Fotografía: ricardo castro r.
EL SALVADOR: (RE)DIBUJANDO AUDIENCIAS Amparo Marroquín Parducci
Resumen: El presente trabajo es una revisión de lo que han sido los estudios de recepción desde la academia y desde otros ámbitos de la sociedad salvadoreña se han elaborado. Se inicia con un recorrido de la conformación del campo académico de la comunicación en El Salvador, para entender las apuestas y las ausencias del discurso sobre recepción en el país. A partir de ello se hace un recuento de los principales trabajos sobre recepción y audiencias y se discuten algunos desafíos de esta discusión. Palabras clave: Campo académico, audiencias, procesos culturales. Amparo Marroquín Parducci. Profesora e investigadora de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, El Salvador. Sus principales investigaciones se relacionan con los estudios de audiencias, el análisis de discursos de los medios de comunicación y los procesos de configuración de las identidades socioculturales en Centroamérica.
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El Salvador es un país que desde hace catorce años ha venido consolidando procesos democráticos a partir de la firma, en 1992, de acuerdos de paz entre los grupos en conflicto. El país continúa polarizado y todavía en el escenario se ensaya la comunicación, el consenso que tanta lucha ha costado. Los estudios de opinión pública que se iniciaron por esos años, y de los cuales hay constancia sobre todo desde 1995, son cada vez más indispensables en este contexto. Sin embargo, en el país, el trabajo académico, sobre todo en el ámbito de la comunicación, es reciente y muy limitado. El campo de la comunicación y la investigación de audiencias empieza a dibujarse cuando en otras regiones estos primeros bocetos ya han sido retrabajados. Mi trabajo es una primera revisión, un estado del arte de lo que han sido los estudios de recepción desde la academia y desde otros ámbitos de la sociedad salvadoreña se han elaborado. Divido mi exposición en tres momentos. En un inicio me detendré en la conformación del campo académico de la comunicación salvadoreño. En un segundo momento, me acercaré al trabajo sobre recepción y audiencias en el país. Finalmente, propondré algunos desafíos y posibilidades que encuentro en esta discusión que, desde los procesos actuales globales, cobran especial relevancia.
1. El campo académico 116
La historia de la comunicación y su configuración en el campo académico de El Salvador es relativamente reciente. En el año de 19551 , la Universidad de El Salvador (UES) impartió los primeros cursos universitarios de Periodismo. La Licenciatura en Periodismo inició de manera formal en el año de 1958. Con esta carrera se buscó llenar el vacío de reflexión formal académica que existía en el país. La exigencia de los inicios fue la de profesionalizar a los empíricos. En 1978, se creó la Escuela de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Dr. José Matías Delgado, institución privada. Ambas universidades (la nacional y la privada) siguieron las reformas establecidas por CIESPAL y ubicaron el periodismo como una disciplina dentro de la comunicación. La Universidad Matías Delgado
tuvo un planteamiento generalista. Ahondaba en la literatura, el arte, la economía, pero no existía ningún proceso de especialización. En 1986, otra universidad privada, la Universidad Tecnológica, incorporó en su oferta académica relaciones públicas, comunicaciones y periodismo. Durante la década de 1980, debido a la guerra civil que se desarrollaba en la sociedad salvadoreña, la disciplina de la comunicación experimentó una creciente demanda; los periodistas internacionales que cubrían para las agencias noticiosas los procesos políticos y sociales apremiaron a cambios en la manera de ejercer el periodismo. Además de estas demandas, la intervención por el ejército de la UES y su cierre, influyó para que universidades privadas ofrecieran carreras del campo de la comunicación. La Universidad Centroamericana (UCA) por su parte, ofertó la especialización en medios de comunicación dentro de la Licenciatura en Literatura desde la década de 1980. En 1990, inició la Licenciatura en Comunicación y Periodismo. El enfoque era, de nuevo, generalista y su discusión se mantuvo en los medios de comunicación. El pensamiento del rector de la UCA, Ignacio Ellacuría sobre los medios (APES, 1990) y su posterior asesinato, influyó mucho en la conformación de la carrera ofrecida por dicha institución. El contexto sociopolítico del país, en ese momento, era complejo para el ejercicio del periodismo y para la reflexión sobre comunicación. El enfrentamiento armado se prolongó hasta el año 1992. Esta realidad no sólo matizó las propuestas académicas sino, en muchos casos, complicó la investigación que negoció el ritmo de sus urgencias. En un país en guerra y con matrices autoritarias muy fuertes, la reflexión de los primeros años giró en torno a los medios de comunicación y la libertad de expresión. Las posibilidades de sistematizar las experiencias fueron muy reducidas. Es en los últimos diez años que se encuentra una discusión más extensa; sobre todo, desde la investigación realizada a través de los trabajos de graduación y tesinas de muchos 1
Estos datos recopilados con mayor detalle y de manera sistemática en Quiñónez, Ramírez y Zalguero (2004) y en Chorro y Balcáceres (2004)
estudiantes, en cierta medida también, a partir de trabajos de docentes. Fue hasta hace muy pocos años que los estudios de posgrado empezaron a cobrar importancia y la investigación se volvió un proceso fundamental (Picardo, 2004). ¿Qué papel jugaron los estudios sobre recepción en la investigación que se ha hecho en el país? De esto se ocupa el siguiente apartado.
2. Los itinerarios de la recepción Los estudios de recepción no son un tema nuevo, llevan ya un largo camino. El Salvador no ha sido la excepción. Muchas discusiones han pasado en nuestros países antes de lograr superar un poco “la racionalidad propia de los estudios de efectos de los medios” (Orozco, 2002, pág. 15). En el país las publicaciones académicas sobre comunicación son reducidas e incipientes y la cultura de la discusión interinstitucional inició hace algunos años pero todavía no ha adquirido el calor de un intercambio continuo. El término de recepción es un concepto amplio. En la discusión salvadoreña se retoman concepciones que van desde las que asocian el tema a elementos de investigación de la sociedad del consumo (Callejo, 2001,17), hasta la propuesta teórica de Orozco (2000a, 113-128) sobre las múltiples mediaciones. La noción tradicional de audiencia se ha trastocado a partir de la interacción que se posibilita con medios como Internet y la televisión digital. Los estudios de recepción han empezado a abarcar ese espacio de confluencia entre la comunicación y la educación que Raúl Fuentes considera “quizá el más importante pero difícil de explicar, el de las prácticas cotidianas, el de las acciones y las interacciones situadas, el de los proyectos que los sujetos impulsan y confrontan para constituir sus identidades y hacerlas prevalecer socialmente” (Fuentes, 2000, 64). Detallo algunos elementos históricos. En El Salvador, los estudios sobre las audiencias y la recepción iniciaron como estudios de rating para medir las posibilidades de colocar a los anunciantes. Los principales preocupados por el tema eran aquellos que trabajaban el marketing. Esta preocupación tuvo algunas desventajas, quizá la principal que podamos anotar en este
espacio es el hecho de la poca rigurosidad de los acercamientos. Muchas veces al analizar los resultados estos estudios cuantitativos mostraban datos que nos hacían caer en la sospecha: “en la mayoría de los casos, consta que los patrocinadores aparecen en los primeros lugares (…) la mayoría de investigaciones realizadas corresponden a estrategias mercadológicas y, sin duda, a la sociología empírica” (Cantarero, 2003). La academia tuvo muy poco que ver con estas aproximaciones. Otro espacio de investigación fue y continúa siendo el que busca saber las preferencias políticas de las audiencias y su intención de voto. En ciertos momentos, el interés por estos estudios vino de la intención de evaluar campañas políticas y asegurar la lección de ciertos candidatos, en otras ocasiones –muy escasas– se buscó propiciar una propuesta de recepción crítica. Desde los medios y desde la misma academia se ha reconocido que los discursos dominantes influyen en la creación de “las gramáticas de las relaciones sociales” (Calles, 2002, pág. 143). Mario Cantarero ha hecho algunas aproximaciones al tema de las audiencias políticas (2002a y 2002b) y José Manuel González (2004) planteó un interesante estudio de la narrativa propagandística creada durante la campaña electoral. Estos estudios sobre las preferencias de las audiencias continúan de manera sistemática, tanto con fines mercadotécnicos como políticos o académicos. Otra aproximación de mayor difusión, fue realizada por el matutino La Prensa Gráfica. El estudio era un sondeo telefónico que no tenía como fin “registrar audiencia, sino determinar quiénes son las personas de la televisión que están más metidas en el gusto de los salvadoreños” (Segura, septiembre de 2004, pág. 80). En 1990, Jensen y Rosengren (págs. 207-218) realizaron un estado del arte y sistematizaron las cinco grandes tendencias que, a nivel internacional, habían investigado la audiencia. La primera gran corriente fue la del efecto de los medios; luego la investigación sobre los usos y gratificaciones; posteriormente, el criticismo literario;
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a continuación los estudios culturales y finalmente lo que ellos llamaron el análisis de la recepción2 . La discusión metodológica planteada por estas corrientes continúa vigente dentro de distintas academias, y me parece un buen punto de partida para aproximarse a la investigación salvadoreña. Mario Cantarero señala que “en el lapso de los últimos 35 años, en el ámbito universitario, se han producido aproximadamente 335 trabajos de graduación, (que son) requisitos para obtener la licenciatura en cualquiera de las áreas de la comunicación social”. Distribuye la producción de estos trabajos por década. En la Tabla 1 podemos ver como la cantidad aumenta de manera exponencial hasta llegar a las cifras actuales. Tabla 1:
TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN REALIZADOS COMO REQUISITOS DE GRADUACIÓN EN EL ÁREA DE COMUNICACIÓN EN LAS DISTINTAS
UNIVERSIDADES SALVADOREÑAS.
DATOS TOMADOS DE CANTARERO (2003) Década
Número de tesis elaboradas
1960 1970 1980 1990 Total de trabajos
Los trabajos de graduación son uno de los principales espacios de producción de conocimiento nuevo y local dentro de la academia salvadoreña. Por ello la primer tarea de esta aproximación ha sido cuantificar y sistematizar algunos datos básicos sobre dichos trabajos. No solo hay un crecimiento exponencial de estos trabajos sino que, como veremos, la discusión y el interés por los estudios de audiencia va cobrando forma a partir de este crecimiento. En la Tabla 2, se muestran las tesis que retoman el interés por los estudios de recepción. No se incluye el total de trabajos elaborados por cada universidad, sino exclusivamente aquellos que guardan relación con el tema de la recepción y se ubican dentro de alguna de las cinco corrientes enunciadas por Jensen y Ronsenberg. Incluimos además los libros que se han publicado por editoriales universitarias y que guardan una relación directa con el tema de nuestro interés. 2
Porcentaje
1 21 71 242
0.3 6.3 21.2 72.2
335
100.0
Posteriormente, Orozco (2000, pág. 57 y sig.) identificará esta corriente como análisis de audiencias. 3 Se incluyen los autores que fueron citados en más de un trabajo. El número en el paréntesis es la cantidad de veces que estos autores aparecen citados en la bibliografía final.
TABLA 2: LISTADO DE INVESTIGACIONES SOBRE RECEPCIÓN ELABORADAS POR LAS PRINCIPALES UNIVERSIDADES DE EL SALVADOR. * AUTORES CUYO TRABAJO INTELECTUAL Y SUS PUBLICACIONES HAN SIDO REALIZADAS EN EL SALVADOR.
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Centro de Estudios Formato Enfoque de los trabajos Universidad de El Salvador
Universidad Tecnológica
Principales autores citados3
5 Tesis
Corriente de estudios culturales Mario Alfredo Cantarero (5)* y análisis de las audiencias Néstor García Canclini (4) Jesús Martín Barbero (3) Mario Kaplún (3) Jeffey Schrank (2) Enric Saperas (2)
1 libro
Análisis de audiencias: televisión
14 tesis
Corriente de efecto de los medios
No disponibles
Corriente de efecto de los medios
Se trabajó con base en, sondeos y boletines de prensa.
Escuela de encuestas 1 tesis Comunicación “Mónica Herrera”
Universidad Dr. José Matías Delgado
14 tesis
Corriente efecto medios (10) Corriente de usos y gratificaciones (3) Análisis de audiencias (1)
Ignacio Martín Baró (6)* Mario Alfredo Cantarero (6)* Umberto Eco (3) Miguel de Moragas (3) Roman Gubern (3) Joan Ferres (2) Guillermo Orozco (2) Jesús Martín Barbero (2)
Corriente efecto de los medios
Ignacio Martín Baró (8) * Eduardo Stein (5) * Berger y Luckmann (2) Armand Mattelart (2)
2 tesis 1 libro
Corriente efecto de los medios Análisis cuantitativo de audiencias
No disponibles
40
La corriente de efecto de los medios es la dominante
Mario Cantarero e Ignacio Martín Baró son los más citados
Universidad Centroamericana José Simeón Cañas 2 tesis4
Universidad Francisco Gaviria
Total de trabajos
La mayor parte de las investigaciones revisadas están enfocadas desde la corriente del efecto de los medios. Muchos estudios son, en este sentido, un intento positivista de aproximarse a un problema complejo que desborda los números al entrar en el terreno de lo cultural. Un caso ilustrativo es el de la Universidad Tecnológica. De los 14 trabajos disponibles y que se ocupan del tema las audiencias –el término recepción no aparece– 11 tienen en el título la palabra influencia, y tres más llevan en el título la palabra efecto. El enfoque en la gran mayoría de trabajos es completamente cuantitativo. En la gran mayoría de los estudios, se evidencia un enfoque conductista. En distintos trabajos aparecen citados psicólogos como Bandura para explicar el comportamiento de los actores sociales y su interacción con los medios. El planteamiento se mantiene: la influencia que ejercen los medios de comunicación sobre las audiencias es un efecto que se deja medir numéricamente. 4
Es importante hacer notar que las dos tesis que se encontraron son de los años 1985 y 1986, y no pertenecen a graduados de la licenciatura en Letras con especialidad en Medios de Comunicación –que era la carrera que la Universidad servía en esos años–, sino a la licenciatura en Psicología.
Sin embargo, es posible encontrar propuestas interesantes que salen de los lugares comunes y de los estudios cuantitativos. Autores de América Latina que representan distintas corrientes teóricas aparecen como referentes y muestran un cuadro de contrapuntos. La única institución que plantea el término de recepción en todos su trabajos es la UES. Los trabajos elaborados ahí sobre el tema de recepción inician en 1996. Desde ese momento plantean algunas aproximaciones cualitativas al fenómeno. Da la impresión que esta aproximación, más que ser el resultado de un proyecto académico consolidado por los docentes de dicha academia, responde al interés del profesor Mario Cantarero que es quien ha dirigido todas las investigaciones. Los temas de estos trabajos se muestran en la Tabla 3. Tanto en el caso de los trabajos elaborados por la UES, como por los otros centros de estudio, la investigación se enmarca con mucha fuerza en el análisis de recepción urbana. Sobre todo, en la capital, San Salvador. De los trabajos realizados, siete de cada diez se enmarcan en el espacio
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TABLA 3: LISTADO DE TÍTULOS DE TESIS Y METODOLOGÍA UTILIZADA EN LA UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR
1998
que continúan presentes incluso en la ciudad, o ancladas en pueblos cuya economía depende del comercio, la maquila, las remesas. Hay zonas del país que todavía sobre-viven por la agricultura y cuya transformación se da muy lentamente.
Recepción de cuantitativa programas infantiles de televisión de niños de 5 a 10 años en el departamento de San Salvador
1998
Aunque la recepción que se produce en las ciudades es muy importante y tiene características particulares, los trabajos evidencian el vacío que existe en las aproximaciones a los espacios rurales.
UES
Recepción de radio en el sector femenino en El Salvador: análisis cuantitativo
cuantitativa
1997
UES
La recepción de cine en El Salvador: un acercamiento socio-cultural
cualitativa
1997
UES
La recepción radial en El Salvador: una aproximación cualitativa
cualitativa
1996
Centro de Títulos Metodología estudios de tesis UES Recepción de prensa cuantitativa en los estudiantes universitarios del área metropolitana de San Salvador UES
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Fecha
urbano, un veinte por ciento no especifica la ubicación geográfica de sus audiencias y uno de cada diez circunscribe su estudio al ámbito nacional. No hay un solo trabajo que delimite su investigación exclusivamente a un espacio completamente rural, al menos de manera explícita. El trabajo que más se acerca a ello es la tesis de maestría de Cantarero (1998) titulada Hábitos de recepción radiofónica en El Salvador: una aproximación sociocultural. Su aproximación contempla varios sectores, entre ellos los campesinos y los jóvenes. Aunque retoma la audiencia campesina, no se dedica de manera exclusiva a este tema rural. Se podría argumentar frente a esto que la recepción es algo específicamente urbano y que, finalmente, asistimos a un proceso de urbanización de lo rural que cobra cada vez mayor fuerza. Sin embargo, en El Salvador este concepto de urbanización debe matizarse. Aunque asistimos a una descampesinización en lo rural, hay una serie de categorías culturales
El Salvador ha pasado de ser un país mayoritariamente agrícola, a sostenerse gracias a las remesas que los migrantes envían a sus familias (PNUD, 2003). La gran mayoría de los migrantes pertenecen al espacio rural del país y este fenómeno no solo ha reconfigurado la estructura económica, sino también ha desplazado el consumo mediático y simbólico hacia ciertas ofertas culturales5 . La televisión ha cobrado una importancia mayor desplazando a la radio e Internet ha multiplicado entre las audiencias del país. Aún así, estos estudios todavía no se han trabajado con detalle, y las aproximaciones que hay permanecen inéditas. Un elemento fundamental al trabajar la recepción es el medio del cual se ocupan los estudios. Como bien ha señalado Orozco (2000, pág. 112), se debe entender la recepción “como una interacción (...) cuya particularidad debiera definirse, no por sus adjetivos que la califican, sino por el medio que involucra: tele y cine-videncias, escucha radiofónica, lectura”. La preocupación por estos consumos diferenciados a veces no es muy evidente, pero en la gran mayoría de los casos los estudios se enfocan hacia ello. Esto se muestra en la Tabla 4. Los criterios desde los cuales se decide analizar la audiencia de un medio pasan por razones subjetivas, pues aunque la televisión y la radio son los medios más consumidos, la prensa escrita posee una gran cantidad de investigaciones. La conciencia sobre esta recepción diferenciada se ha trabajado de manera más detallada en cinco trabajos de Mario Cantarero con estudiantes de la Universidad José Matías Delgado, donde se trabaja de manera detallada la audiencia de la 5
Sobre un elemento de este desplazamiento del consumo y su configuración de actividades es que se ocupa el estudio sobre el corrido de migrantes en El Salvador (Martel y Marroquín, 2003)
TABLA 4: DISTRIBUCIÓN DE LOS TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN SOBRE RECEPCIÓN DE LAS UNIVERSIDADES A PARTIR DEL MEDIO CONSUMIDO POR LAS AUDIENCIAS
Tipo de trabajo
Tesis Artículos revistas Libros Total
Radio Prensa Televisión Internet Todos los y medios medios y escritos publicidad 3 1
10 0
16 1
0 0
3 2
0 4
0 10
1 17
0 0
2 7
televisión, la radio, y los hábitos de lectura, tanto en el año 2000 como en el año 2001. El primero de estos trabajos ha sido publicado por el sitio web Sala de Prensa (2005). Otro trabajo de la UCA se aproxima al fenómeno haciendo un análisis de la recepción y los discursos de los maestros de escuela (Marroquín, 2003). La gran ausente de estos trabajos continúa siendo Internet, a pesar de que el crecimiento de dicho consumo en el país es de un 2,152% en los últimos ocho años (Chorro y Balcáceres, 2004). En cuanto a las revistas impresas, son muy pocas las que en un país de seis millones de habitantes consiguen pasar del primer número. La cultura de la “actualización de la información” a través de la lectura periódica no se encuentra muy difundida. Se mantienen dos revistas en línea6 , pero en ninguna aparece trabajada de manera evidente la temática de la recepción. La publicación de libros sobre temas de comunicación que se anclen en la realidad local es un camino que apenas está iniciando. En este formato destacan tres publicaciones. Uno de los enfoques es el utilizado por el periodista Francisco Figueroa en su libro El Pulgarcito en la globalización. Comunicación para un nuevo milenio. En él, se concibe la audiencia como “el cuarto actor de la comunicación de masas, donde no existen individualidades sino sectores sociales ya catalogados” (2000, pág. 72). La excesiva simplificación del problema cultural de las audiencias no logra encontrar cabida en su discusión. De hecho el texto no se enfoca en trabajar las audiencias y su reflexión resulta superficial. 6
http://www.geocities.com/mariocantarero/ y h t t p : / / w w w. u t e c . e d u . s v / S e p t i e m b r e 2 0 0 3 / C o m u n i c a / Comunica48_2.pdf 7 http://www.ufg.edu.sv/
Por su parte el libro de Walter Raudales sobre Opinión pública y percepción (2004) se limita a una recopilación cuantitativa que no llega a enfrentarse con la compleja simbolización identitaria de la realidad que se da a través de los medios y a los múltiples procesos de seducción y negociación que los actores sociales establecen en esta relación. Este libro ha sido producido por el Centro de Opinión Pública de la Universidad Francisco Gavidia, que además de esta publicación impresa, mantiene en su página web7 la información detallada de los estudios de opinión que desde la institución realizan. Dos elementos de esta propuesta hacen difícil clasificarla como un trabajo sistemático sobre la recepción. Primero, la falta de unicidad de los estudios de audiencia presentados. El libro abarca desde las opiniones de los jóvenes, pasa por la percepción sobre el dengue y llega hasta el tema político de la intención de voto. El otro problema del texto es que, al privilegiar el dato cuantitativo, las conclusiones caen en una crítica que poco contribuye a la discusión en un contexto donde muchos actores sociales se juegan su exclusión. El caso más evidente es el de los jóvenes. El libro de Raudales caracteriza la juventud salvadoreña como una “generación cómoda”, desde el eterno “mal de ojo de los intelectuales” (Martín Barbero, 1999), cuestionando la incapacidad de los jóvenes de soñar dentro de un sistema que brinda pocas posibilidades y dentro de una sociedad que presume su ser “expulsora”. Dentro del estudio, la Universidad Francisco Gavidia adjudica a los jóvenes calificativos como “pasivos, inmovilizados, con incapacidad de crítica y reflexión (que) prefieren el baile y vagar que leer un buen libro o estudiar” (Raudales, 2004, pág. 34). Una propuesta que resulta mucho más sistemática es el estudio de Julio César Grande que busca proporcionar conocimientos relevantes para “entender la vinculación entre la institución televisiva, su programación comercial, los receptores, la familia, sus condicionamientos tecnológicos e ideológicos y el contexto socioeconómico del país” (1999, pág. 9). Este trabajo inicia con una revisión histórica sobre la televisión, posteriormente trabaja los métodos de investigación sobre los efectos de la comunicación, y se introduce en temas como la violencia, las telenovelas, los dibujos animados, para cerrar con una visión global de la influencia de la televisión en El Salvador.
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Es importante recordar que en el país, la investigación desde la academia, cuando no responde a fines mercadotécnicos o cuando no conlleva un convenio de ayuda exterior, resulta muy poco rentable. Las políticas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología no contemplan ningún apoyo concreto a la investigación salvadoreña, sobre todo en el caso de las disciplinas humanísticas y de las ciencias sociales. La apuesta por mantener desde la academia una reflexión rigurosa anclada en la realidad nacional es un camino que cada institución afronta, como puede, con cuadros académicos medianamente formados y con una demanda siempre creciente de estudiantes que obligan a dedicarse exclusivamente a la enseñanza y a dejar de lado otras posibilidades de incidencia.
3. Perspectivas y posibilidades ¿Podemos afirmar que tenemos una comunidad intelectual definida en el campo de la comunicación en El Salvador? Jesús Martín asegura que “una comunidad intelectual se constituye no sólo sobre la base de tener en común conocimientos, sino también al reconocimiento de unas posiciones teóricas y de unas interpelaciones sociales” (2000b, pág. 9). Y esto implica un proceso largo.
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Falta ir hacia las audiencias desde propuestas más cualitativas. Falta entender la recepción desde las múltiples mediaciones culturales. La academia debe discutir de manera sistemática los resultados de las distintas investigaciones y poner a disposición de la sociedad salvadoreña estos primeros estudios pioneros que hemos mencionado, pues el problema de la difusión de los resultados se complejiza al no tener publicaciones periódicas, como revistas, y al tener unas políticas muy malas de distribución de libros. Esto redunda en una academia salvadoreña muy poco diciente hacia la sociedad. Desde la UES se discutieron las posibilidades de los estudios de audiencia en el marco de los 50 años de inicio de la carrera de periodismo. Mientras en la UCA, los estudiantes de último año de la licenciatura, han trabajado desde hace dos años un sondeo cualitativo sobre el consumo de
los medios de comunicación y otros productos simbólicos. Y la pregunta más grande que preocupa a otros investigadores del país pasa por la audiencia transnacional que la migración hacia Estados Unidos de América está produciendo: periódicos que se leen aquí y allá, series televisivas aquí y allá que conectan a las audiencias que son también los amigos, la familia, y que son otra forma de mantener los lazos, en ello José Luis Benítez (2005) ha elaborado un trabajo pionero. El reto y las posibilidades son enormes. No se trata solamente de situarnos desde las propuestas teóricas y metodológicas ya establecidas se trata de poner a discusión los alcances y las limitaciones de cada una de las experiencias. Se trata de recordar que la discusión metodológica no está agotada, que apenas inicia y que debe ser pensada desde una multimetodología situada en la realidad histórico-cultural (Jacks, 2002, pág. 28). Se trata de establecer un diálogo permanente. Se trata de una categoría que desde muchas otras disciplinas se puso en la mesa de discusión: el otro, el distinto de mí, el que desborda mis razonamientos y que se postula con autonomía frente a mi pensamiento. Hacia ahí tendrá que dirigirse la reflexión académica en El Salvador, con la humildad necesaria, pero con todas las herramientas metodológicas que nos permitan reflexionar sobre lo que desde los medios se constituye, pero también cada vez más desde lo que las personas nos cuentan que sueñan, que gozan, que lloran y odian en esa interacción mediática. San Salvador, septiembre de 2005
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Fotografía: ricardo castro r.
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Resumen: En este recorrido analítico sobre los estudios de recepción en México se siguen dos ejes. Por una parte un eje histórico, destacando etapas y sus principales características, en la realización de la investigación a lo largo de sus casi tres décadas de avance sostenido. Por otra parte se sigue un eje temáticometodológico a través del cual se caracterizan y discuten los diversos intereses de investigación, esencialmente “mediáticos” o “culturalistas”, distinguiendo el tipo de preocupaciones y preguntas planteadas por los investigadores y las respectivas perspectivas metodológicas empleadas. Palabras clave: Recepción, medios, México.
Guadalupe Escalante Rengifo. Profesora de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Obtuvo su maestría en Teoría e Investigación en comunicación con la tesis titulada: Mediaciones culturales del sensacionalismo de la prensa escrita en cinco familias de sectores populares del área urbana de San Juan. Actualmente, cursa el doctorado en Historia.
Fotografía: diana mejía
Resumen: El texto es sobre cierta acumulación lograda en los estudios de recepción en los últimos años en Uruguay. Ellos han centrado su atención en estudiar la acción de la audiencia frente al producto televisivo que consume e indagar en los procesos interpretativos. Los trabajos abordan la recepción desde una doble óptica: desde el género (genre) y desde la audiencia, entendiendo que hay allí una relación problemática en cuanto a la producción de sentido. Palabras clave: género, construcción dialógica, interpretación, metodologías. Rosario Sánchez Vilela. Profesora de Literatura, Master en Comunicación Social. Docente de Teorías de la Comunicación en la Universidad Católica del Uruguay (UCU). Es Coordinadora Académica y docente de la Maestría en Comunicación y Recepción de Medios (UCU) y Co-directora del Programa de Investigación Medios y Vida Cotidiana (UCU).
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Rosario Sánchez Vilela
ENFOQUES DE LA RECEPCIÓN EN EL URUGUAY
El propósito de esta comunicación es presentar un panorama de la situación de los Estudios de Recepción en el Uruguay en los últimos años. No se pretende agotar la temática, ni consignar que no existen otras producciones académicas, pasadas o en curso, además de las que se reseñarán en este artículo. La ausencia de espacios de articulación e intercambio académico, entre los distintos ámbitos universitarios en los que se desarrollan carreras de comunicación en Uruguay, muchas veces torna invisibles trabajos interesantes1 . Anticipo entonces que se realizará aquí una descripción que dará cuenta de aquellos núcleos de producción que, a mi juicio, han tenido más continuidad. Desde el 1999 se constituyó un espacio de investigación en torno al eje de análisis de los géneros televisivos y de la recepción, en la Universidad Católica del Uruguay. Ese espacio permitió la acumulación de conocimiento y la exploración metodológica, a través de la realización de eventos de discusión, seminarios, elaboración y dirección de las Memorias de Grado de los estudiantes.
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La modalidad utilizada fue la de un Seminario, Géneros Televisivos y Recepción2 , que se propuso estudiar la acción de la audiencia frente al producto televisivo que consume, indagar en los procesos interpretativos. El abordaje supone un doble enfoque: desde el género (genre) y desde la audiencia. Se desarrollan así dos líneas de trabajo: los géneros televisivos y sus transformaciones; los procesos interpretativos de la audiencia, combinatoria que permite confrontar el lector in fabula3, con el lector empírico. En este espacio del Seminario que articula docencia e investigación, se desarrollaron distintas investigaciones que transitaban diversos géneros, desde el discurso publicitario hasta el reality show.
Del talk show al reality: la construcción dialógica del género Una línea de trabajos se propuso estudiar géneros televisivos con participación de audiencia. Específicamente, la preocupación estaba centrada en el rol construido para el televidente desde la textualidad de los programas, para proceder luego a la exploración del tema desde estudios de
recepción. Entre estos trabajos los más destacados son: El talk show en su variedad de programas de debate con participación de audiencia,(2000) de Mercedes Cardoso Danvila; “Gran Hermano”: un híbrido genérico (2002), de Colette Hillel e Isabel Martorano; “Gran Hermano”: el ojo de la audiencia (2002), de Emiliano Vargas. El trabajo de Mercedes Cardoso comienza estudiando el talk show como género televisivo. Luego de explorar los componentes constitutivos del género, construye una tipología que pone en evidencia las transformaciones que esta modalidad de programas fue experimentando. Esta tipología constituye una herramienta útil a la hora de analizar la parrilla de programación y los espacios de representación simbólica del telespectador. El análisis se concentra en un tipo específico de programas: el debate con participación de audiencia. El objeto de estudio fue un programa de producción nacional, Debate Abierto (Canal 10). Después de explorar sus antecedentes en la televisión uruguaya estudia su composición textual específica en la que la clásica tribuna había sido sustituida por otros mecanismos de representación de la audiencia: el e-mail. Entendiendo que el género se define no sólo desde la emisión, se procede a hacer un estudio sobre un tipo específico de audiencia: aquella que se comunicó vía e-mail con el programa, lo que en aquel momento remitía a un público de nivel socioeconómico medio alto y alto. Se recurre aquí al uso del e-mail para estudiar la recepción, lo que en el año 1999, cuando se realizó la exploración, no constituía un instrumento demasiado explotado. Es interesante el doble uso que aquí se hizo del e-mail. Por un lado se utilizaron los mails enviados al programa para estudiar la participación de la audiencia y las atribuciones de significado que podían 1
Para la elaboración de este informe se realizó una indagación de la literatura disponible, además de consultas a responsables de los principales ámbitos académicos que tienen carreras de Comunicación. 2 El Seminario Géneros Televisivos y Recepción está a mi cargo y constituye una de las líneas de trabajo del Programa de Investigación Medios y Vida Cotidiana de la Universidad Católica del Uruguay que dirijo conjuntamente con Mónica Maronna. 3 Se remite aquí a la formulación de lector modelo y a la teoría de la interpretación que formula U. Eco, en Lector in fabula, Lumen, Barcelona, 1981.
identificarse en ellos. Este análisis se procesó sobre 87 mails recibidos en noviembre de 1998 y 111 mails recibidos por la producción del programa en noviembre de 1999. Por otro lado, se utilizó el mail como vía de contacto con esos receptores para solicitarles su respuesta a una serie de preguntas. Se envío un cuestionario a 160 personas que se habían comunicado con el programa y se obtuvo la respuesta de un 24 %. El género es estudiado, entonces, desde la emisión y desde la construcción que de él hacen los receptores: aquellos dispuestos a participar en el programa vía e-mail, y los que accedieron a responder el cuestionario. Tanto desde la constitución del panel de los debatientes, como desde la audiencia vía e-mail, el programa da prioridad al saber profano como forma de aproximación a los temas que Debate Abierto trata y el despliegue de las subjetividades. En el análisis de los mails se evidencia la construcción y reconocimiento de personajes, sus roles agónicos y el tipo de vínculo que los receptores establecen con ellos, en suma, sus “marcos de participación.”
recepción. La convergencia de géneros que constituye el carácter híbrido del producto propone pactos comunicativos diferentes, cuyo funcionamiento es indagado en la recepción. En este caso, la metodología utilizada fue la de grupos de discusión para comprender “qué miró la audiencia de forma preferente cuando veía Gran Hermano”. Los registros de interpretación, si bien reconocieron los rasgos genéricos del programa, evidenciaron el predominio de dos ejes de lectura: concurso y telenovela. El cambio rápido de un registro genérico a otro y por momentos su simultaneidad, marcan un tipo de lectura también híbrida. Emiliano Vargas anuncia que su propósito es estudiar la participación de la audiencia en el reality show. Gran Hermano: el ojo de la audiencia desarrollará dos ejes de análisis: el papel propuesto desde el texto y el papel asumido por un tipo particular de audiencia, aquella que se manifestó en los chat y los foros del sitio oficial del programa.
En el año 2001 la pantalla de tv abierta del Uruguay fue invadida por el reality show, pero de todos ellos Gran Hermano fue el que permeó a otros programas y otros géneros (desde la publicidad hasta el humor) de tal forma que se constituyó en un fenómeno que integraba la conversación cotidiana, independientemente de que se lo viera o no. Los dos trabajos a los que me referiré a continuación pretendieron explicar alguno de sus aspectos, tomando como objeto la primera versión de Gran Hermano (argentino) que se emitió en Uruguay. Con énfasis diferentes, ambas exploraciones dan cuenta de las lógicas de lectura practicadas por los receptores.
El primer paso de esta investigación consistió en rastrear los distintos tipos de reality show existentes y construir una tipología de acuerdo al modo de participación de la audiencia propuesto desde los programas. Distingue así tres variantes: participación “fría”, en la que se le propone al público un papel de “testigo mudo”, de espectador distante (por ejemplo, The 1900 house); participación “tibia”, cuando se le propone al telespectador un papel de ”testigo emocionado”, pero que no implica una incidencia directa en el desarrollo o desenlace (Temptation Island es un ejemplo); por último la participación “caliente” es la que refiere a los programas que colocan al telespectador en “el epicentro del relato”, a la vez que explotan al máximo las vías multimediáticas.
Gran Hermano: un híbrido genérico, (HillelMartorano) parte de la teoría de los géneros y aplica la noción de transtextualidad -en los distintos planos definidos por Gerard Genettepara explicar la composición de Gran Hermano y su funcionamiento como un sistema textual. El contrato de lectura es uno de los conceptos explorados y puesto en juego empíricamente, tanto en el análisis del programa como en la
Gran Hermano corresponde a este último tipo de programas. Además, constituye en sí mismo un “sistema de textos” en el que cada componente del sistema promueve un tipo de participación del telespectador: testigo, en el texto diario, juez en el texto sabatino, crítico en el paratexto constituido por El Debate. Esa triple actividad define el punto de vista en el que se sitúa al telespectador, que “dejó de lado su condición de
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“spectator” para transformarse en un “tele-actor”4 en el que se conjugan el “poder ver” con el “poder hacer”. Por otra parte, la fusión de medios lo proyecta al interior del relato generado en internet, “redefiniendo sus interpretaciones a través de esta oralidad virtual, trascendiendo aquellos círculos sociales en los cuales diariamente los individuos re-elaboran lo visto “ayer”5. Uno de los aspectos más interesantes de este trabajo fue el desafío metodológico, especialmente la exploración del chat como herramienta para el estudio de la recepción. El propósito fue explorar las lecturas e interpretaciones realizadas por la audiencia en internet 6 . El chat presentaba la particularidad de estar “en lugar de” el clásico grupo de discusión, pero era a su vez parte del objeto de estudio. El estudio de los foros constituyó una herramienta complementaria. El análisis de las sentencias recogidas pone en evidencia el uso diferente de foro y chat, las distintas intenciones comunicativas que se dan cauce en este último, así como la integración de la audiencia en la generación de un relato común, aunque diverso y fragmentado, en el que ella se expresa como fuerza participante.
Contextos de recepción
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En el conjunto de la producción que el Seminario Géneros televisivos y Recepción ambientó puede identificarse una serie de trabajos en los que familia y contexto de recepción ocupan un lugar relevante en el análisis, aunque con perspectivas diferentes. La tele es parte de la casa, Beatriz Martínez, Montevideo 1999. El tema elegido es el de la relación del niño con la televisión en el ámbito de la familia. Se ponen en juego dos agentes de socialización, tv y familia, de tal manera que puedan observarse las interrelaciones entre los distintos actores. El estudio se plantea como una aproximación cualitativa que selecciona un programa, la telenovela argentina Muñeca Brava. La telenovela se emitía a las 21 horas, tuvo un alto raiting en todos los niveles socioeconómicos y conquistó la fidelidad del público infantil. A modo de ejemplo, en el mes de octubre de 1999 obtuvo 52.1 puntos de rating en la audiencia entre 6 y 12 años, guarismo superior al que concitó otra ficción exitosa, especialmente destinada para niños y en un horario más propicio, Chiquititas,
que en el mismo período y franja etárea obtuvo 29.6 puntos de rating7 . A partir de la observación de este fenómeno de audiencia8 se procedió a la selección de cuatro niños de 9 y 10 años, dos niñas y dos varones, de clase media y estructuras familiares diversas. La selección se procesó a partir del contacto con dos instituciones educativas, una pública y otra privada. La incursión en ambos ámbitos educativos fue progresiva, a través de varias visitas en clase y en los recreos que permitieran el establecimiento de un rapport inicial. Durante este tramo de inmersión en el campo se aplica una encuesta para definir cuál sería el programa seleccionado para el estudio: Muñeca Brava es el que ven todos. La metodología utilizada combinó observación participante y entrevista. Las entrevistas se realizaron en el espacio escolar unas veces y otras en el ámbito del hogar. En este espacio, fueron entrevistados además los padres. La investigación supuso la presencia del investigador durante varias semanas en la escuela, luego el ingreso al hogar y el relacionamiento en juegos, mirar televisión, etc. En la relación con la televisión se evidencia similitudes entre el tipo de vínculo que establecen los niños estudiados y el que establecen sus padres. Entre los temas emergentes está el de la autoridad, en dos dimensiones: el uso de la televisión como herramienta de autoridad por parte de los padres, pero también las lecturas sobre las situaciones de ejercicio de la autoridad en la ficción. Otra dimensión abordada fue la del lugar de la tv en la rutina hogareña. 4
Pag. 56. Idem. 6 La investigación en el Chat se realizó mediante el registro de seis sesiones en las que se generó 469 sentencias, realizadas por 173 personas. La muestra de foros estuvo compuesta pro 21 items, publicados entre el 11 y el 28 de junio del 2001 (al mismo tiempo que se procesaba el final del programa)que generaron en total 295 respuestas. 7 Fuente: Medición de Audiencias por programas de Equipos Mori, octubre 1999. 8 Cabe subrayar que Muñeca Brava constituyó un fenómeno de audiencia tal que modificó las prácticas de programación habituales de los canales. Su emisión se inició como la telenovela de verano que sustituía en la grilla al programa Hola Susana a las 20 hs. Tradicionalmente la telenovela que se iniciaba en ese horario se trasladaba a las 14 horas una vez que Susana Giménez reiniciaba su ciclo. En el caso de Muñeca Brava, el éxito de audiencia fue tal que Muñeca Brava quedó en la noche, sólo que como el programa de Susana se trasmitía en directo, pasó a las 21 hs. Este comportamiento da cuenta del impacto del programa y justifica su selección para el estudio. 5
La familia en la tele: hablan los adolescentes,(2000) de María de la Paz Etcheverry, se propuso explorar la relación entre los modelos familiares representados en una ficción destinada a adolescentes, Verano Eterno, y un segmento de su audiencia: adolescentes de clase media alta, de un colegio católico. En este caso entonces el ámbito educativo es el contexto en el que se inscribe la investigación y la metodología utilizada los grupos de discusión. En un ámbito institucional muy distinto se desarrolla La risa en el telespectador adolescente, (2001) de Adrián Díaz. Se introduce durante largo tiempo en una institución, “La Casilla” que actúa con jóvenes de nivel socieconómico bajo. En el marco de las actividades diarias educativas y recreativas se incorpora el visionado de distintos programas de humor y se estudia mediante la observación participante el relacionamiento de los adolescentes con el humor así como su propia producción a partir de lo visto.
Polisemia de la recepción Por último, otro trabajo que merece ser reseñado es el realizado por Cecilia Ham: Relaciones Peligrosas. Un estudio de recepción (2001). El género abordado aquí es el del spot televisivo, el caso específico es la pieza llamada “Pasó”. El spot formó parte de una campaña de prevención del Sida promoviendo el uso del preservativo. El trabajo se propone analizar el discurso de los jóvenes a partir del contacto con “Pasó”, indagar cuáles son las construcciones de significado y las asociaciones temáticas que realizan, qué preocupaciones propias reconocen o no en el spot. Para ello se recurrió a realizar grupos de discusión integrados por hombres y mujeres entre los 16 y 19 años (un total de 25 informantes distribuidos en cinco grupos de discusión) La muestra se constituyó convocando a los jóvenes en dos escenarios distintos: el INJU (Instituto Nacional de la Juventud) y la Residencia Estudiantil Buena Madera. Ambos espacios permitían el contacto con jóvenes de todo el país por lo que se integraron los grupos con estudiantes de Montevideo y del interior del país. Las entrevistas realizadas permitieron explorar los procesos de reconocimiento y proyección respecto a las situaciones planteadas por el spot
y la relevancia atribuida a la temática del Sida. La distancia o proximidad respecto a temas y situaciones marcaron las lecturas de los receptores así como la emergencia de campos semánticos no privilegiados desde el spot. La “culpa” del contagio, la intencionalidad de contagio, la confianza-desconfianza que genera la exigencia de preservativo, la imagen que se proyecta de sí mismo en una relación, el embarazo no deseado fueron, entre otros, los campos semánticos activados por el spot, trascendiendo incluso su intencionalidad central: uso de preservativo como prevención del Sida.
Telenovela y recepción La aparición del libro Sueños Cotidianos. Telenovela y Oralidad9, permitió darle relativa visibilidad a esta línea de investigación. La primera parte del libro estudia el género telenovela, sus retóricas dominantes y las tradición es narrativas en las que se inscribe. Analiza los rasgos de la estética neobarroca que se reconocen en el género, para concentrarse luego en la telenovela brasilera, primero en un panorama histórico y luego en sus personajes femeninos. El estudio de recepción se propone explorar los sentidos que los receptores construyen en torno a los personajes femeninos de las telenovelas brasileras. La preocupación central refiere a qué dice y qué hace el espectador con lo que consume. Desde una perspectiva cualitativa y mediante entrevistas en profundidad a mujeres entre 16 y 19 años y entre 30 y 40 años, en Sueños Cotidianos, se explora el discurso oral que las espectadoras entrevistadas produjeron. La telenovela es punto de partida para re-narraciones y cruzamientos con la propia experiencia, tejiendo la trama de sentidos con los que se intenta ordenar el mundo y que circulan en la oralidad cotidiana. Las lecturas que las entrevistadas realizan de la telenovela evidencian saberes, modos diferenciados de relacionamiento con los productos y los personajes que alejan la posibilidad de encerrarlas en ratificadoras de la “cultura hegemónica” o como “lecturas contestatarias”. Cada entrevistada interpreta 9 Rosario Sánchez Vilela, Sueños Cotidanos. Telenovela y Oralidad. Taurus-Universidad Católica, Montevideo, 2000.
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desde su “clave de lectura”, desde un hacer que es a la vez singular y colectivo. Por otra parte, el estudio de recepción pone en evidencia la diversidad de usos que la audiencia hace de la ficción telenovela y cómo ellos están directamente vinculados a la exigencia o no de verosimilitud y los saberes sobre el género. Uso lúdico, cognitivo, reflexivo, son algunas de las variantes que la entrevista en profundidad permite relevar, así como también distintos tipos de reconocimiento y compromiso emocional.
Una historia de los medios desde la recepción Otra línea de trabajo es la desarrollada en el Programa de Investigación, Medios y Vida Cotidiana, dirigido por Mónica Maronna y Rosario Sánchez Vilela, en el ámbito de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Católica del Uruguay. El programa desarrolla, además de la ya mencionada, una línea de investigación que se ocupa de indagar qué y cómo se leía, escuchaba y miraba en Uruguay entre 1930 y 1970. Esta delimitación temporal se funda en que se trata de un período en que la radio y la televisión se instalan en la vida cotidiana. Estas son décadas en las que es posible estudiar persistencias y cambios y el proceso de construcción del público en una relación dialógica con el medio.
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prácticas de consumo. En otras palabras, un eje de trabajo apunta a elaborar una historia de la producción y circulación, identificando hacedores e hitos en la producción de textos, y otro apela a recuperar la memoria de la recepción. Una de las áreas de concentración del trabajo refiere a la radio y al radioteatro. Se explora el modo en que se produce su instalación en la vida cotidiana desde la configuración de una rutina de emisión, su relación con las rutinas domésticas y la constitución de diferentes modos de escucha. Hemos recorrido las etapas de la conformación del público y creamos una periodificación capaz de dar cuenta de este proceso. A partir del reconocimiento de la primacía de la ficción seriada en el dial, analizamos el circuito de consumo en la relación de la radio con el teatro y con el cine. Por otra parte, trabajando con la entrevista en profundidad se recuperan los modos de escucha y su relación con otras prácticas. Este doble enfoque de una historia de los medios en el Uruguay incorporando la perspectiva de los receptores obliga a la utilización de multiplicidad de fuentes: revistas, prensa, cartas y archivos personales, pero también la fuente oral. En este sentido la memoria de la recepción es uno de los núcleos centrales de la investigación tanto en su resolución teórica como empírica: los procesos reales de lectura sólo serán accesibles a través de la memoria, con sus posibilidades y sus límites.
Si bien es una investigación en curso y de larga duración, ha generado algunas publicaciones de las directoras del Programa: “Prácticas culturales y de consumo. La escucha cotidiana del radioteatro”, Signo y Pensamiento, Nro 39, Universidad Javeriana, Bogotá 2001; “El Gobierno de las voces”, Revista Fronteiras, Vol.V, Nro 1, Unisinos, Brasil, junio 2003, “Historia de los medios y análisis de la recepción”, Trampas, Nro 22, La Plata, febrero de 2004.
Algunas consideraciones finales
Estos artículos ponen en evidencia algunos avances de un proyecto que se ubica en el cruce de la investigación histórica y la comunicacional, especialmente aquella que se nutre de las teorías de la recepción. Nos propusimos realizar una exploración en la cultura uruguaya desde dos ángulos: los medios y sus textos; los receptores y la configuración de sus modos de lectura y
Una cierta unidad teórica se encuentra como telón de fondo en estos trabajos, un determinado enfoque del estudio de la recepción los permea. En todos ellos el abordaje de la recepción se produce desde una doble óptica: la recepción desde los textos televisivos y la recepción desde los receptores empíricos. Se entiende entonces que un estudio de la recepción no puede
He optado en estas páginas por un recorrido descriptivo de diferentes investigaciones con el propósito de dar cuenta de un campo que está aún en proceso de consolidación. En el tramo final de este texto me permitiré hacer algunas consideraciones desde una mirada global sobre los trabajos consignados.
prescindir de la consideración de los géneros televisivos y de los programas específicos10 . Este es el enfoque que se ha definido en el Programa de Investigación en el que estas investigaciones se inscriben y que quizás sea útil hacer explicito. Se ha tratado de desarrolar una línea de trabajo que generara acumulación sistemática de conocimiento en dirección de saldar la ruptura entre un enfoque de análisis textual y un enfoque desde la recepción. En otras palabras, se pretende huir de un determinismo textual según el cual la significación queda instituida desde la estructura de los textos, definiendo desde su interpelación la postura de los sujetos receptores, pero sin desconocer el papel instituyente de sentido que los textos tienen. La recepción es entendida como proceso productivo, que opera sobre lo dado, pero con dimensiones que trascienden a los textos. Por eso, gran parte del esfuerzo del Seminario Géneros Televisivos y Recepción se dedica al análisis de los géneros. En la búsqueda de una articulación productiva las exploraciones abordan la composición textual de los distintos productos televisivos estudiados. Se recurre allí a herramientas teóricas largamente elaboradas desde la teoría de los géneros en el campo de los estudios literarios. El análisis textual permite ver cuál es la recepción definida por el texto, su “lector implícito” en términos de W. Iser o “lector modelo” en términos de U. Eco, definir esa audiencia construida desde la organización del programa televisivo. A partir de esta primera exploración la mirada se traslada entonces hacia los receptores empíricos bajo el supuesto de la existencia de una relación dialógica en la constitución de los géneros y sus pactos de lectura. En el estudio de la recepción se exploran los significados producidos por los receptores. Allí se hace evidente la emergencia de campos semánticos que no fueron necesariamente previstos por los emisores, usos y lógicas domésticas en las que el consumo de los programas se inserta. En lo que refiere a los aspectos metodológicos, la perspectiva adoptada es siempre cualitativa. La exploración metodológica ha sido uno de los ejes de trabajo: desde el uso del correo electrónico, foros
y chat como doble finalidad (objeto de estudio y a la vez instrumento para acceder al receptor) hasta la exploración de la entrevista en profundidad como herramienta especialmente propicia para la investigación de recepción de telenovela11 y la historia de vida para abordar una historia de los medios desde la recepción, recuperando modos de escucha y prácticas culturales. Los trabajos aquí reseñados son aproximaciones a la recepción, sin pretensiones de conclusiones generalizables ni absolutas, pero que dan cuenta de modos de relacionamiento entre géneros y telespectadores, a la vez que muestran búsquedas metodológicas. El énfasis está puesto en profundizar en el caso que se estudia, el propósito se centra más en la búsqueda de la comprensión de los procesos de recepción, que en el propósito de lograr afirmaciones generales. En este sentido constituyen una contribución a la comprensión de la articulación compleja entre los medios y sus audiencias, de la forma en que las relaciones comunicativas se diversifican y son difícilmente encuadrables en términos de dominación o resistencia. Bibliografía: Memorias de Grado disponibles en la Biblioteca de la Universidad Católica del Uruguay. Cardoso, Mercedes, El talk show en su variedad de programas de debate con participación de audiencia, Memoria de grado, Universidad Católica del Uruguay, Montevideo, 2000. Díaz, Adrián, La risa en el telespectador adolescente, Memoria de Grado, Universidad Católica del Uruguay, Montevideo, 2001. Etcheverry, María de la Paz, La familia en la tele: hablan los adolescentes, Memoria de Grado, Universidad Católica del Uruguay, Montevideo, 2000. Ham, Cecilia, Relaciones Peligrosas. Un estudio de recepción, Memoria de Grado, Universidad Católica del Uruguay, Montevideo, 2001. 10 Ver a este respecto J. Corner, “Géneros televisivos y recepción”, en Daniel Dayan (comp.) En busca del público, Gedisa, Barcelona, 1997. 11 Un desarrollo mayor de este tema puede verse en R. Sánchez Vilela, “Técnica, método y teoría. La entrevista en profundidad en la investigación de la recepción”. Ponencia en ALAIC, 2004.
