen vergüenza y no se largan a hablar. Entonces, cosa que ellos en su propia lengua empiecen a conocer y ver que no es para que tengan vergüenza. Esa ha sido nuestra opinión, pero está casi en proyecto nomás. Pero lo que hace falta es quién enseñe, con eso estamos chocando. En el campo hay maestros quichuístas, pero ellos tienen que hacer cursos para capacitarse. Por ejemplo, nuestra idea esa era que para las vacaciones puedan hacerse cursos de quichua para primaria, pero tampoco se da.

"Aquí ando perdido" “No ve que vienen de allá y como no quieren hablar en quichua, dicen: -No, no sé; y algunos ya se ponen exquisitos, dicen: -Yo entiendo, pero no hablo... Bueno, algunos que han venido de jovencitos, es gente que va perdiendo, pero no todos. Por ejemplo, cuando venía ahora, apenas subí en el colectivo me dicen:

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-Imata ruas purinqui? (¿qué andas haciendo?), me dice el colectivero (línea 109) -¡Eh! -le digochincay purinqui (aquí ando perdido). Y ahí nomás empezamos a conversar. Hemos charlado todo el trayecto. Me contaba que él de muchacho había venido a Buenos Aires, a los su soberana cerviz siete años y no se había olvidado nada, él Uno de los personajes más singulares de la historia patagónica fue sin lugar a dudas al orgulloso y argentino siempre habla en quichua... Cacique Valentín Sayhueque. Según una el hijo de Chocorí. “He hecho una chacarera, dónde se refiere cómo fotografía suya del Archivo General de la Jorge Castañeda nace el Alero; la primera parte es en quichua y Nación, se aprecia su severa figura: sombrero la segunda su traducción, y entre la primera y negro y aludo, mirada penetrante, mano a la Valcheta, Río Negro cintura, traje negro de época y unas botas la segunda tiene este versito: lustrosas. Como fondo la realza la geografía amada de los campos sureños. Alero quichua nacera tatancka can mi sachero Desde hace un tiempo vengo agregando poemas yachaish mana yachaspacka a mi librito “Sentir Patagónico” y la figura del sonckoncka salavinero. gran cacique no podía estar ausente. Para una (De un padre bien montaraz/ de él ha nacido el mejor comprensión del poema, transcribo una Alero/ sépanlo si no lo saben/ corazón semblanza, del mismo libro “Río Negro, Pasado salavinero.). Serapio Palavecino lo ha y Presente”: cantado, pero no tiene título todavía... “Cacique principal, nacido en territorio Mercedes Inés Rojas argentino, hijo del cacique araucano Chocorí. Su vasto imperio conocido como “País de las Manzanas” se extendía desde las nacientes del río Chubut por el sur hasta el río Neuquén y por el oeste hasta la Cordillera de los Andes. Su actuación se extiende por largos años, desde la Publicación en la lucha por rescatar las raíces aborígenes para cimentar la auténtica década de 1850/60 hasta el 1o de enero de 1885 en que se entregó a las autoridades militares identidad cultural, por la cultura popular y del fuerte “Junín de los Andes”. En su apogeo el arte al alcance del pueblo para la Liberación. llegó a disponer de cinco mil lanceros, aunque se sabe que no participó de ataques ni despojos Director: a las poblaciones. En reiteradas oportunidades Gabriel Morales Sayhueque hizo conocer su nacionalidad Colaboradores: argentina, de la que se sentía orgulloso. Carlos Benedetto Falleció el 8 de setiembre de 1903.”

VALENTIN SAYHUEQUE

HUAICO N° 4

Jorge Castañeda, de Río Negro Omar Pablo Cavazzoni Juan Carlos Davies Inés Marchesi Claudio Morales Jorge Eduardo Porcel Mercedes Inés Rojas

Periódico mensual suplemento de la Revista HUAICO LAZO AMERICANO (RNPI 255.062) impreso en los Talleres Gráficos NUEVA VIDA, Casacuberta 6 Avellaneda, Pcia. de Buenos Aires y en Talleres Propios R.N.P.I. 275.784 Queda hecho el depósito que, marca la ley 11.723 El envío de franqueo, giro postal, colaboraciones y todo tipo de correspondencia dirigirla a Gabriel Morales - C.C. 329 Correo Central - (1000) Capital Federal República Argentina Nota: la edición original fue editada en la imprenta sólo la tapa, la composición es nuestra, el resto fue impreso en mimeógrafo, experimentando con hojas grandes de cuatro lados a imprimir lado, girar, lado, girar, así las 5 páginas restantes, siendo dificultoso la presente digitalización, casi vuelta a copiar.

