DEL INSTITUTO HISTÓRICO DEL PARTIDO DE MORÓN Octubre 1995 – AÑO II - Nº 7 Editada por la Asociación de Amigos del Instituto Histórico del Partido de Morón Estrada 17 (U.G.C Nº 2) - Haedo (1706) AUTORIDADES Intendente Municipal Sr. Juan Carlos Rousselot Secretario de Gobierno Dr. José Braulio Talón Director General Dr. Alberto C. Piñero Instituto Histórico del Partido de Morón Directora Prof. Graciela Saez STAFF DE LA REVISTA Dirección Prof. Graciela Saez Coordinación General Prof. Mariela Canali Consejo de Redacción Prof. Mariela Canali Prof. Ricardo Castillo Prof. Ana Bidiña Impreso en: Impresos del Oeste Registro Nacional de la Propiedad Intelectual en trámite Los artículos firmados son responsabilidad de los autores MOTIVO DE TAPA: Taller de Costura en Roque Pérez Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de la revista, salvo expresa autorización de la Dirección
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ÍNDICE Editorial Vida Cotidiana. Por Hebe Clementi. Morón (1862-1880). Pluralidad Cultural o Crisol de Razas. Por Liliana M. Primo y Liliana A. Rodríguez. El Carnaval en Morón en 1917 según las crónicas periodísticas de la época. Por Ricardo Castillo. Los comienzos de la actividad teatral en Moron. Por Carlos A. Suárez. El Conventillo: Vivienda colectiva de Buenos Aires. Testimonio de un protagonista. Por Laura Palomino Buenos Aires en Documentos: El convenio de una carrera cuadrera a través de escritura pública labrada en Mercedes en 1865 Por Alejandro F, Molle. Comentarios Bibliográficos. El sexo peligroso de Donna J. Guy. Por Juan O. Cerviño. Reflexiones sobre Historia y Vida Cotidiana. Por Graciela Saez. Seminario de formación de coordinadores de Talleres de Historia Oral. Historia y Literatura: Poesías de Jorge Luis Borges Fichas Didácticas de los Partidos de la Provincia de Buenos Aires: Avellaneda y Dolores Encuentros y Jornadas: III Jornadas de Historia "Indios, Fronteras y Fortines"- Concurso y Muestra Fotográfica "Antiguos Transportes del Oeste" Museos de nuestra Provincia: Claromecó y un museo para la historia de la vida cotidiana. Bibliotecas de nuestra provincia: La Biblioteca Popular de San Isidro Juan Martín de Pueyrredón" La inmigración europea en el origen del conventillo porteño (1880-1914). Por Juan O. Cerviño Ex Club Hotel. Los espacios de la vivienda.
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Pag. 3 Pag. 3 Pag. 6 Pag. 13 Pag. 15 Pag. 18 Pag. 22 Pag. 23 Pag. 25 Pag. 26 Pag. 26 Pag. 28 Pag. 34 Pag. 35 Pag. 37 Pag. 38 Pag. 47 Pag. 55
EDITORIAL El estudio de la vida cotidiana es, en la actualidad, tema de preferencia de los historiadores. Aborda el conocimiento de lo privado, los usos y costumbres, la estructura del ámbito familiar, laboral, recreativo, sanitario, etc. Temática que se diferencia del contexto oficial y público, que es lo registrado generalmente en los archivos y ha sido tomado por la historia tradicional. Pese a estar lo cotidiano relacionado con las actividades esenciales del hombre, las diferentes épocas, el medio geográfico; el entorno socioeconómico, van marcando grandes diferencias en las costumbres. En el ámbito de nuestra provincia, desde la primitiva vida cotidiana colonial, hasta los populosos conventillos porteños de comienzos del siglo XX, se plantean un sinnúmero de formas de vida que hemos tratado de reflejar en estas páginas. Este enfoque aporta elementos que enriquecen la recreación de una época, adentrándonos en el espíritu de cada sociedad y acercándonos voces nuevas y olvidadas de protagonistas anónimos que también son parte de la historia. Cada número de la Revista de Historia Bonaerense es para nosotros un acontecimiento que concreta el esfuerzo de una pequeño equipo de trabajo y de muchos colaboradores que aportan el fruto de su estudio e investigación, contribuyendo de esta manera para que la Revista continúe. Afortunadamente hemos ampliado la difusión y la repercusión es buena ya que nos llegan señales de ello desde toda la provincia de Buenos Aires. Todo esto nos estimula a seguir con entusiasmo nuestro trabajo. VIDA COTIDIANA Hebe Clementi La vida cotidiana es casi una categoría social que permite entender un ámbito de la realidad que no tiene posibilidad de apreciarse desde lo cuantitativo, la estadística, la especificidad absoluta. Es un complejo de pequeñas cosas, que sin embargo adquieren dentro de una estructura de vida una importancia capital porque precisamente permiten la continuidad de esa estructura, a la que asimismo es más que difícil dotar de soportes medibles. Por oposición, puede alcanzarse alguna visualización de la vida cotidiana. Al menos no tiene relación con la vida intelectual o con la vida económica, y pertenece a la vida privada, sin la privacidad que por ejemplo se otorga a la familia, la sexualidad, los sentimientos regidos por los valores de una comunidad. Y sin embargo, es más que las formas de vida, que las formas de vestir, que los gustos del comer...es evidente que no es tema para definir, pero nadie habrá que niegue la existencia de ese sector de todas las vidas, que se corresponde con la cotidianidad, que no se preserva con expresas disposiciones impartidas y que si falta quien de ello se ocupa, se deteriora inmediatamente. Las mujeres sabemos que no hay quien se ocupe de este aspecto de la realidad porque se lo da por supuesto, como se ha hecho desde que el mundo es mundo con el trabajo de la mujer en la casa. Con todo, la cotidianidad abarcó más que el trabajo mismo, es el concierto de productos de un trabajo constante multivariado y de incontables vertientes, que involucra a todos los que comparten un techo, un quehacer, un sistema. No 3
está mal referirlo a la vida de la casa y por ese lado seguiremos, pero insisto que es como una quinta esencia de cada sitio en donde se produce un determinado producto, y que tiene vida propia y coordenadas invisibles que funcionan cuando ese sitio y lo que allí se produce tiene entidad...casi iba a escribir dignidad. Es pronto todavía para entrar en ese tipo de apreciación, pero llegaremos. Lo que es muy cierto es que nadie hay que niegue esa existencia. Es el mate mañanero, a la hora en que se combinan los minutos para salir a trabajar, y alguien provee ese sostén que es más teórico que real - en el sentido de un equivalente a desayuno - pero que tiene una cierta mística propia, que OPERA en el resto del día como un salvoconducto. Es el mate que toma o quizá tomaba hasta hace poco el guardabarreras en su cabina de madera, mirando por la estrecha ventanita, quizá adornada con un malvón florecido, expectante pero sereno para dar la señal convenida. Debe haber un orden y su tiempo para que esa cotidianidad tenga su efecto y su operatividad. Es encontrar la ropa de fagina en el lugar adecuado antes de comenzar la labor de cada día, es tener a mano papeles y lápices para comenzar enseguida la tarea del diseñador o proyectista, es atender un automóvil como para salir enseguida a trabajar sin problemas, es proveer al funcionamiento de cualquier mecanismo que ponga en marcha una tarea burocrática, es dejar por la noche preparado todo lo que permitirá al día siguiente dar por descontado que puede comenzarse el nuevo día sin la resaca del día anterior...es como sentarse a una mesa debidamente preparada, como si siempre estuviera esperándonos. Es todo aquello que no nos pone frente a la soledad inflexible del afuera, aún cuando para ganar esa sensación, antes hubo de haber alguien que cumpliese esos trabajos, calladamente, como siguiendo un deber a cumplir. Pero entonces, si esta revisión nos pone en el camino de admitir que la vida cotidiana puede encontrarse y valorarse en su sutil existencia a través de múltiples situaciones, la segunda evidencia es que ese espacio que ocupa en la vida de los hombres es bastante más importante de lo que estaríamos dispuestos a admitir. Es que no lo tenemos categorizado, por varias razones, pero principalmente porque no aparenta ser poderoso y porque se lo da por descontado, y por tanto no necesitamos ofrecer compensaciones por ello. Este espacio de lo cotidiano aparece a cargo de gente sin poder o que no puede perjudicarnos en forma expresa, aunque no media un pacto de sumisión o de prestación preciso. Lo que no queda tan claro es si esto merece por nuestra parte una reflexión más detenida, en el sentido de qué podría ocurrir si esa opción de la cotidianidad bienvenida, se cancela o se mutila, ya que siendo casi tan obvia y tan bien instalada en nuestras costumbres menos conscientes, no le otorgamos esa ponderación, esa meditación, que sí damos a lo que necesita de nuestra atención vigilante. Si lo seguimos pensando, admitiremos todos que hay una dosis de complacencia en recibir atenciones cotidianas que nos resultan amables y necesarias, que es como una memoria lejana e impersonal de algún estadio ideal de señor o patrón - de estancia o de hacienda, es igual -, o bien de militar de jerarquía con las botas altas, con respecto a su ayuda de cámara o mucho más cerca, de señor que cuenta con un valet mudo y discreto... soñar, desde siempre, no cuesta nada. ¿Y qué si se cuenta con una esposa que además de atendernos como reyes de la casa que son los maridos (buenos) y de atender además a los hijos que son la prole que justifica y da sentido al matrimonio, amen de cocinar y disponer cuanto sea oportuno para bienestar de todos, siempre dentro del presupuesto que el hombre de fa casa provee? Bueno, que es como se ha distribuido el trabajo de los humanos que viven en convivencia, y todos contentos, y si hay protesta, lo mejor sería que esa esposa hablara lo menos posible. No en vano en las grandes haciendas se cortaba la lengua a los mucamos 4
(esclavos negros) para evitar chismes y protestas. Aunque estas reflexiones resulten poco académicas, lo cierto es que la cotidianidad es poco elegante, poco académica y no tiene pudores, sobre todo esto, y quizá por lo mismo complace tanto. Porque bien mirado, tiene que ver siempre con la manera en que día a día se cubren nuestras necesidades más secretas, más definidas, más discretas también. Alguien está haciendo para alguien esto casi secreto y tiene en sus manos la posibilidad de cubrir esa ansiedad. Parece que estas reflexiones arborescentes están ocultando un elemento que generalmente está asociado con este tipo de labores y cuidados: el trabajo de la mujer en la casa, y hacia los miembros de su familia, que no es lo mismo que hacer referencia al trabajo concreto de mucama, lavandera, cocinera, que toda mujer cumple o supervisa, en el caso de tener familia a su cargo. Efectivamente, ella es la REINA DE LA COTIDIANIDAD BIEN PROVISTA, y quizá ha ganado en complejidad desde que no es la gran benefactora de todos a través de la preparación de las comidas. No es que se exima ahora, pero las exigencias son menores, tanto por la existencia de ayudantes mecánicos como por la facilidad de los aprovisionamientos, pero es cierto que las grandes comilonas que la literatura nos relata en un sin fin de ocasiones y en cualquier sector social que se imagine son más bien cosas del pasado. Del pasado de cada uno, son memorias ligadas a las mujeres. Los asados, práctica criolla por excelencia, quizá por la presencia constante del hombre junto al asador y como relación histórica con el ganado y la hacienda que el gaucho pampeano ha sabido tener siempre, es casi la única ocasión de comilona multitudinaria en la que la mujer - o mejor será decir el trabajo de la mujer no es tan requerido. Todo esto para confirmar la relación de la cotidianidad con la comida, dos hechos que no hay manera de sortear si de sobrevivencia digna se trata. El tema de la dignidad tiene que ver mucho más de lo que a primera vista podría pensarse, con el tema de la cotidianidad. Desde la cara lavada al peinado, mínimos recaudos de la atención mañanera, y de la presencia despierta, estos dos atributos de la convivencia están reunidos por la costumbre, el respeto al otro, la actitud de un presente compartido. Y hay otro elemento en esto de la cotidianidad, que es la actitud cordial. Quizá es una especie de eufemismo para ocultar el tema del amor al otro, que evita que uno aparezca como santimonioso o romántico, calificativos que no son bien vistos como reflexión sociológica. Pero si nos internamos en la fronda de las actitudes que sobrevienen en el trato cotidiano (otra vez) detrás de la grosería, el gruñido, la insolencia, el desentendimiento, hay una negación de cordialidad mínima (pensemos también que cordial se remite a corazón y el corazón es la antítesis del cerebro, en lo que a relaciones subjetivas se trate). De modo que, y para cerrar estas consideraciones elevadas al plano de la convivencia universal, queremos quitar a la cotidianidad esa pátina de cosa casera, intrascendente y clausurada en el ámbito particular y afirmamos que la cotidianidad es una forma del amor social, o mejor todavía, del amor al otro. De este modo, podríamos afirmar también, que lo que exime a lo cotidiano que atiende la cotidianidad de esa carga de obvio, de rutina, de intrascendente y olvidable, es la gana política de amar como decía Vallejo. Es decir, la posibilidad que está siempre detrás de lo que hacemos, de nuestro comportamiento, nuestro accionar, nuestras respuestas, es su faz hacia afuera, hacia el otro, que involucra la conducta y el quehacer en una intersección permanente que es ética y que se refleja en conductas concretas. Porque otra manera de apreciar la cotidianidad es pensar que tiene algo de deber, de necesidad indelegable para el buen andamiento de algo que contribuye a la vida propia y ajena, y que por lo tanto no 5
puede ser egoísta, y centrarse en eso mismo que se está cumpliendo, sino tener la mirada en la trascendencia, en la inserción política de ese accionar, en lo no cotidiano, en lo valioso y trascendente. Del mismo modo y en un paralelismo menos que metafórico, podríamos comparar al accionar del político como volátil y despersonalizado, mirando lejos -o quizá en la retórica o en el poder conseguible- sin ver la necesidad concreta e inmediata de los sujetos políticos a quienes se supone estar dirigiéndose. Con lo cual se cae en banalidades cotidianas, que desandan el camino bueno de la política y lo clausuran en discursos efectistas. Dicho esto, que cada uno piense con simpatía en los gestos de la cotidianidad que le procuran placer y sonrisa y recuerde quiénes han sido para él o ella, los proveedores sistemáticos de esas menudas bienaventuranzas. Hecho lo cual, como la ablución matutina, se sentirá redimido, generoso, y apreciativo del otro, entrará en la cotidianidad "buena", aquella que preserva lo valioso y no la que es obstáculo para el cambio y a veces para la vida misma. Y al mismo tiempo aprenderá a percibir un costado de la realidad, pasada, presente y seguramente también futura, que es constitutiva del accionar de los seres humanos y en cuya sutileza reside buena parte de lo que tratamos en calificar como cultura. MORÓN (1862-1880) PLURALISMO CULTURAL O CRISOL DE RAZAS IDENTIDAD ÉTNICA DE LOS CONTRAYENTES ARGENTINOS Y EXTRANJEROS Liliana María Primo Liliana Angela Rodríguez En este trabajo analizaremos la identidad étnica de los contrayentes argentinos y extranjeros, a partir del estudio de la nacionalidad de los padres de éstos. Intentaremos describir las características del proceso de integración social de la población de Morón, entre 1862 y 1880, y ver en qué medida los comportamientos, matrimoniales de sus habitantes avalan el modelo: Crisol de razas o Pluralismo cultural. Por lo tanto, trataremos de resolver los siguientes interrogantes: ¿Cuál es la nacionalidad de los padres de los contrayentes? ¿Cuál es la identidad étnica de estos últimos? ¿A qué modelo de integración social dan lugar estos enlaces? ¿Qué otros factores operan en la integración social de Morón? Consideramos que una forma de ir develando cómo operan las variables que afectan la integración social conjuntamente con la relevancia de la nacionalidad de origen en este proceso, es a través de un microestudio sobre un grupo determinado, partiendo del supuesto que las múltiples solidaridades entre los inmigrantes colaboraron en los procesos de integración. (1). Para realizar este trabajo hemos analizado los matrimonios de contrayentes argentinos y extranjeros, y hemos relevado la información proveniente de las Actas de los Libros de Matrimonios del Archivo de la catedral de Morón y Museo Histórico de Morón entre 1862 y 1880.
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Una primera aproximación: el contexto demográfico. El pueblo de Morón, antigua posta del Camino Real, en las afueras (a 20 Km.) de la Capital Federal, comenzó a expandirse con la llegada del ferrocarril a fines de la década de 1850 y fue una zona agrícola de quintas y chacras que abastecían de alimentos frescos a Buenos Aires. (2). Siguiendo la descripción que realiza el Padre Farrell presentaremos una imagen demográfica de Morón en ese entonces (1869). La ciudad tenía 3.488 habitantes, de los cuales menos de la mitad vivía en el marco urbano. Su población apenas significaba el 1,5% de la población de la provincia. “Suponemos que llegando a Morón de 1869, desde lejos se vería un pequeño caserío de unos 300 edificios que albergaba a los 1.429 pobladores del cuadro urbano. Del perfil edilicio sólo sobresalían tres casas de dos plantas y recién comenzaba a construirse el majestuoso templo parroquial. Los edificios restantes eran de una sola planta, construidos en ladrillos (casas llamadas de azoteas) en el radio céntrico, y de paja y barro en los alrededores” (3) Era una población muy joven, con 42% de menores de 15 años y el 73% de menores de 30 años. El analfabetismo llegaba al 49% en Morón (consideramos a la población mayor de 15 años. Un tercio de la población (33,8%) era extranjera, en la que predominaban italianos (625). franceses (218) y españoles (209 habitantes). Eran escasos los representantes de otras nacionalidades europeas como alemanes, ingleses y suizos. Había también pocos americanos: 6 norteamericanos, 6 chilenos, 4 paraguayos, l boliviano, 1 brasileño y 37 uruguayos. Los argentinos del interior eran muy pocos. Un dato interesante observamos al examinar la tasa de masculinidad, que era muy elevada, cada 100 mujeres, mayores de 15 años, había 127 varones mayores de 15 años. Esta situación es típica de una población que recibe mucha migración, ya que entre estos pobladores predominan el sexo masculino. La simple posta, parroquia rural desde 1730 comenzaba a urbanizarse fundamentalmente por la inmigración de ultramar. Población extranjera y urbana en Morón CENSOS 1869 1895 1914
% EXTRANJEROS 33.8 34.6 35.9
% POBLACIÓN URBANA 40.9 54.9 80.9
Fuente: Ferrell,...op.cit. El cuadro nos permite visualizar el crecimiento continuo de la población urbana en Morón y el porcentaje de extranjeros que es siempre superior al tercio de la población total. Consideremos que los moronenses enfrentaban en 1869 problemas sociales como la escasa densidad poblacional por Km2 (16.27%). Amplios espacios verdes rodearían la vida del moronense de entonces. El número total de casas era 842 unidades y el número de familias llegaba a 646. El número promedio de individuos por casa era de 4,36%. Cómo eran las casas El 60% eran ranchos de adobe y sólo el 35% estaban construidas con ladrillos. 7
Morón, en 1869, presentaba un aspecto sumamente apacible, un pequeño pueblo rodeado por una campaña muy habitada. A continuación presentaremos un cuadro, síntesis de la evolución de la población de Morón. Año
Población % total en Extranj. Morón Morón
1854
3162
1869
3488
1881
5499
1895
7880
33.8
34,6
Población % Poblac. Poblac. Población Fuente Urbana Urbana Total Total en Morón Morón Pcia. Bs. Argentina As. 1112 35,16 Cura Castañer 1429 40,96 495107 1736923 Censo Pcial. En Censo Nac.1869 3293 59,90 848542 Censo Gral. Pcia. Bs. As. 4331 54,90 1584962 3954911 2º Censo Nacional
Fuente: Elaboración propia. La nacionalidad de origen como variable explicativa en los procesos de integración social. De acuerdo con nuestra investigación, en el cuadro Nº 1, observamos que sobre un total de 720 enlaces concretados en el período 1862-80, se dan comportamientos estables, ya que no existen grandes variaciones en el mismo. Las cifras de máximas se dan en el año 1873 con 65 enlaces, y las mínimas en 1865 con 16 enlaces y en 1862 con 19 enlaces. Consideremos que podemos hablar de un crecimiento progresivo, natural, de la población en este sentido. CUADRO Nº 1: Nacionalidad de los novios en Morón (período 1862-80) AÑO 1862 1863 1864 1865 1866 1867 1968 1869
2 extranj. 10 14 4 4 16 13 16 10
1 extranj 3 7 6 4 4 10 5 7
2 argent. 6 15 19 8 15 12 13 18 8
desconoc. 1 1 -
Total enlaces 19 37 30 16 35 35 34 35
1870 1871 1872 1873 1874 1875 1876 1877 1878 1879 1880 Totales
18 16 25 35 31 35 30 21 16 18 14 346 48,05 %
4 6 6 12 8 13 16 17 13 8 8 157 21,80 %
6 10 6 18 8 12 9 5 21 4 7 212 29,44
2 1 5
28 32 39 65 47 60 55 43 50 30 30 720
Deducimos que sobre un total de 720 enlaces, la cantidad de contrayentes (ambos argentinos) es mínima: 212 (29,44 % de enlace), lo que nos indicaría una gran cantidad de población extranjera presente en Morón, en el período analizado. CUADRO Nº 2: Nacionalidad de los padres de los contrayentes argentinos (Morón) Año 1862 1863 1864 1865 1866 1867 1868 1869 1870 1871 1872 1873 1874 1875 1876 1877 1878 1879 1880
4 padres extranj. 6 16 4 5 16 14 17 10 17 16 27 37 33 38 39 27 24 20 16
3 padres extranj 1 1 2 2 1 1 2 3 2 2 2 1 1 1
2 padres extranj 5 3 2 2 9 1 8 3 5 2 9 4 9 3 11 4 4 4
1 padre extranj. 3 2 3 1 5 1 1 1 1 4 1 1
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4 padres argent. 5 11 10 6 9 12 10 14 3 6 6 12 5 8 7 1 11 3
Padre/s descon. 8 1 11 2 5 4 3 3 3 3 1 2 3 1 6 1
Total enlaces 19 37 30 16 35 35 34 35 28 32 39 65 47 60 55 43 50 30
EL CUADRO Nº 2 nos permite visualizar la gran cantidad de contrayentes hijos de extranjeros: 382 (53,05%) y una menor proporción de contrayentes hijos de argentinos: 143 (19,86%), es decir nativos. Al hacer un relevamiento de los matrimonios donde los cuatro padres son extranjeros (53,05%) y comparándolos con los datos correspondientes al CUADRO Nº 1, donde los dos novios son extranjeros (48,05%), entendemos que estas proporciones indicarían una intensa homógama; intuimos, pues, una intensa “red de solidaridad étnica” entre los inmigrantes. Y es aquí donde correspondería establecer si el modelo es Crisol de razas o Pluralismo cultural. En función del objetivo de investigación, se construyeron las siguientes categorías. 1. Los cuatro consuegros extranjeros: avalan el modelo de Pluralismo cultural al mantener un particularismo étnico. 2. Consuegros extranjeros (máximo tres) y uno argentino: avalan el modelo Crisol de razas. Consideremos que los enlaces hacen referencia al ámbito de las relaciones primarias, informales, de los habitantes de la ciudad. Implican la existencia de pautas de sociabilidad que dan lugar a encuentros, dentro o fuera de la propia colectividad. En función de ello, el mayor o menor etnocentrismo desarrollado por cada integrante de su colectividad, influirá en el fenómeno de la transmisión cultural, ya que las familias serán las encargadas de esta función y de la socialización de las nuevas generaciones, a partir de la identidad étnica de cada uno de los contribuyentes. (4). El inmigrante europeo será portador, no sólo de los rasgos culturales de su región de origen sino también de distintas actitudes hacia el trabajo, la actitud agrícola, el ahorro, la aspiración de ascenso, la participación en la sociedad. (5). EL CUADRO Nº 3 nos muestra la persistencia, en el período analizado, de dos modelos de integración diferente: CUADRO Nº 3 Tipos de Enlaces en Morón, período 1862-1880 ENLACES Tipo Pluralismo Tipo Crisol De argentinos con los cuatro consuegros extranjeros
TOTAL 382 134 2
% 53.05 18.61 0,27
Este cuadro nos demuestra la existencia de grupos con diferentes modalidades de sociabilidad y un fuerte nivel de etnocentrismo, que perduran con la fuerza del tiempo a pesar de la existencia de enlaces modelo Crisol. Pensamos que el universo relacional del Morón de ese entonces estaba delimitado por las fronteras de la propia colectividad, o más bien por ámbitos que incluyen relaciones más bien intensas con integrantes de otras colectividades.
