La era del guardarropas versátil

Los nuevos paradigmas de la moda rompen con los códigos de vestimenta más rígidos y le abren paso a combinaciones superdisruptivas.

La larga supremacía de las reglas que determinaban qué prenda iba para tal lugar y cuáles eran las combinaciones viables llegó felizmente a su fin. De la mano de los cuestionamientos sobre las leyes impuestas de la moda y la búsqueda de más libertad en el vestir, mucha ropa dejó atrás sus espacios exclusivos de uso y conquistó nuevos ámbitos.

Hoy hay muy pocas opciones exclusivamente para el día, la noche, trabajar o llevar en el tiempo libre. Además, en cuanto a los looks de oficina o corporativos, siempre atados a lo convencional, ya dejaron sus versiones estereotipadas. Los ejemplos que marcan esta tendencia son muchísimos y saltan a la vista:

X Los blazers se sumaron a las valijas de vacaciones y, junto a shorts y zapatillas de lona, conquistan este verano los after beach.

X Las camperas deportivas lograron el ingreso a las oficinas.

X Las remeras con inscripciones o dibujos tienen su carnet vitalicio con la sastrería.

X En fiestas de gala o elegantes, las bikers forman una dupla invencible con largas faldas traslúcidas.

X Las botas cortas metalizadas, las camperas o cinturones de cuero están entre los ítems que componen los looks para casamientos.

El Mensaje Manda

En este punto, la gran pregunta es qué cualidad se busca transmitir. Para tomar como guía, hay ciertos parámetros. Las zapatillas tipo vintage o aparatosas flexibilizan los outfits laborales. Mientras que elegir el conjunto formado por un blazer y un short deja entrever audacia y algo de glam. En tanto, las bikers le agregan osadía a la formalidad de los vestidos de fiesta.

¿Cómo armar un look armonioso con un ítem esperado para otro momento? Una buena clave es elegir un elemento que sea el foco de atención y que sirva para articular el resto del conjunto. Si la idea es lograr un mix equilibrado entre un traje sastrero y unas zapatillas ochentosas, la recomendación es cederle el protagonismo al calzado y elegir básicos para el resto del equipo. Los géneros metalizados también tienen su lugar en estas propuestas. Cuando se busque bajar su estatus y adaptarlos al día, lo mejor será conjugarlos con texturas más sobrias. También buscar aquellas tipologías que remitan a un estilo informal. Un pantalón tipo baggy o una chaqueta bomber son buenas alternativas para incluir algo de brillo a pleno sol. En el otro extremo, cuando se busque llevar de noche una prenda más informal, lo mejor será que su textura sea más suntuosa.

Para subir aún más la apuesta, la propuesta inesperada es ir por la superposición de motivos. Como rayas, flores, lunares o búlgaros en un conjunto. La unidad también la dará la paleta cromática. Una buena fórmula es que un mismo tono se repita en dos prendas. La clave es animarse a ir un poco más allá y jugar a reinventar los looks conocidos.

El siguiente recurso posible es apelar a la monocromía absoluta o a equipos en la misma gama. Así, el ojo se centrará en el ítem disruptivo y quedará reforzada la sensación de sofisticación. Los tonos esta temporada rondan por los naranjas, rojos y fucsias. Para el gusto más sobrio, destacan los marrones en todas sus tonalidades.

por:

FLORENCIA DUCOS

Lic. En Relaciones Públicas y Mentora de asesoras de imagen Dirige su Certificación en imagen y marketing personal modalidad online.

Creó el método BRILLO®, un sistema de entrenamiento personal para priorizar talentos y generar más atracción hacia un negocio de asesoramiento de imagen.

Instagram: @florenciaducos www.florenciaducos.com