Revista Contante y Soñante No. 9

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No. 9 - Diciembre de 2005 SEDE Corporación Cultural VIVAPALABRA Calle 55 43-63 Medellín - Colombia Telefax: 239 4423 A.A. 67210 revistacontanteysonante@yahoo. com corporacionvivapalabra@yahoo.com www.vivapalabra.8m.com Dirección: María Teresa Agudelo Subdirección: Mauricio Patiño Jefe de redacción: María Teresa Agudelo Consejo de redacción: Mauricio Franco, Adela Ortega Publicidad: Mauricio Patiño Distribución y ventas: Ana María Cortés, Leidy Sanjuan Administración: Liliana Echavarría, Jota Villaza Diseño Grafico e Ilustraciones Eduardo Navarro Revista Contante y Soñante Editada por la Corporación Cultural MEDELLÍN-COLOMBIA Copyright © 2002-2004. Todos los derechos reservados. La revista no necesariamente comparte todas las opiniones aquí expresadas. Los artículos son responsabilidad exclusiva de sus autores.

Diciembre de 2005

CONTENIDO EDITORIAL FORJADORES DE SUEÑOS Carlos Pachón

CUENTEROS EN LA MIRA La Nave

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TEORICONTANDO

¿Hacemos narración oral, o hacemos teatro?

EL TALLER

El cuerpo nunca miente

ERASE UNA VEZ

Confesiones de un juglar urbano Del caminar Trabajar, trabajar y trabajar

LA ENTREVISTA Armando Quintero

DE FESTIVAL Avalancha de festivales

CUENTACORA

Crónica de un viaje de cuento

8/9 DEL ICEBERG

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16/9 de consejos que los dejarán fríos

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EL DESPARCHE

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EDITORIAL

EDITORIAL

Hay quienes consideran que la cuentería es la cenicienta de las artes escénicas, pero que nunca se convertirá en princesa. Otros quisieran encerrarla en una alta torre, como a Rapunzel, para no volverla a ver jamás. Algunos la ven como una hija bastarda de origen desconocido y sospechoso, o una pariente pobre a la que se le quiere, pero se le mira por encima del hombro. Otros ni siquiera la consideran de la honorable familia de las artes escénicas, y no falta el generoso que quiera adoptarla, o el falso príncipe convencido de que con un solo beso suyo podría transformar el sapo en princesa. Pero también hay quienes se entregan a sus encantadoras melodías como ratas de Hamelin. Desprevenidos aventureros que se enamoran de ella y se entregan a sus misteriosos encantos sin preguntar por su origen. También hay quienes la aman o la odian según el traje que lleve puesto. Otros, como yo, sabemos por lo que nos ha llegado de historia del arte que es la mamá de las artes escénicas, reina o madrastra, pero madre al fin y al cabo. Antes del nacimiento del teatro griego, el aeda o rapsoda convocaba a las multitudes alrededor de su palabra prodigiosa, haciendo aparecer ante los oídos asombrados de la muchedumbre al divinal Aquiles o al astuto Odiseo. La mágica seducción de la palabra de Sherezada fue el mejor bálsamo para calmar la cólera asesina del sultán, quién le dio licencia a la muerte para el perderse durante mil y una noches en el embrujo de las historias. Y las divertidas y picantes historias del Decameron fueron la mejor vacuna contra el miedo a la peste que invadía Florencia. Yo creo que la cuestión no es precisar cuál fue primero, el huevo o la gallina, o cuál es mejor, si no que ambas artes puedan mirarse entre sí con respeto, amor y admiración, y tomar de la otra aquello que pueda enriquecerla, sin dejar nunca de lado la crítica, siempre fortalecedora cuando se hace con respeto y humildad, valores un tanto olvidados en el mundo de las artes escénicas. Aunque el cubano Francisco Garzón Céspedes, hombre de teatro y de cuentería, se esmeró en delimitar ambas artes, reconocidos cuenteros alrededor del mundo han sabido usar muy bien algunas técnicas teatrales en pro de sus propuestas artísticas, sin olvidarse de la esencia del contar. En el caso colombiano, existen diferentes cuenteros que han conquistado al público a través de sus “Personajes Narradores” o “Cuentos Teatralizados”: Robinson Posada con el Parcero del Popular Número 8, Carlos Pachón con su personaje Gilimón Solonilla, Teresita Vázquez con Rosita Ateortua, Jota Villaza con Juan Cuentero, La agrupación barranquillera La Nave con su rica gama de cuentos teatralizados, sólo por mencionar algunos. Algunos artículos de este número de CONTANTE Y SOÑANTE apuntan en esa dirección.

La directora.


CARLOS PACHÓN O LA NARRACIÓN ORAL CONTEMPORÁNEA Soledad Alzate solalzate@yahoo.com

Desde el año de 1985 el teatro y la cuentería han sido inseparables en la vida de Carlos Pachón Rodríguez, hasta el punto de haber conformado un grupo dedicado fundamentalmente a la investigación y desarrollo de su novedosa propuesta de “Narración Oral Contemporánea”, única en su género y con modalidades como la de “El Personaje Narrador”, a través del cual se relatan historias urbanas, cotidianas, sin recurrir a la adaptación de cuentos literarios o a la tradición oral, como usualmente se hace para modalidades como la del “Narrador Oral Escénico”. Yo conocí a Carlos en Medellín, con su montaje “La Piel de mi Barrio” y ¡me encantó! con su personaje “Gilimón Solonilla”, un campesino que adopta de una manera ingenua y graciosa todos los modos y modas de la ciudad, y a través del cual narró en el año de 1989 en el T.P.B. (Teatro Popular de Bogotá) el primer cuento urbano que se haya hecho para la narración oral en Colombia, y hasta donde se sabe, en el mundo, cuento que llamó “El loco Jeremias”, el cual desencadenó todo el movimiento

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hoy existente, tanto de los “Personajes Narradores” que hoy se conocen y propagan sin mayores objeciones, como de los cuentos urbanos creados para la narración oral, diferente a lo que se venía narrando de tradición oral y adaptaciones literarias. Para conocer un poco la historia de este “Forjador de Sueños”, debo contarles que es bogotano de pura cepa, estudió hotelería y turismo, contabilidad y otras cositas que a la hora de la verdad sólo le sirvieron para llenar su maleta de experiencias qué contar. Desde siempre conoció su vocación teatral, y en el colegio, la universidad, y en todo su caminar, estuvo vinculado a la actividad teatral, artística y cultural. Llevado por su vocación, inició en los años 70 una gira de siete años por “Sub-América” y trabajó como actor en grupos como Nova teatro (Perú), Teatro de experimentación de Santiago (Chile), Teatro La Huella (Argentina), país en el que realizó estudios de cinematografía en la ciudad de Buenos Aires. En el año de


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1983 de regreso en Colombia, continuó con su labor artística en el grupo Teatro Ñacahuzu, y también en la Corporación Colombiana de Teatro. Posteriormente formó parte del grupo de teatro de la Universidad Nacional y, en 1989, del Teatro Popular de Bogotá, como miembro fundador del grupo de narración oral “Cuento con todos” donde participó activamente en los talleres de formación e investigación de las diferentes áreas de las artes escénicas. Fue en 1985 cuando fundó el primer grupo de cuentería del que se tiene conocimiento en Colombia, al que llamó “Teatro Unísono”, dando comienzo a la ininterrumpida tarea de investigación y desarrollo de su innovadora propuesta de NARRACIÓN ORAL CONTEMPORÁNEA, con las modalidades de: Cuentero Popular, Narrador Oral Escénico, Personaje Narrador, Cuento Teatralizado, Comunicación Oral Escénica y Narración Oral Experimental. Su incansable trabajo por la difusión y diversificación de la “Narración Oral Contemporánea” le ha merecido reconocimiento nacional e internacional, como el reciente premio “Contarte”, concedido por la UNEAC (Unión de escritores y actores de Cuba) en Mayo de 2005. Ganador en 1995 de la beca de creación para su montaje “Desde la memoria de mi gente”, en el área de Artes Escénicas, sub-área Narración Oral, y el reconocimiento como ganador en todas las convocatorias en las que ha participado del programa “Construyendo Ciudad con La Palabra”, del Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá. Actualmente sigue trabajando con su grupo “Teatro Unísono” en el desarrollo de su propuesta, y dictando talleres de Expresión Oral y Corporal, Narración Oral Contemporánea, y Capacitación Empresarial (con énfasis en lo lúdico), y, por supuesto, presentando en diversos lugares sus montajes de repertorio: “La llama perpetua y otros cuentos”, “La piel de mi barrio”, “Del amor y otros hechizos”, “El hijo del corsario o la leyenda del rayo” y “Vamos a cantar cuentos”, con los que sigue cosechando éxitos y participando en eventos nacionales e internacionales de oralidad y teatro. Y como si esto fuera poco, está empeñado en publicar, según dice él, “antes de que mis nietos se me adelanten”, su libro de “Narración Oral Contemporánea” de la cual es, sin lugar a dudas, su creador y pionero.


LA NAVE CARNAVAL A DIESTRA Y SINIESTRA Mauricio Alberto Franco Granada elojoocioso@yahoo.es

Entre los diferentes espectáculos que se presentaron en el pasado festival “Entre Cuentos y Flores”, el montaje esperado con mayor curiosidad fue el del grupo La Nave, integrado por Mayerlis Beltrán y Fernando Cárdenas. El motivo: su obra era nada más y nada menos que una adaptación de “A la diestra de Dios Padre” de don Tomás Carrasquilla, en versión Carnaval de Barranquilla. Ese sábado el público de Medellín fue sorprendido por tres propuestas muy diferentes. La velada fue abierta con S.D. un Corazón Látex, de Mauricio Patiño, a cuya esquizofrenia siguió un Álvaro Gasca más sereno y “en tiempo de bolero”. Después de una breve espera, el estrépito del carnaval se tomó la sala con sus cantos y tambores. Fernando y Mayerlis salieron desde la parte posterior del auditorio, pasando entre los espectadores, quienes, contagiados por el ritmo, se vieron obligados a voltear sus rostros y buscar “la fiesta”. Así, con música y alegría, fuimos invitados a vivir la fiesta escénica de estos jóvenes barranquilleros. ¿Qué se vio? Un espectáculo que, si bien toma numerosos elementos teatrales, nunca abandona del todo el campo de la Narración Oral. Los integrantes de La Nave, formados en las artes escénicas, dominan las técnicas corporales y vocales. Aprovechan el dúo de una manera magistral: dos narradores, narrador y personaje o dos personajes en diálogo, siempre en mutuo apoyo equilibrando la escena. Los personajes interpretados están tan bien diseñados que cualquiera de los narradores puede encarnarlos sin confundir al auditorio, esto se logra mediante la caracterización y la economía de elementos: un solo objeto para cada rol, una máscara, una peluca, una mochila y un sombrero. Sin embargo, estas interpretaciones no alcanzan a crear la famosa cuarta pared que nos distancia del teatro, no. Esas pequeñas actuaciones

