Noviembre 2011 • AÑO 13 • No. 119 COLEGIO SAN JUDAS TADEO • COLEGIO SAN JUDAS TADEO • COLEGIO SAN JUDAS TADEO HISPANO DOMINICANO
HISPANO DOMINICANO
NOVIEMBRE MES DE LA FAMILIA La familia, es de origen divino, desde el mismo momento en que Dios crea al hombre a su imagen y semejanza, se da cuenta que el hombre precisa alguien semejante a él, de sexo diferente, de psicología diferente, de constitución diferente, de sentimientos diferentes, e hizo la mujer, con roles diferentes al hombre, para que cumplieran una función específica, continuar la obra de la creación en colaboración con Dios, para que el ser humano no se extinguiera. La familia está constituida y basada en el amor, que surge en el hombre y la mujer, y por un consentimiento mutuo deciden unir sus vidas para siempre, como la forma ideal para su realización y perfeccionamiento mutuo. Fruto del amor la finalidad primera es la procreación de sus hijos, quienes junto a la pareja, son la célula principal de la sociedad, la cual se debe ir cuidando y desarrollando a lo largo de la existencia. La familia se la define como escuela doméstica, Iglesia doméstica. La familia es escuela en cuanto tiene como misión primordial educar a su prole con el ejemplo. Se les enseña a amar por la afectividad con que reciben a sus hijos, con el amor constante que reciben día tras día. Lo que lleva consigo que la prole se sienta segura, libre, creativa. Es en la familia donde se aprende a compartir y convivir, donde se toma conciencia de que todo lo que hay en
casa no es mío, sino nuestro, con lo que aprendemos a compartir, cuidar, y hacer uso de todo cuando sea necesario. El niño se fija en los más mínimos detalles que ven o escuchan en la familia, lo que obliga a los padres a ser muy comedidos con lo que hacen y con lo que manifiestan. En la familia los hijos captan que cada miembro de la familia es diferente, y en ese saber diferenciar, aprenden a ser ellos mismos y no van a aceptar que se les compare entre ellos. Es la familia la fuente de valores donde ellos hijos se nutren de una forma natural; aprenden a respetar a los mayores y a los menores, porque ellos se sienten respetados. Aprenden a ser nobles descubriendo la nobleza en los mayores. Aprendemos también a ser honestos cuando establecemos una relación entre lo que pensamos y lo que manifestamos con nuestras acciones. Igualmente el niño descubre que existe la autoridad, que quienes la poseen se hacen respetar y cuando llega el momento de corregir lo hacen con naturalidad, haciéndonos comprender que nuestra conducta no ha sido la adecuada en ese momento preciso. En la aprendemos a ser ordenados y se nos enseña a ser responsables para que ayudemos al orden, dejando ordenada nuestra habitación y las zonas de la casa que se nos encomiende.
Los padres tienen el deber de presentar claramente las normas que se deben llevar a cabo en la familia y velar para que se cumplan. Son los padres quienes deber conocer quiénes son los amigos de sus hijos: ¿Qué hacen? ¿De dónde provienen? Para que sus hijos vayan acordes con los que se les ha enseñado en el hogar. La familia no es una democracia, ninguno de los hijos votó para que ustedes fueran sus padres, por eso las normas de convivencia las establecen los padres, y esa normativa debe ser aceptada por todos, cuando llegue la mayoría de edad el que no esté conforme puede abandonar la familia y crear la suya. Los padres al fin de cuentas, son los responsables de los frutos o agrazones que produzcan sus hijos. La base de la familia está en Dios, cuando a él no se le da participación, ya conocemos los resultados: infidelidades, irrespeto, divorcios, divisiones, infelicidad, etc.etc. Si nuestra familia no marcha bien reflexionemos, pidamos luz a Dios, vivamos a plenitud, el amor, y veremos cómo cambia nuestra sociedad y cómo la felicidad vuelve a nosotros, pues para eso fuimos creados ser felices en la tierra y alcanzar la eternidad, donde está la plenitud del amor.