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Consentimiento
from REVISTA CAMEO 25
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La Revista Cameo estuvo presente en una de las primeras lecturas de la obra Consentimiento, de la dramaturga inglesa Nina Raine, dirigida por Enrique Singer. El elenco lo integran destacados actores y actrices como Juan Manuel Bernal, Marina de Tavira, Adriana Llabrés, Arturo Barba, Daniela Schmidt, Alfonso Borbolla y Jana Raluy.
Por primera vez llega a México la obra Consentimiento, que pone en escena el enfrentamiento entre la justicia y la ley. El texto de Nina Raine plantea el provocador conflicto entre la justicia y la ley, explorando el contraste entre la empatía y la ambición económica en un mundo donde las relaciones superficiales y los intereses personales prevalecen sobre la verdad y la legalidad. La obra examina la impersonalidad de la justicia en la sociedad contemporánea a partir de los sufrimientos que enfrenta una mujer víctima de violación.
En esta obra convergen múltiples relatos: el de Gina (Jana Raluy), quien declara que fue violada la noche del funeral de su hermana, mientras que el acusado sostiene que ella dio su consentimiento; el de Max (abogado defensor del caso, Juan Manuel Bernal), y su esposa Katty (Marina de Tavira); el de Alex (Arturo Barba) y Rita (Daniela Schmidt), quienes están en proceso de separación; el de Toni (Alfonso Borbolla), el fiscal del mismo caso; y el de Sandra (Adriana Llabrés), una actriz que se prepara para interpretar a Medea. Estos personajes ven cómo su mundo se tambalea, al mismo tiempo que todas sus máscaras se desmoronan.
“Es un proceso que ha estado lleno de alegría y la reunión alrededor de lo que es el teatro. Todos los que estamos en la obra lo amamos y eso se siente profundamente. Empezamos a poner en juego nuestras energías. Es una autora que te lleva de la mano, pero también plantea personajes sumamente complejos”, detalla de Tavira.
Se trata de una pieza que presenta, con espíritu crítico y mucho sentido del humor, todos los temas de la agenda actual de los movimientos feministas: los abusos sexuales (incluso dentro del matrimonio), el aborto decidido unilateralmente, la misoginia del sistema judicial al tratar la problemática de género, así como las relaciones de pareja, la mentira, la traición y la posibilidad del perdón.
Por su parte, Enrique Singer, director de la obra, comparte cómo fue elegir el elenco: “Esto inicia con una compañía que tenemos Marina y yo, que se llama ‘Incidente Teatro’. Esta obra llegó a nuestras manos gracias al productor y adaptador Alfredo Michel. Siempre pensamos que lo más importante era trabajar con gente que amara el teatro. Nos hemos encontrado con colegas para quienes el teatro no necesariamente es su pasión. El texto es tan bueno que todos dijeron que sí. Aborda cuestiones sociales, comunica ideas positivas a la gente. Los que estamos aquí coincidimos en que amamos el teatro por gusto y vocación. Personalmente, me siento muy honrado de tener colegas de este nivel”.
La puesta en escena se podrá disfrutar del 31 de agosto al 1 de octubre: jueves y viernes a las 20:00 horas; sábados a las 19:00 horas y domingos a las 18:00 horas en el Teatro Helénico.
DANIELA SCHMIDT / RITA
Para mí, la belleza de este texto al leerlo y ahora al estudiarlo antes de empezar el proceso de ensayos, aprecias y logras oler ciertas cosas. Comienzas este proceso de estudio y análisis que te deja pensando en muchas cosas. Esta obra está escrita magistralmente.
¿Qué fue lo que te atrajo del texto?
Una de las cosas que amo de este texto es que abre muchas preguntas en el sentido de que hace que te cuestiones muchas narrativas que damos por hecho. Por ejemplo, que las mujeres siempre son las víctimas. En esta obra, la autora tiene un tino increíble sin menospreciar a las víctimas de violencia, pero de pronto te cuestiona si esta narrativa oficial es cierta. Las mujeres somos seres humanos que tenemos fallas. Entonces, ese tipo de confrontación que presenta este texto es sumamente interesante. Toda la obra es un cuestionamiento constante, y cuando crees que lo entiendes, la autora está hablando de una cosa y apoyando una idea. De repente, viene la siguiente escena y te das cuenta de que la autora quiere que te cuestiones. Y eso es fascinante.
¿Cómo te sientes al regresar al teatro?
Siempre necesito regresar a mis raíces. Para mí, es mi gran pasión. Creo que soy actriz por estos procesos, por la mesa, por el análisis. Cada vez que preparo un personaje, siento que estoy obteniendo una maestría en el tema. Ver documentales, leer libros, artículos, ver películas, conocer personas que pertenecen a ese universo, todo eso es delicioso.
Gina es un personaje brutal, con mucho que decir. Me gusta darle voz a un personaje así. Es la segunda obra que hago de esta autora; la otra fue Tribus. Esta autora tiene una visión del mundo y de todos estos temas muy comprometida. Autoras como ella hacen falta en el panorama actual, y me encanta que sea una mujer, porque es desde su propia perspectiva.
¿Cómo haces frente a una obra que demanda mucha energía mental?