Ahora sí transcribo el poema sobre este bravo araucano que quise titularlo con su nombre para que su recuerdo no se borre de nuestra historia argentina.

VALENTIN SAYHUEQUE Entre verdes coironales baja un cielo casi añil cabalga con sus lanceros el hijo de Chocorí. Es de arauco bien al sur de las manzanas su país y son sus cinco mil bravos los loncos de Valentín. Cansado de tanta hombría y de malones sin fin quiso ser más argentino y se entregó en Junín. Pero nunca doblegó

PLANTEO PARA LA INTEGRACION En los artículos anteriores, veníamos marcando, en cuales han servido y sirven de elemento términos generales los factores que nos desintegran dinamizador, y eventualmente de vanguardia, en las continentalmente y como país. luchas por la descolonización interna, y externa. Valiéndome en parte de un documento, iremos explorando los orígenes de la llamada y necesaria integración nacional y continental. Debemos aclarar que este documento fue intencionadamente poco difundido por quienes vivieron destruyendo, no sólo la naturaleza, sino al hombre mismo en todas sus manifestaciones de solidaridad y fraternidad social. “...Casi cinco siglos de opresión demuestran que las distintas etnias, en virtud de su misma especificidad y solidaridad interna, poseen una vocación revolucionaria intrínseca y una capacidad de resistencia a la conquista y a la colonización, las

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HUAICO lazo americano

con e l S U P L E M E N T O nro. 5

aparecerá

en julio (aproximadamente) BUSCALA en kioscos de! Centro, subterráneos (A, C y D), terminales de FF.CC. (Roca y San Martín), o librerías Hernández y Yuchán (CapFed.), Tristón, Farjat, Cambalache, Horizonte e Instituto de QUICHUA JUJUYMANTA (San Salvador de Jujuy)

suscripción por 6 nros. $a 3.000.c/u $a 500.proceso general...” (Declaración de Barbados, Enero de 1971). Este documento fue firmado por antropólogos de distintas nacionalidades que convivieron con comunidades aborígenes entre dos y diez años, amén de apoyarse en informes científicos y en una rica experiencia personal. Firman entre otros, Miguel Bartolomé (Argentina), Darcy Ribeiro (Brasil), Stefano Varese (Perú), Gonzalo Cárdenas (Colombia), Miguel Chase Sardi (Paraguay), Georg Grimberg (Australia). De por sí, es un hito histórico

“Los procesos de liberación nacional no pueden limitarse a la ruptura de los lazos con los centros hegemónicos extranacionales, sino que debe incluir a las nacionales, ya que existe una complementariedad necesaria, entre la liberación nacional y la de las etnias oprimidas. 'Todo esto engendra una solidaridad objetiva entre las luchas de los países del Tercer Mundo y las de las nacionalidades indígenas americanas comprendidas dentro de sus fronteras. Esa liberación del Tercer Mundo no se dará sino en función de una convergencia de los procesos particulares con el

1990. Jujuy, 192 pp.

1990. Jujuy, 186 pp.

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HUAICO Suplemento 4 - (papel) 1985 aunque en él no figuren indígenas.

REEDICION digital, 2016 c) La actitud de los intelectuales (principalmente

antropólogos y sociólogos), de revertir el En sus pocas líneas este documento pone en claro la cientificismo neocolonizador y dependiente en pos de responsabilidad del Estado, la Iglesia, etc., y su lo nacional y continental. misión de futuro. Esa responsabilidad debe entenderse como: Es, en definitiva un llamado a los estudiosos de la cultura en todas sus manifestaciones; es un llamado a) Las actividades del gobierno en cuanto a a la sociedad nacional, con sentido de justicia y propender al desarrollo material, de salud, dignidad humana, a comprender que, como educacional, etc. protagonista, en las luchas por la Liberación, está el indio en todas sus formas. b) Las actividades misioneras de las iglesias. José Eduardo Porcel

