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ANUARIo
2019 COBERTURAS
INFORMES 1
EDITORIAL Duki y su trap. Marilina y su Gardel. Wos y su patada de canguro. Las mujeres y su merecida Ley de cupo. Trueno y su consagración en las ligas mayores del freestyle nacional. 2019, es el año al que sobrevivimos y, al mismo tiempo, en el que fuimos testigos de cómo se rompieron estructuras -algo oxidadas- dentro de una escena que pedía a gritos una renovación de base, que se caiga el patriarcado y que el aborto sea legal, seguro y gratuito. El 26 de enero, Infobae tituló “Trap, el fenómeno musical del momento” y, de alguna manera, convirtió en noticia mainstream eso que ya no se podía tapar con la mano: el género local con más vistas en YouTube y mas reproducciones en Spotify había sido legitimado por toda una generación y no se iba a evaporar al calor del verano. Londra, Duki y Cazzu. J Balvin, Bad Bunny y Paloma Mami. Nuevos nombres y talentos marcaron el pulso. De hecho, la fusión entre hip-hop, rap y reggaetón resultó tan exitosa que puso a una catalana a improvisar su incursión en este fresco y excitante universo. Para ese momento, nadie imaginó que “Con altura”, el hit de Rosalía y Balvin, pudiera alcanzar las más 1500 millones de reproducciones, sumando todas las plataformas disponibles. Nadie. Pero lo logró y consolidó el ritmo a nivel mundial. Por fuera del género urbano, en el ámbito local Marilina Bertoldi fue una de las grandes protagonistas de 2019. Promediando el año, la ex integrante de Connor Questa se alzó con el Gardel de Oro. ¿Inesperado? Puede ser. ¿Mereceido? Por supuesto. “Estuve haciendo investigaciones sobre esto. La única persona en ganar este premio que no es hombre fue Mercedes Sosa hace 19 años, hoy lo gana una lesbiana”, declaró la cantante y guitarrista, que le marcó la cancha a la industria. Y vaya si lo hizo, ya que al cierre de esta edición se supo que el año que viene las categorías no distinguirán por género. Al fin una buena, CAPIF. En paralelo, aunque de la mano con la lucha por una industria más igualitaria, la Argentina se convirtió en el primer país con una ley que establece un cupo femenino para eventos musicales. El proyecto, que determina un piso de 30 por ciento de participación de mujeres y disidencias en eventos tanto públicos como privados, fue impulsado en los últimos dos años 700 artistas y aprobado en noviembre por la Cámara de Diputados. “Siempre tuvimos en claro que la convivencia que se creará entre trabajadores y trabajadoras nos permitirá luchar más rápidamente contra violencias, abusos, la misoginia y los destratos que nos afectan como sociedad”, reconoció Celsa Mel Gowland, principal mentora de la iniciativa que en mayo había recibido media sanción en Senadores. “No me hables de meritocracia, me da gracia. No me jodas, que sin oportunidades, esa mierda no funciona”, rapeaba Wos en plena veda electoral -por las PASO- y se convertía en el artista principal del soundtrack de la película que podríamos titular como “El fin de la era Macri”. El chico ex Red Bull rompía el nicho, al mismo tiempo que se convertía en la voz de la clase media (esa a la que le enseñaron que protestar es de pobre, pero a la que nada le dijeron de manifestarse con flow). Wos le dio al hip hop nacional ese ídolo que necesitaba y con Caravana terminó la obra que supieron iniciar predecesores como Emanero y Sara Hebe. Con vértigo y casi sin dar respiro, Duki sacó un disco combinando lo old school y lo fresco, el Buenos Aires Trap fue uno de los eventos del año, y Catriel y Paco Amoroso se mostraron como la dupla más rupturista de la escena y llenaron un Obras. Si, la nueva súper sangre joven apareció sin pedir permiso, con hambre y ganas de quedarse con todo. Casi sobre el final, se metió Niki Nicole. Irreverente y auténtica, la rosarina llegó para completar el cupo femenino del género que rompe taquilla y fronteras. “Wapo Traketero”, su carta de presentación, suma todos los días una nueva reproducción y ya despertó la atención de los propios y ajenos de siempre. En fin, al igual que Wos, Duki y Londra, la piba ahora es un fenómeno popular que no hace más (ni menos) que legitimar al trap, un sonido tan genuino como el rock, el metal o el pop, y al que deberán acostumbrarse los más costumbristas y conservadores. No sabemos qué pasará en 2020. Es difícil imaginarse lo que puede llegar a ocurrir luego de un año tan vertiginoso como 2019, donde los cimientos de la industria musical se movieron. Mucho o poco, la patada de canguro se sintió. Lo único seguro, a esta altura, es que estaremos ahí, en la trinchera, en los márgenes, junto a los invisibles, para retratar lo que pase.
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CONTENIDO COBERTURAS pág. 03 a 75 pág. 76 a 79
INFORMES pág. 80 a 89
pág. 90 a 154 FOTO DE TAPA: WOS CONTRATAPA: MARILINA BERTOLDI Festival Buena Vibra, Estadio Malvinas Argentinas, 16 de Febrero, por Alan Guex.
contacto@elbondi.com Dirección General: Anabella Reggiani Jefes de Redacción: Pablo Andisco y Sergio Visciglia Directora de Fotografía: Bárbara Sardi Edición General: Fernando Villarroel Redes: Daniel Prieto y Juani Lo Re COLABORARON EN ESTE NÚMERO: CRONISTAS Augusto Fiamengo, Fernanda Miguel, Fernando Canales, Jeremias Wald Acuña, Juani Lo Re, Lucas González, Lucia Renella, Lura Goldenberg, Martina Ponce, Maia Kisz, Matias Fangi, Maximiliano Novelli Frutos, Michelle Sturtz, Milagros Carnevale y Nahuel Pérez. FOTOGRAFXS Alan Guex, Alejandra Malcorra, Alejandro Reggiani, Anabella Reggiani, Ayelén Martínez, Bárbara Sardi, Candela Glikin, Cynthia Ascani, Daniel Prieto, Diego Carnevale, Jorx Martínez, José Fuño, Lali Torres, Lucas de Quedada, Lucas Iborra, Mara Moreno, Paula Ruiz, Pilar Guevara y Victoria Schwindt. 3
Nathy Peluso, Festival Nuestro. Tecnรณpolis, 18 de Mayo. Por Mara Moreno.
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COBERTURAS
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JAVIERA MENA
ESPEJO DE OTRA ERA Cronista: Maximiliano Novelli Frutos / Fotos: DANieL PRIETO 20 de ENERO
Con una explosión pop, lumínica y visual, Javiera Mena presentó su quinto trabajo en el Konex.
En el atardecer de una noche que auguraba eclipse lunar y alineación interplanetaria, ocurrió una nueva visita de la chilena a estas pampas para presentar Espejo, su más reciente trabajo editado en abril de 2018, y aprovechó el enorme patio del CC Konex, ante una multitud que la esperaba con ansias desde las últimas horas de luz solar. Un ir y venir entre discos fue lo que la cantautora preparó para la velada. Se destacaron “Hasta la verdad”, de Mena (2010), seguida por “Dentro de ti” -de su última placa-, “Sincronía, Pegaso”, editado en Otra era (2014), y avanzó con “Intuición”, uno de los cortes difusión del novísimo registro cuya versión de estudio cuenta con el aporte de Li Saumet, la voz del grupo colombiano Bomba Estéreo. El despliegue de la fecha fue notable, en la que la artista sólo estaba acompañada por dos colegas más -en bajo y batería-, quienes desplegaron una gran energía a través de pistas, sintetizadores, una puesta en escena que focalizó en la iluminación y una pantalla con diversas imágenes que potenciaban el viaje a través de los sonidos, las letras y el inevitable baile. Una fusión entre el pop, la canción y la electrónica que tuvieron un balance muy especial. “Siempre es importante venir a Buenos Aires porque el primer disco lo edité en Argentina antes que en Chile”, confesó la santiaguina cuando se sentó al teclado, antes de interpretar “Esquemas juveniles”, la que da nombre a su primera obra discográfi6
ca, publicada en 2006. No fue el único tema que se escuchó de su debut, sumó el cover “Yo no te pido la luna”, composición originalmente italiana pero popularizada en nuestro idioma por la cantante mexicana Daniela Romo a mediados de los 80. “Pasado presente y futuro están aquí. Lo importante es que todas estamos aquí”, sentenció Mena como introducción de “Todas aquí”, una impecable descripción de las transformaciones que la sociedad está atravesando actualmente, mediante un canto a las mujeres. Continuó con otra más de su flamante obra, “Noche”, que reforzó el ambiente festivo y la alegría de los cuerpos que disfrutaban de una velada perfecta, mientras el resto de la ciudad semi vacía se sumergía progresivamente en ese sopor típico de domingo veraniego. El segundo cover de la noche, frecuente en sus conciertos, fue la originalmente lanzada por el trío pop español Mecano en 1988, pero popularizada en nuestro país dos años después por Sandra Mihanovich y Celeste Carballo, “Mujer contra mujer”, y luego prosiguió con tres pistas más para concluir la sección principal de la lista. El set de bises contó con “Luz de piedra luna”, registrado en su segundo material de 2010, casi pegada a la última reversión de la fecha, “Ritmo de la noche”, compuesta en primera instancia por una banda alemana, llamada Chocolate, en 1990, pero con mucha más resonancia en estas tierras a partir la versión hecha por The Sacados, tras ser utilizada como banda sonora del programa televisivo homónimo, durante las épocas de la pizza con champán. “Les he traído un espejo para que se miren a ustedes mismos, donde sólo existe la verdad. Esta noche quedará grabada en mi memoria”. Así se despidió de sus fans la compositora trasandina antes de que suene aquel track que bautizó a su último álbum, demostrando una puesta en escena y una fuerza insuperables. La experiencia en vivo que produce su arte es única y la creadora muestra todo su ser mediante una conjunción sobresaliente entre la composición, la tecnología y la poesía. Ésa es su verdad, y el reflejo de ese espejo muestra el futuro.
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ska-p
el juego comienza Cronista: Maximiliano Novelli Frutos / Fotos: ale reggiani 08 de febreRo
Ska-P regresó a nuestro país con la potencia que los caracteriza, en el Punto Único del Estadio de La Plata, para presentar su último trabajo.
A estas alturas, es sabido que cuando la banda española pisa suelo argentino se transforman automáticamente en locales. La fiesta empezó con el calor ardiente de la tarde platense mediante un combo que incluyó a Rivales, Kapanga y Cadena Perpetua, quienes deleitaron a una gran cantidad de personas ansiosas por terminar la espera de poco más de cuatro años desde la última vez que se vio al conjunto en estas tierras australes. Tras finalizar la actuación de los de Villa del Parque, la tormenta que se avecinaba a lo lejos llegó al poco tiempo y durante aproximadamente una hora la lluvia torrencial sembró incertidumbre en la concurrencia. Sin embargo, muchas personas no se deja8
ron amedrentar, mientras aguardaban firmes a sus músicos preferidos sin resguardo alguno. Varios preguntaron por qué no se utilizó el estadio en lugar del estacionamiento. Pasada la tormenta veraniega y las pruebas técnicas de rigor, los vallecanos entraron al escenario y agradecieron a las almas que no claudicaron ante “esas nubes que envió Macri”, como sostuvo Roberto Gañán Ojea -Pulpul-. “Poder pa’l pueblo” dio inicio a la fiesta, con una energía que no flaqueó por el resto del recital. “¡Nosotros tenemos un gato bueno y ustedes uno malo!”, gritó el cantante antes de que suene “El Gato López”, con una marea humana haciendo pogo con más ferocidad que la tempestad previa y a partir de los primeros acordes parecía haber quedado en el olvido. Nadie dejó de saltar y cantar cada una de las canciones de la velada. Su usual compromiso se vio reflejado con los dos guitarristas usando el pañuelo verde atado al cuello -símbolo de la campaña por la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo-. La crítica -hacia la monarquía española- también estuvo ahí, como la que realizaron con “Jaque al Rey”, de su último disco Game Over (2018). Incluyeron dedicatorias a Juan Ledesma -baterista de Superuva asesinado en febrero del año pasado-, a Santiago Maldonado y a los pueblos originarios de América, esta última mediante “Cruz, oro y sangre”, otra de su más reciente placa. No faltaron clásicos como “Cannabis”, “Vergüenza”, “Tío Sam”, “Derecho de admisión” y muchos más. Posteriormente, los bises llamaron a mandar todo “A la mierda”, seguido por “Romeo el madero” y luego dieron lugar al reclamo de los trabajadores de la cooperativa gráfica Madygraf, en defensa de sus puestos de trabajo, lo que dio pie al cierre con “El vals del obrero”. La contundencia del septeto fue notable y la audiencia acompañó con la misma fuerza un espectáculo que les sirvió como el precalentamiento ideal antes de partir hacia la provincia de Córdoba. Demostró que pese a las dificultades que se presentaron últimamente al interior del grupo -como la partida de Pipi, la enfermedad que padece Pulpul, el infarto y la recuperación del baterista histórico, Luismi-, la lucha sigue y la música también.
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Louta
FESTIVAL BUENA VIBRA
FESTEJAR LA AUTOGESTION Cronista: JUANI LO RE / Fotos: ALAN GUEX 16 DE FEBRERO
El Festival Buena Vibra tuvo su versión deluxe el sábado en el Malvinas Argentinas. Fue una celebración de bandas autogestionadas como Usted Señálemelo, Marilina Bertoldi, Las Ligas Menores, Louta y Los Espíritus, entre muchos otros. 10
“¿Qué onda con los canales que quieren bajar? ¡Si cierran C5N que quilombo se va a armar!”, rapeó Wos durante el set de Banzai FC, promediando la tarde del autodenominado “festival más lindo del mundo”. Fue una jornada cargada de buena energía pero también con muchos reclamos políticos. Julián Kartún de El Kuelgue pidió la separación de la Iglesia del Estado en “Cristo es Marquitos di Palma”; Marilina Bertoldi pidió por el cupo femeino en festivales y le pegó varios palos al empresario José Palazzo; y los cánticos contra el presidente Mauricio Macri estuvieron presentes durante el show de Los Espíritus. El calor no dio tregua ni durante la tarde ni a la noche del Festival Buena Vibra, que en su edición más convocante mudó la sede desde la Ciudad Cultural Konex al Malvinas Argentinas en La Paternal. Ponderaron las chicas con glitter en su cara y los muchachos con camisas floreadas como outfit oficial, los peinados extravagantes y un público muy heterogéneo. A la grilla que circuló días antes de la fecha hubo que descartarla, pues todas las bandas retrasaron una hora su presentación. Aínda Dúo y Valdés salieron a tocar luego de las 15 horas, bastante después de cómo estaba pactado. Los puestos de hidratación eran mínimos, y muy necesarios teniendo en cuenta que hizo más de 30 grados de temperatura. Los planos de evacuación no eran claros y las colas eran tan extensas para adquirir una bebida en el “Patio Cervecero” que si o si hubo que sacrificar el ver a alguna banda. Por otro lado, el mismo patio contó con una pantalla para poder seguir los shows. Por suerte, lo mejor pasó arriba de los escenarios: Marilina Bertoldi brindó el show más rockero que haya sonado en el Buena Vibra. Con su flamante Prender un Fuego (2017) bajo el brazo, la ex Connor Questa se adueñó del escenario principal en un potente recital de 45 minutos. Militantes del Climax combinó su hip-hop con jazz-rock cuando caía la tarde, y Bándalos Chinos dedicó todo su set a las canciones de BACH (2017), su última placa. Dentro del microoestadio, hubo distintas actividades por fuera de lo musical que resultaron bastante interesantes. Desde probar instrumentos hasta una feria americana para comprar camisas. Los aros de ula-ula también sirvieron para que gente de toda edad mueva las caderas al ritmo de la música. Los escalones sirvieron como punto de descanso para hojear unas revistas Billboard o Haze, o escuchar música que venía desde el stand de Exile Records, mientras unos pibes corrían carreras en el Daytona a pocos metros. El flamante campeón mundial de la Red Bull Batalla de los Gallos, Wos, rapeó como nadie sabe hacer mejor junto a Banzai FC, y Las Ligas Menores demostraron que hay 11
Wos
(sobra) talento femenino. La banda de Anabella Cartolano sorteó algunos problemas de sonido y regaló hermosas canciones como “1200 KM” y “Ni Una Canción”.
Cuando llegó la noche, ni una persona de las 12.000 presentes se quiso perder el show de Louta. El referente del indie nacional dio el show más ecléctico en base a Enchastre (2018), su nuevo disco. “Todos con el Celu” abrió su set con bailarines y percusionistas incluidos, acompañados de cientos de luces de aparatos móviles que venían desde el público. Con su pantalón de vestir, su chomba naranja y su pelo engominado, Jaime James parece un personaje salido de la década del 50, pero tiene bien claro como adueñarse de cada rincón del escenario. Las presencias femeninas de Zoe Gotusso en “Ayer te Vi” y Marilina Bertoldi en “Uacho” condimentaron un espectáculo que tuvo de todo. Incluso una versión de “Que bien que estoy” con meneadito incluido y “Gasolina” del reggaetonero Daddy Yankee. Tras un comienzo accidentado por un problema en una de sus guitarras, Usted Señálemelo se puso rápidamente de pie y ofreció un interesante set. La banda de Juan Saieg osciló entre el pop-rock y la psicodelia, convirtiendo la atmósfera en una rave al aire libre. Una estrafalaria versión de “Sintonía Americana” de los Abuelos de La Nada y la hitera “Big Bang” fueron los puntos más destacados. Con la gente todavía corriendo de un escenario al otro, El Kuelgue dio un show con la misma estructura de siempre. Canciones pegadizas como “Bossa n’ People” con algunas nuevitas como “Jimena”. Obviamente no faltaron los pasos de comedia de Julián Kartún y el tecladista Santi Martínez antes del final con “Cariño Reptil”. Los Espíritus dieron un recital chamánico. La hipnótica “La Crecida” invitó a la danza incluso a los que estaban más atrás. “Jugo” y “Huracanes”, ambos de Agua Ardiente (2016) fueron las más cantadas, y su líder Maxi Prietto adelantó “El árbol de los venenos”, una canción inédita que mantiene el estilo que la banda, que verá la luz en su próxima producción de estudio. Una versión extendida de “El Gato” fue el mejor ejemplo del ADN de la banda: un blues oscuro con profundas raíces latinoamericanas gracias al doble tándem de percusión a cargo de Fer Barrey y Francisco Paz.
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Bándalos Chinos La rapera Sara Hebe fue la encargada para cerrar el festival a medianoche, y nadie quiso perdérsela. Con pie firme en el escenario, la cantante disparó rimas a mansalva acompañada de su aliado habitual Ramiro Jota y sus bailarines. “El Marginal” fue el tema más celebrado y “La Noche” invitó al público, en su mayoría mujeres, a bailar hasta el día siguiente. Pasó la versión más grande que el Festival Buena Vibra haya tenido con una enorme convocatoria. Si bien tuvo problemas de organización, pueden mejorar en las ediciones venideras. Con música de la más variada y la mejor que se pueda encontrar en la escena local, fue una celebración a la autogestión y al talento femenino, que lo hay en cantidad y calidad.
Marilina Bertoldi
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LACRIMOSA
EL VIAJE EN EL TIEMPO DE LACRIMOSA Cronista: Maximiliano Novelli Frutos / Fotos: Diego Carnevale 29 de marzo
El dúo volvió a nuestro país para repasar los mayores éxitos de su carrera, en el marco de su gira mundial Time Travel, con un Teatrito absolutamente completo.
Una nueva visita de la banda fundada por Tilo Wolff hace casi 30 años tuvo lugar en El Teatrito, ese céntrico predio de la calle Sarmiento. El preludio comenzó durante las últimas horas de la tarde con el soporte local de Mandoble, quienes mostraron su potente metal sinfónico mediante la notable voz de Melitza Torres y sus secuaces para preparar el ambiente. Con total puntualidad, un video con imágenes de planetas, galaxias y estrellas, intercalado con las fotos del grupo en diversas épocas sirvió como introducción al show. Se observaba una leyenda que anunciaba el viaje a través del tiempo y de la historia del dúo fundado en 1990 por Wolff, al que se unió Anne Nurmi en 1993 y se mantiene hasta hoy. Tal como se mencionaba en dicha filmación, lo que se estaba por vivir era una experiencia única. Tan pronto como empezó “Ich Bin Der Brennende Komet” -simple publicado en 1996-, el pogo estalló en la parte central de la sala, mientras el vocalista circulaba por el escenario. Luego éste agradeció -en inglés- al público por venir, le dio la bienvenida a esta fecha especial del tour que los trajo a la “hermosa Buenos Aires” y anunció el siguiente tema, “Nach der Sturm”, de su más reciente trabajo de estudio, Testimonium (2017). 14
Una audiencia feliz por la visita del grupo se vio reflejada no sólo por el enérgico mosh presente durante casi toda la performance, sino también por los diferentes cánticos y efusivos aplausos a los dos integrantes principales en reiteradas ocasiones, que también se extendió a todos los músicos que los acompañaban. Esos gestos no pasaron desapercibidos y fueron devueltos con arengas a los/las presentes por parte del cantante, que en diferentes momentos trajo dos banderas: una argentina y otra con el característico logo de Lacrimosa. Todo fue tal que, hasta sacó una foto con su celular a todo el público, en una clara muestra de su notoria gratitud por el apoyo local. La extensa lista elegida para la fecha repasó diversos exponentes de su discografía, tales como Inferno (1995) -de la que resaltó la poderosa “Copycat”-, Stille (1997), Fassade (2001), Satura (1993) -tanto la que da nombre a la placa como “Alles Lüge”, Hoffnung (2015), Elodia (1999), entre otros. También sonaron “Seele in Not” de su debut de 1991 -Angst- y uno de los tres temas nuevos que acaban de publicar en el compilado Zeitreise el 22 de marzo pasado, “Im Schatten Der Sonne”. Quienes pudieron asistir al único concierto en nuestro país programado en la gira de esta agrupación, vivieron una verdadera travesía en la historia de una de las bandas que desde la más absoluta independencia y con la mayor parte de sus canciones en su alemán original supo conquistar el mundo. Con shows cargados de una potencia visual notable -como el de esta ocasión- supieron ganarse un séquito muy importante de fans en estas tierras. Un grupo que desde hace tiempo se volvió en el referente del metal gótico internacional.
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CosquĂn Rock, 10 de Febrero. Por Daniel Prieto.
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Cultura Profética.
Museum, 19 de Febrero. Por Alan Guex.
Ciro y Los Persas.
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Cosquín Rock, 10 de Febrero. Por Daniel Prieto.
Attaque 77.
CosquĂn Rock, 10 de Febrero. Por Daniel Prieto.
Fantastic Negrito.
La Trastienda, 22 de Marzo. Por Alan Guex.
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Francisca y Les Exploradores junto a Marilina Bertoldi. Parador Konex, 17 de Enero. Por Bar Sardi.
Richie Kotzen.
El Teatro Flores, 17 de Noviembre. Por Jorx MartĂnez.
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Fabiana Cantilo
Teatro Gran Rivadavia, 31 de Agosto. Por Lali Torres.
Juanse.
La Trastienda, 16 de Febrero. Por AyelĂŠn MartĂnez.
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ORISHAS
CUBANOS ATREVIDOs Cronista: FERNANDO VILLARROEL / Fotos: DANIEL PRIETO 06 DE ABRIL
El trío de hip-hop de La Habana cumplió en su primera visita a Argentina y dejó todo abierto para una segunda parte.
Una crónica sobre la primera visita al país de los exponentes más importantes del hip-hop cubano y no caer en la tentación de los lugares comunes -la revolución y el ron, por tan sólo citar algunos- es posiblemente uno de los mayores los logros de Orishas. Es que el trío, encarnado por Yotuel Romero, Roldán González Rivero y Hiram Riverí Medina, y su energía barrieron con todos los estereotipos culturales y dejaron más que satisfecho a su público. Pasadas las 21:30, y a lo largo de casi una hora y media, el Teatro Flores disfrutó del show en vivo de una banda que -tras dos décadas desde su formación- llegó para encontrarse con una muy buena cantidad de público; luego de una intro con mucha participación y la entonación de los primeros versos de “Hay un son”, el clima continuó en ascenso y el flow habanero se adueñó del lugar. “Atrevido”, “Bembé” y “A lo cubano” fueron algunas de las canciones que siguieron en el setlist y se convirtieron en un anticipo del botín que finalmente la gente se lle22
varía. Para ese momento Yotuel ya había cautivado a todos y daba claras señales de que iba a ser quién comandaría el espectáculo hasta el final. El hecho de que se manifieste en estas líneas un especial hincapié en la conexión (entre los de arriba y los de abajo del escenario) puede sonar reiterativo por momentos pero, pocas veces -tal vez alimentadas por el tiempo de espera- se puede apreciar el perfecto momento de romance entre los protagonistas de estas historias. Uno de los momentos con mayor emotividad se pudo percibir con interpretación de la nostálgica “537 Cuba” la cual, por un momento, invitó a cada uno de los presentes a revisar con atención eso que sonó a una declaración en carne viva del trío. Para ese tiempo, el show promediaba y pocos reparaban en que no había una orquesta en vivo sino un muy buen tecladista con bases grabadas con las pistas sobre las cuales los intérpretes se lucían. Al momento de los bises, Yotuel volvió a tomar la iniciativa y -quizás, o no, anticipándose a cualquier crítica que se le pudiera hacer por lo mencionado anteriormente- pidió al público local que mantenga la exigencia musical que lo caracteriza y “baje del escenario a quien se anime al playback” despertando los aplausos de todos. Para el final, dejaron el clásico “Nací Orisha”, casi a modo de inocularle al público en el inconsciente la pegajosa melodía por una buena cantidad de días. El balance sobre la primera visita de los cubanos fue positivo y se puede resumir con tres simples afirmaciones: la primera, tocaron los temas que esperaban todos; la segunda, en tiempos de crisis y en dónde la realidad genera bastante angustia, le aportaron una cuota de alegría al día de todos los que pudieron pagar una entrada; y la última, dejaron a todos con ganas de disfrutarlos mucho más.
PUSSY RIOT
FEMINISMO PUNK EN RUSO Cronista: JEREMIAS WALD ACUNA/ Fotos: PRENSA 06 DE ABRIL
En un Niceto colmado, las Pussy Riot debutaron sobre suelo argentino el domingo 14 de abril, con un show intenso, y una interesante charladebate previa. El mensaje anti patriarcal, anti sistema y abortero marcó la esperada llegada del colectivo feminista. 23
Nadya Tolokonnikova pega un grito y corre a agarrar su celular. No puede creer la respuesta que genera su música a más de 17 mil kilómetros de donde nació. Está llegando el final de su debut en suelo argentino y hay pogo, mosh, saltos, alegría. Respuestas que no desentonan con el mensaje crítico y contestatario de las Pussy Riot. La intervención política es una pata más en el intenso show que trajeron las rusas para presentar en un Niceto colmado de pañuelos verdes. Si alguien esperaba encontrarse con una banda tradicional, o con un recital de punk, probablemente se haya ido decepcionado. El concierto estuvo signado, además de las consignas políticas, por los ritmos electrónicos veloces. Algo de electrónica, un poco de hip hop, otro poco de trap. El punk, sin embargo, estaba presente. ¿Dónde? En la forma de escupir sus verdades. “El punk es un método”, como describe Nadya en su trabajo “El Libro Pussy Riot”, publicado en 2018. Un rato antes de la descarga de las Pussy Riot había ocurrido algo inusual en los recitales. Una charla-debate denominada “La protesta amenazada” había abierto la velada. Moderada por la periodista Florencia Alcaraz, e integrada por Nadya Tolokonnikova, el docente Daniel Sandoval y Paula Litvachky, directora del área de Justicia y Seguridad del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), la más que interesante charla giró alrededor del feminismo, el punk y cómo enfrentar al sistema. El motivo de actuar con las caras tapadas, esgrimen las rusas, es que lo que importa es el mensaje del colectivo, y dejar de lado los egos. Vale recordar que las tres fundadoras de Pussy Riot estuvieron dos años presas por cantar durante 40 segundos en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, sede de la Iglesia Ortodoxa Rusa. También tuvieron una breve aparición durante el Mundial de Fútbol de Rusia 2018 cuando invadieron el campo de juego en plena final. Más punk no se consigue. La ex modelo Naomi Preizler fue la encargada de abrir la parte musical de la noche de Palermo. Pese a algunos problemas técnicos en el comienzo, la cantante pudo terminar de asentarse para dar su show. El público en general no sabía bien qué responder ante la artista que busca dejar atrás las pasarelas en las que creció. Por eso, entre canciones remarcó que ella hoy es quien quiere ser y no lo qu le imponen las marcas de ropa y la sociedad. Su breve discurso aflojó algunas tensiones que se sentían entre el público. 24
El show de las Pussy Riot quedó dividido en dos partes más que evidentes. Una primera parte en ruso, principalmente, y con un público más bien quieto pero atento a lo que pasaba sobre el escenario con esta formación Riot, de cantante, dos bailarinas y una DJ que se encargaba de sintetizadores, guitarras y coros. De repente su fueron de la tarima y apareció en escena otra encapuchada, la mexicana Wendy Moira, que se presentó: “Buenas noches, soy la que besa a otras mujeres en público”. La gente se levantó frente a un discurso potente que estremeció y emocionó por su claridad y simpleza; y ayudadas por la proclama en castellano, las Pussy Riot volvieron y conectaron inmediatamente con su público. También colaboró que llegaron algunos de los hits de la banda para que los pañuelos verdes volaran por los aires y se descontrolara el pogo. A las Pussy Riot les bastó un show de unos 90 minutos como para demostrar por qué son hoy la imagen del punk sin tocar estrictamente el estilo. Con el ritmo que sea, punk, trap o electrónica, quedó demostrado, también, que el mundo sigue mal, pero siempre habrá una respuesta ferviente, y en franca búsqueda de un cambio. Un sonido impecable que atravesó todo el recital, el baile, la alegría y la euforia de los/ las fans coparon el predio de Palermo con la música de una agrupación cuyo recorrido los llevó a una gran cantidad de escenarios y demostraron una versatilidad notable. La órbita de los Bandalos Chinos quedó así consolidada para continuar con el viaje hacia latitudes insospechadas.
Bándalos Chinos
Niceto Club, 25 de Abril. Por Mara Moreno.
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Black Label Society.
Teatro Vorterix, 11 de Abril. Por Barbi Sardi.
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Sr. Flavio Banda.
Teatro Sony, 13 de Abril. Por Cynthia Ascani.
Los Autenticos Decadentes. Teatro Gran Rex. 13 de Abril. Por Anabella Reggiani.
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Barbi Recanati.
Niceto Club, 25 de Mayo. Por Lali Torres.
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BABASONICOS
UN FESTIVAL (IN)DISCUTIBLE Cronista: Maximiliano Novelli Frutos / Fotos : Cynthia Ascani 01 DE JUNIO
Con un formato único de tres actos, Babasónicos presentó su duodécimo trabajo de estudio y repasó su discografía en el Hipódromo de Palermo.
Lo que ocurrió la noche del 1° de junio de 2019 en el Hipódromo de Palermo quedará para siempre en la historia de Babasónicos. El grupo encabezado por Adrián Dárgelos presentó un concierto inolvidable, organizado en tres actos, y con artistas invitados, de manera similar a los grandes festivales de música. En el inmenso predio, el despliegue tuvo desde puestos con venta de merchandising, bebidas y comida, y una grilla en la que participaron Conociendo Rusia, Ibiza Pareo, Ca7triel junto a Paco Amoroso y Juan Ingaramo, quienes prepararon el ambiente en una velada sin precedentes para el quinteto oriundo de Lanús. Cada acto diseñado por Babasónicos tuvo una duración aproximada de 45 minutos en los que presentaron no sólo la totalidad de su última placa, Discutible (2018), sino que aprovecharon para realizar un paneo por casi todo su catálogo con la intensidad que caracteriza al grupo desde los inicios de su carrera, allá por los albores de la década del 90. Dada la efusividad de sus conciertos, se preparó este formato inédito en sus presentaciones. 30
La primera parte del tríptico tuvo a dos pistas de su más reciente placa, “Ingrediente” y “Bestia pequeña” mientras se veía al cantante con una capa negra enorme que cubría todo su cuerpo. Luego descendió al escenario para realizar un viaje a través de A propósito (2011), Desde adentro (2016), Jessico (2001), que también incluyó escalas en Infame (2003), Anoche (2005) y Romantisísmico (2013). Un intervalo con sonidos extraños que generaban un ambiente tenebroso y oscuro fueron el contraste que marcó cada uno de los segmentos que siguieron. Porque a través de su último trabajo, la banda llamó a preguntar, y preguntarse, por todo. “Gracias hermanas y hermanos por festejar esta era discutible con nosotros”, agradeció Dárgelos a la enorme concurrencia que estaba feliz, hasta el paroxismo, por tamaña celebración. El segundo acto empezó con un “Adiós en Pompeya”, siguió con “Irresponsables” y luego con un rescate de su debut, Pasto, editado en 1992, “Sobre la hierba”. Otro track de los 90 que trajeron fue “Desfachatados”, de Miami (1999), para continuar con “Pendejo”, otra de su exitoso disco de 2001, continuaron dos más de su último registro y también se destacó “Cómo eran las cosas”. “Teóricos” fue el comienzo del cierre de la tríada. “No hubiésemos soñado una presentación de ‘Discutible’ mejor que esto”, reflexionó el cantante. Completaron la muestra de su duodécimo álbum y ese fluir del espacio-tiempo recorrió otros discos anteriores, entre algunos de sus mayores hits, como “Risa” y “Putita”, para finalizar con el famoso medley “Carismático” y “Yegua”. Un breve corte después, regresaron para los dos bises, “Cuello rojo” y “El maestro”. “Nos gustaría mucho repetir esta noche, hagamos que suceda todos los años” confesó Dárgelos, mientras arengaba al público en una fiesta colosal que marcó la carrera de una banda que desde sus comienzos se propuso incomodar, cuestionar, romper esquemas y hacer que cada quien haga lo propio. Si bien la puesta en escena pudo haber tenido más despliegue -siempre podría tener más- cumplieron en organizar una fecha con una escala que, en el contexto actual, no es frecuente en recitales argentinos.
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Living Colour
TREINTA ANOS VIVIDOS Cronista: Maximiliano Novelli Frutos / Fotos : Cynthia Ascani 15 DE JUNIO
Después de un año, Living Colour regresó a la Argentina en el marco de una gira que celebra el trigésimo aniversario del lanzamiento de su debut “Vivid”, con una fecha a pura potencia en Groove.
El recinto de la avenida Santa Fe fue el lugar elegido para que Living Colour despliegue una fuerza descomunal, seguramente de la misma manera que lo hicieron 31 años atrás, cuando publicaron su primer disco en mayo de 1988. Luego de su anterior visita el año pasado, un local casi lleno esperaba con ansiedad al cuarteto de Nueva York, hasta que la explosión ocurrió con las primeras notas de “Preachin’ Blues”, un cover del emblemático Robert Johnson. El segmento de introducción contó con otra versión, en este caso de “Who Shot Ya?”, original del rapero The Notorious B.I.G. Mientras que, para la siguiente pista, el guitarrista Vernon Reid pidió a los y las presentes su colaboración con los coros de “Freedom Of Expression (F.O.X.)”, la pista que abre su más reciente trabajo de estudio publicado en 2017, Shade. 32
“¿Saben por qué estamos aquí? Hicimos un camino muy largo para llegar hasta acá y queremos celebrar con ustedes nuestro primer álbum, desde el inicio hasta el final”, sostuvo el cantante Corey Glover antes de empezar con el segmento que repasó la totalidad de esa placa y en el mismo orden que como lo plasmaron originalmente. La poderosa “Cult of Personality” abrió el set, con fans extasiados que seguían cada línea de la letra casi a la perfección, mientras agitaban con la misma potencia que se emanaba desde las tablas, cánticos incluidos. La sonrisa de los músicos -desde el inicio- fue la señal de gratitud hacia el público local, que se mantuvo alentando al conjunto por el resto de la noche. Después de que sonara “Middle Man”, Reid demostró sus impresionantes habilidades con las seis cuerdas mediante un solo memorable que fue la transición perfecta para continuar con “Desperate People”. Más tarde, la potencia vocal de Corey Glover quedó demostrada mediante una improvisación que realizó mientras la concurrencia coreaba “Open Letter (To a Landlord)”. El tercer cover fue uno de Talking Heads, “Memories Can’t Wait”, y luego siguieron “dos temas de amor”, como señaló el guitarrista para introducir “Broken Hearts” y “Glamour Boys”, cuya versión de estudio fue producida por Mick Jagger, quien además ayudó al grupo a conseguir una compañía discográfica tras haber quedado fascinado con ellos cuando los vio allá por los inicios de su carrera, a mediados de los ‘80. Luego de finalizar el segmento principal, fue el turno de Will Calhoun, quien confirmó por qué es la base rítmica de la banda con un solo de batería al que le sumó una sección rítmica con instrumentos electrónicos, para crear un ambiente único que permitió transportarse hacia nuevas dimensiones sonoras y arribar al tramo final del recital con dos clásicos de su segundo trabajo Time’s Up (1990), “Elvis is Dead” y “Type”. Las habilidades de los cuatro músicos son a prueba del paso del tiempo y parece que ganaron más fuerza en el trascurrir de los años. Trajeron nuevamente a estas latitudes una pieza clave de su catálogo y el hecho de haber tocado 22 veces en nuestro país, desde 1993 a la fecha, con una base sólida de fans, los transformó en una banda que cuando pisa suelo argentino se convierten automáticamente en locales.
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Periphery.
El Teatro Flores, 06 de Junio. Por Candeka Glikin.
Gabriel Carambula.
Teatro Sony, 06 de Julio. Por Alan Guex.
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Max & Iggor Cavalera.
El Teatro Flores, 08 de Junio. Por Daniel Prieto.
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Led Ladies junto a Javier Malosetti.
Niceto Club, 12 de Septiembre. Por Lucas Iborra.
SFDK.
Groove, 07 de Diciembre. Por Daniel Prieto.
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Caballeros de la Quema.
Estadio Malvinas Argentinas, 22 de Junio. Por Ayelén Martínez.
Visions of Atlantis. El Teatrito, 09 de Febrero. Por José Fuño.
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NO TE VA GUSTAR
QUIEN LOS PARA HOY Cronista: SERGIO VISCIGLIA / Fotos : CYNTHIA ASCANI 26 DE JUNIO
Con veinticinco años de historia, los uruguayos apostaron al acústico en el Gran Rex y reconfirman constantemente que son una de las mejores bandas de la actualidad.