Es muy cansado y no es fácil, por eso es necesario entrenarse para hacerlo menos difícil. Por ejemplo, tengo una facilidad para llorar y puedo conectarme rápidamente con las emociones, pero lo hago con técnicas para no lastimarme. Sin embargo, con personajes como este, siento dolor en el colon. Lo bueno es que es una función, porque acabaría con colitis, ya que el cuerpo no distingue entre ficción y realidad. Es muy difícil decirle que estás mintiendo. Es un proceso agotador.
¿Qué opinas del elenco?
Trabajar con Marina y Enrique, ahora que tienen su propia compañía llamada Incidente, ha sido un honor para mí. Me invitaron a participar en Crímenes del corazón en 2014, y en esa obra también compartimos escenario. Le digo a Marina todo el tiempo lo agradecida que estoy por querer “jugar” conmigo de nuevo. Siempre preferiré trabajar con un elenco con el que haya una conexión real, como con Juanma, a quien conozco desde los años 80, mucho antes de convertirnos en actores. Estas mesas de lectura con este elenco excepcional son una verdadera joya.
ADRIANA LLABRÉS / SANDRA
“Consentimiento, es una obra muy inteligente y parte de lo que me encanta es que, en su inteligencia, plantea un retrato que nos confronta sin intentar aleccionarnos”.
¿Qué te gustó del texto?
“Vi la obra en Londres en 2018. Es un texto que me conmovió, me sacudió y me dejó reflexionando sobre el significado de algunas cosas que nunca antes había cuestionado en relación al tema de la justicia y el perdón.”
Ahora, en la piel de Sandra, decidí no abordarla como la vi en Londres. Me puse en las manos del director Enrique Singer, quien me ha llevado a un lugar mucho más interesante.”
¿Qué mensaje tiene la obra?
Creo que se trata de la salud mental y de cómo se juzga a alguien por intentar mejorar. Es interesante cómo esta obra retrata a hombres y mujeres sin pretender ser una defensa directa del feminismo. Es una obra que habla de empatía, equidad y justicia. Me gusta que la autora no sea propagandista y que los personajes tengan sus propias opiniones, las cuales no necesariamente tienen que coincidir con las mías. Tampoco busca aleccionar a nadie. Estamos creando un retrato de personas, algunas de las cuales me resultan desagradables, pero que son personas que encontramos en la vida real. Las personas que llevan a cabo las acciones más ruin están más cerca de lo que creemos. Me parece que la autora está muy conectada con esa realidad.
“Creo que un actor siempre está buscando personajes complejos que lo desafíen,y esta obra cumple con ese propósito. Esta obra está diseñada para confrontar al público, hacerlo reflexionar y desafiarlo. Al final de la obra, se busca que los espectadores se miren entre sí y piensen: ‘El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra’; sin embargo, en última instancia, nadie arrojará una piedra.”
¿Qué sentiste cuando leíste el texto?
Curiosamente, acababa de regresar de Londres, donde la National Theatre presentó este texto. Cuando lo vi aquí, recordé haber visto el libro en la librería de teatro y me di cuenta de que el texto plantea ideas muy interesantes e importantes. Puedo decirte que todos los personajes son complejos y problemáticos, pero también todos encuentran la redención, ya que cada uno tiene un aspecto que los impulsa a mejorar. Sin embargo, ¿quién determina el estándar ético y moral? ¿Es el abogado o alguno de los personajes? Desde mi punto de vista, tenemos un dilema fascinante, sin importar hacia dónde lo enfoques, hay respuestas provocadoras.
Es una obra densa. ¿Llegas a juzgar a un personaje?
Durante el proceso de preparación sí lo hago, porque en el escenario no puedo estar juzgando al personaje. Pero en el proceso de preparación, a veces pienso: ‘¿Cómo puedo llegar a decir algo tan absurdo? ¿Cómo construyo la autenticidad de este momento?’ Es crucial para alguien descubrir las motivaciones del personaje, sus contradicciones y negaciones. Porque si todo concordara con el personaje, estaría demasiado cerca de mí.
Finlandia es un drama protagonizado por Bárbara López y Luis Arrieta, bajo la adaptación y dirección de Rodrigo Nava.
“Este texto representaba un gran desafío para mí como director y también para los valientes actores que aceptaron participar en esta obra, la cual se convierte en algo muy interesante y creo que todos podemos identificarnos con ella, ya que explora el pasado, el presente y las posibles relaciones futuras. Requería de dos personas valientes, ya que es un texto complicado y oscuro, especialmente por el tema de las parejas que aborda. A menudo, estamos acostumbrados a ver el amor de manera idealizada y romántica, pero en realidad el amor es mucho más complejo. En Finlandia, observamos a esta pareja involucrada en un conflicto feroz, utilizando todos sus instintos para defender lo que más aman, en este caso, su hija”, detalló Nava.
El retrato de la abrumadora cotidianidad en los matrimonios contemporáneos se experimenta de golpe en Finlandia a través de descripciones detalladas, diálogos dinámicos y monólogos que rozan lo poético. Este breve relato es el último lanzamiento de Rambert, quien es reconocido por obras como “Hermanas o La clausura del amor”.
El actor Luis Arrieta, quien lleva tres años fuera de los