1992. Jujuy, 168 pp.

1995. Jujuy, 104 pp.

EL RACISMO NO ES UN PROBLEMA DE RAZAS Es evidente que toda cultura necesita centrarse en torno a un cuerpo de creencias, de valores, que la convierten y llevan a verse a sí misma como “modelo universal”. No sé si es lugar para discutir si es por eso que el hombre busca dominar a otros hombres, o si las distintas visiones del mundo aparecen para justificar dominaciones de hecho. Lo que nos salta a primera vista es que la separación de los hombres en castas sirve, en las sociedades, como justificativo de apropiaciones económicas: “Dios manda que los hombres se organicen jerárquicamente; no hacerlo sería romper el equilibrio cósmico y exponer a toda la humanidad a un fin desastroso”. El mundo del más acá aparece aquí justificado en su desequilibrio, en tanto se supone un equilibrio en el más allá. A este mal, debe tolerarse, no son del todo ajenos los sistemas autodenominados igualitaristas, en los que subsisten “razones de Estado” (versiones modernas de las justificaciones teológicas de antaño) para asegurar la pasividad de las mayorías. Lo real es que la “inferioridad" de los otros es una necesidad de los unos, para justificar el mantenimiento de una situación de desigualdad. No ocurre sólo con las divisiones en castas. Sucede también con la cuestión de las razas. Y si nos detenemos en el fondo de estas cuestiones, veremos que siempre estamos cayendo en lo mismo. Hay “razas inferiores” que deben ser inferiores para que puedan ser sometidos a “encomiendas”, para que pueda ejercerse sobre ellas tutelaje... “hasta que crezcan”, o tener la enorme dicha, de acariciar algo del cielo (el mundo blanco), gozando de una feliz esclavitud, del tipo “Tío Tom”, es obvio que todos estos son argumentos que apuntan a conseguir la complicidad del dominado, para que haya acto de dominación. La fuerza, por sí misma, no es factor suficiente para que haya dominación; se requiere cierta dosis de aceptación del dominado. Para eso está la ideología. Cuando, entonces, se denuncia al racismo (como ya hemos visto en algún trabajo anterior) sin tocar las causas profundas (es decir, materiales), adjudicando al racismo la mera condición de “irracionalidad gratuita”, es porque en el fondo se está de acuerdo con que exista ese racismo. En Argentina, la de Buenos Aires, somos todos muy humanos, muy progresistas en el pensamiento, siempre y cuando los “negros de mierda”, los “grasas” y los que tienen acento provinciano no vengan a cuestionarnos todo. Proclamamos los “Derechos Universales del Hombre”, como mero producto de consumo de las grandes ciudades, pero en el fondo seguimos sintiendo que una persona es menos persona si tiene tonada (sin pensar que somos nosotros los que tenemos tonada para ellos, en realidad).

El indio tenía que ser inferior para el español que venía a conquistar, porque se lo necesitaba para producir la plata y el oro que España necesitaba para sus cuentas externas; por eso, a él se reservaban los trabajos físicos, siempre inferiores en la óptica cristiana (olvidando que el mismo Cristo fue encarnación en un cuerpo físico). El negro era inferior aún, y por eso su condición fue peor. Para la vertiente iluminista triunfante desde fines del siglo XVIII, lo hispánico y lo indígena se fundían en un todo salvaje, bárbaro, que no había alcanzado las “luces de la Razón” y que todavía estaba obnubilado por el “oscurantismo religioso”; la Edad Media era, al decir de los historiadores ingleses, la “dark age”, la edad oscura (concepto que está siendo hoy seriamente revisado por la historiografía francesa, pero que sigue teniendo cultores en nuestra intelligentsia subdesarrollada). Era una manera, también, de justificar el nuevo tiempo, que no terminó de instalarse y que en el caso concreto de Argentina no terminó de disputar su lugar a la que estaba antes. Lo indígena y lo hispánico vinieron a ser por igual símbolos de atraso y barbarie. Por eso es que no extraña que, en una actitud reivindicatoria haya hoy un Magrassi que sepa decir que “todos somos indios” (ver HUAICO Suplemento Nro. 3). El provinciano es la continuación histórica del indio, del español desclasado y del inmigrante pobre. Sufre, por parte del Litoral urbano, el mismo desprecio en todos los niveles y repite, en sus propias estructuras regionales, los mismos esquemas de división y sometimiento: no hay que ir a los textos de Fanon para descubrir mujeres de tez oscura que tiñen su pelo de rubio, para simular la propia negritud. No hace falta leer libros antiguos para descubrir que el hombre “de provincias” sigue siendo inferior al de capital, porque no tiene medios, no tiene Capital, o no tiene apertura a lo internacional como los de la ciudad, ¿viste? Lo mestizo sigue siendo, inconscientemente, sinónimo de impureza. La palabra, “hibridación” aparece mecánicamente asociada con lo no genuino. La industria argentina es necesariamente inferior a la importada y un quesillo de cabra cordobés no puede compararse con los quesos importados de los negocios cercanos a la Recoleta. Una escritora