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De acuerdo con el CUADRO Nº 4, extraemos datos para observar la nacionalidad de los padres de los contrayentes argentinos (los cuatro de la misma nacionalidad). Vemos el efecto de las oleadas inmigratorias en el país, y la particular estructura demográfica a que dan lugar. Se destaca claramente el aporte de los italianos (203 casos) sobre un total de 295 enlaces de extranjeros. CUADRO Nº 4: Los cuatro consuegros la misma nacionalidad. (Morón, 1862-80). Año
Italianos Españole s 4 2 1862 7 1863 1 1864 4 1 1865 7 1866 7 1 1867 6 1868 5 1 1869 10 2 1870 13 1871 9 7 1872 16 8 1873 16 9 1874 18 8 1875 26 5 1876 15 7 1877 13 3 1878 12 1 1879 14 1880 55 Totales 203
franceses suizos irlandeses
argentinos alemanes
4 5 4 1 2 2 1 1 3 2 2 27
5 11 11 6 10 12 10 14 3 6 6 5 8 5 1 11 3 5 132
1 1 2
2 1 1 1 1 1 7
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Si tomamos en cuenta que los cuatro consuegros son de origen extranjero, tendremos a las siguientes nacionalidades: españoles franceses irlandeses suizos alemanes
55 casos 27 casos 7 casos 2 casos l caso
Y si complementamos estos datos con el CUADRO Nº 1, observamos claramente la mayor persistencia de enlaces entre extranjeros (48,05%) sobre los enlaces entre argentinos (29,44%), en el caso de un solo novio extranjero tendremos un 21,80% con referencia al total del período. Consideramos, aquí una incipiente integración modelo Crisol. En conclusión: tenemos un neto predominio de homogamia de italianos en 1ª lugar y de
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españoles y franceses en 2ª y 3ª lugar, respectivamente. Estudiando las distintas nacionalidades involucradas en los casos de los consuegros vemos que predominan las uniones entre descendientes de familias: a) españoles y franceses (1º lugar) b) españoles e italianos (2º lugar) c) italianos y franceses (3º lugar) d) italianos y suizos (4º lugar)
26 casos 18 casos 8 casos 4 casos
Respecto a la relevancia de la etnicidad, recordamos el peso de estas comunidades extrajeras en la zona (como ej. citamos la presencia de la Sociedad Italiana de Socorro Mutuos de Morón, creada en 1867) y concluimos que los italianos se casaban entre sí, porque, demográficamente hablando, no había otra elección posible. De acuerdo con el CUADRO Nº 4, observamos que el comportamiento matrimonial de los italianos ofrece 203 casos (avalando el modelo de Pluralismo cultural) que representan el 68,81 % del total: 295 enlaces. El año donde se registran cifras de máxima es 1876 con 26 casos, y notamos un aumento progresivo dentro del período estudiado. En el caso de españoles y franceses la tendencia indicaría, también, una inclinación a la homogamia. Tomando las cifras totales del período 1862-80 y analizando el CUADRO Nº 1, observamos: · dos novios extranjeros = 48,05% · un novio extranjero = 21,08%
modelo Pluralismo modelo Crisol
Tendremos así una avasalladora tendencia endogámica (modelo Pluralismo) con una fuerte persistencia en el tiempo frente a los enlaces modelo Crisol. En síntesis: En el período analizado observamos la preeminencia del modelo pluralista en los enlaces entre las nacionalidades europeas, ocupando los italianos el 1º lugar, y los españoles y franceses el 2º y 3º lugar. Dentro de estos grupos sociales que poblaban Morón inferimos la conformación de complejas redes sociales que tendían a mantener la sociabilidad de sus miembros dentro de su grupo. Las actividades etnocentristas desarrolladas por sus integrantes les impedían cruzar las barreras de la propia colectividad. Observamos, además, que en la mayoría de los casos los testigos de la boda pertenecen a las nacionalidades involucradas en la misma. En esta etapa inicial de nuestra historia enfatizamos la importancia del etnocentrismo en los procesos de integración social, medida ésta a partir de las pautas matrimoniales de los integrantes de los diferentes grupos étnicos en los dos modelos de enlaces a que dan lugar: Pluralismo y Crisol. CITAS (1) SEEFELD, Ruth Freundlich de. El origen étnico de la primera generación argentina en la 10a. Circunscripción de la Ciudad de Bs.As. entre 1908 y 1940: Pluralismo cultural o Crisol de razas. Trabajo
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presentado en Jornadas sobre Colectividades. CEMLA-CNEI-GEISEA-IDES- 1993. (2) DEVOTO, Fernando - ROSOLI, Cianfausto (Compiladores) La inmigración italiana en la Argentina -De. Biblos - 1985. (3) FARRELL, Gerardo. Crecimiento de la población en Morón, desde 1726 hasta hoy, en Nuestra Señora del Buen Viaje de Morón de Juan A. presas. (4) SEEFELD, Ruth.- op.cit. (5) GERMANI, Gino. La asimilación de los inmigrantes en la Argentina y el fenómeno del regreso de la inmigración reciente (1964)- Univ. de Bs.As., Facultad de Filosofía y Letras. FUENTES: Archivo de la Catedral de Morón. Archivo del Museo Histórico de Morón. Censos Nacionales: 1869-1914-1980.
EL CARNAVAL EN MORÓN EN 1917 SEGÚN LAS CRÓNICAS PERIODÍSTICAS DE LA ÉPOCA Ricardo Castillo La lectura de los ejemplares del decano del periodismo moronense, El Imparcial, que felizmente se conserva en el Museo General San Martín, nos permiten un acercamiento a las fiestas de carnaval y corso de Morón, hechos éstos de suma trascendencia y prestigio por aquella época. Los preparativos Podemos leer desde los primeros días de enero, la preocupación por la demora por parte de la autoridad municipal, en el nombramiento de los vecinos que formarán la Comisión de Festejos. Una vez, constituida, será prioridad de esta comisión integrada como años anteriores por los destacados vecinos Félix Burone, Rodolfo Alvis y Bernardo de Echeandía entre otros, contar con un presupuesto que permita la contratación de los servicios de iluminación, ornamentación y música para tan esperada fecha. “La comisión que se haga cargo de la organización de estos festejos debe proceder con mucho tino en la confección del presupuesto de gastos, que es la única que no fallará, no debiendo, por lo tanto, excederse en demasía basándose en cálculos alegres de entradas que bien pueden no producirse ya sea porque el tiempo no la favorezca o por la mala circunstancia económica del pueblo”. (Enero,18). “Hay el propósito entre los miembros de la Comisión, de iluminar la calle 25 de mayo de Sarmiento a Alvear, a fin de que su aspecto sea más grandioso, visto desde la estación.” El cronista finaliza sin ocultar su orgullo local, destacando que: “A pesar de que también en el vecino pueblo de Ramos Mejía habrá corso, se cree que el de esta localidad alcanzará un éxito más brillante que el del año pasado.” (Febrero, 4). La licitación podemos enterarnos, recaía siempre en la empresa del señor Ramón Mayán. “Dicho empresario hará un ensayo parcial de estas obras el jueves 15, y la noche del 16, tendrá lugar el ensayo general...El adorno consistirá en cuatro arcos de 60 lámparas cada una por cuadra, además de un cruce de 200 lámparas en las esquinas. En las cuatro cuadras de ampliación, se colocarán dos guirnaldas y tres lámparas de 200 bujías.” (Febrero, 11).
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Las fiestas en Morón “Si bien es cierto que no se notó la entusiasta animación de años atrás en que la situación económica en general era de abundancia, no por ello dejaron de revestir gran entusiasmo los festejos de carnaval de esta localidad. En los alrededores de la Plaza Adolfo Alsina (Plaza San martín), es donde mayor público se había estacionado...Llamó mucho la atención la poca disposición del público para el juego con serpentinas, debido quizás al elevado precio a que se expendían, pues, hemos podido comprobar que durante la primera noche se vendían a cuarenta centavos por paquete. Puede decirse que el proyectil del combate, fueron los ramitos de flores”. “Si vamos a ser francos, debemos convenir en que nada de nuevo hemos visto en lo que respecta a adorno de vehículos y grupos de máscaras interesantes; sin embargo reconocemos que se ha notado mayor número de disfraces de fantasía en los carruajes, muchos de ellos bastante interesantes, como los de pierrot, Cruz Roja, aldeanas, zíngaras y otros”.. “En cuanto a la afluencia de máscaras sueltas, su número fue más reducido, y la mayor parte de ellas bastantes vulgares. Comparsas muy pocas, haciéndose notar la de “italianos” formada por jóvenes de Haedo y de esta localidad. Durante los tres días reinó el mayor orden, y las disposiciones municipales se cumplieron, muy particularmente en lo relativo al juego con agua en el corso..” “Recordamos a las familias de fuera de la localidad que concurran al corso del sábado próximo, que también esa noche correrá el tren especial que saldrá a la una de la mañana de Morón a once...” (febrero 22). Juventud divino tesoro Con el titulo de “Atentado que se repite. Hay que castigar a sus autores” podemos leer en la edición del 1º de marzo: “El martes 20 del mes pasado, manos criminales intentaron dejar a obscuras el corso y parte de la población servida por la Compañía Anglo Argentina de Electricidad. Hemos tenido ocasión de ver el cuerpo del delito, y si bien es cierto que se asemejan a los alambres que los niños emplean para bolear pajaritos, se descubre a primera vista - dado en la forma en que está trabajado - que el propósito no ha sido otro que el de hacer fracasar el corso de esa noche.”. En una nota en la sección Varias del periódico, podemos leer bajo el titulo “Pequeños delincuentes” algo más sobre tan desmesurada travesura: “El Sr. Ramón Mayán, empresario de la ornamentación eléctrica en esta localidad para los festejos de carnaval, ha sido lesionado en sus intereses por este crecido número de pequeños delincuentes que pululan (sic) por nuestras calles. Dice el Sr. Mayán que es considerable el número de lamparitas eléctricas destrozadas a pedradas por estos niños..” Entrega de premios “Esta noche tendrá lugar el corso de flores organizado por la Comisión de Fiesta, a beneficio del Hospital Vecinal, Protección a la niñez y Casa Parroquial serán entregados los premios a los carruajes, máscaras (comparsas y palcos),etc., que se hayan hecho acreedores a ello...El corso de esta noche será amenizado por una banda de música, recorrerá las siguientes calles: Sarmiento y 25 de mayo; por ésta hasta Rivadavia; por ésta hasta San Martín, regresando por Rivadavia hasta 25 de mayo y por ésta al punto de partida, es decir, un recorrido de cuatro cuadras.” (Marzo 4). Días después, una vez finalizadas las fiestas de “carnestolendas”, El Imparcial destaca que 14
60 vehículos recorrieron el corso, la concurrencia de peatones fue bastante crecida, sobre todo en la cuadra de la Municipalidad y que se jugó casi exclusivamente con flores. Destaca la presencia en los palcos de las familias Gómez, Hartridge, Casona, Vattuone, O´Connor, Roselli, Nogueras, Lépori, Costa, etc. Seguramente en la memoria de quienes vivieron aquellos tiempos se agolparán recuerdos y emociones de sus días de infancia y para los más jóvenes, esta evocación del carnaval moronense será algo extraño, tal vez ingenuo, sólo conocido a través del relato de nuestros mayores o del trabajo de documentación histórica. LOS COMIENZOS DE LA ACTIVIDAD TEATRAL EN MORON Carlos Alberto Suárez En varias de nuestras charlas radiofónicas (Castelar, FM "En Tránsito”; 1993-94) intentamos destacar cómo, desde antiguo, los hombres se juntaron para compartir horas de diversión, creación y recreación. Hoy, desde otro medio de comunicación, queremos hacer referencia a los comienzos de la actividad teatral en la zona, actividad proyectada como forma de compartir. En el pasado de nuestros pueblos se registraron prácticas lúdicas diversas. Pulperías, juegos de pato, carreras cuadreras, salones de baile sirvieron como centros de atracción y reunión, unas veces autorizados, otras prohibidos. Individual o colectivamente se buscó siempre superar la estrechez del medio. Con el aporte inmigratorio se organizaron y comenzaron a andar nuevas formas asociativas. Así, con moldes y hombres, propios o prestados, surgieron las instituciones de socorros mutuos, sociedades gremiales, clubes, sociedades de fomento, centros culturales y deportivos, y con el tiempo hasta empresas meramente lucrativas, que obtenían sus beneficios partiendo de la organización de actividades recreativas de carácter masivo. Cuando se levantaron las sedes sociales de estos centros asociativos, en especial las recordadas Sociedades de Socorros Mutuos, lo hicieron así siempre con amplios salones, multiuso diríamos ahora, donde, además de la Asamblea Deliberativa en pos de resolver sus problemas cotidianos, podían periódicamente realizar o compartir la realización de la fiesta familiar o el encuentro comunitario, o bien, la actividad lúdica, recreativa. Preparadas para funciones teatrales iban a incorporar el cinematógrafo, apenas comenzó a difundirse. LOS CONJUNTOS FILODRAMÁTICOS EN EL PARTIDO DE MORÓN Quienes corrieron sus años infantiles en los barrios suburbanos pueden recordar la infaltable presencia del Club Social y Recreativo, Deportivo y Cultural. Con bastante frecuencia estas instituciones contaban entre sus actividades con la Biblioteca y con los denominados grupos de Teatro Vocacional, que con esfuerzos no siempre valorados se proponían brindar a su vecindario una velada, un momento de esparcimiento. En algunas películas de la década del `40 y del `50 quedó grabada esta imagen, que iba desde la actuación hasta la construcción de los decorados, luces y vestuario. Más recientemente Espérame mucho, film de Juan José Jusid, (de la década del `80), rememora esos momentos. En esos años (´30, `40, y `50), el radioteatro, y compañías de teatro convencional, recorrían 15
los cines y teatros barriales. Los famosos días lunes (en algunos casos los martes): descanso de la compañía en el centro, actuación en los suburbios, acercaban más esta forma recreativa a los sectores populares. Ya no era aquella función circense que incorporaba un cuadro cómico o dramático. Los conjuntos vocacionales barriales, efímeros pero sucesivos, tenían sin embargo sobre sí, una tradición que se remontaba hasta principios de siglo, aunque la mayoría de sus integrantes lo ignorase. Una tradición que por entonces se afirmaba como credo en el movimiento de teatros independientes, en especial a partir de la experiencia del Teatro del Pueblo, fundado en la década del `30 por Don Leónidas Barletta en la ciudad de Buenos Aires. Gente que dice y hace cosas que muchas personas creen que no hacen, ni dicen y que de pronto, por medio de ese increíble juego teatral se ven como frente a un espejo. La tradición en que se nutrían esos conjuntos barriales se complementaba, dijimos, con la Biblioteca del club o de la sociedad de fomento y el periódico local. Todos y cada uno, componentes de una sociedad más pequeña, pero más contenedora, si bien no preparada para resistir la urbanización creciente y avasalladora, que terminaría, es un modo de decir, con el club, la biblioteca, el grupo vocacional y el periódico del pueblo. Es otro tema para analizar: las consecuencias, ventajas o desventajas, y las formas que adquieren en su desarrollo los aspectos culturales. EL CUADRO DRAMÁTICO ARTE Y LUZ Es probable que este haya sido el primer conjunto de teatro vocacional que registró la zona de Morón y su nacimiento tiene mucho que ver con las actividades del Centro Socialista de la localidad. Decimos probable porque desde 1894 el salón de Italia Una era utilizado con fines culturales y recreativos y si bien no tenemos una información concreta, seguramente se realizaron representaciones teatrales. Más atrás aún, en el Censo Provincial de 1881 ya se registraba la existencia en Morón de 2 salones en condiciones de ser utilizados para funciones de "teatro o circo". Se iniciaba el año 1907. En una Asamblea realizada el 20 de enero, varios socios proponen que en la Sociedad Cosmopolita de Trabajadores, (denominación que por esos años tenía el Centro Socialista de Morón), se constituya un Cuadro Dramático, para estimular y desarrollar la actividad teatral entre sus adherentes y vecindarios en general. Se toma nota de la propuesta y hacia fines del mes de febrero, se aprueba lo solicitado. La denominación será ARTE Y LUZ, responsables son designados Joaquín Fernández (Secretario General) y León Lahitou (Tesorero). El nombre elegido, se correspondía con las aspiraciones y los postulados del Partido Socialista. Así, otros conjuntos similares que funcionaban en los Centros de la Capital Federal se llamaban AMANTES DEL IDEAL, ARTE SOCIAL, LA VERDAD, EL PORVENIR, EL PROLETARIO, HACIA EL PORVENIR, AUROFA BOREAL. En la provincia de Buenos Aires, en la localidad de Tres Arroyos se había organizado el Cuadro Dramático LUZ Y VERIDAD y en Avellaneda, ARTE Y PROFAGANDA. Rápidamente ARTE Y LUZ organiza su primera presentación. El día elegido para el debut: domingo 17 de marzo, ocho y media de la noche, en los Salones de la Sociedad Italiana y a beneficio de la Escuela Popular Laica de Morón que dirigía la maestra Pascuala Cueto. El programa a desarrollar incluía: 1- Un paso de comedia, La hija del Fiscal. 2- Un boceto dramático titulado Primero de Mayo y 3- Un juguete cómico Los dos sordos. Las expectativas eran muchas y la repercusión que alcanzaría la puesta respondió con creces. El diario "La Vanguardia”; del día 20 de marzo informaba que "la función teatral 16
fue un verdadero éxito”; que la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos, " lo que nunca ocurre cuando se paga entrada”; vio sus instalaciones desbordadas por una masiva y entusiasta concurrencia. El precio de la entrada general fue de 50 centavos y el de la platea con asiento, 80 centavos. Por pedido del público, agrega la información, se pondrá nuevamente en escena el drama Primero de Mayo. El domingo 24 de marzo se realiza una reunión en las instalaciones de la Escuela Popular Laica de Morón. Participan del encuentro semanal los integrantes del cuadro dramático ARTE Y LUZ, que han concurrido para festejar el éxito de la función realizada el día 17 y para hacer entrega de lo recaudado a la Srta. Pascuala Cueto. De esta manera, la tradición teatral a que hacía referencia se instalaba en Morón en 1907 con el Cuadro Dramático ARTE Y LUZ. UNA CURIOSIDAD. Un suelto publicado en “El Pueblo”, vocero del centro socialista de Morón, con fecha 30 de agosto de 1991, hace referencia a la organización de una función teatral Formas que tuvo la gente de participar, y de crear. Una el día 2 de septiembre en el salón de Italia Una. Estará a cargo de un Centro Criollo denominado LOS PARIAS DEL CAÑADÓN, y se pondrá en escena el drama Electra criolla y la comedia Las dos joyas de la casa. La función concluye con un baile familiar. OTRAS EXPERIENCIAS EN HAEDO El diario "La Prensa" de Buenos Aires, del 12 de noviembre de 1910, anuncia una función de teatro y baile organizada por el cuadro filodramático FUERZA Y CONSTANCIA (originado en la localidad de Haedo), que pondrá en escena las obras Justicia de Antaño, La Batalla de Tucumán y Qué calor con tanto viento. El mismo diario, el 25 de diciembre de 1910, informa que el día 31 en los salones de la Sociedad Cosmopolita de Protección Mutua de Haedo, el Centro Recreativo Filodramático FUERZA Y CONSTANCIA, dará una función y luego baile. Este conjunto también va a actuar en los salones de Morón. Una nota publicada en "El Pueblo" del 10 de octubre de 191l, se refiere a la función realizada en Italia Una, donde se aplaudió mucho el monólogo “¿Loco...?" a cargo del Sr. Cartajenova. Y luego de la función, el consabido baile familiar. Unos años más tarde, el 8 de febrero de 1915, se fundaba también en Haedo el Cuadro Dramático ARTE Y PROGRESO, cuya secretaría funcionaba en Rivadavia 1712 (actual 15900.) La dirección correspondía a José Galatti, secretario V. Larramendi, tesorero Víctor Aller, vocales eran: Juan Travi, A. Ertola, Manuel Lorente: revisores de cuentas Enrique Ertola y Antonio Lorente. Por último, puede recordarse la iniciativa de dos ferroviarios de Haedo. Salvador Cataneo y Norberto López, el 13 de marzo de 1920, en reunión formal realizada en el Salón del Teatro Cine Rivadavia, fundan el Centro Recreativo y Filodramático BRISAS DEL FLATA, que fue el origen del Club Social que lleva ese nombre. La primer obra representada por el Centro fue Los derechos de la salud, cuya autoría correspondía a Florencio Sánchez, y la dirigió un señor José María Rodríguez Nieto. Con respecto al Salón Teatro-Cine Rivadavia de Haedo, fue inaugurado en 1913 y se trataba de un edificio especialmente realizado para ese fin. Tenía decoraciones laterales y en el techo; con una capacidad para o00 personas, que incluía 22 palcos. Su propietario era Francisco Osti comerciante instalado en la localidad con herrería y carpintería, desde años atrás. Por su escenario, dice Bernardo F. Levrey, pasaron la Cía. de Teatro Hispano 17
