Diario Iglesia en San Bernardo - Noviembre

IGLESIA SAN BERNARDO EN

Santa Margarita María: “El Corazón de Jesús es un tesoro oculto e infinito que no desea más que manifestarse a nosotros”

Durante el mes de octubre las Reliquias de Santa Margarita María, peregrinaron por diversas parroquias y colegios de la Diócesis de San Bernardo, siendo venerada por numerosos fieles, familias, jóvenes y niños.

El 3 y 17 de octubre las Reliquias visitaron el Colegio San Bernardo Abad. El día 3 estuvo en la sede de Enseñanza Media, los alumnos la trasladaron en procesión a la sede de enseñanza básica, donde las pudieron venerar por curso. El día 17 de octubre, fue el turno de los más pequeños, que en su sencillez realizaron conmovedores actos de devoción, cada uno presentó sus peticiones al Corazón de Jesús por intercesión de santa Margarita María. Junto con los niños estuvieron presentes los educadores, asistentes, personal y apoderados.

Como preparación, los niños confeccionaron tarjetas con sus peticiones a Santa Margarita, presentadas ante sus reliquias y que fueron llevadas al Primer Monasterio de la Visitación de Santiago, para que las hermanas las incluyan en sus oraciones.

VIDA DIOCESANA 04 FORMACIÓN 05 ACTUALIDAD

Celebración de la Solemnidad de Todos los Santos en la Diócesis de San Bernardo

Como ya es tradicional este 1 de noviembre, todos los campos santos de la diócesis se llenaron de familiares quienes recordaron a sus difuntos.

Solemnidad

de Cristo Rey del Universo

“Cristo es el centro de la historia de la humanidad, y también el centro de la historia de todo hombre. A él podemos referir las alegrías y las esperanzas, las tristezas y las angustias que entretejen nuestra vida” Papa Francisco

Juan Ignacio González: “Estamos dispuestos a trabajar por Chile”

Las diversas confesiones religiosas fueron convocadas por ambas cámaras del poder legislativo a un encuentro en el marco de la continuidad del proceso constituyente

Mons.

Créditos: Padre Matías Pérez

Ven Señor, no tardes

una vez más se nos insta a mirar al Señor y preparar su llegada en la Navidad. Es posible que el ajetreo propio de estos meses nos haga perder lo esencial.

Enseña San Agustín: “¿Qué felicidad más segura que la nuestra, siendo así que quien ora con nosotros es el que da lo que pide? Porque Cristo es hombre y Dios; como hombre, pide; como Dios, nos da lo que le pedimos” (Sermón 217).

presentes, tantas veces no atinamos a poner la mente y el corazón en esta vida de Dios escondida en cada uno.

Una y otra vez la Iglesia nos llama a volver a Cristo y toda la vida litúrgica nos hace mirar el milagro de la presencia de Dios entre nosotros. El Verbo se encarnó para ser nuestro modelo de santidad: “Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí.” (Mt 11, 29). “Yo soy el Camino, la Verdad y

la Vida. Nadie va al Padre sino por mí” (Jn 14, 6). Y el Padre, en el monte de la transfiguración, ordena: “Escuchadle” (Mc 9, 7; cf. Dt 6, 4 - 5). Él es, en efecto, el modelo de las bienaventuranzas y la norma de la ley nueva: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado” (Jn 15, 12). Este amor tiene como consecuencia la ofrenda efectiva de sí mismo (cf. Mc 8, 34). (Catecismo,459). Con la llegada del tiempo de Adviento,

“El Creador del tiempo nació en el tiempo, y Aquel por quien fueron hechas todas las cosas empezó a contarse entre las criaturas” (San León Magno. Carta 31, 2-3). Pero nosotros, muchas veces distraídos por las realidades

El tiempo litúrgico que se inicia el Domingo 27 de noviembre, es una ocasión propicia para que este año estemos mas atentos. Una buena manera de prepararse para la llegada del Señor es leer meditadamente los Evangelios que relatan en nacimiento de Jesús en Belén, y acostumbrarnos en estas cuatro semanas a repetir muchas veces las palabras de la liturgia hecha canción. Ven, ven, Señor, no tardes. Ven, ven, que te esperamos. Ven, ven, Señor, no tardes. Ven, pronto, Señor.

