SUMARIO
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PUNTO DE VISTA
Edición Nº 2 Octubre - Noviembre 2010 ISSN 1909 – 8723 Edición Santacruz Editores E.U. NIT: 900 130 461 - 4 Avda. Cra. 72 Nº 152B-90 Int. 2 Apto. 902 Teléfono 3562713 - 310 8692372 geneticabovina.fer@gmail.com Bogotá – Colombia Director Fernando Santacruz Hoyos Colaboración Técnica Criadero Potrillos Luis Fernando Rodríguez Criadero La Luisa Jesús Hernando Ramos Jeimy Cruz Heather Smith Thomas Luis J. Otálvaro Juan G. Maldonado Estrada Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad de Antioquia Carlos E. Velásquez Claudia J. Correa Equimevet Medellín, Colombia Enrique Castillo Fotografía Portada Criadero Potrillos Universo Equino Fotografías Internas Fernando Santacruz Hoyos Criadero La Caprichosa Criadero Santacruz Criadero La Luisa Ulises Diseño y Diagramación Alonso Romero Torres Tel. 757 7149 Preprensa e Impresión Legis S.A. Comercialización Santacruz Editores E.U. 3562713 - 310 8692372 geneticabovina.fer@gmail.com Bogotá – Colombia
La genotipificación es una inversión, no un gasto
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uizá uno de los proyectos más importantes que tiene pendiente la industria equina colombiana es la genotipificación de sus vientres y reproductores puros en todos los andares, ya que esto garantizará tanto a vendedores como compradores, que el producto ofrecido o adquirido, sea el que aparece en los papeles de registro. Y es precisamente en los registros donde se han cometido históricamente los “errores” al no tener la posibilidad de comprobar de una manera fiable que la genética registrada sea la verdadera. Las diferentes asociaciones ya no tienen excusa para que este tipo de situaciones se sigan presentando. Hoy, gracias a los procesos de biotecnología, en cuestión de días se puede tener certeza de la genética de un ejemplar equino. Por eso, desde estas páginas insistiremos en la necesidad que tiene el sector de genotipificar sus animales. Y la tarea que tienen los diversos gremios es hacerles entender a los criadores, que los gastos requeridos para este proceso, que podrían parecer costosos, son ante todo una inversión a largo plazo, pues tanto comprador como vendedor irán, ciento por ciento, a la fija lo que repercutirá para recuperar la inversión inicial y, por qué no, incrementar el valor de sus ejemplares genotipificados. Hasta finales de 2009 Colombia tenía genotipificados 80.000 ejemplares entre 181.500 animales registrados, es decir falta más de la mitad por hacerlo. De ahí que la tarea aún es muy larga. Colombia hace varios años se ha posicionado internacionalmente como una potencia en caballos de paso fino, no por nada hoy por hoy el Campeón Mundial es de sangre colombiana. Este reconocimiento también se empieza a sentir con las otras modalidades o andares criollos. Por eso, antes de ser un gasto, la genotipificación equina es una inversión.
Fernando Santacruz Hoyos Director Revista Genética Bovina Colombiana
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GenĂŠtica Equina Colombiana
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■■Tributo de Potrillos hijo de Cascada de
Potrillos con Mezcal de la Montaña ambos con buena línea en trote y galope.
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Criadero Potrillos
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a pasión por el mundo de los caballos para la familia Rodríguez se inició hace setenta años de mano de Don Luis Antonio Rodríguez, padre del juez equino Luis Antonio Rodríguez Castro y abuelo del también juez y experto equino Luis Fernando Rodríguez, propietario actual junto con su esposa Latiffy Jessen y sus hijos Luis Fernando, Natalia y Juan Esteban, del Criadero Potrillos, uno de los más importantes de Colombia por su trabajo de selección genética, brío, manejo, adiestramiento y fenotipo. Luis Fernando Rodríguez vive del y por el caballo. Cuenta con una impresionante memoria para remontarse a las más añejas genealogías de sus animales, y para explicar en detalle las bondades y características de cada línea genética. Cuando empieza hablar de ellos no hay quien lo pare. Se emociona, toma aire y arranca a “galopar en la palabra” con brío, elegancia y fondeándose al máximo para agradar a su interlo-
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cutor con profundo conocimiento, el cual, le ha permitido además, ser juez equino desde hace veinte años, recorrer todo el territorio nacional y contar con el privilegio de ver y juzgar a los mejores ejemplares equinos de Colombia y, obviamente hacer muchos amigos. Ha tenido el honor de juzgar, hasta ahora, cuatro mundiales equinas, ser miembro de la Junta Directiva de Fedequinas en sus inicios y uno de los fundadores y presidentes de Asdepaso. Y es esa misma tradición familiar y experiencia que le ha servido para seleccionar la mejor genética en los cuatro andares, pues a pesar de que han sido muy tirados al Paso Fino, andar en el cual cuenta en sus haberes con un campeón mundial en los Estados Unidos en Performance, es gracias al Trote y al Galope, que han recibido las mayores satisfacciones y reconocimientos nacionales e internacionales, sin desconocer, claro que con los andares de Trocha y Galope, y Trocha, también han sobresalido.
La selección genética en el Criadero Potrillos parte del tener el sitio adecuado con buenas praderas y pesebreras para sostener yeguas de cría, seleccionadas a través de tiempo, y sobre todo, probadas con una, dos ó tres crías. Potrillos se destaca por la selección de yeguas más no de reproductores, pues a pesar de contar con muy buenos, buscan los mejores de otros criaderos para cruzarlos con el fin de no “cerrar la sangre”. Si se tiene estas condiciones de selección, se tendrá una línea genética ideal en cuanto a brío, colores y armonía en cada una de las bondades con que cuentan los caballos en sus cuatro andares. Conozcamos entonces parte de las principales líneas genéticas que han seleccionado en el Criadero Potrillos.
Paso Fino El padre de Luis Fernando Rodríguez crió a Sereno de Santana hijo de Resorte Tercero y de la yegua
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■■De izquierda a derecha: Presumida de Toledo, hija de Fedallín de Paguana, parida de Tributo, es
una trotona galopera. Profecia de Potrillos hija de Gladiador del Cairo en la Fósfora de Potrillos, hija de Tupacamarú, con cría de Tributo. Tocata y Fuga de Potrillos, hijo de la yegua Opera de Potrillos hija de Emperador Cacique Calarcá, parida de Fantástico de las Guacas. Por último India de Potrillos hija de Tayrona en Novia Hermosa de Potrillos, parida de Onasis.
Resolana. Caballo que dio muy buenas crías y que tuvo un magnífico comportamiento en pistas. Cuenta Luis Fernando que Don Fabio Ochoa vivía enamorado de este animal; desafortunadamente no lo aprovecharon en su totalidad pues no le sacaron muchas crías. Su línea materna era una de las más apetecidas por los criadores de Paso Fino. Posteriormente Luis Fernando, trajo de Venezuela a la yegua Sonámbula, a la cual le sacó crías destacadas como Melisa de Potrillos vendida años más tarde a Andrés Mejía quien se la llevó a Estados Unidos y que sería escogida luego como Campeona Mundial en Performance. Otro caballo destacado en Paso Fino fue el reproductor Onasis de Potrillos. Hijo de Sereno de Santana en la yegua Sonámbula. Luego crío a la yegua Camándula de Potrillos, hija de Resplandor de San Carlos en Rosario de Potrillos. Esta yegua todavía está en el criadero y sus potros y potrancas son de excelente calidad. Se destaca
también la yegua Nena de Potrillos, hija de Resorte IV en Sonámbula. Tratan de sostener el Paso Fino usando sangres totalmente abiertas pues la yegua Camándula trae Contrapunto y Bochica. También han obtenido crías del caballo Garibaldi traído del Criadero Mí Quinta Real de Venezuela, hijo de Charly y de una yegua hija de Amadeus. Como si fuera poco, también usan sangre de Cortesano, Resplandor Tercero, Dulce Sueño, Moises de las Guacas, Morfeo, Santa Gertrudis, Verso de Lusitania de la línea de Don Dayro Chica Arias, uno de los criadores de Paso Fino más importante de Colombia. De esta manera, dice Luis Fernando, sostienen una buena línea sanguínea abierta, más no una raza.
Trocha y Galope En el Criadero Potrillos adquirieron hace varios años la yegua Rosa la Ruborosa hija del caballo Manizales en la Víbora, Gran Campeona y Fue-
ra de Concurso en Venezuela. Con este ejemplar arrancaron la línea de Trocha y Galope y entre sus principales descendencias obtuvieron el caballo Dominico de Potrillos hijo de Emperador Cacique Calarcá; el caballo Melchor de Potrillos, hijo de El Líder en Rosa la Ruborosa; luego vino La Ley de Potrillos, yegua de pista y de cría que le dio al criadero excelentes productos; también se destaca la yegua Catleya hija de Napoleón en Rosa la Ruborosa y la potranca Amada Rosa de Potrillos hija de Tayrona con la yegua Novia Hermosa, hija a su vez de Pegaso Viejo hijo de Danilo, que actualmente está pastando en una pesebrera de los Llanos Orientales y con muy buenos puntajes en pistas. Finalmente se destaca el caballo trochador y galopero Veredicto de Potrillos que se usa como reproductor en el mismo criadero. Es hijo de La Ley de Potrillos, a su vez hija de Constituyente de San Carlos y La Troyana, hija de El Arco y de Destello de los Naranjos. SANTACRUZ Editores
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PORTADA Trocha En este andar el Criadero Potrillos ha sacado muy buenos ejemplares para pista como por ejemplo la yegua Brigada de Potrillos hija de Maracanazo en la yegua Novia Hermosa. También la yegua Suspicacia de Potrillos hijo de Melchor de los Potrillos en la Vanesa de los Potrillos, hija de Papillón. La yegua Limosina de Potrillos hija de Zeus de la Graciosa, caballo que personalmente le agrada mucho a Luis Fernando porque la ha dado muy buenas crías como Limosina de Potrillos con la yegua Constituyente de Potrillos hija de Brujito en La Rosario; también le dio la yegua llamada Pirámide de Potrillos. Próximamente empezará a sacar a pista a la yegua Tribuna de Potrillos hija de Cosaco de La Luisa en la yegua Hechicera de Quebraditas. Todas estas yeguas cuentan con una línea de sangre totalmente clara y marcada en la Trocha que han dejado huella en el Criadero Potrillos.
Trote y Galope
■■Luis Fernando Rodríguez, al lado de algunas de sus más importantes cintas y premios recibidos desde 1978. Toda una vida entregada a los equinos.
