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DENÚNCIALO

¡No lo publiques, denúncialo!... La tendencia en medios de convertirlos en “juzgados alternativos” es un grave error, el periodismo ético no debe descansar en el “golpeteo político” ni en la denuncia ligera, sino en un verdadero ejercicio periodístico, de fondo con consecuencias jurídicas.Esta perniciosa practica debe terminar, debe ser evitada por los periodistas auténticos, con fundamento en principios y valores, con la convicción de que “los medios no deben ser arena de odios ni pasiones”. No deben ser cotos de caza de mercenarios de la noticia, no deben ser instrumentos de la menti- ra. Juicio sumario mediático

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La actitud negativa de convertir a los medios y opiniones en juicios sumarios es errónea, el creernos poseedores de la verdad absoluta y solo acusar de forma tendenciosa es un terrible vicio mediático que invade los medios inclusive de circulación nacional, publicaciones locales y redes sociales.Los medios no son ni deben ser usados para litigar, su propósito es mayor, el periodismo ético y moral tiene otros objetivos, que deben basarse no en códigos de ética vanos e inútiles, ya que en la practica no se respetan, sino que deben de tener como columna vertebral la verdad y la decencia, cosa muy escaza en estos tiempos. Cultura de la denuncia Esta cultura tan importante ha sido inhibida por la impunidad y la tramitología jurídica, que desalienta al denunciante, porque lo hace creer que no pasará nada y que solo perderá su tiempo, esto es incorrecto si se hacen bien las cosas, esto es vital para actuar de forma correcta. Hay que denunciar, con inteligencia y valor civil, no con el escándalo mediático sino agotando las formalidades legales y jurídicas, con las pruebas idóneas del caso, no con ocurrencias y aspavientos, el periodismo de fondo, de investigación tiene ese propósito, de recabar los hechos, los abusos, las violaciones, no para escandalizar sino para proceder en consecuencia.Conclusión El tema es muy claro, sin embargo, hay quienes tentados por lo económico o la irresponsabilidad, usan a los medios como monedas de cambio, como una forma de generar recursos vergonzantes, esto es otra forma de corrupción, prima hermana del “chayote y hermana del cinismo. Los medios no deben ser juzgados sumarios, tienen una función superior que es la de informar, de comunicar, ser vehículos de la verdad, para trasformar un país cundido, infectado, herido de muerte por la corrupción y desinformación… ¡Ni más ni menos!.“Las malas personas no pueden ser buenos periodistas”. (Ryszard Kapuzinski).

Dos cosas son ciertas; la presencia de la izquierda en Morena Sonora es marginal, y dos; habría que discutir si la izquierda tiene algo que hacer en ese partido político. La renuncia de Petra Santos, Luis Palazuelos, Julio Sánchez Pasos y exclusión de socialdemócratas como Rosendo Arráyales necesariamente pone a discusión si Morena deja de ser un espacio para un sector de la izquierda; al final dichos actores están buscando la manera de conservar sus espacios políticos, cuyas motivaciones están fundadas en conceptos y en una moral propia de como hacer política, donde los medios y fines se justifican mutuamente. Los mandamás de Morena, incluido Alfonso Durazo, por su formación, hábitos, costumbres e historia nada tiene que ver con la izquierda y por tanto se les complica entenderla; para él, el asunto se reduce simplemente al poder, por eso, salió del PRI, entró al PAN, después al PRD hasta quedarse varado los cayos rocosos de lo que hoy conocemos como Morena; sus reacomodos políticos nada tienen que ver con el pensamiento, ni paradigmas ni utopías, es simplemente el poder y punto. Por eso, no se le complica cuando trata con padrecistas, con boursistas o con gente como la Lola ya que al final solo son compañeros de viaje; eso sí, no debe descuidar que con ellos debe compartir el pan y la sal, es decir el poder. Y de ahí salen las candidaturas y estas mismas solo obedecen a grupos de interés, y en ese proceso el sector denominado progresista de Morena por más que le hace su lucha no ven perspectiva de ganar espacios ni tampoco la voluntad de quienes tienen los hilos de Morena darles un lugar; un sector universitario que se reivindicaba de izquierda o progresista encabezado por gente como Jorge Taddei o individuos como Armando Moreno decidieron acomodarse al poder y a sus sectores para darle una patada en las partes nobles al pensamiento. Por eso priorizaron puestos; y no solo ellos, sino sus familiares cercanos; y ya perdiendo todo forma has- ta los hijos ya andan en los pasos de sus padres, como es el caso de Jorge Taddei, es decir hábitos y costumbres que dijeron combatir y que hoy son sus costumbres. Y se están enraizando. Aquí el punto es este ¿Hay actores y sectores en Morena que son realmente de izquierda? Creo que sí, conozco a varios que por décadas o toda su vida productiva o política de han dedicado a crear y recrear espacios donde predomina el interés público y social ante el privilegio y lo privado, han soñado con la justicia social, con otro mundo.

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