Argentina, Luis Sandrini, Samuel Aguayo, José Betinotti y Gabino Ezeiza entre otros, además de "diferentes conjuntos filodramáticos de la zona". Agrega Levrey que "alguna vez fue utilizado el tablado como ring y no pocas veces se ofrecieron en este salón los conciertos de fin de curso organizados por los conservatorios musicales , de pueblos vecinos". Formas que tuvo la gente de participar, y de crear. Una historia para volver a contar y contar. Una historia donde la gente se junta y se emociona, al tiempo que va construyendo pueblos y esperanzas. Fuentes: Diarios: “La Prensa" y “La Vanguardia". Periódicos: “El Pueblo" de Morón y "La Democracia" de Haedo. Levrey, Bernardo F.: Memorias de la ciudad de Haedo. EL CONVENTILLO: VIVIENDA COLECTIVA DE BUENOS AIRES. TESTIMONIO DE UN PROTAGONISTA. Laura Palomino* Una aproximación al contexto histórico. La importancia del conventillo a fines del siglo pasado y principios de éste, es a veces poco valorada en su real dimensión, más allá por supuesto de la curiosidad, la anécdota histórica o el pintoresquismo. Tan importante fue en su momento, que a fines del siglo XIX el 20% de la población de Capital Federal vivía en ellos. No es mi intención en este trabajo ahondar en el problema, sino acercar el testimonio de un vecino de la zona oeste, que vivió en el ámbito de un conventillo durante los primeros veinticinco años de su vida. Pero sí creo necesario, antes de abordar el testimonio oral, poner ante quien me lee, un contexto que sirva como marco introductorio a la entrevista. Los factores que conducen al desarrollo de las viviendas colectivas denominadas conventillos fueron varios y bien conocidos. Los fuertes saldos inmigratorios, que alcanzaron los más altos índices en el período 1904-1912, y su absorción como mano de obra urbana frente a los problemas que suponía acceder al campo, es quizás el determinante más claro y el más ubicable a primera vista. Por supuesto, los conventillos y las llamadas "Cintas Negras" (antecedentes a de las "villas miserias") fueron las viviendas obreras típicas, en una ciudad pequeña y mal preparada para la inmigración ultramarina. Los conventillos surgen, como sabemos, en la zona sur de la ciudad, cerca de los mataderos, en las casas abandonadas por las familias tradicionales en el momento que asola la fiebre amarilla. Estas construyen sus nuevas casas a) norte, en los nuevos barrios, financiándolas con préstamos hipotecarios sobre sus antiguas propiedades. Más tarde, ante las necesidades crecientes de unidades habitacionales, se construirán especialmente casas para arrendar en alquiler habitaciones. La especulación será mucha, y las necesidades también. Hacia 1860, es muy común el subarriendo de habitaciones, el hacinamiento, la falta de elementos básicos como letrinas y 18
agua. Una inspección en la Boca realizada en horas de la noche se encontró con habitaciones ocupadas hasta por 25 personas. El Concejo Deliberante insistió en que hubiera una ducha por cada 10 habitantes, aunque los niveles comunes en la práctica eran un cuarto de baño cada 60 personas. La razón del hacinamiento es bastante clara. Hasta la aparición en 1872 del ferrocarril y el tranvía a caballo se hacía difícil el acceso a los lugares de trabajo. Con estos medios de transporte se dará un crecimiento radial de la ciudad y ya a partir de las décadas del 20´ y 30´ con la aparición del colectivo, se llenaron los espacios de la ciudad vacíos entre los ejes anteriores. Con la implementación del tranvía eléctrico, entre 1880-1910, crece la superficie ocupada. La ciudad tiende a extenderse con los loteos realizados a fines de siglo, marcándose como hito de ventas 1904, con plazos de hasta 12 años para pagarlos. El que el conventillo fuera una vivienda popular no significaba que fuera económica. En 1903 una habitación costaba $ 14,90 mensual, lo que significaba el 17% del salario de un oficial albañil y hacia 1912 el precio se elevaba a $ 28,15, el 27,6% de un salario. El acceso a la vivienda propia significaba tener un trabajo regular durante por lo menos doce años. De ello se desprende el porqué resultó difícil para obreros jornaleros o inmigrantes acceder a los planes municipales y privados de vivienda (Hogar obrero, Acción Católica) que se pusieron en marcha a principios de siglo, y de los que solo obtuvieron beneficios los empleados municipales. - ¿Cómo era la estructura típica de un Conventillo? Eran Casas grandes, con habitaciones que daban a un patio central, de uno o dos pisos. Con baños y lavaderos comunes. El moblaje de cada habitación consistía en 1 o 2 camas, 1 mesa, silla, a veces un lavatorio (aunque usualmente se asea fuera de la habitación). Se cocinaba en braseros, limitando la alimentación a guisos o comidas de olla y algunas veces asado de carnes. Nuestro testigo, vivía en Balvanera en la Calle Sarandí 644. Según los datos estadísticos de un censo realizado en 1887, en la zona existían 20 casas de una habitación, 207 de 5 habitaciones, 64 de 10 habitaciones, 3 de 30 habitaciones y 8 de 40 habitaciones. El 46% de los habitantes eran italianos, frente a un 35% de argentinos, esto le mereció el apodo de "Provincia de Balvanera". El promedio de habitantes por habitación, a nivel general era de 3,8, dependiendo esto de las zonas, siendo las cercanas al centro las más densamente pobladas. Las preocupaciones por la necesidad de viviendas se acrecentaron después de 1907 cuando se dio la primera huelga de inquilinos (la primera ejecutada desde el área del consumo) ante el aumento de hasta un 30% de los alquileres, debido a que los patrones trasladan un aumento de impuestos territoriales y municipales a los inquilinos. La huelga recibe el apoyo de la prensa, el socialismo, el anarquismo, pero termina con la represión policial y el saldo de un muerto, varios heridos, presos y deportados. Este es un pequeño panorama. Ahora entramos de lleno al testimonio de nuestro testigo. ANTONIO ZACCARÍA: MUCHOS AÑOS DE HISTORIA. Nuestro entrevistado se llama Antonio Zaccaría y actualmente vive en (a localidad de Ciudadela. Nació en Capital Federa( en el año 1903, y vivió 25 años en un Conventillo de la Calle Sarandí 644. Sus padres (...) "Mi papá estaban en la Guardia Finanza, estaba en Italia. El era Siciliano de la Pcia. De Módica; de ahí era mi papá. Yo tengo un montón de cartas que le escribían de allá los llevamos. Por eso lo sé. Mi mamá era de la Pcia. De Cosenza, me comprendés. Bueno, Entonces no sé, se casaron en Italia, se casó allá o se casó ahí, en Cosenza de 19
dónde era mi mamá, porque estaría haciendo el servicio militar,...no servicio militar, estaba de Guarda Finanza en ese pueblo. Para mí que fue así porque como iba a encontrar una siciliana, digo una,...una calabresa, una cosentina como le dice a ellos me parece a mí, que estaría haciendo tareas... ¿como se puede decir?... el servicio estaba enrolado ahí en la Guardia Finanza."(.. ). En cuanto llegaron a Buenos Aires, sus padres vivieron en (...) "Caballito si no me equivoco, con el mismo Caballito, en el barrio de Caballito (...) allí encontraron a no sé quién, un paisano me parece, a mi padrino y fueron a vivir allí, a Caballito. Después de allí, consiguió trabajo mi papá. Era Pintor, pintor de obra, no pintor de Cuadros, eh (Risas). Y el consiguió siempre como pintor de obra, porque después encontró dos compañeros trabajando no sé dónde y hicieron una empresita trabajaban siempre los tres juntos (…) Luego se trasladaron a “ México y Matheu” y luego en Sarandí: (…) “Yo la Mayoría de la edad la viví en Sarandí, y desde allí de Sarandí no nos fuimos más hasta el año 31, que vinimos acá. ¿Cómo era Sarandí? “Ahí sí, ahí era un inquilinato. Por eso mi papá se fue de ahí, porque le dio el cargo de encargado y no pagaba alquiler. Tenía la sala, después como se desocupó la antesala, después de la sala la ocupamos nosotros también porque después empezó a crecer la familia, imaginate vos. (…) Los mayores vivían en una pieza y los más chicos en otra, porque allí estuvimos 25 años, así que imaginate vos que ahí nacieron unos cuantos. (…) Por el trabajo que teníamos que, cuando se desocupaba una habitación en la propiedad, porque la propiedad un cuarto de manzana teníamos que dejarla en condiciones para alquilarla a otro. Por el trabajo de la refacción, si a veces pagaba, pero como nosotros no pagábamos alquiler teníamos que ocuparnos de alquilarla (…) Poníamos un cartel…de se alquila y chau, imaginate vos que a cinco cuadras del congreso se alquilaba así, mucha gente. En ese entonces pasaba el tranvía de Lacroze…Hasta, bueno no me acuerdo hasta qué fecha. (…) Y más o menos podía tener 20 habitaciones, tenía de bajo y de alto y al lado e una almacén que tenía una puerta, al patio de la casa (…) Ahí comprábamos todos…hizo guita ese gallego, imaginate vos, con toda esa gente adentro. Era muy bueno el gallego, tenía de todo (…) (…) El patio era ancho como 6 metros, 5 hasta el fondo, (…) Al fondo después tenía como cuatro baños, dos de cada costado, porque con tanta gente imaginate vos…(…) En cada habitación había a veces tres o cuatro solteros y en algunas había toda una familia (…) Las habitaciones no eran caras…al principio de mes venía el propietario se sentaba en la mesa, a la sala, escribía con lapicera de tinta…tenía un tintero de cristal todo tallado…nosotros cuando llegaba lo teníamos con tinta…siempre teníamos un frasquito de tinta. Hacía los recibos , escribía con la lapicera, tenía una lapicera buena con pluma de oro…(…) El patrón era de familia genovesa, vivía a la calle Yerbal…allá en Flores en una casa quinta con Pileta y un jardín grande adelante. Bien gordito era el patrón…(…) Cuando venía se iba a la vuelta, a la cancha de bochas, a lo mejor un sábado y traía unas buenas porciones de pizza para nosotros, y para Navidad y Año nuevo iba a la panadería Canoira de la calle Entre Ríos, y traía esos pan dulce de dos quilos! Qué pandulces! (…) Eran gentes (los inquilinos) que no, molestaban para nada porque se habían acostumbrado a nosotros…eso sí, si no limpiaba a la parte que le correspondía o hacía bochinche, si le llamábamos la atención, sino no. Eran a la mayoría de la gente muy buena, porque nosotros nos fijábamos a quién le alquilábamos (…) Le preguntábamos de qué trabajaban, de donde eran…porque allí había Españoles, pero la mayoría eran italianos, casi el 50% también había turcos (…) pero eran gente muy buena, todos como 20
una familia (...) A veces festejábamos todos juntos, en el patio, se armaban unos arbolitos y después se compraban con unos pesos un cajón de sidra, pan dulce a la panadería (...) e pasaba la Navidad y el año nuevo como una familia (...) En ese tiempo cada dos años había un vigilante, estábamos en la circunscripción 6ta. (...) el vigilante cada ocho horas cambiaba el turno (...) con nosotros cuando había una fiesta lo invitábamos, porque era bueno...había uno que era gallego...era bueno...por lo general le tocaba siempre a la noche, nosotros lo llamábamos el Gallego. En ese entonces no había la maldad que hay ahora, a lo mejor alguno se alcoholizaba en la fiestas (...) si lo conocía lo llevaba a dormir, si no se llevaba hasta que se le pasaba, la borrachera (...) "En la foto estábamos al patio en las fiestas o un sábado o un domingo se entretenía tocando la verdulería ...alguien la acompañaba con la guitarra (...). La inspección municipal (...) "venía de vez en cuando porque ya nos conocía que teníamos en condiciones (...) La municipalidad exigía limpieza, miraba los baños,...si perdía una canilla. A veces alguien ayudaba a limpiar.(...) Le correspondía limpiar (a los Inquilinos), la pieza y adelante de sus habitaciones, más que eso no le exigíamos... (... )" Bueno cada uno su cocina la tenía que tener, no hay cocina, cocinaba con brasero con una cocinita que venía antes con dos hornallitas, con pie. Algunos tenían a la parte que le correspondía...tenía como si fuera un mueblecito de madera, que podía cocinar y guardar la cocina. Y,...lo que tenía que aguantar era cuando llovía, viste (...)" "(...)Jueves y domingo había fideo, como ahora. Para divertirse (...) "Por lo general, se iba a los bares, estaba el Centro Gallego, eh, pero yo no...más vale yo salía por ahí al zoológico, otra vez al carnaval. Mi papá me prestaba un sombrero que teníamos...porque en ese entonces se usaba sombrero...me prestaba una galerita, viste...una galerita negra y un bastón con un estoque y al mango tenía de oro, era lindo...Entonces iba por Entre Ríos. Después por Callao hasta Santa Fe, a Palermo(...) siempre había gente. Y ahora, mi hermano que tenía varios amigos y él salía más seguido, porque le gustaba salir más que yo. El se ponía, bailaba bien eh...(...) Vals bailaba, bailaba Tango, todas esas cosas que se tocaban.(...) Me gustaba estar en casa tocando discos, teníamos en ese entonces... estaba el fonógrafo...(...). (...)Cuántos años ¡veinticinco años en esa casa! (...) después seguimos viendo mucha gente, a la Rosita, que era hija de una señora que estaba ahí y lavaba para afuera en los piletones grandes. El padre vendía verdura con un carrito...la Rosita es la ahijada de Julia mi hermana (... ). Fuentes - Buenos Aires. La vivienda popular en la primera mitad de siglo. Charlas en el Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, A cargo de Ana María Facciolo - Primeras Jornadas de Historia de la Ciudad de Buenos Aires. La vivienda en Buenos Aires, Publicación del Instituto. Artículo a cargo de Leandro Gutiérrez y Juan Suriano. - Informante: Antonio Zaccaría. Entrevistas realizadas en 1995. * Profesora en Historia. Nueva colaboradora de la Revista. Referencia foto: Francisco Zaccaría y sus hijos: Eugenio (abajo, izquierda), Antonio (abajo, derecha), y Luis (arriba, derecha). Vista interior del conventillo.
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EL CONVENIO DE UNA CARRERA CUADRERA A TRAVÉS DE ESCRITURA PÚBLICA LABRADA ENMERCEDES EN 1865 Alejandro Francisco Molle * Desde tiempo inmemorial, las carreras cuadreras en nuestro país han sido una de las atracciones populares con mayor predicamento en las áreas camperas y suburbanas. Fueron, en un principio, el entretenimiento lógico y natural de los habitantes de días lejanos, en tanto, hoy, representan una de las expresiones seculares del tradicionalismo argentino. Como toda diversión en su faz primigenia - careció de marco legal, sin embargo las circunstancias impusieron paulatinamente costumbres que reglaron en forma particular la desenvoltura de cada corrida. Recién en 1870 el gobernador de Buenos Aires, Emilio Castro, puso fin al vacío legal promulgando el 28 de junio el decreto reglamentario de estos espectáculos de legítimo criollismo. (I). Tres valiosos convenios, suscriptos con anterioridad al aludido decreto del gobernador Castro, conserva la Sección Histórico Judicial Mercedes. (2) Tales instrumentos son harto significativos en mérito a las cláusulas contractuales insertas, toda vez que las pautas estipuladas asomen como prueba evidente de la existencia de reglas o acuerdos usuales que, para la época, estaban asumidos como si fueran letra escrita. Esas modalidades, que el tiempo se encargó de afianzar, terminaron luego recogidas por los autores del anteproyecto de carreras, con excepción de algunos ajustes e incorporaciones que, en esencia, no reportaron reformas sustantivas al acostumbrado desenvolvimiento. (3). CONVENIO POR ESCRITURA PÚBLICA Por ante el Registro Notarial Nro. 1 de Mercedes a cargo del Escribano Abelardo Báez los propietarios de dos "créditos del pago" llevaron a escritura pública los compromisos que asumían para dirimir la supremacía de uno u otro pingo en la ancha. No siempre un tema de añeja costumbre vinculado a la tradición patria puede exhibir una pieza informativa de su práctica con una noción exacta, como es la escritura del 22 de marzo de 1865, jornada en la que concurrieron Pascual López y José Castro a la Notaría de. Báez y convinieron una puja, con bases y condiciones puntuales. Veamos en qué consisten. López y Castro en común acuerdo decidieron día, hora, distancia, camino, cabezal de largada, lado de colocación en la cancha como el del castigo que podía dársele al respectivo parejero. Fijaron, también, color y marca de tos caballos y acordaron que los corredores podrían ser ellos mismos o cualquier reemplazante cuyo peso debía ser de "cinco arrobas y libras". En lo concerniente a la apuesta la valuaron en cinco mil pesos, depositando cada uno dos mil a cuenta "para que si alguno desistiese de este contrato, los pierda por el hecho, sin el reclamo alguno...". Agregaron, además, que si alguno desertase... "después de haber montado a caballo los corredores, perderá el importe total de la carrera...". Asimismo dispusieron la constitución de un "tribunal" integrado por dos "jueces árbitros", "...con cargo de veedores, para que resuelvan con imparcialidad cualquiera duda que pudiera ocurrir y para que den su fallo respecto de la carrera con sujeción a lo estipulado en este contrato...". Igualmente previeron que "...si alguno de los caballos llegara a tomar el campo yendo en pérdida, perderá su dueño el importe de la carrera; pero si los dos lo 22
tomasen no habrá carrera. Si llegase a rodar o quebrarse, si se cayera el corredor o tuviera algún contraste que lo detuviese, si fuese en ganancia no perderá el importe de la carrera y se tendrá esta por puesta; pero sí fuese en pérdida se dará por perdida para él sin reclamo alguno...". Como remate, consignaron..."con estas condiciones los comparecientes dan por celebrado perfectamente este contrato, y a su fiel observancia obligan sus personas y bienes habidos y por haber...". La singularidad de este compromiso estriba no sólo por haber sido instrumentado ante un oficial público habilitado, sino en el descriptivo y prolijo recibo que hizo el fedatario de las características pactadas por ambos suscriptores, mérito por cierto válido par a su rescate y difusión. CITAS Y NOTAS
(I) Registro Oficial de la Provincia de Buenos Aires, 1870. p. 482/488 (sin datos editoriales). Igualmente en Carreras cuadreras, obra de Julio A. Quesada, editada en Buenos Aires por Talleres Gráficos Ferrari, año 1935. Quesada ilustra en torno al tema de las carreras puntualizando - en el prólogo - para que sus cultores hallen los antecedentes legales en vigencia, como así de otros promulgados en el siglo XIX, mas leyendas, relatos, etc. (2) Sección Histórico Judicial Mercedes, Legajo Temas tradicionalistas; entre otros, Expte. Año 1857 "Cruz Maldonado por su esposo Solano Almeyra c/ Jesús Racedo s/ unas carreras"; testimonio de escritura pública López - Castro (aquí relatado; Expte. Año 1870 "Arce don José c/ Pascual López s/cumplimiento de contrato"; y Año 1976 " Pardiña Hipólito c/ Cooperadora Escolar n° 23 (Ancón, Partido de Pehuajó) s/ Cumplimiento de contrato", litis juzgada bajo imperio de la ley 4532 en el Departamento Judicial Trenque Lauquen. (3) Quesada, op. cit., p. 21/26, narra que en 1869 durante la gobernación de Emilio Castro, su Ministro de Gobierno, Dr. Antonio Malaver, invitó a la Sociedad Rural Argentina dictaminara sobre un proyecto de reglamento de carreras que había impulsado el Juez de Faz de Balcarce. La Comisión directiva de la Soc. Rural nombró una Subcomisión presidida por el General Manuel Hornos e integrada por Matías Ramos Mejía, Antonio Cambaceres, José F. Herrera y Manuel Martín y Omar como Secretario, quienes estudiaron con detenimiento la propuesta a la que le hicieron algunas modificaciones. Remitido en devolución el Ejecutivo consultó al Asesor de Gobierno, Dr. Cosme Béccar, letrado que manifestó no hallar inconveniente para su aprobación, previo ajuste que propuso, al que el gobernador Castro hizo suyo.