■■A la izquierda tenemos al potro Tribuno de Potrillos, hijo de La Tribuna de Potrillos en Tributo de Potrillos, y cuenta con extraordinarias condiciones y calidades trochadoras. El otro potro es hijo de Kalifa de San Pedro en la yegua Pirámide.
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Después del Paso Fino, el Trote y el Galope es el andar que más satisfacciones ha dejado a Luis Fernando Rodríguez y al Criadero Potrillos, no por nada criaron al caballo Tutancamon, abuelo de Tributo de Potrillos. Tutancamon es hijo de La Vanesa de Potrillos yegua trochadora y galopera, hija de Papillón y la Maritza, quien era hija de Galileo, hijo del Arco. Tutancamon se desempeñó como un excelente reproductor y además fue uno de los mejores ejemplares en pistas gracias a su sangre y a su extraordinaria ejecución del Trote y Galope. Después criaron la yegua La Llovizna de Potrillos, hija de Gladiador del Cairo y la yegua Aurora de Potrillos, hija a su vez, del caballo Piropo Viejo. Murió muy joven en Cartago, Valle. Posteriormente vendría la yegua Cascada de Potrillos, madre de Tributo de Potrillos y es hija de Marco Polo de Potrillos, hijo a su vez de Tutancamon en la yegua Soledad.
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Tributo de Potrillos Actualmente es considerado como uno de los mejores trochadores del país. Tributo, nació en las instalaciones del criadero y es fruto del cruce de la yegua Cascada de Potrillos con Mezcal de la Montaña ambos con buena línea en trote y galope. Cascada de Potrillos es hija de Marco Polo de Potrillos, hijo de Tutancamón de Potrillos, hijo a su vez, de Tayrona del Paso en la yegua Vanesa de Potrillos. Por su parte, la madre de Cascada, es la yegua Soledad, hija de Medellín. Este pedigrie demuestra la línea de trote que lleva en su sangre, pues todos estos ejemplares se han destacado a lo largo de los años como ejemplares importantes en la raza. La única línea trochadora se la brinda Soledad que era una yegua tipo P3. Tributo de Potrillos desde muy joven fue mostrando lo que sería años más tarde de adulto, al presentar una dedicación y sonoridad exquisita en su galopar con un estilo trotón, no trochador, definido en su color y en su andar, tanto trotando como galopando. Este caballo es su proceso de adiestramiento consiguió muy buenos puestos como ejemplar de Trote y Galope en cerca de una docena de ferias. Posteriormente en su proceso de arrandamiento llegó a manos de Alex Herrera, persona que lo maneja y con quien ha integrado un verdadero binomio, pues se entienden a la perfección. Con tan solo seis años de edad, cuenta entre sus logros diversos campeonatos en ferias equinas como: Bucaramanga, Zipaquirá, Chiquinquirá, Fusagasugá, Medellín, entre otras. Además fue escogido Gran Campeón Reservado de Agroexpo 2009 y obtuvo el primer puesto ese mismo año, en la Mundial de Pereira en categoría de competencia especial. En este evento tuvo el privilegio de ser comparado con el Gran Campeón y el Gran Campeón Reservado para ser finalista de la mundial de Pereira.
■■Tributo de Potrillos, Gran Campeón Reservado de Agroexpo 2009. Según Luis Fernando Rodríguez, la mayor satisfacción para un criadero de caballos, es ser conscientes de lo que se tiene. Tributo de Potrillos, no sólo se destaca en pistas, sino también como reproductor, pues ya son varias las crías que están empezando a salir a pistas demostrando su alta genética. Este caballo sienta y fija los colores. Se le ha puesto yeguas muy marcadas y manchadas con luceros frontales amplios, y las crías salen con colores cerrados similares al tono del caballo que es un aspecto competitivo. Una de las principales características que debe tener un ejemplar equino de alta genética es el brío o la voluntad de moverse de un lugar a otro sin la necesidad de recibir estímulos. Y es así como precisamente se ha venido desenvolviendo Tributo, pues es un caballo de fondo, que gana sus competencias fondeándose. Su galope cuenta con energía en el marcaje de sus dos tiempos, con el espacio entre batida y batida, pero con energía, no de velocidad. Pronto entrará a competir en la categoría de mayores de 78 meses. Estos logros cosechados a lo largo de tantos años por el Criadero
Potrillos no hubiesen sido posibles sin el apoyo de personas profesionales y amantes de los caballos como Agustín Ospina, Oscar Cardona, Federmín Santamaría, John Ospina, Fernando Cruz, Jonathan Ciro y Alex Herrera y todos los palafreneros que han estado por tantos años de importantes logros, aportando su conocimiento y su granito de arena. A esta lista hoy se suman en la parte médica el veterinario Leonardo Quevedo y en reproductiva Iván Torres. Ni qué decir de su familia, absolutamente comprometida con el Criadero, con su esposo y con su padre, quienes ya van por la quinta generación de caballistas buscando la excelencia. Excelencia que para Luis Fernando Rodríguez no radica en la velocidad como la principal característica que debe tener un criadero de caballos profesional; pues en éste arduo oficio, de lo que se trata es de resistencia, pues como bien lo dice: “no hay que preñarse de ilusiones para parir desengaños; hay que recibir muchos golpes para también contar con muchas satisfacciones”. SANTACRUZ Editores
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PORTADA ■■Heredero de Potrillos tiene 32 meses y pronto
saldrá a competencias. Es un muy buen ejemplar trotón galopero. Hijo de Tributo en una hija de Cacique de Caramanta.
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Trote y Galope y es hija de Tributo en la India de Potrillos.
■■Ronda de Potrillos pertenece a
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trochador y galopero importante no sólo por sus movimientos sino por su genética. Es hijo de Destello de los Naranjos en La Ley de Potrillos.
■■Veredicto de Potrillos es un caballo
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cique de Caramanta y la otra de Maracanaso. Una parida de Tributo y la otra de Talibán. La potranca con el cabezal rojo es Primera Dama actualmente propiedad de Juan Pablo Muriel.
■■Aquí dos yeguas trochadoras. Una hija de Ca-
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■■Tributo de Potrillos Gran Campeón Reservado de Agroexpo 2009 y obtuvo el primer puesto ese mismo año, en la Mundial de Pereira en categoría de competencia especial
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Falla ovárica en una yegua de paso fino colombiano Tratamiento combinado homeopático antihomotóxico y hormonal.
■■La falla ovulatoria es una de las principales causas de infertilidad en yeguas cíclicas.
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Luis J. Otálvaro y Juan G. Maldonado-Estrada. Escuela de Medicina veterinaria, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad de Antioquia; Carlos E. Velásquez y Claudia J. Correa, Equimevet, Medellin, Colombia. Revista Colombiana de Ciencias Pecuarias, Universidad de Antioquia, (Colombia).
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a falla ovárica en yeguas es un proceso de alta frecuencia dentro de las causas de infertilidad, su causalidad es compleja y exige un reto continuo para el médico veterinario, quien debe afrontar las alternativas terapéuticas más apropiadas de conformidad con cada caso en particular. La falla ovulatoria de folículos con diámetro ovulatorio y los folículos hemorrágicos persistentes, pueden ser parte de un proceso fisiológico normal, un evento patológico o ser el resultado de la pérdida de respuesta a un agente inductor de ovulación (Ginther et al., 2005). El desarrollo de folículos anovulatorios es común durante los períodos de transición otoño - primavera (Ginther et al., 2003; Van Niekerk and Van Niekerk, 1997) y en algunas yeguas en su posparto (Van Niekerk and Van Niekerk, 1997). La dificultad de las yeguas para ovular durante la estación reproductiva normal es menos común, pero representa una causa importante de pérdidas económicas (McCue, 2007). La incidencia de la falla ovulatoria durante la temporada reproductiva fisiológica se calcula del 3.1 al 8.2%, y puede oscilar entre 5 y 20% entre el inicio y el final de la estación reproductiva (Ginther et al., 2007). La falla ovulatoria es un evento fisiológico normal para la yegua durante la primavera y los períodos de transición del otoño; el desarrollo de folacuteculos anovulatorios puede ocurrir ocasionalmente durante la estación reproductiva, los cuales pueden ser completamente grandes (5 a 15 cm de diámetro) y persistir hasta por dos meses (Gastal et al., 2004). SANTACRUZ Editores
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PRUEBA DE CAMPO En Colombia no hay estudios publicados sobre este tema, a pesar de que muchos veterinarios de equinos lo tratan con alta frecuencia, en donde se incluyen esquemas hormonales convencionales (Dr. Sigifredo Varela, médico veterinario Equimevet, Medellín, Colombia; y experiencia propia de los autores). El diagnóstico diferencial en yeguas que presenten aumento unilateral o bilateral del tamaño de los ovarios, incluye condiciones patológicas tales como los tumores ováricos (Maurice KT, 2005; McCue et al., 2006), los hematomas ováricos, la falla ovárica (McCue, 2007; McCue, 1998; Vanderwall et al., 1993), el envejecimiento (Vanderwall et al., 1993) o el posparto en algunas yeguas (Caldas et al., 1994), y condiciones ambientales propias de las estaciones en países templados (Donadeu and Watson, 2007) o al momento del tratamiento con hormonas exógenas (Chen FJ et al., 1993). La estimulación hormonal inadecuada durante el diestro temprano, aumenta la probabilidad de que las yeguas presenten folículos anovulatorios (Irvine et al., 2000). En un estudio fueron hallados folículos anovulatorios en el 8.2% de los ciclos estrales en yeguas; la incidencia de folículos anovulatorios incrementó con la edad, donde las yeguas de 16 a 20 años de edad desarrollaron folículos anovulatorios en el 13.1% de los ciclos estrales durante la temporada reproductiva fisiológica (McCue, 2007). El 43.5% de las yeguas que desarrollaron folículos anovulatorios experimentaron ciclos estrales subsiguientes sin la formación de folículos anovulatorios, durante la misma temporada reproductiva, con un intervalo entre ovulaciones de 38.5 días en yeguas que desarrollan folículos anovulatorios (McCue, 2007). En virtud de la experiencia propia de uno de los autores en el uso de las terapias alternativas para el manejo de diversas alteraciones reproductivas en yeguas, el objetivo del presente trabajo es presentar un caso 20 Genética Equina Colombiana
clínico de falla ovárica persistente en una yegua de paso fino colombiano, que fue sometida a tratamiento combinado con terapia neural, homeopatía antihomotóxica y terapia hormonal convencional. A pesar de parecer un enfoque terapéutico contradictorio, el esquema aplicado permitió observar un efecto favorable sobre el desarrollo folicular de la yegua, que abrió la posibilidad de utilizar el tratamiento convencional con una hormona glicoproteica para inducir la luteinización del folículo anovulatorio y reactivar el ciclo reproductivo para hacer la inseminación y lograr una gestación a término de la yegua, con el nacimiento de un potro viable.
