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Del macho hegem\u00F3nico al masculino alterno: conceptos y definiciones Heriberto Ram\u00EDrez-Ayala

Del macho hegemónico al masculino alterno:conceptos y definiciones

Heriberto Ramírez-Ayala

Durante décadas los estudios feministas han producido herramientas de análisis para comprender la sociedad, las relaciones humanas y desarrollar estrategias para facilitar la equidad de género y la solidaridad en nuestro país. Hemos avanzado, pero las estadísticas confirman que no solo las féminas pierden derechos en nuestro sistema social, sino que los hombres en muchos casos pagan con su vida. En Puerto Rico las estadísticas señalan que los propulsores de conductas violentas como bullying, robos, suicidios, agresiones sexuales, violencia doméstica y asesinatos, son hombres, los cuales en su mayoría culminan en los sistemas correccionales del país (Perfil de la Violencia en Puerto Rico: 1984-2004”, Colegio de Médicos Cirujanos). Propongo entonces una mirada desde los estudios sobre los hombres y las masculinidades para ampliar la visión, acceder a nuevas herramientas de análisis, para trazar rutas de educación transformadora y operar cambios significativos en el tejido social.

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En el argot puertorriqueño cuando una persona realiza un comentario o conducta en detrimento de las mujeres o subjetividades femeninas se le llama machista o macharrán. Tres sílabas, una doble erre contundente. Un significado y un valor simbólico violento (Toro A., 2017). En la década de los noventa la socióloga australiana R.W. Connell, desarrolla el término, masculinidad hegemónica 1 (1995), inspirada en el concepto hegemonía cultural de Antonio Gramsci, para describir la posición dominante de los hombres y subordinación de las mujeres.

Según la antropóloga francesa, Elisabeth Badinter (1993) la construcción de esa identidad masculina estará basada en la triple negación: no ser un niño, no ser una mujer y no ser homosexual. Por tanto, las frases: “Aguante como un macho”, “No llore como niña”, “No seas tan pato”, se convierten en algunos de los dispositivos sociales que se utilizan cotidianamente para sostener esa identidad que puede desembocar en conducta misógina, homófoba y adultocentrista. En el proceso de socialización, estas ideas son sostenidas y transmitidas por la familia, los medios de comunicación y los centros educativos, donde terminan por ser internalizadas por el individuo, hasta formar parte del sentido de lo común (Gramsci). Esta identidad macharrana o hegemónica, deberá tener el control, ser heterosexual y proveedor, suprimir públicamente emociones como la tristeza, el miedo, no demostrar afecto ni ejercer tareas de cuido o autocuido. Estos mandatos de género ponen en juego la virilidad constantemente y para muchos tendrá que ser defendida.

Bajo esta perspectiva podemos explicar por qué luego del HuracánMaría, los casos de suicidios en hombres y agresiones sexuales hanaumentado en Puerto Rico. Según los datos del rotativo El Vocero,durante 2018 se han registrado 633 asesinatos, de los cuales 50de las víctimas son mujeres y de ese número 23 son por violenciade género. En el libro Lo masculino en evidencia: Investigacionessobre la masculinidad, el sicólogo puertorriqueño José Felicie-Mejía (2009) concluye que esas conductas están relacionadasdirectamente con la socialización cultural machista, y plantea que

1 La configuración de práctica genérica que encarna la respuesta corrientemente aceptada al problema de la legitimidad del patriarcado la que garantiza (o toma para garantizar) la posición dominante de los hombres y la subordinación de las mujeres.

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a mayor identificación con la masculinidad hegemónica, mayorla probabilidad de que los hombres se involucren en conductasde riesgo.

Luego de más de 30 años de investigaciones sobre el tema, la Asociación Americana de Sicología (APA), ha publicado recientemente una guía para la práctica sicológica con niños y hombres, y menciona que se ha demostrado que la ideología tradicional masculina limita el desarrollo sicológico de los hombres, restringe su comportamiento, da como resultado tensiones y conflictos del rol de género e influye negativamente en la salud mental y la salud física (2018). Los estudios mencionados hasta la fecha advierten el riesgo de sostener este modelo de masculinidad tradicional o hegemónica. Entonces nos preguntamos, ¿es posible romper los mandatos sociales internalizados de dicha masculinidad?, ¿otras masculinidades son posibles? Al desarrollar el concepto de masculinidad hegemónica, Connell (1995) puntualiza que dicha masculinidad no es la única, coexiste junto a la masculinidad cómplice, hipermasculina, subordinada y contestaria. Nos detendremos en esta última, para responder a las preguntas formuladas anteriormente.

La masculinidad contestataria es la representación de las identidades masculinas que activamente retan, cuestionan y rechazan la masculinidad hegemónica. Los hombres que encarnan esta masculinidad promueven en su cotidianidad rasgos no hegemónicos como son la demostración pública de emociones como la afectividad, la compasión la ternura.

Rechazan la violencia y los dispositivos de dominación en todas sus manifestaciones. Son tiernos, afectuosos, comprensivos y tolerantes. Los hombres que encarnan esta m a s c u l i n i d a d propulsan activamente el desarrollo de formas alternas de relaciones entre los géneros y al interior de su propio género (Ramírez, García -2002).

Con esta descripción podemos dibujar un nuevo panorama-otras masculinidades son posibles. Del macho hegemónico al

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masculino alterno hay un largo trecho por recorrer, al presente no existe en Puerto Rico una mirada institucionalo política sobre la violencia, basada en los estudios sobre las masculinidades, que aborde la conducta violentaen hombres de manera preventiva y no punitiva. Por tanto, para lograr la equidad y la adhesión de aliados,es necesario continuar reflexionando de manera transdiciplinaria y activa. Les invito a continuar esta serie detextos reflexivos sobre las masculinidades en las próximas ediciones.

BibliografíaAmerican Psychological Association (2018). APA guidelines for psychological practice with boys and men.Badinter, Elizabeth (1993) XY: Sobre a identidade masculina. Rio de Janeiro: Nova Fronteira.

Connell, Raewyn and James W. Messerschmidt (2005). Hegemonic masculinity: rethinking the concept. Gender and Society, vol. 19 no. 6, 829-859.

Connell, RW. 1995. Masculinities. Cambridge, Polity Press; Sydney, Allen & Unwin; Berkeley, University of California Press.

Toro-Alfoso, José. (2009). Lo masculino en evidencia: Investigaciones sobre a masculinidad. Puerto Rico: Publicaciones puertorriqueñas.

Toro, Ana T. (2017). Macharrán la palabra que es una sentencia. Buscapie. El Nuevo Dia. https://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/macharranlapalabraqueesunasentencia-columna-2349383/

Ramírez L. Rafael, García Toro, Victor I. (2002). Masculinidad hegemónica, sexualidad y transgresión. Centro Journal. Volumen XIV. Num 1. 5-25.

Enlaces: Coprevi Recuperado el 8 de diciembre de 2016 http://coprevi.cayey.upr.edu/joomla/index.php/las-estadisticas.html

El Nuevo Día Recuperado el 8 de diciembre de 2016 http://www.elnuevodia.com/estudiorevelaelperfildeldelincuentejuvenil-1577839.html

El Vocero Recuperado 10 de diciembre de 2019 https://www.elvocero.com/ley-y-orden/nuevas-pistas-en-caso-de-valerie-ann/article_2d5bb10c-0c9a-11e9- 9d2f-1fbcf2e77312.html

___________ Fotos de Enrique Rottenberg

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