¡Maran atha! ¡Ven, Señor (1 Cor 6,22)

Segundo intento de nueva constitución

Hacerlo bien, lo único que se pide.

Se anuncia el inicio de un nuevo proceso constitucional. Aun no se conoce exactamente como se llevará adelante. Surge como consecuencia del fracaso de la Convención Constitucional, cuya propuesta fue rechazada por la gran mayoría de los ciudadanos. Es bueno señalar con claridad que la Iglesia y las demás confesiones religiosas no fueron escuchadas.

Pese a presentar un proyecto de norma sobre la libertad religiosa, con miles de firmas, fue rechazada de plano y se propuso,

en cambio, un articulo muy insatisfactorio, que no cumplía con las expectativas más esenciales.

En el camino que ahora se está iniciando queremos ser escuchados. No por tener privilegio alguno, sino porque el factor religioso y su aporte a Chile, en particular de la Iglesia Católica, es un elemento esencial de la realidad social de nuestra nación. Sin ella, Chile mismo no se entiende y olvidándolo o poniéndolo en un lugar secundario, hacemos injuria a los padres de la patria.

“Una vez más pediremos que la vida humana sea respetada desde su concepción hasta la muerte natural, rechazando el aborto y la eutanasia...De nuevo insistiremos en el derecho de los padres y apoderados para escoger la educación de sus hijos”

Una vez más pediremos que la vida humana sea respetada desde

su concepción hasta la muerte natural, rechazando el aborto y la eutanasia, que algunos convencionales introdujeron en el proyecto fracasado. Una vez mas pediremos que haya un reconocimiento claro y decidido a la libertad de cada persona de actuar siempre según su conciencia, en especial frente a leyes que son injustas. De nuevo insistiremos en el derecho de los padres y apoderados para escoger la educación de sus hijos, en especial en aquellas materias éticas y morales y muy particularmente en la educación en la afectividad Intentar de nuevo un sistema de educación en la sexualidad universal y único sería un atropello a ese derecho. Insistiremos que no es conforme a un régimen democrático y de libertad que el Estado provea de diversa manera los recursos

para la educación pública o la particular. Y no olvidaremos de recordar que el sentido común más esencial, nos hace afirmar que la familia se funda en la unión de un hombre y una mujer.

Puede que, en esta ocasión, alejados los ideologismos extremos que invadieron la Convención y el texto fallido, como asimismo el afán refundacional, seamos escuchados. Sería un bien para Chile. El país no puede aguantar otro fracaso. Si los que deben decidir que se redacte una nueva constitución así lo disponen, lo único que pedimos los hombres y mujeres de a pie es que lo hagan bien. Es poco, pero es mucho, después de lo vivido.

Edición 3 - Año 1 Distribución Gratuita. 7.000 ejemplares Comunas: San Bernardo, El Bosque, La Pintana, Pirque, Buin, Paine y Calera de Tango. Director: Mons. Juan Ignacio González Consejo de Redacción: Mons. Juan Ignacio González y Pbro. Eric González Publicidad: Luis Orellana E-mail:lorellana@obispadodesanbernardo.cl Colaboración: Periodista: Carolina Echeverria Diseño: Tatiana Osorno Arias Dirección: Freire 516, San Bernardo Casilla: 320 Teléfonos: 228586971 / 228591137 Página Web: www.obispadodesanbernardo.cl Publica: Imprenta A Impresores. Para contratar avisos desplegados en el diario contactar a Luis Orellana

Aporte: Cuenta 188-01964-02, Banco de Chile

+Juan Ignacio González Errázuriz Obispo de San Bernardo

“Con la llegada del tiempo de Adviento, una vez más se nos insta a mirar al Señor y preparar su llegada en la Navidad”

Orar por los Adultos Mayores de la Diócesis

En el Mes del Adulto Mayor, Monseñor Juan Ignacio González presidió la Santa Misa pidiendo especialmente por ellos y encomendándolos al Señor y la Santísima Virgen.