Evaluación del paciente Anamnesis Paciente equino hembra, de paso fino colombiano, seis años de edad con 380 kg de peso, una condición corporal de 8.0 (escala de 1 a 9), sin ninguna anormalidad del estado clínico general. Esta yegua estuvo dedicada a competencia en pistas para el juzgamiento de paso fino colombiano
durante varios años, razón por la que nunca se le hizo un seguimiento reproductivo ni fue sometida a un programa de reproducción por monta natural o inseminación artificial. En una ocasión cuando presentó estro fue inseminada con una dosis de semen que había llegado desde otra ciudad, con la casi totalidad de los espermatozoides muertos, lo que resultó en falla de la fertilización. La yegua presentaba el estro de duración normal en forma cíclica y en las ocasiones en las que fue sometida a evaluación por palpación transrectal, nunca fueron halladas anormalidades aparentes en el útero o los ovarios. La yegua cambió de propietario y, aproximadamente un mes después, un nuevo médico veterinario fue encargado de hacerle seguimiento reproductivo para iniciar su reproducción. Al detectarla en estro el Médico Veterinario encargado le hizo un examen ultrasonográfico, encontró un folículo en desarrollo que había alcanzando tamaño preovulatorio pero no se deformaba para ovular, su pared se mantuvo gruesa, no ovuló y mantuvo su crecimiento
■■Figura 1. Aspecto del ovario izquierdo (13 x 15 cm de diámetro) de la yegua afectada al momento de la evaluación ecográfica. El círculo punteado muestra la dimensión de la estructura anecóica (11 x 10 cm de diámetro) hallada en el ovario izquierdo.
hasta alcanzar un tamaño anormal. En este momento fue cuando nos fue remitido el caso.
Hallazgos al examen clínico Palpación. Mediante el examen ginecológico transrectal, en el ovario izquierdo fue hallada una estructura cuyo diámetro no se pudo determinar por su gran tamaño, de pared muy gruesa y de consistencia líquida, bastante dolorosa al tacto, la cual, debido a su peso, había logrado desplazar el ovario por debajo del nivel del piso pélvico. El ovario derecho fue hallado de tamaño pequeño (aproximadamente de 2 x 2 x 1cm), liso y sin estructuras palpables. El útero presentaba una pared delgada y era de consistencia flácida. Ecografía. Al realizar una evaluación ultrasonográfica transrectal utilizando
un transductor lineal de 5 Mhz, sólo fue posible observar en el ovario izquierdo una estructura redonda de aspecto anecoico, con pared gruesa (borde hiperecoico) de apariencia anecoica hacia su borde inferior. Ante la imposibilidad de delimitar la estructura, se procedió a realizar una ultrasonografía transabdominal utilizando un transductor sectorial de 3.5 Mhz, que permitió observar una estructura esférica de 15 x13 cm, con una gran estructura anecóica llena de líquidos de 13 x 11 cm el ovario izquierdo (Figura 1). Dado que las yeguas criollas colombianas presentan folículos preovulatorios cuyo diámetro oscila entre 35 y 40 mm (Otálvaro, 1996), el hallazgo de una estructura anecoica de un diámetro superior a estos valores permitió considerar los diagnósticos presuntivos siguientes: el tumor de células de la granulosa (McCue et al., 2006) y el folículo hemorrágico anovulatorio (Ginther et al., 2007).
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Por consiguiente, se procedió a tomar muestra de sangre para cuantificar el perfil hormonal que permitiera descartar o confirmar la condición tumoral o la condición anovulatoria. Evaluación hormonal. A la yegua le fue tomada una muestra de sangre venosa periférica mediante punción de la vena yugular usando un tubo de vacío con aguja de 21G, para medir las concentraciones séricas de estradiol, progesterona y testosterona. Los resultados informados por el laboratorio para las mediciones hormonales son presentados en la tabla 1.
Enfoque de tratamiento Terapia neural segmental en la yegua Inyección del ganglio de Frankenhausser (“plexo útero-vaginal”) “Técnica del FK”. Luego de preparar el material necesario para la infil-
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PRUEBA DE CAMPO tración intracervical, la región de la vulva y el periné fue desinfectada con cloruro de bezalconio; enseguida fue introducido el espéculo de valvas a la vagina, el cual se abrió para poder visualizar el fondo de vagina y el cérvix; el fondo vaginal fue iluminado con linterna y se introdujo un catéter de inseminación al cual se le había acoplado en un extremo una aguja hipodérmica y en el otro extremo la jeringa con la procaína; luego fueron inyectados aproximadamente 0.5 cm de procaína al 1% (diluida al 0.5% en solución de Hartman) en el cérvix: imaginando que esta estructura era un reloj, fueron aplicadas inyecciones a las 3:00 y a las 9:00 ó a las 4:00 y a las 8:00; luego fue retirado el catéter con la aguja y el espéculo. Tratamiento homeopático antihomotóxico detallado Los medicamentos homeopático antihomotóxicos utilizados en la terapia fueron aplicados bajo el siguiente esquema: 1) Ovarium compositum® (ampollas de 2.2 ml, Nº 10) y Damiana injeel® (ampollas de 1.1 ml, Nº 10), cuyo contenido fue mezclado en una jeringa hipodérmica desechable de 5 ml, fue sujetado en la palma de la mano y agitado en posición vertical en siete ocasiones; luego fue aplicado por vía intravenosa, intramuscular o subcutánea, una vez al día, bajo el siguiente esquema: primera semana, lunes, miércoles y viernes; segunda semana, lunes y viernes; y a partir de la tercera semana y hasta terminar las ampollas, sólo los días lunes. 2) Cerebrum compositum® (ampollas de 2.2 ml, Nº 10) y Phosphor hommacord® (ampollas de 1.1 ml, Nº 10), utilizando el mismo sistema de aplicación para las ampollas anteriores, fueron aplicados bajo el siguiente esquema: primera semana, martes, jueves y sábado; segunda semana, martes y jueves; y a partir de la tercera semana y hasta terminar las ampollas, los días jueves. Terapia hormonal convencional Después de haber realizado las dos terapias segmentales y aplicado 22 Genética Equina Colombiana
el protocolo homeopático antihomotóxico, a la yegua le fueron administradas tres dosis por vía i.v. de 10.000 UI de gonadotropina coriónica humana (Chorulon, Intervet, Bogotá), una cada 24 horas (Bergfelt, 2000) como fuente de hormona luteinizante (LH). A los cuatro días de la última aplicación, la yegua fue sometida a una nueva evaluación ultrasonográfica del ovario izquierdo cuyo resultado reveló una luteinización completa del folículo (Figura 2). Adicionalmente, fue realizada una nueva medición de la progesterona sérica, cuyo valor fue cual de 14.91 ng/ml, lo que confirrmaba la luteinización del folículo anovulatorio. Por consiguiente, para causar la lisis del tejido lúteo inducido por la
LH exógena y el retorno de la yegua al estro, dos dosis de un análogo de la PGF2α (Dinoprost, 9 μg/kg vía intramuscular) fueron administradas cada una con un intervalo de 24 horas.
Evolución Una semana después de la última aplicación de la prostaglandina la yegua presentó signos de estro; a la palpación rectal el ovario izquierdo se hallaba deformado, ya no presentaba la estructura redondeada grande de las semanas anteriores, y era menos sensible al tacto; el ovario derecho presentó múltiples folículos pequeños y una estructura folicular de 25 mm de diámetro en desarrollo; el útero adquirió forma
■■Figura 2. Hallazgos ecográficos del folículo anovulatorio después de la administración de hormo-
na luteinizante exógena. En el círculo punteado se destaca el contenido hipoecoico, indicativo de un proceso de luteinización, posterior a la administración de hCG.
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■■La yegua fue inseminada con semen de un
semental fértil y la ovulación fue confirmada mediante examen ultrasonográfico transrectal realizado al día siguiente.
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tubular y presentó leve cantidad de edema; a los dos días siguientes, el ovario izquierdo tenía un tamaño de 9 x 7 cm, de forma redondeada, con la estructura lútea en proceso de formación, mientras que el folículo en crecimiento del lado derecho había alcanzado un tamaño de 32 mm, estaba en proceso de deformación y tenía paredes delgadas, hallazgos sugestivos de ovulación inminente; en el útero fue diagnosticado un edema moderado. Con estos hallazgos, la yegua fue inseminada con semen de un semental fértil y la ovulación fue confirmada mediante examen ultrasonográfico transrectal realizado al día siguiente. A los 15 días de la ovulación, fue practicada una evaluación ultrasonográfica transrectal que reveló la presencia de un embrión viable; el examen fue hecho de nuevo a los 30 días de gestación cuando fue confirmada la gestación. Sin embargo, en un examen hecho a los 45 días no fue hallado el embrión, por lo que fue diagnosticada la pérdida embrionaria. A los 20 días de este hallazgo, la yegua presentó un nuevo estro, durante el cual tuvo un comportamiento normal; la yegua fue apareada de nuevo con un semental fértil, ovuló y a los 18 días del servicio un nuevo embrión fue hallado al examen ultrasonográfico transrectal, el cual prosiguió su desarrollo gestacional completo hasta llegar a término. La yegua parió un potro vivo (Figura 3-B), no presentó alteraciones reproductivas en el periodo postparto y reanudó su ciclicidad reproductiva.
Discusión La yegua del presente caso clínico fue recibida a consulta con un diagnóstico presuntivo de tumor de células de la granulosa, de conformidad con la historia reproductiva que habían observado los colegas que tenían a cargo el caso. Sin embargo, a pesar de no haber podido medir las concentraciones de inhibina, la ausencia de concentraciones elevadas de testosterona permitió descartar la ocurrencia de dicho tumor; mientras que, las bajas concentraciones de estradiol y progesterona que coincidían con un perfil hormonal típico de una yegua en anestro (McCue et al., 2006), sugerían que la yegua presentaba inactividad ovárica al momento del examen, hallazgo que coincide con un folículo hemorrágico anovulatorio, en cuyo caso se supone que no hubo concentraciones endógenas de LH suficientes para permitir una adecuado desarrollo folicular, la ovulación y la luteinización subsiguiente del folículo ovulado. A pesar de no haber realizado otras mediciones hormonales, la elevada condición corporal de la yegua, posiblemente como consecuencia de una alteración del balance nutricional (Vick et al., 2006) de conformidad con los requerimientos para su estado por fuera de las competencias de pista, estaría relacionada con alteraciones en la producción de LH. La aplicación de la terapia neural segmental, mediante la inyección del ganglio de Frankenhausser o “plexo útero-vaginal” denominada “Técnica del FK” estimula el ganglio impar, el
■■Figura 3. Aspecto de la yegua objeto del presente reporte a los 10 meses de gestación (A), y a los 14 días después del parto, con el potro a su lado (B).
