Vaticano: Tesoros invaluables

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¿Cuáles son las maravillas del Vaticano?

Tesoros invaluables Es la sede de la Iglesia Católica y la residencia de su líder. Millones de fieles visitan el Vaticano cada año con la convicción de que es un pedazo sagrado de la Tierra. Para los que no profesan el catolicismo, es un sitio donde se exhiben algunos de los tesoros arquitectónicos, artísticos, religiosos e históricos más valiosos

Fotos: Flickr / Archivo

Vaticano:

Basílica de San Pedro Estudiar la génesis de la Basílica de San Pedro equivale a conocer la historia de la evolución del pensamiento y del arte en las distintas épocas históricas. La basílica posee una capacidad de aforo de 20.000 personas. La basílica mide 212 metros de largo, 140 de ancho, y 133 metros de altura en su cúpula. Ocupa 15.000 metros cuadrados. No hay otro templo en el mundo que le iguale en extensión. El interior se caracteriza por las grandiosas decoraciones en mosaico, constituye el precioso joyero que custodia algunas de las más célebres obras de arte del mundo, como el Baldaquino de Bernini y la estatua de la Piedad de Miguel Ángel.

Por: William Morales Capilla Sixtina

Estatua de la Piedad de Miguel Ángel

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on una superficie de apenas 44 hectáreas, la Ciudad del Vaticano es el Estado independiente más pequeño del mundo, por número de habitantes y por territorio. Nació con el tratado de Letrán, firmado entre la Santa Sede e Italia el 11 de febrero de 1929 y ratificado el 7 de junio del mismo año. El papa reside en el Vaticano, donde se encuentran también algunos de los organismos que lo asisten en sus labores apostólicas, administrativas 44

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y diplomáticas. El país tiene, por lo tanto, la característica de ser un instrumento de la independencia de la Santa Sede y de la Iglesia Católica respecto a todo poder constituido. Debido a las reducidas dimensiones del territorio de la Ciudad del Vaticano, muchas entidades y oficinas de la Santa Sede están situadas en inmuebles de la ciudad de Roma (por ejemplo, los edificios de la Plaza de Pío XII, Vía de la Conciliación, Plaza de San Calixto, Plaza de la Cancillería y Plaza de España). La población del Estado comprende aproximadamente 800 personas,

de las cuales unas 450 gozan del derecho de ciudadanía vaticana; los demás están autorizados a residir en él, temporal o permanentemente, pero sin derecho a ciudadanía. Casi la mitad de los ciudadanos reside fuera del Estado en otros países por motivos de trabajo (personal diplomático). La adquisición y pérdida de ciudadanía, las autorizaciones para residir en el territorio del Estado y las formalidades de acceso, están reglamentadas por disposiciones particulares indicadas en el tratado de Letrán.

Miguel Ángel empezó la tarea encomendada a fines de agosto de 1498, con un proyecto bien claro: la escultura debería verse entera, de modo tal que podría mirarse desde todas las direcciones. El conjunto marmóreo, una vez terminado, tenía una forma redonda cuyas medidas eran de 174 cm. de altura por 195 cm. de longitud de base. La escultura es una composición piramidal y proporcionada, que muestra el cuerpo de Jesús muerto, bajado de la cruz y depositado sobre los numerosos pliegues de las amplias vestimentas que cubren el regazo de la virgen. El brazo derecho de Jesús cae inerte, en contraposición del brazo izquierdo de María que es libre, lleno de vida y mostrando consternación. El brazo derecho de la virgen sostiene el torso de Jesús.

La Capilla Sixtina debe su nombre al papa Sixto IV della Rovere (1471-1484), quien quiso edificar un nuevo ambiente de grandes dimensiones en el lugar donde surgía la “Capilla Magna”. Es un aula fortificada de edad medieval, destinada a las reuniones de la corte papal, que en ese tiempo contaba con unos 200 miembros y estaba compuesta por un colegio de 20 cardenales, representantes de las órdenes religiosas y de las familias más importantes, del complejo de los cantores, de un gran número de laicos y criados. La Capilla Sixtina es el lugar donde se celebra el cónclave, del latín cum clavis ‘bajo llave’, por las condiciones de reclusión y máximo aislamiento del mundo exterior en que debe desarrollarse la elección. Sus frescos son obra de Miguel Ángel y está considerada una de las máximas cumbres del arte mundial.