La Eucaristía celebrada en la Iglesia Catedral contó con la presencia de cientos de adultos mayores, agentes de Caritas y voluntarios que trabajan con ellos en su cuidado y protección.

Reunión Conferre zonal San Bernardo

Hasta la localidad de Pirque se trasladaron las Hermanas de las diferentes Congregaciones religiosas femeninas, para participar de un fraternal encuentro para agradecer la vida que es don, forjar nuevos caminos, vivir los desafíos del apostolado y respirar esperanza en medio de la naturaleza, llenarnos del amor de Dios.

Celebración de la Solemnidad de Todos los Santos en la Diócesis de San Bernardo

Como ya es tradicional este 1 de noviembre, todos los campos santos de la diócesis se llenaron de familiares quienes recordaron a sus difuntos, al conmemorarse la Solemnidad de Todos los Santos. Monseñor Juan Ignacio celebró la Misa de sufragio en el Cementerio Parroquial de San Bernardo y contó con la asistencia de numerosos fieles que recordaron y rezaron por sus familiares difuntos.

Además, durante todo el día en los diferentes cementerios de la diócesis estuvieron presentes sacerdotes y seminaristas, del Seminario Mayor San Pedro Apóstol, acompañando con oraciones a los familiares y ofreciendo responsos por el alma de los que ya han partido a la casa del Señor.

Comunicación y Evangelización

Personal de la salud del Cesfam Juan Pablo II en San Bernardo, Gabriela Flores, Claudia Blanco y Alicia Moraga reciben mensualmente nuestro Diario Iglesia en San Bernardo y agradecen su difusión.

Con alegría los niños

recuerdan

a los Santos en la Iglesia

Un grupo de niños de diferentes parroquias de la Diócesis participaron de la Fiesta de la Luz, para conmemorar la Solemnidad de todos los santos.

Peregrinación de las Reliquias de Santa Margarita María

Las cuales estuvieron presentes en diversas parroquias y colegios de la Diócesis de San Bernardo, para su veneración.

¿Quién fue Santa Margarita María de Alacoque?

Fue una Religiosa de la Orden de la Visitación, que a partir de 1673 comenzó a tener visiones de Jesús, quien le pidió que tuviera una especial devoción a su Sagrado Corazón, el cual se le apareció “radiante como el sol, con la adorable herida, rodeado de espinas y coronado por una cruz y apoyado sobre un trono de espinas”.

Jesús se le apareció a Margarita María durante 17 años, hasta el día de su muerte, cuando finalmente vino a tomarla de la mano para conducirla al cielo. La llamó “discípula amada”, le comunicó los secretos de su corazón y la hizo participar de la ciencia del amor. De parte de Jesús, Margarita también recibió una gran promesa: quien se acercase dignamente a la Eucaristía y comulgase durante nueve meses consecutivos el primer viernes del mes, con espíritu de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento y amando y honrando al Corazón de Jesús, conseguiría el preciadísimo don de la perseverancia final, es decir, terminaría su vida habiendo recibido los sacramentos y el completo perdón de sus pecados

Misa de envío de misioneros

El pasado domingo 30 de octubre, durante la celebración de la Misa dominical, presidida por Monseñor Juan Ignacio González en la parroquia San José Patriarca en Buin, se bendijo a un grupo de misioneros que visitaran las nuevas poblaciones que van llegando al sector de Bajos de Matte, en el sector norte de Buin.

Familia Salesa en Chile

Con una solemne Eucaristía, la asociación conmemoró su 150 aniversario de fundación.

La familia Salesa es una Asociación Internacional, bajo la espiritualidad de San Francisco de Sales, fundada en Francia el año 1872, esta asociación está presente en los cinco continentes. Sus miembros buscan juntos responder al llamado universal a la Santidad (L.G. n°39), cada cual en su propia vocación y dentro de su ambiente: vida familiar, profesional, social y cultural.

El próximo 20 de noviembre celebramos la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, con el cual se cierra el Año Litúrgico en el que se ha meditado sobre todo el misterio de su vida, su predicación y el anuncio del Reino de Dios.

La fiesta de Cristo Rey fue instaurada por el Papa Pío XI el 11 de diciembre de 1925. El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey. Publicamos un texto para meditar en torno a esta solemnidad.