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cual regula la información simpática y parasimpática para el sistema genito-urinario (Dosch, 1985). El principio de la terapia neural segmental se basa en que los órganos enfermos regularmente producen reacciones y cambios en ciertas zonas cutáneas y subcutáneas claramente definidas (Head y Mckenzi e, 2001). En la terapia neural se conocen tres posibles formas de producir un efecto segmental: a) la inyección directa en el sitio doloroso, como las inyecciones de procaína o lidocaína sin epinefrina, las que aplicadas con precisión son efectivas en el tratamiento de desórdenes dolorosos en músculos, huesos, tendones, ligamentos, articulaciones y nervios, contusiones, abrasiones, hematomas, cicatrices dolorosas y todas las formas de daño traumático (puntos gatillo o terapia de Quaddle) (Dosch, 1985); b) la aplicación directa de procaína o lidocaína en el segmento relevante de las áreas dolorosas tratadas efectivamente con inyecciones paravertebrales (Dosch, 1985); y c) el tratamiento con procaína o lidocaína de la cadena simpática y sus ganglios, la cadena simpática lumbar y abdominal, los ganglios ciliar, de Gasser, esfeno-palatino y estrellado, y los ganglios cervicales superior y medio (Head y Mckenzie, 2001). En equinos, la terapia neural segmental se ha propuesto como un método para controlar o corregir el dolor u otros síntomas inducidos por un campo interferente ubicado en cualquier parte del cuerpo y en cualquier órgano; el problema puede ocurrir en el mismo lado o en lado opuesto al campo interferente. Hasta ahora, la única forma de confirmar si un determinado campo de interferencia es la causa de una dolencia específica, consiste en inyectar anestesia local en la cicatriz o en el segmento afectado y esperar si se presenta el signo clásico que muestra si existe relación o no. Si ocurre el “fenómeno secundario” ( fenómeno en segundos), prueba la relación entre ambos. La parte más importante de la terapia neural es SANTACRUZ Editores
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PRUEBA DE CAMPO encontrar la cicatriz relevante o el campo interferente. El uso de la técnica del FK aun no está descrito en medicina veterinaria y ha sido desarrollado de acuerdo con lo descrito en la aplicación de terapia neural para mujeres, con las adaptaciones técnicas ya descritas. La terapia con medicamentos homeopáticos antihomotóxicos consiste en generar estímulos que se sitúan por debajo o mínimamente por encima del umbral fisiológico, los que se producen mediante la administración adicional de una toxina similar a la homotoxina contra la que se encuentran “combatiendo” los mecanismos de defensa del organismo. Este agente tóxico adicional, dada la elevada dilución a la que se administra, no representa ninguna carga tóxica adicional para el organismo (Heel, 2006). Para comprender el concepto de enfermedad característico de la homotoxicología se deben tener en cuenta las siguientes reflexiones: 1) el organismo puede considerarse como “un sistema de flujo controlado cibernéticamente”; 2) las sustancias tóxicas (toxinas endógenas y exógenas) que ingresan en el sistema activan sus mecanismos de defensa, con la finalidad de restablecer el equilibrio de flujo alterado; y 3) las enfermedades son las manifestaciones de los mecanismos de defensa (Heel, 2006). Por lo tanto, en el concepto de enfermedad de la homotoxicología se engloban las afecciones producidas por sustancias tóxicas (homotoxinas) y todos los procesos de defensa antitóxica subsiguientes, los cuales tratan de restablecer la salud. Respecto de la falla fisiológica en la ovulación, los períodos de transición otoño-primavera en los países estacionales, están caracterizados por ondas de desarrollo y regresión folicular, sin ovulación. La transición a primavera o fase de resurgencia puede durar de 2 a 3 meses y los folículos dominantes de una onda folicular pueden alcanzar tamaño preovulatorio (es decir, >35 mm de diámetro) tarde en el período de transición a la primavera y sufrir la regresión sin alcanzar la 26 Genética Equina Colombiana
ovulación. La ovulación de un folículo dominante marca el final del período transicional a la primavera (Donadeu and Watson, 2007) y la mayoría de las yeguas ovulan a intervalos de 21 días aproximadamente. En otoño, las yeguas pueden exhibir ondas de crecimiento folicular y regresión por varias semanas, después de la última ovulación del año, la actividad folicular disminuye gradualmente en asocio con la disminución del estímulo del fotoperíodo y los ovarios de la mayoría de las yeguas se inactivan durante los meses de invierno (Collins et al., 2007; Irvine et al., 2000). Durante el período de transición del otoño se pueden formar folículos anovulatorios grandes, los cuales han sido descritos comúnmente como “folículos otoñales”. Estos folículos han sido descritos clásicamente como hemorrágicos, con un líquido de apariencia gelatinosa y se conocen también como folículos hemorrágicos anovulatorios (Ginther et al., 2007). Las yeguas durante el posparto también pueden presentar falla ovulatoria fisiológica; la mayoría de yeguas que no ciclan después del parto son yeguas que parieron temprano en el año, pero puede ser difícil diferenciar entre anestro postparto debido a un corto fotoperíodo respecto del anestro debido a efectos lactacionales (Vanderwall et al., 1993). En Colombia sólo hay un estudio reportado sobre el comportamiento ovárico en condiciones tropicales a lo largo del año, en donde fueron halladas variaciones en la actividad ovárica relacionadas con los niveles de luminosidad de cada temporada climática (época lluviosa y época seca) característica del país para la época del estudio (Otálvaro , 1996). La falla en la ovulación ocurre ocasionalmente durante la temporada reproductiva fisiológica. Los folículos anovulatorios pueden ser grandes (5-15 cm de diámetro), persistir hasta por dos meses y terminar en período prolongado de comportamiento de anestro y un largo intervalo interovulatorio. Las causas específicas de
falla en la ovulación no son conocidas, pero se ha sugerido una insuficiente estimulación gonadotrópica pituitaria para inducir este evento (Pycock and Newcombe, 1996; Van Niekerk and Van Niekerk, 1997; Williams et al., 2007), fallas en los mecanismos locales de regulación intraovárica (Gastal et al., 2004; Ginther et al., 2008), una producción insuficiente de estrógenos desde el mismo folículo (Ginther et al., 2003), o alteraciones vasculares (Acosta et al., 2004) que comprometen el tejido formado en el lumen del folículo preovulatorio (Ginther et al., 2007). Las yeguas pueden desarrollar folículos anovulatorios sin una previa exposición a hormonas exógenas. Durante la fase folicular de la yegua es difícil determinar si un folículo dominante en una yegua en estro fallará en ovular; la formación de un folículo anovulatorio usualmente está precedida del desarrollo de pliegues endometriales normales o edema (Gastal et al., 2004). Los patrones de crecimiento inicial de los folículos destinados a ser anovulatorios están usualmente dentro de los límites normales y el primer indicativo de problemas es la observación de partículas ecogénicas dentro del fluido folicular durante el examen ultrasonográfico. Los folículos anovulatorios pueden contener sangre y consecuentemente, han sido llamados folículos hemorrágicos anovulatorios (Ginther et al., 2007). La yegua del presente caso había tenido alguna actividad cíclica no regular en las semanas previas al diagnóstico de la estructura anormal en el ovario y no se pudo realizar un seguimiento sistemático que pudiera dar una idea del mecanismo responsable de la formación de la estructura anecoica. Sin embargo, es particular la respuesta rápida que mostró al tratamiento con la hCG, como se evidenció en la ecografía por la formación de una estructura ecográfica de aspecto lúteo y la producción de concentraciones de progesterona típicas del diestro.
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■■Los TCG son hormonalmente activos, y
las pruebas clínicas diagnósticas para su detección incluyen la medición de inhibina, testosterona y progesterona.
