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3º DESAFÍO A LOS CERRILLOS
El Bambino festejó en Cerrillos
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No fue una carrera más el desafío a los cerrillos dispu- La jerarquía de tado en salta. La felicidad por el éxito de la compe- Javier Salas pasó por tencia se mezcló con el dolor por una nueva muerte Cerrillos (página 24). absurda que enluta al ciclismo: Rafael Gutiérrez fue El recuerdo de Rafael Gutiérrez y Naatropellado mientras entrenaba en la Ruta provincial nº 26, camino talia Zapata, presente a la localidad de Lesser, el mismo lugar donde dos meses antes ha- en Salta. bía fallecido la ciclista natalia Zapata. El organizador de la prueba, Oscar aramayo, afirmó que “se hizo un minuto de silencio en cada partida en homenaje a Rafa. Estamos muy tristes con lo sucedido y quisimos recordarlo con mucha alegría, haciendo lo que a él le apasionaba”.
La organización fue elogiada por todos los participantes (arriba). Facundo Becerra y Joaquín Toledo (1º en Juveniles).
Carrera En dos días a puro MTb, en la categoría pro la victoria la obtuvo el “bambino” Javier salas, con un tiempo de 1h16m31s, superando por 2 segundos a daniel díaz y por 3 segundos a Miguel alcocer. Javi Salas y Dani “El recorrido fue interesante y duro, con una subida de 3 kilómetros Díaz, 1-2 entre los Pro. que tenía ripio suelto y viento en contra en la bajada. La organización estuvo muy bien, para mí fue la mejor carrera que se organizó en salta: tenían controles en todas las esquinas y se comunicaban entre sí, algo que no vi en otras competencias”, afirmó el vencedor. sobre la carrera, reveló que “se salió muy rápido, quedamos sólo 4
corredores en punta y luego el ritmo fue más constante. En la cuarta vuelta dani díaz empezó a atacar y quedamos solo los dos, salimos juntos de la subida y definimos al sprint, donde me tenía mucha fe y confianza. para festejar fue clave pasar la subida con los de punta y no perder rueda, ya que ese terreno no se me da bien. a
Javi Salas y Dani Díaz, 1-2 entre los Pro. pesar de la pandemia logramos correr algunas pruebas donde me fue bastante bien, así que tomo este año como positivo en cuanto a lo deportivo. Estoy animado para afrontar el 2021 y espero que sea un año productivo: me gustaría volver a sentir buenas sensaciones y estar en forma óptima para las futuras competencias”.
Damas Entre las damas pro festejó claudia Maldonado, seguida por Fernanda Yapura y Oriana Rojas. “Venía entrenando muy prolijo tanto en pandemia, como cuando nos liberaron las actividades al aire libre, hasta que dos meses antes de la carrera me contagié de covid-19, por lo que apenas pude entrenar un poco antes de enterarme del desafío. Fue difícil volver a pedalear e intentar agarrar ritmo con las secuelas del coronavirus: mi idea era disfrutar la primera carrera después de tanto tiempo y que fuera una gran excusa para encontrarse con amigos del ciclismo”, aseveró claudia, para quien
Claudia Maldonado prevaleció entre las Pro. el recorrido “fue rápido y muy lindo, sólo tenía de dificultad el cruce por los rieles del tren. Lo bueno es que fueron vueltas, lo que lo hizo más entretenido para el público, y a su vez fue un lindo trayecto para los que se animan a empezar a correr. La prueba fue divertida. con Fernanda (Yapura) estuvimos juntas las dos primeras vueltas y cuando empezó la tercera y última me propuse imponer mi ritmo y me escapé, aprovechando los lugares donde me sentía mejor”. “Yo soy muy positiva, así que al 2020 lo tomo como un año que pasó, nos tocó vivir la pandemia y listo. pese a ello pude continuar con los entrenamientos, lo cual me hizo muy bien para cuando me volví
Alberto Alcocer
(1º en C1)
“Estoy a media máquina pero corrí para apoyar a la organización, que estuvo en todos los detalles. El recorrido estuvo muy bueno porque fue accesible para todos. La carrera fue entretenida por los piques, ya que el circuito lo permitía. Para ganar fue esencial no desgastarme y llegar de la mejor forma al sprint. En febrero corrí la Vuelta a San Juan para Masters, con la mala fortuna de sufrir una caída y fracturarme la pelvis, por lo que la carrera en Cerrillos fue mi retorno a las competencias. Espero que el próximo año todo se normalice”.
Fernanda Yapura
(2ª en Pro)
“No tuve tiempo de preparar la carrera, recién había llegado de Europa y tuve que cumplir los 14 días de confinamiento, por lo que esos días los utilicé para descansar y organizar lo que será la próxima temporada. Fui porque me invitaron y me pareció bueno disfrutar junto a los amigos del MTB. Quiero felicitar a la organización, fue un lindo evento con muchos participantes y poder hacer la primera competencia después de la pandemia resultó una buena iniciativa. En cuanto a la carrera, desde la largada ya íbamos solas junto a Claudia Maldonado, pero en la última vuelta tuve problemas para cruzar la vía, debí bajarme de la bici y perdí contacto con la ganadora. Este fue un año especial, con muchos cambios para mi vida personal, pero me sirvió para aprender y saber organizarme mejor día a día. En lo deportivo he mejorado mucho mi nivel, pero no supe hacer bien la programación para estar bien a fines de septiembre, creo que mi punto máximo estaba a fines de agosto y eso hizo que no pudiera cumplir con el objetivo de poder hacer un mejor puesto en el Mundial. Ahora cambié nuevamente de equipo en Francia y con un nuevo entrenador y organización, el 2021 será un año mucho mejor...”.
