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¿Qué hago si mi cónyugue tiene un problema de salud mental?
Como sabemos, Dios nos hizo seres tripartitos, formados por espíritu, alma y cuerpo. El espíritu es la parte eterna del ser humano, aquello que no morirá. El cuerpo es la parte física que necesitamos para habitar en este mundo y el alma es lo que se compone de mente, emociones y voluntad. Y ahí es donde opera la salud mental. De acuerdo con la Asociación de Ansiedad y Depresión de Estados Unidos, 264 millones de personas luchan contra la depresión y 40 millones de personas luchan contra la ansiedad, siendo estos los problemas de salud mental más comunes, aunque existen muchos más como trastornos alimentarios, de la personalidad, psicóticos y de estrés postraumático.
¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN?
Es un trastorno psicopatológico caracterizado por una tristeza no correlacionada con situaciones externas que inhibe la capacidad de disfrutar, sentir placer y ocasiona perdida de interés, desbalance de sueño, baja energía, alteraciones de apetito, enlentecimiento mental (bradipsiquia), retraso psicomotor y posibles pensamientos de muerte.
¿QUÉ ES LA ANSIEDAD?
Es una reacción emocional ante la percepción de una amenaza o peligro que cuando es desmedida paraliza y lleva a la angustia crónica, lo cual puede expresarse de diversas maneras como la ira, el temor irracional, percepción catastrófica, picos de pánico o la depresión. La ansiedad acumulada y no tratada puede producir fobias y obsesiones compulsivas, además de adicciones.
Para enfrentar correctamente los problemas de salud mental, es clave el apoyo de las personas que nos rodean y la relación más profunda de un ser humano en esta tierra es el matrimonio. Es la relación en la que el hombre y la mujer se entregan completamente y se convierten en uno solo. Por eso, cuando la salud mental de uno de los dos flaquea, es necesario que el otro se prepare para ser un apoyo emocional, no solo romántico y económico. Pero, ¿qué hacer cuando es mi cónyuge quien atraviesa esta etapa?
El pastor Efraín Duany, quien además es terapeuta matrimonial y familiar licenciado, asegura que, aunque todos podemos tener malos momentos, cuando los síntomas (tristeza, falta de interés por las cosas, cansancio e irritabilidad), se instalan en la persona por un tiempo prolongado, es importante estar atentos para buscar ayuda a tiempo. Él nos brinda los siguientes consejos para apoyar a nuestro cónyuge si sufre de ansiedad o consume alcohol y drogas, o come en exceso
1. IDENTIFICA EL PROBLEMA
Las personas con depresión tienden a retraerse. Además, sienten menos energía para realizar el trabajo o las tareas del día a día, y no tienen ganas de socializar. La pareja puede comenzar a pensar que son molestos o que la relación no va bien. A menudo, una persona deprimida descarga sus frustraciones con su pareja, tiene mal humor, descuida su apariencia, consume alcohol y drogas o come en exceso y disminuye radicalmente su deseo sexual. Todo ello dificulta el trabajo del día a día.
2.EMPATIZA
Si estás a punto de hacer una rabieta porque tu pareja ya no puede prestar atención a lo que tienes que decir, sonreír o disfrutar de los buenos momentos de la vida, trata de aceptar que todo esto es solo parte de la enfermedad. Recuerda también que es poco probable que su estado tenga que ver contigo.
Intenta ponerte en su lugar, ten paciencia y hazle saber que lo amas, que quieres ayudarlo y que estás ahí. Recuerda que es exactamente igual que cuando tu pareja se está recuperando de una enfermedad física grave o de una cirugía. Dale todo tu amor y ternura, y anímalo a descansar y recuperarse. No esperes que las mejoras sean rápidas.
3. APRENDE SOBRE EL TEMA
Así podrás comprender a tu pareja y actuar con una mejor orientación. No te desanimes. Puedes pensar que a tu pareja no le importa, pero hay que perseverar. Tu continuo amor y apoyo, acompañado de conocimiento, hará una gran diferencia. Además, anima a tu pareja a buscar ayuda profesional e involúcrate en la orientación que le brinde.
4. NO TE DESCUIDES
Estar cerca de una persona deprimida puede ser agotador, por lo que también es importante que te cuides a ti mismo. Dedica tiempo todos los días a hacer algo que disfrutes. Pasa un tiempo a solas, ve al cine o la peluquería, o sal con tus amigos. Las personas deprimidas a menudo quieren quedarse en casa y no hacer nada, pero hacerlo puede dejarlo exhausto. Busca ayuda de amigos, consejeros o profesionales si es necesario.
5.NO PRESIONES NI CULPES
Cuando se acompaña a alguien con ansiedad o depresión, es común pasar de la ternura y compresión, a la rudeza y la rabia, debido a la frustración que se siente. Duele ver a tu pareja sufrir, verla deteriorarse tanto, pero culpabilizarla de su estado u obligarla a cambiar no ayuda, sino que le transmite a tu pareja la idea de que lo que le pasó se puede arreglar fácilmente, pero, aun así, no pudo remediarlo y mejoró. Mejor enfócate en sus pequeñas mejorías.
6. INTENTA COMUNICARTE
Muchas personas con ansiedad o depresión se niegan a hablar claramente sobre lo que les hace sufrir (por ejemplo, pueden sentirse culpables o avergonzados por lo que les hizo sentir mal).
Además, en muchos casos, la relación entre marido y mujer se deteriora y la distancia emocional entre los miembros se hace demasiado grande. Asimismo, es posible que te sientas solo con todas las responsabilidades que tu pareja ya no tiene.
Aun así, hablar con la pareja y comprender por qué se encuentra en esa situación es fundamental para brindarle la ayuda que realmente necesita.
Recuerda que a veces la forma en que ayudamos puede no estar alineada con la ayuda que otros necesitan.
7. PERSEVERA EN LA ORACIÓN
Continúa orando por tu familia todos los días, aunque ella a veces no quiera acompañarte.