Revista Awen - Número VII

Page 1


AWEN

REVISTA LITERARIA NÚMERO VII OCTUBRE 2019 www.revista-awen.webnode.com.ve revistaawen@gmail.com @revistaawen Revista Awen

EDITOR EN JEFE Jorge Morales Corona @jorgemoralescorona EDITORA ADJUNTA Verónica Vidal @veronicat2727 DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Ediciones Palíndromus @edicionespalindromus PORTADA Emily Suarce

■ Los textos e imágenes que acompañan este número no pueden ser reproducidas bajo ningún motivo sin la autorización del propietario. El copyright pertenece a los creadores.


las mañanas de Aurora

POR VERÓNICA VIDAL

03 Las mañanas de Aurora son efímeras, cada tono es un rostro desconocido para el día siguiente. Cada día anterior, un tono que no regresa. En su lírica no hay hijos puros, hay versos con tonos violetas, algunos pardos. Dos o tres rojos que queman en la memoria y no se borran de la piel Aunque jamás leamos el poema de nuevo, se estampa con la voz del viento. Existen versos que no tienen tono, pero están tan bien narrados, que se tocan con los dedos. A veces traicionan, brota una espina de la letra y sangramos. Entonces ya Aurora no es leída ni recitada. Ella nos (d)escribe en una mañana que no se parecerá a ninguna antes ni después.

Ahora son colores, beso de azul y sol, que son ásperos o suaves o lisos; secos o ardientes, que nos robaron una gota roja o clara cuando llegaron a nosotros y que entre sí no se parecen pero siguen siendo versos que se ríen al pensar que entre hermanos no se narran, pero simplemente son ensayos de un escritor apagado por el viento como vela que lleva el fuego.


AWEN

04

Esteban Conde Joan Manuel García Lisardo Suárez Ronald Sichacá R. Angélica Guevara Estefania Marchitelli Pilar Salgado

06 10 14 20 24 28 34


AWEN

05

Daniel Frini María Eugenia Catoni Rafael Calle Diego Baigorri Jorge Ávila Eduardo H. Jaramillo Roxana Escalante Juan Calzadilla

36 38 44 48 54 58 64 70


Es te ba n Co n d e


BIOGRAFÍA

(España, 1944) Licenciado en Filología Románica por la Universidad de Barcelona. Profesor de Lengua y Literatura española jubilado. Autor de libros de texto y de creación literaria: La lectura y la redacción, Agua vivida, El jardín secreto de Don Quijote, El camino diario, La dura vida amada, En el cristal del tiempo, Cuando la infancia es siempre, Estos octubres… Posee, entre otros, los premios Boscán, Calasanz o Ciudad de Montoro de poesía, y el Chiscón de cuentos. Colabora en revistas culturales y literarias de España y América. Aparece en numerosas antologías poéticas. Escribe prólogos y presenta libros. Uno de sus blogs más conocido es escribiradiario.


Sólo los novelistas buenos entienden por qué eso es así. Dios escribe la realidad; el novelista la inventa. De otro modo: Dios escribe vida; el novelista, ficción. Caperucita se salió del sendero de su bosque y se encontró en otro lugar del bosque con Alicia. Algo no iba bien. O Perrault se compadeció de la niña cambiando de golpe el lobo por el conejo. O Lewis Carrol quiso de repente cambiar la suerte que tenía su protagonista y la puso a prueba para ver cómo lograba burlar los colmillos del

lobo. Hay una tercera opción: la tradición popular se cansó de tanta ñoñería y echó al ruedo de la perdición a las dos muchachas confiando en que la astucia innata de la infancia las hiciera capaces de salir airosas de los peligros que las rodean. En un mundo como el de hoy hasta los más pequeños saben cómo hacerlo. Tampoco hay que insistir demasiado. Bailan y bailan las medusas en las olas con la música eterna del mar hasta agotarse; finalmente, sólo quedan sobre la arena sus faldas hawaianas. Tras vivir junto a su amada la sensación vivísima de un momento único en la playa, el cerebro y el corazón del poeta unieron imperiosamente sus respectivas capacidades para identificar con palabras la emoción sentida. La atención y la búsqueda de un rato intensísimo en que el poeta no vivía otra cosa, dio a luz este verso: »Besa süave la brisa tu blusa…« El esfuerzo mental, sin embargo, había sido tan agotador que, el poema recién comenzado se quedó tal cual, sin continuación, temblando en ese extraño endecasílabo (diéresis en la tercera sílaba) surgido de una aliteración que intentaba imitar un fenómeno físico. La diferencia entre la labor narrativa y la labor poética es mayor de lo que se piensa. Mientras el novelista siempre está dispuesto a dar una nueva versión al relato que está escribiendo y, de hecho, muchas veces suele utilizar el material narrativo

R EL ÁNGRAFOS

8

El novelista, pese a tener bien pensada la trama de su relato, no puede evitar casi nunca que alguno de los ingredientes narrativos que combina en su obra no salga como había planeado. Unas veces es el espacio donde se mueven los personajes, el cual intenta explicar y justificar su comportamiento según sea sórdido o saneado, opresor o liberal; otras, el tiempo que regula y ordena las acciones de los personajes según la lógica o la importancia de las mismas; y otras veces, son los propios personajes quienes se rebelan contra los designios de su autor atendiendo a las situaciones que el propio argumento, con sus causas y efectos, va creando a su paso. De ahí que, en ocasiones, el novelista se lamenta de que en su quehacer literario no sea Dios, que siempre en su terrible omnipotencia tiene bien atados los destinos de sus criaturas desde que nacen hasta que mueren y nada pueden hacer para evitarlo, salvo el adelantar su propia muerte con el suicidio voluntario, que a veces falla también, lo que da la razón al verdadero Novelista de la Vida.


9

con que cuenta, el poeta no puede disfrutar de esa opción. El material poético que intenta modificarse sólo puede provocar dos situaciones: que el poema resultante sea irremisiblemente otro o que se deseche totalmente y pase a alimentar las papeleras del olvido.

Las medusas muertas sobre la arena me recuerdan implantes de senos desechados. Es más: un pensamiento atroz ha venido a mi encuentro. De repente todas las bañistas, oprimidas por la silicona que rellena sus senos, se han desprendido del relleno, y el mar en sus vaivenes lo ha depositado en la orilla.

El novelista clásico se parece a Dios. La obra creada por él explica su existencia. El Quijote justifica la existencia de Cervantes. La existencia de Dios está patente en la perfección del universo. Para siempre uno y otro hablarán en sus respectivas creaciones. Para bien o para mal.

Míster X no es Míster X. Tiene nombre y apellidos. Y un domicilio. Y una familia. Y un trabajo. Y alguna que otra afición. Y algún amigo. El novelista así lo tiene consignado en varias de sus múltiples fichas. Adelantamos su nombre porque es muy significativo: Bonifacio Toro Manso. El hombre nunca rompió un plato en su vida y todo lo que hacía parecía estar santificado; de ahí que el nombre de Bonifacio le viniera que ni pintado. En cuanto a sus dos apellidos, quedan claramente justificados en la novela. Sabido de toda la comunidad era que apenas podía entrar por la puerta de entrada del edificio por la envergadura de los cuernos que su mujer le había puesto años atrás con el administrativo de la Notaría del pueblo. ¡Pobre, hasta la X de su primer nombre presenta cuernos en los cuatro puntos cardinales!