Cada vez que No Te Va Gustar desembarca en la ciudad de Buenos Aires lo hace con algún as bajo la manga. Una de las bandas más prolíficas de la actualidad siempre llega con novedades para sorprendernos. En este caso, la apuesta de Otras Canciones (2019) fue ideal para que el marco sea el teatro más grande de la calle Corrientes. Agotando y agotando, la cuenta llegó nada menos que a diez Gran Rex y con la sensación de que si lo desearan, podrían hacer varios más, tal vez no para alcanzar el record del gitano de América pero sí para colarse en un buen puesto en la tabla de posiciones. Con “Nada fue en vano” empezó la segunda presentación de la seguidilla que muestra una puesta en escena con lámparas, sillas, mesitas de luz, guitarras acústicas, piano de cola y un mini set de 38
cuerdas. Todo ideal para intentar mantenernos sentados y disfrutar. Las primeras canciones formaron una especie de bloque homogéneo muy emparentado a la veta que la banda tuvo estos últimos años, resaltando la voz de la multi instrumentista Mint Parker en “Al vacío”. De repente las luces se quedaron en el trombón de Denis Ramos y su intro permitió una hermosa versión minimalista de la vieja “Te quiero más” que por fin rompió el molde. A partir de ahí, todo se volvió más ecléctico y las variantes se apropiaron de la rica propuesta de los uruguayos. La segunda vez que Emiliano Brancciari cantó “No quiero quedarme sentado” fue demasiado para las butacas. El instante cumbre de “Tan lejos” enfervorizó a todo el recinto que no pudo contenerse y regaló uno de los momentos más calientes de la jornada. A su término, la reversión de “Tirano” con el fotógrafo de la banda tocando el tambor viró el timón hacia el costado más negro del Río de la Plata. La fiebre que acarreaba el cantante desde hace algunos días se notaba en su ronca voz y pedía disculpas constantemente ante un público que no dejaba de aplaudir el esfuerzo de un profesional con todas las letras. Aquel muchacho tímido que cantaba con los ojos cerrados a un costado del escenario hoy comanda todo con un timing envidiable, ya sea parado, sentado, y con o sin guitarra. Lo iba a demostrar posteriormente a la vuelta del intervalo interpretando en pose frontman una milonguerísima versión de “Clara” con Juan Subirá de Bersuit de invitado en acordeón. Luego de la corta, simple y bella “Navegar”, aquel Todo es Tan Inflamable de 2006 acaparó la atención con un poderoso tridente: “Una triste melodía” con el primer (y casi único) solo de guitarra eléctrica de la noche en dedos de Pablo Coniberti, “Poco” que es un temazo e “Ilegal” que nos dejó el momento verde de la noche. “Esta canción hace mucho que ya no la tocamos en Uruguay, ojala que pronto la dejemos de tocar también acá”, introdujo el cantante y promediando el final del tema el cielo se volvió de un solo color, pero esta vez nada de celeste, el sol nos lo regaló el verde. No Te Va Gustar hace todo bien. En la segunda mitad, a días del aniversario de su muerte, Brancciari homenajeó a Rodrigo sobre el cierre de “Paranoia” (“¿cómo le digo que ya no la quiero más?”) y anticipó aquella canción que compuso en 2002 dedicada a su país de origen. Lejos de querer recordarnos aquellos malos tiempos (“esperemos que no vuelva a pasar”), la perfecta versión de “Verte reír” nos invitó a cerrar los ojos y sentirnos en un atardecer de una playa caribeña. Pero el bloque político ya estaba en marcha, porque inmediatamente los vientos nos presagiaron la presencia de “Los villanos”. Agite completo para cantar sintiéndose ese pueblo de acá cerca y querer echarlos a patadas, con el epílogo encontrando al casi obligado cántico dirigido al actual presidente de la Nación. Ojala sirva para expresarnos en las urnas y que no quede solo en algo de la boca para afuera. La mexicaneada continuó con la gran versión de “Cruz de olvido” del ranchero Juan Záizar y al toque Zoé Gotusso de Salvapantallas (quien cantó como soporte) llegó para deleitarnos con su maravillosa voz en “Chau” y ese contrabajo de Guzmán Silvera, que si bien golpea de otra forma en esta nueva versión, siempre da duro contra el pecho. “A las 9” y “Cero a la izquierda” decretaron definitivamente que ya nadie quede sentado y los bises con “Prendido fuego” y la clásica “No era cierto” fueron ideales para coronar la noche. Una de las diez noches en las que los uruguayos nos demostrarán, una vez más, que son una de las mejores opciones de la actualidad (y desde hace varios años) para escuchar música popular. Siempre con una propuesta novedosa, reinventándose, apostando, y entregando una interpretación instrumental de lujo. “No te preocupes, no vuelvo hasta mañana” se vuelve literal y “¿Quién me para hoy?” tiene una respuesta muy clara: nadie. Nosotros lo disfrutamos. 39
Andrea Alvarez-Richard Coleman
ReQUIEM PARA EL ROCK Cronista: Maximiliano Novelli Frutos / Fotos : BARBI SARDI 31 DE AGOSTO
Andrea Álvarez y Richard Coleman demostraron en Niceto Club por qué el Rock ha muerto (otra vez).
Una relación artística y de amistad es la que une a Andrea Álvarez y a Richard Coleman desde hace mucho tiempo. Por eso, era momento de unir fuerzas en vivo mediante una noche en la que aprovecharon para mostrar sus respectivos proyectos en el conocido recinto de Palermo colmado de fans, quienes esperaban saber de qué se trataba el irónico nombre que le pusieron al espectáculo. El primer turno fue para Álvarez, que mediante una lista de diez poderosas canciones mostró gran parte de su último trabajo registrado al día de hoy, Y lo dejamos venir (2015). De esta placa sonaron la que le da nombre, además, «Te lo juro», «Vende humo», «Vamos viendo», «R U Fucking with Me?”, entre otras. También trajo a la velada algunos tracks de sus anteriores discos, como “Sapo” -de Doble A (2008)- y «Te maté porque sí», de su debut autotitulado y publicado en 2001. “Estamos muy felices porque hoy festejamos el rock, la resistencia, por los que están y por los que no. Será una noche maravillosa y ya empezó a serlo gracias a ustedes”, enfatizó la baterista antes de finalizar su set con “Se pudre todo”, y dejar en claro que la 40
potencia que ella y sus secuaces, Lonnie Hillyer en el bajo y Tomás Brugués en las seis cuerdas, es garantía de volarle la peluca a quien se encuentre delante de semejante tsunami sonoro. Tras una gran ovación del público, siguió rápidamente el segundo segmento, en el que la música volvió al escenario, pero acompañada únicamente de su amigo Richard y su guitarra. En formato de dúo tocaron tres covers de dos bandas y un solista claves en el repertorio del rock argentino. “Gracias por venir al servicio, hay muchas cosas buenas para decir del difunto”, ironizó el ex 7 Delfines antes de poner su voz en «Sucio y desprolijo», de Pappo‘s Blues. La ex Rouge hizo lo propio en «Post-crucifixión» de Pescado Rabioso, y su amigo cantó “Uno entre 1000”, compuesta originalmente por Gustavo Cerati. Tras una lectura acerca de las ideas que el propio Nick Cave alguna vez escribió a un fan acerca del género que nos ocupa, la parte final del servicio quedó a cargo del ex Fricción, en la que abrió con “Desechos cósmicos”, de su más reciente álbum, F-AC-I-L (2017). «Bienvenidos al Trans Siberian Express», dijo el músico para introducir su proyecto con “Fuego”, una de las tantas pistas que interpretó de Incandescente (2013), a las que sumó la que da nombre a dicho trabajo, «Corre la voz» y «Como la música lenta». De su primera agrupación rescató “A veces llamo”, mientras que del grupo que armó en los ‘90 -Los 7 Delfines- tocó “Tuyo”, editado en el disco Nada memorable, de 1993. Dos canciones de su debut solista de 2011 -Siberia Country Club- completaron la lista hasta que finalizó con otra de su último LP, “Días futuros”. El artista agradeció nuevamente a la audiencia por estar allí en esta oportunidad y sentenció, “esta reflexión es un chiste, pero que tiene algo de verdad, como toda broma”. Un recital en el que Andrea Álvarez y Richard Coleman desplegaron toda su creatividad, su destreza en vivo y dejaron en claro que más allá de la humorada, “mientras haya disconformidad con el presente, (el Rock) seguirá existiendo”, según declaró la baterista a este medio pocos días atrás. Además, sin importar que cambien los espacios donde se presenten las bandas del género, los formatos, el recambio de fans, siempre estará vigente y resurirgrá constantemente.
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Europe.
Club HĂpico Argentino, 06 de Octubre. Por Anabella Reggiani. 42
Las Pastillas del Abuelo. Luna Park, 24 de Agosto. Por AyelĂŠn MartĂnez.
Ed Sheeran.
Campo de Polo, 23 de Febrero. Por Candela Glikin.
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Nico Bereciartua
REGRESO A CASA Cronista: AUGUSTO FIAMENGO / Fotos: JOSE FUNO 19 DE SEPTIEMBRE
Nico Bereciartua presentó en La Trastienda su nuevo disco, Volviendo, y ofreció con su banda una brillante actuación ante un importante marco de público. Desde el vamos, el anuncio del concierto de Nico Bereciartua en La Trastienda junto a su grupo suponía la decisión de aumentar la apuesta: pasar de lugares como Makena o Lucille -en el barrio porteño de Palermo- donde el guitarrista juega habitualmente “de local” al reconocido local de San Telmo, con una mayor capacidad de público. Y en este nuevo paso, con motivo de la presentación oficial de Volviendo -su segundo trabajo discográfico-, Nico y los suyos salen victoriosos: una gran cantidad de amigos, familiares, músicos y demás seguidores colman el lugar en una primaveral noche de jueves, generando un ambiente cálido que será palpable a lo largo de todo el concierto. Pasadas las nueve y media, los músicos salen a escena y calientan motores con dos temas del primer disco, “Esperando en Monticello” y “18 de enero”, en los que Nico comienza a desplegar todo su talento en las seis cuerdas y se destaca el trabajo en teclados de Yamil Salvador. Pronto aparecen las nuevas canciones y el grupo 44
hace gala de su eclecticismo, pasando de la placidez de “El Cardal” –“mi tema favorito del disco nuevo”, confiesa Nico- al blues espeso y machacante de Johnny Lee Moore titulado “18 Hammers”, que abre Volviendo y cuenta con arreglos de Bereciartua. La banda acompaña a Dolores Cobach, una de las invitadas de la noche, en “Nada especial”, una bella balada de la cantante que crece en intensidad. A continuación, en uno de los pasajes más vibrantes del show, Nico se saca chispas con el pianista Nicolás Cattáneo en “La Juanita”, una composición que cruza aires de chacarera y guitarras al estilo The Allman Brothers. Cada canción trae el recuerdo de una historia, un paisaje o una persona que Nico invoca a través de sus palabras y luego convierte en música. Solo en el escenario, brilla su guitarra en “Segura”, un homenaje a la localidad del País Vasco del que son originarios los Bereciartua, y repasa canciones del primer disco como “Artitis” y “Audion”, manejando magistralmente junto a sus músicos la intensidad que proponen los temas y permitiéndose espacios para la zapada. Entre las novedades de su nuevo trabajo, Nico se anima a asumir el rol de primera voz en “Yendo a casa”, uno de los temas más sobresalientes del disco que se destaca por su tono épico y las bellas melodías que interpreta Salvador en teclados. Sin dudas es otro de los puntos altos de la noche en términos musicales. El juvenil Felipe Agote, sobrino de Bereciartua, demuestra todo su potencial como vocalista en la balada “No quiero” y ruge con tono demandante en “Que quieren de mí”, siempre bajo el ala protectora de su tío sobre el escenario. Llega el momento de los bises, y la banda se despacha con una sublime versión de “Giving Up”, de Durand Jones & The Indicatios, en la que la atronadora voz de Felipe Herrera se apodera de La Trastienda y hechiza al público con una interpretación para el recuerdo. Nico y los suyos se despiden en un final a todo vapor de la mano de “Intensos”, con un groove alegre e hipnótico y un título que pinta a la perfección la performance de los músicos a lo largo de casi dos horas de show, capitaneados por una de las guitarras más luminosas de la Argentina.
Con la publicación de Volviendo, Nico Bereciartua terminó de sellar definitivamente el retorno al país luego de su experiencia musical en el exterior, y se lo nota feliz entre los suyos. Presentó el nuevo material en La Trastienda, un trabajo que con brillantes resultados se asemeja y se diferencia al mismo tiempo del primer disco. Nico y los músicos que lo acompañan brindaron una actuación conmovedora y demostraron, cada uno desde su rol, cómo se juega a la música en equipo.
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CUARTETO DE NOS
CONTRAPUNTO PARA BANDA Y ESTADIO Cronista: Maximiliano Novelli Frutos / Fotos : PILAR GUEVARA 20 DE SEPTIEMBRE
El Cuarteto de Nos regresó al Luna Park y mostró su nuevo trabajo “Jueves”, un viernes. Si bien los alrededores del histórico estadio se encontraban relativamente tranquilos más allá del bullicio típico del centro porteño que eyectaba trabajadores hacia sus respectivos hogares, dentro del predio de Corrientes y Madero, una enorme cantidad de almas de un amplísimo rango etario aguardaba que El Cuarteto de Nos la rompiera en el escenario. Previo al comienzo, se apagaron las luces y comenzó a sonar una grabación que pedía total atención a la audiencia. Inmediantamente después, estallaron los aplausos y los gritos del público que llamaban al líder de la agrupación. Finalmente, aparecieron los seis músicos y, directo al grano, empezaron con “Punta Cana”, la primera de varias pistas de su flamante registro Jueves, publicado el 16 de agosto pasado. Luego, siguió una catarata de hits, tales como “El hijo de Hernández”, “Ya no sé qué hacer conmigo” y “Lo malo de ser bueno”, entre otros. “Es un placer para nosotros estar nuevamente en el Luna Park. Como todo lo del Cuarteto, se llama ‘Jueves‘ y lo presentamos un viernes”, confesó Roberto Musso ante la risa de la audiencia, para después continuar con «Invisible». Los y las presentes saltaban, cantaban al pie de la letra cada una de las canciones hasta alcanzar un grado de locura que poseyó a todo el lugar, mientras el vocalista, inquieto, recorría cada punto del escenario sin descanso. Santiago Tavella dejó las cuatro cuerdas en dos oportunidades, para poner su voz en «Enamorado tuyo» -de Porfiado (2012)- y «Pobre papá», original de Raro (2006). «Ahora sigue una canción que ya saben de qué se trata: comprar, comprar y comprar», sostuvo Musso para introducir la que abre su nueva placa, “Mario Neta”, esa mezcla inexplicable que gravita entre cumbia, rap y punk que expone una ácida crítica a la actualidad. Cuando el “Contrapunto para humano y computadora” hizo su debut en vivo de este lado del Río de la Plata, con las letras que se veían en la pantalla del escenario mientras el cerebro del conjunto recitaba su parte, quedó grabado el clímax de la noche 46
con las arengas del estadio en cada estrofa que Musso lanzaba hacia aquel artefacto gigante donde se veía una imagen que mostraba un viejo monitor como los que se usaban décadas atrás. La larga lista preparada para la noche también repasó álbumes anteriores como Bipolar (2009), Habla tu espejo (2014) y Apocalipsis Zombie (2017), matizados con otros tracks del reciente lanzamiento (como “Tiburones en el bosque” y “Hombre con alas”), hasta que cerraron el trayecto principal con otra de su ya clásico registro de 2006, “Invierno del 92”. Dos bises sonaron en el último tramo, “Llegó papá” y “Yendo a la casa de Damián”. El Cuarteto de Nos rompió los esquemas y, además, el escenario, el lugar, los géneros y las etiquetas en una noche en la que dio todo de sí, dedicado a un cúmulo de fans extasiados por la energía de un grupo que desde hace ya mucho tiempo no hace otra cosa más que provocar con su música e ideas a las nuevas -y a las viejas- generaciones.
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WHITESNAKE - EUROPE
AQUI VAMOS OTRA VEZ Cronista: Maximiliano Novelli Frutos / Fotos : ANABELLA REGGIANI 04 DE OCTUBRE
Whitesnake regresó al país en el marco del Flesh & Blood World Tour para celebrar su nuevo trabajo y el 40 aniversario de su fundación, junto a Europe como invitados especiales, en el Club Hípico Argentino.
Una noche que parecía más de invierno que de primavera, llovizna mediante, le daba cierto toque épico y a la vez cinematográfico, a una fecha en la que Whitesnake pisó otra vez estas tierras australes, con nuevo disco en mano y el festejo por cuatro décadas de carrera. Además, luego de reiteradas oportunidades en las que tanto la banda inglesa como Europe, visitaran por separado nuestro país, finalmente coincidieron en un recital en el predio del Club Hípico Argentino. La apertura estuvo a cargo de los locales Watchmen, quienes desplegaron todo su hard rock para preparar el escenario a medida que el lugar se llenaba de fanáticos y fanáticas de varias generaciones, aquellas que vivieron en carne propia los sucesivos lanzamientos y visitas de las agrupaciones comandadas por David Coverdale y Joey Tempest respectivamente, como aquellas más nuevas. Con notoria puntualidad, Europe inició su actuación con una introducción que emuló el clima de la noche, en la que se escuchaban los sonidos de una tormenta y llamó la atención al escenario a medida que ingresaron los músicos. Comenzaron así con la que titula su más reciente 48
trabajo Walk the Earth (2017), seguida por “The Siege”, también registrada en su último álbum. Luego de dos pistas recientes, Tempest saludó en castellano a la audiencia y la invitó a cantar la siguiente, una primera -necesaria- parada en los ochenta con “Rock the Night”, del mítico The Final Countdown (1986). Los fans fueron el preludio al siguiente track con el “Olé olé” dedicado al conjunto, acompañado por teclados y batería. Cuando terminaron esa demostración de afecto, el vocalista remató con tono de asombro “¡Boludo!”, que provocó la risa colectiva, antes de continuar con “Scream of Anger” -de Wings of Tomorrow (1984)-. El recorrido por diferentes momentos de la discografía del grupo también incluyó pistas de Last Look at Eden (2009), War of Kings (2015) y de Out of this World (1988), entre las que se destacaron “Ready or Not” (el único tema donde Tempest tocó la guitarra) y “Superstitious”. Por supuesto, hubo lugar para los dos superhits, del famoso disco publicado en 1986, “Carrie” y, locura del público mediante, “The Final Countdown”, que ofició de cierre obligatorio para los suecos. Después de un breve intermedio, se apagaron las luces nuevamente y se escuchó “My Generation”, un clásico de The Who, grabación que ofició de introducción para que Whitesnake ingrese a las tablas y abran su lista con “Bad Boys”, del clásico álbum autotitulado y conocido por el año de su lanzamiento, 1987. Aquel no fue el único track del trabajo más exitoso del grupo que sonó en la noche. “Slide it In”, de la placa homónima editada en 1984, fue la que siguió, mientras se veía deambular a Coverdale con su camisa negra, que llevaba un estampado con los colores de la bandera argentina y el logo del grupo en lugar del sol, a la vez que arengaba al público, que festejaba cada track interpretado por el conjunto a lo largo de la velada. Del nuevo trabajo publicado en mayo pasado, Flesh & Blood (2019), se escucharon “Hey You (You make me Rock)”, “Trouble is your middle name” y “Shut up & Kiss me”. Después, el primer cover, “Ain’t no love in the heart of the city”, original del cantante de blues Bobby Bland, una canción que el líder del grupo dedicó a los y las presentes. La épica no estuvo completa sin un duelo de guitarras, que tuvo a Joel Hoekstra y Reb Beach alternándose y mostrando su virtuosismo con las seis cuerdas. Además, el impresionante solo de batería a cargo de Tommy Aldrige, que luego de lanzar los palillos por los aires, terminó tocando con sus propias manos. Varios temas del famoso disco de 1987 fueron los que completaron la lista de la noche, como “Is this Love”, “Give me all your love”, “Here I go again” y “Still of the night”, que sonaron para el deleite de quienes asistieron a la celebración, con constantes cánticos, aplausos y dedicaciones a la banda, que cerró la lista con el segundo cover, “Burn”, de Deep Purple. “We wish you well”, que podría traducirse como “les deseamos lo mejor”, fue la grabación que se escuchaba en la despedida de Whitesnake, mientras todos sus integrantes saludaban al público y demostraban su sentida gratitud por “la hospitalidad de Buenos Aires”. Un combo único que juntó a dos bandas consagradas del hard rock mundial, brindaron un show que no aflojó en ningún momento y dejó en claro que, después de todos estos años, hay mucho camino por recorrer.
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Tarja Turunen.
El Teatro Flores, 19 de Octubre. Por Bar Sardi
Salvapantallas.
Teatro Opera, 02 de Noviembre. Por Anabella Reggiani. 50
Natali Perez.
Teatro Vorterix, 28 de Septiembre. Por Jose FuĂąo.
Sol Pereyra.
La Tangente, 05 de Diciembre. Por Paula Ruiz.
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La Maurette junto a Benito Cerati.
Centro Cultural Richards, 02 de Agosto. Por Lucas De Quesada.
Lucas & The Woods.
Niceto Club, 22 de Agosto. Por Alan Guex.
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Marina Fages.
La Tangente, 21 de Noviembre. Por Victoria Schwindt. 53
WOS
EL DESPEGUE Cronista: JUANI LO RE / Fotos : PRENSA 11 DE OCTUBRE
WOS sacó su chapa de campeón en Groove y no defraudó en su debut como solista.
Es un barajar y dar de nuevo para Valentín Oliva, a.k.a. WOS, quien el fin de semana presentó su primer trabajo en solitario Caravana (2019) con dos shows sold out en Groove. Atrás quedó el cinturón de campeón mundial que ganó en la Red Bull Batalla de los Gallos o el título de la FMS local. También sus participaciones en festivales y colaboraciones con Banzai FC. En esta nueva ocasión, era él contra el mundo. Y no defraudó. Pasadas las 21, el freestyler salió a escena con el beat de “Luz Delito” – sampleo ricotero incluido-, y si pudiésemos decir que WOS ya tiene clásicos, “Terraza” fue el primer histórico que sonó en la noche. Como si estuviese dividido en dos personalidades, en sus canciones transmitió seguridad, salvajismo y mucho flow, mientras que en sus alocuciones mostró el nerviosismo y balbuceo típicos de un pibe de 21 años frente a una multitud. Su música también se divide. Sin abatatarse en un género, WOS pasea por el hip hop, el trap y hasta el pop en sus canciones. Sus letras abarcan protesta social, amor/desamor y frustraciones. Su banda lo acompaña con bases rockeras y hasta de funk. Los músicos que los acompañaron van bien al hueso, con Ca7riel en guitarras, Guille Salort en 54
batería, Fran Azorai en teclados y Natasha Iurcovich en bajo, sumados a un trio de vientos que tuvo que sortear varios inconvenientes que tiene habitualmente el boliche en cuestión. La aparición de Acru en “Animal” era más que cantada pero la coronaron con unos increíbles 10 minutos de freestyle disparándose palabras y rimas a mansalva como si estuviese en sus comienzo en El Quinto Escalón. Un intermezzo de funk llevado adelante por Ca7riel dio fin a la primera mitad. El guitarrista también pasó a las vocales en “Klapaucius”, tema no editado pero que ya viene siendo una constante en los shows en vivo. La conciencia de clase de WOS es notoria y la hizo saber en “Protocolo”, mientras las pantallas mostraban los índices de pobreza. “¡Y no hables de meritocracia / me da gracia / no me jodas que sin oportunidades / esa mierda no funciona!”, dispara WOS en las ya conocidas líneas de “Canguro”, con millones de reproducciones en Spotify. Luego de “Púrpura” la última canción de la noche, el cántico que supo ser hit el verano pasado volvió a entonarse en el público porteño, y los insultos hacia el presidente Mauricio Macri fue el broche de oro a un recital de una hora y cuarto. El debut para WOS fue un doblete en Groove y estuvo más que aprobado. El fenómeno joven ya despegó, habrá que ver en qué lugar aterriza (o si alguna vez lo hace). IRON MAIDEN
RUGIO LA BESTIA Cronista: JUANI LO RE / Fotos : PRENSA 12 DE OCTUBRE
Con entradas agotadas en la cancha de Vélez, Iron Maiden volvió por undécima vez a nuestro país con la gira “The Legacy of the Beast Tour”. El avión Ed Force One, comandado por Bruce Dickinson, aterrizó once veces en Argentina. Las once veces agotaron las entradas, porque toquen en donde toquen, el amor con su público siempre se mantuvo intacto. Tal es así que el viernes, un día antes de show, fueron declarados Huéspedes de Honor por la Cámara de Diputados de la Nación, por una iniciativa de la diputada Victoria Donda. A horas de la gran presentación, y con una lluvia amenazante que nunca llegó a Liniers, la Doncella de Hierro ofreció un espectáculo impecable de casi dos horas de duración. 40.000 almas metaleras se emocionaron cuando los parlantes dieron play a 55
“Doctor, Doctor” de UFO, ritual habitual antes de los recitales de Maiden. Luego del discurso de Winston Churchill -previo a “Aces High”-, el frontman, vestido de piloto, irrumpió en escena para comenzar la ceremonia; minutos más tarde tuvieron lugar “Where Eagles Dare” y “2 Minutes of Midnight”, hits que motivaron a Dickinson a no cuidar su garganta y gritar “shout for me, Argentina!”. “Les pedimos disculpas por no tocar en un lugar más grande, la próxima haremos una noche o dos en el fuckin’ estadio de River Plate”, se disculpó el líder de la banda. Es que, afuera hubo un cordón policial (con muy mala organización) que limitó a los miles de fans que querían entrar y tenían su ticket. Canción tras canción, de las 16 que tuvo la lista, Maiden contó con un despliegue escénico único a la altura de la temática de cada momento del show. Dickinson todo lo puede ser: piloto de avión, cantante, entertainer. Juega a adoptar roles tan disímiles como lo pueden ser William Wallace en “The Clansman” o un monje negro en “Sign of the Cross”, en donde no duda en cogerse a una cruz católica. Su problema en las cuerdas vocales no parece haber dejado secuelas a la hora de cantar “The Trooper”, en donde se batió a duelo con un Eddie zombie gigante de dos metros, y lo remató con la bandera argentina, para ovación de toda la cancha. Adrian Smith, Janick Gers y Dave Murray compusieron una trifecta perfecta de guitarras cuando tuvieron que llevar adelante “The Wicker Man”. Steve Harris, bajista y fundador del grupo, demolió todo con su bajo en “Iron Maiden” mientras un colosal demonio satánico invadía el escenario. El final llegó con Bruce Dickinson haciendo explotar, - literalmente, - todo el escenario con una caja de TNT en “Run to the Hills”. Iron Maiden estuvo impecable en el estadio de Vélez Sarsfield. Podríamos “copiar y pegar” esto para su futura presentación en el estadio de River, porque así lo fue la 56
vez anterior en esa misma cancha o la anterior en Ferro. Demostrando, una vez más, que no importa la locación siempre que los británicos siempre aterricen su avión con honores en tierras criollas.
BLUES MOTEL
ESCUCHAME ENTRE EL RUIDO Cronista: AUGUSTO FIAMENGO / Fotos: MARA MORENO 26 DE OCTUBRE
Blues Motel festejó junto a su público las tres décadas de vida con un vibrante show acústico en el ND Teatro.
Como una especie de “lado B” del gran concierto eléctrico ofrecido en abril pasado en La Trastienda, y en el marco de las celebraciones por sus treinta años en la carretera, Blues Motel desembarca en el ND Teatro en plan acústico acústico, un formato que la banda de Tigre cultivó desde sus 57
comienzos con brillantes resultados. A pocas horas de una nueva elección presidencial en Argentina, parte del público se hace sentir dentro del lugar cantando contra el actual presidente y los músicos le hace un guiño a la coyuntura electoral: en una de las imágenes que promocionan el evento, el grupo rodea al cantante Gaba Díaz, quien porta el bastón y la banda presidencial. En la previa de una jornada de porcentajes, victorias y derrotas políticas, la música toma la posta de la mano de una banda que, tras dos horas de show, demostrará que se mantiene fresca y en excelente forma. Desde el vamos, la ocasión es propicia para escuchar canciones que habitualmente no forman parte del repertorio en vivo del grupo. La escenografía, con veladores, pequeñas mesas y un juego de luces adecuado para la propuesta intimista, invita a relajarse y disfrutar a una banda dispuesta en semicírculo sobre el escenario que abre el show con “Voy subiendo” y “Bajo el calor”. Adrián Herrera se hace cargo de la voz principal en “Ahí” y el grupo acelera su marcha en “Cosa de a tres”, con el guitarrista ejecutando el slide y Díaz en armónica. A su turno el tecladista Sebastián Voyatjides, de inspirada performance durante toda la noche, ocupa el rol de voz líder en una festejada versión de “La mañana después”, mientras Gaba recorre el escenario descalzo y con un saco de cuero que sólo abandonará en el tramo final del show. En “Baldosas flojas” la banda se muestra demoledora y un rato más tarde encara un medley que incluye entre otros temas “Aún queda”, “Clonazepam” y “Algún día”. Los ex Tamesis Homero Tolosa y Julio Fabiani se suman en escena y aportan más colores a una velada que invita a no perderse ningún detalle. El primero ejecuta la “tabla de lavar” (un instrumento de percusión conocido en inglés como washboard) en “Estrella country” y distintos accesorios a lo largo del show, mientras Fabiani se destaca con su pedal steel en “Tanto tiempo ausente” y en una conmovedora versión de “En la orilla”. La atmósfera es absolutamente distendida, con los músicos intercambiando bromas sobre el escenario y la complicidad de un público que disfruta del show como en el living de su casa, festejando y acompañando a la banda en los estribillos de “Miro”, “Nunca tuve que buscarte” y una despojada versión de “Hojas vacías” que se acerca bastante a la que Blues Motel incluyó en su primer disco, Vol. 1 (1994). Desde sus posiciones, Ariel Herrera (bajo), Nacho Piedrabuena (guitarra) y Pucho Led (batería) contribuyen a construir un sonido poderoso, sin fisuras, como soldados al servicio de la canción. En el tramo final del concierto, con un Gaba incontenible que abandona la comodidad de la silla para arengar a los fans que también se ponen de pie, la banda se despacha con unos cuantos clásicos infaltables que calzan a la perfección con la propuesta del show: “Es hora de volverlo a hacer”, “El Indio” –con una interpretación apabullante de Herrera en guitarra-, “En el lago” y “Rock & roll en la carretera”. Parece que el show ha concluido, los músicos saludan, el público se retira más que satisfecho y… Blues Motel ataca nuevamente el escenario para tocar “Con vos” y regalarle a los presentes la última perla de una noche íntima y memorable. La energía y la calidez de las canciones de Blues Motel, junto a la fidelidad de su público, son motivos más que suficientes para que la banda continúe recorriendo su riquísima obra, en esta ocasión en formato acústico. Blues Motel brindó un concierto para el recuerdo en el ND Teatro, y con tres décadas sobre sus espaldas, se apoya en el camino recorrido para tomar impulso hacia adelante, con la íntima convicción de que –como reza la canción- “Aún queda un poco más”.
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VALLE DE MUNECAS
CANCIONES PARA NO DORMIR JAMAS Cronista: Maximiliano Novelli Frutos / Fotos : PAULA RUIZ 01 DE NOVIEMBRE
Valle de Muñecas presentó oficialmente la edición en vinilo de su tercer disco en La Tangente, además de repasar otros hitos de su carrera
Siempre es una buena oportunidad para que toque -y ver- a Valle de Muñecas, sin importar lo que ocurra alrededor, ni siquiera la tormenta eléctrica que se avecinaba hacia el final de un viernes pegajoso. En esta ocasión, la premisa fue festejar el lanzamiento en vinilo de La autopista corre del océano hasta el amanecer, el tercer larga duración del grupo que vio la luz en 2011. Luego de brindar un rato a la concurrencia para que ésta aproveche a comprar la flamante edición de aquel trabajo y calmar la sed con cerveza, Mariano “Manza” Esain y los suyos ocuparon el escenario y avanzaron por toda la autopista. Desde “La soledad no es una herida” hasta “Cosas que nunca te digo”, a través de “Gotas en la frente”, “Cuentos para no dormir jamás” y la que quizás sirvió como un conjuro poético para detener la lluvia y los rayos que se aproximaban horas antes, “Ni un diluvio más”; entre otras. En definitiva, los y las presentes pudieron escuchar la 59
totalidad del álbum en el orden exacto en que las canciones fueron plasmadas en dicha obra. Desde la audiencia pidieron temas, que Manza rechazó amablemente con una sonrisa porque vendrían después. Es así que casi sin dar respiro, siguieron con otros exponentes de su carrera, mientras los y las fans cantaban, arengaban y se dejaban llevar por el viaje a través de los climas que generan los sonidos del grupo, con sus guitarras estridentes, un poderoso bajo y batería, matizados con la lírica de Esain, que retrata casi cinematográficamente estados de ánimo y las situaciones de la vida. Aprovecharon entonces para repasar algunas pistas de El final de las primaveras (2015), entre las que se destacaron “La cura y el dolor”, “1000 kilómetros”, “Una hoja en blanco”, entre otras. También fueron más atrás en el tiempo, con canciones de su debut, tales como la que le dio el nombre a dicha placa, “Días de suerte”, y otra de su segundo trabajo, “Tormentas”. “¿Ya todos tienen su vinilo? ¿Vieron que bonito quedó?”, preguntaba el vocalista a la audiencia con una mezcla de orgullo e intriga por saber lo que ésta pensaba, como si fuera un registro recién salido del estudio. Instantáneamente, la sala aplaudió tras los agradecimientos a quienes colaboraron en ese trabajo y, por supuesto, al conjunto. Así siguió “Dejadez”, un clásico en sus presentaciones en vivo y sumaron dos tracks de Menos que Cero, “Kodak 1974” y “Días muertos”. Después de una larga lista que podría haber dejado con la panza llena a más de una persona, como dice una de sus canciones, regresaron a través de la noche para interpretar dos bises. El primero, “Reinvención”, y cerraron con otro rescate de su segundo larga duración, “Vamos al cine”, registrado originalmente en Folk (2007). Así cerraron una fecha en la que desplegaron, no sólo la potencia que los caracteriza sino, un verdadero torrente de canciones en poco más de una hora y media. Una vez más, el grupo confirmó la sentencia que afirma que, no importa qué ocurra, si se trata de un disco o edición nueva, con otras bandas o solos, siempre es una buena oportunidad para ver y escuchar en vivo a Valle de Muñecas.
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SALVAPANTALLAS
UN FINAL LUMINOSO Y CERTERO Cronista: FERNANDO VILLARROEL / Fotos: ANABELLA REGGIANI 02 DE NOVIEMBRE
Salvapantallas dijo “hasta luego”. En un cierre emotivo y cálido, Zoe Gotusso y Santiago Celli brindaron con su público y hasta se dieron el lujo de probarse el traje de solistas.
Uno de los últimos fenómenos de la escena independiente local elige decir “hasta luego” y una multitud se hace presente para disfrutar de una función que promete ser inolvidable. Que un teatro sea testigo del último acto de Salvapantallas no pareciera ser una coincidencia random para esta banda que ha sabido dar pasos firmes en su corta -pero contundente- carrera. Una escenografía que simula el living de una casa y el auditorio del Ópera, que en respetuoso silencio disfruta de las melodías interpretadas por Zoe Gotusso y Santiago Celli, le regalan a la noche el clima intimista que merece la ocasión. “Mil Mensajes” y “Vueltas” son las canciones que dan inicio al set acústico propuesto por el dúo cordobés; también hay tiempo para el lucimiento personal: “Calefón”, de Gotusso, y “Nada más te parte el corazón”, de Celli, funcionan como preludio para lo que será lo que se verá de ambos en el futuro inmediato. Mientras la playlist transcurre con total naturalidad y la audiencia disfruta del momento, se puede observar a los líderes de la banda con la convicción de los que saben que la decisión to61
mada es la mejor. Los presentes pueden observar el momento exacto en que ambos se prueban el traje de solistas; Zoe se muestra impertérrita, fresca y segura de sí misma, mientras que Santiago -a su modo- elige un perfil más bajo aunque no menos confiado de su talento, ese mismo que lo impulsó junto a su compañera a abandonar su Córdoba natal para venir a probar suerte en Buenos Aires. El tiempo de los covers que los supieron llevar a alcanzar cierta popularidad se hace presente. Drexler, Los Decadentes, Babasónicos y Fabiana Cantilo musicalizan el ambiente en modo incógnito al mismo tiempo que el dueto decide explicar que la pausa tiene como motivo recordar y homenajear a aquellos hits ajenos que les dieron la posibilidad de torcer su suerte. “El Mirador” y “Monoambiente en Capital” suenan a acuerdo tácito entre los presentes para comenzar a anunciar el final. El tiempo de la banda en forma completa sobre el escenario entrega a un grupo de jóvenes ofreciendo su arte con un profesionalismo que obliga a repensar fuertemente (a los más de 30 años) eso de que no hay nada nuevo y convocante en el medio local, exceptuando a los fenómenos Louta, Londra y Wos. El cierre, seguramente tantas veces imaginado por Gotusso y Celli, comienza a cristalizarse en el aire. Estéticamente, la puesta de luces y el sonido, se encuentra acorde a lo que cualquier músico debe de imaginar. Emocionalmente, también. Los aplausos y el respetuoso acompañamiento del público le da al marco de despedida una calidez sentida y sin un fragor impostado. El final de una etapa que, en realidad, es tan sólo el inicio de algo que promete ser superador.