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Martínez, Beatriz, La tele es parte de la casa, Memoria de Grado, Universidad Católica del Uruguay, Montevideo, 1999. Vargas, Emiliano, Gran Hermano: el ojo de la audiencia, Memoria de grado Universidad Católica del Uruguay, Montevideo, 2002. Publicaciones (libros, artículos) Sánchez Vilela, Rosario, Sueños Cotidianos. Telenovela y Oralidad. Taurus, Montevideo, 2000. Maronna, Mónica-Sánchez Vilela, Rosario, “Prácticas culturales y de consumo. La escucha cotidiana del radioteatro”, Signo y Pensamiento, Nro 39, Universidad Javeriana, Bogotá 2001. Maronna, Mónica-Sánchez Vilela, Rosario, “El Gobierno de las voces”, Revista Fronteiras, Vol.V, Nro 1, Unisinos, Brasil, junio 2003. Maronna, Mónica-Sánchez Vilela, Rosario, “Historia de los medios y análisis de la recepción”, Trampas, Nro 22, La Plata, febrero de 2004. Sánchez Vilela, Rosario, “Ficción contra realidad”, Revista Signo y Pensamiento, Nro. 42, Universidad Javeriana, Bogotá, 2003.
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Fotografía: alejandro villada
Hillel, Colette-Martorano, Isabel, “Gran Hermano”: un híbrido genérico, Memoria de Grado, Montevideo, 2002.
Fotografía: zoraya garcés
ESTUDIOS DE RECEPCIÓN DESDE LA UNIVERSIDAD EN PARAGUAY. LAS MEMORIAS DE LICENCIATURA DE LA CARRERA DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN DE LA U.C. Diana Serafini
Resumen: El desarrollo de estudios de recepción constituye una asignatura p e n d i e n t e e n Pa r a g u a y. A n a l i z a n d o e l ámbito académico de la comunicación, en la única carrera universitaria que ha producido tesinas de grado en los últimos 30 años, sólo tres investigaciones se aproximan a este campo. Sus ejes son publicidad e infancia, canales de información y actitudes políticas y sexuales de la juventud, y la música (cachaca) como industria cultural. P a l a b r a s c l a v e : Estudios de recepción, Producción académica, Comunicación.
Diana SerafiniParaguaya, licenciada en Ciencias de la Comunicación, investigadora, ex directora y docente en ejercicio de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción.
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Para afirmar que los estudios de recepción no se han configurado como campo de investigación en Paraguay, no podemos dejar de contextualizar los procesos de producción de conocimiento en nuestro país, ni las características del ámbito académico nacional. La producción de conocimiento, la investigación, la producción científica, relacionadas con las ciencias humanas, han tenido en las últimas décadas su espacio de desarrollo, fundamentalmente, en las organizaciones no gubernamentales. La universidad no ha sido el espacio de la producción de conocimiento por excelencia, aún cuando todas ellas enuncian como uno de sus tres fines el de la investigación. Los regímenes autoritarios por los que atravesó el Paraguay, con su máxima expresión en la dictadura de más de tres décadas que finalizó en 1989 con el inicio de la transición hacia una democracia de la cual no había memoria, fueron el contexto ideal para la ausencia casi absoluta de producción de conocimiento en el ámbito académico de las ciencias humanas y sociales, en una sociedad en la que pensar autónomamente, investigar, generar saberes desde la diversidad estaba prohibido.
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A ello se suma el perfil “profesionalista”1 que ha tenido siempre la universidad paraguaya, enfatizado por el fenómeno del surgimiento de numerosas universidades privadas luego del golpe de Estado de 1989 (antes del mismo, la restricción para la apertura de universidades nuevas era absoluto2 ): “De esa manera, en el corto lapso de una década aproximadamente, se crearon 17 universidades, 14 de carácter privado y 3 correspondientes a instituciones públicas, es decir, de gestión estatal”. Hasta entonces, las universidades tradicionales y de reconocida trayectoria habían sido la Universidad Nacional de Asunción, UNA, pública, y la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”, UC, dependiente de la Iglesia Católica. Las nuevas universidades apuntaron a un fin comercial más que educativo, de lo que se desprende que su énfasis ha sido (y lo es hasta hoy), la formación profesional, mucho más que la investigación y extensión.
Circunscribiéndonos al ámbito de la comunicación, ambas universidades iniciaron sus carreras de comunicación en 1965, principalmente como respuesta al “proceso vertiginoso de aparición de medios masivo de comunicación”3 que se da a partir de la aparición de la televisión en el país (1965), ante lo cual “se vio la necesidad de contar con profesionales en el campo de la comunicación, ya no bastaba el cocimiento empírico, a más de la práctica se hacía necesario adquirir un caudal de informaciones teóricas que sustentaran el trabajo en los medios, urgía la presencia de verdaderos conocedores y artífices de la comunicación de masas”4. Entonces, las carreras eran de Periodismo, para modificar, años después, sus denominaciones (y sus mallas curriculares) a Ciencias de la Comunicación, y al abordaje de la comunicación como un fenómeno mucho más complejo y amplio que el del quehacer periodístico. Recién en los últimos 25 años las universidades en general incorporaron la exigencia de tesinas y tesis para acceder a los títulos de grado y posgrado. En particular, a carrera de Ciencias de la Comunicación de la UC ha tenido como exigencia para acceder al título de licenciatura la elaboración de una memoria de licenciatura o tesina desde su inicio, mientras que la misma carrera en la UNA ha incorporado recientemente este requisito. Otro aspecto importante de señalar es que no existen en el país posgrados en comunicación. Este contexto y las razones mencionadas nos llevan a considerar en este artículo las memorias de licenciatura presentadas a lo largo de 34 años (desde 1970, año de presentación de las primeras tesinas de la entonces Escuela de Periodismo surgida en 1965) en la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UC. La base de este recorrido es el trabajo de la Lic. Dania Pilz, “La comunicación desde sus memorias de licenciatura.1970 – 1997” así como 1
Rivarola, Domingo (2001). “Informe nacional sobre educación superior en Paraguay” publicado en http://www.iesalc.unesco.org.ve/ programas/nacionales/paraguay/infnac_py.pdf 2 Ibid. 3 Pilz, Dania (1997). “Memorias de licenciatura de Ciencias de la comunicación – 1970/1997”. Ciencias de la Comunicación. Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas. Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción. 4 Ibid.
los registros del Departamento de Ciencias de la Comunicación que inscriben las tesinas presentadas hasta el 2004.
Ejes temáticos de las memorias de licenciatura 106 memorias de licenciatura han sido defendidas y aprobadas desde 1970 hasta 2004. En la primera década, los trabajos presentados alcanzaron 29; en los ’80, 9; en los ’90 llegaron a 33. Y en lo que va de la primera década del nuevo siglo, 35. El campo de investigación de énfasis ha sido y sigue siendo el análisis de contenido, específicamente de los textos mediáticos de la prensa escrita. No se ha dado, pues, en el ámbito de la investigación académica en nuestro país (circunscribiéndonos siempre a la producción en Comunicación de la UC) el “enorme giro en la orientación de una communication research” al que alude Martín Barbero cuando habla de “Recepción: Uso de medios y consumo cultural”5 sino que se continúa en la orientación de la investigación que infiere “los efectos sociales a partir del análisis de los contenidos o del lenguaje de los medios”6 . En los ‘70s... El énfasis estuvo puesto en el eje en Medios de comunicación y educación (9 tesinas), específicamente en la utilización de la televisión y (en menor medida) el cine, como herramientas fundamentales en los procesos de enseñanza, principalmente en el ámbito escolar. Recordemos en este punto el entonces reciente surgimiento de la televisión (1965) en Paraguay. Televisión educativa, educación liberadora, medios de comunicación y desarrollo son algunos descriptores en los pueden ubicarse estos estudios. El segundo eje (4 tesinas) es el de Publicidad y propaganda, centrándose las memorias de licenciatura en la discusión teórica respecto a la carga ideológica de la publicidad. En general, en está década los y las candidatas a licenciaturas no han realizado investigaciones de
campo; sus estudios se circunscriben a debates teóricos sustentados en consultas bibliográficas, y a la elaboración de propuestas orientadas a la utilización de medios (Televisión) como “auxiliares de la enseñanza”7 . La perspectiva teórica predominante era la de la omnipotencia de los medios, y la permeabilidad de la audiencia (pasiva, homogénea) a los mensajes massmediáticos. En los ‘80s... 6 de las 9 tesinas presentadas se adscriben al análisis de contenido como metodología de investigación, todas ellas en la búsqueda de los contenidos ideológico-políticos sustentados en 5 publicaciones escritas (4 periódicos y una revista nacional) y una en la emisión televisiva de un canal abierto. El emisor es el centro del análisis, no sólo en relación al mensaje sino también en relación al contexto histórico-político. En los ’90s... La característica es la diversidad temática en relación a las décadas anteriores. Predomina siempre el análisis de contenido (12 memorias de licenciatura), pero se abre a nuevos temas y medios como comunicación y Estado, prensa y sindicato, periodismo estudiantil universitario, publicidad y género, televisión e infancia. Aparece también el análisis de la comunicación en el ámbito institucional, vinculándose con la comunicación alternativa, educativa y organizacional. Esta innovación en términos de abrir el campo y no circunscribirse a la comunicación masiva solamente, alcanza tal vez su ejemplo más concreto en la memoria de licenciatura “Sistemas alternativos: Su aplicación en tres alumnos con déficit comunicacionales severos”, defendida por Rosalía Ciciolli en 1995 y centrada en el concepto de comunicación aumentativa. 5
Martín-Barbero, Jesús (1991). “Recepción: Uso de medios y consumo cultural”. Cali, Colombia. 6 Ibid. 7 Irrazábal, Olga María (1972). “Los medios de comunicación social como auxiliares de la enseñanza”. Departamento de Medios Modernos de Comunicación, Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”.
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Otra novedad de los ‘90 ha sido la aproximación a los estudios de recepción de 2 memorias de licenciatura. Aludiremos a ellas en un apartado especial posterior. En la presente década... La diversidad temática de los ’90 tiene continuidad en la presente década. Cabe señalar que la carrera realizó su modificación curricular y pasó de los Énfasis en Periodismo e Investigación de la Comunicación a los de Periodismo, Comunicación Institucional y Publicidad y Marketing, lo que, por una parte diversificó los temas de investigación, pero por otra los restringió a campos muy específicos más vinculados con las salidas profesionales concretas. Tienen continuidad los estudios centrados en el emisor/a y en el mensaje a través del análisis de contenido, y ello se articula con la utilización del género como categoría de análisis: 5 tesinas responden a esas características. La comunicación no verbal y la proxémica, internet, derecho a la información, la interculturalidad en la organización son algunas temáticas “nuevas” en este período.
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También aparece por primera vez de manera explícita el concepto de “industria cultural” como marco teórico y es en la memoria de licenciatura “La cachaca8 como industria cultural”, de Mabel Díaz y Zoraida Soto (Departamento de Ciencias de la Comunicación, Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas, Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”, 2004). Este estudio de recepción será descrito posteriormente, en un apartado especial.
Las investigaciones que se aproximan a los estudios de recepción En los 34 años e producción de memorias de licenciatura, sólo hemos encontrado dos estudios que, sin ser estudios de recepción, se aproximan a ellos. Presentamos brevemente los mismos, transcribiendo textualmente la descripción realizada por Dania Pilz9 :
1. Canales utilizados por la juventud de Asunción para acceder a informaciones sobre política y sexualidad. AUTORES: DIEGO MORENO Y MARIELLE PALAU. AÑO: 1993. TUTOR: PROF. CARLOS MARTINI.
“Actualmente los medios masivos de comunicación tienden a constituirse en el principal canal de socialización desplazando en importancia a la familia y la escuela...En este trabajo se pretende identificar el grado de criticidad – acriticidad de los jóvenes sobre hechos concretos de la vida nacional, medir la inclinación ideológica de los mismos, medir el conocimiento y la valoración sobre las instituciones del Estado. Para este análisis son considerados dos aspectos dependientes: la actitud y el comportamiento...” También “...en este estudio se indaga sobre la manera en que se conforman las actitudes y las maneras en que éstas se expresan en las conductas sexuales del y la joven al estar expuestos a cada uno de los canales de información...” Los objetivos generales formulados son “Identificar el canal más utilizado para acceder a informaciones sobre política y sexualidad de acuerdo a las características propias del joven...Identificar la relación existente entre los canales masivos de información y la conformación de actitudes y comportamientos políticos de los jóvenes de Asunción... .Identificar la relación existente entre los canales masivos de información y la conformación de actitudes y comportamientos sexuales de los jóvenes de Asunción...” “En términos generales puede afirmarse que los jóvenes de Asunción se encuentran...expuestos a los medios masivos de información, preferentemente a la televisión y a la radio, siendo menor la cantidad de jóvenes que lee lo medios escritos -diarios y semanarios-...La preeminencia (la) tienen los canales masivos de información frente a los canales institucionales -escuela, iglesia8
La cachaca es un estilo de canción tropical, poseedor de un ritmo uniforme y pegadizo, inicialmente vinculado a clases socioeconómicas bajas. Las letras se caracterizan por aludir a relaciones amorosas, y en numerosos casos por un tono de marcado machismo. 9 Pilz, Dania. Op.cit.
e interpersonales...Existe una relación directa entre los jóvenes informados sobre política y sexualidad y los canales masivos de información, ya que los jóvenes que poseen poca información o se encuentran desinformados son quienes menos se exponen a los medios masivos. Por otro lado, los jóvenes que tienen posicionamientos conservadores en lo político y tradicionales en lo sexual, son quienes tienen un hábito mayor de lectura de la prensa escrita, mientras que los demás prefieren otros medios periodísticos”.
2. Influencia de los cortos publicitarios en niños de 7 a 8 años. Estudio de campo de dos gr upos socioeconómicamente grupos diferentes de Asunción. AUTORES: PABLO GUERRERO Y GILDA NICORA. AÑO: 1996. TUTORA: PROF. SUSANA ALDANA
“Los autores quieren comprobar cómo influyen los mensajes publicitarios que se emiten en programas infantiles en los niños de 7 y 8 años de los colegios Goethe y Vicente Ignacio Iturbe, instituciones educativas situadas en Asunción” ambas “ubicadas en la periferia Este de Asunción, pero a donde acuden niños de diferentes posiciones socioeconómicas...Guerrero y Nicora buscan definir el significado que tienen para los niños los cortos publicitarios, las horas al día que están expuestos a la televisión y en consecuencia a los mensajes comerciales. Buscan también identificar el papel mediador de los padres y maestros en la recepción televisiva de los niños y la permisividad de padres, de los progenitores y educadores en el consumo de los productos publicitados”. “Las conclusiones a las que arriban los autores son: 1. La publicidad logra su objetivo de vender a los dos grupos de niños estudiados, aunque estos niños no sepan para qué sirve la publicidad televisiva... 2. La publicidad no solo vende, sino prepara a los niños como futuros consumidores. 3. Los niños de ambos grupos ignoran para qué sirve la publicidad televisiva. 4. Cada grupo se relaciona económicamente diferente con la publicidad. 5. Los niños permanecen frente al televisor hasta 6 horas diarias.
6. Los padres ignoran la clase de programas que ven sus hijos. 7. Los padres tienen poca información sobre la influencia de los cortos publicitarios en los niños. 8. La televisión paraguaya no satisface ninguna necesidad académica. 9. La tecnología educativa supera al sistema educativo paraguayo. “...el problema no reside en el mayor o menor consumo de programas de televisión (incluida la publicidad), y tampoco en la calidad o moralidad de los mismos, sino en si la televisión motiva o no formas novedosas y creativas de comunicación y diálogo familiar”.
Un estudio de recepción en el siglo XXI: La cachaca como industria cultural10 “En Paraguay, el estilo musical conocido prácticamente por todos sus habitantes es la “Cachaca”, pese a que se sabe poco de sus orígenes o de cuándo se puso de moda; el éxito del consumo o aceptación de la Cachaca en el país se debe a quienes la difundieron y la convirtieron en el motor de sus ganancias: los medios masivos de comunicación. En el trabajo de investigación realizado por Mabel Díaz y Zoraida Soto se describe cómo se organizan los medios masivos que difunden este estilo de música y la Industria que se genera a partir de la Cachaca. Aporta los primeros datos sobre la Industria formada por la cachaca y el consumo que se genera en el público a través de la radio y la televisión. Uno de los factores que hace posible el consumo por estos medios es que numerosos hogares paraguayos cuentan con receptores de radio (92,3 %) y televisores (78,2 %)11. La radio en el Paraguay es el principal agente de la Industria Cultural en la difusión y aceptación de la cachaca, y este medio fue el que hizo posible su llegada a la televisión, logrando con este paso una mayor aceptación. 10
Este apartado es un resumen elaborado por las autoras del estudio. Datos obtenidos de la encuesta del sociólogo José Nicolás Morínigo, 1998. 11
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La cachaca es un tipo de música cuya aceptación ha sobrepasado estratos sociales y grupos etáreos. Lo que años atrás se creía asociado a la gente de escasos recursos quedó en el recuerdo, porque la Industria Cultural consiguió que la Cachaca haya ganado mayor posición en públicos de mayores recursos económicos. En ese contexto, la cachaca generó entre sus consumidores: modos de vestir, bellas y atractivas modelos, bailes característicos. Existen sitios donde se escucha exclusivamente este tipo de música y periódicamente se realizan conciertos con grupos locales y extranjeros. Para la investigación, Díaz y Soto se basaron en la Teoría Crítica que promovió el estudio de la Industria Cultural, mencionaron a los precursores de la escuela de Francfurt, Adorno y Horkheimer y a autores contemporáneos; asimismo escogieron el concepto de Industria Cultural de Gettino “conjunto de actividades que desarrollan los productores culturales en sociedades donde prima el poder del capital. Las actividades se orientan a la fabricación, generación, producción y distribución en serie de productos culturales que sean consumidos por las masas. La Industria Cultural utiliza la tecnología para producir más rápidamente y en mayor cantidad objetos culturales”.
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El estudio de las autoras, tiene dos momentos: Se inicia con el análisis del consumidor, uno de los componentes elementales de la Industria Cultural. Se parte de una encuesta a jóvenes de 18 años, consumidores de cachaca, que son estudiantes del ultimo año de la educación media de 5 colegios públicos de Asunción y del área metropolitana. El objetivo de la encuesta fue conocer por qué gustan de este estilo musical y la percepción que tienen de los medios de comunicación. Con los datos obtenidos en esta etapa se abordó la organización de la Industria Cultural paraguaya en torno a la cachaca. En el segundo momento, se describe el funcionamiento de la Industria Cultural para lo cual se analizaron las entrevistas previas realizadas a productores, empresarios, conductores de programas de radio y TV. Se revela por qué los medios de comunicación fomentan el consumo de este tipo de música y
cuáles son las estrategias utilizadas para la permanencia de la Cachaca en el gusto popular de los jóvenes paraguayos. Las conclusiones a las que se llegó con el estudio de investigación son las siguientes: · La Cachaca refleja mi propia vida: El alto grado de aceptación entre los estudiantes encuestados se da por la identificación que encuentran con las letras de las músicas que apelan a los sentimientos y pasiones. Los productores culturales sostienen que el paraguayo es muy sentimentalista, “gusta del sufrimiento” y de la nostalgia. Según la teoría que sustenta el estudio, la aceptación que se da hacia el producto cultural es irresistible y no requiere cuestionamientos. Ante esta premisa se puede entender cómo la muestra consume Cachaca sin cuestionar absolutamente nada de ella. · La Cachaca es escuchada por todos: Contrariamente a lo que se pensó al inicio de la investigación, la Cachaca ya no es un producto consumido por jóvenes de bajo nivel socioeconómico. Se comprobó que la Cachaca como producto cultural ha sobrepasado diferentes estratos sociales. La Cachaca gusta de igual manera a jóvenes de clase media y alta, según se determinó con el análisis del nivel socioeconómico de los encuestados. · La Cachaca y los medios transmiten buena onda: El consumo de la Cachaca radica en las opciones que ofrece la Industria Cultural (propone diferentes locutores, propone diferentes medios –radio y tv-, propone programas en diferentes horarios, complace pedidos musicales del público, regala premios). Además no sólo la cachaca como música ha logrado posicionarse sino también los locutores y conductores… · La Cachaca mueve millones: Tiene éxito porque genera movimiento de dinero que beneficia a empresarios de medios de comunicación, productores culturales, auspiciantes. Los medios de comunicación producen aquello que la masa o el público está ávido de consumir, y para determinar qué quiere el público los productores de radio y TV utilizan diferentes mecanismos de control”.
A modo de conclusión
Bibliografía:
En Paraguay, a nivel académico y desde las Ciencias de la Comunicación no se ha buceado en el tan importante campo de los estudios de recepción. Por una parte, esto lleva a un análisis obligado respecto a la malla curricular de las carreras de comunicación, específicamente de la Universidad Católica (por haber sido ella objeto de análisis para este artículo), a fin de identificar posibles debilidades en la misma y proponer las necesarias modificaciones que pudieran llevar a docentes y alumnado a desarrollar investigaciones en este campo. Por otra parte, los estudios descritos en los dos últimos apartados pueden ser el puntapié inicial para animar a otros y otras estudiantes a incursionar en la aventura investigativa que implican los estudios de recepción, asignatura pendiente en el ámbito académico paraguayo.
Rivarola, Domingo (2001). “Informe nacional sobre educación superior en Paraguay” publicado en http:/ /www.iesalc.unesco.org.ve/programas/nacionales/ paraguay/infnac_py.pdf Pilz, Dania (1997). “Memorias de licenciatura de Ciencias de la comunicación – 1970/1997”. Ciencias de la Comunicación. Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas. Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción. Martín-Barbero, Jesús (1991). “Recepción: Uso de medios y consumo cultural”. Cali, Colombia Orozco Gomez, Guillermo ( ). “Los estudios de recepción: De un modo de investigar, a una moda, y de ahí a mucho modos” publicado en www.intexto.ufrgs.br/n9/a-n9a5.html
Fotografía: evelin d. bocanegra
Vassalo de Lopes, Maria Immacolata (1999). “Pesquisa en comunicacao. Formulacao de um modelo metodológico”. Edicoes Loyola, Sao Paulo, Brasil. 4ª edicao.
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Resumen: El informe tiene dos secciones: en la primera se exponen antecedentes acerca de las instituciones que están realizando estudios de audiencia y en la segunda sección se exponen algunos temas comunicacionales revisados desde la perspectiva de la audiencia y de la recepción; estos temas revisados se ordenan desde el micro acontecer comunicacional al interior del Hogar hasta problemas sociales y políticas de comunicación; esta segunda sección permite observar cómo muchos temas clásicos de la comunicación televisiva requieren ser reconceptualizados al incluir la mirada desde la recepción. Palabras claves: etnografía de la recepción, entretención y hogar, reconceptualización de la educación, resignificación de la política. 47
Se entenderá por audiencias a las personas que interactúan con los medios y mensajes; los consumos de las audiencias pueden ser cuantificados, por ejemplo en asistencia anual al cine, tiraje de prensa y libros, rating radial y televisivo, gasto económico en diversos medios, transacciones de comercio internacional en comunicaciones, y otros indicadores. Por recepción se entenderá los procesos que efectúan las audiencias en su interacción de ver/interpretar/significar/resignificar los medios y mensajes consumidos.
ESTUDIOS DE AUDIENCIA Y RECEPCIÓN EN CHILE
Valerio Fuenzalida. Director Diplomado en Estudios de Audiencia - Instituto de Estudios Mediales Pontificia Universidad Católica de Chile.
Valerio Fuenzalida
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Primera Parte: antecedentes institucionales
televisiva – no desde el interés político-ideológico, o desde la mirada iluminada de la académica, sino – desde la audiencia receptora.
Durante los años de la dictadura (1973-1990) el área de los estudios de recepción estuvo excluida de la Universidad; en ese período, los estudios de recepción se realizaron en ONGs como CENECA e ILET. En el caso de CENECA hubo dos focos de interés: la educación para fortalecer la recepción activa en la audiencia televisiva y las políticas de comunicación televisiva. La vinculación entre educación para la recepción e investigación de la audiencia estuvo presidida por una ruptura teórica, cual era el rechazo del determinismo del emisor sobre el receptor (en sus variantes conductista y marxista); en efecto, si no se producía un efecto determinístico, era preciso indagar la relación que establecía el sujeto receptor con la propuesta televisiva. Según esa opción, solo desde la investigación de la actividad del sujeto se podía reforzar su capacidad para decodificar los mensajes de la TV. El interés en políticas televisivas formaba parte de una preocupación por indagar en los cambios culturales ocurridos bajo la dictadura, y por la búsqueda de posibles políticas de comunicación para una etapa de retorno a la democracia; este tema se conectaba con búsquedas transversales en América Latina en políticas de comunicación para períodos post dictatoriales.
1. Industria televisiva y Audiencia
De entre las publicaciones de CENECA, dos merecen ser destacadas: “Explorando la recepción televisiva” de María Elena Hermosilla (1987), manual que presentaba 15 técnicas para indagar en la recepción de la TV; posiblemente el primer texto latinoamericano que familiarizaba con la investigación cualitativa de la recepción televisiva. El segundo libro es “Visiones y Ambiciones del Televidente. Estudios de recepción televisiva” de V. Fuenzalida y M. E. Hermosilla (1989), libro que se inicia con una exposición teórica acerca del medio televisivo (lenguaje audiovisual peculiar, programación, industria, recepción), prosigue con resultados de investigación acerca de la recepción televisiva en mujeres pobladoras y en sectores campesinos, y finalmente propone una emisión-programación televisiva desde la sociedad receptora. Así el libro anuda recepción con emisión, proponiendo una programación
La Constitución de la República chilena de 1980 (artículo 19 Nº 12) – votada en un dudoso plebiscito bajo la dictadura - abrió la posibilidad para TV Abierta privada. Pero el riguroso control militar de todo el sistema televisivo postergó la introducción de cualquier forma de TV comercial-privada. Solamente a fines de la dictadura se vende la frecuencia 9, señal cultural abierta de TVN, a un empresario privado, quien establece en 1990 la estación Megavisión, el primer canal comercial-privado de la TV chilena. Posteriormente se crearán otros canales privados. El gobierno militar eliminó el aporte económico público a los canales universitarios y la TV chilena Abierta evolucionó hacia el financiamiento totalmente publicitario del sistema. En democracia y en régimen de mercado, los canales privados se opusieron a que algunos canales compitiesen por publicidad y simultáneamente recibieran fondos públicos; por ello, según la ley de reforma de 1992, TVN - canal público del Estado (y transformado en autónomo del Gobierno) - tampoco puede recibir fondos públicos. Este ambiente de competencia en la TV abierta ha influido en el desarrollo de los estudios de audiencia. En primer lugar, en 1992 entra en operación el People Meter, sistema de medición electrónica de sintonía televisiva (rating), contratado por una sociedad entre ANATEL (asociación gremial de los canales de TV) y ACHAP (asociación de agencias publicitarias); el contrato fue licitado a la empresa chilenobrasileña Time-Ibope en un concurso entre varias empresas postulantes – licitación que se renueva cada cinco años, y cuya operación está sometida a auditoria externa, para asegurar la confianza. Un Comité Técnico de los contratantes supervisa el correcto funcionamiento del sistema. En segundo lugar, al interior de los canales de TV se han creado Departamentos especializados en estudios de audiencias - en las gerencias
comerciales y en las gerencias de programación; al interior de las Gerencias de Programación, con softwares especializados se analiza el rating proporcionado por el People Meter, y se acentuó la búsqueda de información cualitativa y etnográfica que explicara el rating. Otros estudios complementarios al rating son contratados a agencias de investigación externas a los canales; estas agencias han desarrollado técnicas de Focus Group, estudios etnográficos y telefónicos, test evaluativos pre y post emisión de programas, pulse line, estudios de rostros televisivos, estudios de imagen corporativa, entre otros. Por su carácter de información para toma de decisiones competitivas, estos estudios son confidenciales. El robustecimiento de las agencias privadas en investigación de audiencia acentuó, en tercer lugar, un divorcio con la práctica de investigación de las Facultades de Comunicación; las Universidades no tuvieron ni la apertura mental, ni el know how en recursos humanos, para enfrentar las nuevas demandas de investigación de la TV. El resultado de este divorcio ha sido la consolidación de una vigorosa capacidad de investigación privada en audiencia televisiva, a menudo con técnicas desconocidas para la Academia, y la creciente inserción de esas agencias privadas en un circuito internacional autónomo.
2. Estudios en el Consejo Nac ional de TV (CNTV) Nacional El CNTV es un organismo público de rango constitucional que sufre una reforma democratizadora en el año 1992, adquiriendo autonomía y una integración política plural. La gestión de José Joaquín Brunner y Carlos Catalán (1990-1994) en el CNTV dio un amplio impulso a variados estudios acerca de la TV. El departamento de estudios del Consejo es dotado de capacidad técnica para efectuar sondeos muestrales cuantitativos acerca de la programación en los canales. Igualmente comienza a efectuar estudios y a encargar investigaciones a proveedores externos, acumulando un importante conjunto de investigaciones con metodologías diferentes, y de carácter variado en los temas estudiados (cfr. www.cntv.cl).
3. Estudios de Recepción en Universidades El tema de las audiencias ha comenzado recientemente a ser acogido en algunas Universidades. La creación del grado de Magíster en Comunicación Social en la Universidad Diego Portales (UDP) – en conjunto con la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona - inauguró un curriculum flexible que ha incluido cursos con temas de investigación de la recepción (www.udp.cl/comunicacion); fruto de este nuevo ambiente académico es el libro de M. Chaparro “Conocer las audiencias. La investigación del consumo de medios de comunicación en Chile” (2003), originado como tesis justamente al interior del Magíster de la UDP. La formación en técnicas especializadas en audiencias se ha incrementado también en el Instituto de Sociología de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC). El recientemente creado Instituto de Estudios Mediales (IEM) en la Facultad de Comunicaciones de la PUC (www.fcom.puc.cl/) ha acogido cursos de audiencias en el Magíster en Educación y Comunicación, impartido conjuntamente con la Universidad Autónoma de Barcelona, y en el Magíster en Dirección y Edición Periodísticas. Este contexto ha facilitado la publicación de dos libros acerca de la audiencia televisiva por parte de V. Fuenzalida: “Televisión Abierta y Audiencia en América Latina” (2002) en donde se examinan cuatro factores mediadores entre la TV y la audiencia, cuales son el lenguaje “lúdico-afectivo” y dramático de la TV, la situación de recepción en el Hogar, la expectativa de la audiencia ante los diversos nichos televisivos tecnológicos (TV abierta o pagada), y la imagen corporativa del canal; el segundo libro se llama “Expectativas Educativas de las Audiencias Televisivas” (2005), donde se exponen las expectativas educativas ante la TV de algunos segmentos específicos de la audiencia receptora. El IEM ha ofrecido en el año 2005 la segunda versión del Diplomado en Estudios de Audiencia. Algunas universidades chilenas están, pues, esforzándose por colmar la brecha entre la Academia y la Industria televisiva; esfuerzo tanto más necesario, cuanto la industria televisiva había
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acusado a la Universidad de ignorar la dimensión económico-administrativa e industrial de la TV, y de adoptar un docencia repetitiva de autores de países desarrollados con un lenguaje esotérico.
Segunda Parte: algunos temas revisados desde la recepción La segunda parte revisará algunos temas desde la perspectiva de la investigación de la recepción.
1. Etnografía de la Recepción y espacio-tiempo de la cotidianeidad
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La creciente constatación que la recepción de la TV abierta y pagada ocurre en el Hogar/Familia tensiona hacia la búsqueda de las técnicas apropiadas para dar cuenta de esta situación (cfr. Cap. 2. El Hogar como situación de recepción televisiva; en Fuenzalida, 2002). La investigación etnográfica busca integrar la observación de las conductas cotidianas de consumo medial en el hogar con las verbalizaciones de significación. Tal comprensión del consumo televisivo en situación de recepción da mejor cuenta de la tradicional contradicción entre las opiniones verbalizadas por la audiencia y las conductas manifestadas, que aparecen comparando los datos de consumo televisivo expresado en rating y las preferencias verbalizadas por las audiencias. Por ello, desde el punto de vista metodológico se puede constatar una crítica hacia las limitaciones del Focus Group, en tanto técnica de laboratorio que recoge verbalizaciones ya distanciadas de las rutinas cotidianas en donde ocurre el consumo medial. Entre los resultados de la observación etnográfica aparece la integración de la recepción televisiva con el espacio-tiempo propio de la cotidianeidad de la vida familiar – al revés de la recepción de otros consumos culturales en donde se abandona la cotidianeidad para ingresar en tiempos-espacios especialmente acondicionados y con reglas propias, como la sala de cine, teatro, espectáculos y conciertos, campos deportivos, el aula de clases, la biblioteca, el lugar de trabajo, etc. La etnografía de la recepción en el hogar revela una recepción cotidianizada, ruidosa, y conversada; recepción muy diferente a la
obtenida por las técnicas conductistas de laboratorio, en donde justamente se suprimen las condiciones situacionales de vida cotidiana, concebidas como “interferencias con el estímulo”. Ha sido posible describir la manera como la recepción televisiva se acopla a los diversos ritmos diarios de los habitantes del hogar y las formas como se enlaza con los estados de ánimo y emociones que acompañan a sus actividades; del mismo modo, se advierte que el ritmo de actividades y emociones modula en el receptor los tipos de atención posibles a la pantalla. También la etnografía de la recepción muestra que el Hogar para estudiantes y trabajadores que regresan a casa, así como para amas de casa en ciertos momentos de su ritmo diario, aparece como un espacio-tiempo psicológico-cultural de descanso de las tareas vinculadas con la ley del rendimiento, y su premio o castigo. Esta expectativa subjetiva de las audiencias puede ser mejor comprendida desde la bioquímica psicosomática, según la cual el paso de una situación de rendimiento a otra de descanso es acompañado por un acoplamiento bioquímico corporal realizado por el sistema nervioso-motor autónomo parasimpático al dejar de secretar adrenalina y otros neurotransmisores adecuados a la tensión propia de las actividades de rendimiento, y en cambio, secretar endorfinas y serotoninas, neurotransmisores adecuados a situaciones sicológicas de relajación y espacios de descanso. Así, la expectativa situacional de descanso, relajación y entretención, es la relación más básica – de carácter cultural y psicosomático - que la audiencia televisiva entabla con la TV recibida en el Hogar (a diferencia de emisiones televisivas situadas en espacios-tiempo de rendimiento, como aprendizaje y capacitación). Los diversos géneros aparecen para la audiencia como espacio-tiempo lúdicos, en donde la audiencia realiza exploraciones acerca de su vida cotidiana, fantasía de lo diferente, comparaciones, indagación de identidad. En la audiencia aparecen procesos de involucración en el espacio lúdico y luego distanciamiento comparativo-reflexivo, a través de conversaciones familiares y extrahogareñas. El espacio-tiempo lúdico de la recepción aparece con leyes propias, entre ellas, la ley de la gratuidad y la gratificación, la importante ruptura de los límites
cultural-cotidianos entre razón/emoción, mente/ cuerpo, entretención/reflexión, entretención/ utilidad, y entre los bordes (producidos por el emisor) de los géneros televisivos de educación/ información/entretención.
2. Recepción y Entretención
en la concepción religiosa del puritanismo calvinista, en el racionalismo de la Ilustración, en el marxismo, y todos ellos subrayando la influencia distractora y alienante con relación a lo serio e importante de la vida. En la concepción negativa de la entretención, la parte valorada de la vida humana es el trabajo de producción cotidiana de ella con las diversas tareas, quehaceres, negocios, estudios, y otras actividades, sometidas a la ley del rendimiento; la entretención se comprende como un tiempo de ocio improductivo, donde no rige la ley del rendimiento hacia lo importante; es una pérdida de tiempo, excepto por el descanso reparador de energías (para seguir haciendo algo útil). A diferencia de la anterior, la concepción positiva de la entretención ha valorizado, por una parte, el placer y el humor como una gratificación restauradora de la energía psico-física, y por otra parte, una esfera lúdica gratuita y libre, diferente a la vida cotidiana con su ley del rendimiento, que estimula afectivo-cognitivamente la fantasía creadora y ensancha las potencialidades del receptor.
Según la etnografía del Hogar, la entretención puede ocurrir (o no) con géneros muy diversos: ficcionales, de espectáculo, de compañía, reportajes informativos, y otros. La entretención lograda en el sentimiento de los televidentes genera un espacio-tiempo lúdico con leyes propias que se entremezcla en proporciones diversas con el espacio-tiempo cotidiano del Hogar. Hay programas de compañía adaptados a la situación de quehaceres en el Hogar, a los cuales solo es posible otorgar atención de monitoreo, y así la audiencia transita sicológicamente de modo permanente entre el espacio de trabajo cotidiano y el espacio lúdico de entretención. En situaciones de descanso del ama de casa y de otros habitantes del hogar, es posible mirar con atención más concentrada, y focalizar el interés en ese espacio-tiempo de entretención (que se procura esté menos contaminado de “ruidos” distractores); en estas situaciones se produce la mayor ruptura psicológica del orden rutinario con su ley del rendimiento y el mayor ingreso en la esfera gratuita, diferente, y gratificante del espacio lúdico. Desde la perspectiva de la recepción televisiva, la entretención aparece como un sentimiento-actitudinal complejo que se opone al aburrimiento, al desinterés, la desatención, el no-involucramiento; el sentimiento de entretención no es contradictorio, entonces, con información o educación; esto es, no es un sentimiento que anule la cognición, el cual ha sido uno de los grandes temores en Occidente.
3. RRecepción ecepción de TTelenovela elenovela e Identificación
La recepción televisiva obliga, entonces, a reconsiderar teóricamente el tema de la entretención, especialmente en relación con el espectáculo lúdico-televisivo y con la ficción. Se puede constatar en la academia posturas que valoran la entretención como positiva o negativa. La concepción negativa tiene profundas raíces culturales en ciertas corrientes del ascetismo moral romano y judeocristiano, y posteriormente
El modelo propuesto por Jauss (1982) define la identificación como la experiencia de uno mismo a través de la experiencia del otro y especifica en cinco formas la relación del receptor con el Héroe: la identificación asociativa de fusión con el héroe, la identificación de admiración hacia el héroe perfecto, la identificación empática de compasión con el héroe imperfecto, la identificación catártica con el héroe sufriente de la tragedia y con el héroe
Conviene mencionar dos investigaciones en torno al tema identificación en la recepción de telenovelas chilenas. La primera fue realizada por Bernardo Amigo “Identificación y Horizonte de Expectativa en la Telenovela “El Circo de las Montini” por parte de una Comunidad de Telespectadores” (2002). La segunda fue realizada en la Universidad Diego Portales por un equipo interdisciplinario encabezado por B. Amigo (bernardo.amigo@udp.cl), y V. Fuenzalida. En ambas investigaciones se ha querido evaluar el modelo de identificación propuesto por Jauss (de la Escuela de Constanza) para los héroes en la narrativa literaria, confrontando las identificaciones de jóvenes televidentes con personajes de telenovelas chilenas.
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abrumado de la comedia, y la identificación irónica con el anti-héroe. Muy someramente se puede mencionar que, desde el punto de vista de la recepción, aparece una importante “cultura televisiva” entre los receptores en relación con las telenovelas, esto es, la cultura transtextual de audiencia participa en la construcción del sentido textual; la telenovela se confirma, además, como el género que más suscita conversación familiar y social. Desde el punto de vista del modelo de Jauss, aparece importante una doble identificación admirativa hacia el personaje y hacia el actor que representa al personaje; identificación hacia el actor que lleva a destacar la expresión corporeizada del personaje ficcional televisivo, propia del lenguaje audiovisual, e imposible en la narración ficcional expresada en el código abstracto del lenguaje escrito. La identificación de admiración por parte del receptor hacia el actor corporalizado permite advertir, entonces, la base semiótica (y no solo económica) del “star system”.
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La investigación está culminando con un reaprecio evaluativo del modelo de Jauss, que abre un importante espacio a la discusión teórica. Ya se ha hecho mención de la materia significante de la identificación: desde el signo abstracto de la lecto-escritura se transita a la corporalidad actoral, lo cual provoca una doble identificación con el actor y con el personaje. En segundo lugar, las diversas lecturas posibles para la audiencia en la recepción señalan que el héroe no está constituido solo desde la producción-emisión; esto es, existen múltiples posibles identificaciones con personajes que desde la emisión pueden ser considerados secundarios, pero que algunas audiencias constituyen como los héroes más atractivos para su identificación. En tercer lugar, no aparece la identificación asociativa de fusión, la cual requiere una situación diferente de visionado; la recepción familiar estimula las conversaciones y la distancia reflexiva, esto es crean una situación poco favorable a la identificación de fusión asociativa. En cuarto lugar, el rol de los villanos en la telenovela es destacado narrativa y valóricamente; sin embargo, en el modelo de Jauss no aparece integrado este tipo de personaje ni el tipo de relación emocional que entabla con la audiencia.
4. Recepción y lenguaje televisivo Los estudios sobre identificación en telenovelas, pero también otros estudios sobre percepción de “rostros” de animadores televisivos, ponen de relieve el carácter específico del lenguaje audiovisual de la TV. El componente audio-verbal del lenguaje televisivo está reintroduciendo una «nueva oralidad» que se manifiesta en el aprecio por parte del receptor de programas televisivos más bien de compañía verbal, o en las emociones comunicadas por el relato oral en géneros deportivos; el componente visual también introduce sus propias características, como el dinamismo hacia lo concreto y móvil, y dentro de esa visualidad concreta la tendencia perceptual humana hacia lo facialgestual, que lleva a personalizar y corporeizar fuertemente la relación de comunicación televisiva (Verón, 2001), al punto que ya se está hablando de un lenguaje icónico-indicial, según la semiótica de Peirce. Desde la recepción, el lenguaje televisivo aparece intrínsecamente más adecuado para el ludismo-afectivo, dinamismo que se acentúa por la situación de recepción en el espacio privado del Hogar, con expectativas de reenergización y gratificación ante el cansancio por las obligaciones cotidianas.
5. Recepción y expectativa educativa de la audiencia La investigación de audiencia muestra una expectativa educativa hacia la TV recibida en el Hogar muy interrelacionada con las carencias en la vida cotidiana de la Familia, y con las motivaciones existenciales en diversos momentos vitales de los receptores. A diferencia de la enseñanza escolar y de la capacitación laboral, estas expectativas educativas situacionales están entretejidas con formas televisivas de entretención, y no con sistematizaciones curriculares (cfr. Cap. 3. Las formas de realización y las expectativas educativas; en Fuenzalida, 2005). Aquí aparece un doble cambio muy importante. Por una parte, se disocia la sinonimia educación = escuela y aparece una concepción educativa relacionada con la vida cotidiana en el Hogar. En segundo lugar, la audiencia realiza aprendizajes, donde el conocimiento se deduce más bien comparando la propia experiencia con
la experiencia concreta de otras personas reales o personajes ficcionales, a diferencia de programas con discusiones abstractas sobre generalizaciones conceptuales (tradicional ideal de la academia ilustrada y de los políticos). Este modo televisivo de aprendizaje emocional gratificado a través del lenguaje audiovisual permite comprender la masiva popularidad de (y el rol educativo asignado a) las telenovelas, docudramas, Talk Shows, y programas magazinescos de compañía, por sobre géneros televisivos más analítico-conceptuales (cfr. Cap. 6. Vida cotidiana y Edu-entretención en TV; en Fuenzalida, 2005).
La TV aparece reforzando un importante desplazamiento en la percepción ciudadana desde la política como debate y articulación verbal hacia un rasgo ejecutivo realizador para
Fotografía: esteban rojas
La investigación de la recepción dentro del hogar está documentando que la Política está en proceso de reconceptualización. El hogar aparece como la situación existencial del subconsumo y de la dureza de la pobreza, de la percepción de la pésima calidad de los servicios públicos en educación, salud, seguridad, habitación y equipamiento barrial, y de la experiencia del mal trato de los funcionarios en los diferentes niveles de los gobiernos. La política y los políticos tienden, entonces, a ser evaluados por el receptor en tanto contribuyen a mejorar la calidad de vida experimentada desde el hogar del ciudadano-televidente. Esta lectura televisiva de la política desde las necesidades de la vida cotidiana en el hogar, tiende a valorar en el político los atributos ejecutivos de resolución de problemas, y de gestión eficiente y creativa. La audiencia crecientemente busca discernir si en la persona del político presente en pantalla aparecen signos corporales que permitan leer credibilidad y confiabilidad, carácter y personalidad, trayectoria y experiencia como realizador, trato considerado y relación empática con las personas. Negativamente, la audiencia aprende a percibir los antiatributos de un político: no creíble y poco confiable, esto es, seductor engañoso, carácter débil, inexperto e inepto, maltrato a los ciudadanos, etc.
Fotografía: ricardo castro r.
6. RRecepción ecepción televisiva y PPolítica olítica
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mejorar la calidad de vida cotidiana del ciudadano. Con relación a géneros televisivos y presencia política, en la década de los ’90 fue patente en Chile el desinterés de la audiencia por programas de debate y foro político, y en cambio la valoración de los políticos que comparecen en programas de servicio público relacionados con necesidades cotidianas, dando orientaciones, soluciones, y a veces excusas a la audiencia. Los programas de debate político a menudo son incomprensibles para la audiencia por su lenguaje altamente técnico.
Tal contexto de pobreza y del fracaso político en su resolución es lo que también estaría en la base del poco aprecio a la democracia representativa en América Latina; un reciente informe del PNUD vuelve a constatar el débil apoyo de la opinión pública latinoamericana a la democracia representativa en la región si ella no es percibida como un sistema que efectivamente resuelve los problemas económicos y de pobreza (PNUD, 2004). En este contexto, la ingobernabilidad latinoamericana es ahora menos ideológica y más el resultado de la incapacidad de los dirigentes políticos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
La investigación de la recepción televisiva muestra una audiencia que acentúa la percepción de la política ligada a la satisfacción de aspiraciones vinculadas con la calidad de vida, experimentada desde los problemas y carencias del hogar; tal percepción ayudaría a explicar el creciente voto electoral primordialmente de premio o castigo, según las percepciones de bienestar.
7. Recepción y TV Pública latinoamericana
La resignificación de la política por la recepción televisiva desde el hogar tiene consecuencias macrosociales aún más amplias al acentuar un giro hacia el imbricar la ciudadanía con la calidad de vida y con el consumo familiar; giro pragmático que en Latinoamérica no puede ser comprendido sino en el contexto social de la dramática realidad de la pobreza que, según la CEPAL, ha alcanzado como promedio al 43% de la población en los años recientes.
La mirada desde la recepción de la audiencia televisiva permite también formular recomendaciones para una política comunicacional de reforma de la Televisión gubernamental de América Latina. En efecto, el “modelo” de TV propagandística gubernamental no ha proporcionado una información confiable, que permita a la audiencia ciudadana debatir seriamente las complejas soluciones técnico-políticas a los problemas de la mala calidad de vida cotidiana; tampoco la TV gubernamental ha logrado producir programas de atractivo y confianza masiva para la ciudadanía, en donde se ayude a mejorar las graves carencias de calidad de vida en el hogar latinoamericano. En este contexto no hay más opciones que una profunda reforma o la privatización.
Fotografía: gabriel pulsara
Fotografía: carolina vásquez
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En los años recientes han aparecido diversos esfuerzos por reformar los canales en Chile, Colombia, Perú, Argentina, Uruguay, México, Bolivia, y otros países; estos esfuerzos enfrentan varios obstáculos mayores; un primer obstáculo es de carácter político ya que los dirigentes más tradicionales no están convencidos de reformar la TV gubernamental y sueñan con un potencial instrumento de (supuesto) alto poder propagandístico al convertirse en gobierno, y como botín de premio para algunos de sus electores. Un segundo obstáculo es la dificultad políticoacadémica en precisar una misión con carácter latinoamericano y masivo a una TV Pública reformada; la diversidad de enfoques se puede advertir bajo varias metáforas con que se habla acerca de lo que “debería ser” una TV Pública: Teatro y Museo de la Alta Cultura; Sala de Arte Vanguardista; Jardín Infantil y Escuela; Nuevo Parlamento del debate conceptual políticoacadémico; Poder de Compra, para desarrollar las empresas audiovisuales privadas; Plaza virtual electrónica, diversa y contradictoria; y otras. Algunos resultados de los estudios de recepción de audiencia televisiva no pueden ser ya desconocidos como fundamentos para reformar una nueva TV Pública, moderna, masiva y útil a la audiencia regional. Este es un aporte no menor de los estudios de audiencia que ayuda a tomar decisiones en políticas de comunicación (cfr. Fuenzalida, 2004).
