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Consumo responsable, el planeta lo exige

Mejora en el comportamiento ciudadano

El 15 de marzo de cada año se conmemora el Día Mundial del Consumidor con la finalidad de concientizar al ciudadano sobre sus derechos pero también sobre sus deberes como consumidor responsable de bienes y como usuario eficiente de servicios. Es también una ocasión para recordar a las empresas su compromiso con el planeta, produciendo bienes y ofreciendo servicios sostenibles y amigables con el medio ambiente.

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Este año 2022 Consumers International ha recomendado a las instituciones asociadas en los más de cien países miembros -entre ellas ASPEC en Perú- a conmemorar con énfasis en la "Visión del consumidor para lograr finanzas digitales justas".

Por: Manuel Luque Casanave. Profesor-Investigador Universidad Nacional de Ingeniería (UNI)

La visión establece preguntas para los tomadores de decisiones desde la perspectiva de los derechos del consumidor para construir un mercado financiero digital que sea inclusivo, seguro, con protección de datos, privado, y sostenible para todos.

Consumo responsable

Consumo responsable es hacer un consumo consciente e informado en el momento de adquirir un producto o contratar un servicio, utilizando eficientemente los recursos disponibles. Implica tener un nuevo enfoque, cambiar hábitos de consumo para ajustarlos a nuestros reales requerimientos y a la necesidad de no contaminar el planeta.

Para la supervivencia del planeta necesitamos consumidores responsables, un indicador a cambiar y que lamentablemente coincide con el Principio de Pareto es que un 20 % de la población consume el 80% de los recursos.

La digitalización de las operaciones financieras ofrece oportunidades y retos al usuario.

No al consumismo irresponsable y compulsivo, que nos ha llevado al acelerado cambio climático. Cada uno debe examinar qué podemos hacer localmente en nuestras actividades en el hogar y en nuestro trabajo para contribuir a un consumo responsable local, pensando también globalmente en que cada buena acción que hacemos suma al mundo. Practicar en nuestra vida diaria las 3Rs, reducir, reutilizar y reciclar

Los consumidores tienen derecho a satisfacer sus necesidades básicas, a protegerse contra productos y residuos peligrosos, a tener toda la información necesaria para hacer una elección informada, a elegir en el mercado dentro de una variedad de productos y servicios, a ser escuchado en la ejecución de decisiones que les afecten, a presentar reclamos y a ser compensado, derecho a adquirir conocimiento para ser un consumidor informado, a vivir en un ambiente saludable y sostenible.

Realizar un consumo sostenible, que pueda responder a las necesidades de bienes y servicios de las generaciones actuales, con productos y servicios que respeten el medioambiente, sin comprometer el futuro de las próximas generaciones, dejándoles los medios y recursos para satisfacer de la misma forma sus necesidades.

Si bien el consumo sostenible depende de la disponibilidad del tipo de productos y servicios, también depende de los comportamientos adoptados diariamente con el fin de limitar su impacto en el medio ambiente.

Interiorización de las 3Rs en el ciudadano, logra un modelo minimalista en el consumo de recursos.

Consumo responsable es hacer un consumo consciente e informado en el momento de adquirir un producto o contratar un servicio, utilizando eficientemente los recursos disponibles. Implica tener un nuevo enfoque, cambiar hábitos de consumo para ajustarlos a nuestros reales requerimientos y a la necesidad de no contaminar el planeta.

El consumo responsable es el 12° Objetivo de Desarrollo Sostenible el cual está vinculado con las ODS 7, 8 y 9 de la ONU. Esta ODS incentiva a:

Gestionar eficientemente los recursos naturales, disminuir la degradación y la contaminación, reducir los desperdicios de alimentos, incentivar actividades de las 3Rs (reducir, reutilizar, reciclar), establecer prácticas sostenibles en las empresas, sensibilizar a los consumidores mediante la educación sobre los modos de vida sostenibles.

Labor de las instituciones

El consumo responsable requiere de acciones sinérgicas de los consumidores y de las instituciones. Indecopi es la Autoridad Nacional de Protección del Consumidor que fomenta en el mercado mejores decisiones de consumo, garantizando la protección de la salud y seguridad de los consumidores.

Promueve mecanismos para la prevención y solución de conflictos a nivel nacional, resuelve controversias. Garantiza un mercado sin monopolios ni oligopolios, que promueva la competencia y precios justos al consumidor, con capacidad sancionadora cuando se atente contra los derechos del consumidor.