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ilustran la acción y le dan variedad al relato, pero lo que buscan principalmente es facilitar la narración de los diálogos, que todos aquellos que nos hemos puesto en la tarea de montar un cuento sabemos lo complicado que es incorporarlos en las versiones orales de cualquier historia. Pese a que el cuento es contado de manera fresca y divertida, la pareja de cuenteros no deja al azar ningún elemento, y menos teniendo en cuenta que de su debida intervención depende la del otro. Su vestuario colorido da cuenta de la fiesta que nos traen, pero pronto desaparece de nuestro imaginario cuando entran en escena los personajes. Lo más valioso que nos ofrece La Nave es su autenticidad. Es posible que la idea de contar a Carrasquilla en costeño sonara en un principio sacrílega, pero verlos hacer de paisas hubiese sido “un pecado sin perdón de Dios”. Lo que ellos rescatan en el subtexto del relato es la picardía, es ese juego donde todo se puede tomar como excusa para una sonrisa. Incluso la ruptura de la iconografía religiosa tradicional es hecha de tal manera que no llega a ser ofensiva, y estoy seguro de que aquellos que se enfrascan en los debates bizantinos sobre el lugar del humor en la cuentería tuvieron que bajar la guardia frente a estos dos hábiles idiosencratas y se vieron obligados a “relajarse y disfrutar”. Todo esto del carnaval me remite a los orígenes impíos de las artes. Las artes no nacieron cultas, la música no se la inventaron en los conservatorios ni la literatura en los monasterios o en las facultades. Pese a esto, muchos piensan que los “artistas” son ese cliché que adoptan los que posan de cultos, aquellos que parecen gozar a veces de una especie de estatus que los hacen


elevados e intocables, mientras que otros los estigmatizan con la imagen del hippie rebelde cuyas obras son sus agónicos ataques contra el sistema. Pues no, resulta que en los albores de la humanidad el artista era un hombre del común, uno de todos, sólo reconocible por sus obras. Fue el convertir sus actos en oficio lo que lo fue distanciando de las mentalidades prácticas de los hombres del común. Este quehacer del artista viene en parte de las grandes fiestas, de los carnavales de los pueblos, de esos episodios de alegría en que las naciones se reunían para agradecer las cosechas o conmemorar algún suceso histórico o mítico importante. El éxtasis de estos eventos inspiró a algunos hombres a manifestarse de alguna manera que con el tiempo se fue convirtiendo en conocimientos de alto valor. Para dar un ejemplo claro y conocido, el teatro se lo debemos a las fiestas dionisiacas o bacanales, dedicadas al vino. Para nosotros, habitantes del interior de Colombia, los carnavales no son más que fiestas desenfrenadas, y así ignoramos la poderosa carga simbólica que traen consigo. Pero para las provincias, sin importar las distorsiones que traen consigo los tiempos modernos, el carnaval sigue teniendo ese importante elemento de cohesión, incluso de doctrina, que mantiene viva la conciencia de un pueblo. De ahí que cada carnaval tenga su música, sus instrumentos, sus bailes (visto como estética del cuerpo, como coreografías teatrales), y sus cuentos. Las máscaras sí que son importantes en este contexto, ya que aportan a la vez el ambiente de festival y la referencia al teatro clásico, fundiendo todo en las raíces originales de la cultura. Esta historia, que ha llegado hasta nosotros de la pluma de Carrasquilla con el título de “En la diestra de Dios padre”, es universal, es patrimonio de la humanidad (prueba de ello es la versión que presentó Matías Tárraga en su función de sala y Moisés Mendelewics en una ocasión anterior), y tiene tanto peso que da para ser un mito griego o un “gembuste” del atlántico.

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TEORICONTANDO

¿HACEMOS NARRACIÓN ORAL O HACEMOS TEATRO? Mayerlis Beltrán y Fernando Cárdenas

Hemos aceptado la invitación que nos hicieron nuestros amigos de la revista CONTANTE Y SOÑANTE de participar con un artículo que hable sobre narración oral y teatro, a sabiendas de que este es un tema muy delicado, pues para algunos artistas las fronteras entre ambas artes son grandes e infranqueables, y para otros, como nosotros, dichas fronteras son casi imperceptibles y hasta a veces pensamos que no existen. Entonces hemos decidido limitarnos a describir el trabajo escénico que desarrollamos en la Corporación Cultural NAVE.

¿QUÉ HACEMOS?

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Nuestra forma de abordar la escena conjuga el teatro con la narración oral y los diferentes recursos que estas dos artes poseen. Para crear un espectáculo con tales características, además de la motivación para seleccionar el texto, debe realizarse el respectivo proceso de adaptación, lo cual hacemos pensando en el trabajo actoral de representación de personajes, y el trabajo narrativo de descripción de

imágenes y diálogo con el público. Para lo anterior, dividimos el texto seleccionado en tres órdenes: texto narrable, texto que se utilizará como diálogo de los personajes o parlamento, y texto representable, que se traducirá en acciones físicas e imágenes por parte del actor al interpretar el personaje. Posteriormente, nos enfrentamos al trabajo práctico, que tiene parcialmente solucionados dos aspectos, el parlamento y el texto representable. Entonces nos surge una inquietud: ya que somos dos narradores en escena ¿qué hace uno mientras el otro narra? Entonces decidimos construir imágenes, acciones físicas y movimientos que no aparecen en el texto original, todo esto apoyados en la técnica de Stanislavski. Cabe decir que nuestro trabajo también incluye música que interpretamos nosotros mismos en escena. Para seleccionar los temas musicales, estudiamos la atmósfera que queremos crear en nuestro espectáculo.


NARRACIÓN Y TEATRO, UNA DUALIDAD Como se puede observar en lo expuesto hasta el momento, el proceso de puesta en escena de la Corporación NAVE tiene sus bases en técnicas teatrales, especialmente en lo relacionado con el manejo de la escena, el cuerpo y la voz: creación de personajes, expresión corporal y oral. Pero queremos resaltar los recursos que hemos adquirido mediante la práctica de la narración oral: la relación del actor con el público, la construcción de imágenes orales y el manejo de las estructuras literarias, recursos que también hemos adquirido a partir de la observación del trabajo de otros narradores y sus maneras de abordar la escena. Hemos descrito algunas características del teatro que enriquecen nuestro trabajo narrativo y viceversa, siendo conscientes de las diferencias que poseen estás dos artes escénicas, aunque también de sus similitudes, y son estas últimas la base del trabajo que realizamos. Para nosotros, la similitud más importante es que tanto para practicar la narración oral como el teatro se necesita de un actor y de un público. En cuanto a las diferencias, la más importante aparece en La Poética de Aristóteles, cuando se refiere a las diversas formas de realizar la mimesis.

Es decir, la narración oral y el teatro son formas escénicas de la mimesis, en donde se utilizan diferentes medios del lenguaje. Esta diferencia, es la que estudiamos y conjugamos en la escena. A manera de conclusión, podemos decir que en los espectáculos que hemos realizado hasta el momento, utilizamos diversas formas del lenguaje para contar una historia interesante de manera clara y sencilla. En realidad no es de nuestro interés responder a la pregunta que da el título a este artículo, solo realizar espectáculos con un nivel artístico exigente para nosotros, donde se conjuguen todos los recursos y técnicas que podamos utilizar, enmarcados en una estética. Todo lo anterior —quizás más, quizás menos— es lo que hacemos, sin pretender adoctrinar o crear técnica alguna, pero sí haciendo uso de la libertad que tenemos para crear, ya que finalmente cada quien mata sus pulgas como puede.

1 ARISTÓTELES. La Poética. En: ROMERO, Francisco. Obras Filosóficas. México: W.M. Jackson, INC, 1973. p. 350.

[...] Mientras unos emplean todos los medios [del lenguaje] al mismo tiempo, otras emplean una vez uno y otra vez otro. Estas son las diferencias que existen entre las artes según los medios con los cuales se efectúa la imitación.1 11

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EL TALLER

EL CUERPO NUNCA MIENTE Taller de Narración Oral en la Universidad Nacional Fabio Alberto Gallego pachote78@hotmail.com

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“¡Qué hubo pues mi socio, siga con la historia! Usted en la mitad no puede decirle al público ´espere un momentico yo me acuerdo´ o ´voy a volver a empezar´. Usted tiene que estar mosca. ¿Qué hemos trabajado de la presencia escénica?” Jairo Escobar toma aire, se acuerda exactamente de donde está cada parte de su cuerpo para reflejar justo lo que él quiere, lo que el cuento necesita, y vuelve a empezar… …de allá, justo de donde nadie se esperaba que apareciera, llegó la sombra. Y el pescador con sólo pensar en ella tuvo su alivio en la memoria… Es un lunes… ¿o miércoles? Igual no importa. Cualquiera de los dos días el grupo de cuenteros de la Universidad Nacional –sede Medellín- está reunido con Robinson Antonio Posada su tallerista… o para que sea más cortico, con Juanito Esquinas Mil Amores No Me Mires: El Parcero del Popular Número Ocho. Robinson hoy no luce el pantalón Brumo rojo tres-costuras, ni su camisa Oxigeno, ni escapularios. Está sentado. En la mano una

libreta de notas forrada y laminada con el afiche del festival de cuentería de la Guajira Akuentajuî y en la mirada: Jairo. No pierde ningún detalle de lo que está sucediendo en las tablas. Su rostro describe tensión, cuidado. Está pendiente de cada crujir del escenario, de cómo cada gesto sale y se involucra con el resto de quienes toman el taller. Apunta en la libreta y sus labios muy pasito, casi imperceptibles, intentan remedar a quien está arriba. Como un “empujoncito” mudo. “¡Eso pispirispis! ¿Si vio que sí se puede?” Desde marzo de 2005, Robinson viene trabajando con este grupo de cuenteros. Ahora está dando los últimos retoques a los trabajos de montaje. Detalles que van desde un gesto hasta todo el concepto de iluminación, vestuario y escenografía. “Esto es el resultado –cuenta Robinson- del tiempo que venimos haciendo trabajo de cuerpo, conocimiento del espacio, búsqueda de los detonantes, los clímax, puntos de giro. Al principio, cuando la gente vio que era un trabajo con dramaturgia fuerte, empezó a sacar el culo”.


El trabajo ha incluido el estudio de la estructura del texto. Según Robinson todo va unido a las intenciones, a qué busca el cuentero con su público, cómo se lleva esa historia como una sola. Todo un proceso. Esas intenciones son producto del monólogo interno que lleva cada texto. A eso se le puede llamar moraleja, enseñanza o fábula. “Vea Pispirispis –interrumpe Robinson- es que se deben manejar dos intenciones: la del cuentero y la del cuento. Es que los movimientos hablan del inconciente. Yo no puedo estar diciendo una cosa y con las manos otra. El cuerpo no miente. La presencia escénica lo es todo, habla de la intención del cuentero desde el primer paso. Hay muchas herramientas del teatro que se aprovechan desde la cuentería”. El taller antes era dictado por Jota Villaza pero por inconvenientes de tiempo él no pudo seguir. Juan Torres, el coordinador de Extensión Cultural, ya tenía cierta cercanía con Robinson pues el Parcero ya había dictado algunas sesiones en ausencia de Villaza “y claro… ponchado con la hoja de vida”. “La pregunta es Si yo soy cuentero y qué es lo que se quiere con eso. Esto no es un oficio para levantar viejas ni para tomar cerveza. Hay que ser un cuentero de compromiso y eso es lo que se le enseña a los pelados aquí”. Quien no conozca a Robinson diría que está “montado” en su personaje, pues su rostro asemeja una braveada, un “ojo pues”, “no me fallés garbinba” o “si la embarrás te quiebro”. Pero cuando el que está contando la embarra, siempre está también la mirada cómplice de Robinson que dice volvé a empezar. Y va: Pero para el pescador la memoria era sólo eso, un recuerdo, una idea vaga de lo que ella ya no era… de lo que quizá nunca fue. 13

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ERASE UNA VEZ...