Bibliografía: Amigo B. 2002. Identificación y Horizonte de Expectativa en la Telenovela “El Circo de las Montini” por parte de una Comunidad de Telespectadores IEMPUC. Santiago. Chaparro M. 2003. Conocer las audiencias. La investigación del consumo de medios de comunicación en Chile. Universidad del Desarrollo. Santiago. Fuenzalida V. 2002. Televisión Abierta y Audiencia en América Latina. Ed. Norma. Buenos Aires. Fuenzalida V. 2004. Televisión Pública para una democracia con gobernabilidad y equidad. Signo y Pensamiento Vol. XXIII, N° 45. Bogotá. Fuenzalida V. 2005. Expectativas Educativas de las Audiencias Televisivas. Ed. Norma. Bogotá. Fuenzalida V. y Hermosilla M. E. 1989. Visiones y Ambiciones del Televidente. Estudios de recepción televisiva. CENECA. Santiago. Hermosilla M. E. 1987. Explorando la Recepción televisiva. CENECA-CENCOSEP. Santiago. Jauss H. R. 1982. Interaction Patterns of Identification with the Hero. En: Aesthetic Experience and Literary Hermeneutics. University of Minnesota Press. Minneapolis. pp.152-188. PNUD. 2004. La democracia en América Latina: hacia una democracia de ciudadanos y ciudadanas. Verón E. 2001. El cuerpo de la imagen. Ed. Norma. Buenos Aires.
Fotografía: guillermo peña
Fotografía: carlos a. sánchez
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IRRUPCIÓN Y PROYECCIONES DE LOS ESTUDIOS DE RECEPCIÓN EN BOLIVIA Marcelo Guardia Crespo
Resumen: Se trata de una revisión de las características y aplicaciones de los estudios de recepción desarrollados en Bolivia en los últimos años. Destaca la aplicación de los estudios culturales en constataciones de la hibridez cultural y configuración de espacios sociales con identidades y códigos propios, así como constataciones de recepción activa por parte de públicos diversos. Finalmente, cuestiona una suerte de despolitización de los objetos de investigación y apunta la necesidad de recuperar los enfoques holísticos de los procesos de comunicación que incluyen tanto la retórica como la hermenéutica. Palabras clave: Recepción, mediaciones, repolitización.
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Marcelo Guardia Crespo. Comunicador Social, Universidad Federal de Juiz de Fora-Brasil, Magíster en Comunicación y Cultura, Universidad Metodista SP, Brasil. Doctorante Comunicación, Derecho a la Información y Etica, Universidad Complutense de Madrid /Diego Portales. Docente y Director de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Católica Boliviana – Cochabamba.
Podemos identificar tres momentos en el desarrollo de los llamados “estudios de recepción” en Bolivia, en el período comprendido entre mediados de la década pasada y el presente: a) irrupción de la teoría de mediaciones, b) aplicaciones en la investigación y c) evaluación hacia una visión completa/ja. Desde la realización de un primer levantamiento1 acerca del estado de la investigación en el campo de los estudios de recepción en Bolivia el año 1998, por encargo de Guillermo Orozco, hasta el presente, hemos tenido la suerte de acompañar esta tendencia de investigación particularmente en Carreras de Comunicación Social de universidades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Este primer informe fue publicado en la memoria del I Encuentro Nacional de Investigación de la Comunicación organizado por ABOIC y ALAIC. La segunda evaluación2 , que fue publicada en 2002 en la introducción del libro “Repolitizar la Investigación de los Estudios de Comunicación y Cultura”, muestra las características que va asumiendo esta línea de investigación en un país con condiciones poco favorables para la investigación en ciencias sociales y diagnostica un estancamiento consistente en la reiteración de constataciones teóricas3 poco pretensiosas frente a las necesidades de investigación social en el país.
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I. Irrupción de la teoría de mediaciones No es novedad que la investigación comunicacional en América Latina ha estado fuertemente marcada, como base, por los enfoques mediacéntricos gestados en la escuela funcionalista y también con elementos del estructuralismo y marxismo. En Bolivia, hasta los años noventa, las tesis defendidas en las carreras de periodismo y comunicación social, se concentraron en analizar los contenidos de los mensajes de producciones masivas y en detectar posibles “efectos” de determinados programas o producciones sobre públicos específicos. Las concepciones funcionalistas se confundían extrañamente con el marxismo y el estructuralismo, pese a sus diferencias ideológicas hechas explícitas especialmente en el discurso académico. El análisis de los contenidos
ideológicos de programas de la comunicación masiva es una prueba de tan sospechosa y contradictoria combinación. A este enfoque se sumaba la concepción ilustrada de comunicación y cultura cuyos postulados más visibles suponían un poder omnipotente de los medios y sus contenidos sobre las audiencias, además de una concepción de cultura e identidad estática que se encontraba vulnerable ante los sistemáticos bombardeos de la comunicación masiva internacional. La teoría de mediaciones fue concebida como parte de una segunda etapa de la Escuela Latinoamericana, en la que la ruptura de paradigmas de las ciencias sociales concentró sus contribuciones en redescubrir la actividad del sujeto receptor y el de revisar la noción de “proceso comunicacional”. En esta perspectiva, se comenzó a ver al sujeto no sólo como receptor activo de mensajes sino también como protagonista de los procesos de interacción cultural. Los enfoques de la investigación en comunicación comenzaron a privilegiar los procesos de recepción como espacios de producción de sentido en los que intervienen factores subjetivos y abstractos propios de los contextos de vida cotidiana de los receptores y de sus “mediaciones” culturales, para comprender que los procesos de significación son momentos altamente complejos e imprecisos. En Bolivia esta “entrada” de teorías culturales provocó, solamente en los años noventa, una especie de irrupción con carácter de ruptura. Pues daba la impresión de que pensar en la actividad del receptor, en los procesos de producción de significado, era una novedad demasiado arriesgada para la tradición 1
Este informe se presentó en el Primer Encuentro de la Asociación Boliviana de Investigadores de la Comunicación ABOIC, en noviembre de 1999, con el título de “No hay significados sin receptores: los estudios de recepción en Bolivia”. 2 El trabajo titula: “La bisagra teórica y metodológica en los estudios de cultura y recepción de medios y mensajes”. 3 Entendemos por constatación al hecho de investigar para constatar la teoría en contextos locales bajo efecto de alguna(s) variable(s). Los resultados se reducen a confirmar si el autor X o la teoría Y son coherentes o se cumplen. En el caso de estudios de recepción, los resultados más reiterativos confirman la actividad del receptor o la existencia de mediaciones.
funcionalista de los estudios vigentes hasta entonces. Se podría decir que “descubrir” que el receptor produce significados de acuerdo con su cultura, era un cambio demasiado fuerte de visión teórica y metodológica. Para muchos algo totalmente improbable, dada la convicción con la que se venía investigando la comunicación. La fuerte tradición efectista resistió tenazmente ante las evidencias que los nuevos estudios comenzaron a diseminar, configurando un panorama por demás complejo en el que se dio una suerte de convivencia de visiones paralelas. De pronto, se constató que mientras los estudios de recepción arrojaban importantes resultados en favor de una visión más dialéctica de la comunicación y la cultura, la concepción ilustrada se aferraba fuertemente a sus postulados funcionalistas. “LA COEXISTENCIA DE ESTAS DOS TENDENCIAS EN LA INVESTIGACIÓN COMUNICACIONAL HA GENERADO UN ESTADO DE INVESTIGACIÓN QUE FRENA, DE CIERTA FORMA, LOS AVANCES QUE PODRÍAN HABERSE DADO EN CONDICIONES DE MAYOR APERTURA Y RIGOR EN LAS TAREAS DE INVESTIGACIÓN.”4
En muchos casos, la definición de objetos de investigación se había dado para constatar que la comunicación puede ser vista con más propiedad desde una perspectiva más compleja que la sostenida por las corrientes apocalípticas persistentes.
II. Aplicaciones en la investigación A mediados de los años noventa comenzaron a incrementarse los estudios que utilizaban teoría de mediaciones en sus análisis. Las principales carreras de comunicación del país5 promovieron la aplicación de estas teorías en las investigaciones de tesis de grado, con cuatro tipos de usos: en objetos diversos de comunicación, en estudios de vida cotidiana e identidad, estudios de recepción y en el campo de la comunicación-educación. 6
conflictos de interculturalidad, identidades emergentes, problemas de entendimiento interétnico, escenarios de proyección7 , etc. - Una tercera posibilidad de aplicación es la de los estudios de recepción propiamente dichos, en los que los trabajos han privilegiado esa novedosa constatación de que los receptores son activos y que su complejo mundo de vida cotidiana les permite resemantizar los mensajes de la comunicación masiva e inclusive de la propia realidad circundante. - La cuarta línea encontró aplicación en la comunicación educativa formal, cuando se incluyen recursos comunicacionales en el aula y cuando se desarrollan las capacidades decodificadoras de los receptores de medios y mensajes masivos. También se utilizó este enfoque en estudios de evaluación de campañas de desarrollo para conocer los resultados de asimilación e incorporación de contenidos en los procesos de consumo por parte de los destinatarios de los proyectos de desarrollo. Finalmente, se trabajó en los procesos de apropiación autoeducativa que los receptores definen cuando se enfrentan a programas y mensajes que no tienen intención de enseñanza, es decir, cuando sus objetivos no son educativos sino –casi siemprecomerciales. La constatación es de que los receptores pueden aprender de programas no educativos, de acuerdo con sus intereses y necesidades materiales y subjetivas particulares. La diversidad de estos campos de aplicación de las teorías de estudios culturales, en particular de estudios de recepción, ha demostrado que se trata de teorías que ayudan a comprender de manera más adecuada la complejidad de los procesos de producción de sentido, en contextos de vida cotidiana. 4
- El primer campo se refiere a la aplicación de teorías de estudios culturales y mediaciones en objetos que no tenían relación directa con estos objetos (cultura o recepción). Procesos comunicacionales, estudios de periodismo, publicidad, etc. - El segundo tipo se concentra en estudios de vida cotidiana y objetos culturales tales como
Guardia; 2003: 62. Las carreras más importantes del país se encuentran en el denominado “eje central” conformado por las capitales de los Departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierrra. 6 Guardia; 1999, describe un panorama detallado de las investigaciones desarrolladas dentro de esos campos en diversas universidades bolivianas. 7 Entendemos por “escenarios de proyección” a los espacios y tiempos de ruptura con la vida cotidiana pero también de continuidad simbólica con la misma, en los que las comunidades conectan los problemas de su pasado con la realidad del presente, hacia los tiempos de deseo del futuro. La fiestas populares son excelente ejemplo de tales momentos de representación simbólica del imaginario popular de ascención social y progreso. 5
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“ESTE MODELO A SU VEZ SE INSCRIBE DENTRO DE OTRO MAYOR CONOCIDO COMO EL DE LA MEDIACIÓN, Y HASTA COMO “PARADIGMA DE LA MEDIACIÓN” QUE HA SERVIDO DE SUSTENTO PARA DIVERSAS INVESTIGACIONES QUE VINCULAN ÁMBITOS COMPLEJOS, COMO CULTURAS POPULARES , IDENTIDAD , COMUNICACIÓN, EDUCACIÓN Y DESARROLLO SOCIAL.”8
Sin embargo, se ha producido también una suerte de desviación despolitizadora de los objetos de la investigación, en la medida en que, como normalmente ocurre, las teorías y los enfoques se ponen de moda en el ámbito académico, al extremo de convertirse en teorías débiles (Follari; 2002). La concentración en el estudio específico de objetos de recepción o de identidades, ha marginado lo que los anteriores paradigmas tradicionales habían teorizado con insistencia: las estructuras económicas, políticas e ideológicas. Una suerte de operación aislada de los objetos caracterizó los nuevos estudios culturales dentro de la academia. De esa forma, se ha comprobado con múltiples juegos alternativos de variables, tanto la capacidad resignificadora de los públicos, como la creatividad en los procesos de hibridación cultural, desligadas -ambas- de las condicionantes socioculturales que condicionan esos objetos pero, sobre todo, dejando de lado la urgencia de investigar aspectos de la comunicación que se vinculan directamente con las necesidades culturales y políticas de la sociedad contemporánea. “EL ABANDONO DE LO ESTRUCTURAL RESULTA UN OBSTÁCULO 30
QUE IMPOSIBILITA UN ANÁLISIS SUFICIENTE DE LA DIMENSIÓN POLÍTICA COMO CONSTITUTIVA DE LOS FENÓMENOS MICRO QUE SE ANALIZA.
HA
HABIDO UNA CAÍDA DE PERCEPCIÓN DE LO
POLÍTICO Y CIERTA INDEFINICIÓN IDEOLÓGICA EN LOS ESTUDIOS
CULTURALES, INCLUSO NO SÓLO A NIVEL LATINOAMERICANO: DE MANERA DIFERENTE, LO ATESTIGUAN DIVERSOS AUTORES.”9
En ese sentido, se ha dado una suerte de tendencia constatacionista de las teorías en dos tipos de objetos: espacios de producción de identidad y resemantización de mensajes.
2.1 Espacios de (re) producción de identidades Es el tipo de investigación que concentra sus esfuerzos en constatar la riqueza, creatividad, complejidad y diversidad de las construcciones
de identidad que ocurren en los llamados “subespacios sociales” de las sociedades contemporáneas, en los términos de Bourdieu. En esta línea se ha comenzado a estudiar, describir y analizar cómo los pequeños grupos con afinidad cultural, mitológica y lingüística crean sus formas propias de comunicación, ordenando y jerarquizando sus espacios simbólicos para crear su identidad cultural. Las “tribus urbanas” han servido para constatar que las identidades se construyen en contextos y condiciones concretas, dando lugar a mitos, ritos, códigos de interacción, reafirmación y celebración de identidades. Son objeto de especial atención lenguajes tales como orales y no verbales, vestuario, repertorios, comportamientos, etc. La influencia de la noción de “culturas híbridas” propuesta por Néstor García Canclini ha generado una vertiente rica de investigaciones que se han dedicado a constatar que las culturas son dinámicas, no son puras y que las identidades se construyen permanentemente, además de que pueden ser yuxtapuestas por quienes desean circular en ellas, asimilando o enriqueciendo sus códigos nuevos sin tener que perder los originales. La constatación de que la “pérdida” de cultura o identidad tiene su opuesto como “ganancia” de otras culturas, en una dinámica creativa y constructiva de mensajes, ha puesto en crisis el discurso oficial sobre culturas en Bolivia. Los postulados de este discurso, visibles en ideas tales como: protección de las esencias y purezas frente a la invasión exógena transmitida por los medios masivos y su propuesta de documentar y difundir lo nacional, anclado en lo andino; se han visto sin asidero argumental para su persistencia. Las investigaciones han demostrado que no se puede mantener ninguna esencia, más aun cuando se trata de producciones culturales cargadas de significación simbólica (polisémica) y estética (relacionada con gustos). Esta línea también ha servido para reconocer la importancia de la cultura masiva en la legitimación y conformación de nuevas identidades culturales. Los sectores populares, particularmente de jóvenes, han encontrado en determinados programas de 8 9
Orozco; 2000:75. Morley D.; citado por Follari: 2002: 103.
medios masivos los espacios simbólicos por excelencia para la construcción y celebración de sus ritos de pertenencia a grupos específicos. Son ejemplo vivo de que la retórica de la producción se alimenta inevitablemente de las demandas simbólicas de la recepción. Con estas precisiones, es imposible intentar el abordaje de las interacciones culturales sin tomar en cuenta esa dialéctica (tensión) tan compleja que se produce entre la emisión/producción y la recepción. O lo que es lo mismo: entre la retórica y la hermenéutica.
La fuerza de esta línea de investigación también debe atribuirse a la paralela vigencia de la investigación ilustrada que se aferró, y todavía lo hace, a la idea de que los medios y mensajes que reciben los públicos son necesariamente efectivos y contundentes en función de los propósitos de los emisores. Aunque bastante debilitada, podemos afirmar que esta concepción apocalíptica de la comunicación y la cultura persiste en universidades cuyos contenidos curriculares no se han actualizado permanentemente.
Con esos elementos, emergen para la investigación científica datos de naturaleza subjetiva cuya naturaleza fue objeto de desconfianza en el pasado, pero en el presente se hacen fundamentales para comprender la dimensión comunicacional de la cultura. No hay relación humana que no exponga, entre sus lógicas, los intereses y lucros que ponen en juego los actores interactuantes. En suma, toda comunicación produce algún tipo de ganancia para las personas.
III. Evaluación hacia una visión completa/ja
2.2 Recepción Activa El otro gran campo de constatación de las teorías ha sido justamente el de la actividad del receptor. Sus esfuerzos han desplegado una diversidad de diseños investigativos en los que se ha buscado demostrar que los significados no residen exclusivamente en los signos del mensaje, sino que son producto de la interacción de éste con las mediaciones o referenciales del receptor. Importantes trabajos han concentrado sus esfuerzos en la demostración de que el receptor puede resignificar los mensajes recibidos y -por tanto- el poder supuestamente omnipotente de los medios ha quedado fuertemente cuestionado. La consecuencia negativa de esta tendencia, en estudios poco críticos, ha sido que se comenzó a sugerir que el poder estaría concentrado en el lado del receptor, olvidando que entre emisor y receptor hay una relación dialéctica que tensiona los intereses y poderes de ambos. “CUESTIONAR
LA IDEA DEL EMISOR OMNIPOTENTE NO DEBE
CONFUNDIRSE CON , NI HACERLE EL JUEGO A , UN NEOLIBERALISMO SEGÚN EL CUAL NO HAY NADA QUE REGULAR
Sin embargo, se puede constatar de que las teorías de la hibridez cultural y de la recepción activa se ha detenido en un ejercicio intelectual con cierta desconexión de los fenómenos sociales de sus contextos socio-económicos y políticos. Muchos objetos de investigación se han definido como si lo importante fuera solamente verificar la teoría o ejercitar el diseño y uso de instrumentos de investigación, sin priorizar la necesidad de producción de conocimiento para mejorar las condiciones de vida de importantes grupos humanos del continente. Cabe aclarar que no se puede generalizar ni afirmar que toda la investigación comunicacional boliviana ha seguido este rumbo constatacionista, inclusive porque la diversidad de campos de intervención de la comunicación también se ha multiplicado y enriquecido ampliando su espectro de acción (relaciones públicas, periodismo, publicidad, desarrollo, etc.). La realidad del mercado en un contexto neoliberal también está demarcando importantes espacios en los que, no sólo las investigaciones sino también los campos de trabajo en comunicación, se han alineado hacia lo que supondría poner los recursos comunicacionales, por un lado, al servicio del funcionamiento eficiente de las organizaciones o estrategias de difusión e información y, por otro, a un trabajo de intervención que busca mejorar, transformar o alterar el curso de los procesos sociales hacia la construcción de una sociedad más justa y solidaria. El campo de la comunicación para el desarrollo es un ejemplo evidente de esta perspectiva.
POLÍTICAMENTE EN EL MERCADO NI NINGUNA NECESIDAD DE INTERVENIR EN LA PRODUCCIÓN.”10
10 Martín Barbero; 1999: 18.
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“E L
C A M P O D E A P L I C A C I Ó N QU E M Á S Y MEJORES
CONTRIBUCIONES HA GENERADO LA VISIÓN DIALÉCTICA DE COMUNICACIÓN Y CULTURA ES EL QUE RELACIONA LA COMUNICACIÓN CON LA EDUCACIÓN.”11
En esta línea se puede afirmar que los estudios de recepción han diseminado su utilidad y aplicación hacia objetos de otras áreas de la comunicación social en los que ya no son vistos como tales sino que refuerzan los marcos teóricos para investigaciones y diseños de estrategias de comunicación para el desarrollo, de relaciones públicas, publicidad, etc. El llamado enfoque de proceso, que busca abordar la lógica de la retórica, así como la de la hermenéutica, incluye frecuentemente el análisis de las intenciones de los emisores en sus estrategias de difusión o educación, para contrastarlas con el mundo de la resignificación, con el objetivo de cotejar los resultados y de conocer la pertinencia de los procedimientos empleados. Para muchos es una especia de recuperación del funcionalismo, pero en el fondo no es más que la necesidad de administrar adecuada y eficientemente los recursos en una sociedad pobre y en crisis. En los últimos años, las tesis defendidas en las universidades tienden a conformar este enfoque que no es de estudios de recepción exclusivamente ni de análisis de espacios sociales, pero utiliza sus soportes en construcciones teóricas innovadoras.
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Por ejemplo, sólo para citar algunos ejemplos, la tesis de comunicación defendida por Arturo Cuevas12 sobre radio rural, se propone conocer los procesos comunicacionales generados por el programa radial de una institución de desarrollo rural, a partir del análisis de las actitudes y modos de recepción de los destinatarios, las mediaciones que actúan favorablemente o desfavorablemente a la interpretación esperada y las formas de apropiación de esos mensajes. Otro ejemplo interesante, dentro el campo de la publicidad y marketing, es la tesis de Morris A. (2004) que busca analizar la comunicación interpersonal como estrategia de ventas de un determinado producto. Para ello aborda: políticas y principios de la empresa, función de los procesos de comunicación interpersonal, dinámica comportamental y comunicacional de
los destinatarios y factores que inducen a la compra, como variables específicas. Pero lo interesante es el uso de la teoría de Guillermo Orozco sobre recepción televisiva en su marco teórico para tener elementos de análisis más apropiados al objeto. Otro trabajo interesante es el de Deysi Ramírez que se propone conocer los procesos de comunicación y participación a partir de la difusión de cartillas educativas bilingües en el área rural. Sus objetivos específicos contemplan variables como: propósito del emisor, características comunicacionales de las cartillas, participación social y opinión grupal de los destinatarios. Como en el anterior caso, su marco teórico está construido con base en contribuciones de autores latinoamericanos del paradigma de las mediaciones o estudios de recepción. Así, en estos y otros ejemplos, tanto la definición de los objetivos de estudio, como la construcción de los marcos teóricos de trabajos de investigación, escapan a los esquemas de estudios de recepción, pero utilizan sus referentes de manera rigurosa y eficiente. Con ello, podemos afirmar inclusive que mantener el campo específico de los Estudios de Recepción como un área de investigación en sí y por sí mismo importante, debe ser discutido. Lo urgente no es tanto conocer las lógicas de la recepción aisladas del contexto, sino evaluar la recepción dentro de sus propios procesos comunicacionales completos y complejos. El riesgo es caer en investigaciones que demuestran un derroche de recursos teóricos y metodológicos para objetos poco o nada trascendentes ante las necesidades que la sociedad demanda de la academia. ¿En qué puede contribuir el análisis profundo, por ejemplo, de cómo los espectadores de fútbol asisten a los partidos transmitidos por la televisión en locales públicos?13 ¿Es relevante saber cómo se ordenan las sillas y mesas en torno al televisor?, ¿Es útil describir etnográficamente las posiciones de los 11
Guardia: 2003: 65. Cuevas; 2004. 13 Nos referimos a un trabajo presentado en el GT de Estudios de Recepción, durante el VII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación ALAIC, en la ciudad de la Plata – Argentina el 2004. 12
Es evidente que desde cualquier campo de la comunicación se puede contribuir al desarrollo de la sociedad, más aun si la materia prima con la que se trabaja es la información de interés social y ésta debe satisfacer el derecho humano natural a la información. Por tanto, no se puede perder de vista que todo comunicador se enfrenta permanentemente con el desafío de contribuir a mejorar la sociedad gracias a los recursos con los que cuenta: los medios y la información. En esa perspectiva, luego de estudiar al receptor, es necesario volver a mirar al otro lado del proceso de comunicación,
Fotografía: laura m. celis
Fotografía: césar triviño
cuerpos de las personas cuando hay alguna jugada especial en el partido o saber que en el descanso la gente se levanta de las sillas y comienza a promover interacciones novedosas entre los que antes estuvieron concentrados mirando la pantalla? La investigación científica no puede desperdiciar la oportunidad de conocer procesos de comunicación que ayuden a resolver algún problema social. La pobreza de nuestros países exige mayor compromiso del investigador con la sociedad y sus necesidades.
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el del emisor. Porque éste es el responsable de la instauración de procesos en los cuales los sentidos de la retórica pueden ser sintonizados por los destinatarios en su máxima calidad posible o con la mayor destreza crítica de interpretación.
Vivimos un momento en la historia global en el que la información se ha constituido en factor clave tanto para la reconfiguración de los poderes hegemónicos nacionales e internacionales, como para las perspectivas de subversión y alteración de ese orden.
Conocer y analizar los estados de subjetividad, emocionalidad, racionalidad y fragmentación de intereses en el lado del receptor es una parte fundamental que requiere de su contraparte: conocer los recursos y estados de racionalidad que supone la construcción de estrategias retóricas para alcanzar la mente del destinatario. Además porque no podemos olvidar que la retórica se estructura en base al conocimiento superficial o profundo del imaginario del receptor.
“EL NEOLIBERALISMO NO RESOLVIÓ LOS PROBLEMAS PRINCIPALES DE LAS SOCIEDADES LATINOAMERICANAS, LOS PROFUNDIZÓ, MIENTRAS LA INVESTIGACIÓN EN COMUNICACIÓN (CULTURAL) FESTEJABA LA ACTIVIDAD Y LA DIFERENCIA.”16
Las sociedades podrán mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, sólo en la medida en que éstos estén concientes de sus reales posibilidades de participación en la gestión de lo público. Y esa participación sólo será posible cuando los ciudadanos estén bien informados.
El proceso de comunicación es una dialéctica entre retórica y hermenéutica y la mirada del investigador no puede perder de vista estos dos polos y su interacción para la producción de significados. Analizar solamente un lado es parcializar y fragmentar el proceso comunicativo en desmedro de una visión holística de la comunicación.
“MEDIACIÓN/RECEPCIÓN/POLÍTICA
ENCUENTRAN CAMINO INSTIGANTE DE DEBATES DE ESE LUGAR DEL NEXO DE LAS REPRESENTACIONES DE SUJETOS SOCIALES Y DE LA PERTENENCIA A LA SOCIEDAD POLÍTICA, DONDE LA CIUDADANÍA, EN UN CONTEXTO DE DIVERSIDAD CULTURAL.”17
De ahí la importancia de fortalecer cualquier perspectiva para promover el aumento de referencialidad de los receptores, porque, como ya se comprobó ampliamente en los estudios de recepción en América Latina, el receptor bien informado es más difícil de ser manipulado.
A esto de suma la necesidad de reconectar los objetos de investigación con sus contextos y sobre todo con factores que demandan atención para contribuir a la solución de problemas sociales en tiempos de exclusión social. A esto le llamamos “repolitizar la investigación de la comunicación”14 COMPRENSIÓN DE LAS RELACIONES ENTRE CULTURA Y
POLÍTICA SE TORNA COMPLEJA PORQUE NO SÓLO ES NECESARIO
14
DECODIFICAR EL UNIVERSO DE SIGNIFICACIONES POSITIVAS
15
Guardia; 2002: 18. Monteiro, cit. por Souza; 1997: 287. 16 Guardia; 2004: 175, se refiere a festejar la actividad del receptor y la diferencia de las culturas híbridas. 17 Souza: 1997: 287. (traducción propia).
PRODUCIDAS POR LOS SUJETOS SOCIALES, COMO TAMBIÉN LOS MECANISMOS A TRAVÉS DE LOS CUALES ESA DIVERSIDAD SE TRANSFORMA EN REIVINDICACIONES.”15
Fotografía: martha torres
“…LA
Beck Ulrich; Un Nuevo Mundo Feliz; la precariedad del trabajo en la era de la globalización; Barcelona; Paidós; 2000.
Fotografía: natalia gómez
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Fotografía: diana narváez
Fotografía: andrés f. tapiero
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Resumen: La propuesta es presentar una narrativa del desarrollo de la investigación brasileña que toma como foco central a las prácticas de recepción mediática, tanto desde el prisma de su verificación empírica como por su debate teórico. Ese reto se concreta fundamentalmente a través de la comprensión crítica de la trayectoria teórico-metodológica de esa temática en la investigación en comunicación y de la identificación de los impases enfrentados, así como de los futuros desafíos. Palabras-claves: estudios de recepción, investigación brasileña, metodología. Nilda Jacks. Profesora en la Universidade Federal do Rio Grande do Sul, Pós- doctorada en la Copenhagen University. Publicó Mídia Nativa. Indústria Cultural e Cultura Regional y Querência. Identidade Cultural como mediação simbólica. Um estudo de recepção, por la Editora da Universidade/ UFRGS y con Ana Carolina Escosteguy. Comunicação e recepção, por la Hacker Editores. Ana Carolina Escosteguy. Profesora del Programa de Posgrado en Comunicación Social de la Pontifícia Universidad Católica del Rio Grande del Sur e investigadora del Consejo Nacional de Desarrollo Cientifico y Tecnológico.
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LA INVESTIGACIÓN BRASILEÑA: IMPASES Y DESAFÍOS1 Nilda Jacks Ana Carolina D. Escosteguy 1
Una versión anterior fue publicada en SAINTOUT, Florencia y FERRANTE, Natalia (2006).
Nuestra propuesta es presentar una narrativa del desarrollo de la investigación brasileña que toma como foco central a las prácticas de recepción mediática, tanto desde el prisma de su verificación empírica como por su debate teórico. Por una parte, ese reto se concreta fundamentalmente a través de la comprensión crítica1 de la trayectoria teórico-metodológica de esa temática en la investigación en comunicación y de la identificación de los impases enfrentados, así como de los futuros desafíos. No obstante, por otra, se incluye también desdoblamientos que extrapolan el tratamiento de ese asunto en el ambiente académico. El objeto en análisis – prácticas de recepción mediática - no es nuevo en el escenario de la producción científica del área, aunque la originalidad del mapa a ser trazado reside en la incorporación del ejercicio de reflexividad que marca ese tipo de investigación, de forma especial en los últimos años, en la problematización de algunas críticas ya consolidadas y, sobre todo, en el análisis de esa vía de la investigación académica brasileña2 .
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Aún como preámbulo de la narrativa que nos proponemos realizar, es importante detallar el propio objeto de la investigación que está en cuestión. Utilizamos la designación prácticas de recepción mediática, ya asumida de manera particular por Mauro Wilton Sousa (1997,1998), para indicar el interés por los receptores de un modo general - sean ellos lectores (en referencia a la prensa escrita), oyentes (en relación a los medios radiofónicos), telespectadores (con foco en la televisión abierta y cerrada) y espectadores de cine – a lo que sumaríamos provisoriamente a los usuarios de computadores, de redes de computadores y de la electrónica digital (por ejemplo, videojuegos) - y sus habilidades, usos y experiencias en lo referido a cada una de esas y otras tecnologías digitales. Luego, tal expresión es pertinente para abarcar una diversidad de experiencias, referidas tanto a los medios tradicionales como a los nuevos medios3 , por lo que tiene máxima amplitud. Se alerta, no obstante, que es apenas denominativa, sin señalar ninguna aproximación conceptual. La opción en un primer momento por un término generalizador, sin embargo, no debe oscurecer las especificidades de las técnicas.
Partiendo de la revisión de la propuesta de Martín-Barbero (1997), consideramos que el soporte técnico es constitutivo de las prácticas de comunicación, por eso las innovaciones de la técnica se conectan con transformaciones de los modos de percepción y experiencia social. Las prácticas de comunicación no pueden ser reducidas, por lo tanto, al sentido adquirido por las tecnologías, que son mediación del proceso comunicativo instaurado. Para retener esa idea en el mapa que pretendemos trazar, se vuelve necesario hacer distinciones dentro del amplio espectro de las prácticas de recepción mediática. Por consiguiente, se reserva el término audiencia, así como la denominación análisis o estudio de audiencia para la investigación que tiene como objeto a los públicos de los medios tradicionales - incluyendo diarios y revistas, radio, TV y cine y sus habilidades, usos y experiencias en relación a los medios especificados. Se resalta que, nuevamente, no está en cuestión el abordaje teórico ni metodológico del estudio, de la misma forma que no está en juicio la naturaleza de tal objeto - empírico o teórico. A partir de los parámetros recién establecidos, se observa que la producción académica brasileña en el campo de la comunicación cuando se interesa por prácticas de recepción mediática, hasta el momento, se concreta como estudio de audiencia de televisión, mayoritariamente de naturaleza empírica, siendo que la forma por la cual se llega a la realidad empírica es sobre todo cualitativa (Escosteguy, 2001/2003; Jacks, 2003/ 2005). Respecto a los nuevos medios, a pesar de posibles paralelismos entre sus usos y los de la televisión, principalmente en ambientes domésticos donde ya hay un cierto cúmulo de investigaciones, la investigación empírica es todavía escasa, destacándose el ensayismo4. 1
Esa estrategia reivindica, de un modo general, el hecho que los fenómenos culturales deben ser relacionados a las condiciones sociales objetivas y estructurantes. Además de eso, implica también incorporar una mirada comparativa con la tradición de investigación anglo-americana y latino-americana de audiencia, en especial aquella que se desarrolla a partir de los estudios culturales. 2 Un análisis detallado de tesis de doctorado y magíster sobre el tema fue realizado en el proyecto desarrollado por Escosteguy (CNPq/FAPERGS 2001/2003), así como Jacks (CNPq2003/2005) está realizando el mapeo y análisis teórico-metodológico de esa rama de la investigación académica brasileña de la década de 90. 3 Se toma la expresión de Wizard (2000), incluyendo su ejemplificación. 4 Al consultar el levantamiento organizado por Stumpf y Capparelli, Teses e dissertações em comunicação no Brasil (1997-1999): resumos (PPGCOM/UFRGS, Porto Alegre, 2001), se observa que 16 trabajos investigan empíricamente la relación usuario/red en el universo de 835 investigaciones.
Es importante decir también que, de modo general, en el contexto académico brasileño, la expresión audiencia y, a su vez, estudio de audiencia, está asociada a aquellas investigaciones con fines mercadotécnicos y, sobre todo, de carácter cuantitativo. En fin, se asocia audiencia a una determinada visión de consumo de medios, a la preferencia por determinados medios de comunicación así como de programas y géneros. A pesar de ello, se considera la denominación estudio de audiencia apropiada para abarcar toda investigación, mismo académica, que tenga como foco central la comprensión de los sujetos-receptores, que reciben y/o se relacionan con determinadas tecnologías de comunicación5 , a partir de diferentes abordajes teóricos y variadas estrategias metodológicas, pues la utilización de términos como estudios de efectos, estudios de recepción, de influencia de los medios, entre otros, remite a un orden conceptual del proceso comunicativo6. En la literatura internacional, es una convención llamar a los estudios sobre efectos, usos y gratificaciones y estudios de recepción como investigación de audiencia, destinando la expresión estudio de recepción a apenas una vertiente dentro del amplio cuadro de las audiencias mediáticas 7 (Jensen y Rosengren, 1990). Tal vertiente incluye aquellas investigaciones que establecen una tensión con las ideas de efectos e influencia, así como se concentran en las relaciones entre sujetos y tecnologías/medios de comunicación, insertas en un contexto amplio de relaciones sociales y culturales, y su vinculación con diversos procesos de mediación. Recuérdase que, no son pocos los autores que se refieren a la apertura del análisis de recepción a los estudios culturales británicos, desarrollados a partir de los 80. Es claro que nuestra propuesta no debe ser entendida como una simple transposición de una idea de un lugar hacia otro, sin observación de la historia de la investigación de ese otro lugar, así como no podemos eludir que el área, de un momento a otro, pase a reportarse a ese debate teórico. El problema es que la ausencia de una terminología común que, a su vez, se conecta con la casi inexistencia del debate de la extensión conceptual de esa área, en el contexto académico brasileño, ha dificultado la organización de esa
vertiente de la investigación en Brasil, así como confundido los escasos espacios donde ocurre esa discusión. Reside aquí el primer impase y, al mismo tiempo, desafío de aquellos que están involucrados con tal temática. Insistimos que, aunque la referencia a la audiencia indique apenas un subtema del mapa que deseamos delinear de la investigación de prácticas de recepción mediática, en este momento nuestro esfuerzo está concentrado allí, pues como ya comentamos, la investigación de prácticas de recepción de los nuevos medios todavía es incipiente. Por esa razón, en una primera etapa, ampliamos al máximo nuestro espectro de visión para componer un cuadro sobre el desarrollo de la investigación brasileña de audiencia. Es sólo en el ámbito restricto del ambiente académico brasileño que usaremos la expresión estudios de recepción, refiriéndonos a una vertiente de las investigaciones sobre la audiencia. Luego, la constitución de la problemática de la recepción está entendida, aunque aquí apenas indicada, de forma genérica y precaria, como los procesos por los cuales los sujetos-receptores se vinculan con los medios de comunicación, dentro de determinados contextos e hábitos de asistencia, en la elaboración y vivencia de sentidos tanto en relación a las tecnologías en sí mismas8 como a sus mensajes. Esto será tratado cuando observemos los estudios de audiencia en la academia. 5 Se insiste que la referencia es los medios clásicos en los términos de Wizard (2000), o sea, los medios impresos y electrónicos tradicionales. Las nuevas tecnologías derivadas del uso de las computadoras y de la electrónica digital deben ser pensadas por separado en cuanto a la configuración de prácticas mediáticas distintas de éstas, aunque sea posible establecer conexiones entre ellas (Seiter,1999). 6 Seguimos la orientación de Martín-Barbero (1994:39) que ve a la recepción no sólo como una etapa del proceso de la comunicación, sino como “un lugar nuevo, desde donde debemos repensar los estudios y la investigación de comunicación”. 7 Dado que los estudios de cine se desarrollan por separado de los otros medios, en el mismo contexto geográfico, en la expresión audiencia no están incluidos los estudios de los espectadores de cine. Ver, por ejemplo, en la literatura angloamericana, Judith Mayne (1993) Cinema and Spectatorship, Londres, Routledge, y en la brasileña, Fernando Mascarello (1999) Viva Glauber, viva Hollywood: por uma teoria do espectador cinematográfico. Tesis de Magíster, FAMECOS/PUCRS, Porto Alegre, también del mismo autor (2004) Os estudos culturais e a espectatorialidade cinematográfica: uma abordagem relativista. Tesis de Doctorado, ECA/USP, São Paulo. 8 Aunque puedan estar insertas en la clasificación de estudios de recepción, esas investigaciones son más apropiadamente denominadas como usos de los medios.
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La emergencia de la investigación de audiencia: el mercado en foco Nos interesa en esta sección, destacar que la producción nacional de investigación en la década de 50, valida sobre todo la apreciación sobre su carácter comercial, aunque todavía ni siquiera fuese utilizada la denominación comunicación que sólo será incorporada a partir de fines de los años 60 (Rüdiger, 2002). Asi mismo, las encuestas se tornan hegemónicas en aquel período, prevaleciendo los intereses del anunciante. Es en ese contexto que surgen las primeras investigaciones de audiencia, realizadas, principalmente por institutos de investigación sobre medios como IBOPE9 (1942) y MARPLAN (1958) que procuran conocer los efectos de los anuncios, identificando actitudes y motivaciones en la población, además de índices de audiencia.
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Son investigaciones implementadas a través de métodos cuantitativos, configurándose exclusivamente como encuestas de mercado, tratando al individuo como consumidor, esto es, desde el punto de vista del poder adquisitivo y de sus prácticas y hábitos de consumo (Escosteguy, 1993). Los estudios de audiencia que se reportan a las áreas disciplinarias de la psicología, marketing, política y publicidad se unifican, según Sousa (1997: 278), cuando entienden al receptor “como espacio instrumental de objetivos definidos a partir del emisor. (...) La conjunción entre emisor-receptorcanal-mensaje es fuerte, pero la relación del emisor sobre el receptor es determinante”. En realidad, el desarrollo de ese tipo de investigación (encuestas) refleja las propias alteraciones por las cuales la estructura productiva nacional sufre con la creciente industrialización y expansión de un mercado interno consumidor. Contribuyen, también, la consolidación de la radio como medio masivo e instrumento eficaz para estimular el consumo, así como el surgimiento de las primeras emisoras de televisión. Se observa, como dice Sousa (1997), que hay un nexo histórico-contextual en el surgimiento de ese tipo de estudios de audiencia. Aún sobre ese tema, es importante anotar que la investigación académica de audiencia no dialogará con esa otra vertiente ni la toma como
objeto de estudio10. Hay pocas excepciones en ese ámbito, una de ellas fue la participación del entonces director del Datafolha, Antonio Manuel Teixeira Mendes, en un seminario realizado en 1991, en la ECA/USP11 (Escuela de Comunicación y Artes de la Universidad de Sao Paulo). Reclamando de la falta de investigaciones que profundicen el conocimiento de la relación entre audiencia y medios, su relato describe dos investigaciones de ese instituto que buscan aprehender hábitos de la audiencia, tiempo promedio de exposición a la TV, conocimiento de la programación entre otros aspectos, todos típicos de un estudio de carácter mercadotécnico. Además de eso, no implementan ninguna novedad en términos metodológicos. Por lo tanto, esa intervención en la década de 90 ratifica la idea de que los centros de investigación y de opinión pública en Brasil contribuyeron para expandir un modelo funcionalista de análisis en comunicación, privilegiando el enfoque en el individuo, en sus carencias, deseos y necesidades. “Ese uso instrumental del individuo, y también de grupos sociales, garantizaría el uso también instrumental de los medios de comunicación en una secuencia en que la lógica del sistema socioeconómico de producción quedaría preservada” (Sousa, 1994:17). Así, esa vertiente de la investigación construyó una visión de audiencia que acabó tornándose dominante en el medio social, con fuerza también en segmentos académicos, en los cuales todavía no es percibida como un punto de vista que interesa especialmente a la industria televisiva y a las empresas de comunicación en general, a las agencias de publicidad y sus anunciantes. Ella produce un discurso científico calcado a un modelo empírico que tiene legitimidad en la sociedad y en aquella parcela del medio académico y es mediante ese discurso que ejerce un efecto de sentido sobre la definición de qué es audiencia, por eso es tomada como una categoría naturalizada y que no necesita ser problematizada. Aunque no sea reto de este texto mapear ese tipo 9
El IBOPE investiga principalmente índices de audiencia y MARPLAN los hábitos de consumo de medios. 10 Esa última mención se refiere a trabajos como el de Ien Ang (1991) Desperately Seeking the Audience, Londres, Routledge, donde lo que se problematiza es exactamente como la audiencia es entendida por la propia industria televisiva. 11 Seminario “Sujeito, o lado oculto do receptor” que resultó en la publicación del libro con el mismo nombre (Sousa, 1995).
de investigación, creemos que es fundamental apuntar la urgencia de un análisis profundizado sobre el tema que abarque tanto los procedimientos metodológicos de centros de investigación consolidados como experiencias de investigación de las propias empresas de comunicación, así como nuevos estudios sobre medición de audiencia en tiempo real. Este es un desafío más para la producción de conocimiento sobre el tema, pues a partir de ese lugar -la investigación mercadotécnica de audiencia- se constituye una determinada idea de audiencia que se disemina tanto en la sociedad como en el ambiente académico nacional.
Por otro lado, en la configuración de la investigación en comunicación en el país, la década de 70 es un marco divisor, pues es en esa época cuando son implantados los primeros cursos de post grado. A partir de allí es que la producción científica y académica en comunicación aumentará sustancialmente. De un modo general, las investigaciones pioneras revelaban fuerte influencia de la teoría crítica, de la semiología y de la teoría de los efectos, dando mucho énfasis a la ideología de los mensajes. Algunos de ellos, mientras tanto, senãlaban la incorporación de Antonio Gramsci y Pierre Bourdieu en sus referenciales teóricos, destacándose del conjunto. Entre los trabajos de ese período que contribuyeron, en mayor o menor grado al desarrollo de la investigación sobre las audiencias12, se encuentra: “A noite da
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Recopilación publicada en Jacks, 1996. Fotografía: lilian rentería
En el medio académico la investigación de audiencia comienza a despegar en la década de 70 y en su mayoría fue realizada fuera del campo de la comunicación. Vale resaltar que, por un lado, esa no es una característica exclusiva del desarrollo de la investigación brasileña y no puede ser vista, de forma simple, como algo negativo, dado que los fenómenos de comunicación tienen diversas interfaces en la constitución de la sociedad actual y una mirada especializada podría perder de vista esa inserción social múltiple (Rüdiger, 2002).
Fotografía: esteban rojas
La investigación académica de audiencia
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madrinha: ensaio sobre a indústria cultural no Brasil” (Miceli, 1972), “A TV e o quadro de referência sócio-cultural: o público dos telepostos de São Luis do Maranhão “ (Camargo, 1972), “Televisão e consciência de classe” (Da Viá, 1977), “Manipulação e participação: a Rádio Nacional em debate” (Goldfeder, 1977), “Leitura de operárias: estudo de um grupo de trabalhadoras de São Paulo” (Bosi, 1971) e “O paraíso via embratel” (Milanesi, 1978). De ese conjunto, apenas dos investigaciones (Goldfeder, 1977 y Bosi, 1971) no abordan la televisión como temática. Mientras tanto, la popularidad de la radio y la recuperación del auditorio en revistas especializadas, en documentos de fan-clubes y en el análisis de programas radiofónicos de auditorio, en el primero caso, y de las fotonovelas y su inserción en el medio popular, en el segundo, justifican la selección de tales objetos de estudio. Sobre el conjunto de esas investigaciones puede decirse que son estudios relativos a un período histórico bien determinado, cuya memoria, procesos de transformación social y historia cultural son recuperados. La excepción es la investigación de Miceli (1972) que al analizar una audiencia restringida - el auditorio del programa dirigido por Hebe Camargo en la TV Record, en la década de 70 - puede ser vista aún como un filón de pesquisa poco explorado en términos de trayectoria de la investigación brasileña. 42
En el área de la comunicación propiamente dicha, la experiencia más importante, si bien de cuño didáctico-pedagógico -destinada a profesores, líderes comunitarios y de movimientos populares- y desarrollada bajo la inspiración de la Pedagogía del Oprimido (1972) de Paulo Freire, es el programa (LCC) “Lectura Crítica en Comunicación”, liderado por la Unión Católica Brasileña de Comunicación Social (UCBC) en conjunto con la Iglesia Católica. El proyecto partió en 1979 y hoy tiene una actuación minimizada, además de haber sufrido muchas alteraciones en su propuesta inicial (VVAA:1992). Entre sus principales estrategias están el desarrollo de cursos dentro de las pastorales y la publicación de la colección “Para uma Leitura Crítica”, del
editorial Paulinas, preparada por teóricos del área y compuesta de manuales para lectura de televisión, diario, cómics, publicidad, etc. A partir de los años 80 se acelera la producción de investigaciones de audiencia. Entre ellas la de Ondina Fachel Leal (1986) y Carlos Eduardo Lins da Silva (1985), que fundan una nueva tendencia en los estudios de comunicación, constituyéndose en investigaciones que expresan una articulación de los sujetosreceptores con el ámbito más amplio de la cultura. La primera, Leitura social da novela das oito (Leal, 1986)13 , se inserta en el campo de la antropología social, es una etnografia de audiencia comparando la recepción de telenovela en diferentes clases sociales y, la segunda, Muito além do Jardim Botânico (Lins da Silva, 1985)14 , trabaja con la recepción de un telediario entre trabajadores de dos localidades, a través de una investigación-acción. Tales trabajos indican una búsqueda de alternativas teóricas diferenciadas dentro del ambiente del período, revelando proximidades con los estudios culturales, aunque no formalizadas (Escosteguy, 2003). Además de ello, Orofino (1997) observa que, si bien ambos revelan una conexión con el momento político vivido - “el momento de una apertura incipiente en relación a un régimen militar que perdurara por veinte años”, la investigación de Lins da Silva tiene un tratamiento político más consistente. Además de lo anterior, en esa década, coexisten investigaciones de diversos abordajes teóricos. Por ejemplo, A ideologia sexual dos Gigantes: Estudo da moral sexual da telenovela brasileira e da sua assimilação por telespectadoras de diferentes classes sociais (Sarques, 1981) busca identificar el papel de la telenovela en la reproducción de la ideología sexual por las mujeres de clases sociales distintas a través de las categorías de dominación y reproducción. Entre las conclusiones presentadas se encuentran afirmaciones que evidencian una asociación a la idea de reproducción de la ideología dominante vía medios de comunicación de masa, mientras que también se observa la existencia de diferencias en las lecturas de los mensajes entre clases sociales distintas y que las vivencias propias de cada clase 13 14
Originalmente tesis de magíster presentada en agosto de 1983. Tesis de doctorado presentada en la ECA/USP en marzo de 1984.
determinan tal comprensión, aunque no dejen de legitimar la ideología dominante, fundamental a los intereses económicos y a la propia reproducción del sistema social de la sociedad de clases (Escosteguy, 1993). Entre otras investigaciones de la época, se encuentra “O Pica-Pau: Herói ou Vilão?” (Pacheco, 1985) cuyo referencial es el de la sicología social, habiendo investigado la audiencia de ese dibujo animado junto a niños de dos estratos socioculturales diferenciados, con el reto de recoger los efectos ideológicos del referido programa; “O mito na sala de jantar” (Fischer, 1982) que trabajó interpretativamente el discurso de niños y adolescentes sobre sus preferencias, críticas y expectativas en relación a la programación televisiva, en busca de los mitos contemporáneos creados por la TV; “O rádio dos pobres” (Lopes, 1988) que estudió los efectos ideológicos del discurso radiofónico popular sobre las poblaciones marginales residentes en São Paulo. Ya hacia el final de la década surgieron algunos otros trabajos como “A TV Globo em duas comunidades rurais da Paraíba” (Trigueiro, 1987) que tuvo como objetivo conocer el universo sociocultural de los receptores, abordado por la conjunción de la observación participante y técnicas cuantitativas; “Rosa Púrpura de cada dia: trajetória de vida e cotidiano de receptores de telenovela” (Sousa, 1986), cuyo enfoque estuvo en la vida cotidiana urbano-industrial y en las diferencias generacionales en el proceso de recepción; “Elementos para democratização da Televisão no Brasil” (Tilburg, 1987), que hizo un análisis de elementos de “complicidades y seducciones” establecidas entre “dominador y dominado” a través de programas televisivos donde su marca popular reside justamente en ese aspecto y “Telenovela e doméstica: da catarse ao distanciamento” (Bem, 1988), que analiza el papel de la telenovela en el espacio de la vida cotidiana de empleadas domésticas de origen rural. Esta última investigación parte de la teoría crítica para reevaluar la posición del receptor y el papel de la cultura de masa y de la cultura popular. Los diferentes universos culturales de los grupos sociales investigados, configuran las mediaciones en la recepción de los bienes culturales. En fin,
consigue apuntar la coexistencia en el universo popular de elementos de reproducción de la ideología dominante, así como de negación de esa dominación (Escosteguy, 1993). Observando el referencial teórico de esas producciones se constata que, en algunas investigaciones, está ausente ese tipo de reflexión o se encuentra demasiado fragmentada; en otras, hay una filiación rígida a los modelos teóricos dominantes en la época y, por fin, en un grupo menor se identifica la incorporación de determinadas categorías de los modelos dominantes aunque exista de manera implícita una postura que permita ampliar la discusión sobre la(s) audiencia(s) (ver Escosteguy, 1993). En la evaluación de Lopes (2002:30), se identifica “en las investigaciones de recepción en Brasil de los inicios de los 80 una especie de ‘teorización atrasada’ en relación a la reflexión ‘avanzada’ que se hacía a través de la Teoría de las Mediaciones. Eran teorizaciones ‘atrasadas’ porque marcadas por un fuerte esquema dualista: o se privilegiaba exclusivamente los modos de reelaboración/ resistencia/ refuncionalización de los contenidos culturales de las clases populares o se tomaban esos contenidos como completamente moldeados por la acción ideológica de las clases dominantes, vía medios de comunicación de masa”. De hecho, hay un pequeño conjunto de investigaciones que revela una aproximación al embrión de lo que más tarde puede ser denominado la tradición de investigación latinoamericana de audiencia15 que se desarrolla a partir de los estudios culturales, aunque esto no quiere decir que el cuadro teórico de tales investigaciones revele una incorporación más amplia de conceptos y autores allí situados especialmente de las proposiciones de Jesús Martín-Barbero. Luego, podemos afirmar que tales presupuestos, hasta el final de la década de 1980, no tuvieron influencia determinante en las investigaciones realizadas en Brasil. De modo bastante lento, ese panorama se va modificando hasta la incorporación de aquel 15 Esa tradición está compuesta por propuestas y/o modelos teórico-metodológicos que se inscriben en los estudios de cultura o más especificamente en los estudios culturales, aunque ni todos se inserten en el ámbito de los estudios de recepción. Ver Jacks, 1996: 176-184.