MANUEL CASTILLA El Desafío a los Cerrillos puso en juego la Copa Manuel José Castilla, quien fuera poeta, letrista, escritor y periodista. Nació en dicha localidad salteña el 14 de agosto de 1.918 y falleció en la capital el 19 de julio de 1.980. Llamado “el gran poeta del norte argentino”, también fue una figura notable del folklore y autor de clásicos como “La pomeña” y “Balderrama”. a subir a una bici. para el próximo año tengo muchas expectativas, ya que antes de contagiarme de covid estaba teniendo muy lindas sensaciones. Entrené y aprendí mucho con dani díaz, cada salida algo me enseña, no sólo cómo subir un cerro de una manera eficiente, sino también cómo agarrarme de la bici en diferentes circunstancias. Tiene mucha experiencia y la verdad que es hermoso aprender de alguien como él que tanto sabe de ciclismo. así que a seguir entrenando, esperando que el año que viene sigan los buenos resultados”, finalizó.
ENTREVISTA: Pablo Colnaghi FOTOS: María Teresa Navarro
GANADORES POR CATEGORÍA
categoría
CABALLEROS Pro Elite Sub 23 A1 A2 B1 B2 C1 D1 Juveniles Promo A Promo B
DAMAS Pro Elite A1 A2 B1 C1 Juveniles Promo
ciclista
Javier Salas Lautaro Núñez Israel Córdoba Juan Castillo Marcelo Muzio David Frías David Cata Alberto Alcocer Luis Leal Joaquín Toledo Leonardo Vilte Rodrigo Carmen
Claudia Maldonado Abigail Rodríguez Liliana Cruz María García Estela Aramayo María Teresa Rodríguez Luz Maldonado Ana Salva
Recopados
Con una gran cantidad de participantes, la Copa Travesía Bikers Challenger disputada en Salta fue un éxito. Juan Aguirre y Fabi Aramayo, los ganadores de la general.
“El grupo Travesía bikers fue creado el 27 de agosto del 18 por mí y otros amigos. En el 2019 la copa Travesía bikers challenger nació para la gente del grupo y al tener éxito (100 corredores disputaron la primera edición entre promocionales y profesionales) decidimos hacer la segunda prueba en 2020”. palabra de Marcelo sanella, pieza clave para que las ruedas gordas volvieran a rodar por la capital salteña. “Esta carrera se hace toda a pulmón: sólo nos apoya un grupo de comerciantes locales como sponsors para que la competencia sea
Arranca la fiesta en Salta. realidad, además por supuesto de la colaboración y participación de los ciclistas salteños”, agregó. La carrera sigue creciendo y parece no detenerse: 162 fueron los bikers que disputaron la prueba, teniendo en cuenta el particular momento que estamos atravesando por la pandemia. “Quisiéramos agradecer el apoyo de ciclismo cerrillos, que nos brindó el protocolo covid y a nuestros sponsors: Taller de bici La cleta; bike Happy service; Eduardo Manresa, que siempre nos ayuda en nuestros proyectos; carlos Torres; drugstore amelia y a lo de Fito”.
Carrera La copa Travesía bikers es una competencia de rural bike que arrancó desde la puerta de servicio de la Lucinda por calle rural hasta el río Mojotoro. Tuvo dos circuitos: uno promo de 20 kilómetros y otro pro de 40. dijeron presente corredores de Orán, Tartagal, Rosario de la Frontera, apolinario saravia, Güemes, La Merced, cerrillos, Jujuy, chaco, córdoba y salta capital. además, hubo más de 15 equipos disputando la prueba. ante de cada largada, se hizo un minuto de silencio por los amigos ciclistas Rafael y natalia, víctimas fatales en la ruta 28 camino a Lesser y por el periodista depor-
Juan Aguirre se apoderó de la general masculina. tivo Eduardo chañe, pionero del 1.5 en salta. En el plano deportivo, la general masculina fue monopolizada por los Master a: ganó Juan aguirre, con un tiempo de 1h28m03s, superando al sprint a Jorge delgado y a Jackson Martínez. Tras la victoria, aguirre afirmó que “físicamente llegué bien, aunque en el transcurso de la carrera tuve altos y bajos. El circuito fue muy veloz de ida, pero a la vuelta estuvo durísimo, sumado el calor que te pegaba desde todos lados. La organización estuvo excelente, nada que reprochar, nos cuidaron en todo el camino: aprovecho el espacio para felicitar a Marcelo sanella, quien le puso todas las
pilas para que el evento fuera un éxito. En cuanto a la carrera, salimos muy fuerte, al ser en bajada se separó el grupo, quedando 4 en cabeza. de regreso, en la subida, Jackson impuso un tremendo ritmo y al terminar de subir los 5 kilómetros quedamos 3 en la punta. En un momento se me cruzó por la cabeza abandonar debido al intenso calor y al desgaste, pero pude darme cuenta que no sólo yo estaba agotado, sino que también lo estaban Jorge y Jack, quienes me acompañaban en la fuga. creo que es en esos momentos donde un deportista debe ser fuerte de la cabeza y jugué todo el tiempo con eso: fue fundamental en el final sentirme con todas las ganas
Pablo Grifasi y Cintia Perea (2º en Mixto Pro) y Héctor Fernández (1º en Master B). de querer ganar. Faltando 100 metros para terminar la trepada más difícil de 5 km, ambos se despegaron no más de 20 metros. En ese momento se me vinieron mil cosas a la cabeza y pensé que quedaba tercero, pero un rival de mi hijo (quien le había ganado minutos antes en la categoría juveniles) estaba junto a su padre en moto y me dio aliento, me tiró agua de un arroyo que había junto al camino y eso fue fundamental, como una chispa más para llegarle a los dos y no despegarme hasta el sprint final. Jack levantó el embalaje de cabeza y Jorge, que venía atrás mío, se abrió por la izquierda para pasarnos. Fue entonces que me abrí por la derecha, miré el arco
Miriam Pottinger
(1ª en Mixta Pro, junto a Hugo Aparicio) “El circuito fue muy exigente y la organización estuvo excelente, me gusta que se cumplan los horarios. En la carrera pudimos mantener el ritmo, sobre todo en las subidas: fueron dos vueltas en las cuales el calor no dio tregua. La clave para ganar la categoría fue el entrenamiento previo, el trabajo en equipo y sobre todo la buena onda entre ambos: Hugo es un compañero de lujo. Fue un 2020 complicado para todos y es difícil hacer un balance, pero a pesar de todo puedo decir que fue un año bueno, donde pude mantenerme física y anímicamente. Cuando todo se normalice seguramente habrá que organizar los nuevos objetivos, pero siempre tengo en mente disfrutar de esto que amo tanto que es el MTB. Por último, quiero destacar que el compañerismo del JD Teams es lo que hacer que todos seamos campeones”.
