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El banco más rentable

Invertir es la forma más inteligente para obtener beneficios, ganancias y libertad financiera. Por eso, para aprender a hacer un buen ejercicio económico se debe tener cuenta el diezmo, no como una obligación, sino como una forma de demostrar nuestra obediencia a Dios. ¿Qué tan buena inversión será? Sigue leyendo...

Dar el diezmo en algunas ocasiones parece una obligación, una forma de mantener económicamente a iglesias y pastores. Sin embargo, algunos tienen un concepto muy errado sobre el diezmo, pues en realidad se trata de devolverle a Dios una parte de todo lo que Él nos da. Él es el dueño del dinero y de todo lo que tenemos y, por ende, dar el diezmo se considera una buena inversión que dará frutos y bendiciones. Como un banco, Dios distribuye el dinero para que podamos manejarlo y administrarlo sabiamente, pero también es una responsabilidad que permite mantener un equilibrio en nuestra vida terrenal y espiritual.

Las finanzas de Dios

Dios sabe el valor que el dinero tiene en nuestra vida diaria, pues vivimos en un mundo capitalista donde este es fundamental para vivir bien. No obstante, surgen varias dudas sobre sí es necesario diezmar para que nos vaya bien en la vida, por eso cada cristiano debería orary buscar la sabiduría de Dios para aprender a ser un buen administrador del dinero, participar en el diezmo y saber cuánto debería ofrendar. El pastor Darío Silva-Silva en su libro “Las llaves del poder” dijo la siguiente frase: “La administración de esas riquezas se hace, no como tú quieras, sino como Dios ordena”. Para entender cómo funciona el banco más rentable, primero debemos aprender sobre cómo funcionan las finanzas del mundo versus las finanzas de Dios.

700 referencias al dinero hay en la Biblia, aproximadamente.

Datos curiosos

El nuevo testamento no señala un cierto porcentaje de dinero que se deba apartar, solamente dice que se aporte algo “conforme a sus ingresos” (1 Corintios 16:2)

10%

La figura del diezmo sale del Antiguo Testamento, y se ha aplicado como un “mínimo recomendado” para los cristianos en sus ofrendas.

Dar

El cristiano primero debe dar, pero no para recibir. Dios nos da a su hijo para salvarnos y así mismo nosotros ser generosos y dar con gratitud. Debe dar porque ya recibió la gracia de Dios, como dice Juan 3:16 Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.

Recibir

El cristiano recibe más de lo que dio. Recibimos bendición hasta que sobreabunde porque Dios contribuye más de lo que hemos dado. Malaquías 3:10 dice: Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde.

1.5 millones de personas diezman de los 247 millones de ciudadanos estadounidenses que se identifican como cristianos (es decir, el 0,6%). El 77% de los que diezman dan más del 10%. Dos terceras partes de las parábolas de Cristo hacen referencias al uso del dinero. Si cada cristiano diezmara el 10%, las organizaciones religiosas tendrían $139 mil millones adicionales cada año.

El mundo: Recibir Gastar Dar Dios: Dar Recibir Gastar

“El cristiano debe aprender a vivir bajo el modelo financiero de Dios”, afirma Serafín Contreras Galeano, doctor en Estudios Bíblicos, consejero familiar, coach de liderazgo y miembro de la Asociación Americana de Consejeros Cristianos. Además explica en qué consiste las tres partes de este modelo:

Gastar

El cristiano que vive bajo el modelo financiero de Dios, gasta menos de lo que recibe. Es más consciente de lo que tiene, más sabio administrando el dinero y por ende sabe en qué cosas debe verdaderamente gastar. Y como distribuye bien su dinero, puede dar con tranquilidad, e inicia nuevamente el ciclo. Silva-Silva también comenta que “hay personas que malinterpretan las cosas cuando afirman: Yo no puedo diezmar porque no gano. Es todo lo contrario. Yo no gano porque no diezmo. De lo que recibes, por pequeño que sea, tienes que entregar la cantidad que le corresponde a Dios Nuestro Señor. No importa el monto, sino la proporcionalidad. Puede afirmarse, sin lugar a dudas, que la reciprocidad trae prosperidad”. Siguiendo el modelo financiero de Dios podemos ser prósperos y encontrar la libertad financiera que tanto buscamos con distintos bancos e inversiones en el mundo, pues cuando buscamos a Dios, Él cubre todas nuestras necesidades financieras por añadidura, tal y como dice Mateo 6:33: Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.

Fuentes: Sharefaith 2015, Church development 2018, Health Research Funding.

58% se cree que el 58% de los cristianos no diezman o tienen dudas al respecto.

Libertad económica en Cristo

El escritor, docente y empresario cristiano, José Antonio Espinoza en su libro “Libera la bendición de Dios en tus finanzas” dijo: “Cuando creemos sinceramente que quien nos da la libertad financiera es Dios, entonces podemos empezar a entender el propósito divino de nuestra fluidez económica. Nunca olvidemos que la libertad financiera no significa solo el proveer a nuestra familia y ser el instrumento para ayudar a otros. Somos también el medio que Dios utiliza para continuar expandiendo las buenas noticias del mensaje de perdón, salvación, vida plena y eterna, por medio de Jesús”. Al recibir a Cristo saldamos las deudas que tenemos con el mundo, pues Él nos da la libertad de todo lo que nos esclaviza como el dinero. El diezmo nos ayuda a recordar que Dios es nuestra fuente y con Cristo nos despojamos de todo lo material para obtener así tesoros en los cielos. ¡Una excelente inversión!

Beneficios del banco

Cuando diezmamos generamos movimiento en el banco de Dios, y este movimiento nos permite fortalecer nuestra fe y alimentar nuestro espíritu. A continuación, compartimos algunos beneficios de permanecer en el banco más rentable:

Se desata la prosperidad. (Deuteronomio 30:9)

Somos llenados del Espíritu de Dios, de sabiduría, inteligencia y capacidad creativa. (Éxodo 31:3)

Dios reprende al devorador por nosotros y cuida nuestro negocio o empleo. (Malaquías 3:11)

Dios nos ampara y es la ayuda segura en momentos de angustia. (Salmo 46:1)

Dios tiene compasión de nosotros. (Malaquías 3:17)

Se prepara el camino para la herencia.(Hebreos 7:9-10)

Tu nombre estará escrito en el libro de memorias. (Malaquías 3:16)

Somos bienaventurados. (Salmo 128:1)

Se abren las compuertas del cielo. (Malaquías 3:10)

Dios nos bendice en abundancia. (Eclesiastés 11:1)

Mateo 6:19-21 No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.

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