3 minute read
ECONOMIA; ASUNTO DE SALUD PUBLICA
from Edición 339
El fin de una vuelta de la tierra al sol presupone el fin de una era llamada año y con ello abre un espacio ideal para la reflexión personal sobre lo hecho y sobre lo que se debe mejorar. Bajo esas circunstancias nacen los famosos propósitos de Año Nuevo, que buscan desarrollar la personalidad en un espacio de mejora continua. Aunque cualquier fecha es buena para ser mejor persona, la realidad es que debemos aprovechar la inercia y generalidad de estas fechas para armonizar nuestros propósitos a propósito. Nadie mejor que nosotros nos conocemos y sabemos lo que deseamos ser o hacia dónde vamos. Entonces, no pueden existir consejos o principios que nos ayuden a definir nuestros propósitos, sin embargo sí se puede mejorar en cuanto al cumplimiento de sistema, si tenemos una mayor conciencia de lo que estamos haciendo.
En ese sentido debemos poner una mayor atención al proceso que al resultado. Es decir, para lograr que nuestros propósitos se cumplan, tendremos que hacer una serie de acciones para lograrlo y estas acciones son la clave de los logros porque representan aprendizajes para la persona. Estos aprendizajes son en realidad hábitos que marcan el de cada persona en todos los ámbitos de destino y no sólo en los propósitos que nos pusimos. Por ejemplo, si una persona tiene como propósito leer en 2021 para me- jorar sus habilidades cognitivas, tendrá que realizar un espacio en su agenda de actividades para dedicarle el tiempo suficiente de una forma cotidiana para lograr lo planeado. Lo anterior se convierte en un hábito que exige disciplina y constancia,
Advertisement
Si somos capaces de poner atención y comprender lo que implica cada propósito a propósito, tendremos mejores condiciones para aprovechar las oportunidades que la vida nos dé y para solucionar problemas complejos y cotidianos que irremediablemente son parte de las vicisitudes del lapso que nos toca estar llamado vida . Así que la única recomendación en estas fechas es cultivar los hábitos que nos permiten poder poner en manifiesto todas nuestras virtudes para explotar mejor todas las posibilidades que tenemos. A final de cuentas, ya estamos aquí y es nuestra obligación ser mejores personas para poder crear mejores condiciones para todos.
La economía como asunto de salud pública.
En vísperas de iniciar un nuevo año la pregunta común en el imaginario colectivo es el cómo será económicamente el 2021, sobre todo después de un desastroso 2020 que gracias a sus efectos tiene hechas añicos las economías local, nacional e internacional. El prolongado confinamiento y una ineficiente, pero necesaria, intentona de recuperar la normalidad nos han llevado a sufrir los estragos de una paralización de diversos sectores imprescindibles para el crecimiento.
La experiencia nos dice que ya sabemos lo que es doblegar la economía por un asunto de salud pública. El Covid-19 desnudó las carencias de nuestro sistema de salud por las históricas ineficiencias y malas decisiones en la materia, por el desprecio a la vida de las autoridades y en algunos casos de nosotros como ciudadanos. Pero en materia económica teníamos, incluso, peores carencias como falta de ahorro en lo individual por los bajos salarios, mala alimentación por la carestía de productos básicos y una serie de factores que detonaron en un amargo, inolvidable y lacerante 2020.
Parecía ser que el panorama económico para 2021 era bastante alentador por la irrupción de las vacunas, que incluso aparecieron en 2020 y todos los problemas se resumían a una cuestión de logística para resolver los inconvenientes de distribución y con ello paulatinamente se inyectaría la confianza en el mercado necesario para lograr una recuperación en la materia sin precedentes. Todo parecía perfecto, sin embargo la aparición de la nueva cepa del virus parece ser que nos obliga a rehacer las predicciones económicas para el venidero año. En un principio la nueva cepa no es más peligroso en cuanto a su agresividad y lo más probable es que las vacunas en circulación puedan lograr inmunidad,
Tener un rebrote mucho más exponencial al que se tenía considerado nos puede llevar al desánimo ya un sentimiento de derrota colectivo, lo cual nos llevaría a la peor crisis económica de la historia de la humanidad y todo por el simple hecho de no haber sido capaz como sociedad de apoyarnos y de entender que somos el resultado de un colectivo y no de acciones individuales. El tiempo es perfecto (utopía) para anuncios solidarios de las grandes farmacéuticas y de los gobiernos con la liberación de patentes. ¿De qué estamos hechos?