BADBADNOTGOOD
VOLVER AL FUTURO Cronista: Maximiliano Novelli Frutos / Fotos : PRENSA 10 DE NOVIEMBRE
BADBADNOTGOOD regresó a nuestro país, presentó nuevas canciones en vivo y sumó como banda invitada a Khruangbin en un Teatro Vorterix colmado de fans. La carga melancólica que suelen tener los domingos, potenciada por los acontecimientos que se veían en la televisión y en las redes esa misma tarde, se detuvo a partir de una tregua generada por la música en el conocido local de la Avenida Lacroze. Desde la apertura de puertas en las últimas horas de luz, ingresó una enorme cantidad de personas ansiosas por formar parte de una fiesta que fue una isla luminosa en el medio de la oscuridad. El soporte local estuvo a cargo de Guli, el proyecto solista de Agustín Bucich, quien se encargó 62
de preparar el ambiente con melodías que resultan en una amalgama de pop, soft rock ochentoso, sonidos tribales y psicodelia de los sesenta. Con esa mezcla aprovechó para repasar parte de su material durante poco más de media hora, mientras la multitud en la calle lentamente empezó a formar una fila que parecía volverse infinita. Más tarde, Khruangbin pisó por primera vez un escenario argentino. El trío formado por Laura Lee en el bajo, Mark Speer en guitarra y Donald Ray “DJ” Johnson en la batería, se enfrentó a una ola gigantesca de aplausos y gritos de la totalidad de la sala que tomó por sorpresa al grupo procedente de Houston. Inmediatamente, el conjunto transformó el teatro en una cápsula que permitió llevar a los y las presentes a través de un torrente de sonidos con una impronta psicodélica que el grupo supo transformar desde influencias de la música funk tailandesa de la década de 1970 y el rock persa -también de los 70- hasta el soul clásico y dub, entre otros géneros. Abrieron con “Bin Bin”, seguida por “August Twelve”, mientras se apreciaba una notoria sonrisa de la bajista cuando la audiencia coreaba las notas del riff. Esa sorpresa por la reacción del público volvería a observarse en cada integrante con “Dern Kala”, que culminó cuando el guitarrista y la bajista levantaron los vasos para realizar un brindis en honor al gentío allí presente, gesto que quedó reforzado cuando el dueño de las seis cuerdas confesó que no esperaban semejante respuesta de la audiencia local y agradeció nuevamente por la bienvenida, antes de continuar con “Lady and Man”. Cuando sonó “María También” cada alma bailaba con la guía omnipresente del beat que provenía de las tablas, coreaba las notas, los solos de guitarra, se transformaba en un integrante más de la agrupación mientras aplaudía al son de los compases, con el abrigo de un fuerte bajo y las notas etéreas que ejecutaba Speer. Hasta se produjo un pequeño pogo cuando llegaron al final de su lista, con “People Everywhere (Still Alive)”. El título en inglés del cierre describía perfectamente la situación: gente por todas partes, aún viva. Después de que la banda estadounidense finalizara su performance fue el turno de los canadienses BADBADNOTGOOD, que llevaron más allá de los límites mentales a cada una de las personas que se encontraban en el Vorterix. El cuarteto fue comandado por el baterista Alexander Sowinski, con un groove que no dejó oportunidad apartar la vista de lo que ocurría en las tablas, además de mantener la comunicación con el resto del recinto. Como el humo de los sahumerios que se encontraban entre los instrumentos y demás equipos, los sonidos envolvieron el ambiente hacia terrenos conocidos, y no tanto. Los de Toronto inicia63
ron el viaje con “Speaking Gently”, para avanzar con “Boy Lee”. Después llegaron las novedades, según anunció el encargado de los platos, como fue el caso de “Chickpea” y “Organ”. La improvisación tuvo un lugar protagónico, con notas que se alargaban en el trascurso de la velada y permitían atravesar climas, hasta llegar a otra dimensión. Cada integrante aportó su destreza en esa empresa, desde el ritmo de Sowinski, el hipnótico bajo que ejecutaba Chester Hensen y el sonido etéreo de los vientos que producía Leland Whitty, matizados con las teclas de James Hill. Mediante un largo medley en el que agruparon varias piezas de su pasado, demostraron por qué son una revelación en el jazz internacional, con aires de funk, soul y tintes de hip-hop, que los llevó a trabajar con varios artistas de ese último género. Ahora, nuevamente en la Argentina después de su primera visita en 2017, el baterista remarcó: “quiero dejar en claro que estamos muy agradecidos de poder hacer esto, nos encanta poder hacer compartir nuestras ideas y conocer a gente hermosa que pueda compartir una gran experiencia con nosotros”. Entre “Arp” y “Lavender” el conjunto elevó más todavía el ritmo que provocaba el incesante movimiento de las cabezas, el aplauso y la hipnosis del público, tan agradecido como los músicos, desde la primera nota que se escuchó hasta el final del concierto, con una zapada que llegó al filo de los últimos minutos del domingo y quedó sellada con el clásico “Olé olé” de la audiencia, dedicada al grupo. Tanto Khruangbin como BADBADNOTGOOD sirvieron como dispositivo para viajar hacia el futuro, en el que se rompen los esquemas y donde la diversidad es la clave. Cada grupo creó el ambiente perfecto para dejarse llevar por la música hacia donde cada quien quiera con la banda sonora ideal para el antidomingo.
PATTI SMITH
PATTI SMITH Y LA LLAMA DEL TIEMPO Cronista: MILAGROS CARNEVALE / Fotos: BARBI SARDI 21 DE NOVIEMBRE
Para finalizar su gira por América del Sur, la legendaria cantante, poeta y activista se presentó en el Luna Park y estremeció a más de cinco mil personas con su música eterna. Repasando todos sus hits y mejores momentos, Smith realizó un recorrido mágico y cargado de empatía para con las luchas latinoamericanas. 64
¿De dónde viene y a dónde va Patti Smith? De ninguna parte y a todos lados. Si bien nació en Chicago, su origen es la vorágine del universo: llegó a Argentina, se reunió con el presidente electo Alberto Fernández, protagonizó un ritual mágico y sagrado en el Luna Park y se fue pronto, como una brisa de primevera. A sus 72 años, la ícona mundial del punk sigue dando conciertos alrededor del mundo y despertando los impulsos más recónditos de su eterna audiencia. No son sólo sus contemporáneos, ni mucho menos, los que fueron a verla el jueves 21 de noviembre. Ninguna franja etaria quedó afuera de su invocación a los mejores mundos, porque no hay edad que no sea interpelada por su música. La noche comenzó con las canciones de Paula Maffia, que encendió la chipa subversiva del público que iba llegando al místico encuentro. Los aplausos cuando entró Patti se prolongaron hasta que la artista alzó sus brazos, inclinó su torso, agarró el micrófono y de su garganta, siempre un poco ronca, salieron los primeros versos del clásico “Dancing Barefoot”. Sólo cantó dos canciones antes de poner sobre el escenario toda su fuerza en pos de la defensa de los pueblos indígenas. Hope, pray, be active, pregonaba, mientras sonaban las primeras notas de “Ghost Dance”, más conocida por la frase we shall live again que por su título. Al terminar la canción, exhortó a su público a desembarazarse de ese mal de espíritu que acecha tanto estos tiempos: como respuesta a su Shake out the ghost! Shake out the ghost! todo el estadio se puso de pie, levantó sus brazos y tintineó sus dedos junto a la frontwomen, en un ritual de amor y comunidad. Durante la noche la artista enarboló la bandera de todas las causas que no paran de resonar con cada vez más fuerza en nuestra sociedad. This is a song for the workers, dijo como preámbulo a “Come back Little Sheba”. ¿A quienes estaba dirigido este regalo? Según sus potentes palabras: a los barrenderos, a los panaderos, a los maestros, a los poetas y a todos los que –en su día a 65
día– colaboran para que el mundo se mueva. El ritmo del recital dio un giro cuando fue el turno del problema del cambio climático. Las visuales de la puesta en escena, que hasta este momento se mantenían violetas y grises, mutaron a un rojo fuego que trasladó a la cantante a una selva o un bosque en llamas, para recitar una poesía que tensó la piel de todos los espectadores, y los preparó para “Beds are burning”. El siguiente tema, “Beneath the southern cross” se lo dedicó a todos aquellos que perdieron la vida luchando por una vida más digna y más justa. We Will always remember you. Los solos interminables de guitarra y bajo se llevaron estruendosos aplausos del público y de Patti, que los miraba entre asombrada y orgullosa. Raise your arms, feel the flame. Raise your hands, feel your freedom. Feel your hands empty, rezaba, inmensa, revoleando su pelo blanco, matriarca de su tribu. Luego de presentar a su banda, sonó el clásico de los 60/70s’ “I’m free”, con la participación especial de Jimmy Rip. Para ese momento, Smith les dejó la voz principal a los hombres y se tomó un descanso del escenario. A continuación, la poetisa realizó un cover de Niel Young, “After the gold rush”, para el cual las visuales cambiaron y se convirtieron en una noche estrellada, como la que quizás estaba sucediendo fuera del Luna Park, fuera del universo paralelo en el que se vivía esa noche. We look to mother nature for nourishment, for protection, for love. But we must love the mother too, recitó antes de comenzar la canción, tiñéndola de su propia impronta, como con todas las canciones de otros artistas que eligió para este show. This song is for my boyfriend, dijo luego de “Pissing in a river”, con la sonrisa de una niña que acaba de dar su primer beso. He was my boyfriend in 1976, he was my boyfriend in 1986, and now he is my boyfriend in heaven. Todo el estadio invocó a Fred Smith, cantando y bailando “Because the night”, escrita por Bruce Springsteen especialmente para ella, y ahora dedicada a quien fue el amor de su vida. Y fue cuando agarró un pañuelo verde que alguien le tiró desde el público cuando estalló el frenesí de tener en frente a esa mujer que aùn hoy es la defensora de todas las causas nobles, la revolucionaria, la feminista, la pionera del punk rock, aquella que impide a todo quien la escucha olvidar que la música es política. Intentó despedirse de esta fiesta con “Gloria: In Excelsis Deo”, esa canción con la que abre tan desafiantemente Horses, en una época en la que la escena de la música estaba predominantemente dominada por hombres. No tardó en demostrar, en ese tiempo, de que ella había llegado para cambiar las cosas. ¿Acaso no logró un contrato discográfico antes que The Ramones? This is sour last night in South America, our last concert, y parecía que la gente lloraba, alguien gritó Patti no te vayas. Thank you everybody. We are happy, we are happy! This is for you No podía ser de otra manera: el bis de este concierto fue “People have the Power”, para el cual participó en el teclado su hija, Jesse Smith. Ninguna canción más acertada que esa, dentro del marco actual latinoamericano. Junto con el pañuelo verde, también se llevó una whipala. Sólo hizo diez temas, pero todo el mundo se podría haber quedado hasta la mañana siguiente en el Luna Park escuchándola. Incluso cuando ya se habían prendido las luces del estadio, la gente seguía vitoreando su nombre. A sus 72, sigue manejando la misma vitalidad de antaño. Solamente necesitaba tomar sorbitos de té entre canción y canción. Pero en esto también era menester que destacase: ¿qué otra rockera de esa edad hay hoy en día dando conciertos del mismo talle que cuando tenía treinta? En su cuerpo encierra a una eterna niña, que destella inevitablemen66
te en su sonrisa y el movimiento psicodélico, tierno y divertido de sus manos. Patti Smith con su poder de ser de otro universo amalgama en su música todos los sentidos. No hay chance de que jamás pase de moda. Ella está siempre pisándole los talones al progreso. Tiene el poder de siempre resignificar los clásicos, darle lo que se podría decir una vuelta de tuerca. Es cierto que representa a una época, pero lo que en realidad representa es la llama de la revolución. CONOCIENDO RUSIA
DE AMORES REVUELTOS Cronista: LAURA GOLDENBERG / Fotos: ALAN GUEX 22 DE NOVIEMBRE
Conociendo Rusia lanzó su anacrónico disco “Cabildo y juramento” el pasado viernes en Niceto Club. Entre besos y pegoteo de un publico a puro amor, se abre el telon de Niceto Club. Un viernes explotado, Conociendo Rusia aparece en escena junto al primer tema, tiulado igual que su nuevo album, Cabildo y juramento. Conociendo Rusia es el proyecto de Mateo Sujatovich, quien acompaña a su voz tocando también el bajo y una gran banda como sostén. Lanzaron su primer material homónimo el año pasado. Un disco que, al igual qué el último, dialoga entre (des) amor, espontaneidad e instrospeccion. Con tintes exstenciales, tangueros y melancólicos, invitan a un viaje hacia el mundo del cantante, al cual por su apellido le dicen “El Ruso”. Un sumergirse en sus pensamientos y anecdotas a travez de sus letras, su infancia en Belgrano, las calles que lo marcaron, su historia que envuelve y se hace canción. La voz y poses sensuales de Mateo, entre las columnas proyectadas por las calles de Belgrano, daban la sensacion de un aura similar al Freddy Mercury en alguno de sus fogosos temas. Luego de cuatro temas llenos de funk y rock, Mateo se detuvo mirando a lo lejos: “Qué zarpado”, suspira y se agacha para mirar al publico, diciéndoles que estan todos muy lindos, generando intercambio con la gente que le contesta cada pergunta. “Veo que escucharon el nuevo disco”, comenta sonriendo. Y luego de este parate introduce al tema “Todos los lugares” que te pone en un mood más pop salsero. 67
Bajando un cambio al baile, entra el lento “La luna”, canción súper romántica, dedicada a su hermana, una pianista, que tambien comparte su pasión musical, como casi toda su familia. Niceto se convierte en una pelicula mexicana, al sonar justamente la canción “La mexicana”, Mateo no puede evitar ir hacia un balcon situado a un costado del club, y cual mariachi canta a todo pulmón. “A donde va a parar, esta sensación, a donde van las luces de neón. Cada uno rie a su manera, cada uno tiene su verdad, con el tiempo curan las heridas, las mentiras pierden al final”, reza él tema “Luces de neón”. No es casualidad que sea el tema más pedido del público, ya que es una de las letras que más invita a la reflexión y muchos millenials hoy buscan eso, lo existencial. Cerrando la noche tras un “ole ole ole Ruso”, al que él cantante respondió “ole ole ustedes y Ruso tambien”; anuncia un próximo Gran Rex provocando gritos y la entrada al último tema “Loco en el desierto”, dejando sensaciones entre melancolía y búsqueda, curiosidad y amor revuelto. Se ven parejas cantandose al oído, besos entre los fans que saben que tienen “el código secreto cuando quieran venir”.
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LAS TABALEROS
BARBAS PAYADORAS Cronista: MILAGROS CARNEVALE / Fotos : MARA MORENO 12 DE DICIEMBRE
Los Tabaleros se presentaron en la Ciudad Cultural Konex la noche del 12 de diciembre para compartir el nuevo mundo Chuy y festejar con su público el comienzo del verano.
Es una noche de perlas, de plata y marfil la que comparten Tabaleros y su público en la Ciudad Cultural Konex, y es “Jazmín del País” la canción con la que introducen el mundo Chuy, su propuesta discográfica del 2019. Es una noche especial para la banda, que además de presentar un disco en vivo está grabando un DVD. Los acompañan invitados de lujo: Los Auténticos Decadentes, Juan Taleb, Las Pastillas del Abuelo, Martín Alejandro Fabio (“el Mono de Kapanga”), Femigangsta y Miranda. Condiciones de existencia de este show: inicio del verano, baile con fernet en la mano, una valija imaginaria para viajar al litoral y predisposición para dejarse picar por los mosquitos y las flores. La escenografía y la pantalla imitan una entrada secreta a la selva, combinan palmeras cuasi exóticas con helechos robados de algún balcón porteño. 69
“Vamos a traer a unos amigos para hacer más picante la fiesta, porque parece que ya tienen frío y esto no es para frío”, dice con su voz de locutor el cantante y guitarrista de la banda, para luego introducir a sus primeros invitados Los Auténticos Decadentes, que además acompañaron la dirección artística de Chuy. Al compás de “Demonio Paraguayo” la noche se va alejando un poquito de Capital Federal para probar el sabor de las semillas de Paraguay. “¿Quién dijo que en el Konex no hay folclore?”, pregunta el líder de la banda mientras empieza a sonar “Gatito Curioso”. La canción viene acompañada por visuales de caras de gatitos sorprendidos volando alrededor de una mancha de pintura que dice CRACK cada vez que cantan CRACK. Si alguien dijo que en el Konex no hay folclore Tabaleros demostró lo contrario. Pero ellos no son exclusivamente eso: son un grupo de hombres con barba que en pleno siglo XXI en capital federal usan temas musicales de folclore para contar la droga y el amor. El segundo invitado es Juan Taleb, contentísimo de tener una excusa para venir a Buenos Aires. Suena “Que no se vea” y después el público canta yo soy Tabalero al ritmo de Sabalero, acompañados por la percusión de Félix Mateos, cuyas caras están siendo registradas en todo momento por el camarógrafo del lado derecho del escenario. Con el Mono de Kapanga se preguntan a ver qué pasa si te muerdo la nariz, y si “El amor no existe” no fue el tema más cantado fue el segundo más cantado. Fórmula del éxito: la niñez indagando la fisionomía del amor, sumada a la amistad y picardía entre los micrófonos de Los Tabaleros y su invitado. Las Pastillas del Abuelo llegaron para el carnavalito de “Once”. Merodeando por los finales de esos puestos de flores que no paran de vender la banda hace una buena pregunta: ¿quién se va de vacaciones? No mucha gente levanta la mano. Por suerte hay un remedio: “Turquesa”, que propone vacaciones para siempre en la capital, bajo el manto medio fresco de la noche que se mandó a hacer un vestido sólo para combinar con vos. Va terminando la noche, pero la energía no se acaba, y menos cuando entra Femigangsta, bomba atómica. De su boca megapintada sale una voz ronca que le da a “Mancha de humedad” el toque rasposo y felizmente resignado que se merece. Por último, es el turno de Miranda. Con su performance estridente de siempre navegan los horizontes de “Niebla Rosada”. Pincelados por las más variopintas participaciones, Los Tabaleros demuestran que el folclore no pasó de moda. En realidad, el género musical no es más, o nunca fue, lo más importante para esta banda. Su puesta en escena se asemeja a la de una obra teatral, y la sucesión de canciones cuenta una historia. La historia de un grupo de hombres con barba y camisas rojas que pasean por la selva cantando serenatas, drogándose en viajes, tomando vino en cartón, admirando habitaciones vacías y cosiéndole a los ángeles más mundanos sus alas con plastilina.
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Caetano Veloso
Teatro Gran Rex, 20 de Septiembre. Por Alan Guex.
Dirty Loops.
Teatro Vorterix, 15 de Noviembre. Por Daniel Prieto.
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El Tri.
Groove, 28 de Junio. Por Jose FuĂąo.
Plan 4.
El Teatro Flores, 20 de Julio. Por Mara Moreno. 72
Whitesnake.
Club HÃpico Argentino, 06 de Octubre. Por Anabella Reggiani.
Sygma.
Teatro Vorterix, 10 de Octubre. Por Paula Ruiz.
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METRONOMY
HAY METRONOMY PARA RATO Cronista: Maximiliano Novelli Frutos / Fotos : PRENSA-MATIAS CASAL 15 DE DICIEMBRE
Ante un Teatro Vorterix repleto de fans, el conjunto inglés regresó a la Argentina para presentar su sexto disco y repasar varias pistas de su extensa carrera.
Pasó poco más de un año y medio de la anterior visita de Metronomy a nuestro país. La agrupación liderada por Joseph Mount no sólo participó de la edición local del Lollapalooza 2018, sino que tuvo su propio sideshow en Vorterix. Al mismo lugar regresó el pasado domingo para mostrarle al público argentino Metronomy Forever (2019), su sexta placa, que vio la luz el 13 de septiembre pasado. La tarde del domingo finalizó con la entrada de Juan Mango, el proyecto solista de Juan Saieg -vocalista de Usted Señalemelo- quien expuso su obra que mezcla sonidos electrónicos (samplers, sintetizadores) y guitarra eléctrica, matizados con la voz del mendocino. Durante algo más de media hora a contraluz, preparó el ambiente con su música que dejaba un halo de oscuridad a la vez que el ritmo invitaba al baile y las notas abordaban diversas texturas. Un Teatro Vorterix abarrotado recibió a Metronomy cuando el grupo de Londres pisó 74
las tablas y abrió con “Lately”, una de las varias muestras de su flamante registro de estudio editado tres meses atrás. De ese mismo trabajo sonarían más tarde “Wedding Bells”, “Whitsand Bay”, “Lying Low”, entre muchas otras. Después de rescatar “The Bay”, procedente de su tercer álbum, el fundador del conjunto saludó en castellano a la audiencia, aseveró que éste “es el último concierto de la década” y se mostró feliz por pasar una noche “maravillosa”. Algo similar ocurría debajo del escenario donde se observaba que la masa se movía con cada nota, en un baile gigantesco que convirtió la velada dominguera en una fiesta de sábado. Los cuerpos que danzaban, los aplausos, el canto que seguía a la perfección las letras de las canciones que repasaban diversos momentos de la discografía de la banda, el pogo que tuvo su oportunidad de aparecer en temas como “Insecurity” -otra de su último LP-, además de la evidente cantidad de personas que asistieron al recital, dieron cuenta de la alegría y el fanatismo que el conjunto supo obtener en este rincón del planeta. De manera similar al concepto con el que concibieron su más reciente material, las canciones fluyeron como en la radio y reflejaban diversos estados de ánimo. La mezcla entre las guitarras, el bajo, la batería y los sonidos que provenían de las teclas, hasta llegar a segmentos totalmente electrónicos en los que el teatro de la Avenida Lacroze se transformó en una suerte de discoteca. Mientras tanto, Mount iba y venía, con su guitarra o un toc toc, hasta un cencerro; nada lo detuvo, ni tampoco a sus secuaces. El repaso por discos anteriores incluyó más tracks de su tercera placa –The English Riviera (2011)-, como “She Wants” y “Everything Goes My Way”; también de Love Letters (2014), como la que le da nombre a dicho trabajo y “I’m Aquarius”. También se destacaron “Old Skool” y “The End of You Too”, de su segundo larga duración. Con un público extasiado que dedicó a la banda el clásico “Olé olé”, hubo lugar para dos bises. Mount regresó con una guitarra acústica y acompañado por los sintetizadores y teclados, interpretó “Upset my Girlfriend”, el único momento con aire íntimo del concierto. Luego, cerró con “Radio Ladio” -otra de su segundo LP-, con la locura generalizada, a banda completa y con la sección rítmica (bajista y baterista) con la camiseta de la selección nacional puesta. Una nueva visita de Metronomy al país mostró no sólo la sólida base de fans que cosecharon en estas latitudes. Fue una fecha con un aire de antología en la que recorrieron gran parte de su catálogo y la mezcla de sonidos de un amplio espectro (desde el jazz hasta la música electrónica, con escalas en el rock y el pop), transformó la noche de domingo en una fiesta colosal.
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Izal.
The Roxy Live, 06 de Febrero.. Por Alejandra Malcorra.
Brant Bjork.
Uniclub, 18 de Octubre. Por Alan Guex.
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Muerdo.
Niceto Club, 19 de Octubre. Por Pilar Guevara
Juan Rosasco.
La Trastienda, 21 de Septiembre. Por Lucas Iborra.
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DISCOS SOBREVIENTO - “FLORESTA”
OTONO INTENSO - “AUSENCIA (EP)”
Con la canción como premisa principal, Sobreviento apela a la firmeza de la voz de su cantante Flor Wosh, y se pone en pie de lucha con “El grito” que sale de las entrañas y su “acá estamos mujeres”. El barrio y la nostalgia conforman la columna vertebral de un álbum exquisito, con “Al caer las flores” y “Gorrión” como máximos exponentes.
Canciones rockeras más pasajes de new wave del Siglo XXI. La voz de Fede Kempff comanda coqueteos constantes entre el rock y el pop. El tema que inaugura la escucha, “Ausencia”, desnuda la calidez musical de la propuesta encumbrada en el estribillo melancólico: “Me perdí otra vez, ya ves amigo mío, trato de volver de nuevo amigo mío”.
IGNACIO DESPACIO - “AUTOBOMBO”
El músico continúa ofreciendo canciones luego de haber sido parte del trío rockero Tierra de Fuego. Diez temas de autoría propia que si bien responden al formato pop, están sostenidas por una influencia de art-rock y sutiles elementos de la música rioplatense. “Días y días”, con destellos de Serú Girán, y “Tengo un ángel”, los imprescindibles de la escucha.
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POR LUCAS GONZALEZ / SERGIO V
S2019
LIAM GALLAGHER - “WHY ME? WHY NOT.”
THE RACONTEURS - “HELP US STRANGER”
Liam Gallagher presenta su segundo álbum y reafirma sus raíces en el Britpop en un disco que lo posiciona sólidamente en su carrera solista. No es casual que “Shockwave” haya sido su canción lanzamiento. “Once” y “The River” llevan la delantera en este discazo todo terreno.
Jack White vuelve a las fuentes con un disco áspero, cargado de densidad. “Somedays (I Don´t Feel Like Trying”) suena más clásica, mientras que “Sunday Driver” es ideal para momentos de cuelgue. Épico hasta la yugular con “Bored and Razed”.
CONOCIENDO RUSIA - “CABILDO Y JURAMENTO”
VISCIGLIA / ANABELLA REGGIANI
Consolidándose y traspasando los límites de la escena indie argenta, la banda liderada por Mateo Sujatovich redobla la apuesta de la explosión de su disco debut. Temáticas de desencuentros se cruzan con una musicalidad que reinterpreta el rock nacional histórico para una generación que se alejó de Calamaro, Paéz o Spinetta. Grandes canciones que piden pista para ser clásicos.
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DISCOS JAVIER MARECO Y LOS MONOS DEL ESPACIO - “IV”
WOS - “CARAVANA”
Sorprendiendo constantemente, haciéndonos jugar con ritmos y estilos, la cuarta entrega de Javier Mareco y los Monos del Espacio, brilla con grandes composiciones defendidas por una interpretación que da gusto. Para viajar y bailar de diferentes maneras, pero siempre de pie. Eclecticismo puro. No perderse a “Felicidad”.
La más que necesaria energía adolescente llega de la mano de Valentín Oliva, revolucionando la música joven argentina con las letras que sus pares estaban esperando. Con “Canguro” como máximo estandarte, lleva al mainstream toda la energía forjada en plazas y batallas de gallos. El futuro ya llegó.
RIVAL SONS - “FERAL ROOTS”
Rival Sons es dureza musical de principio a fin, y con este disco reafirman porque son sin dudas los nuevos dueños del Rock n´ Roll. “Do your Worst” suena limpia y clásica. “Sugar on the Bone” definitivamente endulza los huesos, mientras que “Back in the Woods” te lleva a un bosque donde todo puede suceder.
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S2019
JUAN ROSASCO EN BANDA “MANANITAS (EP)”
EL ESTRELLERO - “ALTO MIEDO”
Consolidándose ya como un gran exponente de la canción poprockera de la escena local, Juan Rosasco en Banda continúa regalando un EP por año. En este caso, la canción que da nombre al trabajo llega con Dani Suarez de Bersuit de invitado y una impronta de hit. El cantautor sigue con composiciones que nos convencen de principio a fin.
El quinteto platense vuelve con otro gran trabajo en el que conjuga su pop elegante y estilizado con suciedades rockeras de tintes críticos, y la cuota psicodélica que no falla. Crecimiento constante para esta banda que anunció (o dio a entender) a través de las redes que se retira del vivo, un espacio en que siempre defendió con las mejores y únicas armas que esgrimió: las buenas canciones.
BILLIE EILISH- “WHEN WE ALL FALL ASLEEP, WHERE DO WE GO?”
Billie es sin duda una de las revelaciones de este nuevo milenio. Fresca, oscura, intensa. Se la podría comparar con un buen Malbec, en acciones como “All the Good Girls Go to Hell” o con un suave Cabernet en “I Love You”.
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INFORMES
2019
KEITH RICHARDS: UN GITANO SOLITARIO Cronista: aUGUSTO FIAMENGO 18 DE MARZO
A treinta años de la publicación del primer disco solista de Keith Richards, Revista El Bondi recorre la historia detrás de Talk is Cheap a pocos días de su reedición aniversario en diversos formatos. “Talk Is Cheap no sólo me recargó las pilas. Me devolvió a la vida, sentí como si hubiera salido de la cárcel”, declaró Keith Richards luego de la publicación de su primer trabajo como solista. Con su anunciada reedición por el trigésimo aniversario en distintos formatos –Super Deluxe Set, Deluxe Set, CD, LP, digital- prevista para fines de marzo de este año, Revista El Bondi se adentra en el proceso de gestación del disco que numerosos críticos y fans alrededor del mundo no dudan en considerar como el mejor material de un integrante de The Rolling Stones por su cuenta. Esta la historia detrás de Talk Is Cheap (Hablar es barato), el álbum que marcó un antes y un después en la vida de “El Riff Humano”. La “Tercera Guerra Mundial” Para Richards, la oportunidad de conducir su vida artística por nuevos carriles fue el resultado de la crisis más profunda vivida por The Rolling Stones en toda su carrera, a la que el guitarrista bautizó sin eufemismos como la “Tercera Guerra Mundial”. Si bien los primeros síntomas del desgaste en su relación con Mick Jagger surgieron a finales de los años setenta y comienzos de la década del ochenta, la tensión entre la legendaria dupla compositiva se acrecentó a partir de mediados de esta última, fruto de una seria de decisiones por parte del cantante que, para Keith, amenazaban los cimientos de un grupo que iniciaba por aquellos años su tercer decenio de vida. En agosto de 1983, los Stones firmaron un nuevo acuerdo discográfico en Estados Unidos con CBS Records. El contrato exigía a la banda cuatro álbumes nuevos a seis millones de dólares cada uno. “Lo que no supe hasta bastante después –señala Richards en su libro de memorias, Vida (2010)- es que, aprovechando ese acuerdo, Mick había firmado su propio contrato con la CBS para grabar tres discos en solitario por muchos millones, naturalmente sin decir una palabra a ningún miembro de la banda”. Para Keith, la actitud de Jagger se relacionaba con “una dolencia conocida como SCB, ‘síndrome del cantante de banda’. Había dos universos: el de Mick y el nuestro. Y aquello no funcionaba en absoluto a la hora de mantener a la banda unida o feliz (…) Los miembros del grupo básicamente nos habíamos convertido en sus empleados”. En enero de 1985 los Stones iniciaron en París la grabación de un nuevo disco de estudio, Dirty Work, y el guitarrista se enfureció cuando Jagger se presentó sin nuevo material para contribuir. Mick estaba absolutamente inmerso en la inminente publicación de su primer trabajo solista, She´s the Boss. Richards ironizaba al 82
respecto: “¡Vino tan poco a la grabación que casi no tuvimos tiempo de pelearnos! Estábamos sólo Charlie (Watts), Ronnie (Wood) y yo intentando grabar un disco de The Rolling Stones. Fue muy poco profesional por parte de Mick, muy estúpido”. Jagger intentaba con sus declaraciones aplacar el malestar en el seno del grupo: “Los otros Stones podrían pensar que si el álbum funciona realmente bien podría significar el final del grupo. Pero no será así. Lo de los Stones es un largo matrimonio. Los conozco muy bien”. La muerte del pianista Ian Stewart, el “sexto stone”, pareció por un momento acercar posiciones al interior de la banda pero, lo peor estaba por llegar. Tras la publicación de Dirty Work a mediados de 1986, Richards recibió un telegrama de Mick en el que le anunciaba su decisión de posponer la gira de presentación del disco para dedicarse de lleno a la grabación de su segundo álbum solista (Primitive Cool, editado en 1987). A Keith le hervía la sangre, e interpretaba el mensaje de Jagger en los siguientes términos: “Mick ha dicho ‘no los necesito, pesados de mierda. Son una cruz para mí. Un fastidio’”. Casi diez años después, en una entrevista concedida a la revista Rolling Stone, el cantante recordó que “cuando salió la idea de la gira, dije: ‘No creo que esto funcione’. En retrospectiva, tenía ciento por ciento de razón. Habría sido la peor gira de The Rolling Stones. Probablemente hubiera sido el fin de la banda. Fue un período terrible”. Sin actividades en el horizonte con la banda que tanto había tratado de mantener unida, Richards apeló a su instinto de supervivencia como músico y se involucró en una serie de eventos que finalmente desembocarían en el desafío al que se había mostrado reacio por años y años: grabar un disco en solitario. Componiendo con Mr. Jordan A principios de julio de 1986, Aretha Franklin pidió a Keith Richards su colaboración para producir la canción principal de la banda sonora en la película Jumpin’ Jack Flash (en español, “Sálvese quien pueda”) protagonizada por Whoopi Goldberg. Richards recuerda en Vida que “Charlie Watts había dicho en alguna ocasión: ‘Si trabajas con otros, Steve Jordan es tu hombre’. Pensé: ‘Tengo que montar otra banda, hay que empezar de cero’. Ya conocía a Steve, pero así fue como se forjó un nuevo grupo: a raíz de la banda sonora para Aretha. La sesión fue genial. Y se me quedó grabado que, si iba a hacer alguna otra cosa, sería con Steve”.
El baterista y cantante Steve Jordan, que en ese momento tocaba en la banda del programa de David Letterman, ya había participado en las sesiones de Dirty Work reemplazando a Watts, y sería convocado nuevamente por Keith para formar parte del grupo armado por el guitarrista para acompañar a su amado Chuck Berry en un concierto de homenaje, que sería el eje central de la película documental Hail! Hail! Rock&Roll (1987). Comenzaba a gestarse una nueva dupla compositiva, y Keith lo recuerda en sus memorias: “Steve me animó, percibió algo en mi voz que, en su opinión, podía servir para hacer discos (…) Sólo con la colaboración llego realmente a algún sitio, necesito una reacción para decidir que estoy haciendo algo valioso. Así que empezamos a pasar tiempo juntos en Nueva York y compusimos muchas canciones (…) Después nos marchamos a Ja83
maica una temporada: allí nos hicimos amigos y comprendimos que ‘¡también nosotros podemos componer!’. Es el único con quien puedo, ha de ser Jagger/Richards o Jordan/Richards”. Al dúo se sumaron rápidamente el bajista Charley Drayton, el guitarrista Waddy Watchel e Ivan Neville en teclados. El grupo fue bautizado posteriormente The X-Pensive Winos (“Los Borrachos Caros”), cuando Keith observó que los músicos habían llevado al estudio una costosa botella de vino Chateau Lafite. El guitarrista sostiene que “los Winos se formaron con mucha astucia: casi todos los miembros de la banda lo tocan casi todo, pueden cambiar de instrumento sin problemas y prácticamente todos cambian (…) Aquel grupo base, desde el momento en que tocamos el primer compás juntos, despegó como un cohete”. En julio de 1987, Richards firmó un contrato con Virgin Records para dos discos en solitario, y en agosto el grupo ingresó a grabar durante dos semanas en Le Studio de Montreal, en Canadá. Talk Is Cheap y sus revelaciones ¿Cómo se convirtió la frase “Talk is Cheap” en el título del disco? “El título fue la única cosa del disco que tenía relación con los Stones”, rememora Richards. “Escribí una canción para Dirty Work llamada ‘Talk is Cheap’, pero no la había terminado. Entonces me dije a mí mismo: ‘Es un título genial para un álbum’”. En una entrevista concedida a Rolling Stone, publicada en octubre de 1988, el guitarrista relataba al periodista Anthony DeCurtis la atmósfera cargada de energía en el estudio de grabación junto a su nueva banda: “El entusiasmo de los otros es increíblemente importante, y estos tipos me lo dieron todo el tiempo. Nunca me dejaban consentirme. Me miraban y me decían: ‘¡Más arriba, más arriba, man! Yo pensaba: ‘¿Por qué? Nadie me pateó tanto el culo’. Al mismo tiempo lo disfruté, porque tenían razón”. De comienzo a fin, Talk is Cheap reunía un grupo de once canciones poderosas, interpretadas por una banda en absoluta sintonía. Los filosos riffs y los certeros ataques de batería se conjugaban naturalmente con baladas decoradas con bellos arreglos, con la novedad de que esta vez Richards y su voz ocupaban el centro de la escena. Waddy Watchel recuerda en Vida que fue él quien sugirió que “Big Enough” (con el saxofonista Maceo Parker como invitado) fuera la canción que abriera el disco. “La primera vez que oyes a Keith cantando en esa canción te quedas sin palabras con la primera frase. ¡Su voz suena maravillosamente bien y canta, aparentemente, con tan poco esfuerzo! Recuerdo que dije: ‘Cuando la gente oiga esto no se va a creer que quien canta es el puto Keith Richards’. Y luego los rematas con ‘Take It So Hard’”. Esta última canción, con su riff abrasador, se convertiría en el primer single del disco y tendría su videoclip de difusión. Una constelación de invitados colaboró con Keith. El homenaje al rockabilly y el doo-wop de los años ‘50, “I Could Have Stood You Up”, contaba nada menos que con la guitarra blusera del ex guitarrista stone Mick Taylor y con el legendario pianista Johnnie Johnson. En la balada con inconfundibles aires de soul “Make No Mistake” –que también tuvo su videoclip- participaron la sección de vientos Memphis Horns y Sarah Dash en voz, mientras que en la entrañable “Locked Away” se destacan el acordeón de Stanley “Buckweath” Dural y el violín de Michael Doucet, producto de un Richards empapado por aquel entonces de música sudafricana. Pero la prensa reparó especialmente en la canción “You Don’t Move Me”, donde Keith disparaba contra Jagger con versos como “Lo que te hace tan avaro / Te hace tan sórdido / Ahora quieres lanzar los dados / Pero ya has sido eliminado dos veces”. Según Richards, el tema “no habla exactamente de Mick, pero es un punto de partida. Es sobre alguien que tiene un amigo con el que siente que no se puede comunicar, e intenta hacérselo saber”. Para Richards, el trabajo por fuera de los Stones resultó revelador en varios aspectos. En primer lugar, le hizo notar su capacidad de reunir músicos que pudieran conformar una banda. Como le comentó al biógrafo Victor Bockris: “El proceso de montar los grupos para Aretha y Chuck me hizo pensar que tenía una habilidad que desconocía porque nunca había tenido que usarla: juntar a ciertos tipos en una situación adecuada y crear un grupo. Con los tipos adecuados, en diez días puedo darte una banda que suene como si hubieran estado diez años juntos”. Además, el músico comenzó a modificar su forma de componer, en función del nuevo rol que asumía como cantante principal: “Empecé a escribir y cantar las canciones de manera diferente (…) Estaba aprendiendo a 84
cantar plantado ante el micrófono, en vez de entrar y salir a ráfagas mientras hacía como que tocaba la guitarra, que era lo que solía hacer en el escenario hasta entonces (…) Empecé a escribir canciones más serenas, baladas, canciones de amor. Canciones que salían del corazón”. Como líder de grupo, el músico confesó en el documental Keith Richards: Under The Influence (Netflix, 2015) que “estar al tanto de todo, desde la primera nota hasta el final, me dio cierta disciplina que seguramente necesitaba mucho”. Gira con X-Pensive Winos y fin de la guerra Producido por Keith Richards y Steve Jordan, Talk Is Cheap salió a la venta el 4 de octubre de 1988, y el 27 de octubre entró en las listas estadounidenses en el número 27. Permanecería allí durante veinticuatro semanas, y su posición más alta fue la 24. Vendió un millón de copias en todo el mundo, y obtuvo buenas críticas tanto de los fans como de los críticos. La prestigiosa revista Guitar World sostuvo con cierta ironía que “aunque ningún otro stone haya intervenido en él, Talk Is Cheap es el mejor álbum de los Stones en diecisiete años”, mientras otras publicaciones especializadas elogiaban el trabajo de Richards al compararlo con los erráticos resultados del proyecto solista de Jagger. Keith destacaba el logro del disco al “ceñirse a lo musical. El público está harto de discos insustanciales, de botoncitos y cajas de ritmo. El rollo de la alta tecnología, de los jueguecitos, no tiene nada de malo. Es cuestión de cómo lo utilices. Steve y yo queríamos mantenernos en un terreno más hardware, menos tecnificado. Tengo tomas más nítidas, precisas y perfectas de cada una de estas canciones, pero cuanto más intentas perfeccionarlas, más pierdes el aspecto instintivo. Y yo busco el instinto”. Ese mismo octubre, Richards inició una gira promocional por Inglaterra, España, Italia y Noruega, y durante noviembre y diciembre recorrió con X-Pensive Winos catorce ciudades de Estados Unidos, iniciando la gira el 24 de noviembre en Atlanta. En Vida, Keith afirma que “durante la gira con los Winos disfrutamos como niños, recibimos ovaciones con el público de pie al final de casi todos los conciertos, tocamos en teatros pequeños y se vendió hasta la última entrada (…) El nivel de virtuosismo musical de los tíos que estaban en el escenario era increíble. Tocamos de puta madre todas las noches, la música fluía de una manera increíble. Aquello ya era planear por las alturas. De verdad que fue mágico”. En los shows, el guitarrista y los suyos tocaban las canciones de Talk Is Cheap pero también daban paso a algunos temas del repertorio stone como “Time Is On My Side”, con una Sara Dash descomunal –que se había incorporado a las actuaciones en vivo del grupo junto a Babi Floyd-, “Happy” y “Connection”. El 15 de diciembre el grupo ofreció una legendaria actuación en el Hollywood Palladium de Los Ángeles que fue grabada y luego publicada oficialmente, según reconoció Richards tiempo después, para evitar la piratería. El último show de la gira tendría lugar el 17 de diciembre en Nueva Jersey ante aproximadamente 22.000 fans. Durante 1988 comenzó a tomar fuerza la posibilidad de que los Stones volvieran a trabajar juntos, pero Richards pospuso el encuentro con Jagger ya que se encontraba embarcado en la publicación de Talk Is Cheap. En enero de 1989, en la isla de Barbados, los compañeros de toda una vida hicieron las paces y junto al resto de la banda grabaron Steel Wheels, su primer disco en tres años, para embarcarse luego en una histórica gira después de siete años sin pisar los escenarios. Keith reconoció que “la reunión en Barbados significó el principio de la distensión de los ’80 (…) Puede que no perdone, pero tampoco soy capaz de guardar rencor durante 85
mucho tiempo. Mientras tengamos entre manos algo que funciona, todo lo demás se convierte en secundario. Somos una banda y nos conocemos bien (…) A fin de cuentas, The Rolling Stones son más importantes que cualquiera de sus miembros”. The X-Pensive Winos volvería a reunirse con su líder para editar en 1992 el disco Main Offender, y lo acompañaría veintitrés años después en Crosseyed Heart (2015). Talk Is Cheap, a tres décadas de su publicación, continúa siendo un disco fresco y auténtico, y por sobre todo, el ejemplo contundente de una estrella de rock que, en medio de la crisis, supo rodearse de buena compañía para reinventarse y demostrarse que, aunque The Rolling Stones fuera su hogar, había vida más allá de él.