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Algunos estudios han reportado que el uso repetitivo de hCG durante una temporada reproductiva disminuyó la utilidad de la administración de hCG para inducir una ovulación programada en una estación reproductiva subsiguiente (McCue, 2007). Sin embargo, en la yegua del presente caso sólo se hicieron tres administraciones con intervalo de 24 horas, tiempo que podría ser insufi- ciente para la generación de anticuerpos contra la hCG; además, la respuesta de la yegua en la formación del CL y la producción de progesterona, indican que la hormona actuó de manera apropiada para el efecto buscado. Lo anterior sugiere además que la estructura anormal presente en el ovario de la yegua era un folículo hemorrágico anovulatorio. El TCG es el tumor ovárico más común en la yegua, casi siempre es unilateral, presenta crecimiento lento y es de naturaleza benigna. La evaluación ultrasonográfica del ovario afectado casi siempre revela una estructura multiquística o en aspecto de panal de abejas, pero el tumor también puede estar presente como una masa sólida o un gran quiste único. El ovario contralateral usualmente está pequeño e inactivo, aunque se han reportado algunas yeguas con tumor de células de la granulosa y de ovario funcional contralateral. Las normalidades de comportamiento tales como anestro prolongado, comportamiento agresivo o como de semental y estro persistente o ninfomanía se pueden expresar en las yeguas afectadas (Bailey et al., 2002; Maurice, 2005; McCue et al., 2006). Los TCG son hormonalmente activos, y las pruebas clínicas diagnósticas para su detección incluyen la medición de inhibina, testosterona y progesterona. La inhibina está elevada en aproximadamente el 90% de las yeguas con TCG, es responsable de la inactividad del ovario contralateral mediante la supresión de la liberación de la hormona FSH (Bailey et al., 2002). La testosterona puede estar elevada en aproximadamente
el 50-60% de las yeguas afectadas, si un componente significativo de las células de la teca está presente en el tumor (es decir, un tumor de células de la tecagranulosa) (Bailey MT et al., 2002) y usualmente está relacionada con un comportamiento de tipo androgénico. La progesterona casi siempre está por debajo de 1 ng/ml, debido a la ausencia de ovulación y formación del cuerpo lúteo. Por lo tanto, las concentraciones de inhibina mayores de 0.7 ng/ml (Maurice, 2005), de testosterona mayores de 50-100 pg/ml, y de progesterona menores de 1 ng/ml, son sugestivos de un TCG en una yegua no gestante (McCue, 2007). El tratamiento convencional utilizado en casos de falla ovulatoria está fundamentado en la utilización de hCG, hormona cuya aplicación en yeguas en estro que tengan edema uterino leve a moderado y un folículo ≥ 35 mm de diámetro, inducirá la ovulación en 36 ± 4 horas (McCue, 2007). El tratamiento con hCG es muy efectivo en yeguas jóvenes que no han recibido la hormona previamente y en yeguas adultas que reciben la hormona por primera vez en la temporada reproductiva. La hCG es usada además como fuente exógena de LH en programas de biotecnología reproductiva equina (Allen, 2002). Otra alternativa terapéutica hormonal diferente a la hCG para inducir la ovulación en las yeguas, es la deslorelina, una hormona peptídica pequeña de 9 aminoácidos, que estimula una liberación prolongada de LH desde la glándula pituitaria de la yegua. La maduración folicular y la ovulación son inducidas por la LH endógena. El mecanismo de acción de la deslorelina es, por lo tanto, diferente al de la hCG, la cual tiene actividad inherente LH. La remoción del implante es recomendada una vez es detectada la ovulación, para prevenir la ocurrencia de una refractariedad pituitaria y un retardo en el retorno al estro (Pycock and Newcombe, 1996). Debido a que el uso de hormonas exógenas para el tratamiento de alteraciones del ciclo estral en hembras
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puede afectar la futura vida reproductiva a causa de bloqueos del eje hipotalámico - hipofisiario - gonadal (McCue, 2007), o por efecto de reacciones de tipo inmune (McCue, 2007; McCue, 1998), como las ya conocidas por el uso de GnRH o HCG sintéticas (McCue, 2007), es posible utilizar tratamientos no convencionales de las medicinas alternas, con los cuales se busca trabajar sobre el tejido base del sistema alterado, para estimular respuestas naturales fisiológicas que no conlleven efectos colaterales indeseados. Durante años, la acupuntura, la terapia neural, la homeopatía, etc, han ofrecido la posibilidad de tratamiento a múltiples patologías orgánicas, apoyados en el estímulo que se logra en las células de los tejidos afectados, buscando restablecer el equilibrio energético celular perdido (Heel, 2006). Al parecer, el equilibrio energético celular fue restablecido mediante la aplicación del FK y el protocolo homeopático antihomotóxico, y posteriormente, se utilizó un protocolo hormonal convencional, buscando obtener una rápida respuesta en la yegua tratada. Desde la perspectiva de la medicina alternativa, lo ideal para el tratamiento de la yegua del caso habría sido terminar todo el tratamiento con refuerzos celulares energéticos con terapia neural y homeopatía, pero ante la urgencia que se tenía de lograr una preñez en esta yegua, se optó por hacer uso de terapias convencionales hormonales, teniendo en cuenta que el sistema úteroovárico estaba presentando signos de estabilización, lo que se tradujo en una rápida luteinización del folículo hemorrágico anovulatorio con la administración de hCG y su posterior luteolisis mediante la aplicación de la PgF2α. De conformidad con la literatura disponible a nuestro alcance, no se conocen reportes de casos similares al utilizado en este caso. Bibliog raf ía dispon ible en: geneticaequina.fer@gmail.com SANTACRUZ Editores
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REPRODUCCION
Factores de fertilidad Los caballistas tienden a hacer su selección basándose en velocidad y habilidad atlética más que en la fertilidad.
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Heather Smith Thomas
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l sólo hecho de que un caballo sea un semental no quiere decir que será padrillo. Muchos elementos deben considerarse, entre ellos la fertilidad, como el no menos importante. La fertilidad del semental es afectada por muchos factores, entre los que se incluyen la edad, herencia, temporada del año, enfermedades, heridas y por supuesto el manejo. Existen tres categorías al evaluar la habilidad reproductiva de los sementales: fértil, subfértil y estéril. Un caballo puede estar estéril temporalmente (después de una fiebre o herida, por ejemplo). Subfértil es una categoría amplia que puede abarcar una variedad de problemas o situaciones, variando desde una subfertilidad moderada (en la cual, el semental preña a la mitad de sus yeguas por ciclos) hasta una subfertilidad marcada (10 al 30 por ciento de tasa de embarazos).
Edad Un semental no es fértil hasta que alcanza la madurez sexual. Los testículos empiezan a producir el esperma cuando el potro es añero, pero el semental generalmente no alcanza la madurez completa hasta los 2 años de edad. Aún en ese entonces, éste no es capaz de cruzarse con muchas yeguas. El joven semental debe ser usado en unos términos muy limitados hasta que cumpla por lo menos 3 ó 4 años. La vejez también puede afectar la fertilidad. Conforme van envejeciendo los sementales, cambios degenerativos podrán reducir el número total de esperma producido. El esperma producido en los sementales viejos también tiende a tener más anormalidades, las cuales pueden reducir aún más la fertilidad.
Herencia Un semental puede heredar tendencias hacia una alta o baja fer-
tilidad. La estructura y composición física de sus órganos reproductivos – ya sea que tenga los testículos grandes o pequeños, anormalidades en el sistema reproductivo, testículos que cuelgan apropiadamente y que están completamente descendidos – es algo sumamente hereditario. Algunos potros nacen con una condición en la cual el testículo es incapaz de producir niveles normales de esperma. También existen familias de sementales, o líneas de padrillos, en las cuales casi cada miembro macho tiene las mismas características de semen y ciertos defectos, sin importar si el caballo es joven o viejo. Un examen en el punto medio de la vida del caballo podría indicar algún nivel de degeneración testicular, pero si el caballo tuviese la misma anormalidad a los 4 años de edad, entonces es probable que fue programado genéticamente de ése modo. Algunos problemas de subfertilidad (calidad de semen reducida, testículos más pequeños, problemas hormonales, etc.) son genéticos. Esto se está volviendo más común y puede ser en parte porque los caballistas pasan por alto el potencial reproductivo cuando seleccionan a los sementales. Los caballistas tienden a hacer su selección, basándose en otras cosas más que en la fertilidad, tales como velocidad y habilidad atlética; y ciertos defectos en fertilidad pueden ser llevados en algunas líneas de padrillos.
Conformación de los testículos El tamaño y la posición de los testículos juegan un papel importante en la fertilidad. Ya que los testículos son los que producen y almacenan el esperma, un semental con testículos grandes casi siempre es más fértil. Otro factor importante es cuando los testículos están completamente descendidos hacia el escroto. Si uno o los dos están sólo parcialmente descendidos, el caballo va ser relativamente infértil o hasta estéril, por los efectos del ca-
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lor del cuerpo aplicado a su fábrica de esperma.
Temporada Los meses cumbre para la producción del esperma y la disposición sexual generalmente son en mayo y junio, pero la mayoría de los criadores empiezan la temporada de crianza en febrero. Esto puede crear problemas de fertilidad. Por ejemplo, la mayoría de los sementales producen sólo entre un 50 y 75 por ciento de números de esperma temprano en el año, en comparación a lo que producen normalmente en junio. La disposición sexual también es más baja de febrero a marzo, comparada con la de mayo o junio. Muchos criadores usan luces artificiales para que las yeguas comiencen su ciclo más pronto, alargando así la temporada de crianza, dando más tiempo para cubrir a un gran número de yeguas. Algunos también usan luces artificiales para los sementales para apresurar su potencial reproductivo completo, más temprano en la temporada. Estudios demuestran que los sementales responden a las luces artificiales, pero a diferencia de las yeguas, no sostienen sus altos niveles de función reproductiva tan bien, como lo hacen a lo largo de la temporada de crianza. Los sementales responden a los programas de luces al producir altos niveles de hormonas, producción de esperma y libido para febrero – similar a lo que ellos generalmente experimentan en junio. Pero para junio, algunos de estos valores empiezan a bajar a lo que serían en diciembre. Los sementales no deberán estar colocados en el mismo régimen que las yeguas. En muchas granjas, las yeguas empiezan bajo luces en noviembre o diciembre. Para los sementales esto es muy temprano, ya que esto causa que el tiempo cumbre en sus habilidades reproductivas suceda antes de la temporada de crianza, donde para entonces tenSANTACRUZ Editores
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REPRODUCCION lance hormonal y el uso inapropiado de las drogas. Los esteroides pueden causar el desprendimiento de muchas células de esperma inmaduras (las cuales no son capaces de fertilizar el óvulo) y pueden también contribuir a la disminución de la viabilidad, o el ciclo de vida, del aparentemente esperma normal.
Enfermedad y heridas
■■La fertilidad del semental es afectada por muchos factores, entre los que se incluyen la edad, herencia, temporada del año, enfermedades, heridas y por supuesto el manejo.
drán el libido ya reducido. Las luces son mejores si son usadas para los sementales sólo un mes antes del período anticipado de uso pesado, de otro modo no es recomendable. Si los sementales están en los mismos establos que las yeguas, asegúrese de que hay controles de luces separados para sus establos o desatornille las bombillas de luz en los establos de los sementales.
La vida del esperma Diferentes sementales tienen diferente tiempo de vida de su esperma (el tiempo en que el esperma 32 Genética Equina Colombiana
permanece vivo dentro del sistema reproductivo de la yegua). El lapso de la vida del esperma tiene un promedio de 40 a 60 horas para la mayoría de los sementales, pero hay algunos sementales en los cuales su esperma sólo alcanza las 24 horas. Estos sementales deberán cubrir a sus yeguas dentro de las 24 horas de la ovulación para que la fecundación pueda ocurrir. Por lo contrario, existen otros sementales que pueden cubrir a una yegua desde cuatro a cinco días antes de la ovulación y todavía preñarla. Otros factores que pueden interferir con la fertilidad, son el desba-
La infertilidad puede ser causada por fiebre. Todo lo que aumenta la temperatura de los testículos por cualquier período de tiempo puede interferir con la producción del esperma. Enfermedades en las cuales existen fiebre del cuerpo en general, puede dejar al caballo infértil temporalmente. Entre más alta y larga sea la fiebre, más severas serán las consecuencias en la fertilidad. Una infección local o lesión directa en el escroto o testículos pueden producir inflamación y calor, y subsecuentemente infertilidad. Las consecuencias de una lesión local o cualquier fiebre severa pueden continuar por algún tiempo, hasta que esperma sea producido nuevamente y madure. Los efectos de la caída en la producción de esperma tal vez no sean evidentes durante semanas, ya que el semental tiene una gran cantidad de esperma ya almacenada. El esperma maduro podría todavía estar viable; él tal vez pueda montar a las yeguas por un tiempo, hasta que se le acabe el esperma maduro y no tenga más en camino, debido a la interrupción que hubo en la producción cuando él estuvo enfermo o herido. La formación y maduración de las células de esperma tardan de 60 a 70 días. Se aconseja una revisión periódica del semen después de una enfermedad o herida, para determinar si el semental tiene un período de infertilidad y cuánto tiempo durará. El podrá estar infértil brevemente o por varios meses antes de que el esperma saludable se
madure y esté presente en el semen nuevamente. Si solamente un testículo está lastimado, el otro seguirá produciendo esperma normal. Un recuento de esperma podría enseñar un número más bajo, debido a la falta de producción en el testículo herido, o el recuento podría enseñar, digamos, la mitad del esperma normal y la mitad deforme o inactivo. Varias revisiones del esperma serán necesarias para saber cuándo estará listo para cruzarse otra vez. En algunos casos, un caballo no se recuperará completamente de heridas causadas a los testículos. Si la cicatrización es mayor, podría interferir permanentemente con la producción de esperma.