El primer verso marca el ritmo y la medida de los demás que formarán con él la estrofa, en primer término y, finalmente, el poema. De ahí que sea tan importante acertar con el que abre la composición. Aunque, claro está, también puede suceder, como hemos visto más arriba, que todo se quede en el arranque. En la playa, por unos minutos, mientras pisaba las huellas de quienes me antecedían en el paseo por la arena mojada de la orilla, he notado que tenía pensamientos y figuraciones impropias de mí, como si de las pisadas ocupadas por las mías subieran las ideas y los pensamientos de sus dueños piernas arriba hasta alojarse en mi cerebro. Ha sido una sensación horrible como si yo, en vez de ocupar, estuviera siendo ocupado por personalidades diferentes. Menos mal que el oleaje, al borrar las huellas que esperaban con ansiedad mis pies, borró también de golpe el aluvión de pensamientos ajenos que, por minutos, habían poseído mi mente. Aliviado, apreté con ternura la mano de mi mujer, que caminaba a mi lado. Me miró con sorpresa y me preguntó qué me pasaba. Le contesté: »Nada, querida; figuraciones mías.«

Viendo que no llegaba Caperucita por el sendero del bosque, y a la que acechaba detrás de un árbol desde horas atrás, el lobo empezó a aullar desesperado. Se veía ya sin papel en el cuento que Perrault había tramado para él. Por eso, sin dejar de aullar, pidió desde lo más hondo de su desgraciado aunque perverso corazón que al menos Rodríguez de la Fuente le diera una pequeña oportunidad en su programa de televisión, aunque fuera corriendo por las solitarias cumbres de la Sierra de la Culebra, enmarcada su oscura silueta por la amarillenta luz de la luna. ҉


J oa n M a n u e l G a rc í a


BIOGRAFĂ?A

(Venezuela, 1990) Editor de la revista Madriguera, colaborador con el consejo editorial de el Perro y la Rana del estado FalcĂłn, organizador y fundador de la Feria Falconiana del Libro (FEFAL), mantiene el blog personal joanmanuelgarcia.blogspot.com


11 Se escribe una página y se queman cien, se ensayan frases, se lee, se relee, los diálogos se leen con propia voz, se buscan imperfecciones, se desecha el exceso barroco porque no hay que parecer demasiado sofisticado o snob, se desechan lo mamarracho porque no se quiere parecer un vulgar. Tolstoi decía que si no te gustaba lo que habías escrito esto no tenía remedio y tenías que desecharlo todo, por su parte Hemingway dejaba las páginas a medio escribir para tener de dónde empezar, Liendo habla de que hay que nutrirse, que un escritor debe ser un lector. Alguna vez el escritor conoció a Jacqueline Goldberg sentados en una librería, ya pasaban las horas más claras del día, ella decía que no concebía la literatura como un panfleto y además entendía al libro como un todo.

12

Hoy el escritor recuerda todas estas cosas mientras escribe, su estilo atiranta el sueño, es el limbo. La próxima página ha de decir lo que no se ha dicho, ha de completar las ausencias, tiene que armar el mar del tiempo, la cercanía de esta tarde amarilla que sucumbe en el crepúsculo, el mundo confluye en un segundo. Alguna vez Borges dijo que el oficio de escritor no tiene horario y esto es cierto, se escribe desde los sueños, desde la nada, desde la imprecisión del tiempo que se avecina, por el movimiento de las palabras que no se han dicho, el latido del ser se contrae en el deseo y se expande en la voluntad, catarsis de la pasión literaria, metástasis de la soledad. Hay quien dice que Sábato escribía para liberar demonios, mientras que para Borges era un acto de felicidad. Para el escritor hablar de María es una fusión de aquellas sensaciones, María era el ser que es, el ser está por encima del pensamiento común, a veces es inevitable crear un personaje complejo, y de no ser así se suministran situaciones complejas que enriquezcan al personaje, pero esta vez no, el personaje se ha elevado por encima de él, tiene vida propia. María no podrá ser obligada por él, nada que no desee, ha alcanzado el albedrío que el escritor se había propuesto, pero ahora el escritor se atemoriza, como un dios que dejó una criatura peligrosa en el Edén y no los normó, silvestre, María puede andar desnuda y descalza por su mente. ҉


»HAY QUIEN DICE QUE S Á B A T O E S C R I B Í A PARA L I B E R A R DEMONIOS , MIENT R A S Q U E PARA B O R G E S ERA U N ACTO DE FEL I C I DA D «


L i s ard o S u รก rez


BIOGRAFÍA

(España, 1970) Se amparaba antes en la discreción de los seudónimos para escribir, pero ahora firma con su verdadero nombre casi siempre. Sus trabajos de narrativa breve han recibido más de un centenar de reconocimientos en diferentes concursos, convocatorias, certámenes y antologías. En el apartado de revistas literarias, ha sido seleccionado para colaborar con Visor, Narrativas, Canibaal, Extrañas noches, El Narratorio, Monolito, Sinestesia, El Callejón de las Once Esquinas, Ibídem y Blanco móvil, entre otras.


Los gurkas, de origen indio y carácter guerrero, se asentaron en Nepal hace muchos siglos sin que nadie pudiera oponerse; solo fueron detenidos por el poder colonial británico.

16

Una misión sencilla: reconocer una colina, perdida la noche anterior, con la intención de reconquistarla; pero siempre se complica todo al entrar en contacto con el enemigo. El pelotón, al mando de Gurung, recibió fuego japonés. Fueron derrotados por los británicos a comienzos del siglo XIX, pero los contrataron como mercenarios para luchar contra todos los adversarios del imperio en Asia. El pelotón no podía retirarse. Además, un francotirador disparaba sobre ellos. Los gurkas pelearon en la Primera Guerra Mundial, en Europa y en Oriente Próximo. También han combatido en las Malvinas, los Balcanes, Afganistán e Irak. Días antes, Bhanbagta Gurung tenía el rango equivalente a Cabo; fue degradado tras una misión de reconocimiento fallida. La orden fue de un oficial inglés, pero culpó al gurka: menor rango, menores ingresos, menores posibilidades para su familia en Nepal. Nepal es uno de los países más pobres del mundo. Tres cuartas partes de su población sobreviven con menos de dos dólares. Solo una quinta parte sabe leer y escribir.

PRODUCTOS DE EXPORTACION: UNA MUESTRA COMERCIAL

Fue un lunes, aunque no importa: en combate todos los días parecen lunes o algo peor. Hoy Birmania no es colonia británica, se llama Myanmar y allí se libraron combates muy duros durante la Segunda Guerra Mundial. Era cinco de marzo de 1945; tampoco importa: en la guerra solo interesa sobrevivir, sea el día que sea. Bhanbhagta Gurung tenía veintitrés años.


El francotirador causó dos bajas. El fuego desde la colina arreciaba. Imagino que en la cabeza de Gurung luchaban el deber y la sensatez: una bala podría ser lo menos importante para él y, a la vez, lo más crucial para su familia. Cuando estalló la guerra en 1939, se alistó y su sueldo fue el único ingreso para la madre viuda y la joven esposa que dejó atrás. Pasó a ser una muestra más de un bien valioso y demandado: el soldado gurka. Gurung se puso en pie bajo fuego enemigo, apuntó con calma y mató al tirador.

17

Al ejército británico se incorporan, por lo general, menos de doscientos reclutas gurkas cada año. Se suelen presentar unos siete mil candidatos, pero han llegado a ser setenta mil. El proceso, además de probar conocimientos en varias materias, tiene pruebas físicas que incluyen una carrera de cinco kilómetros cuesta arriba en fuerte pendiente, con veinticinco kilos a la espalda, a completar en menos de cuarenta y ocho minutos. En fechas recientes han permitido que se presenten mujeres: deberán completarla en el mismo tiempo, pero solo con quince kilos de carga. Muchos candidatos se preparan desde la adolescencia. Gurung ordenó a los que no estuvieran heridos que lo siguieran y comenzaron a subir la colina bajo fuego enemigo. Fueron detenidos a unos veinte metros de la cima. La ferocidad de los gurkas suele ir acompañada de acciones irregulares. Descritos como poseídos o drogados al combatir, se habla de decapitación de enemigos capturados, sodomía en prisioneros o cadáveres y otras circunstancias todavía más desagradables. Volvió a incorporarse bajo fuego enemigo y corrió solo hacia la cima. Encontró un primer foso de tirador: su fusil y un par de granadas acabaron con los ocupantes.