Fue el 11 de diciembre de 1925, cuando, por su encíclica Quas primas, el papa Pío XI promulgaba la institución de la nueva festividad litúrgica de Cristo Rey que hoy celebramos. Lo hacía convencido de la importancia y actualidad del mensaje que dirigía y embargado por la profunda emoción de dirigirse a un mundo que volvía la espalda a Cristo, que se negaba a aceptar la luz de Dios. Recordaba a ese mundo que sólo acogiéndose al imperio salvador de Jesucristo podría hallar la vida, la salud y la paz verdaderas. Paz prometida por Jesucristo que no era sólo la espiritual de las almas, sino también la social y la internacional. Reinado de Jesús que no se impone, sino que se propone y es aceptado libremente por los hombres, como lo hace el buen ladrón cuyas palabras hemos escuchado en el Evangelio. Es este el ideal de nuestra solemnidad. Un ideal que sigue vigente, que la Iglesia nos invita a desear ya esperar porque responde al plan de Dios. Un ideal que revela la enfermedad y mal de nuestro tiempo que sólo podrá ser curado con la aceptación voluntaria del

La realeza de Cristo

reinado de Cristo. No han cesado los últimos papas de denunciar el mal profundo que aqueja a nuestra sociedad: la pretensión de que Dios no es necesario, de que la Iglesia es una de tantas instituciones meramente humanas, de que se puede prescindir de la ley de Dios, y se pueden permitir los mayores abusos contra la ley natural. Pero Pío XI recordaba que, así como la negación de la realeza de Cristo es peste, ruina y muerte; el acatamiento de la realeza de Cristo es vida, salud y prosperidad para toda la sociedad. Dice el Papa: «Si un día reconocieran los hombres, en su vida priva-da y pública, la regia potestad de Cristo, no es posible imaginar los bienes

que forzosamente penetrarían en todos los sectores de la sociedad civil; la justa libertad, la disciplina y la tranquilidad, la concordia y la paz.» Para inculcar, pues, la importancia de esta aceptación social de la realeza de Cristo quiso instituir Pío XI la solemnidad litúrgica anual de Cristo Rey. La oportunidad y necesidad de esta fiesta, explicaba el pontífice, nace de la rebeldía de pueblos y gobiernos que han expresado su rechazo a Cristo y a su Iglesia. Por eso exhortaba el Papa que: ante el clamor de «no queremos que Cristo reine sobre nosotros»; es necesario que los fieles, conscientemente respondan «es necesario que Cristo reine, venga a nosotros tu Reino», Así lo hicieron los mártires cristeros de México. De ellos lo aprendieron los mártires de la persecución religiosa en la guerra civil española que, caían con estas palabras en sus labios «Viva Cristo Rey». Jesucristo, Rey de reyes y Señor

de los que dominan, ofrece al mundo, desplegándola a la vista de todos, la carta magna de su soberanía de amor, de su caridad, por cuya falta la sociedad agoniza, cuyo anticipo es la escena de la cruz ante el buen ladrón que hemos escuchado. Pero el verdadero fundamento de la trascendencia de esta solemnidad son las mismas palabras de Jesús a santa Margarita María en las que anuncia que su designio no es otro que la ruina del imperio de Satanás y la implantación en las almas del imperio de su amor. Y a la luz de esta idea comienzan a interpretarse aquellas misteriosas palabras que no entendía Santa Margarita: «Reinaré a pesar de mis enemigos». Y son los papas mismos, los que también parecen dejarse arrastrar por esta corriente de devoción y esperanza. Ya el papa León XIII en su encíclica Annum Sacrum señala en las apariciones del Corazón de Jesús una nueva época, la del reinado de Jesucristo. Y Pío XI declara en su encíclica Miserentissimus Redemptor que, al instituir la fiesta de Cristo Rey, no sólo proclamamos la realeza de Cristo, sino que además es un anticipo de aquel día venturoso en que el universo entero espontánea y libremente prestará su obediencia al reinado suavísimo de Jesús. Nuestra sociedad agoniza como lo hacía el buen ladrón del evangelio de hoy, y la Iglesia, Madre y Maestra, propone su ejemplo: «Acuérdate de mí cuan-do estés en tu Reino». Como aquel ladrón, también nosotros nos dirigimos al Señor implorando su Reino de misericordia y amor que colmará todas nuestras ansias, curará nuestras heridas y nos concederá transitar por caminos de reconciliación y de paz. Amén.