* Jefe de la Sección Histórico Judicial de Mercedes. Nuevo colaborador de la Revista. EL SEXO PELIGROSO (La prostitución legal en Buenos Aires, 1875-1955). DONNA J. GUY. Editorial Sudamericana Historia y cultura. A fines del siglo XIX la ciudad de Buenos Aires era conocida en Europa como uno de los principales centros urbanos americanos donde recalaba gran número de mujeres europeas que eran obligadas a ejercer la prostitución. Este lucrativo comercio sexual que tenía como principal destinatario al inmigrante, contribuiría a transformar en pocas décadas ciertas costumbres aldeanas en marcados patrones socio-culturales urbanos, mucho más acordes con las características generales de la época por las que atravesaba la desigual relación entre sexos en las principales ciudades europeas. Donna J. Guy, profesora de la Universidad de Arizona, elabora un marcado alegato reivindicativo de la mujer obligada a comerciar con su cuerpo contra su voluntad. A la que ubica en el centro de múltiples disputas que remiten 23
a problemas más profundos y de opaca resolución como los orígenes del sistema capitalista rioplatense; la definición de una identidad nacional y el oprobio social que para la época significaba la homosexualidad masculina. La autora establece la conformación de una sociedad bicéfala. Legalmente represiva por un lado y socialmente permisiva por el otro, caracterizada en los debates y enfrentamientos políticos de la época. De este modo, las disposiciones legales destinadas a controlar la prostitución desembocan en la negación de los derechos civiles de toda mujer que comerciaba sexualmente, en un esfuerzo por establecer los parámetros propios entre los que debía discurrir el modelo paradigmático de familia y ciudadanía; donde el hombre era el encargado natural para designar ocupaciones y obligaciones, ligando de este modo al núcleo familiar con el concepto de clase social y más aún, con la idea misma de Nación. Es por eso que las ordenanzas sobre prostitución femenina apuntaban a formar una clase social con marcados valores burgueses y al mismo tiempo, identificar y marginar sectores sociales compuestos en su mayoría por inmigrantes donde sí es tolerado y en ocasiones alentado el comercio sexual. La aplicación de ciertos criterios morales y sanitarios permitió definir socialmente al marginal y las prostitutas constituyeron el primer grupo sometido al escrutinio de funcionarios y autoridades públicas. Pero el control que se pretendió ejercer sobre este grupo de mujeres, terminaría por alcanzar a todas las mujeres que trabajando fuera de su hogar pasaron a ser vistas como una amenaza. Frente a esta realidad la autora sostiene que los sectores más nacionalistas de la época, enfrentados a la perspectiva de una generación de argentinos nacidos fuera del marco contenedor que significaba la familia y por lo tanto liberados del control patriarcal, elaboran un discurso moralista que sobre la base de criterios clasistas permite que los sectores hegemónicos de la sociedad determinen qué grupos son social y políticamente inaceptables, en lugar de redefinir los conceptos de familia y ciudadanía. No obstante lo único que se logra a través de este proceso de marginalidad es "ocultar" a las autoridades de la ciudad la existencia de este fenómeno social, trasladándolo parcialmente hacia los barrios periféricos, donde en comercios de aparente honestidad y burdeles típicos del arrabal se permitía su práctica y expansión. Pero ni la censura moral y sanitaria lograría que el vasto y variado público masculino dejara de buscar los servicios de estas mujeres, contribuyendo a perpetuar su sino de atracción y rechazo en diversas expresiones de la cultura popular. Este estudio sobre la prostitución legalizada en el Buenos Aires de principios del siglo XX, intenta mostrar a partir del auxilio de importantes centros internacionales de documentación, cómo operaba y quiénes se beneficiaban con el comercio sexual femenino, y de qué modo mujeres pobres en su mayoría engañadas, fueron transplantadas culturalmente y contribuyeron a dar forma a la sociedad argentina acuñada por la generación del ochenta. No obstante la autora analiza y compara una variada y extensa bibliografía nacional que le permite recrear un particular contexto socio-cultural rioplatense en donde coexisten valores y costumbres contrapuestas que terminarán generando debates sociales que impregnarán con nociones clasistas buena parte de la cultura argentina del presente siglo. Traducción de Martha Eguía. (264 páginas). JUAN OMAR CERVIÑO
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REFLEXIONES SOBRE HISTORIA ORAL Y VIDA COTIDIANA Graciela Saez La Historia Oral, metodología que estamos utilizando hace casi una década, nos ha permitido abordar numerosos aspectos del pasado reciente, pero tal vez ninguno tan fácilmente como el de la vida cotidiana. El estudio de1 pasado a través del testimonio como el de los protagonistas o del recuerdo que ellos pueden brindar de las vivencias de sus padres y abuelos, puede acercarnos fundamentalmente a dos tipos de situaciones: - Los hechos impactantes, tales como guerras, sucesos políticos. epidemias o cataclismos naturales, hechos internacionales o nacionales que hayan influido en el acontecer diario de la - Por otro lado está !a vida cotidiana, la sucesión de los días y los años con su acontecer natural e inexorable como el paso del tiempo, que va marcando la vida de loa hombres y conformando la tradición de los pueblos. Durante mucho tiempo la Historia consignaba los grandes hechos, los sucesos políticos o diplomáticos, las contiendas internacionales o las guerras civiles. La Historia Oral por su carácter personalizada, por la especial relación entre entrevistador y entrevistado, llega a planos más íntimos, 1o que nos permite rescatar no sólo los hechos sencillos y cotidianos sino también los sentimientos generados a partir de esos hechos y de las relaciones entre las personas en los distintos ámbitos. La Historia Oral, ya sea en los pueblos de la provincia de Buenos Aires o en el Conurbano, registra según las regiones elementos similares sobre todo en lo referido a los "rituales" de la vida cotidiana, con la diversidad que provocan las diferencias socioeconómicas y culturales, además del entorno geográfico. Es interesante comparar, por ejemplo, los casamientos de la gente de campo y los del pueblo; las formas de noviazgo, el trabajo de la mujer y los niños: 1as diversiones: las creencias; el conocimiento de las nuevas tecnologías, los viajes, etc. Cuando se quiere indagar sobre temas personales, tales como el noviazgo o la relación de pareja, es difícil lograr información más íntima. Hay un gran pudor de la gente mayor de dar este tipo de testimonios. Lo mismo sucede cuando se habla de temas que eran tabú en aquellos tiempos, por ejemplo la prostitución. En este caso se diferencian hombres y mujeres, como en tantos temas: las mujeres dicen conocer poco y los hombres comienzan hablando de tercera persona del plural y poco a poco llegan, algunos, a hablar en primera persona. Con algunos temas controvertidos sucede lo mismo. Un ejemplo sería el caso de la figura de Juan Moreira. Como es sabido, en muchos pueblos de (a provincia de Buenos Aires, este legendario personaje realizó sus incursiones: en Navarro, Lobos, Roque Pérez; se conserva fresca la memoria de sus pasajes por el pueblo. Algunos lo recuerdan como un delincuente; otros, en cambio, lo hacen con entusiasmo y admiración; otros lo nombran tímidamente en función de terceros que lo conocieron, atribuyéndole buenas acciones para con los pobres. Otro tema que es difícil de abordar es el de la política y las elecciones. En general se recuerdan anécdotas graciosas, grandes asados o agitadas campañas preelectorales. Todos recuerdan el fraude electoral, pero en el momento de dar nombres o partidos bajan la voz o no hablan, cuánto más si nos acercamos a hechos más recientes: el peronismo y su posterior derrocamiento o el golpe del 76 y sus consecuencias. Los que hablan son los que han sido 25
militantes, generalmente se justifican, pero la gente común guarda, en general, silencio. Son muchas las reflexiones que surgen después de hacer Historia Oral durante mucho tiempo y en lugares muy diferentes. Pero sería importante destacar que cuando se trabaja con esta metodología, especialmente sobre el tema de la vida cotidiana, estamos haciendo historia en una dimensión diferente a la habitual. Mientras la Historia Oficial abarca grandes períodos y etapas como así también regiones o extensas áreas geográficas, en la Historia Oral el tiempo y el espacio transcurren de otra manera. Muchas veces están acotados simplemente al espacio de una vivienda y al tiempo. de la vida de una persona. Estas micro historias conforman la memoria colectiva de una pueblo y enriquecen a la Historia en general SEMINARIO DE FORMACIÓN DE COORDINADORES DE TALLERES DE HISTORIA ORAL 1. Introducción: Qué son los Talleres de Historia. Objetivos y alcances de los Talleres. Ejemplos de Talleres ya realizados. 2. La Historia Oral: Teoría y práctica. La memoria colectiva. La encuesta oral. La historia de vida. Formación del entrevistador. Historia oral y otras ciencias sociales. Manejo del documento oral. Evaluación y teorización. 3. Metodología: El Taller: convocatoria. Desarrollo; elaboración del proyecto, relevamiento, análisis e identificación del material. Realización de un producto. 4. Trabajos Prácticos: Lectura y comentario de bibliografía. Elaboración de un proyecto de investigación. Práctica de coordinación de Talleres barriales. Seguimiento y evaluación. Este seminario se dictará a partir del mes de Abril de 1996 en La sede del Instituto Histórico del Partido de Morón. Informes e Inscripción: Sarmiento 539. ( 1708) Morón. TEL. 629-6455. HISTORIA Y LITERATURA Para este número dedicado a la Vida Cotidiana, elegimos estas tres poesías de Jorge Luis Borges, al que reconocemos la grandeza de su obra y su fina sensibilidad para captar las imágenes cotidianas de nuestros paisajes urbanos. LAS COSAS El bastón, las monedas, el llavero, La dócil cerradura, las tardías Notas que no leerán los pocos días. 26
Que me quedan, los naipes y el tablero. Un libro y en sus páginas la ajada Violeta, monumento de una tarde Sin duda inolvidable y ya olvidada. El rojo espejo occidental en que arde. Una ilusoria aurora. Cuántas cosas, Limas, umbrales, atlas, copas, esclavos, Ciegas y extrañamente sigilosas! Durarán más allá de nuestro olvido; No sabrán nunca que nos hemos ido. Elogio de la sombra (1969) UN PATIO Con la tarde se cansaron los dos o tres colores del patio. Esta noche, la luna, el claro círculo, no domina su espacio. Patio, cielo encauzado. El patio es el declive por el cual se derrama el cielo de la casa. Serena, la eternidad espera en la encrucijada de estrellas. Grato es vivir en la amistad oscura de un zaguán, de una parra y de un aljibe. Fervor de Buenos Aires, (1923) SALA VACÍA Los muebles de caoba perpetúan entre la indecisión del brocado su tertulia de siempre. Los daguerrotipos mienten su falsa cercanía de tiempo detenido en un espejo y ante nuestro examen se pierden como fechas inútiles de borrosos aniversarios. Desde hace largo tiempo sus angustiadas voces nos buscan y ahora apenas están en las mañanas iniciales de nuestra infancia. La luz del día de hoy exalta los cristales de la ventana desde la calle de clamor y de vértigo y arrincona y apaga la voz lacia de los antepasados.
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Fervor de Buenos Aires. (1923) Jorge Luis Borges (1899-1986). Escritor y poeta argentino. Escribió numerosas obras de estilo y expresión original que abarcan el ensayo, la narración, la crítica y la poesía. FICHAS DIDACTICAS: PARTIDOS DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES AVELLANEDA 1 - UBICACIÓN GEOGRÁFICA Avellaneda se encuentra en el noreste de la provincia, en el litoral del estuario del Río de la Plata. El centro de la Plaza Alsina (su centro cívico y demográfico) se ubica a 34,40' de longitud oeste y 58.23' de latitud sur. Sus límites son al noreste el Río de la Plata, al noroeste el Riachuelo, y este con la Ciudad de Buenos Aires; al sudeste el Partido de Quilmes y al sudoeste el Partido de Lanús, Superficie 52.48 Km2 el quinto partido más pequeño de la provincia. 2 - ESCUDO DEL PARTIDO Data de 1987, el mismo fue el ganador del concurso que se realizó con tal fin siendo su autor el Sr. Antonio Ferraro. Si bien su diseño es atípico a la heráldica tiene, sin embargo, arriba en el centro representado al sol, un elemento común en la heráldica nacional y de las provincias. Debajo se encuentran alineadas de frente las imágenes de silos, tanques, barracas, edificios y fábricas sintetizando las actividades de una de las primeras ciudades industriales del país. Debajo un esquema del puente y en su acceso se representa un cuero por ser las curtiembres y los saladeros las actividades que originaron el nacimiento del pueblo en los inicios del siglo XIX. Sobre éste se representa una pelota y un libro abierto, sintetizando la actividad cultural y deportiva. A la izquierda el Riachuelo y una nave que vinculó a Avellaneda con los puertos del mundo. A ambos lados hojas de parra y vides en alusión a las bodegas y viñedos, existentes en las quintas de la costa. Los colores son los de la bandera Nacional: fondo blanco y las alegorías celestes. Coronando las imágenes dice: Municipalidad de Avellaneda 3 - ORÍGENES A- Antecedentes y fundación 1611 : Es conocido como "Pago de la Magdalena" a la enorme extensión ubicada al sur del Riachuelo hasta el Río Salado. 1730 : Se crea el curato del Pago de la Magdalena. 1766 : Se nombra el primer Alcalde de la Santa Hermandad. 1780 : Se divide el Pago en los curatos de Quilmes, San Vicente, y la Isla Magdalena) 1785 : Se nombra el primer Alcalde de la Santa Hermandad para el Partido de Quilmes. 1821: Asume el primer Juez de Paz de Quilmes. 1852 : Se crea el Partido de Barracas al Sud sobre los cuarteles 1°, 2° y 3° de Quilmes. El decreto lo firma el Gobernador Vicente López y Planes, autor de la letra del Himno Nacional. 28
1861 : Se desmembra de Barracas al Sud, el territorio para la creación del Partido de Lomas de Zamora. 1895 : Barracas al Sud es declarada Ciudad. 1944 : Se crea el partido de 4 de junio (hoy Lanús) con 90% del territorio de Avellaneda y 10% de Lomas de Zamora. Desde entonces Avellaneda queda configurada con su actual territorio. B- Nombre En los tiempos coloniales la zona se denominaba "Barracas" sin diferenciar norte o sur. En la era rosista los documentos fechados en Buenos Aires la designan "al otro lado del puente de la Restauración de las Leyes". En 1852 el primer Juez de Paz sugiere el nombre de "Puente de Barracas". El Gobernador al crear el Partido oficializa la denominación "Barracas al Sud". Pocos meses después Urquiza decreta un cambio de nombre y le otorga el de "Villa Constitución" el que no entró en vigencia a causa de la revolución que lo desvincula de Buenos Aires. En 1904 se le cambia el nombre nuevamente por el actual de Avellaneda. C- Poblamiento Poco después de la segunda fundación de Buenos Aires se instalaron pobladores en las costas del "Riachuelo de los Navíos" donde se establecieron estancias. Alrededor del 1600 comenzó a formarse el "Camino Real del Sur" (actual Av. Mitre) que fue la primera ruta hacia las pampas del sur. En 1791 se inaugura el primer puente sobre el Riachuelo llamado "de Gálvez". Existen censos y datos demográficos desde 1730, pero su ponderación será difícil de interpretar si se tiene en cuenta que todos se refieren a distintos espacios (Pago de la Magdalena, Curato de Quilmes, Partido de Barracas al Sud integrado por los actuales de Avellaneda, pero según el año, también por Lomas de Zamora y Almirante Brown o Lanús). Recién desde 1944 tenemos la conformación del actual territorio y desde entonces, tenemos las siguientes cifras: 1947: 273.389 hab.; 1960: 326.531 hab.; 1970: 337,538 hab.; 1980: 334.145 hab. Y 1991: 344.991 hab. 4 - FACTORES ECONÓMICOS DE DESARROLLO En épocas coloniales se realizaron "en esta campaña" las primeras "vaquerías" (práctica de capturar el ganado que se reproducía libremente para extraer el cuero). En las barracas utilizadas como depósitos de cueros y lanas, nace el comercio 1y el contrabando) y con las pulperías los primeros sitios de abastecimiento, crédito, reunión, estadía y ajuste de negocios. En 1817 se instala el primer saladero, nace la industria y más tarde otros. En 1822 Rivadavia impulsa las radicaciones industriales al sur del Riachuelo, así comenzó a formarse el pueblo. Junto al comercio de cueros y lanas y la industria del saladero, se agregaron otras actividades relacionadas a la ganadería: curtiembres, graserías, para la producción de aceites combustibles, velas y jabón. Con fa epidemia de fiebre amarilla de 1 871 en Buenos Aires, se señala al Riachuelo contaminado por los saladeros y a éstos como únicos responsables y se decreta su erradicación, con lo cual se pone término a este primer período industrial. El segundo se inicia después de 1880 tras las obras con que el Ingeniero Huergo dotó al Riachuelo para convertirlo en puerto de Ultramar y la posterior conversión de una grasería en el primer frigorífico: La Negra. Luego se instalaron más frigoríficos y la diversificación de la producción trajo industrias navales, metalúrgicas, químicas, petroquímicas, de la alimentación, lavaderos de lanas, textiles, fosforeras a las que se debe sumar las existentes 29
del cuero y el comercio de frutos del país, cuyo mayor exponente lo constituyó el Mercado Central de Frutos, el depósito comercial más grande del mundo, donde convergían los rieles de muchas redes ferroviarias del país y que se complementó con la inauguración del Canal Dock Sud. En la segunda y tercera década de este siglo, Avellaneda entregó el mayor aporte industrial de la Argentina. En la actualidad, a pesar del fenómeno de la desindustrialización iniciado en la década del setenta, Avellaneda ocupa el tercer puesto en la producción industrial del país. 5 - LUGARES Y ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS La reciente Ordenanza 8998/93 expone un catálogo de Bienes de Interés Patrimonial Municipal, en total 73, que exceden la posibilidad de mencionarlos en la presente ficha. Allí se encuentran: Templos, escuelas, cines, teatros, industrias, estadios y sedes de clubes, (imposible omitir a Racing e Independiente, plazas, puentes, monumentos, etc. Una breve cronología de los acontecimientos de gravitación nacional, acaecidos en Barracas al Sud - Avellaneda, nos cuenta: 1806 : Tras el desembarco inglés se producen los primeros encuentros entre patriotas e invasores en el actual territorio de Avellaneda. 1807 : Otra invasión inglesa y nuevamente estas tierras son el teatro de operaciones donde se enfrentan patriotas e invasores. Azopardo con 8 divisiones de artillería pesada, operadas por negros y pardos, defienden el puente haciéndolo inexpugnable., 1820 : En el puente de Barracas se concentran el Gobernador Martín Rodríguez y un improvisado ejército de gauchos, peones y puesteros de las estancias del sur liderados por un joven de 26 años: Juan Manuel de Rosas. Desde allí se dirigen a sofocar el motín del fuerte. 1829 : En el casco de la estancia de Piñeiro (situada en la hoy localidad del mismo nombre) se entrevistaron Rosas y Lavalle para firmar el acuerdo llamado "Pacto de Barracas". 1833 : Con hombres de los saladeros y toda la clase proletaria de este lugar, se gestó la "Revolución de los Restauradores de las Leyes" que llevó a la gobernación de Buenos Aires a Don Juan Manuel de Rosas. 1880 : Se libran cruentas batallas en los puentes Alsina y Pueyrredón, entre tropas Nacionales y Provinciales en una lucha de poder. Nicolás Avellaneda, vencedor, impone la federalización definitiva de Buenos Aires. 1945 : El 16 de octubre los sindicatos de Avellaneda firman la declaración de un paro general. Al día siguiente los obreros marchan a Plaza de Mayo. Luego se sumarán columnas de otras localidades iniciándose así un nuevo movimiento de la política nacional originado en el proletariado. 6 - LOCALIDADES La gran industrialización requirió mucha mano de obra y rápidamente, sin planificación, en los que fueran campos, muchos inundables, surgen barrios y villas que van conformando nuevas localidades obreras, sin nombre ni acta de fundación. El Partido de Avellaneda está compuesto por siete localidades, tres de ellas declaradas ciudad, y una zona de reserva; dispuestas geográficamente de la siguiente manera: 1) 2) 3) 4) 5)
CIUDAD DE AVELLANEDA 2 DOCK SUD ZONA DE RESERVA CIUDAD DE WILDE DOMÍNICO 30
6) 7) 8) 9)
CIUDAD DE SARANDÍ CRUCESITA GERLI PIÑEIRO
Esta Ficha Didáctica ha sido elaborada por el Sr. Rudy Varela, Director de Patrimonio Cultural, Municipalidad de Avellaneda. FICHAS DIDACTICAS: PARTIDOS DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES DOLORES 1- UBICACIÓN GEOGRÁFICA El Partido de Dolores se encuentra ubicado en el Este de la Provincia, muy cerca de la Bahía de Samborombón, a 36° 19' de Latitud Sur y a 57° 40' de Longitud Oeste. Tiene 1 .980 km2 de superficie y limita al Norte con Castelli, al Este con Tordillo, al Sureste con Maipú, al Suroeste con General Guido y al Oeste con Pila. Según el Censo de 1991, el Partido tiene 24.232 habitantes, de los cuales el 88,3 por ciento reside en las zonas urbanas. 2- ESCUDO DEL PARTIDO Varios intentos se realizaron para dotar al Partido de un escudo, pero las iniciativas fracasaron, usándose, en consecuencia, el escudo provincial. Siendo la ciudad de Buenos Aires y la jurisdicción de lo que es hoy la provincia del mismo nombre, la sede del gobierno en la época colonial y de la independencia, tradicionalmente la Provincia adoptó el Escudo Nacional como suyo, hasta que el 10 de octubre de 1935, por Ley Provincial 4351 , se creó el Escudo Oficial de la Provincia. Sus atributos y características heráldicas mantienen elementos clásicos del Escudo Nacional con algunas variedades. Tiene siete partes: 1) La forma: de elipse, dividido por una línea horizontal en dos cuarteles. El superior, color azul-celeste; el inferior de plata (reemplazado por blanco). En el escudo provincial, la elipse es con bordadura fina en oro. 2) Las manos: dos antebrazos diestros desnudos, color carne, salen de los flancos hacia arriba entrelazando sus manos y sosteniendo a la pica. Las manos denotan amistad fraterna, unión y armonía entre los partidos que constituyen la provincia. 3) La Pica se levanta sostenida por las manos hasta la mitad del cuartel superior. Emblema del republicanismo neto, expresa las luchas y el sacrificio de un pueblo por la libertad. 4) El gorro frigio: enarbolado en la Pica, colocado en "jefe" (ocupa el centro del escudo, lugar de privilegio) en la mitad del cuartel superior es emblema de libertad. Su uso proviene de Frigia, región comarcana de Asia Menor que fue asediada y conquistada por los griegos. Si bien fue dominada, jamás vivió resignada a la esclavitud, al punto que una leyenda reza que todos sus hombres habían muerto en defensa de su patria; Frigia es sinónimo de Libertad. El gorro frigio fue usado en Francia por los revolucionarios que luchaban contra la realeza y la aristocracia, es decir, contra la opresión y el privilegio. Su presencia es signo de rebelión contra toda tiranía. En el escudo provincial, la borla del gorro es algo más grande y está volcada hacia la izquierda. 31
5) El laurel: hoja perenne eternamente verde (sinople), usado como símbolo de gloria, buen nombre y fama. Aparece en la parte siniestra del escudo con sus frutos. 6) El olivo: situado en la parte diestra, simboliza la paz conquistada. 7) El sol: esplende en la cimera del escudo, semipleno y radiante, con 40 rayos rectos y largos, y 80 rayos más cortos. Significa unidad, claridad, verdad, abundancia y riqueza: es símbolo de liberalidad y benevolencia. (Fuente: Sr. Roy Mazuchi. Instituto de Estudios Genealógicos y Heráldicos de la Provincia de Buenos Aires.) 3- ORÍGENES A- Antecedentes y fundación La ciudad nace antes que el Partido. Aunque no hay fecha fija para la fundación de la ciudad de Dolores, si hay seguridad sobre la orden dada por el Director Supremo don Juan Martín de Pueyrredón al Comandante Militar don Pedro Antonio Paz para hacerlo, recayendo la acción en e Capitán Ramón Lara en febrero de 1818 y convirtiéndose así en la primera ciudad fundada en el período independiente. Los terrenos comprendían una legua y media y fueron donados por Julián Martínez de Carmona, propietario, desde 1802, de la estancia "Dos Talas", apreciándose tres suaves lomadas sobre la chata y anegadiza superficie circundante con un nivel que varía de 7 a 10 metros sobre el nivel del mar. Como antecedentes de la fundación de Dolores deben mencionarse: los estancieros que se aventuraron más al Sur del Salado para poblar sus campos, como el mencionado Martínez de Carmona, Francisco Ramos Mejía, José Ramón Ezeiza, Antonio Obligado, Sáenz Valiente, León Rozas, Domingo de Madrid, Gregorio Marín, etc. También a los "carboneros" que desde 1809 se instalaron en los Montes de Tordillo para explotar la industria del carbón; la designación de Ramón Lara en 1814, como Teniente Alcalde en la zona; la creación de la "Nueva Guardia de San Martín en las inmediaciones de Caquelgüicul" en 1816 con los "veteranos de blandengues de la frontera"; el establecimiento, en 1814, del "Depósito de Prisioneros de Las Bruscas" para recibir a los españoles capturados en Montevideo, Chile y Perú; la designación del Comandante Militar y Juez Político de las Islas del Tordillo, el 23 de mayo de 1817; la creación del Curato de Nuestra Señora de los Dolores y la designación del Presbítero Francisco de Paula Robles el 16 de julio de ese año, y la celebración de la Primera Misa en Monsalvo el 21 de agosto con la elección de los terrenos sobre los que se fundaría la Ciudad. El Partido de Dolores, reducido a sus límites actuales nace en la Navidad de 1839, pero su origen se remonta a 1817. B- Nombre El nombre de Dolores, que tienen el Distrito y su Ciudad cabecera, es un apócope derivado de la advocación de la Virgen María como Nuestra Señora de los Siete Dolores, a quién se impuso como patrona del Curato creado en 1817. C- Poblamiento La misión de crear a Dolores, ordenada por el Gobierno de Pueyrredón se inicia con la partida desde Buenos Aires del Capitán Paz, el Presbítero Robles y cuatro soldados de la milicia civil. En Monsalvo se les unieron el Capitán Lara, el Alférez Leonardo Piedrabuena 32
y don Antonio González. Ellos fueron los pioneros de la Nueva Población. El 30 de abril de 1821, el baqueano y lenguaraz José Luis Molina, capataz de Ramos Mejía, acaudilló un malón de indios que destruyó el incipiente poblado. Regresaron en otra oportunidad los indios y la última vez lo hicieron en 1826 en que derrotan a Morel, Vidal y unos 60 gauchos en "Toldos Viejos". Luego vino la calma y Lara refunda a Dolores distribuyendo los solares y, en 1831, el Cura Robles vuelve a hacerse cargo del Curato, congregándose rápidamente más de cien familias dedicadas a la ganadería. 4 - FACTORES ECONÓMICOS DE DESARROLLO En sus primeros tiempos Dolores abasteció de carbón, producido en los montes cercanos, a la Capital, luego, con el poblamiento de los campos, se incentiva la ganadería y, con la llegada del ferrocarril, en 1874, se impulsa la agricultura. A partir del presente siglo la zona se especializa en fruticultura, lechería y apicultura. No obstante el mayor relieve de su desarrollo está dado por la influencia de sus servicios, en educación, justicia, seguridad y cultura. En el primer rubro, el censo de 1991 arrojó 53 establecimientos educativos, de los cuales 4 son de nivel terciario, con una matrícula superior a 5.500 alumnos en los cuatro niveles. En el segundo rubro, iniciado el 28 de noviembre de 1853 con la creación de un Juzgado de primera Instancia en lo Criminal, a cargo del doctor Felipe José Coronel, dando origen al Departamento Judicial del Sud, produjo una estructura de suma importancia con la creación de nuevos Juzgados, Cámaras de Apelación, etc. Y luego la creación del Primer Juzgado de Justicia Federal. En el tercer rubro, la Unidad Penitenciaria N° 6, heredera de la tradición carcelaria dé "Las Bruscas", las Comisarías, la Unidad Regional de la Policía Provincial y la delegación de la Policía Federal. En el cuarto rubro se cuentan más de un centenar de instituciones de bien público, un Teatro Municipal y dos salas privadas, tres bancos, cinco museos, colegios para todas las profesiones liberales, clubes recreativos y campos deportivos para numerosísimas especialidades, aeródromo, hipódromo, tres parroquias y ocho capillas del Culto Católico, una docena de templos de otros cultos, una radio A.M. y tres FM; dos diarios, un canal de televisión por cable, un hospital público municipal y dos clínicas privadas con alta tecnología y complejidad. 5- LUGARES Y ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS Dolores tiene un Monumento Histórico Nacional, la Pirámide de la Libertad, levantada en 1859 para rendir homenaje a la Revolución del Sur que pretendió derrocar a Rosas. Un edificio de interés municipal, el Templo Parroquial de Nuestra Señora de los Dolores, iniciado en 1854 con una magna arquitectura de cierto estilo romántico y tendencia paleocristiana. Dos sitios históricos reconocidos, como el del emplazamiento del Depósito de Prisioneros de Las Bruscas, desde 1814, y el de los Cuatro Combates en Los Sauquitos (1853, 1874, 1880 y 1893). Dos lugares, el Parque de Los Libres del Sur, creado en 1937 con un monolito recordatorio de los participantes en el "Grito de Dolores" y el Museo "Libres del Sur" inaugurado el 29 de octubre de 1940 y con dependencia provincial.