Manejo La fertilidad de un semental es la combinación de su fertilidad básica, la fertilidad de las yeguas con las cuales será cruzado, y el cuidado y el manejo bajo el cual viva. Un buen manejo es crucial para maximizar la eficiencia al cruzar. La adecuada detección de calores y la identificación precisa del tiempo de ovulación es esencial para no usar en exceso a un semental. La manipulación del ciclo de oestrus (calor) y de la ovulación (tales como el utilizar luces artificiales para llevar a una yegua hacia tempranos calores de fertilidad en la temporada, o el uso de hormonas para llevar a la yegua a los calores de la fertilidad en cierta época) pueden ser necesarios
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para una completa utilización del semental. El manejo puede ser un factor decisivo en la fertilidad de un semental, especialmente en el caso de los sementales que no son altamente fértiles. Un semental el cual es inherentemente fértil (por evaluación de conteo de esperma, calidad, etc.) de un 10 al 20 por ciento, puede alcanzar un 50 a un 80 por ciento de tasa de embarazos cuando hay un excelente manejo; pero un semental altamente fértil puede terminar con una tasa baja de embarazos a causa de un pobre manejo. Mucho estrés y exceso de uso de un semental pueden conllevar a la infertilidad o problemas psicológicos que pueden interferir con su
■■La adecuada detección de calores y la
identificación precisa del tiempo de ovulación es esencial para no usar en exceso a un semental.
Don Jaime. Criadero La Caprichosa.
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■■El lapso de la vida del esperma tiene un promedio de 40 a 60 horas para la mayoría de los sementales.
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disposición sexual. El que tanto un caballo pueda ser usado durante la temporada de crianza depende de cada individuo. Algunos sementales pueden montar las yeguas diariamente y ocasionalmente dos o tres veces al día sin reducir de manera significativa la cantidad de esperma que eyaculan como para causar infertilidad o reducción del libido, mientras que otros quedan infértiles o pierden su deseo después de sólo cinco o seis días de uso diario. Los sementales deben ser revisados periódicamente a través de la temporada de crianza para evaluar su fertilidad; los sementales con baja fertilidad no deben ser usados más de dos o tres veces a la semana. El exceso de uso de un semental puede reducir la calidad del semen y el conteo del esperma. El exceso de uso, especialmente de sementales jóvenes, puede poner en peligro su futuro como semental. Puede quemarse, pues mostrará su desagrado al no estar listo en la época usual, negándose a montar a la yegua o montándola muchas veces sin eyacular. Los sementales que fueron usados excesivamente, manejados pobremente, pateados o lastimados al cruzar, algunas veces desarrollan malos hábitos de crianza. Ellos pueden rehusarse a montar la yegua, separarse muy rápido mientras todavía está en proceso de eyaculación o adquirir hábitos de eyacular una vez se haya bajado de ella. La fertilidad del semental es una compleja mezcla de factores, en donde algunos son fáciles de evaluar y corregir, y en donde otros no lo son. Si un semental tiene un problema, a menudo el veterinario, el administrador de la granja y el encargado del cuidado de los sementales pueden trabajar juntos con un manejo cuidadoso y obtener una aceptable tasa de embarazos. Algunos problemas pueden ser resueltos o minimizados para así lograr que el semental sea un criador exitoso.
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SANIDAD
Endometritis causante de infertilidad en la yegua La infertilidad en la yegua puede ser ocasionada por una variedad de factores o condiciones que sin excepción producirán un resultado similar, una yegua incapaz de producir un potro vivo. Enrique Castillo M.V. Médico Veterinario.USA.
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areciera difícil de creer, pero una de estas condiciones que produce infertilidad, ocurre inicialmente como una respuesta fisiológica normal en el 100% de las yeguas que están bajo un programa de monta natural o de inseminación artificial. La endometritis es el nombre que se le da a la inflamación del endometrio, una “capa” o mucosa que tapiza la cara interna del útero, donde se implanta el embrión para su futuro desarrollo. Lo irónico de esta condición es que en principio la misma se produce con la intención de garantizar la sobrevivencia del futuro ser, sin embargo, en ocasiones se convierte en el principal obstáculo para finalizar exitosamente la difícil tarea de producir un potrillo vivo y saludable. Una vez la yegua es “servida” por un semental o inseminada, los espermatozoides o células sexuales del macho viajaran a través del útero hasta alcanzar unas estructuras tubulares llamadas oviductos. Los oviductos conectan al útero con los ovarios y en ellos se lleva a cabo la unión del espermatozoide con el ovulo, la célula sexual de la hembra, luego que este es “liberado” desde el ovario al momento de la ovulación. La unión de ambas células sexuales 36 Genética Equina Colombiana
a nivel del oviducto formarán un embrión que dará inicio al desarrollo de un nuevo ser. El embrión en su regreso al útero transita a través del oviducto durante los siguientes 5 a 6 días posteriores a la ovulación, tras los cuales, y ya en el útero, se implantará para posteriormente completar su desarrollo hasta la formación de un nuevo potrillo. Hasta aquí pareciera no existir inconveniente alguno, sin embargo, la entrada del semen al útero junto con bacterias y otras partículas contaminantes no pasó desapercibida para los mecanismos de defensa locales del útero. La activación de mecanismos físicos, celulares e inmunológicos provoca una respuesta inflamatoria local que tiene como único objetivo “limpiar” el útero. Una falla en la eliminación de estos factores contaminantes de una forma rápida implicará un ambiente uterino inadecuado para el momento en que el embrión regresa al útero y un serio obstáculo para la supervivencia del mismo. En pocas palabras tras el “servicio”, el semental deposita en el útero de la yegua junto con el semen, bacterias y otras partículas contaminantes que son reconocidas por la defensa local del útero como extrañas. El útero reacciona en contra de estos agentes externos generando una respuesta inflamatoria
temporal que de una forma rápida y efectiva debe “limpiar” el útero de la yegua dentro de las siguientes 96 horas posteriores al servicio. Esto permitirá un medio ambiente uterino adecuado que garantizará la vida del embrión y eliminará los agentes externos generadores de la inflamación. Podríamos entonces preguntarnos: Si este comportamiento o respuesta inflamatoria es fisiológicamente normal y se produce en cada yegua que es “servida”, ¿donde está la diferencia entre el grupo de yeguas fértiles que mantienen su gestación hasta el final y otro que a pesar de reaccionar de la misma manera ante la “invasión”, falla en su intento de concebir y retorna en “celo” a escasos días posteriores al servicio?. En la yegua normal los mecanismos de defensa celular, inmunológicos y físicos se activan inmediatamente luego del servicio y reconocen al semen, las bacterias y pequeñas partículas como componentes no propios del útero. Células de defensa especializadas de la serie blanca migran hacia la luz uterina y alcanzan su mayor actividad 8 horas después del servicio englobando y digiriendo partículas contaminantes microscópicas y bacterias. En la yegua normal esta actividad celular es tan eficiente, que para las 12 horas posteriores al servicio
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SANIDAD ■■Cónsul de Gran Dinastía. Criadero La Caprichosa.
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■■La edad es uno de los factores que hace a la
yegua más susceptible a sufrir de endometritis e infecciones uterinas crónicas.
estas células han logrado controlar totalmente la situación y se retiran. De igual forma los elementos de mayor tamaño son drenados fuera del útero gracias a la activación de mecanismos de tipo físico que incluyen vigorosas contracciones del útero y activación del aparato muco-ciliar. De esta manera la yegua normal es capaz de eliminar el 60% de los componentes contaminantes en las primeras dos horas posteriores al servicio y limpiar totalmente el medio ambiente uterino dentro de las 12 primeras horas, eliminando el estimulo que mantiene la condición inflamatoria dentro del útero con tiempo suficiente para esperar el arribo del embrión a un medio ambiente uterino que garantiza la vida del mismo. Por el contrario en el grupo de yeguas que fallan en su intento de defender el útero, la limpieza y el control de la respuesta inflamatoria no se cumplen dentro un periodo de tiempo adecuado. La reducción en la eficiencia de los mecanismos
de defensa permite la rápida multiplicación de las bacterias las cuales se adhieren a la pared del útero y mantienen un estado inflamatorio permanente que provoca la muerte embrionaria. Este tipo de yegua que falla reiteradamente en su intento de llevar una gestación a término a pesar de ser “servida” con sementales de reconocida fertilidad en establecimientos de cría donde se realiza un manejo reproductivo adecuado, se conocen como yeguas “problemas” o susceptibles a endometritis. La edad es uno de los factores que hace a la yegua más susceptible a sufrir de endometritis e infecciones uterinas crónicas; en otras palabras la yegua de más edad está más a riesgo que la yegua joven. Aunque lo anterior es verdad, más que la edad, es aun más importante a la hora de considerar quién tiene más probabilidades de sufrir esta condición, el número de partos que ha tenido la yegua. Una yegua de
10 años con 6 gestaciones quizás pueda ser más susceptible de sufrir de endometritis que una yegua de 15 años con solo dos gestaciones. Bien sea en yeguas de cierta edad como en yeguas que hayan tenido varios partos, las barreras anatómicas que evitan la entrada de agentes contaminantes e irritantes al útero, como el tono y la conformación de la vulva así como la tonicidad y la fuerza de contracción uterina se ven afectadas. Esto permite la entrada de agentes externos al interior del útero y afecta también el drenaje normal de los mismos. Debido a las grandes pérdidas que se producen año a año por este problema entre los criadores y propietarios de yeguas, mucho dinero se ha invertido en su estudio, hoy en día existen protocolos de manejo específicos para aumentar en un porcentaje importante la posibilidad de llevar una gestación a término en las yeguas susceptibles a endometritis. SANTACRUZ Editores
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DIAGNOSTICO
■■Para la inducción a la actividad sexual tem-
prana de servicios, la terapia hormonal solo debe ser utilizada como último recurso.