Fuente: Homilía de don Nicolás Echave, SDB, rector del templo expiatorio del Tibidabo en la solemnidad de Cristo Rey.

“Paz prometida por Jesucristo que no era sólo la espiritual de las almas, sino también la social y la internacional”

primogénito de toda la creación y centro de la historia”

La solemnidad de Cristo Rey del Universo, coronación del año litúrgico, señala también la conclusión del Año de la Fe, convocado por el Papa Benedicto XVI, a quien recordamos ahora con afecto y reconocimiento por este don que nos ha dado. Con esa iniciativa providencial, nos ha dado la oportunidad de descubrir la belleza de ese camino de fe que comenzó el día de nuestro bautismo, que nos ha hecho hijos de Dios y hermanos en la Iglesia. Un camino que tiene como meta final el encuentro pleno con Dios, y en el que el Espíritu Santo nos purifica, eleva, santifica, para introducirnos en la felicidad que anhela nuestro corazón…

Las lecturas bíblicas que se han proclamado tienen como hilo conductor la centralidad de Cristo. Cristo está en el centro, Cristo es el centro. Cristo centro de la creación, del pueblo y de la historia.

1. El apóstol Pablo, en la segunda lectura, tomada de la carta a los Colosenses, nos ofrece una visión muy profunda de la centralidad de Jesús. Nos lo presenta como el Primogénito de toda la creación: en él, por medio de él y en vista de él fueron creadas todas las cosas. Él es el centro de todo, es el principio: Jesucristo, el Señor.

Dios le ha dado la plenitud, la totalidad, para que en él todas las cosas sean reconciliadas (cf. 1,12-20). Señor de la creación, Señor de la reconciliación.

que se pide al creyente, que quiere ser tal, es la de reconocer y acoger en la vida esta centralidad de Jesucristo, en los pensamientos, las palabras y las obras. Y así nuestros pensamientos serán pensamientos cristianos, pensamientos de Cristo. Nuestras obras serán obras cristianas, obras de Cristo, nuestras palabras serán palabras cristianas, palabras de Cristo. En cambio, La pérdida de este centro, al sustituirlo por otra cosa cualquiera, solo provoca daños, tanto para el ambiente que nos rodea como para el hombre mismo.

cuida de su pueblo, de todos nosotros, a precio de su vida. En él somos uno; un único pueblo unido a él, compartimos un solo camino, un solo destino. Sólo en él, en él como centro, encontramos la identidad como pueblo.

“Cristo es el centro de la historia de la humanidad, y también el centro de la historia de todo hombre. A él podemos referir las alegrías y las esperanzas, las tristezas y las angustias que entretejen nuestra vida”.

2. Además de ser centro de la creación y centro de la reconciliación, Cristo es centro del pueblo de Dios. Y precisamente hoy está aquí, en el centro. Ahora está aquí en la Palabra, y estará aquí en el altar, vivo, presente, en medio de nosotros, su pueblo. Nos lo muestra la primera lectura, en la que se habla del día en que las tribus de Israel se acercaron a David y ante el Señor lo ungieron rey sobre todo Israel (cf. 2S 5,1-3). En la búsqueda de la figura ideal del rey, estos hombres buscaban a Dios mismo: un Dios que fuera cercano, que aceptara acompañar al hombre en su camino, que se hiciese hermano suyo.