Cuentos recopilados por Liliana Echavarría mandanostuscuentos@yahoo.com

CONFESIONES DE UN JUGLAR URBANO Bernardo Páez, Cuentero bogotano laninadelacolumna@hotmail.com

Nadie podrá callar mis demonios… Me encuentro en el baño de una casa vieja del suburbio central de Bogotá. Soy blanco de ojos claros, un buen estereotipo para quien siempre quiso ser gringo. A decir verdad desciendo de una generación de bastardillos que desconozco y por un azar genético con esta apariencia. Hablo inglés aunque pocas veces lo entiendo, pero esto ayuda al engaño, sobre todo cuando se trata de pasar hojas de vida. Soy fotofóbico, odio las luces del escenario, de los automóviles y de los avisos publicitarios. Siempre ando bajo la sombra. Me gusta caminar por el borde de las aceras, conozco todos los peligros de esta puta ciudad. Estoy a punto de salir. Para mí es fácil vestirme. Tengo tres Levis, dos pares de zapatillas marca Nike, camisetas de un solo tono y gafas oscuras por si acaso sale el sol. Casi siempre los

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días son grises como la piel de cemento de Bogotá. Puedo respirar el smog con naturalidad. Soy un animal urbano y me la sé jugar con los peores. Para mí la ciudad es una criatura viva que ronca y vocifera como cualquier otra bestia humana. Sé que bajo su piel el color de su sangre es café y por sus venas corren ríos de mierda. Vivo cerca de un putiadero. Las divas del meteisaca me despiden con suspicacia: -Adiós Jhony… Ellas saben que he perdido los escrúpulos. Cuido mi soledad como si fuera una madre enferma. Me quedé solo hace un buen tiempo. Mi padre hace ocho años me dijo “ya vengo” y aún lo estoy esperando. Mi madre no soportó su ausencia y… bueno, ya sabes qué hace una madre desesperada, termina en el manicomio o muerta. Saca tus propias conclusiones. La soledad pasó a ser mi grata compañía. Camino sin saber a dónde ir. Siempre comienzo los días así. Es bueno entregarse al mundo, divagar sin razón alguna, deambular sin sentido, aplicar la ley de Heisemberg a la vida (sí, esa… la de la incertidumbre). Cuando llega la noche algo ocurre en mi inconsciente o, quizá, es por inercia o mera acción gravitacional que mis pies me llevan justo al Bar. Mis amigos dicen que es por costumbre, mis enemigos que porque tengo graves problemas con el alcohol. Ambos tienen razón. El bar es como mi segunda casa, allí en medio de su atmosfera alquitranosa y etílica he pasado los mejores momentos de mi vida, y también los peores, desde el reconocimiento profundo de la personalidad de mis pocos amigos hasta el conocimiento letal de la chica que me enamoró. Por lo general nos la pasamos saboteándonos, comentando el partido de fútbol o el campeonato del barrio y discutiendo sobre el trasero de los grandes escritores más que de sus obras.

- … ¡Por favor Jhony! ¿no lo ves? –dice Ray- los maricas desarrollan tal sensibilidad que acceden a elevados estados del espíritu y por eso escriben mejor, esa es mi teoría. Solo piensa en Wilde, Whitman, Lorca, Verlaine, Querouac… (Ray es un anarquista parroquial. Le emputa que le diga esto, pero es verdad. En su infancia su madre solía llevarlo todos los lunes a la iglesia del Carmen. Cuando creció leyó Bakunin y se suscribió en su orden. Pensó que el anarquismo era tirar, fumar, meter, golpear, en suma: “hacer lo que se le diera la gana” hasta el día que lo echaron de casa porque tenía un pie en la cárcel y otro en el hospital. Lo vi saliendo de una iglesia y le grité: “Adiós… adiós mi anarquista parroquial”. Le prometí que nunca iba a revelar su secreto). - Entonces me estás insinuando que me tengo que volver marica para escribir mejor… - No, no, no Jhony, sólo… - Ahhh, me quieres decir que para escribir una novela tengo que escribir 100 metros de polla diaria… - Vete a comer mierda que no estoy diciendo eso -Me lo dice amenazándome con el dedo índice en la cara. Suelto una carcajada y lo hago tranquilizarse. Es muy fácil exasperar a Ray. - Mira quién entra Ray… ¡hey… Gary, ven! Gary se acerca. - Pon atención a lo que dice éste –le digo con ironía- dizque Oscar Wilde se la pasó encima de un plátano para escribir “El retrato de Dorian Gray” ¿Puedes creerlo? Nos echamos a reír. Gary es un gurú postmoderno. Todo tema lo relaciona con las leyes de Kybalion, metafísica

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ERASE UNA VEZ... 4 en 1, el libro de los metales y la teoría del caos. No sabe un pito de ciencia ni de mística pero tiene un don para conseguir dinero y alcohol gratis: la labia de culebrero tercermilénico le ayuda. En el futuro Gary hará una iglesia de cristianos independientes con una fuerte tendencia dionisiaca en la cual Elia, Franky, Ray y yo (el cuarteto moscazo pasito) militaremos hasta que él se haga rico y se largue a conocer la masonería egipcia en Europa. En esas nos la pasamos, enfrascados en discusiones bizantinas. Se le llama así porque en el imperio de Bizancio la curia se solía reunir para discutir si los ángeles tenían sexo o no, o si las plumas eran blancas o color crema. Nueve años después imprimían el dictamen final. Por fortuna nosotros nunca llegamos a ninguna conclusión. En una de esas estábamos, como siempre en el bar. Si no estoy mal nuestro tema de la noche era “the fight club”, queríamos hacer un club de la pelea criollo en la universidad. A la universidad sólo vamos si hay algo interesante qué hacer. De resto siempre tenemos excusas. El semestre pasado se me murieron cuatro abuelas. Ya casi consigo el título. Es lo único que me importa. Por tesis haré un estudio antropológico sobre la influencia del bar en los escritores del siglo XX. Bebíamos y estábamos muy emocionados proponiendo las reglas del club. Alguien entró, volteamos a mirar al unísono y ahí, frente a nosotros, había una mujer sola, con una falda negra corta, cruzaba las piernas y tenía un suéter oscuro ajustado al cuerpo. El cabello largo, negro, la piel trigueña, los labios carnosos y como estoy seguro de que fui el único que la miró a los ojos (mis amigos naturalmente a las piernas) vi que

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eran de un verde precioso, profundo, que casi me ahoga y casi me quita la borrachera ¿Una mujer bella, fumando y tomándose una cerveza, sola, a media noche en ACME BAR, el peor antro universitario de la ciudad? ¡Créeme, es una gran tentación¡ Los chulos empezaron a desplegar sus alas y a emitir sonidos guturales dignos de las sucias aves carroñeras, pero los interrumpí a tiempo: - Esperen, cálmense, controlen la libido, sentados, tranquilos. - Pero ¿Qué pasa, cabrón? –dice Gary. - Apliquemos la ley de Nash perros. - ¿Qué es esa mierda? –replica Franky. - La de “Una mente brillante” ¿recuerdan? –les escruté haciéndome el pendejo. Hicieron cara de desaprobación. -Estamos borrachos y vaciados –les dijeSi los cinco nos le vamos encima lo más seguro es que se asuste o se le hinche el ego e igual nos deje viendo un chispero, pero si esperamos y hacemos lo posible por parecer simpáticos e interesantes, ella solita vendrá y escogerá a alguno, o dos, uno nunca sabe. -Hmmm… hay algo de lógica en eso –dijo Ray. -Sí –balbuceó Elia. Y mientras ellos digerían la ley de Nash, yo me les adelanté y saqué partido. Qué Nash ni qué mierdas, con una mujer así no cabe más que medirse a riesgo de lo que pase. Fui tramposo, lo admito, pero en poco tiempo Lucía estaría en mi casa. Le prometí velas, buen licor, música suave, que escucharía con atención su versión de la vida y otras cosas que generalmente no le digo a una mujer. Y entre humo y cerveza llegamos a la madrugada a casa. Conseguir velas y licor fiado a esa hora era una tarea difícil. Por fortuna mis amigas del lupanar


vecino me conocen bien y cierran tarde. - ¡¿Ivanofff?! –preguntó sorprendida mirando la botella. - Sí, Ivanofff… ¿acaso no sabes que este es el trago que tomaba Raskolnikofff? - ¿Y quién es ese? - ¡Lucía, por Dios! él es el estudiante de universidad pública. - Ahhh, ya veo. Igual nos la bebimos. Ella realmente no era tonta, un poco ingenua diría yo. Me pidió que pusiera música suave. Carezco de música en español, entones decidí poner lo más suave que tengo en inglés, la balada más popular de los “Gunners”, “Don´t cry”. -¿Te gustan los “Gunners”? –me dijo de un modo despectivo. - Sí, algo. Cinco imbéciles que no estudian, no leen y sólo se la pasan haciendo chirriar sus guitarras, y sus voces un día cualquiera son disparadas a la fama y al éxito. Eso significa que nosotros aún tenemos una esperanza. Lucía sonrió. Su sonrisa me alegra. El kamasutra dice que cuando haces sonreír a una mujer tienes el 90% del polvo asegurado. No lo olvides. Ella me tomó de la mano y se dispuso a bailar “Don´t cry” conmigo. Son las consecuencias del trópico, esa maldita balada no se baila, pero me gusta estar cerca de ella, acrecienta mi ansiedad. Susurro las letras en inglés y se las voy explicando en español. Las que no sé me las invento y ella se come el cuento… eso creo. “Give me a whisper” Dame un suspiro. “Give me a sight” Dame una oportunidad. “Give me a kiss before you tell me good bye” Y dame un beso y tu cuerpo antes de que te vayas. “And please don´t cry, tonight there´s a heaven above you,

BABY…” Y por favor no llores, esta noche te llevaré al cielo en mi lecho, NENA. Sonrió de nuevo. - Tienes una mala voz Jhony y una buena imaginación –Me dijo al oído. Respiraba en mi cuello, acerqué mi boca a la suya y nos tragamos en un beso inmenso. Lucía piensa que soy un hombre maduro e independiente porque vivo solo, en casa propia, lo que no sabe es que fueron mis padres quienes se independizaron. Mi padre tocaba la guitarra, ejecutaba estudios básicos de música clásica y alguna que otra tonada de rock setentero. Lucía sacó la guitarra, la desempolvó y empezó a cantar “Hasta siempre” una cancioncita de música protesta dedicada al Che. Yo rompí los afiches del Che cuando leí en el borde inferior de uno ellos: “Produce by American postcard”. Comprendí que puedes pelear contra el sistema todo lo que quieras, él te lo permite todo y, finalmente, no sé cómo diablos quedas convertido en otro estúpido objeto del destino. La canción era lo de menos, fue su voz lo que se me metió por los poros y me invadió hasta el alma. Era su rostro, su entrega, su espíritu. Ella tenía una forma de expresión artística que yo adoraba y de la que, al mismo tiempo, carecía. - No tocas, no cantas, no bailas… entonces ¿Qué haces? –replicó ella. - He escrito algunas cosas… Se las mostré. No leyó sino el título y exclamó sardónicamente: - ¡¿TÁCTICA Y ESTRATEGIA?! Si vas a plagiar, plagia algo que valga la pena. Creo que estaba abusando de su ingenuidad. - Me voy a sincerar: mi padre hizo grandes esfuerzos, me compró violines, flautas, oleos, lienzos, lo intentó con la guitarra,

