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Hipotensión
Por Juan Carlos Montalvo González, MD Médico Generalista
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a hipotensión o presión arterial baja es una enfermedad poco común en mi campo de trabajo, es más frecuente su opuesto la hipertensión arterial, pero de esta hablaremos luego. Para algunas personas, la hipotensión es asintomática. Sin embargo, para muchas personas, una presión arterial anormalmente baja puede tener síntomas como mareos y desmayos. En casos graves, la hipotensión puede poner en riesgo la vida. La hipotensión se define como una lectura de la presión arterial inferior a 90 mmHg sistólica o 60 mmHg para la diastólica. Pueden ser variadas las causas de esta anomalía, desde la deshidratación hasta trastornos médicos graves. Es importante averiguar cuál es la causa de la presión arterial baja para que se la pueda tratar. En algunos casos la hipotensión es una señal de un problema preexistente, en especial cuando baja de repente o está acompañada de signos y síntomas como, mareos o aturdimiento, desmayo, visión borrosa, náuseas, fatiga, falta de concentración La hipotensión grave puede provocar “choque” y esto pone en riesgo la vida. Los signos y síntomas incluyen los siguientes: confusión, especialmente en las personas mayores, piel fría, húmeda, pálida, respiración superficial y rápida, pulso débil y rápido. Si tienes signos o síntomas de shock, busca ayuda médica de emergencia. Si tienes lecturas de presión arterial constantemente bajas, pero te sientes bien, es probable que tu médico sólo te controle durante los exámenes de rutina. Incluso los mareos o el aturdimiento ocasionales pueden ser un problema relativamente menor. El resultado de una deshidratación leve, por ejemplo, por pasar demasiado tiempo al sol o en una bañera caliente. Aún así, es importante que veas a tu médico si tienes signos o síntomas de presión arterial baja porque pueden indicar problemas más graves. En mi consultorio recomiendo a mis pacientes llevar un registro de sus síntomas, cuándo ocurren y qué estás haciendo en ese momento, para así llevar una bitácora para su mejor y óptimo manejo.
Dr. Juan Carlo Montalvo González
