unión con propósito divino

Hacía mucho tiempo que Ismael sabía de Andrea. Su familia le hablaba de una mujer virtuosa, hacendosa, pero era muy joven aún. Él empezó a indagar, la contactó por Facebook e iniciaron una linda amistad que duró varios años. Andrea le dejó claro a Ismael que solo lo veía como amigo y no quería algo más.

Aunque Ismael siempre guardaba la esperanza, cambió de estrategia y dejó de insistir y se mostró como el amigo que ella necesitaba. Eso los acercó y al fin, luego de más de ocho años, consolidaron su relación.

Andrea Guevara, una ingeniera civil con gran proyección e Ismael Ibáñez, actual Director Administrativo y Financiero de la secretaría de educación de la Gobernación de Santander, creen en que el amor es igual a tiempo y logran superar sus ocupadas agendas para darle rienda suelta al romanticismo.

El amor no deja de ser

Ya llevan tres años de casados y trabajan cada día por construir una relación sana, con Dios como centro de sus vidas e invirtiendo en ellos: la oración, la lectura, el diálogo y com partir momentos de calidad, son algunas de las acciones que les da grandes victorias como pareja.

Entre las pre misas que le per miten edificar su ma trimonio y gestionar sus conflictos está la de seleccionar muy bien sus batallas y enfocarse en solucionar los problemas sin atacar a la persona. “Si sabemos que hay algo que a la otra persona le molesta, es importante no hacer- lo para no lastimarla”, cuentan los esposos.

Llevan atesorado en su corazón su matrimonio como la boda de ensueño que lograron luego de un noviazgo con propósito y enfocado en un futuro con principios cristianos. Ahora su unión tiene a Dios como fundamento. Mantener la chispa encendida es prioritario, por eso viajan juntos, se dan espacios y se permiten la contemplación mutua.

Sueños

Desean tener una empresa familiar y recorrer el mundo para conocer historias de amor, degustar sabores y experimentar culturas diversas, pero sobre todo cumplir con el plan de Dios en sus vidas y ser el resultado de la voluntad del Padre.