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y en todo fracasé. Presiento que esa fue una de las razones por las que se marchó. La verdad, muñeca, es que cuando uno ha fracasado en todo, se pone a contar historias. - Lo siento Jhony, yo por fortuna no tengo padre. Cualquiera de los que andan tomando en la cantina del frente puede serlo. Pero ¿Cómo es eso de que cuentas historias? - Sí, contaba cuentos en público, ya no. Le conté cómo comencé a contar cuentos. El primero fue un prospecto de narración oral de mi autoría, digno de ser comparado con la peor película de Ed Word (50 años después aún se discute cuál es la peor), titulado “El fantasma de la línea telefónica”. A la mitad de la obra ya no había nadie en el auditorio. Cometí el atrevimiento de intentarlo de nuevo en la sala principal de la Casa de Burguesía Silva, allí conté “la increíble y triste historia del pan francés y la mogolla desalmada”. Ocurrió algo increíble: una persona aguantó las dos horas y media que duraba la narración. - Dime Jhony –me dijo Lucía desconsolada¿Eso es lo mejor que has hecho artísticamente? - No, no, déjame acabar. Le expliqué que el hombre irremediable aquel, me invitó a tomar unas cervezas en ACME y me dijo algo sorprendente: - ¡Jhony eres un genio! Pensé que me estaba tanteando los huevos. - Eso que acabas de hacer, eso de superar en mediocridad tu primer trabajo es absolutamente plausible ¡eso no fue más que un elogio al tedio, una oda al aburrimiento, un himno al hastío! –lo dijo con una sensación de triunfo que me indignaba. Recuerdo que yo no sabía si echarme a llorar o a correr, pero encaré la situación con valor. - Bueno, y si mi trabajo es toda esa basura que dices ¿qué te hace pensar que soy un genio? - Muchacho… tanto en literatura como en narración oral ya se han abordado todos los géneros: la aventura, el terror, lo fantástico, etc, pero hijo, tú has creado uno nuevo: ¡EL GÉNERO DEL ABURRIMIENTO! Me dio una dirección para que lo intentara de nuevo el fin de semana. No tenía muchas ganas debido a mis últimas

experiencias. Sin embargo, estuve puntual. Era un lugar extraño. Al frente tenía veinte personas ojerosas y pálidas. Narré como nunca. Cuando terminé, alguien salió con una campana y los despertó. Me abrazaron, me felicitaron, me agradecieron. Yo estaba sorprendido, les pregunté por qué si todos estaban dormidos. La respuesta era obvia. Me convertí en el único cuentero capaz de hacer dormir a la ASEIMCO (Asociación de enfermos de insomnio de Colombia). Me pagaban muy bien. Mi único objetivo era hacerlos dormir y siempre lo lograba. Hasta llegué a hacer trabajos a domicilio y por teléfono. Dos años después me mamé, y desde hace cuatro no cuento. - Me alegraría verte de nuevo. Así conocí a Lucía, y mi casa se convirtió en su mejor refugio. Podíamos estar horas en la cama o en el piso leyendo, viendo tele, ella dormida en mi regazo o haciendo el amor. Aquí debo confesar uno de mis más preciados y vergonzosos secretos, que espero no salga de los dos. Cuando hacíamos el amor ella no se dejaba penetrar, intimábamos, teníamos otra clase de sexo, pero nunca se dejaba esculcar las entrañas. Claro, esto vuelve loco a cualquiera. La ansiedad y el desespero tienen su tope. Por un momento pensé que le gustaba el sexo salvaje, sentirse violada, pero terminaba llorando y puteándome. El problema se multiplicó cuando supe toda la verdad: que yo era el segundo. No era el #1 ni el #10. Ser el segundo es mortificante, tienes que vivir con el maldito fantasma todo el tiempo. La cosa se pone crítica si sabes que duraron 5 años. La cosa empeora si sabes que ella aún siente cosas por él. La cosa toca fondo si sabes que el malparido canta como un canario y filosofa como el mismísimo Mockus y, para colmo, tiene un mejor trasero. Si llegas a saber de intimidades sientes un tornillo en el culo, y si llegas a saber que es un buen catre sientes un taladro en el páncreas. Cuando tú no cantas, y apenas bailas baladas americanas (eso no tiene ninguna ciencia) te sientes en desventaja. Por fortuna las “divas” te han vuelto un buen kamasutro. Si satisfaces una dentro y fuera de la cama, satisfaces a cualquier mujer. Pero eso no basta porque ahora se trata de amor. Un día los vi cantar juntos. El bar estaba hasta los tuétanos. Ella me lo había


advertido. Yo traté de pasar por hombre adelantado, hombre del siglo XXI con actitud europea. Ahora están cantando, se miran, sonríen, cierran los ojos mientras la gente aplaude por sus estribillos romanticones que me asquean. Trato de aguantar. Cada sorbo de trago baja por la garganta como pesadas balas de plomo - Mesero, otra media… Siguen cantando y vuelven a mirarse. Lo que me emputa es esa forma en que se miran ¡mierda, jamás me ha mirado así! Y ya sabes cómo es. Comienza a subirte ese gusanillo inmundo de los celos hasta incrustarse, atascarse en la garganta o en el pecho como un clavo de odio y repugnancia que te va a hacer gritar: “¡A LA MIERDA CON SU AMORCITO ROSA HIJOS DE PUTA!”, pero mandas cable a tierra y te controlas. Los celos operan de una forma animal. Creo que cuando son inevitables quedas al borde del último peldaño del infierno. Un día no puedes más y te empujan. Cada vez que sale de su dulce boquita el nombre de aquel ruiseñor, ruges como si tuvieras fauces en vez de corazón. Vives al acecho. Te torturas pensando en el nefasto día de la traición. Un día te conviertes en un mugriento perro y te montas en cualquier mugrosa perra para equilibrar la imaginaria traición con la culpa real. A veces eres un ave de mal agüero, un cuervo. Le dices a ella lo que piensas de él. Lo vapuleas, lo vituperas hasta lo indecible, lo nombras y la furia te hace arder la lengua. Y una mala tarde eres un bicho fatal, un alacrán, te ves amenazado y hundes la ponzoña en tu propia cresta y llenas tu cabeza de veneno negro hasta que se te inflama la boca y le escupes en su rostro todas tus traiciones, todas tus mentiras y todas tus bajezas para regocijarte en su dolor, para complacerte en su pena, para cagarte en su sufrimiento. Pero tiras cable a tierra y te controlas. Alguien dijo que el amor nace de dos cosas: admiración o miedo. Como yo no tenía agallas para romperle la crisma a Lucía, escogí la primera opción. Ella quería verme contando una historia y yo en el fondo también lo deseaba. Realmente detesto a los cuenteros de parque y a los de la ola lacrimosa, los sensibleros, sentimentaloides. Creo que a los primeros les hizo mucho daño 35 años de “Sábados

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felices”, y a los segundos Corín Tellado y Verónica Castro. Yo quería contar una historia relacionada con algún evento moderno, dijeran lo que dijeran los ortodoxos. Conté el primer cybercuento de la historia de la narración oral. Tuve que tomar una de vino antes de hacerlo en un bar de renombre. Las multitudes me ponen nervioso. Cuando terminé me citaron a otros bares, teatros, iglesias, lupanares… y así, decidí invitar a Lucía a un concurso en la universidad. Ahí estaba yo, frente al público, ese monstruo de mil cabezas y dos mil ojos. Era la final, anhelaba mi “touch” de gloria porque ella estaba presente. Les di un viaje literario de veinte minutos fuera de la realidad, por un momento me sentí el putas de la palabra hablada, traté de entregarme a esa bella disciplina menor de las artes escénicas como ella solía hacerlo con la reina de las artes: la música. Por primera vez gané, pero a pesar del esfuerzo, la redención, su amor sincero por mí nunca nació. Esa misma tarde me lo dijo y como cosa rara el panorama era londinense, gris. A veces es bueno caminar sin rumbo, deambular sin sentido, divagar, entregarse a la vida sin certeza. Por costumbre o por amor al alcohol siempre llegas al bar. Pides una cerveza. Tomas asiento. Y no quieres desahogarte con Dios o con el destino, pero ya viene la descarga, es inevitable. Voy a vomitar ¡aléjate! A la mierda la cerveza alemana, las mujeres hermosas, y las canciones de amor; a la mierda los programas de t.v, los libros de ayuda, y el sexo virtual; a la mierda los actos de habla, los Nietzches, y Freudes, y los Rolling Stones; a la mierda las mujeres azules y rojas, y las mujeres estrato Black Label y Christian Dior; a la mierda la primera persona, la tercera persona, incluido Bush, Blair, Sadam y TODOS LOS HIJOS DE PUTA EN EL MUNDO; a la mierda si escribo en presente, perfecto, continuo, futuro, al fin y al cabo mi tiempo es la muerte; a la mierda Lucía, ese saco de huesos torpe que reluce de una belleza sobrehumana… y a la mierda tú Jhony que te mereces comertela toda, toda la mierda de la galaxia, sin aspavientos, sin clamores, sin lloriqueos… - ¿Qué haces Jhony? - Pensando.

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DEL CAMINAR

ERASE UNA VEZ... Thin Boy, 14 de Mayo de 2005 La teoría que presentaré a continuación, aparte de ser autodestructiva, carece de bases científicas firmes, lo cual puede generar duda y controversia… aunque sí tenga algunas pequeñas bases desde la física. Todos, cuando caminamos o nos dirigimos hacia un lugar por medio de un vehículo, vemos que afuera los cuerpos estáticos se quedan atrás a medida que avanzamos. Pero es una ilusión de nuestros sentidos, pues la verdad radica en que nosotros, humanos, seres vivos “autónomos”, nunca nos desplazamos de un lugar a otro, si no que, al caminar, el universo (o la tierra, que es lo que hasta ahora he probado) en conjunto se mueve hasta dejar a nuestro alcance el lugar hacia el cual nos dirigimos. ¿Cómo es esto? Al caminar, la tierra empieza a moverse en dirección opuesta a nuestra meta, a manera de banda o alfombra que pasa por debajo de nuestros pies,

hacia atrás, y a medida que avanza, nuestra meta es “arrastrada” hacia nosotros, estáticos. En este momento, algún lector incrédulo puede estar ensuciando el nombre de mi madre mientras se pregunta si yo pienso que la persona que camina es el centro del universo. Tranquilo, pues para ti mi incrédulo lector, que espero estés ahí, vendrá pronto una respuesta, tan acertada como las ideas que he expuesto hasta ahora. Prosigamos. Detrás de nosotros, Ellos halan la alfombra para que no se enrede y/o levante y le dificulte el caminar a otros. Ese es el trabajo de Ellos, estar detrás encargándose de dejar el mundo como si no se hubiese movido. Lo divertido empieza cuando nuestra velocidad comienza a variar, por eso Ellos deben estar siempre muy atentos a los cambios, para no generar un cúmulo o “arruga” gigante en el espacio, lo cual tiene consecuencias magnéticas de cuidado. Entonces, Ellos deben reaccionar a la par con nuestro caminar.

Muy bien, pero ¿Qué pasa cuando alguien camina a tu lado, por ejemplo? Pues, dos de Ellos estarán allí poniendo todo en orden. Muy pocos lo saben, pero a Ellos les encanta que caminemos acompañados, así pueden hablar entre ellos acerca de su trabajo, decirse cosas como: “¡Carambolas, qué carajillo pa’ andar!”, a lo que su par responde: “No digás nada, que vieras los lugares que trajo ésta. Mirá como tengo las manos, guácala!”. Y así sucesivamente, por lo que su trabajo se torna mucho más liviano. Por eso, un recorrido en bus es una de las reuniones preferidas de Ellos, pues mientras van todos detrás del bus halando la alfombra, hablan de los lugares que han pasado frente a ellos. Los lugares pasan ¿Difícil de aceptar? Por esta razón, por la reunión de Ellos, es que un vehículo ve pasar más lugares en menos tiempo. - Hola, Sr. Lector incrédulo ¿todavía me rechaza? Déjeme darle algunas respuestas a las preguntas que ahora se está haciendo.


