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Barakiah: Encuentro de culturas

Por Patricia Luján Arévalos | Fotografía de Gloria Ferrés

Es fácil no notar la existencia de Barakiah si pasás apurado por avenida Quinta, pensando en otras cosas, distraído; pero dicen los que saben que este es el lugar perfecto para degustar comida árabe. Todo se debe a la mano experta de su propietario, Yamil Yasal.

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Yamil Yasal, propietario de Barakiah.

En realidad, Yamil no es un chef con formación académica, sino un cocinero fogueado por la vida e inspirado por los sabores que recuerda de la mesa de su madre. Lo que hoy podemos degustar en Barakiah está influenciado por las recetas que recuerda de su lejana infancia, transcurrida en su natal Líbano, de donde salió huyendo de la violencia de la guerra.

Su primera parada fue en Alemania y más tarde llegó a Paraguay, específicamente en 1985, puntualmente a Ciudad del Este. “Había mucho movimiento en ese entonces, trabajé en comercios y después me fui un tiempo a San Pablo (Brasil)”, relata. Su estadía en el país vecino fue más bien corta; regresó a Ciudad del Este con su esposa, que es paraguaya y con quien lleva ya 25 años compartidos.

Kafta, uno de los platos más pedidos de Barakiah.

Yamil siempre cocinó en su casa, para que su familia recibiera el legado cultural que viene junto con las especias, la forma de tratar los vegetales y el uso particular de las carnes. Sin embargo, nunca se le ocurrió vender sus platos hasta que su esposa le convenció. “A mí me gusta servir comida. Es mi diversión, y poco a poco empecé a hacer las cosas que más me gustaban”, cuenta y, dejando la molestia de lado, agrega: “Es muy difícil encontrar a gente que sepa hacer esta comida de esta forma y con este sabor”. No podríamos estar más de acuerdo con él.

“La comida árabe es condimento”, dice el cocinero, y agrega: “Nosotros usamos mucho ajo y cebolla. Aunque la cocina coreana también usa, nuestros condimentos son más destacados y se sienten”. La gastronomía árabe tiene una muy amplia variedad y todo depende del condimento y la forma de preparación, ya que en cada país es totalmente diferente.

Kibbeh, el plato que la mamá de Yamil siempre hizo y que él, hasta ahora, busca perfeccionar.

Su comida favorita es el kibbeh porque “mi mamá solía hacer antes y nunca imaginé que yo podía hacerlo igual”, comenta Yamil, muy complacido. “Al principio, sentía que el sabor era diferente, no era ese que mi mamá hacía. Siempre procuré llegar a hacer el sabor de sus kibbehs y ahora es casi igual”, cuenta, y subraya que: “Nunca va a ser igual, pero, gracias a Dios, sale rico”.

Todas sus recetas son las que él, originalmente, elaboró para su propia familia. Por eso, los ingredientes que selecciona son de la más óptima calidad.

Esfihas de Barakiah.

“Cuando viene gente que sabe cocinar, cuando ya tienen años de trayectoria y prueban lo que hago, o cuando mis clientes dicen cosas lindas sobre la comida... ahí yo me doy cuenta de que cocino realmente bien”, agrega Yamil, pero riendo reconoce que los platos árabes le salen mejor a su esposa. Barakiah es una empresa familiar, por sobre todo, y es llevada adelante por la pareja y sus cinco hijos, uno de los cuales ya está estudiando para ser chef.

Para recibirnos, preparó hummus, baba ganoush, kibbeh crudo, esfihas y kaftas, todos platos muy tradicionales que instantáneamente le trasladan al lugar donde nació. “Lo que hacemos, lo hacemos desde el corazón, no cocinamos por lo comercial nomás”, asegura Yamil, porque todas sus recetas son las que él, originalmente, elaboró para su propia familia. Por eso, los ingredientes que selecciona son siempre de la más óptima calidad, y la comida que prepara es la misma que le daría de comer al miembro más cercano de su familia.

Bandeja de cemento: Clementina | Vajillería: Nueva Americana | Vasos: Casa Cinco

Esta pasión y este orgullo inherentes al arduo ejercicio de tan noble oficio, como es cocinar, son parte del encanto de Yamil Yasal, que atiende su negocio casi todos los días (menos domingo, porque entonces descansa). Sentarse a la vereda de Barakiah es abrirse a una experiencia nueva, y cualquiera que haya visitado este lugar al menos una vez, siempre busca regresar.

Barakiah también ofrece una variedad de empanadas de estilo brasileño, realizadas con una masa casera (¡y secreta!).

Empanadas de estilo brasileño, de Barakiah.

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