ARRASADORES DE ESCENARIOS: LOS PIOJOS, A DOS DECADAS DE RITUAL Cronista: aUGUSTO FIAMENGO 05 DE MAYO
A veinte años de los shows que la banda ofreció en el Estadio Obras y registró para su primer disco en vivo, Revista El Bondi rememora aquellas jornadas históricas en las que el grupo de Ciro y compañía celebró su década de vida y recibió la inolvidable visita de Diego Maradona.
Para 1998, la certera pluma de Andrés Ciro Martínez describía en la canción “Uoh pa pa pa” –incluida en Azul, el cuarto disco de estudio de Los Piojos- en qué se habían convertido los shows del grupo hacia finales de la década del ‘90: “Miles de almas en un ritual sin calma”. El “boca en boca” había funcionado con increíble efectividad y el público piojoso se multiplicaba, acudiendo a descubrir y ser parte de ese espectáculo tan original como intenso que mezclaba rock and roll, fútbol, tango, percusión africana, el Himno Nacional y una decidida reivindicación barrial a través de banderas que flameaban durante los conciertos de comienzo a fin. “(…) Es un ritual absolutamente repartido entre la banda y la gente, que es fundamental, no sólo por su pre86
sencia, sino también por su entrega para que todo funcione”, declaraba Ciro a la revista La García. Corría 1999 y había llegado la hora. Para la banda de Ciro, Piti (Daniel Fernández), Micki (Miguel Ángel Rodríguez), Dani (Daniel Buira) y Tavo (Gustavo Kupinski) era el momento oportuno de ofrecer un testimonio de esa ceremonia que se había gestado al calor de los míticos shows en Arpegios y además celebrar su primera década en la ruta junto a sus fans. El lugar elegido fue el Estadio Obras, y a las dos fechas previstas inicialmente, 7 y 8 de mayo, se sumó un nuevo concierto el domingo 9. Durante un fin de semana frío que contrastó con tres recitales que transformaron al “Templo del rock” en un verdadero hervidero, la fiesta fue total con la inesperada presencia de Diego Maradona sobre el escenario, el encuentro cumbre de una década en la que el rock y el fútbol habían estrechado lazos como nunca antes en la historia argentina. Absolutamente inspirados, Los Piojos se despacharon con uno de los mejores discos en vivo del rock argentino: Ritual. Las noches venían calientes La banda de El Palomar había llegado por primera vez al Estadio Obras en 1996 para presentar su disco Tercer arco, ofreciendo cinco shows en la segunda mitad del año –dos en septiembre y tres en diciembre-. En noviembre, el grupo había agotado dos Microestadio de Ferro mientras las canciones de su reciente álbum, “Maradó”, “El Farolito” y “Verano del ‘92” rotaban de manera incesante en radio y televisión. En 1997, Los Piojos actuaron en el Microestadio de Racing y en el Parque Sarmiento. Durante ese año, en Capital Federal, la banda dejó de tocar “El Farolito” y “Verano del ‘92”, aunque sí lo hacían en el interior del país. “No los hacíamos por saturación, los pasaban tanto en la radio que era como que nosotros mismos estábamos cansados. No tenía gracia”, declaró Ciro al diario La Razón. Para sus fans porteños, la “veda” duró sólo un año. Volvieron nuevamente al Parque Sarmiento, para presentar Azul en mayo de 1998 con dos conciertos que reunieron cada noche a más de siete mil personas. Las imágenes capturadas en estos shows se utilizaron para el videoclip del tema “Desde lejos no se ve”. En octubre, llegaron por primera vez a un estadio a cielo abierto, con la presentación ante 15 mil personas en la cancha de All Boys, y más tarde saldrían de gira por Estados Unidos y México. Azul fue el último disco que Los Piojos hicieron bajo el sello DBN. Finalizado el contrato, algunas multinacionales intentaron ficharlos para continuar editando discos de estudio, pero en el horizonte de la banda ya 87
rondaba el deseo de publicar un disco en vivo y de poder manejar sus propios tiempos por el camino de la independencia. “Un disco en vivo no era lo que más le convenía a las multinacionales –reconocía Ciro-. Muchas veces son como el demonio: te ofrecen el oro y después te lo cobran con creces”. La fiesta inolvidable Los Piojos se dieron el gusto de recorrer durante los shows en Obras sus cuatro discos de estudio editados hasta ese momento y, en forma premeditada o no, lograron un delicado balance entre ellos a la hora de seleccionar las canciones que integrarían Ritual. Promediaron los treinta temas por noche y ofrecieron una performance arrolladora como resultado del impecable nivel demostrado por cada uno de los músicos y la sintonía que evidenciaban como grupo en escena. La cornetta sportiva a cargo de Ciro era el llamado a la acción en un disco que se iniciaba con el ritmo hipnótico de “Olvidate (ya ves)”, incluido en Azul. La banda rápidamente ingresaba en el túnel del tiempo para viajar hasta la época de Chac tu Chac (1992) de la mano de una filosa versión del tema homónimo, para pasar luego a un tándem que durante cierto tiempo fue inamovible en el primer tramo de los shows y dejaba sin aliento a unos cuantos: “Desde lejos no se ve” y “Ay ay ay”. Sobre las bases demoledoras que construían Dani en batería y Micki en bajo se entretejían las guitarras de Piti y Tavo, mientras Ciro recorría el escenario de punta a punta arengando al público, cantando con él y dirigiendo la coreografía de palmas. El clima cambiaba con la carga dramática que proponía “Angelito”, y de la angustia existencial se pasaba a la luminosidad de “Agua”, con los músicos acompañados por el coro Chiquicanto del barrio de Mataderos, que ya había participado de la grabación del tema. Las voces de los niños junto al coro del público piojoso y las guitarras de la banda creaban un clima conmovedor que “aflojaba” incluso a los tipos más duros.
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“Arco” y “Cruel” eran fieles exponentes de ese rock galopante y épico que Los Piojos supieron concebir, mientras que otros temas mostraban cómo el abanico de estilos se había ampliado con el correr de los años. La línea de bajo de Micki iniciaba el camino de “Tan solo”, el blues que se convertiría con los años en uno de los grandes clásicos de la banda, mientras que en “Ando ganas (llora llora)” los aires latinos copaban la escena con Dani Buira en los tambores y una interesante labor de Álvaro Torres en teclados, invitado habitual a los conciertos en aquellos tiempos. La impronta rioplatense que el grupo había mostrado en sus discos se hacía presente en Obras con “Todo pasa”, una historia de desamor y esperanza que Ciro contaba acompañado por miles de voces. Los músicos miraban hacia atrás pero también aprovecharon los conciertos para mostrar el nuevo material que preparaban. Así aparecieron “Luz de marfil” y “Reggae rojo y negro”, mientras que Dani construía junto a Pol Neiman y Facundo “El Changuito” Farías Gómez (quien tras la partida de Buira se convirtió en percusionista de la banda) una característica base de murga uruguaya para una versión de “San Jauretche” muy distinta del pulso rockero que finalmente tendría en la grabación de estudio. Al ingresar al estadio, la gente recibía el programa del show en el que se incluía la letra de la canción, una sentida reivindicación de parte de Ciro hacia la figura del pensador de F.O.R.J.A. Arturo Jauretche. El tema, que quedó fuera de Azul y estuvo cerca de ser incluido en Ritual, finalmente formó parte de Verde paisaje del infierno (2000). Sin embargo, a la fiesta desatada por Los Piojos en Obras le faltaba un invitado que ni la banda ni el público esperaban: Diego Maradona. Pero esta historia merece un capítulo aparte. Las noches del Diez y más homenajes El amor profesado por Los Piojos hacia Maradona se hizo explícito por primera vez en 1994, al dedicarle su segundo disco, Ay Ay Ay. Luego llegaría “Maradó” en Tercer Arco y el videoclip con imágenes del Diez. Su admiración trascendía el plano de lo futbolístico, y Ciro declaraba por aquellos años: “Nosotros lo vemos como una persona que es la mejor en lo que hace, que no prometió cosas que no iba a dar y que a la vez tiene lo que tiene por lo que hizo laburando”. La visita de Maradona se concretó el sábado, sobre la hora del show, y Ciro le ofrendó su interpretación con armónica del Himno Nacional (una costumbre desde los tiempos en los que la banda no había grabado todavía su primer disco). El astro salió a escena y luego de una ovación que duró varios minutos, confesó emocionado: “Realmente me hicieron muy feliz. Quiero agradecerle a Los Piojos el hecho de la canción y todo el afecto que me dan, porque realmente todos necesitamos cariño”. A continuación, éste le regaló al cantante los botines que usó por última vez, hizo jueguitos sobre el escenario y regaló pelotas a las tribunas. En una década signada por la corrupción, los grandes negociados y el combo de “pizza con champán”, la honestidad y la credibilidad eran valores que Maradona reconocía en Los Piojos. En los camarines de Obras, en un reportaje para el programa El Rayo, un Diego exultante declaraba: “Más allá de que me hayan hecho este tema que es hermoso, estos chicos se ganan la plata de verdad, y le dan una energía tremenda a la gente”. Además, no dejaba de elogiar “Maradó”: “Cada vez que escucho el tema y leo la letra es como si estuviera adentro de la canción. Me definen tan bien que digo ‘¡la puta madre, mirá éste cómo me conoce!’”. El Diez quedó tan enganchado con el show del sábado que decidió volver el domingo. Antes, invitó a Ciro a La Bombonera para compartir el triunfo de Boca sobre River por el torneo local. Durante el concierto en Obras, jugó un cabeza con el cantante mientras la banda tocaba “El farolito” y regaló nuevamente pelotas al público. 89
En su primera nota de tapa para la revista Rolling Stone, en septiembre de 2000, Micki rememoraba la atmósfera cargada de energía y el impacto provocado por la presencia de Maradona: “Flasheé (sic) con mi viejo; cuando lo abracé se me vino la imagen de mi viejo y no lo podía soltar… Se me caían las lágrimas. Fue una de las cosas más grosas que me pasaron en la vida, conocer a este tipo”. Ciro todavía tiene grabada la imagen de Diego al costado del escenario, colgado de un caño de la estructura montada para el show. Tiempo después de los conciertos recordaba: “A la semana, miraba la película ‘Héroes’ y no lo podía creer. Ese mismo tipo que le estaba haciendo el gol a los ingleses me había dado un abrazo y se había emocionado con el tema que le hicimos y tocamos para él (…) Todo lo que pasó ese fin de semana fue extraordinario”. Los encuentros públicos entre la banda y el ídolo se repetirían con el correr de los años: Ciro participó en el partido homenaje a Maradona en la cancha de Boca en noviembre de 2001, el Diez subió nuevamente al escenario de Los Piojos en la edición del festival Pepsi Music en 2005 y la banda actuó en vivo y en directo para televisión abierta ese mismo año en “La Noche del 10”, el programa conducido por Maradona y emitido por canal 13. Pero Ritual regalaba todavía más homenajes. Los engranajes de la banda funcionaban de manera tan aceitada que los músicos no se privaron de incluir una toma improvisada de “Around and Around” (el tema escrito por Chuck Berry que supo versionar The Rolling Stones) que había formado parte del primer repertorio de la banda enganchada con “Zapatos de gamuza azul” en la versión grabada por Moris (y que Ciro todavía interpreta junto a Los Persas). Fue grabada directamente de la consola de vivo el 9 de mayo y la banda quedó tan conforme que decidió agregarla a Ritual. Además, incluyeron una frenética versión de “It´s only rock and roll” de los Stones, con la letra traducida al castellano, grabada en enero de 1999 durante un recital en el Autocine de Villa Gesell. El grupo no olvidaba sus raíces mientras definía los pasos a seguir. Nuevo sello, nuevo disco Dos meses después de los shows en Obras Los Piojos se presentaron en el Polideportivo Club de Gimnasia y Esgrima La Plata. Antes de culminar el concierto, Ciro aprovechó para anunciar al público piojoso dos importantes novedades: la creación de un sello discográfico propio, “El Farolito” Discos, y la publicación de su primer álbum en vivo, Ritual. La banda aprovechó para grabar las imágenes del recital mientras interpretaban “Tan solo”, que sería el primer corte del nuevo álbum y tendría su correspondiente videoclip de difusión. Ritual fue mezclado en Estudios “Del Cielito” y excepto por las modificaciones puntuales en algunas guitarras y coros todas las canciones del disco quedaron tal cual habían sido tocadas. Micki insistía en el espacio protagónico que los fans habían jugado durante la grabación: “No hay muchos discos que tangan esa cantidad de aire o de gente en el medio de los temas. Hay canciones en que la gente canta todo el tiempo”. Tavo, por su parte, con varios años de shows a cuestas, todavía no salía de su asombro: “¡Cantan algunas melodías de las canciones que no lo podés creer! ¿Cómo hacen?” El reconocimiento llegó a tal punto que el grupo decidió incluir en los créditos del disco al “Público Piojoso” en “coros y fiesta”. El arte de tapa e interior del disco estuvo a cargo de Hernán Bermúdez, y la imagen del piojo que identificaba al grupo tendría una nueva mutación. Su creador explicó que se trataba de una simbiosis entre las máscaras de las diabladas del Norte (el carnaval boliviano) y el tradicional piojo. “Tiene que ver con los carnavales, con la idea de fiesta pagana, de ritual”, declaró Bermúdez por aquella época. La banda también apuntó fuerte al diseño gráfico. Jimena Díaz Ferreira asumió el desafío, y reconoció que la inspiración llegó por el lado de “reconstruir el ámbito del vivo, el estadio, desde la forma en que se abre el pack hasta cómo se arma, simulando una maqueta en tamaño pequeño de Obras”. El grupo siempre había prestado atención a estos aspectos de su obra, y su primera producción integral no sería la excepción. 90
Los Piojos se lanzaron a presentar Ritual acrecentando con cada show su poder de convocatoria: nuevamente se presentaron en la cancha de All Boys ante casi 20 mil personas y terminaron zapando con La Renga. En diciembre tocaron en el Estadio de Atlanta ante más de 25 mil personas y ofrecieron un recital gratuito en la Plaza Moreno de La Plata con 100 mil asistentes. Las imágenes captadas en este último concierto se utilizaron para el videoclip del segundo corte de difusión de Ritual, “Ando ganas (llora llora)”. La placa rápidamente se convirtió en disco de platino y recibió una nominación como “Mejor álbum grupo de rock” en los Premios Gardel del año 2000. En febrero de ese mismo año, la revista Rolling Stone realizó una encuesta en la que participaron sus lectores y críticos especializados y Los Piojos fueron elegidos como Mejor banda argentina en 1999, además de triunfar en la categoría Mejor show en vivo por sus conciertos en Obras. En abril de 1998, mientras masterizaba Azul en la ciudad de Nueva York, el grupo concedió una entrevista a la cadena MTV. En ella, Ciro sintetizó con simpleza, humor y una buena dosis de realidad el camino recorrido por los músicos durante casi diez años: “No es que uno dice ‘vamos a arrancar de abajo’; es la realidad. Si sos el hijo de un músico famoso, inevitablemente va a caer sobre vos el periodismo y te van a ofrecer mejores cosas ya que por tener un cierto apellido vas a generar expectativas. Martínez no genera ninguna expectativa especial, ni Rodríguez o Fernández”. El esfuerzo tenaz, la coherencia y el talento de la banda daban frutos abundantes a finales de los ‘90 y convertían a los conciertos de los muchachos de El Palomar en un fenómeno multitudinario digno de presenciar, que los medios masivos ya no podían ignorar. Ritual capturó como pocos discos en vivo la atmósfera mágica que generaba el grupo. De alguna manera, el disco significó el cierre de una etapa y el comienzo de otra. Durante su segunda década de vida, hasta el final (¿definitivo?) en 2009, Los Piojos cambiaron de integrantes, editaron más discos de estudio y en vivo y se acostumbraron a reventar estadios como River, Vélez, Boca y el Único de La Plata. Hasta se dieron el gusto de telonear a The Rolling Stones. Todo había adquirido otra magnitud. Tal vez, sea por eso que, Ritual se transformó en la síntesis perfecta de una década en que la banda construyó una identidad propia a partir de influencias a priori difíciles de amalgamar, y desde el under alcanzó la masividad sin estar sujeta más que a sus propias reglas. Quienes participaron hace veinte años de las memorables jornadas en el Estadio Obras guardan ese recuerdo como un tesoro invaluable. Para los miles y miles que se sumaron a la familia piojosa tiempo después y escuchan hablar de esos shows en términos legendarios, vale la pena el intento de escuchar Ritual, cerrar los ojos y, por esos misterios que encierra la música, sentir por un rato que estuvieron allí.
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Cronista: LUCAS GONZALEZ Fotos : LUCAS IBORRA 18 DE DICIEMBRE
ENTREVISTAS
2019
La jefa del trap local presentรณ su colecciรณn de ropa, repa 92
Cazzu:
“HAY QUE ALEJARSE DE LOS PREJUICIOS”
asó el 2019 y habló sobre los desafíos musicales del 2020. 93
El lunes por la tarde, en Local Support, se presentó de manera oficial Niñx Emo: la colección de ropa que Cazzu creó y desarrolló junto a la reconocida marca Big Sur Company. “Es un placer poder incursionar en este flash del streetwear”, dijo la cantante sobre su debut en el mundo de la moda y agregó: “Diseño la mayoría de los vestuarios para mis shows y hace tiempo que queríamos hacer algo con Big Sur, hasta que dijimos ‘ya está, dejemos de dar vueltas y hagamoslo’”. Por otra parte, aclaró que las prendas no están destinadas a un público específico ni mucho menos predeterminado. Al contrario, contó que no las pensó teniendo en cuenta los cuerpos hegemónicos y que, inclusive, en ocasiones coquetean con ambos sexos. “¡Es ropa para gente! Y me encanta que así sea, porque cuando hago este tipo de cosas busco que no haya prohibiciones”, sostuvo y reveló que en paralelo comenzó con los preparativos para lo que será su primer Luna Park (14/03). “Al ser un venue tan importante, buscaremos escalar un poco más y darle una vuelta de tuerca a lo que hicimos en el Ópera”, planteó La Jefa, que hace algunos meses agotó tres fechas en el teatro de la calle Corrientes, donde llegó con el flamante Error 93, su primer álbum. “Estoy bastante nerviosa y tranquila, porque veo un crecimiento, lento, pero sólido”, sostuvo la artista, que -tan sólo en diciembre- giró con su música por Rosario, Córdoba, Mendoza y San Juan. Además, a principio de mes lanzó “Mentiste”, el más reciente corte de Error 93 y el último que piensa sacar en 2019. “Por ahora, ya estamos de videos”, indicó, pero sostuvo que durante el verano habrá material nuevo. Consultada por Revista El Bondi sobre la posibilidad de que lo próximo sea una feat. internacional, teniendo en cuenta que subió fotos a su perfil de Instagram con el productor Tayni, la histórica Ivy Queen y la leyenda viviente Daddy Yankee, Cazzu respondió: “Puede ser que salga algo con alguno de ellos”. En el ámbito local, esta temporada dio la nota al colaborar con J Mena (“Quién empezó”) y Nicki Nicole (“Cómo dímelo”), quienes están haciendo sus primeras armas en el mundo de la música. “Jimena (Barón) es una copada, lo más. Es muy importante tener una buena onda con quien vayas a colaborar”, aseguró. Por otro lado, “Nicki apareció y nos sorprendió a todos con tanto talento y dulzura. Armó su disco (Recuerdos) y fue hermoso que me haya invitado. Yo hice lo mismo en el Ópera (NdlR: ambas interpretaron “Wapo traketero”, hit de NN), porque me encanta. Además, está bueno que la gente nos vea juntas, ya que hay una suerte de prejuicio que no podemos derribar: eso de que las mujeres compiten más entre ellas que con los hombres. Hay que alejarse de ese lugar”.
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Cronista: MAXIMILIANO NOVELLI FRUTOS Fotos : PRENSA 15 DE ENERO
GLEN MATLOCK “SID VICIOUS ME PARECiA UN IDIOTA SIMPaTICO” El histórico bajista de los Sex Pistols vuelve a la Argentina para presentar su disco Good to Go Tour el 20 de enero en Casa Rock. En esta entrevista, cuenta sus idas y vueltas en una de las bandas fundamentales de la explosión punk, su colaboración con otros referentes del género y el sueño del pibe hecho realidad. Pocas personas tuvieron la suerte de haber estado en el lugar y en el momento correctos, como le sucedió a Glen Matlock en Londres, a mediados de los ‘70. Donde tras conocer a Steve Jones y Paul Cook en el local de ropa donde trabajaba, se convirtió en el bajista fundacional de los Sex Pistols, rol que ocupó a partir de 1975. Además de componer la mayoría de las canciones que quedaron plasmadas en el único álbum de la banda insignia del punk inglés y que marcó para siempre la historia del Rock. A medida que el movimiento ganaba impulso, dentro del grupo las tensiones entre el bajista y John “Johnny Rotten” Lydon crecieron hasta volverse insoportables. Las diferencias creativas y de personalidad entre ellos, potenciadas también por su propio mánager, Malcolm McLaren, culminaban en choques cada vez más frecuentes y más virulentos. Tras regresar de un 95
concierto en Holanda, Matlock se enteró que ya estaban probando a su reemplazo, un amigo del cantante conocido como Sid Vicious. A partir de ese hecho y del caos interno ya existente, decidió abandonarlos en febrero de 1977, poco tiempo antes de que comenzaran las grabaciones de Never Mind the Bollocks, Here’s the Sex Pistols, el debut del cuarteto que vio la luz el 28 de octubre de ese año. Una vez fuera de la banda, el bajista se embarcó en una infinidad de proyectos, lo que fue una constante durante su trayectoria. El primero de ellos, casi inmediatamente después de dejar a los Pistols, fue Rich Kids, un grupo new wave de corta existencia con quienes tuvo oportunidad de grabar tres simples y un larga duración. Al año siguiente, formó parte de Vicious White Kids junto al reemplazo de su primer conjunto, Sid Vicious, sólo porque éste necesitaba dinero para viajar a Nueva York. Así, el primero se encargó de las cuatro cuerdas y el segundo estuvo en las voces. Brindaron un único recital en agosto de 1978, que afortunadamente fue grabado y posteriormente publicado. El inicio de la década de 1980 recibió al ex Pistols tocando con Iggy Pop. Ya en los ‘90, grabó dos pistas en Not of This Earth (1995), octavo registro de otro grupo histórico del género, The Damned, y se reunió con sus ex compañeros -Lydon, el guitarrista Steve Jones y el baterista Paul Cook- para realizar un tour que los trajo a Obras en 1996. Durante los primeros años del nuevo siglo, estuvo presente en otras cuatro reuniones de los Pistols, desarrolló su carrera solista en paralelo y en 2010 tuvo oportunidad de tocar con sus héroes de la adolescencia y quienes más lo influenciaron en su carrera, los Faces. Lejos de quedarse anclado en el pasado, Matlock apuesta a más y mira hacia el futuro, según confiesa a Revista El Bondi. Por eso, en septiembre editó el álbum Good to Go, con un sonido de puro rock, que lo traerá por tercera vez a nuestro país, luego de su visita en 2015. El show será el domingo 20 de enero en Casa Rock -Juan B Justo 1477, Palermo- y tocará junto a Stuka, El Niño Khayatte y Diego Piazza. -¿Cómo surgió la idea de grabar este LP? -Es bastante simple, porque continuamente tengo ideas y escribo nuevas canciones y cuando te querés dar cuenta, ya tenés la cantidad suficiente para hacer un álbum. Además, cuando tenés tantos temas dando vueltas en tu cabeza, empieza a ser difícil concentrarse en otra cosa y es ahí cuando tenés que hacer algo al respecto. Por ejemplo, grabarlas para poder limpiar el bloc de notas de tu mente y así dejar más espacio para nuevos pensamientos e ideas. -Tal como en tu anterior visita, vas a tocar con Stuka. ¿Cómo es tu vínculo con él? -Cuando vine anteriormente, fue la primera vez que nos conocimos porque nos reunieron, por decirlo de alguna manera, pero en aquella oportunidad me di cuenta de que es un gran tipo y un guitarrista, no sólo dentro del punk, sino en un sentido más amplio del rock and roll. Cuando surgió este viaje, no dudé en preguntar si él consideraría tocar de nuevo acá. Nos mantuvimos en contacto y nos encontramos cuando hace un tiempo atrás estuvo en Londres , ahora tengo el honor de que quiera tocar conmigo nuevamente. -¿Qué sentís cuando tocás canciones de los Sex Pistols hoy en día? ¿Es algo que te piden los fans? -No soy un tipo que se levanta a la mañana con ganas de tocar sus canciones, pero sé que a los fanáticos les encanta escucharlas después de todos estos años y en el momento de tocar, me interiorizo con ellas como si fueran nuevas. Lo único que pasa es que tener que ensayarlas con gente diferente a veces me cansa un poco pero tengo que (y puedo) lidiar con eso. -¿Por qué razones considerás que los Pistols tuvieron una influencia tan grande en el rock? -Porque aparecimos en un momento que es muy difícil de replicar. Teníamos algo para decir y 96
fue un período en el que un montón de cosas confluyeron para que así suceda. Arte, diseño gráfico, música y actitud, que fueron mucho más que una simple suma de cada una de esas partes. -Después de todos estos años, ¿qué pensás sobre esas versiones que cuestionaban tu rol como compositor en los Pistols? -No veo ninguna controversia, sé lo que hice y lo sostengo con firmeza. -¿Qué aspectos cambiaron desde aquellos años hasta las posteriores reuniones en los 90 y 2000? -Bueno, las cosas nunca hubiesen sido exactamente iguales, todos entendimos eso. Dado el contexto en el que la gente quería escucharnos, pensamos en darles el gusto a través del consenso que logramos entre nosotros. Las personas no vendrían a ver los shows si fuesen una basura. ¡Esa noticia se esparciría por todos lados! -¿Hay posibilidades de que se junten nuevamente en el corto plazo? -Por el momento no parece haber chances de que eso ocurra. Yo les recomiendo que vayan a ver a cada uno de nosotros individualmente cuando se dé la oportunidad. -¿Qué cosas recordás de trabajar con Sid Vicious en la misma banda? -Fue algo divertido y fuera de lo común. Él era un buen frontman, podía cantar un Rock and Roll pasable, tenía un buen corte de pelo, pero no estaba en la misma liga que John (Lydon) en absoluto. Básicamente, me parecía un idiota simpático. -¿Cómo fue grabar y salir de gira con Iggy Pop? -Fue fantástico, Iggy estaba en el punto más alto de su carrera cuando trabajé con él (y todavía lo está). Fue muy profesional pero intransigente, no obstante, me siento muy honrado de que me invitó a tocar el bajo y coescribir con él. -Faces fue una gran influencia para vos, ¿qué significó haber tocado con ellos? -Ellos fueron y todavía son mi banda favorita. Tenían esa actitud de que no les importaba nada y tuvieron una gran influencia en lo que después fue el punk, tocaban con tanto sentimiento que eran grandiosos y tenían mucho estilo. No había nada que no me gustara. Además, ¡pagaban muy bien! (risas). -Dado lo extenso de tu carrera musical, ¿qué balance hacés del pasado y del presente? -Sólo trato de seguir avanzando y de vivir en el momento sin atarme al pasado. De esa manera, mantengo la mirada firme en el futuro. -¿La música es igual de importante para vos en la actualidad? -Sí, aunque no puedo evitar que sea levemente diferente con el paso del tiempo. Hacer música es lo que me define y si digo que soy músico pero no toco nada, sería un farsante de mierda. ¡Todo lo que no soy!
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An Ca Sin guillotina no hay revolución. El tiempo viene envuelto en plástico fino, el mismo tiempo que se encargó de acercar el amor al ibuprofeno, y de transformar -desde hace varias décadas- a Andrés Calamaro en un consagrado músico, poeta, torero y bandido. Luego de facturar incontables hits, de haber ganado y renunciado al cinturón de campeón, de reinventarse en un regreso con gloria y de revisitar los géneros musicales que lo marcaron, El Salmón se mira al espejo en Cargar La Suerte (2018), donde, a esta altura de su carrera, sólo puede medirse consigo mismo. En las doce canciones que conforman su nueva placa, Andrés se muestra en perfecta forma musical y revalida títulos homenajeando su propio universo: repasa la vida de sus amigos delincuentes y desafía la corrección política en “My mafia”, gambetea el desarraigo tanto en “Voy a Volver” como en “Cuarteles de invierno” y exhibe su cotidianeidad madura en “Diego Armando Canciones”, un nuevo guiño a su relación con el Diez. 98
"EL ARTE PROVOCA Y OFENDE, NI SIQUIERA ESTa PROHIBIDO EL MAL GUSTO"
ndrés alamaro
Lejos de aquellos tiempos de introspección deepcamboyana, la publicación de su decimoquinto disco de estudio encuentra a un Salmón a corazón abierto, tanto en redes sociales como en su programa de radio “La hora de los magos”, y ese espíritu se refleja en esta charla profunda y filosa con Revista El Bondi. Aquí, el cantor analiza la elegancia instrumental y la nostalgia sazonada de su nueva placa, cita a Nietzsche y a Shopenhauer, menciona al pasar a Flema y a Walt Disney y lanza un mensaje desde las entrañas que pudiese haber sido firmado por el mismo Charles Bukowski: “Voy a seguir escribiendo hasta que la propia poesía me exponga y me expulse”. -El título del disco refiere a la tauromaquia y en “My Mafia” hacés un elogio de tus amigos que viven fuera de la ley. ¿Creés que hay un límite en el rock para la (in)corrección política? -Nietzsche dice que el delincuente es el hombre fuerte en condiciones desfavorables. Ya atentaron contra una revista de sátira política en Francia, y hubo muertos. Se supone que existen límite legales, como “la incitación al odio, la violencia y el racismo”. Pero someter a las metáforas al código penal me parece demasiado. Tenemos tradición punk y cultura de Rock, no estamos hechos para agradar a
todo el mundo. Hasta el arte provoca y ofende. Ni siquiera está prohibido el mal gusto. -¿Podemos pensar a Diego Armando Canciones como otro alter ego en tu trayectoria? ¿Cómo se llevaría con El Salmón? -Diego es un icono cultural del siglo veinte. Además de su insólito talento para ofrecer un fútbol de fantasía, eficaz y bonito, que conquistó más sonrisas que Walt Disney. Es el alter ego de Carlos Gardel. Cuando pensamos en Maradona, o en El Salmón, pensamos en “la dirección contraria, nadar contra la corriente, la dirección difícil”; pero es el sacrificio del salmón el de las proporciones bíblicas. Y el de todos los salmones que nunca llegan. Maradona hay uno solo y es mi amigo. Y respeto las jerarquías. -Por momentos el disco rueda sobre el concepto del desarraigo, en temas como “Voy a Volver” o en “Cuarteles de invierno”. ¿Cómo convive el artista con ese estar y a la vez no estar en su lugar de origen? 99
-Lo mío no es un desarraigo sencillo ni trágico. Pertenezco a Buenos Aires, Argentina, a Latinoamérica, y también a España. Y nos pertenecemos con mi pueblo y con todos los pueblos. Como decía Schopenhauer: “Cada pueblo. La soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes”. -¿Con todo tu bagaje arriba del escenario, los conciertos hoy en día se viven de una forma especial? -Cantar en vivo es algo que hacemos para los públicos, para esas personas. Un concierto es una serie de responsabilidades que compartimos con músicos, operadores, asistentes y personal de producción. Disfrutamos cuando terminamos un buen recital y nos sentamos a cenar todos juntos. Las giras nos eligen para “nuestro sacrificio, no para nuestra vanidad”. -¿Estás listo para tocar los temas de “Cargar la suerte”? -Digamos que quiero cantar estas canciones de nuevo, o puedo cantarlas. Ya siento que estoy radiante por volver. Vivir para cantarlo.
Uniendo las partes rotas Luego del éxito monumental a toda escala de Alta Suciedad en 1997 - el regreso del hijo pródigo-, y la gira de presentación de su sucesor, Honestidad Brutal (1999) -recibido como un hermano bastardo en su momento, reivindicado con el paso del tiempo-, Calamaro le puso un freno a su exposición y se guardó de los conciertos, mientras puertas adentro gestaba la epopeya de El Salmón. Fueron casi cinco años sin pisar un escenario, ese viejo amigo al que fue recuperando poco a poco, con el sostén Bersuit como banda de compañía. «Fue algo muy grande, tuvimos apenas tiempo para contemplar la grande generosidad de los chicos», recuerda con gratitud Andrés. La historia es conocida: una actuación en el Cosquín Rock para calentar motores y la serie de shows en el Luna Park que quedaron documentados en el álbum El regreso. -¿Cómo recordás aquel proceso? Volvías a los escenarios con Bersuit en el pico de su popularidad. -Todos los días me pasaban a buscar por mi casa, ensayábamos y me traían de vuelta. Me reconstruyeron de a poco, me hicieron volver a cantar, salir a la ruta, formar parte de una familia de hermanos y recuperarme para poder ofrecer recitales completos. Lo que hicieron conmigo fue milagroso. -A menudo aparece tu rol de intérprete de otros artistas. ¿Cómo se relaciona esa faceta con tu carrera profesional? -Es como ir a la universidad. Interpretar es fundamental, además no tengo plan B. Ejecutar canciones de otros autores es fascinante, importante y placentero. Es, al decir del tango: “como una escuela de todas las cosas”. -Artistas como el Indio Solari o Adrián Dárgelos declararon que no tenían ganas de explicar las letras de sus canciones. ¿A vos te pasa algo similar y preferís que las interprete el soberano? -Si realmente escuchamos un disco, o a un artista, lo escuchamos muchas veces o toda la vida y a veces entendemos lo que la letra nos dice. Los textos se transfieren con cierta cordialidad porque son parte de la música. Es letra y música, no “letra o música”. Entiendo que el público 100
de Indio, como el de Adrián, tampoco reclaman explicaciones. Nosotros terminamos de grabar un disco y, mayormente, “abandonamos el barco”. Hay algo que ya no nos pertenece. Alguna de las canciones de este disco ya tienen nuevos significados, nuevas posibles lecturas. No es lo mismo escuchar una canción en la cárcel, que escucharla en el coche con la ventana abierta. El Tránsito Lento de aquellos privados de libertad o techo. Nuestro Tránsito Violento. -Cuando eras un artista top en ventas desafiaste la industria del disco tal como la conocíamos. ¿Qué significaría una obra como El Salmón en tiempos de Spotify? ¿Cuál creés que sería una actitud revolucionaria en este panorama de la industria? -El Salmón en Spotify no ocupa espacio. Puede verse como un libro con más páginas. La industria y la escena musical no son la misma cosa. Ritmos de moda, genéricos, se instalaron automáticamente como música popular, como si nadie hubiera elegido escucharlos, pero todo el mundo los escucha y los consume. La escena musical ofrece descubrimientos permanentes, algunos de impacto mundial. Pero la música no es “nueva” ni es “vieja”, nunca envejece o se olvida. Duane Allman sigue siendo un artista cultural, como Flema o Ismael Rivera. -Siempre hablaste muy bien de Kanye West ¿creés que el hip hop siguió adelante mientras que el rock sigue mirando por el espejo retrovisor? -Es verdad que los artistas de Hip Hop son más que letristas o poetas. Me gusta toda la historia del Hip Hop pero ellos rompen el molde. Kanye West rompió los esquemas con Yeezus (2013). Un álbum que no responde al swing, ni al sonido, ni a los estatutos del Hip Hop clásico. Hay algunos artistas que reinventan el estilo y el formato. Están encontrando cosas nuevas todo el tiempo. Ocurre que el rock recurre a la vanguardia con frecuencia, se permite ese coqueteo. Pero también al respeto por los sonidos clásicos y el arte de raíces. El rock es adulto, no se puede llegar primero a los lugares adonde llegó Lou Reed hace 45 años. -Tenés mucha presencia en las redes sociales dialogando sobre música, fútbol, boxeo. Muchos artistas las cuestionan por el hecho de que “cualquiera” critica su trabajo. ¿Vos entendiste el juego o hacés oídos sordos a las críticas? Hay una pista en “Las Rimas”, cuando cantás: “Respetamos al que sabe respetar naturalmente /Y toleramos al que piensa diferente”. -Soy torpe en Internet, nunca aprendí a manejarme, de momento son tres o cuatro aplicaciones al mismo tiempo. Sé que hay asuntos que van a generar discusiones, una frase mal redactada puede mal interpretarse, y los algoritmos prefieren los malos entendidos. No importa demasiado una opinión política o un desacuerdo moral, la diferencia la hacen los que no tienen nada, ni techo, ni comida, ni inodoros. Los de abajo.