argentina (¿?) se preguntaba escandalizada, en mayo de 1982, cómo era posible eso de enfrentar a los ingleses, a Europa, ¡justamente a Europa, que es la cultura! Mujer de la Capital Federal, no podía darse cuenta del provincianismo implícito en la afirmación (es decir, de su propio provincianismo respecto de Europa), porque, de hacerlo, sentiría hermanada su suerte a los provincianos de tierra más adentro. Todo esto que asemeja mucho a la ley del gallinero, y que viene desde los centros imperiales hasta perderse en las quebradas y pampas, es la ideología de la dominación, que cuando tiene que vestirse de clasismo se viste de clasismo, y cuando no, lo hace de racismo. A veces combina distintas formas, para que miembros de una misma clase se peleen entre sí por motivos de raza (como ocurre en algunos grupos obreros) o miembros de distinta clase se sienten identificados -por motivos de raza- con los grupos dominantes (que es lo que pasa en Argentina con las clases medias blancas y pulcras de las ciudades). La cosa pasa por darse cuenta dónde está lo verdaderamente importante del problema. En diciembre del '83 un grupo de gente “muy progresista” que rodeaba una mesa bien puesta para despedir el año y en la que no faltaban los análisis “lúcidos” sobre la realidad política, fue escenario de un enfrentamiento de ideas más o menos así: uno había afirmado que “era como decía Sarmiento, hay que convencerse: el 30 de octubre no ganó el radicalismo, sino que ganó la civilización contra la barbarie”, en respuesta agresiva a una definición anterior menos adjetivada, y que era más o menos la siguiente: “el peronismo triunfó en las provincias con mayor porcentaje de población mestiza o india, la más alejada del Litoral marítimo, las más pobres; en general, el radicalismo triunfó en las provincias de ese Litoral, donde hay más

1993. Jujuy, revista-libro, 214 pp.

1997. Jujuy, 88 pp.

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HUAICO Suplemento 4 - (papel) 1985 porcentaje de población urbana, media y coincidentemente blanca”. Este último razonamiento, que en el diálogo real había sido primero cronológicamente, había despertado muchas agresiones contra su sostenedor; agresiones que parecían poner en evidencia la necesidad de creer en que si el mundo estaba estructurado como estaba era “por algo”, y que ningún razonamiento debía alterarlo. Había mucho de emoción en todo eso. Fue tardía, entonces, luego de ese debate, la comprensión nuestra de que la oposición CIVILIZACION - BARBARIE, BUENOS AIRES – INTERIOR, ARGENTINA PARDA – ARGENTINA BLANCA, en muchos aspectos eran la misma, cosa. Eran un sólo y único problema. Que tampoco era, ni es, nuevo. Ya por 1810 había habido conflictos para la constitución de las autoridades revolucionarias, en torno a si aceptaban o no representantes del interior. Recordemos los esfuerzos de Rivadavia por meter al interior en el corset de una Constitución pensada desde Buenos Aires y para Buenos Aires, o sus acuerdos con mineros ingleses para la explotación del cerro Famatina, sin previa consulta a los riojanos. En 1820 cayó el Directorio porteño, derrotado por las fuerzas de Estanislao López y Pancho Ramírez, en lo que configura el primer enfrentamiento serio, armado, entre interior y litoral, con consecuencias políticas de largo aliento: tardaría 40 años este litoral en imponer definitivamente su voluntad, en hacer de su aduana la reina y señora de la política, la economía y la historia nacionales. Alberdi había llegado a advertirlo y se había llegado a arrepentir de su militancia unitaria, de sus proclamas en favor de la superioridad de la raza sajona (que debía desplazar a las autóctonas si queríamos progresar), etc. Por eso fue acusado de “traidor” por Sarmiento; por eso y por haber denunciado públicamente la atrocidad que se estaba cometiendo contra el Paraguay, cuando la guerra de la Triple Alianza. En esa misma época, en ese periodo que va del 60 al 80, la política nacional estaba controlada desde Buenos Aires por los Mitre y los Sarmiento; y decir política porteña era decir política sistemática de supresión del gauchaje y del indio, de avasallamiento abierto y descarado de las economías del interior y de proclamación de Buenos Aires como centro definitivo (al menos hasta hoy) de la vida nacional. En adelante, decir “Buenos Aires”, sería decir Argentina para los porteños; las virtudes porteñas y los defectos porteños serán “de este país de mierda”.

