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LUCAS MD
CUÁN DULCE SON A MI PALADAR TUS PALABRAS
Por María Alexandra Gutiérrez Granados.
La llaman la droga del sigo XXI, su exceso en el consumo es de las mayores crisis a nivel mundial, está relacionada científicamente con el riesgo de sufrir síndrome metabólico, puede desencadenar enfermedades crónicas y problemas cardiovasculares, aparte de un sinnúmero de trastornos de gravedad. Sí, me refiero a la sacarosa o mayormente conocida como azúcar de mesa.
Se hace necesario darnos a la tarea de conocer por qué el azúcar en exceso es dañina para el correcto funcionamiento de nuestras células, tejidos y órganos. Resulta increíble y a la vez fascinante entender cómo el cerebro está condicionado por nuestro metabolismo en el campo de la alimentación y nutrición. Al conocer un poco más los efectos de su consumo en altas cantidades, nuestra mente tendrá mejores argumentos para ejercer dominio propio sobre incurrir en el exceso de consumo de este disacárido sin caer en el extremo de no poder disfrutar plenamente, por ejemplo, de un delicioso postre en su justa frecuencia y medida.
En la actualidad se estima que 80 es el porcentaje abismal de los alimentos procesados que contienen azúcar añadida. Su cuerpo y mi cuerpo sólo puede tolerar una cantidad limitada de este ‘’alimento’’. Azúcar añadida es aquella que además de encontrarla en alimentos y bebidas procesadas por las grandes industrias de alimentos, también es agregada en preparaciones hechas en casa y que ofrece un nulo o muy poco valor nutricional; sin embargo, es añadida con el prin
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cipal objetivo de mejorar el sabor, color y textura de las comidas.
A medida que consumimos más y más azúcar, se produce en el cerebro una sensación de recompensa que aunque puede durar solamente unos instantes, es lo suficientemente fuerte para que éste segregue hormonas como la dopamina (neurotransmisor de placer) y serotonina (la famosa hormona de la felicidad), alimentando una vez más el ciclo adictivo de querer dulce con más frecuencia. Con el tiempo y frecuencia, el cerebro puede dejar de percibir correctamente sus señalizaciones por niveles cada vez más altos de insulina que segrega el páncreas. El exceso de azúcar es una de las principales causas de sobrepeso, obesidad y trastornos alimentarios en el mundo, porque al generalmente ser consumido en cantidades fuera de lo normal, el organismo lo almacena en el tejido adiposo acumulándolo como grasa no buena (Porque sí existen grasas buenas; lo repasaremos en otra oportunidad), Y aunque es cierto que una dieta rica en azúcares puede ser una dieta rica en energía, al fin y al cabo es una dieta de mala calidad.
LUCAS MD // SALUD
A veces más que el importante y no menos valorado aporte de la tecnología y medicina para tratar enfermedades, se necesita identificar las causas de las mismas para restaurar la función afectada, y no solamente limitarnos a dar alivio a los presentes síntomas con medicamento.
Entonces, no se trata de comer menos, se trata de comer mejor y darle al cuerpo la medida de macronutrientes necesarios (proteína, carbohidratos y grasas). Lo que comemos es una elección, es información que entra en nuestro organismo. ¿Con qué tipo de información estás alimentándote? Como lo aportó el médico de la Antigua Grecia, Hipócrates: ‘Que la comida sea tu alimento y el alimento, tu medicina’’.
Ante una sensación de ansiedad, de hambre, de esas que por lo general invaden alrededor de 4 o 5 de la tarde, con frecuencia el cerebro demanda ingerir alimentos que sean densos energéticamente, es decir, altos en azúcar. No significa que el cuerpo de verdad necesite azúcar, sino que está falto de algún macronutriente. 6 Sustituye los dulces procesados por dulces naturales o por frutas. Es preferible que las frutas (ricas en fructosa) sean consumidas durante la mañana o media tarde.