El fusil Lee-Enfield fue el arma de la infantería británica en esa época. El cargador de diez balas calibre .303 y su disparo manual permitían hacer treinta blancos por minuto. Bhanbhagta Gurung atacó otro foso de tirador; terminó también con sus ocupantes. La granada Mills fue un arma simple y segura que los británicos usaron durante las dos guerras mundiales. El modelo 36M era prefragmentado y en forma de piña, con cuatro segundos de retardo controlados mediante espoleta de tiempo asegurada por una anilla. La ametralladora de un bunker se centró en Gurung: sin munición, se encargó de los ocupantes de otros dos pozos de tirador usando sus últimas granadas y la bayoneta. La número 4 Mk II ofrecía veinte centímetros de acero pulido cilíndrico con dos rebajes en los costados que permitían atravesar con facilidad la tela del uniforme. Ligera y fácil de construir, la bayoneta ofrecía gran calidad por un precio económico. Ya sin granadas de fragmentación, Gurung llegó hasta el búnker. Supongo que seguiría pensando en no fallar. Introdujo dos granadas de humo a través de una tronera. La función original de la granada número 77 del ejército británico era crear pantallas de humo y señalizar objetivos. Gracias a sus doscientos veinticinco gramos de fósforo blanco, también tenía uso antipersonal e incendiario: causaba quemaduras químicas hasta el hueso, su humo era irritante y producía toxicidad hepática, renal y cardiaca. Dos ocupantes del búnker salieron para encontrarse con Gurung y su cuchillo. La hoja del kukri tiene unos treinta centímetros de largo. Parece un híbrido de machete con punta y hoz con menos arco;


puede decapitar a una persona de un solo golpe. Dentro del búnker permanecía un soldado japonés con la ametralladora. Como el espacio interior era reducido para manejar el kukri con seguridad, Gurung tomó un trozo de Birmania antes de entrar en la fortificación: terminó el asalto a golpes de piedra. El sueldo de un soldado gurka es, en Nepal, una salida económica que permite mantener con holgura a toda una familia. El de un soldado británico es entre seis y diez veces mayor; además recibe servicios de manutención, sanidad y ayudas de alojamiento.

18

La colina volvió a estar en poder de las fuerzas británicas; testigos mudos de la hazaña, los cadáveres de setenta y seis soldados japoneses. La paga de jubilación de los gurkas era la quinta parte de la de los soldados británicos y el cambio legal que permitió igualarlas no tuvo carácter retroactivo. Los gurkas no tienen permitido, ni entonces ni ahora, residir en territorio británico tras su servicio. El comportamiento de Gurung se citó en la Orden del Día: valor excepcional, completa indiferencia por su propia seguridad, asalto y toma de cinco posiciones enemigas en solitario, ejemplo inspirador para consolidar la victoria. La pluma del despacho oficial no escarbó en las motivaciones del soldado, pero diría que esa nunca es su función. En Nepal hay cerca de treinta mil veteranos que, en muchos casos, sobreviven mediante la beneficencia. Bajo bandera británica han muerto en combate unos cuarenta y cinco mil y han sido heridos tres veces más. Han ganado casi siete mil condecoraciones.

Bhanbagta Gurung recibió la Cruz Victoria en Buckingham de la mano del rey Jorge VI, pisando el suelo de una patria por la que mataba y en la que no podía vivir. La Cruz Victoria es la más alta condecoración militar británica. Desde su constitución, a mediados del siglo XIX, ha sido la recompensa de 1 355 personas. Gurung recuperó su rango de cabo y, al terminar la guerra, volvió a Nepal para cuidar de su familia, en concreto de su esposa enferma. En el ejército británico sirven hoy menos de cuatro mil gurkas; en el de la India, más de cien mil; en Brunei hay un destacamento al servicio del Sultán; Singapur emplea muchos en la policía y diferentes organizaciones privadas los usan como contratistas. Bhanbhagta Gurung fue ascendido a sargento honorario y más tarde, en el año 2000, dieron su nombre a una compañía gurka de entrenamiento como homenaje. Murió con ochenta y seis años, cuatro días antes del sexagésimo tercer aniversario de su hazaña, basada en una gran valentía y, quizá, también en muchas dudas. Sus tres hijos sirvieron en el ejército británico. ¿Tuvieron otra opción sus nietos?҉


»EL SUELDO DE UN SOLDADO GURKA ES , EN NEPAL , UNA SALIDA ECONÓMICA QUE PERMITE M A N T E N E R CON HOLGURA A TODA UNA F A M I L I A «


Ronald Sich a c á R o d rí g u ez


BIOGRAFÍA

(Colombia, 1985) Escritor; poeta, cuentista, y artista plástico. Estudió ciencias de la educación en la escuela normal superior distrital María Montessori de Bogotá (ENSDMM), y obtuvo un grado de Licenciado en Educación Artística de la Universidad del Tolima. Ha participado en talleres de creación literaria de la universidad central: Taller de escritores, y talleres del instituto distrital de las artes (IDARTES): Taller local de escrituras creativas, de donde surgen varios de sus proyectos literarios y propuestas artísticas. Actualmente trabaja como docente para la secretaria de educación del Distrito (SED) en el área de humanidades; lengua castellana y artes plásticas.


22

Todo lo que es ella para mí lo recuerdo más cada diciembre; pero también de enero a noviembre en algún momento sin aviso ni invitación, me llegan como si fueran cartas: su aroma, el sabor de su comida, el sonido de su voz, y su imagen caminando en las tardes; con su delantal de cuadros, su vestido estampado de flores, aves o plumas, su saco de lana blanco, sus medias veladas hasta la rodilla y esos zapatos deportivos que le hacían más fácil las carreras del día, que soportaba sin afanes con la tranquilidad de un ángel que sabe, puede volar. Se levantaba cada mañana aún antes que el gallo, extendía una alfombra en el piso de su alcoba que no era mágica ni servía para volar y comenzaba un conteo melodioso de ejercicios corporales. Se daba un baño con agua fría para refrescar el espíritu y luego de vestirse, la suave y tersa piel de su rostro que no conoció jamás el maquillaje, era alimentada con el secreto de la eterna juventud: crema número cuatro. Luego con un sutil movimiento de la peinilla en su mano derecha, le ordenaba al mar de sus cabellos cortos, como si fuera Moisés, que se dividieran en dos mitades perfectas y casi como si fuera un milagro no necesitaba peinarse sino una sola vez al día. Se colocaba los dientes que dejaba la noche anterior flotando en un vaso con agua para que no se endurecieran y salía con rumbo a la cocina en donde empezaba a preparar todo y nada. Digo todo, porque hacia toda clase de bebidas para el

madrugador inesperado y el habitual: tinto, chocolate, agua de panela y café. Y nada, porque nada podía hacer falta en caso de que algún comensal fortuito apareciera, y como decía ella: —Que la comida no falte, que lo único que no se puede negar en esta vida es un plato de comida —y se notaba—. Preparaba con tal devoción los alimentos que sabía el gusto de cada uno de los habitantes de la casa. Y en los desayunos de manera especial preparaba huevos en todas sus presentaciones: fritos con la yema dura o blandita, pericos con cebolla y tomate o solo tomate, tibios con sal o con ruda, revueltos o batidos. Además, una vez por semana, aunque nadie lo notara, preparaba el almuerzo que a cada uno le gustaba. Y así un día cualquiera, fuera Lunes o Domingo, me servía sopa de colicero, arroz, frijoles, papa salada, carne y huevo frito con un buen vasado de jugo de mango. Los frijoles sin garra, sin zanahoria, sin plátano, sin nada del otro mundo. Esos frijoles que eran solo frijoles, esos frijoles que no he vuelto a comer ni comeré jamás. Cómo recuerdo sus secos y sus sopas, con sus ingredientes para nada secretos: cebolla, tomate, color y sal; ninguno especial de hecho porque el ingrediente más importante de todos, el secreto, ese ingrediente que toda la familia ha querido tener y ya nunca tendrá jamás era ella. Ella: el ingrediente más secreto de todos, porque como ella no cocina en la tierra nadie más, y eso hasta los compradores diarios de pastel de yuca ahora lo saben, ahora que deben comer cualquier otro pastel de yuca que no son preparados por María Tere. Le recuerdo siempre trabajando hasta el último día, dándole vueltas a la manivela del molino. Ingeniándoselas para hacerle zancadilla al centavo que nunca le sobró

MA R IA TERE

En cada Diciembre me entra una nostalgia de esas que te llenan de recuerdos y te brotan por los ojos. De esas nostalgias que te llenan de suspiros y te roban una pequeña sonrisa cuando aparecen en tu mente.


pero tampoco le hizo falta. Con cada vuelta un suspiro que más que cansancio le hacían sentir viva. Como si los años no le faltaran ni le sobraran, en la edad perfecta. En esa edad en la que me llegan sus cartas, tomaba la masa entre sus manos como a un polluelo, la acariciaba y la moldeaba como haciendo un abrigo para el arroz con guiso, la carne molida y el huevo partido en pequeñas porciones. Entonces tomaba a aquel pequeño entre sus manos y como si se tratase del primer vuelo de un ave lo lanzaba al vacío a que nadara entre manteca hirviendo. Luego con toda la calma del mundo los sacaba uno a uno poniéndolos en orden y con cuidado en un canasto, los abrigaba para que el calor no los abandonara y los llevaba a recorrer el barrio en busca del hambre de la mañana.

