La vivienda VIS: Protagonista en el sector construcción del país

La vivienda de interés social o vivienda VIS representa un alto porcentaje de participación en la venta de viviendas nuevas en el país. Según cifras de Camacol, el año 2022 cerró con más de 230.000 unidades vendidas, de las cuales un 72% estuvo asociado a este segmento, orientado principalmente a los estratos 2 y 3.

Este tipo de proyectos se caracteriza por reunir todos los elementos necesarios en términos de habitabilidad, calidad y diseño, en propuestas de venta individuales entre los 135 y 150 SMMLV, lo que equivale, para esta nueva vigencia 2023, entre los $156.600.000 y $174.000.000, donde este último valor corresponde para los entornos urbanos con más de un millón de habitantes.

Para los constructores, los proyectos VIS son una opción favorable por ser más rápidos de vender ante la demanda actual y más ágiles de ejecutar en el caso de edificaciones, por el sistema constructivo tipo industrializado que les permite elevar varios pisos en corto tiempo y por el alcance de los acabados limitado por el tope en costo de la vivienda.

Sin embargo, el sector constructor se enfrenta al alza de las tasas de interés como limitante en la intención de compra de los hogares, al incremento constante de precios en materiales y servicios, los cambios en el dólar y a los avances en la planeación urbana de los municipios. Por otro lado, los compradores se mantienen interesados en esta propuesta de vivienda gracias a la permanencia de los subsidios otorgados por el Gobierno Nacional, a través del programa “Mi Casa Ya”. Con el 16% de incremento del salario mínimo, este beneficio para cuota inicial aumenta este año a $23.200.000 para personas con ingresos entre los 2 y 4 SMMLV. Además se cuenta con el subsidio en tasa de interés de 4 puntos durante 7 años.

El 2023 se proyecta, según Camacol, con una meta en ventas de 250.133 viviendas distribuidas en 177.027 unidades VIS y 73.106 No VIS. El objetivo sigue siendo conservar la política de subsidios, balancear los costos de producción, lanzar proyectos atractivos al mercado, y mantener la dinámica positiva en la generación de empleo y en los indicadores del PIB nacional.