Cronista: sergio visciglia - pablo andisco - fernando canales Fotos : PRENSA 30 DE ENERO
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DEEP SEA ARCADE
“NOS SENTIMOS EN UNA MISIoN DE INTERCAMBIO” La banda australiana Deep Sea Arcade, estuvo brevemente de visita por nuestro país, donde Nic McKenzie y Nick Weaver presentaron algunas de las canciones de su más reciente disco “Backlight” y hablaron con Revista El Bondi. Nic McKenzie y Nick Weaver, integrantes de Deep Sea Arcade, conversaron con Revista El Bondi sobre su último trabajo discográfico, los conceptos artísticos que volcaron en él a la hora de la grabación y acerca de la grata sorpresa que le produjeron varias de las bandas que tuvieron la oportunidad de conocer en su fugaz paso por sudamérica. -Hablemos sobre el proceso de grabación de “Backlight”, trabajaron con el productor e ingeniero de sonido Eric J. ¿Qué fue lo que él le agrego a su sonido? -Nic McKenzie: Eric J es un productor de música dance y rock, que trabajó con The Chemical Brothers, Weezer y Chet Faker, entre otros. Él es muy conocido por su trabajo en música electrónica; nosotros lo conocimos en 2014 y le dijimos que queríamos hacer un disco de Rock n Roll pero incorporando composiciones que tengan un sonido más electrónico, una paleta oscura de ese sonido, y él nos dijo que le gustaban las canciones y los demos: “déjenme que los ayude a potenciar su sonido”, nos manifestó. 102
-¿Y sintieron que lo logró? -NMK: -Colaboró con nosotros en tres canciones, donde realmente nos ayudó a encontrar todos los sonidos correctos de sintetizador, los tonos para la guitarra. Nos hizo conocer los sonidos ideales e interesantes de plugins y esas cosas que nosotros luego pusimos en práctica en nuestro propio estudio. Luego, le llevamos las grabaciones y él hizo las mezclas, fue muy instrumental creando la paleta y la sensación del sonido final de nuestro disco. -Ese cambio en el sonido es muy notorio entre su 1er disco y este. NMK: -Absolutamente, porque paso mucho tiempo entre estos discos, y siempre hay cosas diferentes que suceden y queríamos estar seguros de que ese cambio en el tiempo se note. -Tienen muchas letras que hablan sobre el desamor, las relaciones humanas. ¿Cuáles fueron los cambios compositivos en términos de escritura entre este disco y “Outlands”(2012) ? NMK: -Durante el principio del disco, conocí una chica, nos pusimos a salir y tuvimos una relación hermosa; pero, en un momento, simplemente nos distanciamos y -desde la escritura- quise expresar ese viaje, esa sensación que sentís cuando dos personas se dejan de querer, o en este caso una sola (risas), y ese amor no correspondido es sin dudas lo que te inspira y permite escribir. -Funciona como un hilo conductor entonces. NMK: -Es el tema que, de cierta manera, conecta el álbum de muchas maneras posibles; además, hay canciones sobre el post amor, de cuando conoces a alguien más después de esa relación, y es como un rio en términos de narrativa, es otro viaje diferente sobre mis experiencias. -Sólo por curiosidad, ¿supiste como siguió la vida de tu musa en este trabajo? NMK: -Si, es interesante ver como los dos crecimos y nos transformamos a través de esa ruptura. Cada uno creció a su modo, aprendimos a ser mejores versiones de nosotros mismos, pero fue un proceso muy duro; es difícil escuchar a la persona que amas decirte como debes ser mejor y cambiar. Por eso estoy super agradecido con ella, porque pienso que ahora estoy en un mejor lugar que cuando la conocí por primera vez. -Hablemos del nombre del disco: “Backlight” NMK: -No me acuerdo exactamente cuando pero, me compre un libro sobre posters blacklight, que son imágenes iluminadas con luz UV. (NdeR: un poster backlight es una imagen que oscura con dibujos hechos en colores fluo que brillan en la oscuridad bajo una luz ultravioleta). -Claro, pero uno mira la gráfica del disco, y si bien es oscura, hay un auto con luces encendidas. NMK: -¡Claro! ¿Acaso no se puede? (risas) Este disco es sobre estos posters que brillan solo con esta luz, pero en su mayoría son oscuros. Es oscuridad pero con colores vibrantes, y, en lo personal, siento que hay una gran oscuridad en el disco pero a la vez es vibrante. Nick Weaver: -Es algo luminoso con lo que podes bailar, esa luz es la que le da sentido. -Entonces, ¿podríamos decir que esto también fue parte del concepto creativo del álbum? NMK: -Tiene sentido…es como cuando ves imágenes y las asocias a sensaciones, son emocionales, los tonos se relacionan con tus sentimientos. La sensación que percibo en todo es oscuridad, pero hay brillo en esa oscuridad, colores, melodías y también hay una belleza en todo eso, creo que se siente de ese modo. La música es como cuando miras esos posters fluo/blacklight; estaba este libro que me compré y se transformó en un tema en el que estaba interesado -en términos de artísticos- y diseñe la tapa, todas las hojas del arte interior. Para mí, fue permanecer verdadero sobre las sensaciones emocionales de la música a través de un sentido visual. -¿Cómo se relacionan con las nuevas plataformas de streaming y las formas de consumir música? NMK: -Creo que cuando pensamos en Spotify, debemos reconocer que ha abierto muchos espacios y te103
mas para los músicos; de hecho, nuestra música llega de ese modo a Sudamérica y la gente tiene acceso a nosotros. Lo que más me gusta de las plataformas de streaming son los podcast. Me gusta que las personas puedan vivir y trabajar haciéndolos, hay un montón de plataformas y suscriptores, y gente que paga por escucharlos. Creo que seguimos evolucionando. Spotify solo tiene 2 o 3 años, y hay mucho más alcance aún por lograr, deberían tener un sistema de “propinas”, si alguien escucha una canción más de 10 veces, deberían tener una opción, si ellos quieren, de contribuir con el artista, y eso algo que deseo, podamos ver en el futuro. -El proceso de grabación en el estudio es muy diferente de lo que podemos ver cuando tocan en vivo. ¿Por qué se da de ese modo? NW: -Con la banda completa sonamos más rock&roll. Siempre somos una banda de cinco piezas cuando tocamos en vivo, pero las grabaciones son más metódicas y queremos ver como es el sonido cuando trabajas con pocas personas; por eso somos Nik y yo junto a una banda de músicos que realmente amamos y con los que nos gusta colaborar. En vivo, cuando tenes baterías y al público frente a vos, el rock se nos inyecta. NMK: -Es así, somos una banda de rock. Un grupo de músicos, que siempre seran eso eso; creo que, en este tour en particular, vinimos como un trio, pero eso fue porque tomamos una decisión desde lo económico, aunque -cuando regresemos- lo haremos como una banda de cinco miembros. -Ya que estamos hablando de su mini tour, tocaron en Bs. As, Chile y van a tocar en Brasil… NMK: -Queremos volver, dar nuestra versión extensa del show, que es lo que hacemos en Australia y otros lugares del mundo. NW: -Los shows fueron geniales, todos los lugares donde tocamos. Chile fue hermoso, en Argentina fue todo muy profesional; el público es muy efusivo, es muy lindo tocar para el público sudamericano y esperamos que en Brasil sea igual. -¿Qué es lo que más les gusta de tocar por estas latitudes? NMK: -El público es muy atento, y la gente con la que hemos trabajando -los técnicos de sonido- aman la música y trabajan muy duro, lo cual hizo que todo se convierta en una experiencia placentera. Nos sentimos en una misión de intercambio, ustedes han estado trayendo bandas de otras partes del mundo a tocar aquí, y han estado haciéndolo en estos dos últimos años y es un mercado que ha estado abrazando otra música, otras ideas y otras culturas, incorporando conceptos de otros lados en su propia música. -¿Hubo alguna banda que les haya llamado la atención? -NMK: -Si, hay algunas que vi cuando estaba aquí y otras en Chile que me impresionaron, (sacan una lista anotada) Columpios al suelo, Los Barbara Blade, que fue la más interesante, porque tomaban todas estas ideas musicales que he escuchado antes pero que las fusionaban con estos increíbles sonidos de Latinoamérica; las incorporaban de un modo interesante. Las baterías y el bajo hacían ritmos bien autóctonos, y las guitarras y los sintetizadores utilizaban sonidos inspirados de otros lugares; cuando los escuche, sentí que quería ir a casa y escribir música así. Usar esos sonidos, fue realmente inspirador. Lo que me pregunto es como serán los sonidos si seguimos abriéndonos así de aquí a 4 o 5 años, bandas de Canadá, Australia y Sudamérica, como nos vamos a influenciar, me da curiosidad, me inspira.
Cronista/ Fotos : ANABELLA REGGIANI 20 DE ENERO
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JOXEMI: "HAY DEMASIADA DESINFORMACIoN, UN CoCTEL DE BANALIDAD Y CACA EN LA TV" Cronista: FERNANDA MIGUEL Fotos: PRENSA 23 DE ENERO
Ska-P volvió y Revista El Bondi habló con su guitarrista acerca de su nuevo disco Game Over, las presentaciones en Argentina y sobre el mundo patas para arriba.
Ante cada acto de injusticia en el planeta tierra, en el inconsciente colectivo y punkero titilaba el “seguro Ska-P va a cantar sobre esto”. Su “despedida”, en el año 2014, no había sido más que un “hasta luego”. Pero antes de esa explosión lírica y musical que sería Game Over (2018), en el medio pasaron cosas: por un lado Pipi -uno de los históricos- se fue de la banda y continuó con su proyecto The Locos. Más adelante, el vocalista Pulpul fue diagnosticado con tinnitus, una enfermedad auditiva que lo alejó de los escenarios un largo tiempo, como en su momento les pasó a Eric Clapton y Phil Collins. Pero a principios de 2018 todo comenzó a cambiar cuando se lo vio al cantante grabando a toda máquina lo que serían los adelantos de la nueva placa. El regreso de los vallecanos era una realidad. Sin embargo los problemas persistieron. En medio de la producción hubo un traspié con la salud del baterista Luismi, quien sufrió un infarto. En su lugar se encuentra Iván “Güevo” Pozuelo. “Él ha terminado de hacer el trabajo que quedaba para tener las canciones preparadas para la grabación y lo ha hecho con la gran profesionalidad que le caracteriza y con todo el amor que le cabe en ese gran corazón. Conozco pocas personas que reúnan tantos valores y cualidades como las que a él le acompañan. Es un gran artista y una maravillosa persona, un ser de luz que se agradece tener siempre cerca”, declaró Luismi en un comunicado. Para octubre el disco ya estaba en la calle y según confesó a Revista El Bondi el propio guitarrista José Miguel Redin -o Joxemi-, “El proceso fue fácil. Pulpul ya tenía todas las canciones compuestas, junto con una de mi autoría. Sólo tuvimos que ensayarlas y grabar”. Presentando sus credenciales, el violero aclara: “Digna respuesta de alguien que transita los escenarios hace más de 20 años.” (risas). -Este disco en su tapa, en su título y en la canción “Jaque al Rey”, hace referencia a la monarquía española. ¿Creen que en los últimos tiempos este tipo de representación está perdiendo fuerza? -Esto no es Francia donde decapitaron a su rey ¡Esto es España donde quisieron que un rey ladrón y traidor volviese a gobernar al grito de “vivan las cadenas”! 105
-¿Cuál es la visión que tiene el español promedio respecto a esto? -El español promedio no tengo ni idea qué visión tiene. Creo que ve demasiado fútbol y demasiados estúpidos programas de tele como para poder tener una visión clara, respecto a lo que sea. Sólo sé que vuelve la ultraderecha y puede ser en parte debido a ésto: demasiada desinformación, junto a un cóctel de banalidad y caca en la TV. -¿Sucede lo mismo con las otras monarquías que hay en Europa? -¡Ni idea! Lo que hagan otros pueblos con su ojete es cosa suya…(risas) -Siguiendo con el tema: Valtonyc -rapero-, Pablo Hasel -poeta- y Evaristo -ex vocalista de La Polla Records- fueron perseguidos y condenados por cantar o manifestarse en contra de la monarquía. ¿Cómo repercutieron estos casos en ustedes? -Siempre hemos sido ignorados por la prensa, que es un modo fácil y limpio de censura. Seguimos cantando sobre estos temas con el compromiso y claridad de siempre, usando las palabras del diccionario, para no ponérselo fácil a los que te pueden joder. -En lo particular, ¿han tenido problemas de censura? -Aparte de una denuncia de un cura por blasfemar y alguna pintada de ultraderecha en algún concierto, por ahora no. -Ustedes están en los escenarios desde mitad de los ‘90, ¿cómo perciben el mundo de hoy comparado con ese al que le cantaban al principio de la carrera? - Igual o peor. Gracias a la crisis se perdieron muchos de los derechos adquiridos tras años de lucha. Ahora la gente trabaja más, en peores condiciones y cobra menos. -Yendo a Latinoamérica, en los últimos años se ha generado un vuelco hacia la derecha en muchos países. Para ustedes que mantienen un vínculo muy estrecho con la región, ¿era algo predecible? -El mundo y la política son algo cíclico. Cuando pasan determinados años, siempre vuelven a ocurrir las mismas cosas. Ahora regresa la ultraderecha y trae consigo todo lo malo. Me temo lo peor. -Siempre cantaron en contra del machismo, aprovechando que en Game Over aparece “Brave Girls”, ¿cómo ven el avance del movimiento feminista que se está expandiendo por toda Latinoamérica? -¡Ya era hora! Imagino que la religión tiene mucho que ver con que se haya demorado en llegar a esta instancia. Ellos son los encargados de mantener a la gente creyendo en tonterías en lugar de preocuparse por tener un mundo mejor y más justo. ¡Esperemos que gracias a esta lucha las cosas cambien! -En España hubo un gran levantamiento feminista luego de la sentencia por el caso de La Manada (nombre por el que se conoce el caso de abuso sexual acontecido en Navarra). ¿Fue un antes y un después para la lucha por parte de las españolas o ya hubo otros casos/ hechos que resonaron de la misma forma? -Pues sí. Todo empezó aquí, en Pamplona donde yo vivo. Es un placer ver a tanta gente salir a la calle para hacerse oír. Al menos por una vez he visto a la gente reaccionar. Hay que acabar con la cultura de la violación y la utilización femenina.
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Cronista: MAXIMILIANO NOVELLI FRUTOS Fotos : PRENSA 18 de febrero
POSEIDoTICA
“ESTAMOS COMPROMETIDOS Y NOS ADAPTAMOS SABIENDO QUE SON TIEMPOS DIFiCILES” Poseidótica se prepara para la segunda edición del festival Concrete Jams en la que compartirán escenario con Carca, Knei, Sentidos Alterados y Piba. Una súper fecha en The Roxy Live. Cerca de veinte años pasaron desde el big bang que dio origen a Poseidótica. A partir de entonces su rock expansivo, como sus integrantes lo denominan, no ha hecho otra cosa más que continuar esa trayectoria, con cuatro hitos que exponen a la perfección la constante evolución del grupo. La travesía, cual viaje intergaláctico, los llevó por los sonidos más diversos y les permitió darse el lujo de armar sus propios festivales en los cuales ofician de curadores para ofrecer al público un abanico de bandas tan amplio como el mismo universo musical. Es sabido que tanto su obra como sus actuaciones en vivo poseen una capacidad para contrastar el caos con la introspección de quien escucha que casi no tiene parangón en la escena local. En la previa a su próxima fecha en el famoso predio de Palermo, Santiago Rúa -guitarra- y Martín Rodríguez -bajo- cuentan a Revista El Bondi cómo sigue ese viaje, que incluye visitas a otros países, reflexiones sobre el under, qué ocurrió con el Poseidomo y adelantan que “hay actividad y por suerte varias propuestas, va a ser un año bastante activo”, según comenta el bajista.
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-¿Cómo se preparan para el show que se viene? Santiago Rúa: -Hace unas semanas nos pusimos a ensayar para el show porque también tenemos composiciones nuevas. Estamos buscando el espacio para el ensayo de la fecha y hay un par de sorpresas para este show en particular que también nos motivan y con muchas ganas de arrancar el año. Es nuestro primer recital acá y está bueno empezar el año con un fechón como éste. Martín Rodríguez: -Es una noche importante, va a tener una lista de festival que ya armamos y estamos buscándole la vuelta para sumar algunos temas que no tocamos tan seguido. Cuando uno piensa en un espectáculo más compacto, vamos con algo más shockeante y más arriba sin perder el sello nuestro, que es esa dinámica entre momentos más salvajes y otros un poco más reposados. -Durante enero hicieron una gira en Chile, ¿cómo vivieron esa experiencia? MR: -Fue la primera visita a ese país, hicimos tres fechas con una banda de allá, Los Tábanos Experience y Ayermaniana -esta última es argentina-, en Santiago, después en Concepción y el cierre fue en el Woodstaco. Es un festival impresionante que se hace en el medio de la montaña y tiene una producción de cinco escenarios con una movida alternativa que no es como los festivales mainstream de acá. Nos pidieron volver y en agosto está previsto que regresemos. Fue muy constructivo porque sirve para refrescar energías, conocer otros públicos y colegas. -Volviendo a la Argentina, ¿es más difícil organizar festivales hoy que antes? SR: -Sí, es más difícil hoy que hace un año atrás, es una realidad que no nos es ajena. La coyuntura nos lleva a tocar a otro país donde, por ejemplo, es más accesible para el lugar que te recibe poder financiar tus gastos. MR: -Ahora está todo mucho más deprimido económica y socialmente. Siempre fuimos muy considerados con el tema del precio de la entrada, incluso a veces nos planteamos que estábamos haciendo un show -como fueron los temáticos de 2017- que tuvieron una puesta en escena de mucha plata con precios de tickets muy económicos. Pero lo hicimos porque creemos que el público valora eso y es como un gesto que uno hace dentro de una condición humana que va más allá de lo artístico, tenemos un compromiso con la gente y la vida. -¿Han muerto el rock y el under? SR: -Nosotros lo vivimos muy de cerca y somos personas que van a ver bandas. Por eso, me parece que no murieron. Yo veo una escena activa, de distintos estilos y conjuntos que salen a tocar. El que dice que murió el rock seguramente es una persona que no va a recitales. El otro día, en un bar de Villa Crespo había 150 personas mirando tres grupos. Eso te demuestra que es algo súper under y está más vivo que nunca. MR: -Evidentemente es así, hay bandas tocando permanentemente en todos lados. Pero es verdad que la crisis afecta desde los artistas más convocantes a los más chicos. Hay que adaptarse y seguir buscando estrategias y continuar generando música. Estamos comprometidos con la realidad y nos adaptamos sabiendo que son tiempos difíciles en los que menos gente va a los shows. Esto que se dice: “el rock ha muerto y ahora lo que va es el trap o el reggaetón”, va más allá de nosotros. A nosotros nos gusta hacer esta música. -¿Cómo viene el disco nuevo? MR: -Estamos componiendo nuevo material, en el show del Vorterix vamos a estrenar por lo menos un tema nuevo. Estamos en plena exploración hace varios meses y a partir de fines del año pasado ya nos pusimos a concretar las canciones, pero como estamos en una búsqueda de nuevos sonidos y texturas, a veces uno puede pensar el tema para el vivo, que obviamente es un formato distinto que para un disco. SR: -Por el desarrollo de la canción... 108
MR: -Exacto, podríamos armar uno totalmente ambient -que nos encantaría- pero salir a tocar algo así no es tan sencillo porque necesitás la predisposición del público. Hay ganas de grabar en abril y sacar un simple de dos temas. Nos encantaría que tengamos un disco nuevo este 2019 pero tampoco tenemos apuro porque sabemos que vamos a hacer varios shows, lo que nos quita mucho tiempo de ensayo debido a que somos una banda que cada fecha se la toma muy en serio y queremos seguir adelante con eso. Hay un objetivo claro y muchas ideas, eso es lo más importante. -¿Se complejizó su manera de componer a través del tiempo? SR: -Durante los últimos dos años estuvimos debatiendo eso, cómo vamos a encarar el disco nuevo, lo que hacemos y dejamos de hacer. Optamos por experimentar con instrumentos que no tocamos nosotros, otros colores y texturas diferentes, se compone en base a sonidos distintos. Estamos contentos cómo sale, es un planeta nuevo para nosotros. -¿Qué piensan acerca de publicar un disco doble? MR: -La idea era hacer uno ambient y otro súper agresivo que iba a hacer casi punk-metal contestatario. Tuvimos ese proyecto de hacer los dos extremos, pero resultó ser delirante porque nos preguntamos qué objetivo tenía. SR: -Nos dimos cuenta cómo corren los tiempos y nuestras propias limitaciones. La ansiedad de querer sacar algo, pensamos en publicar simples como un ejercicio de grabar y mostrar una novedad a ver qué le pasa a la gente con lo que estamos haciendo ahora. Estaría bueno hacer uno doble. -Pascuas Paganas (2018) lo publicaron en cassette. ¿Volverían a hacer una edición similar con el próximo trabajo? SR: -Sí, es muy posible que tenga su edición en ese soporte. Fue un formato que nos gustó, tal vez tardamos un poco en lograrlo, pero con el show de Pascuas Profanas nos pareció una oportunidad muy copada para investigar y salió muy bien. Y nosotros escuchábamos cassette. MR: -Tiene un lado muy encantador porque nacimos con ellos. Yo soy fetichista de los formatos, hasta pensamos en algún momento hacer un box set con toda nuestra discografía en cassette. Ahora vamos por el simple de vinilo de 7 pulgadas con el adelanto de esas dos canciones y seguramente con el disco veremos cuáles son los formatos de acuerdo a presupuestos, a sellos interesados y nuestras propias ganas. -¿Cómo evolucionó el Poseidomo? SR: -Es un proyecto de salas de ensayo gigante para nosotros que evolucionó bien. Hay un estudio donde ensayan otras bandas y nosotros también. Fue una vuelta de rosca para tratar que Poseidótica sobreviva y tener nuestro espacio. Es un proyecto ambicioso que lo armamos a medida y estamos muy cómodos. Ahora estamos del otro lado del mostrador, porque nosotros somos músicos y sabemos lo que necesitan. No es un proyecto puramente comercial porque el espacio genera onda y también nos enriquece por otro lado, no ganamos plata con esto. Somos comerciantes malísimos. (Risas). MR: -Fue una necesidad porque hacía años que ya alquilábamos salas por mes, en lugares donde pagábamos cada vez era más caro por un espacio feo, con poco mantenimiento y que, en definitiva, no nos gustaba. Actualmente es casi como tener dos bandas, pero al mismo tiempo nos unió, lo manejamos muy a nuestro estilo y responsablemente. El fin es autosustentable, que por ahora está logrado más allá de que siempre es una inversión, pero también nos da nuestras satisfacciones y tener nuestro propio espacio es algo único. De hecho, la idea es utilizarlo como estudio de grabación con algunos fierros extra y centralizar todo ahí. SR: -Hoy es nuestra casa, básicamente.
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“NO HAY DIFERENCIA ALGUNA ENTRE FOTOGRAFIAR A CHARLY GARCiA O PAUL MCCARTNEY”
SCARLET PAGE La fotógrafa -hija del líder de Led Zeppelin, Jimmy Page- expone por primera vez en el exterior Resonators, su exposición de retratos de los mejores guitarristas del mundo. Scarlet Page recorrió el mundo durante 2 años para el proyecto que reúne 32 íntimas fotografías de los guitarristas con sus instrumentos, entre los que se encuentran Robert Fripp, Mark Knopfler, Paul Weller y Noel Gallagher, y ahora también a Charly García, Juanse, David Lebón, Lucrecia López Sanz, Walter Giardino, Botafogo y Kubero Díaz para la exposición en FoLa (fototeca latinoamericana). -¿Qué te llama la atención de capturar artistas con sus guitarras, y la intimidad que eso supone? -Para Resonators decidí tomar fotos de los artistas con sus guitarras porque quería hacerlos sentir lo más cómodos posibles. Creo que sus guitarras son el objeto número uno de sus vidas; en lo personal, odio que me saquen fotos entonces, asumo que todos los demás lo odian también, por lo que cuando hago una sesión intento que sea lo menos dolorosa y rápida posible. -¿Y cómo suelen ser las sesiones en la intimidad? -Cuando los artistas toman la guitarra es muy difícil hacer que paren de tocar. A Juanse, en un momento, le tuve que decir “okey, tenes que frenar ahora” (risas). Porque de otra manera, cuando tocan ponen como 20 caras distintas, lo que no me sirve debido a que no quiero una foto en vivo, quiero un retrato. Pero es muy bueno, les dejo hacer su cosa y después me meto de lleno. -¿Cuál es tu parte favorita del proceso? El armado de la escena, conocer al artista… -Nunca quiero preparar mucho la escena pero, sí me gusta tener una idea de dónde voy a estar haciendo la sesión, aunque trato de no pensar mucho en mis expectativas; me gusta tener química espontanea con el ar110
tista. Creo que el momento de la captura es mi parte favorita, donde solo me queda hacer lo mejor posible y tomar la mayor cantidad de fotos. También me gusta la edición posterior donde, por más de ser muy mala a la hora de tomar la decisión final, disfruto el proceso de descubrir todas las fotos que fui sacando; se siente bastante mágico. -¿Por qué quisiste agregar guitarristas argentinos a la muestra? -Al no haber exhibido en el exterior, y como el proceso de Resonators terminó en el 2014 y desde entonces no tomé más fotos para agregar a la colección, se sintió lo correcto el venir acá y volver a abrir el proyecto. Lo valida, porque estas leyendas que fotografié acá son muy importantes, y no hay diferencia alguna en fotografiarlos a ellos que fotografiar a Paul McCartney, es lo mismo, son personas muy respetadas, con las que se trata de ganar su confianza y capturar un momento para compartir. Fue una experiencia increíble. -¿Cómo fue trabajar con Charly García? -No estábamos seguros de que fuera capaz de venir pero, ¡estoy tan contenta de que lo hizo! Era muy importante que estuviese incluido. Llegó luciendo increíble, su campera, sus calzas; estaba muy cool. Charly fue encantador y tenía un muy buen espíritu. Se trajo un amplificador y tocó un par de canciones de Led Zeppelin para mí. Podía darme cuenta de que no estaba muy cómodo donde estaba sentado y no quería sacarle mucho tiempo, pero él estaba muy feliz; creo que lo disfruto mucho. -¿Sos de ponerte nerviosa cuando trabajas con súper estrellas? -Realmente no, no me pongo demasiado loca a no ser que se trate de alguien que amaba como adolescente. Me pasó con Durán Durán y fue un problema; tenía que ir al baño cada dos minutos a tomar un respiro, pero casi que no pasa. -Al ser una pacifista, ¿Cuál es tu opinión en cuanto al feminismo? -Soy feminista y, justo antes de venir para acá, estuve fotografiando a autoras y poetas feministas, entre las cuales estaba Nikkita Gill. Ella es increíble, y acaba de publicar un libro llamado “Feroces cuentos de hadas”, es una obra que trabaja con los cuentos de hadas tradicionales, pero los torna empoderantes para las chicas. Por más de que no sea para niñas pequeñas, lo estuve leyendo con mi hija y me parece muy importante. -¿Y cómo analizas la participación de las mujeres en otros ambientes laborales, como la fotografía por ejemplo? -Tristemente, cuando comencé mi carrera no habían tantas mujeres fotógrafas. Ahora hay muchas más y eso es genial; asimismo, cuando tuve a mi hija la gente asumió que no estaba sacando más fotos. Es difícil ser mamá y trabajar por cuenta propia, porque no sabes cuándo vas a estar trabajando y cuando tenés que estar organizando tareas de cuidado. Es duro, pero se puede; las mujeres somos increíbles. -Entonces sentís que hay un avance mayor de la mujer en el mundo... -Cuando estaba haciendo la primera parte de Resonators me fue muy difícil encontrar mujeres pero, ahora hay muchas más en mi radar que me encantaría que estén en la colección. Artistas como Courtney Barnett o St. Vincent son muy talentosas y desearía incorporarlas al trabajo. Pero sí, es muy importante para mí, y siento que el mundo, inclusive en mi carrera, está cambiando y continúa poniéndose más positivo.
Cronista: LUCIA RENELLA / Fotos : ANABELLA REGGIANI 07 de MARZo
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“IR CONTRACORRIENTE HA SIDO UNA CONDICIoN QUE HA CARACTERIZADO NUESTRO TRABAJO”
EL ASTILLERO Desde la otra orilla del Río de la Plata, este triplo oriental presentó su último disco Cruzar la noche en los escenarios de Buenos Aires para dar a conocer no solo un material novedozo, sino una propuesta diferente. El astillero es un trío uruguayo de canta-autores e intérpretes formado en 2016 por Garo Arakelian (Garo, La Trampa), Diego Presa (Buceo Invisible) y Gonzalo Deniz (Franny Glass). El disco Cruzar la noche (2018) es su primer trabajo discográfico, en el que se mantiene la instrumentación de las tres guitarras acústicas y las tres voces equivalentes, equidistantes, distintas y una misma. De cara a una gira por Buenos Aires, que los llevará por escenarios de La Plata y luego por la Capital Federal, este singular trío rioplatense no solo conforma una particularidad sonora, sino que, desde su génesis, buscó tener identidad propia en este modo de cantautor triple que el mero identificarse con aquello establecido solo por pertenecer. Durante su paso por Argentina, El astillero invitó a Revista El Bondi a subir a bordo, levar anclas y conversar con ellos. -La banda se llama El Astillero, en relación con la construcción de barcos y a la obra de Onetti. Pero, la cosa no termina allí y, el disco fluye con canciones donde el mar, el agua y la navegación están siempre presentes. ¿Qué importancia tiene para ustedes estas cosas en sus vidas? -Desde un primer momento el tema de la historia de la ciudad estuvo presente en nuestras conversaciones. Montevideo es un puerto, y su devenir ha estado signado por este hecho. Incluso culturalmente. Los cruces culturales que conforman la amplia y particular identidad montevi112
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deana han sido definidos por el río-mar. La presencia de ese imaginario marítimo es inevitable para nosotros. -¿Cuál es la dinámica compositiva que permite a tres guitarras y tres veces fusionarse en un mismo disco? -El modo de composición de las canciones de Cruzar la noche fue nuevo para nosotros. Implicó una actitud de mucha confianza en los compañeros, ya que cada una de las doce canciones del disco fue escrita por los tres. Los tres somos, sobre todo, autores de canciones y estamos acostumbrados a una dinámica solitaria en el momento de la creación; en este recorrido, tuvimos que abrir la cancha para que la composición se convirtiera en un territorio en común. El Astillero nos obligó también a explorar en nuestras posibilidades como guitarristas e intérpretes. Cada uno debía ocupar un espacio determinado, y desempeñar un rol diferente al servicio de cada canción. -¿Cómo surgió el proyecto? -De manera casi azarosa. Invité a Garo y Gonzalo para un concierto en el Teatro Solís en mayo del 2016 sin tener un plan concreto y de largo aliento. La idea era tocar juntos esa noche y nada más; pero, a partir de la propuesta del sello Bizarro Records para grabar un disco del repertorio de ese concierto, y también por lo bien que pasamos preparando las canciones, necesitamos que esa juntada se transformara en algo más. Grabamos Sesiones, nuestro primer disco, ateniéndonos al repertorio del primer concierto: canciones de cada uno de nuestros otros proyectos, reinterpretados por el trío. Pero para que un posible camino hacia adelante tuviera sentido necesitábamos generar un cuerpo de canciones originales de El astillero. Así que ahí nace Cruzar la noche, nuestra segunda placa, que de alguna manera es la primera en donde adquirimos una voz propia y única. -¿Qué distingue aquello que es música de El Astillero y lo que componen para sus otros proyectos? -Creo que éste es un espacio con sus propias características, que difiere de lo que cada uno de nosotros hace por separado. Y tampoco es la suma de esos trabajos individuales. La esencia de música de El astillero necesita de la participación de los tres, de una forma u otra. -¿Con su estilo “canta-autor”, no sienten ir un poco a contrapelo de la proliferación del “rock uruguayo”, al menos muy exitoso en Buenos Aires? -Creo que lo de ir a contracorriente ha sido una condición, no buscada, por cierto, que ha caracterizado el trabajo de los tres en todos estos años. Así que puede ser que no sea fácil que se nos adscriba a la escena dominante. Y eso no está mal. Por otro lado pensamos que de alguna manera nuestra música forma parte de lo que se puede llamar cultura rock. Hay una forma de defender nuestra poética que me cuesta definirla de otra forma. -¿Cómo se preparan para la presentación en Argentina, primero en la Plata y luego en Capital? -Con tremendas ganas y una mezcla de ansiedad y confianza. Es la primera vez que cruzamos el río como banda y realmente nos entusiasma mucho compartir estas canciones, a las cuales les tenemos una fe blindada.
Cronista: NAHUEL PEREZ / Fotos : PRENSA 21 de MARZo 113
"ME DI CUENTA QUE ADEMaS DE COMPONER PODiA CANTAR MIS CANCIONES" El baterista cuenta a Revista El Bondi cómo creó su disco debut en solitario, en la previa de su presentación oficial el 14 de marzo en La Tangente. El 17 de noviembre pasado fue publicado en las plataformas digitales A un minuto de envejecer, el primer disco solista de Jorge Araujo, uno de los instrumentistas más reconocidos del rock argentino. Trabajó con una enorme cantidad de colegas y bandas, e incluso abordó otros géneros, como el jazz.
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Entre esa variedad de artistas se encuentran Armando Manzanero, Luis Salinas, Willy González, Mono Fontana, Harry Waters -el hijo de Roger Waters-, y la lista continúa. Algunos de los grupos en los que participó durante su vasta carrera incluyen a Gran Martell -que fundó junto a Tito Fargo y Gustavo Jamardo en 2004, su actual agrupación-, Divididos -formó parte desde 1995 hasta 2004-, Monos con navajas -a principios de los 90- y el Lito Vitale Cuarteto, entre otros. En este primer registro discográfico con su nombre no estuvo totalmente solo. Una pieza fundamental fue su amigo y productor César Silva -quien también participó como guitarrista y coautor de algunas pistas-. Además, se sumaron Nicolás Sancucci -en bajo eléctrico y coros-, Maxi Larreta -batería-, Federico Palmonella -contrabajo-, Álvaro Torres -piano y teclados-, Sebastián Valcecchi -guitarras-, Marco Araujo -su hijo, en el bajo- y Pilar Ezcurra en coros. La presentación oficial de este trabajo tendrá lugar el próximo 14 de marzo en el conocido local de la calle Honduras. Ese show contará con diversos invitados y, como protagonista estelar, con un músico feliz con lo que logró, preparado para salir a mostrar su obra en diversas partes del país y, según adelanta a Revista El Bondi, con un próximo trabajo en camino. -¿Qué representa para vos este álbum? -Es un disco que tardó un tiempo en salir. Arranqué con este proyecto hace unos siete años y tengo a un amigo entrañable, gran artista y productor, César Silva, que es básicamente el copiloto. El tipo con el que pude recorrer este camino que terminó en un disco porque muchas de estas cosas eran solamente ideas que yo dejé en su estudio en diferentes momentos de mi vida. Fue fundamental para mí, tocó la guitarra, produjo y mezcló el disco. Incluso hay tres o cuatro temas que están compuestos por los dos. -Ya tenías una relación con él desde los discos de Gran Martell. -Sí, produjo discos como Un volcán (2010). La verdad que para Martell siempre fue muy difícil encontrar un productor, pero cuando apareció César alivianó aquellas situaciones en las que tenés que delegar. Es necesario que confíes mucho en esa persona, porque hacer laburar a alguien y después decirle que no te gusta o que preferís hacer otra cosa no está bueno. Yo prefiero saber que la persona va a encarar para cierto lado, aunque me cueste al principio, y después darme cuenta que sus decisiones embellecen la obra. -¿Cuál fue el origen de este disco? -En principio no me propuse nada en particular. Vengo de un proyecto que me ayudó bastante, el que tuve con Quintino Cinalli. Armamos un dúo que se llamó Aiqú y tiene un disco -autotitulado y publicado en 2015donde yo toco la guitarra. Me sirvió muchísimo porque me di cuenta que, además de componer, podía cantar mis canciones. Éramos dos bateristas que no tocaban batería, fue una consigna que tomamos y defendimos 114
rge araujo Cronista: MAXIMILIANO NOVELLI FRUTOS Fotos : CYNTHIA ASCANI 09 de MARZo durante los años que estuvimos juntos. Cuando se discontinuó esto porque Quintino se fue a vivir a Chile, dudé si seguir con otro proyecto o empezar a hacer los temas como los venía tocando y confiar artísticamente en alguien. Esa persona fue César (Silva). De hecho, ya estoy trabajando en un segundo disco con él. -¿Cómo te llevás con otros instrumentos? -En este momento le he golpeado la puerta a amigos míos, como el señor Ricardo Mollo, para pedirle algunos consejos. Estoy con una guitarra eléctrica y equipos valvulares, pero la verdad es que no conozco tanto la parte sonora. Ricardo, siempre muy generoso conmigo, me recomendó un par de cosas y estoy a gusto porque soy un guitarrista rítmico. No soy un tipo que estudie acordes, lo que sale lo vuelco a la composición y después veo en el vivo aquello con lo que me siento cómodo. -¿Cómo fue reencontrarse con el canto? -Durante 20 años o más no canté y sólo toqué la batería. Sin embargo, en los comienzos, mi referente era Javier Martínez. Empecé tocando y cantando, pero después me metí mucho en el instrumento y abandoné el canto. Con Gran Martell lo retomé, pero el poder que tenía el trío me pasó por arriba y grité a tal punto que perdí la voz después de los dos primeros shows que hicimos. El volumen es una de las cosas más difíciles de manejar, siempre la tendencia es a gritar porque no podés escucharte. Pero no tuve ningún conflicto con esto, sólo estuvo la cuestión del volumen, el quedarme sin voz. No es joda, porque pensé que si iba a ser así, teníamos que llamar a un cantante. -¿Hace mucho que tenías la idea de sacar un disco con tu nombre? -No, es algo tan poco romántico que no viene ni al caso. Fue por una necesidad que no tuvo que ver con lo ar115
tístico, sino con cuestiones de poder ponerle un nombre a algo relacionado con lo que yo hago para poder salir a tocar esas canciones y que se ordenen las cosas. No obstante, siempre quise tener grupos; de hecho, armé uno ahora. Siempre creí en los conjuntos, me gustan sus químicas y es muy importante respetarlas. Yo no hice cambios de integrantes para hacer exactamente lo mismo. Si se cambia, se hace otra cosa en base a lo que cada quien trae.
me dije: “yo soy esto”. Canto así, me salen estas canciones y si tengo que hacer un disco, hago esto. No hay mucha cosa para pensar, como si tal o cual tema se podrá pasar en la radio, si uno será muy fuerte o si otro es tranquilo. Lo bueno con este trabajo es que pensé: “Che, es ahora. ¿Tenés ganas de hacer esto? ¿Tenés toda esta música? ¿Estás con tu amigo que escucha todo eso y lo embellece? ¡Mandate con todo, hacelo!”. Por eso se llama A un minuto de envejecer.