1ª en Master C, junto a Sandra Villagra (2ª) y Mariela Anachuri (3ª)
María Teresa Rodríguez
(1ª en damas C)
“Arranqué la prueba muy entusiasmada y segura de mí misma, sabiendo lo que quería lograr. El circuito ya lo conocía, es muy dura la vuelta que tuvimos que recorrer. Para quedarme con la victoria fue fundamental la concentración y no bajar el ritmo en ningún momento. El 2020 lo tomo como un buen año de entrenamiento y este año espero seguir participando en grandes competencias”.
El organizador Marcelo Sanella, con Juan Aguirre y Fabiana Aramayo (ganadora de la general femenina). que cada vez más chiquito y no aflojé, sacando apenas una rueda o menos a Jorge ¡Qué final para el infarto! La experiencia me sirvió para que mis rivales se confiaran en que no me quedaban piernas, pero no sabían que tengo un gran corazón, que fue lo que me ayudó a llegar y poder ganar”. a la hora de hacer un balance, afirmó que “es difícil hacerlo debido a la pandemia. además, mis tiempos laborales son complicados, pero sé que se puede con esfuerzo y entrenamiento. El apoyo de la familia es fundamental, tanto de mi hijo, que tiene 15 años, nos alentamos mutuamente y con quien sueño correr el Trasmontaña, como de mi esposa y de mi cuñado pablo León, quien me prestó su bici antes de largar porque la mía pesa como 30 kilos y no podía dar ventajas”.
Damas Entre las damas prevaleció Fabiana aramayo, con un tiempo de 55m12s para los 20 kilómetros, seguida a 9s por María García y a 43s por María del Milagro Rojas. “Legué muy bien anímicamente y no sentí el cansancio durante la carrera -aseveró la ganadora-. En cuanto al circuito, puedo decir que fue sencillo recorrerlo, ya que estoy acostumbrada a este tipo de zona, y la organización del evento estuvo sobresaliente. Las claves para ganar fueron la disciplina, la constancia y la voluntad. El balance del año es totalmente positivo en cuanto a las carreras y mis objetivos a corto plazo son seguir entrenando y participando en este tipo de eventos”.
ENTREVISTA: Pablo Colnaghi FOTOS: Organización
GANADORES
ciclista
Elite Elite Juveniles Master A Master B Master C Master D Promo A Promo B Promo C Ariel Méndez Diego Paredes Juan Aguirre Héctor Fernández Daniel Ruiz de los Llanos Luis Leal Luciano Cardozo Hugo Escalante Marcos Salazar Damas Juveniles Damas A Damas B Damas C
Mixto Pro
ciclista
Daiana de los Ángeles Silva María del Milagro Rojas Fabiana Aramayo María Teresa Rodríguez
Hugo Aparicio - Miriam Pottinger Juan Acevedo - Ana Pinto
DIA 1 790 metros cúbicos por segundo frente a nuestros ojos y no puedo estar más hipnotizado frente a tanto movimiento. Miro los pilotes del puente por donde pasa la mítica Ruta 40 y la fuerza del agua los envuelve como si fueran dedos que están por quebrar un escarbadiente. Estamos en lo que se conoce como el paraje charles Fuhr o lo que queda de él. antes del puente había unas balsas para cruzar el río y hasta un hotel para viajeros. Hoy solo quedan algunos cimientos y unos cuantos álamos. En el suelo están los botes desinflados y el equipo desparramado. Las bicis siguen hasta con las ruedas puestas y nosotros aún no nos pusimos los trajes secos. Estamos apurados para aprovechar lo que queda del día pero todos los movimientos y la puesta a punto del equipo se vuelve algo lenta, o por lo menos esa es mi sensación. casi que ni nos hablamos y cada uno está en la suya. Miro el reloj y ya pasó casi una hora. por momentos me da la sensación de que desarmamos lo ya armado o que le buscamos un nuevo lugar a lo que ya estaba acomodado con la excusa de encontrarle uno mejor, pero creo que en el fondo estamos tratando de estirar lo más posible eso que sí o sí sabemos que tiene que pasar: empezar a flotar. La incertidumbre da vueltas en mi cabeza con la misma
fuerza que veo correr el río y alimenta algunos miedos que encuentra por ahí. pero choca contra una pared cuando se encuentra con esa parte de mí que siente que está donde quiere estar, haciendo lo que quiere hacer. Hace rato que me prometí a mí mismo no olvidarme nunca de esas palabras y tomarlas como un faro que me lleven siempre hacia ese horizonte al que sé que nunca voy a llegar, pero poco importa. El sentido está en el movimiento.
