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20 años en el oficio

Silvia Ramírez Flores llegó a la plomería hace dos décadas, como varias de sus compañeras, por la necesidad y la mala experiencia que tuvo con algunas instalaciones en su casa, las cuales la hicieron adentrarse en un mundo completamente nuevo.

“En la alcaldía Tlalpan hubo una promoción para que aprendiéramos plomería. Fui primero a aprender instalación para gas, con Gas Natural Fenosa. Ahí, aprendí primero lo más complicado, hasta pensé en salirme porque no entendía nada. Afortunadamente, el profesor nos dio todo su apoyo. Fenosa y el profesor nos apoyaron para que estuviéramos aprendiendo. Entonces, me gustó la plomería”, recuerda.

Después, Silvia tomó algunos cursos de hidráulica y sanitarios para realizar reparaciones en su casa. Fue así como se dio cuenta de que las mujeres tienen muchas necesidades dentro de una casa.

Con este conocimiento, comenzó a tocar puertas, hasta que en una alcaldía le dieron la oportunidad de ser instructora dentro del programa Pilares de la Ciudad de México. “Es un oficio muy noble. La plomería me ayudó a prepararme. Todas podemos llegar a ese objetivo. Hoy, me siento muy contenta porque varias de las alumnas que estuvieron conmigo, ahora también son instructoras en Pilares Ciudad de México, y están por lo mismo, seguir rompiendo estereotipos”, reconoce.

Dos décadas después de ese primer acercamiento con la plomería, Silvia Ramírez habla con total dominio sobre las diversas técnicas que existen en la plomería actual, así como de lo sorprendente que le resulta su evolución.

La plomería me ha dado muchas satisfacciones: el ser esa mujer preparada que ahora soy y que sigo siendo. Estoy muy orgullosa de mí y de mis compañeras. Somos mujeres que nos hemos dado cuenta de que tenemos una oportunidad de trabajo, sin importar la edad o el género

“Pasamos del plomo al PVC y CPVC. Hoy, hacemos instalaciones sanitarias que antes eran en albañal (un tubo muy precario para trabajar) a PVC, que es totalmente liso y limpio, y que evita olores en nuestra casa. La plomería ha ido cambiando hasta tener instalaciones híbridas. En la actualidad, podemos tener instalaciones incluso con cobre y PP-R, o alguna que podamos termofusionar. Lo mismo pasa en el gas. Ahora lo podemos transportar con cobre o con tubería PEX-AL-PEX. Estoy emocionada porque para mí el oficio es cada vez más maravilloso”, celebra.

En retrospectiva, Silvia hace un recuento de lo importante que ha sido este oficio para ella: “Primero, en la familia, porque no pensaban que fuera plomera. Desde ahí empecé a luchar para que se dieran cuenta de que sí podemos estar ahí. La plomería me ha dado muchas satisfacciones, el ser esa mujer preparada que ahora soy y que sigo siendo. Estoy muy orgullosa de mí y de mis compañeras. Somos mujeres que hemos sacado esas fuerzas, todos esos beneficios y, sobre todo, nos hemos dado cuenta de que tenemos una oportunidad de trabajo, sin importar la edad o el género”.

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