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referencial cuyo foco es el espacio cultural del receptor, o sea, el papel de las mediaciones en la configuración de la relación entre sujeto-receptor y medios de comunicación y no sólo las indicaciones de su influencia ideológica, de las lecturas diferenciadas de su discurso o de la actividad del receptor, objeto de la mayoría de las investigaciones anteriores, aunque no totalmente superado en la década de 90. En este sentido es importante resaltar la penetración de los trabajos de Martín- Barbero que introducen el concepto de mediación, así como sus estudios sobre cultura popular, y en este aspecto, también fueron importantes las contribuciones de Néstor García Canclini16. A partir de este referencial, por ejemplo, fue investigada la mediación de la cultura regional ( Jacks, 1993) y la mediación de la cultura campesina en la vida cotidiana rural de una comunidad (Ronsini, 1993), ambas con el objetivo de analizar la recepción de telenovela en el extremo sur de Brasil y teniendo a la identidad cultural como eje del análisis y interpretación. Esos dos estudios pueden ser localizados dentro de una tradición de investigación de recepción que se construye en América Latina a partir de la década de 1980 y en el contexto brasileño inauguran, en la década de 90, la incorporación de ese referencial teórico-metodológico en estudios empíricos17 .
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Desde el punto de vista de la institucionalización de la temática de la audiencia en el campo académico brasileño, es importante destacar que el inicio de la década de 1990 indica un movimiento en ese sentido18. De todas maneras, en ese período, la investigación del fenómeno de la recepción se desarrolló de forma dispersa, en distintos programas de postgrado (sociología, antropología, educación y comunicación) y, sobre todo, individualmente, lo que todavía ocurre, pues no se constituyeron, hasta el momento, grupos y núcleos de investigación institucionales o interinstitucionales, en torno de esa problemática, lo que constituye uno de los desafíos a enfrentar. En ese contexto, a partir de la segunda mitad de la década de 90, se observa un crecimiento sustantivo de la producción académica sobre el tema (Escosteguy, 2003). No obstante, ese
cúmulo de investigaciones no ha generado un amplio debate en el campo de la investigación brasileña en comunicación, si se le compara a la trayectoria de los estudios de audiencia en el medio anglo-americano. De un modo general, el análisis de un conjunto de investigaciones, realizadas en ese mismo período, bajo la fuerte influencia sobre todo de Jesús MartínBarbero, Néstor García Canclini y Guillermo Orozco, revela que, aunque las formulaciones de esos autores puedan ser vistas como asociadas a “un proyecto político de transformación social”, característica del análisis de la recepción derivada de los estudios culturales (Gomes, 2003: 35), ese vínculo no se establece de forma contundente, constituyendo una característica singular de los estudios brasileños de recepción. Otro aspecto que las investigaciones brasileñas revelan, es la ausencia de una discusión más profunda sobre las implicaciones de estudiar la recepción en el campo de la comunicación. Retomando las enseñanzas de Martín-Barbero, estudiar la recepción lleva al cuestionamiento del modelo comportamental que centraliza la acción en el emisor, por eso, investigarla significa posicionarse en un lugar a partir del cual se debe repensar el proceso entero de la comunicación. En realidad, la gran mayoría de esas investigaciones toma la audiencia en sí misma como objeto de estudio, lo que no coincide con la propuesta “barberiana”, uno de los principales pilares de las mismas. Allí se encuentra una provocación más, sobre todo, para aquellos que están realizando una reflexión sobre el desarrollo de la investigación brasileña de audiencia. Traducción: Mónica Villarroel M. 16
Según Lopes (1994: 177) “es sobre todo dentro de la temática de las culturas populares que una teoría compleja y multifacética de la recepción comenzó a ser desarrollada”. 17 Es a partir de 1995, entre tanto, que se percibe la mayor circulación de las corrientes latinoamericanas en trabajos empíricos desarrollados por alumnos/ investigadores de Programas de Post grado de varias regiones de Brasil, cuyo análisis de los motivos se encuentran en Jacks ( 1999). Ya en Escosteguy (2003) se observa que hubo una fuerte incidencia de la reflexión de Martín-Barbero a partir de 1997 cuando se publica la traducción de su obra mayor De los medios a las mediaciones. 18 La INTERCOM creó en 1990 el GT Comunicación y Recepción, siendo incorporado en 2000 al GT de Teorías de la Comunicación. En 1992 la COMPÓS creó el GT Televisión y Audiencia, que en 1996 obtuvo la denominación de Medios y Recepción.
Bibliografía:
Fotografía: karen ochoa
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Resumen: Se define procesos de evolución/ involución en los escasos estudios sobre recepción de medios existentes en Perú, considerando al sujeto receptor como objeto de la acción comunicativa. Sin embargo se produce hoy un salto cualitativo, asumiéndolo como sujeto complejo, quien practica nuevos operativos de aprendizaje y como ciudadanos los vigilan en tanto bien público. Palabras clave: recepción compleja, vigilancia, ciudadanía. Rosa María Alfaro Moreno. Educadora, Comunicadora. Profesora universitaria durante 25 años. Fundadora de la A.C.S. Calandria y actual directora ejecutiva de la Veeduría Ciudadana de la Comunicación Social. Autora de investigaciones y varios libros editados.
Rosa María Alfaro Moreno
DECLIVES EN LA INVESTIGACIÓN EN FAVOR DE LA VIGILANCIA CIUDADANA ESTUDIOS DE RECEPCIÓN MEDIÁTICA EN PERÚ
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El contexto de la sociedad peruana La investigación no es precisamente un campo de interés e inversión en nuestro país tanto desde el Estado como de la empresa privada, incluyendo el mundo universitario. Se explica en parte por dificultades económicas severas que no se resuelven y conducciones gubernamentales desordenadas y demagógicas. Nuestro país nunca pudo desarrollar una significativa o mínima industria cultural que se podría haber nutrido de estudios sobre el público. Las investigaciones en comunicación e incluso en otros campos decrecen en la medida que tanto mercado como gobiernos tienden a ser cortoplacistas en un funcionamiento de supervivencia o ganancia al día. No se busca información o conocimiento para planificar el futuro. De allí que las empresas mediáticas sólo midan su audiencia con métodos indispensables (Ibope) o busquen adaptarse a ella vía “focus groups” más como prueba de aceptación y rechazo de programas o innovaciones posibles de implementar que como comprensión y construcción de conocimiento sobre el comportamiento de los públicos desde el punto de vista sociocultural. El Estado apoya cada vez menos a estudios en general y más aún los referidos a este segmento, en la medida que el escaso presupuesto investigativo se dedica a resolver problemas sociales específicos fruto de una gran presión social o a compromisos que devienen de la propia gestión gerencial. 90
En ese clima, los estudios académicos sobre recepción han sido escasos en los últimos quince años. Nunca se logró colocar su importancia en la vida cotidiana de las universidades como tampoco en investigaciones de docentes, ni siquiera en tesis para obtener grados, salvo excepciones1 . En realidad no hubo estrategias de investigación que buscaran entender el impacto público de los medios destacando la importancia del sujeto receptor en el proceso comunicativo. Las universidades tienden cada vez más a ser espacios organizados alrededor del dictado de cursos, teniendo la investigación un papel irrelevante. En algunas instituciones por ejemplo se paga mejor la hora dictada que la investigada pues es considerada de menor valor. Y las llamadas extensiones universitarias han tenido una
dirección que poco ayuda a comprender a los sujetos de la comunicación, estancándose más bien en fenómenos mediáticos de conjunto, como por ejemplo el papel del periodismo en épocas de dictadura y de democracia. Si a ello añadimos que al haber sido ubicado el Perú no como un país pobre sino medianamente desarrollado, ha significado menos inversión de la cooperación internacional incluso en el campo de la acción comunicativa, por lo tanto la recepción ha sido reducida a unos cuantos héroes casi anónimos. La transición a la democracia ha sido casi un fracaso en el país. Y en ese sentido se atendió poco al sujeto receptor como ciudadano, eje importante de la democracia. Se le concibió más como consumidor que como público de medios. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha hecho notar, mediante la protesta como presión social desde la pantalla, a veces manipulada, otras no. Las encuestas trabajadas por distintas empresas y algunas universidades, le han dado importancia a los encuestados frente a la comunicación como un dato del quehacer público. En ese sentido son también opinión frente a la política, las autoridades y el comportamiento de los medios en estrecha relación con el poder, siendo especialmente críticos No era por lo tanto un sujeto pasivo. Entonces tenemos algunos fenómenos a cuestas que han creado un clima de cierto interés acerca de la recepción como sorpresa comunicativa de estos tiempos y de gran importancia, especialmente desde la mirada política: la comprobación visible de la corrupción en medios habiendo generado engaños generalizados y subordinación al poder; el declive de la credibilidad de los medios frente a la población con respecto a su poca capacidad para generar cambios en la gobernabilidad de autoridades y políticos desde el ámbito de la comunicación, mas bien explotaron el escándalo; la discusión participativa de la ley de Radio y televisión que nos mantuvo a muchos en ascuas. Hechos que 1
En ese sentido se acaba de presentar una tesis de Alicia Quezada en la Universidad de Lima que indaga sobre la recepción mediática relacionada con la cultura política de jóvenes universitarios. “Entre el poder y la desesperanza: dilemas actuales de jóvenes ciudadan@s frente al escenario político”. Una aproximación a la cultura política de las y los jóvenes limeños universitarios de sectores populares desde su televidencia de programas periodísticos
han generado sensibilidades que vienen demostrando el desarrollo de una capacidad impugnadora del receptor frente a los medios, especialmente desde lo político, pero también desde el entretenimiento. Es decir hay factores que presentan un nivel de crecimiento e importancia del receptor surgidas del contexto cultural y político que vive el país, haciendo notar la crisis de liderazgos existente. De esa manera, sabemos hoy que la ciudadanía pasa por los medios. Sin embargo tal interés no ha sido captado aún por las universidades, manteniéndose los estudios de recepción en receso.
propagandizadas por la radio, los partidos de futbol, la producción discográfica informal y los negocios colaterales, como diversos espacios sociales de encuentro, circulación y consumo. Igualmente los estudios sobre radio que se practicaron en el Perú en los que se siguió la pista de esa circulación cultural que ocurría en el país identificaron las rutas de una conversión de la cultura popular de los emigrantes provincianos en cultura del espectáculo3 . Es decir la tajante oposición entre cultura popular y cultura de masas estaba borrando sus fronteras.
La situación de los estudios: de la recepción de medios a nuevas miradas
El tema de las telenovelas, abonó aportes que permitieron comprender lo que el género significa al desarrollo de culturas populares que ya existían y se reeditaban modernizándose. Bajo la dirección de Jesús Martín Barbero se participó en una investigación latinoamericana que arrojó nuevos hallazgos sobre el melodrama en la telenovela y sus audiencias desde el país, relacionando oferta 4 y recepción5 , antes miradas de manera separada. Si bien tales estudios estaban más centrados en el mundo universitario de facultades de comunicación y a veces de periodismo, tuvieron su importancia en la investigación y enseñanza académica de las generaciones de entonces.
Los ochenta fueron los años de mayor preocupación por la recepción, tanto en el debate como acerca de su definición desde el campo académico. Hubo una corriente que puso en tela de juicio el simplismo de aquellos análisis ideologizados de los años setenta que sólo admitían una relación de manipulación maniquea entre medios y receptores. Se tendía a explicar los comportamientos y simbologías culturales como efectos de una relación centrada en comportamientos reactivos de los públicos frente a diversas ofertas de los medios, miradas como contenido. Hubo tesis universitarias y muchos artículos al respecto, discutiéndose sobre lo que significaba la recepción. Fue la década donde los debates teóricos tuvieron mucha fluidez y significaron confrontaciones, además de nuevos aprendizajes y lecturas sobre la comunicación mediática. Los estudios realizados por Jesús Martín Barbero iban en esa línea explicando la recepción más allá de ella misma, entendiéndola mas bien como encuentros culturales en el marco de búsquedas del reconocimiento como de representación cultural. En el país la radio significó un objeto de indagación de las relaciones construidas entre emisores y receptores, las que permitían desarrollar la formación de nuevas identidades culturales en el proceso de migración cultural en relación con el medio2 pero saliéndose de él, entendiendo al receptor como un sujeto cultural dinámico que transitaba de la escucha radial a sus asociaciones provincianas, a fiestas
Sin embargo, en la práctica éstas apreciaciones no coincidían con las propuestas educativas de análisis crítico de los medios motivados por la llamada comunicación alternativa, que si bien eran un avance significativo al colocar al receptor como principal intérprete del fenómeno comunicativo, seguían buscando las huellas de la influencia negativa de los medios sobre sus consumidores para liberarlos. Es decir era una relación entre salvadores y víctimas sin encontrar ni tipicar lo que en ese encuentro se producía. 2
ALFARO Moreno. Rosa María “De la conquista de la ciudad a la apropiación de la palabra”. Tarea-Calandria. Lima 1988 3 TELLEZ Ruben y otros en “Cultura de masas y cultura popular en la Radio Peruana” Calandria-Tarea. Lima 1990 4 QUIROZ María Teresa y CANO Ana María “Los antecedentes y condiciones de producción de telenovelas en el Perú”. Estudios sobre las Culturas Contemporáneas. Volumen II/febrero71988/ número 4-5. Revista de Investigación y Análisis. Universidad de Colima. México 1987. 5 ALFARO Moreno Rosa María. “Los usos sociales populares de las telenovelas” en el mundo urbano”. Estudios sobre las Culturas Contemporáneas. Volumen II/febrero71988/número 4-5. Revista de Investigación y Análisis. Universidad de Colima. México 1987.
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los 90, empezaron a adquirir relevancia estudios desde otros campos disciplinarios como la antropología y la sociología, haciendo de la recepción un foco de interés interdisciplinario. Al mismo tiempo la recepción empezó a conectarse con otros campos de aplicación como el de educación, la equidad de género, la situación de niños y adolescentes, la influencia política de los medios en la conformación de opiniones públicas de los receptores. Tal viraje significó también que los públicos se diferenciaran entre sí, saliendo del concepto homogenizador de “masas” para identificar mas bien las diferencias entre diversos sujetos de la recepción. La segmentación de públicos que los medios desarrollaron fue entonces tomada en cuenta, reinterpretada y diversificada. Aunque en realidad, se interpuso la urgencia de cambios vinculados al desarrollo y cambio social entendiendo la recepción no sólo como un espacio de influencia sino de producción de nuevas estrategias de cambio.
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La pionera en relacionar medios de comunicación con educación fue María Teresa Quiroz indagando acerca de los fenómenos de recepción en escolares del nivel primario y especialmente en el secundario 6 , encontrando así las vinculaciones entre receptores y medios, como las antítesis existentes entre educación y comunicación7 . Análisis que tuvo una influencia formativa en muchos estudiantes e investigadores de facultades de comunicación. Ello llevó a instalar un curso específico sobre el tema en los planes de estudios universitarios. Este texto como muchos otros fueron circulando por el país más a partir de conferencias o eventos de capacitación y no solamente por la distribución y lectura del original, como suele ocurrir en nuestros países. Desde el inicio de los noventa se releva la importancia del receptor como sujeto educativo que aprende de los medios, es decir. tratando de comprenderlo como sujeto cultural en situaciones sociales determinadas. Esta tendencia fue luego secundada por otros académicos, sin embargo no tuvo acogida en las escuelas ni en las instancias educativas del Estado, manteniéndose la carencia de diálogo entre educación y comunicación, manteniendo a la cultura audiovisual al margen del aprendizaje. Tales preocupaciones se expresaban de manera
parcial desde el campo de la comunicación más académica pero no de la educación o mejor dicho desde sectores más académicos interesados en la comunicación y la educación. 8 La recepción crítica de los medios fue cambiando de sentido es decir se redimensionó. Lo que interesaba es que estudiantes de las escuelas se formen como intérpretes simbólicos de doble vía, en cuanto a temas y aconteceres que se presentan en los medios, pero a la vez sobre el modo cómo ellos mismos los ven, tratando de analizar las intencionalidades contenidas en el diálogo. El acumulado de críticas y planteamientos no podían terminar en el aula sino prolongarse hacia la sociedad, ser conocida por los ciudadanos, empresarios y autoridades del Perú, por el sistema educativo en general. En ese sentido, la recepción crítica no se queda y termina en el aula. Los medios públicos podrían abrir sus puertas y visibilizar la demanda de la comunidad sobre ellos mismos. ”El cruce de dinámicas que convierte la comunicación en ecosistema y éste en la más fuerte diversificación y descentramiento del saber, hace cada día más manifiesto la esquizofrenia entre el modelo de comunicación que configura una sociedad progresivamente organizada sobre la información y el modelo hegemónico de comunicación que subyace al sistema educativo. con el consiguiente agrandamiento de la grieta entre la experiencia cultural desde la que hablan los maestros y aquella otra desde la que aprenden los alumnos”9. En cuanto a la recepción privilegiada en universidades fue la referida a medios audiovisuales, especialmente televisión y en menor medida la radio, pues la oferta merecía estudios específicos de una cultura popular naciente la que luego 6
QUIROZ María teresa. “Todas las Voces. Comunicación y Educación en el Perú”. Lima: Colección Contratexto de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima, 1993. 7 QUIROZ María Teresa: “La investigación en comunicación y EDUCACIÓN: mirada crítica, nuevas tendencias y necesidades futuras. Publicado en CD ROM Por la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social. Lima, 20-22 de julio de 1999. http:// www.felafacs.org 8 ALFARO Moreno Rosa María “Educación y comunicación: ¿ a la deriva del sentido de cambio?. En “Comunicación-Educación. Coordenadas. Abordajes y travesías” Universidad Central-DIUC. Siglo del Hombre Editores. Bogotá 2,000. 9 MARTIN Barbero Jesús “ Oficio de cartógrafo. Travesías latinoamericanas de la comunicación en la cultura”. Fondo de Cultura Económica. Santiago de Chile, 2,002. Página 333
alrededor del año 2,000 empezaría a convertirse en una industria cultural mediática. Sobre televisión aparecieron estudios dispersos sobre recepción y ligados a otros temas, donde importaba identificar un mapa de responsabilidades en la relación niños y televisión, las que configuraban un mapa de valores no siempre positivos. Así toman cuerpo los padres, la televisión y el sistema educativo, destacándose el espacio familiar como un lugar de construcción de la recepción televisiva infantil, la dicotomía ente escuela y televisión. Es decir, la recepción no era un consumo sino una interlocución de sujetos inscritos en diversos espacios de construcción de sentido. Se recurrió a métodos variados para conocer de qué estaba hecha la fascinación infantil con respecto a la televisión, usando para ello la observación, la representación televisiva como juego infantil, las opiniones de padres y niños, las entrevistas a los diversos actores. Se culmina con propuestas a padres y educadores. Es decir, se constituye en un esfuerzo que se realiza en los 90 por “investigar para transformar”, siendo sin embargo estas propuestas muy aisladas10 . El fenómeno comunicativo integral empieza a tomar lugar. Y mientras que las instituciones u organizaciones gubernamentales del desarrollo no llegaban a articular temas o sujetos del cambio social con la comunicación, excepto cuando se denunciaba, la Asociación de comunicadores Sociales Calandria dedicó muchos esfuerzos a comprender el fenómeno de la recepción pero también confrontándola con la oferta de los medios desde sus diferentes géneros. En ese sentido, se practicaron encuestas y trabajos de focus groups conociendo lo que la gente pensaba y sentía sobre los medios y la mujer, qué apreciaba y qué cuestionaba, para luego lanzar su proyección política. Es decir el investigar sobre recepción adquirió un sentido práctico de incidencia pública que fue el primero que se abordó en nuestro país. Los finales de los noventa podemos ubicarlos como un conjunto de preocupaciones por la cultura política ciudadana y el impacto de los medios en su formación. Ello nos ha llevado a asumir “la comunicación en lo que tiene de intercambio de sentidos e interpretaciones sociales: con lo que significa una producción y circulación democrática de mensajes pero también con la importancia de su apropiación y
resemantización social”11 . La recepción en ese sentido navega y busca, se entretiene e intercambia opiniones y posiciones sobre el poder. Nunca está tranquila. Pero al mismo tiempo surgen intereses que continúan hasta hoy repensando al sujeto de la comunicación desde el ámbito de uso de las nuevas tecnologías. En los últimos años ha surgido el interés por investigaciones más vinculadas a las nuevas tecnologías.12
Investigaciones suplantadas por mediciones de sintonía: un paso atrás en la investigación y enseñanza universitaria Las investigaciones de recepción nunca fueron frondosas en nuestro país, mas bien son hasta ahora escasas, aunque curiosamente lideradas por mujeres. Éstas al encontrarse ubicadas básicamente en los recintos universitarios, han estado sujetos a los procesos institucionales vividos. Nuestros estudios nunca pudieron ni quisieron ser útiles para los medios, siempre fueron mas bien una expresión crítica de las ofertas y sus sentidos reales y simbólicos, de carácter académico. Es decir se ubicaron en el mero estudio, de tal manera que influyeran en la enseñanza de la comunicación o para el intercambio latinoamericano entre docentes e investigadores. Sin embargo, entre la investigación sobre recepción y la formación curricular no hubo mucha correspondencia. La preeminencia del perfil del comunicador como productor o periodista tuvo más peso. El saber hacer en sí mismo fue más importante que conocer a los sujetos de la comunicación. En una universidad importante del país en cuanto a formación profesional, el curso de Públicos y Demandas que se dictaba en los últimos 10 ALFARO Rosa María y MACASSI Sandro. “Seducidos por la Tele. Huellas educativas de la televisión en padres y niños. Calandra. Lima 1995. 11 REY Germán en “ Deambular entretenerse, intercambiar: medios de comunicación y expresiones ciudadanas”, en ”Educación Ciudadana, Democracia y Participación”. GRADE.USAID. Página 238 12 QUIROZ María Teresa Videojuegos ó los compañeros virtuales. Lima: Fondo Editorial de la Universidad de Lima, 1996. Aprendiendo en la era digital. Lima: Fondo Editorial de la Universidad de Lima, 2001. Aprendizaje y Comunicación en el Siglo XXI. Buenos Aires: Norma, 2003. Jóvenes e Internet. Entre el pensar y el sentir. Lima: Fondo Editorial de la Universidad de Lima, 2005.
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ciclos, generando pequeñas indagaciones que motivaron a los estudiantes a conocer a los receptores, pasó a ser otro curso más básico a los primeros ciclos. Así el encuentro con la recepción fue cambiado en dos rutas fatales, una acerca del retroceso en su ubicación que se colocó en los primeros ciclos cuando los estudiantes no entendían para qué era necesario conocer a los públicos de los medios. Y cuando siguió el modelo de identificación entre recepción como fenómeno o dimensión de los sujetos a ser un curso metodológico más, convirtiendo a los medios en sujetos en desmedro de sus públicos. Finalmente, algún sector de la sociedad peruana, más allá de facultades de comunicación destacó mediante un evento y su posterior publicación sobre Educación ciudadana, incorporando la comunicación como un aspecto importante abordando la influencia de los medios en la formación ciudadana, a partir de tres exposiciones, desde donde se ve al sujeto como receptor ciudadano. Los fines de los noventa fueron frondosos en esta asociación.
Otro enfoque como resultado
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En todo este recorrido hubo transformaciones en los enfoques y en las metodologías aunque estas últimas están permaneciendo algo más anquilosadas. Quizá la única novedad estaría en las consultas ciudadanas que ligan lo cuantitativo y lo cualitativo colocando al entrevistado como un juez desde sus propias categorías receptoras adquiridas y su experiencia social, política y cultural13 en conexión, o también están los juicios infantiles a la televisión, comparando luego sus resultados con consultas más amplias a muchos más niños14 . En ese sentido fue muy útil comprender a los sujetos de la comunicación como no coherentes y armónicas, sino como inestables y mutables. “Podremos entonces concebir al agente social como una identidad constituida por un conjunto de posiciones de sujeto que no pueden estar nunca totalmente fijadas en un sistema cerrado de diferencias; una entidad construida por una diversidad de discursos entre los cuales no tiene que haber necesariamente relación, sino un movimiento constante de sobredeterminación y desplazamiento”15 . Esta suposición que las
identidades son fijas y armónicas, provenientes del sector social, la cultura y la educación recibida, puede ser un error grave, pues al convocar a la participación ciudadana no estamos ni frente a buenos ni a malos sino a ciudadanos errantes con posiciones diferenciadas, pues en unos lugares serán dirigentes y en otros subordinados, entre muchas más diferenciaciones. Por ello no se identifica contradicciones y conflictos que los habitan y que pueden jugar a favor o en contra de una intervención o de una investigación. De allí que partir del otro y convocarlo, significa apelar a muchos de sus sentidos y capacidades para ponerse en actividad. Tampoco se toma en cuenta la inmensa necesidad de nuestros pueblos de ser representados y reconocidos simbólicamente como iguales y capaces de transformar la realidad, admitiendo las diferencias como algo natural y a favor. Es decir el receptor es ahora visto como un actor o un protagonista de la comunicación, con palabra y opinión. El receptor es un sujeto multifacético al interior de su propio posicionamiento como público de los medios. Necesitamos para ello ingresar valientemente al campo de la interpretación, identificar fenómenos explícitos e implícitos, avanzar en cruces, provocar asociaciones, identificar organizadamente la expresión de dudas y conflictos. Salir de la pregunta e ir a los imaginarios y supuestos posibles de cada respuesta como de la trama desde la cual se dijeron las respuestas o tendencias, actitud indispensable para poder luego regresar a la estadística o a lo dicho. Los datos son un referente y no una dogmática conclusión. Necesitamos romper estas ataduras. El análisis es indispensable, buscando las inferencias, lanzando hipótesis, haciendo propuestas y contrapropuestas. Los otros, nuestros públicos, merecen ser reconocidos como sujetos ricos en simbologías y subjetividades dialogando con sus realidades y conflictos, necesitan que nos esforcemos e imaginemos lo que sienten y piensan, para que su palabra pueda convertirse en 13
Se viene aplicando en el país por la Veeduría ciudadana desde hace tres años, para conocer mejor al receptor, influir en medios y para levanta el tema de la comunicación como discusión pública. 14 Es una investigación que actualmente se realiza desde la Veeduría, juicios que se aplicaron en quince grupos de niños de Lima y Cuzco incluyendo áreas rurales. 15 MOUFFE Chantal “El retorno de lo político. Comunidad, ciudadanía, pluralismo, democracia radical”. PAIDOS Estado y Sociedad. 1,999. Barcelona. Página 110
Fotografía: luis f. escobar
hipótesis sobre lo que podrían haber querido expresar. Desde la Veeduría nos hemos siempre distinguido por hacer de las preguntas, respuestas y porcentajes, los nuevos enigmas a descifrar, caminos vírgenes del aprendizaje, indispensables en todo proceso comunicativo. Los estudios de recepción han sido marcados, lamentablemente por una lectura fría de informaciones y respuestas organizados en cuadros duros que nos ayudan a comprender esta situación ezquizofrénica de gustar y despreciar a los medios. Más del 80% de los ciudadanos en el Perú no creen en ellos y los juzgan como malos. En ese sentido pesa la costumbre mediática y la nueva experiencia del cable que crece por paquetes adquiridos o pirateados, inclusive por consumirlos en casa de familiares y vecinos16 . Así nada es exacto y mucho es posible. Ser receptor de medios no significa un simple proceso de elección fría, racional y medida, frente a una variada oferta de productos audiovisuales determinados, encontrando la mejor. Cuando lo haces estás ubicado en una realidad concreta, sea una pequeña sociedad de familiares o de amigos con los que ves televisión o quizá se vive solo con la pantalla al frente. Además cada persona está involucrada en situaciones específicas emotivas, psicológicas, sociales, educativas, culturales, etc., desde las cuales cualquier decisión sobre qué seleccionar y entender puede tener diferentes rutas según lo que cada uno acostumbra a hacer y las sensibilidades ya construidas. Depende del tiempo en que te encuentres y de tus añoranzas de futuro, muchas de las cuales se han venido conformando en interacción con los medios, especialmente con la televisión y los acontecimientos que ésta coloca en movimiento visual. También cada ciudadano tiene una historia cultural desde la cual ha ido formando sus modos de entretenerse y sus posibilidades económicas de hacerlo. Las sensibilidades se han ido forjando de diversa manera. Es decir elegir y navegar con el control remoto es un quehacer complejo y diferenciado, según cada individualidad y las distintas colectividades a las que pertenece. A la vez constituye un acto de interlocución con lo que ves, más aún si te aficionas a un género o programa que te agrada y lo consumes con continuidad. Estás frente a la pantalla mundo
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Como queda así establecido en el estudio realizado, actualmente en impresión titulado “Atracción Fatal. Gritos y susurros de género en la pantalla”. Autoras: Alicia Quezada y Rosa María Alfaro.
y tu realidad más local, insertas ambas en cada persona de manera subjetiva, sujetas a múltiples interpretaciones y formación de sentidos éticos y estéticos. En esa mirada, elegir un programa no es un hecho inocente, casual y sin ninguna influencia o explicación posible. No es una reacción mecánica a la oferta tal porque es buena. Al preguntarle a los ciudadanos sobre lo que ven con frecuencia, nos enfrentamos a una alimentación cotidiana de símbolos y valores o contravalores con los que toda audiencia se confronta, para aprobarlos o desecharlos o ser influidos de a poco por ellos. Estos se van descubriendo y se van asumiendo mediante un procedimiento complicado de apropiación, indiferencia o rechazo. Incluso es posible que se produzcan identificaciones con uno o varios personajes y sus estilos, con el tipo de oferta comunicativa que se legitima al estar en un espacio público y con las propuestas de interpretación de lo que ocurre en la realidad representada y que todo producto cultural contiene. Como también, tal como veremos después, la televisión nos sirve a todos para organizar y priorizar nuestras maneras de ser, juzgar y opinar frente a lo que vemos y también sobre lo que no está y permanece oculto, pues es por algo que no es visible.
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Pero, cuando hay una preferencia, de alguna manera hay mejores condiciones para identificarse con lo que se propone porque hasta parece correcto lo que ocurre en la pantalla. Hay otras circunstancias diferenciales importantes articuladas a los problemas que vivimos como sujetos y como sociedad, que no definen aprobaciones absolutas sino relativas y hasta confusas. Cuando se ve, puedes también nutrirte por confrontación con el deber ser ideal, o en otros casos hay correspondencia con deseos e imaginarios que tenemos en nuestras mentes, o simplemente se consume por pasar el tiempo y vencer el aburrimiento, enfrentándose a su propia crítica. También se da el caso que con lo que ves aprendes, sea bueno o malo. Es decir, siempre lo que ves siendo público deja las huellas de un sentido común legitimado por el propio medio, el que no siempre está sustentado o probado como tal.
Cuando los seres humanos estamos influidos por principios y realidades en conflicto, saber de los públicos es más difícil y debemos concluir con preocupación cuán poco se invierte en nuestro país sobre el conocimiento de sus audiencias. No hay mucho interés por saber qué pasa con la oferta en los públicos. El “rating” dice tan poco y los “focus groups” son tan limitados por el sentido de medición desde el que parten y adónde van. Así descubrimos como al mismo tiempo que se ve con frecuencia un programa, se es crítico frente a él, como fenómeno que venimos constatando desde hace varios años. Hay quienes con cierta simplificación afirman que la gente es hipócrita y culpable de la televisión que tenemos. Otros en cambio se explican que se hacen malos programas porque es lo que a la gente le gusta. Ambos son juicios morales condenatorios y despreciativos que no podemos aceptar, pues sería consideran a las personas como incapaces de crecer y aprender o de albergar con derecho comportamientos aparente o realmente contradictorios. Esta consulta y su respectivo análisis intentan aportar a la comprensión de la recepción, desde varios enfoques. Así lo que dice el “rating” cuando se tiene sintonizado un canal es diferente a cuando se cuenta con consumidores frecuentes. Es también distinto a cuando se le otorga credibilidad y confianza a un programa o simplemente no se le cree. Tampoco las categorías anteriores sirven para una premiación/ valorada que pone el juicio racional de por medio. No se puede deducir del “rating” como si fuera el único indicador válido de satisfacción de la gente. Estas disparidades deben ser tomadas en cuenta por todo empresario anunciante, medidores o encuestadores y también por gerentes de producción y profundizar más en ellas. También están otras circunstancias desde las que se ve. Por ejemplo, muchas veces se consume porque alguien importante de la familia lo impone aunque no te plazca. En otras ocasiones es porque produce curiosidad aunque se tenga un gran desprecio por la oferta. Hay gente que se expone siempre a lo que no está bien para reírse o para entender la lógica del asunto en cuestión. Hay casos donde la oferta seleccionada es la más entretenida de la programación horaria total. Y cuando se navega entre ofertas mediocres,
es posible que la más visible no signifique que sea buena o mejor que las demás. También es probable que la gente se acostumbre a una modalidad porque aún no ha visto otras mejores. Hay incluso gente que ingresa a su casa y prende el televisor como radio y se va a otra habitación sin prestarle atención. Si la competencia de la televisión peruana fuera de calidad, ésta haría más lúcido el hecho de elegir y aficionarse a un género determinado. El caso más clamoroso es el de mucha gente que ve a Magali Medina y la detesta, porque entretiene un rato, se ríen de ella y no hay alternativas mejores, pero si las hubiera cambiarían al instante. Conocer al público ciudadano y sus diferencias es una responsabilidad comunicativa clave para una ética televisiva. Y lamentablemente hay poco que deducir sobre preferencias y opiniones desde el simple porcentaje de sintonía. Es terrible que ese dato tan simplista sea tan importante para todos, especialmente para los que invierten en publicidad. Hace dos años cuando hicimos un trabajo similar al presente pero centrado en telenovelas y publicidad, la información demostró que había pocos avances en cuanto a la emancipación ciudadana de la mujer, desde la percepción de la gente y nuestra. La conclusión que pudimos construir fue que no había correspondencia entre lo conquistado en cuanto a la equidad de género en el campo legal en el país y la imagen de mujer, varón y pareja que se presentaba en ambos formatos audiovisuales. Lanzamos así la hipótesis que desde las expresiones comunicativas y simbólicas de la oferta televisiva, o sea culturales, se frenaba la apropiación del público del principio de igualdad entre varones y mujeres, como un derecho humano de todos. Esta vez quisimos indagar si pasa lo mismo con otros géneros vinculados al entretenimiento, de tal manera que pudiéramos definir los rasgos característicos de la programación en general de nuestra televisión y saber qué valores perciben nuestros públicos acerca de esta construcción de identidades femeninas, masculinas y de pareja, desde los momentos de ocio o diversión. Esperamos que éste sea un insumo interesante para los propios medios, ayudándoles a identificar errores y calificar su oferta, enfrentándolos a la demanda de entretenimiento que formulan los
públicos del país. Aspiramos a que nos escuchen. Sabemos que en algún momento se darán cuenta de sus errores, al comprobar lo que pasa con sus públicos quienes sí se apropian de lo que les está ofreciendo la pantalla.
La vigilancia: nuevo sostén investigativo sobre recepción de medios, consultas y cuestionamiento público a los medios La llegada del siguiente siglo, presidida de los últimos años del anterior, permitió valorar la democracia en todos sus campos de acción incluyendo los medios de comunicación y de allí a los ciudadanos también receptores de los medios. El público de los medios empezó a verse también como ciudadano “mediático” pues al consumirlos iba formando su cultura y opinión política, influyendo inclusive sobre sus decisiones u opciones políticas. Se identifica por ejemplo a la radio como espacio ausente de ciudadanía. Y se la incrimina como lugar simbólico de construcción ciudadana y de adquisición de poder político en experiencias democratizadoras. Se releva a la recepción a la categoría de ciudadana identificando su importancia en algunos sujetos como las mujeres,17 además de sus deficiencias y logros 18 , acentuando la importancia de la participación comunicativa de receptores19 . Si bien es un aporte más amplio que el de los territorios, en el caso peruano marcó una época, que hoy podemos identificar como de reconocimiento de la importancia de los medios en los públicos receptores. Lo que ha llevado a generar incorporaciones de instituciones del desarrollo en medios con programas propios para poder llegar a la ciudadanía y de incrementar presiones políticas y leyes que consideren al ciudadano como un sujeto de derecho en el campo de la comunicación.
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CHARLES Mercedes “Recepción radial y construcción de la Ciudadanía Femenina”. En: la radio ciudadana del futuro- Ceaal Calandria. Lima 1999. 18 MACASSI Sandro“Los informativos radiales una encrucijada desde la recepción”. En: La radio ciudadana del Futuro. CEAAL Calandria. Lima 1999.
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En el país se viene aplicando dos tipos de herramientas para medir a las audiencias: el método de Ibope útil para la televisión y las encuestas de opinión sobre los medios. Sin embargo se ha producido una evolución. El receptor es un actor social, político y cultural/comunicativo, cuyas diferentes lecturas de los medios se cruzan entre sí. Al mismo tiempo aparecen voluntades de monitorear o vigilar a los medios, desde Ongs y algunas entidades académicas o periodísticas que hacen seguimiento a los medios en determinados temas, como derechos humanos, la equidad de género, el tratamiento infantil. Pero es también novedoso que sean los propios consumidores de medios que se redefinen como sujetos que vigilan a los medios dando opiniones, haciendo circular email, desde páginas críticas en el mundo virtual. El receptor sería ahora un ciudadano público de los medios que tiene derecho a presionar por cambios. Son interesantes los textos que comparan la emisión con la recepción recuperando los contextos existentes. Podemos en ese sentido nombrar a: “los niñ@s Te Ven y ¿qué ven?. Una televisión que divierte y desencanta” con artículos referidos a recepción de niños20 , adolescentes21 y adultos padres de familia 22 . Veeduría Ciudadana de la Comunicación social. Lima, 2,002. “Atrapadas sin salida”. Imágenes de mujer y de pareja en telenovelas y publicidad” Veeduría Ciudadana de la Comunicación Social.23 WACC. Lima 2,003. 98
“Atracción Fatal. Gritos y susurros de género en la televisión” actualmente en imprenta24 Este tránsito ha sido posible gracias a la relación que se empieza a establecer entre comunicación y democracia desde un sentido más cívico y ético. Surge la noción de lo público. 19 ALFARO Moreno Rosa “¿La radio en crisis? ¿Ciudadanos sin palabra sonora?” En: La radio ciudadana del Futuro. CEAAL Calandria. Lima 1999. 20 AMPUERO Francisco. “Una televisión que atrae pero perturba. L@s niñ@s limeños frente a la programación televisiva. 21 MACASSI Sandro. “Enganchados pero insatisfechos con la televisión. Demandas y observaciones de los adolescentes a la programación televisiva”. 22 ALFARO M. Rosa María “Consulta ciudadana: los adultos demandan una televisión responsable y educativa” 23 cuyas autoras fueron QUEZADA Alicia, ALFARO M. Rosa María. 24 de las mismas autoras.
Bibliografía: MACASSI, Sandro (2002). Adolescentes limeños frente a la pantalla. Demandas y observaciones a la programación televisiva. En: Los niños te ven y ¿Qué ven? A.C.S. Calandria. 2002 MACASSI, Sandro; Ampuero, Francisco y Quezada, Alicia (2001). Estereotipos de Género. Un análisis del tratamiento de lo masculino y femenino en la publicidad, telenovelas y en la prensa peruana”. PROMUDEH, Ministerio de promoción de la mujer y del desarrollo humano. Gerencia de la promoción de la mujer. Lima. 44 pp. MACASSI, Sandro y Ampuero, Francisco (2001) “La prensa amarilla y cultura política en el proceso electoral”. Calandria Fun. Konrad Adenauer Stiftung. Alfaro, Rosa María y Macassi, Sandro (1996).»Mirando la tele. Huellas educativas de la televisión en padres y niños». CALANDRIA. MACASSI, Sandro (1993). «Recepción y Consumo Radial: una perspectiva desde los sujetos». En DIA LOGOS de la Comunicación N 33. Revista de la asociación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social. Febrero. MACASSI, Sandro (1990).»La película Juliana y su Público». En: Chaski Informa Año3 N-3 Marzo 1990.
LOS ESTUDIOS DE RECEPCIÓN EN ECUADOR: PARADOJAS, VACÍOS Y DESAFÍOS Fernando Checa Montúfar
Resumen: Quito fue una suerte de "capital de la comunicación latinoamericana" com la presencia de ocho organizaciones internacionales de comunicación. No obstante esto y las importantes actividades realizadas en el campo comunicacional, paradójicamente los efectos, especialmente en el ámbito de la investigación, han sido mínimos. El texto pone en evidencia la condición marginal de la investigación en el Ecuador (aunque con un interesante repunte en los últimos años) y, más aún, la de los estudios de recepción (ER). Palabras clave: investigación, recepción, Ecuador Fernando Checa Montúfar: periodista y profesor universitario, MA por la Universidad Andina (Quito), Ph. D. (c) por la Universidad de Michigan; actualmente es catedrático en la Universidad Andina de Quito.
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Hace 30 años, Martín-Barbero sufrió un “escalofrío epistemológico” que le transformaría su sensibilidad y sus mapas mentales y le obligaría a renovarse teóricamente. Cuenta que le sucedió en el cine México, ubicado en un barrio popular de Cali. Allí se exhibía, hacía 6 meses, el melodrama mexicano La ley del monte. Él y otros letrados académicos se burlaban mientras veían ese “bodrio argumental y estético” mientras el público popular y asiduo de la sala lo veía en un silencio asombroso. Al poco rato, algunos espectadores se acercaron y les amenazaron: “o se callan o les sacamos”. Mientras Martín-Barbero se hundía avergonzado en su butaca dejó de ver la película para mirar a la gente y preguntarse: “¿qué tiene que ver la película que yo estoy viendo con la que aquellos ven?, ¿cómo establecer relación entre la apasionada atención de los demás espectadores y nuestro distanciado aburrimiento? En últimas ¿qué veían ellos que yo no podía/sabía ver?” (2002: 29). Así, del escalofrío pasó a la “ruptura epistemológica”, a la necesidad de cambiar el lugar desde donde se formulan las preguntas, de pasar del texto al con-texto, al espacio del consumo, la cultura y la vida cotidiana. Lo cual implicó ”un desplazamiento metodológico indispensable, hecho a la vez de acercamiento etnográfico y distanciamiento cultural, que permitiera al investigador ver con la gente, y a la gente contar lo visto” (29); es decir, indagar los usos sociales y la (re) producción de sentidos y prácticas que se generan a partir del consumo de los productos culturales. Fue a mediados de los años 70 y, no obstante la cercanía cultural y geográfica de esa ciudad y de la experiencia fermental que allí se inició, el influjo de esa nueva epistemología no llegó a Ecuador. Y a esta paradoja podemos sumar otra. Hasta hace pocos años, Quito fue una suerte de ”capital de la comunicación latinoamericana”, por un hecho envidiable: en esta ciudad se encontraban las matrices de ocho organizaciones internacionales de comunicación: CIESPAL, OCIC-AL, UNDA-AL, UCLAP, AMARC, ALER, PROA y el Proyecto Latinoamericano para Medios de Comunicación de la Friedrich Ebert Stiftung. No obstante esta presencia y las importantes e influyentes actividades realizadas
por esas organizaciones en el campo comunicacional, los efectos en lo nacional, especialmente en el ámbito de la investigación, han sido mínimos. Este trabajo pone en evidencia la condición marginal de la investigación en comunicación en el Ecuador (aunque con un interesante repunte en los últimos años) y, más aún, la de los estudios de recepción (ER), tema en el que nos centramos1. Uno de los problemas fundamentales que encontramos es la seria dificultad para acceder a la información pertinente, especialmente en lo atinente a tesis de pregrado y posgrado, lo que ha determinado que el análisis se limite a lo que sobre ER se ha publicado en los últimos 15 años. Así, la información que se presenta a continuación no es exhaustiva, debido a los problemas de información que son múltiples. Los más importantes son los siguientes. No hay una conciencia sobre la importancia de la información y, por tanto, no hay una “cultura de la información” (registros, sistematizaciones, difusión y diseminación, accesibilidad, etc.) más grave aún pues los sistemas de información son un insumo básico de la investigación. Muchas instituciones no tienen página web o si la tienen suele ser muy elemental y desactualizada, son escasísimas las que tienen un servicio eficiente y completo. Hay un celo profundo para entregar información. El caso de las empresas encuestadoras es patético, no sólo que creen haber inventado el agua tibia, sino que quieren patentarla. Se negaron a entregar información aduciendo confidencialidad, desconfianza profesional, temor de que les “copien” metodologías y les “pirateen” resultados, pese a la insistencia de que sólo queríamos datos generales sobre el tipo de investigaciones que realizan, temas y frecuencias. En todo caso, se sabe que la docena de encuestadoras existentes en el Ecuador generalmente realizan verificación de audiencias de programación general, de programas específicos y consumo de marcas; también estudios de mercado previo al 1
Este trabajo tuvo como base un primer levantamiento de información que hicieron los alumnos y alumnas de Nilda Jacks, en la UASB-Q, a quienes reconocemos su esfuerzo y les agradecemos.
lanzamiento de productos, programas o medios de comunicación. Esta investigación siempre está centrada en enfoques cuantitativos y en el comportamiento estrictamente comercial del consumidor y no en sus comportamientos sociales; la perspectiva del marketing es la gravitante y no la de los impactos culturales.
ni tiempo para actualizarse e investigar pues deben diversificar sus fuentes de ingresos. Además, hay un reducido mercado ocupacional para investigadores, lo cual inhibe la generación de ofertas académicas en investigación de la comunicación y reduce el interés de los estudiantes en ellas.
Otro problema es la falta de coordinación interinstitucional para sistematizar información, crear bases de datos y redes. No hay registros intra e interinstitucionales adecuados, salvo poquísimas excepciones, o los hay pero sin accesibilidad eficiente. Otro problema es el desconocimiento del tema y de lo que la propia institución hace, en los encargados de la información. Esta es una perspectiva general de las carencias en información que afectan a la investigación de la comunicación y a la investigación de la investigación, que es nuestro caso. A ello se suman los relacionados con la actividad en sí misma.
