ABRIL 2007 • AÑO 9 • Nº 80 COLEGIO SAN JUDAS TADEO • COLEGIO SAN JUDAS TADEO • COLEGIO SAN JUDAS TADEO HISPANO DOMINICANO
El diccionario de la Real Academia señala cuatro acepciones: 1. Acción de comprender. 2. Facultad, capacidad o perspicacia para entender y penetrar las cosas. 3. Actitud comprensiva y tolerante. 4. Conjunto de cualidades que integran una idea. COMPRENDER ES LA CAPACIDAD DE ENTENDER ACTITUDES, hechos y formas que presentan los seres humanos en su conducta. Con frecuencia escuchamos a los padres de nuestros alumnos: "no entiendo su conducta negativa en el colegio, cuando en casa es un santo, que ni se mueve"; o al contrario, "no crea Padre, no sé cómo en el colegio tiene buena conducta, cuando en la casa no deja a nadie en paz." Comprender nos exige análisis, reflexión, observar, compartir, convivir, para poder hacer un juicio honesto, objetivo y prudente sobre una persona y una acción en concreto, es decir, estar dentro de la piel del otro para poder saber la razón de su obrar de una forma determinada. El ser humano interactúa con sus semejantes, esta participación le lleva a copiar patrones de conducta, a cambiar su personalidad, a separarse de ambientes en los cuales ha crecido y se ha ido desarrollando a lo largo de su vida, y cuando esto sucede nos preguntamos; ¿pero cómo es
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posible que mi hijo-a, haya experimentado esta transformación? Y no asumimos nuestra responsabilidad frente a ellos: no les escuchamos, tal vez no les valoramos, no tenemos tiempo para ellos, entonces nuestros hijos comunican sus problemas, las situaciones difíciles a personas que les escuchan, que les hacen ver que les comprenden, cuando en realidad lo que hacen es utilizarlos para provecho personal, y cuando están "cambiados" les abandonan y les dejan a su propia suerte. El ser humano, la vida, es un continuo aprendizaje; en la escuela se trata de formarlo en valores, pero estos valores deben de estar de manifiesto en la familia, para que cuando camine en la sociedad que adolece de ellos, sea un ser diferente: serio, sencillo, responsable, crítico, rebelde con causa propia, porque es capaz de mantener sus valores frente a otros que tal vez copian y acogen esa forma de actuar y comportarse porque sale fuera de lo normal. Al ser humano de nuestros tiempos se le presentan una serie de líderes que matan la ilusión y la esperanza de nuestra juventud, sencillamente porque no son líderes, sino unos ídolos embaucadores que llevan a arrebatar la libertad de quienes les siguen, para después por medio del chantaje llevar a cabo todo cuanto se quiera de ellos, aunque esto les lleve al desprestigio y en ocasiones a la entrega absurda de la vida. Los adelantos científicos, la nueva era, donde al segundo conocemos lo que puede acontecer en cualquier lugar del
planeta, sus hijos lo dominan mejor que ustedes, y no para formarse o informarse, sino todo lo contrario, han encontrado un mundo nuevo corrupto, engañoso, fraudulento; tienen la oportunidad de entregar la intimidad, incluso siendo menores de edad, sólo por un espejismo que se les brinda a cambio de su imagen que dará la vuelta al mundo para dar sentido a mentes corrompidas, a animales sin freno, sólo con brutalidad enfermiza a quienes llamamos personas, aunque de lo que menos tienen es de eso. A nuestros jóvenes, hoy todo se lo damos todo resuelto. ¿Desean algo? Tan pronto lo manifiestan se les hace realidad. Y sabemos que esos caprichos nos traen muchos disgustos y en ocasiones un dolor tan profundo. . . que tenemos que llorar un ser muy querido por consentir sus caprichos. ¿Comprende a su hijo? ¿Sabe a qué se deben los cambios de conducta? ¿Comprende por qué no rinde como debe? ¿Sabe por dónde navega? ¿Le faltan con frecuencia cosas en su hogar? ¿Alguna vez le han hablado de Dios como dador de vida? Responda con sinceridad a esta serie de preguntas y tal vez conocerá más a su hijo, lo comprenderá mejor y tendrá la respuesta a la conducta de sus hijos y al rendimiento de ellos, en lugar de buscar culpables para acallar su conciencia. La comprensión es también tolerancia, pero tenga en cuenta que todo tiene su justo medio, no se exceda, así nunca tendrá que lamentarse.