Estamos listos y lo veo a Javi con una latita de cerveza en la mano. Qué buena idea pensé, qué bien que estuvo con traer esa sorpresa como para brindar al final del día, pero no llego ni a ponerle el punto al pensamiento cuando escucho que la abre. ahora sí que estoy desorientado. — Vení andrés, acercate. nosotros siempre antes de arrancar las travesías hacemos una pequeña ofrenda a la pacha. Fijate qué comida tenés a mano para ofrecerle. — ¿cualquier cosa? — algo que en vos implique un sacrificio, algo que sientas realmente que vale la pena ofrecerle. — ¿una barrita de chocolate está bien? — sí, está bien. Traéla.
nos acercamos a la costa y entre los tres hacemos un pozo. Había escuchado varias veces este tipo de rituales ancestrales pero nunca había participado en uno. soy un poco duro para creer en estas cosas y me quedo observando al detalle cada uno de los pasos a seguir. El primero es Javi, sigue sol y por último me toca a mí. con esta ofrenda a la madre tierra le pedimos permiso para conocerla y también le pedimos que nos cuide. a cambio le prometemos respetarla y cuidarla. Le ofrecemos parte de la poca comida que llevamos, volcamos la cerveza (perdón pacha por la Quilmes) y tapamos el pozo con la misma tierra que sacamos. ahora sí, todo listo para meternos en el agua. El río avanza con fuerza pero casi que no sentimos el movimiento y nos dejamos llevar. Ya vamos una hora y no pasa nada de nada. bah, sí: pasamos un par de curvas y lo más emocionante hasta acá es la sorpresa de ver unos guanacos apareciendo en el filo de uno de los acantilados. pienso que nuestros botes deben verse muy raros desde la costa… si me viera a mí mismo desde afuera lo primero que haría sería preguntarme: “¿eso es una bici? ¿para qué llevás una bici si estás bajando un río?”.
Miro a Javi y sol y vienen bien. Quizá un poco tensos por las primeras sensaciones pero de a poco se van aflojando. para ellos es la primera vez que se largan a una aventura sobre el agua y puedo imaginar lo que van sintiendo. Miro el reloj y ya son cerca de las cuatro. Vamos avanzando rápido. Los paredones que antes se veían lejos ya se ven más cerca y no solo a la izquierda sino a ambos lados. El río se empieza a encajonar y los principios de la física sobre la mecánica de los fluidos hacen de las suyas. El agua se acelera y entramos en la primera zona de rápidos. Voy adelante tratando de marcar la línea a seguir. de los tres soy el que más experiencia tiene, pero muy pocas veces lo había hecho en un río y mucho menos de estas dimensiones. Tengo los sentidos bien puestos en lo que estoy haciendo, pero así y todo, cada tanto el río me sorprende con borbotones que salen de la nada y remolinos que se forman en cuestión de segundos. El santa cruz no es un río de aguas blancas lleno de piedras y dificultades, pero es tanta la fuerza con la que el agua baja que tiene vida propia. Estamos bajando por un gran tobogán de millones de litros de agua. Todo es XL. por momentos hay ondulaciones y los botes suben y bajan casi un metro respecto a la línea de la costa. chocamos contra las olas que se forman en la superficie y entran en el bote mojando todo lo que encuentran. Yo estoy bien y empiezo a entender el bote y el río. Miro a los chicos y vienen bien, o por lo menos eso parece, aunque sus caras no digan lo mismo. Lo importante es que pasamos los primeros rápidos y los tres seguimos sobre los botes. El río no frena y aunque quisiéramos hacerlo tampoco podríamos. Estamos en una parte con paredones de más de 100 metros a ambos lados y es un callejón sin salida. por momentos vamos más lentos, pero así como bajamos la velocidad nos aceleramos en un abrir y cerrar de ojos.
alcanzamos a gritarnos para escucharnos y nos ponemos de acuerdo que en cuanto podamos vamos a salir a la costa a descansar un poco. de repente la cola del bote se me va de costado y siento cómo se empieza a hundir. Giro la cabeza y veo atrás mío cómo se va formando un remolino gigante al que le veo la forma perfecta de embudo. Me empieza a chupar y solo puedo hacer una cosa: remar, remar y remar. Remar tan fuerte como pueda hacia adelante. poner cada milímetro de mis músculos al límite para poder salir cuanto antes de ahí. sé que puede pasar que me dé vuelta, sé que puede ser parte del juego pero eso no va a ocurrir ahora. Empujo con fuerza, logro sacar el bote y me escapo del remolino.
a unos treinta metros viene Javi y un poco más atrás sol. Les grito para avisarles que por ahí no pasen y reman para alejarse. Vuelvo a respirar con normalidad y no puedo hacer otra cosa que pensar que tenemos que estar atentos a todo lo que pueda pasar. El río avanza rápido y en cuestión de segundos las sorpresas aparecen. Los siguientes kilómetros los hacemos a buen ritmo. En cualquier momento nos vamos a encontrar con lo que queda de un muelle caído. Lo puso hace poco una estancia para poder cruzar ovejas a la costa de enfrente, pero la fuerza del agua de la última crecida del río lo tiró y quedó volteado hacia uno de sus lados. días antes de salir “El colo shule”, un kayakista amigo que conoce el santa cruz como nadie, nos dio una mano con la logística de la bajada y con su ayuda pudimos marcar en el Gps varios de los puntos donde debíamos estar atentos, además de las estancias abandonadas para pasar noche o las posibles vías de escape a la ruta por si debíamos dejar el río por algún problema o mal clima. Entramos de nuevo en una zona de paredones, y arriba y a lo lejos, llegamos a ver el casco de una estancia. El muelle está cerca y remamos hacia la derecha para poder ir anticipando la jugada con tiempo mientras vamos dibujando con el río una curva hacia la izquierda. ahí está, apenas termina la curva veo el muelle y la turbulencia que la estructura caída genera en el agua. acomodo el derive de la proa del bote para esquivarlo y pasamos sin
problemas. con esto y unos 17 kilómetros remados, ya estamos podemos decir que fue un buen primer día y es hora de buscar dónde dormir.