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CONCURSO Y MUESTRA FOTOGRÁFICA "ANTIGUOS TRANSPORTES DEL OESTE" El Instituto Histórico del Partido de Morón ha organizado el Concurso Fotográfico "Antiguos Transportes del Oeste", con la participación del Centro Argentino Fotográfico y el auspicio de la Asociación de Amigos del Instituto Histórico. Los objetivos de este concurso han sido promover el interés de la comunidad por su propio pasado, sensibilizándola en la defensa y conservación del mismo, y también difundir por medio de la muestra fotográfica cl patrimonio histórico de los partidos del Oeste: Morón, La Matanza, Merlo, Moreno, Gral. Rodríguez, Gral. Sarmiento, Luján. Este evento alcanzó una importante repercusión con la presentación de 105 obras de 20 autores diferentes. El Jurado, quien seleccionó las obras premiadas, estuvo integrado por representantes del C.A.F., Sres. Juan Carlos Cozzo y Francisco Pugliese; por el Instituto Histórico, Profesoras Graciela Saez y Mariela Canali; por la Asociación de Amigos, Sr. Ezequiel Pavese. Los resultados fueron: CATEGORÍA AFICIONADOS MODALIDAD MONOCROMO 1° PREMIO: "A PUNTO DE PARTIR" - MARCELINO VÁZQUEZ 2° PREMIO: "Locomotora" - MARCELINO VÁZQUEZ 3° PREMIO: "AVE EN REPOSO" - JUAN JOSÉ GUTIÉRREZ MENCION ESPECIAL: "VENTILADOR DEI. ESPACIO" - JUAN JOSÉ GUTIÉRREZ MENCION DEL JURADO: "BICICLETAS" - MARCELO KILLIAN - MODALIDAD COLOR. 1° PREMIO: "PRISIONERO DEL TIEMPO" - MABEL TOMCHAK 2° PREMIO: "LA ZORRA Y LOS NIÑOS" - MABEL TOMCHAK 3° PREMIO: "INFIERNO MECÁNICO" - PEDRO DEGLI ANTONI MENCION ESPECIAL: "RUEDAS CALIENTES" - RAÚL AMOEDO MENCION DEL JURADO: "SUBIMOS" - MARIO IANNELLI
El Concurso tuvo su corolario en la exposición celebrada el día 18 de agosto en la sede de la Asociación Comercial e Industrial de Morón (ACIM), en la cual se dejó inaugurada al público la Muestra Fotográfica (hasta el 31 de agosto). En esa reunión, se llevó a cabo la entrega de premios y contó con la asistencia de los concursantes, miembros de las entidades organizadoras, representantes de diversas instituciones moronenses (entre ellos, el Sr. Vicepresidente de la Empresa Línea 216) y público en general. La Muestra contó a demás con una importante cantidad de reproducciones de antiguas fotografías de transportes que circularon en la zona oeste, que pertenecen a vecinos de Morón (Colección Sr. Néstor Gamietea) y al Museo General San Martín y pasaron a enriquecer el Archivo Fotográfico del Instituto Histórico. Este último estará abierto al público a la brevedad. III JORNADAS DE HISTORIA "INDIOS, FORTINES Y FRONTERAS" Los días 29 y 30 de junio se llevaron a cabo, en el Salón de actos de la Organización Bidart, las III Jornadas de Historia, organizadas por el Instituto Histórico del Partido de Morón y auspiciadas por el Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires. Los temas tratados se refirieron a: la frontera en América, los aborígenes de la pampa 34
bonaerense,: araucanización y ciclo anual; la perspectiva arqueológica de la frontera sur de la provincia; explotación ganadera y lucha contra el indio; la etnomúsica en el tiempo de los fortines; primeras fronteras contra el indio en los siglos XVI y XVII; la frontera en la literatura; intentos pacíficos de integración del indígena; indios criollos en Olavarría. Dictaron las Jornadas destacados especialistas en la temática: Hebe Clementi (Historiadora), Eduardo Crivelli (Antropólogo), Rafael Goñi (Arqueólogo), Fernando Barba (Historiador), Rubén Pérez Bugallo (Antropólogo), Daniel Conlazo (Arqueólogo), María Rosa Lojo (Escritora), Lucía Gálvez (Historiadora); Aurora Alonso de Rocha (Historiadora) El encuentro contó con la asistencia de numeroso público proveniente no sólo del Partido de Morón sino de otros municipios del conurbano y de la provincia (Moreno, Merlo, La Matanza, Vicente López, Lomas de Zamora, San Miguel, Luján, Monte Grande, Cañuelas, Salto, Florida, Olavarría, entre otros.). Queremos destacar además del nivel académico de los panelistas, el interés de los concurrentes sobre los temas tratados que hacen al conocimiento de nuestra identidad como pueblo. Del mismo modo, el público se ha mostrado interesado en apoyar y continuar participando de este tipo de encuentros, proponiendo los temas que son de su preferencia. CLAROMECÓ Y UN MUSEO PARA LA HISTORIA DE LA VIDA COTIDIANA El 9 de noviembre de 1915, Claromecó cumple 75 años. Localidad balnearia perteneciente al partido de Tres Arroyos tiene, sin embargo, una historia mucho más vieja y a ella nos referiremos en un próximo número. En esta oportunidad y en la página de MUSEOS DE LA PROVINCIA. queremos informar sobre el origen y características de su Museo Regional. Con este fin hemos entrevistado al Sr. Aníbal Paz, nacido en el lugar casi al mismo tiempo que el pueblo, que forma parte de la Comisión Directiva responsable de su organización, y que se encarga, con la mejor de sus ganas, de acompañar, informar e ilustrar a vecinos y visitantes sobre las características de las piezas que componen la colección del Museo. Revista de Historia Bonaerense: ¿Cómo surge esta idea Don Aníbal? Aníbal Paz: Siempre, conversamos con mi esposa, ex Directora de la Escuela Primaria Nº ll, y amigos sobre la necesidad e importancia de conservar objetos y recuerdos del pueblo. No éramos los únicos. As que fue con motivo Congreso Pedagógico Nacional, (1986), un grupo de la comunidad presentó un trabajo al respecto. En realidad era un proyecto para reflotar la historia local y apoyar el desarrollo turístico. El museo formaba parte de ese proyecto. R.H.B.: Y de allí....¿la concreción del Meso Regional de Claromecó? A.P.: Así es. Teníamos ya una cantidad suficiente de objetos, especialmente fotográficos. Conseguimos un local de préstamo y el 8 de enero de 1918, en la ahora calle Mulazzi 1045, inauguramos el Museo, presentándonos a la consideración de vecinos y visitantes. Allí funcionó durante tres temporadas. En 1991 presentamos la muestra en el local de la Escuela Nº 11 y desde el año 1992 estamos en el local municipal cedido a tal efecto, en la calle Juan Bellocq 345. R.H.B.: ¿Seguramente ello requirió una mayor organización? 35
A.P.: Nació y se consolidó la Comisión Pro Museo y Recuperación de la Historia de Claromecó, que a los efectos legales se rige por los Estatutos de la Cámara de Comercio, Industria, Fomento, Promoción y Desarrollo Turístico de Claromecó, aunque se acción es independiente y su Comisión Directiva es la responsable de su organización, funcionamiento y proyección. R.H.B.: Hablemos del contenido. A.P. : Fundamentalmente se exhiben piezas paleontológicas, restos de las culturas indígenas que habitaron la zona, documentos y colecciones fotográficas del pasado de Claromecó. También objetos que recuerdan la vida cotidiana y el desarrollo del pueblo. es una pena que lo limitado del espacio (se trata de uno solo y muy reducido ambiente) impide una mejor muestra. Muchas donaciones esperan poder contar, aunque más no sea, con un depósito en que conservarlas. R.H.B.: Hemos podido observar el interés que los visitantes tienen en las fotográficos que se exhiben. A.P. : Es que se ven ellos mismos o a sus padres y abuelos. Un concurso de pesca de los años ´20 o ´30 : el apresto de los pequeños barcos pesqueros que durante a los recalaron en el lugar, la vida escolar y urbana ; los momentos recreativos, carreras de caballos, obras de teatro, fiestas de carnaval, ña elección de la fiesta de la reina de la fiesta del trigo. Esas fotos recuerdan y conservan vivencias donde pueden mirarse como protagonistas directos. Ello estimula también la donación de esos registros gráficos para que otros también se vean. En ocasiones se trata de antiguos vecinos que regresan de visita y se encuentran con la sorpresa de una foto suya en el Museo. R.H.B. : Además de la muestra permanente. ¿Qué otras actividades realizan? A.P. : Se han organizado charlas sobre los orígenes de Claromecó, acompañadas de diapositivas, poesías y canciones. También se propuso la imposición de nombres significativos de la historia de Claromecó, a distintas calles de la localidad : Juan Bellocq (propietario de las tierras en que se fundó el pueblo) a la Nº 28 ; Alonso Nieto (historiador del lugar) a la Nº 11 : Antonio Elías, a la nueva Plaza del Balneario. También contribuimos activamente a la organización de los festejos en los aniversarios del pueblo. Exposiciones de cuadros en los salones del hotel Claromecó y en el Museo. R.H.B. : Seguramente que garantizar el funcionamiento de la institución requiere disponer de fondos. ¿Cómo resuelven ese aspecto, tan importante por cierto? A.P. : Es un problema sin duda. Por el momento contamos con algunos ingresos por la venta del libro “Así nació Claromecó”, de Alonso Nieto, de quien poseemos los derechos del autor ; ventas de postales ; aportes voluntarios en la alcaldía del Museo y algunos, muy pocos subsidios. Además, toda nuestra actividad es “ad Honorem”. R.H.B. : Están vinculados con instituciones similares? A.P. : Esporádicamente. Sí tenemos contacto con la Asociación de Directores de Museos de la República Argentina (Delegación Provincia de Buenos Aires) y con el Museo y Parque “Libres del Sur”, de Dolores. Esperamos que a través de la Revista de Historia Bonaerense se intensifiquen y profundicen esas necesarias vinculaciones. R.H.B. : Es nuestro objetivo contribuir en ese sentido. Agradecemos su atención Don Aníbal y le deseamos éxito en los 75º aniversario de Claromecó. A.P. : Vamos a participar activamente en ello, como diaria y permanentemente lo hacemos. Gracias a Uds. por contribuir a difundir nuestra tarea. Hasta la próxima. Nos despedimos de Don Aníbal Paz, y pensamos en la entusiasta e importante tarea que los 36
conservadores de la memoria colectiva llevan a cabo en distintas localidades del país. No retroceden a pesar de dificultades, o escasos medios disponibles, o la incomprensión de algunos funcionarios. Pensamos también en la felicidad que sienten al hacerlo y que sin duda, transmiten. LA BIBLIOTECA POPULAR DE SAN ISIDRO "JUAN MARTÍN DE PUEYRREDÓN" San Isidro, tierra de quintas, ombúes y barrancas. Cultura respetuosa de su pasado encuentra en plena acción a su Biblioteca Popular de San Isidro "Juan Martín de Pueyrredón". Aquella que fuera fundada por Manuel Martín y Omar, bajo la inspiración de Domingo Faustino Sarmiento. Siendo una de las primeras bibliotecas populares del país. Su bello edificio, que entraña en sí un orgullo aparte para los sanidrisenses, tiene ya 85 años y está ubicado en la calle 25 de mayo 501, en la esquina de 9 de julio y 25 de mayo. Cuenta con valiosos títulos que son actualizados con nuevas adquisiciones y un equipo de CD Rom permite obtener rápida información computarizada de sus libros y textos de estudio. Una revista mensual que va por su segundo número refleja interesantes artículos culturales. Quincenalmente, prestigiosos conferencistas convocan a la comunidad. Pronto estará adherida por módem a la red informática nacional e internacional de bibliotecas. También tendrá su boutique, que ofrecerá artículos característicos de San Isidro y libros de autores lugareños. En sus salones de dictan numerosos y variados cursos de importante nivel cultural. de teatro, letras, idiomas, escultura, tallado de maderas, decoración. Biblioteca Auditiva Párrafo aparte merece el aporte de la BIBLIOTECA AUDITIVA PARA EL MUNDO, creada por la Rueda Femenina del Rotary de San Isidro que el 19 de setiembre realizó su primer donación de libros-cassettes, para que esta Biblioteca Popular tenga su propia Biblioteca Auditiva para ciegos y disminuidos visuales. Siendo este Rotary un permanente puntal de apoyatura. Con la compra de un complejo aparato de audio, la comisión de la Biblioteca completó e inició esta nueva sección. Por todo esto, la Biblioteca Popular de San Isidro "Juan Martín de Pueyrredón hoy es noticia. Porque, como dice el periódico "Carta Abierta": "la noticia de hoy es la historia de mañana''. Colaboración: Prof. Norma Videla Tello de Macció
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LA INMIGRACIÓN EUROPEA EN EL ORIGEN DEL CONVENTILLO PORTEÑO (1880/1914)* Juan Omar Cerviño Al promediar el siglo XIX y a poco de haberse organizado política y jurídicamente la Argentina se enfrentaba con dos problemas estructurales que signarían buena parte de su historia: Falta de población y de capitales. El primero determinaba que vastas extensiones de campo fértil fueran improductivos por la falta de mano de obra, y el segundo contribuía a que la crónica inexistencia de caminos y la imposibilidad de acceder a la moderna tecnología productiva acentuara el aislamiento de los pueblos del interior, condenándolos al atraso y a la pobreza. Entre tanto, la situación europea era distinta, el enorme avance del proceso industrializador había posibilitado que la sociedad capitalista de la segunda mitad del siglo ganara en complejidad y diversificación. Pero ni la burguesía ni los sectores obreros habían logrado transformarse en clases sociales ideológicamente homogéneas. Por el contrario, albergaban en su estructura interna notables diferencias referidas entre otros aspectos al nivel que deberían alcanzar los salarios, la capacidad de consumo de las masas trabajadoras, la conveniencia o no de la movilidad social, los privilegios jurídicos del empresario-capitalista y los niveles de productividad requeridos para generar un proceso de retroalimentación ascendente del sistema capitalista. El despiadado juego de intereses político-económicos en el que se sumergía la región, alentado en parte por el reparto de la "periferia", determinaba que las fronteras políticas de Europa se vieran sometidas a constantes cambios en un desesperado intento por evitar que alguno de los países enfrentados se alzara con la hegemonía continental. Esta situación, como no podía ser de otra manera, afectó profundamente aunque de modo muy variado la economía de vastos sectores poblacionales, provocando no sólo un marcado empobrecimiento de las naciones sino también una creciente inseguridad social alimentada por la constante amenaza de desembocar en enfrentamientos militares como forma de dirimir las diferencias continentales. De este modo, la particular coyuntura política del viejo mundo posibilitaría que en el período 1880/1914 a través de periódicas oleadas migratorias, cerca de 2.800.000 europeos de las más diversas nacionalidades llevados por sus crecientes necesidades optaran por cruzar el océano y probar fortuna en uno de los países más australes del mundo, esperando alcanzar niveles de ocupación más acordes con sus expectativas de vida teniendo en cuenta la expansión que comenzaba a experimentar la economía argentina. Pero no todos los que ingresan lo hacen con la intención de establecerse o logran insertarse en una sociedad en formación y de marcadas características aldeanas. Son muchos los que deciden aprovechar la complementariedad de los ciclos agrícolas entre América y Europa como estrategia de subsistencia, alentada por la notable disminución de los costos de traslado. Por eso es también importante en cifras relativas, el elevado número de los que cada año regresan a su lugar de origen. En términos generales, la entrada y salida de inmigrantes estuvo fuertemente determinada por el comportamiento de la economía argentina, tal como lo establecen los registros aduaneros del último cuarto de siglo. (Cuadro N°1). Donde se observa que los ingresos más significativos coinciden con los niveles más altos de productividad y que sólo los egresos los superan o equiparan en los 38
años 1890/91 como consecuencia de los efectos de la profunda crisis económica-financiera que atraviesa el país. Así y bajo el lema decimonónico de Gobernar es poblar, esta pléyade de inmigrantes del centro-sur europeo estará llamada a transformar de modo radical la estructura demográfica nacional. Posibilitando que en el período 1870/1896 la tasa anual de crecimiento poblacional fuera del 4,9%, índice sólo comparable con el registrado para la misma época en los Estados Unidos de Norte América y Australia. Si a esto se agrega la progresiva entrada de capitales internacionales fundamentalmente británicos, a través de empréstitos a las sucesivas autoridades nacionales y provinciales e inversiones privadas distribuidas en transportes, servicios y propiedades, Argentina al promediar los años ochenta se encontraba en condiciones de ingresar de modo efectivo en la órbita del comercio mundial. La creciente necesidad de abastecer de materias primas al mercado inglés motoriza el proceso económico que la burguesía terrateniente se encargará de llevar adelante, a través de su vinculación con el comercio y los capitales internacionales. En su favor esta élite hegemónica contará con el poder político-económico de la región bonaerense, además de una sólida red de acuerdos con el interior sobre la base de la presencia efectiva de representantes del aparato estatal central en las provincias, y con grandes extensiones de tierras cuya producción sería destinada a la exportación. Pero a poco de echarse a rodar el nuevo modelo económico y buscando maximizar los beneficios de este incipiente proceso de acumulación capitalista, la inexistencia de un adecuado mercado de trabajo que colmara plenamente la creciente demanda de mano de obra, hace que la política inmigratoria oficial abriera el país en la última década del siglo XIX a toda corriente migratoria que estuviera dispuesta a poblar e incorporar el circuito productivo el fértil desierto argentino. Pero la distorsión del régimen de tenencia de la tierra en cuanto a su concentración en manos de la oligarquía nacional, impidiendo el establecimiento de un efectivo y dinámico mercado de tierras al que el inmigrante pudiera acceder con posibilidades ciertas, encuentra su explicación en las llamadas "ventajas comparativas" en relación con la producción de bienes agroexportables. Estas ventajas se expresaban de modo claro, en la existencia de una renta diferencial natural a favor del alto nivel de productividad del suelo pampeano en directa relación con el mercado productor internacional. Generando enormes excedentes económicos a escala internacional que posibilitaban que el sector terrateniente fuera el grupo político e ideológicamente dominante de la época. De este modo, los resultados de este particular sistema de tenencia de tierras se vieron reflejados en la conformación de la estructura social de la región más importante del país, al impedir que el inmigrante pudiera alcanzar la propiedad de la tierra productiva. Debiéndose conformar con el arriendo temporal de las mismas, situación que terminaría originando el surgimiento de nuevos actores sociales representados en la figura de medianos y pequeños arrendatarios, subarrendatarios, medieros, jornaleros estacionales y peones de estancia cuya única estrategia de acumulación en la mayoría de los casos, pasaba por la autoexplotación familiar. Y donde en un principio había comenzado un interesante proceso colonizador, la disminución de las posibilidades de crecimiento económico se tradujeron en una marcada falta de interés por realizar inversiones de capital fijo y permanente en tierras que no les pertenecían. Al cabo de unos pocos años esa masa de inmigrantes se orienta hacia los centros urbanos más importantes, provocando un fenómeno al que se ha llamado impropiamente éxodo rural dado que nunca logró establecerse efectivamente en la región cerealera como para producir un corrimiento poblacional significativo que afectara ese sector. Y pasa a engrosar 39
la fuerza de trabajo ciudadana. Esta idea es apoyada por testimonios contemporáneos que afirman que buena parte de los inmigrantes, llegan a Buenos Aires y Rosario tratando en algunos casos de conseguir un empleo que les permitiera subsistir y en otros simplemente complementar el abajo agrario estacional interrumpido. Es a partir de este momento que la concentración masiva de habitantes y carencia de viviendas, particularmente en la ciudad de Buenos Aires, posibilitan el acelerado surgimiento; un nuevo modelo habitacional: La casa de inquilinato, conocida más popularmente como Conventillo, y que pasa rápidamente a ocupar un lugar; de avanzada dentro del proceso de transformación que comienza a afectar a la ciudad; no sólo desde el aspecto edilicio sino también desde el ano socio-cultural. Pero más allá de su inmediatez dentro de la historia rioplatense, este fenómeno ciudadano en modo alguno fue privativo del puerto de Buenos Aires y sus inmediaciones, dado que también se desarrolló en otros grandes centros urbanos del interior del país como Rosario y Bahía Blanca, y en ciudades como Montevideo, Chicago, Nueva York, Dublín, Glasgow y París. La mayoría de los autores que se ocupan del tema coinciden en definir al conventillo como una vivienda colectiva donde alquilaban habitaciones los trabajadores inmigrantes. Caracterizado, entre otras cosas, por sus escasas condiciones de habitacionalidad ante la carencia extrema de servicios sanitarios y el marcado hacinamiento en el que convivían hombres y animales. Pero el origen de la palabra Conventillo se remonta a los primeros años del siglo XVII, donde se emplea por primera vez para nombrar a los cuatro pequeños conventos en que contaba por entonces la Buenos Aires colonial. Y deberán pasar algo más de dos siglos y medio para que recién en 1876 se emplee el mismo término para designar a las nuevas casas de inquilinato colectivo, por la similitud que sus pequeñas habitaciones guardaban con las celdas de los monjes. Sólo en Buenos Aires hacia; 1880 había cerca de 1770 conventillos que contabilizaban en su conjunto algo más de 24.000 piezas, habitadas por alrededor de 52.000 personas. Diez años después la cifra trepaba a 2.250 con 37.600 habitaciones y una población cercana a las 95.000 personas, Spalding (1970). Es obvio que este aluvión poblacional toma por "asalto" a una ciudad que trataba de dejar definitivamente atrás su condición de "gran aldea", y que no podía ofrecer por lo menos en lo inmediato, mejores condiciones habitacionales. Este panorama general es confirmado por testimonios de la época que son utilizados por los doctores Wilde y Rawson a partir de un claro enfoque sanitarista de la cuestión, y no por simples apreciaciones sociológicas o urbanistas. En tal sentido, las condiciones básicas de habitabilidad que presentaban estos inquilinatos pasan a ser consideradas por primera vez un problema social que la Intendencia de la ciudad tratará de paliar a partir de 1882. Yujnovsky (1974) separa este particular fenómeno socio-cultural en dos períodos: El primero va de 1880 a 1900 y en él predomina el Conventillo como vivienda colectiva destinada a los sectores populares urbanos. El segundo se prolonga desde los inicios de siglo hasta 1914 presentando una variante: comienza a disminuir la presencia del Conventillo como vivienda popular, dando paso al ocupamiento poblacional del sector periférico de la ciudad y en menor medida al cercano Gran Buenos Aires. Esto encuentra su explicación en que si bien una gran parte de los trabajadores europeos ansiaban vivir en las inmediaciones de la Plaza de Mayo, a fin de no estar alejados de sus trabajos y poder economizar en materia de transporte, el desarrollo de la red tranviaria y la consiguiente rebaja tarifaria alentó el traslado hacia la periferia de la ciudad, dando origen a barrios como Bajo Belgrano, Bajo Flores, Villa Urquiza y Villa Domínico, éste último en el cercano Gran Buenos Aires. Pero también colaboran en esta descentralización habitacional 40