23

Así es como me llegan sus recuerdos, en pequeñas cartas de memoria con la inexactitud del tiempo, y un juego de palabras incomprendidas y sucesos. Las medias nueves de las diez de la mañana y las onces de las cuatro de la tarde con pastel de yuca y jugo de guayaba. El trasteo de la loza en su palangana de aluminio de la cocina al lavadero. Sus perros, gatos, gallinas, conejos y gallos, que sufrieron también su partida. La flor naranja que solo florece una vez al año y con la que hacia infusiones y cataplasmas para el mal de pecho que nunca volvió a florecer. Sus paseos en las tardes en busca de los suministros de yuca y los olvidos del mercado. El descanso frente al televisor durmiendo la novela y la plegaria antes del noticiero que ahora yo repito como para que nuestras voces se encuentren como antes: »Dios mío en tus manos colocamos este día que ya paso y la noche que llega«. La comida, que más que comida era un almuerzo nocturno y el lavado de los dientes que sacaba de su boca y la hacían parecer un bebe de rosadas encías con los cachetes escurridos. Su larga pijama

y sus oraciones que ya poco practico y que tanto me hacen falta. Lo fácil de su dormir y lo complicado del mío con esa sinfonía de ronquidos y ese cálido abrigo. Así le recuerdo a ella con los días que parecían eternos, con tantas y tantas cosas que hacía cada mañana y que parecían comenzar de nuevo aún antes de salir el sol. Esa es la magia que tiene María Tere, que me envía cartas sin saber escribir, que me deja sentir su aroma, su suave piel, y el sabor de sus alimentos sin que ella esté. Porque día a día me dio de sus diarias cartas que guardaba, sin saberlo yo, en el buzón de mi mente y mi corazón, para que cuando le recordara cualquier día del año las leyera y le pudiera ver. ҉


AngĂŠlica G u eva ra


BIOGRAFÍA

(Venezuela, 1996) Estudiante de Educación mención Lengua y Literatura en la UNEFM. Participante del “Encuentro Jóvenes Creadores” en el año 2014. Dos de sus poemas aparecen en el Vlog “Espejismos del trópico” con la dirección de Daniela Nazareth. Organizadora de actividades culturales y literarias: Boleros a media luz (2017), Almuerzo desnudo (2017), y Esta vez no sangran (2018). El círculo de lectura entorno a Mujerícolas (2018). Fue primera finalista del concurso de poesía “Ecos de la luz” (2018). Actualmente forma parte del equipo editorial de la www.madriguera.com.ve Correo: aaga.suos.96@gmail.com Twitter: @Ar_Aiuola


Primero fue la Luna, ¡qué osadía la tuya!, luego fueron estos entes que tanto nos importan en nuestras vida (vaya recordé a Calzadilla, ese poema que justo leí hoy, y como no quiero andar inventando porque el libro lo tengo al alcance...) »Comienzo de partida El camino se recorre a sí mismo No eres tú el que lo recorre.

26

Tú te recorres a ti mismo Así camines de arriba abajo Dejando atrás fronteras puentes Cuerpos alegrías y penas. Claro Que no debes hacerte ilusiones Pensando en que parte retornas. O que abres camino. Éste comienza y termina en ti mismo Y recorrerte es todo lo que haces« Es decir, la culpa no es de más nadie sino mía, y de mis recorridos que apenas he comenzado a dar, con qué descaro insulté a mi Luna a veces, pero así, después de todo son algunas relaciones, y yo, bueno, la amo, no es adoración. Que quede ese aspecto bien claro. A ella, la amo las siento, la palpo. ...

INTIMIDAD

Imagínate Angelica, que la tal Angélica con su tilde venga a colocarnos un orden, qué creída, se está tomando la tilde muy literal, la hace lucir más elegante, pero no le da total derecho, de inmiscuir sus conflictos literarios acá, es por culpa de ella, se acabó; se acabó eso de andar culpando a todo el mundo.


He de ofrendarme/ con ingenuidad/ ante la plateada luz de luna/ amar ambiguamente/ la entrega terrenal/ y su diáfano resplandor ... Por supuesto, ella no puede darse el lujo de estar con una simple mortal, con alguien tan insípido, tan terrícola, pero me basta mirarla, para desquiciarme, sentir que me quiere, que nos queremos. Pero mira hacía donde me llevas, a esas cursilerías que a ti te gustan, ya he hablado contigo, y sabes; sabes y me duele terriblemente, esto no puede ser, así que vete, porque este espacio hoy, no será para ti mi hermosa y querida Luna. Anda, ve con tu inmaculada figura y deslúmbrame otro día, pero no hagas que me desnude más contigo. ҉

27


Es te fa n i a M a rch i te l l i


BIOGRAFÍA

(Argentina, 1981) Poeta y guionista asentada en Ciudad de México desde 2014. Publicó su poemario Lugares comunes de otros anversos en 2014 en México. Ha participado en las antologías de poesía Juárez poética (2012), Versos al viento V (2014), La otra piel (2014) y Nubes de mármol (2017). Ha escrito más de treinta guiones de cortometrajes y teatro que han sido producidos en Argentina, México, España y Colombia. Prepara su próximo libro titulado Habitáculos (del cual se desprende este texto).


Querido amigo, Te he visto después de algunos años y puedo decir que nada ha cambiado. El capricho sigue alimentándose, tal vez de la esperanza de lo que pudo ser o de esta necesidad que tengo de inventarte a través de la escritura.

30

Dicen que los reencuentros verdaderos suceden en otras vidas, pero a lo que se refiere la gente es que uno cambia. Uno debe cambiar. Por eso me sorprendí al saber que ya no eres el mismo con el que hablé la última vez ni soy el mismo que recibió el año nuevo contigo abrazados a una botella de whisky. Pero más allá de ello, nuestro reencuentro significó un tifón dentro de mí. Vamos a bailar una de Chavela Vargas, vamos a ‘esgarrarnos las gargantas con este tequila. Por cosas de la vida te cambiaste de religión y cuerpo pero conservaste el carisma. No te reprocho lo de la religión, yo más bien me desligué de toda doctrina religiosa luego de que Dios me dejara solo. Creo que las decisiones que tomamos van seguidas de esa esencia amarga del tal vez. Para nosotros siempre hubo un tal vez y aunque yo tenía más certeza que tú en lo que sucedía, ahí quedó latiendo esa parte de realidad, deseo y juego que poco a poco nos fue confundiendo; incluso cuando leo esos poemas que me regalaste en el Zócalo tras un beso. Hay un haikú que me escribiste (y que hasta ahora entiendo):

«El gorrión

vuelve al nido

cuando la lluvia se acerca»

Definitivamente ya no eras el mismo hombre que escribió aquellas palabras. Ahora éramos un sinsentido. Te confieso que el primer dolor que sentí fue al ver la marca de otro hombre en tu cuello. Apenas pregunté el por qué reconocí una sombra amarga en tu mirada. «Hay un hombre en el corazón / una tregua que deshace / todo participio de la combustión / de mi guitarra y tu impasse». Ándale, cántame la estrofa al oído. Conociste a alguien

L A S COSAS BELL AS

Domingo, 02 de septiembre de 2018


y volviste a participar en el ciclo impersonal y destructivo que me hizo alejarme de ti. Por obvias razones, y sin que me lo dijeras, saliste herido. Tenías una oportunidad de viaje con él. Se habían conocido hacía menos de 48 horas y ya habían planeado un viaje, él quería ser tu novio y, si acaso, comprometerse. Mañana viajo a Venezuela, a la FIL en Caracas. ¿Te quieres venir conmigo? La desesperación, supe anoche, nace de vernos solos y viejos, como si la vida dependiera de la compañía. Él es un hombre casado y tú estás soltero. Él dice que va a dejar a su esposo, que ya no es lo mismo, que la relación no funciona y aún con todas esas mentiras sentiste que tenías que irte de viaje con él solo porque coge rico. La compañía no es lo mismo que una eyaculación. Ahí pensé en el título de una famosa película española que se parece tanto a tu vida: ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?