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Control exógeno de la estación reproductiva Carlos Danilo Blanco Saleme. Médico Veterinario, DMV.
Cómo diagnosticar el estro
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odos los tipos de tratamientos veterinarios deben ser administrados con base en un diagnostico especifico, aunque con las técnicas corrientes no podemos asegurar en forma exacta el estado fisiológico del animal a tratar. Los métodos comúnmente más utilizados, aunque inespecíficos para determinar si una yegua se encuentra en estro, son: * El celo * Examen vaginal * Palpación de ovarios * Determinación del nivel de hormonas en sangre. El Celo: Se utiliza para determinar el grado de aceptación al macho. En algunas ocasiones, sobre todo en un ambiente extraño el comportamiento frente al celo puede ser atípico, como así también se pueden obtener datos falsos del estado reproductivo si la interpretación no la realiza personal familiarizado con la yegua. El examen vaginal: Se realiza para determinar el grado de relajación, humedad y color del cuello uterino. Durante la etapa de transición, estas características de la cerviz son interpretadas en forma errónea con mucha frecuencia. La palpación rectal de los ovarios: se utiliza para determinar el tamaño de los mismos como también el grado de actividad folicular. Se requiere de exámenes seriados para determinar el funcionamiento del aparato reproductor.
Con la utilización de la ecografía se ha podido demostrar la inexactitud potencial que brindan estos métodos tradicionales. La determinación de la progesterona plasmática: se utiliza para determinar la presencia o ausencia de un cuerpo lúteo funcional. Estos parámetros no reflejan la actividad de la hormona en los órganos blanco, la tasa de secreción por el órgano endocrino ni la relación con las otras hormonas. Las determinaciones de los niveles de estrógenos o de gonadotropinas aun no han demostrado poseer una aplicación práctica. Por medio de los exámenes mencionados repetidos durante un periodo de tiempo de días o semanas, se puede obtener un diagnostico más seguro del estado reproductivo de la yegua.
Tratamientos Los siguientes métodos son utilizados actualmente para inducir a una actividad sexual fértil en las yeguas madres. Luz artificial: Es sabido, desde los primeros tiempos, que el aumento de las horas luz por medios artificiales produce la transición del anestro a la etapa de ciclos fértiles regulares. Los equinos como la mayoría de los animales poseen lo que se denomina “reloj biológico”. La exposición a 14 - 16 horas de luz pone en marcha el reloj biológico para la actividad de días largos. Luego de varios estudios se ha llegado a la conclusión que lo más practico es la extensión del día luego de la puesta del sol.
Para lograr esto se colocan las yeguas en corrales iluminados. Las yeguas son colocadas en estos corrales por la tarde controlando el encendido de las luces por medio de células fotoeléctricas o de timers. Luego de 2,5 horas (o las que fuesen necesarias para completar las 16) las luces se apagan y las yeguas deben volver a sus potreros. Si este método es puesto en práctica en Junio (enero para el hemisferio norte) algunas yeguas comenzaran a ciclar al principio de la temporada de servicios estipulada por ley. Con respecto a la luz, cualquier forma es efectiva, ya sea fluorescente o incandescente de 100 o 200 watt. La intensidad lumínica debe ser de 8 pies candela a la altura de la cabeza de la yegua. El pie candela es la luz que da una vela por metro cuadrado. Factores liberadores de gonadotropinas (Gn-RH): El factor liberador de gonadotropinas (0,004 mg. de Buserelina) ha sido utilizado para estimular el ciclo estral, aunque los resultados son muy pobres si se los compara con los obtenidos por medio de la iluminación artificial. Por ello se utilizan en forma complementaria. Lo que sucede es que las dosis elevadas no son fisiológicas y pueden ocasionar una supresión de la liberación de las gonadotropinas endógenas. Suelen ser más efectivas dosis menores a intervalos de 24 horas. Progestágenos: La progesterona (P4) natural de cerdo inyectable (muy irritante) o los progestágenos orales (27,5 mg progesterona) diaSANTACRUZ Editores
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DIAGNOSTICO riamente durante unos 10 días, impide la liberación de gonadotropinas. Luego de suprimir la administración de este compuesto, las gonadotropinas acumuladas son liberadas a la circulación y de esta forma se inicia la actividad sexual cíclica (generalmente de 3 a 4 días posteriores a la finalización del tratamiento). También se utilizan implantes de progestágenos que duran 15 días o factores de liberación durante 30 días. Las yeguas más aptas para este tratamiento son las que se encuentran en la etapa de transición o las que presentan celos prolongados durante la primavera, no obteniéndose resultados confiables en las yeguas con anestro profundo. Además hay que estar seguro de que la yegua no haya ovulado al comenzar el tratamiento porque al finalizar el mismo nos vamos a encontrar con que no hay folículos. Prostaglandinas (Pg): Las prostaglandinas naturales (5 mg. de Dinaprost) o las sintéticas (250 a 500 microg. de cloprostenol, 0,150 mg. de Tiaprost) son altamente efectivas para inducir a la actividad sexual a las yeguas acíclicas como consecuencia de la persistencia de un cuerpo lúteo. Aquellas yeguas que poseen una concentración plasmática de progesterona superiores a 1 ng/ml. (las más confiables son las que poseen más de 4 ng/ml.) y las que poseen un cuerpo lúteo maduro (de más de 5 días) son las que responden con más seguridad al tratamiento con prostaglandinas. La persistencia del cuerpo lúteo refleja una variación en el ciclo, más que un verdadero estado de aciclia. Si el bloqueo dura más de 10 días, las vías hipotalámico-hipofisiariaovárica se encuentran mejor preparadas por lo que la respuesta a la administración de prostaglandina será superior. La yegua por su anatomía tiene la particularidad de ser más sensible que la vaca a la Pg. 42 Genética Equina Colombiana
Para la inducción a la actividad sexual temprana de servicios, la terapia hormonal solo debe ser utilizada como ultimo recurso. Por ello es recomendable el siguiente método para el control exógeno del ciclo sexual de las yeguas: a) Comenzar con un programa de luz artificial en el mes de Junio (diciembre para el hemisferio norte). b) Seleccionar a todas las yeguas madres vacías desde el 1° de Julio (1° de enero en el hemisferio norte). c) Examinar a aquellas yeguas que no muestran signos de celo durante 21 días, por medio de la vaginoscopía, palpación rectal de ovarios y determinación de progesterona en sangre. d) Tratar a las yeguas que muestran una persistencia de cuerpo lúteo (ovarios activos, cervix cerrada, seca y pálida y progesterona plasmática superior a 1 ng/ml.) con prostaglandina. e) Tratar a las yeguas que se encuentran en la fase de transición (ovarios activos, cervix relajada, seca y pálida y progesterona plasmática inferior a 1 ng./ml.) y con celos prolongados con progesterona por vía oral. f) Tratar a las yeguas que se encuentran en un anestro invernal profundo (ovarios inactivos, cerviz relajada, pálida y seca y progesterona plasmática inferior a 1 ng./ml.) con paciencia y eventualmente con Gn-RH. La mejor solución a este problema seria modificar la fecha arbitraria de servicios pero lograr esto es más difícil que lograr lo anterior.
Control de la ovulación La inducción de la ovulación por medio de la utilización de diferentes tratamientos hormonales, se ha implementado casi como una rutina. La inducción de la ovulación reduce el número de servicios por celo y contribuye a conservar de esta forma el estado del semental exigido, como también la calidad del semen, su vitalidad y la libido.
Cuáles son las hormonas a utilizar Los tratamientos hormonales incluyen la utilización de gonadotropinas, esteroides ováricos y prostaglandinas, en forma independiente o combinaciones de las mismas. Las gonadotropinas disponibles en el mercado son la hormona luteinizante purificada (LH), la gonadotrofina coriónica humana (HCG) y la hormona liberadora de gonadotropinas (Gn-RH). La Gn-RH es tan efectiva como la HCG en la inducción de la ovulación de yeguas que ciclan en forma normal. La LH (extraída de hipófisis de animales domésticos) brinda resultados menos efectivos que la HCG (obtenida de la orina de mujeres embarazadas). La PgF2alfa y varios de sus análogos estimulan la actividad del miometrio y la luteólisis, este procedimiento se utiliza combinado con HCG para la sincronización del celo y ovulación.
Terapia hormonal Los establos de yeguas comerciales tienden a obtener el máximo de fertilidad utilizando la menor cantidad posible de servicios. Por medio de este procedimiento se evita el uso desmedido del semental, principalmente al comienzo de la temporada. Por esta razón la inducción de la ovulación se ha convertido en un método de rutina en algunos establos. Las principales indicaciones para la inducción de la ovulación son: a) Cuando la yegua falla en ovular repetidamente dentro de las 48 hs. De realizado el servicio y, b) Cuando se produce en forma repetida regresión folicular o excesivo tamaño de los mismos. En general se puede decir que los folículos destinados a sufrir regresión o transformarse en quisticos no responden a la terapia hormonal. La Gn-RH inyectable es aplicada en la dosis de 0,04 mg. de Buserelina vía intramuscular 6 hs. Antes del servicio.
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■■Las condiciones de subalimentación y alojamiento deficiente pueden retrasar el periodo de transición del anestro a la fase ovulatoria del periodo de servicios.
Los implantes subcutáneos son muy efectivos aplicados al momento del servicio provocando la ovulación dentro de las 24 a 48 hs. post-implante. La HCG debe ser aplicada en las fases tempranas del estro, cuando encontramos un folículo dominante con un diámetro igual o mayor a 35 mm. Las yeguas que responden a la HCG ovulan dentro de las 48 hs. de aplicada. Es preferible tratar a las yeguas menos de 6 hs. antes del servicio. La dosis optima de HCG es de 2500 UI vía intramuscular.
Se ha demostrado en las yeguas la producción de anticuerpos contra la globulina humana que posee la HCG luego de tratamientos múltiples. El éxito en la inducción de la ovulación depende menos de los tratamientos hormonales utilizados, que del estado nutricional y el manejo al que son sometidas las yeguas. Las condiciones de subalimentación y alojamiento deficiente pueden retrasar el periodo de transición del anestro a la fase ovulatoria del periodo de servicios. En la fase de transición, los tratamientos hormonales no son efectivos.