A esto se suma un agravante: las poquísimas especializaciones en investigación que existían en Ecuador desaparecieron para dar paso al incremento de las vinculadas a las necesidades del mercado. Actualmente, 44 universidades ofrecen programas de comunicación en pregrado (con títulos de tecnólogo, licenciado, ingeniero). Se ofrece un total de 85 especializaciones, según el siguiente detalle: Comunicación Visual, Multimedia, Diseño Gráfico, 16 (18.8%); Comunicación Organizacional, Corporativa, Empresarial o Relaciones Públicas, 14 (16.5%); Publicidad o Marketing, 11 (12 .9%); Periodismo, 10 (11. 8%); Comunicación Educativa o para el Desarrollo, 7 (8.2%); Comunicación Social o Ciencias de la Información en general, 5 (5.9%); Comunicación y Literatura, 2 (2.4%); y, sin especificar 14 (16.5%). En el posgrado: Comunicación Organizacional, 6 (50%); Comunicación Social, 4 (33.2%); Periodismo, 1 (8.4%); y, Comunicación y Campañas Políticas, 1 (8.4%). De lo que se concluye que el 50% de las especializaciones responden a las necesidades pragmáticas del mercado (bajo el lema tácito de que “lo que no da dinero no sirve”) que privilegian lo instrumental (Comunicación Organizacional y sus variantes, Publicidad y Multimedia), y no existe una sola especialización de investigación de la comunicación.4
Problemas y límites de la investigación en comunicación En junio de 1991, CIESPAL organizó el Primer Encuentro de Investigadores de la Comunicación en Ecuador (cfr. CIESPAL, 1993a, 1993b).2 Allí ya se señalaron varios problemas que, lamentablemente, aún persisten y, en algunos casos, se han acentuado. Veamos algunos de ellos. Bajo presupuesto para la investigación, especialmente en Ciencias Sociales.3 Carencia de una sólida tradición científica en la universidad y de políticas que fomenten la investigación. La tendencia general es a aplicar conocimientos y no a la producción científica: hay deficiencias teóricas y metodológicas lo que se traduce, entre otras cosas, en objetivos investigativos poco claros. Carencia de docentes especializados y, consecuentemente, preparación insuficiente de los estudiantes en teorías, métodos y técnicas de investigación renovados. Con poquísimas excepciones, los profesores universitarios son mal pagados, sin la posibilidad de dedicación exclusiva, y cuando la tienen implica enormes cargas horarias. En otros casos no tienen dinero
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Primera y única iniciativa que no fructificó: allí se creó la Asociación Ecuatoriana de Investigadores de la Comunicación con el propósito de desarrollar el área, pero tuvo vida efímera y ninguna incidencia. 3 Algunos datos: en 2003, el 0.06% del PIB se invirtió en CyT en Ecuador, mientras que en América Latina fue el 0.66%. Del gasto en I+D, el 9.28% corresponde a Ciencias Sociales y Humanidades, cfr. Iván Herdoíza, «Indicadores en CyT en Ecuador», www.fundacyt.org.ec. 4 Hace unos tres años, y luego de una existencia de más de dos décadas, desapareció la especialización en investigación de la comunicación de la FACSO de la Universidad Central de Quito. Actualmente, su oferta es generalista en Comunicación. A inicios del milenio, la Pontificia Universidad Católica del Ecuador ofreció la Maestría en Investigación y Docencia de la Comunicación: salió una sola promoción, no se volvió a ofrecer el programa por falta de interés de los potenciales estudiantes.
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Fue muy difícil acceder a la información completa de tesis de grado.5 En todo caso, una muestra de ellas nos da una idea de esa carencia. En la Escuela de Comunicación de la Universidad Politécnica Salesiana se presentaron 48 tesis en los últimos años: la tendencia prevaleciente es el estudio de medios y mensajes, ni una sola sobre ER. En su Maestría en Educomunicación se presentaron 52 tesis, sólo 3 de ellas tienen relación directa o parcial con los ER. En la UASB sucede algo similar: de 30 tesis sobre temas de comunicación, presentadas desde el origen del programa en 1996, sólo una es sobre la recepción radiofónica y otra, parcialmente, sobre consumo de la prensa sensacionalista. En el ámbito editorial, que es prolífico en esta universidad, se han publicado 18 títulos sobre comunicación, 15 dentro de la serie Magíster (que publica las tesis de maestría que se consideran relevantes); de estos sólo uno (Checa, 2003) tiene relación con ER y es precisamente la tesis sobre el consumo de la prensa sensacionalista. En la FLACSO se contabilizan 8 tesis en su Maestría en Comunicación, Sociedad y Políticas Públicas para Internet, ninguna sobre ER, igual cosa sucede en sus publicaciones.
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Otro caso ilustrativo es el del Instituto Superior de Investigación de la Comunicación Social (ISICS) de la FACSO . Desde su fundación, hace casi 20 años se han realizado unas 10 investigaciones6 , sólo una tiene relación con el tema, desarrollada conjuntamente con el CIESPAL en 1990, es sobre la percepción de telenovelas que tienen mujeres de barrios populares de Quito. Fue un trabajo etnogrático en 14 familias, basado en las teorías de Murdock, Fuenzalida y Orozco, que buscó establecer las conexiones entre la telenovela y la apropiación que de este género hacen las mujeres en su cotidianidad familiar y comunitaria, y desde su propio repertorio cultural. La conclusión fundamental fue que la telenovela se constituye en elemento satisfactor de necesidades de diverso orden e influye en las relaciones familiares y comunitarias (Muela, 19937 ). Lo sucedido con el ISICS es muy significativo pues es el único instituto de “investigación de la comunicación” en el país e ilustra lo que acontece en este campo. En este contexto de paradojas y vacíos, la investigación de la comunicación es pobre en
Ecuador, más aún los ER: pobres en cantidad, en enfoques y en aportes al campo. La poca actividad en ER se ha desarrollado desde dos perspectivas: una instrumentalista, de larga data y que perdura hasta hoy, desarrollada por el CIESPAL, algunas universidades, empresas encuestadoras y medios de comunicación. La otra, dada últimamente, más compleja e interesante (y esperamos que fermental), que mira a la comunicación desde la cultura, en la perspectiva del consumo cultural, y muy preocupada por lo popular y la emergencia de ciertos grupos, especialmente juveniles; es decir, que combina comunicación, cultura urbana y nuevas identidades. Veamos las características de estas líneas de los ER en el Ecuador.
La investigación y la perspectiva instrumental Sin duda, el Ciespal8 ha sido un referente muy importante en el campo de la comunicación latinoamericana. Si bien en un principio fue vehículo de transmisión del difusionismo y de las ideas comunicacionales hegemónicas, desde los años 70 fue espacio importante para la difusión del pensamiento crítico latinoamericano, hecho que se puede evidenciar muy especialmente en su producción bibliográfica y en su revista Chasqui. Sin embargo, ese carácter crítico no 5
Esa información no está en las páginas web de las universidades que la tienen, excepto en la de la UASB, la única posibilidad es ir a cada campus para encontrarnos con que no hay registros, en la mayoría de los casos, o están dispersos, sin sistematización y no digitalizados. La ausencia de la « cultura de la información « es evidente: los alumnos encargados de obtener información sobre este sector enviaron e-mails a las universidades que ofrecen programas de comunicación y sólo respondieron 3, con la información señalada anteriormente, y 2 indicaron que no contaban con esa información y que habría que acercarse a ellas; el resto, silencio. 6 Calculamos que son 10 al cruzar diversas fuentes. Funcionarios consultados de esa universidad no pudieron dar una información completa pues no hay registros de los títulos de las investigaciones realizadas y, peor aún, archivos de sus respectivos informes. 7 Cabe indicar que esta publicación es una versión sintética del informe de investigación que no se pudo encontrar. 8 Ciespal fue fundado en 1959 y trabaja en las áreas de investigación, capacitación, producción y publicaciones. En esto último ha sido prolífico: cerca de 300 títulos publicados y más de un centenar de números de su revista Chasqui: 25 en su primera época (19751980) y 90 en su segunda (1981 hasta hoy), pero no podemos considerar como producción ecuatoriana dado que la inmensa mayoría de autores no son nacionales y/o no aluden a la realidad del país. Sobre el devenir histórico de Ciespal, desde una perspectiva crítica, véanse los artículos de Cremilda Medina, Daniel Prieto Castillo y Eduardo Meditsch, en Chasqui # 67, septiembre de 1999. Un análisis más actual se encontrará en el artículo de José Steinsleger, en Chasqui, # 88, diciembre de 2004.
Dentro de esta primera perspectiva, una variante interesante es el estudio de la recepción de textos oficiales del bachillerato, relacionados con el conflicto territorial entre Ecuador y Perú, para determinar en qué medida los estudiantes de los sextos cursos presentan actitudes y valores de carácter autoritario y belicista (Jaramillo, 200210 ). A partir de un análisis de contenido de estos textos, el autor diseñó y aplicó cuestionarios a 586 alumnos de 6 centros educativos en Quito, Guayaquil y el Puyo, durante el período académico 1998-1999. Esto permitió establecer temas recurrentes en los textos oficiales de esa asignatura y la reacciones afectivas de los alumnos 9
Desde luego que otros informes de investigación han sido publicados, aquí sólo nos referimos a los relacionados con ER. 10 Artículo que sintetiza su investigación publicada en el 2001.
Fotografía: natalia lópez Fotografía: claudia galindo
aparece en su producción investigativa, que no ha sido un referente innovador y ejemplar para América Latina. Según Anita López, jefa de Investigación, la institución ha realizado 20 grandes investigaciones en sus 46 años de vida, 17 de ellas relacionadas total o parcialmente con los estudios de ER: usos, preferencias y credibilidad de medios; análisis de lectoría de prensa; influencia de medios; diagnósticos comunicacionales y de conocimientos, actitudes y prácticas sobre diversos temas; estudios de audiencias y de mercado; validaciones de materiales educativos multimedia. La técnica predominante ha sido la encuesta, aunque también se ha combinado con entrevistas y grupos focales. Han sido investigaciones enmarcadas por los lineamientos de la investigación tradicional, básicamente funcionalista e instrumental, que poco han aportado a una producción científica que establezca las bases de nuevas epistemologías, de enfoques teóricos y metodológicos renovados. Han sido investigaciones que no asumen los enfoques críticos latinoamericanos que buscan establecer las conexiones profundas entre los procesos comunicativos y las prácticas sociales; es decir, las dinámicas culturales, los modos de relacionarse socialmente y construir identidades a partir, especialmente y no exclusivamente, de los productos de las industrias culturales. Pocas de estas investigaciones han sido publicadas9 : Checa (1991, 1993), López y Vaca (1996) y Córdoba (1993a).
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al significado de ciertas palabras y conceptos claves. El autor concluye que las percepciones y valoraciones que los estudiantes tienen de la «Historia de límites» y sus textos oficiales se caracterizan por una gran tendencia al autoritarismo, armamentismo y etnocentrismo territorial (para los que tienen una valoración positiva), desconfían del diálogo y del sistema político-democrático, demuestran un cierto entusiasmo por la fuerza, tienen una visión negativa de los hechos históricos; y exteriorizan una cierta aversión al gobierno y pueblo peruanos calificados negativamente. Suponemos que luego del Acuerdo de Paz de Itamaraty, firmado por Ecuador y Perú en 1998, estas percepciones empezaron a cambiar.
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Otra línea interesante de trabajo, que ya se abre a la perspectiva cultural, es la que vincula comunicación y educación. Aquí cabe destacar el esfuerzo de Cefocine, un organismo privado creado en 1988 y que desde 1990 integra la Red del Universo Audiovisual del Niño, Plan Deni. Es prácticamente el único que ha desarrollado una experiencia, aunque marginal, en la educación para la recepción televisiva en niños. Un elemento importante de su estrategia es la investigación de la percepción infantil, a partir de la cual ha diseñado una metodología lúdica para generar televidentes activos, críticos y creativos, y explotar el potencial creativo infantil para la producción audiovisual; y todo ello en alianza con docentes y padres de familia que también participan en talleres especiales (Coronado, 1993, 1997). Entre febrero de 1999 y septiembre de 2001, desarrolló el proyecto “Pandillas: una apuesta por la esperanza” dirigido a 387 jóvenes y 151 niños y niñas de barrios marginales de Guayaquil, cuyas graves condiciones socioeconómicas son el caldo de cultivo para el surgimiento de pandillas (Cefocine y Fundación Esquel, 2002). El resultado, entre otros, fue el desarrollo y pulimento de una metodología lúdica y creativa que vincula educación y comunicación, y donde los ER juegan un papel fundamental. En esta línea, otro hecho que cabe relievar es la maestría en Educomunicación que desarrolló la Universidad Politécnica Salesiana, hace unos cinco años, de la que salieron 10 tesis vinculadas a la actividad docente concreta en sendos establecimientos
educativos del país, lo que al menos hace suponer que esta importante actividad se desarrollará e incrementará en el ámbito educativo y complementará los esfuerzos de Cefocine.
La dimensión simbólica del consumo o la comunicación desde la cultura A fines de los 90 se pasó de la perspectiva instrumental a una cultural con énfasis en la construcción social del sentido y en las articulaciones entre comunicación y cultura. Con énfasis en el consumo cultural, se han desarrollado pocas pero interesantes investigaciones, especialmente en relación a los jóvenes y sus prácticas, vistas desde una dimensión cultural, como fenómenos contraculturales, de resistencia, de construcción de identidades antidisciplinarias, de formas diferentes de hacer política. Un primer estudio pionero y exploratorio al respecto es el desarrollado en 1998 por Cerbino, Chiriboga y Tutivén (2000) con jóvenes de Guayaquil. Con un enfoque interdisciplinario en el que confluyeron la antropología cultural, la sociología de la comunicación, el psicoanálisis lacaniano, y los estudios de géneros, estos autores se plantearon como objetivo central «lograr la visibilidad de los jóvenes de Guayaquil a partir de sus consumos culturales y las comunidades de sentido que constituyen. Visibilizarlas para el Estado y la sociedad civil... [pues] los jóvenes desde sus prácticas cotidianas, de ocio especialmente, y desde su posición de productores y consumidores de símbolos e identidades culturales, revelan otras dimensiones del ser social, otras formas de vincularse con la realidad. Dimensiones invisibles para quienes no se interrogan por ellas» (26). El consumo cultural era una categoría central del análisis, y lo definían como «la apropiación simbólica e imaginaria de los consumos materiales. Los consumos culturales hacen intervenir la producción y/o apropiación del sentido social, de los universos sociales de sentido. Permiten comprender, a través de los usos de los objetos mercancías, cómo se configuran los estilos de vida, las temporalidades adscritas,
las interpretaciones de los textos producidos, en gran parte por las industrias culturales» (44). Este estudio tuvo un carácter fundamentalmente cualitativo, aunque se apoyó también en lo cuantitativo (sondeo y encuesta), basado en un trabajo de campo de tipo etnográfico: grupos focales, entrevistas a profundidad y observación participante. Algo interesante, aunque problemático, fue el hecho de que los mismos jóvenes, previamente seleccionados y capacitados, fueron los etnógrafos cuyo trabajo luego fue contrastado con entrevistas a profundidad a las que fueron sometidos por los autores de la investigación. Se establecieron varias categorías de análisis: medios de comunicación; música; moda, ropa y marca; diversión y lugares; ciudad y territorio urbano; tecnologías; deporte; drogas y alcohol; dinero; relaciones sociales. Esta información permitió hacer una antropología del cuerpo juvenil, «categoría interpretativa que mejor sintetiza los saberes, los sentires, los valores y la visibilidad de las culturas juveniles» (65), y resaltar el rol de la música en la constitución de estas culturas. Lo anterior llevó a establecer que lo social se disuelve en la socialidad de una comunidad emocional dado que «la comprensión de la socialización en las culturas juveniles de Guayaquil parte de la teoría de que son los consumos de los objetos culturales (música, moda, marcas) que la industria del espectáculo y del entretenimiento ofrecen, los mediadores que estructuran en buena medida los vínculos sociales entre los jóvenes, así como sus cosmovisiones, sus valoraciones, sus códigos de reconocimiento social» (109)11. Posteriormente, y con un enfoque similar, Cerbino (2002, 2004) desarrolló una investigación cualitativa, entre diciembre de 2001 y febrero de 2002, de los jóvenes pandilleros. Ésta tuvo en un enfoque exclusivamente fenómenológico, basado en técnicas cualitativas: entrevistas a profundidad y observación participante desarrollada por jóvenes pandilleros y ex pandilleros de Quito, Guayaquil y Cuenca. Esto con el propósito de priorizar la palabra para ir más allá de las estadísticas y dar cuenta de las subjetividades juveniles. Nuevamente, la categoría central del análisis fue el consumo cultural, en su dimensión biopolítica y como antidisciplina y poiesis, que establece diferencias sociales y simbólicas, pero también
cohesiona, y que no es copia de los íconos y símbolos de las industrias culturales, sino «una operación de «devolución» del significado, de traducción legítima o adaptación local, incluso desordenada, de los flujos y mercancía cultural que forma parte de la parafernalia mediática» (2002: 417). Categorías importantes del análisis fueron: las miradas estigmatizadoras de la prensa, el rol de los imaginarios y su conflictividad, los sentidos y valores de la mirada juvenil, el fundamento simbólico de las identidades (colores, atuendos, adornos), ritos, jerarquías, acciones y gestualidades, el rol del lenguaje oral y escrito, la masculinidad hegemónica permeada desde la misma sociedad (especialmente, desde los medios), la dimensión guerrera del pandillero, la lucha por el liderazgo, las razones para pertenecer a pandillas. En suma, esta investigación permitió un acercamiento más a fondo a las raíces antropológicas de la violencia urbana juvenil; es decir, «profundizar los sentidos y valoraciones de los mundos juveniles pandilleros, en los campos imaginarios y simbólicos de la conflictividad entre e intrapandillas, los contextos sociales, económicos y culturales en los cuales ésta se produce, así como, en los entornos, instituciones y ámbitos de incidencia» (2002: 430). En el tema de las identidades juveniles, Gallegos (2004) analiza las características del fenómeno metalero en Quito para desvirtuar la «mirada epidemiológica» con la que la normativa hegemónica ve a estos colectivos, asociándoles a la violencia, drogas, delincuencia, satanismo, etc.; y verlos como una de las tribus urbanas que construyen una identidad desde la resistencia y contra lo «normal». A partir de entrevistas a profundidad y observación, analiza el sistema vestimentario y la dramaturgia del cuerpo que, impugnando un orden, devienen en fuerte emblema de identidad; los espacios de reunión y de conciertos; su afianzamiento como un modo de vida, espacio de resistencia y formas desinstitucionalizadas de hacer política. 11 Otras publicaciones de esta investigación: Cinthia Chiriboga, «Género y culturas juveniles», pp. 163-182; y Mauro Cerbino, «Para una antropología del cuerpo juvenil», pp. 140-153. Los dos textos en: Iván Rodrigo, Leonela Cucurella (ed.), Comunicación en el tercer milenio, Quito: FES, Abya Yala, 2001. También ver Mauro Cerbino, «De malestares de la cultura, adicciones y jóvenes», en: Íconos # 8, junio-agosto, 1999, pp. 58-65.
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Un eje de análisis importante es el consumo cultural y las prácticas y relaciones sociales de estos grupos en torno a uno de los productos masivos de la industria cultural: el metal o heavy metal y todas sus tendencias. Otra manifestación local de la «tecnocultura», la tecnocumbia, fenómeno musical similar al de la «chicha» peruana, también ha sido motivo de análisis. Santillán y Ramírez (2004) exploran este «campo» desde una perspectiva antropológica y establecen los vínculos entre la producción, circulación y consumo de este género musical de gran aceptación en la región en los últimos tiempos. A base de la observación y entrevistas, caracterizan al fenómeno tecnocumbiero desde el consumo cultural, categoría que la definen como «una práctica socialmente condicionada en la que los individuos actúan selectivamente al apropiarse y hacer suyos determinados bienes y prácticas, dándoles usos y sentidos sociales locales» (46); con lo cual se resalta el valor simbólico del consumo que permite identificaciones/adhesiones, diferenciaciones sociales y distinción simbólica; así, no sólo es importante el objeto sino dónde -espacios- y cómo -formas- se consume.
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En esta relación entre identidad y música, Wong (1999)12 hace un análisis del pasillo y «cómo los ecuatorianos y ecuatorianas de diferentes clases sociales, etnicidades y generaciones se identifican consigo mismas y con la otredad» (270) a través de este tipo de música que genera múltiples, y a veces contradictorios, significados entre los variados grupos que se identifican con ella. Como en procesos similares en otros países latinoamericanos, la radio y la industria discográfica (a diferencia de México o Argentina, el cine ha sido absolutamente marginal en Ecuador) tuvieron un rol muy importante en la nacionalización13 y popularización del pasillo en el ámbito nacional e internacional. Conectado con el tema que nos ocupa, la autora hizo entrevistas a profundidad a personas de Quito y Guayaquil para caracterizar el consumo de este tipo de música, establecer ese proceso de nacionalización y examinar los lazos afectivos y memorias colectivas: el porqué los ecuatorianos nos identificamos con el pasillo y sus textos sentimentales.
Con respecto al consumo televisivo, Oquendo (2002 14 ) analiza, desde los estudios de la comunicación y la antropología, la relación dinámica que tienen los niños de Quito con la TV. Su propuesta teórica se fundamenta en los aportes de Guillermo Orozco, David Morley, Manuel Martín Serrano y James Lull; que conceptúan a las audiencias como entes activos que negocian con los contenidos televisivos en un contexto multimediado donde el rol de la familia es importante. Desde luego, eso no le lleva a concluir que esta televidencia negociada implique un poder organizado, ni equivalente al poder del emisor. Para tal propósito, Oquendo hizo un trabajo etnográfico basado en entrevistas y grupos focales a niños (entre 12 y 14 años), padres de familia y maestros en dos colegios de Quito: uno de estrato socioeconómico bajo y el otro alto. Además de confirmar el carácter activo de las audiencias infantiles, y las diferentes interpretaciones determinadas por su atmósfera cultural correspondiente, el autor concluye que esa relación no es un hecho aislado: «ver TV es un acto colectivo –enfatiza-, independientemente del hecho de si lo hacemos o no ante la presencia física de otros. Siempre estamos acompañados, porque participamos de perspectivas culturales cuyo origen es fundamentalmente social» (139). Con respecto a la prensa, Checa (2003) realizó una aproximación al consumo y no consumo de la prensa sensacionalista15 desde una perspectiva sociosemiótica que establece las conexiones entre la producción (el newsmaking) y su consumo para caracterizar su “sintaxis popular” y el contrato de lectura entre sus editores y lectores. Para analizar el (no) consumo, realizó una encuesta (a 70 lectores y a 70 no lectores del diario), entrevistas a profundidad y observación en espacios públicos de lectura, que permitieron acercarse a las percepciones, usos y prácticas de 12
Este artículo es parte de la tesis de maestría en Etnomusicología que la autora realizó para la Universidad de Texas, Austin. 13 El pasillo es una expresión muy popular en varios países; sin embargo, ha sido el Ecuador el que lo ha «nacionalizado» y establecido como propio y parte sustancial de su identidad. 14 Este libro es la tesis de licenciatura que el autor presentó en la Facultad de Antropología de la Universidad Católica de Quito. Como se puede apreciar nuevamente, es desde otros campos donde los estudios de recepción se publican. 15 El diario analizado fue el Extra, eminentemente sensacionalista, que ocupa desde hace años el primer lugar en ejemplares vendidos en el Ecuador, y que casi duplica al segundo diario en ventas.
sus lectores, y a las percepciones, valoraciones y grados de (in)tolerancia de sus no lectores; y cómo, desde la perspectiva de Bourdieu, este diario es una «marca de la infamia» en dos sentidos: uno, el protagonismo cotidiano que da a los sectores populares en sus páginas es desde la picota de una visibilización abyecta que los estigmatiza y delincuentiza; dos, sus lectores son también estigmatizados pues poseer y/o leer el diario es signo, marca infame, ilegítima, deleznable desde la perspectiva de sus no lectores y de los estetas elitistas. Estas investigaciones de última data son auspiciantes pues empiezan a trabajar las múltiples respuestas a la pregunta derivada del “escalofrío epistemológico” de Martín Barbero: ¿qué ven ellos, los sectores populares, que nosotros, los letrados/educados, no podemos/ sabemos ver?; y, conjuntamente con las fermentales iniciativas académicas de la UASB y de la FLACSO en el campo de la investigación, establecen una “ruptura epistemológica” con lo que tradicionalmente se hacía (y se sigue haciendo) en investigación de la comunicación, en general, y en ER, en particular. Ruptura que anuncia la superación de las paradojas y vacíos, un cambio en los mapas mentales, y asume los desafíos de la teoría crítica latinoamericana, iniciada hace cerca de 30 años, que desde hace poco llegó al Ecuador... más vale tarde que nunca. Bibliografía: CEFOCINE, FUNDACIÓN ESQUEL (2002). Pandillas, una apuesta por la esperanza. Los aportes de la comunicación y la teoría grupal es un proceso de cambio actitudinal de jóvenes en pandillas de Guayaquil. Cefocine, Quito. CERBINO, Mauro (2002). «Imágenes e imaginarios de la conflictividad juvenil y las organizaciones pandilleras». En: Fernando Carrión (ed.) (2002), Seguridad ciudadana ¿Espejismo o realidad?, Flacso, Quito, pp. 399-433. ——— (2004). Pandillas juveniles. Cultura y conflicto de la calle. Abya Yala, Quito. CERBINO, Mauro; CHIRIBOGA, Cinthia; TUTIVÉN, Carlos (2000). Culturas juveniles. Cuerpo, música, sociabilidad & género. Abya Yala, CAB, Quito. CHECA MONTÚFAR, Fernando (1991). Acceso y preferencia de medios y mensajes en sectores populares urbanos y rurales del Ecuador. CIESPAL, Colección Materiales de Trabajo # 10, Quito.
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LOS ESTUDIOS DE RECEPCIÓN EN ARGENTINA HOY: RUPTURAS, CONTINUIDADES Y NUEVOS OBJETOS Florencia Saintout Natalia Ferrante Resumen: El presente artículo realiza un recorrido a partir de la década de 1970 de la formación del campo de la comunicación y del surgimiento de las llamadas teorías de la recepción en América Latina y en la A r g e n t i n a e n p a r t i c u l a r. A s i m i s m o desarrolla las principales vertientes y perspectiva desarrolladas en el país en torno a los estudios de recepción. Palabras Claves: Comunicación Estudios de Recepción – Argentina
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Florencia Saintout. Licenciada en Comunicación Social, Magister en Comunicación de la Universidad Iberoamericana de México. Titular de las cátedras Comunicación y Teorías y Comunicación y Recepción de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. Natalia Ferrante. Licenciada en Comunicación Social, docente de la cátedra Comunicación y Recepción de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata.
Con el objetivo de presentar un posible mapa del estado actual de los estudios de recepción en Argentina, en este artículo describiremos los momentos más relevantes de la producción académica y del desarrollo de abordajes posibles sobre los públicos. No podemos pensar este recorrido a partir de una idea de evolución lineal, donde cada etapa nueva supera y olvida a la anterior, sino más bien como procesos de continuidades y rupturas, en una historia demasiado nueva tal vez para ser analizada en perspectiva. Los llamados estudios de recepción en Argentina se institucionalizan en la década de los ochenta luego de la caída de la Dictadura Militar y en el marco de una crisis profunda en las ciencias sociales. Estos estudios hundieron sus raíces en ciertas reflexiones y trabajos previos a la Dictadura y habían comenzado a problematizar la relación de los medios con el público, aunque no lo hicieran desde la idea de recepción, sino más bien, desde la mirada sobre la crítica a los efectos que provocaban las industrias culturales en la sociedad.
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Básicamente dos fueron las líneas que tomaron el problema antes de la Dictadura. En primer lugar, una tradición que integró la línea del pensamiento nacional y ciertas reflexiones de la sociología de la cultura para pensar la resistencia de los sectores populares a la industria cultural. La línea del pensamiento nacional aportó la pregunta por los modos en que el pueblo, pensado como cultura negada, cultura nacional a develarse en el proceso de liberación, recreaba los mensajes de dominación propuestos por los medios. También, la lectura temprana de Richard Hoggart, de Boris Ford, a través de Jaime Rest -el creador de los estudios culturales en Argentinay las nuevas lecturas de Gramsci aportaron elementos en esos años para la problematización de la capacidad de resistencia que tenían los sectores subalternos -la cultura popular, aunque raras veces fuera nombrada así, sino más bien como pueblo, clase dominada- frente a los mensajes de las industrias culturales. Los públicos en este enfoque no eran vistos como receptores aislados, sino que su identidad se pensaba colectiva e histórica, marcada por la problemática
opresión/liberación: más que de receptores se hablaba de lo popular; más que de resemantización se hablaba de resistencia. Nombres como el de Aníbal Ford, Heriberto Muraro, Héctor Schmucler fueron los representantes de esta línea de trabajo1 . El segundo modo de abordaje de la relación medios masivos y públicos en la década del setenta en Argentina fue la reflexión que desde la semiología se hizo sobre los campos sociales de la significación, sobre la discursividad social, y en este marco la preocupación por las condiciones de reconocimiento de los discursos mediáticos. La idea que guió el análisis fue la afirmación de que un discurso siempre es un mensaje situado, producido por alguien y dirigido a alguien. Eliseo Verón, fue el máximo representante de esta problemática.
La ruptura y los estudios de recepción en la década del ochenta Con la llegada de la dictadura más sangrienta en la historia argentina hacia la segunda parte de la década del setenta, la mayoría de los intelectuales se exilió, o fueron perseguidos y acallados, lo que implicó un abrupto silencio en la investigación y la reflexión que recién se retomará en la década del ochenta. La emergencia de la pregunta sobre los públicos en este momento está marcada entonces, además del contexto de crisis de las ciencias sociales, por la experiencia de la derrota de los movimientos sociales; por la necesidad de repensar el campo de lo político y su inscripción en la cultura. La investigación de los públicos se 1Junto con la denuncia del papel de reproducción de la ideología dominante jugado por la industria cultural de EEUU, se comienzan a enunciar una serie de preguntas sobre los usos populares de esos medios y también sobre ciertos sujetos y relatos construidos en las industrias culturales locales que recuperan la cultura popular. Para ilustrar estas preocupaciones, es interesante ver como en noviembre de 1973, en la revista Crisis, se publica un dossier sobre «Tango. Poesía popular del yrigoyenismo al peronismo», coordinado por Noemí Ulloa y en la que escriben Aníbal Ford, Blas Matamoro, Jorge Rivera y Eduardo Romano. En este dossier se hace visible claramente cómo es que la idea de lo popular histórico, como negación y como promesa, guía las reflexiones desde sobre el estatuto de la industria cultural. Podemos mencionar también como trabajo central en torno a la problemática, y cuyos fragmentos aparecen en la revista Crisis, la investigación sobre Homero Manzi realizada por Aníbal Ford (Ford, 1971), y publicada por el Centro Editor de América Latina.
inscribe así en el campo de la comunicación y la cultura, entendido a partir de la imposibilidad de plantear por separado cada una de las dos áreas. Hector Schmucler lo describe así: “ES ASÍ COMO PARA LA DÉCADA DEL OCHENTA ESTAMOS FRENTE A UN PROCESO QUE PLANTEA DIMENSIONES NUEVAS AL MISMO TIEMPO QUE HUNDE SUS RAÍCES EN PLANTEOS PREVIOS.
HAY
RUPTURA, PERO TAMBIÉN HAY CONTINUIDAD: NO TODO LO QUE SE INVESTIGA EN LA DÉCADA DEL OCHENTA, ES INAUGURAL. ESTO VALE LA PENA SEÑALARLO PORQUE JUSTAMENTE LOS DISCURSOS Y PRÁCTICAS QUE TERMINAN INSTITUCIONALIZANDO EL CAMPO ACADÉMICO DE LA COMUNICACIÓN PARA ESTOS AÑOS LO HACEN SOBRE LA AFIRMACIÓN DE UN DESPLAZAMIENTO ENTENDIDO EN TÉRMINOS ABSOLUTOS: DE LOS MEDIOS A LA CULTURA; DE LOS MODELOS INSTRUMENTALES
-FUNCIONALISTAS
TANTO DE
IZQUIERDA COMO DE DERECHA-, HACIA EL ANÁLISIS CULTURAL.
DE
ALGUNA MANERA PODRÍAMOS DECIR QUE LA ‘HISTORIA
OFICIAL’ DE LOS ESTUDIOS DE COMUNICACIÓN EN LA DÉCADA DEL OCHENTA, REPRODUCIDA EN LA ENSEÑANZA ESCOLARIZADA, HABLA DE UNA SUCESIÓN DE TEORÍAS COMUNICACIONALES QUE EVOLUCIONARON DESDE UN ENFOQUE ATENTO A LOS MEDIOS Y SUS PRODUCTORES HACIA OTRO EN LA CUAL LOS PÚBLICOS, MARCADOS POR LA CULTURA , SE TRANSFORMARON EN PROTAGONISTAS. LA HISTORIA DE LA INVESTIGACIÓN SOBRE EL LUGAR QUE LOS MEDIOS MASIVOS TIENEN EN LAS SOCIEDADES QUE DATA EN LA
ARGENTINA
DE LA DÉCADA DEL SESENTA
DESMIENTE ESTA AFIRMACIÓN”2 .
¿Qué hubo entonces de original y qué hay de continuidad en la década del ochenta y noventa en la problemática de la recepción? En primer lugar, en el orden de lo nuevo, debemos mencionar cómo es que la exploración sobre los públicos se inscribe novedosamente para la Argentina en las llamadas teorías de la recepción y en un campo de estudios de la comunicación que se comienza a institucionalizar. Con esta afirmación queremos decir que los planteos previos, como lo enunciamos anteriormente, no hablaban de receptores ni hacían alusión a un campo específicos de saberes comunicacionales, y para este momento comienzan a hacerlo adquiriendo un nuevo estatuto, el de ser “teorías comunicacionales”. A la vez, el giro “teorías de la recepción” alude a una enorme variedad de enunciaciones sobre la relación medios/públicos que involucran un abanico de enfoques epistemológicos y teóricos provenientes de las ciencias sociales todas y que en este momento entran al campo como nuevas referencias. Es así como otra dimensión de lo
nuevo lo constituyen estas vertientes para pensar la problemática, que incluyen desde la escuela de Birmingham y Constanza, la filosofía del lenguaje, la sociología de la cultura de Pierre Bourdieu, la construcción de lo popular de Michael de Certeau, como la reflexión posestructuralista o ciertas corrientes del psicoanálisis. Las nuevas referencias permitirán la construcción de nuevos objetos y problemas, a la vez que implicarán también otros modos de hacer investigación. Estas teorías de la recepción se inscriben además en lo que algunos llamaron el retorno del sujeto3 para las ciencias sociales: un movimiento de crítica al estructuralismo y su incapacidad para pensar la subjetividad más allá de las estructuras que la fijan y determinan. Para estos años vemos la emergencia de la preocupación en la ciencia social y en el joven campo de la comunicación por pensar cómo es que los sujetos hacen el mundo. Vemos que se lleva adelante un corrimiento desde la comprensión de la subjetividad definida en la reproducción hacia la preocupación por su capacidad creadora. En este contexto en Argentina se publica un trabajo como Navegaciones, Comunicación, cultura y crisis, de Aníbal Ford 4 , que retoma observaciones previas sobre el carácter creativo y transaccional de las culturas populares en su relación con la modernidad, y propone pensar esto en el territorio de la comunicación, la cultura y los medios. La hipótesis de que los sectores populares tienen una forma de ver el mundo propia, una cultura, y que esta no puede ser pensada como estado puro desde una visión romántica o folklórica, pero tampoco desde su muerte en la narrativa de la alienación, lleva a las teorías del receptor a explorar los modos en que los sectores populares se relacionan desde la negociación con la cultura masiva. Preguntar por los modos en que lo popular emerge en lo masivo en una relación compleja de negación y creación, conforma en ese momento una de las apuestas fuertes y ciertamente novedosas de la investigación. Aquí también podemos señalar el trabajo de María Cristina Mata sobre los usos de 2 Schmucler, Hector; ‘Un proyecto de comunicación/cultura’ en revista Comunicación y Cultura Nº 12. Editorial Galerna, México, 1984. 3 Ver. Alain Touraine y Armand Mattelart. 4 Ford, Anibal: Navegaciones. Comunicación, cultura, crisis. Buenos Aires, Amorrortu, 1994.
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la radio, la naturaleza de las propuestas identificatorias y comunicativas que formulan a los sectores populares urbanos y el sentido que ellas adquieren al ser resemantizadas en la recepción. Mata se preocupa en su investigación por ver de qué manera lo masivo se constituye en espacio afirmador y/o negador de lo popular. Explora el papel jugado por las radios en las prácticas culturales de los sectores populares, es en un momento en que luego de los golpes militares en el Cono Sur y el advenimiento de las democracias, esos sectores están reelaborando sus identidades para participar en las escenas políticas y sociales. La relación entre la cultura popular y las industrias culturales también va a inscribirse en investigación Beatriz Sarlo, El imperio de los sentimientos, donde desde la sociología de la cultura y fundamentalmente desde las miradas teóricas que revalorizan la figura del lector en la obra literaria analiza la recepción de un cuerpo de novelas sentimentales -ficciones breves, que se autodenominan novelas, con temáticas donde impera el sentimiento- dirigidas a los sectores populares.
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Finalmente, una cuestión que hace a la ruptura, o a lo novedoso de los planteos sobre los públicos en las décadas de los ochenta y noventa, es la noción de resistencia, construida desde un nuevo enfoque teórico sobre el poder. Si en las miradas anteriores el poder aparecía pensado desde su exterioridad a la subjetividad, ahora se lo abordará como constitutivo del lazo social. A partir de la lectura que se hace del pensamiento gramsciano –una lectura que en Argentina vuelve a descubrir a Gramsci en “clave barberiana”, es decir, desde la mirada que sobre su pensamiento recupera Jesús Martín Barbero- se lleva a cabo un desplazamiento de la concepción del poder como imposición hacia la noción de hegemonía y de resistencia. Así, se traslada el acento teórico puesto en la dominación como imposición hacia la dominación como relación de reconocimiento, de comunicación, donde el poder no se ejerce como fuerza sino como sentido. Es decir, que los procesos de dominación social ya no son pensados como procesos de imposición desde un exterior y sin sujetos, sino como procesos en los que una clase o sectores de clases hegemonizan en la medida en que representan intereses que
también reconocen como suyos las clases subalternas. Podemos ubicar aquí el trabajo de Nora Mazziotti en relación al género del melodrama en las telenovelas y las estrategias de lectura de los públicos. En estas exploraciones Mazziotti no desconoce el papel relevante jugado por las industrias culturales a la hora de interpelar y construir sentidos, pero presta especial atención a los desvíos, los residuos, los modos de utilización que no se agotan en la reproducción. Mencionados los aportes novedosos de las llamadas teorías de la recepción para pensar la relación entre los medios y sus audiencias, es necesario también hacer una referencia a las continuidades de estas teorías con planteos previos como se señaló en la introducción del artículo. La cuestión más fuertemente marcada que se continúa, aunque como se dijo, bajo otros modos y perfiles, es la preocupación por lo popular. No hay que olvidarse de que en Argentina la problematización de la comunicación desde los públicos y la cultura es trabajada antes del golpe de estado de 1976, fundamentalmente en los enfoques que se preguntan por la relación de las industrias culturales y el estatuto de la cultura popular. Reflexiona Anibal Ford en torno a esos años: “Nuestra preocupación era hacer una nueva lectura de la cultura del peronismo, refutar la metáfora del aluvión zoológico, y recuperar la cultura de la ciudad posinmigratoria tan criticada por los defensores de una Argentina metafísica e hispánica. En este camino comenzó una revisión de la cultura argentina que nos llevó a establecer una contradicción y diferenciación entre la industria cultural internacional-norteamericana y la industria cultural argentina donde sí habían participado hombres fuertemente críticos de la cultura dominante”. Esta historia, o estos “ancestros” de los estudios de la recepción desde la perspectiva de la comunicación/ cultura, que en muchas ocasiones se han perdido por una compleja constelación de razones ha sido recuperada a fines década del noventa por varios investigadores argentinos entre los que podemos señalar las tesis de Victor Lenarduzzi sobre la revista Comunicación y Cultura y de Ikeda, Padrón y Pirrone sobre el campo de la comunicación en Argentina entre 1970/1976.
Aunque la indagación sobre lo popular en la democracia tenga otras características, construidas sobre nuevas referencias y nuevos problemas, y aparezca más ligada a los relatos de la “negociación y la hibridez”, y de la cultura en lugar de la política, es un tópico que no deja de plantearse y que aparece como preocupación central del momento, lo que entre otras cuestiones nos remite a su carácter no inaugural.
La recepción como abordaje de las condiciones de reconocimiento El planteo del estudio de las condiciones de reconocimiento siguiendo la línea semiótica planteada anteriormente, al no establecerse en términos de “recepción” se libera de una serie de problemas y de preguntas a las que va considerar “difíciles responder”5 . Interrogantes tales como el problema de si la recepción es un proceso predominantemente individual, grupal o colectivo; el problema de la determinación de los alcances de las lecturas e interpretaciones, el problema de la libertad del consumidor frente al de la paranoia del control global; el problema de la pasividad absoluta, entre otros. En tal sentido, propone una salida a los estudios sobre “recepción” abordándolos transversalmente
Es posible resumir esta propuesta metodológica a partir de ciertos a prioris teóricos7 : Primero: se sustrae toda asimilación del “sujeto” (concepto teórico) a la “persona” (entidad utilizada en los discursos corrientes, producto de numerosas operaciones de sentido). Segundo: el sujeto no es ni fuente ni origen del sentido en la sociedad. En todo caso, el sujeto – tal como lo describen– es un efecto de sentido, es decir, un producto de operaciones discursivas que lo constituyen. 5
Cingolani Gastón; “El juicio de gusto sobre periodismo serio y sensacionalista. Notas para un análisis en reconocimiento de los canales de noticias.”, ponencia presentada en el II Congreso de RED COM - Argentina, organizado por la Red de Facultades de Periodismo y Comunicación Social, Lomas de Zamora, 21-23 de Septiembre 2000. 6 Cingolani Gastón, «Juicios de gusto sobre canales de noticias. Un análisis discursivo», Tesis de Maestría (Tutor: Dr. Eliseo Verón Co-tutor: Prof. Raúl Barreiros), Maestría en Ciencias de la Comunicación, “Diseños de Estrategias en Comunicación”, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Universidad Nacional de Rosario, Julio de 2004. 7 Cingolani Gastón; Gusto y Sujetos. Gramáticas de reconocimiento de los canales “Todo Noticias” y “Crónica TV”, en Anuario de Investigaciones 2001, 251-260, Fac. de Periodismo y Comunicación Social, Universidad Nacional de La Plata, La Plata, 2002. Fotografía: carolina goyeneche
Fotografía: virginia contreras
y planteándolos en términos de condiciones de reconocimiento, donde se considera a tales condiciones como una instancia donde se pone en relación a un discurso o conjunto discursivo con otro u otros, relación que hay que probar, y cuya naturaleza condicionante no siempre resulta “visible” para los actores sociales, es decir, no es imprescindible que socialmente sea caracterizada como un acto de “recepción de mensajes”6 e inclusive la propia expresión “receptor” desde esta perspectiva ya no tendría lugar.
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Tercero: esa constitución en lo discursivo del sujeto se da tanto en producción como en reconocimiento (en el sentido en que distingue estas instancias E. Verón). Cuarto: cuando se habla de lo discursivo y de la constitución del sujeto, está claro que no se hace referencia sólo de lo lingüístico –la dimensión simbólica en Peirce–, sino “de la composición indeterminable de tres órdenes” del sentido (que incluye también a lo indicial y a lo icónico peirceano). Cabe destacar que el análisis de las condiciones de reconocimiento no se enmarcan en una teoría de la comunicación sino dentro de lo que llamamos Teoría de la Discursividad Social o Teoría de los Discursos Sociales.
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Por otra parte es destacable que los objetos privilegiados en las investigaciones que se realizan siguiendo esta perspectiva de análisis siguen vinculados a las producciones de los medios masivos de comunicación, aunque a partir de los últimos cinco años se han incorporado también los usos y consumos de nuevas tecnología tales como Internet. En tal sentido es posible mencionar entre los pioneros del primer grupo a “La Recepción del Género” de Oscar Steimberg8 y bastante más acá en el tiempo encontramos los trabajos de Mario Carlón sobre la constitución del sujeto en el espacio televisivo 9 , las investigaciones de Gastón Cingolani sobre las condiciones de reconocimiento de los canales de noticias10 , y por último en el grupo de las nuevas tecnologías se hallan las indagaciones de Mabel Tassara y Rolando Martínez Mendoza sobre el uso de Internet en grupos juveniles11 , y el ciclo de conferencias “Teorías de la pantalla” brindado por Marita Soto12.
Los estudios de recepción hoy Después de más de dos décadas de la emergencia en el campo de la comunicación argentina de la mirada sobre los procesos de lectura y recepción de los mensajes, las llamadas teorías de la recepción, cabe en este artículo la pregunta por el estado actual de la temática. En líneas muy generales podríamos decir que si bien los estudios de recepción han perdido la
fuerza “de la novedad” su presencia dentro de los ámbitos académicos sigue siendo importante en diferentes dimensiones. Una de estas dimensiones es aquella que permite el conocimiento acumulado sobre la relación medios/publico desde una perspectiva no instrumental y que ha abierto la investigación en comunicación y cultura hacia nuevas problemáticas y temas, enriqueciendo el campo. Es así como aquellos que en los ochenta trabajaban específicamente la cuestión de los públicos hoy están construyendo nuevos objetos de investigación en los cuáles se incorpora el enfoque de la comunicación no como transmisión de información lineal sino desde la pregunta por la construcción social del sentido. Aquí también el desarrollo teórico y empírico sobre la problemática de la cultura popular y los medios ha dejado un importante acervo de conocimiento que está siendo creativamente utilizado por los investigadores locales. Ilustran esta apertura los trabajos de Pablo Alabarces sobre la industria del fútbol13 y sus usos desde la cultura popular, como los de María Helena Sanucci14 , sobre la configuración de lo popular en la prensa gráfica argentina contemporánea. También habla del desplazamiento hacia nuevas problemáticas el rumbo que han tomado hoy investigadoras de la recepción de los años ochenta como Nora Mazzioti y María Cristina Mata. Luego de ser ellas mismas integrantes fundamentales del grupo que en las décadas 8
Steimberg, Oscar; La Recepción del Género”, Colección Investigaciones Nº 1, Facultad de Ciencias Sociales, UNLZ, Lomas de Zamora, 1988. 9 Ver: Carlón, Mario; Sobre lo televisivo. Dispositivos, discursos y sujeto, Editorial la Crujía, Buenos Aires, 2004. 10 Cingolani, Gastón; “Condiciones de reconocimiento de los canales de noticias «Todo Noticias» y «Crónica TV»: Indagaciones sobre los consumos culturales y los prejuicios de gusto sobre los llamados periodismo «serio» y periodismo «sensacionalista»”, Investigación realizada con Beca de Iniciación del programa de becas internas de la U.N.L.P., bajo la dirección de Eliseo Verón y Raúl Barreiros. 11 Tassara, Mabel y Martínez Mendoza, Rolando; “Internet: percepción por usuarios jóvenes”, ponencia presentada en REDCOM, Buenos Aires, 15 y 16 de noviembre de 2002. 12 Soto, Marita; “La pantalla de los jóvenes de nuestros días: organización del espacio y modos vinculares”, ciclo de conferencias «Teorías de la pantalla», del Grupo Semeion, Bs.as. 23 de junio de 2004. 13 Alabarces, Pablo, “la leyenda continua. Nueve proposiciones en torno a lo popular”. En Revista Tram(p)as de la Comunicación y la cultura, FPyCS, UNLP, La Plata, 2004. 14 Sanucci, Maria Helena, Culturas Populares, Revista Tram(p)as de la Comunicación y la cultura, FPyCS, UNLP, La Plata, 2004
anteriores habían “fundado” los llamados estudios de recepción en Argentina, en la actualidad sobre sus recorridos previos como base platean nuevos problemas. Es así como Nora Mazzioti, por ejemplo, se mueve de la pregunta por las condiciones de recepción de las telenovelas y el melodrama hacia sus condiciones de producción, planteando interrogantes sobre la industria del melodrama15 . Y haciéndose cargo del conocimiento acumulado del campo, piensa la producción no como inicio y fundamento de la comunicación, sino que la incluye en procesos culturales complejos de los cuales las audiencias participan activamente. Por su lado, la cordobesa María Cristina Mata, incorpora la problematización de la recepción a la pregunta por los modos de construcción de la ciudadanía dentro de culturas en vías de mediatización que ya no pueden ser pensadas, como sí lo hicieron los estudios de recepción, como culturas masivas. Además, en el campo académico argentino existe en la actualidad, pero como continuación de una larga tradición ensayística, un preocupación por la reflexión teórica en torno al estado de la investigación. En lo que hace específicamente a la crítica de la recepción, unas enunciaciones pioneras en la década del noventa y que se va continuar luego en diferentes trabajos marcando una línea de pensamiento sobre la recepción, son aquellas expuestas por Sergio Caletti en el Congreso de FELAFACS del año 199216 , en el cual desarrolla la hipótesis de que la “recepción ya no alcanza” haciendo entonces una serie de críticas epistemológicas y políticas al enfoque. Es que tal vez una de las marcas de identidad del campo académico nacional tenga que ver justamente con este desarrollo crítico de la mirada sobre las prácticas investigativas: podríamos pensar que hay una inclinación más marcada en la comunidad académica hacia el análisis y ensayo teórico que hacia la investigación empírica. Trabajos como los de Alejandro Grimson y Mirta Varela ilustran claramente esta hipótesis. En el libro “Audiencias, cultura y poder”, los autores dan cuenta de un determinado estado del campo, y proponen una mirada renovadora y crítica de los modos en que ha sido problematizada la relación de las audiencias con los medios17. Finalmente, en lo que hace específicamente a la investigación empírica sobre la recepción hoy, hay tres líneas o enfoques a señalar.