a nuestra izquierda está la Estancia El Rincón y varias casas y galpones. Vemos una playita más adelante y alcanzamos a frenar al lado de unos álamos donde hay una mesa de madera y un fogón. sería un excelente lugar para armar la carpa, pero el río está tan crecido que casi tapa la mesa. bajamos de los botes y los subimos a tierra para que el agua no los arrastre. por lo cuidados que se ven los galpones que tenemos más cerca, y sobre todo por la bandera argentina que flamea en uno de los mástiles de las casas, llegamos a la conclusión casi obvia de que esta no es una estancia abandonada así que no queda otra que pedir permiso para poder pasar la noche. caminamos unos doscientos metros en dirección a lo que parece ser la casa principal y escuchamos a varios perros ladrar. un hombre se acerca como si nada con una
remera manga corta, bombachas de campo y la infaltable boina. conversamos un rato:
— disculpe que nos hayamos metido así, pero veníamos por el río y como ya es medio tarde queríamos preguntarle si no tiene un lugarcito donde podamos pasar la noche. Tenemos carpa y bolsas de dormir, solo necesitamos un lugar reparado del viento por si sopla. (silencio)
— acá nada che, les diría allá abajo en “la matera” pero está todo inundado.
(“La matera”: qué manera más espectacular para llamar a un rinconcito entre árboles con una mesa y un fogón donde poder hacer un buen fuego para calentar la pava y pasar horas al costado del río). — ¿nada? ¿un galponcito? ¿algún chaperio? — acá nada, pero si siguen un poco más por el río van a ver que se divide en varios brazos. ustedes siempre agarren por los de la izquierda, más adelante hay una especie de laguna. ahí hay un viejo puesto de la estancia donde pueden pasar la noche. no eran buenas noticias, pero tampoco eran tan malas. a veces cuesta entender que siendo miles las hectáreas de una estancia “no tengan” un lugar para poder armar la
carpa, pero bueno, tampoco están obligados a recibirnos si no quieren y la mayoría de las veces solo cumplen órdenes de un capataz que está a cientos o miles de kilómetros y los visita una vez al año. nos quedamos hablando un rato y le preguntamos cómo es el río más abajo. nos cuenta que se mueve bastante y que hay que tener cuidado con los paredones. como el río está crecido, erosiona con más fuerza las costas y se pueden producir derrumbes. — ¿con viento se pone feo, no? — cuatro metros.
— ¿cuatro metros qué? — Las olas. Olas de cuatro metros ahí contra los paredo-
nes.
— ¡¿cuatro metros?! ¿seguro? Me parece mucho… — sí, cuatro metros. por más exagerada que suenen las palabras de un gaucho siempre son dignas de escuchar y sobre todo respetar. suponiendo que exagere un poco… tres, dos o hasta un metro sigue siendo una ola bastante grande. Repasamos las indicaciones para llegar al viejo puesto. nos damos un fuerte apretón de manos y volvemos a los botes.
— ¿dijo siempre a la izquierda, no? — sí, pero en teoría es cerca y está acá nomás… — En teoría…
El sol está más bajo y ni idea dónde está el puesto. para colmo, arriba de los botes, vamos casi a la altura del agua y eso nos quita toda posibilidad de poder ver a la distancia si estamos en la dirección correcta. Vamos por unos brazos donde el agua casi que no corre y eso nos obliga a remar con fuerza para poder avanzar. Frenamos en la costa y Javi sube una pendiente tratando de ganar altura para poder ver alguna construcción. nada. no hay señales ni puesto a la vista. Volvemos al agua y empezamos a barajar la opción de acampar en el primer lugar que veamos, pero tenemos un gran paredón a la izquierda y solo pequeñas islitas a la derecha. Estamos remando entre laberintos y no nos queda otra que seguir buscando. al rato y bien lejos, parece haber una especie de entrada y jugamos todas las fichas a que ahí empieza la laguna.
¡puesto a la vista! Estamos cansados pero remamos con un solo objetivo en mente que es llegar, cambiarnos lo húmedo por ropa seca, calentar agua y sentarnos a yerbear y charlar un rato largo. Hasta acá fue un día largo pero no en horas sino en intensidad. Es un día que tiene las mismas horas que cualquier otro pero cada segundo fue pleno y lleno de sentido. cada minuto valió la pena y no tengo ninguna duda de que por esto es que me gusta tanto viajar y hacer lo que hago. Es por esto que elijo y siento que vale la pena correr riesgos, sentirse cansado, pasar frío, tener miedo, hambre o sed hasta el punto de llegar a preguntarme: ¿qué mierda estoy haciendo acá? ¿Qué estoy haciendo? sintiendo la vida pasar. Eso estoy haciendo. dÍa 2
En el río santa cruz las mañanas son transformadoras.