El Desplazando no tiene que ser el Centro del Universo (CDU) para que los lugares pasen frente a él. Para cada uno de los seres energéticos que se mueven en la tierra aplica el mismo fenómeno. Usted dirá que el espacio sería un nudo arrugado y apretado, todo un caos, pero si lo piensa bien notará que la reunión y suma de todos los movimientos es igual a cero, aproximadamente, porque no voy a decir que todo es perfecto. Al mismo tiempo que usted camina hacia el norte, alguien más lo hace hacia el sur. Cuesta arriba, calle abajo. Izquierda, derecha. Tal vez no ocurra siempre al mismo tiempo, pero en algún momento alguien cumplirá esta ley y el movimiento volverá a cero. Inclusive puede ser usted mismo quien cada noche vuelva al lugar de donde salió en la mañana ¡Su lugar! Ahora, imagine qué sucede cuando alguien camina frente a usted, en dirección contraria a la suya. Este fenómeno es complejo aunque bastante común.

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En ese caso la velocidad de encuentro con nuestro destino final es mayor, puesto que ambos caminantes traen hacia sí mismos a su “con-caminante”. Poco notorio, pero cierto. De este planteamiento se desprenden las acciones más diabólicas e inimaginables, a saber:

EL JALÓN DE PISO: Éste implica un alto grado de confianza entre usted y su Él, ya que usted debe convencerlo de que entretenga al Él que va detrás del sujeto a mofar. De esta manera el sujeto en cuestión no podrá reaccionar al carrerón que usted emprenda, el cual desatará un jalón de piso en dirección contraria a su oponente y, si tiene suerte, le proporcionará una caída que lo dejará enfadado y a la vez desentendido. Aunque, claro está, inofensiva físicamente, pues todo esto es Psicológico. O ¿acaso a usted lo ha herido el contacto con algún objeto? ¡triste novatada mental!

CESE DE MARCHA: Cuando alguien venga hacia usted, lo único que usted tiene que hacer es dejar de caminar, así ese otro tendrá que cargar con su peso y la alfombra pasará con más dificultad por debajo de sus pies. Nada más.

AYUDA DESINTERESADA:

Si la solidaridad lo embarga, usted podría ayudar a un ser querido a llegar a su meta rápidamente. Sólo sitúese a sus espaldas, mirando la misma meta, y cuando emprenda la marcha hágalo usted también a la mayor velocidad posible, así el espacio pasará rápidamente frente a ustedes, y su beneficiario podrá llegar a su meta con mayor facilidad. Sólo que usted tendrá alrededor lugares que no necesita.

QUIETUD INEXPLICABLE: Sitúese de espaldas al sujeto a mofar, y en el momento en

que éste comience a caminar, hágalo también usted tan rápido como pueda, lo cual generará un estancamiento en el otro o, si usted es diestro, inclusive una devolución. El éxito de esta fanfarronada depende de la habilidad de su Él y de la inutilidad del Él del sujeto. Otra tipo de desplazamientos del espacio se desatan cuando usted aborda una escalera. En ese caso el espacio se mueve en otro plano, estirándose o achatándose. Todo solucionable con los maravillosos promedios que dejan a los desplazamientos totales en cero. Igual sucede con las experiencias en los ascensores, curioso ¿no?, variando la velocidad, por supuesto. Un desplazamiento diferente se genera cuando usted, por ejemplo, mueve un brazo. En tal caso, el resto de su cuerpo se desplaza con el espacio, moviéndose uniformemente hacia arriba o hacia abajo, dependiendo de si el brazo lo hace hacia abajo o hacia arriba. Lo mismo sucede con un abrir y cerrar de ojos ¡Hermoso!

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Ellos siempre están ahí, desarrugando su caminar, sin quejarse, pues lo disfrutan, ya que, como nosotros, a Ellos también les gusta estar acompañados. Usted sólo camine decidido, porque el cambio rápido y repentino de direcciones los confunde y atrasa en sus labores. Camine hacia adelante, déjelos a Ellos trabajar, lo hacen por usted. Ahora, tengo que revelar algo triste. Aquellos “maravillosos promedios” ponen en duda toda esta teoría. Pues, me duele admitirlo, pero si las sumas de los desplazamientos resultaran siempre en cero, entonces no habría ningún desplazamiento. Algo aceptable al fin de cuentas. Aunque, también lo dije, “aproximadamente”. Así que existe un breve margen de error que devela un pequeño porcentaje de movimientos que trascienden en el espacio. Ahora, por su bien y el de esta teoría, manténgase fuera de los esquemas y promedios.

ANEXOS LOS CIELOS DESTEMPLADOS:

Ellos también están contratados para halar y templar el tapiz celeste y para hacer que el viento sople y se lo lleve desde la mañana hasta el anochecer.

RÍOS DE ELLOS:

Si usted quiere aprovechar una de las pocas oportunidades que se nos presentan de verlos a Ellos, note que nosotros navegamos sobre grandes multitudes de Ellos cuando se dirigen del trabajo a la casa, pues ellos también descansan y leen cuentos acerca de la osada realidad.

NUESTRA INGENUIDAD:

Luego de terminar sus jornadas laborales, tal vez usted sienta cansancio, pero trate de asimilar que éste no es más que un efecto psicológico que se riega por su

cuerpo. Pues no hay razón para la fatiga cuando usted no se ha movido de su lugar.

LA INCÓGNATURA- NITA LEZA DE FINAL: es el Punto LA LLUVIA: ¿Cuál Cero del Hombre? Si usted siguió con cuidado todo lo anteriormente expuesto, comprenderá que un fenómeno tan común como la lluvia es el resultado de un complejo proceso, ya que implica la atracción de grandes cantidades de agua hacia su plano perpendicular. Dicho fenómeno es posible gracias “quién-sabe-qué” orden involuntaria del cerebro, dictada en comunión con otros cerebros, lo cual permite que esto ocurra, puesto que cuando llueve, no sólo sucede sobre usted y a su alrededor, si no también sobre muchos otros a su lado. Ahora imagine que cuando llueve es como volar, así que aproveche mejor el próximo aguacero.

En el momento de ir a la cama, tal vez usted se pregunte cuál es su punto cero, el lugar real al que usted ha estado ligado durante todo su viaje. La oficina, la cama de su amante, o el cuarto de baño. Mi respuesta a esta pregunta es totalmente personal, y es el escenario, las tablas. El lugar en el cual reúno a cientos de personas, a las cuales muevo hacia delante o hacia atrás con cada movimiento que realizo en dirección contraria. Simplemente fascinante. La venia final es un sacudón que no nota la muchedumbre y cuya magnitud sólo yo disfruto plenamente. Gracias.


TRABAJAR, TRABAJAR Y TRABAJAR Carlos Pachón, Cuentero Bogotano

Después de apagar la pequeña radio de pilas para disponerse a dormir, el agotado anciano no pudo evitar preguntarle a su nieto, con quién acababa de escuchar la alocución del primer mandatario: - ¿Mijo, sumersé entendió bien cómo es que quiere el señor presidente que todos ayudemos para sacar a este país de la ignorancia y la pobreza? - ¡Pues claro abuelo! -contestó el muchacho resuelto mientras acomodaba las herramientas en uno de los rincones del cuarto que compartía desde hacía años con el anciano- como él mismo directamente lo acaba de decir, tenemos que… ¡trabajar, trabajar y trabajar! El viejo lo miró por unos segundos algo desconcertado y seguidamente exclamó: -¿De veras mijo, y qué será lo que cree el d’otor que hemos estado haciendo desde que tenemos uso de razón? 23

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LA ENTREVISTA

ARMANDO QUINTERO EL MERLÍN DE LOS CUENTEROS

Mauricio Patiño Acevedo maurockero@yahoo.com.ar

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En el IV Festival Internacional de Cuentería “Encuentémonos” (Sahagún- Córdoba), en marzo de 2005, tuve el gusto de conocer a un hombre que posee una colección grandísima de hechizos, polvos mágicos y conjuros para esto de contar cuentos, Armando Quintero (Venezuela-Uruguay). En los cinco días que compartimos me contó más historias que las que se escucharon en el festival, y si no me creen, lean. Vamos a hacer magia. ¿Cuántos años llevás contando, dónde empezó todo, en Uruguay o en Venezuela? A.Q: En realidad, yo siempre digo y no es un juego, no es porque quiera parodiar al Martín Fierro, pero desde el vientre de mi madre yo venía contando. Mi mamá se sentaba en la hacienda a escuchar a los contadores de cuentos y ponía su barriga hacia ellos. Yo sé que yo escuchaba los cuentos desde el vientre de mi madre, como escuché también que el mundo no me pertenecía sólo a mí, que había que compartirlo, porque en ese vientre no venía solo, venía con una hermana, y eso quizá

me lleva también a compartir, que por algo elegí este oficio desde antes de nacer, por esa sensación permanente que tengo de que yo no puedo contar solo, cuento si está el otro, si el otro está conmigo, si el otro coparticipa en ese hacer que brindamos. Eso teóricamente se puede balancear muy bien. Francisco Garzón Céspedes lo ha estipulado muy bien, pero vivencialmente creo que es muy diferente, mucho más rico, cuando tú sabes que todo tu cuerpo puede comprender esa coparticipación que significa el acto de contar. ¿Qué polvos mágicos usás vos para encantar a la gente? ¿Cuáles son tus conjuros? A.Q.: El primer conjuro es el que me brindaron los primeros cuenteros, y es saber que el otro está allí, que está para escucharte y tú tienes que dedicarte con todo el corazón, con toda la voz, con todo el cuerpo, a ese acto que vas a realizar con el otro, es evidentemente un acto de entrega total, de mirarlos y en la medida en que los vas mirando vas sintiendo cuán cerca o cuán distante estás, como lo


estás en la conversación cotidiana o en la conversación de amor cuando tú le hablas a una chica por primera vez, y te le vas a declarar y después vas a saber que esa va a ser tu esposa, obviamente sabes que vas a la entrega total. Las palabras suaves y tranquilas de un maestro como él, nunca se irán de mi mente, al igual que esa presencia tan cómoda. Sahagún recibió –muy acogedoramente- a uno de los cuenteros activos con más años de experiencia de Latinoamérica. La ciudad voló y soñó con sus palabras. ¿Hay que ser niño para soñar y volar? A.Q: Siempre, eso el evangelio lo estipula muy bien. Siempre hay que entrar con esa puerta, esa ventana, hacia la idea del niño. No quiere decir que un adulto no pueda disfrutar, lo que pasa es que el adulto a veces se olvida que dentro de sí vivió también las etapas de los niños, y debería mantenerlas y refrescarlas, y el cuento permite hacer eso, te abre puertas y ventanas para que tú recuperes la memoria de tu infancia. No estoy diciendo con esto

que tú siempre vayas a tenerle que contar a los niños, de pronto un cuento con los adultos y un cuento muy adulto puede abrirle esa puerta, esa ventana, para esa memoria de las cosas que van pasando, de las cosas que pasó y de las cosas que debe recuperar para tratar de ser un mejor ser humano. Con esto tampoco estoy diciendo que creas en la moral de los cuentos, creo que nuestra tarea es divertir, simplemente divertir, pero no olvidándonos de que el término divertir etimológicamente significa “di” dos, “vertir” verter, dos veces volcar. Si uno observa, tú recibes algo del mundo exterior y lo vuelcas de nuevo hacia fuera, y no vas a ser tan estúpido de sacar lo peor de ti, vas a tratar de sacar lo mejor para que el otro también te dé lo mejor de él, y eso es una alimentación permanente y un acto de amor, porque en realidad “divertir” significa sacar afuera lo que llevas dentro. Cuentero, exiliado, padre de familia, profesor, dibujante, escritor. A propósito de tus libros ¿Cuál es la actitud que vos tomás para contar, por un lado, y por el otro para escribir? ¿Cuáles son las 25