BUENOS AIRES: ¿ADENTRO? Buenos Aires aparece como el centro hacia el que convergen todas las líneas de ferrocarril, todas las comunicaciones. Y Buenos Aires dice de sí mismo: “el adentro soy yo”. Por eso en las estaciones de ferrocarril todavía leemos “trenes

REEDICION digital, 2016 para afuera” y “trenes para adentro”, según vayan al interior o hacia Retiro-OnceConstitución-Chacarita, respectivamente. El “adentro” es, para Buenos Aires, el afuera físico, el puerto, porque en el fondo, para Buenos Aires su adentro es Europa (o Estados Unidos, que para el caso es lo mismo). El interior físico-geográfico del país será “afuera”, porque el porteño siente al interior como cosa exótica (ex-ótico: significa algo que está afuera). El porteño mira al indio como algo exótico, lejano, que no pertenece a su acervo espiritual; como si fuera un australiano, o peor, un marciano. Por eso, la expresión “pa'jueranos” es tramposa, en tanto denuncia que el corazón de quien usa esa palabra está afuera y no adentro. El porteño tiene su “adentro” afuera y su “pa'juera” adentro. Por eso no tiene la menor noción de su identidad como parte de una comunidad. Y esto es así porque la división internacional del trabajo, de la que Buenos Airea es agente, impone que el porteño vea al provinciano como ajeno, como no-hermano. De lo contrario, de haber unión nacional, la dependencia no sería posible.

Argentina Parda entiende mejor, la Argentina podrá reencontrarse con su esencia, que es latinoamericana, “india”... que es como llamaron los españoles a esta tierra. Carlos Benedetto

Tomo 11, 2005. Jujuy, 40 pp

2002. Jujuy, 372 pp.

CIVILIZACION Y BARBARIE En la Antigüedad Clásica europea, se denominaban “bárbaro”, a aquellos pueblos que no participaban de la “civitas”, es decir, de la vida urbana del pueblo de referencia. Esto quiere decir que para el griego, bárbaro era el que había nacido en otra nacionalidad... el de afuera. Lo cual no llevaba implícito necesariamente una subestimación ni una necesidad de exterminio. El “bárbaro” era el sinónimo colectivo de “el otro en tanto otro”, si se quiere. En el mundo moderno, la “civitas” es Europa, Estados Unidos, la URSS; es decir, el mundo. La “barbarie” somos los habitantes del arrabal, del Hemisferio Sur (que no por nada los eruditos colocan siempre abajo en los planisferios, aunque no haya razones astronómicas que así lo justifiquen), y eso es buena excusa para un estado de dominación. La posibilidad del bárbaro de salir de su situación de opresión reside, entonces, en apoyarse en esa su identidad pobre, y convertirse en sí mismo en un centro nuevo, para lo cual necesita una revolución de índole cultural, espiritual. Que, aunque en otras escalas, no difiere esencialmente de los procesos sicológicos llamados de “individuación”: afirmarse en lo que se es y no en lo que el otro dice que se debe ser. Por eso, cuando decimos que el porteño no tiene la menor noción de su identidad, es porque tenemos la certeza y la evidencia de que no tiene un centro propio, no tiene un eje propio sobre el cual hacer girar su vida: siendo “bárbaro” respecto de los pueblos originarios de América, se autoerige en “civilizado” cuyo centro está a 15.000 kilómetros de distancia. A su vez se constituye en sub-centro y define como “periferia” al interior, cuando es él la periferia de la realidad. Para él, “interior” y “campo ajuera” (términos que se oponen uno a otro en cuanto a su significación intrínseca) son sinónimos, y eso nos denuncia un estado de desequilibrio y de desarraigo peligroso. Si el Litoral argentino (con Buenos Aires a la cabeza), si la Argentina Blanca asume definitivamente que el centro del mundo (al menos de su mundo) no puede seguir estando en el Hemisferio Norte, sino en el centro geográfico del continente americano, con su economía y cultura milenarias incluidas, quizás sólo a partir de allí puede andarse un camino distinto. Sólo aceptando las directrices del Espíritu de la Tierra, que la

1979/2016: es reproducción exacta de las revistas, extracción del texto digitalmente por programas de PC, sin reemplazo ni cambio de ningún material, el mismo contenido, en algún caso, sumamos ilustraciones y referencias. La limpieza y prolijidad de su lectura por las pantallas es el único cambio: actualizar ese viejo material como documento. Lo nuevo: tapas y contratapas de los tomos y ultimas ediciones. Muchos de los compañeros se perdieron en el tiempo, otros fallecieron, todos envejecimos, pero los materiales quedan. Aquí están o en revistahuaico@hotmail.com o en http://huaicolazoamericano.blogspot.com.ar/ . Gabriel Morales. Abrazo!

1994. Jujuy, revista-libro, 131 pp.

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