pasamos del sueño a la vigilia y del calor de la bolsa de dormir al frío estepario. se respira aire fresco, silencio. dormimos bien, bajo techo y al reparo del viento. afuera todo es calma. adentro solo se escucha el fuego del calentador poniendo a punto el agua para el desayuno. Mientras revisamos el Gps y las anotaciones sobre lo que ya hicimos, aprovechamos para conversar sobre las sensaciones del primer día. Los tres coincidimos que resolvimos bien las situaciones que se nos presentaron, pero hay que estar muy atentos. afuera el sol y adentro el café. Vamos levantando temperatura a medida que pasan los minutos y como el agua acá no es un problema, nos damos el lujo de tomar una taza más. Estamos tranquilos y sin apuro. acá los únicos que corren son el viento y el río. parte del equipo durmió afuera y con el viento de la noche casi todo está seco. Mientras ordenamos las bolsas
de dormir, los aislantes y la comida; el sol se encarga de hacer su trabajo. En estas latitudes y sobre todo a esta hora, ponerse las botitas de neoprene húmedas es todo una epopeya y si lo podemos evitar, mejor. Viajamos con lo justo y necesario, sin embargo el equipo fotográfico no se negocia. son tres las cámaras, un trípode, seis lentes, ocho baterías y doce tarjetas sd. acá es donde se mezclan las pasiones con el trabajo que logra-
mos inventarnos para sentirnos libres, libres aunque sea solo por un tiempo, el tiempo que dure el viaje o el tiempo que respiremos naturaleza y aire puro. Volvemos al río y el día no puede ser mejor. casi que no hay viento, el sol nos acompaña y las nubes son pocas. Objetivo del día: la estancia abandonada Lubeck. debemos volver al cauce principal del santa cruz porque ayer, para llegar al refugio donde hicimos noche, tuvimos que meternos en una especie de delta. como casi no hay corriente toca remar. avanzamos lento. El poco viento que sopla lo tenemos medio de costado y en contra, y eso nos demora bastante más de lo que pensábamos: si así nos cuesta remar, con un viento de verdad sería casi imposible estar en el agua y no tendríamos ninguna chance de tener el control del bote. La naturaleza no se apresura y todo sucede. cada estrato que se dibuja en los paredones que bordeamos es un viaje en el tiempo. cada una de esas capas es el resultado de un proceso de sedimentación de miles de años del cual hoy somos testigos. En algún momento estas tierras estuvieron bajo el mar y hasta alguna vez existió un glaciar que lo cubrió todo. Hoy es estepa y el río santa cruz sigue dibujando con su trazo firme las costas y paredones que lo acompañan desde la cordillera hasta el mar. Hoy ya nos sentimos parte del paisaje. El ayer quedó mucho más que a 30 kilómetros y todo se siente a otra velocidad. no porque el río baje más lento sino porque nuestras cabezas ya no corren con sus miedos más rápido que el río. cerca de las 5 de la tarde estancia a la vista. Hasta acá
llegamos por agua. El pronóstico nos marca que en cuestión de horas va a empezar a soplar viento, así que decidimos buscar un reparo donde poder armar carpa y pasar la noche.
Llegando a la costa hay infinidad de plantas de rosa mosqueta y nos cuesta bajar. Los botes inflables no se llevan muy bien con las espinas y tenemos que estar muy atentos para no pincharlos. a eso se suma que el galpón de esquila que vimos desde el río está a un kilómetro y no nos queda otra que caminar. ¿bici o bote? ¿Qué llevamos primero? La respuesta es unánime: ¡lo que se pueda lle-
gar a volar! La distancia entre el río y el posible “hogar” de la noche es mucha y hay que aprovechar cada viaje. cargamos el equipo como podemos, apoyamos el bote en la cabeza y mientras tanto jugamos a ser equilibristas con el viento. cada tanto me doy vuelta para ver cómo viene sol. Mi metro setenta y cinco me ayuda a que el bote no se arrastre contra el piso y ella viene luchando con sus centímetros de diferencia. Escucho que cada tanto el bote roza el suelo, pero cuando le quiero dar una mano su respuesta siempre es un “no, yo puedo”. ¡Y claro que puede! Lo que le falta de músculos o altura lo compensa y duplica con su cabeza y personalidad. nunca habíamos viajado juntos. Hasta este momento habíamos compartido más cervezas que travesías y reconozco que tenía mis dudas sobre si ella iba a poder con este viaje. Todas estas dudas quedaron hace rato en el fondo del río santa cruz.
El viento en altura desparrama las nubes y pinta el cielo. Ya estamos por llegar al galpón donde tenemos pensado pasar la noche y a simple vista se ve bastante bien. En la estepa cualquier reparo siempre es la mejor opción y más cuando el pronóstico del clima anuncia que en pocas horas el viento está por llegar con su fuerza de más de 80 kilómetros por hora. ponemos las ruedas en su lugar y ahora sí las bicicletas vuelven a ser bicicletas, pero aunque estén listas para andar van a tener que esperar. Ya son cerca de las 6 y no nos queda mucho margen para avanzar. Este viejo galpón de esquila en el medio de la estepa es la única y mejor opción para armar la carpa. Mañana y con mucho viento a favor vamos a tener tiempo para pedalear. Los botes ya están a salvo del viento y los trajes secos ya están colgados. El poco apuro que teníamos para llegar hasta acá es historia y solo resta disfrutar de lo que queda del sol entrando por las ventanas del galpón. La luz se vuelve perfecta para las fotos y la simetría de las vigas de madera contrastando con la chapa le da el toque que le faltaba a una imagen de por sí diferente: tres botes amarillos descansando en el medio de la patagonia en un viejo galpón de esquila abandonado. cuando la espera se convierte en un momento perfecto para pensar siempre es bueno tener una ventana cerca. Miro las viejas y abandonadas construcciones que siguen en pie y es imposible no jugar con la imaginación pensando en cómo era la vida por estos pagos cuando la estancia aún estaba viva.