las demoliciones efectuadas para abrir la Avenida de Mayo, la transformación urbanista de los barrios céntricos y el constante aumento del alquiler de las habitaciones. Los datos censales de 1 887 y las fuentes cuantitativas de la época permiten determinar la distribución de los conventillos por parroquias y comprobar que la misma fue desigual dentro de la ciudad, centrándose en algunas más que en otras Panettieri (1982). Esta concentración que estaba íntimamente ligada con las fuentes de trabajo y la disponibilidad habitacional, permite que los conventillos surjan en las viejas casonas patricias situadas al sur de la Plaza de Mayo. Entonces mansiones de mediados del siglo XIX que habían sido abandonadas por sus antiguos ocupantes, integrantes en su mayoría de la élite oligárquica dominante, a consecuencia de la epidemia de fiebre amarilla que asola en 1871 a la ciudad, diezmando familias enteras e impidiendo el normal desarrollo de numerosas actividades públicas y privadas. En consecuencia, las deterioradas mansiones que no fueron demolidas por los cambios que se sucedían en la ciudad, fueron convertidas en viviendas colectivas debido a la elevada renta que proporcionaba su alquiler a los propietarios. Ante la fuerte demanda ocupacional en el período abordado, se trata de lograr una maximización de las ganancias con la menor inversión posible, utilizando para las refacciones y mantenimiento materiales de muy baja calidad. Sobre este aspecto los estudiosos del tema no arriban a una uniformidad de criterios. Y así tenemos que mientras Suriano ( 1983) sostiene que los edificios afectados habían superado largamente su "vida útil", De La Torre y Korn (1985) señalan que estos inmuebles tenían todavía una importante utilidad habitacional a raíz de su sólida construcción. En general, las crónicas y testimonios de la época coinciden en afirmar que las piezas de los conventillos eran utilizadas para desarrollar en ellas diferentes actividades. Desde dormitorios y talleres pre-industriales hasta corrales y caballerizas, pasando por depósitos de alimentos y desperdicios, cocina y baños improvisados. El promedio aproximado de ocupantes por habitación varía de acuerdo a la situación sociocultural de los moradores. Y si bien las Ordenanzas municipales exigían no más de cuatro personas por cuarto, en algunos casos solían cohabitar en la misma habitación hasta diez individuos entre adultos y niños. (Cuadro N° 2) Respecto de los servicios sanitarios existentes en estos inquilinatos, el censo municipal de 1904 registra que sobre un total de 2462 conventillos, 559 no contaban con baño. Y en otros casos con una población varias veces centenaria, el inmueble contaba sólo con uno o dos baños, quedando prohibido el uso de los mismos la mayor parte del año a los niños de entre diez y catorce años, por considerar excesivo el gasto de agua en que estos incurrían. Determinación que casi siempre emanaba del propietario o encargado del inquilinato, a pesar de las Ordenanzas vigentes que establecían la necesidad del uso permanente y sin restricciones de los baños colectivos. Cada una de estas viviendas tenía su propio reglamento interno llamado "de la casa" y entre las disposiciones comunes figuran las siguientes prohibiciones: Arrojar agua sucia en la letrina; ingresar huéspedes sin el consentimiento del dueño o encargado; estar parado en la puerta de calle; bailar, cantar, tocar cualquier instrumento musical; tener animales; tener braceros encendidos dentro de las habitaciones; ingresar a la vivienda después de cerrada la puerta de calle; utilizar el agua de la vivienda para higienizar a los menores de catorce años y hacer cualquier tipo de reunión social que no contara con la aprobación correspondiente. Esta situación de marginalidad se mantuvo a lo largo del período de creciente inmigración, a pesar de los intentos de las autoridades municipales por morigerar la situación y de las obras públicas emprendidas por el Estado Nacional como la expansión de la red de agua 41
corriente, que en 1880 abastecía al trece por ciento de las casas y tres lustros después alcanzaba al sesenta por ciento. Y de la red cloacal cuya construcción que había comenzado en 1874 es puesta en servicio recién en los años noventa. Sobre el hacinamiento habitacional, falta de higiene y alto índice de enfermedades, las distintas fuentes y testimonios contemporáneos permiten inferir que la elevada cantidad de gente que cohabitaba este tipo de viviendas, traía inevitablemente, un elevado deterioro sanitario y una marcada promiscuidad. Esta situación se transformó en un foco casi permanente de enfermedades sociales, impulsando a las autoridades a intentar paliar la gravedad de sus consecuencias a través de una adecuada legislación sanitaria. Consecuencia directa de esto es la alta tasa; de mortalidad que se registra en la ciudad, de la que se tiene conocimiento gracias a la investigación sanitaria realizada hacia 1883 y que arroja cifras alarmantes. Sobre un cálculo aproximado de 310.000 habitantes, se habían producido en Buenos Aires 8.510 defunciones que incluían 1.505 a causa de la viruela. De este modo, el índice de mortalidad urbana era del veintiséis por mil, y si aún se dejaban de lado los decesos provocados por la viruela, de los que las cifras oficiales consideraban que el setenta por ciento se habían producido en los inquilinatos, el cuarenta por ciento de las muertes había ocurrido entre los habitantes de la conventillos de la ciudad. A pesar de estas condiciones existenciales adversas y de una significativa marginalidad socio-política, los conventillos se transformaron en un crisol donde se forja una heterogeneidad cultural cosmopolita, que lentamente logrará su inserción en el entramado social urbano de la época. Razón por la cual no llegan a convertirse en ghettos en virtud del contacto cotidiano y un intercambio cultural integrador, que en cierto sentido explica el nombre con que popularmente se los conocía y donde no faltaba la cuota de ironía criolla recordando la multiprocedencia de sus ocupantes y las paupérrimas condiciones en que vivían. "El Universo", "Babilonia", "El Nacional"(posteriormente rebautizado "El Conventillo de la Paloma"),"El Palomar", "El Gallinero", etc. Fueron algunos de los nombres más conocidos del período, posteriormente rescatados del imaginario colectivo por la corriente literaria que surge en el primer cuarto del siglo XX, y que aporta títulos con el Conventillo de la Paloma, Tu cuna fue un conventillo, Nacha Regules y otros que logran reconstruir el ambiente y los personajes de la época. Por eso, en este micromundo urbano resulta común ver en la misma fila, esperando para usar la única letrina disponible, al jornalero recién llegado del sur europeo al lado de un acriollado judio-ruso improvisado como mercachifle ambulante; a un estibador portuario francés padre de una numerosa prole, junto a un pequeño comerciante turco que sobre la base de la autoexplotación familiar intenta alcanzar una pequeña acumulación de capital. Algunas crónicas de fines de siglo nos dan una clara noción de lo que ocurría cotidianamente en estos "palomares humanos", donde la atmósfera que los rodeaba era de un olor nauseabundo que hacía el aire más pesado y cálido. Donde la mujeres de cabelleras desgreñadas y harapos malolientes que se debatían para encender sus braseros rodeadas por una turba de niños, contrastan con el arreglo de otras que procedentes de los más diversos rincones de Europa son obligadas, algunas en contra de su voluntad, a ejercer la prostitución femenina controlada. Lucrativo comercio de múltiples aristas que tenía como principales destinatarios a los propios inmigrantes y que era aceptado por una sociedad bicéfala, que legalmente reprimía su práctica pero culturalmente la alentaba al considerarla necesaria no sólo para identificar, marginar y controlar a vastos sectores sociales compuestos en su mayoría por inmigrantes, sino también para proteger a cierto sector social marcadamente nacionalista de la perspectiva de una generación de argentinos nacidos fuera 42
del marco contenedor y formador que por entonces representaba la familia patriarcal. La legislación municipal del período se refiere claramente a la construcción y reglamentación de la propiedad privada. Se establece desde la cantidad de personas por cuarto hasta las posibles acciones legales contra inquilinatos insalubres, pasando por el blanqueo anual obligatorio de las paredes internas. En general esta legislación se orientó a lograr una mejora de las condiciones sanitarias y corregir las marcadas deficiencias habitacionales. No obstante, el numero de reglamentaciones fue reducido y al ser sus penas y multas poco severas, se alentó un creciente incumplimiento normativo. Interpretación ésta, que no .es compartida por De La Torre y Korn, quienes la rechazan amparándose en el análisis de las memorias municipales de la época. Entre tanto, el Estado Nacional se mantiene al margen de las construcciones de las casas de inquilinato, recayendo la misma en manos privadas. A pesar que hubo algunos intentos aislados de intervención municipal en la construcción de inquilinatos económicos, a efectos de permitir superar en parte la baja condición de vida de los sectores populares, hecho que provoca la airada oposición de algunos grupos políticos cercanos al gobierno. Algunos autores coinciden en señalar que la intransigencia social del régimen conservador en los primeros años del siglo XX, varía un tanto su punto de vista a causa de las reivindicaciones pretendidas por la Unión Cívica Radical y el Partido Socialista, especialmente después de la "huelga de inquilinos de 1907". Conflicto social organizado por una liga de inquilinos de conventillos de los barrios sureños de la ciudad y de las localidades bonaerenses de Avellaneda y Lomas de Zamora, que reclaman una rebaja del 30% en los precios de los alquileres, la eliminación de los tres meses de depósito exigidos por los propietarios, el mejoramiento de las condiciones sanitarias y una mayor flexibilidad en los vencimientos de los pagos y desalojos. Se calcula que la protesta contó con el apoyo y la participación de aproximadamente 100.000 personas, cuya principal medida fue dejar de abonar los alquileres. Pero luego de algunos meses el movimiento se fue diluyendo y los principales activistas, en su mayoría extranjeros y anarquistas, fueron encarcelados o deportados al serles aplicada la Ley de Residencia. Tiempo atrás, en su gestión administrativa al frente del gobierno municipal, Marcelo Torcuato de Alvear había impulsado un novedoso proyecto para la construcción de viviendas baratas con el fin social de ser adquiridas en propiedad por los sectores populares menos pudientes. Pero el proyecto había fracasado por el elevado precio de venta de las mismas y porque los más necesitados no podían acceder a los préstamos hipotecarios que el Estado nacional había comenzado a otorgar, debido a la falta de capacidad económica al carecer de ahorros previos para responder con el capital inicial requerido. Y aún cuando este primer requisito hubiese sido cumplimentado, el magro salario que por entonces percibían los trabajadores les habría impedido afrontar el pago del servicio crediticio. Más aún, este período se caracterizó por un marcado desfasaje entre el valor real del salario y el casi continuo aumento del alquiler de una habitación, debido a una mayor valoración de los materiales de construcción, al permanente aumento de la propiedad urbana, y/a la especulación rentística de los propietarios de inquilinatos; situación que derivaría, como vimos, en los graves enfrentamientos sociales que se suceden en los primeros años del nuevo siglo. A esta situación de creciente empobrecimiento se le suma el cobro impositivo con el que son gravadas las casa de alquiler colectivo. Contribución que era del diez por ciento, frente al dos por ciento de las casas de familia. Este gravamen que en un principio se basó en la 43
contabilización de puertas y ventanas internas y balcones que daban a la calle; no tenía en cuenta el valor territorial de la propiedad ni la ubicación del edificio, con lo cual los sectores burgueses eran los que más se beneficiaban con esta forma de construcción, ya que la carga impositiva recaía con todo su peso sobre los sectores más pobres. La expansión del tendido de vías férreas y la electrificación de la red tranviaria, conjuntamente con la reacción de un mercado privado de compra y venta de tierras y el nuevo ciclo económico basado en la estabilidad monetaria, permitió que una parte importante de los sectores populares vinculados con la actividad primarioexportadora, lograra hacia fines de siglo, un reacomodamiento salarial originando un corrimiento poblacional significativo hacia la periferia de la ciudad. Pero determinando al mismo tiempo que los grupos ciudadanos más pobres y carenciados debieran permanecer en los conventillos. A pesar que entre los años 1900 y 1914, el conventillo como fenómeno habitacional representativo de la época comienza a disminuir, al tiempo que mejoran las condiciones habitacionales de aquellos que perduran a lo largo del primer cuarto de siglo. Consideraciones finales El Conventillo es una manifestación urbana novedosa de la sociedad argentina que toma entidad propia en el último cuarto de siglo XIX, y que surge como respuesta a la conjunción más pobres y carenciados debieran permanecer en los conventillos. A pesar que entre los años 1900 y 1914, el conventillo como fenómeno habitacional representativo de la época comienza a disminuir, al tiempo que mejoran las condiciones habitacionales de aquellos que perduran a lo largo del primer cuarto de siglo. Consideraciones finales El Conventillo es una manifestación urbana novedosa de la sociedad argentina que toma entidad propia en el último cuarto de siglo XIX, y que surge como respuesta a la conjunción de factores internos y externos de la época de mayor crecimiento económico y demográfico que conoce el país. La inmigración ultramarina y su marginalidad económica, la falta de una infraestructura agraria capaz de absorber la mano de obra reclamada, la inexistencia de un mercado de tierras que permitiera el acceso a la propiedad de la misma por parte del inmigrante, el compromiso político de las sucesivas autoridades nacionales con los terratenientes absentistas que se negaban a subdividir las grandes propiedades y la creciente demanda habitacional no satisfecha por las carencias edilicias de una ciudad de rasgos aldeanos, son sólo algunos de los factores que coadyuvaron a desarrollar este fenómeno socio-cultural porteño. Posteriormente el hacinamiento y la promiscuidad conjuntamente con la aparición de los primeros grupos marginales y las enfermedades sociales, permiten tejer una "leyenda negra" sobre la forma de vida y algunas de las costumbres que toman cuerpo en el interior de estas viviendas. Y a pesar que en las primeras décadas del nuevo siglo se abre una etapa económica propicia, que alienta el establecimiento de buena parte de los sectores populares en las áreas suburbanas, la forma de vida del conventillo se prolonga en el tiempo, pasando a formar parte inseparable del folklore ciudadano y de la literatura porteña, que al promediar los años veinte comienza a revalorizar sus principales pautas culturales. Finalmente, en la década pasada se reaviva el tema al que ya se creía superado, a través del enfrentamiento de dos líneas interpretativas disímiles, acerca de la evolución histórica del conventillo ciudadano y su incidencia en la conformación de la sociedad porteña. Ambas corrientes esgrimieron posturas extremas y en apariencia irreconciliables por el manejo 44
potestativo de sus hipótesis y supuestos, impidiendo de este modo, una mayor y mejor comprensión del fenómeno a la luz de nuevos trabajos realizados sobre el período abordado. Pero en donde sí hubo uniformidad de criterios fue en considerar que el conventillo que había surgido como respuesta original frente a las necesidades habitacionales del país, en una época de plena formación de su tejido social, había pasado a marcar durante algo atrás de medio siglo, las diferencias sociales entre lo que se consideraba gente decente o "bacanes" y la gente de pueblo ó "gentuza". Separación social que lejos de consumirse en su propio fuego, se irradió con inusitada fuerza a partir del ingreso de inmigraciones de países limítrofes y del corrimiento poblacional interno de los años cuarenta, hacia todas las manifestaciones políticas, sociales y culturales que caracterizarían buena parte de la vida argentina a lo largo del presente siglo. CUADRO 1 AÑOS 1874 1875 1876 1877 1878 1879 1880 1881 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891
INMIGRANTES 68.227 42.036 30.965 36.325 42.958 55.165 47.484 41.615 51.503 63.243 77.805 108.722 93.116 120.842 155.632 260.909 110.549 52.097
EMIGRANTES 21.340 25.578 13.487 18.350 14.860 23.696 22.374 20.377 8.720 9.510 14.444 14.585 13.907 13.630 16.842 40.649 80.219 81.932
Fuente: Ernesto Tourquist: El desarrollo económico de la República Argentina en los últimos cincuenta años. Bs. As., 1920 CUADRO 2 AÑO NUMERO DE CONVENTILLOS 1880 1770
NUMERO DE HABILITACIONES 24.023
HABITANTES
1883 1868 1887 2835 1890 2249
25.465 SIN DATOS 37.603
64.156 116.167 94.743
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51.915
1904 2462
43.873
138.188
Fuente: José Pannettieri: Los trabajadores. Bs. As., 1968 BIBLIOGRAFÍA Arredondo, Manuel. Croquis bonaerense. La Vasconia. Buenos Aires. 1986. Bagú Sergio. Evolución histórica de la estratificación social en la Argentina. Buenos Aires. 1961. Beccar Varela, A. Torcuato de Alvear, primer intendente municipal. Municipalidad de Buenos Aires, Buenos Aires. 1926. Botana, Natalio. El orden conservador. Hyspamérica, Buenos Aires. 1986. Cortés Conde, Roberto. El progreso argentino. Sudamericana, Buenos Aires, 1 979. De la Torre, L. Y Korn, F. La vivienda en Buenos Aires 1887-1914. Desarrollo Económico V.25, 98: 14-38. 1985. Ferrer, Aldo. La economía argentina. Fondo de Cultura Económica, México. 1963. Gallo, Bartolomé. Historia del sainete nacional. Buenos Aires. 1959. Gallo, E. Y Cortés Conde R. La República conservadora. Hyspamérica, Buenos Aires. 1986. Gutiérrez, Leonardo. Condiciones de vida material de los sectores populares en Buenos Aires 1880-1914. Revista de Indias 163/164: 34-58. 1981. Guy, Donna J. - 1994. El sexo peligroso, la prostitución legal en Buenos Aires 1875/1955. Sudamericana, Buenos Aires. García Heras, Raúl. Transportes, negocios y política: La compañía Anglo Argentina de tranvías (1876-1951). Sudamericana. Buenos Aires. 1994. Segundas y Terceras Jornadas históricas de la ciudad de Buenos Aires. 1985/1986. Material aportado en distintas ponencias. Tema: La salud y la vivienda en el Buenos Aires de principios de siglo. Boletín del Instituto Histórico de la ciudad de Buenos Aires, Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires. 1985-1986. Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires y Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA). La arquitectura en Buenos Aires 1850-1880. Cuadernos de Buenos Aires. XLI, Buenos Aires. 1972. Paez, Jorge. El conventillo. Centro editor de América Latina. Buenos Aires. 1970. Panettieri, José. Los trabajadores. Centro editor de América Latina. Buenos Aires. 1982. Programa de desarrollo del Conventillo. Política municipal para la vivienda popular (Trabajo interdisciplinario de desarrollo social entre Argentina y Francia). Comisión Municipal de la Vivienda, Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires. Buenos Aires. Pucciarelli, Alfredo. El capitalismo agrario pampeano, 1880-1930- Hyspamérica. Buenos Aires. 1987. Sabato, Hilda. Trabajar para vivir o vivir para trabajar: empleo nacional y escasez de mano de obre en América Latina. Alianza. 1985. Sabato, Jorge Federico. La clase dominante en la Argentina moderna, formación y características. Grupo editor latinoamericano. Buenos Aires. 1988. Scobie, James. Buenos Aires, del centro a los barrios 1870-1910. Solar. Buenos Aires. 1971. Spalding, Hobart. La clase trabajadora argentina (documentos para su historia 1890-1912). Galerna, Buenos Aires. 1970. Suriano, Juan. La huelga de inquilinos de 1907. Centro editor de América Latina, Buenos Aires. 1983. Tornquist, Ernesto. El desarrollo económico de la República Argentina en los últimos cincuenta años. Buenos Aires. 1920. Yujnovsky, Osvaldo. Políticas de vivienda en la ciudad de Buenos Aires 1880-1914. Desarrollo Económico 54: 12/41. 1974.
