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TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA (TEA

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Dr. Roque Edmundo López García

Director HESALME

El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del desarrollo, que se manifiesta durante los tres primeros años de vida y que perdurará a lo largo de todo el ciclo vital.

Afecta cómo una persona se comporta, interactúa con otros, se comunica y aprende. Este trastorno incluye lo que se conocía como síndrome de Asperger y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado.

ETIOLOGÍA Y PREVALENCIA DEL TEA

El TEA, no es originado por una única causa. Se trata de un trastorno plurietiológico, donde varios de los factores favorecedores de este trastorno, son todavía desconocidos.

Actualmente sabemos que hay factores genéticos, que explican una mayor incidencia en algunas familias y una alta concordancia entre los gemelos univitelinos.

También hay factores ambientales, que actúan como factores de riesgo, propiciando la aparición del trastorno. La edad avanzada de los padres, la ingesta de tóxicos y determinados fármacos durante el embarazo (Valproato de Magnesio), así como el bajo peso al nacer, son factores que han podido relacionar con la aparición del TEA.

Por otra parte, la prevalencia del TEA, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, quinta edición (DSM-5), estima que es alrededor del 1% de la población. Afectando tanto a la población infantil como a la adulta, ya que el trastorno afecta a la persona durante todo el ciclo vital. Afecta con más frecuencia a los hombres que en las mujeres, en una proporción de 4 a 1.

Este incremento del número de personas afectadas, tanto se puede explicar por la mejora en el diagnóstico, que ha hecho aflorar nuevos casos no diagnosticados anteriormente, como por un posible aumento del número de afectados y cambios en los criterios diagnósticos en el DSM-5.

Se lo llama “trastorno de espectro” porque diferentes personas con TEA pueden tener una gran variedad de síntomas distintos.

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Dr. Roque Edmundo López García

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SIGNOS Y SÍNTOMAS DEL TEA

Los síntomas fundamentales del autismo son dos:

Deficiencias persistentes en la comunicación y en interacción sociales. Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.

Los signos que pueden ser indicativos de TEA en los niños son:

En casa y en la escuela, hay falta de interés por los demás niños. No comparten intereses (no suelen señalar con el dedo lo que les llama la atención por compartirlo con el otro). Ausencia de juego simbólico (dar de comer a las muñecas, hacer comida, cocinitas, jugar a coches como si fueran de verdad, etc.). Discapacidad intelectual . Hiperactividad (infancia). Hipoactividad (adolescencia y edad adulta). Humor lábil. Baja tolerancia a la frustración. Crisis de agitación (con o sin causa aparente). Impulsividad. Autoagresividad. Heteroagresividad (menos frecuente que la autoagresividad). Alteraciones del sueño. Trastornos de la alimentación (hiperselectividad, pica). Crisis epilépticas (20-25% de la población total).

Hay poco contacto visual y no observan la expresión de la cara del interlocutor cuando ven juntos algo inusual. No suelen presentar risa social. Su lenguaje, si lo hay, es literal (no entienden las bromas, los chistes, los dobles sentidos ni las metáforas). Evitan el contacto físico o les gusta poco. Suelen tener hipersensibilidad táctil, olfativa, gustativa y auditiva. A menudo hay poca sensibilidad al dolor. Reaccionan poco ante la voz de los padres, lo que puede hacer sospechar de un déficit auditivo. Tienen intereses inusuales. Éstos son repetitivos y no compartidos. Pueden mostrar comportamientos extraños, repetitivos y autoestimulantes, como el balanceo, el movimiento de aleteo de manos o caminar de puntillas, entre otros. Los que presentan más nivel intelectual notan que son diferentes, y no entienden lo que les pasa. Son la pieza del puzzle que no sabe acoplarse ni encajar en el tablero social.

Síntomas asociados más frecuentes en el autismo son:

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Dr. Roque Edmundo López García

Director HESALME

TIPOS DE TRATAMIENTO

Existen muchos tipos de tratamiento disponibles. Por ejemplo, el entrenamiento auditivo, el entrenamiento con pruebas discretas, la terapia con vitaminas, la terapia antilevadura, la comunicación facilitada, la musicoterapia, la terapia ocupacional, la fisioterapia y la integración sensorial.

Generalmente, los distintos tipos de tratamiento pueden dividirse en las siguientes categorías:

AUTISMO Y FAMILIA

Es sabido que toda enfermedad o trastornos graves y crónicos, provocan un impacto importante en las personas más cercanas al sujeto afectado. Por este motivo, las familias de personas que presentan un trastorno del espectro autista (trastorno del neurodesarrollo crónico y con frecuencia severo) suelen sufrir consecuencias, derivadas de la convivencia con su hijo/a.

Enfoques en torno al comportamiento y la comunicación: análisis conductual, enfoque basado en el desarrollo, terapia ocupacional, terapia de integración, terapia del habla, entre otros. Enfoques en torno a la alimentación. Medicamentos: no existen medicamentos que puedan curar los TEA ni tratar los síntomas principales. Pero existen medicamentos que pueden ayudar a algunas personas con los síntomas relacionados. Por ejemplo, algunos medicamentos pueden ayudar a controlar los altos niveles de energía, la incapacidad para concentrarse, la depresión o las convulsiones.

El tratamiento deberá ser multidisciplinario por profesionales de la salud especializados, médico, psiquiatra, psicólogo y rehabilitador.

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Dr. Roque Edmundo López García

Director HESALME

El impacto en las familias se caracteriza, sobre todo, por la presencia de estrés y permanente que, en el caso del trastorno del espectro autista (TEA), suele ser superior al de las familias con hijos que presentan una discapacidad intelectual sin autismo, lo que se explica por los siguientes factores.