7 Practica un deporte que te apasiones, o ejercítate con regularidad. Sino empiezas, el hábito no se creará por sí mismo. Adelante que vas con Cristo.
8 Sustituye los dulces procesados por dulces naturales o por frutas. Es preferible que las frutas (ricas en fructosa) sean consumidas durante la mañana o media tarde.
Siendo el tema del azúcar tan complejo como fascinante, le invito a leer o repasar algunas recomendaciones para mantenerla regulada:
1 Aunque como cristianos, somos libres en el nombre de Cristo de cualquier enfermedad generacional, consulta con tu médico y practica chequeos médicos al menos una vez al año; en especial, si cuentas con antecedentes familiares relacionados al tema de azúcar.
2 Siempre, siempre, siempre consume vegetales, porque además de múltiples beneficios, ayudan a regular tu nivel de glucosa.
3 Que la importancia que le das a tu alimentación no reemplace el puesto de Dios.
4 ¿Has probado la proteína vegetal? Aporta gran sensación de llenura y ayudan mucho al equilibrar niveles de azúcar en sangre.
5 Toma mucha agua. Existen aplicaciones como "Hidrata tu cuerpo", por ejemplo, que recuerdan en el día ingerir los litros de agua que tu cuerpo necesita
Y el aperitivo final, el más importante y delicioso como un postre:
9 Deposita tu ansiedad en Cristo, tal como dice 1 Pedro 5:8. Los niveles altos de ansiedad y su constante frecuencia incitan una mayor producción de cortisol que puede desbalancear tu sistema hormonal y alterar tus niveles de glucosa en sangre.
Más dulce que la miel El Salmo 119, el más extenso de todos recurre a la metáfora para graficar de manera explícita el anhelo de la Palabra tal cual como muchos lo tienen por el dulce. ¿Puedes imaginar eso?, ¿lo has experimentado? Educar el paladar espiritual conlleva voluntad, esfuerzo y propósito porque aquellos que leen, escudriñan, meditan y profundizan en la Palabra pueden gozar el privilegio de saborear todo un abismal y sublime coctel de enseñanzas que llenan verdaderamente el alma y dan vigor al espíritu como ningún otro dulce terrenal. En la Biblia encontramos dosis de alabanzas de miel, postres de promesas, chocolates de conocimiento encaminados a exaltar y dar honor y gloria al pan de vida: Jesús. El trabajo consiste en poner en práctica saciarnos del maravilloso dulce espiritual que nos dará pautas para recobrar fuerzas, gozar de buena salud y prosperar espiritualmente. (3 Juan 2).
Por: Jennifer Barreto jennifer.barreto@revistahyc
Aprender en línea tiene muchas ventajas, por ejemplo: brinda la posibilidad de estudiar en los mejores lugares sin salir de casa, se puede acceder a cursos gratuitos o pagos, es más cómodo, se ahorra dinero porque los cursos son más baratos, no hay necesidad de gastar en transporte, es un método eficaz, rápido y son millones de personas en el mundo las que aprovechan esta herramienta para aumentar sus conocimientos.
QUE LAS CLASES VIRTUALES NO SEAN UN DOLOR DE CABEZA
Sin embargo, es clave tener en cuenta varios detalles para que las clases virtuales no se conviertan en una tarea tediosa, y más en este momento en la que la pandemia del coronavirus ha obligado a millones de personas a conectarse para aprender. Conozca 12 consejos claves para tener en cuenta.
1. Comprenda la forma en que funciona la metodología de aprendizaje en línea
Nadie nace aprendido, así que antes de tomar clases virtuales será importante indagar en qué plataforma o aplicación va a trabajar. También es fundamental saber cómo funciona para no estar fuera de base y evitar que suceda lo inesperado. Como dicen por ahí, todo es cuestión de “cogerle el tiro”.