La primera está estrechamente relacionada al campo de la comunicación y la educación, y aquí ha sido vital la influencia de la perspectiva de las múltiples mediaciones del mexicano Guillermo Orozco Gómez18 . En un país como Argentina, donde históricamente el campo escolar ha ocupado un lugar central en la vida colectiva, tal vez incluso mayor que en otras naciones de la región, no es llamativo que desde diversos modos las distintas disciplinas de las ciencias sociales tengan una importante preocupación por la educación. Así, la propuesta de Guillermo Orozco de problematizar la recepción para la educación, ha encajado perfectamente en el campo académico de la comunicación que se abre a pensar la escuela. Pero además, en una comunidad académica que como se dijo posee una tendencia hacia la reflexión teórica y no tanto hacia la investigación empírica, la mirada de las múltiples mediaciones aparece con una herramienta muy valiosa para hacer este tipo de investigación. No hay que dejar de lado que el mismo Orozco presenta su propuesta desde la posibilidad de operacionalizar las reflexiones epistemológicas del pasaje de los medios a las mediaciones de Jesús Martín Barbero, a su criterio complejas de llevar al plano empírico. En esta línea se inscriben los trabajos de Belén Fernandez, Julia Silver y Tatiana Merlo, por citar sólo algunos, que investigan los modos en que la televisión, y en el caso de Fernandez la cultura mediática, atraviesa la escuela19. También podríamos pensar la influencia del modelo de las múltiples mediaciones en el trabajo de la investigadora rosarina Sandra Massoni, aunque ella no trabaja específicamente la escuela sino que más bien el modelo lo utiliza para indagar diversas prácticas. 15
Mazziotti, Nora, La industria de la telenovela. La producción de ficción en América latina, Buenos Aires, Paidos, 1996. 16 Caletti, Sergio, “La recepción ya no alcanza”, en Luna Cortés, Carlos (coord.), Generación de conocimientos y formación de comunicadores, CONEICC/FELAFACS, México, 1992. 17 Grimson, A. y Varela, M.: Audiencias, cultura y poder. Estudios sobre televisión, Eudeba, Buenos Aires,1999. 18 Orozco Gómez, G., Recepción y mediaciones, Casos de investigación en América Latina, Enciclopedia de Sociocultura y Comunicación. Editorial NORMA, Buenos Aires, 2002. 19 Fernandez, Belén: “Reflexiones acerca de una experiencia de recepción televisiva”, Oficios Terrestres, EDULP, La Plata, 1996.
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También es interesante mencionar que en el año 2001 desde el estado 21 , y diseñado por los investigadores Eduardo Lauzán y Diego Palacios, se hizo el estudio sobre consumo de medios en Capital Federal y Gran Buenos Aires más importante en magnitud de la Argentina. Este estudio, que se hizo sobre un muestra de 611 casos, tuvo una dimensión cuantitativa pero también una dimensión cualitativa que arrojó apreciaciones y análisis hasta el momento desconocidas.
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Concluyendo y para lo que en este artículo nos compete, es interesante resaltar cómo en los últimos años ha habido una legitimación más allá de los ámbitos académicos de la investigación sobre consumo impensada años antes, que a nuestro criterio está relacionada, entre otras cuestiones, con un corrimiento fuerte en la vida social las esferas de la política hacia el mercado. 20 Benzecry, Claudio: A night at the opera. Aces between high and popular culture, New York University, 2003 21 El estudio se hizo a partir de una propuesta del CONFER, Comité Federal de Radiodifusión y la Secretaría de Cultura de la Nación.
Fotografía: wendy molina
La segunda línea de relevancia en los estudios actuales de recepción tiene que ver con la indagación del consumo cultural de bienes que juegan su identidad dentro del campo cultural. Con una fuerte influencia de la perspectiva de análisis bourdiana de los campos y entonces asumiendo que el tipo de bienes que una persona consume tiene que ver con su lugar de clase, en los últimos años se han desarrollado varias investigaciones en la línea del consumo. Uno de estos trabajos es el de Claudio Benzecry sobre el mundo de la Opera20 . En su tesis doctoral se interroga por el consumo que hacen los sectores medios de la opera, y los mecanismos que ponen en juego para elaborar lo que Bourdieu llama la distinción.
Fotografía: ricardo castro r.
LOS ESTUDIOS DE RECEPCIÓN Y CONSUMO EN COLOMBIA J. Martin-Barbero y Maria P atricia Téllez Patricia
Resumen: Partimos de los 80’s cuando las investigaciones en recepción aparecen ligadas al debate político y cultural del fenómeno de la violencia y en un contexto dominado por la concepción centrada en los efectos. En los 90’s se presenta el desplazamiento de la recepción al consumo, los hallazgos y limitaciones, para cerrar al finalizar el milenio y comienzos del siguiente con la revisión de trabajos en donde los niños aparecen como ejes centrales de la investigación que gradualmente empieza a involucrar a distintas entidades públicas y privadas. Palabras clave: Recepción, consumo, niños como audiencias activas. Jesús Martín Barbero: Iniciador y director del Dep. de C.de la Comunicación en la Universidad del Valle (Cali), fundador y presidente de ALAIC. Hoy es profesor/ investigador en la F. de Comunicación y Lenguaje de la Univ. Javeriana y miembro del Consejo Nacional de C. Sociales de Colciencias. Escribió Comunicación masiva: discurso y poder (1878), De los medios a las mediaciones (1987, traducción al inglés, al portugués y al francés), con German Rey, Los ejercicios del ver (1999), Oficio de cartógrafo (2002). María Patricia Téllez Garzón: Egresada de la Universidad Javeriana con Maestría en Comunicación de la Universidad Iberoamericana de México (1983). Trabajó en el Departamento de Comunicación del Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP). Publicó “La Televisión comunitaria en Colombia. Entre la realidad y la utopia.
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I. De la recepción al consumo: nuevos sentidos del estudio de los públicos 1. Años ochenta: entre democracia y violencia Los estudios sobre recepción surgen en Colombia al iniciarse los años 80 y ligados estructuralmente a dos situaciones claves de esa sociedad: la fragilidad de la democracia y el espesor de la violencia. El estudio de las relaciones entre televisión y democracia había empezado, por esos años, a proyectar lo político sobre el ámbito de lo cultural. Así lo hizo pioneramente el CINEP al propiciar investigaciones sobre los modos de comunicación y de relación con los medios en los sectores populares1 . Lo que vino a exigir, de entrada, una democratización de la mirada del investigador para hacerla capaz de percibir esos otros “modos de ver” que configuran las culturas populares. Y que en el caso de la televisión desbaratan la mirada hegemónica, esa que reduce la relación a los omnipotentes efectos del medio sobre unas audiencias que no pueden sino dejarse manipular.
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Insertos en un trabajo de construcción de formas de participación popular2 y de autogestión de soluciones a sus problemas más vitales, los estudios sobre televisión del CINEP van a converger con el proyecto de investigación que empezaba a gestarse en la Universidad del Valle acerca de las relaciones entre “lo popular y lo masivo”3 . Proyecto que articulaba tres planos: el de la historia, esto es el paradójico proceso de gestación de lo masivo a partir de lo popular; el de los modos de presencia/ausencia, de afirmación/negación de la memoria popular en el imaginario de masa; y el de los usos populares de los masivo, su rediseño y significación en las prácticas cotidianas de las culturas populares. Esa convergencia tomó cuerpo en el proyecto conjunto de investigación sobre “La telenovela en Colombia: televisión, melodrama y vida cotidiana” 4 cuyo objetivo central residió en abordar la televisión como medio estratégico en la modernización del país pues, como ningún otro, integraba al discurso de la modernidad géneros y dispositivos de narración tanto premodernos como tardomodernos. Lo que implicó la indagación de las mediaciones entre
las lógicas de la producción y las dinámicas del consumo o la recepción. Y la telenovela se convertía así, desde esa perspectiva, en el más expresivo “lugar” de las articulaciones que entrelazan matrices populares y lógicas del mercado, narrativas anacrónicas y transformaciones tecnológicas del audiovisual, contenidos nacionales y formatos industriales trasnacionales5 . La investigación sobre recepción en los ochenta estuvo estrechamente ligada al debate político y cultural sobre la violencia, pues en ese momento ésta encontró un terreno estratégico “en” la televisión al permitir a no pocos investigadores sociales exorcizar la pesadilla cotidiana que vivimos convirtiendo a la TV en chivo expiatorio de la frustración política, del desconcierto moral y la agresividad social acumuladas. El debate sobre la violencia en la televisión hizo posible un incipiente encuentro de las Ciencias Sociales con ese medio. Convocado por el Ministerio de Gobierno, un equipo de los más reconocidos sociólogos, politólogos, antropólogos e historiadores del país, apoyados en trabajos solicitados a especialistas en el estudio de los diversos escenarios de violencia -política, campesina, urbana, organizada, familiar, en los medios- produjo en 1987 un texto conjunto6 que reubicó el problema de la violencia (referido hasta entonces al mundo rural) en la complejidad de un país urbano y en un proceso acelerado de modernización crecientemente atravesado por el narcotráfico. Esa reubicación significó ante todo 1
H. Martinez, Lo popular en y ante la Televisión: un diagnóstico y una propuesta, Cinep, Bogotá,1983. 2 P. Riaño, Descifrando la cultura popular, Cinep, 1982. 3 J. Martín Barbero, De los medios a las mediaciones, G. Gili, México, 1987; S. Muñoz, Barrio e identidad. Comunicación cotidiana entre las mujeres de un barrio popular, Trillas, México, 1988; A. Ulloa, La salsa en Cali. Arte popular e industria cultural, Univ. P. Bolivariana, Medellín, 1986. 4 Ese proyecto estuvo a su vez inserto en un proyecto latinoamericano de estudio de la telenovela en el que participaron grupos de investigadores de México, Perú, Chile y Argentina. Un informe de ese conjunto de investigaciones en la rev. Estudios sobre las culturas contemporáneas Nº 4-5, Colima, México, 1988. El proyecto colombiano se publicó en J. Martín Barbero, “La televisión en Colombia: melodrama y vida cotidiana”, Diálogos de Comunicación Nº 17, Lima, 1987. 5 Los resultados de la investigación aparecieron publicados en: C. Rodríguez y M. P. Téllez, La telenovela en Colombia. Mucho más que amor y lágrimas, Cinep, 1989; M. H. Montoya y F. Cano, La telenovela el milagro del amor, Univ. P. Bolivariana, Medellín, 1989; J. Martín Barbero y S. Muñoz (Coord.), Televisión y melodrama. Géneros y lecturas de la telenovela en Colombia, Tercer Mundo, Bogotá, 1992.
la imposibilidad de reducir la multiplicidad de violencias a una sola y la doble necesidad entonces de especificar los motivos y modalidades de manifestación de cada tipo de violencia y de descubrir las secretas articulaciones que las conectan e interpenetran. Inserto en ese contexto el capítulo que analiza la violencia en los medios hace el diagnóstico de algunos rasgos peculiares y algunas recomendaciones pertinentes -en especial la que atañe a la imposibilidad de afrontar esa violencia sin democratizar los medios- pero se queda a un nivel excesivamente generalizante y esquemático. Lo evidente de esas limitaciones, y del lugar estratégico que ocupa la televisión en la comprensión del fenómeno de la violencia, llevó al Ministerio de Gobierno a conformar un equipo no sólo interdisciplinario sino en el que participaron, por primera vez, especialistas en comunicación, filósofos, psicólogos, antropólogos y sociólogos. El resultado de ese estudio7 no fue, como en el anterior, un texto conjunto sino una serie de textos de muy diversa calidad, en parte complementarios y en parte llanamente dispersos, por lo que se dejaron en el vacío dimensiones claves del problema. Era el justo resultado de lo que desde hace años hemos venido criticando: la ausencia de estudio de los procesos y medios de comunicación en el ámbito académico de las Ciencias Sociales. Importantes resultaron sin embargo los trabajos que abordan el contexto sociocultural de las relaciones entre violencia-contenido y violencia-proceso8 , y la compleja actividad del televidente. Desde estos últimos se cuestiona la concepción conductista que no sabe sino de efectos inmediatos y omnipotentes sobre un televidente inerme: ”No estamos tratando de demostrar que la televisión ‘no hace nada’ como se suele decir. Estamos tratando de cuestionar la idea que se tiene del poder de la televisión, de la pasividad del televidente, y principalmente tratando de demostrar que una concepción de comunicación, entendida como relación directa entre el medio y el receptor, desvía de la verdadera problemática, que es la relación con todas las instancias sociales que explican por qué los medios, los programas y los espectadores son lo que son”9 .
La investigación de la recepción en Colombia se inicia en un contexto dominado por la concepción centrada sobre los efectos nocivos de la televisión. Así es la primera investigación sistemática, que indaga la acción de la televisión en los niños10 , realizada en Bucaramanga con apoyo del ICFES y la Universidad Industrial de Santander. Autodefinida como “dinámica” se trata sin embargo de una mirada en la que prevalecen -con algunas correcciones- las perspectivas teóricas y las estrategias metodológicas del análisis conductista de los efectos, encontramos confirmados los pre-juicios con que la mayoría de los educadores se acercan a la televisión, esto es una mezcla de recelo pedagógico y de pesimismo cultural desde los que se pretende comprender el ver y el gusto de los que, como los niños, gozan viéndola. Las hipótesis no pueden ser más reveladoras pues nos muestran la negatividad completa de las ideas de que se partió: que los medios -la televisión muy particularmenteno propician la identidad nacional, que refuerzan la agresividad y la violencia en los niños, que les crean necesidades ficticias y que les inculcan el dinero como valor supremo. Claro está, todas esas hipótesis son confirmadas por la investigación. Apoyada en trabajos de investigación realizados en Chile, México y Brasil cuyos resultados muestran a la televisión mediada por dimensiones cognitivas, contradicciones sociales, condiciones familiares, afinidades estéticas, y a la vez mediadora tanto de procesos de homogenización y conformismo, de consumismo y negación de identidades y de configuración de identidades nuevas, de conformación de la experiencia urbana, de choque con el universo autoritario de la familia y con el formalismo de la escuela se inicia también en Colombia una perspectiva renovadora de los estudios de recepción televisiva, algunos ya citados del volumen que 6
R. Gonzalez, (Coord.), Colombia: violencia y democracia, Univ. Nacional Bogotá, 1987. 7 VV. AA., Televisión y violencia, COLCIENCIAS, Bogotá, 1988. 8 J. Arocha, “Culturas manufacturadas e intolerancia”, obra citada, pgs. 233- 253 9 H. Martinez y P. Anzola,” La actividad del televidente”,o. c., pgs.121-185; G. Rey, “Televisión y procesos de socialización”, o. c., pgs. 207-230. 10 Mª J. Domínguez, Los niños y los medios de comunicación, Antares, Bogotá, 1985.
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recoge los trabajos sobre Televisión y violencia y otros dos: uno sobre televisión y cultura juvenil11 y otro sobre los usos sociales que mujeres y jóvenes de barrios populares hacen de la televisión y la telenovela12 . En el primero se indagan las modalidades de percepción de los jóvenes y la mediación ejercida por la familia y por los géneros televisivos. El segundo contiene tres estrategias de investigación: una encuesta que contextualiza en Cali el consumo familiar de televisión localización en el espacio de la casa, preferencias, hábitos y rutinas domésticas del ver- , otra que explora etnográficamente el lugar que ocupa la televisión en la cotidianidad de un barrio popular y en especial los tiempos y circuitos de circulación de la telenovela, y finalmente en el tercero mediante talleres se investigan las formas en que mujeres y jóvenes se apropian de la televisión y la telenovela, apropiación mediada por una forma de concebir el tiempo (vivido), una manera de conjugar y articular saberes en el momento del consumo, y una cierta sensibilidad poética -un modo particular de goce estético.
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2. Años noventa: entre consumos y usos sociales El desplazamiento en los estudios de comunicación, del concepto de recepción al de consumo ha debido superar no pocos malentendidos. De entrada su confusión con la “medición de audiencias”, que en Colombia se inicia con la empresa norteamericana Nielsen en 1983, y que desde ese mismo año va a recibir críticas que descalifican su validez como método y su confiabilidad pero cuyo rating se convierte sin embargo en el criterio decisivo que guía las inversiones de los anunciantes. En un primer momento la descalificación del rating no deja de presentar ambiguedades: “en un sistema de televisión como el colombiano manejado empíricamente con base en compadrazgos (Semana, junio,1985) la medición estadística introduce trabas en el circuito de arbitrariedades y clientelismos políticos”.Y de otro lado -aun tomando sus cifras con cautela- el rating venia a hacer visibles los gustos mayoritarios, ”populares”, esos que ya en 1985 hicieron salir de los horarios triple A las series norteamericanas y las reemplazaron por las telenovelas nacionales.
Es justamente contra esa dictadura y esas distorsiones del rating que se enfoca el estudio de la recepción de televisión en cuanto consumo cultural. Estudio que se abre paso en América Latina en los últimos años en medio de un debate por poner en claro que de lo que se trata no es de aceptar el sofisma del populismo neoliberal según el cual “el poder reside en el consumidor”, sino de algo muy distinto: de superar tanto el fetiche de lo cuantitativo, que desconoce por completo la interrogación sobre las causas sociales y culturales que originan las regularidades de conducta y contacto con los medios, como el racionalismo economicista que reduce el consumo a espacio de expansión del capital y al tiempo de la reproducción de la fuerza de trabajo. Desde esa perspectiva investigar el consumo cultural significa indagar “cómo los grupos compiten por la apropiación del producto social, organizan su distinción como sujetos individuales y colectivos, y se integran intercambiando significados, compartiendo el sentido mediante rituales cotidianos”13 . Lo que implica rescatar la creatividad de los sujetos, la complejidad de la vida cotidiana, el carácter interactivo y lúdico de la relación de los usuarios con los medios. Y para ello desplazar las fronteras entre las disciplinas y las estrategias metodológicas, integrando encuestas con indagación etnográfica, y discusión en grupo con relatos de vida. Los primeros trabajos en mirar el consumo de medios en Colombia desde esa perspectiva son investigaciones recientes y de las que salvo en un caso, las publicaciones son parciales. Así la 11 Investigaciones en Chile: V. Fuenzalida, Televisión: padres, hijos, Paulinas Santiago, 1984; del mismo autor, La televisión desde la recepción, Céneca, Santiago, 1988; V. Fuenzalida y Mª H. Hermosilla, Visiones y ambiciones televidente, Ceneca, Santiago, 1989; A Góngora, La televisión del mundo popular, Ilet, Santiago, 1983. 12 Investigaciones en Brasil: C.E.Lins da Silva, Muito alen do jardin botánico. Um estudo sobre audiencia de Jurnal do Globo entre trabalhadores, Summus, Sao Pulo, 1985; M.Wilton de Sousa, A rosa purpura de cada dia: trajetoria de vida e cotidiano de receptores da telenovela, ESP, Universida de de Sao Paolo, 1986. 13 Investigaciones en México: G. Orozco, Televisión y producción de significaciones, Ceic, México, 1981; del mismo autor, Cuando los niños ven televisión, Rev. Umbral XXI” nº 2, México, 1989; R. Mier y M Piccini, El Desierto de espejos: juventud y televisión en México, Plaza y Valdés, México, 1987; VV. AA, Hablan los televidentes. Estudios de recepción en varios países. Cuadernos de Comunicación, Univ. Iberoamericana, México, 1992.
investigación colectiva patrocinada por el Departamento de Investigaciones de la Universidad Central, con apoyo de Colciencias, sobre Los espectadores de cine en Bogotá: Identidades culturales e imaginarios colectivos14 , en la que, a partir de la caracterización cultural del “sujeto-espectador”, y de la configuración del “espacio audiovisual” que conforman cine/ televisión/ video, se combina la encuesta sobre preferencias cinematográficas con el análisis de las matrices narrativas de las películas-tipo y talleres de discusión sobre las dinámicas de la percepción, resemantización e identificación de los espectadores. Aunque la ambición teórica desborda en mucho las posibilidades concretas del análisis, esta investigación tiene el mérito de abrir brecha en un campo que apenas se esboza y de señalar nuevas claves de compresión de procesos y prácticas culturales que al pasar por los medios se han visto hasta ahora presos de visiones miopes y reducionistas, tanto desde el sesgo ideologista como moralista. Un trabajo con menores pretensiones pero con mayor madurez en la elaboración de la propuesta y en la articulación que logra el análisis, es la investigación de Sonia Muñoz sobre El consumo cultural en Cali 15 . Teniendo como base una compleja encuesta sobre el equipamiento cultural tanto público -de uso comunitario, restringido, masivo, popular- como doméstico, este estudio inaugura algunas pistas claves de investigación: el cuestionamiento de la concepción excluyente entre la experiencia de reflexión (lo verdadero) y la de los sentidos (lo agradable) que es la que opone el libro a la televisión, pues las razones/ causas de esa división remiten al origen social y a la desigual distribución del capital cultural, a disposiciones estéticas que es la institución escolar las que las discrimina. Otra investigación sobre Trayectos del consumo16 explora, en base a relatos de vida, los modos de relación de los trayectos de consumo con los dinamismos tecnológicos y con las “bases” que ponen el grupo familiar y la institución escolar. Siguiendo atentamente las formas, tanto de continuidad como de ruptura, el análisis tematiza especialmente la configuración de una nueva generación cuyos sujetos culturales no se
constituyen a partir de identificaciones con figuras estilos y prácticas de añejas tradiciones, que definen ‘la cultura’, sino a partir de una conexión des-conexión (juego de intefaz) con los aparatos. Por contraste, pero también por compatibilidad, con ese tipo de trayecto se configuran otros dos: uno que se hallaría más arraigado en la cultura tradicional y otro que marcaría la transición. El análisis se enriquece al trabajar las dinámicas de localización y deslocalización, de enraizamiento y desarraigo cultural de cada trayecto, en las que la televisión juega un rol primordial, pero también los modos de relación con el medio familiar, con el barrio y la institución escolar, así como con las diferentes culturas -erudita, popular, masiva- y las memorias “largas” y “cortas” que las atraviesan. Sobre ese nuevo sensorium de los jóvenes, indaga otra investigación también auspiciada por el Departamento de Investigaciones de la Universidad Central, que tiene como objeto El rock en las culturas juveniles urbanas de Bogotá17 . Y en la que el rock no es sólo música sino ingrediente clave de una cultura que se expresa en nuevos derechos y nuevas socialidades. Estas últimas investigaciones resultan decisivas para entender el sentido de los cambios en los procesos de comunicación fin de siglo: cambios profundos acarreados por la globalización de los mercados y la fragmentación de los consumos. De ahí la importancia estratégica de la investigación del consumo como modo de comprensión de las formas de agrupación social -especialmente juveniles- que los medios contribuyen hoy a modificar y legitimar. Pues “el consumo, con sus implicaciones de multiplicidad, de simultaneidad, de intermitencia, resulta la metáfora más adecuada para pensar la condición postmoderna de unas audiencias 14
G. Daza, TV. cultura: los jóvenes en el proceso de enculturación. Cedal, Bogota, 1989. 15 S. Muñoz, Mundos de vida y modos de ver; C. Llano, La telenovela en el barrio popular, en Televisión y melodrama, Tercer Mundo, Bogotá 1992. 16 N. Garcia Canclini, “El consumo sirve para pensar””Diálogos de la Comunicación, nº 30, p.7, Lima, 1991; del mismo autor: Consumidores y ciudadanos, Grijalbo, México, 1995. 17 G. Muñoz, G. Rivera y M. Marín, Análisis de recepción de medios en Bogotá: cine, Universidad Central, Bogotá, 1993; de los mismos autores, “Análisis de recepción de cine en Bogotá: identidades culturales e imaginarios colectivos”. Rev. Nómadas Nº 1, Bogotá, 1996.
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nómadas, de las que es paradigmática la experiencia televisual, el rastreo del ver televisión. La televisión es un “fondo” que se desplaza continuamente del centro de atención a la periferia, de la lectura al ruido, de la visión al ritmo. La gente no sólo ve televisión, sino que observa, lee, mira de reojo, escucha, se embebe, ignora, omite y discute. La videograbadora y el control remoto han quebrado la autoridad inapelable del orden secuencial y de la evanescencia de lo irrepetible”18 . No puedo terminar este trazado de mapa a mano alzada sobre el arranque y lenta consolidación de los estudios de recepción y consumo de medios en Colombia sin aludir a una fuente de información estadística que, aunque con menos frecuencia y calado del que hubiera debido tener, ha hecho aportes significativos. Me refiero al Departamento Nacional de Estadística (DANE) que desde 1977 ha incluido en algunas de su Encuesta Nacional de Hogares aspectos relacionados con los medios de comunicación y en particular con la televisión.
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En la de 1977, entre las investigaciones adicionales se incluye por primera vez una sobre “Receptividad de medios de comunicación social” en la que, sobre la base de las 7 ciudades principales (Bogotá, Barranquilla, Bucaramanga, Cali, Medellín, Manizales y Pasto) se da cuenta del número de receptores de radio y televisión, del acceso de los jefes de hogar a los medios según nivel de ingreso y educativo. En la de 1981 se recoge el número de hogares, según niveles de ingreso, con televisión en blanco y negro y a color. En la de 1987 se introduce por primera vez “un estudio de preferencias” por noticieros y telenovelas. En la de 1992 se aplicó un complejo módulo sobre “Medios de Comunicación” en el que se recoge información acerca de seis temas: disponibilidad de aparatos de televisión, recepción de canales nacionales y regionales, de TVcable y parabólica, calidad de la señal; tenencia de aparatos de video: Beta o VHS; disponibilidad de aparatos (equipo de sonido, transistor, walkman) de radio y frecuencias que captan; otros medios de comunicación en el hogar; suscripción a periódicos y revistas; medios de comunicación que el hogar utiliza para enterarse de las noticias.
Resulta bien significativo saber que el 89.1 de la población se entera de las noticias por televisión, el 72.3 por radio y el 36.1 por prensa .Y mientras Cali es la ciudad en que más hogares, el 90.5, se enteran de las noticias por televisión, en Pasto y Cúcuta el 81.3 lo hace por la radio, por prensa el mayor porcentaje, 59.0, se encuentra en Barranquilla. Y como el mapa dibujado tiene no poco también de balance me veo obligado a señalar dos grandes vacíos en los estudios sobre la recepción y consumo de medios en el país. El primero es la completa ausencia de una investigación cualitativa de audiencias, y en segundo lugar una investigación que diferencie las audiencias por sus modos de ver y su relevancia social. Seria una investigación al servicio de los creadores, de los artistas y los productores de televisión, que en este país no disponen de otra valoración de su trabajo que el tramposo y deformador sofisma del rating y de la crítica farandulera. Este tipo de investigación es el que en Europa suele estar a cargo de las instituciones públicas que, como la RAI italiana o la BBC inglesa, cuentan con un equipo permanente de investigadores dedicados a estudiar periódica y sistemáticamente los usos sociales de la televisión, la evolución estética de los géneros, las imágenes del país, de la mujer, del niño, la influencia de los modelos informativos y narrativos importados sobre lo que el país produce. El segundo vacío es la ausencia de investigación, que merezca ese nombre, sobre las relaciones entre política y televisión. Entendiendo por ello no la ya consabida denuncia del clientelismo partidista que rige esas relaciones desde su implantación en el país, ni las acusaciones generalizantes y gastadas sobre la espectacularización de la política, sino el estudio de los peculiares modos como en este país la televisión ha entrado a constituir la política: ¿en qué medida y en qué aspectos la televisión refuerza los viejos lenguajes y las costumbres políticas tradicionales o está contribuyendo a su renovación? -por ejemplo construyendo una imagen positiva de los candidatos cívicos e independientes en las elecciones de alcaldes, difundiendo un discurso menos intolerante-, 18
S. Muñoz, El ojo, el libro y la pantalla. Consumo cultural en Cali, Univalle, 1995.
Fotografía: juan d. castaño
¿hasta qué punto no se está haciendo responsable a los medios, y sobre todo a la televisión, de la desfiguración y desistitucionalización de la política en un país en que los partidos llevan años desvalorizándola?.
Sobre esos interrogantes sólo se han asomado algunos artículos periodísticos de Mª Teresa Herrán, Javier Darío Restrepo o Germán Rey19 , y muy de paso algunos artículos de prensa de politólogos
Fotografía: juan d. castaño
19 S. Ramirez Lamus y S. Muñoz, Trayectos del consumo, Universidad del Valle, 1996.
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reconocidos, pero la investigación en serio está por verse. Y es mucho lo que podría ayudar al desempantanamiento de la política en este país, y a la democratización de la televisión, la investigación que están exigiendo esos interrogantes.
II. Fin de la década: nuevas miradas a viejos problemas No es posible iniciar la revisión de los estudios de recepción en Colombia en este milenio sin dejar de reseñar algunos trabajos realizados a finales de la década pasada. Con la certeza de que como suele suceder “no están todos los que son” y con la esperanza de que sean “todos los que están” en esta parte final del recorrido se presentan tres investigaciones donde los niños y los jóvenes son una vez más los protagonistas.
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En el primer caso se trata de “Los niños como audiencias” realizado en 1997 por Maritza López De la Roche con la asesoría de Jesús Martín Barbero por solicitud del Proyecto de Comunicación para la Infancia del Ministerio de Comunicaciones y contando con el respaldo de la Universidad del Valle. Viene luego en 1998 la investigación sobre “Hábitos y preferencias de los estudiantes de Educación Básica en Antioquia” a cargo de Miguel Fernández y el trabajo de Omar Rincón “La televisión que ven los niños” realizado en 1999 y que contó con la participación de Débora Pérez y Ruth Viasús como coinvestigadores. Estos tres trabajos se seleccionaron en la medida en que ofrecen una mirada integral a la relación entre los niños y las audiencias. 1. Los niños y los medios: ejes centrales de la investigación de audiencias
relación entre población infantil y los medios de comunicación para de esta forma identificar su influencia real existiendo una particular preocupación por la violencia que el medio genera. Los resultados de estos múltiples trabajos mostraron en términos generales como los medios reforzaban la agresividad, propician la no identidad, como la sociedad de consumo explota la mentalidad infantil creando falsas necesidades. Frente al tema de los comportamientos violentos existirán múltiples proyectos que muestran cifras “escalofriantes” relacionadas con el número de horas que los niños pasan frente a las pantallas de la televisión, la cantidad de escenas violentas a las que se ven expuestos y su imitación mediante comportamientos agresivos. En este sentido es importante señalar que el problema no ha sido la falta de investigación sino la poca o ninguna relevancia explicativa de estos trabajos. “Los niños como audiencias” rompe con esta postura anterior separándose de la teoría de los “efectos” y realizando una exploración de la actividad de los niños que va más allá de su reducción como audiencias “vulnerables” y “manipulables” para adentrarse en su consideración como sujetos sociales, como receptores activos de mensajes mediáticos entendidos estos como instancias mediadoras. El objetivo central de la investigación consistió en la exploración de los imaginarios que sobre la familia, el barrio, la ciudad, el país y el mundo hacen los niños y del papel que en este contexto juega la televisión. Igualmente se indaga sobre el papel de los medios en la vida cotidiana, los hábitos de consumo y las preferencias infantiles.
Es importante recordar como desde el momento mismo en que surge la preocupación por el estudio de la recepción esta se va a centrar particularmente en la infancia y en la manera en que sobre ella inciden los contenidos de los medios particularmente de la televisión considerado como el de mayor aceptación y el de más negativa influencia.
A diferencia de los estudios reseñados anteriormente, “Los niños como audiencias” muestra como este público no solo tienen claras sus preferencias frente a los medios, sino que además son una audiencia importante frente a la programación destinada a la franja familiar como es el caso de los noticieros y las telenovelas, situación que aparece como un llamado de atención a los criterios de programación y a la oferta diversa de géneros en los diferentes canales.
Y es justamente desde esta posición donde abundan investigaciones que van a sondear la
El aporte central de la investigación esta relacionado con varios aspectos: de una parte con
la ruptura que se plantea del análisis conductista que, como bien lo señalara Jesús Martín Barbero en la introducción del trabajo, al romper con el análisis conductista a la vez que utiliza en la metodología técnicas cuantitativas y cualitativas de trabajo etnográfico. En las conclusiones se pone en evidencia una vez más la contradicción que existe entre la cada vez mayor visibilidad que tienen los niños, particularmente en los avisos publicitarios y en los comerciales de televisión, frente a su desdibujamiento como actores centrales en las agendas de los medios. No aparecen como sujetos salvo que protagonicen algún hecho insólito, ni son tampoco espectadores de los espacios de información y opinión los cuales suelen resultar ininteligibles para ellos. A partir de lo anterior las recomendaciones del trabajo giran en torno a la necesidad de respetar las audiencias infantiles diseñando para ellos una oferta cultural rica y diversa, que muestre su riqueza étnica y regional. La televisión educativa ocupa un lugar importante en esta reflexión en la medida en que deberá incorporar lo cotidiano, lo lúdico y lo gozoso para que resulte tan atrayente y seductora como la comercial. La escuela tiene la palabra En 1998 la Dirección de Desarrollo Educativo de la Secretaria de Educación y Cultura de Antioquia (SEDUCA) se dio a la tarea de explorar el tema del consumo televisivo y las preferencias de los jóvenes en el Departamento buscando conocer la pertinencia del mismo como herramienta pedagógica. Este punto es interesante en la medida en que se supera el “prejuicio” existente en los educadores frente a la influencia negativa del medio en los estudiantes, en este caso de los grados 1o y 11o. Para ello elaboraron una encuesta que fue aplicada en los municipios con centros de servicios docentes. A partir de la reflexión del número de horas que un estudiante pasa en el aula de clase frente al tiempo que dedica a ver televisión, el equipo responsable se dio a la tarea de recoger una información que se publicó con el nombre de “Hábitos y preferencias televisivas de los estudiantes de educación básica en Antioquia” que busca evaluar el impacto del medio en aspectos relacionados con la adquisición y
actualización de conocimientos e información, adopción de estilos de vida y lenguajes, valores e impacto cultural. Como objetivos del trabajo se plantean los siguientes: “La información recogida posibilita, a través del establecimiento de asuntos tales como el tiempo que se dedica a la televisión en diferentes rangos de edad, o la preferencia de horarios en diferentes sub regiones, establecer la pertinencia o no del empleo de dicho medio como herramienta pedagógica. De la misma forma, el conocer el tipo de programación favorita en diferentes grupos etáreos y sexos permite caracterizar el formato que habrá de poseer el material a trasmitir a fin de obtener los niveles máximos de asimilación del mismo. Igualmente la información que se pretende suministrar ha de posibilitar optimizar el empleo de medios alternativos como la televisión en la implementación de procesos educativos”.20 Los resultados mostraron como el 99.9% de los niños consumen este medio masivo empleando en él un promedio de 3.2 horas al día. Esta actividad se realiza particularmente en las tardes y se incrementa en las noches de manera significativa. Como géneros preferenciales se señalan las telenovelas y seriados seguido de los dibujos animados. El núcleo familiar es un factor importante en el momento del consumo. La encuesta mostró como las diferencias en los hábitos y preferencias es consecuencia de patrones de comportamiento establecidos por la familia. Finalmente en cuanto a recomendaciones el trabajo enfatiza en el trabajo en equipo: en la necesidad de que educadores, investigadores y maestros asuman tareas colectivas que redunden en beneficio de la aproximación creativa de los estudiantes al medio. En el caso de los docentes, por ejemplo, se insiste en el potencial del medio y su utilización en el aula de clase como instrumento de aprendizaje, motivación y formación. En ese sentido los medios masivos y la televisión particularmente tendrían que recorrer transversalmente todas las áreas curriculares. 20 Secretaria de Educación y Cultura de Antioquia. Hábitos y preferencias televisivas de los estudiantes de educación básica en Antioquia. Dirección de Desarrollo Educativo. Medellín. 1998. pg. 19.
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Los niños frente a la industria televisiva Hacia 1999 Omar Rincón, profesor del Departamento de Comunicación de la Universidad Javeriana adelanta el trabajo titulado “La televisión que ven los niños” (Convenio Andrés Bello y Fundación Restrepo Barco. Bogotá: 2002) en donde a partir de la oferta de programación infantil existente en pantalla en ese momento se realiza una descripción de sus características desde el punto de vista de la narración, contenidos y estructura para entender las razones de aceptación. Para ello se seleccionaron los programas de mayor rating, sean o no infantiles, tomando como referente el segundo semestre de 1999 en los canales de sistema abierto nacional de Colombia (Canal RCN, Canal Caracol, Canal A y Canal Uno.
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El trabajo parte de una diferenciación de lo que significa los niños frente a la televisión, esto es, la mirada como target u objeto de mercado y la llamada televisión infantil. En el primer caso, se habla de un grupo privilegiado desde el punto de vista de la formación de hábitos de consumo ya que, como lo señala la investigación, son los más fieles televidentes y al hablar de televisión infantil se refieren a la televisión dirigida a un público comprendido entre los cuatro y los doce años de edad. Esta es diversa en cuanto a temáticas, géneros, formatos y contenidos. En un segundo momento se revisa la reglamentación existente alrededor de la ubicación de la franja infantil expedida por la Comisión Nacional de Televisión (CNTV) entidad rectora de este medio en el país. Posteriormente se realiza una aproximación a la televisión que ven los niños según medición de Ibope para seleccionar de ellos una muestra para el análisis teniendo como criterios la sintonía y el género. Como resultado de esta selección se analizaron los programas “Yo soy Betty, la fea”, “Aventuras en pañales”, “Todo por la plata” y “Los Simpson”. De las conclusiones del trabajo se destacan las siguientes: “Preguntarse qué ven los niños es pertinente en este momento en nuestra sociedad, pero preguntarse por qué lo ven los niños lo que ven supone confirmar ciertas variables refrendadas por este estudio: a) los niños exigen que la televisión reconozca sus necesidades y expectativas en la vida social, por eso buscan
programas donde puedan expresar un sentir o una opinión respecto al mundo (cfr. Aventuras en pañales, Tentaciones y Los Simpsons), b) Los niños saben ver televisión desde el punto de vista formal y narrativo. Ellos reconocen los formatos (comedia, telenovela, aventura, concurso) y saben que pueden esperar dramáticamente de cada uno. Este hecho muestra también que los niños no ven los programas ni los piensan desde su contenido, sino que el sesgo de la temática es un asunto de los adultos y de los estudiosos. En otros términos, los niños ven televisión de manera diferente a como lo ven los adultos: estos ven contenidos, ellos ven estilos, formas, colores e ironías”21 . 2. La investigación en los años 2000 a 2004 De estos primeros 4 años se reseñan dos trabajos: “Internet, guerra y paz en Colombia” a cargo de Luis Fernando Barón, investigador del CINEP, proyecto interdisciplinario e interinstitucional que contó con la participación del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (CIID), la Universidad Javeriana de Cali, la Universidad Santo Tomás, la Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz y el ICESI de Cali. El segundo más que una investigación en particular hace referencia a los diferentes proyectos que fueron seleccionados como resultado de la convocatoria realizada en el 2002 por la Comisiòn Nacional de Televisión (CNTV) como parte del programa de investigaciones que sobre este medio adelanta esta institución. En “Internet, guerra y paz en Colombia” se realiza una aproximación a la manera como los distintos actores del conflicto armado (fuerzas militares, grupos guerrilleros, paramilitares, autodefensas, narcotráfico) y de los procesos de paz se han apropiado de la red como parte de sus estrategias y acciones comunicativas, culturales y políticas. Lo anterior haciendo énfasis en la mirada desde la recepción; esto es, desde los relatos y las prácticas de las personas que han experimentado el conflicto, la paz y los derechos humanos desde una cotidianidad conformada en parte por los medios de comunicación, incluida Internet.
21
Rincón, Omar et all. La Televisión que ven los niños. En: Televisión infantil: voces de los niños y de la industria televisiva. Convenio Andres Bello. Fundación Restrepo Barco. Bogotá: Febrero de 2002. pg. 137.
desarrollan sus agencias, practicas y significaciones de comunicación e información, apropiación de Internet y páginas web, entre otras. Posteriormente se seleccionó un conjunto de organizaciones del Estado (la Oficina del Alto Comisionado para la Paz de la Presidencia de la Republica, el Ejército Nacional) al margen de la ley tales como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y Ejército Popular de Liberación (EPL) de la sociedad civil (Asamblea Permanente de la Sociedad Civil por la Paz, Consultoría para los Derechos Humanos y del Desplazamiento (CODEES)) consideradas
Fotografía: alexander saa
La investigación parte de una reflexión sobre las múltiples confrontaciones armadas que ha vivido el país y desde este contexto anterior los medios y más particularmente las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs) han jugado un papel determinante en la medida en que la información que a través de ellos circula no solo se convierte en referente de la realidad sino en parámetros de construcción para las narraciones que los sujetos confeccionan. En el caso de la Internet los actores del conflicto armado y la paz han encontrado un nuevo escenario de comunicación desde donde poner en discusión agendas, narrativas e identidades.
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En esa medida la investigación se centró en conocer y comprender la manera como estos diferentes actores se han apropiados de esta tecnología, en tiempos y lugares específicos, en los procesos de conflicto y paz en Colombia. Para ello se diseña una metodología centrada en la aproximación a las narrativas y prácticas de los agentes involucrados, alrededor de distintos ejes de indagación tales como la caracterización de los mismos, contextos sociopolíticos en donde se
como protagonistas de estos procesos que tuvieran páginas web y que además desarrollaran prácticas y estrategias comunicativas a través de ellas. La existencia de estas paginas es testimonio de la creciente importancia del campo mediático en el desarrollo de procesos económicos, políticos, militares y culturales. En un segundo momento, se seleccionó un grupo de navegantes con quienes a través de procesos
de indagación individual, de recuperación de información mediante un proceso etnográfico realizado mediante observación y entrevistas en profundidad y de navegaciones conjuntas por las páginas seleccionadas, se desarrolló el trabajo de análisis de mensajes para explorar la recepción. Con estos sujetos y a través de sus narraciones se puso en evidencia el escenario complejo desde donde se lleva a cabo esta guerra simbólica donde ningún discurso es legítimo, donde se privilegia la victimización y la existencia de salvadores o de mesias llamados a resolver las afrentas y a construir un nuevo orden. Las conclusiones generales del trabajo mostraron como Internet aparece como un escenario del conflicto colombiano y como un campo no armado de lucha política. A través de él los actores involucrados desarrollan batallas simbólicas, discursivas y políticas. En ese sentido la existencia de la red posibilita la extensión de la guerra ampliando su espacio público. Igualmente en esta investigación se hicieron visibles esos “otros narradores” y esas otras “voces” de la guerra que han sido protagonistas de la misma pero muy pocas veces incluidos en sus relatos. Se hace necesario entonces darles la identidad, la credibilidad y la protección que merecen.
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Participación de la CNTV Hacia el año 2002 la Comisión Nacional de TV (CNTV) a través del Programa de Investigaciones Académicas abrió una convocatoria buscando responder a la obligación que tiene esta entidad de promover y realizar investigaciones sobre este medio que aporten su desarrollo. Por esta razón desde la Oficina de Planeación se invitó a las universidades, centros y grupos de investigación a presentar propuestas en áreas relacionadas con la educación del televidente, el medio y la formación de ciudadanía, su efecto del medio sobre las audiencias infantil y familiar, y el sexo y violencia, por mencionar algunas de ellas22 . Como resultado de este proceso anterior se seleccionaron 14 trabajos de los cuales se reseñan 3 por considerar que son los más pertinentes en esta mirada sobre el tema de la recepción. El primero de ellos, se titula “Propuesta de un modelo pedagógico de competencia televisiva con fines educativos” presentado por Boris Bustamante, Fernando Aranguren y Rodrigo
Arguello con respaldo de la Universidad Distrital. El trabajo parte de una reconstrucción del proceso teórico y práctico de construcción de comunidades de apropiación, entendidas como formas de expresión de los procesos de socialización de este medio que para este caso en particular hacen referencia a ambientes educativos y comunitarios. Desde ellas se recogió una reflexión sobre la situación del país en sus aspectos económico, político y cultural empleando la televisión como un objeto que posibilita el diálogo público para posteriormente elaborar un modelo de lectura de la televisión encaminado a potenciar pedagógicamente el uso de medios en los procesos educativos. “La Televisión en familia y la familia en la televisión” es el segundo proyecto seleccionado y estuvo a cargo de Tomás Vásquez, Alexis Pinilla, entre otros. Contando con el respaldo de la Fundación Universitaria Los Libertadores busca indagar los usos que la familia hace de este medio masivo desde los contextos culturales del hogar. Para ello se trabajó desde un abordaje cualitativo con la localidad 12 de Bogotá buscando entender la forma en que la televisión reorganiza los espacios y los tiempos familiares y a su vez la manera como el medio incide sobre las relaciones de socialización de los actores familiares. A partir de una caracterización socioeconómica de la localidad se realizó un análisis en torno a la manera como la televisión articula las actividades escolares y laborales de la familia, sus usos, la relación del medio con otras tecnologías, la manera como incide en la comunicación familiar, la manera como se organizan para su consumo, el perfil del consumidor, los tipos de familia más representativos, sus lógicas televisivas. Como conclusiones se evidencia a través de los resultados de la encuesta y las entrevistas con las familias una mayor demanda de la televisión que “eduque”, en el sentido de que los contenidos de los programas estén orientados a fortalecer los procesos formativos de los actores familiares. Frente a los usos se demostró que estos dependen de las exigencias y dinámicas temporales de la vida laboral y académica de cada uno de los miembros de la familia. 22
www.cntv.org.co Estudios e investigaciones académicas. Consultada Octubre 27 de 2004.
Finalmente el “Análisis de la recepción televisiva en audiencias socio-culturalmente diferenciadas en Bogotá” realizada por Fabio López y otros investigadores del Instituto de Estudios en Comunicación y Cultura de la Universidad Nacional (IECO UN) recoge mediante una encuesta a 165 hogares la información empírica sobre las valoraciones que frente a la televisión realizan miembros de familias pertenecientes a estratos diferenciados socio culturalmente en esta ciudad tomando como criterios estrato, edad y género. En ella a partir de una indagación sobre condiciones del hogar y características de sus miembros se sondeó sobre preferencias y prácticas de recepción televisiva así como de apropiaciones y valoraciones de contenidos televisivos. Entre las conclusiones se destacan la complejidad del fenómeno de las audiencias, abordado más desde el concepto en plural que en singular, cuya comprensión supone un abordaje tanto de sus lógicas de producción como de recepción. Así mismo se puso en evidencia la necesidad de no caer en interpretaciones excluyentes frente a los procesos de recepción en el sentido de colocarse en un punto medio entre el determinismo de la clase social y económica sobre la cultural, ni la autónoma del mundo simbólico sobre la economía y la producción. Frente al tema de los perfiles de audiencia se hace énfasis en construir índices que posibiliten información más sólida. A manera de cierre La discusión sobre la relación entre la sociedad y los medios en estos últimos 4 años en el país desde el ámbito de la recepción, ha venido superando los esquemas reduccionistas de causa-efecto y de sobrevaloración del medio, para ubicarse en otros terrenos desde donde se sigue actualizando y dinamizándo a través de nuevas miradas que ponen en evidencia nuevos escenarios y actores de un debate que por momentos pareció “inacabado” por las posiciones aparentemente “irreconciliables” que frente a él se generaron. Los trabajos reseñados, abordados desde nuevas metodologías, muestran como se supera la condición de fragilidad y pasividad de las audiencias, particularmente los niños y jóvenes, considerados como los mayores afectados por los “efectos perversos” de la televisión, para entender
sus competencias comunicativas, la manera como “saben ver ” televisión, como seleccionan la programación de su preferencia y las diferencias en el consumo frente a los adultos. Esta nueva ubicación ha posibilitado el hecho de que se vaya superando el llamado “miedo” al medio y que se realice una aproximación al mismo desde una postura más abierta buscando conocer todo su potencial aprovechable en la escuela y en la familia, considerados como espacios de socialización fundamentales. En el primer caso su consideración como herramienta pedagógica le ha permitido a los docentes conocer su inmenso potencial, la posibilidad de que este sea utilizado como una importante herramienta en la tarea de construcción de conocimiento. La exploración del medio y su relación con la familia ha permitido entender la manera como este medio ha incidido en las relaciones de socialización de cada uno de los actores familiares. Otro aspecto interesante tiene que ver con el hecho de que la preocupación por el tema cada vez interpela a entidades públicas y privadas, fundaciones, entre otras. Es el caso del Ministerio de Comunicaciones, la UNICEF, de la Secretaria de Educación de Antioquia, la CNTV quienes empiezan a avalar esas “otros” abordajes. Si bien es cierto todas tienen una responsabilidad en el tema en ese contexto el papel de la CNTV en su condición de organismo rector de este medio en nuestro país ha de ser definitivo. De la responsabilidad colectiva de estas entidades y de acciones conjuntas entre ellos depende que la oferta de programación infantil en el país se transforme promoviendo aprendizajes para que los medios reconozcan los derechos de los niños impulsando su condición de televidentes críticos. Bibliografía: LOPEZ De la Roche et all. Los niños como audiencias. Investigación sobre recepción de medios. Proyecto de Comunicación para la Infancia. Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Bogotá: Da Vinci edit. 2000. Secretaria de Educación y Cultura de Antioquia. Hábitos y preferencias de los estudiantes de Educación Básica de Antioquia. Medellín. 1998. RINCÓN, Omar et all. En: Televisión Infantil: voces de los niños y de la industria televisiva. Convenio Andrés Bello. Fundación Restrepo Barco. Bogotá: Febrero de 2002. www.cntv.org.co Estudios e investigaciones académicas.
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Resumen: Este artículo tiene dos objetivos centrales. El primero es presentar la postura epistemológica del Grupo de investigación en Comunicación para pensar la comunicación como un campo de estudio e inferir de ahí, las implicaciones que esta reflexión puede tener tanto en la acción investigativa como en el ejercicio académico. El segundo, introducir la experiencia investigativa del grupo en la cual la comunicación, a través de diversas prácticas sociales, es pensada de una manera transdisciplinar y donde se reconoce que dichas prácticas no necesariamente se encuentran relacionadas con el tipo de interacciones establecidas por el sujeto o los grupos sociales con los medios masivos. * Solón Calero (Comunicación y Televisión), Luisa Fernanda Vallejo (Comunicación y Organizaciones), Orlando Puente y Juan Manuel Pavía (Comunicación y Música), Ana Lucía Jiménez (Comunicación y Simulacros de Identidad), Carmen C. Rivera (Comunicación y Medio Ambiente). Categoria A - COLCIENCIAS - Colombia.
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Grupo de Investigación en Comunicación. Facultad de Comunicación Social, Universidad Autónoma de Occidente, Cali, Colombia*
MUTACIONES EPISTEMOLÓGICAS Y POSIBLES FORMAS DE PENSAR EL CAMPO DE LA COMUNICACIÓN
«CADA ÉPOCA DE LA HISTORIA HUMANA PRODUCE A TRAVÉS DE LAS PRÁCTICAS SOCIALES COTIDIANAS Y SU LENGUAJE, UNA ESTRUCTURA IMAGINARIA.