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LA ENTREVISTA diferencias o semejanzas? A.Q: La diferencia quizás está en que yo no soy escritor, yo escribo por una necesidad, aunque puedo ser considerado y valorado como escritor y he tratado de ser lo más fiel a la escritura. Reconozco que lo escrito y lo oral tienen aspectos sustanciales muy significativos, son artes de la palabra, pero son artes con diferencias muy notorias. En el caso mío, yo escribo porque necesito cuentos nuevos, necesito brindarle cuentos nuevos a los alumnos, necesito romper la convencionalidad de algunas cosas, lo que generalmente hago con un cuento. Trato de no elegir cualquier cuento, sino el cuento que sé que me va a permitir ese acto de magia con el otro, que me va a permitir que el otro abra la puerta y la ventana para reconocer que, de pronto, si este ser que está en la historia ha actuado de esta manera frente a los sucesos y ha podido ser mejor ser humano frente a ello, yo también puedo. En una época, cuando adolescente, yo escribía muchos poemas, también escribí algunos cuentos, pero como me he dedicado como oficiante a la oralidad, me

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sale mucho texto de oralidad y mucha oralidad en los textos. Tengo que revisar mucho el texto porque hay cosas que pueden ser muy lindas para la escritura pero que no te funcionan para la oralidad. Entonces trato de “mestizarlo”, porque lo necesito, no soy meramente escritor de literatura, de palabra escrita, yo soy un escritor de oralidad. Mis cuentos son para ser contados, esa es mi intención. ¿Qué polvos o ingredientes necesita tener alguien que quiere contar? A.Q: En primer lugar, lo que ya dijimos, mucha entrega, esto es un acto de amor y tú tienes que, desde el punto de vista sentimental y sensorial, manejarte a plenitud. También es importante que sepas tu grado de sinceridad frente a lo que estás haciendo. Debes ser muy honesto, saber que la verdad del cuento debe ser dada como tal, por lo tanto también debes ser muy ético, ¿qué intento decir con esto? Normalmente sabemos que lo que sucede en el cuento, sucede en el cuento, pero tú tienes que contarlo como que sucediera en la vida cotidiana. Si aparece una niña que es “María para Colorear”, que tiene una


extraña enfermedad que la vuelve gris, tienes que creer a plenitud, porque si no, vas a hacer que el otro dude de lo que le estás diciendo. Tendrías que saber que no puedes ser tampoco mentiroso en la vida cotidiana por eso mismo, porque si tú mientes en la vida cotidiana es muy difícil que te crean después en el cuento que haces, en el acto escénico, en el acto de contar cuentos. Eso ha hecho que mi mujer y mi suegra siempre alaben mi sensibilidad frente a lo que digo. Me puedo equivocar, puedo en algún momento pensar, esto es lo que debe ser, y de repente tengo que cambiarlo, porque la vida es muy cambiante, porque los mismos hechos te van haciendo modificar tu posición frente a la relación contigo, con los otros, con tu familia, con tu realidad cotidiana, pero nunca me miento, a conciencia, nunca pienso voy a escribir esto porque le voy a sacar tal provecho a esta cosa, no. Por eso miro mucho a la gente, por eso permanentemente estoy chequeando los ojos del otro, porque en la medida en que yo estoy contando, puedo verme reflejado como en un espejo en los ojos del otro, y puedo ir reaccionando para mejorar lo que estoy haciendo, para rectificar lo que estoy haciendo, y eso te exige muchísima honestidad, muchísima sinceridad. ¿Qué necesita entonces alguien para sentarse a escuchar cuentos? A.Q: Mucho cariño, dedicarse a corazón abierto y como uno. Obviamente tú no vas a hacer un acto de amor, un verdadero acto de amor, con una mujer que no quiere estar contigo, eso lo sabemos. La podrás violar si estás apasionado y enloquecido, pero eso no es un acto de amor, eso es otra cosa. El que va a escuchar tiene que entregarse como tú, y para eso tienes que entregarte tú primero. Unas preguntas varias, directas y quizá extrañas ¿Qué es bello? A.Q: La vida, siempre va a ser bella y no es sólo porque te lo diga la película, creo en la película, y creo permanentemente en la belleza de la vida. ¿Qué es un cuento? A.Q.: Ay… un acto bellísimo!, vivísimo! ¿Un cuentero? A.Q: Hay muchas formas de describir un cuentero, pero quizás la mejor es la que te

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relaciona con él, con su comunidad, con la vida y con el acto de ser humano. ¿Un Lobo? A.Q: Un ser hermosísimo y que hemos despreciado en la literatura infantil, quizás por envidia, quizás por no comprensión, quizás porque es mucho más humano que los seres humanos. ¿Vos venís trabajando en esto desde cuando? A.Q: Yo vengo contando cuentos como tal desde 1966. Lo hacía en las aulas de clase, yo era profesor de literatura, y sigo siéndolo, eso es como la medicina, tú tienes un título y lo tienes porque lo quieres y crees en él y nunca vas a dejar de serlo. Lo que yo hacía en el aula era promoción de lectura, porque en realidad era para entusiasmar que yo daba clase a adolescentes que tenían que leer La Ilíada, La Odisea, El Mío Cid, La Canción de Rolando, que son textos para escuchar, por lo tanto tenía que hacérselos escuchar, no leérselos que es otra cosa. Cuando llego a Venezuela sigo contando cuentos, pero ya para los exiliados, tratando de mantener viva la memoria del sur, porque no sabíamos cuándo regresaríamos o si quizás nunca. En mi comunidad prácticamente exterminaron el grupo cultural al que nosotros pertenecíamos, quedamos muy pocos vivos con la dictadura, y si yo había quedado vivo le debía una razón a la vida para que también quedaran vivos los que habían sido exterminados. Y no por venganza, sino porque se merecían un lugar en el corazón de todos, porque habían hecho un trabajo que algunos no comprendieron y arrasaron con él. Eso te obligaba a que permanecieras contando cuentos. Así, cuando aparece el boom de los cuentacuentos en Venezuela, yo comienzo a acercarme a los espacios llevando a mis hijas, luego a alguien se le ocurre “ah, este papá que es tan asiduo”, y muchos al principio me conocieron como “el papá que contaba cuentos”, lo cual no me molestaba porque quizás una de las cosas que había logrado la dictadura era que uno se guardara muchas cosas y silenciara muchas otras. Yo nunca dije que era profesor de literatura, nunca le dije a mucha gente que yo contaba cuentos en aula, que por eso contaba bien, o por

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LA ENTREVISTA

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lo menos que eso le parecía a algunos, pero sí les había dicho a algunos que yo escuchaba cuenteros en mi pueblo, y que ellos se movían con todo el cuerpo, que contaban escénicamente, realmente, que esa conciencia sí la tenía. El primer acercamiento que tengo es con promotores de lectura, con alguien que trabajó la narración oral, Daniel Matto, y la trabajó más bien hacia la promoción de la lectura sin una comprensión todavía de la teoría, quizás por ignorancia o por enemistad, o por lo que fuera, pero no aceptó la teoría de Garzón Céspedes, en el sentido de la valoración de lo escénico y del trabajo escénico que se necesita para ser narrador oral. Me fui acercando, y por supuesto también como docente tuve la suerte de tener alumnos muy exigentes, que si usted tenía que dar una lección debía aprenderse diez cosas para dar una, y ese concepto, como lo viví siempre, me llevó a formalizar un estudio sobre la narración, que me llevó luego, no sólo a contar como lo hago, digamos “profesionalmente”, sino también a desarrollar las clases de narración oral, y fue maravilloso que una universidad como la Católica Andrés Bello, en Caracas, me abriera las puertas para una cátedra de Narración Oral y Artes Escénicas, fue maravilloso que se formara un grupo de narradores orales, como había sido maravilloso crear espacios de narración. ¿Qué le dirías a los cuenteros que vienen, a los que están trabajando, viendo cómo avanzan las cosas y cómo siguen? A.Q: Mira, me gusta muchísimo la base que he visto en la narración. Todavía quedan algunos que quizás no entienden mucho el oficio, que no entienden la necesidad de prepararse, pero veo, y eso es lo positivo, jóvenes como ustedes, como tú, como el compañero que vino de Medellín

(refiriéndose a Robinson Posada), que después me entero que tienen una escuela, y veo narradores como el compañero de Bogotá (Oskar Corredor), que tienen una consistencia en lo que dicen. Sigan así, trabajando, observando, analizando, experimentando, jugándosela, metiendo todo lo que se pueda meter a la escena, y entregándose plenamente, porque la única manera, la posibilidad maravillosa de que no nos quedemos en un éxito momentáneo, en un boom de la narración oral, es que sigan existiendo narradores concientes del oficio, valoradores del oficio y de la vida. Algo para terminar. Cualquier cosa. A.Q: “Sería maravilloso que uno cerrara su puño en el aire y al abrirlo descubriera en su mano a un pequeño unicornio azul con alas que lo mirara a uno como invitándolo a dar un paseíto, sería maravilloso pero raro, muy raro”. Cuando yo cuento este texto, generalmente trato de llevar a la gente a una precisa reflexión. Tienes varias alternativas, dos básicas, en este cuento: o ves el unicornio o no lo ves. Si lo ves, sabemos lo que sucede, podemos ser mágicos, maravillosos, encantadores, podemos seguir revitalizando el proceso de la narración oral, recuperando la memoria de nuestro pueblo y la conciencia de un oficio que por muchos siglos fue ignorado, y lo tratamos de hacer, es decir, tratamos de hacer lo que cualquier hombre siempre ha hecho: SOÑAR. Si no lo vemos, ya sabemos lo que sucede, podemos tener todo lo que tiene alguien que no sueña, y podemos hasta eliminar nuestra posibilidad de ser seres humanos, que es lo único por lo que estamos aquí, ser mejores seres humanos. 4to. Festival Internacional de Cuenteros “ENCUENTÉMONOS” Sahagún-Córdoba, 19 de Marzo de 2005.


AVALANCHA DE

FESTIVALES

Jota Villaza jotavillaza@yahoo.com Director de la Corporación Vivapalabra, en Medellín.

No sabemos quién se inventó aquello de reunir a un selecto grupo de representantes de un arte para hacer una degustación amplia y variada de éste, lo cierto del caso es que en la cuentería los festivales se han convertido en la mejor oportunidad para compartir, conocer nuevas propuestas, recordar las ya conocidas y evaluar el proceso de algunos compañeros. Existen festivales de Cuentería y festivales de Oralidad en general, algunos desde hace tiempo, otros son nuevos, quizá con falta de organización, otros todo lo contrario, algunos como negocios personales de alguien que quiere engrosar sus arcas (aunque sea poquito), los demás para impulsar el arte y además brindarle a sus comunidades un rico banquete de cuentos. Nacen festivales cada año y cada año mueren otros tantos, dependiendo de la capacidad de gestión de sus creadores y del interés (cosa difícil) de los gobernantes, la empresa privada y personas prestantes, en el ámbito local o nacional. Desafortunadamente la mayoría de estos eventos están concentrados en el segundo semestre del año, especialmente por la demora en las instituciones para estudiar y apoyar proyectos. Por esto, el primer semestre está desprovisto de todo atractivo

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en lo cultural (con mínimas excepciones) y el segundo semestre está saturado de viajes, funciones, encuentros y cansancio. Los integrantes de la Corporación Cultural VIVAPALABRA hemos sido privilegiados en este semestre con invitaciones y distinciones. Yo empecé mi correría en el mes de Julio cuando viajé al Festival Akuentajüí en las ciudades de Valledupar y Riohacha, luego, tan pronto terminó Entre Cuentos y Flores en Medellín, viajé a Ecuador a Un cerro de cuentos, de allí salté a Cuba a la Bienal de la Oralidad, después al Unicuento en Cali, más tarde a Popayán, a Bogotá al Festival de Cuentos para Niños y Niñas, de allí a Viva la Palabra Viva en Neiva. Al festival de Armenia fueron invitados Mauricio Patiño, Liliana Echavarría y Juan Esstiwar Gutiérrez, donde contaron con un gran éxito y acogida. En el festival Unicuento de Cali estuvo también Elkin Mauricio Posada, el popular Cosiaca, con gran acierto en sus funciones. Y al festival de Neiva también fueron invitados Adela y Francelly Ortega, Juan Camilo Hoyos y Carlos E. Restrepo, enhorabuena por todos ellos. Me referiré más extensamente a dos de estos eventos, que considero de gran importancia:

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DE FESTIVAL

Un Cerro de Cuentos

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Festival organizado en Guayaquil, Manta y Puerto Viejo (Ecuador) por Ángela Arboleda y un equipo de colaboradores, es un festival pequeño en cuanto al cubrimiento de territorio y entidades, pero de una estructura y organización envidiables, especialmente con una gran gestión en lo tocante a la administración municipal. Con la participación internacional de Pacho Centeno y Jota Villaza de Colombia, Juan Moreno de Argentina, Arnau Vilardebó de España, y los narradores ecuatorianos Raymundo Zambrano, Tuco, Patricio Estrella, Ángela Arboleda, entre otros narradores locales de gran calidad, se dio un evento de grata recordación, de combinaciones artísticas desde la sátira, el folclor, la literatura, el humorismo político, religioso y social, hasta la acidez textual y escénica. Uno de los eventos más interesantes del festival fue la toma del Cerro de Santana. Este pequeño monte se alza a orillas del gran Río Guayas y es el sitio donde se asentó en forma definitiva la ciudad. Hace algunos años este cerro estaba en el peor abandono, grandes casonas coloniales en madera y otras en material yacían derruidas y amenazando ruinas, sus callejones oscuros resumían miseria, oscuridad y peligrosidad. Pero desde hace algunos años, la administración se ha empeñado en recuperar la ciudad con gran inversión económica y social, con el programa que han llamado Regeneración Urbana. Ahora

el Cerro luce como si fuera artificial, como si hubiesen construido unas fachadas para set de cine, es espectacular, colorido, sus callecitas finamente adoquinadas, las casas reconstruidas exhiben en sus fachadas la fotografía del tiempo pasado cercano, la iluminación es de preciosos faroles que dan directo a las innumerables escalinatas y a los hermosos balcones con negocitos de café, tabernas, restaurantes, artesanías, pintores, e infinidad de locales por visitar aunque sólo sea por darse el gusto. El cerro está rematado por un museo histórico, una iglesita y un faro desde el que se divisa hasta el mar, por un lado, y las lejanísimas cordilleras, la ciudad y pueblos circunvecinos, por los otros. Desde allí nos dejamos venir contando cuentos en cada recodo, en plazoleticas primorosas atiborradas de espectadores. Parecía que iban a reventar los muros de contención, con comparsa en el descenso y detención en cada rellano de la escalinata hasta llegar al teatro al aire libre donde rematamos con noche de cuentos de espantos. Definitivamente un festival primoroso, como para repetir, por la calidad de los participantes, visitantes y locales, por los talleres, que esperamos se sigan creciendo, por la participación de la M.I. municipalidad de Guayaquil, por la organización, por la amabilidad y eficacia de los logísticos, por el acompañamiento del público que gozó, lloró y rió en cantidades. Por todo esto, esperamos volver.


V BIENAL DE LA ORALIDAD Festival realizado en Santiago de Cuba, organizado por la Seccional de la UNEAC (Unión de escritores y artistas cubanos) y por el Centro cultural Africano Fernando Ortiz, con la coordinación de Fátima Páterson, nos dejó una inmensa gama de sabores, que no he podido terminar de codificar. Por un lado, la simultaneidad de este evento con el Festival Internacional de Teatro de La Habana, eventos magnos de las artes escénicas cubanas, nos privó a todos de la posibilidad de asistir a uno y otro, e hizo ausentar a personalidades como la misma Fátima con su grupo teatral, lo cual generó algo de caos, desorientación y oportunismo entre los colaboradores. De todos modos quienes asumieron el manejo del festival tuvieron un arduo trabajo y pusieron toda su voluntad y empeño para que las cosas funcionaran de la mejor manera posible, aún con las limitantes políticas y económicas para cualquier ejecución cubana. De los invitados al Festival, Caroline Mantoy (México-Francia), Jean Michele Hernández (Francia), Jota Villaza (Colombia), Laura Dippolito (Argentina), Chatti Calvo (España), y Ury Rodríguez (Cuba), quienes aún con muchas dificultades presentaron sus espectáculos, quiero destacar el profesionalismo de Jean Michel Hernández, su cancha y arrojo, pues a pesar de inmensas dificultades con la energía eléctrica, la organización, y todo en contra, se negó rotundamente a cancelar su función y, en gran medida, le tocó hacer de organizador y jalonar todo, y aún así salió con un espectáculo sobrio y lleno de magia y encanto, como él lo sabe hacer. También me gustó el trabajo de Chatti Calvo, un híbrido entre monólogo teatral y cuentería, donde encarna cada personaje desde el vestuario, para narrarnos su historia. Laura

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Dippolito, que aparentemente tiene poca trayectoria en la narración de cuentos, generó gran cantidad de sentimientos en los espectadores, desde la risa hasta el llanto, con un trabajo también un tanto actoral, con objetos y una excelente interpretación. No menos podríamos decir de la participación de Ury, Carolina, y la mía, que dejaron gran satisfacción entre el público. Además, el evento contó con el aporte de una gran gama de artistas cubanos que nos deslumbraron, especialmente por la picardía social, amorosa y política de sus relatos. Excelentes narradores como Mirta Portillo y Lukas Nápoles Cárdenas (El Majá), Verónica Hinojosa, Luisa Marina (Tan bella y silenciosa, pero grande en sus cuentos), Juan Carlos Tamayo, Columbié, Noel y Nancy los amigos de “El Tacón” con sus cuentos y cantos infantiles. Recuerdo con una sonrisa al amigo Aldo Aranda y a Geobel (La Joyita), los amigos de Holguín, Iván Luis Pérez, José Luis Quintero de la Habana quien nos hizo volver niños con sus fantásticos muñecos. Quién podrá olvidar al fantástico guajiro Joaquín García Caro. También quiero resaltar el trabajo de la doctora Martha Cordiés, la doctora Mariana, Gloria, y todos los encargados de la parte operativa, Lorenzo Jardines de la Casa de las Tradiciones, el grupo de Teatro de Macubá, y la directora del evento Fátima Paterson, que tanta falta nos hizo. Otra cosa para destacar es la calidad de las exposiciones en el seminario de Oralidad, y la gran asistencia de todos los narradores participantes, locales e invitados, además del público en general de la ciudad de Santiago. Este es otro evento al que esperamos volver muchas veces y nunca nos cansaremos. Además del deseo de que en Colombia los pudieran ver a todos y cada uno de ellos en nuestros festivales.

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DE FESTIVAL

¡VIVA LA PALABRA VIVA!

“Voces para la paz” Ana María Cortés cortesanama@hotmail.com

Entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre se realizó en la ciudad de Neiva el 2º Encuentro Internacional de Narradores de Historias, organizado por la Corporación Cultural Casateatro y dirigido por el Maestro Alvaro Gasca Coronado. El encuentro tuvo presencia en 10 municipios del departamento del Huila, con presentaciones en colegios, salas escénicas y espacios comunitarios, donde los huilenses de diversas edades y condición social pudieron disfrutar de presentaciones, actividades pedagógicas, talleres y paneles temáticos, que les permitió reflexionar sobre la Narración Oral y su papel en el mundo contemporáneo. Este espacio fue creado para compartir e intercambiar experiencias entre los investigadores de las tradiciones orales del Huila, Colombia, e Ibero América, y para que la comunidad regional comprenda la importancia del legado ancestral y la vitalidad de la narración oral actual, cuyos exponentes contribuyen con su palabra a reordenar el universo en consonancia con las realidades y anhelos de su comunidad.

ENCUENTRO DE CONTADORES DE HISTORIAS Y LEYENDAS

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Entre el 15 y el 18 de noviembre, en las ciudades de Buga y Tulua, se realizó la XIX versión del Encuentro de Contadores de Historias y Leyendas, dirigido por Germán Jaramillo Duque. Este año el encuentro se enfocó en la narración de leyendas e historias populares, pues su objetivo es mantener un espacio abierto a la recuperación de tradiciones orales. Además, como ya es costumbre, se llevó a cabo el “encuentro del encuentro”,

un espacio para que los participantes compartan sus relatos y experiencias. El evento contó con la presencia de Narradores Orales de varios países y ciudades, como Maryta Berenguer, Susana Coulati, Silvia Paglieta y Angel Bussolino, de Argentina; Marcelo Alvo, de Brasil; Pablo Marcelo Enríquez, de Ecuador; Carmen Feito, de España; Silvia Luna, de Perú; Dulce Leyva, de México; y Ana Torrellas, de Venezuela; entre muchos otros.


CRÓNICA DE UN VIAJE

DE CUENTO

Rafo Díaz Cuentero Peruano

Esta historia no puede empezar con “Había una vez…” porque, aunque ha sucedido desde antes, sigue y seguirá sucediendo. Existe un lugar en donde la palabra ocupa un sitial, su nombre es Colombia, ese país desgarrado por una violencia absurda que no termina, y que ha sido visto tantas veces bajo el estigma de nombres de individuos innobles. Pero existe una Colombia que va más allá de esos problemas, que tiene nombres de hombres y mujeres realmente importantes, una Colombia que baila a la vez que investiga, que festeja a la vez que se nutre de cultura, una Colombia que desprende sudor a escenarios, a libros, a teatro, a música, a deporte, a desarrollo, a modernidad. Colombia es un país de cuento y yo se los cuento en esta crónica porque tengo ganas de contarlo.

En el mes de agosto y la primera semana de septiembre, la Red Nacional de Festivales Internacionales de Cuenteros en Colombia, invitó a realizar una gira por las ciudades de Medellín, Bucaramanga, Ibagué, Bogotá y Barranquilla a cuenteros de España, Camerún, Argentina, Costa Rica y Perú, todos con diferentes estilos narrativos, no sólo en el contexto de las historias, sino en el modo de presentación escénica. El inicio de esta gira no podía ser más auspicioso. Con la convocatoria del festival “ENTRE CUENTOS Y FLORES”, el parque de Bolívar, en el centro de la ciudad de Medellín, estaba abarrotado de público que se había reunido desde horas antes sólo para escuchar cuentos, una maratón narrativa que duró cerca 33