Las empresas tienen también una responsabilidad social, suministrando bienes con materias primas y materiales no tóxicos, saludables, reciclables, seguros, eficientes energéticamente, de calidad, con envases biodegradables y que al final de su vida útil no causen contaminación ambiental.

Cada empresa dentro de su responsabilidad social debe mostrar su compromiso con el planeta determinando su “huella de carbono”, expresada en las toneladas de CO2eq anuales que genera en sus actividades operativas así como la “huella hídrica” expresada en el consumo de m3 de agua anuales por sus actividades operativas.

Consumo responsable para la supervivencia del planeta.

Estos indicadores operativos les servirán para referenciarse con otras empresas de similares actividades, así como para trazarse metas de mejoras para ser consideradas empresas sostenibles, que generan mejor imagen ante los consumidores y usuarios.

La llamada “economía circular”, forma parte de un compromiso de las empresas en la que los productos y servicios que ofrecen al consumidor tienen un origen sostenible en materias primas, materiales, consumibles, energía, transporte, y que al final de su ciclo de vida puedan ser utilizados sus residuos como materia prima de otras actividades. Hay una frase que he acuñado y es que la basura es un residuo colocado en lugar equivocado.

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) facilita el consumo responsable.

Las empresas tienen también una responsabilidad social, suministrando bienes con materias primas y materiales no tóxicos, saludables, reciclables, seguros, eficientes energéticamente, de calidad, con envases biodegradables y que al final de su vida útil no causen contaminación ambiental.

Compromiso de los actores

Tener en nuestra vida una actitud proactiva, ser un consumidor responsable, bien informado que tome sus decisiones de compra de bienes y contratación de servicios pensando localmente en la satisfacción de sus necesidades y pensando globalmente de cómo influyen sus decisiones en la contaminación ambiental, en el cambio climático y en la sostenibilidad del planeta.

La contaminación ambiental es causa y efecto de la pobreza en el mundo. Millones de personas en el planeta no cuentan con acceso al agua, sufren los efectos de la contaminación y la escasa información sobre la calidad y toxicidad de los productos, de la calidad de los servicios, de la seguridad alimentaria.

La supervivencia de la humanidad está en riesgo por el acelerado cambio climático, en gran medida por un consumismo irresponsable de recursos, por uso de combustibles fósiles, por intereses económicos que impiden un desarrollo sostenible, por la lenta implementación de la electromovilidad, de las energías renovables y de las buenas prácticas en el consumo.

Hace falta un empoderamiento del ciudadano, que le permita estar mejor informado de los productos y servicios del mercado, sin publicidad engañosa, con una participación importante y relevante de las asociaciones de consumidores y usuarios en las decisiones normativas, administrativas y con capacidad de influir en el mercado.

La economía circular compromete a la sociedad en un esquema de sostenibilidad y de consumo responsable.

La llamada “economía circular”, forma parte de un compromiso de las empresas en la que los productos y servicios que ofrecen al consumidor tienen un origen sostenible en materias primas, materiales, consumibles, energía, transporte, y que al final de su ciclo de vida puedan ser utilizados sus residuos como materia prima de otras actividades.

Las políticas y estrategias de la responsabilidad social empresarial deben considerar el suministro de bienes y servicios de calidad al mercado, sostenibles, seguros, que satisfagan las necesidades del consumidor y usuario sin comprometer su salud y a precios razonables.

Los medios tienen una responsabilidad ante la sociedad, incorporando una sección específica que trate con frecuencia el tema del consumidor en sus informaciones y reportes. Reciba quejas y reclamos de los consumidores y usuarios, haga análisis comparativo de calidad de productos y servicios, denunciar los casos que atentan contra la salud, la seguridad y la economía del consumidor y usuario.

La educación del futuro consumidor juega un papel importante, por ello se debe cimentar y formar a los alumnos para tener ciudadanos con valores de responsabilidad y compromiso con el planeta, un consumo responsable debe ser interiorizado en las escuelas.

Hace falta un empoderamiento del ciudadano, que le permita estar mejor informado de los productos y servicios del mercado, sin publicidad engañosa, con una participación importante y relevante de las asociaciones de consumidores y usuarios en las decisiones normativas, administrativas y con capacidad de influir en el mercado.

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