-Vos participaste en muchos tríos, ¿qué pasa con esa formación en particular? -Desde que tengo 15 años toco en tríos. Por ejemplo, el More Trío, el Carlos Campos Trío, Ni fu ni fa, Anubis -mi primera banda, que en un momento fuimos un trío-, Gran Martell y, obviamente, Divididos. Yo digo siempre que esa formación te propone estar al máximo de tus posibilidades, ves a tres tipos que no paran nunca, siempre te exige al máximo. La próxima fecha vamos a hacer algunas canciones con ese formato. Cuando salga de gira voy a ir con Federico Palmonella y Maxi Larreta, y la idea es invitar a otros músicos de cada lugar para que pongan su impronta en el show. Eso era algo que nos gustaba hacer con Quintino (Cinelli) en su momento.
-¿Lo vas a editar en formato físico? -Tenía muchas ganas de hacerlo en vinilo, pero ahora prefiero salir a tocar. No estoy para meterme con toda la parte de la fabricación porque soy independiente, no tengo sello. Sólo lo publiqué en las plataformas digitales, que es la gran oportunidad hoy en día. Ya empecé a observar que el formato digital me permitía sacar un disco y es lo que hice. Me encantaría editarlo de la manera tradicional, pero si no tengo una buena propuesta que lo justifique, creo que va a quedar así. Tengo ganas de grabar el segundo y tal vez se podría hacer los dos en físico, pero es sólo una idea.
-¿Existió en este nuevo disco la misma dinámica de improvisación que en Gran Martell? -Fue muy desestructurado, y le agradezco por eso a César (Silva), ya que él pudo atajar toda la data desordenada. Considero que la improvisación, como la hacemos con Gran Martell, cuando la grabás se transforma automáticamente en una composición. Este disco tiene algo de eso y por suerte se registró, porque esto podría haber terminado en un cajón, como les pasó a otros artistas o incluso me hubiese pasado a mí.
-Se te ve muy contento. -Soy súper agradecido porque me parece que las cosas no las hace uno. Vos generás algo en base a un montón de movimiento de gente que está a tu alrededor y que potencia todo eso. El hecho de contar con las personas que me acompañaron en cada uno de estos proyectos me deja sin otra palabra más que “gracias”.
-¿Qué se va a encontrar el público el 14 de marzo? -Voy a tocar el 70 por ciento del show con guitarra eléctrica y voy a cantar bastante. Además, habrán dos coris-¿Cómo cambió tu manera de grabar desde Narigón del tas -una de ellas es Pilar Ezcurra, que participó en el disco-, un gran baterista como Maxi Larreta, Federico siglo (2000)? Palmonella en bajo eléctrico y también sintetizadores. -Es un disco completamente bisagra para mí porque me di cuenta que más allá de la improvisación, lo importan- César participará como guitarrista líder. Yo voy a estar te es dejar tu primera impresión, que no haya nada pen- con la rítmica y, por supuesto, la batería. También voy a tocar el cajón peruano con la escobilla, como hace musado. En ese momento yo quería hacer varias tomas de cada tema. En una de ellas le pegué a la mariposa de un chos años, cuando grabé en un par de discos de Dividiplatillo, eso quedó durante el resto de la toma y no pude dos. estar muy concentrado. Entonces, en vez de ir a escucharla decidí quedarme a esperar mientras todos me de- -¿Qué sigue después? cían lo buena que estaba, pero yo quería hacer otra sólo -Por suerte tengo fechas en distintas partes del país. Están confirmados Merlo y Villa Mercedes, en San Luis; Papor el hecho de haberle pegado a ese accesorio. Finalraná y la provincia de Mendoza. Recién es el arranque y mente hice la segunda y en el medio se me rompió algo hay un montón de cosas más esperando. Estoy muy conmás y no pude terminarla. Creo que fue Diego (Arnedo) que me dijo: “¿por qué no te sentás y la escuchás, si tento porque esto tiene que ver con que escucharon el ya está hecha?”. Le hice caso y se me puso la piel de ga- disco. Cuando me dijeron la cantidad de reproducciones que tenía, me sorprendió, considerando que estoy solo y llina. De ahí en más lo empecé a hacer. Trato de saber cuál es el tiempo que tengo para grabar, me siento a to- no hice nada más que avisar que está ahí. Me puso muy feliz. car en el momento que tengo ganas y chau.
-¿Cómo te sentís con tus composiciones? -Cuando ya tenía el disco, se lo mandé a amigos míos y 116
-¿Hay novedades de Gran Martell para este año? -Como cumplimos 15 años, se acaba de confirmar una fecha en Capital muy importante para mitad de año. Es un evento que estará relacionado con distintas ramas del arte. El resto te lo digo en la próxima nota (risas).
“SIEMPRE TRATO DE ESTAR UN PASO MaS ADELANTE” Cronista: MAXIMILIANO NOVELLI FRUTOS Fotos : PRENSA 06 de MARZo
JIMMY RIP El guitarrista se presentará con su banda en Gier Music Club, el próximo 15 de marzo, donde interpretará clásicos del rock y aprovechará para mostrar adelantos de su próximo disco. Jimmy Rip nació en 1956 en Nueva York. Desde niño fue cautivado por la música -particularmente por la guitarra-, a la que dedicó todas sus energías hasta el día de hoy. En esa ciudad vivió en carne propia uno de los momentos más importantes en la historia del rock, durante la década de 1970, que marcó una influencia lo suficientemente significativa para mantenerse vigente hasta la actualidad. En aquella época la explosión del punk norteamericano tuvo como epicentro el CBGB, escenario por el que pasaron infinidad de bandas, entre las que se destacaron los Ramones y el grupo en el cual él mismo formaría parte años más tarde, Television, donde participa como miembro estable desde 2007. Pero su carrera no sólo se resume en aquel conjunto liderado por el mítico Tom Verlaine. Sus habilidades con las seis cuerdas lo llevaron a tocar junto a otras figuras enormes tales como Mick Jagger, con quien trabajó en el estudio para el lanzamiento del segundo y tercer trabajo solista del cantante Stone: Primitive Cool (1987) y Wandering Spirit (1993). Además, la lista incluye a Debbie Harry, la madrina del punk Patti Smith, el legendario Jerry Lee Lewis, entre muchos otros. A fines de los años 90, el músico estadounidense fue invitado por Juanse -el líder de los Ratones Paranoicos a tocar con ellos. Quedó encantado con el público y la escena local, hasta llegó a tocar con Pappo sin siquiera saber quién era-. Así, en 2009 decidió instalarse en la Argentina y fundó su propia banda, Jimmy Rip and The Trip, un trío que incluye a Luli Bass -bajo- y Silvana Colagiovanni -batería-, donde el rock y el blues son los protagonistas. En la previa del próximo recital con sus colegas en el local de la avenida Álvarez Thomas, el guitarrista y productor cuenta a Revista El Bondi sobre su próximo registro discográfico, reflexiona sobre las diferencias con lo que sucede en la escena musical de su tierra natal y tras preguntarle acerca de su experiencia grabando con el vocalista de los Rolling Stones, adelanta misteriosamente, “eso quedará para mi libro”. 117
-¿Cómo será el próximo disco de Jimmy Rip and The Trip? -Se llamará May Crudo, que lo describe muy bien. Mi idea es grabar todo en el estudio con Luli (Bass) y Silvana (Colagiovanni), con muy pocas sobregrabaciones. Será un LP muy simple con el estilo blusero del norte del Mississippi. Por supuesto, filtrado a través de mi cabeza loca y eléctrica. (Risas).
-¿Qué sentís cuando las personas todavía te asocian como el guitarrista de Mick Jagger?
-Me parece que es genial que me reconozcan de esa manera. ¡Probablemente eso los lleve a averiguar acerca de todos los otros grandes artistas con los que tuve la suerte de tocar! Para mí, haber trabajado con Mick fue algo que ocurrió hace muchos, muchos años y pasaron tantas cosas en mi vida desde aquel momento que casi se siente que se trata de otra persona (Risas). -Vivís en la Argentina desde hace 10 años. ¿Cuál es la Cero que el mayor beneficio de esa experiencia es la conexión que encontraste en el país? cantidad de amistades que hice alrededor del mundo y sobre todo en Argentina. Estaré agradecido para siem-Acá tienen la misma pasión por la música que yo, en pre por haber estado esos diez años con él. particular por el rock de guitarras y el blues. Lamentablemente el amor por ese tipo de ritmos está desa-¿Cómo fue haber producido al legendario Jerry Lee pareciendo en el resto del mundo, al menos en estos Lewis? tiempos, por eso estoy muy feliz de vivir aquí con la -El haber producido y tocado en su álbum Last Man gente que siente lo mismo que yo respecto de lo más Standing (2006) fue un trabajo de amor que duró cinco importante en la vida para mí. años y que no es posible resumirlo en una entrevista -¿Qué diferencias encontrás entre la escena local y corta debido a la manera en que se hizo. Esto es, la de Estados Unidos? con fondos privados ilimitados y sin ningún tipo de -Una de las diferencias más importantes es que acá los influencias de compañías discográficas, con el agregado de la increíble amabilidad de las 22 leyendas que artistas poseen un mayor respeto a medida que envefueron invitadas. Es un proyecto que, sinceramente, jecen, pero en los Estados Unidos los ignoran después de determinada edad. Mi amigo Vitillo Ábalos tiene 96 jamás podrá repetirse. Fue para mí una oportunidad única en mi vida y algo que recordaré para siempre. años y todavía llena teatros cuando toca. Me parece que es así como debería ser, los artistas más viejos -Musicalmente hablando, ¿cómo describirías a Tom cuentan historias maravillosas en sus canciones. Me Verlaine? gusta mucho que las personas de acá se den cuenta de -Él es absolutamente único, intransigente, con una eso y lo celebren. confianza total en sí mismo e implacable en lo que re-¿Qué cambios ves en la escena rockera en relación a fiere a mantener su música lo más cercano posible a lo las mujeres con respecto al pasado? que él quiere. Como guitarrista, pararse a su lado por tanto tiempo y escuchar constantemente nuevas cosas -Siempre trabajé con mujeres, pero nunca desde una sobre él es inspirador. decisión consciente, yo trato de hacer arte con los seres humanos más talentosos que pueda encontrar. -¿Qué se siente formar parte de una banda tan influEspero que llegue el momento en que no me pregunyente como Television? ten más este tipo de cosas porque, en realidad, es una -Me gustaría que tocáramos más, realmente desearía pregunta que no debería existir. Para mí la idea de hacer un disco nuevo y que me incluyan en él (risas). que a alguien se le pague menos o se lo trate de una manera diferente porque sea un varón o una mujer, es Tocar esas canciones con esos tres tipos es algo muy absurda. Sí, pasa todo el tiempo y debería parar total- especial. mente. Armé mi grupo con dos de mis músicas favoritas de Buenos Aires, tenemos muy buena química, pasamos -¿Todavía descubrís sonidos nuevos? un montón de tiempo riéndonos y para mí eso es lo que -Absolutamente, tal vez más desde el lugar de prohace a una gran banda. ductor que de músico. Como guitarrista soy bastante tradicional, de hecho, estoy tratando de tocar menos Y ese contacto, ¿cómo se dio? notas con menos sonidos nuevos y aún menos pedales. Pero como productor siempre escucho cosas diferentes -Escuché a Luli tocar desde afuera de una sala de eny combino todo para crear algo más novedoso. Tengo sayo hace diez años, por aquel entonces no sabía si el nuevos trucos para cada disco que hago y siempre trato sonido lo hizo un hombre, una mujer o un marciano. de estar un paso más adelante. (Risas). Pero supe que ésa era la persona que quería tocando en mi banda. No soy un político ni un orador, pero trato de ayudar para que las cosas cambien hacia la igualdad, de a una canción a la vez. 118
“No seguimos en la misma esquina, tiene que ver con la evolución de uno, yo ya me senté en la esquina, pero para mantener la secuencia hay que mantener la raíz. Es clave mantener la esencia”
JOVENES PORDIOSEROS
CRONISTA: MARTINA PONCE FOTOS: AYELEN MARTINEZ 20 DE MARZO
“Hacemos rock, no pasa de moda nunca” 119
“LA GENTE SIGUE AL QUE ESTa MaS ACTIVO” Cronista: LUCAS GONZALEZ Fotos : ALEJANDRA MALCORRA 22 DE ABRIL
DOZER Después de improvisar en los trenes y de ganar una Batalla de los Gallos, ahora el MC sueña con una carrera en la música. Como un fiel reflejo de esta era, Juan Matías Varela no tiene pensado lanzar un disco. Mucho menos editar una obra conceptual y extensa donde las canciones hablen de una cuestión en particular. Para qué, se pregunta el rapero millennial que nació hace 26 años y que responde al nombre artístico de Dozer. “No me imagino haciéndolo, ya no garpa”, explica el último campeón nacional de la Red Bull Batalla de los Gallos, que se extiende sobre los actuales canales de difusión y analiza que la televisión de hoy en día es YouTube y que el público por lo tanto está ahí. Al igual que muchos de sus contemporáneos (Duki, Kodigo, Ecko, y un largo etc.), el MC oriundo de Claypole también se volcó progresivamente hacia la música, de la cual opina que es un arma de doble filo, ya que “así como puede impactar al otro, también puede hacerlo en uno mismo. Si cantás que tu vida es un perdición, penetra en tu corazón y en el que te escucha. No sé si es karma, pero creo que a la larga todo vuelve”. A su propio ritmo, desde hace meses viene subiendo temas de manera ininterrumpida en las tiendas digitales: la más reciente es “Me hicieron creer”, pero la más popular hasta el momento es “Estoy preso”. “No importa el esfuerzo, voy a romperlo todo”, dice el cantante, que el 24 de mayo realizará su primer show importante en Uniclub, bajo el concepto de “Pisando fuerte”, y que por sus creencias religiosas tiene como norte al histórico Vico C, que además de ser considerado uno de los padres del rap en español y uno de los precursores del reggaetón, se caracteriza por la crítica social en sus letras, donde abundan las referencias al cristianismo (prestar atención al hit “Desahogo”). Sobre “El Profeta”, afirma que es único y que acá no hay nadie como él (“alguien que triunfe comercialmente y que baje un mensaje”). Por eso, admite, siente la presión cuando proyecta su propia carrera: “Quiero hacerlo, por120
que es algo que falta. Mi idea es sacar material, un tema tras otro, ya que las personas siguen al que está más activo. Si te quedás, ya fue. Me pasó durante años, pensaron que no existía”. El rapper se refiere a una historia conocida en el ambiente del freestyle, mucho más después de su consagración local en 2018 ante el rosarino Stuart (“fui con una actitud ganadora, pero a perder. Hablé de Jesús en la primera ronda. No me importó nada, me deshinibí. Total, estaba jugado”). Luego de participar en las Red Bull 2012 y 2013, Dozer se retira de las batallas. Al año siguiente, comienza a improvisar en el Roca para ganarse el mango. “Si bien forma parte del pasado, cuando hay problemas me digo a mi mismo, ‘mirá de dónde saliste, por todo lo que tuviste que pasar’. Cuántas veces me subí a un tren con hambre y nadie me preguntaba si había comido, si tenía ropa para vestirme. Es horrible tener que sacar alegría de la nada para alcanzar tu sueños”. No obstante, en 2016 vuelve a competir y llega a la semifinal, pero cae frente Sony. Ocurre lo mismo en 2017, aunque aquella vez pierde contra Wos. Ante su actualidad, la pregunta es obvia: ¿le queda mucho más en el circuito de las riñas? “Sí, no voy hacer la que hacen todos. No me tiran abajo. Al contrario, me gustan y me apasionan. Lamentablemente, sí tiene un ambiente muy tóxico, por eso quiero correrme aunque sea un poco e ir hacia la música, donde hay más fidelidad por parte del público”. Sin embargo, no sabe si acudirá a la próxima Batalla de los Gallos. “Van tres años seguidos y no estaría mal que no lo haga. Puedo tomarme un descanso”, asegura y asume que el evento, que cada temporada convoca a miles de pibes y pibas, lo ayudó a forjar su carácter. Y con la misma seguridad que subía a los vagones, dispara: “Puedo llegar a donde quiera, porque se trata de mis sueños”.
“DEBEMOS ENCONTRAR LO EXTRAORDINARIO EN LO ORDINARIO” Cronista: LUCAS GONZALEZ Fotos : LALI TORRES 29 DE ABRIL
AGUSTIN DONATI Ganador de la última Bienal de Arte Joven, el músico publicó un disco inspirado en la cotidianidad. Agustín Donati no se considera un autor prolífico. O por lo menos no compone tanto como le gustaría. “Debo terminar unas 13 canciones al año, más o menos, y no me parece demasiado”. Lo dice y fija la mirada en su interlocutor. Pero resulta llamativo y hasta cuesta creerle si se tiene en cuenta el material que lleva publicado desde que se abrió paso como solista, luego de integrar la banda Vestigios: en 2016 lanzó el EP Viajar y mutar, en 2017 Lo irreversible y en 2018 El elefante y el jinete.
A casi un año de su lanzamiento, opina que está conforme con el resultado: “Lo escucho y pienso que es como debería haber sido, más allá del deadline”. Luego del anuncio de los ganadores, se produjo y registró en pocas semanas: “Hay un simbiosis entre el proceso de composición y de grabación que hace que funcione. Fue rápido y orgánico”. Una mecánica que responde a cómo se constituyó el tracklist: a las apuradas, casi sin edición a nivel lírico y melódico.
“Cuando siento que una idea va, le doy para adelante. Si no, lo dejo a mitad de camino”, explica el cantante sobre su manera de escribir, la misma que lo llevó a editar 20 temas en tres años. Un número nada despreciable para alguien que reniega de su eficacia. De hecho, revela que desde que sacó su último disco tiene unos diez más terminados y que trabajará con diferentes productores a lo largo de 2019. El primero será Matías Cella, con quien tiene pensado laburar dos o cuatro para un eventual EP.
“El disco me ayudó a ordenar lo que sentía en ese momento”, confiesa Donati, que forjó buena parte de su carrera en el ciclo Open Folk. “Es una forma de cerrar un círculo, de reconciliarme con mis demonios, porque agarré todo lo que me estaba pasando y traté de convertirlo en algo ‘bello’”.
Aquello es el futuro. En lo inmediato, Donati ultima los detalles del show que dará el 4 de mayo en Lucille, donde presentará de oficialmente El elefante y el jinete, el cual fue posible gracias a su consagración en la Bienal de Arte Joven. Con un tono minimalista, la puesta en escena preservará la intimidad de un pieza que incluye vientos, guitarras eléctricas, órgano y sintetizadores y que apela a la cotidianidad como mayor fuente de inspiración. Al respecto, menciona que “hay una trampa en cómo nos la venden”, porque no se trata sólo de lo normal, de lo rutinario o de lo monótono. En realidad, “tiene muchas caras y dimensiones posibles. Está en nosotros correr el velo, encontrar lo extraordinario en lo ordinario”.
Por este motivo, entiende a la música como un canal, tal vez el mejor que encontró para comunicar su manera de ver el mundo. Con el que pretende transformar, generar sentimientos, romper con la indiferencia de les oyentes. También se imagina interpelando a otros por medio de la escritura, ejercicio que no le es del todo ajeno, ya que para la edición física de Lo irreversible incluyó textos complementarios de su autoría. En el campo de la literatura, tiene como referente a Kurt Vonnegut (durante la entrevista usó una remera del autor de El Desayuno de los Campeones), pero además lee a Julio Cortázar, Alessandro Baricco y Nick Hornby, entre otros. El último libro que lo conmovió fue el best seller de Patti Smith, Éramos unos niños. Y si tuviera tiempo, admite, se abocaría a realizar un cuento corto o una novela, formatos que ayudan a desarrollar un pensamiento. Para no ser un compositor prolífico, Donati tiene muchas ideas. 121
GRAN MARTELL
“EXPERIMENTAR ES LO QUE BUSCAMOS DESDE EL PRIMER MOMENTO” En conversación con Revista El Bondi, Jorge Araujo, baterista y cantante del trío que forma junto a Tito Fargo y Gustavo Jamardo, reflexiona sobre los quince años de la banda, los desafíos artísticos y adelanta la fecha que se viene en el Marquee. Luego de casi una década de estar frente a los parches, en abril de 2004 Jorge Araujo partió desde uno de los grandes tríos del rock argentino -Divididos- hacia nuevos rumbos artísticos. Como suele suceder en transiciones así, la incertidumbre no tardó en llegar. Pero tan rápido como pasó esto, otro colega a quien había conocido poco tiempo atrás le propuso armar un grupo. Este era Gustavo Jamardo, bajista que ya tenía un camino recorrido con Porco. El proyecto lo completó Tito Fargo, cuya amplia trayectoria en la música nacional incluye haber tocado con el mismísimo Luca Prodan en la Hurlingham Reggae Band, uno de los experimentos del italiano en el entrañable circuito under de los años ‘80. Luego siguió con otro ensamble que editó su debut por aquella época, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. El devenir llevó al guitarrista a Europa, pero regresó a la Argentina hacia finales de los 90, cuando conoció al entonces baterista de la Aplanadora y participaron juntos en sesiones en las cuales musicalizaron las presentaciones pictóricas de otro Redondo, Semilla Bucciarelli. La unión de estos tres músicos (Araujo, Fargo y Jamardo) resultó en Gran Martell, nombre que rescataron del ilusionista Joseff E. Martell, contemporáneo de Harry Houdini. Surgió así un con122
junto que se propuso desde un principio que no exista un frontman. “Empezamos tocando sin parar y tratamos de entender qué lugar tenía cada uno y ésa fue la razón por la cual terminé cantando, ya que no quisimos que hubiera otro integrante”, sostiene el baterista. Otra premisa que se mantuvo a lo largo de su trayectoria, fue el uso de la espontaneidad como sistema de composición. “Muchas de estas grabaciones luego se transformaron en discos y sucedieron en diferentes momentos de nuestras vidas. Reflejan una temática ligada a la improvisación y la necesidad de tocar juntos ciertas cosas, lo que se volvió una de las características más marcadas de la banda”, amplía Araujo. Prueba de ello es toda su discografía, desde su debut -autotitulado y publicado en 2005-, que tuvo otros hitos como Dos huecos (2008), el EP Un Volcán -editado en 2010 y su parte B lanzada dos años más tarde-, 4 (2016), hasta su más reciente single que vio la luz en 2018. “Después de todo este tiempo, los tres aprendimos mucho de nuestra heterogeneidad, quizá sea el elemento que más rescato”, remata el encargado de los platos y confiesa haberse sorprendido por “la creatividad que tuvimos -que aún existe- cada vez que nos juntamos en algún lugar, sea con o sin instrumentos”. Sin embargo, aquella dinámica mediante la cual crearon su obra representó todo un desafío para quienes se encontraban más allá del núcleo. “Lo difícil para nosotros fue encontrar un mánager que nos acompañe durante todo este tiempo, pero experimentar es lo que buscamos desde el primer momento y nos sentimos muy a gusto haciendo esto”, resume el artista. Es que la propia -y vasta- experiencia de cada componente les permitió, además de investigar los sonidos, acortar significativamente los tiempos en el estudio. “Las sesiones pueden ser cortas si vos tenés claro el concepto, por eso la grabación express de 4 fue después doce años de tocar y grabar juntos. Se hizo en dos días, pero se trabajó durante un lapso prolongado en la artística”, explica el músico. En tres lustros, recorrieron infinidad de clubes, teatros y boliches; registraron tres álbumes, dos EPs y un simple, que da indicios de lo que se viene. “Nunca se sabe hacia dónde va Gran Martell, pero lo que sí te puedo decir es que hay temas nuevos y los vamos a soltar a medida que los grabemos”, adelanta, a la vez que sentencia, “son 15 años, tenemos ganas de componer y de tocar juntos, ¿qué más podemos pedir?”. -¿Cómo será la propuesta para el show del Marquee? -Estamos de cumple, así que esta vez decidimos invitar cantantes. El Chino Laborde, que grabó “Cantor de Llantos” y Andrea Prodan con el cual hemos compartido escenarios hace muchos años y queremos que cante unos temas con nosotros. Un dato importante, lleguen a horario porque antes del show va a pasar música Dany Jiménez.
Cronista: MAXIMILIANO NOVELLI FRUTOS / Fotos : PRENSA 13 de MAYo
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EL MARAVILLOSO MUNDO DE MARINA FAGES Y SUS AMIGAS La cantante acaba de publicar Épica & Fantástica, una aventura sonora donde convergen todas sus influencias. Resulta difícil entrevistar a Marina Fages. Y no es porque sea inaccesible, parca o se maneje con monosílabos. Todo lo contrario, ocurre que cada respuesta le abre la puerta a un tópico imprevisto, poniendo a prueba cualquier capacidad de concentración. Puede saltar de Hayao Miyazaki (“me gusta mucho la animación japonesa”) a la música clásica (“escuchaba bastante de chica y me imaginaba historias muy increíbles”) y sin escalas, a conversar sobre los murales que realiza (“se pone a prueba el cuerpo entero, porque hay que tener resistencia”) o el álbum que acaba de publicar, Épica & Fantástica (2019). “Me coparía que mi arte incite a otras personas a hacer cosas. Que provoque, para bien o para mal”, dice la cantante y guitarrista entre risas, mientras pone música instrumental en la computadora de Mercurio, la disquería que desde 2012 lleva adelante con otros colegas (al principio con Lucy Patané y Villa Diamante, y actualmente con Nadia Guzmán, Barbi S.A. y Jiri Alvriv) y que define como a un lugar “re zarpado” y que en parte fue posible gracias a su incapacidad para parar la pelota. Le cuesta un montón, pero entiende que la vida del freelance es así, saltar a la pileta con o sin agua: “Me gusta mucho hacer, pero sé que a veces hago de más o no lo que tendría que estar haciendo”. Bajo esta dinámica (“voy pivotando según el objetivo”), en 2016 editó un EP con Los Arpones, la banda marplatense que ideó junto a tres amigos del colectivo Marder y con los que toca ocasio124
nalmente. Al año siguiente, hizo lo propio con Las Chicas de Humo, una de las tantas formaciones que la acompañó en vivo (“la última fue La Oscuridad y la de ahora no tiene nombre, todavía”). En el medio, giró dos veces por Japón (2016 y 2017) y realizó el primer mototour del rock argentino, junto al baterista Fernando Samalea (2017). Los últimos dos años los dedicó a componer, grabar y coproducir Épica & Fantástica. La última etapa, señala, fue muy intensa, un verano en el cual le pasaron muchas cosas a nivel personal. Sin embargo, reconoce orgullosa que esto último no afectó al producto final, dado que priorizó por sobre todo el acabado del laburo (“me concentré en que saliera bien”). De acuerdo a Fages, las canciones de su nueva obra forman parte de una especie de narrativa, como si fuera una película con una estructura clásica (inicio, nudo y desenlace). Una aventura que bien podría llamarse Marina y sus amigas (“porque siempre me gusta estar en grupo”) y que conjuga las “15 mil referencias” que la interpelan, donde mezcla bastantes géneros (“pero de manera amable”) y que se diferencia sustancialmente de sus trabajos anteriores: “Madera metal (2013) es re mañanero y Dibujo de rayo (2015) es más nocturno, de ciudad. Mientras que Épica & Fantástica es más para hacer proezas, para acompañar momentos donde uno necesita fuerzas extras”. Y si en Dibujo de rayo la peculiaridad pasa por la cantidad de bateristas (Lucy Patané, Sergio Verdinelli, Camilo Carabajal, Juan Manuel Ramírez, Walter Broide, Willy Ruiz Díaz y Fernando Samalea), en Épica & Fantástica los que se destacan son los sintetistas: Fradi Fradi Fradi, Flor Iribarne, Alma Laprida y Diego Acosta, que también ofició de productor. “Tenía ganas de explorar esas sonoridades”, explica. Donde también incursionó fue en el feat, ya que en “Viva imagen” participa Benito Cerati, a quien conoce hace bastante tiempo y con quien tenía una cuenta pendiente desde que ambos unieron fuerzas en Unisex, material que el vocalista publicó en 2018. “Cuando la escribí, automáticamente pensé que podría hacerla con él”, comenta sobre la colaboración y agrega: “Le pasé por WhatsApp el boceto de la melodía y le re gustó. Su voz es un respiro para el álbum, así que estaba justificada su presencia”. Pero Fages no se detiene y ya fantasea con el siguiente episodio de su historia, que no será ni una gira por el Viejo Continente (hizo cuatro ininterrumpidas desde 2012), ni otra visita a tierras niponas. “Tengo compuesto la mitad o más de mi próximo disco”, revela y anticipa que, en comparación a su reciente LP, será un poco más acústico, oscuro y depresivo (“me gusta pensar en un concepto, que haya un sentido en la elección de las canciones”). Entonces, dadas estas características, ¿qué tipo de película tendrá en mente? “Una más dramática”, spoilea sin mayores sobresaltos.
Cronista: lucas gonzalez / Fotos : lali torres 11 de junio
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Cronista: lucas gonzalez Fotos : lali torres 18 de junio
MELANIE WILLIAMS, LA PIBA QUE NACIo PARA TOCAR LA BATERiA Tiene 25 años y se desempeña como sesionista en tres proyectos diferentes. Acaba de publicar su primer disco y ya piensa en el siguiente, que saldrá por Goza Records. “Tengo una relación libre y creativa con la música”, sostiene. Melanie Williams sostiene que si entendés el lenguaje de la música podés agarrar cualquier instrumento y hacerlo sonar. Lo dice ella, que a los ocho empezó con la guitarra, a los diez con el piano y a los doce con la batería. En los tres fluye de manera natural, pero reconoce que nació para tocar esta última. “Es el lugar en el que más cómoda me siento”, señala la multinstrumentista que lleva cinco años como sesionista profesional y que acaba de lanzar el disco Comprensión1 (2019), el segundo junto a su banda El Cabloide. Melanie vive hace un cuarto de siglo en su Bernal natal. “Es incómodo por la distancia, pero supongo que con un auto se resuelve. Además, no renuncio al confort de mi día a día. Igualmente, vengo todo el tiempo para Capital”, plantea. Tiene tres hermanos varones y un apellido que parece puesto adrede, pero que en realidad es galés y viene por el lado paterno (“sólo sé que cargo con un apellido flashero”). Su primer recuerdo vinculado a la música se remite a los cuatro años. Por aquel entonces, le regalaron un pianito que usaba las 24 horas (“le componía temas mis juguetes”). Nadie en su familia se conectaba seriamente con el arte, pero a los siete se empecinó con que quería una guitarra (“me puse muy gede”), así que al año siguiente le regalaron una criolla que aún conserva. Desde aquel momento, “no hay un día en el que no toque”. Probó suerte con profesorxs y no le copó. Aprendió por las suyas y con los videos que transmitía MTV durante el fin de semana. Hoy día, asume que, cuando no sabe qué decir, agarra la viola, cierra los ojos y expresa sus sentimientos. A los diez, y con el piano en su poder, sacó “Para Elisa”, la famosa pieza de Beethoven. Al respecto, confirma: “Fue mi primer acercamiento a la teoría, pero no me convenció. Mi relación con la música 126
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es más libre, creativa, de oído” Y si bien en su casa nunca la condicionaron, al inicio no siempre la tomaron muy en serio. “Mi viejos pensaron que era un juego y finalmente se dieron cuenta que no era una joda”, asegura. Como suele ocurrir, tenían miedo por la estabilidad económica de su primogénita. Inclusive, la madre la incitó a que buscara un “laburo normal”, idea que naufragó. “Alguna vez pensé en trabajar en un vivero. Me gustan las plantas y prefiero estar ahí, vendiéndole a las señoras, que ir a una oficina, donde jamás me tomarían”. Su enlace con la batería fue excepcional. Desde el vamos, se instruyó sola e incluso antes de tener una: se golpeaba las piernas o practicaba percusión en los bancos del colegio. Admite que no tuvo ni tiene referentes en la materia, aunque la “flasheó un montón” la técnica de Travis Barker, de Blink 182, ya que doblaba los arreglos de guitarra. Durante el secundario expandió sus preferencias: pasó de escuchar Gorillaz y Red Hot Chilli Peppers a incursionar en la psicodelia, con Led Zeppelin y Jimi Hendrix a la cabeza. Integró bandas como Desvío Punk, donde fue guitarrista, y hasta una de metalcore de la cual no recuerda el nombre, pero sí que estuvo detrás de los parches y que no llegó a debutar en vivo. Concluida su educación inicial, se anotó en la Escuela de Música de Buenos Aires (EMBA), aunque no duró demasiado: “Necesitaba que alguien me mostrara cómo seguir”. Ese alguien terminaría siendo Sebastián “Roger” Cardero. De Los Piojos algo sabía, por sus padres, pero desconocía quién había sido el último baterista del grupo que comandó Andrés Ciro Martínez (“no sé el nombre de nadie, escucho música porque la disfruto, no me pongo a idolatrar a las personas”). Durante tres años (fue de los 19 a los 22), Cardero no sólo le mostró la manera correcta para agarrar los palillos, sino que también le enseñó lo que era el groove. El encuentro entre ambos resultaría clave. “Teníamos charlas re existenciales. Me voló la cabeza y me hizo entender que podía estudiar re piola sin tener que ir a una institución”, comenta ella, que a los 20 arrancó a trabajar como sesionista para la cantante Lula Miranda: “Cuando me llaman, esperan una forma de tocar, que la batería sea más experimental. Que el ritmo acompañe a la armonía y a la melodía, que esté más involucrado con la canción”. En 2017 dio el primer paso de su propia carrera y publicó el EP Jeleh. Guíada por Cardero (“hicimos un mes y medio o dos de preproducción”), lo vivió como una superación absoluta, dado que “fue la primera vez en la que concreté todo lo que sonaba en mi cabeza”. El material tuvo como disparador unas maquetas que arrastraba desde 2015 y salió como Melanie Williams & el Cabloide, un conjunto con un concepto original (“la música está por encima nuestro, es un ente, que pasa a través nuestro, como si fuéramos un cable”) y una dinámica que arriba del escenario rompe con lo tradicional (“tocamos en ronda, formando una ‘u’. Siempre nos miramos, porque es fundamental el contacto visual”). Al año de su estreno discográfico, comenzó a gestar su primer larga duración. “Fue en marzo o abril de 2018, cuando entre a Guli (NdlR: además de integrar el proyecto de Agustín Bucich y el de Lula Miranda, también está en Ruiseñora)”. Ella pretendía grabar unos temas sueltos, aunque Bucich le dijo que no, que debía apuntar al álbum, para satisfacer la necesidad de un eventual escucha. Guli le ofreció su homestudio (La alfombra mágica) y todo el tiempo que hiciera falta: durante un año, concurrió todos los lunes a la casa del productor y trabajaron metódica y espaciadamente, a contracorriente de la vorágine actual. El resultado: Comprensión1, una obra donde cada instrumento tiene su lugar y los tracks un audio y una estética muy particular (“como si estuviesen hermanados”). El álbum se masterizó en Átomo y salió por Goza Records, pero fue un hecho fortuito en realidad. “Vi una página de Instagram y mandé un mensaje. No sabía si era un sello o un estudio”, indica. Le respondió Barbi Recanati, a la que apenas conocía, y la puso al tanto sobre lo movida que encabeza: “Es enteramente por el amor y la banca a las pibas. Hacía falta que apareciera alguien así”, considera. Quedaron en colaborar en un futuro EP, para el cual Williams ya tiene cinco canciones finiquitadas. Serán bien guitarreras y con un audio más vintage, promete. “Siempre estoy evolucionando”, explica y revela que, después de mucho intentarlo, alguien hace poco le sacó la ficha: “Me dijeron que hago algo medio retrofuturista y me gustó la definición, porque describe re clavado lo que estoy haciendo, que es música bastante atemporal”. 127
“HOY ME ENCUENTRO TOCANDO MaS EN OTROS PAiSES QUE EN EL MiO” Cronista: maximiliano novelli frutos Fotos : PRENSA 21 de MARZo
RICHIE RAMONE El reconocido exbaterista de los Ramones conversa con Revista El Bondi acerca de las giras, la composición, la popularidad del rock y lo que se viene en su carrera, en la previa a su nuevo recital en nuestro país el próximo 24 de julio. Una de las particularidades de Richard Reinhardt es haber sido el único baterista que compuso canciones en una de las bandas más icónicas del punk internacional, los Ramones. En ese histórico grupo cambió su nombre a Richie Ramone y a partir de allí sería mundialmente conocido de esa manera, incluso en la actualidad, 32 años después de haber renunciado al cuarteto que catapultó su carrera profesional como músico. Durante su paso por el grupo estadounidense, compuso una de las canciones más versionadas de todo el repertorio ramonero, “Somebody put something in my drink”, que fue editada en Animal Boy (1986). También fue el autor de otros temas como “I better know now”, “I’m not Jesus”, entre otras. Además, se destacó como cantante de algunas composiciones del bajista Dee Dee Ramone. Tras abandonar abruptamente la agrupación encabezada por Joey Ramone en 1987, siguió un período de silencio que abarcó toda la década del 90. Ya entrado el nuevo siglo, retomó la música y lanzó su primer disco en solitario -Entitled- en 2013, y tres años más tarde publicaría Cellophane. Sin abandonar su primer amor -la batería-, en los recitales decidió ir al frente del escenario y explotar su faceta como vocalista. “Hago música desde que era un niño, por lo tanto, sabía que podría cantar. Tenía canciones que escribí y no quise conseguir a otro cantante debido a lo que yo sentía por ellas, entonces, quise expresarlas a mi manera”, explica Richie. 128
El artista reconoce que tiene una manera muy personal de abordar la composición. “Es más complejo crear música para mí, en todo nivel. Me lleva más tiempo porque no me gusta hacer siempre lo mismo. Para las letras busco el mensaje apropiado. No es necesariamente más difícil, sólo soy un compositor más lento”, sostiene, y ejemplifica, “Dee Dee (Ramone) podía componer mientras estaba manejando, yo no puedo hacer eso (risas). Él escribía muy bien y muy rápido”. Así, en el momento de crear, el baterista resume que “la mayoría de las veces viene primero la música. Tengo una sensación de algún tipo de melodía y después voy a la computadora para buscar algo que encaje con lo que yo quiero decir. De todas formas, siempre anoto ideas y después veo si funcionan con cierto beat que ya tengo escrito”. Si bien la discografía del músico se compone de dos larga duración y un simple que fue registrado en 2018 -The Last Time-, hay posibilidades de volver al estudio para generar un balance respecto de las intensas giras y adelanta: “estoy componiendo nuevamente. El disco nuevo debería salir el año que viene. Ahora me encuentro organizando todo, pero como te decía, me insume más tiempo ese proceso y usualmente saco un álbum nuevo cada dos años. Me parece que es importante porque no podés solamente hacer giras y no sacar discos”. Otro elemento distintivo de su carrera son los conciertos. Una energía que hace reventar el escenario implica la necesidad de lograr un vínculo más estrecho con el público. Como ya se vio, el artista sintió la obligación de abandonar su instrumento en algunas instancias. “Me gusta tocar la batería, pero cuando hago mi show no puedo quedarme detrás de los platos todo el tiempo, no funciona así. Porque de esa forma no hay una conexión con la audiencia, es por eso que voy al frente, así puedo conectarme con todos. Hay demasiada madera y metal entre los fans y yo”. La fuerza que se genera en vivo, la pasión ramonera, más la fidelidad de los y las fans alrededor del mundo hacen que las giras tengan una relevancia clave, de la misma manera que en los ochenta. “Hay muchos viajes, es un trabajo duro hacer una gira, pero me gusta porque conocés diferentes personas todo el tiempo. A veces es divertido estar lejos de casa, aunque no tenés oportunidad de recorrer tanto como quisieras porque en un tour tenés que levantarte, ir a tocar, viajar a otra ciudad y así”, reflexiona Richie, a la vez que confiesa, “siempre fue de esa manera, incluso cuando estaba con los Ramones, nunca viajamos en buses o aviones grandes como otros; tampoco podíamos hacer como los Rolling Stones que tocaban una vez por semana durante una gira, nosotros teníamos que tocar todas las noches”. Aquel trabajo duro que describe, en la actualidad se amplía a todo el género, según sostiene, porque “no es tan popular acá en los Estados Unidos como lo era antes. Ahora la cosa va más por el pop, el hip-hop, el rap y ese tipo de cosas que han tomado las radios, entonces se hace más difícil”. Sin embargo, el escenario del rock en su país natal no es el mismo que el de Sudamérica o Europa, “me parece que esos lugares tienen más fanáticos del rock, creo que nunca lo abandonaron. Mientras que en mi tierra tenés que tener un hit en la radio para que la gente te descubra, yo veo que en Latinoamérica o en Europa los chicos sólo quieren salir, pasarla bien y ver una buena banda. Por eso, hoy me encuentro tocando más en otros países que en el mío”. -¿Cómo será el recital del 24 de julio? -Será genial. Cuando las personas vienen a mis shows saben que son buenos, tenemos mucha energía en el escenario y voy a tocar tanto canciones propias como clásicos de los Ramones. Mi principal preocupación es que la gente que venga al recital vuelva a su casa y piense “¡qué bien que la pasamos anoche, fue muy divertido!” Si vienen y la pasan bien, es todo lo que importa.