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Turismo Murales de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina

Plaza de San Pedro La única gran plaza en el mundo, que abraza calurosamente a quienes la visitan, está llena de secretos. Muchos pasan sin descubrirlos, pero pueden explorar a fondo la plaza del Pescador de Galilea, el mayor templo del planeta. Las dimensiones de la plaza son: 320 metros de longitud y 240 metros de ancho. En las liturgias y acontecimientos más destacados la Plaza de San Pedro ha llegado a albergar más de 300.000 personas. La construcción de la plaza se llevó a cabo entre 1656 y 1667 de la mano de Bernini, con el apoyo del papa Alejando XII. Lo más impresionante de la plaza, además de su tamaño, son las 284 columnas y

88 pilastras que la bordean en un pórtico de cuatro filas. En lo alto de las columnas hay 140 estatuas de santos hechas en 1670 por los discípulos de Bernini. En el centro de la plaza destaca el obelisco y las dos fuentes, una de Bernini (1675) y otra de Maderno (1614). El obelisco, de 25 metros de alto, fue llevado a Roma desde Egipto en 1586. La forma de llegar a la Plaza de San Pedro es por la Via della Conciliazione, una larga calle que comienza en el Castillo de Sant’Angelo. En la plaza también podrá explorar los diez secretos de la basílica: la Vía della Conciliazione, el aparta-

mento papal, el obelisco egipcio del centro de la plaza es un gran reloj de sol y también un calendario solar, centro del colonnato (la columnata de Bernini –adornada con 140 estatuas), entrada a la plaza de San Pedro por la Vía dei Corridori, el panorama desde el obelisco de Heliópolis, la chimenea de la Capilla Sixtina (la clave en el anuncio del nuevo papa), la cúpula de la basílica de San Pedro, una placa que marca el sitio donde Juan Pablo II fue disparado, el mosaico de Santa María «Mater Ecclesia». Así también las Grutas Vaticanas, los Jardines y los Museos Vaticanos.

Museos Vaticanos Los orígenes de los Museos Vaticanos se remontan a 1503, año en que el recién nombrado papa Julio II donó su colección privada. Desde ese momento, tanto familias particulares como otros papas han ido aumentando la colección de arte y artículos valiosos hasta convertirlos en los más grandes del mundo. Actualmente, los Museos Vaticanos reciben más de cuatro millones de visitantes anuales, aunque una de las razones es que son la puerta de entrada a la Capilla Sixtina. Los museos que hay al interior son: museo Pío–Clementino, apartamento de Pío V, galería de los Candelabros, museo Etnológico Misionero, galería de mapas cartográficos, museo histórico-pabellón de carrozas, galería de tapices, museo Pío Cristiano, Pinacoteca, sala Sobieski y de la Inmaculada, museo Egipcio, museo Etrusco, museo Chiaramonti, museo Gregoriano Profano, apartamento Borgia, Estancias de Rafael y Sala de la Biga. La cola para entrar a los Museos Vaticanos es probablemente la más pesada de Roma. Para evitarla es recomendable no ir los últimos domingos de cada mes (el día gratuito) ni en Semana Santa. También es recomendable evitar los fines de semana, sobre todo en temporada alta. El horario de visita es de lunes a sábado de 09:00 a 18:00 (último acceso 16:00), la mejor hora es sobre las 13:00. Último domingo de mes de 09:00 a 14:00 (último acceso 12:30). El valor de la entrada es de 16 dólares para adultos y ocho dólares para niños. 46

