Fitness
Los wearables, aliados clave
La evolución del fitness nos trae la ayuda de aparatos tecnológicos que permiten mejorar nuestro rendimiento. Texto: Liber Hirigoyen, licenciado en Educación Física, Recreación y Deportes. Foto: Canstock.
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l boom del fitness tuvo sus inicios mucho antes de lo que imaginamos. Desde 1950, actores y actrices de Hollywood contrataban entrenadores personales para poder ejercitarse alejados de sus seguidores y con rutinas especializadas para lograr los cuerpos que necesitaban para sus interpretaciones. Ya para principios de los años 80 se empieza a masificar la práctica a través de las clases de gimnasia aeróbica. Estas fueron ganando cada vez más seguidores y evolucionaron para adecuarse a las necesidades de las personas. Tanto así, que hasta el día de hoy siguen con mucha vigencia y ganando cada vez más terreno a través de las modificaciones que han sufrido. Las actuales clases de zumba, spinning, entrenamiento funcional y demás modalidades que ofrecen muchos gimnasios y centros de fitness no son más que una adecuada transformación de las originales clases de aeróbicos que se impartían por la década de los 80 en Estados Unidos. Los objetivos por los que realizamos estas activi-
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dades tienen pequeñas diferencias, dependiendo de la persona que las practica, pero mantienen las metas principales que van desde pérdida de peso, mejora de la figura, mantener y mejorar la salud, y también distraerse y pasar un buen momento. Las facilidades que ha brindado la evolución del fitness pasan por muchos ámbitos. La mayor accesibilidad a centros que ofrezcan estos servicios hasta los dispositivos electrónicos a los que podemos acceder hoy para optimizar la práctica y el control de las rutinas. En cuanto a la accesibilidad es fácil encontrar los más variados centros deportivos. Grandes clubes multideportes, boutiques de fitness y wellness, gimnasios low-cost y grupos de práctica al aire libre, ya sea en entrenamiento de carreras de calle, triatlón o funcional. Las diferentes opciones que nos ofrecen hacen que siempre encontremos en algunos de estas actividades cómo lograr nuestros objetivos a través de distintas prácticas deportivas, desde baile, musculación, pilates, crossfit, etc.
Los wearables Hoy es muy común acompañar estas prácticas deportivas con wearables, una de las últimas tendencias en fitness que crece año a año. Los wearables son la tecnología que podemos vestir, portar o incluir en una prenda. Son cada vez más populares y accesibles. Van desde un reloj con GPS o acelerómetro con el que podemos medir la cantidad de metros que entrenamos, ya sea en tierra o en agua; a pulseras y relojes que envían información a un teléfono móvil o un ordenador, indicando la velocidad máxima y promedio de nuestro entrenamiento, cantidad de brazadas en el agua o pasos de carrera; ropa con fibras inteligentes que miden la temperatura corporal, la sudoración y el gasto calórico en cada actividad. Los más usados son los relojes con los cuales medimos la distancia y el tiempo de entrenamiento que, junto con la frecuencia cardíaca, nos van indicando si estamos dentro de la zona de esfuerzo que queremos realizar o no en el momento en que entrenamos. Dependiendo de los objetivos que tengamos, el entrenamiento debe ser de determinada duración y más o menos intenso, lo que conocemos como volumen de entrenamiento. Esta tecnología hace que sea más eficiente para el logro de los mismos. ¿Útiles y necesarios? Difícilmente necesitemos usar todas las funciones que ofrece un wearable. Aunque es posible conocerlas, aprender cómo funciona un dispositivo requiere de un conocimiento avanzado en fisiología y entrenamiento para sacar provecho de todas las opciones que brinda. Sí es conveniente el asesoramiento de un profesional que realice una rutina de entrenamiento que podamos medir con más precisión con la ayuda de un wearable para una mejor eficiencia. Entrenar la distancia establecida de antemano a determinado esfuerzo; intervalos exactos de relación trabajo-descanso; hacer un buen seguimiento de las rutinas y llevar un control de las mismas, valorando la evolución que se va logrando. Por esto, lo más recomendable a la hora de adquirir un wearable es conocer bien cuáles de todas las funciones que nos ofrecen realmente vamos a usar. Es mejor que tenga precisión en cuanto a los registros que se van a tomar y no tantas funciones que luego no utilizaremos. Si se tiene la posibilidad de asesorarse con un entrenador o alguien que conozca de esto, consúltale cuál es el mejor tomando en cuenta el tipo de entrenamiento que vas a realizar. Ellos siempre nos brindarán una mejor opinión que en las tiendas. Anímate a sumar tecnología a tus entrenamientos, te sorprenderás de lo motivante que puede ser y de cuánta ayuda te será. V