LA
CIENCIA FORMA PARTE DE ESTAS
PRÁCTICAS SOCIALES Y LAS IDEAS CIENTÍFICAS ACERCA DE LA NATURALEZA CONSTITUYEN APENAS UNA DIMENSIÓN DE ESTA ESTRUCTURA IMAGINARIA.
LOS
HISTORIADORES Y FILÓSOFOS
MODERNOS, HAN DEMOSTRADO QUE LA IMAGINACIÓN CIENTÍFICA SUFRE MUTACIONES RADICALES DE UNA ÉPOCA A OTRA Y QUE LAS CIENCIAS SE PARECEN MÁS A UNA EPOPEYA NOVELÍSTICA QUE A UN PROGRESO LINEAL.
LA
HISTORIA HUMANA DE LA
NATURALEZA ES UNA NARRACIÓN QUE MERECE SER CONTADA DE MÁS DE UN MODO».
Francisco Varela
Las formas como se estructura el saber, los postulados filosóficos o las cosmovisiones que emanan de él y las apuestas metodológicas para leer la realidad configuran un entramado epistemológico. De acuerdo con Anderson y Bayn (2004)1 , la reflexión sobre epistemología en la tradición científica occidental ha estado preocupada, fundamentalmente, por determinar las condiciones necesarias y suficientes que deben tener los constructos teóricos y metodológicos para ser aceptados como válidos y verdaderos. En los estudios más recientes de comunicación, sin embargo, los mismos autores sugieren que el concepto de epistemología es usado de una manera más amplia, y se asocia más bien al proceso, las condiciones históricas y sociales, y a los criterios que legitiman y dan voz a un saber específico.
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Esta última perspectiva no concibe la realidad de una manera singular ni tampoco universal; la ve, más bien, anclada a prácticas sociales mediadas por el lenguaje y por el tipo de interacciones intersubjetivas 2 que se efectúan entre sus protagonistas. Al ocupar el lenguaje un lugar central dentro de dicha discusión, el saber entonces no es entendido como el producto de un encuentro objetivo y racional con la realidad, sino como el resultado de negociaciones, conflictos o consensos que ocurren en la interacción social. La noción de realidad esta profundamente arraigada al pensamiento social, presupuesto que permite entender la construcción social como el resultado de las ideologías con las que nos interpretamos, es decir, construcciones que modelan la realidad y la transforman; constituyendo las culturas en las que estamos
llamados permanentemente a reconocernos. Las interpretaciones posibles y el poder de que puedan estar revestidas las palabras con las que nombramos la realidad, constituyen los símbolos sobre los que buscamos un modo propio de ser en nuestra historia. Una lectura de esta naturaleza obliga necesariamente a reconfigurar o volver a pensar, desde los estudios de comunicación, las formas de entender los saberes y las prácticas sociales generadas en un contexto cultural específico. Ambos, saberes y prácticas sociales, terminan dándole sentido a una visión o episteme particular del mundo. La epistemología, así entendida, asume la verdad como algo que existe en y para una comunidad específica. De tal forma, las acciones de validación de esta(s) verdad(es) dependen más de un proceso de justificación social3 que de una serie de criterios que demandan precisión y exactitud científica. El saber, por lo tanto, se concibe como un proceso de comunicación en donde el pensamiento y la realidad se crean de manera permanente y constante. Asimismo, se entiende que el saber, por ser diverso, sólo se puede justificar o “validar” al interior de las comunidades que lo construyen y comparten. En definitiva, esa postura acepta que la condición diversa y plural del saber trae como consecuencia incompatibilidades y disensos. Esto ocurre porque el lenguaje es visto desde sus diversas formas, las cuales se caracterizan esencialmente por su complejidad e incertidumbre4. De esta forma, la reflexión sobre los procesos de comunicación, tal como plantea Varela (1999) en el epígrafe citado en el presente texto, cuando se 1
ANDERSON y BYAN, profesores investigadores de la Universidad de Utah y de la Universidad de North CarolinaGreenboro, participaron recientemente en un importante debate sobre el estado del arte de la investigación y el desarrollo teórico de la comunicación en el Journal of Communication, publicado en diciembre de 2004. 2 “Intersubjective”, concepto traducido del inglés e introducido por Anderson y Byan (2004). Hace alusión al carácter subjetivo y complejo que tienen los procesos de construcción social de sentido por desarrollarse justamente en estructuras sociales con amplias diferencias culturales. La intersubjetividad se manifiesta en el momento en que se establecen procesos de interacción comunicativa. 3 Justificación que, fundamentalmente, tiene presente las condiciones sociohistóricas y los hábitos discursivos en los cuales se produce el saber.
refiere a la manera como debe pensarse la historia humana de la naturaleza, también debe realizarse como una narración que merece ser contada de más de un modo; pues al igual que esta historia, los procesos de construcción social de sentido se caracterizan por la diversidad de discursos y saberes que se tejen en las prácticas sociales. Este grupo5, asienta su fundamento epistemológico en la perspectiva previamente introducida y reivindica el postulado filosófico que advierte que la realidad se construye en el lenguaje y que, por lo tanto, éste no es un representante de una realidad ajena y externa al sujeto. De igual manera, el grupo entiende que los estudios de comunicación deben mirar de una manera transdisciplinar las prácticas sociales, especialmente cuando éstas se convierten en objetos de estudio y en “excusas” para construir teorías6 . También reconoce que dichas prácticas no necesariamente se encuentran relacionadas con el tipo de interacciones establecidas por el sujeto o los grupos sociales con los medios masivos. Consecuente con ello, pensamos que la investigación en comunicación hoy tiene la obligación de mirar hacia otros ámbitos, así como pensar cuál es su significado para nuestro campo de estudio. La superación del media-centrismo7 se advierte de forma notoria, por ejemplo, en los reportes de investigación que aparecen actualmente en revistas científicas como “Communication Theory” y el “Journal of Communication”. Además de pensar los medios, estas investigaciones buscan entender el tipo de representaciones sociales que se construyen en campos como el medio ambiente, la salud, la política, la biotecnología 8 , las organizaciones, las diversas expresiones de la cultura popular. También, se estudian problemas contemporáneos como los desplazamientos forzosos de poblaciones alrededor del planeta y los efectos actuales del neocolonialismo en la construcción de identidad.9 En lo que resta de esta reflexión, desarrollaremos la idea sobre las implicaciones políticas de esta mirada y haremos una introducción sucinta a los objetos de estudio que nos ocupan para lograr esclarecer la relación concreta que tienen ellos con nuestra postura epistemológica.
El saber y las relaciones de poder Una apuesta epistemológica como la presentada hasta ahora, debe reconocer, no obstante, que el saber también se configura en medio de distintos procesos de interacción social, los cuales, a su vez, no son ajenos a múltiples relaciones de poder. Es decir, formas de interacción inscritas, de un lado, en contextos de poder, de dominación, de subordinación, de enfrentamiento y, de otro, en entornos de resistencia, de integración, de cooperación, de solidaridad o incluso de mera convivencia. 4
Esta idea se encuentra estrechamente ligada al debate actual sobre comunicación intercultural y que de acuerdo a Miquel Rodrigo Alsina (1999), “…pertenece a una época típicamente antitradicionalista y opuesta a cualquier visión etnocéntrica e instrumentalista de la comunicación y la cultura. Su propuesta consiste en concebir como relativas y completamente mutables y transitorias a las normas consideradas como universalmente válidas y atemporales y en negar los valores puros y absolutos”. La reflexión sobre comunicación intercultural se lleva a cabo en el contexto de diversos objetos de estudio, tales como: estilos de comunicación (grupos sociales, género), lenguaje no verbal, dimensión cultural del tiempo e impacto en los procesos de comunicación, relación hombre – naturaleza, estereotipos y prejuicios culturales, etnocentrismo, heterogeneidad e hibridaciones, procesos de desplazamiento forzoso, entre otros. 5 Grupo de investigación reconocido por COLCIENCIAS y adscrito a la Facultad de Comunicación de la Universidad Autónoma de Occidente. 6 Actualmente los objetos de estudio del Grupo observan la relación existente entre el campo de la comunicación con algunas prácticas sociales desarrolladas en contextos como el medio ambiente, la cultura popular -específicamente la música-, la publicidad, la historia de la televisión en Cali, el fenómeno del desplazamiento forzoso y las organizaciones. 7 Este concepto ha sido utilizado con mucha frecuencia en los estudios de comunicación de América Latina, con la intención acertada de pensar los medios más allá de las teorías sobre los efectos y el análisis ideológico. Para lograr este objetivo, en la década de los ochenta de siglo XX se comienza a hablar de mediaciones, estudios de recepción y de consumo cultural. Para nosotros, sin embargo, la superación del mediacentrismo significa mirar otros objetos de estudio ligados a la diversidad de prácticas sociales que se generan en el campo de la cultura. Obviamente, esta postura no desconoce la importancia de los medios en la conformación de identidades. 8 La revista Communication Theory del mes de febrero de 2005 dedica todo su número a este tema. Sobresale el artículo de Serena Dawn, “Technology, Corporeal permeability, Ideology”. El artículo diserta inicialmente sobre los cambios ideológicos ocurridos sobre la interpretación del cuerpo a finales del siglo XIX y comienzos del XX. La hipótesis central habla del cambio en la concepción cultural del cuerpo debido a la superposición (interface) que ocurre hoy entre corporalidad y tecnología. 9 Estos dos últimos temas son ampliamente tratados en la revista Communication Theory del mes de agosto de 2002, el cual dedica su edición a establecer la conexión existente entre los estudios postcoloniales y los estudios de comunicación. Se destaca de este número el ensayo “Postcolonial Approaches to Communicaction: Charting the Terrain, Engaging the Intersections”, de Raka Shome y Adaha S. Hegde. Se presenta aquí una introducción a las teorías postcoloniales y se exploran las relaciones entre dichas teorías y
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La música está escrita en el tiempo, en el cuerpo y en la memoria…
Otrora el tango, hoy el tango y el despecho continúa…
En este sentido, pensar estas distintas relaciones mediadas por el lenguaje exige superar la perspectiva lingüística centrada en la complejidad morfosintáctica, propia de los estudios de corte estructuralista, para transitar hacia las formas de producción del mismo, es decir, las múltiples manifestaciones del lenguaje y sus discursos subyacentes localizados en un marco contextual de tipo histórico, político, económico, social y cultural en donde toman forma todas las relaciones sociales mediadas por el mismo. El lenguaje no solo como fenómeno psicológico u orgánico, sino como acontecimiento social, producto de condiciones históricas particulares en donde se produce o reproduce.
está ligada a un proceso de negociación de discursos cuya aceptación o rechazo siempre termina siendo un ejercicio de múltiples relaciones propias de la dinámica de todo campo de conocimiento.
Desde esta perspectiva, la construcción del saber es vista como el producto de reglas implícitas y de normas que suponen un sentido de pertenencia, es decir, múltiples sentidos de identificación o no, con el grupo del cual se hace parte, asumiendo o representando roles socialmente determinados en donde los individuos, grupos y colectivos, mediante las distintas maneras de organización social vehiculizan, negocian y se disputan, en cierta medida, la consecución de sus propósitos e intereses. En cierta medida, la construcción del conocimiento a partir de distintos movimientos e interacciones relativos al conjunto de saberes responde a un marco normativo socialmente establecido. Por otro lado, en el plano de las interacciones comunicativas, la construcción del saber es leída como el conjunto de formas o redes articuladas y complejas mediadas por distintas relaciones sociales. De esta manera la “justificación social” del saber, especialmente en los ámbitos académicos, también
Implicaciones Académicas y Profesionales Para el campo de la comunicación, una reflexión de tal índole10 no puede seguir creando una relación ambivalente entre el universo de lo epistemológico y la práctica de la comunicación. Es sabido por todos, que a pesar de que los profesionales de la comunicación han encontrado diversos nichos para su ejercicio, éstos siguen siendo escépticos sobre el aporte “práctico” que los estudios de comunicación puedan tener en sus entornos laborales. La posibilidad de estudiar y trabajar en diversos ámbitos, la lectura hermenéutica y crítica de la comunicación y la invitación a pensarnos transdisciplinariamente 11 , no puede seguir generando la sensación de que somos un campo disperso e incapaz de ofrecerle al comunicador una formación sólida y pragmática12. los estudios de comunicación. Los temas más relevantes en este sentido son el desplazamiento de poblaciones (studies of diaspora) vistos no solamente como un fenómeno creado por la ocupación y colonización de territorios de las comunidades aborígenes, sino también analizado desde las prácticas de resistencia generadas por estos grupos. Otro tema de interés es el de la circulación global de imágenes y recursos simbólicos y la forma como ellas construyen imaginarios y estereotipos sobre lo desconocido, sobre la otredad, sin afectar los intereses hegemónicos de la industria cultural globalizada. Crucial para los estudios postcoloniales y de comunicación, finalmente, está siendo el debate sobre identidad conectado a temas como el género y las etnias en contextos globales, transnacionales y de hibridaciones culturales. 10 Hasta ahora en esta reflexión se han enfatizado dos ideas: 1) la necesidad de entender el saber como una construcción social mediada por el lenguaje y el poder; 2) la necesidad de observar el campo de la comunicación de una manera plural y transdisciplinar.
Por el contrario, éstas características del campo tienen que ser leídas hoy como una fortaleza13 . La academia, por lo tanto, necesita defender la idea de una formación holística, que es justamente lo que demandan los entornos contemporáneos organizacionales. Esto implica formarse en las humanidades, la investigación, las nuevas tecnologías y en otras disciplinas. Una concepción de esta naturaleza indudablemente posicionará mejor al comunicador que un adiestramiento netamente especializado, instrumental y tecnocrático. Nuestra postura concuerda con los planteamientos centrales del debate académico y nacional que se generó en 2004 con motivo de la estructuración de la prueba del ECAES 14 . Dentro de este contexto se hablaba justamente de entender la comunicación como un campo de características transdisciplinarias influenciado por diversos saberes e interesado por estudiar diversas prácticas sociales.
La apuesta transdisciplinar del grupo de investigación en Comunicación El grupo de Comunicación, alineado en esta dirección, ofrece pluralidad y heterogeneidad desde sus objetos de estudio, con la intención justamente de comenzar a construir un corpus epistemológico que piense transdisciplinariamente los estudios de comunicación.
Las líneas de investigación que hemos desarrollado, además de ser el resultado de esta configuración y características del campo, son también el producto de una reflexión organizada que se realizó en la Facultad de Comunicación desde 1999. Reflexión que estuvo acompañada de expertos en las humanidades, ciencias sociales y ciencias ambientales; entre ellos mencionamos a: Guillermo Páramo, Silvio Sánchez, Augusto Ángel Maya, Orlando Fals Borda, Jorge González, Jesús Galindo, y Fernando Savater, entre otros. Nuestra diversidad temática encuentra su núcleo cohesivo en el abordaje metodológico y en el entramado epistemológico con que miramos nuestros respectivos objetos de estudio. Es así como el estudio de las prácticas culturales se hace escudriñando los lenguajes, el tipo de imaginarios y representaciones sociales emergentes de ellas, apoyados en metodologías como el análisis sociohistórico, cultural y semiótico. La metareflexión sobre los procesos metodológicos adoptados y la construcción teórica terminan siendo entonces el eje articulador de nuestro ejercicio investigativo. Ver gráfico (practicas culturales) que da cuenta de estos encuentros y convergencias: Se procura de esta manera “centrar la mirada” en prácticas sociales específicas, ubicándolas tanto espacial como temporalmente. Dicho ejercicio nos permite, en esencia, visualizar los cambios culturales y las tensiones que ocurren en medio de estas transformaciones.
Algunos ejemplos concretos 11
Recordemos que la comunicación desde sus inicios comenzó a ser concebida como un campo de conocimiento transdisciplinario, más que como una disciplina. Recordemos que la comunicación como campo de estudio entra a la academia, en las primeras décadas del siglo XX, bajo la batuta epistemológica de otras disciplinas, fundamentalmente de las ciencias sociales. 12 Desde diversa esferas, especialmente las profesionalizantes, se argumenta que los egresados de pregrado se enfrentan al mundo laboral sin tener muy claro cuál es su papel en él. Para solucionar este problema se han creado en las carreras de comunicación los denominados “énfasis”, que propenden por “especializar ” al comunicador en una línea de trabajo. El mundo laboral, sin embargo, por ser inestable, demanda hoy más movilidad y versatilidad en el comunicador. 13 El debate contemporáneo sobre la reflexión científica y teórica de todas las disciplinas le apuesta a una lectura transdisciplinar de la realidad. Los problemas actuales, advierte dicho debate, no pueden seguir siendo leídos y solucionados desde una sola disciplina. 14 Este debate quedó consignado en el documento “Marco de Fundamentación Conceptual”, el cual fue utilizado para estructurar las preguntas de la prueba ECAES (Examen de la Calidad de la Educación Superior en Colombia).
Comunicación y Medio Ambiente La reflexión sobre comunicación y medio ambiente, entiende su objeto de estudio como el resultado de un proceso de construcción social, a partir de las interacciones entre los agentes e instituciones involucrados. El pensamiento occidental opone el mundo natural al cultural y esa concepción ha dado lugar a interacciones específicas que alteran el orden de lo natural y nos remiten de plano a consideraciones éticas y estéticas alrededor del tema. En este escenario emergen discursos y contradiscursos que dan cuenta de conflictos de
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Representaciones Mediaciones Imaginarios
Análisis sociohistórico Análisis de Discurso Análisis Cultural
Relación
Convergencias
Perspectivas Teóricas
Campos
Perspectivas Metodológicas
COVERGENCIAS DEL GRUPO DE COMUNICACIÓN
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poder. La oposición entre lo natural y lo no natural y su conveniencia para la especie humana, comporta un juego de intereses que responde a modelos de desarrollo específicos en donde se disputan determinadas visiones de mundo. La descripción de los componentes e interacciones del campo del medio ambiente, los análisis socio – histórico y discursivo, así como los imaginarios que se promueven, son los ejes que articulan esta indagación orientada al análisis de los imaginarios de naturaleza y conservación que transformaron el paisaje del Valle geográfico del río Cauca en la región suroccidental de Colombia, en los años comprendidos entre 1950 y 2000.
Comunicación y Música La relación entre la comunicación y la música, obedece al interés por comprender el papel mediador de las prácticas musicales en la construcción del imaginario urbano local y al
interés por comprender la Comunicación Social como campo de estudio en el que convergen las tradiciones investigativas de las ciencias sociales con el aporte novedoso de estudios provenientes de experiencias interdisciplinarias y transdisciplinarias. La comunicación musical, al igual que otras formas de comunicación “no formalizadas” es un filón estratégico para observar la transformación cultural de las sociedades urbanas- industriales, las identidades y autonomías, los sistemas de mediación con los que se canaliza la acción social de los grupos y clases sociales, cuyas particularidades únicas y diversas, están dispersas en imaginarios individuales, interpersonales, grupales y colectivos susceptibles de reordenarse, interpretarse, socializarse y autoevaluarse. Esta indagación se interesa por la comprensión de la comunicación musical en la transformación
El umbral, una tribuna para observadores de bohemia y arrabal…
del Barrio San Antonio y la ciudad de Cali, Colombia, inmediatamente inicia el período de la industrialización y urbanización y del rescate de la memoria de sus protagonistas.
Comunicación y TTelevisión elevisión Los estudios abordados por el grupo sobre la televisión local pasan por dos fases. La primera, se desarrolla en la investigación titulada, “Cartografía Cultural de Televisión en Cali (1987 – 2003)”15 . Apoyados en el análisis socio - histórico se intentó aquí reconstruir, el contexto histórico, examinar las relaciones sociales y las instituciones que permitieron la constitución del canal regional Telepacífico de la Ciudad de Cali. El análisis socio - histórico es definido por Thopmson (1991) como el estudio del contexto histórico en el que se sitúa la producción de discurso. Para lograr este tipo de análisis fue preciso también reconstruir la distribución del poder y los recursos, por medio de los cuales dicho contexto constituye un campo social16 diferenciado, lo cual significó hacer un análisis de campo y de la estructura17 dentro de la cual se ubica el productor del discurso (el canal Telepacífico y las instituciones que directamente afectan su desempeño) para saber cuál es su posición dentro del campo. La segunda fase, se desarrolla actualmente a través de un estudio de recepción, en el cual se propone identificar cuáles son las características actuales de las audiencias del canal regional 15
Esta investigación, ya concluidad, y los productos intelectuales generados de ella fueron desarrollada por el profesor Solón Calero junto con los estudiantes de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Occidente que a continuación se presentan: Diana Trujillo, Tatiana Rodríguez, Mauricio Zuluaga, Freddy Urdinola y María del Mar Cáldas
Bailo con la velocidad de los tiempos presentes, gozo con el olvido de los tiempos futuros, abrazo con la fuerza de los tiempos pretéritos…
Otrora el tango, hoy el tango y el despecho continúa…
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Telepacífico, cuáles son las formas de consumo de la televisión local y cuál es la opinión de los caleños sobre Telepacífico.
Comunicación y simulacros de identidad Esta temática se ha interesado en estudiar la construcción discursiva de sujetos (simulacros) en distintos productos mediáticos como el comic, la publicidad, la pintura y algunas columnas de las revistas femeninas. Estos productos mediáticos han partido de la concepción filosófica del lenguaje que lo concibe como el eje que permite construir un mundo posible o deseable, según la publicidad, o la fantasía de Calvin, por ejemplo. En concreto, los trabajos sobre la comunicación y los simulacros de identidad parten del estudio de los textos icónico verbales, se mira su estrategia argumentativa y discursiva y luego se complementa o amplía su sentido con el mundo interdiscursivo que proveen las ciencias sociales, ya sea la sociología, la psicología, la historia o la filosofía.
Comunicación y organizaciones La construcción del desplazado como nuevo sujeto social en Colombia, estudia de manera descriptiva y documental el fenómeno del desplazamiento masivo en nuestro país teniendo en cuenta las dimensiones sociopolítica y cuantitativa y sobre todo, la complejidad cultural de este problema concreto. 16
Este análisis muestra cómo y de qué manera el “desplazado” no puede tomarse como una descripción natural de los hechos objetivos. Es decir, como una categoría naturalizada, sino como una construcción social donde concurren intereses, saberes y definiciones de lo real culturalmente diverso. La perspectiva del trabajo es una lectura construccionista del fenómeno, por ello a lo largo del texto se intenta documentar el impacto que dicha construcción social tiene sobre la realidad: Sobre la subjetividad de los sujetos tanto como sobre su condición social objetivada a través del acceso a la red de servicios y recursos estatales y paraestatales. Frente a cualquier visión mecanicista, economicista, reduccionista o simplificadora del fenómeno, esta
etnografía permite justamente documentar esa complejidad tanto desde las dificultades de la trama institucional diseñada para manejarlo como desde las trasformaciones y trayectoria subjetivas de los individuo y grupos que lo sufren.
A manera de cierre Como se puede apreciar, nuestro Grupo de Comunicación, en términos epistemológicos, concibe integrada la relación comunicación, cultura y sociedad. Entiende además la construcción de la realidad social como un proceso que se da a partir de las interacciones entre los sujetos sociales. Tales interacciones, mediadas por el lenguaje y la historia, legitiman ciertos discursos y modelos de mundo desde donde se hacen visibles las representaciones que nos circundan, con sus problemáticas ideológicas y la necesaria contradicción que entrañan, dando cuenta, a su vez, de las prácticas culturales que le confieren sentido a la realidad aludida. Los programas metodológicos de aproximación al estudio de éstos, los cuales pueden ser leídos bien como textos, como discursos o como acciones sociales con sentido, son el análisis semiótico, el análisis socio – histórico y el análisis cultural. 16
El concepto de campo hace referencia a un espacio social estructurado que tiene reglas precisas, competencias propias y prácticas especializadas. Un campo está conformado por instituciones y agentes especializados, los cuales establecen luchas hegemónicas y simbólicas entre sí por el control de diversos capitales: social, cultural, simbólico, corporal, lingüístico y económico. Lo que sugiere entonces la presente definición es que en un campo hay relaciones entre dominantes y dominados, y que al interior de éste, cada actor social (individual o colectivamente) posee una fuerza o energía propia que lo involucra y determina su(s) relación(es) con los demás. Y es en estas “zonas de encuentro” donde se definen histórica y simbólicamente la posición y las posibilidades de acción de cada actor. (BOURDIEU, P. 1997; GONZÁLEZ, J. 1995; REGUILLO, R. 1999). Complementariamente se tiene en cuenta la caracterizaciones de los campos realizada por Bourdieu (1997): el campo, de un lado, es el espacio donde se construye una visión interpretativa, una mirada de conjunto y de apuesta por al construcción de sentido. Por otro lado, el campo es un dispositivo que propicia la existencia de objetos, discursos, sujetos, conocimientos y acciones, Así, un campo es a la vez “productor – limitador ” de sentido y “productor-formador ” de nuevas dimensiones formativas. 17 La estructura del campo es un estado de la relación de fuerzas entre los agentes o las instituciones que intervienen en la lucha, de la distribución del capital específico que ha sido acumulado durante luchas anteriores y que orienta las estrategias ulteriores (BOURDIEU, P. 1997). En todo campo, por ende, siempre habrá algo en juego. Entonces, los que aspiran a ingresar al campo deberán diseñar estrategias de lucha para lograrlo.
En el Ensayo Sobre la Ceguera José Saramago invita a los seres humanos a reflexionar sobre las consecuencias que tiene para la sociedad contemporánea el hecho de pasar por alto (de no ver) asuntos tan cruciales como las relaciones comunicativas que el hombre establece con la naturaleza y con los otros. El hecho de estar obligados a interrelacionarnos con el mundo natural y el mundo social, nos demanda a los estudiosos de la comunicación a experimentar “mutaciones epistemológicas” y a crear nuevas formas de pensar el campo de la comunicación. Los diagnósticos aterradores sobre nuestra realidad, así lo exigen. Fotografías: Mauricio Mejía.
Bibliografía: ALSINA, Miquel Rodrigo (1999). Comunicación intercultural. Barcelona, Anthropos. ANDERSON, James. A. y BAYM, Geoffrey. (2004). “Philosophies and Philosophic Issues in Communication, Sólo un poco de luz irrumpe en la penumbra del dos por tres…
1995-2004”. Journal of Communication. Diciembre 2004/ Vol.54 No. 4. Pág. 589 – 615. BOURDIEU, Pierre (1997). Espacio social y campo de poder. Barcelona, Anagrama. DAWN, Serena. (2005). Technology, Corporeal Permeability, Ideology. Communication Theory. Volume 15, No 1, Febraury 2005. GONZÁLEZ. A, Jorge (1995). “Coordenadas del imaginario: protocolo para el uso de las cartografías culturales. Estudios sobre cultura contemporáneas”. en Época II /Volumen 1/ Número 2 /Diciembre, 1995. Marco De Fundamentación Conceptual y Especificaciones de la prueba ECAES en Comunicación e Información. AFACOM, Bogotá, D.C. abril de 2004 Plan Macro de Mejoramiento Continuo (PMMC). Facultad de Comunicación Social, UAO, 2000. REGILLO C., Rossana (1990). En la calle otra vez. Las bandas: identidad urbana y usos de la comunicación. Tesis de maestría, Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). Guadalajara, Jal, México, Agosto de 1990. SHOME, Raka y HEGDE, Radha. (2002). “Postcolonial Approaches to Communiation: Charting the Terrain, Engaging the Intersections”. Communication Theory. Volume 12, No 3, August 2002. THOMPSON, John B. (1991). ”Comunicación masiva y la cultura moderna. Contribución a una teoría crítica de la ideología”. Revista Versión. Estudios de comunicación y política, No. 1, Universidad Autónoma Metropolitana-Unidad Xochimilco, México, octubre de 1991. VARELA, Francisco (1990). Conocer. Las ciencias cognitivas: tendencias y perspectivas. Cartografía de las ideas actuales, Barcelona, Gedisa. De reojo te miro esquina de mi barrio; no te pierdo de vista, solamente cuido mis tragos amargos…
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PRESENT A CIÓN 1 REVIST A DIAL OGOS DE LA COMUNICA CIÓN PRESENTA REVISTA DIALOGOS COMUNICACIÓN La edición Numero 73 de Dia-logos se inicia con un texto llamado “Mutaciones comunicación””, epistemológicas y posibles formas de pensar el campo de la comunicación firmado por un colectivo de profesores que conforman el Grupo de Investigación en Comunicación perteneciente a la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Autónoma de Occidente, Cali/ Colombia2 . Gracias a esta misma Facultad, fue posible la publicación de este número de la revista, que contiene otro esfuerzo colectivo para analizar el campo de la investigación en recepción, como se verá a seguir. El artículo del Grupo de Investigación presenta una postura epistemológica en proceso de construcción y señala las implicaciones que esta reflexión puede tener tanto en la acción investigativa como en el ejercicio académico. Introduce igualmente su experiencia investigativa, en la cual la comunicación es pensada transdisciplinarmente y más allá de los medios masivos. La compilación sobre estudios de recepción para trazar un estado del arte en América Latina, aun cuando no se cubran absolutamente todos los países como hubiese sido deseable, compone la segunda parte de esta publicación y a otra cara del trabajo articulado. El presente texto es una revisión, y en muchos casos una reedición corregida, de una versión anterior preparada para el Boletín de ALAIC N° 20 que está disponible3. Fue justamente el éxito de la versión virtual lo que motivó la presente edición. El resultado de este trabajo conjunto revela que la investigación en el área no perdió su energía como suponen sus críticos y observadores más pesimistas, sino que tomó otros caminos y quizás haya perdido uno que otro investigador, pero ciertamente ganó otros nuevos, como veremos. Inmediatamente lo que tenemos es un mapa bastante abarcador y amplio sobre la investigación en casi todo el continente, con indicadores de la situación del campo en cada país y pistas directas o indirectas para seguir adelante. Los datos que aquí se presentan fueron levantados tanto por investigadores experimentados en el área como por otros nuevos y entusiastas, todos interesados en contextualizar el campo donde actúan. Tales datos podrán servir de base para nuestras futuras investigaciones, más allá de, ciertamente, ejercer un efecto reflexivo sobre la configuración del campo como un todo. Participan de esta empresa los siguientes países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, México, Puerto Rico, Perú y Uruguay, además de Venezuela y Paraguay, que no habían estado en el Boletín. Sobre Argentina, escriben Florencia Saintout y Natalia Ferrante, de la Universidad Nacional de La Plata, quienes localizan la emergencia de los estudios de recepción, luego de la caída de la dictadura, y cuyo desarrollo y consolidación se dan en los años de 1980 y 1990. En su texto presentan y comentan los principales trabajos y temas explorados por los investigadores argentinos durante este período. Cierran el artículo actualizando la producción de aquel país en la década de ‘90, constatando el cúmulo de conocimiento sobre la relación medios/público, lo cual abrió la investigación hacia nuevas problemáticas y temas como la construcción social del sentido, la cultura popular y sus variadas expresiones.
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Traducción de Luz Mónica Villarroel, a quién agradecemos. 2 Solón Calero (Comunicación y Televisión), Luisa Fernanda Vallejo (Comunicación y Organizaciones), Orlando Puente y Juan Manuel Pavía (Comunicación y Música), Ana Lucía Jiménez (Comunicación y Simulacros de Identidad), Carmen C. Rivera (Comunicación y Medio Ambiente). Contactos: sacalero@uao.edu.co 3 www.alaic.net
El texto de Marcelo Guardia Crespo, de la Universidad Católica Boliviana San Pablo/ Cochabamba, presenta tres momentos del desarrollo de la investigación de recepción en Bolivia desde mediados de la década de 1990 hasta el presente, explorando aspectos de la aplicación de la teoría de las mediaciones que es introducida al inicio de los años ‘90, y terminando el artículo con las críticas al estado del campo en este momento. Sobre el período relativo a la exploración de la teoría de las mediaciones, presenta las principales problemáticas y temas que fueron abordados. La contribución de Brasil es escrita, por Ana Carolina Escosteguy, de la Pontificia Universidad Católica/RS y Nilda Jacks, de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, cuyo texto traza un panorama de los estudios de recepción desde la década de ‘70 hasta el final de los años ‘90, además de agregar un levantamiento de todas las tesis de doctorado y de magíster defendidas en los programas de Post-grado en la década de 1990. Las investigadoras están emprendiendo el análisis de todas estas tesis con el fin de entregar un panorama amplio y profundo del campo en Brasil. Valerio Fuenzalida, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, narra el desarrollo de la investigación chilena, organizado en dos partes: la primera muestra los
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PRESENT ACIÓN REVIST A DIAL OGOS DE LA COMUNICA CIÓN PRESENTA REVISTA DIALOGOS COMUNICACIÓN antecedentes sobre las instituciones que realizaron estudios de recepción, donde se incluye la universidad, y en este contexto, analiza las repercusiones de la dictadura militar sobre el campo de los medios y las investigaciones académicas. En la segunda parte expone temas explorados desde la perspectiva de la audiencia y de la recepción; el autor termina el artículo reflexionando sobre la televisión pública desde el punto de vista de la recepción y la audiencia. El panorama colombiano es presentado por Jesús Martín-Barbero y María Patricia Tellez, ambos de la Universidad Javeriana de Bogotá. El texto comienza el análisis a partir de la década de ‘80, identificando el escenario donde los estudios de recepción emergieron en Colombia, o sea, enfrentando la fragilidad democrática y la espesura de la violencia. Destaca también el cambio de perspectiva en la mirada de los investigadores sobre la cultura popular, comentando los estudios pioneros. Sobre la década de ’90, los autores indican que las investigaciones estuvieron localizadas entre el estudio del consumo y de los usos, como estrategia para enfrentar las distorsiones introducidas por la identificación con las mediciones de audiencia. Es actualizado, además, el escenario de las investigaciones realizadas al final de la década de ‘90 e inicio de los años 2000, no sin antes comentar las principales contribuciones de algunas de ellas. Sobre Ecuador Ecuador, Fernando Checa Montúfar, de la Universidad Andina Simón Bolívar, admite que no obstante la cercanía cultural y geográfica de su país en relación a Colombia, donde se irradió la experiencia promovida por MartínBarbero, el influjo de esa nueva epistemología no llegó allá. Y a esta paradoja suma otra: en Quito se encuentran las matrices de ocho organizaciones internacionales de comunicación: CIESPAL, OCIC-AL, UNDA-AL, UCLAP, AMARC, ALER, PROA y el Proyecto Latinoamericano para Medios de Comunicación de la Friedrich Ebert Stiftung. A pesar de esta presencia y de las importantes e influyentes actividades realizadas por esas organizaciones en el campo comunicacional, los efectos en la investigación nacional han sido mínimos, especialmente en los estudios de recepción, que apenas empieza su desarrollo en los ‘90.
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Diana Serafini de la Universidad Católica Nuestra Señora da la Asunción, escribe sobre la investigación en Paraguay araguay, elaborando un panorama de la Universidad y de la enseñanza de comunicación en su país, a la sombra del régimen dictatorial y luego del período de redemocratización. Es en este contexto que menciona la situación de la investigación en ese país, analizando década por década la producción en su institución, indicando la incipiencia de la discusión sobre recepción de los medios hasta el inicio de la década de ‘90. Es en esta época que surgen dos trabajos, los cuales son comentados por la autora. Rosa María Alfaro, de la Asociación de Comunicadores Sociales CALANDRIA, parte del contexto de la sociedad de su país, Perú erú, donde identifica una situación macro-social que de cierta forma condiciona la producción del área y teje un análisis detallado sobre el desarrollo de la investigación de recepción. Los años ‘80, superando los ‘70, y más que los años ’90, trajeron mayor preocupación de la academia por los estudios de recepción, aunque en esa última década las investigaciones hubiesen alcanzado un enfoque interdisciplinario con la aproximación de la antropología y la sociología, además de una mayor aplicabilidad del campo de la educación y de la política. Por otro lado, el nuevo siglo trajo al debate peruano la cuestión de la democracia mediática y sus consecuencias para el abordaje de la identidad ciudadana de los receptores, por lo menos en términos legales, con la aprobación de la ley de radio y televisión. Sobre Uruguay Uruguay,, Rosario Sánchez Vilela, de la Universidad Católica del Uruguay, traza un panorama de la investigación realizada en su país, aunque admita que sea de forma parcial, ya que la falta de intercambio y articulación académica impide una visión más global. Opta así por presentar las principales investigaciones realizadas durante la década de ‘90,
PRESENT A CIÓN REVIST A DIAL OGOS DE LA COMUNICA CIÓN PRESENTA REVISTA DIALOGOS COMUNICACIÓN identificándolas por líneas de investigación: recepción y géneros televisivos, familia y contextos de recepción, polisemia, oralidad y procesos interpretativos e historia de los medios desde la perspectiva de la recepción. Esta última, una investigación de larga duración que está comentada a través de varios artículos de su autoría. Completando el panorama de Sudamérica, Marcelino Bisbal, de la Universidad Católica Andrés Bello, presenta y comenta los estudios de recepción televisiva desarrollados en Venezuela desde el surgimiento de la televisión en la década de ‘50. Su texto identifica todas las fases recorridas por la investigación en recepción, indicando las tendencias hegemónicas de cada una de ellas y mostrando los avances en el conocimiento empírico sobre la relación de los receptores con la televisión. Como ejemplo de esta relación teórico-empírica, presenta cuatro modelos de relación con la televisión, fruto de una larga investigación emprendida en los años ‘90, además de examinar de forma breve la producción de los estudios de audiencia de cuño mercadológico. De América Central y El Caribe, tenemos dos relatos: El Salvador y Puerto Rico. Sobre El Salvador escribe Amparo Marroquín Parducci, de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, quien sistematiza la investigación de recepción señalando la dificultad de tal empresa debido, por un lado, a la falta de documentación y, por otro, reconoce la escasez de la producción en el área, que apenas se inicia y lo hace bajo la influencia de las teorías latinoamericanas. Identifica lo que considera las problemáticas a ser enfrentadas por la investigación salvadoreña: investigaciones cualitativas, tratamiento de las mediaciones culturales, estudios comparativos y mayor difusión de los resultados de investigación. El análisis de la investigación en Puerto Rico es realizado por Guadalupe Escalante Rengifo, de la Universidad de Puerto Rico, quien identificó la fuerte influencia de Jesús Martín-Barbero y de Guillermo Orozco sobre los investigadores de su país, destacando los trabajos realizados en los cursos de Post-grado, cuyas temáticas abordan los sectores populares, las identidades y consumos culturales, además de tener fuerte interés por la relación con la música en particular. Finalmente, sobre el itinerario de la investigación en México, que marca la latinidad en América del Norte, escriben María Rebeca de la Torre, de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, y Guillermo Orozco Gómez, de la Universidad de Guadalajara. Los autores comienzan el artículo afirmando que los estudios de recepción readquieren vitalidad en el escenario de su país, gracias a la actuación de los programas de Postgrado, donde son desarrollados estudios empíricos innovadores y metodológicamente consistentes. Las temáticas más importantes han sido, continúan los autores, la relación con la educación, con la política, con la vida familiar, con el espacio público, con los contenidos nacionales y extranjeros, entre otros. Al final del artículo comentan las más recientes investigaciones desarrolladas en el contexto mexicano, como una manera de apuntar el futuro del campo. A partir de este conjunto de textos, preparados primeramente para el Boletín de Alaic, como ya fue comentado y revisado para esta publicación, los lectores podrán formarse una noción sobre lo que se está trabajando en América Latina y El Caribe en términos de los estudios de recepción y evaluar las convergencias, las idiosincrasias y los diferentes desarrollos de esta área de investigación en todo el continente. Porto Alegre/Santiago de Chile, otoño de 2005 Nilda Jacks
Post-grado en Comunicación e Información. Universidade Federal do Rio Grande do Sul. Coordinadora del GT Estudios de Recepción/ ALAIC y del GT Medios y Recepción/ COMPÓS, Brasil.
Valerio Fuenzalida
Director Diplomado en Estudios de Audiencia Instituto de Estudios Mediales. Facultad de Comunicaciones Pontificia Universidad Católica de Chile.
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Diálogos N° 73 y los 25 años de FELAFACS Un primer encuentro de académicos de seis países latinoamericanos en la Universidad de Lima en 1979 dio lugar a la idea de fundar una Federación que agrupase a las Facultades y Escuelas de Comunicación latinoamericanas, sin distingo alguno por su orientación o su carácter de públicas, privadas, laicas o confesionales. Se designó una comisión organizadora, que convocó a un segundo encuentro, también en la Universidad de Lima, con la asistencia del doble de países. Fue en octubre de 1981, en la ciudad de Melgar en Colombia, cuando se funda FELAFACS y se nombra al SJ Joaquín Sánchez de la Pontificia Universidad Javeriana como su primer Presidente, al que le seguirá Luis Núñez de la Universidad Iberoamericana de México, acompañados por Walter Neira como su Secretario Ejecutivo, quien se mantiene a lo largo de todo este tiempo. Se da inicio, así, a este gran esfuerzo institucional con más de 150 Facultades o Escuelas de 16 países del continente. Poco tiempo después se afilian entidades de cinco países más de América Latina, que pasan a conformar los 21 países representados en nuestra Federación, a los que se suman España, Estados Unidos y Canadá. Su continuidad a lo largo de este cuarto de siglo nos produce una gran alegría y es la expresión de nuestro compromiso con la necesidad del discernimiento y la vocación universitaria por la libertad, la crítica y la diversidad, constructoras de ciudadanía y democracia. En estos 25 años los tiempos han cambiado y a medida que pasaron estos años los procesos de integración en el continente han intensificado el intercambio regional, así como con el resto del mundo, especialmente con España. Frente a ello, FELAFACS no puede sino enorgullecerse por haber cumplido una labor pionera. En cierto modo, ahora los hechos y la historia le dan la razón a lo que años antes – cuando un grupo de profesores se reunió para fundar FELAFACS– se podía considerar una utopía.
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Si revisamos los documentos y actividades iniciales de nuestra Federación, desde sus orígenes la apuesta fue por convertirnos en un espacio de diálogo, intercambio y cooperación en el que las Facultades y Escuelas se pudieran orientar a la excelencia académica de su campo de estudios y al estímulo a la investigación, dejando de lado la tentación de instrumentalización de la carrera, tan en boga en ese momento. Nuestra Revista Diálogos de la Comunicación y sus 73 números son un testimonio del esfuerzo por compartir la pluralidad de ideas, propuestas y avances en la producción de nuevos acercamientos a la comunicación. Durante los años 80, FELAFACS logra integrar a más de 300 Facultades, las más representativas de América Latina. Serán explosivos los años 90 e inicios del 2000 por la apertura de nuevas universidades y Facultades y Escuelas de Comunicación, superando el número de mil. Frente a este panorama, FELAFACS continúa creciendo: hemos superado las 400 entidades afiliadas, aunque frente a este desborde en el crecimiento estamos empeñados en perfeccionar los criterios de selección de afiliados por su calidad y excelencia educativa. A lo largo de los cambios producidos en América Latina en las últimas dos décadas se han abierto diversos espacios para el desempeño laboral del comunicador. Vale decir que se ha integrado varios mercados de trabajo. Por ese motivo, la reflexión académica se vuelve cada vez más necesaria para la vigilancia de la eticidad. Al haber ingresado en una era en que (casi) todo se compra y todo se vende, en donde los males de la corrupción y la descomposición social atraviesan nuestras sociedades, se requieren espacios
autónomos de reflexión que brinden orientación a los profesionales. Por tanto, nunca es tan importante como hoy conservar esta parcela compartida del espacio académico como foco de producción de conocimientos, que no esté regido por la razón instrumental. Cabe señalar que a lo largo de estos años el ámbito académico se ha visto desbordado por la transformación de las relaciones entre la comunicación y la sociedad, y muchas veces las universidades no hemos logrado insertarnos en la complejidad de los conflictos de nuestras naciones latinoamericanas, lo cual es, cada vez más, un reto constante. En la medida en que el carácter estratégico del espacio de comunicación es más decisivo, su incidencia en los procesos políticos y sociales demanda una formación y compromiso cada vez mayor. En palabras de Jesús Martín Barbero: “…lo que ha constituido y sigue constituyendo la tarea básica del intelectual: la de luchar contra el acoso del inmediatismo de la actualidad y los legítimos pero con demasiada frecuencia bastardos intereses del mercado y de la política, para poner un mínimo de contexto social e histórico y, sobre todo, una distancia crítica que le permita hacer comprender a los ciudadanos el sentido y el valor de lo que acontece” (1). Desde nuestras sociedades latinoamericanas, fragmentadas, desiguales y con altos niveles de exclusión, necesitamos enfrentar el inmenso repertorio de posibilidades creativas y de producción que la sociedad de la información supone. Es riesgoso asumir un discurso moralista que nos ubica en una condición de marginalidad. Hay que impulsar una propuesta que desde el análisis de la complejidad proponga soluciones. El comunicador latinoamericano requiere saber distinguir y escoger entre las decisiones hegemónicas y las formas de comunicación de los países opulentos y aquellas apropiadas para nuestros países. Vale decir, buscar soluciones creativas para la expresión de nuestras culturas en el cine y la televisión, soluciones inteligentes en el manejo empresarial, soluciones arriesgadas en los proyectos y campañas. Así también, el acceso de todas las sociedades latinoamericanas a la sociedad del conocimiento, haciendo compatibles las exigencias de propiedad intelectual con la escasez de recursos y hacer viables los saberes y artes que dimanan de la pobreza y la exclusión en conocimientos útiles en la sociedad de la información. He allí los grandes retos que tenemos por delante.
(1) Martín Barbero, Jesús. Discurso en el otorgamiento del Doctorado Honoris Causa por la Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, 4 de mayo de 2005.
FELAFACS no habría sido posible sin el concurso, la participación y la generosidad de profesores e investigadores que apostaron por esta aventura institucional que celebra sus 25 años en el marco de su XII Encuentro Latinoamericano CIUDADANÍAS DE LA INCERTIDUMBRE. COMUNICACIÓN, PODER Y SUBJETIVIDAD en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá entre el 25 y 28 de setiembre de 2006. Lo hace, además, con la presentación de este número que recoge las peculiaridades nacionales en los estudios de recepción en diferentes países y que es producto del esfuerzo de un grupo de investigadores coordinado por Nilda Jacks y Valerio Fuenzalida, con el apoyo de Álvaro Rojas, director de la Región Andina y decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad Autónoma de Occidente, a quienes expresamos nuestro más profundo reconocimiento institucional.
Teresa Quiroz Presidenta de FELAFACS
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Fotografía: juan d. castaño Fotografía: raúl arce Fotografía: andrea castañeda Fotografía: evelin d. bocanegra
La Facultad de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Autónoma de Occidente en Cali Colombia, busca exaltar los logros de veinte años “Tejiendo Relaciones” y apoyar la gestión, no sólo de su personal académico y administrativo; sino también realizar la producción ejecutiva para la publicación de la “Revista Diálogos de la Comunicación No. 73 de FELAFACS, para “Tejer Relaciones” con las Facultades y Programas aquí considerados en representación de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, El Salvador, México, Puerto Rico, Perú, Uruguay, Venezuela, Paraguay y Colombia, y demás miembros de la Federación de Facultades de Comunicación Social FELAFACS. Para nuestro contexto, hace veinte años, se inician labores en el Programa el 2 de abril de 1986 a partir de unas ideas que enmarcaban la necesidad de formar periodistas responsables, con visión humanista, capaces de generar procesos de cambio para la región, y actitudes positivas frente a las problemáticas nacionales y mundiales. Inicialmente, se pensó en el área de producción escrita y radial, posteriormente se refirió también a lo televisivo. Luego, el interés se dirigió hacia otras aplicaciones de la comunicación y así, en el año de 1999 se crearon los programas de: Comunicación Publicitaria y Diseño de la Comunicación Gráfica. Así mismo, durante estos veinte años “Tejiendo Relaciones” se han obtenido logros y posicionamientos: En diciembre 20 del año 2000, el Programa de Comunicación Social Periodismo recibe la Acreditación Nacional, convirtiéndose en el primer programa acreditado en el país y, continuando en la misma línea, en junio 10 de 2005, recibe la renovación por ocho años, situación que ratifica la excelencia y calidad de nuestro programa. Del mismo modo, La Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, otorga la Acreditación Internacional, por seis años, en diciembre de 2005. Otro logro lo constituye la vinculación y participación activa en diferentes asociaciones reconocidas a nivel nacional e internacional en el ámbito comunicativo: Durante 10 años, se asumió la presidencia de la Asociación de Facultades de Comunicación Social, AFACOM, y durante doce años, la Dirección Regional Andina de la Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social, FELAFACS. También, se han iniciado proyectos con Comunicación Publicitaria y Diseño de la Comunicación Gráfica que, con eventos de talla internacional como Galería Publicitaria y Supervisual, están logrando un posicionamiento tanto en el país como en el exterior. Álvaro Rojas Guzmán Decano Facultad Comunicación Social Universidad Autónoma de Occidente – Cali - Colombia
Fotografía: paola a. rojas
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PRESENTACIÓN PRODUCCIÓN EJECUTIIVA
Resumen: El texto en cuestión intenta realizar un recorrido de lo que ha sido el itinerario investigativo que se ha llevado a cabo en Venezuela, especialmente en el ámbito académico, acerca de la recepción en televisión. El artículo muestra solamente aquellos estudios que se consideran «iniciadores» del movimiento o tendencia investigativa hasta el presente. PALABRAS CLAVES: Televisión, Audiencia, Recepcionismo. Titular de la Universidad Central de Venezuela, hoy jubilado. Ex Director de la revista Comunicación del Centro Gumilla. ExVicepresidente de ALAIC. Actualmente es Director de los Postgrados en Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello. 107
Marcelino Bisbal
RECEPCION Y TELEVISION EN VENEZUELA: ITINERARIO DE UNA LINEA INVESTIGATIVA
Una vez que se introduce la televisión en Venezuela y las audiencias comienzan a conformarse como tales, las primeras reflexiones e indagaciones en torno al nuevo “instrumento comunicacional” se orientan hacia cómo el medio y sus mensajes determinan a los públicos tanto desde una perspectiva mercadológica como desde una óptica de dominación e imposición ideológica. El conocer la estructura y composición de esos públicos-audiencias, desde planteamientos cuantitativistas y funcionalistas, fue el carácter que privó en nuestras primeras investigaciones en torno a la televisión y en relación con el impacto y efectos del resto del sistema mediático sobre los mismos públicos. Inclusive, en las investigaciones que se definían como críticas y hasta de orientación marxista esa metódica se hizo presente.