La experiencia y la habilidad en la detección del celo y la palpación de los ovarios se tornan más importantes en la medida que los sistemas de manejo se apartan de la normalidad, como por ejemplo cuando se quiere sincronizar el celo y la ovulación en los programas de inseminación artificial o de transferencia de embriones. Por ultimo, bajo las condiciones de manejo que se utilizan en los establos comerciales, es difícil probar que las ovulaciones que son inducidas por medio de tratamientos hormonales se producirían igualmente en forma espontánea. SANTACRUZ Editores
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Criadero La Luisa, más allá de la pasión Cuna de campeones.
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ablar de paso fino colombiano implica hacer un viaje para conectarse con la naturaleza, y estar en la difícil tarea de quedarse sólo con el verde olor de campo, disfrutar del confort que ofrecen a los visitantes o encontrar todas las bondades de sus ejemplares. Ese destino donde nacen las mejores crías y se dan cita los amantes del mundo equino, se cobija bajo el nombre Criadero La Luisa; un paraíso ubicado hacia el sur de las montañas del Valle del Cauca, en el que todos quieren estar. La historia de esta cuna de campeones, como se puede llamar a La Luisa, comenzó en los años 70, cuando el Criadero concentró sus esfuerzos en la selección de vientres de excelente calidad, para cruzarlos con los reproductores más sobresalientes en cada andar. Y fue esa intensa búsqueda, la que permitió que a finales de los 80, se expresará con un trébol, pero de cuatro hojas, el cual representa mucha suerte; una corona real como símbolo de los campeones, y una cruz, que hace referencia a la luz de Dios, con la intención de plasmar la esencia de La Luisa: “Con seriedad y rigurosa selección producimos campeones”.
Recorrido de triunfos El Criadero, ha logrado mantenerse fiel a su condición de producir muchos campeones. Razón por la cual, su prestigio se reconoce en el ámbito nacional e internacional, a tal punto que La Luisa, tiene los más codiciados distintivos dados en las Mundiales de Caballos de Paso, avaladas por la Confederación Internacional de Caballos de Paso, Confepaso. La lista comienza con el Mejor Criador de Paso Fino, en Colombia 1997 y en Estados Unidos en 1999. Y es que La Luisa duplicó en esas mundiales, dado que arrasó con los máximos trofeos a los que aspira un criadero: Mejor Criador y Mejor Expositor General. Además, durante nueve años consecutivos, La Luisa, ha sido reconocido como el Mejor 46 Genética Equina Colombiana
Criador del Año de Paso Fino Colombiano, y desde 1996, empezó a posicionarse entre los mejores de este andar por laterales. Ese año, también se ubicó en el segundo puesto de la clasificación de criadores y, uno después, fue tercero. Lugar que mantuvo hasta el año 2000, cuando ascendió nuevamente a la segunda posición. En el 2001 alcanzó dos de los máximos premios otorgados a un criadero en los andares diagonales: Mejor Criador de Trote y Galope y Mejor Criador de Trocha. Estos mismos triunfos los obtendría en 2005 y en el 2007, cuando también fue el Mejor Criador del Año en tres andares. En esa oportunidad, en Paso Fino, Trote y Galope y Trocha y Galope. Otros de los méritos obtenidos por La Luisa son Fuera de Concurso; Gran Campeón Nacional; Ejemplar del Año, y casi un sinfín de títulos, que se suman a la intención de producir animales fuertes, briosos, de buena calidad en patas, manos, quietud de ancas, velocidad y aplomos. Además, de ser ejemplares que enamoran con su suavidad y fácil conducción, que marcan territorio y atrapan por sus colores. Por ejemplo, en la modalidad de Paso Fino, sobresalen equinos por su color zaino o negro, mientras en los Diagonales, los de color castaño.
La ciencia ocupa el primer lugar El Criadero La Luisa, no sólo se preocupa por cuidar sus caballos, sino que la tarea es más compleja de lo que parece. No funciona como un establecimiento aislado que desconoce las necesidades de sus ejemplares, sino como un epicentro de la ciencia y la tecnología. Muestra de lo anterior, son los reproductores notables que se han formado en La Luisa, como Patrimonio del 8, Insólito de La Luisa, Tártaro del Encuentro, Hermano Sol de Villa Milena, Sensacional de La Luisa, Pirata, Lucero de Los Naranjos, entre otros, quienes han sido cruzados con los mejores vientres y han producido crías valiosas, conquistadoras de los más prestigiosos títulos en Colombia y el mundo. Por ejemplo, La Luisa, durante nueve años continuos se ha ganado el aval de Mejor Criador del Año, razón suficiente para que Juan Pablo Gaviria, encargado de la parte genética del Criadero La Luisa, afirme: “esta es una labor de muchos años, en la que todos los cruces realizados en el Criadero están dando los resultados que queríamos obtener: caballos de muy buena calidad”. La esencia del éxito, radica en estudiar muy bien los cruces a realizar y saber utilizar las líneas más prepo-
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PIONEROS tentes en éstos. Por eso, el Criadero La Luisa cuenta con reproductores y el pie de cría de las yeguas, utilizados durante los últimos treinta años. En este proceso de cruces, el papel de la yegua es protagónico. Motivo por el cual, el médico veterinario encargado, el doctor Jesús Hernando Ramos, apunta que “las yeguas que han sido criadas en La Luisa están dando muy buenos resultados en otros criaderos”. En este sentido, el Criadero trabaja en un nuevo proyecto de reconocimiento al rol de los abuelos maternos y paternos de los ejemplares, con el propósito de reconocer su aporte en exponentes que, como el campeón Insólito de La Luisa, dejan en alto la calidad del caballo criollo colombiano, criado en el Valle del Cauca. Entonces, la ciencia tiene un nuevo espacio con la inseminación artificial, para poder optimizar el semen de los reproductores, tanto para las yeguas del criadero como para la venta al público. Además, contamos con un programa de transferencias de embriones desde hace trece años que han derivado en la producción de animales invaluables, de una excelente selección de madres donantes, tanto por su capacidad competitiva como por su condición reproductiva, donde cada caballo es único y universal.
Homenaje a los más tesos El Criadero La Luisa, es sinónimo de grandes figuras para las pistas y en cuanto a reproductores notables se refiere. Aunque en esta última categoría se encuentra Insólito de La Luisa, Tártaro del Encuentro, Hermano Sol de Villa Milena y Lucero de Los Naranjos, el semillero del éxito reposa sobre Patrimonio del 8. El, es el ejemplar que escribió un nuevo capítulo en la historia del Criadero La Luisa, cuando se despedían los 80s. Supo conquistar con su Paso Fino, su andar armónico y rítmico, con la cadencia propia de los mejores de su especie. 48 Genética Equina Colombiana
Fue el potrillo que le hizo honor a la palabra patrimonio, y que se convirtió en el tesoro de La Luisa. Aunque ya habían pasado por el Criadero ejemplares de trotes soñados y andares de pasarela, ninguno fue de un talento majestuoso, como Patrimonio. Por lo menos así lo plantea Juan Pablo Gaviria, administrador del criadero hace 22 años: “lo que uno diga no alcanza a expresar lo que es ese caballo”. Es el único caballo que ha dado tres campeones mundiales: Insólito de La Luisa, 1997; Tormento de La Virginia, 2003, 2005 y 2007; Anastasia de Santa Gertrudis, Gran Campeona Mundial a la Cuerda, 2003; Encuesta de La Luisa, Campeona Reservada, 2001; y Tormento de la Virginia, Campeón Reservado 2009. “Es un caballo inimaginable, mejor reproductor de Paso Fino en el 2001, 2003, 2004 y 2005”, señala Gaviria.
Los herederos Ahora se han sumado al pódium de reproductores, por ejemplo Renegado. Hijo de Arco, que posteriormente fue muy importante para el criadero. Este reproductor cuenta con dos hijos fuera de concurso que son Altanero de la Luisa en Trote y Galope, y Cosaco de la Luisa, en Trocha Pura. Su descendencia muestra yeguas muy destacadas como la Sensación de La Luisa, madre del Caballo Sensacional de La Luisa, y otras yeguas madres y abuelas de caballos que llegaron muy alto. Posteriormente se empezó a trabajar con caballos de Paso Fino como Capuchino, Amadeus, El Astro, Castellano y Cancionero. En el año 89 el Criadero adquirió a Retorno, y en la década de los 90s al caballo Rescate. Ellos son reproductores que dejaron una gran descendencia y unos vientres de alta calidad. Más adelante vinieron los más destacados del último lustro, hermosos, elegantes, con paso armónico y mirada alta, como Insólito, que ha dado animales de buen pulimento, sonoridad y nobleza. Tártaro del Encuentro, un ejemplar Fuera
de Concurso y que es uno de los más importantes del momento, da firmeza en su pisada. Y la historia se abre paso con la brillantez de Hermano Sol de Villa Milena, que está dando sus primeras crías, demostrando su calidad con la Trocha y el Galope.
Más ejemplares de lujo En este grupo, es un orgullo destacar a Insólito de La Luisa. Representante mundial del Paso Fino y responsable de los numerosos méritos del Criadero. Ha logrado los títulos más importantes en esa modalidad. Por ejemplo en la ciudad de Cali, en la Nacional de 1997 ganó como Ejemplar del Año en Paso Fino Colombiano y Gran campeón Mundial en ese mismo año, mientras que en el 2001 fue declarado F.C. en Paso Fino Colombiano, y desde el 2002 hasta el 2008, ha ganado el máximo premio de Fedequinas para los ejemplares que poseen este título, se trata del Fuera de Concurso del Año. También se encuentra Traviata de La Luisa, Gran Campeona Mundial en Performance Paso Fino, premio recibido en Cali, en 1997 y en Tampa en 1999; Soberbio de La Luisa, en Trote y Galope, Cali 1997 y Tampa 1999; Preámbulo de La Luisa, también en Trote y Galope, en República Dominicana 2001 y Medellín 2003, y Estrella de Oriente de La Luisa, en Trocha y Galope, en Tampa 1999. Así mismo, los caballos criados en La Luisa, han sido triunfadores. Han ganado tres títulos de Campeón Mundial Reservado como Encuesta de La Luisa, en Paso Fino 2001; Poema de La Luisa, en Trocha y Galope 1997; y Gitana de La Luisa, en Trocha Colombiana 2001. Además, el caballo Constante de La Luisa, se destacó por su suavidad en el trote y manejo durante la premiación de la modalidad Trote y Galope de la XXIII Feria Nacional Equina. Como si fuera poco, La Luisa, tiene ocho ejemplares criados declarados fuera de concurso.
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