2. Con ganas, es mejor
Sin motivación nada funciona. Es necesario llenarse de ganas y autodisciplina para garantizar un aprendizaje exitoso desde el primer día de clases. Ánimo, es momento de intentarlo. Su motivación siempre debe estar activa. No desfallezca ante las dificultades y verá como a medida que alcanza objetivos y metas, se sentirá satisfecho. Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes!
Josué 1:9ª.
3. Use los equipos adecuados
No pretenda tener una buena clase en línea si por ejemplo su computador está lento, o su dispositivo tiene malo el sonido o el video. Cerciórese de tener equipos aptos para que los cursos online fluyan sin problema.
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Con estos 12 tips, niños, jóvenes y adultos podrán sacar el mayor provecho a sus clases virtuales. Es importante tener la mejor disposición para que el proceso sea efectivo.
4. El internet es clave
Suele pasar que cuando estamos listos y conectados para la clase, la imagen se congela, el audio se corta y muchas veces, hasta salimos del enlace porque hay problemas con la señal de internet. Disponer de un acceso fiable y una buena conexión evitará perder la concentración y el rendimiento en la clase. Confirme los requisitos técnicos antes de empezar, si es necesario, llame a su operador para mejorar la velocidad del internet.
5. Un sitio adecuado para aprender
Un sitio oscuro, ruidoso e incómodo, lo cansarán rápido. Es importante estar en un lugar adecuado a la hora de acceder a una clase virtual. Busque un ambiente agradable, donde se sienta tranquilo y libre de distracciones que permita una rutina sana de estudio. Pida a sus amigos y familiares, que respeten su tiempo de clase. Evite estar conectado a otros sitios web o redes sociales y ¡por favor mantenga en silencio su teléfono celular!
6. Organice su tiempo y conéctese a tiempo
No hay nada más incómodo para el profesor o el instructor que tener que esperar un tiempo largo a que todo el mundo se conecte. No olvide la hora en que tiene la clase, tenga junto a usted lo que necesita para evitar interrupciones y aproveche al máximo cada minuto.
7. Preséntese adecuadamente
Por más que esté en su casa, arréglese para la clase, péinese y vístase. Deje la pijama a un lado, recuerde que es su imagen y eso dice mucho de usted.
8. No le dé pena hablar o participar
En todo aprendizaje surgen preguntas y dudas. Si en algún momento no entiende los conceptos o necesita que el profesor repita algo, no dude en hacerlo, deje la pena a un lado y haga sus preguntas. Use el foro, el chat o escriba sus mensajes en la plataforma cuantas veces sea necesario.
9. Que su clase no se cruce con otras actividades
Asegúrese de organizar su tiempo de manera eficaz y equilibre la carga de estudio. Si trabaja y estudia al mismo tiempo, no descuide su horario. Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo.
Eclesiastés 3:1. 10. Sea buen estudiante
Revise los apuntes, haga los test o evaluaciones a conciencia, sea juicioso en la entrega de trabajos y saque buenas notas. No sea un estudiante del montón. Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo.
Colosenses 3:23.
11. Si no rinde… ¡fresco!
Acepte que hay días menos productivos que otros. Hay momentos en que todo fluye, las cosas se dan, los trabajos rinden y es lo máximo; pero hay veces que el bloqueo mental y el cansancio se unen y no se puede hacer mucho. No se preocupe, eso pasa y es normal.
12. Descanse
Tampoco llegue al extremo de obsesionarse o trabajar sin hacer pausas. No es conveniente dedicar al estudio muchas horas seguidas ya que el rendimiento disminuirá, su cerebro se saturará de información y su cuerpo colapsará. Cuando acabe sus clases, párese, prepare algo de comer, estírese y despeje la mente. Eso es clave.
52% de los hogares en Colombia, tienen conexión a internet.
1.370 millones de estudiantes aproximadamente, de 138 países se han visto afectados por el cierre de colegios y universidades debido al Covid-19, según Unesco.
Más de 160 universidades e instituciones de educación superior, están funcionando de manera virtual y remota en todo Colombia, según Ministerio de Educación.
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