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“COMO RAPERO, ANTES TENiAS MUY POCO MARGEN” ¿Nos vemos en Disney? El hip hop se renueva de manera constante. Vive en una fase beta eterna, exportando e importando data. Por ejemplo, en los ‘80, cuando explotó mediáticamente en Estados Unidos, se vinculó a la música disco. Pero mutó. Entonces, ¿a qué remite cuatro décadas después? “Hoy día suena más trapero”, responde Emanero y plantea su argumento al respecto: “Al igual que ocurrió con el reggaetón, el trap se volvió tan grande que ya es un género en sí mismo. No fue de la noche a la mañana, aunque mediáticamente nos quieran hacer creer lo contrario, ni tampoco una sorpresa para los que formábamos parte de la movida”. De acuerdo al MC, productor y actor de 32 años, el estallido fue posible gracias a una generación de artistas que viene de un palo distinto al suyo y al de sus compañerxs, que esquivó el nicho, que creció al fragor de la cumbia, al ritmo de los boliches y al calor de las batallas de freestyle. Con YouTube oficiando de vidriera, no sólo posicionó a nivel internacional la escena local (“algo que otros no habíamos logrado”), sino que también dotó a la movida de herramientas diferentes (“como rapero, antes tenías muy poco margen”). El paso del tiempo hizo que Emanero se alejara de las poses adolescentes y se amigara con lo popular, al punto que en diálogo con Revista El Bondi reconoce la espectacularidad de los shows que daban La Nueva Luna y Rodrigo Bueno. También, que Duki fue el primero en llamarle la atención dentro de la camada, por lo pasional de su interpretación en “She Don‘t Give a FO” y la picardía que generalmente demuestra al escribir. Eliminados los tapujos, se dedicó a componer el introspectivo Tres mil millones de años luz (2018), un álbum “con otros oídos, tempos y métricas”. En el que además del trap, un sonido que define como “interesantísimo” pese a las críticas que recibe, incluye elementos de la electrónica francesa (escuchar “XXXI” y “Secreto paraíso”), una corriente que hace tiempo consume y que le entró por Justice, Air y Daft Punk, los responsables del icónico Discovery: “Es súper pop”, considera sobre la obra que salió en 2001. “Nos vemos en Disney”, la primera canción que sacó después de los singles “El temblor” y “Mi libertad”, fue el punto partida. De ahí en adelante, experimentó. Inclusive, se permitió hacerle un guiño al rock nacional a través Luis Alberto Spinetta: no fue una cita ni un loop, sino que tan sólo incorporó el riff de “Seguir viviendo sin tu amor” a “Veneno”, uno de los cortes. El sucesor de Tres (2014) podrá ser arriesgado desde lo sonoro y hasta más cantado (la alternancia de los pulsos por minutos le exigió apelar a otro tipo de flow) pero sigue siendo un disco de Emanero, donde lo que predomina es la crítica y sobre todo la reflexión. “Me gusta pinchar al público, para que se mueva y se exprese. Quiero que me dé su opinión, sin importar cuál sea”, explica y ejemplifica con la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito, un tópico que cruza a la sociedad y que filtra en “De este lado” y “Polvo en el viento”, que cuenta con el español Ambkor. “Hay que tener empatía y tratar de entender a la otra persona. No hay que enojarse, aunque su pensamiento esté matando”, sostiene y aclara que la confrontación o demostrar asco por el 130
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Cronista: lucas gonzalez Fotos : lali torres 26 de julio
razonamiento ajeno no sirve ni aporta nada a la discusión. Por eso, entiende que la clave en esta época de haters y fake news pasa por la forma en la que se transmite el mensaje. “Estoy en otra etapa”, admite y se percibe. A diferencia de lo que ocurría antes, ahora como productor aspira a que sus letras más duras lleguen al oyente de una manera mucho más amena. “Con la edad me fui abriendo, y lo celebro, porque podría no haber ocurrido”, completa. Mientras colabora con su amiga Kriz Alaniz (produjo “La Sicaria”, una cumbia que estará en su siguiente LP) y guía artísticamente a talentos noveles, caso Bimoud (“es de Santiago del Estero y fue uno de los primeros en hacer trap en la Argentina”) y Greca (“una piba de 17 años que canta y rapea muy bien. Es muy divertido producirla”), piensa en el siguiente paso que dará. Probablemente, haya un último corte de Tres mil millones de años luz, puesto que desea que “De este lado” tenga un video, pero todavía está viendo el modo en el que lo llevará a cabo. Pretende que el mensaje se amplifique lo más lejos posible, teniendo en cuenta lo que denuncia y que es un año electoral. A propósito de esto último, todavía no sabe a quién votará en la primera vuelta (“si bien tengo una línea general, soy bastante exquisito y trato de leer todas las propuestas”), pero ya tomó una decisión en el caso de que hubiera balotaje. Más allá de octubre, tiene unas cuantas colaboraciones en agenda. Anticipa que son voces jóvenes, frescas, que tienen algo para decir y que hasta el momento no fueron tan escuchadas. Una de ellas es la Karen Paz, que pasó por La Voz Argentina. La otra es la de Gonzalo “Chino” Agostini. El hijo de Nazarena Vélez y del ex cantante de Sombras incursionó en el trap hace dos años y planea reversionar un tema del grupo que catapultó a la fama a su padre. “Es una mezcolanza rara”, anticipa Emanero y concluye, no sin antes esbozar una sonrisa: “Hay que ver cómo se lo toma Daniel”. 131
“AHORA TENEMOS MaS EXPERIENCIA Y QUEREMOS DISFRUTAR CADA INSTANCIA” Cronista: nahuel perez Fotos : prenSa 04 de septiembre
Arbol El cuarteto de Haedo se presentará en el Teatro Vorterix este viernes 6 de septiembre en donde, según Sebastián Bianchini, volverán a las raíces de su discografía. En el 2010, con su rock generoso en influencias, Árbol disfrutaba de los frutos más maduros de su trayectoria, con siete discos en sus catorce años de crecimiento, varios hits, y una fuerte rotación en radios y festivales. Pero el grupo formado en la república separatista de Haedo allá por los noventa, decidió hacer un alto por siete años. Su regreso con el sencillo “Tiembla el Piso” y una memorable presentación en el Festival Emergente en la Usina del Arte confirmaron el impulso de volver a los escenarios. En la actualidad, Árbol es un cuarteto conformado por Pablo Romero en voz y guitarra, Hernán Bruckner en guitarra, teclados, melódica, charango y voz, Martín Millan en batería, xilofón y voz, y lo completa Sebastián Bianchini -bajo, stick y voz- quien previo al show que darán este viernes 6 de septiembre en el Teatro Vorterix, conversó con Revista El Bondi acerca de esta nueva etapa, su tiempo sin tocar juntos, y lo que promete ser un recital imperdible. -¿Qué cambió desde que se tomaron un tiempo hace unos siete años para que volvieran a reunirse para tocar y hacer nuevas canciones? Sebastián Bianchini: -Durante ese tiempo seguimos en contacto entre nosotros. Yo formé un grupo con Martín, Hernán nos ayudó con grabaciones y nos juntábamos a veces cuando venía Pablo a Argentina. Cada uno hizo un montón de cosas que nos nutrieron. Yo hice música para cine y teatro entre otras cosas. En un momento nos invitaron a tocar a un festival en México -que al final no se concretó- y ahí nos juntamos en una sala a tocar un rato. Nos dimos cuenta de lo bien que nos llevábamos musicalmente y de las ganas que teníamos de seguir tocando. De la nada empezamos a volver a escribir 132
ideas para canciones nuevas. -¿Qué harían distinto en esta nueva etapa? SB: -Ahora tenemos más experiencia y queremos disfrutar de cada instancia. Vamos a hacer lo que tengamos ganas de hacer y ojalá eso le guste a los demás -¿Cómo se sienten en este nuevo formato de cuarteto? SB: -Nos sentimos bien en este formato. Siempre funcionó la base como un trío al que se le sumaban colores. Para estos shows estamos tocando con una violinista y un tecladista (más jóvenes que nosotros) que le dan un color muy interesante. -¿Hay alguna relación entre las experiencias relatadas en ‘Tiembla el piso’ y la decisión de volver a tocar juntos? SB: -Sí. La letra habla por un lado de los movimientos sísmicos en Méjico, de las relaciones de pareja y también del miedo nuestro a volver a escena después de este tiempo. De todos modos, ese miedo desapareció el día que volvimos a tocar en el Festival Emergente, y recibimos tanto cariño de la gente. -¿Cómo se preparan para el show en el teatro Vorterix este viernes? SB: -Estamos ensayando bastante con estos dos músicos invitados. Preparando canciones que hace mucho no tocábamos porque habían quedado reemplazadas por otras más nuevas pero que nos venían pidiendo nuestros fans. Y muy contentos de poder estar de nuevo tocando y disfrutando de esto que hacemos. La vamos a pasar muy bien el 6 en Vorterix.
“QUEREMOS QUE EL PuBLICO SIENTA NUESTRA ENTREGA Y DEVOCIoN” Cronista: nahuel pereZ Fotos : prensa 07 de agosto
buitres Pepe Rambao, guitarrista de la banda uruguaya, repasa los 30 años de trayectoria y anticipa el show del 22 de agosto en La Trastienda. Originalmente llamados Buitres después de la Una, esta agrupación nació de las entrañas de otra banda histórica de Montevideo, los Estómagos, quienes en los años de dictadura militar hacían una versión punk del tango “Cambalache”. En las tres décadas que llevan de trayectoria, atravesaron la era más oscura de Latinoamérica, para resurgir desde la resistencia y consolidarse como uno de los pilares del rock uruguayo. Antes de su fecha en La Trastienda el 22 de agosto, el guitarrista Jose Pepe Rambao conversó con Revista El Bondi sobre la diferencia entre la historia del rock de cada lado del Río de la Plata, su inminente disco, sus mejores recuerdos en los escenarios de Buenos Aires, sus amistades entrañables y por supuesto, algún guiño para lo que será un reencuentro con el público argentino. -¿Qué impacto tuvo en la banda la relación con Buenos Aires y su público en estos treinta años de música? Jose Pepe Rambao: -El mayor impacto está relacionado al profesionalismo que existe en Argentina, especialmente Buenos Aires, en el ámbito musical y, en lo que nos concierne, en el rock. A pesar de haber sufrido una dictadura como también la sufrimos en Uruguay, el rock nacido en ambos países en los 60, continuó en Argentina a diferencia de lo ocurrido en Uruguay donde desaparecieron las bandas, los principales artistas se exiliaron en diversos países, y muchos, sobre todo las bandas, no continuaron sus carreras. Eso provocó que una
incipiente estructura que toda actividad necesita para volverse profesional y así desarrollarse, apoyarse y crecer, muriera a principios de los setenta y la actividad musical en Uruguay, especialmente el rock, desapareció por una década. El caso contrario fue en Argentina, que a pesar de las circunstancias en común vividas, el nivel de calidad y profesionalismo que encontramos y con el cual trabajamos tanto en estudios como en los shows, fue un gran aprendizaje para la banda, y creó en nosotros una mayor exigencia respecto a nuestra actividad en los estudios de grabación, así como en los shows. -En el espíritu retrospectivo que todo aniversario propone ¿Cuál fue el recital más memorable que dieron en Argentina? JPR: -Sin desmerecer actuaciones junto a otras bandas, especialmente en la época en que estuvimos relacionados con Del Cielito Records, el ser invitados por Attaque 77 para celebrar sus 15 años en uno de los dos shows que dieron en Obras, fue especial. Hasta hoy sentimos una cálida y fraternal relación con ellos, no sólo por puntos musicales en común sino por el aspecto humano. En particular ese show, con estadio lleno, fue la primera vez en que sentimos que el púbico nos escuchaba con atención, respeto e incluso con demostraciones de entusiasmo. -Ahora que la banda está nuevamente consolidada, ¿Para cuándo el disco nuevo? JPR: -Estamos ya en el proceso de grabación, nuevamente en el estudio Del Abasto. En abril grabamos 133
a manera de investigación en cuanto a sonido y línea de producción un tema, llamado “La primera vez”. El show de La Trastienda lo vamos a realizar en medio de la grabación del resto del álbum. Y queremos reafirmar nuestra convicción y necesidad en darle al público algo más que dos o tres canciones, sino una obra, una idea en conjunto creada en un corto lapso de tiempo que transmita un momento concreto en nuestra vida como banda. -Con treinta años de trayectoria es imposible armar una lista que abarque todo ¿Cuál fue el criterio para elegir las canciones que se escucharán el 22 de agosto en La Trastienda? JPR: -No podemos tomar en cuanto la diferencia de popularidad con respecto a la que tenemos en nuestro país. Y aún aquí, contemplamos al público en cuanto a los temas “clásicos infaltables”, pero nuestra prioridad es formar una lista con la cual nosotros nos sintamos cómodos sobre el escenario. Generalmente creamos grupos de temas que a nosotros nos mueve a través de distintos climas, intensidades, hasta que podemos subir a tocar donde sea con tranquilidad. -¿Qué tipo de show puede esperar el público que asistirá al festejo de los treinta años de Buitres en San Telmo? JPR: -Lo mismo que en Uruguay o donde sea. No somos una banda de virtuosos, somos una banda que compone sus temas con el objetivo de subirse al escenario y tocarlas con toda nuestra fuerza, garra, amor a lo que más nos gusta hacer y hacerlo hasta que el público sienta nuestra entrega y devoción.
TARJA TURUNEN Cronista: maximiliano novelli frutos Fotos: PRENSA 18 de agosto
“DECIDi HACER EL aLBUM MaS PERSONAL DE MI CARRERA” La cantante conversó con Revista El Bondi en la previa del lanzamiento de su nuevo disco y da detalles sobre su creación: la crudeza, el dolor, el auto descubrimiento y una intimidad pocas veces vista en su obra. 134
In the Raw (2019) es el séptimo trabajo de estudio de Tarja Turunen publicará el próximo 30 de agosto, el cual tuvo tres singles lanzados como adelanto: «Dead Promises”, “Railroads” y el más reciente, “Tears in Rain”, que fue publicado el 9 de agosto en las plataformas digitales. Además, tendrá su correspondiente gira de presentación que la traerá nuevamente a nuestro país el 19 de octubre, en el Teatro Flores. El sucesor de The Shadow Self (2016), posee diez canciones en las cuales se observa un sonido mucho más crudo, combinado con los arreglos que denotan la formación clásica de la cantante, sin descuidar la potencia y la oscuridad que caracterizan a su discografía. A diferencia de los seis registros anteriores, aquí lo hace desde un lugar muy íntimo, lo que resultó en una apertura personal única. Luego de una gira en la que presentó su anterior larga duración, que le llevó un año entero, la cantante finesa alcanzó un nivel de agotamiento que nunca antes había vivido. “Fue un sentimiento horrible, muy nuevo para mí. Además fue el momento exacto en el que necesité empezar a escribir las letras para el siguiente álbum, dado que la producción del mismo estaba por comenzar un mes después del fin del tour. Yo no sabía si estaba en condiciones de escribir, pero de alguna manera me las arreglé”, confiesa. Pese a esa extenuación, “la música nació naturalmente y sin esfuerzo para In the Raw. Me tomó más o menos dos años tener todas las canciones”, señala la música, y profundiza, “lo más desafiante para mí fue el proceso de creación de las letras, pero al final lo sentí como algo feliz porque supe que hice algo bien y ese sentimiento me llenó internamente. Mi vida personal y lo que vivo tienen todo que ver con mi arte y mis creaciones hoy en día”. El resultado de esa experiencia fue un álbum en el que se puede apreciar una artista que se encuentra “más vulnerable y frágil”, como ella misma reconoce, en la búsqueda de un ambiente que sea más visceral. “Encontré la crudeza mientras trabajaba en las composiciones de las letras y la producción, entonces, decidí hacer el álbum más personal de mi carrera. Quise tener un sonido más duro y crudo que en los anteriores, especialmente cuando se trataba de las guitarras eléctricas. Me gustó la sensación de no sobre producir el disco. Muchas veces, menos es más”. A nivel lírico, su vida personal y el auto descubrimiento guían muchas de las pistas que conforman el LP, por ejemplo, en canciones como “Railroad”. “La vida a veces toma y da, nosotros estamos aquí para aprender eso. Tengo sueños para el futuro y espero vivir mi vida de la mejor manera posible, pero también quiero escribir acerca de ese aprendizaje y sobre el tiempo que tenemos aquí. Hice lo mismo en todos mis discos y pienso que continuaré haciendo lo mismo en los próximos”, señala Turunen. Mención aparte es la que merece “Spirits of the Sea”, un tema que está relacionado con la tragedia del ARA San Juan, tras su desaparición en 2017, “tuve una visión de cómo esos hombres y esas mujeres de la tripulación vivieron con sus seres queridos. Esta triste e innecesaria pérdida en el mundo me inspiró enormemente para componer la canción”, destaca la soprano. En resumen, la experiencia personal es uno de los factores clave en el momento de la creación. No sorprende que muchas de las grandes obras, no sólo musicales, sino de casi toda disciplina artística, tengan un correlato que se vincule con el dolor o con vivencias puntuales del artista. “Necesitás una cierta cantidad de dolor para hacer arte, probablemente éste sea insoportable si no podés o no te permitís crear. El arte no puede nacer si te sentís atado, necesitás libertad”, reflexiona la vocalista, a la vez que sentencia, “pero si no sentís nada en absoluto tampoco podés crear. Los artistas son raros, una raza emocional. Yo prefiero tomar riesgos, así puedo seguir sintiendo tanto felicidad como dolor”.
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ROBERTO MUSSO:
"ESTOY MUCHO MaS EN SINTONiA CON NUESTRAS CANCIONES DE ESTA ePOCA" El cantante y letrista por excelencia, nos introduce una vez más en el ecléctico e interminable mundo lírico de El Cuarteto de Nos y, si bien no reniega de su pasado, ratifica con fuerza la actualidad compositiva de la banda.
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Desde lo que fue la explosión de Raro (2006) en nuestro país y en toda Latinoamérica, El Cuarteto de Nos entró en una nueva dinámica en la que ofreció obras conceptuales por doquier. Primero consolidó una trilogía con Bipolar (2009) y Porfiado (2012), luego rompió con los esquemas de su histórica lírica en el oscuro, introspectivo y personalista Habla Tu Espejo (2014), para finalmente rodearse de extrañas bestias en Apocalipsis Zombie (2017). “Tenía ganas de salir de una vez por todas de los hilos conductores y conceptuales de los discos anteriores”, se descarga entonces de entrada el cantante, compositor y cerebro Roberto Musso. Es que el nuevo trabajo Jueves (2019) parece ser un pequeño compilado de todas las personalidades de la banda desparramas por ahí, sin querer encajar de alguna manera en particular. “Fue premeditado el hecho de intentar salir de esa presión de que las canciones tengan como fin pertenecer a un disco, quise pensarlas como independientes. Todo el disco fue un experimento, y me gustó que cada canción no tenga que cumplir un rol determinado”. Para confirmar definitivamente una idea de variedad total, la banda eligió la participación de cuatro productores diferentes: a su histórico colaborador Juan Campodónico, se sumaron Eduardo Cabra (el Visitante de Calle 13), Camilo Lara (productor de la gran banda sonora de la película de Disney, Coco) y Hector Castillo (productor de trabajos de Bowie, Cerati, Los Fabulosos Cadillacs, No Te Va Gustar entre tantos más). “Al tener esa idea pensaba que capaz iba a estar bueno llevar al límite esas diferenciaciones, y que cada tema vaya más para el palo de cada productor”, explica Roberto, en este mano a mano con Revista El Bondi. -¿Cómo dieron con todos ellos? -Les escribimos a cada uno y fue buenísimo que ninguno dijo que no, pero además nos dio mucho orgullo que nos manifestaran su entusiasmo por el hecho de haberlos llamado para trabajar. Como que nos decían “qué bueno, yo pensé que nunca me iban a llamar a mí”. Y se confirmó algo que pensábamos respecto a la logística, de que tal vez si los llamábamos para hacer un disco entero no iban a tener tiempo para estar dos meses abocados a esto. Y nosotros pensábamos igual, por el hecho de estar tanto en gira. Entonces armamos un plan: cuando fuimos a México aprovechamos para trabajar con Camilo y Castillo, en Buenos Aires justo estaba Cabra y se armó el rompecabezas logístico. -¿Sentís que eso terminó de separar aún más a las canciones, o tal vez las unió? -Era un gran interrogante cómo se iban a escuchar esas nueve canciones grabadas con cuatro productores, cuatro equipos de trabajo y en cinco países. Nos encontramos con la sorpresa reciente (porque el disco lo escuché hace un mes) de que terminó siendo mucho más conceptual de lo que nos habíamos propuesto. Fue sin buscarlo. El proceso de grabación llevó a una especie de concepto, y las canciones elegidas tienen dos o tres aspectos que las hermanan, por decirlo de alguna manera. -Si bien ustedes siempre reflejaban a la sociedad en sus letras, tal vez era más bien a través de la ironía o de personajes puntuales. En este caso hay mucho del aspecto general, más macro. 136
cuarteto de nos
Cronista: sergio visciglia Fotos : alejandra malcorra 12 de septiembre -Me da la impresión de que acá las letras son más crudas. En Apocalipsis Zombie estaban planteadas esas dudas que tenemos como sociedad pero desde una forma más lúdica. Ahora, si bien la cuestión de la computadora, por ejemplo, es lúdica, decís “paaa, lo que se está diciendo acá es fuerte”. -Lo que nos tira la compu en “Contrapunto para humano y computadora” realmente duele y nos interpela. -Tira con munición pesada. Y también “Llegó papá” o “Que empiece el juego”, que siempre digo que son dos canciones espejo, porque es el mismo personaje, en primera persona por un lado y luego en tercera persona. Yo nunca había hecho eso de encarnar un personaje detestable. Siempre Roberto era el bueno, el papá de la nena que no llora, o el de “Ya no sé qué hacer conmigo”. -O el que sufre en “Buen día, Benito”. -Exactamente. Pensás ahí si habrá sido todo en serio o no, pero acá queda claro que Roberto no es. Bah, espero que crean eso (risas). Fue muy interesante terminar esa canción, porque generó una respuesta fuerte. Nosotros les mandamos a los productores doce canciones y cada uno eligió las tres o cuatro que les parecían. Se pelearon por algunas, ojo. -¿Por cuáles? -Peleas no, pero hubo tironeos por “Anónimo” y por “Mario Neta”. La de la compu no la quería nadie (risas), y bueno, entonces le digo a Juan Campodónico: “tengo un tema para vos”. Nos parecía interesante el planteo, yo cuando la hice me la imaginé siempre para el vivo, una maqueta para tenerla ahí con la compu, una freakeada. Pero no sé si daba grabarla, con seis minutos, sin estribillo. Y cuando se la empecé a mostrar a los demás, 137
me decían “buenas canciones todas, pero la de la com- nos piden y tocamos, pero acá no tanto, es verdad. pu está genial”. Y lo convencimos a Juan. Nos ha pasado además que hay algún bajón energético y artístico cuando tocamos esas canciones. Por suerte, -El Cuarteto de Nos siempre busca sorprender al la cantidad que hay desde Raro hasta acá forman un oyente, hasta desafiarlo con lo que le va a ofrecer. Y repertorio muy amplio y muy fuerte, las cantan todos ahora llega este corte, un nuevo desafío. y gustan mucho, entonces tampoco hubo necesidad de -Sabemos que el público que nos sigue, más allá de darle rienda a las viejas. Yo como compositor y como los tiempos que corren y que nos escuchan en todo intérprete, estoy mucho más en sintonía con las canLatinoamérica, es un público específico. El salir de lo ciones de esta época. estándar, mezcla de rapeo freestyle, en décimas, un -¿Desde el principio sentiste que las letras iban a ser poco rock, medio folklórico y una compu, era un cóctel lo que los distinguiera como banda? muy atractivo para contar. Mucha gente comentaba “en época de featurings, estos meten una compu de los ’90 -Sí, porque uno, por una cuestión de supervivencia va toda podrida”. Tenemos un nicho desde siempre que sabiendo en lo que es fuerte y en lo que no. Con El Cuarse engancha con todas estas cosas. teto nunca fuimos ni cuatro, ni cinco caras bonitas (risas), ni tampoco unos súper músicos e instrumentistas. -¿Cómo siguen planteándose ese desafío de intentar Obviamente que nos defendemos muy bien todos, yo sé sorprender después de más 30 años? que soy bastante bueno haciendo letras pero no tanto -Nosotros somos de esa generación de efervescencia como guitarrista en donde se destaca el Topo (Gustavo post dictadura, como acá en Argentina. Había una ge- Antuña) o en la parte rítmica como Alvin (Pintos), neración muy reprimida que quería mostrar cosas de la o Santi (Marrero) en teclados. Yo creo que en ese foco actividad artística. Eso de querer diferenciarse es una nos hicimos fuertes en las letras, acompañadas de todas característica de esa generación, sobre todo el tratar formas por una música, ya que si no fuera la música de no pasar desapercibidos. Hay gente que le puede que hacemos tal vez no resaltarían como lo hacen. gustar, o puede rechinar, pero siempre queda algo, na- Pero sin dudas que la sintonía de muchas canciones die escucha una canción de El Cuarteto y queda a mi- con la gente se generó por las letras, los personajes, las descripciones, la manera de escribir. tad de camino. -En eso de ir siempre al límite con la lírica, ¿sentís En esa cuestión de componer canciones plagadas de referencias en modo meta discursivo constante al mejor que algunas veces cruzaron la barrera? estilo The Simpsons (“no es casual que haya frases de -Pasa mucho en Uruguay sobre todo, que allá tenemos ellos en mis canciones”), Roberto nos cuenta sorprenel peso de la historia nuestra completa, con varias ge- dido que la tortilla se empezó a dar vuelta, y ahora neraciones que vivieron esa época más de ir al límite, algunos escritores toman como referencia a letras de con humor directo o una ironía más sacada. Pero yo El Cuarteto para escribir. “Ya me pasó en varios países, siempre lo trato de medir sin descontextualizarlo del en España, Colombia, Ecuador, en donde escritores me momento social de cada época. Esos tiempos de los regalan libros basados en letras nuestras. El último ’90, con Otra Navidad en las Trincheras (1994) a la caso fue en México, un libro titulado ‘Escuchando a cabeza, que sigue siendo el disco más vendido de la Miguel Gritar’, me resulta algo interesantísimo”. música uruguaya. Para mí es un disco brillante para esa época, y los temas que hacíamos en ese momento -Es como que se cerró el círculo de algo que es una me parecían geniales, pero claro, al estar tan al borde característica tuya. o tan al límite también corrés el riesgo de que el paso -Me gusta meter mucha información en la canción, eso del tiempo les pueda dar un mazazo fuerte en ese as- hace que sea más indeleble al paso del tiempo: cuanta pecto. Hoy por hoy, el repertorio que hacemos en vivo más información le metés y más canales pueda tener con El Cuarteto es de canciones relativamente nuevas, la historia, te puede pasar que vos escuches la canción de Raro hacia adelante. Esporádicamente metemos al- por decimocuarta vez y descubras cosas. El otro día mi guna en algún show en Uruguay pero a esta altura no sobrino que tiene más de veinte y escucha El Cuarteto me dan ganas de volver a escribir así, y me siento mu- desde los ocho me dijo “recién me doy cuenta de que cho más identificado con el camino que hemos tomado en ‘Invierno del 92’ lo del muñeco vudú mío en la heahora a la hora de componer. ladera era porque por eso tenía frío en el invierno (ri- Y acá en Argentina no suelen verse ni un poquito sas)”. Yo ya me había olvidado y me puse a escucharla de nuevo. en vivo. -No, no están. Cuando salió Raro se hizo más frecuente nuestra visita a Argentina, y ahí había varias viejas obviamente, porque no había otras. Cada tanto algunas 138
ATROPELLO CARREGAL SE ADAPTA A LOS TIEMPOS QUE CORREN Cronista: lucas gonzalez Fotos: LUCAS IBORRA 27 DE SEPTIEMBRE
El grupo de Gonzalo “Pollo” Fernández acaba de publicar Todo lo que hay, un EP con dos canciones nuevas. “Hoy por hoy, la música se escucha suelta”, concede el cantante. A 14 años de su formación, Atropello Carregal no para. Ni el cierre de un año complicado en lo económico y caldeado en lo social detiene a los oriundo de Munro, que por estos días está difundiendo los tracks de su nuevo EP, Todo lo que hay. “Nos estamos adaptando al formato de lanzar singles”, reconoce Gonzalo “Pollo” Fernández, cantante y guitarrista del grupo que acumula kilómetros de ruta y lleva editado tres discos de estudios hasta la fecha: Marilyn Munro (2008), Partido (2012), Atropello Carregal y la moral de la naturaleza (2014), más el EP Que Pase Algo (2017). Dueños de una fuerza arrolladora, sutileza musical y de un sonido para un público que no se conforma con poco, Fernández reconoce que el núcleo duro de Atropello no es muy amante de lo deforme a la hora de componer. Al contrario, el quinteto que completan Guido Mini Parisi (guitarra), Damián Mago Magliola (bajo), Mauro Meinardo (percusión) y Juan Manuel Muñe Fernández (batería) prefiere pegarle fuerte y al medio. “Por más que esté cargada de cosas (arreglos rítmicos o alguna armonía), preferimos que el oyente pueda hacer una escucha superficial y entienda que hay una forma de canción antes que nada”, dice y agrega: “Siempre deben tener algo distinto en la tocada, una cosita”. En ese sentido, los dos temas que integran Todo lo que hay no son la excepción a la regla. Por caso, “Mandate igual” posee “un estribillo súper cancionero”, mientras que la estrofa “es un riff muy rockero”. Por su parte, “No estás sola” funciona como un reggae bailable, con una percusión muy marcada. “Desde el principio tuvimos esa cuestión de ir para un lado y para el otro”, reconoce el vocalista. Y mientras definen los detalles para la presentación oficial del EP, que será mañana en Beatflow (28/09) junto a Mono Moncho y Sebastián Haedo, el referente de Atropello Carregal anticipa que en un tiempo no muy prolongado planean volver al estudio. Puede que salga como un lado B de Todo lo que hay, pero no está seguro. “No nos enroscamos tanto con la idea de tener un disco conceptual. Hoy por hoy, la música se escucha suelta. Así que no nos preocupa demasiado el asunto”. 139
Cronista: MILAGROS CARNEVALE Fotos : Victoria Schwindt 10 DE OCTUBRE
LA MANO EN EL FUEGO DE MUERDO Pascual Cantero, más conocido en España y Latinoamérica como Muerdo, se encuentra haciendo la gira “Fin de la primera vida”. Con la espontaneidad y sinceridad que lo caracterizan, nos cuenta cómo empezó todo y en dónde se posiciona dentro de la esfera musical. Muerdo llega a la ciudad de Buenos Aires después de shows en Mar del Plata y La Plata, con la mira en las siguientes funciones en Córdoba y Rosario. La escenografía de Palermo combina con su camisa. Él, en sí, combina con la Argentina. -¿Qué tal el público latinoamericano? -Bueno pues, yo creo que el público en cada país, en cada región, es diferente. Mismo en España del norte al sur hay una diferencia abismal. -Se nota en tu música un estilo muy de acá. -Yo creo que el sur de España tiene mucho que ver con Latinoamérica. Ya la idiosincrasia, el clima, la manera de ser de los que somos del sur de España, tiene mucho que ver. Y bueno luego las referencias son horas de mi infancia, en casa se escuchaba mucha música latina. -¿Qué, por ejemplo? -Y, Antonio Machis, Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa. Mucho la tradición trovadoresca latinoamericana, todas estas bandas que en los ‘70 pegaron mucho en España. Y luego, claro, música más latina en el sentido de bolero, merengue, bachata. -Tu nuevo disco tiene un poco de todo eso, ¿no? Muchas colaboraciones también, muy misceláneo. -Sí, la verdad que sí. Procuro que mis discos sean bastante heterogéneos, que no parezca un track. -¿Qué es lo que más te gusta de incluir a otros músicos en lo que estás haciendo? -Me gusta escuchar mi música en otras voces. Desde la faceta de compositor me es muy interesante escuchar mis temas en otras voces que además son voces que me gustan. -Todas tus canciones tienen mucho contenido social, mucha consciencia. ¿De dónde sale todo eso? 140
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-Yo vengo del activismo político y social. En el año 2009 empecé a formar parte de todo lo que es redes de autogestión, de mutuo apoyo. En el sudeste de la península ibérica. Unos años después estalló el 15M. A mi me pilló totalmente dentro de esa movida social, siendo parte de asambleas, de centros autogestionados. Eso es un poco la base de mi adolescencia y mi primera juventud. Todo ese proceso en torno a mayo de 2011 en Madrid fue bastante fuerte. Realmente hubo una burbuja, parecía que iba a haber un empoderamiento colectivo brutal, o sea, pensábamos que estábamos a punto de que pasara una revolución en España, cosa que no pasó. Fue pensar que uno tenía todo el poder y que todo es posible. Pero no era cierto. Para muchos simplemente éramos cuatro hippies que nada, nos creíamos que íbamos a cambiar algo y no cambiamos una mierda. -Y tu música está impregnada con todas esas experiencias. -Sí, está impregnada porque realmente lo viví, no es una pose. Formé parte de eso. Ahora mismo me dedico más a la música plenamente, apoyo desde el altavoz que tengo que es la música, pues, lo que considero que es importante. También es verdad que me desencanté muchísimo de muchos movimientos sociales. -¿Eso influyó en la música también? -Y, yo creo. Ahora estoy leyendo un libro de Sábato, que habla precisamente de eso, de cómo él se desencantó de las tesis marxistas, estalinistas y comunistas. Yo creo que hay una transición en la vida de las personas. Ideológicamente hacemos un tránsito, un camino, no puedes pensar igual a los 18 que a los 30. Es normal, ¿no? Entonces yo creo que hice ese camino, hice un aprendizaje, una evolución. -En el campo de la música te habrá pasado lo mismo. Esa evolución. -En la música intenté siempre ser honesto con lo que estaba viviendo. Para que fuera un reflejo real. -Además de todas estas cuestiones, ¿qué otras cosas tomás para hacer música? -Yo tomo la música como una terapia. La utilizo para ordenar mis pensamientos. Lo hago plenamente para mí. A mí el público, más allá de que los adoro, me chupa un huevo. Mi música la hago yo para mí y quien resuene con eso y se sienta identificado bienvenido sea. No te voy a pedir perdón por hacer algo que no te resuena. De hecho, hay como una tendencia del público hacia el artista, que siempre es como “no cambies nunca”. Yo siempre digo voy a cambiar cada vez que me salga del pijo, porque cambiar es un derecho y tú por mucho que pagues las entradas de mis conciertos o veas los videos de Youtube, no tienes ningún poder sobre mí para decirme que cambie o no cambie. Partiendo de que yo utilizo la música como un instrumento de sanación propia, de entenderme a mí mismo. -Dentro del panorama de la música española, ¿dónde te considerás ubicado? -Yo creo que pertenezco digamos a una especie de generación en la que entre nosotros tenemos ciertos rasgos comunes. Ahí por ejemplo englobaría a Rozalén, a El Kanca, a La Hipoteca. Luego habría una generación por debajo, tipo Pedro Pastor y esta gente un poco más política, y otra por arriba más tipo Andrés Suárez, todo lo que es el rollo cantautor. Y luego por supuesto está toda la escena de urbano, de trap. Yo particularmente considero que me encuentro muy a medio camino entre el mestizaje y la canción de autor. -¿Qué hay detrás del arte visual de tus discos? -Dependiendo del álbum ha sido un proceso diferente. En Viento Sur he estado muy encima, trabajando con Ricardo Cavolo. Tenía muy clara la simbología que quería que apareciese, que son todos los elementos que aparecen en la portada. Y en cuanto a este disco, tenía muy claro que quería que apareciera Saturno, porque lo compuse de los 28 a lo 30 años, que es cuando astrológicamente Saturno hace una vuelta desde el momento de tu nacimiento por toda la rueda zodiacal, una vuelta que tarda eso, entre 28 y 30 años. Además, Saturno es el elemento fuego, y cada uno de los discos está relacionado con un elemento, pues claro, Saturno y Júpiter son los planetas gaseosos, que son los planetas de fuego. Esta era la única premisa de este álbum. -¿Cómo surge La mano en el fuego? -La mano en el fuego es como un momento de apuesta, de riesgo. En la edad media, se hacía como una especie de juicio a los herejes, gente que tenía actitudes anticatólicas o que eran de dudosa moral, entonces hacían una prueba, que era meter las manos en el fuego, entonces se supone que si no ardían era porque Dios había perdonado esa herejía. De ahí surgió la frase “poner la mano en el fuego”, como estar muy seguro de algo y creer en eso ciegamente, o apostar. -¿Esto refleja un poco el momento que estás pasando en tu carrera? -Era el momento. Primer disco con una multinacional, eso ya refleja un momento de riesgo y apuesta. También una producción con sonidos un poco más “comerciales”. Era un punto de inflexión, siguiendo un poco con la cuatrilogía de viento fuego aire. 141
“NUNCA ME INTERESo MUCHO LA COSA SOLISTA” Revista El Bondi conversó con el virtuoso de las cuatro cuerdas en la previa de su visita en el marco de una masterclass que brindará en Acatraz, el próximo 2 de noviembre. Resumir la carrera de Billy Sheehan en un tan solo un adjetivo resulta casi una falta de respeto a la cantidad de proyectos en los cuales participó este músico nacido hace 66 años en la ciudad de Buffalo, Estados Unidos, con una carrera que se extiende a lo largo de cuatro décadas. Desde muy temprana edad ha dedicado su vida a la música por medio del bajo, instrumento en el cual ha desarrollado una técnica notable y mundialmente reconocida. Desde su primera agrupación Talas, formada a finales de la década de 1970, hasta la actualidad, pasó por una gran cantidad de conjuntos. “Nunca me interesó mucho la cosa solista. Siempre me pareció más entretenido estar en una banda, especialmente por el hecho de tocar con otros músicos a quienes admiro”, reconoce el bajista que únicamente editó tres álbumes por su cuenta durante la primera década de este siglo: Compression (2001), Cosmic Troubadour (2005) y Holy Cow! (2009). Es por ello que trabajó con artistas y grupos de la talla de David Lee Roth, Steve Vai, Mr. Big, Niacin, Ritchie Kotzen (con quien además formó The Winery Dogs), Sons of Apollo, entre varias más. Siempre con el bajo en mano, creó una técnica distintiva que lo colocó entre los mejores instrumentistas del mundo. En esta oportunidad, una nueva visita a la Argentina tendrá lugar próximamente en el auditorio de Acatraz, donde mediante una masterclass mostrará no solamente su impresionante saber hacer con las cuatro cuerdas, sino que realizará una jam session junto a los locales Javi Viñas en guitarra y Adrián Espósito en los platos. Una fecha para ver, escuchar y aprender. -¿Por qué es importante conocer bandas o músicos del pasado? -Soy un fanático de la música, un music freak, y me encanta escuchar tanto como tocar. Por eso, mi colección de iTunes alcanza las 67.771 canciones con más de 340 gigabytes y continuará creciendo. Dicho esto, no se trata solamente de bandas del pasado, sino de escuchar la música que satisfaga tu alma, tu mente y tu corazón. Por supuesto, hay grupos de los sesenta, setenta y ochenta que han cambiado la historia de la música, y es por esa razón que deberían ser escuchados. -En relación a la ejecución de un instrumento, ¿el proceso de aprendizaje alguna vez finaliza? -En mi mente nada es imposible, entonces me adentro en lo más difícil, sin reservas. Jamás dejás de aprender. Estudié todo tipo de música a partir de muchos instrumentos y los trasladé al bajo, por ejemplo, los “Conciertos de Brandeburgo” (de Johann S. Bach), (Claude) Debussy, Oscar Peterson, Paco de Lucía y más. Cubrí un espectro muy amplio de géneros. 142
Cronista: MAXIMILIANO NOVELLI FRUTOS Fotos: PRENSA 15 DE OCTUBRE
billy sheehan -¿Qué fue lo que te sorprendió cuando tocaste con Steve Vai? -Dejame decirte que cuando empecé con David Lee Roth, él quiso tener una banda conmigo. ¡Eso me voló la cabeza! Yo sugerí a Steve Vai para la guitarra y, por suerte, David estuvo de acuerdo. Llamamos a Greg Bissonette para la batería y avanzamos. Nos sentábamos y compartíamos historias por horas, tomábamos algo, hacíamos comedia extremadamente graciosa y tocábamos un poco. Siempre estaré agradecido a David, tanto como a Steve, Greg y Brett Tuggle, el pianista, por algunas de las aventuras más grandiosas jamás vividas. -¿Trabajarías en el estudio con Steve Vai? -Me encantaría, él es simplemente un guitarrista y ser humano maravilloso. Nunca se sabe cuándo ocurrirá. El bajista volvió a los ensayos con The Winery Dogs y ante la inminente pregunta acerca de un posible nuevo álbum entre manos, con una cuota de complicidad y otra de misterio, responde con un pícaro «¡Con suerte tendremos un gran 2020, ya veremos!». Pero también promete: “Si los Dogs salen de gira y los promotores nos agendan, iremos a Argentina. ¡Por supuesto!”. -¿Cómo fue tu experiencia de tocar con una orquesta como lo hiciste con Sons of Apollo? -Fue algo único y grandioso. Una fecha impresionante, con excelentes músicos y es algo que no hacés todos los días. ¡Lo disfruté al cien por cien!