Mientras suceden los mates, el sol se va por el oeste. La luz empieza a ser poca y todo se va poniendo oscuro. Es en este tipo de viajes donde uno empieza a sentirse de vuelta en equilibrio viviendo al ritmo del sol y de la luna, lejos de las pantallas y las lucecitas de colores.
TEXTO: Jimena Sánchez FOTOS: lavidadeviaje.com / nacionsalvaje.com WEB: lavidadeviaje.com INSTAGRAM: @lavidadeviaje
Dialogamos con Enzo Fredes, una de las grandes figuras de Venzo.
Ciclismo XXI: ¿Por qué decidiste ser ciclista? Enzo Fredes: “Porque mi familia organiza competencias, desde chico siempre estuve rodeado de bicicletas y el ciclismo se transformó en una pasión”. CXXI: ¿Cuáles fueron tus primeros triunfos? E. F.: “Mi primera victoria fue en 2013, en el Desafío Portinari de Mendoza. Y las más importantes, mi primer Campeonato Argentino Sub 23 en 2016 y la general de la Revancha al Río Pinto en 2017”.
CXXI:¿Qué te genera la palabra Venzo en tu vida? E. F.: “Mi llegada se produjo en 2019, cuando me desvinculé de TopMega y se puso en contacto conmigo Ariel Arnaudo. Venzo es un gran equipo y a la vez una familia en la que me siento muy cómodo”. CXXI:¿Cómo atravesaste la cuarentena? E. F.: “La verdad que no me perjudicó mucho, lo tomé como un buen descanso que me sirvió para focalizarme en los nuevos objetivos”.
CXXI: Venzo comenzó a disputar carreras de ruta. ¿En qué lo diferenciás del MTB? E. F.: “En la ruta me siento muy cómodo, me gusta muchísimo y es una gran oportunidad correr en el nuevo team. Es totalmente diferente al MTB, que es más solitario. En las pruebas de ruta tenés que planear buenas estrategias y encajar bien con tus compañeros”.
Fernando, Andrés y Bruno Contreras, junto a Enzo Fredes. CXXI:¿Qué balance hacés del año pasado y qué esperás para el 2021? E. F.: “Es complicado hacer un balance del 2020 porque no pudimos correr casi nada, pero fue positivo porque en lo poco que se pudo competir estuvimos dando batalla. Espero que este año podamos estar presentes en más competencias y cumplir con los objetivos”.
Iluminados
La noche de Fray Mamerto Esquiú se vistió de gala para vivir una memorable jornada de ciclismo.
Fray Mamerto Esquiú se convirtió en la ciudad catamarqueña que ilumina el camino del ciclismo. En esta oportunidad, de la mano de la Municipalidad a cargo del intendente Guillermo Ferreyra y de catamarca bicis, se realizó una gran prueba en un circuito de 6,3km en el que se pudo apreciar la gran iluminación led que posee la zona de “Vista Larga”, ente las localidades de piedra blanca y san antonio.
Tulio Canil se quedó con el triunfo en Master D. Master D Entre los master d, los grandes protagonistas fueron Héctor sosa y Tulio canil, quien finalmente se quedó con la victoria. En el pelotón que definió el tercer puesto, el festejo fue para Hugo Montero.
Tras el triunfo, “nino” aportó sus sensaciones: “físicamente llegué 8 puntos, ya que hubo tiempo para dedicarle a la actividad, y anímicamente bien, un poco ansioso por la situación general de
Héctor Sosa culminó 2º entre los Master D.
Podio Master D. esta pandemia. El circuito es bien rutero y requiere estar preparado, destacando el estado de limpieza de parte de la organización, que estuvo acorde a las circunstancias y es un ejemplo a seguir. La carrera fue entretenida y movida de entrada, lo cual me favoreció. Estratégicamente, con mi compañero de equipo Gabriel Fontán salimos a romper el grupo para poder hacer la fuga y eso fue clave para quedarme con la victoria. correr de noche tiene la ventaja que las temperaturas son menores, teniendo en cuenta el calor de nuestra provincia. El balance de este año es muy pobre, debido a lo atravesado durante toda esta pandemia. Fueron sólo cuatro carreras en todo el año y quedamos con ganas de más. disfrutaremos de las fiestas, esperando que todo vuelva a la normalidad”.
Master B y Promo Luego salió a escena el numeroso pelotón de los master b junto a los promocionales, que definió la carrera en un masivo sprint ganado por el juvenil Matías Tapia, quien disputaba su segunda carrera en ruta. Eduardo “nene” aredes y Rubén Ocampo completaron el podio. “Traté de llegar de la mejor manera posible, ya que semanas atrás tuve coronavirus. Quiero brindarles un gran saludo y agradecimiento a los médicos y enfermeros que estuvieron al 100% brindando todo su apoyo para mi recuperación”, destacó Mati. sobre el circuito y la organización, afirmó que “fueron impecables, hay que darle mucho mérito a toda la Municipalidad, que trabajó para dejarlo en óptimas condiciones, brindando una iluminación perfecta. además, se cumplieron con los horarios en cada categoría”. para Tapia, “la carrera fue una fiesta, tuvo todo lo que uno se
Gran victoria de Matías Tapia en Master B y Promo. imagina que puede llegar a pasar: entretenida, durísima, con competidores de excelente nivel y el condimento extra que tuvo correr de noche. En la última vuelta me fui acercando al pelotón y 300 metros antes de la llegada tuve un pequeño espacio que me dio la posibilidad de hacer una fuga, que sinceramente no esperaba. por suerte me salió bien, ya que en ese momento cerré los ojos, agaché la cabeza y dije ´allá vamos, que sea lo que dios quiera´, y cerca del final llegué con las última fuerzas que me quedaban para poder lograr el objetivo”. “a futuro, quiero seguir sumando experiencia con los grandes corredores que tiene esta disciplina para ingresar en las mejores condiciones a la categoría elite. por último, quiero mandarles un saludo a todos mis amigos y familiares que están brindándome siempre su apoyo incondicional y sobre todo un enorme abrazo al cielo a mi gran y querido abuelo “Gringo” Vázquez, quien seguramente estaría muy contento por mi gran presente”.
