3 minute read
SEQUIA MORTAL
Mexico se enfrenta a una de las sequías más terrible de su historia, y podría quedarse sin agua muy pronto. Los expertos estiman que al menos el 80% del territorio nacional se encuentra en una situación grave, pero hay algo que muy pocos saben. Y es que, mientras en el mundo el agua se ha convertido en un bien tan preciado que ya cotiza en la bolsa de valores de Wall Street, en México se le ha entregado la concesión para explotar los principales manantiales que abastecen al país para vender, embotellar y saquear el agua potable de la nación, con ganancias estratosféricas, a una de las empresas internacionales más oscuras del planeta. Me refiero a Nestlé.
Hoy, Nestlé, tiene más de 17 plantas en nuestro país, y el agua que utiliza para vender agua embotellada viene del llamado eje neovolcánico transversal que atraviesa a México de Este a Oeste pasando por lo estados de Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, México, Hidalgo, Morelos, Tlaxcala, Puebla y Veracruz, quienes poseen los acuíferos más importantes de México y de la región. De los 40 pozos de agua potable que hay en esa área, 16 le han sido concesionados a Nestlé Solamente con una de estas concesiones que le fue otorgada desde el 2007, se le permite extraer 500,000 metros cúbicos de agua en Santa Cruz Otlatla, en el estado de Puebla, para embotellarla y venderla a precios elevados. Con esa cantidad de agua podría se podrían regar más de 10,000 hectáreas para los de cultivos que padecen de una enorme sequía en la región y que ahora no tienen agua para sembrar sus campos.
Advertisement
México podría quedarse sin agua gracias a las transnacionales. Las concesiones que le fueron otorgadas a Nestlé les quitan el derecho a los pobladores y campesinos de extraer el agua por cuenta propia y abastecer sus tierras en una región donde el común denominador es la pobreza y la falta de acceso al agua potable. Por eso cientos de organizaciones populares mexicanas han manifestado su descontento ante el poder hegemónico de las empresas como
Nestlé sobre los recursos naturales de sus regiones sin mucho éxito. Es difícil levantar la voz en contra de la empresa alimentaria más poderosa del mundo. Es bien sabido cómo la falta de regularización en las privatizaciones de México han generado los robos más grandes del país. Una cosa es robar dinero y otra es saquear el agua del país. Muchas personas en México tienen que racionar el agua potable, le llaman tandeos y reparten el bombeo de agua por zonas, porque no hay suficiente agua, pero la privatización de agua a manos de empresas como Nestlé han agudizado la profunda desigualdad que existe en México.
Pero no solo se trata de la mega compañía suiza Nestlé. En México también hay otras dos transnacionales que se han hecho del control del agua para su explotación y comercialización junto a Nestlé: la española Danone y la americana Keurig Green Mountain, dueña de la marca de refrescos carbonatados Dr. Pepper, son las encargadas de beneficiarse de los recursos hídricos en una región en la que sus propios habitantes no tiene acceso suficiente al agua potable. Los pobladores dicen que por culpa de estas empresas muchas colonias se están quedando sin agua, y es que en un principio estas empresas se asentaron en México con la promesa de llevar prosperidad para la gente, la verdad ha sido totalmente diferente, pues las poblaciones donde estas empresas poseen sus bases de operaciones: Santa Cruz Otlatla, Tlahuapan, Santa María Zacatepec, Tehuacán, tiene altos índices de pobreza superiores al 50% de sus habitantes, según datos del INEGI en 2020.
Estas transnacionales llevan más de 20 años despojando del agua local a sus habitantes. Todas estas empresas han recibido concesiones del gobierno mexicano que les permite el control de los recursos por sobre las comunidades donde se encuentran los pozos. Para hacerse del control y la explotación del agua, las multinacionales se hicieron de empresas locales como Embotelladora Arcoíris, Manantial La Asunción y Grupo Peñafiel, entre muchas otras. Y por si fuera poco, solo pagan $2,600 pesos mexicanos, es decir, $130 dólares al año como pago por la explotación de las agua de México. Este dato fue publicado en el 2018 en los informes sobre violaciones a los Derechos Humanos al Agua Potable y al Saneamiento en México. Para ponerlo más claro, en un hogar en México, se paga de agua hasta 5 veces más al año que las empresas transnacionales que explotan el vital líquido de forma descarada mientras miles de campesinos abandonan sus campos cada año por las sequías a lo largo y ancho del país. El agua que debería de ser para todos los mexicanos, está hoy en manos extranjeras.