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EN LA 4TA TRANSFORMACION
Guaymas, el gobernador y el soberano; atrapados con salida. En todos los conflictos los adversarios le apuestan a dividir a su contrario, pero la tácticas siempre van acompañadas de hechos y discursos para inmovilizar e incluso dividir al adversario; la división en garantía de triunfo. Creo y sostengo que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) está equivocado en su estrategia (si es que la tiene) sin embargo debemos presionar porque los encargados de la justicia reconozcan sus errores y ver alternativas; lo que me queda claro es que ninguna estrategia dará resultado sin la participación popular.
Lo sucedido en Guaymas no es un hecho minúsculo ni mucho menos, es un hecho revelador del grado de descomposición en que se encuentra nuestra sociedad; desaparecidos, agredidos, asesinados y ahora en franca disputa al estado; pero el agravio no solo es para la parte superestructural sino sociedad misma y lo menos que podemos hacer es enviar mensajes donde los enemigos del soberano, vean con beneplácito como algunos grupos sociales, activistas y pensantes se articulan para debilitar al gobierno; en este caso al gobernador Alfonso Durazo; el discurso crítico debe tener sus límites, por cuestiones de principios y códigos, no venerarlos y recurrir a la descalificación a priori sería un hecho funcional en favor a los enemigos del soberano. Cuando Lorena Valles lanza su tuit o trino, felicitado “la rapidez con la que actuó nuestro gobernador Alfonso Durazo” la reacción de los tuiteros fue feroz, porque la situación no está para politiquerías ni demagogias; el soberano exige más; y es aquí donde el mensaje está para preocupar. Sin embargo los actores políticos, y las organizaciones sociales (que por cierto, cotidianamente descalificadas por el propio AMLO) y la sociedad civil debemos cerrar filas con el gobernador, debemos en claro que hay principios que no pueden ser vulnerados y que ahí el mensaje debe ser contundente; equivocar el discurso en este momento; sería; sin duda, funcional a los adversarios.
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La situación que atraviesa el país y la entidad rebasó al estado y no puede haber un cambio sin la participación activas de los diversos que componen una sociedad heterogénea, pero que en la diversidad tiene principios que no están en discusión; el derecho a la vida y una sociedad en armonía que no solo es un principio fundamental sino principios la de la vida cotidiana. Si el gobernador convoca a movilizarse a la sociedad o si la sociedad toma la iniciativa, debemos cerrar filas; eso sería un mensaje contundente que no podría pasar desapercibido. Los tuits, las renuncias, destituciones o reuniones mediáticas de los “tres niveles de seguridad cada mañana” han demostrado sus ineficiencias; la sociedad debe movili - zarse y el gobierno debe adherirse o convocar, pero debemos evitar cualquier mensaje de división o alejamiento. El gobernador debemos hacerlo sentirse fuerte y el gobernador debe mostrar la disposición, escuchar más los reclamos justos y sociales, que no quede duda que los recursos del estado y la voluntad política no se regatean y que incluso el un no también es una respuesta; que resuelva los adeudos de los ex empleados del congreso, que resuelva el libre tránsito, que aborde el problema de la vivienda, sin maniobras, sin el embriaguez del poder que los llevan a querer pasarse de vivos. La sociedad es más despierta, es más reflexiva, distingue, si el gobernador da muestras serias de voluntad, el soberano sabrá reconocerlo y en estos momentos de crisis; y crisis real; no estamos para maniobras tradicionales. estamos en el momento justo; estamos atrapados, pero con salida.