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En los primeros tiempos de la investigación comunicacional en Venezuela, como en el resto de América Latina, el estudio de los efectos de la televisión copó el campo de estudio y no nos dejó ver e ir más allá. ¿A qué nos estamos refiriendo? En nuestros primeros trabajos sobre el impacto de la televisión predominó, en términos metodológicos y de objetivos investigativos, la medición del efecto del discurso/mensaje sobre la audiencia a partir de la consideración del perceptor como agente pasivo al medio y sus contenidos. No descubrimos lo que hoy día es ya una constatación, es decir la dinamicidad de la que está dotada la audiencia ante el medio y sus contenidos. Tampoco se descubrió la interrelación que se establece a partir de los contextos en donde se recibe la televisión y por supuesto que tampoco se vio todos aquellos aspectos que tienen que ver con las encrucijadas de la vida cotidiana. Aquellas investigaciones, que sirvieron de base para lo que hoy día llamamos estudios de recepción televisiva, privilegiaron la frecuencia de exposición, en lugar de la interacción y las acciones expresivas de la gente. La consecuencia de esa trayectoria investigativa por la que tuvimos que atravesar acumuló gran cantidad de datos realmente poco explicativos de la recepción televisiva en cuanto proceso complejo que no es ni unívoco ni tan transparente como nos decían que era. Sin embargo, es requerido conocer cómo fue esa trayectoria que parte desde la aparición de la televisión y su
utilización como instrumento de mercadotecnia, fuente de información y entretenimiento. Esos antecedentes se inscriben en la idea fija de que el medio se impone de manera omnipotente a través de la seducción y la manipulación que implementan de manera intencionada y nada deseable en la conciencia de los públicos.
CUANDO PREDOMINAN LOS ESTUDIOS DE IMPACTO Y EFECTOS… LOS ANTECEDENTES Será en 1952 (el 22 de noviembre) cuando en el país se implante la televisión en plena dictadura militar y dentro de la estructura del Estado. En los años sucesivos irán apareciendo las primeras plantas de televisión comercial: entre ese 1952 y 1958 tendremos ya un parque de seis estaciones de televisión, de las cuales cinco serán de carácter comercial/privado. La seducción y el miedo se hacen presentes casi al mismo momento de la aparición de la televisión como medio de comunicación. Será en 1953 cuando se advierta acerca del peligro que entrañaría este medio para los públicos que se expongan a él de manera regular y en 1957, en un documento oficial del Consejo Venezolano del Niño, se plantean los efectos del medio porque las “radiaciones de la pantalla dañan la visión”, por “los malos hábitos de los animadores”, porque “al menor sólo se le acrecienta la vanidad” y al final saca como conclusión de todos “esos males” la necesidad de “nacionalizar” al medio. Este planteamiento, si se quiere “apocalíptico” frente a la pantalla irá en aumento en los años siguientes y constituirá la línea investigativa dominante durante mucho tiempo. La idea final que podemos entresacar de esas primeras investigaciones y las que continuarán hasta bien entrada la década de los años setenta nos la ofrece los investigadores Leoncio Barrios y Gladys García (1989) en un trabajo que constituye uno de los pocos estudios bibliohemerográficos sobre la televisión (Familia y televisión en Venezuela. Estudio bibliohemerográfico 1953-1988). Allí se plantea de forma tajante que (…)LO ESCRITO EN VENEZUELA SOBRE LA TELEVISIÓN EVIDENCIA UNA PREOCUPACIÓN ASCENDENTE, DETERMINADA POR EL NÚMERO DE PUBLICACIONES SOBRE EL TEMA, DESDE LOS AÑOS CINCUENTA
A LOS SETENTA Y UNA DISMINUCIÓN EN LOS OCHENTA.
ESTOS
TRABAJOS HAN ARROJADO IMPORTANTES CONCLUSIONES SOBRE LA MATERIA, A PESAR DEL SESGO CONCEPTUAL. LA MAYORÍA DE LOS ARTÍCULOS DE OPINIÓN, PLANTEAN LA PROBLEMÁTICA DE UNA MANERA POCO MESURADA QUE REFLEJA LA EXISTENCIA DE PREJUICIOS Y OPINIONES VALORATIVAS SOBRE EL MEDIO.
TAMBIÉN
EN LAS
INVESTIGACIONES Y DOCUMENTOS HA PREVALECIDO UNA TENDENCIA, QUE SI BIEN ES NECESARIA, SE HA QUEDADO SÓLO EN DEMOSTRAR LO NEGATIVO DEL MEDIO Y SIMPLISTAMENTE HAN TRATADO DE RELACIONAR LOS CONTENIDOS DE LA TELEVISIÓN CON ARTÍCULOS Y CONDUCTAS QUE SON DE COMPLEJA FORMACIÓN.
TODO
LO ANTERIOR HA CONTRIBUIDO A UN
PLANTEAMIENTO DEL TEMA QUE SI BIEN MUESTRA UNA PARTE IMPORTANTE DE LA REALIDAD QUE REQUIRE ATENCIÓN DE TODAS LAS PARTES INVOLUCRADAS, EXIGE UN REPLANTEO EN TÉRMINOS DE UNA VISIÓN MÁS COMPLETA DEL PROBLEMA (1989:10)
Todo lo anterior nos indica las inquietudes que suscitó la presencia del medio televisión en nuestro país y en toda la región. Fue una preocupación enmarcada por el tema de los efectos y del impacto. El sentido de esas primeras investigaciones era de tal carácter negativista, siguiendo la línea de pensamiento de “los de Frankfourt”, que no se supo ver otras vertientes de pensamiento sociológico y comunicacional y tampoco se comprendió el grado de adhesión y seducción que la pantalla ofrece. Por otra parte, nos topamos también con una variedad de trabajos que se ubicaron en la otra orilla, es decir la seducción de la televisión servía al espacio del mercado como instrumento a investigar para conocer como las audiencias pudieran ser “conducidas” dentro del ámbito de las “mediciones de conducta”, hacia fines mercadológicos y de práctica publicitaria. No obstante, dentro de esos límites, el medio televisión sedujo de tal forma a las audiencias de la época y a los políticos e investigadores que si nos proponemos una tarea de fina cirugía podemos encontrar algunos pocos trabajos que sirvieron de pioneros en esto que hoy llamamos recepción televisiva. Si bien es cierto , en la consideración del tema no se planteaba lo que Guillermo Orozco define como recepción televisiva al decirnos que “la recepción televisiva es un ‘proceso mediado’ que antecede y prosigue al mero momento de estar frente a la pantalla(…) Un proceso que se entreteje con la vida cotidiana y en el cual intervienen distintos agentes e instituciones sociales. Un proceso, finalmente,
que se desarrolla en distintos escenarios” (1991:9), en esos trabajos ,que consideramos los estudios fundadores del tema de la recepción desde la academia, vamos a descubrir algunos indicios que intentan alejarse del análisis exclusivo del mensaje para adentrarse tímidamente en un enfoque “contextualista”. Aunque la consideración del contexto de la recepción será un signo investigativo que se nos muestre hacia finales de los ochenta, la investigación del perceptor en los trabajos del psicólogo social Eduardo Santoro (La televisión venezolana y la formación de estereotipos en el niño, 1969) y de la comunicadora Marta Colomina (El huésped alienante, 1968) nos mostrarán el nivel de influencia de la programación televisiva en la audiencia, pero también nos aportarán indicios para saber con detalle y cierta precisión cómo los contenidos del medio televisión son usados por la audiencia desde sus respectivas inserciones sociales. Esos trabajos pioneros sirvieron de puente para la investigación del perceptor y de allí hacia la investigación de los contextos de la recepción desde ópticas y orientaciones que fueron desde la sociología general, la psicología social y desde el mundo de la educación. Los resultados de estos dos estudios nos revelan para la época datos bien concretos acerca de la audiencia y los efectos del medio sobre ella, además de la variabilidad de ese impacto de acuerdo al contexto de inserción del perceptor. El trabajo de Eduardo Santoro analizó la formación de estereotipos en el niño hacia las distintas clases sociales, grupos étnicos e ideologías. Este mismo autor, 30 años después de su estudio pionero, publicó La televisión venezolana y la formación de estereotipos en el niño, 30 años después. Esta segunda parte de la investigación nos demuestra cómo había venido variando el contenido programático del medio, no sólo en lo formal –producción-, sino también en los gustos y preferencias hacia ciertos contenidos, al igual que identificaciones, demostrando así el grado de penetración que ha venido teniendo el medio en la sociedad y los cambios que han sufrido los contextos nacional e internacional. Sin embargo, se mantienen las líneas fuerza de los resultados de la investigación inicial, es decir la conformación de estereotipos en la audiencia como categorizaciones especiales
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que consisten en generalizaciones simplificadas de una determinada realidad. Poniendo distancia en el tiempo, treinta años después, el investigador reconoce el límite de la investigación que emprendiera en 1969 al decir que: CREO QUE ES
IMPORTANTE EL ESTUDIO DE LOS MEDIOS, NO
SÓLO EN TÉRMINOS DE LA INFLUENCIA Y EFECTOS, SINO DEL
USO QUE LE ESTÁ DANDO LA POBLACIÓN ACTUALMENTE Y EL PESO RELATIVO QUE CADA MEDIO TIENE EN LA CONFORMACIÓN DE LA MATRIZ DE OPINIÓN (SANTORO,
110
2000: 77).
Por su parte, la investigación El huésped alienante tiene la particularidad de romper con el centralismo que se venía dando en la investigación sobre los medios ya que es un estudio localizado en la ciudad de Maracaibo (Estado Zulia). Desde allí se aborda la televisión para tratar de determinar los grados de preferencia hacia el melodrama televisivo, incluye incluso a la radio y las radionovelas. La investigación trabaja con el método de la encuesta entre amas de casa y niños de distintas clases sociales y tuvo como objetivo determinar preferencias, frecuencia en el gusto por el melodrama mediático, razones de ese gusto/ preferencia, tiempo dedicado para ello, tema de los melodramas e influencia de patrones en las conversaciones y opiniones sobre la programación. Hoy, esta investigación engrosaría el cúmulo de trabajos que se han venido haciendo sobre el perceptor desde una óptica cuantitativa siguiendo los moldes funcionalistas. Pero en aquel momento (1968) constituyó un texto que aportó líneas críticas al análisis y llamó la atención sobre el grado de adhesión que estaba alcanzando el medio, aparte de mostrarnos la diferenciación del gusto de acuerdo a los contextos de ubicación del perceptor.
DE LOS EFECTOS HACIA UNA INVESTIGACION CONTEXTUALISTA Será en la década de los ochenta cuando la preocupación por el tema de la recepción activa se inscriba en el mundo académico desde una visión más orientada hacia los espacios de la recepción, aunque sin olvidar el tema de los efectos. Los grandes vectores de preocupación y de investigación fueron: familia y televisión, televisión y educación , televisión y violencia, televisión y vida cotidiana ,así como televisión y prácticas sociales.
No sabemos si fue gratuito o razones del azar, pero el hecho de la publicación en 1987 del libro de Jesús Martín-Barbero De los medios a los mediaciones dio un vuelco a la investigación comunicacional en la región y particularmente a los estudios de recepción televisiva. ASÍ, INFLUENCIADOS, SOBRE TODO EN UN PRIMER MOMENTO, POR LA OBRA SEMINAL DE MARTÍN-BARBERO (1987), LOS ESTUDIOS DE RECEPCIÓN, A PARTIR DE MEDIADOS DE LOS 80, DESCUBRIERON Y CELEBRARON UN SUJETO-RECEPTOR QUE RESIGNIFICABA LOS MENSAJES MEDIÁTICOS, IDENTIFICANDO SUS NEGOCIACIONES Y RESISTENCIAS A LA LÓGICA DE LOS MEDIOS. METODOLÓGICAMENTE, TALES INVESTIGACIONES ADOPTARON UNA PERSPECTIVA CUALITATIVA, OPTANDO EN GENERAL POR ENTREVISTAS EN PROFUNDIDAD CON UN PEQUEÑO NÚMERO DE ENTREVISTADOS E INCLUYENDO, A VECES, OBSERVACIÓN PARTICIPANTE.
ESTO
CREÓ UN AMBIENTE PROPICIO PARA LA
CONCENTRACIÓN DE LOS ANÁLISIS EN LOS RELATOS PROPIOS DE LOS RECEPTORES (ESCOSTEGUY, 2002: 46).
Será el investigador, proveniente del campo de la psicología, Leoncio Barrios quien inicie un giro en torno a la investigación sobre recepción televisiva. Su trabajo doctoral en la Universidad de Columbia (1989) Family and Televisión in Venezuela: an Ethnographic Stdudy (publicado en Venezuela en 1992 por el sello MonteAvila Editores Latinoamericana) abrirá las puertas hacia el empleo de la investigación cualitativa utilizando particularmente el método etnográfico que le permite observar al perceptor en su espacio cotidiano y natural de disfrute de la televisión. La investigación nos ofrece resultados en relación con la práctica social de ver televisión en cuanto a la organización del tiempo, organización del espacio, estilos de exposición, la televisión como recurso de poder y estímulos de comunicación y aprendizaje. Para ello, el investigador se “entromete” en la vida de tres familias como representativas de la clase media baja, particularmente de los llamados barrios populares y de la clase media. Leoncio Barrios demuestra que el sujeto social es un sujeto activo frente al acto de ver televisión y de ninguna manera la concepción neomarxista de la época que apuntaba en sentido contrario. El mismo Barrios se adentra en 1996 en el tema de la violencia en relación con el medio de la televisión. Nos referimos a El televidente y la televiolencia en donde se confronta al perceptor,
por intermedio de una guía de preguntas (entrevistas inestructuradas) ,en su propio lugar de residencia. La investigación es también, refiriéndonos al método, un estudio exploratorio y descriptivo desde una metodología cualitativa en donde no se sigue de ninguna manera el esquema de la entrevista dirigida, estandarizada y estructurada bajo la modalidad de preguntas cerradas. Constituye esta investigación el inicio de otra manera de enfocar el tema de la televiolencia desde la perspectiva situacional y desde el campo de las mediaciones y no sólo a partir de los “textos” violentos que transmite la pantalla. Este momento, del itinerario que ha venido recorriendo la investigación sobre recepción televisiva en nuestro país, se caracteriza por el rompimiento de “enfoque determinista” en la consideración de que el acto de ver televisión no es una acción de relación causal entre la práctica en sí misma y el efecto, sino que en el trayecto hay todo un conjunto de interacciones que también están jugando, así como la audiencia está interactuando. Esta nueva mirada de la recepción está tomando en consideración el contexto, la interacción y los sujetos que A PESAR(…) DEL CARÁCTER EXPLORATORIO DEL ANÁLISIS INTEGRAL DE LA RECEPCIÓN TELEVISIVA, LA VENTAJA MÁS RELEVAN TE DE ESTA PERSPECTIVA PODRÍA SER EL USO DE COMO CATEGORÍAS ANALÍTICAS Y EN ESPECIAL, EL USO DEL COMO OBJETO DE ESTUDIO COMPARATIVO. ESTO PERMITE CAPTAR LA ACTUACIÓN (AGENCY)
(…)
COMO DE LAS INSTITUCIONES SOCIALES EN SU MUTUA
INTERACCIÓN (OROZCO, 1991: 66).
¿DÓNDE ESTAMOS…? Hacia el final de la década de los ochenta y los comienzos de los noventa se acentúa el interés por el estudio de los procesos de recepción activa de la televisión. Se dejan de lado los métodos de investigación cuantitativa y nos adentramos en las exploraciones de carácter cualitativo. Desde lo cualitativo logramos penetrar y captar otras actitudes y consideraciones que tienen que ver con los denominados “intersticios de lo cotidiano”. Es lo que plantea el investigador venezolano Gustavo Hernández al afirmar que en estos días la investigación sobre recepción está encaminada hacia la comprensión de los procesos intersubjetivos que se establecen antes, durante
y después de la recepción de televisión.Ese planteamiento lo lleva a la práctica investigativa el propio Hernández en relación con el área de la televisión y la educación. Este investigador del Instituto de Investigación de la Comunicación (ININCO-UCV) es quien en nuestro medio más ha trabajado dicha relación en correspondencia con el tema del recepcionismo. Su preocupación mayor ha sido el desarrollar una teoría de la educación para los medios. ES INDISPENSABLE, ENTONCES, EDUCAR PARA LA, CON EL OBJETO DE EQUIPAR COGNITIVAMENTE A LOS INDIVIDUOS DE HERRAMIENTAS CONCEPTUALES , PARA QUE APRENDAN A
IDENTIFICAR, EVALUAR Y CUESTIONAR LAS DEBILIDADES Y FORTALEZAS DE LOS MENSAJES TELEVISIVOS.
DICHO
DE OTRA
FORMA, NO IMPLICA SATANIZAR AL MEDIO; EXIGE, ESO SÍ, REFORZAR EN PRINCIPIO, LA MEDIACIÓN PSÍQUICA INDIVIDUAL
DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES ANTE EL INCUESTIONABLE PODER SEMIÓTICO DE LAS MEDIACIONES MASSMEDIÁTICAS Y/ O TECNOLÓGICAS ( 2001: 105).
Lo anterior nos conduce a afirmar que esta manera de ver y entender a la televisión, presupone una premisa básica que ya había formulado el mexicano Guillermo Orozco en 1993 y que será la línea que conduzca en América Latina. En Venezuela uno de sus continuadores será Gustavo Hernández a través de sus innumerables trabajos investigativos sobre la producción de sentido en el proceso de recepción televisiva. La relación violencia y televisión ha sido un área que en nuestro contexto ha servido de tema para variedad de investigaciones. Durante mucho tiempo, desde la década de los años sesenta hasta bien adentrados en los noventa, esos trabajos no aportaron datos nuevos sobre el tema, eran investigaciones de carácter estadístico que nos arrojaban ciertas evidencias que no dejaron de ser engañosas, y además muchos de esos trabajos nada nos indicaron acerca del placer y la seducción que ofrece la violencia televisiva más allá del planteamiento sobre la “relación causal entre mensaje violento y respuesta/acción violenta”. Esas investigaciones partieron del hecho, como premisa, de que la televisión es un mero instrumento de dominación y persuasión ideológica y comercial. Desde ahí el aparato audiovisual era sobreestimado como medio para condicionar la conducta u opinión de los
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perceptores. Serán los trabajos de Leoncio Barrios primero , tal como apuntamos anteriormente, y ahora una de las investigaciones de Gustavo Hernández (Teleniños y televiolencia, 1998) quienes nos esbocen algunos elementos nuevos a través de la inclusión de todo un mapa de interrogantes que parten de la idea de no seguir pensando qué hacen los medios con la audiencia, sino que hacen las audiencias con los medios y todo dentro del contexto sociocultural en el que se inscriban.
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Para estos investigadores, que han venido dejando huella dentro de este itinerario, la relación con la familia, la escuela y la propia televisión ha dado como resultado un compendio de reflexiones que han servido para una mejor orientación en la comprensión de los procesos de resignificación que los perceptores desde sus espacios producen. En ese sentido, los trabajos de Barrios y Hernández se inscriben en las propuestas y modelos de todo un grupo de autores que han hecho de los estudios de recepción su campo de problematización y que van desde el marco general de los estudios culturales hasta el campo de las culturas populares y los medios/productos de las industrias culturales. Así, en el caso de Barrios la influencia es más norteamericana y europea y autores como Stuart Hall, D. Morley, Rogge y Jensen, J. Lull, E. Maccoby, T.S. Robertson, O.Molers y otros son los más referidos. Por su parte, Hernández tiene más cercanía con los planteamientos de la “escuela latinoamericana” y aquellos europeos que más han incidido en esa perspectiva: Jesús Martín-Barbero, Guillermo Orozco, Michel De Certau, U. Eco, Mario Kaplún, Mariano C. Herreros, Néstor García Canclini, Juan Ferrés, José Ignacio Aguadse entre otros.
LA RECEPCION DESDE EL CONSUMO CULTURAL Quien esto escribe, junto con otros investigadores venezolanos (Jesús María Aguirre, Pasquale Nicodemo, Elsa Pilatos, Francisco Pellegrino y Gustavo Hernández) finalizando los años noventa, emprendimos una investigación acerca del Consumo cultural del venezolano en dónde nos propusimos indagar la exploración de las pautas diferenciadas de consumo cultural de la población,
considerando particularmente la exposición a los medios de difusión masiva y la interpretación de las nuevas matrices de apropiación cultural. Así, realizamos algunos análisis de recepción y hábitos de usuarios que nos aportaron las principales líneas de exposición a los medios y particularmente a la televisión. Demostramos en ese estudio, pionero en el país, lo que nos dijera Carlos Monsiváis en Aires de Familia (2000) en referencia al consumo cultural de televisión, es decir que en ese consumo que resulta hegemónico se requiere la complicidad activa del consumidor, de las audiencias embelesadas ante las imágenes, de las nuevas generaciones que quieren pertenecer al escenario televisivo y de todos los que día a día se someten al rito del “entretenimiento por todos”. La perspectiva de Michel De Certau sobre lo que él denomina “el consumo activo y creativo” en relación a la cultura de masas y desde los sectores populares, inspiró en nosotros un estudio de recepción televisiva (2000) para entender cómo la televisión contribuye a la conformación de la vida cotidiana y cómo ésta se confabula con el medio para la producción de sus contenidos. En esa investigación tratamos de valorar el rol de la televisión en la elaboración de la vida cotidiana . El estudio partió de la consideración del punto en común que une a la recepción activa de la televisión y que además es lo que otorga sentido a un análisis como el que llevamos a efecto: en la totalidad de patrones de consumo, la esencia de la televisión consiste en proveer una relación con la sociedad y con lo sociocultural. Tomamos una muestra de 48 perceptores de todos los sectores sociales y utilizando la técnica de la entrevistarelato descubrimos algunas formas regulares de recepción al medio: Modelo 1: Se consumen con fruición ciertos programas que se sienten como propios y que se oponen a otra parte de la programación, la cual es rechazada. Modelo 2: El consumo de televisión por la televisión en sí, es decir, por ocupar un tiempo ocioso. Y dentro de ésta, el consumo de programas manteniendo un distanciamiento en términos de atención e interés.
Modelo 3: El ver televisión como modo de conocer la “actualidad”. Aunque el consumo de Noticieros e Informativos también puede estar motivado en la consecución de un valor simbólico y estético, y de ahí su inclusión en el primer modelo, su principal uso se ubica en la obtención de datos sobre ciertas y determinadas circunstancias novedosas y en la posibilidad de contar con certezas sobre “lo que va a pasar”. Modelo 4: Descriptivamente muy ligado al modelo de consumo fruitivo, nos indica que la diferencia entre los espectadores trasciende el disfrute de los géneros estrictamente televisivos y más bien responde a sus disímiles inscripciones en imaginarios específicos que funcionan como campos discursivos más o menos independientes.
UNA IDEA FINAL, O PARA SEGUIR HACIENDO CAMINO El itinerario que hemos recorrido nos ha demostrado cómo nuestra investigación televisiva en relación con los públicos, al igual que en el resto de América Latina, pasó del “modelo de efectos” hasta llegar a los “análisis de recepción”. En el caso particular de Venezuela el recorrido que ha experimentado la investigación de las audiencias no ha sido tan rico y variado como sí ha resultado en México, Colombia o Brasil. Nosotros pasamos de un esquema a otro, pero en el intermedio que sería el espacio en dónde se ubicaron otros modelos como el de “usos y gratificaciones” o el de “estudios culturales” no hemos tenido la riqueza y variedad que uno esperaría. Sumariamente, en los actuales momentos la tendencia investigativa en este campo sigue el esquema de la relación educación-comunicación, dando especial atención a los niños teleespectadores. Allí se privilegian los métodos relacionales y contextuales. Se ha trabajado poco la investigación etnográfica como estrategia metodológica, aunque tengamos una investigación pionera. Las anteriores consideraciones son válidas para la investigación universitaria. En los espacios de las agencias de publicidad y pequeñas empresas dedicadas a la medición de opinión pública, nos encontramos con el molde funcionalista, es decir
investigaciones muy cuantitativas y descriptivas del universo de las audiencias y sus resultados tienen un fin muy determinado y particular: la relación entre el gusto de las audiencias por ciertos horarios y géneros de programación y su utilización en el ámbito de la mercadología. Pero allí también ha habido innovación y desplazamientos metodológicos. Se emplea la investigación cualitativa con énfasis en los estudios etnográficos y las dinámicas de grupo para un mejor conocimiento y comprensión del potencial consumidor. El tema de los públicos, como incógnita a descubrir y conocer lo más posible de él, es relevante en ese tipo de estudio y con los fines de mercado antes señalados. La impresión que tenemos es que desde allí se hace mucha investigación en donde se ensayan y se reinterpretan esquemas metodológicos en relación a las variables de la globalización y la mundialización de la cultura y su incidencia no tan sólo simbólica, sino económica. En ese sentido, haría falta un diagnóstico al respecto. En este itinerario, o en este “mapeo”, seguramente habremos dejado por fuera otros estudios. La intención fue mostrar solamente aquellos que hemos considerado como los “iniciadores” de movimiento o de tendencia. Este recorrido nos muestra que el ciclo de los estudios de recepción no está cerrado en nuestro contexto. El mayor desarrollo se ha mostrado en la televisión “generalista”, habría que mirar hacia la otra forma de televisión que es la de suscripción y ver cómo desde ese otro espacio de la recepción, las audiencias están recepcionando los distintos contenidos. Habría que orientar investigaciones hacia los canales temáticos, nos faltaría trabajar también el tema de la televisión descentralizada (local y regional) y sus audiencias… Igualmente, creemos que un área de interés desde los estudios de recepción estaría dado en conocer cómo los públicos se confrontan frente a “otros medios” que hacen uso de la pantalla televisiva y nos referimos a los videojuegos, las computadoras, el DVD para ver cine… En nuestro medio no tenemos casi trabajos al respecto y los conocidos son meramente descriptivos de la exposición y con metodología de cuantitativista y ninguno se pasea por la producción diversa de sentidos desde las mediaciones que imponen esos “nuevos medios”.
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Lo que sí ha sido evidente en Venezuela, y estamos seguros que así se ha dado en la región, es que el tema de los estudios de recepción ha actualizado nuevos debates sobre el mundo de la cultura y todas sus implicaciones que tienen que ver con el tema de la identidad fundamentalmente, pero también con el tema de la educación y los procesos de aprendizaje Finalmente. Las líneas anteriores nos han mostrado tan sólo una mirada de los estudios de recepción en Venezuela. Desde nuestra mirada, sí vemos que este tipo de investigación todavía espera un mayor desarrollo y preocupación por parte de los estudiosos de los medios y su inserción en el mundo de lo cultural.
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-Orozco, Gullermo(1991). Recepción televisiva. Tres aproximaciones y una razón para su estudio, en Cuadernos de Comunicación y prácticas sociales, No. 2. Editados por la Universidad Iberoamericana y el Programa Institucional de Investigación en Comunicación y Prácticas Sociales/Dirección de Investigación. México. -Santoro, Eduardo (1969). La televisión venezolana y la formación de estereotipos en el niño. Ediciones de la Biblioteca Central de la UCV. Venezuela. -Santoro, Eduardo (1975). “Consideraciones generales sobre la investigación de estereotipos”, en VARIOS AUTORES. La psicología social en América Latina. Editorial Trillas. México. -Santoro, Eduardo(1998). “La televisión venezolana y la formación de estereotipos en el niño. 30 años después”, en la revista Extramuros, No. 8. Editada por la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV (FHE-UCV). Venezuela. -Silva, Narsa(2000). “Eduardo Santoro. Docente incansable”, en la revista Comunicación No.110, Segundo Trimestre, 2000. Fundación Centro Gumilla. Venezuela. -Varela, Mirta (2002). “Recepción”, en VARIOS AUTORES. Términos críticos de sociología de la cultura. Editorial Piados. Argentina.
Fotografía: sandra gómez
-Hernández Díaz, Gustavo (2001). Introducción a la teoría de la educación para los medios. Estrategia pedagógica para el sistema escolar formal en Venezuela. ININCO, UCV. Trabajo no publicado. Venezuela.
Fotografía: carlos a. salinas
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-Martín-Barbero, Jesús(1991).De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hegemonía. Editorial Gustavo Gili. Colección Massmedia. España.
Fotografía: ricardo castro r.
Resumen: Este ensayo explora la producción de la investigación en comunicación en Puerto Rico, principalmente, da una mirada a los estudios de recepción elaborados en la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico. Los estudios en este campo se han trabajado desde la perspectiva de Jesús Martín-Barbero: de los usos y las apropiaciones sociales, así como desde la propuesta de Guillermo Orozco sobre las audiencias, la cual recoge aspectos de los modelos de Martín-Barbero y de otras corrientes teóricas como de los Estudios culturales y el análisis de textos. Palabras-chave: comunicacion, recepción, tesis.
Reacción frente al racionalismo frankfurtiano y el mecanicismo económico, rescatador de la creatividad de los sujetos, de la complejidad de la vida cotidiana y del carácter interactivo y lúdico de la relación de los usuarios con los medios, el estudio de recepción y el consumo comporta sin embargo -en estos tiempos de postmodernidad y neoliberalismo-la tentación de creer que en últimas “el poder reside en el consumidor ”. Desmontar esa creencia no significa disolver la especificidad del momento y las prácticas del consumo sino ubicarla en la red de razones, condiciones y escenarios en que se produce… Jesús Martín-Barbero 1 1 Jesús Martín-Barbero, De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hegemonía. México, Editorial GGMassMedia, 1987.
Guadalupe Escalante Rengifo
TRAMAS DE LA INVESTIGACIÓN EN COMUNICACIÓN EN PUERTO RICO: UNA APROXIMACIÓN A LOS ESTUDIOS DE RECEPCIÓN
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Los estudios universitarios sobre Comunicación en Puerto Rico están por cumplir treinta y tres años. La primera Escuela de Comunicación pública nació en una década en que la investigación en América Latina seguía los pasos a la corriente crítica y la semiótica estructural, mientras que en los Estados Unidos todavía predominaban las tendencias funcionalistas centradas en medir los efectos de los medios. Si bien en sus inicios la investigación en comunicación en la isla miraba más hacia el Norte, en esta última década se encuentra más ligada al conocimiento y a la discusión de los teóricos latinoamericanos y, en alguna medida, a los estudios culturales británicos y estadounidenses.
(APPACS) son egresados de la citada Escuela. Además, la Universidad de Puerto Rico junto con la Universidad del Sagrado Corazón son las únicas universidades que cuentan con programas de maestría en comunicación y exigen como requisito de grado el sustento de una tesis. Debo dejar claro que en la Universidad del Sagrado Corazón la formación académica en Comunicación es bastante joven y sus concentraciones están más centradas en la formación técnica-profesional. Recién desde el 2003, con la implementación de la especialidad Medios y Cultura Contemporánea, está en proceso de insertarse en la formación académica en el campo de la investigación en comunicación.
Con este ensayo me propongo explorar la producción de la investigación en comunicación en Puerto Rico, principalmente, dar una mirada a los estudios de recepción, los cuales se han trabajado desde la perspectiva de Jesús MartínBarbero: de los usos y las apropiaciones sociales, así como desde la propuesta de Guillermo Orozco sobre las audiencias, la cual recoge aspectos de los modelos de Martín-Barbero y de otras corrientes teóricas como de los Estudios culturales y el análisis de textos.
En ese escenario, la producción de tesis de la Escuela de Comunicación de la UPR es una fuente que reviste mayor importancia para explorar los temas y las tendencias de la investigación en comunicación, considerando que los candidatos a grado generalmente siguen la línea teórica de investigación de sus asesores académicos. Por otro lado, la revisión de las tesis permite, de alguna manera, acercarnos, como diría Colón 1 ,, a la variada geografía por la que han transitado los intelectuales puertorriqueños dedicados al quehacer científico del estudio de la comunicación.
Debo señalar, sin embargo, que mi análisis se centra fundamentalmente en la producción intelectual de la Escuela de Comunicación del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, pues no existe un precedente que de cuenta del estado de la investigación de los estudios de recepción en el país. Los trabajos que se han realizado y/o publicado hasta el momento están dispersos y poco se conoce de los esfuerzos de uno y otro programa de comunicación o de investigadores en la producción de estos estudios, lo cual hace difícil articular un análisis más completo sobre las tendencias y temáticas de este campo de estudio, pero, fundamentalmente, sobre su importancia en la academia. La aproximación a la investigación en la Escuela de Comunicación del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) es significativa porque la mayoría de docentes de los siete programas de comunicación del país afiliados a la Asociación Puertorriqueña de Programas Académicos de Comunicación Social
Una mirada a las tesis de comunicación Desde la fundación de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, en 1972 al 2004 se defendieron 217 tesis de maestría: en la década del 70 se sustentaron diez investigaciones, 101 en la década del 80, 79 en el 90 y 27 del 2000 a lo que va del 2004. El siguiente cuadro ilustra las temáticas que predominan en cada uno de los citados períodos, en el orden que sigue: Los análisis de textos mediáticos son predominantes en las tesis de la Escuela de Comunicación. A ellos le siguen las investigaciones históricas, los estudios comparativos, los estudios de recepción y los trabajos etnográficos. En estos últimos cuatro años, a diferencia de las décadas anteriores, las investigaciones tienen mayor 1
Eliseo Colón, Medios mixtos. Ensayos de comunicación y cultura. Puerto Rico, Editorial Plaza Mayor, 2003, p. 9.
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Estudios sobre los medios Comunicación y Feminismo
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Estudios sobre los medios Comunicación y Género Relaciones Públicas y Publicida Comunicación y Política Periodismo y Derecho a la Información Comunicación y Cultura Teórico-Metodológico Comunicación y Música Comunicación y Cine Comunicación y Deporte Nuevas tecnologías Otros
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Comunicación y Género Comunicación y Cultura Estudios sobre los medios Comunicación y Ciudad Comunicación y Política Periodismo y Derecho a la Información Relaciones Públicas y Publicidad Nuevas tecnologías Teórico-Metodológico Comunicación y Violencia Comunicación y Música Comunicación y Cine Comunicación y Deporte Otros
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complejidad y son más holísticas, es decir, incluyen análisis de textos y trabajos etnográficos, muchos de los cuales, si bien no abordan el estudio de recepción propiamente dicho, se acercan a los sujetos sociales, a sus mundos de vida; a sus modos de ver y de sentir. Estas tendencias se ven más definidas en las 32 tesis que se vienen trabajando en la Escuela de Comunicación de la UPR. En este sentido, como explica Colón2 , cada vez más la relación entre los
medios y los procesos culturales son el eje de la investigación en Puerto Rico. Vemos pues que está ocurriendo lo que ya en los 90 Jesús MartínBarbero3 llamó la desterritorialización del campo de la comunicación, lo cual no significa su abandono, sino “un movimiento de los linderos que han demarcado ese campo, de sus froteras, sus vecindades y su topografía para diseñar un nuevo mapa de problemas en el que quepa la cuestión de los sujetos, y las temporalidades sociales…”4 .
Los usos y las apropiaciones: la voz de los sujetos Como hemos podido ver, los estudios de recepción no han sido privilegiados en la Escuela de Comunicación y, en general, en la investigación en comunicación en Puerto Rico. Ya Mattelart había señalado en la década del 90, cuando reflexionó sobre la investigación en comunicación en América Latina, que “si hubo una sombra en el saber crítico, ésa fue la de los procedimientos de consumo y recepción de los medios” 5 . “Preocupados por el estudio de la propiedad sobre los medios, de las grandes transnacionales de emisión, del contenido ideológico que se suministra en los mensajes, los grandes olvidados fueron los sujetos” 6 que consumían los medios de comunicación de masas. Y esto no ha sido distinto en Puerto Rico. Desde que se fundó la Escuela de Comunicación Pública de la UPR no llegan a treinta las tesis que privilegian los estudios de recepción, la mayoría de la cuales son de años recientes. Esta tendencia también se refleja en las investigaciones realizadas por docentes universitarios en el campo7 . La preocupación por los estudios de recepción -a decir de los investigadores con mayor trayectoriaestá relacionada con la visita de Jesús MartínBarbero a la Escuela de Comunicación en 1989. 2
Eliseo Colón, Medios mixtos Jesús Martín-Barbero, Comunicación, campo cultural y proyecto mediador, 1990, Diálogos de la comunicación, número 26. 4 Op, cit, p. 7. 5 Armand Mattelart y Michell Mattelart, La recepción: el retorno al sujeto, Diálogos de la comunicación, número 30, 1991, pp. 10-17. 6 Ileana Medina Hernández, Los estudios sobre comunicación masiva en América Latina. La iniciativa de comunicación, pp. 73131. Disponible en la red: http://www.comminit.com/la/ teoriasdecambio/lacth/lasld-292.html. 7 Informe anual del año académico 2003-2004 de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. 3
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En este tipo de trabajos se percibe con mayor fuerza la herencia no sólo de Jesús MartínBarbero, sino también de otros estudiosos latinoamericanos de las comunicaciones, especialmente las huellas teóricas y metodológicas de Nestor García Canclini, Valerio Fuenzalida, Guillermo Orozco, Rossana Reguillo y Rosa María Alfaro. La contribución de estos estudiosos de las comunicaciones se ha dado a través de sus publicaciones y de sus enseñanzas en el aula. En distintos momentos, MartínBarbero, García Canclini, Reguillo, Alfaro y Fuenzalida han participado como profesores visitantes y conferencistas en la Escuela de Comunicación de la UPR.
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El enfoque de las mediaciones de Jesús MartínBarbero 8 como ese “lugar” desde donde es posible comprender la interacción entre el espacio de producción y el de recepción ha sido clave para los estudios de recepción en esta última década. Su libro De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hegemonía, al igual que en otros países latinoamericanos, se ha convertido en una referencia obligada en este tipo de trabajos. De igual manera García Canclini9 desde su planteamiento sobre el consumo, entendido “como el conjunto de procesos socioculturales en que se realizan la apropiación y los usos de los productos”, han permitido mirar el consumo desde su racionalidad económica y ver “los actos a través de los cuales consumimos como algo más que ejercicios de gustos y antojos, compras irreflexivas, según suponen los juicios moralistas, o actitudes individuales, tal como suele explorarse en encuestas de mercado” 10 .
Algunos investigaciones en Puerto Rico Los estudios de recepción en la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico han trabajado temáticas variadas. Sin ánimos de ser exhaustiva, podemos mencionar algunas investigaciones significativas, que privilegian el estudio de las capas populares. Entre estos se encuentra la comedia y lo cómico y los modos en que la televisión se apropia de este género11, la comedia y las identidades culturales 12 , el consumo de la radio religiosa en los sectores populares del país 13 , las lecturas del
sensacionalismo en familias de sectores populares14 , el consumo de textos musicales y el imaginario caribeño15 , así como la comunicación y la exclusión en residenciales públicos16 , este último más ligado a los procesos socio-culturales en torno a la situación político cultural del país. La hora del cuerpo: televisión/recepción/consumo. Comedia televisiva en Puerto Rico (1991) 17 es una investigación que “estudia las formas de recepción y consumo de la comedia televisiva, utilizando como modelos de análisis dos propuestas textuales de este género en el ámbito cultural puertorriqueño” 18 . Sobre este trabajo Martín Barbero ha escrito: …LA INVESTIGACIÓN ABORDA EL PROCESO DE RECEPCIÓN DESDE UN ÁNGULO DIFERENTE, NO EL DE LOS PÚBLICOS SINO EL DE LOS MODOS COMO LOS MEDIOS DE UN PAÍS RECIBEN Y SE APROPIAN DE UN GÉNERO: CÓMO LA RADIO Y LA TELEVISIÓN PUERTORRIQUEÑA SE APROPIAN DE LA COMEDIA. LO QUE, DE UN LADO, NOS RESITÚA EN LA RECONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA DE LAS TRADICIONES EN EL QUE SE APOYA, LAS MEMORIAS QUE MOVILIZA, LAS GESTUALIDADES E ICONOGRAFÍAS QUE INCORPORA ESE GÉNERO, QUE A SU VEZ HA MEDIADO QUIZÁS MÁS QUE NINGÚN OTRO , EN EL CASO DE
P UERTO R ICO ,
LA
INCORPORACIÓN DE LA MODERNIDAD. Y DE OTRO LADO, EXIGE LA RECONSTRUCCIÓN DE LA INTERTEXTUALIDAD QUE LOS GÉNEROS TEJEN EN LOS MEDIOS, Y LA NECESIDAD ENTONCES DE LEER POR ENCIMA DE LAS BARRERAS ENTRE LO ALTO Y LO BAJO, LO LETRADO Y LO AUDIOVISUAL, A LA HORA DE COMPRENDER LOS MODOS CÓMO UN PAÍS USA LOS MEDIOS.
Otro estudio de recepción que trabaja la comedia 8 Jesús Martín-Barbero, Televisión y melodrama. Colombia, Editorial Tercer mundo, 1992. 9 Néstor García Canclini, Consumidos y ciudadanos . México, Editorial Grijalbo, 1995, p. 58. 10 Op.cit, pp. 58-59. 11 Colón, op. cit. 12 Aida Liz De la Rosa, La identidad cultural de la mujer dominicana de clase trabajadora en Puerto Rico: Su articulación en la comedia televisiva. Tesis de maestría inédita, Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, Puerto Rico, 2002. 13 Miriam Montes Mock, Radio religiosa y la cultura popular en Puerto Rico. Tesis de maestría inédita, Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, Puerto Rico, 1991. 14 Guadalupe Escalante Rengifo, Mediaciones culturales del sensacionalismo de la prensa en cinco familias de sectores populares del área urbana de San Juan. Tesis de maestría inédita, Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, Puerto Rico, 2002. 15 Daisy Castillo Piña, Construcción de imaginarios caribeños a partir de los textos músico-populares de Juan Luis Guerra. Tesis de maestría inédita, Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, Puerto Rico, 2002. 16 Héctor Sepúlveda Rodríguez, (coordinador), Yomarie García de Jesús, Guadalupe Escalante Rengifo, Yolanda Toro Adorno. Bajo asedio: comunicación y exclusión en los residenciales públicos de San Juan. 17 Colón, op. cit. 18 Ibid., p. 10.
Relegado de los estudios serios de investigación académica, de manera similar a otros países, el sensacionalismo y sus procesos de recepción hasta hace poco había tenido poco espacio de análisis en Puerto Rico. La investigación titulada Mediaciones culturales del sensacionalismo en la prensa escrita puertorriqueña en cinco familias de sectores populares del área urbana de San Juan(2003) 21 analiza los modos en que los lectores de sectores populares del país usan y se apropian del sensacionalismo. La reflexión parte de mirar al sensacionalismo como un proceso comunicativodinámico y desde el lugar de sus lectores.
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De la Rosa, op.cit. Montes Mock, op.cit.
Fotografía: ángela salazar
La recepción de la radio ha sido otra de las investigaciones que se ha alimentado de la aportación teórica metodológica de los estudios latinoamericanos. La investigación titulada Radio religiosa y la cultura popular en Puerto Rico20 analiza la radio desde la perspectiva histórica, discursiva y desde la recepción y su relación con la cultura popular puertorriqueña. La investigación da cuenta de los modos en que la radio religiosa se inserta en la vida cotidana de los radioescuchas de acuerdo a sus competencias textuales y culturales, así como a su nivel de estudios formales y cómo los oyentes de ambos género y distintas edades se apropian e indentifican con sus contenidos.
Fotografía: ricardo castro r.
es el titulado La identidades cultural de la mujer dominicana de clase trabajadora en Puerto Rico: su articulación en la comedia televisiva (2002) 19. Esta investigación analiza las expresiones de identidad cultural de la mujer dominicana de la clase trabajadora en Puerto Rico a través de la comedia televisiva “Entrando por la cocina”, que al momento de la investigación llevaba catorce años en el aire. Este programa presenta como protagonista a una empleada doméstica dominicana “Altagracia”. Según la investigación, las entrevistadas no se identifican con el personaje, porque entendían que era una burla a la mujer dominicana y la estereotipaba. “Altagracia era la conceptualización que quería difundir el grupo hegemónico en el poder (Puerto Rico) de la identidad cultural de la mujer dominicana.
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Los hallazgos más relevantes del estudio dejan claro que las familias interpelan y son interpeladas por los textos sensacionalistas desde sus modos de pensar y de sentir y desde sus realidades como habitantes de barrios y residenciales públicos. Desde allí, sus apropiaciones y usos de este tipo de periodismo desbordan lo lúdico y transitan por sus vidas cotidianas, sus escuelas, el barrio/ residencial y satisfacen algunas demandas de visibilidad, las cuales, paradógicamente, a cambio de la espectacularización, les permite ver sus rostros, sus espacios, sus conflictos cotidianos e interpelar a la sociedad como ciudadanos. Por medio de ese “lenguaje popular” que produce y reproduce el sensacionalismo y de sus temáticas, se sienten de alguna manera integrados al país y reconocen su identidad, su forma particular de ser puertorriqueños, pero también cuestionan su lugar en la escala social. En ese terreno, el consumo del sensacionalismo de la prensa escrita se presenta como uno de los espacios –y tal vez el más visible y efectivo- desde donde las familias se constituyen como ciudadanas. Una ciudadanía ya no forjada y ejercida desde las formas clásicas, sino desde el consumo mediático.
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El tema de la música siempre ha estado ligado a la identidad puertorriqueña y, en general, al Caribe. La investigación Construcción de imaginarios caribeños a partir de los textos músico-populares de Juan Luis Guerra (2003)22 representa, en el campo de la comunicación, uno de los trabajos más significativo que articula la identidad y la música caribeña en Puerto Rico. El estudio busca dar respuestas a preguntas ¿cómo se construyen imaginarios caribeños a partir de los textos músicopopulares de Juan Luis Guerra? ¿cómo diversos sujetos sociales del caribe en Puerto Rico se apropian de dichos textos para luego reinventar sus esquemas de reconocimiento/identificación de los imaginarios caribeños? Esta apropiación sirve a estos sectores como espacio de reconocimiento/ indentificación. La investigación refleja que los imaginarios caribeños que se constituyen a partir de los textos músico populares de Juan Luis Guerra y los esquemas de reconocimiento/identificación que experimentan los sujetos sociales investigados al apropiarse de dichos textos, “son un contradictorio y confuso cúmulo de distinciones y similitudes que aglutinan y, que por consiguiente, relata la diversidad de lo idéntico y lo idéntico de lo diverso” 23 .
Otro estudio significativo por la temática y, fundamentalmente, porque recoge el tema de comunicación/medios/política/recepción/ sectores populares es el trabajo grupal titulado Bajo asedio: comunicación y exclusión en los residenciales públicos de San Juan 24 . “Esta investigación incursiona en el rol de los medios en la construcción de las identidades en el residencial y se pregunta por las nociones de ciudadanía, democracia y paz que manejan sus habitantes a despecho de los estereotipos y las caracterizaciones mediáticas” 25 . Esta muestra de investigaciones reafirma que los estudios cualitativos del proceso de recepción que se han realizado en la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico no sólo representan un gran aporte al campo sino que, como ha ocurrido en otros países latinoamericanos, han contribuido a visibilizar algunas voces y temas que generalmente no son atendidos por la investigación típica en comunicaciones en el país. Otro de los aspectos que hay que resaltar de estos trabajos es la apropiación de técnicas antropológicas. Esta tedencia está enrriqueciendo las investigaciones en los últimos años. Si bien los estudios de recepción tradicionales no abundan, se nota un esfuerzo por incluir en los estudios a los sujetos sociales. La tarea pendiente es crear espacios de articulación e intercambio entre investigadores del campo comunicacional y realizar un inventario del estado de la situación de los estudios de recepción en el país.
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Escalante Rengifo, op.cit. Castillo Piña, op.cit. 23 Castillo Piña, op.cit. 24 Los residenciales públicos fueron edificados como parte del proyecto de modernización de Puerto Rico, para renovar la vivienda de los más pobres y erradicar los arrabales de la ciudad, los cuales eran considerados centros del indeseable defecto social, de donde, según las clases privilegiadas, “emanaban el crimen y la enfermedad” (Rodríguez, 2000). Estas hileras de edificios en bloques fueron herederos del primer Falansterio construido, entre 1935 y 1937, en Puerta de Tierra, San Juan. 25 Silvia Alvarez Curbelo. Crítica al libro Bajo asedio: Comunicación y exclusión en los residenciales públicos de San Juan, contraportada. 22
Bibliografía:
Fotografía: julián d. rivera
Alvarez Curbelo, S. (2002). Crítica al libro Bajo asedio: Comunicación y exclusión en los residenciales públicos de San Juan. Puerto Rico: Tal cual. Castillo Piña, D. (2002). Construcción de imaginarios caribeños a partir de los textos músico-populares de Juan Luis Guerra. Tesis de maestría inédita, Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, Puerto Rico. Colón, E. (2003). Medios mixtos. Ensayos de comunicación y cultura. Puerto Rico: Plaza Mayor. De la Rosa, A. (2002). La identidad cultural de la mujer dominicana de clase trabajadora en Puerto Rico: Su articulación en la comedia televisiva. Tesis de maestría inédita, Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, Puerto Rico. Escalante Rengifo, G. (2002). Mediaciones culturales del sensacionalismo de la prensa en cinco familias de sectores populares del área urbana de San Juan. Tesis de maestría inédita, Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, Puerto Rico. García Canclini, N. (1995). Consumidos y ciudadanos . Conflictos multiculturales de la globalización. México: Grijalbo. Informe anual del año académico 2003-2004 de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras
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