31

Sinceramente me detesto por seguir en la esperanza, por ser del sexo débil y esperar las consecuencias que nunca llegan. Desde que mi familia lo sabe me siento un hombre que puede sentirse frágil y amar. Cántame la siguiente estrofa. La literatura me ha salvado de mucho, pero nada me prepara para olvidar el pasado. El horóscopo dice que eso es lo que debo hacer para seguir con mi vida pero me rehúso a dejar atrás los momentos en los que fui feliz. Gracias a ti anoche lo volví a ser. ¿Cuándo vuelves? Quiero hablar contigo. Me urge. Con tus palabras pude reconocer que seguías sufriendo la soledad que había sentido en ti la última vez que nos vimos. Me dijiste que te enamoraste pero nunca tuviste una pareja. Yo sí las he tenido pero tú sigues en ese espacio del pasado resonando una vez más. Tal vez yo sea el hombre de tu vida y tú el mío. Pero todo se queda en ese tal vez. Los años nos han costado pero aquí estamos. ¿Recuerdas el viaje a Morelia? Me dedicaste un poema y un beso. ¿Por qué me besaste? Antes eras una bruma y anoche te hiciste de piedra frente a mí. Nuestros amigos comentaban, tú lo hacías con naturalidad y yo desde mi secreto. Quizás ellos todavía no se habían enterado de que me gustaban los hombres, que había renunciado a la querencia de dos mujeres por elegir la de una persona de mi género. Quizás ellos no se habían dado cuenta que era un cobarde; que, a pesar de los más de ocho años que nos conocíamos, no había tenido la valentía, como la tuviste tú, de darles cara y decir a quién amabas. El poema fue una suspensión de mi juicio, el beso: una forma de postergar el desenlace. Te agradezco por compartir conmigo en mi penúltima noche en la ciudad. Fui feliz pero me faltó tiempo. La amistad es un símbolo de fuego que llevo grabado en el pecho y que escuece siempre. El licor que bebimos nos llevó hasta la cima para luego dejarnos caer. Tú con tus labios, yo con mi resistencia. Tus labios sabían a otro hombre, a delirio etílico. Enfrente de todos, te sentaste en mis piernas y me besaste. Como en Morelia, a veces pienso que contigo viví dos vidas: la del hombre y la del poeta.


Rompiste las barreras y me besaste como lo habías hecho la última noche que nos vimos, en ese año nuevo que recibimos besándonos en presencia de mis padres (aunque ellos, imagino, no se dieran cuenta). Me besaste con ganas… pero ganas de juego, de la confianza de los años. Eso me hirió. Ya quita a Chavela, mejor vayamos a dormir. Y a pesar que, como apuntó uno de nuestros amigos, para los homosexuales un beso no significa nada; mi condición dicta que un beso es el traspaso de aliento más fuerte que puede recibir un ser humano. Vivimos dos vidas: la del poema y la del silencio. Me condenaste a la última. Llámame blando, como quieras, pero es así. Un beso significa mucho y siento mis labios haber sido destrozados por la indiferencia. Un hombre siente, hace daño. Al amanecer, mientras caminaba en dirección a la casa de mis padres, tuve ganas de llorar. Por ti, por mí, por el tal vez. Estaba borracho, amanecido de una noche de altas emociones y seguro no te volvería a ver en mucho tiempo. Apenas me abrazaste fuerte y tomaste el taxi te comencé a extrañar. No volveré a Ciudad de México, me he enamorado de un poeta de acá.

32

Debo volver a casa en la tarde de mañana y solo me queda el recuerdo, ese que arde y destruye. Ese recuerdo que solo lo habitas tú y mi oprobio. Espero verte pronto. Que sean felices, no te olvides de escribir(me). Hoy leí lo que me escribiste. Tú fuiste la tormenta. Creo que es hora de confesarme no solo contigo sino con mis otros amigos. Por eso te escribo; porque, parafraseando a Ramona en un filme de Sorrentino, nosotros no estamos hechos para las cosas bellas. Te quiero y te extraño. Daniel


» N U E S T R O REENCUENTRO SIGNIFICÓ UN TIFÓN DENTRO DE MÍ. VAMOS A BAILAR UNA 33 DE CHAVELA VARGAS, VAMOS A ‘ESGARRARNOS LAS GARGANTAS CON ESTE TEQUILA«


Pi l a r S a l g a d o

BIOGRAFÍA

(Perú, 1972; Nacionalizada en Venezuela, 1980)

Es Artista Plástico e ilustrador. Taller Libre de Artes, Barlovento 1990-1991, técnicas de dibujo y grabado con Maigualida Espinoza. Escuela de Artes Plásticas Tito Salas, Estado Falcón, 1991-1992, técnicas de aguada y dibujo con Emilio Peniche. Docente de artes plásticas desde el año 2005 con experiencia en los tres niveles educativos. Exposiciones individuales y colectivas. Contacto: pilaimargarita1972@hotmail.com


©2019, Pilar Salgado. Serie Poesía


D a n i e l Fri n i

BIOGRAFÍA

(Argentina, 1963) Es artista visual, ingeniero y escritor. Como artista visual participó en varias muestras individuales y colectivas. Su obra »Bonjour tristesse« obtuvo el 1er Premio del III Concurso Microrrelato Ilustrado Universidad de Jaén. Anteriormente colaboró en esta revista, en su quinto número.


Š2019, Daniel Frini. Bonjour tristesse.


M a rí a Eu g e n i a Ca to n i


BIOGRAFÍA

(Venezuela, 1953) Estudió medicina hasta séptimo semestre. Incursionó en Artes: talleres de pintura, narrativa y poesía (1982-2016) con escritores y artistas de la plástica nacional. Miembro de AVAP. Ha publicado: Primer mordisco (editorial El Pez soluble, Caracas 2015). Ha formado parte Antologías de cuento y poesía en Letras con Arte (España 2018-2019). Poemas y pinturas en prensa y revistas nacionales e internacionales. Múltiples exposiciones nacionales e internacionales de su trabajo visual plástico. Ha recibido premios en Salones Nacionales de pintura en varios estados del país. Recibió el Primer Premio de Poesía Utopía Centro de Arte (Guárico, 2019).


Š2019, Maria Eugenia Catoni. Serie sobre la cuerda roja I.

40


Š2019, Maria Eugenia Catoni. Serie sobre la cuerda roja II.

41


Š2019, Maria Eugenia Catoni. Serie sobre la cuerda roja III.

42


Š2019, Maria Eugenia Catoni. Serie sobre la cuerda roja IV.

43


Ra fa e l Ca l l e

BIOGRAFÍA

(Ecuador, 1991) Es Licenciado en Artes Visuales. Tiene afinidad por la pintura y los murales. Como investigación de grado, realizó el mural cerámico Cosmogonía Andina para la comunidad de San Rafael de Sharug, a partir del estudio local, la iconografía ancestral cañari-inca, como elementos culturales que trascienden. Para obtener aportes de la comunidad, realizó diálogos y mingas comunitarias. Exposición en Casa de las Culturas de Latinoamérica en (Berlín, Alemania) 2019. Trabaja en la creación de una cabaña autosustentable, en la provincia del (Cañar, Ecuador) 2018-2019. Mediador Artístico en la XIV Bienal de Cuenca (Cuenca, Ecuador) 2018-2019.