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En 1508, el papa Julio II encargó a Miguel Ángel la decoración de la Capilla Sixtina. El resultado fue una creación monumental que rompió los moldes del arte renacentista. Cuando Miguel Ángel Buonarroti comenzó a pintar los frescos de la Capilla Sixtina, en 1508, ya era un artista consolidado. La belleza sublime de la Pietà de San Pedro, construida en 1499, lo había consagrado ya a los 24 años de edad como el máximo escultor de su tiempo. Desde ese momento se lo disputaron los grandes clientes. En Florencia esculpió el gigantesco David, y se le encargó que pintara al fresco una pared de la Sala del Consejo del Palazzo Vecchio, junto a Leonardo. Miguel Ángel volvió a trabajar en la Capilla Sixtina 20 años más tarde. En 1533, Clemente VII de Médicis le encargó que pintase al fresco el Juicio Universal en la pared del coro, encargo que Pablo III, nada más ser elegido papa en 1534, obligó al artista a cumplir, exigiendo que trabajara exclusivamente para él. Sobre la enorme superficie de la pared, ampliada por la destrucción de dos lunetas e inclinada gracias a una «base de ladrillos» para evitar que se posara el polvo, Miguel Ángel colocó en el centro de la escena, una vez más, el cuerpo humano. Sin embargo, ahora los rostros y los miembros estaban en movimiento para expresar todos los sentimientos ligados a lo terrible de la situación. Alrededor del Cristo juez se agitan centenares de cuerpos, representados en su humanidad. Quienes se proyectan sobre el cielo azul de lapislázuli no son solo los condenados, sino también los salvados, los doctores de la iglesia, los santos sin sus aureolas y los ángeles sin sus alas. Todos los hombres se ven acosados por el juicio de Dios. Falta la iglesia, con sus instituciones, sus ritos y su mediación. Y quizá fue eso lo que provocó escándalo, junto a los desnudos.

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Estancias de Rafael Las cuatro estancias, llamadas de Rafael, eran parte de los aposentos situados en el segundo piso del Palacio Pontificio, escogidos por Julio II della Rovere (pontífice desde 1503 hasta 1513) para su residencia personal y utilizados también por sus sucesores. La decoración pictórica fue hecha por Rafael y sus discípulos entre 1508 y 1524. Las estancias fueron pintadas en el siguiente orden cronológico: Estancia de la Signatura 1508-1511, Estancia de Heliodoro 1511-1514, Estancia del Incendio del Borgo 1514-1517, Sala de Constantino 1517-1524. Siguiendo un recorrido ya establecido se pueden visitar: la Sala de Constantino, hecha en gran parte por los discípulos de Rafael (1520). La Sala de los Claroscuros pintada al fresco sobre diseño de Rafael, en el segundo decenio del cinquecento, y la Capilla Nicolina, lugar privado de oración del papa Nicolás V, pintada entre 1447 y 1451 por el Beato Angelico, fraile dominico dedicado al arte de la miniatura.

La población del Estado comprende aproximadamente 800 personas, de las cuales unas 450 gozan del derecho de ciudadanía vaticana; los demás están autorizados a residir en él, temporal o permanentemente, pero sin derecho a ciudadanía

VUELOS A ROMA: • Iberia Quito a Roma alrededor de 926 dólares • United Airlines Quito a Roma alrededor de 1.525 dólares • LAN Quito a Roma alrededor de 1.750 dólares PARA SABER: No hay vuelos directos, todos incluyen al menos una parada. El precio cambia según la temporada del año. Los boletos son más costosos en los meses de julio, agosto y diciembre

Los Jardines del Vaticano Los Jardines Vaticanos son una pieza más del entramado histórico de la Ciudad del Vaticano y constituyen un auténtico oasis en el bullicio de visitantes que frecuentan otros lugares, como la Basílica o los Museos Vaticanos. El espacio verde dentro de las murallas vaticanas seduce a los amantes de la naturaleza y el paseo es una visita recomendable para profundizar en la historia del Vaticano. En 1279, el papa Nicolas III decidió amurallar la zona y dejó muros en un espacio ocupado por viñedos y praderas que decidió convertir en su jardín particular. En el siglo XVI fue reformado por el papa Julio II. Hoy los jardines son un espacio arquitectónico y artístico de gran belleza y espiritualidad, en una extensión de 32 hectáreas, que ocupa la mayor parte de la colina Vaticana, el cual tiene un paisaje complejo de bosques, monumentos medievales, esculturas y extensiones florales. 48

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MAPA LOCALIZADOR

ALOJAMIENTOS (booking.com) Hay una variedad extensa de hoteles • Costo mínimo 120 dólares (por noche) • Costo máximo 400 dólares (por noche)

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