Febrero 2012 • AÑO 14 • No. 122 COLEGIO SAN JUDAS TADEO • COLEGIO SAN JUDAS TADEO • COLEGIO SAN JUDAS TADEO HISPANO DOMINICANO
HISPANO DOMINICANO
DUARTE: LOS VALORES QUE HAY EN TÍ
Juan Pablo Duarte es uno de los dominicanos que más claro concibió la idea de crear una República libre y soberana. He ahí uno de sus valores: la capacidad de ver más allá de lo simple y cotidiano. Adornado de múltiples cualidades morales, Duarte sigue siendo un vivo ejemplo para los jóvenes dominicanos de hoy y para toda la Nación. Es un ejemplo de lo que de verdad significa ser hombre y ciudadano responsable. Es un ejemplo de patriotismo, de honestidad, de sacrificio, de entrega, de lucha firme y decida por una causa noble. Veamos otros valores que resumen la personalidad de este dominicano ejemplar y que sirvan los mismos para que cada uno de nosotros nos miremos y observemos nuestro entorno familiar y social. Que esa mirada nos confronte con este hombre de carne y hueso, que supo simplemente colocarse al lado las aspiraciones más sentidas de su generación. El altruismo es unos de los valores que caracterizaron la práctica social de nuestro Juan Pablo Duarte. Cabe destacar que Duarte fundó la Trinitaria con apoyo de su familia, y que muchos de los recursos económicos que utilizó eran de su familia. Su amor a la Patria superaba todo sacrificio. Y cuando supo que la soberanía
fue mancillada por los Santanitsas, él se puso de nuevo en marcha, volvió al país y se presentó a la orden del ejército restaurador. Lamentablemente Duarte fue rechazado por los restauradores de Capotillo. El patricio vuelve a Venezuela donde la muerte lo halla entre la miseria, la soledad y la locura. Duarte nos sigue hablando de la necesidad de ser justos, democráticos, de ver la política como la ciencia más pura, justamente hoy cuando la política la han convertido en una vergüenza nacional. La honestidad se manifiesta en el patricio con varias acciones, una de ellas rompe los esquemas de ayer y de hoy cuando rindió el informe de cada centavo gastado en la campaña militar que se encomendara para los fuerzas militares del sur. Democracia como valor político. Así lo demostró cuando rechazó la propuesta de Mella de asumir la presidencia. Duarte prefirió que se convocara a elecciones para que su mandato sea fruto de la voluntad popular. Obviamente las cosas no fueron así porque los sectores conservadores se adueñaron del naciente Estado imponiendo a sangre y fuego su estilo clientelista, autoritario y entreguista. La fe. Este es el valor más fuerte en el destacado y sacrificado Juan Pa-
blo Duarte. Fe en el porvenir; fe en un pueblo que apenas iniciaba sus pasos por la organización estatal; fe en la unidad de todos los sectores de la naciente República; fe en la idea de que con el trabajo de todos sería posible el desarrollo sostenible de la Nación. Fe en Dios. Duarte era un hombre con principios religiosos muy sólidos. La Bandera, el escudo, el juramento Trinitario recogen esa enorme fe en DIOS, pero sobre todo su vida misma. Hombre de nobles sentimientos y de una firme y contagiosa conciencia del deber social. Hoy, al ver la sociedad dominicana haciendo mal uso del patriotismo, con políticos viviendo a costillas de la mentira y el sudor del pueblo. Cuando vemos al pueblo víctima de la manipulación, de la ignorancia; cuando vemos a los jóvenes abrazados a la droga, a la delincuencia; cuando vemos el manejo fraudulento del erario público; cuando constatamos tantos males, nos preguntamos ¿Qué haría Duarte? De seguro que él dirigiría su lucha contra los malos dominicanos, así lo expresó en uno de sus pensamientos: “mientras no se escarmienten a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos seremos siempre víctimas de sus maquinaciones”.