©2019, José Rafael Calle - La serpiente galáctica del sur 2.


©2019, José Rafael Calle - La serpiente galáctica del sur.



Š2019, Diego Biagorri - Pan Americano

Diego B i a g o rri


BIOGRAFÍA

(Argentina, 1984) Desde niño ha desarrollado su creatividad a través del dibujo, música, literatura y programación, realizando sus primeras exposiciones artísticas y publicaciones gráficas a corta edad. Publicó de forma online dos libros, uno de ensayos y otro de narrativa, cuentos infantiles, un puñado de álbumes musicales y ha participado de antologías poéticas internacionales. Entre 2006 y 2012 fundó y coordinó un grupo cultural multidisciplinario de concientización social y una revista con el mismo perfil. Sus obras han sido expuestas, formando parte de catálogos locales, en Paris, Nueva York, Londres, Roma, Barcelona y Dubai, entre otros lugares.


Judith Butler

Lunes Era invierno, el pronóstico en el celular daba noticia de que las nubes taparían completamente la visibilidad del cielo. Al llegar al parque quité la mirada de la vereda —vainillas rosadas, bicisenda, hombre, árbol— y apagué la música para pensar en mudarme a las estrellas: Capella, Polar, Casiopea. Una vez más las probabilidades estaban equivocadas; engaño, ceguera, libertad. Ellas estaban allí.

50

«Predecir es generalizar», negar la singularidad de la vereda, de la música, de las estrellas. Generalizar es negar mi expresión más allá de aquel límite impuesto por los casilleros que, en su vacío, esperan una tilde para desmigajarme como pan en plaza; paloma es llana. Yo también. Damián. 24 años. Mujer

como puño de tormenta en el mar,

como velero en espátula expresiva;

explosiva.

Soy mujer;

no necesito

ovarios, pollera, peineta, cartera,

tacos, maquillaje;

solo resistencia.

Soy resistencia.

Sale el sol. Mi pareja me dice que no diga esto en público. El del escritorio me dice: —Señor, ha puesto mujer en el cuestionario… —Y usted me ha creído equivocada. —… —perplejo; nubes, calma. Me voy. Mi pareja me dice. Dice que no diga.

Soy; resistencia.

PA N AMERICANO

«El género se construye culturalmente»


Resistencia es femenina. Yo también. Son las once de la noche, el viento volvió a tapar las estrellas, el pronóstico era acertado; asertivo y vitoreado. Enciendo otro cigarrillo antes de dejar de fumar. Para siempre. Las luces están prendidas, intermitentes; las gotas en mis ojos hacían ese hermoso efecto de desenfoque de los cuadros en el vestidor de aquel hotel. Algún hotel. De seguro tienen un cuadro así. Los habrán visto. Claro, cuando los vi, mis ojos no tenían gotas y seguramente me acordaba el nombre del efecto. Vuelvo a fumar; impotencia.

> Hola Damián, ¿dónde estás? 10.39 am.

> ¿Podés responder un mensaje? 7.26 pm.

No había emojis. Debe ser mamá. Mamá no sabe usar emojis, ella siempre pone caras de risa creyendo que es llanto. Yo también.

Martes

51

Voy a dejar de hablar en femenino. También en argentino. Voy a decir móvil, cometa, carretera, piña. Piensan que voy a usar cartera; pienso, no voy a poder evitar la sonoridad del a-na-ná. Sonrío; tengo frío. La forma en la cual interpretamos al mundo lleva a desarrollarnos como individuos y sociedad. Comprendemos la realidad y entorno a través de algoritmos, variables y patrones organizados en lenguajes de construcción yuxtapuesta, empilada. Al ser un individuo social, hago decodificable tanto la interpretación de frío como mi género. No hay mayores diferencias. Cada vivencia, en menor o mayor medida, deja su huella en nuestra memoria, formando nuestra psiquis, pudiendo generar reacciones recurrentes ante estímulos, perceptivamente, semejantes. Tal vez por eso mi pareja se resiste a mi resistencia.

Miércoles No hubo miércoles.

Jueves Hoy es 15 de junio, tras apagar el despertador a la cuarta repetición, resuelvo salir de la cama. Resulta que hubo un miércoles. Fue ayer. Lo noté ya que, todos los miércoles, pasa el afilador, siempre a la misma hora. Como ayer. Hoy no pasó.


Cerca de las dos de la tarde bajo las escaleras y me subo al colectivo. No pisé líneas en la vereda, salté desde el cordón. Cambio escaleras por escaleras. Unas de mármol, y el colectivo, vacío. Al llegar al trabajo tengo que acomodar papeles. Me pagan por acomodar papeles. A todos nos pagan por acomodar papeles. Me tomo dos cafés, el segundo para calentar el cuerpo. Mi viejo tomaba Legui. Nadie había notado que ayer no vine a la oficina. Yo tampoco. Viernes Mis ojos se abren y cierran como el grifo entre caída y caída de la gota que no me deja dormir. El agua es el párpado. El vacío, mío.

Aserrín, aserrán,

Los maderos de San Juan

Podía escucharlo mientras tipeaba. Todos lo escuchábamos. Nadie lo dijo, nunca. Pensé que esta semana iba a ser diferente. Siempre pienso que la semana va a ser diferente. Lo noto en la comida, que siempre sabe igual, sin importar cuanto lo piense o imagine, el sabor es el mismo. También el saber, y la gota. Sigo comiendo. No logré desentrañarlo. Ni extrañarlo.

52

> Hola Ma, voy a comer, esperame tipo dos. 12.01 pm.

Siempre sabe igual. Siempre. ҉


»L A FORMA EN L A CUAL INTERPRETAMOS AL MUNDO LLEVA 53 DESARROA L L A R N O S C O M O INDIVIDUOS Y SOCIEDAD«


J o rg e Ă v i l a


BIOGRAFÍA

(Venezuela, 1976) Es un escritor y profesor en Ciencias sociales, dedicado a la docencia por más de 18 años con post - grados e investigaciones en el área. Desde temprano se ha desenvuelto en la escritura de ensayos relativos a la literatura, así como en la redacción de cuentos y poemas. Ha publicado en revistas nacionales e internacionales de Venezuela, Perú y México, por ejemplo el # 2 de la revista Áspera Fanzine (Guadalajara). Actualmente ha escrito para las Revistas Digitales Nocturnario, Palabrerías y Monolito (México), Íkaro (Costa Rica), Zur (Chile), Íbidem (Perú) y El Narratorio (Argentina).


1

La lluvia

me estremece

me besa

me hace

temblar las fibras

2 # (mece)

llovía tres meses sábeme sé, amé rabias

3 La lluvia en tres me estremece, sabe que me besa; me hace amarla, temblar las fibras de las liras. 01 de junio. »Matar una plaga que se ha llenado de ti no es un crimen«. * Estas notas las hallé escritas en el cuaderno del amante de la lluvia, un hombre que todos los inviernos hacia desastres con sus manos, sembrando, escribiendo, trabajando y quién sabe qué otras cosas que no quiero ni siquiera enumerar. Amaba el agua caída del cielo como a su propia madrecita y, él mismo me lo contó, no había tristeza que le quitara ningún gozo, ni siquiera de una gota de un invierno. Se gozaba todo, con los ojos, con los labios, los oídos, los pies, las manos, la piel, el pecho y que el pene le hacía cosquillitas en el glande. Se estremecía con el barro, los retoños, las aves que llovían de abajo hacia arriba, las flores que se pintaban sobre un fondo verde, las nubes, los matos, los mosquitos, etc, etc, etc. Él no odiaba el verano, sin un vaporcito de calma, pero la estación de su alma era la de los aguaceros. Un día, tres de junio, lo recuerdo clarito, un lunes cualquiera, encapotado y nublado, cayó el primer chaparrón diluvial. Llovería como unas seis horas seguidas desde la madrugada, tan fuerte que su casita se inundó.