3. Y, por último, Cristo es el centro de la historia de la humanidad, y también el centro de la historia de todo hombre. A él podemos referir las alegrías y las esperanzas, las tristezas y las angustias que entretejen nuestra vida. Cuando Jesús es el centro, incluso los momentos más oscuros de nuestra existencia se iluminan, y nos da esperanza, como le sucedió al buen ladrón en el Evangelio de hoy.

mirar a Jesús, y desde el corazón repetirle a menudo, pero con el corazón, en silencio, cada uno de nosotros: “Acuérdate de mí, Señor, ahora que estás en tu Reino. Jesús, acuérdate de mí, porque yo quiero ser bueno, quiero ser buena, pero me falta la fuerza, no puedo: soy pecador, soy pecadora. Pero, acuérdate de mí, Jesús. Tú puedes acordarte de mí porque tú estás en el centro, tú estás precisamente en tu Reino.”

¡Qué bien! Hagámoslo hoy todos, cada uno en su corazón, muchas veces. “Acuérdate de mí, Señor, tú que estás en el centro, tú que estás en tu Reino.”

Esta imagen nos ayuda a entender que Jesús es el centro de la creación; y así la actitud

Cristo, descendiente del rey David, es precisamente el «hermano» alrededor del cual se constituye el pueblo, que

Mientras todos se dirigen a Jesús con desprecio - «Si tú eres el Cristo, el Mesías Rey, sálvate a ti mismo bajando de la cruz»- aquel hombre, que se ha equivocado en la vida, pero se arrepiente, al final se agarra a Jesús crucificado implorando: «Acuérdate de mí cuando llegues a tu reino» (Lc 23,42). Y Jesús le promete: «Hoy estarás conmigo en el paraíso» (v. 43): su Reino. Jesús sólo pronuncia la palabra del perdón, no la de la condena; y cuando el hombre encuentra el valor de pedir este perdón, el Señor no deja de atender una petición como esa. Hoy todos podemos pensar en nuestra historia, nuestro camino. Cada uno de nosotros tiene su historia; cada uno tiene también sus equivocaciones, sus pecados, sus momentos felices y sus momentos tristes. En este día, nos vendrá bien pensar en nuestra historia, y

La promesa de Jesús al buen ladrón nos da una gran esperanza: nos dice que la gracia de Dios es siempre más abundante que la plegaria que la ha pedido. El Señor siempre da más, es tan generoso, da siempre más de lo que se le pide: le pides que se acuerde de ti y te lleva a su Reino.

Jesús es el centro de nuestros deseos de gozo y salvación. Vayamos todos juntos por este camino.

“Cristo,

Fuente: Homilía del Papa Francisco en la solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo, 24 nov, 2013.

Fuente: Vatican news Foto: Vatican.va

Obispo Juan Ignacio González: Estamos dispuestos a trabajar por Chile

La Conferencia Episcopal participó, junto a otras confesiones religiosas, de la reunión realizada el jueves 27 de octubre en la sede del Congreso de Santiago, convocada por los presidentes de ambas cámaras del Parlamento, en el contexto de las conversaciones que se desarrollan por la continuidad del proceso constituyente.

Las diversas confesiones religiosas fueron convocadas por ambas cámaras del poder legislativo a un encuentro en el marco de la continuidad del proceso constituyente. En representación de la Conferencia Episcopal de Chile participaron el integrante del Comité Permanente, obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, junto con la secretaria general adjunta de la CECh, Valeria López. La instancia fue liderada por el presidente del Senado, Álvaro Elizalde, y el presidente de la Cámara de Diputados y Diputadas de Chile, Raúl Soto.

Luego de la reunión, el presidente del Senado valoró está instancia de diálogo, que según señaló se enmarca en las reuniones que han venido sosteniendo en esta nueva etapa del proceso constituyente. Elizalde destacó la importancia de las Iglesias en la vida social

Chile, por lo que este encuentro constituye una señal “de que deben ser consideradas a la hora de dialogar respecto de un proceso constituyente”.

El presidente de la Cámara de Diputados y Diputadas de Chile, Raúl Soto, en tanto, habló de la necesidad de generar una sinergia entre lo político y lo social para encauzar el proceso constituyente hacia una dirección que sea buena para Chile, y en ese sentido, afirmó: “queremos corregir los errores del proceso que acaba de fracasar, queremos dar garantías a Chile de que en este nuevo proceso que acordemos se va a cuidar la forma y el fondo, y eso significa que debe ser un proceso de mucho diálogo, mucha escucha, dónde todos nos sintamos parte”.

