OCTUBRE 2007 • AÑO 9 • Nº 84 COLEGIO SAN JUDAS TADEO • COLEGIO SAN JUDAS TADEO • COLEGIO SAN JUDAS TADEO HISPANO DOMINICANO
HISPANO DOMINICANO
Respeto El respeto, la Academia de la Lengua Española, lo define: 1. Veneración, acatamiento que se hace a alguien; 2. También lo considera como miramiento, consideración, deferencia; 3. Manifestaciones de acatamiento que se hacen por cortesía; 4. Respeto humano, miramiento excesivo hacia la opinión de los hombres, antepuesto a los dictados de la moral estricta. En la primera acepción, señala el respetar en sumo grado a alguien por su santidad, dignidad o grandes virtudes, o a algo por lo que representa o recuerda. Así la humanidad respetaba unánimemente a la beata Teresa de Calcuta por su entrega total a los más pobres entre los pobres. Se respeta al Papa, al presidente de un país, respetamos el Altar a la Patria, la Iglesia como lugar de culto a Dios, las Sinagogas y las Mezquitas por la misma razón.
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Miramos con consideración y deferencia el dictamen o proceder ajeno por respeto o por excesiva moderación, tal y como sucede con la justicia, con los legisladores, con los rectores y directores de las diferentes universidades, así como aquellos que están revestidos de autoridad, secretarios de Estado, jefes de la milicia, policía.
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Las manifestaciones de acatamiento, que se hacen por cortesía, ante las autoridades en cuanto a su legislación, ante un superior en las casas religiosas, las directrices del episcopado, las resoluciones de las diferentes sindicaturas, etc., etc. En cuanto al respeto humano, este muchas veces vulnera la propia conciencia, haciendo que nos interroguemos, si verdaderamente nosotros estamos en lo cierto, cuando una mayoría acepta los acontecimientos y se quedan tan tranquilos, como si nada sucediera, siendo contrario a las normas de convivencia.
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Ejemplo: enarbolamos el derecho a la vida, sin embargo, aplaudimos la pena de muerte; defendemos el aborto, apoyamos la invasión de un país extranjero, sin pensar que en una guerra nadie gana, todos pierden. La naturaleza es violada constantemente por el ser humano y lo vemos ya tan natural que no suscita en nosotros rechazo, y mucho menos denuncia por el miedo que tenemos.
El respeto es necesario en nuestras relaciones familiares, humanas, religiosas; también en el ámbito cultural; en el transcurrir de la historia; pero una cosa es respetar que cada uno viva su existencia tal como la desee vivir, pero no podemos hacer norma, ponerlo como paradigma para el resto de la humanidad, pues eso sería irresponsabilidad, y una falta de respeto a quienes realizan su vida en una escala de valores que nos hace libres y nos da la oportunidad de ser felices.
Espacios Octubre 2007 ♦ 1