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IVª Conferencia Mujer y Diplomacia

AUSTRALIA Y NUEVA ZELANDA

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DERRIBANDO BARRERAS EN EL DEPORTE FEMENINO

Este año, la Selección Española de Fútbol Femenino se encuentra celebrando medio siglo de historia. Un 21 de febrero de 1971, 3.500 espectadores acudieron al estadio murciano de La Condomina para presenciar por primera vez cómo un equipo de mujeres representaba a España a nivel internacional. Mientras esto sucedía en España, al otro lado del mundo, Australia y Nueva Zelanda se preparaban para participar en la primera edición del torneo continental asiático de fútbol femenino en 1975. Han pasado cinco décadas desde entonces y, sin embargo, a día de hoy en todo el mundo las mujeres siguen enfrentando grandes obstáculos para que sus esfuerzos y logros deportivos sean reconocidos y celebrados de la misma forma que aquellos de sus compañeros masculinos; un hecho que refleja las barreras que aún quedan por derribar si queremos alcanzar la igualdad de género real en todos los espacios de nuestras sociedades. En Australia y en Nueva Zelanda, creemos firmemente en la capacidad del deporte para empoderar a las mujeres y a las niñas. Estamos convencidos de que puede ser una herramienta realmente poderosa para lograr cambios duraderos y promover la igualdad. Por este motivo, estamos encantados de formar parte de la iniciativa Fútbol por la Paz de la Academia de la Diplomacia y LaLiga, que tiene como objetivo reconocer el papel del deporte a la hora de fomentar la inclusión. El pasado 16 de marzo, la Embajadora de Australia, Sophia McIntyre, y la Jefa Adjunta de Misión de Nueva Zelanda, Renee Heal, hicieron entrega de las camisetas de nuestras selecciones femeninas para exponer en este museo. Ambas camisetas fueron personalizadas con palabras que simbolizan los valores clave para nuestros dos países. ´Paz´ en la camiseta australiana de Las Matildas e ´igualdad´ en la de las Football Ferns de Nueva Zelanda.

Beléun Polvorinos, Area Manager Asia de LaLiga; Sophia McIntyre, Embajadora de Australia; Renee Heal, Jefa Adjunta de Misión de Nueva Zelanda y Santiago Velo de Antelo, Presidente Ejecutivo de la Academia de la Diplomacia.

Esta última también en maorí: Ko au ko koe, Ko koe ko au” (Yo soy tú y tú eres yo). Australia y Nueva Zelanda se han propuesto inspirar a la próxima generación de mujeres deportistas de todo el mundo con un acontecimiento que llevará el futbol femenino a nuevas alturas: serán los coanfitriones de la Copa Mundial Femenina de fútbol 2023, un evento que brindará la oportunidad de crear un legado histórico y profundo. Será una Copa Mundial de la FIFA sin precedentes ya que por primera vez tendrá lugar en el hemisferio sur y será la primera que cuente con dos países como coanfitriones, así como la mayor de la historia, con 32 equipos participantes. Como parte de esta candidatura, ambos países se comprometieron a seguir trabajando para alcanzar una mayor representación femenina en los organismos oficiales de fútbol. Nuestro deseo de promover los derechos humanos y la igualdad de género en el deporte también se demuestra en nuestras políticas nacionales. En Australia, la estrategia Sport 2030 persigue que el ejercicio sea seguro, divertido e inclusivo sin importar el género. En los últimos años, se han conseguido grandes logros históricos para las deportistas y el país continua batiendo récords de asistencia de público para apoyar a las mujeres en los eventos deportivos en los que participan. Tanto Las Matildas como las Football Ferns lograron equiparar su salario al de sus compañeros hombres gracias a acuerdos históricos que dieron la vuelta al mundo. Siendo el primer país en conceder a las mujeres el derecho al voto, la historia de Nueva Zelanda refleja su compromiso con la igualdad de género. En 2018, el gobierno adoptó su Estrategia de las Mujeres y Niñas en el Deporte y la Recreación Activa, que tiene como prioridad el liderazgo, participación y visibilidad de las mujeres y niñas en el deporte. Ambas estrategias son ejemplos de países trabajando juntos hacia el empoderamiento de mujeres y niñas, reconociendo el valor del deporte para garantizar su bienestar y sus derechos. En julio de 2019, cuando Australia y Nueva Zelanda anunciamos nuestra intención de acoger este gran evento, la COVID-19 aún no existía en nuestras vidas. Dos años después, somos testigos de cómo la pandemia ha afectado de forma desproporcionada a las mujeres y ha exacerbado las desigualdades que ya existían. Esperamos que incitativas como Fútbol por la Paz y la Copa Mundial Femenina en 2023 sirvan para que sigamos avanzando hacia un futuro postCOVID más accesible, inclusivo y equitativo.•

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