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OBJETIVO; DESMADRAR AL INE

La política por encima de la ley, la ruta hacia el libertinaje electoral, eliminadas las restricciones y sanciones, las campañas proselitistas de Morena reciben la luz verde. La maniobra política detrás de la fallida iniciativa de Reforma Electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador, de rango constitucional, ocultó la verdadera intención del régimen morenista de ejercer el control del proceso electoral del 2024, para actuar con total libertad sin las restricciones que imponía el INE como rector de las elecciones; logrado el objetivo, el aparato de gobierno con toda su estructura, sumado al activismo partidista de Morena y sus aliados, se aprestan a tomar por asalto los poderes que rigen e integran el modelo de gobierno republicano, es decir, no solo van por la presidencia, también contemplan el control absoluto del Congreso de la Unión y por si no bastara, el Poder Judicial con la Suprema Corte, así como el resto de las instituciones y los organismos autónomos.

Las reformas a las leyes secundarias contenidas en el Plan B, elaboradas con anticipación, fueron turnadas de inmediato a la Cámara de Diputados ante el rechazo de la oposición a la propuesta constitucional, que requería mayoría calificada. Con la certeza de que la reforma inicial no pasaría, las adecuaciones a las leyes secundarias en materia electoral, fueron exclusivamente dirigidas a debilitar la estructura del

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INE limitando la capacidad financiera del organismo y facultades de los consejeros. Con las modificaciones realizadas a cuatro leyes secundarias, Morena y el presidente abolieron la autoridad fiscalizadora del árbitro y el tribunal electoral, dando pie al libertinaje electoral, sin orden, desbordado. En efecto, ninguna institución u organismo de carácter popular tendrán libertad de diseñar e implementar esquemas de publicidad electoral y promoción de imagen sin que estos actos se tipifiquen como campañas anticipadas.

Sin duda la iniciativa de reforma constitucional fallida en su conjunto tenía aciertos innegables, la reducción de legisladores en el Senado y la Cámara de morenistas arrancaron en la carrera sin el temor de ser inhabilitados, aunque la cargada oficialista es a favor de Claudia Sheinbaum quien sin dejar su puesto en el gobierno de la Ciudad de México, ya recorre el país al igual que el resto de las "corcholatas", el Secretario de Gobernación Augusto Santiago, el canciller Marcelo Ebrard, hasta el senador Ricardo Monreal ya tuvo su evento en Sonora, organizado por el mismo Alfonso Durazo. Con una amplia ventaja en la salida y con tiempo suficiente en esta permanente campaña proselitista, Morena y compañía van por el carro completo, ni una sola oportunidad a la oposición y si es posible, hacerla desaparecer del mapa electoral y político. electoral podrán amonestar ni sancionar a los funcionarios de gobierno en sus tres niveles, que realicen abiertamente proselitismo electoral desde los cargos que desempeñan, podrán hacer pronunciamientos en favor de cualquier candidato de su predilección, difundir propaganda política sin mediar un proceso electivo, todo en uso discrecional de los puestos y recursos operativos sin ser sujetos a procesos legales a causa de ello; los aspirantes a cargos de elección

Diputados, limitar el financiamiento a los partidos políticos, entre otros, una propuesta más integral que merecía mayor impulso y acuerdos para concretarla, si no en este momento, después del proceso electoral sería más idóneo y en circunstancias distintas para una reforma mucho más completa, de fondo y de largo alcance. Pero la prioridad es el 2024, sin correr mayores riesgos, si hoy se podía para qué esperar, las evidencias son nítidas, los presidenciables

La euforia triunfal de López Obrador y las cúpulas morenistas, a raíz de una reforma parcial y acotada, indica que el objetivo del Plan B fue el INE y con ello instaurar el libertinaje electoral, el desorden y el desprecio a la legalidad electiva como la marca distintiva de la Cuarta Transformación, los criterios y decisiones políticas por encima de la ley, además de la condena para todos los ciudadanos del país, de presenciar, de tiempo completo una campaña proselitista permanente en los ámbitos de gobierno. No podía esperarse menos si AMLO de por vida, vivió de campaña en campaña.

• José René Rosas es periodista navojoense con más de 30 años de experiencia.

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