CEPILL AND O A L A AMAN TE RELIGIO SA

56


Menos mal poseía unas botas de plástico, de esas andinas, un sombrero y un saco impermeable que se apertrechó encima. 05 de junio. El maíz sembrado nació. Comprendí que para amar hay que empaparse, me empapé. Tuve que cargar sobre mí el peso de los ojos de mi amante. * »¡Chass! ¡chass! ¡chass!« Los cepillazos no cesaban para desaparecer los ríos que serpenteaban hacia su casa, encharcados por unas grietas mal tapadas. Y mientras más vaciaba charcos menos amainaba la lluvia. Así que dejó de amar a su amada por un desesperado mediodía, que le pareció un invierno, pues mientras más cepillaba y cepillaba más la lluvia lo inundaba mandándole torrenciales arremetidas. Bañado como andaba comenzó a sudar como un pollo horneado porque temía que su hogar se ahogara en aquel mineral crecido.

57

Se olvidó que amaba. Había tantos charcos, tantas torrenteras, tantas gotas y ventiscas, tantos tanques y acequias reventadas que no se detenía a amar, no le daba ni un segundo para extasiarse de lo preocupado, así fuera por una desnuda gota cayendo desmayada por una teja. Por fin el temporal se calmó quedando aquel frío, en las paredes y en los pisos, en los patios y en las hojas de las matas, en los chinchorros y en las camas, en las pocetas y fregaderos. Se quitó la ropa, guardó el cepillo y se dio cuenta que sus mejores poemas se los habían remolcado en un barquito de papel. 16 de junio. Volvió a llover igual de fuerte y frente a la ventana se calzó suavemente el perfumado condón de látex que desde hace un mes guardaba en la cajita de música celestial.

Entonces

se arrodilló

y la besó.

Fin. ҉


Ed u a rd o H u g o J a ra m i l l o


BIOGRAFÍA

(Ecuador, 1945) Magister en Educación Superior e Investigación Aplicada. Ha publicado en Poesía: A Vuelo de Pájaro; Contrapunto; Ojo por Ojo; Poesías; Alfabetario; Palabra Loco Timonel; De puño y Letra; Palabras en el laberinto; “…y yo respondo; Mientras fumo; Poemeros; Isadora; Ell@s; Las pequeñas cosas; Dicho de otro modo; Son de Ell@s; en Narrativa: Monografía de Tungurahua, (coautor) España, 1980; Manual para comentario de textos literarios; Diseño de proyectos socioculturales; Nuestras voces: nuestra identidad-. Ha recibido la CONDECORACIÓN AL MÉRITO Juan León Mera” del I. Municipio de Ambato. 2007; RECONOCIMIENTO DEL GOBIERNO ECUATORIANO AL MÉRITO INTERNACIONAL, 2012. Reconocimiento “Benjamín Carrión” Casa de la Cultura Ecuatoriana, 2015. Ha recibido los premios *Primera Mención de Honor en la VII Bienal de Poesía Ecuatoriana “Rubén Astudillo” 2008. Premio Único (Poesía) en los LXXXV Juegos Florales Hispanoamericanos, 2012 y 2016, Quetzaltenango Guatemala. Primer Premio en el XXIX Certamen Internacional de Poesía y Narrativa Breve, Editorial de los Cuatro Vientos, Buenos Aires, 2014.


Está prohibido el grafiti –alguien tiembla cuando se libera la mano– porque la palabra cunde en esas profundidades del entendimiento que hacen de la gente el artífice que trasciende la presunción [cotidiana, en los muros que han sido graficados en la ciudad sitiada por el sinsentido el silencio que impone el poder con el estilete de insidia y de odio por el éxodo indetenible que advierte la vigencia de la palabra que apremia, la multitud que insiste en la demanda de su potestad: más allá de los muros transitan niños y mujeres, ancianos, hombres enhiestos, artífices del colmenar cotidiano que los congrega donde se agiganta el barrio flanqueado por portones abiertos al huésped en aquellos balcones poblados de geranios y mariposas / y al cántico de pájaros celestes que fundaron sus nidales lejos de [las nubes./ //Esta es la ciudad ahora asediada por megalómanos atroces que no presienten el tránsito perecible de su ser bajo este cielo

SOBRES LOS DÍAS Y LOS SERES

60

Algo se detiene: ese latido que se presiente sobre el asfalto, a veces el canto suspendido en los aleros de las casas que porta inacabables recuerdos de tiempos gratos, a veces esos murmullos en los recónditos zaguanes donde los adolescentes se refugian para gozar del soliloquio o esas estancias viejas que guarecen a los amantes clandestinos, algo se pierde cuando se avecinan torbellinos inhumanos por sobre los tejados de las casas, abrazando a la multitud que se suspende en los calendarios ahíta de silencio, no hay tregua…. No hay tregua.


y están allí, atrapados bajo su piel en decadencia, sin salida ensordecidos por el haz de la rutina, en aquellas páginas en blanco tiradas en el piso, en el silencio: Todo está prohibido: los juegos inocentes que se obran entre los vericuetos del sueño, la inminencia de la mano cerca de la piel que acecha como fragua, el cántaro de vino azuzando la tertulia entre viejos fabuladores, el llanto de una mujer nocturna presentido en la soledad del lecho; todo es parte de una historia encubierta entre líneas.

61

Todo es aquel secreto entre ese Tú y Yo que excluye al Ser, porque, perversamente, signaron un origen, a espaldas de uno mismo, un supuesto hálito de eternidad que se remonta allende lo perecible, de esos mínimos remansos donde se aplaca la agonía de descubrirse en medio de la aridez de lo sagrado; los salmos que dichos como una letanía en los recintos del miedo, echan por tierra las reliquias en el cuenco de la mano, esa lágrima que surca la mejilla ocultando los rubores de los amantes, la prodigiosa palabra sobre la corteza de un ciprés o las insinuaciones entrevistas en el dibujo que se dejó caer en la calzada. Se oculta el amor entre las pequeñas cosas con el paso del tiempo, perversamente. Así, nos encontramos sitiados en esa nave de arcilla que naufraga con el alba, presintiendo el ojo de una aguja por el que se escapan en tropel fantasmas y dioses de occidente, enigmas remotos para exorcizar las imágenes soterradas en los confines donde segadores y marinos encienden hogueras y franquean el dintel del tiempo inventándose una y otra vez hasta nosotros. La cordura entonces, se recobra al saltar los muros del hogar, desatados hacia países esbozados en las líneas de la mano que acaricia una gitana. Son sueños… Frente a los ojos, las calles simulan la desolación que se intuye tempranamente, cuando con pretensión de aventura se allana el portón del hogar. Lejos, se ignora el final del camino, cuando forasteros, se insta el mendrugo de pan sobre la mesa de cualquier ermita. Nadie presiente el naufragio cuando el canto de sirenas anega lo íntimo; el miedo, solapado debajo de la piel, es una brasa allanando toda frontera. Al amanecer se abandona la mocedad en el atrio con la última caricia; nadie sabe que en cada puerto se encontrará un lecho puesto al alcance del deseo.


Esa visión compartida mientras se escucha el caminar de las gentes por esas travesías fuera del paisaje, sin percatarse de la inminente desolación que les convoca, cuando el placer se ha consumado; las páginas del libro son un

[presagio entonces,

una forma de mirarse desde la otra orilla donde el poeta instiga: Córdova guarda su memoria, las insólitas señales de un desterrado incinerando todo vestigio de la infancia. En la otra orilla aguarda un caracol ahíto de murmullos, de aguas rumorosas, de esa voz fundida al borde del tímpano. En el lado oscuro de las ciudades apenas iluminadas, se guarecen indigentes expulsados del gentío, un hálito tenebroso oculta su condición inhumana, su cántico doliente que irrumpe entre los rincones de las casas, donde cohabitan beatas y gendarmes ebrios, acusando la indolencia. Ningún lazo ata a la vida, solamente el misterio en esas líneas del mapa desplegado sobre la calzada por el que batallan minúsculo insectos y la incertidumbre de no saber quién dejó este legado de miseria: Solo entonces, se escucharán esos torrentes bajo la piel,

62

esa melodía trunca en labios del ciego, cuando envejecidos, se resistan al insomnio bajo las sábanas y busquen en las páginas de viejos códices una sola pista que devele [el desamparo su condición de marginales al borde del despeñadero. ҉


»TODO ESTÁ PROHIBIDO: LOS JUEGOS INOCENTES 63 QUE SE OBRAN ENTRE LOS VERICUETOS DEL SUEÑO«


R oxa n a Es c a l a n te R oa


BIOGRAFÍA

(Venezuela, 1992) Inició su carrera de Filosofía en el Seminario Santo Tomás de Aquino (Táchira, 2009). Realizó estudios libres en la cátedra de Literatura Clásica por la Universidad de los Andes (Mérida, 2012) donde parten sus esquemas en ensayo, poesía y narrativa. Trabajó en la Televisora Montaña TV con fotografía periodística (Táchira, 2015). Su poema «Sacro» fue escrito en 2017. Asistente de Producción para el filminuto «Permanece el espíritu después de la muerte» escrito por Ednodio Quintero (Trujillo, 2018). Actualmente cursa el Trabajo Final de Grado de Filosofía por la Universidad Católica Cecilio Acosta (Maracaibo, 2019).


