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un amor real que todo lo puede

“El problema de la vida pública es aprender a dominar el terror, el problema de la vida conyugal es aprender a dominar el tedio”

Gabriel García Márquez, “El amor en los tiempos del cólera”

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Esta frase del autor colombiano recrea dos victorias de los artistas Paola Rey y Juan Carlos Vargas, sobre todo, la segunda parte. Y es que para nadie es un secreto que la convivencia no es fácil, pero ellos han aprendido a enamorarse cada día del otro, desde sus diferencias y decisiones, a pesar de todo, incluso de ellos mismos.

En el set de grabación de la telenovela “Montecristo” del Canal Caracol, emitida por primera vez en el 2007, nació la historia entre Paola y Juan Carlos. Ya suman juntos 15 años y su amor cada día se fortalece más, como pareja y como padres de Oliver y Leo.

En una época en la que el amor es un bien fácilmente descartable, hablar de familia y de relaciones estables, se vuelve cada vez más utópico, estos dos artistas han sabido ingeniárselas con madurez, sabiduría y un profundo compromiso mutuo, para fortalecer su unión y proyectos de vida.

Ambos reconocen que el proceso de conocerse y aceptarse como son fue lo más complejo que han vivido, porque, aunque son afines en algunas cosas, también son muy diferentes en otras y el guardar las líneas del respeto, ha sido clave en esta aventura que con el tiempo los ha llevado a ser un gran equipo en muchas áreas de sus vidas y sobre todo a guiar a sus hijos por el camino que vienen construyendo.

De la mano es mejor

El lenguaje de amor que ambos entienden es el de pasar tiempo de calidad y tener detalles el uno con el otro. Las expresiones afectuosas, las lindas palabras, el disfrutar la vida en pareja y en familia, es la forma en la que valoran lo que han cimentado en el transcurrir de su relación.

La pasión se mantiene intacta gracias a que se dedican momentos especiales en el que solo están ellos en su intimidad; sus almas se unen en el propósito de contemplarse, amarse y cuidarse.

Juan Carlos admira de Paola su dulzura, lo dócil en su trato hacia todos y la manera de conciliar con amor. Por su parte, Paola resalta de su esposo la forma de ver la vida y lo centrado que es. Ambos son conscientes de lo compleja que es la industria en la que se mueven, pero el entender lo valioso de lo que han construido, los hace fuertes, tanto que imaginan envejecer juntos amándose tranquilos y felices.

Varias premisas son las que ponen en práctica para darle estructura y magia a su matrimonio: “La continua evolución del crecimiento personal y en pareja, la confianza, el respeto, el diálogo y el valorarnos”, es lo que le cuentan los artistas a ACTIVA.

Saber gestionar los conflictos desde el amor, el respeto y las ganas de superar las diferencias, fomenta en ellos la certeza de ser mejores personas para sí mismos, su pareja y sus pequeños. La llegada de Oliver y Leo fue un nuevo nivel de amor que hizo crecer su relación, que ahora es aún más armónica y sana.

Es normal escuchar a la nueva generación decir que no es necesario este tipo de lazos afectivos, muchos porque no recibieron la mejor versión o ejemplo, y otros porque no les interesa. Paola y Juan Carlos creen que lo primero es aceptarse a uno mismo para luego poder amar a alguien más, de forma completa y comprometida, eso también lo extienden a sus niños: “Como padres les ensañamos a nuestros hijos a amar amándolos”, afirman.

Grandes propósitos

Paola continúa trabajando con su marca de productos de belleza. Juntos están desarrollando una película infantil animada, gracias a la convocatoria que ganaron de la Bogotá Audiovisual Market (BAM), y que han venido trabajando durante un tiempo junto a algunos socios argentinos. Ya tienen personajes y escenarios bastante adelantados y esperan que pronto se pueda ver en pantalla. En cuanto a proyectos individuales, Paola protagonizará una película que próximamente veremos y Juan Carlos una serie para plataformas digitales.

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