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Del calentamiento a la era de la ebullición

Julio del 2023 fue el mes más cálido registrado, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio Copernicus de la Comisión Europea.

Los datos de los organismos, referidos en una nota de prensa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), revelan que durante julio se han experimentado récords en todos los ámbitos: el lapso de tres semanas más caluroso, los tres días más calientes y las temperaturas oceánicas más altas para esta época del año que se hayan documentado nunca. “Esto no debe inspirar desesperación, sino acción”, dijo el líder de las Naciones Unidas.

Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas se refirió a este escenario e insistió en la urgencia de acelerar la acción climática.

Además, señaló que las consecuencias de las temperaturas récords son claras y trágicas e impactan en la salud de las personas, el medio ambiente y las economías.

Además, el referente de la ONU se mostró preocupado por la situación actual que, señaló, es consistente con las predicciones y advertencias hechas por los expertos.

“La única sorpresa es la velocidad del cambio. El cambio climático está aquí. Es aterrador. Y es apenas el comienzo. La era del calentamiento global ha terminado. La era de la ebullición global ha llegado”, puntualizó.

Consecuencias del cambio climático en la tierra

Agotamiento de recursos naturales

Aparición de enfermedades

Aumento del nivel del mar

Olas del calor más fuertes

Desaparición

Temperaturas más cálidas

Aumento de precipitaciones

Deshielo de glaciares

NO MÁS EXCUSAS

Según los expertos de ambas organizaciones, el principal impulsor de las temperaturas elevadas son las emisiones antropogénicas. Es decir, generadas por los seres humanos.

Guterres fue contundente respecto de la responsabilidad humana e instó a los líderes mundiales a impulsar la acción climática: “No más vacilaciones. No más excusas. No más esperar a que otros se muevan primero. Simplemente no hay más tiempo para eso. El aire es irrespirable. El calor es insoportable. Y el nivel de ganancias de los combustibles fósiles, al igual que la inacción climática, es inaceptable”.

Por su parte, Petteri Taalas, director general de la OMM, subrayó la urgencia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), declarando que la acción climática no es un lujo, sino una necesidad.

Aunque ha habido avances en algunos ámbitos, como en la implementación de energías renovables, ninguno de ellos tiene el alcance ni la velocidad que se precisa, advierte la ONU. Es fundamental que los países tomen las riendas de la situación y trabajen con la seriedad que el tema requiere.

Puntualmente, el líder de las Naciones Unidas aseguró que aún es posible alcanzar la meta de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5° Celsius por encima de los niveles preindustriales para fin de siglo y evitar lo peor del cambio climático.

Guterres enfatizó la importancia de una acción acelerada e instó a los países miembros del G20, responsables del 80 % de las emisiones globales, a intensificar la acción y la justicia climáticas.

Según indicó el director general, “es imperioso que los países desarrollados se comprometan a alcanzar emisiones netas cero lo más cerca posible de 2040, y las economías emergentes lo más cerca posible de 2050, con el apoyo de los países desarrollados para conseguirlo”.

“Todos los actores deben unirse para acelerar una transición justa y equitativa de los combustibles fósiles a las energías renovables, a medida que detenemos la expansión del petróleo y el gas, y la financiación y concesión de licencias” para las nuevas fuentes de generación de energía, argumentó.

Además, Guterres apeló a la responsabilidad de las empresas, las ciudades, las regiones y las instituciones financieras para que acudan a la Cumbre de Ambición Climática con planes de transición creíbles que se ajusten al estándar de cero emisiones netas de las Naciones Unidas.

No solo los destacó como responsables, sino también como agentes que pueden hacer algo al respecto. Según el secretario de la ONU, “las instituciones financieras deben poner fin a sus préstamos, suscripción e inversiones en combustibles fósiles y cambiar a las energías renovables. En tanto, las empresas de combustibles fósiles deben delinear un cambio hacia la energía limpia, con planes de transición detallados en toda la cadena de valor”.

Además, la máxima autoridad de la ONU pidió tomar medidas de adaptación y protección frente al calor, las inundaciones fatales, las tormentas, las sequías y los incendios.

“Los países en primera línea, que han hecho menos para causar la crisis y tienen menos recursos para enfrentarla, deben contar con el apoyo que necesitan para hacerlo”, insistió. Guterres destacó que este panorama no debe generar desesperación, sino inspirar la acción. “Todavía podemos detener lo peor. Pero para hacerlo debemos convertir un año de calor ardiente en un año de ambición ardiente. Y acelerar la acción climática, ahora”, concluyó.

ASUNTO DE MAYORDOMÍA

Como creyentes en Dios, sabemos con certeza que el mundo no se va a acabar por acción del hombre, sino del Creador. No es nuestro despilfarro de recursos naturales o nuestra falta de cuidado con el planeta lo que nos llevará a la destrucción. Sin embargo, esta no es razón para descuidar el hogar que nos ha sido entregado. En Génesis 1:26-31 vemos cómo Dios creó la tierra y todo lo que en ella existe y dio al hombre mayordomía para someterla, para su cuidado, pues de ella misma depende su sustento. Permitir que el problema del cambio climático siga creciendo no va a determinar

el fin de la humanidad, pero afecta la calidad de vida que tenemos, porque, como lo dijo Guterres, “El aire es irrespirable. El calor es insoportable. Y el nivel de ganancias de los combustibles fósiles, al igual que la inacción climática, es inaceptable”. Es nuestro deber como hijos de Dios, despertar ante una realidad tan alarmante, dar nuestros esfuerzos para alcanzar la meta de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5° Celsius por encima de los niveles preindustriales para fin de siglo y evitar lo peor del cambio climático. Somos responsables de esta tierra y no podemos seguir postergando su cuidado, pues de esta también tendremos que dar cuentas a Dios.

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