El obispo Juan Ignacio González, representante de la CECh en la reunión, se dirigió a los medios de comunicación presentes en el punto de prensa para valorar en primer lugar esta instancia de diálogo:

“Lo primero que quiero decir, sin arrogarme la representación de los presentes, es a los presidentes de ambas cámaras: Muchas gracias. Es un momento que esperábamos”.

También hizo una breve referencia al proceso llevado adelante por la Convención

Constitucional:

“Sin mirar para atrás negativamente, es un momento que no tuvimos antes, hemos descubierto en ustedes - y ojalá ustedes así lo transmitan a los que están trabajando para el bien de Chile, en el proceso para tener una nueva constitución- de la importancia y la disponibilidad de todos nosotros para aportar”.

Sobre la reunión que se desarrolló en el Congreso, indicó: “Rescato dos cosas muy esenciales, y que han quedado muy claras en esta reunión que hemos tenido:

-Hemos hablado todos con libertad, nos hemos sentido muy acogidos en esta casa que, el señor presidente ha llamado una especie de templo.

-El bien de Chile requiere comprender que un factor social preponderante de nuestra conformación como nación, es la espiritualidad y lo que representan las confesiones religiosas. Y por eso, además de agradecer a ambos presidentes su acogida, su cercanía, su simpatía, lo que les decimos es que estamos dispuestos a trabajar por Chile,

como siempre hemos estado. Siguiendo la huella de muchos de nuestros antepasados, porque nos interesa Chile y cada uno de los chilenos. Todo lo que una persona es, les interesa a las confesiones religiosas. Porque, en realidad, trabajamos para lo mismo: El bien común de los chilenos”.

En el encuentro también estuvieron presentes otras confesiones religiosas:

-Obispo Emiliano Soto, Mesa Ampliada Unión Nacional Evangélica

-Rabino Eduardo Waingortin, capellán judío de la Moneda

-Rabino Daniel Zang, de la comunidad judía de Chile

-Mohamed Rumie, representante de la comunidad musulmana sunita en Chile

-Allan Aravena, de la comunidad Bahá`í en Chile

-Sat Sansar Singh, de la comunidad Bahá`í en Chile

-Valentín Nuñez, de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días

Fuente: Comunicaciones CECh Imágenes: Comunicaciones CECh-www.senado.cl

Se da a conocer la síntesis final de los aportes de las

El pasado 25 de octubre se ha dado a conocer al Pueblo de Dios que peregrina en Chile, una síntesis de los aportes de los participantes de la Tercera Asamblea Eclesial Nacional, reunidos en 60 comunidades,

que trabajaron durante los días 7, 8 y 9 de octubre en el Colegio La Salle, en Santiago.

“El objetivo era discernir los cambios y conversiones que tenemos que asumir para relaciones más evangélicas, y responder así al anhelo de ser una Iglesia más sinodal, profética y esperanzadora. El diálogo no partía de cero, sino tomando en cuenta las ricas aportaciones que nos ha hecho el proceso de discernimiento eclesial de la Iglesia chilena, iniciado a

fines del 2018, y el camino sinodal iniciado en octubre de 2021” señala Mons. Pérez de Arce, agregando que “como lo hemos dicho reiteradamente, para nosotros ha sido un único y gran proceso, que ha tenido un hito importantísimo en esta Asamblea Eclesial Nacional, y que continúa en nuestras Iglesias locales, en el seno de la Conferencia de Obispos, y en las etapas continental y universal del Sínodo de la sinodalidad”.

Respecto de cómo sigue el trabajo post Asamblea Nacional, el obispo explica que el camino continúa en las Iglesias locales, “que es

Eclesial

donde prioritariamente se alienta y se planifica la misión”, añadiendo que los aportes de la Asamblea Nacional, junto al discernimiento que las mismas Iglesias han hecho en Asambleas diocesanas y otros encuentros, “están llamados a ser un insumo indispensable para los organismos diocesanos y los agentes de pastoral en su animación de la misión”.

La síntesis completa y otros recursos de la Asamblea se pueden revisar en el sitio web www.asambleaeclesial.cl

comunidades de la Tercera Asamblea