SACR O

pese a cualquier prohibición

Caso ha de permitirse

proyectar en lenguaje

el acto de escribir

lo desconocido

empero lo negado

siendo el pensar o la palabra, la palabra o el pensar el más fiel testigo de la observación del mundo que aparece plegado al velo óntico Es una estancia pasajera la que marcan nuestros pasos,

66

mas la exploración se compone de un oficio que no amerita lapsos determinados Un segundo: mil unidades de años Los sentidos están capacitados para escrutar mirada que nos ve desde el principio

d e l

lo que se ve lo que no se ve

p r in c i p i o

Corpúsculos multicolores sobre los riscos montañosos, halos de sol en la película más superficial de las aguas sonrisa de primavera lustre

una constante multiplicada por la serenidad bosque que me bordea

Lustre es tu voz dentro de mí sonora

del

Tiemblo Tiempo Infinito (No hay tiempo) Atravieso los senderos de hermosura máxime con arte sinuoso En mis huellas aviesas: conjugación con lo invisible Ósmosis Espasmo Mosaico (Fuerza del sino) Danza la sensibilidad de mi luz atizada por las ondulaciones etéreas en la develación de la luz. Te conozco en cada reflejo que no conozco, que soy yo mismo adhibido en todo cuerpo de creación.


Nave

Cosmos es

T i e r r a

ca ca

ni le

cró ra

dia

Ruptura del ligero filamento del olvido Me salvaguarda la divinidad Érase pasado y recuerdo (será) en signo del tiempo sin fin sin fin del tiempo

s o n i d o

y

que discurre con la longitud del Nilo La victoria de los astros es este hálito imperecedero Un pictograma Un códice Un jeroglífico v i b r a c i ó n

p

Es la existencia

r

La existencia es la palabra en la vida

67

expiación del homo omnia

í

en la muerte

una vuelta al principio

s

Legislación universal

verdad que implosiona

t

Bebo de este torrente de transparencia que me embebe

i

me bebe lo que bebo

Pulso de genealogías

n

Cosmogonía

a

Palpable la bóveda celeste

Noesis

Grafema

Disputa de la voraz extinción contra la supervivencia humana No hay en las vertebras de la mundanidad indicios de vitalidad axiológica Oirá Moira Oro morirá

24 haces de iluminación a través del prisma solar de los 24

[Un nuevo albor se define

He aquí, he visto lo habido. Lucero de la mañana, tú que caíste sobre el monte del testimonio con el fuego de Prometeo. He visto el sufrimiento provocado al hombre desde el inicio de la vida en el cautiverio de la materia. La fuerza del mal inoculada en la Tierra. La que tritura y masculla y consume el cuerpo obcecándolo en la sofística, en el relativismo de la falacia. La tiniebla que hiere en silencio. La que cautelosa consume y masculla y tritura insuflando sensaciones y pasiones hedonistas que ensombrecen la luz del espíritu; ese que maniobra en la búsqueda el bien, la virtud y lo absoluto, por la liberación del alma. He aquí, la base de las más remotas civilizaciones hechas polvo en confrontaciones ancestrales. Vedadas, vulneradas, violentadas por ansias de poder, codicia de territorio y recursos. Batallas y largas contiendas en el asentamiento de dinastías y religiones afectas al dominio, conquista y derramamiento de sangre. Las imperiales ambiciones desbarataron las enseñanzas de los dioses y el vínculo con la fuente. Cementerios de conocimiento, culturas condenadas a la nebulosa oscuridad de la omisión de la memoria, conocimiento de ceniza. Descenso al primer mundo dantesco.


He aquí, el apogeo de los concilios ecuménicos convocados por la monarquía vestida de catolicismo romano. Sea decretada anatema la doctrina de la transmigración del alma. Sea la condenación de la memoria. Textos sagrados declarados apócrifos arrojados a la hoguera. La reencarnación no fue más. Divorcio entre fe y razón. El desarrollo de la tecnociencia espiritual interrumpido bajo el calcinamiento de la mayor colección de libros de la antigüedad. Un eco emana desde Alejandría, las voces que encendieron los blancos fulgores —aquellas que irrumpieron la espesura negra— voces que, con reverberantes decodificaciones, nos instan a desfondar los registros de una historia corrompida para restituir los vestigios de la sapiencia sempiterna. He penetrado el dolor más vesánico que inflama las naciones. Nuestros problemas político sociales residen antaño, en la hibris del poder. El yugo que azota y enferma, a una humanidad que camina sin propósito y desprovista de juicio, es el humo del olvido. Basta destripar la vanidad y la soberbia cual tumor henchido de pus, para conducirnos al conocimiento de sí mismos. Sea el corazón del hombre el templo de la verdad suprema. Humano, tú que anhelas alcanzar la sabiduría córtale sus respectivas cabezas a la Medusa que has albergado cual huésped. [La piedra angular se libera ҉

68


»HE VISTO EL SUFRIMIENTO PROVOCADO AL HOMBRE DESDE EL INICIO DE LA VIDA EN EL 69 CAUTIVERIO DE LA MATERIA. LA FUERZA DEL MAL INOCULADA EN LA TIERRA.«


Juan Ca l z a d i l l a*


BIOGRAFÍA

*Poeta invitado (Venezuela, 1931) Poeta, pintor y crítico de arte venezolano. Es cofundador del grupo El Techo de la Ballena (1961) y de la revista Imagen (1984). Ha publicado: Primeros poemas (1954), Dictado por la jauría (1962), Principios de urbanidad (1997), Corpolario (1998), Noticias del alud (2009), entre otros poemarios. Recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas de Venezuela en 1996 y el Premio León de Griff en 2016.


72

Nunca, nunca podré mirar con tanta ferocidad a un extraño —le dijo al espejo donde estaba mirándose. —Me gusta que digas eso —le respondió el espejo. Y por toda respuesta el tipo le descerrajó un tiro dándose muerte.

ESCENAS FEROCES*

*Poema inédito escrito especialmente para este número.


cuando iba de paseo por el campo era

73

el sentimiento de irresponsabilidad. Un hombre que lleva, metido en un saco, a su gallo de pelea, sabe a dónde va. También la mujer que protege a su bebé con un pañuelo de colores, mientras intenta mantener el equilibrio en medio del bamboleo del camión, sabe a dónde va. Los tipos agachados en un rincón de la plataforma, guarecidos bajo el encerado para protegerse del inclemente sol, dicen con sus gestos, sin molestarse en confesarlo por el camino, que sabe a dónde van. Y a todos les creeríamos. Sólo el muchacho que mira irresponsablemente hacia todos lados sin perder detalle del paisaje sabe a dónde no va. Puesto que su meta es la inmensidad.

EL POETA CACHORRO

Lo que experimentaba con más fuerza


74 Revista Awen es una publicación cuatrimestral venezolana, lanzada en abril de 2017 a nivel internacional. Los números anteriormente publicados son: ■ I: Literatura internacional. ■ II: Soledad. ■ Ecos de la luz 2017. ■ III: Misterio. ■ IV: Ciencia ficción. ■ V: Fronteras. ■ Ecos de la luz 2018. ■ VI: Cuerpo.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.