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LEY ANTINALGADAS, ¿SE PROHÍBE EL USO DE LA VARA?

A un debate de ser aprobada se encuentra la denominada ley “antinalgadas” como se le conoce popularmente, que penaliza el uso de cualquier tipo de castigo físico en contra de niños, niñas y adolescentes. ¿Es una forma en que el Estado prohíbe el uso de la vara de la corrección?

Use APP Audio Lector para escuchar esta nota. Uno de los mayores miedos de los padres es la forma en que debemos criar a nuestros hijos, pues todos queremos hacerlo de la mejor forma posible, para que sean personas emocional y espiritualmente sanas, pero además felices, independientes y exitosas en todas las áreas de sus vidas. Quienes somos padres sabemos que no es nada fácil, pues los cambios en la sociedad nos llenan de dudas y muchas veces nos llevan a cometer errores. Es el caso del uso de la “vara” de la corrección, presente en varios pasajes bíblicos, pero con el que muchos padres pelean, pues sienten que el concepto de aplicar un castigo físico a sus hijos es algo que ha quedado atrás y sin fundamento hoy en día, especialmente cuando diferentes gobiernos alrededor del mundo han decidido prohibir el castigo físico en cualquiera de sus expresiones. Entonces, ¿qué hacemos los creyentes? ¿Debemos aplicar el uso de la vara o desestimarla y buscar nuevas formas de corrección? Existen alrededor de 60 naciones del mundo que han prohibido cualquier tipo de castigo físico en contra de los niños, niñas y adolescentes, encabezadas por Suecia y Finlandia que implementaron esta prohibición hace más de cuatro décadas y, coincidencia o no, son los países con los mejores resultados académicos y se dice que es donde habitan los niños más felices. Colombia también está cerca de implementar esta medida. Al cierre de esta edición faltaba solo un debate para ser aprobada y luego pasar a sanción presidencial y convertirse en ley de la república como ocurrió con el maltrato que ya se tipifica como delito.

La iniciativa, aun a la espera de su último debate, en la plenaria del Senado, y ha reunido el apoyo de la mayoría de los sectores políticos en el Legislativo. Se trata de un proyecto

JUECES // LEYES

“Hay una diferencia entre abusar del niño y administrar la disciplina de forma amorosa. Es una responsabilidad que tenemos los padres para lograr una transformación en el corazón de nuestros hijos”: Sindy Barreto, directora de Roca Kids, en Casa Sobre la Roca Sabana Norte.

presentado por el representante a la Cámara liberal Harry González, a quien se le unió su colega Julián Peinado. Como pocas veces sucede en el Congreso, la iniciativa fue aprobada por unanimidad en la Comisión Primera del Senado.

De aprobarse, cualquier castigo físico en contra de un niño, niña o adolescente se determinaría como una extralimitación al derecho de corrección y podría enfrentar consecuencias legales, que, en primera instancia no contemplan el retiro de la custodia, pero sí multas, cursos para controlar la ira y escuelas de padres.

Las medidas son necesarias en un país tan violento como Colombia. Donde estadísticamente los municipios donde se reconoce como válido el popular “correazo”, son los más fuertemente atacados por la violencia y con cifras más altas de homicidio, declaran los ponentes del proyecto de ley.

La realidad es que muchos padres no saben diferenciar la corrección del maltrato y eso está actuando en contra de nuestros niños. De acuerdo con la Policía Nacional, el comienzo de la cuarentena por la pandemia fue uno de los periodos críticos para los menores. Cifras de la institución arrojaron que entre marzo y mayo de 2020, cuando las familias comenzaron a experimentar el aislamiento, 16 niños fueron maltratados cada día.

¿Qué debemos hacer los padres creyentes?

En la Biblia hay una premisa y es que los creyentes debemos respetar a nuestras autoridades y ser los mejores ciudadanos posibles, cumplidores de la ley y respetuosos de las normas, siempre y cuando esto no riña con los mandatos que Dios nos ha dado.

(Hechos 5:29).

La vara es una herramienta dada por Dios para la disciplina de lo hijos buscando su bienestar. Sin embargo, lo primero que hay que entender es el uso correcto de la vara. Tedd Tripp, en su libro Cómo pastorear el corazón del niño, asegura: “La vara, como una forma de disciplina, es una idea que no es popular en el presente. Si yo hubiera escrito este libro en 1950, la persona común hubiera dado poca atención a la sección acerca de la comunicación. Nadie hablaba con sus hijos en ese entonces, eran tratados al estilo de John Wayne. Papá era el hombre fuerte y silencioso que no hablaba mucho, pero que usaba su fuerza para mantener a su hijo en línea. Hoy, vivimos en una era donde los conceptos de los derechos humanos y la dignidad han hecho que parezca barbárica la idea de corregir físicamente a los niños. Nos hemos vuelto sensibles al potencial del abuso de niños. No queremos que los padres sientan que es su derecho golpear a sus hijos cuando quieran. Hoy, la comunicación basada en la integridad y respeto mutuo es una idea más popular”.