La gravedad del impacto varía en cada caso, y en función de tres variables: recursos familiares (psicológicos, socioeconómicos y apoyo social); ajuste de la pareja (salud mental y calidad de las relaciones conyugales); y características individuales del trastorno autista del hijo / a.

El hecho de tener un hijo / a con autismo, lo debemos entender como el inicio de una crisis, y que por lo tanto pasa por las cuatro fases bien conocidas y descritas como: shock, negación, depresión y realidad (reacción) y es evidente que los padres y las madres necesitan apoyo y asesoramiento profesional regular, para hacer frente al reto que supone la convivencia con un hijo / a afectado de TEA.

Sin la ayuda profesional, que debe incluir el acceso a servicios de calidad y la atención a los hermanos / as, la convivencia con una persona afectada de TEA, puede ser muy complicada y las consecuencias para los familiares, bastante significativas.

En primer lugar, por la incertidumbre del diagnóstico, ya que en muchos casos la identificación precisa del problema puede tardar varios años, mucho después de que se hayan detectado los primeros síntomas. En segundo lugar, por las propias características del síndrome, que provocan una inquietud y dudas importantes en los padres: dificultades de comunicación severas; sensación de rechazo de las personas; ámbitos poco afectados (muchas veces), como la motricidad o el aspecto físico; problemas sobreañadidos de conducta. En tercer lugar, por las incertidumbres relativas a las causas del trastorno, los programas de intervención idóneos y la evolución futura (pronóstico)

PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA EN EL CONTEXTO COVID-19

Yunuen Micaela Luis Mendoza

Directora del CEPAVIF

El once de marzo del pasado año 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó, por los niveles alarmantes de propagación y gravedad, que la COVID-19 puede caracterizarse como una pandemia.

En México se confirmó el primer caso de esta enfermedad el 28 de febrero y en Zacatecas el 19 de marzo del 2020, en pocos meses esta ha llegado a todos los continentes e infectado a millones de personas.

La actual pandemia es una crisis sanitaria que además pone de manifiesto la desigualdad continua que existe en casi todos los países; si bien el virus puede atacar a cualquier persona, en términos socioeconómicos y de género daña de manera diferenciada.

Dentro de las personas más vulnerables se encuentras las mujeres, niñas, niños y adolescentes, enfrentando un impacto devastador ya que les ha llevado a presentar enfermedades, aislamiento, miedo y pérdida de medios de vida, ya que se ha visto limitado el acceso a la salud, alimentación, vivienda, el ingreso mínimo para la vida diaria y en sus derechos a una interacción social segura con la familia y la comunidad.

Sin embargo, niñas, niños y adolescentes, lograron mantenerse en contacto gracias a las redes sociales. Durante largas semanas no se les permitió salir fuera de casa y, cuando pudieron hacerlo, se encontraron con medidas impuestas que eran todavía muy restrictivas.

En general, la niñez suele adaptarse a situaciones novedosas sin dificultad, a veces con más éxito que las personas adultas, sin embargo ante una situación tan inusual e inesperada, las consecuencias en su salud mental no tardaron en manifestarse. Entre las más frecuentes fueron: dificultad de concentración, inquietud, intranquilidad, nerviosismo, enfado, aburrimiento y una mayor dependencia de papá y mamá.

Un dato importante y con altos riesgos a la salud es permanecer sin salir de casa, privando a todas las personas del movimiento y de la estimulación sensorial que tanto se necesita, esto contribuyó al uso de la tecnología que trajo consigo un aumento considerable del sedentarismo, por lo tanto un incremento en obesidad.

Todas estas manifestaciones se vieron exacerbadas ante un nivel de estrés mayor en papá y mamá, el contacto social limitado pudo aumentar la sensación de soledad.

El cambio abrupto de rutinas, o la falta de ellas, pudieron incrementar los conflictos entre padres e hijos y generar inseguridad en las y los niños en una situación ya de por si llena de incertidumbre.

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Yunuen Micaela Luis Mendoza

Directora del CEPAVIF

En especial riesgo se encontraron niñas, niños y adolescentes más vulnerables o aquellos que sufrieron la pérdida de algún familiar.

Sabemos que un confinamiento largo e imprevisible afecta la salud mental, sobre todo si se aplican medidas muy restrictivas. La información y un clima familiar favorable, con un nivel bajo de estrés en papá y mamá ayuda a niños, niñas y adolescentes a sobrellevar la situación.

En el inicio de la pandemia, a pesar de desconocer casi todo acerca del virus, cómo éste podía cambiar nuestras vidas y cómo podía afectar nuestro bienestar emocional, el Centro Estatal de Prevención y Atención de la Violencia Familiar de Género (Cepavif) de la Secretaría de Salud, implementó medidas para que hombres y mujeres tuvieran acceso a información para prevenir situaciones de violencia, y con ello, aminorar el impacto emocional de la pandemia al interior de las familias.

Sabiendo que el mejor tratamiento que podemos aplicar es la prevención, se diseñó un plan para garantizar la atención con perspectiva de género, y de manera incluyente, individual y grupal para hombres y mujeres, así como para jóvenes y adolescentes en diferentes modalidades, presencial, virtual y telefónica, generando un proceso de aprendizaje donde hombres y mujeres desarrollen nuevas formas de relacionarse entre sí, basadas en el respeto de sus derechos y persona. De esta manera se contribuye a disminuir el riesgo de eventos de violencia en los espacios de confinamiento.

Nuestras líneas y puertas están abiertas para brindar atención emocional a quienes lo requieran nos encontramos en:

Avenida González Ortega s/n, esquina Dr. José Castro Villagrana, col. Centro, Zacatecas, Zac. C.P. 98000.

Teléfonos: 492 925 29 14 492 923 94 94 ext. 53370

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