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CUENTACORA

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de tres horas y media, y la gente se mantuvo allí, disfrutando de cada uno de los participantes. Lo que siguió a partir de entonces fue una abrumadora carrera de presentaciones en teatros, plazas, pueblos, colegios, municipios, barrios, universidades, bares y coliseos. Un trabajo de merito que se lo atribuyen Jota Villaza, Luz Marina Arcila, y los amigos de la Corporación Vivapalabra. Matías Tárraga, el juglar español, se mostraba contento, pues el inicio de la gira auguraba buenos momentos para todos. Matías traía un espectáculo de romances antiguos encarnados en un personaje protagonista, Bululú. Un trabajo exquisito de máscaras, versos, y romances, con textos de Antonio Machado y otras historias tradicionales, con una especial manera de narrar que evoca a los antiguos juglares europeos. Una de las ciudades colombianas más aficionadas a la cuentería es Bucaramanga “la ciudad de los parques y jardines”. El festival “ABRAPALABRA” se vive en toda la ciudad de una manera impresionante. La calidez de la gente y la manera de dar la bienvenida a un narrador es algo conmovedor. Taxistas, amas de casa en los supermercados, la gente en todas partes pendiente de la programación, las

entradas agotadas desde horas antes, un teatro con capacidad para 1200 personas, quienes acuden diariamente a escuchar las historias que los narradores llevamos para compartir. El gran trabajo de Sandra Barrera y su equipo, así como el apoyo artístico de Pacho Centeno, sumado a la positiva convocatoria de participación de los diferentes sectores sociales, hacen del festival de Bucaramanga un evento inigualable, no sólo por su nivel organizativo si no también por la calidad y diversidad de estilos que propone cada


año a sus invitados de honor, el público bumangués. Boniface Ofogo, quien nació en un pueblo Yambasa en Camerún, se muestra sorprendido por el éxito de las presentaciones, está por primera vez en Colombia y se sorprende además por los contrastes entre una y otra ciudad. Él es un estudioso de literatura peruana y me habla de algunos libros importantes que no he leído, me siento sorprendido y casi avergonzado, pero es buen amigo y no se lo dirá a nadie. Boniface viene con un delicioso trabajo de autenticas historias tradicionales de su pueblo. Él allí es un príncipe y ojo que esto ya no es un cuento. Salimos de la cálida y exigente ciudad de Bucaramanga para llegar a Ibagué a realizar las presentaciones programadas por el festival ABRAPALABRA en esta ciudad. El Teatro Tolima, un espacio con una energía especial, nos acogió. Ibagué tiene clima agradable y una gente maravillosa. Aquí fue el público juvenil de Colegios y Universidades los que abarrotaron el teatro. La noche final fue muy emocionante. Luego de los generosos y emotivos aplausos del público nos despedimos de Ibagué con el alma contenta y con la sensación de andar por el camino que queremos. Juan Madrigal, alegre y juguetón narrador de Costa Rica, es una persona sencilla y brillante, quien descubre que hay mucho de Colombia en su país o viceversa. Juan es un mago con los niños y un hipnotizador de gente grande, imposible no entregarse al juego. Bogotá es cosa seria. Una ciudad que lo absorbe todo, que lo tiene todo. Bogotá es también una ciudad de narradores y por ello un espacio de desafío para todos los que nos dedicamos a este oficio. Muchos de los escenarios del festival “PURA PALABRA” fueron universitarios, que son las cunas del fenómeno de narradores como Juan Carlos Grisales, Oskar Corredor, Carolina Rueda, Henry Morales, Jaime Escobar, etc. En fin, sé que obvio a muchos que poseen una indudable calidad y me disculpo de antemano con ellos. En lo particular me gustan Misael Torres, experimentado actor y narrador de plazas, teatros y calles, anda en la búsqueda de un estilo narrativo minimalista; Gonzalo Valderrama es un maestro de la improvisación o

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un espontáneo maestro del humor y la narración absurda y surrealista; “Mateo” es un encantador de prosa, voz y ritmo exquisito. Por todo esto, la sensación al entrar a contar en esos lugares, era la de ingresar a templos de Shaolin, en donde cualquier maestro está a punto de cortarte la cabeza si no estás atento. Pero no para un argentino–catalán como Sergio Danti, una persona que inspira toda la confianza del mundo y quien tiene la suerte de viajar acompañado de Ivette, ellos hacen nuestro recorrido mucho más agradable. Sergio es poseedor de un talento innato para el juego de palabras y el humor fino. Sus historias ingenuas o religiosas, provocadoras, olor a sudor, y otros fluidos de sus textos y canciones. Absurdo, divertido e inteligente. Barranquilla y el festival “CARIBE CUENTA” nos reciben con un sol reconfortante, un cielo azul y el cariño del equipo de Luneta 50, dirigidos por Manuel Sánchez y Zoila Sotomayor. Aquí nos volvimos a encontrar con colegas amigos que también habían estado en Bucaramanga: Reynaldo Ruiz, un fenómeno de la cuentería y del humor tradicional costeño colombiano, y Joel Sánchez, un comediante cubano de mucha experiencia, quien involucra poesía, surrealismo, narración y canciones en sus presentaciones. En Barranquilla se dio una anécdota que fue especial para mí. Una tarde de función en el teatro “Amira de la Rosa” salí al escenario y de pronto me encontré frente a mil niños de 5 a 7 años, entre los que se encontraban en las primeras filas un numeroso grupo de niños especiales. Una función diferente, llena de emociones, de alegría desbordante y de una gran comunión. Descubrí que los mitos amazónicos, que los cuentos del mundo, pueden hacer soñar a los grandes y a los chicos, incluidos los pequeños con discapacidades. Descubrí que los cuentos narrados de corazón van directo al corazón. No hay en el mundo hombre alguno que no tenga una historia para regalar. Me quedan grandes lecciones de todos los narradores con quienes pude compartir en este viaje, este oficio, este sueño. Tengo la suerte de ser parte de la memoria oral de mi pueblo que va contando por el mundo y eso…, eso es un GRAN SUEÑO REALIZADO.

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8/9 DEL ICEBERG

Mauricio Patiño Acevedo maurockero@yahoo.com.ar

En esta nueva versión de mis “congelados” ocho novenos, los aportes de los narradores son pocos, pues parece que todos están muy ocupados en la “U”, de vacaciones, en papeleos para ser reyes de su nación, y cosas por el estilo. Pero los dos aportes que publicamos, casi, casi, podrían hundir un Titanic. El primer noveno es un decálogo de consejos para narradores principiantes, del libro “Por si quieres contar cuentos” que pronto publicará el cuentero venezolano Armando Quintero, inédito, insólito... in-vitados todos a leerlos y a ponerlos en práctica. Y el segundo noveno es un pseudodesiderata de un narrador bogotano de amplia trayectoria, apodado “Mateo”, ¡ahí van!

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CONSEJOS DE ALEXANDER DÍAZ GÓMEZ “MATEO”

Esto parece un desiderata1, pero está lejos de esa intención... 1. Cuando crees y montes historias, no pienses en ti, ni en el público, piensa en la historia. 2. Haz una etapa pre-narrativa. Antes de contar el cuento, no es mala idea hacer una etapa de “pre-texto”, encontrarte con la historia del personaje, sus gustos y desencuentros contigo. Esto podría darte más elementos para la acción narrativa. 3. No plagies, investiga. Busca tu estilo sin utilizar herramientas ajenas, si las usas haz como Linux: “a potenciar lo hecho por otros”. 4. Olfato. Ten olfato a la hora de escoger las historias para un montaje, algunas funcionan para tu lenguaje y “mundo de la vida”, otras no. 5. Sitcom: uno de los caminos. Si deseas hacer humor, no pienses en un final “trascendental” que justifique tu larga rutina. Ve más allá de la comedia de situación. 6. Anonimismo. Es mejor hacerte invisible cuando cuentes, así el cuento puede sorprenderte. Desiderata: Lista de objetos que se desean adquirir, especialmente libros en las bibliotecas. Enciclopedia Lexis 22, tomo 7. 1


DECÁLOGO PARA NARRADORES ORALES QUE SE INICIAN Armando Quintero

1. Cuando estemos frente a un narrador oral digno en su ser y en su hacer, intentemos imitarlo en su dignidad. Cuando estemos frente a un mal narrador oral, observémoslo con mucha atención para corregir nuestros propios errores. 2. Ante un buen cuento a narrar, la pobreza de lenguajes es algo que nos avergonzará. Ante un mal cuento, la riqueza de recursos provocará lo mismo. 3. Los cambios en el ser y hacer de cualquier narrador oral que se inicia pueden ser muy lentos, casi imperceptibles; lo importante es que sean. 4. El narrador oral se pasará la vida simplificando lo que muchos hombres, a conciencia o no, tratan casi siempre de complicar: las relaciones humanas. 5. Estudia siempre el pasado del viejo oficio de narrar cuentos y de todos los oficiantes del mismo si quieres saber cómo será tu futuro. 6. El narrador oral digno sabe lo que es verdad en lo que comparte con su público; el mal narrador sabe qué es lo que vende mejor. 7. Un cuento no mejora tu condición, ni la de tu mundo, pero puede abrir puertas y ventanas para lograrlo cuando lo compartes y, sobre todo, descubrir que crecerás en esa búsqueda aliándote con quienes desean crecer contigo. 8. Cinco son las condiciones para que tú y tu mundo logren ser mejores: constancia, honestidad, generosidad, sinceridad y delicadeza, en tu ser y hacer. 9. Al escuchar comentarios perversos, aunque sólo sea por mera curiosidad, no tardarás en convertirte en un hombre perverso. 10. La narración oral, como la virtud, no nació para vivir a solas. Todo el que la practica, terminará rodeado de buenos vecinos ¡Sólo ejércela de corazón! Luego nos cuentas.

Unos extras de Armando: Lo crean o no lo crean: No hay sistemas, no hay métodos, no hay recetas para alcanzar la maestría en narración oral: sólo hay historias de narradores orales y narraciones ejemplares de los narradores en acción. Sólo vivencias o cuentos compartidos. También en esto, nuestro oficio se hace y es entre los otros, en los otros, desde los otros, con los otros. La alegría, la ternura, el asombro, son recursos renovables que poseemos, que nos pertenecen ¿Pensamos negociarlos? En este momento, como en cualquiera otro, podríamos... pero ¿seguiríamos contando de verdad, verdad, después de ello?

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EL DESPARCHE

CRUCIGRAMA

Mauricio Franco elojocioso@yahoo.es

Soluciones anteriores: Sopa de letras

Acertijo: Eterna Noche

DE OREJA A OREJA 1. Famoso personaje antioqueño. País famoso por los gemelos unidos. 2. Lo que usted está practicando. Punto cardinal. Se mueve el caballo. 3. Por aquí pasó Don Diego de La Vega. Una letra o un número cualquiera. La batalla final. Vocal abierta. Lo único que le hacía falta al traje nuevo del Emperador. 4. Un kilo. Signo zodiacal muy culto. Camilo Navarrete. Acción que emprenden los caballeros andantes. 5. Festival de Cuentería de Bogotá celebrado en octubre. 6. Famosa agrupación venezolana de narradores. Mote. 7. Dirigíos. Cuentero caleño ganador de la Facundia en el año 2004. 8. Iniciales del de las Chivas Económicas. Personaje recurrente en los cuentos de tradición. Disco de Jethro Tull. 9. Pasión que destruye, o que afecta los pulmones, al revés. Silaba que adormece invertida. Dios que no ha de faltar en los crucigramas. Antigua nota Ut ejecutada al contrario. 10. Se dejan ver al revés. Quinta letra del abecedario. Final de frase de un esclavo. 11. Nada. Contracción gramatical. Famoso espacio de cuentería en Cali. Letra pedigüeña. 12. Moneda romana. Refuerza el insulto. Cosa gringa.

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CUESTA ABAJO 1. Patada decente. Apellido de Alonso, el que cumplió 400 años. 2. Lengua provenzal. Autor checoslovaco. Inicial de cuentero local que también anda de cumpleaños. 3. Preposición. Novia de Júpiter. Versos que terminan parecido. 4. Escuché al revés. Lo que haces antes de montar un cuento. En singular, haciendo ruido vienen, haciendo ruido se van... 5. Buena calificación. Sabidos, conocedores. 6. Letra. Partido muy reñido. Fuera de expatriado y rechazado, al revesado. 7. Oreja del que no oye. Lugar para conservar los vinos. Existe. 8. Regla de dibujante. Hablantinoso personaje de nuestra cultura. 9. Que arden, dice el chino hispanoparlante. 10. Un romano solito. Vocal abierta. Rezan al revés. El de los cuarenta ladrones. 11. De tal “olap”, tal... consigna esotérica. Sistema anticonceptivo. 12. Mil romanos. Anillo. Lo que no queremos que sea la cuentería.

ACERTIJO




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