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"EL ARTE ES UNA HERRAMIENTA PARA EVIDENCIAR COSAS QUE MOLESTAN" Cronista: MAIAKISZ Fotos : PRENSA 22 DE OCTUBRE
DANIELA DOFFO Compositora, cantante, corista, escritora y poeta. Daniela Doffo acaba de lanzar Mutaciones, prepara una fecha en Casa Colombo para el 22 de noviembre y proyecta un 2020 que incluye la presentación del disco en vivo y la publicación de un libro propio de poesías. El abuelo de Daniela era carpintero y había construido una hamaca en su patio. Ahí, ella pasaba largos momentos de su infancia meciéndose y cantando. La música surgía de su cuerpo casi involuntariamente. “De repente me descubrí cantante. Esa, quizás, fue mi primera mutación”, reflexiona. Al pensar en Mutaciones (2019), el primer disco que lanza como solista, Daniela explica que la búsqueda sonora y poética se relaciona con las mutaciones desde aquella niña que alguna vez fue y con esas huellas que siempre quedan. Cuando el papá de Daniela vio que a su hija le pasaban cosas con la música, lo primero que hizo fue llevarla a que participe de Vivitos y Coleando, un musical infantil de Hugo Midón. “Fui la voz principal. Era un juego, pero había una cuestión rítmica y me divertía”, recuerda la cantante, feliz de haber podido disfrutar de esa experiencia y concluye: “Si desaparece la cuestión lúdica, se pierde la magia”. Mutaciones está dividido en dos porque hay un tránsito entre cada parte. Lado A y B, nombrados por la autora Silencio y Ruido, respectivamente, conforman una totalidad. “El Lado A representa lo que traigo y de dónde vengo. El Lado B es para dónde estoy buscando ir. Tiene blues, folk y, además, la proyección de que se edite en vinilo”, cuenta Daniela. La segunda parte del material se acopla con un libro de poesía que se llama Cada gota de lluvia y sue dición está planeada para el año que viene siguiendo el concepto del disco: dos partes. El Blues es otra mutación: Daniela afirma sentir que lo escuchó toda su vida, pero lo encuentra prioritario. “Este ritmo trae muchas cosas, es una música de protesta que se transformó en esto que amo”, revela la artista y agrega que le gusta escuchar, cantar y tocar blues. “Me empecé a adentrar en ese mundo por El Negro García López. Tocaba un blues increible. Él amaba la música a un nivel que no tiene palabras y tocaba la guitarra con mucha naturalidad. Yo toco y tengo que pensar qué hago. Con el blues me pasa que me acuerdo de él enseñándome cómo estirar la nota, que es algo que no te enseñan en el conservatorio”, cuenta Doffo. 144
Algo de blues sonará en vivo el 22 de Noviembre, en Casa Colombo, cuando Daniela se presente junto a Sonia chammah. Ellas están preparando una fiesta que tendrá su inicio a media noche, contará con un arcade, proyecciones y canciones del pasado y del presente de las dos artistas. “Sonia es más punk, yo soy más blues. Coincidimos en que somos dos mujeres solistas que estamos en la lucha”, adelanta la artista. Daniela cuenta que con Amas de Casa, banda que se disolvió hace dos años, vivieron un montón de bullying. Como era un grupo conformado por mujeres, la gente les preguntaba: “¿De verdad, ustedes son mujeres y tocan?”, por eso la artista sostiene que es necesario que la mujer tenga más espacio, pero que sería ideal es que no sea necesaria una ley para que haya diversidad en los festivales o que no se necesite aclarar que cualquier persona puede hacer música. “Lamentable-
mente la brecha está, hay una diferencia. Este es un momento de crisis que sirve para mostrar situaciones que molestan. Hay convenciones que se establecen y hay que romper. Espero que sirva para que se naturalice que una mujer puede hacer rock”, desea la cantante. La autora y poeta afirma que, en momentos como este, el arte en general trabaja para sacar a la luz esas cosas que se quieren cambiar. “Es una herramienta para ubicarnos desde otro lado como mujeres y como seres humanos. Hay una deshumanización total a nivel global”, reflexiona Daniela. La artista decide citar una frase de Oscar Wilde que sintetiza lo que siente: “Hoy en día el hombre conoce el precio de todo y el valor de nada”.
"RIMAR ES UN TIPO DE ARTE" Cronista: lucas gonzalez Fotos : prensa 15 de noviembre
infranich A traves del su canal de YouTube, Escuela de Rap, el docente marplatense baja a tierra conceptos sobre freestyle. Escuela de rap bien podría ser el título del disco de un MC vieja escuela. O el nombre de una crew del conurbano bonaerense formada en los 90, cuando la cultura hip hop recién asomaba la cabeza en nuestro país. Casi, pero no, porque en realidad se trata de un canal de YouTube dedicado al mundo de las batallas de freestyle. Que se desmarca de otras propuestas similares por lo sustancial de su contenido (fluye entre lo teórico y lo práctico), con videos que van desde cómo hacer el punchline de Wos a qué es un one-two, pasando por consejos para mejorar el flow y hasta análisis de los diferentes tipos de gallos. “Muchos rapreros tienen conocimientos técnicos que desconocen. Por eso funciona tan bien la simbiosis con ellos: les das cuatro o cinco herramientas y enseguida las agarran, porque las tienen aprendidas de improvisar. Al poder nombrarlas, se potencia mucho más la práctica”, explica Gastón Franchini aka Infranich, que además de pergeñar y alimentar el aula virtual de Escuela de Rap, se desempeña como docente de literatura de Mar del Plata, ciudad en la que brinda talleres relacionados a la materia y 145
registra gran parte de sus intervenciones: la primera fue uno sobre Dtoke hace dos años, pero la más reproducida entre sus 70 mil suscriptores es una “teórico” de métricas, estructuras y acentos. Formado en las Letras y Filosofía (“la dejé en el final, porque apareció el rap”), y con un pasado en el mundo de la poesía (estuvo al frente de la editorial Goles Rosas), este youtuber poco convencional apasionado por la música (puede charlar horas de rock nacional, cumbia e inclusive de la obra de Shakira) está convencido de que “rimar es un tipo de arte” y asegura que para ser intelectual no hace falta citar a la Divina Comedia. “La gente admira canciones que cree profundas, cuando generalmente no lo son. Por ejemplo, alguna en la que un artista que no leyó a Platón lo cita. Eso es una falsa intelectualidad que se llama ‘kitsch’”, dice. “Es lo mismo que tienen los best seller como El Código Da Vinci, donde en el primer párrafo se rompe un Caravaggio en el Louvre: te genera la sensación de que pertenecés la cultura alta y no es así”. El espesor (que la obra diga en varios niveles), en cambio, sí lo encuentra en muchos de los tracks que producen los exponentes más jóvenes de la escena urbana, caso Wos o el mismo Duki, que suele ser criticado por el contenido de sus letras. “En ellos se puede analizar lo literal, simbólico (con lo que está armado) y metafórico. Entender esta polifonía es súper importante para hacer arte. Supone otra dimensión, criterio y laburo. Obviamente, en una batalla no te sirve de nada asimilar este tipo de cuestiones, dado que hay que ser más concreto y pragmático”. Sobre el último campeón internacional de la Red Bull Batalla de los Gallos, que viene de publicar su álbum debut, agrega: “Wos es tipo que se la juega hasta cierto punto. Combina ideas renovadoras con otras conservadoras, a diferencia de un Duki, que prueba algo completamente extremo, pero que avanza de a poco como artista y se va afianzando”. -A través de tus videos examinaste el contenido de “Goteo” y sus barras en “Tussi”, de Marcianos Crew. ¿Qué te llamó la atención? -En las dos aborda la idea de la muerte por medio de una metáfora muy fuerte: dado que no tenemos experiencia previa, lo más parecido es dormir. Pero la gente no se queda con eso, porque aparece en un segundo plano. También habla del exceso de vida y el no querer aceptar los límites de ella, de correrlos. Es un concepto bastante antiguo, que tiene que ver con cierto romanticismo. -¿Te parece que Duki es consciente de lo que expresa? -No es consciente a un nivel técnico, pero sí sabe desde la práctica. Tiene un oído de artista. Seguramente hizo 20 mil canciones y eligió “Goteo” porque sintió que tenía algo. Es así que uno simplemente puede encarar la composición como un artesano y darse cuenta cuando está bien o mal sin la necesidad de ser teórico. -Además, señalás otra particularidad: no repite fórmulas. -En “Tussi” usa una rima doble, una asonante y otra consonante. La rima consonante cae en la tercera barra, entonces prolonga un eco hasta la cuarta. En cambio, en “Goteo” sólo utiliza rimas asonantes, o un one-two, que además le mete tres acentos por barra, y los va marcando bien claritos. -Hablando de técnicas, además de ser docente y subir contenido a Escuela de Rap, también sos jurado de la FMS Argentina. ¿Qué balance hacés hasta este momento de la segunda temporada de la liga? -Es loquísimo lo que pasó este año. Por mérito propio o por culpa del resto, empezó con Dtoke puntero, pese a que es un terreno que no lo favorece. Aprovecha al máximo lo que le permite el formato, trabajando con lo extra energético, acotando antes o después de los rounds. Es una especie de Mascherano del freeestyle. -Aunque viene de una derrota contra Cacha, Papo se posiciona como otro de los candidatos a llevarse el título, ¿no te parece? 146
-A él sí lo favorece el formato y recuperó terreno gracias a que viene juntando puntaje como MVP. Es un gallo que pasó del punchline a un costado más artístico, porque se quedaba sin voz. -¿Qué tipo de participantes tiene más chances de coronarse en una competención como la FMS? -El que pueda conciliar todas las tensiones de un país, el gallo más del centro. El año pasado (en la FMS Argentina) estaba Wos y era muy claro: por un lado era real y por otro profesional, por un lado tenía punchline y por otro flow. -Al final, la competencia termina siendo un muestrario del talento y la idiosincrasia local. -Me gusta que la FMS argentina, a diferencia de la española, donde claramente es un deporte y todos lo aceptan, se disputa una discusión entre los artesanales y profesionales. El rap para muchos chicos fue un disparador, un dispositivo para la curiosidad, para el saber. Particularmente, disfruto más el costado artístico, pero no por eso voy a criticar a los gallos que sean deportivos. Prefiero la pluralidad de nociones a tener que decidir entre una y otra. -¿Los extremos serían el español Chuty y el mexicano Aczino? -Sí, es un debate entre Dios y el Diablo. Chuty es Dios, pero con todo lo que eso significa: la regla, la ley y el orden. Y el primer esclavo de ese orden es él, que entrena todo el día, como si fuese un laburo. Por otro lado, Aczino, el diablo, es el que rompe las reglas, el que transgrede. -Si bien estás a favor de ambos, de los gallos deportivos y artísticos, ¿cuál es el que más disfrutas? -A Aczino. Si esto fuese un deporte, le saca 300 cabezas a todos. Hace cosas increíbles y que están programadas. -Por ejemplo... -Si tiene un minuto y la palabra es vela, sabe cómo va a usarla en cuatro golpes diferentes. Es constante y lo hace todas las veces que se presenta. Tiene piso, solidez, un plus y mucho de los competidores argentinos. -¿Qué define al batallero argentino? -Que es bastante creativo. No se limita. Por eso la FMS local es tan emocionante, porque no es meramente deportiva. Tomemos a Klan durante el Quinto Escalón: repetía la primera y segunda barra para que lo escuchasen, pero también para no tener que descargar en la segunda y quedar sin nada que acotar en la tercera y cuarta. Eso es una cosa que solo se permite un argentino, inventar una regla. -Estás trabajando en un libro, El pareado y la cuarta generación, donde abordás las particularidades de la nueva camada de freestylers. ¿Qué caracteriza a chicxs como Zaina, Roma y Mecha? -Es una generación que nace en las redes y no en el territorio. Que tiene un criterio más deportivo, porque aprendió de los ganadores y no de lo que ocurría en las plazas. Igualmente, el libro intenta ir en contra de la mirada de facultad, que ve al rap como a una manifestación de la pobreza o una representación de la marginalidad. -¿Y qué es entonces? -Esto es un arte, con sus reglas, prehistoria y tradición.
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"EL FUTURO ES AHORA" Seremos Primavera es una realidad. El trío se transforma pero a su vez es siempre el mismo. Con una propuesta distinta a las anteriores, manufacturan un universo en el que la naturaleza moldea la humanidad, apropiándose como siempre de la consigna “lo personal es político”. Eruca Sativa lanza su nuevo disco Seremos Primavera y cuenta los días para comenzar la gira con la banda mexicana The Warning. Lula Bertoldi (voz y guitarra), Brenda Martin (bajo) y Gabriel Pedernera (batería) toman impulso y se preparan con su gran predisposición de siempre a una cálida conversación con Revista El Bondi. -El último disco que sacaron es Barro y Fauna, en 2016. ¿Qué estuvo pasando en este lapso de 3 años? Brenda Martin: -Me parece que nos demoramos en hacer este último disco porque fuimos madres, entonces empezamos a distribuir diferente nuestros tiempos, creo. Pero no es que no hayamos sentido ganas de sacar un disco nuevo. Necesitábamos algo nuevo para mostrar, en el medio lanzamos un EP grabado en vivo en el Luna Park, en la presentación en vivo de Barro y Fauna, y eso lo largamos el año pasado. También hicimos una colaboración con Abel Pintos, fue re lindo ese show. No teníamos nada de material registrado de sonido y de video grabado en vivo, así que nos pareció que estaba bueno ese momento. Esto fue poder reflejar la banda en su estado eléctrico, tocando en vivo. -Este disco se diferencia mucho de lo que han hecho antes. ¿Qué tanto siguen creyendo en identificarse con un género musical? ¿Cuál es el papel de esa categoría en su música? Lula Bertoldi: -Nosotros no decimos que hacemos rock. Es como una categoría que es en un punto más para meter la banda en un lugar. En realidad, nosotros internamente solo pensamos que hacemos canciones. Somos re desprejuiciados, en todos los discos tratamos de plasmar un poco eso. Si bien destacaba siempre lo más fuerte de Eruca, el Power Trio, nuestros discos han tenido folclore, o ritmos distintos. Había temas que tenían que ver con otra cosa, no con el rock puro, ortodoxo. En este disco intentamos ir un poco más allá, de sacarnos un poco esa camisa de fuerza que es el rock, porque sentimos que el rock tiene más que ver no tanto con la distorsión o con lo obvio del género, sino un poco más con la forma de pensar o de hacer las cosas, el desprejuicio, rebelarse un poco de lo que se espera de uno. Eso nos pareció que estaba bueno mostrar. -¿Cómo se construyen desde lo musical los temas de la introspección, el manejo del lenguaje, la verdad y la mentira, el decir y el no decir? BM: -A mí me pareció que eran más introspectivos los discos anteriores. Aunque no podemos escapar a que en las letras se refleje lo que nos pasa como personas, siempre va a haber una mirada personal. Me parece que en este disco hay de todo un poco. El ponerte en el lugar de otra persona para escribir la canción, a vos que la recibís te hace pensar que todo eso somos nosotres, pero en realidad muchas canciones están escritas como poniéndonos en el lugar de otras personas que hablan en primera persona. ¿Cómo ven las cosas los otros? Eso es lo que nos quisimos preguntar a través de la música. Contar otras cosas, salir de esa búsqueda espiritual que capaz puede aparecer mucho mejor reflejada en Es, que por eso se llama Es, porque ahí era ir más allá, hablar de la existencia. Era muy existencialista ese disco. O La carne, que ya con el nombre te cuenta que va a hablar de lo concreto, de la carne como objeto de deseo de la humanidad, ese tipo de cosas. Tratamos que el nombre de los discos lleven por cierto camino la interpretación de las letras. -Seremos primavera y Latinoamérica. Chile, Ecuador, Guatemala. Creo que el disco y la coyuntura tienen 148
Eruca sativa
Cronista: milagros carnevale Fotos : pilar guevara 09 de noviembre una conexión muy fuerte de manera muy azarosa, porque cómo iban a saber que iba a salir en este momento LB: -Encima se nos fue corriendo la fecha, el disco iba a salir antes, por lo menos el single. Además, iba a ser otro el single, lo cambiamos como tres veces. Se atrasó el video por motivos de que no queríamos ese, queríamos otro, dimos muchas vueltas hasta que terminó saliendo. Terminó saliendo en un momento re crítico para el país en particular y América Latina en general. Creemos que da un mensaje de esperanza, de unión. Para acordarnos de que somos nosotros los que tenemos el poder, la gente. Hablamos de muchas luchas, de todas las que tienen que ver con el colectivo, no con lo individual. No habla de la política, habla de las luchas. Se dio así, y el disco salió en noviembre y es muy loco todo lo que pasó. El otro día nos mandaron un afiche de una manifestación en Chile con frases de Creo, y es como muy fuerte porque jamás hubiéramos pensado que se iba a transpolar esa canción a una situación como la de Chile. Yo escuchaba la canción esos días y se me ponía la piel de gallina. Seremos primavera te lleva a pensar que el disco tiene un sentimiento de esperanza. Y de conjunto. Es muy simbólica la primavera. BM: -Eso es lo que pensamos nosotres. El futuro es ahora y es lo que nosotres hagamos con el planeta. Entonces pensar que eso lo podemos dejar en manos de los gobernantes sin hacernos cargo de la situación, o descansando en ideas que están en un libro o en lo que hicieron dirigentes de antes es como muy tibio, y a esta altura de la humanidad, no se puede. En Chile no hay que bajar los brazos, hay que poner toda la fuerza. El pueblo tiene que ser respetado y pueda vivir dignamente. Y acá en Argentina, lo mismo. Hay personas que no quieren ayudar a los demás porque no quieren que se les toque sus bolsillos y piensan que los gobernantes son más que nosotres. Eso no es así. 149
Gabriel Pedernera: -Hay una parte del discurso antiperonista que arranca con esta idea de que “yo en la política no me meto”. Y para mí hay un entramado medio oscuro, porque no te puede dar igual que una persona coma o no. Ahí hay oscuridad e hipocresía. -¿Cómo es su relación con una empresa discográfica como Sony? LB: -Nosotros no somos “músicos de Sony”, más bien es nuestro socio, aliado. Cuando lo ves de esa forma también tiene más sentido. En la práctica somos muy independientes con nuestro arte, que es realmente algo a lo que solo accedemos nosotros tres. No es sólo que no accede Sony, ni siquiera nuestro manager, nadie. Únicamente nosotros tres manejamos cualquier cosa que diga, muestre, comunique o corporice nuestra música. En ese sentido somos intransigentes. Desde el primer día que pisamos Sony eso fue algo que estuvo muy claro y se respeta siempre. GP: -Tenemos como una apertura para que la persona que quiera sumar, porque todos queremos que esto funciones, lo pueda hacer, sea bienvenida. Sony es un aliado de Eruca. Trabajamos a esa forma. Cuando uno lo ve desde afuera hay como una sugestión, que es común. Un ejemplo: Cuando nosotros firmamos el contrato en 2012, antes de que saliera el disco Blanco. El disco salió con la firma de la discográfica pero ya estaba hecho. Ellos solo dijeron bueno nos interesa Eruca Sativa y nosotros dijimos bueno tenemos este disco fíjate si gusta. Gustó y salió. Lo que pasa es que como el disco decía Sony Music hubo mucha gente que se acercó y nos dijo che se nota que lo editaron con Sony y la banda es como que cambió un poco. Ese es el poder de la sugestión. Quizás vos ves una película que dice Warner Brothers y decís ah, seguro pusieron una torta de guita. Pero capaz no es el caso. La la land arrancó siendo una película independiente. Eruca es una banda independiente. BM: -El primer disco que sacamos lo hicimos con la UMI (Unión de Músicos Independientes). Eso no nos dio resultado porque no teníamos la distribución que queríamos, no tenía sentido seguir con eso. Para sacar el segundo, creamos nuestro propio sello discográfico, pensamos que en el futuro podríamos editar a otras bandas. El resultado fue bastante parecido al anterior. Después empezamos a trabajar con una distribuidora. Nada nos daba resultado. Sony es una empresa super grande que tiene acceso a todas esas cosas que como banda sentíamos que necesitábamos. Ellos podían distribuir nuestros discos por todo el país por ejemplo. Si uno sabe para qué trabaja con una compañía, y sabe qué pedirle, está bueno. Nuestro crecimiento alguien lo financia y eso nos ayuda. -Ahora se van de gira con la banda mexicana The Warning. ¿Cómo surgió la propuesta? GP: -Había una persona que se llama Ricardo, que es un productor mexicano. Él fue el que orquestó el encuentro. Nunca lo conocimos, hasta el día de hoy es un fantasma. Él apareció en la vida de The Warning, le dijo a Rudy, la manager de ellas, que tenían que tocar con nosotres. Rudy no sabía quiénes éramos. Ricardo el fantasma entonces organizó la gira por México que hicimos con The Warning el año pasado. Nunca lo vimos durante esa gira. Únicamente una vez por Skype. Y después nada. Cuando llegamos a México Rudy le puso toda la garra pero también estaba un poco angustiada, el tipo medio que la había dejado en banda. Nos dijo: “el productor original de la gira no está, no sé dónde está, pero bueno, hagámoslo”. La gira salió bárbara. A partir de ahí se generó una relación re linda. LB: -Con todo el equipo. Ellas viajan con sus papás porque son menores de edad. GP: -Tienen 14, 16 y 18. Suenan increíble. Tienen unos temazos y una energía hermosa. La relación entre ellas es hermosa también. LB: -Y hacen todo ellas. Arman todo el show, el set up, las digitalizaciones, luz, imagen, todo hacen. Son geniales. Pegamos re buena onda. Es la primera vez que viajan a Argentina. La primera vez que viajan a un país que no sea Estados Unidos, creo. Tienen muchos fans en Latinoamérica. BM: -La van a pasar re bien. Sobre el final la charla se centra en las notas de la entrevistadora acerca de las canciones de Seremos Primavera. Ríen, se miran, piensan. “Qué curiosidad ver qué genera en otras personas el disco, cómo es interpretado”, reflexionan. A veces las notas no concuerdan para nada con lo que elles habían pensado, a veces sí. Y eso es su música: casualidades y encuentros. Una vez más Eruca Sativa muta, moviéndose entre el afuera y el adentro, la ironía y la esperanza, la metáfora y la afirmación. El mensaje quizás más unánime: pensar y hacer. Que no sea en vano el dolor. Llegará la primavera y seremos mariposa. 150
SOMOS UNA MEZCLA DE MUCHAS COSAS
RANDOM RECIPE
Cronista: matias fangi Fotos : prensa 04 de diciembre
Random Recipe llegó por primera vez a la Argentina para mostrar que no existe una única manera de hacer música. En sus últimos conciertos del año, buscaran llevar su autenticidad al más allá de la city porteña. La banda canadiense integrada por Frannie Holder, FAB, Liu-Kong Ha, inicio en el 2005 en Montreal y se afianzo como una de las precursoras en la mezcla de estilos y ritmos como pop, folk y rap. Frannie Holder, vocalista y guitarrista principal, cuenta que iniciaron casi en broma tocando a cambio de una pizza o por un viaje en taxi y que poco a poco fueron tomando vuelo, siempre dispuestas a conocer nuevas voces y nuevos ritmos. “Somos una banda sin fronteras, sin línea de tiempo. Cada uno puede definirla de manera completamente diferente. Luego de los conciertos la gente nos compara con bandas que son totalmente diferentes entre sí.” Confesó Fabrizia Di Fruscia, mejor conocida como FAB, quien es la encargada de los beatbox y el rap. -¿Cuáles fueron los obstáculos más difíciles de afrontar para hacerse un lugar en la industria? -FAB: No vender el alma al diablo. Es un mundo que siempre cambia. La tecnología nos cambia, la manera de escuchar música, la forma de escribir las letras, los temas sobre los que cantamos y las inspiraciones cambian constantemente. Tratamos de siempre seguir la autenticidad de un tema, encontrarle una originalidad natural, no forzarlo. Para mí eso siempre es lo más difícil de hacer. Guardar algo de manera simple. Menos es más. La banda desde sus orígenes cuenta con una diversidad cultural muy rica. Frannie Holder es estadounidense, FAB es canadiense pero descendiente de italianos, su baterista Liu-Kong Ha es oriundo de Hong Kong. Esta pluralidad de voces y costumbres fueron muy influyentes tanto en sus orígenes, como en la idea que buscan transmitir. Muchas de sus letras son en inglés, pero también tienen canciones en español e italiano y no descartan agregar ritmos portugueses y caribeños en algún futuro cercano. Afirmaron que les ha costado mucho abrirse paso en la industria, y que no se arrepienten de los erro151
res que han cometido, puesto que estos las llevaron al lugar en donde están ahora. Dejan muy en claro que es fundamental “que todos caigamos alguna vez” pero hubieran preferido ser más independientes en un principio y no estar tan involucradas con las empresas discográficas y no difieren al declarar que era “un paso necesario para afianzarse” y tener la independencia que tienen en la actualidad. -¿Qué proyectos desean realizar el próximo año? -Frannie: Muchas colaboraciones sin duda. Nuestro último disco Distractions (2018) lo hicimos con la colaboración de 15 mujeres, a diferencia de los dos anteriores que fueron netamente nuestro. Coincidimos en que las colaboraciones hacen que la banda sea mucho más grande, más rica. Vemos que las influencias e inspiraciones son mejores. Así que buscamos seguir por ese camino que refleja lo hecho en estos últimos dos años, en los cuales visitamos más de 10 países, conocimos mucha gente, muchos artistas y queremos incluir esto en la manera de escribir y no solamente en la colaboración para el nuevo disco. Venimos de un país donde el gobierno apoya a la música y nos permite viajar para distribuir nuestro arte, pero en muchos lugares del mundo esto no es así. Por eso buscamos sumar más voces para hacer música de manera responsable y solidaria con otros músicos del mundo. -¿Cómo se hace para mantener un estilo trabajando con tanta gente? -FH: No hay un estilo especial. Somos una mezcla de muchas cosas. Cada cosa que hacemos es como una Polaroid de todo lo que escuchamos en ese momento, todo está marcado por las influencias de ese momento. Es como un buffet; elegís lo que quieres ver de la experiencia. Lo preparas en tu plato como quieres, con tu propia presentación y lo comes en el orden que quieres. La receta es la autenticidad. Si quiero hacer una canción con un beat que me gusta o si quiero hacer Reggaetón en algún momento, vamos a hacerlo de una manera que sea nuestra, tomando influencias pero reproduciéndolo de manera autentica. Se puede afirmar que estas chicas adoran Buenos Aires. Están maravilladas con la ciudad, los edificios, el aire, la mezcla entre lo urbano y lo natural, los asados e incluso el acento de los porteños. No se guardaron ningún elogio, incluso confesaron que cuando se encuentran a un turista en Montreal, que les llama mucho la atención o que es muy elegante en su forma de ser, afirman no necesitar consultarle procedencia pues saben muy bien que es argentino. -¿Con que se van a encontrar sus fanáticos en estas tres fechas? -FH: Con una bomba. Cero límites. Serán los últimos tres conciertos del año y buscamos que este sea el postre. -FAB: Cada concierto que hacemos es diferente. Este año hicimos más de 120 conciertos y cada uno tiene una energía singular, muy orgánica. Siendo que falta poco para la primera fecha, no sabemos que pueda pasar y quizás conozcamos a alguien que se sume al escenario a hacer freestyle o lo que sea. Estamos abiertas a la locura del arte; hacer lo que quieres como quieres. Si vemos que la gente se pone de pie, nosotras también, si los vemos bailar, buscaremos movernos más para transmitir buena energía. -FH: Todo depende de los primeros cinco minutos. Nosotras subimos al escenario y estamos concentradas en tocar, pero también leyendo a la gente. Como cada una cumple un papel diferente quizás nos dirigimos a públicos diferentes, aunque sea la misma audiencia. Si vemos que el público le gusta algo, vamos por ese lado, es algo mágico, que a veces logramos y a veces no.
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Cronista: lucas gonzalez Fotos : lali torres 13 de diciembre
GUSTAVO MONSALVO NO QUIERE SER EL HeROE DE NADIE Es el guitarrista de El Mató y un referente para una generación, aunque le esquive al rótulo: “Sería muy arrogante pensarme de esa manera”, admite el Niño Elefante. Pese a ser el guitarrista de El Mató a un policía motorizado, Gustavo Monsalvo ostenta más prestigio que fama. Dice que rara vez se pone el foco en su figura. Lo sabe y agradece la poca notoriedad que genera y que todo se centralice en su compañero Santiago Motorizado. “No doy una nota hace mucho”, confirma con alegría el Niño Elefante, como lo conocen propios y extraños. “Si no estás dentro del ambiente, hablando con productores y periodistas, se te ladea un poco. Y en mi caso es bienvenido”, aclara el músico menos conocido de una de la banda más conocidas de la actualidad. Teniendo en cuenta la reserva y el hermetismo que maneja, ¿por qué accedió a la entrevista con Revista El Bondi? Parafraseando al Indio Solari, uno sólo cacarea cuando pone huevos. Y en este caso, el grupo platense está en vísperas de su primer estadio Malvinas Argentinas (14/12), donde presentará de manera oficial La otra dimensión, trabajo que expande el universo de La Síntesis O‘konor (2017) con inéditos y reversiones. “Yo dudaba”, recuerda Monsalvo al pasar y repite: “Cuando hicimos el primer disco (el homónimo, de 2004), yo dudaba de que funcionara. Pero Santi estaba seguro de que esto era una genialidad”. El tiempo le dio la razón al bajista, cantante y principal compositor del conjunto, pero en aquel entonces, con una escena que sufría las consecuencias de Cromañón, sobraban motivos para dudar. Además, amplía el Niño, no había en quién referenciarse, ningún artista o par que a nivel local manejara las líneas estéticas que ellos pretendían desarrollar y que hubiera podido solven153
tar una carrera. No existía la versión criolla de Pavement o Galaxy 500. Pero Santi les decía que hasta Europa no iban a parar. “Todavía conserva eso de ir para adelante. Sabe que lo vamos a acompañar en cualquier aventura que se embarque. A esta altura, hay una fe ciega”. Superada la cuestión coyuntural, la conversación deriva invariablemente en asuntos poco explorados del fuero íntimo del guitarrista que marcó a toda una generación. Por ejemplo, si bien no tiene conflictos con la popularidad, en 2018 comenzó terapia, “como para descomprimir un poco la mínima presión que existe. Me sirvió y me flasheó bocha”. En contraposición a este presente, en el que su vida vira en torno a componer, girar y grabar, rememora que creció en un hogar clasemedia de laburantes y peronistas, donde la música no era una inquietud y mucho menos una prioridad. Contra todos los pronósticos, indica que empezó a tocar gracias a Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. “A los 10, estaba todo el tiempo con el casete de Lobo suelto, Cordero atado. Ahí me obsesioné con querer aprender guitarra”. Reconoce que “casi” no escucha El Mató, aunque la banda sea su prioridad. También admite que no es obsesivo en el estudio. Al contrario, prefiere la inmediatez y meter pocas tomas a tener que pasar largas horas puliendo o buscando un determinado sonido. “No hay crítica mientras pasa el proceso creativo”. Ahora bien, “si se edita y luego lo escucho, por ahí me digo: ‘qué boludo, podría haberlo hecho mejor”. Concede, además, que le cuesta establecer una rutina por fuera del grupo en el que toca hace 15 años y sin embargo cocina a fuego lento su siguiente álbum como Gustavo Monsalvo: “Durante el verano agarré un montón de maquetas y las grabé más rigurosamente. Quedaron seis o siete canciones estancadas, pero están”. De concretarse, sería el cuarto registro de una carrera solista que no se decide a explotar del todo. Las razones: “Siempre que trato de priorizar algo mío, surge una propuesta superadora. Procastino. Tengo una haraganería general”, asegura y señala que este año tocó bastante con su compañero de armas, Manuel Sánchez Viamonte aka Pantrö Puto, que “sí armó su disco: fue a un estudio y está a punto de salir. Eso me dispersó un poco”. En paralelo, se sumó de manera oficial a Suárez (“estamos maquetando canciones nuevas”), segundo proyecto que comparte con la cantante Rosario Bléfari. “Lo de Sué Mon Mont se dispersó un poco. Estamos todos muy ocupados y cuesta armar una agenda. Lo bueno es que cada vez que coincidimos hay ganas”, sostiene sobre el combinado que completan el bajista Tifa Rex (Los Reyes del falsete) y el bajista Marcos Díaz (Bosques). -¿Está el deseo de proyectar tu carrera solista? -No lo descarto. Supongo que para tomarselo en serio o darle una dirección más contundente necesitás de ciertas cualidades: seguridad, confianza. También tiene que ver con el ego. Uno no nace así, se va armando. Se adquiere esa seguridad de la que hablo. Si bien me gustaría ponerme al frente a un proyecto, no lo tomo como una prioridad y ahora me siento más cómodo acompañando a otros. -Aunque trates de eludirlo, colaborando con otrxs o postergando la salida de tus canciones, para muchxs sos el guitar hero de una generación. -No puedo hacerme cargo de un lugar que nunca busqué ocupar. Tampoco creo que lo tenga. Y lo digo sin falsa modestia. Sería muy arrogante pensar que soy un referente. Lo mío es más de rebote: apenas soy el guitarrista de las canciones de Santi.
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COBERTURAS INFORMES 155