Sobresaliente
R
Una DIVA
en PARÍS
En Ecuador hay grandes artistas que han logrado la internacionalización, entre ellos, una actriz que brilló en Europa en las décadas del 60 y 70: la guayaquileña Toty Rodríguez. Ahora, un documental rescata su esencia, el cual dirige su sobrino y tendrá su estreno este mes a nivel nacional. Texto: William Morales Ruiz. Fotos: Byron Vera y cortesía.
I
14 Valles
ecién graduada (del colegio), una amiga de la universidad me ofreció actuar para una obra, en la que yo hacía de mamá de ella. Me pinté canas y acepté. Luego me dieron un papel en La viuda alegre porque tenía presencia, voz y todo, y otra vez tuve que pintarme canas. Ahí bailé hasta cancán. Esas presentaciones me dieron la pauta de lo que me gustaba: el público, el espectáculo, el disfrazarme y todo eso desde muy joven. Yo actuaba y tenía esa vocación, más que la de casarme”, confiesa María Rosa Rodríguez Vásconez, conocida en el mundo artístico como Toty Rodríguez, quien nació en Guayaquil y empezó su carrera como actriz a los 17 años. Toty destaca que actuar en cine, televisión y teatro es difícil, y hay que prepararse como en toda profesión: “En el teatro, que me gusta más, haces un ensayo a través de los personajes para el desarrollo de la obra y vas ampliando eso poco a poco con el texto y formato corporal, y puedes enriquecer el personaje. En el cine, la técnica manda, y tienes que hacer una locación, por ejemplo: tienes que transformarte en niña, joven, adulta o vieja, no solo en la parte exterior, sino también interiormente por el personaje. Son difíciles y diferentes cada una de esas artes porque son momentos distintos de personajes y de capacitación”. Toty actuó en Ecuador, Francia, Perú, Argentina, y participó en coproducciones en México, pero no solamente haciendo cine, sino también teatro y televisión. “Mis siete años en París fueron los más ricos e hice unas 13 películas. Empecé con pequeños roles de extra hasta llegar a ser figura en los cines”, relata. Justamente esas vivencias en tierra europea son el eje central de Mi tía Toty, un documental dirigido por su sobrino, León Felipe Troya, que pone en evidencia la aceptación que tuvo la actriz ecuatoriana en el ámbito artístico parisino. Al respecto, Toty destaca el buen recibimiento que ha tenido el proyecto en el circuito de festivales: “Asistí a dos, entre ellos, el EDOC (Encuentros Del Otro Cine) del año pasado en el que nosotros hicimos la clausura. El reconocimiento del público fue muy rico, muy cálido, y aplaudieron mucho. Unas amigas, luego de verlo, me dijeron: ‘Dile a tu sobrino (el director) que ahí dejamos una piscina de lágrimas y de risas’. El actor ‘Mosquito’ Mosquera, que estaba junto a mí, me decía: ‘Y ahora, ¿qué va a pasar?, ¿qué va a decir la Toty?’, como si fuera un filme de ficción. Entonces me di cuenta de que es un muy buen documental hecho por mi sobrino, independientemente del parentesco. Cinematográficamente hablando, tiene mucho ritmo, ya que por lo general los documentales tratan de temas sociopolíticos y económicos, dramáticos, y a veces son aburridos”. Sobre su sobrino León Felipe, dice que es un joven al que vio nacer y que “ha empezado a identificarme no solo como su tía, sino también como un personaje que se va descubriendo poco a poco. La gente que me conoce, de mi generación, y los jóvenes que no me conocen, van a ver a un personaje ecuatoriano”.
Afiche del documental Mi tía Toty.
Valles 15