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Imágenes del rito | César Millahueique

César Millahueique

Imágenes del rito

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Siete

(Extracto del poema “Siete” del poemario “Imágenes del rito” - César Millahueique – 2005).

Los wekufes han bajado por estas calles Han cabalgado hacia estas riveras Han prendido fuego a la ciudad Marrichiweu —le gritan desde la casa de gobierno Y el general Palacios dispara hacia el último combatiente Al mapuche de Boroa Que cae tendido con la vista fija en los Honken Hanters Que aletean sobre aquellos cielos.

Al cerro Pindahue se imagina, subiendo. Allí los asediaremos una vez más —dice en su agonía.

Asediaremos su guarida al Fuerte de Nuestra señora de las Nieves de Boroa No podrán contra esta memoria, no podrán.

Cornelio Saavedra ha salido a predicar por estas esquinas Anunciando el fin de la historia, alucina con sus arcángeles de fuego, derramándolos sobre esas aldeas, sobre esos desnudos cuerpos.

Lo vi, era invierno, fue en esas quebradas. Yo estaba descalzo Y llevaba una vara de coligüe Los pájaros picoteaban una osamenta de buey. He tenido muchas visiones —dije Pero esta es la más terrible, Como un atardecer en un espejo quebrado. El coronel Urrutia navegando hacia la ribera sur del Río Toltén. Hacia los llanos de Putue… instalándose en la Villarrica.

Autorretrato del hombre entumecido

(De: Imágenes del Rito. Publicado en Chile /diciembre de 2006/ Mosquito Comunicaciones Ltda.)

En el fondo de la sala Un hombre se retuerce de dolor.

Suda de espanto.

En el centro de ésta Un ojo reventado.

Ese hombre soy yo Ese ojo era mío El derecho.

Éxodo

(De: Imágenes del Rito. Publicado en Chile /diciembre de 2006/ Mosquito Comunicaciones Ltda.)

Vio a un pájaro cruzar entre los árboles densos. Vio a un grupo de gente dando vueltas sin destino. Algunos mordisqueaban el pasto hasta hartarse. Otros recordaban los surcos dejados en la tierra. Esos ojos se humedecían en el paisaje.

Antes de caer borrachos se arañaron el pecho y creyeron volar.

Teorema

(De: Imágenes del Rito. Publicado en Chile /diciembre de 2006/ Mosquito Comunicaciones Ltda.)

El dolor permanece, Se sienta junto a la cama Y de vez en cuando nos guiña un ojo.

El dolor susurra una canción Se desnuda lentamente y Yace largas horas sobre nuestro pecho Se queda allí Tatuando su presencia.

El amanecer es la angustia que se presagia.

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