El presente trabajo ha sido registrado en la Dirección Nacional del Derecho de Autor bajo expediente N° 430939. * Trabajo presentado en el III Congreso Latinoamericano de la Universidad de Varsovia y el Centro de Estudios Latinoamericanos (CESLA) dependiente de dicha casa de estudios. Y llevado a cabo entre los días 16 y l8 de junio en la ciudad de Varsovia, Polonia.
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EX CLUB HOTEL EL SIGUIENTE ARTÍCULO ES UNA SÍNTESIS DEL TRABAJO PUBLICADO FOR LA MUNICIPALIDAD DE TORNQUIST, EN LA REVISTA HISTORIAS DEL PARTIDO Y DA A CONOCER CÓMO ERA LA VIDA COTIDIANA EN UN HOTEL DE LUJO UBICADO EN SIERRA DE LA VENTANA, A FRINCIFIOS DEL SIGLO XX.
El Dr. Félix Muñoz, afamado especialista en enfermedades de vías respiratorias encontró en las Sierras de la Ventana un clima realmente puro y sano que daría la posibilidad de una cura de aire para pacientes asmáticos, con afecciones pulmonares, nerviosas, artríticos, etc. Haciéndose eco de este pensamiento, Don Manuel Láinez, propietario de la zona, interesa al Sr. Percy Clarke, quien en aquellos tiempos se desempeñaba como gerente de la Cía. Británica F.C.S. para que en ese lugar se levantara un centro de salud. Mas la compañía vio la posibilidad de dar a luz un proyecto que se estudiaba desde hacía ya tiempo atrás, de construir edificios para hoteles en determinados parajes del trayecto que recorrían sus líneas y como una forma de contribuir al aumento del tráfico de pasajeros. Como así otorgar mayores comodidades a la permanencia en sitios veraniegos y de gran movimiento comercial. El Directorio de F.C.S. había seleccionado unas 70 hectáreas cedidas posiblemente en acciones por Manuel Lainez, de su establecimiento "Las Vertientes". El predio estaba enmarcado por los arroyos Las Piedras y Belisario. En esa superficie el F.C.S. establecería un gran Hotel de Descanso y Placer para los altos funcionarios abocados a la construcción de la redes ferroviarias de Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia. La construcción se remonta a 1904 y en 1909 se constituyó una Sociedad Anónima que se denominó en aquel tiempo Compañía de Tierras y Hoteles de Sierra de la Ventana. El complejo hotelero fue inaugurado el 11 de Noviembre de 1911 en una magnífica fiesta. Los automóviles grandes con capacidad solamente para 12 pasajeros resultaron insuficientes para trasladar tamaña cantidad de gente deseosa de conocer la "maravilla del siglo", mote que con autenticidad subrayó el General Julio Argentino Roca. Lo más selecto de la sociedad argentina y extranjera dieron lucimiento a la estupenda pompa que marcó el inicio de este coloso parangón patrio en Sudamérica. En un marco imponente, donde el pabellón patrio flameaba al tope de la Torre-Mirador junto a decenas de banderas de países amigos; se iniciaron los actos a las 10 hs., con una misa de campaña, ubicándose el altar entre el amplio espacio ofrecido por el andén de la pequeña estación y la sala de recepción. La bendición de las instalaciones tuvo efecto en una emotiva ceremonia, de la que participaron unas 1.200 personas que siguieron con una oración, el primer ofrecimiento elevado a Dios, en ese lugar maravilloso donde el paisaje enmarcaba el espectáculo. Luego de las ceremonias religiosas y de los discursos pronunciados por el Embajador de Inglaterra, Lord Barington, por el presidente de la Compañía de Tierras y Hoteles de Sierra de la Ventana Don Samuel Hale Pearson y del Dr. Manuel Láinez en representación del Gobierno de la Nación, a las 13.30 hs., se sirvió el suntuoso banquete de inauguración: centenares de mesas lujosamente vestidas con vajilla de plata y porcelana del más ortodoxo estilo renacentista, cubrieron el gran comedor, el hall, el solarium y la sala de recepción, siendo atendido el servicio por personal especializado del Plaza Hotel de Buenos Aires, que, por otra parte siempre cumplió con esa misión hasta el cierre definitivo.
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EL MENÚ Pavita fría Mousse de Jamón Canapés de Champignones a la crema Petits áspic de jamón Abanico de jamón a la María Antonieta Cocktail de pescado Gelatina de pavita con ensalada Waldorf Pejerrey relleno de atún. Palta con Salsa Ketchup. Patitos al escabeche Langosta a la Parisiense Salpicón de pescado a la mayonesa Canapés de Caviar Langosta a la americana Lenguado a la crema Pavo a la York Pavo nuit de Noel Perdices a la crema Pollitos a la Ambassador Pollitos deshuesados al champagne Lomo a la Tudor Costillas de cerdo con lomo a la cerveza Paleta de ternera rellena a la jardinera Peceto con salsa de guinda Ternera á la Marengo Perdices en escabeche Salpicón de cangrejos Tarteletes de langostinos Pollo al champignon Souflé de espinacas Lomo relleno a la jardinera Pollitos deshuesados Espárragos con Salsa Mousseline Bifes de lomo a la jardinera Cazuela de Mariscos Centolla a la rusa Corvina a la provenzal Cima de pavita a la rusa POSTRES Gateau Mocka Imperial ruso con helado y mermelada Copa Helada Fasta de almendras merengadas Gateau de frutillas 48
Polonais Imperial Sambayón Gateau de duraznos al chantilly Frutillas a la crema Arrollado de frutillas al chantilly Crepés Suzettes Mil hojas merengados Almendrado al Charlotte Marronús Glace Dátiles Duraznos al natural con dulce de leche Ananá con crema Chantilly Bombones Helados Mont Cervin Cassatas Macedonia de frutas al maraschino Chocolate Cadbury a la Marquise BEBIDAS Vinos: Borgoña - Cliquod - Pinot Burdeos - Rhin Riesling Mosela - Rhoden Rose Cerveza Escocesa Cerveza Estrasburgo Especial Chopp Schneider Cocktail de Jugo de Frutas Café - Ceyland Thea Cigarros Doble Corona Whisky Escocés Chivas Reagal Coñac de France Rhun de Jamaica y Maracaibo Champagne: Pomery Cliquod Saint Emilion Duc de Saint Remy Saint Cloud La obra edilicia fue confiada a un experto y responsable constructor italiano, residente en Bahía Blanca desde hacía varios años: Antonio Gherardi. Sus características arquitectónicas eran del más rancio estilo europeo y respondían al imperio de "la Belle Epoque". Dos grandes salas que rodeaban un amplio patio central y se abrían a través de numerosas ventanas para incorporar y permitir la entrada del sol. La guía publicitaria editada por "El Ferrocarril del Sur" expresa: "La disposición del plano del hotel es muy sencillo. Todas las habitaciones reciben luz y aire directamente del 49
exterior y el edificio, situado en medio de un parque que participa de los estilos francésinglés, forma un cuerpo prolongado de cuyos extremos parten, formando un ángulo recto dos salas que encierran un amplio jardín preparado para los juegos al aire libre. Las habitaciones tienen ventanas todas ellas, de modo que todos los pasajeros pueden desde sus cuartos, contemplar el panorama admirable de la montaña". Su gigantesca construcción contenía las siguientes comodidades: GRAN HALL DE ENTRADA Y SALA DE RECEFCIÓN. - GALERÍA SOLARIUM: Se utilizaba como sitio de descanso, de lectura y conversación. Corría a lo largo del comedor y estaba amoblada con cómodos muebles de industria inglesa. - GRAN HALL COMEDOR O RESTAURANTE: Enorme salón, decorado con sencillez elegantísima, al congregar a la hora de las comidas a todos los huéspedes del hotel. Veía animada la reunión por un programa musical exquisito ejecutado por una orquesta combinada con elementos de primer orden. - SALON DE FIESTAS: Con 150 butacas donde se proyectaban las primeras películas y actuaban las principales figuras del teatro de entonces. - ENTREPISO USADO PARA JUEGO DE NAIPES Y NIGHT CLUB. - LAS SALAS DE JUEGO: Se encontraban relativamente aisladas del cuerpo central del hotel y tenían capacidad para un buen número de mesas. Durante el día recibían luz por unas amplias ventanas que daban al parque y por la noche estaban profusamente iluminadas con luz eléctrica. La sala de ruleta constaba de 4 mesas; el mismo número de mesas poseían las dos salas de Punto y Banca. Un bar, muy cerca de la sala de juego, aseguraba un rápido y eficiente servicio. - POSEÍA TAMBIÉN: - Enfermerías - Farmacia - Sala de Planchado - Peluquerías en la Planta Baja - Amplio gimnasio cerrado - Torre mirador desde cuya altura se dominaba toda el área serrana - Depósitos en el subsuelo con una superficie de mil metros cuadrados. - Contaba con 173 habitaciones con su mobiliario y ropa de cama completa y con calefacción. Poseía cuatro suites compuestas de: dos dormitorios, cocina comedor y baño. - Estaba dotado con 58 baños completamente instalados con agua caliente y fría. - Gran cocina - Un cervecero con capacidad para 300 litros de cerveza por sistema de refrigeración trasladaba el líquido a los servicios instalados en el salón comedor y bar. - Aledaño a la gran cisterna que proveía de agua potable al complejo, se ubicaba un gigantesco lavadero y secadero de ropa: contándose con un amplio local de planchado y depósito para ropa de cama y la utilizada por el personal de servicio. - Cámaras frigoríficas - Grandes cámaras para la calefacción central - Gran andén cerrado Así mismo se solicitó y se obtuvo la autorización del Gobierno de la Provincia para construir un ferrocarril económico de aproximadamente 12 km. de largo. La trocha era de 50
75 cm. siendo la tracción a vapor. Con fecha 11 de septiembre de 1912, el presidente de la sociedad Anónima Tierras y Hoteles de Sierra de la Ventana, Don Samuel Pearson comunica a la empresa, que el directorio había aprobado la donación de todos los terrenos necesarios para la vía y la estación del ferrocarril económico; que a pedido de los interesados, había proyectado construir el F.C.S., entre la estación y el Club Hotel. El 30 de Noviembre de 1914, se inaugura este ferrocarril económico, entre la estación y el Club Hotel donde se llegaba a un muy buen cuidado andén, en una pequeña estación con sala de espera y columnas de luz, que de noche daban un aspecto maravilloso. Por una avenida franqueada por especies forestales y valiosos rosales, se ingresaba al gran hall y de ahí a la sala de recepción donde el mayordomo del establecimiento ofrecía a los visitantes una copa de champaña - en temporada estival - o un buen coñac, de las mejores cepas que producía Francia, si era época invernal. Independientemente este gigantesco complejo hotelero contaba con: - Gran pabellón para personal compuesto de 16 habitaciones: cocina - despensa - salón comedor - 6 baños. - Una confitería sobre la margen derecha del arroyo Las Piedras, a la cual se accedía por un puente de hierro. Allí se servía a los visitantes todo tipo de bebidas. El famoso té a la Ceilandesa y panqueques de miel que era una especialidad del "gourmet" - Una capilla de un solo ambiente, con un magnífico altar tallado en roble con la imagen de la Santísima Virgen María y todos los ornamentos indispensables para su funcionamiento. Su interior, hasta una altura de 3 mts., estaba revestido con finos cuadriláteros de mármol de carrara jaspeados, cielorrasos de madera machimbrada de pinotea y el piso era de lajas serranas espléndidamente trabajada. Se hallaba ubicada al pie del Cerro Manantiales. - Gran Usina a Vapor: Establecida en un edificio de piedra con ladrillos fabricados a máquina (ver Fábrica de ladrillos) con una superficie de 70 mts2. Se componía de dos calderas a vapor y dos colectores verticales para diez toneladas de agua/hora. Esta súperusina (para la época) y en pleno desierto producía toda la energía eléctrica consumida por el hotel, instalaciones complementarias y el gran parque. - Toma de agua: Proveía el caudal hídrico suficiente para abastecer en cantidad y calidad el agua a ser consumida por el complejo. - Gran cisterna con capacidad para 12 millones de litros utilizados para provisión de agua. marca BALCOCK y WILCOX AGAR CROSS; dos generadores WESTINGHOUSE con una potencia instalada de 500 hp. vapor. Detrás de la gran cisterna levantaban su gigantesca estructura dos galpones. - Galpón N" l: Se hallaba instalado el molino harinero con todo su complejo maquinario; depósito de trigo a granel, moledora, cernidoras, máquinas clasificadoras y el complejo de panadería con: mezcladoras, amasadoras, sobadoras, hornos de cocción y depósitos de los diferentes tipos de pan que se producían, y contiguamente, un sector que estaba destinado a la fábrica de fideos. - Galpón N° 2: En su amplísima superficie, este depósito se destinaba principalmente a cubrir los siguientes . elementos del complejo: a) Depósito de vehículos de paseo: como berlinas, lando, volantas, sulkys y de transporte como carros de diferentes tipos, breacks, carros horneros, charrets, contándose asimismo en esa área con una muy completa y bien provista herrería, que no sólo atendía las reparaciones de los vehículos sino que tenía artesanía propia y cubría toda la gama del equipo de rodaje. 51
b) Un complejo depósito de arneses c) Una gran carpintería d) Un sector destinado a la Apicultura e) Otro sector destinado al depósito de todas las herramientas utilizadas en el área de Granja. Como complemento de una obra de sensacional envergadura nos resta aún describir ese gran parque que ocupa una superficie de 126 hectáreas. Enmarcado dentro de feraces y pintorescos valles serranos, el parque contaba, dentro de su área, con motivaciones de diferentes índoles que le daban una estructuración realmente sensacional: - Gran cancha de golf de 18 hoyos ubicados detrás del arroyo de Las piedras y hasta las primeras estribaciones de las serranías del lote Manantiales. - Cancha de Fútbol. Entre el andén de la estación de pasajeros y la margen derecha del arroyo de La Piedras se implementó una bien cuidada cancha de fútbol de medidas reglamentarias, la que contaba con vestuarios y baños. - Canchas de Tenis: Este deporte tan promocionado en aquella "belle Epoque" contaba con 3 hermosas canchas construidas con los más modernos elementos; piso para el cual no se usaba el clásico polvo de ladrillo sino nada más y nada menos que el ripio fosilizado de la Sierra de la Ventana. - Hipismo: Este deporte estaba muy de moda en aquella época de principios de siglo. Por ello se estableció sobre la margen derecha del arroyo que baja de la Fuente de Bautismo, un picadero con todas las comodidades, con sus bien montadas caballerizas, sus pistas de "vareo", sus vallas de salto y los cuidadores de las caballerizas. - Piletas de Natación: No podían faltar en tan sofisticado Complejo, las tradicionales piletas de natación, que eran el complemento de cualquier club. - Paseos: Un punto importante del programa de la vida en el Club Hotel eran las excursiones a los alrededores a las sierras, poblaciones y estancias. En el hotel había siempre a disposición de los huéspedes coches y caballos para realizar excursiones. Baqueanos acompañaban a los turistas en sus excursiones a las sierras y enseñaban los puntos más pintorescos. - Granja: Que contaba con todos los elementos de la tecnificación de entonces. - Huerta: Producía todo tipo de verduras adaptables al medio serrano. - Carnicería y Cámara Frigorífica: La carne que se consumía en el establecimiento provenía de cría de ganado propio - Gran Parque: Fue implementado bajo la responsabilidad de técnicos de botánica, ingenieros agrónomos y técnicos en parquización paisajística; la parquización comprendía unas 120 hectáreas, con una extensión superior a los 3 km., donde se implantaron una especie de ligustrina muy usado en los parques de los castillos europeos, grandes avenidas con pinos, cedros, abetos, eucaliptos y olmos. - Fábrica de Ladrillos: Gracias al espíritu creativo de D. Ernesto Tornquist se solucionó el mayor problema con que se contaba, ya que los miles y miles de ladrillos que se necesitaban para tamaña obra no podían ser trasladados del centro más poblado que en este caso era Bahía Blanca. En uno de sus viajes a Europa, en Checoslovaquia precisamente, adquirió una Fábrica de Ladrillos a máquina, de las rimeras implementadas en el mundo y que fue instalada en La Plata. Tornquist firmó un convenio con la S.A. comprometiéndose a proveer los ladrillos necesarios para la construcción, trasladando un ala de la fábrica a los terrenos donde se 52
levantaba el complejo, a escasos metros del arroyo que baja de la Fuente del Bautismo. A pesar de los detalles de buen gusto y a la estilizada línea Tudor, el hotel funcionó solamente durante seis años. Después que fuera inaugurado el trencito de trocha angosta, comenzó a notarse una reducción considerable en el número de pasajeros que frecuentaba el Hotel. Durante el año 1913, empezaron a presentarse, con carácter alarmantes, las primeras manifestaciones de una depresión económica en el mercado de los negocios, que se particularizaba principalmente por la restricción en los descuentos bancarios y las dificultades consiguientes en el uso del crédito. Luego se produjo la baja en los cambios sobre el exterior y la guerra en los Estados Balcánicos, que creó también una situación delicada. La gran guerra Europea, que estalló en agosto de 1914, trajo consecuencias fatales y todo el mundo se empeñaba en economizar, eliminando los gastos que, lógicamente, pudieran ser suprimidos. El Hotel estaba trabajando a pérdidas, y la gota que colmó el vaso fue una ley dictada por el Presidente Hipólito Yrigoyen, tendiente a reprimir los juegos de azar, disponiendo el cese de actividades de todas las salas de este tipo que había en el país. Esto sucedió el 3 de noviembre de 1917. En ese mismo año el Hotel entró en liquidación, hasta que fue definitivamente cerrado el 14 de marzo de 1920, el ramal se clausuró el 21 de marzo y su concesión fue cancelada definitivamente, por el gobierno de la Provincia, el 30 de noviembre de ese mismo año. Comenzó para el hotel una nueva etapa. Parte de las instalaciones pasaron a poder de la Sra. Emilse Davis de Sangford, luego de su fallecimiento fue heredada por su hija Sara Sangford. Transcurrieron 20 años de olvido y silencio; las malezas cubrieron el ramal ferroviario, invadieron los jardines y caminos aledaños. Pero a pesar del abandono, el edificio se mantuvo intacto en su estructura y mobiliario. El gobierno de la provincia, en el año 1940 inició las gestiones para adquirir las dependencias, en 1942 viajó a la Argentina, Sara Sangford y vendió la propiedad en 500.000$. Ni bien pasó a manos del gobierno provincial, los propios funcionarios vaciaron la bodega y en un corto plazo, el hotel se vio sumido en el despojo. A partir de allí, comenzó un constante saqueo de elementos. Durante la 2da. Guerra Mundial, fueron internados en sus dependencias 330 tripulantes del GRAFF SPEE, acorazado alemán, hundido en la batalla del Río de la Plata. Los marinos alemanes se alojaron dentro del edificio y los ejecutivos del Ejército Argentino, a cargo de la custodia, en tiendas de campañas. El señor Alfredo Tetzner, sobreviviente de aquel grupo manifestó que encontraron las instalaciones en buen estado pero con mucho polvillo, completo el mobiliario de roble italiano y aún se conservaban las sábanas y manteles de hilo, la vajilla de plata y porcelanas Severes, Limoges y Sheffield. A los tres días de instalados hicieron funcionar la usina y la toma de agua con dos motores de los botes salvavidas utilizados por ellos. Cada uno tenía un trabajo prefijado, de acuerdo con sus conocimientos o habilidades. Había cocineros, mozos, leñeros, jardineros, músicos etc. El entrevistado era el Jefe de compras o ecónomo. Traían comestibles de Bs.As., manzanas de Neuquén y adquirían productos en las granjas aledañas. Su tiempo libre lo dedicaban a practicar deportes y a arreglar el jardín. 53
En la sala de los espejos, los sábados a la noche, cada 15 días ofrecían un concierto ejecutado por la Banda del Almirantazgo del acorazado, estos conciertos fueron famosos y acudía gente de toda la zona. Con la misma banda amenizaban espectáculos en la región, especialmente en las colonias de Coronel Suárez. Finalizó la guerra y en enero de 1946 dejaron el ex Club Hotel. Tras el alejamiento del mencionado grupo se inició su decadencia provocada por un insólito despojo que concluyó con el desmantelamiento total del edificio. Pero el robo no fue suficiente; hubo también acciones alevosas de destrucción, donde el daño ocasionado fue irreparable e inútil. Columnas arrojadas por el camino, trozos de espejos y mármoles arrancados de las magnificas escalinatas. Muchísimos visitantes se llevaron un recuerdo y no fueron denunciados. Curiosamente, a pesar de la magnitud del robo, jamás hubo una denuncia, ni una investigación, ni se demandó ante ningún estrado judicial la sanción de los culpables. Ningún funcionario se enteró. La severidad del paso del tiempo y la falta de servicio de mantenimiento se hicieron sentir también en la estructura interna del edificio. En la década del 60 el antiguo Club Hotel se convirtió en sede del Centro de Estudios de Ingeniería Forestal y Corrección de Vertientes "FLORENTINO AMEGHINO", dependiente de la Facultad de Agronomía de la Universidad de la Plata. En este período se iniciaron tareas de reestructuración. Las principales refacciones se efectuaron en la parte central. Se apuntalaron los techos, el primer piso había sido destinado a alojamiento de profesores y técnicos y una de las alas para aulas, dormitorio de estudiantes y comedor. Los 200 m² de sótano se transformarían en cocheras, taller mecánico y depósitos. Proyectos...Dinero invertido en refacciones...Tarea inconclusa...Nuevamente el abandono. A comenzar el año 1979 comenzaron algunos actos de demolición del ex complejo hotelero. De tal modo empezó a acelerarse la destrucción de lo que podría ser un incomparable testimonio histórico-cultural arquitectónico. La medida fue dispuesta por el Ministro de Asuntos Agrarios de la Provincia, y la madera y las chapas extraídas se utilizaron para efectuar reparaciones en el hospital de Tornquist. Se promocionó como única e incomprensible alternativa, la demolición. Así iba a culminar el penoso ensañamiento de la ignorancia y la barbarie sobre una obra de particulares valores estéticos e históricos. En el sector aledaño, mientras tanto, con inusitada celeridad se efectuó la tala del bosque, la madera fue vendida en una licitación. El 2 de febrero de 1980 se aprobó la venta del hotel por parte del Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires, a la Sociedad Anónima Comercial e Industrial, "Frigorífico Guaraní" de acuerdo con la autorización del Poder Ejecutivo Provincial correspondiente a la Ley 9.487. Las autoridades de la empresa adquirente dispusieron la rehabilitación del edificio con la expresa condición de utilizar incluso las maderas y mármoles del tipo de los que se utilizaron en la primitiva construcción. Iniciaron gestiones ante el Ministerio de Bienestar Social para la rehabilitación del Casino. Manifestaron su intención de construir un polo turístico, destinado a complementar las posibilidades que ofrece la zona en cuanto a variedad de paisaje. Proyectaron la creación de cotos de caza y la siembra de salmónidos. La tarea de reconstrucción se fue llevando a cabo, restaurando un sector de la fachada y las 54
paredes de la amplia sala donde funcionó el casino. Trabajaron unas veinte personas en el ala izquierda construyendo una gran playa de estacionamiento subterránea. La esperanza de remodelación y restauración se proyectaba como una realidad concreta. Pero de pronto, en medio de la oscuridad, en las primeras horas del viernes 8 de julio de 1983, el hotel se convirtió en una gigantesco monstruo ígneo que se retorcía lanzando mil lenguas de fuego crepitante. En esa fría y húmeda madrugada los árboles mudos contemplaron impotentes como el coloso de madera y cemento se desplomó totalmente envuelto en llamas, y se fue consumiendo hasta reducirse en escombros y cenizas. Cuando llegaron los bomberos comprobaron que la tarea de extinción era infructuosa. Quedaron muchas dudas sobre el origen del siniestro. Algunos estiman que fue accidental, otros creen que fue intencional. La verdad nunca se sabrá. HISTORIAS DEL PARTIDO. DIRECCIÓN DE TURISMO MUNICIPALIDAD DE TORNQUIST SIERRA DE LA VENTANA Fuentes Consultadas - Historia del Ferrocarril del Sud. - Archivos de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Tornquist. - Archivo propio Oficina de Turismo. - Vecinos de Villa la Ventana y Sierra de la Ventana.