Damas 18 fueron las chicas que le dieron vida a una prueba vibrante, con varios ataques que fueron controlados por el pelotón, hasta que Verónica Leiva y brenda Gómez lograron hacer una diferencia. sobre el final, Leiva logró despegarse de la ciclista ambateña para quedarse en solitario con el triunfo. En el desenlace por la segunda posición, el mayoritario alcanzó a brenda, quien culminó tercera, detrás de Guadalupe díaz. Verito Leiva desmenuzó su gran victoria: “Es la primera vez que me dedico a entrenar sólo ciclismo, ya que vengo del duatlón y de carreras de trote de montaña y calle, o sea de entrenamientos combinados y eso como dio un plus más de seguridad. El circuito es hermoso, rápido, a la vuelta tenés un poquito de pendiente, con el viento que siempre está presente en catamarca. El paisaje le da la combinación perfecta, y la ruta está en excelente estado, ya que hace muy poco se inauguró una hermosa bici-
Verónica Leiva, la mejor entre las damas. senda. La organización estuvo impecable y quiero destacar que nos tuvieron en cuenta a la mujeres, con un gran pelotón de 18 chicas”.
para Vero, correr de noche “cambia mucho, porque en catamarca se sufre el calor y el viento y a esa hora se calman un poco”. En la carrera “se impuso un lindo ritmo, hubo varios intentos de fuga pero me pude escapar en la tercera vuelta y faltando una aumenté el ritmo y la hice en solitario. Las claves para ganar fueron la seguridad que te da saber que estás haciendo bien los entrenamientos y tratar de buscar las fugas, ya que me mi experiencia en duatlón me hace sentir cómoda correr en solitario”.
Verito tiene un gran objetivo en mente para 2021: “poder llegar de la mejor forma al campeonato argentino de Ruta de chilecito. Va a ser un circuito en altura, bien norteño y trataré de representar de la mejor forma a mi provincia”.
Elite En su primer triunfo con el shania, el experimentado carlos soto festejó entre los elite. En una apretada definición, el ciclista de Los altos superó a los juveniles Valentín castro y Rodrigo silva. “El circuito es muy lindo y no se hizo duro porque no corrió el típico viento catamarqueño. Fue una competencia muy rápida, con varios intentos de fuga. correr de noche es mejor porque no sufrís tanto el calor ni la necesidad de tomar agua. Ojalá sigan haciendo carreras nocturnas y apoyando al ciclismo catamarqueño, porque hay una buena plaza de ciclistas en este momento. Fui leyendo la prueba y vi que se podía llegar al sprint, por lo que guardé energías para poder embalar”, afirmó carlitos. acerca de su llegada al shania, reveló que “hablé con mi amigo Franco López y le dije que estaba sin equipo y con poca preparación física debido a la cuarentena. Él charló con la directiva
del shania y me sumé al plantel. Lo único que les pedí es que me
Emotivo festejo de Carlitos Soto en varones elite. dieran tiempo para ponerme bien y los resultados están llegando. Estoy muy agradecido tanto a shania competición por tenerme en cuenta, como a mi amigo Franco López por la mano que me dio para llegar al equipo”. sobre lo que viene, destacó que “espero poder seguir corriendo la temporada en san Juan y todas las carreras que vengan. no hay objetivos planificados porque sigue habiendo incertidumbre por la pandemia, pero apunto todos mis cañones para subir al podio en el argentino de Ruta de chilecito, que se correrá en un circuito bastante duro, por lo que hay que entrenar mucho para llegar bien físicamente. Fue un año muy difícil para todos: tuve la pérdida de mi sobrino y es un momento muy duro para toda la familia. por eso este triunfo fue muy especial y se lo dediqué a él tirando unos besos al cielo...”.
a la hora de los agradecimientos, carlitos se acordó “de mi hermano andrés, que siempre estuvo conmigo ayudándome y
CLASIFICACIONES
ciclista
Elite 1° 2° 3° 4° 5° Carlos Soto Valentín Castro Rodrigo Silva Maximiliano Saquilán Diego Fontán
Damas 1° 2° 3° 4° 5° Verónica Leiva Guadalupe Díaz Brenda Gómez Rita Vallejo Andrea Sánchez
ciclista
Master B y Promo 1° Matías Tapia 2° Eduardo Aredes 3° Rubén Ocampo 4° Ulises Vergara 5° José Luis Sayes
Master D 1° 2° 3° 4° 5° Tulio Canil Héctor Sosa Hugo Montero Fernando Hernández Juan Balastegui
Podios damas y varones elite. hoy quiero darle fuerza para que salga adelante por lo que ha pasado con mi sobrino. También a mi viejo, que está en el cielo, porque gracias a él soy ciclista, a mi hijo, a la Municipalidad de Los altos y a su intendente Rafael Olveira, a Gustavo alinis, Hugo Montero, Jorge nieva, Radio Valle Viejo y al equipo shania c petición”. om-
TEXTO: Pablo Colnaghi FOTOS: Organización