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DIABETES MELLITUS GESTACIONAL: LA INTERVENCIÓN NUTRICIONAL COMO PILAR DEL TRATAMIENTO
GESTACIONAL: la intervención nutricional como pilar del tratamiento
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José Antonio Cortez Gaeta
Nutriólogo adscrito al programa de enfermedades cadiometabólicas en la Jurisdicción núm. 6 Tlaltenango, Zac. de la SSZ
La diabetes mellitus gestacional es una enfermedad cuyo tratamiento depende de la manera principal de la alimentación. El nutriólogo clínico juega un rol fundamental en lograr metas de glucemia promoviendo la adherencia a recomendaciones de alimentación muy específicas, ponderando la restricción moderada de hidratos de carbono simples y una selección de alimentos que contienen hidratos de carbono de buena calidad con altos contenidos en fibra y de bajo índice glicémico, un aporte adecuado de grasas polinsaturadas tipo omega 3 además de incluir alimentos frescos de temporada.
La diabetes gestacional se manifiesta en mujeres en quienes el inicio o el diagnóstico ocurre durante el embarazo, se caracteriza por intolerancia a los hidratos de carbono (azúcares presentes en los alimentos), no incluye a quienes se les diagnosticó diabetes antes del embarazo.
La mujeres con mayor riesgo de para desarrollar la enfermedad son aquellas que presentan sobrepeso u obesidad y en aquellas con antecedes familiares de diabetes o antecedentes personales de aborto o nacimientos con peso mayor a cuatro kilogramos, entre otros factores.
Para la detección de diabetes gestacional se recomienda realizar una prueba entre las semanas 24 y 28 del embarazo. Consiste en administrar 50 gramos de glucosa por vía oral, no se requiere estar en ayunas, despúes de una hora se realizará la medición de glicemia. Si el resultado es igual o mayor a 140 mg/dL se recomienda realizar nueva prueba de curva de tolerancia a la glucosa, 100 gramos de glucosa con tomas de sangre durante una hora, dos horas y tres horas. Para esta prueba debe realizarse con al menos ocho horas de ayuno.
El tratamiento de la diabetes gestacional, desde punto de vista de la nutrición, busca mantener valores de glucosa dentro de los normales y debe basarse en cambios de alimentación y el estilo de vida saludable. La promoción de cambios en la forma de alimentarse deberán promover una adecuada ganancia de peso corporal.
El enfoque más utilizado es recomendar una alimentación en la que se incluya por lo menos un alimento de cada uno de los grupos de alimentos, tomando como referencia el Plato del Bien Comer, preferir el consumo de agua simple potable como fuente principal de hidratación, comer verduras y frutas en abundancia, en lo posible crudas y con cáscara, preferir las regionales y de temporada que son más baratas y de mejor calidad, incluir cereales integrales en cada comida, combinados con semillas de leguminosas y consumir lo menos posible grasas, aceites, azúcar, edulcorantes y sal, así como los alimentos que los contienen y alimentos altamente procesados.
Con todo lo anterior, la nutrición adecuada durante el embarazo tiene un papel primordial para prevenir las complicaciones causadas por la diabetes gestacional. La intervención nutricia, al ser considerado como la primera opción de tratamiento, necesita enfocarse en la solución pronta y oportuna teniendo un efecto positivo en el bienestar de la madre.