LOS ESPACIOS DE LA VIVIENDA Reproducimos en esta oportunidad una síntesis del trabajo del Arquitecto Carlos Moreno y sus colaboradores sobre las espacios de la vivienda, ya que éste es el ámbito propio de lo privado y lo cotidiano. Nos ubica en la vivienda bonaerense de las épocas colonial e independiente describiendo no sólo el espacio interior, sino además el Mobiliario, los patios y cocinas, etc. Y estableciendo la diferenciación entre viviendas urbanas y rurales. LOS INTERIORES EN EL RÍO DE LA PLATA En los primeros años del Buenos Aires colonial poco es lo que se puede componer en los interiores; Los elementos eran los pocos muebles y arcones traídos de Europa, más adelante se les agregaron los que se importaban desde el Brasil. Interiores con pisos de tierra apisonada cubiertos a veces con alfombras, con oscuros muros de barro sin enjalbegar, sólo algún cuadro, espejos y las colgaduras tratando de contener el frío viento exterior. Luego, con los años y la posibilidad de acumulación que tenían los elementos muebles, los interiores se fueron complejizando tomando protagonismo sus componentes; éstos se iban adecuando dentro de las limitaciones, a la moda de España. La situación se modificó substancialmente desde mediados del siglo XVIII con la reapertura del comercio. El hecho de que los muebles, colgaduras, cuadros, vajillas y otros elementos del arreglo interior, fueran piezas relativamente pequeñas, durables, transportables, de fuerte atractivo visual y 55
por sobre todas las cosas agregables, permitió una constante adecuación a las necesidades de equipamiento interior facilitando la inserción en ambientes que a pesar de ser básicamente simples, se iban transformando con el correr de los tiempos. Habitaciones que se vestían con distintas calidades sobre una misma caja muraria; había ambiente, preparados para recibir y mostrar, donde los objetos y su calidad tenían fuerte significación, u otros simplemente equipados para la sencillez del uso diario. Muebles de Paraguay o Brasil labrados en maderas de cedro, o los más finos con jacarandá o palo santo. Modernos muebles europeos o las simples sillas norteamericanas de caoba maciza. Alfombras de Turquía, o las de trapo rizado que en verano se levantaban para ser reemplazadas por frescas esteras de la India. En suma, una gran variedad de elementos con orígenes y gustos distintos. La vivienda fue consolidando su uso y equipamiento con una constante búsqueda de confort y una mayor expresión del prestigio social. Los ambientes resultaban de la síntesis entre lo europeo refinado, deseable pero muy lejano, y lo criollo adecuado a esta tierra americana; las casas principales estaban equipadas con muebles y sus paredes aderezadas con colgaduras, cuadros y otros ornamentos... "los otros dos ángulos están ocupados, el uno por una mesa de madera donde siempre hay una bandeja para tornar el mate y el otro por un armario con dos otros estantes adornados con algunas lazas y platos de porcelana. Generalmente estas salas no tienen piso adecuado, ni cielorraso viéndose era el interior los soportes del tejado". (1) Años después, Lina Beck Bernard nos cuenta como vio los interiores de la casa de familias de buen nivel donde habían sido realizados algunos cambios: se habían comprado nuevos muebles a la moda, pero aún persistían los gustos por algunos viejos valores muy arraigados como fue la sencillez. Una dualidad reflejada por una sociedad en cambio, que podía mostrar: salas muy bien puestas, con buenos muebles y también dormitorios elegantes, generalmente contiguos a la sala. En los dormitorios podían verse un soberbio lecho de bronce y cortinas de seda. "(...) Un gran armario con espejo y tocador cubierto de mármol blanco. (...), pero 1as gentes de la casa no acostumbran servirse de estos lujos, duermen en otra pieza, sobre un catre de lona. En un rincón del cuarto que llaman aposento; se encuentra casi siempre un Niño Jesús de madera pintada o de cera" (2). La misma dualidad que también fuera resuelta con la creciente influencia de los modelos ingleses y especialmente los franceses que tanto prestigio tuvieron. Un ejemplo de arreglos interiores en uso fueron los de la casa de Rosas en Palermo: las cuatro habitaciones de Manuelita ocupaban la parte del oeste, con pisos de baldosas relucientes y... "amueblado al estilo ingles, con una cama alta de caoba a cuatro columnas, almohadas y toallas de hilo fino adornadas con puntillas del Paraguay, palangana de plata, una lámpara de porcelana blanca y una buena alfombra en el piso- todo una rareza en las casa porteñas. (..) eI toilette era sencillísimo, un aparador con espejo cubierto con una gran toalla tejida de hilo festoneado con encaje de las provincias, un pequeño sofá, sillones y sillas tapizados con fundas de género blanco, en la sala de recibo tenía un piano (...) la habitación de Rosas estaba amueblada con una gran cama de bronce, un armario en la pared y sobre una estufa un gran espejo, enfrente de la cama un escritorio y en el medio de la pieza una mesa llena de expedientes. Dos chiffoniers de caoba en uno de los cuales guardaba sus dineros particulares y en e1 otro los del estado. "(3) Una larga lista de elementos para servir la mesa que parecen contradecir las imágenes que nos muestran las distintas iconografías de época, donde el mate era el único protagonista de una reunión social. Creemos que estas imágenes contrapuestas deben ser leídas con cierto cuidado ya que aquellos artistas -en su mayoría extranjeros debieron plasmar a través de la 56
pintura los valores románticos, y el carácter pintoresco de tomar el mate bien pudo sintetizar un aspecto singular de la sociedad porteña. Los diferentes materiales y orígenes de las vajillas dan cuenta de la dimensión del comercio rioplatense de aquel entonces donde aparecían: Lozas de la China...; y a ésta agregaban las de Sajonia, Inglaterra, Holanda, Francia, Génova, Portugal y Chile. La loza de España provenía de Talavera, Sevilla, Málaga, Madrid, Valencia y Murcia. A estas importaciones se sumaban también otros materiales de producción regional como los de barro cocido, los de cobre de Chile o las platas labradas del Alto Perú. Pero a pesar de la diversidad de procedencias, las lozas eran un producto caro y escaso. En muchas ocasiones solían utilizarse en su reemplazo las piezas de plata labrada. Las familias de la alta sociedad usaban una vajilla de loza para determinadas ocasiones y otra más rústica y económica para diario, siempre servidas sobre finísimos manteles con sus servilletas. "La mesa cubierta con un mantel (...) había un número suficiente de platos, el vino se tomaba en vasos, nadie tomaba el vino en copas, una gran jarra con agua, en las casas menos acomodadas se servia el vino para todos en un solo vaso o dos cuando más...mientras se comía a 1as dos de la tarde la puerta de calle permanecía cerrada, después de comer se dormía la siesta". (4). ... "Nuestro comedor de antaño se mantuvo por muchos años siendo simplemente una pieza completamente desprovisto de todo adorno y de cuanto pudiera llamarse confort. Sin embargo recibían al que llegaba a la hora de almorzar, comer o cenar; con ese franco agasajo y afabilidad peculiar a nuestro país especialmente en aquellos tiempos de frugalidad y sencillez sin ruborizarse por la falta de moblaje (...) pieza espaciosa en e1 centro una mesa de pino larga y angosta pintada si o no, muchas veces en lugar de sillas un par de bancos y una silla en cada extremo, asiento de preferencia que se cedía siempre a1 huésped. " LOS INTERIORES RURALES Donde por muchos años permanecieron los valores de la sencillez, fue en el medio rural, que no era por esa época un lugar que tuviera que mostrar el prestigio de los propietarios. El simple rancho, generalmente una habitación única para toda la familia. "En las casa del capataz y los peones, el mobiliario se compone de un barril de agua, una pava para hervir e1 agua para hacer la comida, una guampa (cuerno de vacuno) para beber y algunas estacas para poner el asado a1 fuego. Como asientos se usan de ordinario cabezas de vaca, pero algunos tienen banquillos fabricados, asientos y camas. Estas últimas consisten en un armazón de madera con cuatro patas sobre las que se ha tendido un cuero y que se levanta un pie sobre el suelo. Los peones duermen por lo general sobre el suelo, sobre sus recados. " (5). Los interiores de las casas rurales fueron muy pobres y con un equipamiento comparable al que se pudo tener en las casas del siglo XVI. Azara nos cuenta como "esos pastores no tienen ordinariamente en sus casas otros muebles más que un barril para ir a buscar agua, un cuerno para beber; palos puntiagudos, para asar la carne y una chocolalera de cobre para calentar el agua". LOS PATIOS El patio, un espacio abierto alrededor del cuál se efectuaba la organización de los ambientes y donde además se podían ventilar e iluminar sus interiores, tuvo su origen en las antiguas culturas mesopotámicas. Este espacio sin cobertura pero contenido en sus lados, sirvió de 57
apoyo para las actividades complementarias de los interiores cerrados. El patio estaba protegido del exterior pero a la vez participaba de su luz y aire. Muchas veces, el ambiente iluminado de sol del espacio abierto fue regulado con elementos verdes sobre tramas, con toldos o construcciones más sólidas como los peristilos o las más simples galerías; componentes arquitectónicos que posibilitaban situaciones intermedias. El patio fue el espacio a escala familiar tanto como la plaza lo fue de la comunitaria. Un espacio que recreaba un clima de luz, de sonidos, de aromas o de visuales contenidas que eran la extensión espacial para la vida de sus habitantes y que le ha dado la fuerte identidad con la que se lo ha reconocido a lo largo de la historia. Su origen proviene de la cultura mesopotámica y su aclimatación y mayor difusión en el área mediterránea. Se los utilizó en Grecia y en las casas romanas cuyos modelos ya consolidados fueron llevados a España con el resto de los modos culturales romanos. LOS PATIOS EN LA REGIÓN BONAERENSE En Buenos Aires el patio apareció en los primeros ranchos como un espacio complementario de los ambientes cerrados interiores. Este modo de estructurar la vivienda perduró en la región, por lo general complementado con elementos vegetales: algún árbol para sombra y donde sin duda el más apropiado fue el Ombú que conformaba un espacio muy amplio con su follaje y donde sus grandes raíces servían de asientos y resguardo. Otra solución -pero construida- fue la ramada, y ya en las viviendas más modernas apareció la galería. En el siglo XVII... "las casas del pueblo fueron construidas de barro (..) y no tienen altos, todas las piezas son de un solo piso y muy espaciosas; tienen grandes patios y además de las casas grandes huertas (...) árboles frutales con legumbres en abundancia". (6) El patio cerrado o semicerrado surgió a medida que la estructura de la vivienda se fue complejizando, apareciendo las zonificaciones como respuestas a las distintas funciones y jerarquías. La intensidad de la vida interior de las viviendas de los siglos XVII y XVIII: incrementó la difusión de la típica "casa de patios"; donde a pesar de las variantes sobre las de origen y tradición española, ponían de manifiesto la clara diferencia en cada uno de los tres patios alrededor de los que se organizaba la casa. Y más aún, expresaban la jerarquía de funciones agrupadas según la escala de valores tradicionales. El primero funcionaba como prolongación de la calle que se introducía en la vivienda y que regulaba la relación exteriorinterior; un ámbito de transición. El segundo, el patio principal, corazón de la vida familiar con profusión de macetas o tinajas con plantas que rebosaban de flores y color... "con mil aromas combinados que van cambiando con las estaciones bajo la frescura de las parras... lugar de estar donde se recibía a las visitas con el tradicional mate o alguno de los simples y gustosos refrescos de la época". (...) Patios para la familia, espacio para sus recepciones. "La casa del rico hacendado Don Andrés Egatta con sus ocho grandes salones y los dos patios entoldados inmensos, estaban desfinados a recibir a los invitados en esa residencia suntuosa". (7) Luego, a través de un pasadizo se entraba al tercer patio que ya no era tan solemne sino que era un lugar de trabajo, casi exclusivo para la servidumbre y los esclavos y donde generalmente estaba el aljibe. Estos se difundieron a partir de 1782, cuando Basabilvaso construyó el suyo en su casa que casi era un palacio para la aún simple gran aldea que era Buenos Aires del virreinato. Al fondo, la huerta donde se guardaba algún caballo para el servicio de la casa o se criaban las aves de corral, plantados de higueras, durazneros, naranjos, limoneros y otros muchos árboles frutales. 58
LAS COCINAS Las primeras cocinas aparecidas; en la región bonaerense como lugar especializado debieron ser semejantes a las referencias que tenemos en Cayastá, siendo un componente importante dentro de la evolución de la casa. Estas aparecían luego de la construcción de un aposento; o bien ocupando un rincón en una galería; o una ramada o un simple rancho de quincho. La necesidad de cocinar todos los días, conservar el fuego encendido y guardar los elementos utilizados fueron delineando la forma y ubicación relativa de la cocina en la casa; territorio de la servidumbre; de humos y ruidos, donde los problemas de higiene, especialmente la ventilación, la alejaban del núcleo familiar principal. Después del pozo debíase pensar en la cocina, pieza importante entre otras, ya que en su espacio se recibía a las visitas de orden inferior, a quienes no se deseaba introducir en la casa habitación. Al ir creciendo la casa, la cocina se ubicó en el segundo patio en las pequeñas viviendas de alquiler siglo XVIII-, abiertas a un pequeño patio. Entre los utensilios utilizados en las cocinas coloniales son mayoría los fabricados en hierro (olla, cacerolas, freideras, sartenes, parrillas, trebedes, espumaderas, cucharas, etc.), o del pesado hierro fundido como las ollas con tapa o las más refinadas piezas de cobre (cacerolas, ralladores, almirices, tachos, cafeteras, calderas, o los más grandes calderones o los más pequeños llamados calderitas). Los recipientes para conservar el agua eran las populares tinajas de cerámicas y entre las más renombradas las fabricadas en Málaga o las "verdes" o del "marqués" fabricadas en Sevilla, y como productos de esta región, las rústicas y populares que se traían del Paraguay. En el noroeste argentino, hubo hasta el siglo pasado, ferias donde se podían comprar los cacharros fabricados por los indígenas frutales chaqueños guarnecidos con tientos de cuero. Durante el siglo XIX, al desarrollarse las estancias, apareció la cocina del patrón y la cocina de los peones donde se podía churrasquear, tomar mate y conversar alrededor del fuego. Era conveniente tener dos cocinas: una para uso del patrón y su familia y otra en un sitio algo apartado para los peones... "allí se juntan después del trabajo para tomar, comer y descansar: Para la cocina se debe preferir el techo de hierro que no presenta para el fuego ningún peligro. La orientación más apropiada, de norte a sur, con una puerta en cada mojinete. No está de más poner una ventana también, pues con el humo de leña de oveja (..) hay que tener un temperamento verdaderamente especial para quedarse en la cocina. Ciertos extranjeros industriosos construyen encima del fogón una campana con caño de barro". En las estancias más grandes aparece un comedor de personal al lado de la cocina, posiblemente manejado por mujeres. Un ejemplo lo encontramos en la antigua cocina de la estancia de Girado, en Chascomús, con su posaplatos hacia el comedor de los peones. Para encender el fuego, hasta la popularización de los fósforos a mediados del S. XIX, se utilizaban los tradicionales "yesqueros" accionados con el golpe de un eslabón que producía chispa y encendía la "yesca". NOTAS. 1 . Antonio José Pérnety. CIT.José L. Busaniche. 2. Beawmont. 3. María Sáenz Quesada. Las mujeres de Rosas. 4. Wilde. 70 años atrás 5. Washington Irving. Cuentos de la Alhambra.
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6. Domingo F, Sarmiento. Recuerdos de Provincia. 7. Enrique Popolizio. Vida de Lucio Mansilla.
Carlos Moreno. Colaboradores: Gabriela Marque. León Restipo. Cristina Colloca "Españoles y criollos, largas historias de amores y desamores" La Casa y sus cosas. Icomos Comité Argentino.
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