La respuesta al uso de la vara, como siempre, se encuentra en la Biblia. Particularmente el libro de Proverbios nos habla de la crianza y del uso de la vara: (Proverbios 10:13, 13:24, 22:15, 23:13-14, 26:3, 29:15) y nos explica cómo es necesaria la disciplina y la corrección para encontrar la sabiduría y guiar efectivamente el camino de los hijos, es responsabilidad de los padres poner límites a los hijos para frenar su mal comportamiento o las consecuencias serán desastrosas y su dolor será mayor.

Cristina García de Santa, directora del ministerio Mujer Integral en Casa Sobre la Roca Sabana Norte, asegura que hay dos aspectos a analizar:

“El primero es el legal o político. ¿Por qué si ya existe la protección infantil contra la violencia, la explotación y el abuso, quieren reglamentar esto? Quieren entrar a la vida privada de cada hogar. Quieren reglamentar hasta dónde llega la autonomía de los padres para decidir cómo educar. Definir los parámetros bajo los cuales educamos a nuestros hijos. Quieren iniciar un ‘proceso de transformación cultural’. Lo que quieren es decirnos lo que podemos o no enseñar a nuestros hijos. Quieren quitarnos los principios bíblicos, así como los sacaron de los colegios. ¿Nos dirán que no podemos obligar a nuestros hijos a ir a la iglesia hasta que ellos sean mayores y decidan? La ley tendrá un organismo que la ejecute y un presupuesto. ¿Por qué no destinar esto a capacitar a los padres? ¿Ayudas a madres cabeza de hogar?

El segundo aspecto es el bíblico.

El Señor en su palabra nos llama a criar a nuestros hijos a través de dos tareas: 1. Instruir: por aquí... 2. Disciplinar: por aquí no...

Específicamente, la Biblia no aprueba ninguna clase de maltrato o violencia física en contra de los niños. El problema se presenta cuando los padres usan la varita con rabia.

Proverbios 22:6 dice: Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará. Hay un camino correcto, el niño no lo conoce y necesita la dirección de sus padres sabios. El menor necesita que se le enseñe porque

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no sabe elegir lo bueno y rechazar lo malo. Es falto de juicio. Para esto el Señor los pone en un hogar bajo la dirección y el cuidado de unos padres amorosos y guiados por Él y Su Palabra.

Dentro de esa tarea está la de la corrección, pues como lo dice Proverbios 29:21, si los consientes, lo lamentarás. Necesitan límites. Hay varias estrategias o maneras de corregir y estás deben ser defi nidas por los padres en oración bajo la guía del Espíritu Santo.

Para todo esto cuentan con principios bíblicos. La Biblia ordena a los hijos escuchar la instrucción y la enseñanza de sus padres. Pero también habla de corregir. Si no se hace, crecerán a la deriva y sin aprender a someterse a las autoridades. Gran problema de la actualidad: la rebeldía y el egoísmo.

La Palabra también ordena que los hijos obedezcan a los padres pero al mismo tiempo ordena a los padres no provocarlos a ira. Nos llama a ser amables, amorosos y misericordiosos con todos. Es necesaria la práctica del perdón mutuo pues no somos padres perfectos ni tenemos hijos perfectos. Los hijos son un regalo de Dios, debemos entonces valorarlos. Toda esta parte “educativa” es la que se debería enseñar a los padres”.

Precisamente como dice la teología sistemática, la suma de la Palabra de Dios es verdad, así que debemos buscar para qué más sirve la vara Salmo 23:4 dice: Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta.

La vara es un mecanismo con el que el pastor guía a sus ovejas, las reconforta, las encamina y les infunde aliento. Ningún pastor tendría ovejas si usara la vara simplemente para castigar y menos si su uso fuera violento o desmedido.

En un mundo en el que se nos dice constantemente a través de la medicina, la psicología e incluso la ley que cualquier tipo de corrección física es maltrato, incluso la vara, debemos aferrarnos al uso que Dios tiene con nosotros: Él es un padre misericordioso que nos disciplina (Hebreos 12:6), pero sobre todo nos instruye y reconforta

(Salmo 23:4).

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