Por: Sergio F. Mendoza Enríquez
C
uando me dieron la encomienda de realizar este reportaje me agradó la idea, entre más pensaba en lo que escribiría, más me llenaba de nervios; pues no es sencillo escribir de una mujer que conociste toda tu vida, a la cual respetaste, le platicaste tus problemas e inquietudes, alguien a quien aún quieres y aunque físicamente no está, sabes que sigue ahí. Lo repito, no es fácil escribir sobre una mujer a quien toda tu vida llamaste “abuelita”. Este fotorepotaje es una memoria de su vida, muchos de los momentos que aquí se muestran, no, los compartí con ella, pero les puedo decir que, Martha Salazar, fue una mujer alegre. A mi mente vienen los recuerdos de ella silbando y cantando desde las seis de la mañana, mientras alimentaba a sus pájaros y regaba sus plantas, eso sí… pobre de aquel nieto que le rompiera una maceta, pues las cuidaba en demasía, era algo sagrado para ella.
Mi abuelita (Martha Salazar), se caracterizó por ser una mujer a la que la poesía y declamación se le dio desde muy temprana edad con una memoria increíble, pues ya grande aún nos declamaba los versos que recitó en su infancia; eso sí, creativa; pues como ella no había dos al momento de escribir las famosas calaveras. Nacida en Zacatecas, Zac.; un 31 de enero de 1925, vivió su infancia en la bizarra capital, después parte a la ciudad de México con su familia, aún siendo joven; y es ahí dónde conoce al gran amor de su vida, que por coincidencias es también originario del estado de Zacatecas y fue él, con quien compartió 47 años de matrimonio, me refiero a José Refugio Enríquez Barraza (Don Cuco) y juntos procrean once hijos; siete mujeres: Angélica, Marcela, Martha Elena, María Rosa, Olga Leticia, Lorena Sofía y Raquel; y cuatro hombres: José Valeriano, José Refugio, Alonso Arturo y Miguel. Ellos los hacen abuelos de 33 nietos y 9 bisnietos.
¿Cómo recuerdo a mi abuelita? Sin importar las circunstancias andaba arreglada, peinada y eso sí, de boca pintada, dicharachera, continuamente tenía una opinión y tema de conversación, eternamente creativa, ocurrente, viendo por sus hijos y nietos, una mujer de fe. Evoco en mi memoria que al lugar dónde íbamos era bien recibida y querida por quienes tuvieron la fortuna de conócela. Pudiera seguir escribiendo mil y un anécdotas, no solo que ella me contó, si no de aquellas que sus hijos recuerdan con singular alegría y cariño y así como un sin fin de recuerdos sobre las cosas que ella realizaba de manera ingeniosa para que sus hijos tuvieran todo lo necesario. Es así, como en estas breves líneas les comparto la experiencia que tengo de una gran mujer a la que tuve la dicha de conocer y a la cual llamaré durante toda mi vida “abuelita Martha”.
Damos el
E
100
l número 100, un signo, que sino cabalístico, lo utilizamos para indicar el 100% (como símbolo de totalidad y perfección), por lo anterior les aseguro que en este equipo diariamente lo utilizamos como sinónimo de positivismo; el compromiso en Gente In siempre se ha relacionado con dar nuestro 100% y; ese extra, para que ustedes amigos lectores tengan en sus manos, mes con mes, un producto de calidad certificada.
En esta ocasión nos tocó alcanzar nuestro número 100, personaje central de portada, y damos importancia a este signo en agradecimiento, a nuestros lectores, por su lealtad y preferencia, durante estas cien ediciones. Durante estos 100 números, Gente In a asumido transformaciones, que por nombrar algunas mencionaremos: el cambio de tipografía en el logo, intercambio de colores, innovación en el diseño editorial, ampliación de su tamaño y sus acabados de lujo, acciones que impactaron de inmediato en su momento.
Las anécdotas en cada ejemplar se convierten en incontables; cada revista que se distribuye al público, no solo se imprime con tinta, lleva la esencia de los que trabajamos en esta editorial; en cada Gente In hemos impreso creatividad, dedicamos horas incontables de nuestro tiempo y con libertad, al permitirnos plasmar nuestra forma de pensar y nuestras ideas; por más atrevidas que están pudieran ser en su momento. El objetivo de Gente In siempre ha sido claro, crear periodismo social de altura, y así como en su tiempo nos consolidamos como los pioneros, al traerte la nota social, exhibida desde esa perspectiva diferente, ahora nuestro compromiso es con aquella gente que día a día se ha sumado a este proyecto y la prefiere sobre cualquiera.
Marisol Lara
$25.00 pesos $2.5US
No. 83 . Diciembre. 2011
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