Miguel Hidalgo en Monclova

Efectivamente Miguel Hidalgo estuvo aquí pero preso, en antecedentes sabemos que en 1810 un 16 de septiembre dio el famoso Grito de Independencia y encabezo esta lucha con un ejército irregular en su mayoría gente del pueblo, del campo y un montón de indígenas con sed de venganza hacia los gachupines, fueron muchos meses de luchas contra los Realistas y varias ganadas, pero deciden ir al norte con el fin de ir a Texas y comprar armas para seguir la lucha.

Primero llegaron a Saltillo donde fueron recibidos muy bien y lo primero que hizo Mariano Jiménez fue nombrara a don Pedro Aranda como Gobernador, era un hombre de campo de 63 años, persona bondadosa y buen jinete diestro con las armas, pero tenía un gran gusto por el baile y las bebidas embriagantes. Que a mi parecer y algunos historiadores fue la perdición de Hidalgo y sus compañeros Insurgentes (como nota histórica, en Monclova existe una calle que lleva su nombre y a mi parecer y otros historiadores no debería llamarse así. Obvio).

Cuando los Monclovenses supieron que venían los Insurgen - tes a Monclova desde algunos meses comenzaron a tramar como detenerlos y comenzaron a formar un pequeño ejército de varias partes del estado desde; Santa Rosa (Muzquiz) la compañía de Rio Grande, compañía de la Babia, incluso indios y voluntarios de Peyotes (Villa Unión) y algunos indios Mezcaleros y Comanches.

El imperio de los Sánchez Navarro era tan poderoso que podía movilizar a mucha gente en varias partes de Coahuila, mucha gente tenía deudas y compromisos con ellos, muchos trabajaban para ellos o les debían dinero, nadie se podía echar para atrás ante la petición de formar un grupo antirrevolucionario de esta poderosa familia.

Para hacer todo esto ya habían apresado al Gobernador

Pedro Aranda en una parranda como siempre, este ejército estuvo comandado por Ignacio Elizondo con el teniente Valle y Uranga y doscientos y tantos Hombres, todos se trasladaron a Bajan donde cerca de ahí en una loma emboscaron a la columna Insurgente y es que en realidad todos venían agotados sin agua y muy cansados.

Habían sido engañados, por eso fue muy fácil apresarlos los primeros de la columna donde venían los principales junto con los valores se dice que eran más de cien mulas cargadas de lingotes de oro y plata, pero muchos escaparon y se regresaron a Saltillo (que por cierto les fue muy mal, con los jefes).

Total, los apresaron y se los llevaron a Monclova, dicen que al entrar a Monclova fue muy triste para para los Insurgentes después de haber caminado más de 60 kilómetros a pie y en Collera, fueron recibidos con una ruidosa manifestación de música y comparsa del populacho, que aclamaba ruidosamente al Rey y daba mueras a los prisioneros, llamándolos traidores y excomulgados con disparos de fusiles, cohetes y repiques a vuelo de campanas en todos los templos.

Y es que situándonos en la época en que se desarrollaron los acontecimientos por aquellos días, los Insurgentes eran unos proscritos, venían al norte precedidos de una fama ganada de crueles y despiadados, saqueadores cometiendo una gran cantidad de excesos con sus enemigos.

Por eso aquí en Monclova la gente salió a recibirlos con cierto regocijo y curiosidad, y en realidad todavía no les “Caía el veinte” de que se trataba este movimiento, total aquí estuvieron presos algunos caudillos del ejercito Insurgente, en lo que hoy es el Museo Coahuila y Texas y también Hidalgo y los principales jefes Insurgentes, después se los llevaron a estos a Chihuahua donde fueron fusilados meses después.

Con el tiempo los prisioneros que quedaron muchos fueron fusilados, y muchos que quedaron vivos, la gente los llevaba de comer, otros sabían ciertos oficios y se hicieron como vivir, pues había músicos que lograron cautivar a la gente y otros a trabajar en el campo en algunas haciendas, y del tesoro de los Insurgentes no se supo nada, por ahí debe estar era mucho.

Seguimos utilizando el trabajo de Juan Latapi de su libro “La Irreverente Historia de Monclova en Monitos”.